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Abdias 1, del versículo 10 al versículo 14, y si Dios lo permite, lo que veremos, es que pecar nunca conviene. Pecar nunca conviene. Mantente alejado del pecado. Pecar nunca conviene, entonces mantente alejado de él. Ahora recuerdo de niño, jugando al fútbol un día en la escuela, estábamos en un partido reñido, ¿no? Un partido de niños, divirtiéndonos, y bueno, hay mucha competencia, ¿no?, entre niños. Y yo recuerdo una vez que yo estaba de portero, Y jugando ahí al fútbol, sal a 5 contra 5, pero en un colegio, pues, deberían de ser 5 contra 5, pero en realidad son muchos contra muchos, ¿no? Y entonces, recuerdo una vez que se acercó un contrincante, uno del otro equipo, y me dijo, mira, me la pongo yo de portero, porque el otro equipo no me pasa. Y dije, vale. Entonces yo le tomé la palabra, hasta que cuando llegó el otro equipo y tiró a portería, en vez de parar el balón, el chico se apartó y celebró el gol. Y me di cuenta que me había engañado aquel en quien yo confiaba. Yo había confiado en su palabra de que él se le iba a poner de portero y que él ya ahora pertenecía a nuestro equipo. Pero él me había engañado. aparentaba que estaba de mi lado, hasta que llegó la hora de la verdad. Y eso es lo que vemos aquí en Abdias, porque en Abdias vemos que es un mensaje en contra de Edom. Ahora, Edom son los descendientes de Esaú, nos lo dice ahí en Génesis 36, el versículo 1 y el versículo 9. Y Esaú es el hermano de Jacob, que luego Dios le cambia el nombre a Israel, de donde vienen las tribus de Israel. Ahí en Génesis 25, del 22 al 23, vemos que desde que nacen esos dos hermanos tienen un conflicto, y entonces Toda su relación... hay conflicto porque Jacob le roba la bendición a Esaú en Génesis 27. Jacob le quita la primogenitura a Esaú en Génesis 25. Y luego cuando el pueblo de Israel... sale de Egipto y va en dirección hacia la tierra prometida para poder entrar en ella, le pide a Esaú que le deje pasar por su terreno, no se va a desviar del camino, no les va a robar, no les va a atacar, incluso les van a comprar toda la comida, todo el agua, todo lo que necesiten se lo van a comprar. O sea, no están ahí para quitarle el terreno a sus hermanos. Pero vemos que aún así, Saúl no se lo permite. Eso es ahí en números 20, del 14 al 21. No le permite que entren. Entonces, vemos este conflicto, esta relación de conflicto constante durante toda esa historia donde vemos que Saúl pelea contra Edom, David conquista... el área de Edom, luego vemos a los de Edom oponiéndose al reinado de Salomón y entonces vemos como los reyes de Israel atacan y matan a los Edomitas, los Edomitas llevan cautivos también cuando hay peleas y entonces esta relación de conflicto Pero llegamos aquí donde lo más seguro que el contexto de Abdias es cuando viene Babilonia y destruye a Jerusalén ahí en el año 587 a.C. donde vemos ahí en segundo de crónicas 36 y manteniendo un dedo aquí en Abdias, vamos a ir rápido a 2 de Crónicas, 2 de Crónicas 36, versículo 13, donde nos dice que Sedequías, incluso en el siglo XII, dice, e hizo lo malo ante los ojos de Jehová. ¿Quién? Esto es Sedequías. Cuando empieza a reinar, hace lo malo ante los ojos de Jehová, su Dios, y no se humilló delante del profeta Jeremías, que hablaba de parte de Jehová. Se rebeló a sí mismo contra Nabucodonosor, al cual había jurado por Dios, y endureció su cerviz, y obstinó su corazón para no volverse a Jehová, el Dios de Israel. También todos los principales sacerdotes y el pueblo aumentaron la iniquidad. siguiendo todas las abominaciones de las naciones y contaminando la casa de Jehová, la cual había santificado en Jerusalén. Versículo 15. Jehová, el Dios de sus padres, envió constantemente palabra a ellos, por medio de sus mensajeros, porque él tenía misericordia de su pueblo y de su habitación. Mas ellos, hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo. Y no hubo ya remedio." Y entonces, en realidad, vemos que el cautiverio es por el pecado del pueblo de Dios, del pueblo de Israel, y por ello, Dios manda a Nabucodonosor para que lo lleven en cautiverio, Pero en ese periodo en que se los llevan cautivos, que es por su pecado, vemos que Edom, que es familia de Israel, no ayudaron a sus hermanos, sino lo que vamos a ver en el texto de hoy, de ahí de Abdias 1, del 10 al 14, vemos que incluso en vez de tratar al pueblo de Israel como sus hermanos, los trataron como sus enemigos. En vez de ser confiables, ellos son los que les robaban, les atacaban, les dañaban. En vez de estar allí para ayudarles a escapar, los entregaban y los mataban con sus propias manos. Y entonces, por ello, vemos que en el tiempo más difícil para el pueblo de Dios, en esa angustia, en vez de ser de ayuda, como debería ser la familia, son sus enemigos, y los dañan. Porque ahí en 2 Crónicas 36, 17, vemos que viene nos dice ahí, por lo cual trajo contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a sus jóvenes en la casa de su santuario, sin perdonar joven ni doncella, anciano ni decrépito, todos los entregó en sus manos. Entonces vemos como destruye a Jerusalén, incluso al templo, porque en versículo 19. Y quemaron la casa de Dios, y rompieron el muro de Jerusalén, y consumieron a fuego todos sus palacios, y destruyeron todos sus objetos deseables. Los que escaparon de la espada fueron llevados cautivos. a Babilonia. Y fueron siervos de él y de sus hijos hasta que vino el reino de los persas, para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías. Hasta que la tierra hubo gozado de reposo, porque todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta que los setenta años fueron cumplidos. Y entonces llegamos aquí al libro de Abdias. Y vemos que el mensaje está dirigido a Edom, para que se den cuenta de que no se van a salir con la suya. sino que Dios va a castigar su pecado, pero al mismo tiempo es un mensaje para el pueblo de Dios, para aquellos que han sido llevados en cautiverio, que están sufriendo, para que ellos mismos sepan que este pecado que ha sido en contra de ellos va a ser castigado. O sea, Dios va a mostrar justicia, va a actuar con justicia. dañar al pueblo de Dios no aventaja. Y entonces, viendo que Edom va a ser castigado por su maldad. Entonces, lo que quiero hacer, vamos a empezar leyendo aquí en Abdias. Voy a empezar en versículo 1 y vamos a leer hasta el versículo 14. Y en Abías 1.1 dice, visión de Abías, Jehová el Señor ha dicho, así en cuanto a Edom, hemos oído el pregón de Jehová, y mensajero ha sido enviado a las naciones, levantaos y levantémonos contra este pueblo en batalla. He aquí, pequeño, te he hecho entre las naciones. Estás abatido en gran manera. La soberbia de tu corazón te ha engañado. Tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada, que dices en tu corazón, ¿quién me derribará a tierra? Si te remontar es como águila. Y aunque entre las estrellas pusieras tu nido, de allí te derribaré, dice Jehová. Si ladrones vinieran a ti, o robadores de noche, como has sido destruido, ¿no hurtarían lo que les bastase? Si entraran a ti bendignadores, ¿no dejarían algún rebusco? ¿Cómo fueron escudriñadas las cosas de Esaú? Sus tesoros escondidos fueron buscados. Todos tus aliados te han engañado. Hasta los confines te hicieron llegar. Los que estaban en paz contigo prevalecieron contra ti. Los que comían tu pan pusieron lado debajo de ti. No hay en ello entendimiento. No haré que perezcan en aquel día, dice Jehová, los sabios de Dom, y la prudencia del monte de Esaú. Y tus valientes, oh teman, serán amedrantados, porque todo hombre será cortado del monte de Saúl por el estrago. Por la injuria de tu hermano Jacob te cubrirá vergüenza, y serás cortado para siempre. El día que estando tú delante llevaban extraños cautivos su ejército, y extraños entraban por sus puertas y echaban suerte sobre Jerusalén, tú también eras como uno de ellos. Pues no debiste tú haber estado mirando en el día de tu hermano, en el día de su infortunio. No debiste haberte alegrado de los hijos de Judá en el día en que se perdieron. Ni debiste haberte jactado en el día de la angustia. No debiste haber entrado por la puerta de mi pueblo en el día de su quebrantamiento. No, no debiste haber mirado su mal en el día de su quebranto, ni haber echado mano a sus bienes en el día de su calamidad. Tampoco debiste haberte parado en las encrucijadas para matar a los que de ellos escapasen. Ni debiste haber entregado a los que quedaban en el día de angustia, Entonces el versículo 15 dice, Porque cercano está el día de Jehová sobre todas las naciones. Como tú hiciste, se hará contigo. Tu recompensa volverá sobre tu cabeza. Entonces lo que vemos es que pecar nunca conviene. Mantente alejado del pecado. Porque aquí en este pasaje vemos que dañar el pueblo de Dios no ha ventaja. No actuar contra el malo es dejarle afligir. Alegrarse de la afición de otros no es bueno. Aprovecharse del que sufre es malo. Buscar entretenimiento en los que sufren es malo. Y por ello tenemos este pasaje que nos recuerda que debemos de ayudar al necesitado. Debemos de practicar la amabilidad con todos. Porque la soberanía de Dios es total. Él lo tiene todo controlado. Él tiene toda la autoridad. Nos recuerda de que Dios lo conoce todo. Conoce todo lo que haces a escondidas. Nos recuerda que Dios conoce tus acciones y tus actitudes. Pero muchas veces buscamos aprovecharnos del débil. Hacemos lo necesario para avanzar en nuestra vida, aunque sea malo. Buscamos vengarnos de los que nos han dañado. Deseamos la vida del malo. O sea, deseamos lo que ellos hacen. Deseamos ser como ellos. Muchas veces nos gozamos de la ruina de nuestros enemigos. y no mostramos misericordia, no mostramos amor, no reflejamos el carácter de Dios. Ahora, aquí, al pueblo de Dios, Dios los está entregando por su pecado. Pero aún así, no debes de gozarte de la ruina de ellos, ¿no? Porque aquí, el pueblo de Edom se está gozando de que le va mal a Israel. Y entonces por ello les viene castigo a ellos, porque ellos se gozan. Incluso ahí mismo nos dicen, en Abías 1, versículo 10, dice, por la injuria a tu hermano Jacob te cubrirá vergüenza y serás cortado para siempre. Ahora, en los primeros nueve versículos de Abías, nos ha dicho que el pueblo de Dom, aunque es muy orgulloso, y piensa que es intocable, y piensa que nadie le va a derribar de sus alturas, aún así Dios los va a destruir, Dios los va a derribar, aunque, como dice versículo 4, aunque te remontes como un águila, y aunque entre las estrellas pusieras tu nido, de allí te derribaré, dice Jehová. Y es porque se ha enaltecido, e incluso ha hecho violencia contra su hermano Jacob, contra el pueblo de Dios. Ahí mismo en versículo 10 dice, por la injuria. Ese término injuria tiene la idea de violencia. Esa maldad violenta que ha hecho hacia su hermano Jacob, que lo identifica como Israel, dice, te cubrirá vergüenza. Entonces, aquellos que se pensaban, o sea, que tenían orgullo, que se pensaban los más altos, Dios los va a bajar y los va a avergonzar. Y lo que está expresando, que Edom va a ser humillado en extremo por hacer violencia hacia su familia. Será destruido. Ahí mismo dice, y serás cortado para siempre. Entonces, no solamente van a ser avergonzados, sino que van a ser destruidos. Y lo que nos da a entender es que todo enemigo del pueblo de Dios va a ser destruido. Todo enemigo de Dios va a ser humillado, va a ser destruido. El malo recibirá justicia. Por eso no conviene el pecado, no conviene hacer lo que es malo. Incluso en versículo 11 dice, el día que estando tú delante llevaban extraños cautivo su ejército. Pues ahí está Edom, y está observando, cuando vienen lo más probable que sea en ese tiempo, durante la destrucción de Jerusalén, o ese día o días después, vemos un énfasis en esa palabra día, porque si lo notáis, en estos versículos menciona ese término día varias veces, expresando Ese día de aflicción en el que se encontraba el pueblo de Dios... ¡Ese es el día que necesitaban ayuda! Pero ese es el día en que Dom no proveyó ayuda, sino que se unió a sus enemigos. Porque si notas ese término, lo menciona muchas veces. En el versículo 11 dice, el día en que, estando tú delante, llevaban extraños cautivos su ejército, y extraños entraban por sus puertas y echaban suertes sobre Jerusalén, tú estabas también como uno de ellos. Pues no debiste tú haber estado mirando en el día de tu hermano, en el día de su infortunio. No debiste haberte alegrado de los hijos de Judá en el día en que se perdieron. Ni debiste haberte jactado en el día de la angustia. No debiste haberte entrado por la puerta de mi pueblo en el día de su quebrantamiento. No, no debiste haber mirado su mal en el día de su quebranto, ni haber echado mano a sus bienes en el día de su calamidad. Tampoco debiste haberte parado en las encrucijadas para matar a los que de ellos escapasen. ni debiste haber entregado a los que quedaban en el día de su angustia, en el día de angustia. Y expresando ese día horrible en el cual se encontraba el pueblo de Dios en ese tiempo, en vez de ayudar, los de Edom se unen a sus enemigos y les dañan. les destruyen, les roban, les entregan para ser llevados en cautivo. En vez de esconderlos, les entregan. En vez de ayudarles, ¡les roban! Y entonces aquí, en versículo 11, dice, en el día que estando tú delante, llevaron a extraños cautivo su ejército. Ahora, es interesante, porque ese término, ejército, en el lenguaje original, o sea, se puede traducir de diferentes formas, se puede traducir como capacidad, como poder, como riqueza o como ejército, ¿vale? Entonces, por ello aquí lo traduce ejército, pero luego en el texto, luego lo traduce en riquezas, pero simplemente se refiere a esa capacidad, a ese poder, a eso, a sus pertenencias, a todo lo que es. ¿Qué pasa? Que están llevando, en este contexto aquí, llevaban extraños cautivos su ejército, o sea, su fuerza, aquello que le podía defender, Pero esos extraños, o sea, al referirse a esos extraños, nos identifica como aquellos que no son sus familiares. O sea, si alguien viene a dañarte, pues tú esperarías que tu familia te defendiera, ¿no? Pero, ¿te imaginas que tus amigos, que tus familiares, ayudasen a los... ¿Los que te roban? ¿Ayudasen a los que te están dañando? ¿Ayudasen a tu enemigo para dañarte aún más? Eso sería difícil de soportar, ¿no? Sería difícil y quisieras que haya justicia. Y entonces, especialmente trabajando con niños, yo lo veo de vez en cuando... Recuerdo un instante donde... Bueno, los niños de vez en cuando se traen juguetes a clase. Y en una ocasión, yo recuerdo que un niño perdió su juguete. El juguete que había traído. Ahora, me pareció interesante que uno de los niños me vino antes de que yo supiese que había desaparecido el juguete. Y uno de los niños me vino corriendo y me dijo... Yo no tengo el juguete. Y entonces, de repente, el otro niño empieza a gritar porque ha perdido el juguete. Y entonces, automáticamente, mi mente hizo la conexión. Este niño, antes de que yo supiese que le habían quitado el juguete, dijo que él no tenía el juguete. Entonces, fui directamente a él, y busqué sus bolsillos, revisé sus bolsillos, y revisé su mochila, y a que no sabéis lo que encontré. ¡El juguete! Ahora, lo que me pareció interesante, es que unos momentos antes, incluso durante la clase, o antes de la clase, esos dos niños estaban jugando. Eran amigos, estaban jugando con el juguete, y aquel que parecía amigo, era exactamente el que le engañó. Era exactamente el que le ropó. Exactamente aquel que se aprovechó del momento e intentó llevarse el objeto preciado de la persona la cual llamaba amigo. Y eso es algo similar a lo que está ocurriendo aquí, en este tiempo, con Edom. Edom es familia, debería ser amigo, pero son exactamente los que le clavan el cuchillo por la espalda a Israel. Porque aquí en Versículo 11 dice, el día que estando tú delante llevaban extraños cautivos su ejército, y extraños entraban por sus puertas y echaban suertes sobre Jerusalén, tú también eras como uno de ellos. Entonces, aquí, Edom tiene la posibilidad de ayudar a su familia de los enemigos, pero en vez de ayudar, se aprovechó de la necesidad de su hermano. Ahora, no ayudar a su familiar en angustia, Era malo. ¿Cuál es malo? Pero, atacar a Judá, después de que a Babilonia lo haya aplanado, era aún peor. Y entonces, el ejército invasor, aquí se está repartiendo las riquezas y los terrenos de Jerusalén, y quizás, incluso también, los cautivos, como esclavos. Incluso nos dice Joel 3.3, dice que echaron suertes sobre mi pueblo, y dieron los niños por una ramera. Y vendieron las niñas por vino, para beber. Entonces, están usando a los niños cautivos, casi como dinero, ¿vale? Un cambio, ¿vale? Entonces, cambian un niño por una ramera. cambian las niñas por vino, para beber. Eso es Joel 3.3. En Nahum 3.10 dice, sin embargo, ella fue llevada en cautiverio, también sus pequeños, está hablando del pueblo de Dios, también sus pequeños fueron estrellados en las encrucijadas de todas las calles, y sobre sus varones echaron suertes, y todos sus grandes fueron aprisionados con grillos". Eso era Nahum 3.10, pero expresando esa idea de que estaban echando suertes sobre ellos. Y entonces aquí vemos en Ardías 1.11, que aquí está el pueblo de Edom, que puede ayudar a su hermano, o sea, a su familiar, pero dice que en ese día, cuando está ocurriendo todo esto, solamente estaban observando, Incluso de la forma que lo pone, aparenta que ellos también quieren que se les dé herencia también, que se les dé posesión también. O sea, no solamente están de una forma pasiva esperando a que les destruyan y se los lleven, sino que ellos también quieren tener parte en ello. Ellos quieren una porción también. Ellos quieren que la suerte les toque a ellos para que ellos ganen un poquito de dinero, o que tengan esclavos, o que tengan posesiones. Y por ahí en versículo 11 dice, el día en que estando tú delante llevaban extraños, cautiva su ejército, y extraños entraban por sus puertas, y echaban suerte sobre Jerusalén, tú también eras como uno de ellos. Y entonces vemos como su actitud, incluso sus acciones, van incrementando en contra del pueblo de Dios. Porque en el siglo XII, dice, pues no debiste tú haber estado mirando en el día de tu hermano. Y esa expresión, mirando en ese día, es como que está mirando pero con codicia, con deseo de obtener. Dice, en el día de su infortunio. Y entonces, o sea, cuando todo le va mal, no debías estar mirando y codiciando sus posesiones. Dice, no debiste haberte alegrado de los hijos de Judá en el día en que se perdieron. Ese término, alegraron, tiene esa idea de rebocijarse. Entonces, en vez de estar tristes, porque sus familias están siendo destruidos y llevados en cautiverio, ¡se alegran, se regocijan, es una fiesta! Están diciendo como que, ¡por fin! En el día que se perdieron, se terminó perdiendo, cuando perecen, cuando son arruinados. Dice el versículo 12, ni debiste haberte jactado en el día de la angustia. Ese término jactado es... en el lenguaje original tiene la idea de hablar con orgullo. Hablar de forma elevada. Entonces, no solamente tenían la oportunidad para ayudar a sus familiares, sino que se goza de su ruina. Usó la destrucción de su familiar como entretenimiento. Se gozó de la destrucción de sus familiares. Y entonces, tienes que ponerte del lado de los israelitas. Aquí están, observando a sus familiares, que se están gozando de su destrucción en vez de ayudar. Y entonces, aquellos que sobrevivieron esta situación, pues, en sus mentes, se estarían preguntando ¿Lo habrá visto Dios? ¿O sea, Dios va a hacer justicia? ¿Y se preguntarían si Dios ha visto su aflicción? Muchas veces nosotros hacemos esa misma pregunta. ¿Ha visto Dios nuestra aflicción? ¿Ha visto Dios nuestra situación desesperada? ¿Ha visto Dios la injusticia que sufrimos? ¿Actuará contra los malvados? ¿Actuará Dios a nuestro favor? ¿Nos mostrará misericordia? ¿Nos mostrará favor? ¿Nos ayudará Dios? ¿Nos defenderá? ¿Nos aliviará de nuestro dolor? ¿Nos protegerá? ¿Proveerá lo que necesitamos? Y entonces, por eso tenemos aquí el texto aquí en Abdias. Porque Dios asegura que se hará justicia. Pero mientras tanto aquí vemos que sigue el texto diciendo en versículo 13 más cosas que Edom no debería de haber hecho. Versículo 13 dice, No debiste haber entrado por la puerta de mi pueblo en el día de su quebrantamiento. No. No debiste haber mirado su mal en el día de su quebranto, ni haber echado mano a sus bienes en el día de su calamidad. Entonces, vemos cómo incrementa su maldad. No solamente estaban observando cuando los enemigos entran y los van destruyendo, sino que se goza de que les están destruyendo, de que les viene mal. Pero no se queda ahí pasivo a lo lejos, sino que ahora entra adentro. Entra adentro de la puerta de la ciudad y disfruta de que les están quebrantando, ese término quebrantamiento, Lo repite varias veces, incluso usa el mismo término aquí en el versículo trece, tres veces, que lo traduce quebrantamiento, quebranto y calamidad. Lo que significa es desastre, desastre final, ruina, calamidad. O sea, todo lo malo les viene encima. Pero aquí, en ese día de quebrantamiento, en ese día de ruina total, de desastre, de un desastre final, vemos que se aprovechan, y en vez de ayudar, dañan aún más. Miran el mal, incluso dice que echan mano a sus bienes en el día de su calamidad. Y sería similar a un buitre esperando hasta que el león coma su parte, y entonces el buitre va a por lo que sobra, ¿no? Va a por lo que se dejó, y en vez de ayudar a los que están escapando, los destruye y los daña. Porque en versículo... En versículo 14 dice, tampoco debiste... Tampoco debiste haberte parado en las encrucijadas... Se terminó... bueno, encrucijadas, simplemente es la idea de... en esos... entre calles, ¿no? En esos puntos donde se podían escapar las personas. Dice, tampoco debiste haberte parado en las encrucijadas para matar a los que de ellos escapasen. Ni debiste haber entregado a los que quedaban en el día de angustia. Entonces, no solamente el pueblo de Edom está observando cuando destruyen y llevan cautivos a los de Israel y destruyen Jerusalén, sino que se gozan de ello, se aprovechan de ello, que quieren su parte en ello, roban... Pero aquí también matan a los que se están escapando y también los entregan. O sea, entregan a algunos y matan a otros. Y destruye a aquellos que son los que sobreviven. Los destruyen. Ese término matal, generalmente es esa idea de destruir. En II de Reyes 25, del 4 al 5, dice, abierta ya una brecha, está expresando esta situación de esta destrucción final de Jerusalén, dice, abierta ya una brecha en el muro de la ciudad, huyeron de noche todos los hombres de guerra por el camino de la puerta que estaba entre los dos muros. Junto a los vueltos del rey, estando los caldeos alrededor de la ciudad, y el rey se fue por el camino del Arabá, y el ejército de los caldeos siguió al rey, y lo apresó en las llanuras del ejército, habiendo sido dispersado todo su ejército. Entonces, nos ayuda a entender un poquito esta situación desesperada en la que se encuentra el pueblo de Dios. Están intentando escapar, y los caldeos les han rodeado, pero... y está Edoma ahí presente, y en vez de ayudar, ¿No? Entonces, aunque el texto no menciona que Dom está ahí, pero seguramente, la... la... esta descripción que nos muestra a Díaz, en una situación similar, es en la que se encuentra donde aquí está intentando huir su hermano, ¿no? El pueblo de Israel. Y en vez de ayudarles a escapar, los matan y los entregan. para cautiverio. En Amós 1, versículo 11 dice, Así ha dicho Jehová, Por tres pecados de Edom, y por el cuarto no revocaré su castigo, porque persiguió a espada a su hermano, y violó todo afecto natural, y en su furor le ha robado siempre, y perpetuamente ha guardado el rencor. En Joel, 1.15 dice, ¡Ay del día! Porque cercano está el día de Jehová y vendrá como destrucción por el Todopoderoso. Entonces, viendo ese día, como nos dice aquí en Abdias 1.15, dice, porque cercano está el día de Jehová sobre todas las naciones. O sea, ese día en el cual se va a hacer justicia en el futuro. Va a venir ese día y va a haber castigo. Y aquí el pueblo de Edom no se va a salir con la suya Incluso en Ezequiel 35 Si vamos rápido, mantenemos un dedo aquí en Abdias y vamos rápido a Ezequiel Ezequiel 35 Ezequiel 35 Versículo 1 Vemos aquí esta profecía contra Edom, porque ahí el monte Seir, nos dice en Génesis 36, 9, es donde moraba Edom. Aquí en Ezequiel 35, versículo 1 dice, vino a mi palabra de Jehová diciendo, hijo de hombre pon tu rostro hacia el monte de Seir. Y profetiza contra él, y dile, así ha dicho Jehová al Señor. He aquí yo estoy contra ti, oh monte de Seir, y extenderé mi mano contra ti, y te convertiré en desierto y en soledad. A tus ciudades asolaré, y tú serás asolado, y sabrás que yo soy Jehová, por cuanto tuviste enemistad perpetua y entregaste a los hijos de Israel al poder de la espada en el tiempo de su aflicción, en el tiempo extremadamente malo. Por tanto, vivo yo, dice Jehová, el Señor, que a sangre te destinaré y sangre te perseguirá. y porque la sangre no aborreciste, sangre te perseguirá. Y convertiré el monte de Seir en desierto y en soledad, y cortaré de él al que vaya y al que venga, y llenaré sus montes de sus muertos. En tus collados, en tus valles, y en todos tus arroyos caerán muertos a espada. Yo te pondré en asolamiento perpetuo, y tus ciudades nunca más se restaurarán, y sabréis que yo soy Jehová. Por cuanto dijiste, las dos naciones y las dos tierras serán mías y tomaré posesión de ellas estando allí Jehová. Por tanto vivo yo, dice Jehová el Señor, yo haré conforme a tu ira y conforme a tu celo con que procediste a causa de tus enemistades con ellos y seré conocido entre ellos cuando te juzgue. Y sabrás que yo Jehová he oído todas tus injurias que proferiste contra los montes de Israel, diciendo, destruidos son, los han sido dados para que los devoremos. Y os engrandecisteis contra mí con vuestra boca y multiplicasteis contra mí vuestras palabras. Yo lo oí. Así ha dicho Jehová el Señor. Para que toda la tierra se rebocije, yo te haré una desolación. Como te alegraste sobre la heredad de la casa de Israel, porque fue asolada, así te haré a ti. Asolado será el monte de Seir, y todo Edom, todo él, y sabrán que yo soy Jehová. Y entonces ahí vemos cómo Dios va a actuar en contra de Edom, porque Edom actuó en contra de Israel en el día de su aflicción. Y por ello va a recibir ese castigo. Y por ello tenemos aquí este mensaje de Abdias trayendo consuelo al pueblo de Dios. Porque el opresor va a ser castigado. Porque el enemigo y el que actúa en contra del pueblo de Dios van a ser humillados, van a ser destruidos. Y por ello vemos que pecar nunca conviene. Por eso debes de mantenerte alejado del pecado. Sino que siempre debes de actuar correctamente. Aunque... Aunque sea más fácil pecar. Ahora... Quizás tienes misericordia de los que buscan dañarte. Quizás muestras amor hacia tus enemigos. Si es así, sigue reflejando el carácter del reino de Dios. Pero quizás buscas la oportunidad de vengarte. Y conforme la escritura, eso no te toca. Quizás piensas que eres intocable por tu fuerza y tus recursos. Quizás te aprovechas del que sufre. Quizás buscas oportunidades para arruinar a tu enemigo. Si es así, Dios te castigará de acuerdo a tus hechos. Muchas veces, en una situación similar, Nos entretiene cuando a alguien le va mal. Nos reímos cuando a alguien le va mal. Nos gozamos cuando cae nuestro enemigo. Nos aprovechamos para dañar a nuestro enemigo cuando las cosas le van mal. Ponemos obstáculo para que le sea más fácil, perdón, para que le sea más difícil levantarse. Y no buscamos ayudarle. No mostramos misericordia. No mostramos amor. No buscamos restaurar la relación. Sino que buscamos venganza. Pero eso no es lo que Dios quiere. Que nosotros hagamos. Dios quiere que nos apartemos del pecado. Porque el pecado nunca conviene. Lo que Dios quiere es que reflejemos el amor que Dios nos ha mostrado. Que reflejemos la misericordia que Dios nos ha mostrado. que reflejemos su paciencia, que reflejemos su perdón, que reflejemos humildad, que nos sometamos a la autoridad de Dios y que obedezcamos su palabra. Lo que Dios quiere de nosotros es que nos mantengamos alejado del pecado, porque pecar nunca conviene. Vamos a terminar en oración.
Pecar Nunca Conviene, Mantente Alejado del Pecado
Series Abdías
Sermon ID | 94161559482 |
Duration | 41:09 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Obadiah 10-14 |
Language | Spanish |
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