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Buenas tardes, amados hermanos. Lindo volver a estar con ustedes. Vamos a seguir con el estudio de Primera de Pedro. Si ustedes abren sus Biblias conmigo en Primera de Pedro, capítulo 3, versículo 7. Dice, ustedes, maridos, igualmente convivan de manera comprensiva con sus mujeres, como un vaso más frágil. puesto que es mujer, dándole honor por ser heredera, como ustedes, de la gracia de la vida, para que sus oraciones no sean estorbadas. Esposos, ¿cuándo fue la última vez que le hizo las siguientes preguntas a su esposa? ¿Cuáles son tus cinco comidas favoritas? ¿Cuáles son tus cinco restaurantes favoritos para comer? ¿Cuál es tu color favorito? ¿Cuáles son los cinco pasatiempos favoritos que tienes? ¿Qué regalos te gusta recibir? Bueno, miren, muchos hombres alrededor del mundo y por todas las generaciones, tienen y han tenido distintos conceptos acerca del matrimonio y acerca de cómo el matrimonio debe funcionar. Un ejemplo, algunos viven todavía con la digamos típica imagen del cavernícola que con el garrota en la mano lleva a su mujer a la caverna arrastrándola de los pelos. Ese es el modelo. Otros hombres simplemente viven como el marinero que tiene una mujer en cada puerto. Ese es el concepto de compromiso que muchos hombres tienen. Otros, un poco más sensibles, sensibles a que la mujer también es una persona, increíble descubrimiento para muchos hombres, tienen a la esposa en la casa. ¿Para qué? Para criar hijos, cocinar, lavar, planchar, hacer las compras, programar las actividades de la familia, llevar a los niños al médico, a las actividades escolares, extracurriculares. Estos esposos considerados y amorosos alardean con sus amigos acerca del lunch que la esposa les preparó, mientras describen que ella está parada o levantada desde las 5 de la mañana para prepararles ese desayuno, el almuerzo, la cena. Son esos mismos esposos amorosos y considerados que luego llegan tarde a la casa, esperando y demandando la cena caliente, con una esposa callada y sumisa, con hijos atentos a él, también callados, O sea, este esposo considerado y amoroso luego se acuesta y cuando son las 11 de la noche espera que sus necesidades afectivas sean satisfechas. Y luego, mientras él duerme, sueña placenteramente y orgullosamente acerca de esa persona que estuvo 20 horas al servicio de su amado liderazgo. Así que, mientras el esposo duerme al lado de la cama, la esposa no duerme, ella está desmayada, rogándole a Dios en sus sueños que algún meteorito golpee la tierra para que le permita dormir dos horas más que lo que acostumbra. Las ventajas y los privilegios de ser el hombre de la casa. Está bueno, ¿no? Pero bueno, hay otro tipo de hombres, simplemente creen que proveer para el hogar es todo lo que deben hacer. Cuando la esposa le pregunta, están en la mesa, compartiendo la cena, y le dice, mi vida, ¿qué tienes para alentarnos en el Señor? Él piensa, para sus adentros, ¿acaso esta mujer me dio cara de pastor? Yo no tengo tiempo de andar leyendo la Biblia. Pero luego contesta, Si tengo algo para decir y recurre a algo bien común, debemos ser agradecidos por tener el pan en la mesa. Debemos ser agradecidos por el trabajo que papá tiene, por la salud, el coche, esta casa, el perro, el gato, el dinosaurio. Hay tanto por lo que estar agradecido Y luego inmediatamente la conversación es cambiada a las cosas más triviales de la familia y tristemente ese liderazgo masculino que impera en las familias de muchas iglesias es simplemente el reflejo de lo que luego se ve en las iglesias, iglesias vacías. Pero no debemos olvidarnos que Pablo le dice a los corintios que las esposas deben preguntarle a sus esposas en la casa. 1 Corintios 14, 35. Pablo dice, y si quieren aprender algo, le está diciendo a estas amadas esposas que quieren saber, y si quieren aprender algo, que pregunten a sus propios maridos en casa. Por eso, el esposo no debe descuidar su responsabilidad de líder espiritual de su casa. El descuido del esposo de su rol de sacerdote de la casa es perjudicial. ¿Y adivine qué? Eso se va a notar en la vida personal de ese esposo, eso se va a notar en la vida de los hijos, de las hijas, eso se va a notar en la vida y las decisiones de la familia. Eso se nota también en la vida de la iglesia y en el testimonio que esa iglesia brinda delante del mundo. ¿Qué es lo que el mundo ve? Asientos de iglesias vacías porque el hombre está trabajando. Porque el hombre tiene su mente puesta en todo menos en lo que son sus obligaciones delante de Dios como líder de la familia. Pero luego ese mismo hombre pretende y se llena la boca de que sus hijos aprendan algo de Dios, aprendan del amor de Dios. ¿Qué van a aprender? Con el ejemplo, el mal ejemplo que se les está dando. Gracias a Dios, también, hermanos, hay hombres piadosos que aman a sus mujeres bíblicamente. Gloria a Dios por esos hombres piadosos. Si usted me pregunta a mí, estoy todavía en el proceso de aprender a amar a mi esposa bíblicamente. Hay tanto que me falta, pero créame que sé que esa es mi obligación, y créame que trabajo para eso, y créame que tomo mis decisiones basado en eso. Porque quiero ser un esposo que honra a Cristo. Por eso, hombres, Hoy debemos entender que Dios nos habla a nosotros. Porque el apóstol nos está exhortando a que mantengamos una conducta irreprochable para que glorifiquemos a Dios con nuestro testimonio. Y eso comienza en casa. Por eso, vayamos a la primera carta de Pedro y aprendamos las virtudes del esposo que honra a Cristo. Seguramente usted como esposo tiene muchas preguntas, pero hoy estaremos contestando tres preguntas. Y usted esposa, que ya tuvo tres mensajes dedicados a usted, bueno, hoy le toca al hombre. Sea misericordiosa, ¿ok? Pedro continúa dándole instrucciones a los creyentes esparcidos en Asia Menor. ¿Para qué? Para que vivan vidas honorables, que permita que otros sean atraídos al Evangelio de Cristo. Porque hermanos, el mismo espíritu que hizo a la esposa exhibir un espíritu tierno y compasivo, es el mismo espíritu que va a ayudar al hombre a ser amable y atento. En el versículo que estudiamos hoy, Le toca el turno a los esposos de recibir su dosis. Le toca el turno a los esposos de recibir la instrucción apostólica respecto a cómo vivir un matrimonio que glorifique a Dios. Cómo vivir un matrimonio que sea de testimonio para el mundo inconverso. Pedro instruye a los creyentes en cómo ser el esposo que honra a Cristo. Y ya lo leímos, ¿qué escribe el apóstol? Y mire, sobre todo si usted es un creyente que llegó grande a la fe, como yo, tenemos tanto para aprender, tanto para aprender, que pidamosle humildad al Señor. Pedro nos dice, ustedes, maridos, igualmente convivan de manera comprensiva con sus mujeres, como un vaso más frágil, puesto que es mujer dándole honor por ser heredera, como ustedes, de la gracia de la vida, para que sus oraciones no sean estorbadas. Para beneficiarnos mejor del contenido de este leccionador versículo, hoy nos haremos tres preguntas. Si están anotando, van a ser nuestros tres puntos. ¿Qué tres preguntas nos vamos a hacer? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Para qué? Primera de Pedro 3.7 nos presenta en sí dos mandamientos apostólicos que son inmediatamente seguidos por dos motivaciones para obedecer esos mandamientos. Para que vivamos vidas matrimoniales que exhiban la gloria de Cristo ante el mundo inconverso. Entonces comencemos por ustedes, maridos, igualmente. Estoy leyendo desde la Nueva Biblia de las Américas. Maridos es la palabra Andrés, tipo como el nombre Andrés, Andrés. Andrés, que a veces se refiere generalmente a lo que es opuesto a la mujer o a lo que es opuesto a un niño, aquí claramente se refiere al esposo, esposos a los que igualmente también se los incluye, ¿se acuerdan que les hablé en los códigos del hogar que esa cultura grecorromana tenía? porque la familia era indispensable para tener una sociedad fuerte. Los códigos del hogar eran esas expectativas de la sociedad acerca de todos sus miembros, especialmente los que constituían la base de la sociedad. Matrimonio, familia, relaciones laborales, etc. Y lo que Pedro comunica en el versículo 7 sigue el flujo de las instrucciones que ya les diera a los esclavos y también a las mujeres. Para honrar a las esposas las puso primero que a los esposos. Para honrar a los esclavos que no tenían ningún tipo de honra los pone primero que las esposas. Y ahora se dirige a los esposos. Este dice, igualmente, miren esa palabra igualmente, conecta estas instrucciones que está dándole ahora a los esposos con las instrucciones que recibieran o que las esposas, comenzando en el 3.1, los seis versículos que vimos en los tres mensajes anteriores. Y también, este igualmente tiene que ver con que en el 2.18 los esclavos recibieron estas instrucciones. La única diferencia que tiene es que no se le dice a los hombres sométanse, pero sí sométanse a las autoridades. Ahí entramos todos. Pero no perdamos de vista que toda esta sección está conectada con las palabras de Pedro en el 2.11. Por favor, lee ahí. ¿Qué dice ahí en el 2.11? Absténganse de las pasiones carnales que combaten contra el alma. ¿Son siempre las pasiones carnales relacionadas con cosas sexuales? No siempre. A veces es desear tener más de lo que uno tiene. Pero también eso está conectado con el mandato dado en el 2.12. ¿Qué dice el 2.12? Mantengan entre los gentiles una conducta irreprochable. O sea, igualmente esposos, absténganse de las pasiones carnales que combaten contra el alma, manteniendo entre los gentiles una conducta irreprochable. No dejen que la cultura dictamine quién usted va a ser, las decisiones que usted va a tomar y cómo usted ve su matrimonio. Y él dice, Pedro, acá, que mantener esta conducta irreprochable en frente de los gentiles es al convivir con sus mujeres de manera comprensiva, dándoles honor. Esos son los dos mandamientos. Convivan con sus mujeres de manera comprensiva, denles honor. Los dos mandamientos que Pedro da aquí están emparentados con el tema de la sumisión, Por eso, hermanos, a modo de que usted pueda ser un esposo piadoso que honra a Cristo, debe comenzar haciéndose la pregunta, ¿cómo? ¿Cómo puedo ser el esposo piadoso que honre a Cristo y ame a su esposa? La respuesta que Pedro nos brinda es convivan de manera comprensiva con sus mujeres. Algo para notar aquí es que si usted tiene la Nueva Biblia de las Américas, verá que con sus mujeres está en itálica. Eso quiere decir que no se encuentra en el griego, pero de todas maneras queda claro que Pedro se refiere a las mujeres, a las esposas, por lo que dice inmediatamente cuando habla de que puesto que es mujer. La Reina Valera, 1960, lo traduce como vivir con ella sabiamente, dando honor a la mujer como vaso más frágil. Volviendo a la respuesta de la pregunta, ¿cómo? ¿Cómo vivimos a la altura del esposo que honra a Cristo? ¿Cómo demostramos nuestra sumisión a Cristo en la relación matrimonial? Pedro contesta, convivan. Veamos un poco esa palabra, que en verdad es un participio griego que significa, ¿qué? Morar juntos. Y se refiere al marido que vive con su mujer con un reconocimiento inteligente de la relación matrimonial que tiene. Ahora bien, el tipo de relación de la que habla Pedro no es el de la cohabitación. sino que el solo hecho de alentar al esposo a glorificar a Cristo a través del matrimonio y de la forma en la que trata a su esposa, eso habla de que Pedro entiende que el esposo entiende también la base fundamental de todo matrimonio. ¿Cuál es? Es una institución sagrada. Es implementada por Dios desde el jardín del Edén, cuando Dios bendice la unión de Adán y Eva. Es ese padre como el padre orgulloso que presenta a la novia. El Señor luego de crear a Eva se la presenta. El padre orgulloso en esa ceremonia de bodas. Número uno. Pero pensemos en algunas implicaciones del mandamiento de Pedro. Porque este participio que les digo carga toda la fuerza de un mandamiento como si fuera un verbo. Háganlo, convivan. Esta es una orden apostólica y claramente da a entender que el esposo no puede estar ausente. ¿Escuchó eso? El esposo no puede estar ausente. El esposo debe compartir tiempo físico, tiempo físico real con su esposa. Uno entiende que hay profesiones que obligan al hombre a estar apartado de su esposa. Pero hermanos, esto no es bueno para la relación. Por ejemplo, soldados activos, camioneros de larga distancia, predicadores del Evangelio que están ausentes por tiempos largos y prolongados, pescadores de alta mar, marineros, empleados de cruceros, etcétera, tantas otras profesiones. Sí, pero tengo que proveer para mi casa. Sí, pero usted tiene que amar a Dios con toda su fe, con toda su mente, con toda su fuerza, ponerlo primero y poner a los demás primero y de esos demás, de esos prójimos que usted tiene que poner primero, primero su esposa. ¿De qué sirve que gane miles si está ausente en su casa? Estos que ejercen este tipo de profesiones deben prestar especial atención a sus matrimonios, especial atención a sus esposas, porque deberían estar viviendo con ellas, conviviendo con ellas. Es tan simple como eso. ¿Qué es lo que dice Pedro acá? Ustedes maridos igualmente convivan. Tiene que estar presente. Por ejemplo, esto era el caso aún de los predicadores del primer siglo. Pedro sabe lo que está diciendo. ¿Por qué? Estos predicadores itinerantes del Evangelio, no había teléfono, no había internet, no había correo, iban ellos por todos lados, debían en lo posible hacer ministerio con sus esposas. Pedro era uno de ellos. Él probablemente, escúcheme como lo digo, probablemente viajaba con su esposa, tal como nos dice Pablo en 1 Coríntios 9, 5. Y les leo, Pablo dice, no tenemos derecho a llevar con nosotros a una esposa creyente, así como los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas. Y permítame que le explique algo. Uso este versículo de Pablo no tanto para apoyar que la esposa de Pedro viajaba con él, sino porque me quiero concentrar en la palabra que usa Pablo ahí. Era una probabilidad muy cierta de que Pedro viajaba con su esposa. Pero ante todo quiero subrayar el concepto que Pablo usa de llevar. El verbo llevar ahí significa literalmente conducir o llevar a alguien solo, tener constantemente consigo a alguien, es decir, estar casados, estar presentes. Sin embargo, también es posible que Pablo se refiera a que las esposas acompañaban a sus maridos en viajes misioneros, seguramente. Algo muy importante que también comunica esa sección del versículo 3.17, que acabo de leer, es que no solo deben vivir en la misma casa. Dije 3.17, 3.7 que estamos viendo, en 1 Pedro 3.7. Estamos nuevamente en 1 Pedro 3.7. No solamente que deben vivir en la misma casa, ¿saben qué? Deben compartir la misma cama. En la Septuaginta, la versión griega del Antiguo Testamento, la palabra que Pedro usa aquí para describir el convivir, es usada para describir las relaciones íntimas en el matrimonio. Por ejemplo, Deuteronomio 22.13 dice, si un hombre toma a una mujer y se llega a ella y después la aborrece, se refiere a eso, es el mismo verbo usado, o Deuteronomio 24.1 dice, cuando alguien toma Una mujer y se casa con ella, si sucede que no le es agradable porque ha encontrado algo reprochable en ella y le escribe certificado de divorcio, lo pone en su mano y la despide de su casa. El punto es que acá el verbo usado para tomar, para casarse con ella, es este que está usando Pablo. Pedro asume que la intimidad física es parte del matrimonio, es un elemento vital de la vida de los casados. Por lo tanto, déjeme que le explique hasta ahora claramente lo que Pedro está mandando en esta sección. Los esposos debemos amar a nuestras esposas al vivir con ellas en una misma casa. Los esposos debemos amar a nuestras esposas compartiendo la misma cama con ellas. teniendo intimidad física con ellas. Y si esto no está ocurriendo, aunque usted trate de negarlo, la tela misma del matrimonio está siendo rasgada. Que el esposo y la esposa se priven mutuamente de la intimidad física que ellos necesitan y que Dios manda es una fórmula para el desastre y la destrucción de todo matrimonio. Siempre hago aclaraciones. Debemos aclarar que hay ocasiones, casos especiales donde hay impedimentos por temas de salud. Se contempla eso. Pero estamos hablando de la generalidad. Piense en esto, hermano. Así como la intimidad física es la que sella legalmente una unión matrimonial, usted puede ir al registro civil, hacer todo lo que tiene que hacer, hacer la fiesta de bodas en la iglesia, pero si no se consumó el matrimonio con una intimidad con su esposa, no se ha consumado el matrimonio. Y de la misma manera que la intimidad física es la que sella legalmente la unión matrimonial, la falta de intimidad física es lo que decreta la separación progresiva de la pareja. Por eso, esposos convivan con sus esposas, no estén ausentes. Otra cosa que debemos aprender del mandamiento pedrino en este versículo es que vivir de manera comprensiva significa que el esposo debe conocer a su esposa. No hay excusa para el hombre que quiere ser un esposo que honra a Cristo. El esposo debe conocer las preferencias, el esposo debe conocer los estados de ánimo de su esposa, el esposo debe conocer las necesidades de su esposa. La única manera en la que el esposo puede amar a su esposa es, y eso es, servir a su esposa, cuidarla. Es si él sabe cuáles son sus necesidades, es la única manera en que va a poder cuidarla y servirla. Por eso el esposo debe conocer a su esposa. Miren, me encanta lo que dice, hay un expositor bíblico y comentarista, Daniel Doriani, dice esto, estoy citando, En ocasiones, los hombres excusan un liderazgo descuidado alegando ignorancia. No entiendo a las mujeres. No entiendo a las mujeres. Pero un hombre no necesita entender a las mujeres. Necesita entender a su mujer. Los maridos son científicos con un estrecho campo de investigación. Y ahí termina la cita. ¿Qué es lo que tienen que saber todas las mujeres? No. Usted tiene que conocer a su esposa. Es tan simple y limitado a eso. Nada más. ¿Qué es lo que hace Panchita, Josefa, la Achola? ¿Qué le importa a usted? Atienda a María en su casa. ¿Cómo entonces los esposos deben amar a sus esposas? Conviviendo con ellas de manera comprensiva. Y vamos a ir nuevamente al listado de preguntas. Vamos a ver cómo podemos ser comprensivos. Vamos a hacer cinco preguntas más para ver si podemos ser comprensivos con nuestras esposas. Le podemos preguntar, ¿qué preocupaciones tienes que parece ser que yo no estoy interesado en ello. O le podemos preguntar, ¿qué cosas hago que te irritan? O le puedo preguntar, ¿de qué maneras desearías que yo te proteja? Físicamente, espiritualmente, socialmente, emocionalmente. O le podemos preguntar, ¿de qué maneras desearías que me sacrifique por ti? O le podemos preguntar, ¿cuánto tiempo sería bueno para que nosotros compartamos y la pasemos juntos un día? Preguntas. Preguntas que todo hombre puede hacer. ¿Para qué? Para conocer más a su esposa. Para conocer más las necesidades de su esposa. ¿Para qué? Para convivir con ellas de manera comprensiva. Y la pregunta que nos haremos ahora es, ¿por qué? El esposo que honra a Cristo se tiene que hacer esta pregunta, ¿por qué? A ver, ¿por qué? ¿Por qué debo ser el esposo que honra a Cristo? ¿Por qué debo convivir con ella de esta manera? Bueno, este es el punto número dos, ¿por qué? La respuesta está en la naturaleza física y emocional de la mujer. ¿Qué nos dice Pedro en el 3-7? Ustedes maridos igualmente convivan de manera comprensiva con sus mujeres como un vaso más frágil puesto que es mujer. Entonces, ¿por qué debemos convivir de manera comprensiva con nuestras esposas? Pedro nos brinda dos razones. nos brinda una razón física y nos brinda una razón espiritual. Vamos a ver la razón física. Hablando de la parte física emocional de la mujer debemos considerar que la mujer es un vaso más frágil. Habitar juntos en el matrimonio cristiano exige que el marido trate a su mujer con conocimiento, inteligencia y simpatía. El marido debe conocer bien a su mujer para saber cómo responderle con amor y dulzura. La descripción que hace Pedro de la esposa como el vaso más frágil se entiende mejor así, de que entendamos que las cualidades femeninas de la esposa merecen el mayor honor y ternura. subrayados también por el uso que hace Pedro de esta metáfora de que es un vaso. Y no lo dice de una manera que es un artículo. No, no, no. No se refiere a eso, a ver a la mujer como un objeto. Porque recuerden que está diciendo que el hombre también es un vaso. Se refiere, y la palabra que se usa es una palabra que significa nuestro cuerpo. Ahora, vamos ahí, a contestar esa pregunta. ¿A qué se refiere Pedro cuando dice vaso? Originalmente el término se refería a un recipiente utilizado en los servicios del templo o esos utensilios domésticos. Aquí se utiliza para referirse a un instrumento con el que se consigue algo. Se refiere directamente a la esposa y por implicación al marido. Es un poco en la hermosa oración que hizo Nicolás, más antes, cuando dice nuestro cuerpo lo tenemos prestado por Dios. ¿Para qué? Para ser su voluntad. Pero el apóstol no describe el contenido del vaso, sino que señala el carácter del mismo. Es decir, el carácter de la esposa que es más débil de los dos vasos, porque dice que el hombre también es un vaso. En general, la esposa es físicamente más débil, con la posibilidad de que ella sufra una desventaja psicológica. ¿Por qué digo esto? Porque en realidad existe el peligro de que el marido de la mujer amenace con utilizar su ventaja física sobre ella, y no necesariamente con violencia física, sino con brutalidad, con tosquedad en sus palabras, como un Shrek cristiano, ¿no? Por lo tanto, los maridos No deben tratar a sus esposas con amarga aspereza, como dice Colosenses 3.19. ¿Qué dice ahí? Maridos, amen a sus mujeres y no sean ásperos con ellas. Sí, marquitos. A veces, si no obedecemos la palabra del Señor, vamos a ser ásperos con las esposas como Shrek, que es bruto. Entonces, El esposo, quien es el miembro más fuerte de la pareja, debe asumir con amor, con tacto y con suavidad el tomar más responsabilidad por el bienestar de la relación matrimonial. No se la podemos pasar a nadie más. Es nuestra responsabilidad. Y quiero hacer una pausa aquí. Recuerden que les dije que en primera de Pedro 3.7 nos presenta dos mandamientos apostólicos seguidos por dos motivaciones para obedecer esos mandamientos. ¿Para qué? Para que vivamos vidas matrimoniales que exhiban la gloria de Cristo ante el mundo inconverso. El mandamiento que hemos visto hasta ahora es el de convivir con las esposas de manera comprensiva. La respuesta a cómo hacer esto es, de manera comprensiva, como un vaso más frágil. Y la respuesta a por qué hacerlo así es debido a que ella es más frágil porque es mujer. Pero ahora nos vamos a concentrar, luego de esa recapitulación, en la parte espiritual que Pedro está compartiendo. Ya vimos la parte física, estamos contestando el por qué debemos ser así, digamos, convivir con ellas y tratarlas justamente de manera comprensiva. En la parte espiritual, adentrándonos ahora en el segundo mandamiento, es que debemos darle honor a nuestra esposa. Esposo, debemos darle honor a nuestras esposas. Y esto nos ayuda a seguir contestando a la pregunta, ¿por qué? ¿Por qué debemos convivir con nuestras esposas de manera comprensiva dándole honor? Pedro lo dice ahí, por ser heredera como ustedes de la gracia de la vida. debemos convivir con nuestras esposas de manera comprensiva, no sólo por su naturaleza de mujer, que es un vaso más débil, sino por su herencia espiritual. Ella es heredera, como nosotros, de la gracia de la vida. Pedro dice que dándole honor por ser heredera, como ustedes, de la gracia de la vida. Ese dándole Puede ser expresado como asignar algo a alguien, o darle a alguien una parte, o conceder, o mostrar. ¿Qué es lo que debemos mostrar y conceder o asignar? ¡Honor! La palabra griega usada es lo que los mismos griegos llamaban, me gusta darle palabras raras cada tanto, apaxlegámenan, que es un apaxlegámenan, como dice mi amigo Cristian en Chile. ¿Cómo se come esto? Bueno, se refiere a una palabra que solo aparece una vez en el registro escrito de una lengua, en el corpus de un autor o en un texto. Esta palabra que usa Pedro para mostrar dándole, participando, dando una parte, conceder, mostrar honor, es usada aquí solamente. Pero hay una razón por la que el Espíritu Santo inspira a Pedro para que use esa palabra. No aparece en ningún otro lugar en el Nuevo Testamento Pero entiendo por qué Pedro elige esta palabra, es que la idea que comunica es darle a la esposa eso que es apropiado. Por ejemplo, uno de los padres de la iglesia, Clemente, utilizó este mismo participio junto con la palabra honor, lo mismo, dándole honor. ¿Para qué? Para señalarle a los lectores que estaban rindiendo a los hombres mayores entre vosotros, estaba hablando de los que eran mayores entre vosotros, dale y rendirles el honor que les corresponde. Eso está en Primera de Clemente 1.3. Otro ejemplo ocurre en uno de esos escritos del primer siglo llamado Martirio de Policarpo, o segundo siglo, no me acuerdo en estos momentos. donde usa la misma forma verbal de dándole junto con la palabra honor para referirse a qué? a la forma en la que los creyentes debían ser enseñados a rendir como es debido tanto a la princesa como a las autoridades designadas por Dios dar el honor que ellos se merecían. Entonces, Si bien Pedro usa una palabra que aparece una sola vez en el Nuevo Testamento, a Pax legomenum, una sola vez, lo que estos textos que les acabo de mencionar de Clemente y de este martirio de Policarpo nos muestran es que la combinación de estos términos, dándole y honor, hablan del honor que se debe a alguien en función de su estatus. ¿Entendieron por qué Pedro hace eso? Porque le está diciendo a estos hombres y a nosotros, este honor que ustedes deben darle a su esposa es debido al estatus que ellas tienen. ¿Cuál es el estatus? Estamos viendo la parte espiritual de que son herederas como ustedes de la gracia de la vida. Y esto es importante. Porque Pedro quiere que nosotros les rindamos a nuestras esposas el honor que ellas se merecen. como consecuencia de su condición de coherederas de la gracia de la vida. Siempre me gustó la expresión de Paul Washer cuando habla hablando de su esposa. Siempre él recuerda eso. Él es muy cuidadoso con cómo trata y cómo habla de su esposa y cómo ora por su esposa porque es una hermana, es una coheredera de él. Lo he escuchado a Paul decir eso y es una gran verdad, una gran bendición, un gran recordatorio. En un sentido, lo que Pedro comunica acá es lo mismo que Pablo nos enseña en Gálatas 3.28. Les leo. No hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay hombre ni mujer, porque todos son uno en Cristo Jesús. Somos uno. Ellas son coherederas como nosotros. La idea que transmite Pedro, la combinación de dando honor, es algo que es precioso. Es algo que es preciado. Usa también una palabra en el original que tiene que ver con eso. Dándole honor, dándole algo que es preciado. ¿Por qué? Por el estatus que ella tiene en Cristo. Por ejemplo, en el 1.19 de Primera de Pedro, Pedro dice, hablando de algo que es preciado, ¿qué habla de que es preciado ahí? Dice, si no con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo. Sangre preciosa, así como es preciosa y preciada para nosotros la sangre de Cristo, la que nuestro Salvador derramó en la cruz del Calvario para el perdón de nuestros pecados, así debe ser de especial el honor que nosotros le damos a nuestras esposas, dándoles ese preciado honor. También en el 2.7, Pedro dice esto, miren, este precioso valor es pues para ustedes los que creen, hablando nuevamente de algo que es precioso, preciado, solamente para los que creen, es exactamente lo mismo que Él nos pide ahora que hagamos con nuestras esposas, esposos. Honremos a nuestras esposas, démosle honor, démosle eso que es preciado, porque ellas son coherederas junto con nosotros de la gracia de Cristo. El marido debe tratar a su mujer con honor, considerándola preciosa, dándole honor por ser heredera, como ustedes, de la gracia de la vida. En todo momento el esposo debe recordar que Cristo murió por ambos, la esposa y el esposo. Por lo tanto, la esposa es coheredera con él de la gracia de la vida. Y el esposo que honra a Cristo, Honra también a su mujer. Entonces, vamos a hacernos cinco preguntas más. Vamos a ver, ¿qué puede hacer un esposo que honre a Cristo? ¿Qué preguntas puede hacerle a su esposa para honrarla? Mi vida, ¿qué es lo que te hace la mujer más llena, más alegre, más realizada en la vida? ¿Le has preguntado eso últimamente? Mi vida, ¿qué es lo que te hace la mujer más triste del mundo? Cómo se acerca eso al corazón de la esposa, ¿no? Se siente el latido de ella ahí. Mi amada, mi amor, mi preciosa, Mi regalo de Dios, ¿qué es lo que más temes? Y por ahí nos mira a nosotros, nos tiene miedo a nosotros. Miren esta que podemos preguntar, amada esposa mía, ¿cuánto tiempo necesitas dormir? Ah, muy simple, pastor. Eso no es espiritual. Y otra más. Amada esposa, ¿qué es lo que yo podría hacer que hiciera las cosas más fáciles para que tú y yo podamos discutir las cosas, los problemas en cualquier área que son, digamos, incómodos para ti hablar? Preguntas. Preguntas que podemos hacer. Y la pregunta que vamos a hacernos ahora, porque somos esposos que honran a Cristo, queremos ser esposos que honran a Cristo, y el esposo que honra a Cristo se hace otra pregunta. Ya nos preguntamos cómo, ya nos preguntamos por qué, y ahora nos vamos a preguntar para qué. ¿Para qué debemos convivir de manera comprensiva con nuestras esposas, dándoles honor por ser herederas de la gracia de la vida? Podríamos contestar generalmente diciendo, porque esto honra a Cristo. Pero Pedro nos da otra razón, porque recuerden que después de cada mandamiento nos brinda una motivación para que nosotros obedezcamos ese mandamiento que nos dio. Y es esa motivación que contesta el para qué. ¿Para qué debemos convivir de manera comprensiva con nuestras esposas dándoles honor como herederas de la gracia de la vida para que sus oraciones no sean estorbadas? Hermanos, sus oraciones pueden ser estorbadas. Lo que habla de que la línea de comunicación que usted tiene con Dios va a ser bloqueada. Esto es como si usted está en el campo de batalla y queda rodeado de enemigos y sin comunicación alguna con sus camaradas. Verdaderamente no es una situación en la que usted debería estar o desearía estar, no es una situación en la que usted va a estar, digamos, disfrutando. Es como que usted, no sé, se quedó sin Wi-Fi en su teléfono y no le sirve para nada. Bueno, para llamar, pero casi nadie usa el teléfono hoy por hoy para llamar. Pero bueno, el punto es que no permitamos que esa comunicación directa con Dios sea interrumpida, porque no estamos honrando a nuestras esposas. No se ponga en esa situación, no permita que sus oraciones sean estorbadas. Y la palabra que Pedro usa para describir estorbar, o como dice la reina Valera en 1960, para que no tengan estorbo, expresa cortar o interrumpir algo. Se utiliza, por ejemplo, para talar árboles, lo que generalmente es algo irreversible para el árbol, ¿no es cierto? Taló el árbol. Pobre árbol, ya es historia, va a ser papel. Si no se honra debidamente a la esposa, se cortará la eficacia de sus oraciones. Y esto, como ya fue dicho, es algo grave. Pero, ahora, ¿las oraciones de quién son interrumpidas? ¿Las del esposo o la de la esposa? ¿O las oraciones de ambos? Bueno, consideremos las dos opciones más probables. La opción 1 es que las oraciones estorbadas son las del esposo. Y la opción 2 es que las oraciones estorbadas son las de ambos. Vamos a analizar esas dos opciones. Les tengo que preguntar, ¿ha sentido sus oraciones estorbadas en estos últimos tiempos? Si la respuesta es sí, Entonces le invito a que mire si no es por ahí que no está honrando a su esposa. Vamos entonces con la opción uno. Sus se refiere solamente a las oraciones del esposo, porque los lamentos y quejidos de la mujer herida, debido a la discordia matrimonial, se han interpuesto entre las oraciones del esposo y la escucha de Dios. Podemos argumentar a favor de esto desde Santiago 5.4, donde el apóstol Santiago dice, miren, el jornal de los obreros que han cegado sus campos y que ha sido retenido por ustedes clama contra ustedes. El clamor de los cegadores ha llegado a los oídos del Señor de los ejércitos. ¿Qué nos ayuda esto? O sea, Dios escucha atentamente el clamor del afligido Por tanto, escuchará atentamente el clamor de la esposa afligida, interrumpiendo las oraciones del esposo. Otro argumento que apoyaría que las oraciones estorbadas son las del esposo, es que los primeros seis versículos del capítulo 3, todos se refirieron a la mujer. En cambio ahora, estas oraciones estorbadas, lo lógico sería que son las del hombre, dado que este versículo ha cambiado su atención, desde la mujer ha pasado a poner la atención en el hombre. Esa fue la opción uno. Entender que las oraciones estorbadas son las del esposo. Ahora veamos la opción 2, de que las oraciones estorbadas son las de los dos. En este caso, su vida mutua de oración, la de los dos, es obstaculizada por la existencia de injusticias de parte de ambos. El primer argumento que podemos hacer para creer que las oraciones de los dos esposos están siendo afectadas, es que cuando surge la discordia en un matrimonio, los dos no pueden unirse en oración como podrían y deberían hacerlo. Entonces ese podría ser un argumento a favor. La bendición de la oración unida se elimina por esta discordia que se está produciendo, pues no están de acuerdo y cada uno protesta contra el otro. trágico, innecesario. Otro argumento usado para creer que las oraciones afectadas son las de los dos esposos, es que cuando hay sentimientos de resentimiento derivados de una conducta egoísta en el hogar, estos sentimientos pecaminosos hacen imposible una oración eficaz. Pero otra de las razones para creer que los dos esposos son los afectados es que la oración eficaz exige una mente reconciliada, una mente reconciliadora. Es lo que estamos aprendiendo los miércoles en el estudio de los pacificadores. Y hay varios pasajes en el Nuevo Testamento que nos hablan de esto. Por ejemplo, en Mateo 5.23, en el Sermón del Monte, el Señor habla de que si estamos por presentar nuestra ofrenda en el altar, Y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, ¿qué debemos hacer? Ir primero y reconciliarnos. ¿Para qué? Para que tu limosna sea en secreto y tu padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Mateo 6, 4. O también podemos traer a nuestra memoria el texto de 1 Timoteo 2, 8 que nos dice acerca del ambiente, digamos, que se requiere en una oración. Por tanto, quiero que en todo lugar los hombres oren levantando manos santas sin ira ni discusiones. Obviamente, si hay peleas, gritos, maltrato en un grupo, en un lugar, en un matrimonio, ¿quién va a orar con una conciencia limpia? Imposible. Hermanos, debemos tener cuidado de no engañarnos a nosotros mismos. Pero con un corazón que nos, digamos, acusa de la injusticia que estamos cometiendo contra nuestras esposas, nos está diciendo claramente que ese es el problema. Por ejemplo, Primera de Juan 3.21 habla un poco de eso cuando dice, amados, si nuestro corazón no nos condena, confianza tenemos delante de Dios. Pero si nuestro corazón nos está condenando, no nos hagamos los distraídos. Entonces debemos preguntarnos, ¿Me está acusando mi corazón cuando voy a orar? ¿Lo está acusando su corazón cuando usted va a orar? Porque usted está maltratando a su esposo. Ah, dice, pero no, no es para nosotros. Bueno, usted está maltratando a la esposa, ¿no? Sea hombre o mujer. El punto es que si está maltratando a su esposo o a su esposa, Se van a estorbar sus oraciones. Entonces, bueno, llegamos a esto. ¿Qué posición toma usted? ¿Cree que las oraciones estorbadas son las del esposo solamente o las de ambos? Estoy viendo acá. Algunos dicen uno, dos. ¿Quién da más? Bueno, le tengo que dar mi opinión. En completa honestidad, debo decirle que se puede apoyar las dos opciones. No solamente eso, la realidad indica que la opción 2 es lo que vemos más a menudo. Porque los dos esposos son perjudicados por la falta de armonía conjugal. Si usted como esposo ha decidido ser un tosco, insensible, insensato, duro, áspero y irracional, un shrek, no puede pretender que Dios le recompense con oraciones contestadas. Por eso, esposos, No nos hagamos los osos, no seamos perezosos y trabajemos para ser el tipo de líderes que nuestras esposas necesitan. El esposo que honra a Cristo orará por su esposa conforme Pablo lo recomienda en Efesios 5. ¿Qué dice Pablo ahí? Maridos, amen a sus mujeres y así como Cristo amó a la iglesia y cedió a él mismo por ella. Usted dirá, pero no me dijo cuál es su opinión. Yo creo que es la uno. porque nos está hablando a los esposos. Y en este caso específico de Primera de Pedro, va para nosotros. Esposos, no dejemos que nuestras oraciones sean estorbadas porque no estamos amando y honrando a nuestras esposas. Entonces, Efesios 5 dice, maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y cedió a sí mismo por ella. Entonces, vamos a ver. ¿Cuánto la estamos honrando? Vamos a hacer cinco preguntas más. ¿Qué les parece? Esposos, usted puede volver a escuchar el mensaje y escribir las preguntas. Usted le puede preguntar a su esposa para saber si la está honrando, le puede preguntar, amada mía, ¿cuáles son las cosas que están primero en mi vida? ¿Qué tipo de hombre ves en mí? O le puede preguntar, ¿qué tipo de intereses o de preocupaciones que tú tienes quisieras que yo apoye? O dicho de otra manera, ¿cuáles son esas preocupaciones y cosas que no apoyo? Que no estoy verdaderamente siguiendo dónde está tu corazón, dónde están tus emociones, tu miedo. Podemos preguntar también, ¿qué puedo hacer por ti que va a proveer el confort más grande y el aliento más grande para ti cuando estás lastimada, herida, ansiosa, preocupada? ¿Ha visto a su esposa ansiosa, lastimada, preocupada, herida? Ay, pregúntele en serio. ¿Cómo usted puede ser de bendición? Nadie lo va a venir a hacer por usted. Otra pregunta. ¿Qué hábitos personales de mi vida como esposo tengo y que debo cambiar y que tú desearías que yo cambie? Nos deja vulnerables esposos, ¿no? Pero es ahí donde Dios nos quiere, hermanos. Otra pregunta. ¿De qué manera podemos demostrar o te puedo demostrar de que tú eres la persona más importante para mí? Bueno, tiene bastante material para pensar. Pero, hermanos, como les decía, yo creo que Pedro habla de que las oraciones estorbadas son las nuestras, las de los esposos. Esto me sugiere que las oraciones que a veces hacemos no encuentran una respuesta porque simplemente son un reflejo de cómo estamos tratando a nuestra esposa. Y a veces uno dirá, pero yo no soy malo. Sí, pero simplemente no estamos prestándole la atención que ellas se merecen. Entonces, si usted no le presta atención a Dios, Dios no le va a prestar atención a sus oraciones. Y la manera de prestarle atención a Dios es siendo, justamente, el esposo que honra a Cristo. Ahora, concluyendo. Entonces, ¿cómo podemos ser ese tipo de esposo que honra a Cristo? Primero, viviendo con nuestra esposa según el conocimiento que Dios nos ha dado de ella. reconociendo que ella, como mujer, está en una posición más débil físicamente, sobre todo. A veces espiritualmente, a veces, digamos, socialmente. Pero también miren esto, miren que muchas veces son diez veces más inteligentes que nosotros. Así que no es que estamos diciendo que en todo la mujer es más frágil. Pero segundo, debemos tratar de ser estos esposos que honran a Cristo haciéndolo de una manera que muestra honor a nuestra esposa. El honor que merece ella como coheredera de la gracia de la vida. Debemos vivir con ella de manera comprensiva, dándole honor para que nuestras oraciones no se vean obstaculizadas. Las oraciones elevadas a Dios, sin ningún tipo de interrupción, sin ningún tipo de obstáculo, son las oraciones que van a permitir que el mismo espíritu que hizo a la esposa exhibir un espíritu tierno y compasivo, ese mismo espíritu va a estar trabajando nuestras vidas para hacer de nosotros hombres que somos amables, atentos, compasivos, cuidadosos. hombres que somos y nos convertimos en el esposo que honra a Cristo. Así que hay mucho trabajo por hacer, esposos, hagámoslo para la gloria de Cristo, para el beneficio de nuestra esposa y para bendecir a los demás. Oremos. Padre Santo, gracias por tu palabra. En un versículo hay tanta verdad ahí, Señor, y tanto que no hemos hablado. Pero, Señor, no podemos hacer esto en nuestras propias fuerzas. Te necesitamos a Ti. Necesitamos Tu Espíritu Santo siendo la energía, la pasión, lo que nos consume, lo que nos lleva a nosotros también desear poder ser los mejores esposos que podemos ser, poder ser este esposo que honra a Cristo. Bendicen nuestros matrimonios, Señor. Bendicen nuestras vidas como esposos. Trae arrepentimiento a aquellos que están siendo malos esposos, que no están siendo ejemplos en Cristo para su esposa. Regálanos, señores, el arrepentimiento que necesitamos y la fuerza para honrarte y bendecirte. Oramos en el nombre de Cristo. Amén. Bueno, así concluimos el servicio de hoy. Es mi deseo y mi oración que el Señor les use grandemente. Recuerden que es el día a día. que nos hace crecer en conformidad a Cristo. No tome en poco esas cosas pequeñas que usted dice, oh, hablar de una manera correcta, con dulzura, hacer algo en este caso por nuestra esposa, el esposo, nuestros hijos, el vecino. Todas esas cosas que parecen pequeñas deberían ser un reflejo de dónde está nuestro corazón en nuestro caminar con Cristo. Así que, Le aliento a que esta semana aplique esto que vimos hoy. Y si usted es esposa, usted vea que también y se aliente de que Dios, a través de instruir a los esposos, tiene cuidado de usted. Que el Señor les bendiga.
El Esposo que Honra a Cristo.
Series 1 Pedro.
El esposo que honra a Cristo no debe descuidar su responsabilidad de líder espiritual de su casa. El descuido de su rol de sacerdote de su casa es perjudicial y eso se nota en la vida personal de ese esposo, la vida de los hijos y la iglesia.
Sermon ID | 92324056524208 |
Duration | 59:34 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 Peter 3:7 |
Language | Spanish |
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