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Muy bien, hermanos. Le voy a invitar que tome su Biblia, ábrala a el Evangelio de San Lucas, al Evangelio de San Lucas en esta tarde. Amén. Estamos en el capítulo 6, entonces le voy a invitar que abra su Biblia en Lucas 6 y hoy vamos a dar lectura de Lucas 6 del 6 al 11. Cuando lo tenga en reverencia de la palabra del Señor, le voy a invitar a que se ponga sobre sus pies para leerla. Esta es la santa inspirada palabra del Señor Dios, preservada por 2000 años ya para nosotros, para que nosotros crezcamos en fe y aprendamos de la vida de Jesús. Y dice así en Lucas 6, del 6 al 11, dice, Y en otro día de reposo, entró en la sinagoga y enseñaba. Y había ahí un hombre que tenía la mano derecha seca. Y los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si sanaba en el día de reposo, a fin de encontrar de qué acusarle. Pero él sabía lo que ellos estaban pensando y dijo al hombre que tenía la mano seca, levántate y ven acá. Y él levantándose se le acercó. Entonces Jesús les dijo, Yo os pregunto, ¿es lícito en el día de reposo hacer el bien o hacer el mal, salvar una vida o destruirla? Y después de mirarlos a todos a su alrededor, dijo al hombre, extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano quedó sana. Pero ellos se llenaron de ira y discutían entre sí qué podían hacerle. a Jesús. Esta es la lectura de la palabra del Señor Dios puede tomar su lugar. La semana pasada miramos como los fariseos no solamente guardaban el día de reposo, sino que idolatraban el día sábado. Era un ídolo para estos hombres. Lo miraban de una perspectiva religiosa y en lugar de adorar a Dios a través del descanso del día de reposo, empezaron a idolatrar un día de la semana. Y ese día se convirtió en el centro de su religión y empezaron a idolatrar toda una religión. Es asombroso. de cómo puede funcionar una mente religiosa. Es asombroso cómo la mente religiosa opera. No está interesada nunca en el bien ajeno, ni en una moralidad común. Nunca la mente religiosa está interesada en el alivio de la miseria, de la aflicción. La mente religiosa siempre está interesada solamente en guardar reglas. Eso es lo que la mente religiosa quiere. Dame unas reglas y yo las sigo. Pero el buscar de hacer el bien ajeno, eso no es una regla. Entonces no las seguimos. Siempre quieren tener una lista, guardar ciertas reglas de sus propias interpretaciones, de su propia tradición, de cosas que le gustan y las que no le gustan. Están dispuestos a ponerlas a un lado. Solamente está interesada en un supuesto mérito que supuestamente reciben por en sí guardar ciertas normas, de cierta lista, de ciertas reglas. Nunca están dispuestos a salir fuera de la lista y hacer el bien, o mostrar amor, o mostrar compasión hacia los demás. Así opera la mente religiosa. Dame lo que quieres que yo siga y yo lo sigo, pero todo lo demás que no va a acumular mérito para mí, eso no me voy a preocupar de ello. Hay otras instituciones, hay otras personas que se pueden preocupar de eso. Pero en cuanto a reglas, dame las reglas y yo las sigo. Así trabaja la mentalidad religiosa. ¿Y sabe qué es lo que se me hace más interesante de la gente religiosa? Es de que gente que es religiosa nunca simple son asistentes entregados a una religión. sino que más bien gente religiosa se convierte en vigilantes, en gente que siempre está en las sombras y mirando a los demás para poder cacharlos haciendo algo fuera de lo normal, fuera de la lista, fuera de orden, para capturarlos y decir, ah, te caché haciendo algo que es en contra. Gente religiosa, así opera. Nomás mirando siempre en las sombras, mirando siempre al lado para cachar a alguien más. Nunca se preocupan de ellos. Nunca se preocupan de su posición delante de Dios. Nunca se preocupan de ellos tratar de ser ejemplos de Cristo o ser ejemplos del bien o tener una moralidad bíblica. Siempre se andan preocupando de los demás. Y así es como eran los fariseos. Rápidos para juzgar. Rápidos para encontrar quien quiebra la ley. Rápidos para mirar con el fin de condenar. No es malo mirar. Pero si tú andas mirando con el fin de ver cómo agarras a tu hermano o a cualquier persona ahí afuera para condenarlo o para tener un pensamiento de cómo esa persona es inferior a mí porque hace esto, hace lo otro, no lo hace como yo lo hago, no practica lo que yo practico. y lo miras con condena, estamos siendo así fariseos. Y así es como los vamos a conocer en el día de hoy en este texto, observando siempre con un celo. Por Dios, no, por la religión, por el sábado, mientras que ellos observaban con celo que nadie les tocara su sábado, estaban conspirando cómo asesinar. Si ve cómo es la mente religiosa. Oh, no me toques esto, que supuestamente es mi religión. Y si tú lo tocas, yo voy a conspirar para asesinarte. Voy a conspirar a ver cómo me deshago de ti. Eso no es lo que Cristo nos enseña. Ese no es el carácter cristiano de cómo encachar a alguien con el fin de destruirlo. Pues así vamos a conocer a los pariseos el día de hoy aquí en este texto. Y Jesús no va a soportar nada de eso. Jesús los va a confrontar directamente. Y Jesús no va a andar con sus cosillas. Él lo que va a hacer es que va a desmascarar todo este falso sistema. Lo miramos el domingo pasado, lo vamos a mirar otra vez este domingo. Ese falso sistema que ellos habían elaborado, Jesús lo va a desmascarar. Él directamente se va a atrever atacar el corazón del judaísmo. ¿Sabe cuál era el corazón del judaísmo? El sábado, porque a través del sábado era de donde ellos podían sacar toda su tradición y como todas sus reglas y apuntarlas en un cierto en un cierto obedecimiento de todo el pueblo. El sábado es sagrado y el sábado es donde ellos sacaban toda la tradición para tener a la gente dominada, No porque Dios pedía que las dominaran. Dios solamente decía, trabaja todos los días. Solamente toma un día de descanso de tu trabajo y confía en mí y descánsalo pensando en mí. Descánsalo. Es todo lo que Dios pedía. Pero ellos siempre agregaban poquito más. Qué más poquito? En qué más podemos limitar a la gente? ¿Qué más le podemos exigir a la gente? Es como les he dicho muchas veces, la revolución de aquí de Estados Unidos empezó porque los que vivían aquí en las colonias, en las 13 colonias, hace ya 250 años, se enojaron contra el rey de Inglaterra porque les empezó a pedir 2% de impuesto, 2%. de impuesto. 2% para hoy en día, ¿sabe cuánto es 2%? No es nada. Y ellos hicieron toda una revolución en contra de Inglaterra. 2%. Hoy, ahora, nuestro gobierno nos pide casi, a mí me pide casi el 30% de lo que yo gano en impuestos. Y el gobierno siempre está mirando qué más les podemos poner para tener los sumisos. Qué más? Cuánto? Hasta dónde va a llegar el límite? Hasta que esta gente ya va a decir no ya estuvo por los fariseos. Así eran con el pueblo. Qué más les podemos limitar el sábado? Qué más les podemos encerrar el sábado para ejercer nosotros dominio sobre todo el pueblo? Porque si ellos no hacían lo que nosotros pedíamos en sábado y las leyes que nosotros nos inventábamos, entonces ellos estaban quebrando. El sábado estaban haciéndose enemigos nuestros y haciéndose ellos enemigos de nosotros que somos los religiosos, que representamos supuestamente a Dios, se están haciendo enemigos de Dios. Y así tenían a la gente controlada. Pues Jesús no va a tener nada que ver con ello. Jesús los va a desenmascarar directamente. Directamente. Jesús era directo. Jesús era manso y humilde, sí. Pero Jesús, cuando Él miraba esto, Él se atrevía a atacar directamente una religión inservible. Y el sábado era clave para ellos. Todo revolucionaba alrededor del día de reposo. Todo era el día de reposo. Su religión en eso se enfocaba. Ese día era sagrado. Ese día no se podía hacer muchas cosas. Y aún hasta el día de hoy ha surgido varias sectas no cristianas que intentan imitar esto absurdo. Aunque lo que se me hace interesante de la gente que hoy trata de guardar el sábado No guarda el sábado en el sentido de que Israel tenía cierto sistema lunar de cómo sabían ellos cuándo estaban en día de reposo. Hoy, ya nuestro sábado no cae en día sábado porque nosotros nos guiamos por un sistema solar y el sistema solar siempre le andamos agregando un día más a cada cuatro años. Hoy es un año donde se le agrega un día, pues eso cambiaría el sistema y el sábado no cae en sábado. Entonces la gente que trata de celebrar el sábado y cuidar el sábado no celebra el sábado según como Dios pidió en el Antiguo Testamento. Eso es algo solamente que lo aviento ahí porque si a los judíos tenían un cierto al principio de tal mes empezaba el día de reposo. Hoy ya no nos guiamos así. Quizás el sábado es Debe de caer en miércoles o debe caer en jueves y realmente no tenemos realmente el sábado como se celebraba en aquel entonces. Ahora mire lo que Jesús va a hacer en esta ocasión. Aquí Lucas lo que él está tratando de hacer el sábado, el domingo pasado nos mostró un sábado cuando andan recogiendo espigas sus discípulos y ahí están los fariseos mirando. Oh, estás haciendo lo que no se debe hacer en día sábado. Pues Lucas busca otra historia y nos muestra otra historia. Y él dice en otro día sábado, o sea, otro día sábado, no fue el mismo sábado. La semana pasada fue otro día. Yo era otro día de reposo. Entró Jesús a la sinagoga como él siempre hacía. Y ahí en esa sinagoga había un hombre que tenía una mano derecha seca. No es el mismo sábado de la semana pasada, es otro. Ahora, Lucas como médico de profesión, Lucas hubiera sido un médico y Lucas nos dice qué era lo que tenía. Tenía una mano seca y nos dice que era la mano derecha y quizás eso nos señala de que tiene mucha importancia de que tengas una mano derecha seca. Porque mira, casi cada persona la gran mayoría de las personas son derechas. Es rara la persona que es izquierda. Y en aquel entonces, tu mano derecha significaba tu mano con la que trabajabas. Una mano derecha hablaba de poder, hablaba de un lugar especial, la mano derecha. La mano derecha también hablaba de qué era lo que podías hacer en tu trabajo. O sea, con la mano derecha hacías lo que tenías que hacer porque, pues, Obviamente, casi todo el mundo es derecho. Es rara la persona que es izquierda. Y aquí, a Lucas, quizás nos está mostrando de que alguien que tiene una mano derecha realmente está incapacitado en todo lo que puede hacer. Y este hombre la tenía seca, no la podía mover, estaba marchitada y tenía como una atrofía muscular, no sabemos cómo, un parálisis, pero tenía algo en su mano que la tenía sin vida, este hombre. Y era la mano que le hubiera ayudado a él mantener su familia, la mano en que él podía trabajar y realmente obrar, con una buena mano lo podría hacer, pero este hombre la tiene ahí, la tiene seca, la tiene descapacitada, no puede hacer lo que debe hacer. para mantenerse. Este es el tipo de hombre que Lucas nos está mostrando aquí y el tipo de hombre que Jesús miró mientras que él estaba en esa sinagoga. Ahora, lo que pienso que también nos está comunicando aquí Lucas en un sentido simbólico es de que en cierto sentido los fariseos habían hecho con el pueblo, de que les habían marchitado su mano derecha. O sea, era tan importante el sábado y tener todas las limitaciones y todas las reglas de cómo guardar un día de reposo, que la gente no podía hacer nada un día de reposo, no podía hacer nada bueno, no podía hacer nada porque estaban limitados por la religión. Y en cierta manera, Lucas nos está mostrando, así como este hombre estaba limitado en poder hacer algo, También el pueblo de Dios no podían hacer el bien en día de reposo y en cierta manera espiritualmente estaban como con las manos secas con tantas regulaciones de hombres que ya el pueblo de Israel no podía hacer nada bueno en un día de reposo porque estaban ya inundados de tanta religiosidad. que los marchitaba. No podían hacer lo bueno. La mano derecha habla de poder hacer algo, de poder hacer lo bueno. Pues ya ni el pueblo podía hacer eso, ni este hombre. Les habían impedido al pueblo entero hacer el bien, ayudar a los demás, tener una actitud amorosa hacia tu... a alguien por la calle, no importa. El día de reposo no era para hacerlo. Bueno, era para tener límites, para tener reglas y no hacer nada, porque si lo hacías, quebrabas todo. Entonces, aquí lo que nos está tratando de mostrar era de que en lugar de hacer lo que deberías de hacer, lo bueno, preocuparte por los demás, mostrar amor, mostrar servicio a otros, cosas que traerían gloria a Dios, lo que se te está limitando es todo lo que tú puedes hacer. Este sábado es sagrado, no puedes tener nada, no puedes hacer nada, y si haces estás quebrando las leyes de sábado. La semana pasada miramos que Dios ni siquiera tenía muchas leyes de sábado, solamente era, no trabajes tu trabajo normal, no hagas trabajo. No hagas tu trabajo normal, pero hasta ahí lo dejó Dios. Fue la tradición la que le agregó mucho, mucho de más sobre eso. Cuando nosotros dejamos que la religión gobierne, nos hacemos miserables. Cuando nosotros dejamos que una lista de reglas nos gobierne, nos hacemos miserables, nos cargamos con regulaciones. Y nuestro estado de ánimo nos impide agradar a Dios. ¿Por qué? O es que tengo que ser lo otro. Es que no puedo hacer esto. Es que no puedo hacer lo otro. Tú sabes que es pecado y tú no debes de hacerlo. Tú sabes qué es lo que le agrada a Dios y tú debes de hacerlo. Ya otras cosas grises que la palabra de Dios no habla. Tú debes de tener una mentalidad bíblica y decir ¿Qué haría? ¿Es esto en contra de la palabra de Dios? ¿No en contra de la palabra de Dios? ¿Es algo neutral? ¿Qué es? Pero si se te da una lista, lo que hace una lista de regulaciones es de que te carga, es de que en lugar de tú tratar de vivir para agradar a Dios, vives para agradar la persona que te da la lista. La religión, cuando ella gobierna, nos hace miserables. Y así estaban estos hombres en aquel entonces. Y aquí miramos a este hombre con esta mano seca y mire lo que dice el 7. Y los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús. O sea, en lugar de observar al hombre de cómo estaba sufriendo, de que quizás no tenía dinero, cómo mantener a su familia, no les preocupaban a ellos la condición del hombre. Les preocupaba de qué era lo que Jesús iba a hacer con el hombre. Eso era lo que les preocupaba. Porque mire lo que dice. Observaban atentamente a Jesús a ver si sanaba en día de reposo a fin de encontrar de qué acusarle. O sea, esos fariseos estaban escudriñando todo. Estaban escudriñando los movimientos de Jesús, examinándolo miniscuosamente ahí nomás mirando a ver qué va a hacer Jesús. Se va a atrever Jesús a quebrar la ley. Se va a atrever. ¿Qué es lo que vamos a mirar? ¿Vamos a mirar y darnos compasión de este hombre que está batallando, que quizás no puede hacer nada, no puede trabajar? No, vamos a fijarnos qué es lo que se va a atrever Jesús a hacer. Y esta palabra es como observar en una manera de experimento, en una manera científica, donde estás bien atento mirando qué va a pasar, qué es lo que va a hacer. Es como si estuviera haciendo un proyecto científico muy de cerca. Una buscando cada pequeña pista, cada pequeño dato con cada detalle, así ellos están mirando a Jesús. A ver cómo podía fallar. Lo que se me viene a la mente es, para compararlo así, es a los periodistas de hoy en día. Ya ve cómo son los periodistas de hoy en día. Rush Limbaugh les decía los demócratas en los medios. Cuando hay alguien en poder que no les gustan los periodistas, ¿cómo son? Andan buscando todo, a ver en qué falla, a ver qué hace, a ver qué dice, a ver qué tweet ponen. Andan buscando, escudriñando cada movimiento, cada palabra, examinándolo todo. Pero si hay alguien que les promueve su agenda, Que les pucha, les pedalea sus malas intenciones. Esa persona puede ser el hombre más senil, más corrupto, más mentiroso, más cochino. Que dice cosas incoherentes, que dice cosas racistas, que toca a niñas de una manera que no las debería de tocar. ¿Y qué dicen los periodistas? Nada que ver aquí, nada que ver aquí. Oh, pero cuando alguien no les pedalea su ideología, le andan buscando por todos lados a ver qué le pueden encontrar. Pues así son los fariseos. Así es la mente religiosa. Y yo podría decir. El zurdismo, como dice el nuevo presidente de Argentina, los zurdos. Es una. Es es. ¿Es como una religión? Si sigues, ok, pues está muy bien. Pero si te opones, vamos a estarlo mirando a ver cómo este idea de esta religión, cómo la puede afectar. Pero si más o menos te das a la religión, más o menos te mantienes dentro de los parámetros, pues no te dicen nada, pero aquí vamos a mirar a Jesús de que Él se va a salir fuera de los parámetros y Él va a empezar a mostrarles la farsa de la religión que ellos tienen. Entonces, aquí están esos fariseos, supuestamente los religiosos, supuestamente los que están más acercados a Dios, los más santificados. Aquí ellos están examinando, ellos están registrando todo con una mala intención, ¿ok? Mala intención. No lo hacen para el bien, lo están examinando y lo están midiendo para ver qué le pueden encontrar mal. escrupulosos. Uno pensaría de que no, pues como ellos son tan santos, como ellos son tan dignos, como ellos se visten tan bonito, como ellos siempre caminan por la por la calle, siendo tan santos que no pueden ni siquiera tocar una persona gentil, no pueden tocar a alguien que ha sido, que no está santificado. Uno pensaría no, pues deben de ser escrupulosos en si miran a alguien en adulterio, a lo mejor están mirando, quieren mirar a Jesús en adulterio o quieren mirar a Jesús cometiendo fornicación, o quieren mirar a Jesús cometiendo un pecado como una mentira, hablando mal, siendo maldiciente, o Jesús siendo hipócrita, o un pecado pecado. Uno diría, no, pues andan buscando eso. No. ¿Sabe qué es lo que ellos andaban buscando y que realmente les iba a saquear su sábado? Eso era lo que estaban buscando. No estaban buscando a ver en qué podían encontrar a Jesús en una mentira, o diciendo falso testimonio, o matando a alguien, o uno de los diez mandamientos, o lo que en la Biblia es claro de que es un verdadero pecado y que dice que los que practican tales cosas no heredarán el reino de los cielos. Ellos no andan buscando eso. Ellos andan buscando cómo les puede desafiar el sábado. ¿Por qué? Porque el sábado era un ídolo. Ese era el crimen. que andaban buscando cómo nos va a desafiar el sábado, qué va a cometer en sábado. Pues vamos a mirar de que Jesús va a cometer algo en sábado. Pero Jesús lo luego les lee la mente y les les contesta a estas autoridades religiosas que estaban mirando cómo podemos hacer lo que caiga. ¿Cómo podemos, qué podemos hacer para que él caiga? Para poder condenarlo. ¿Y sabe qué es lo que se me hace interesante? Cuando... Ellos supuestamente Jesús les arruinó el sábado, ¿verdad? Pues cuando Jesús es su última acusación, o sea, cuando lo llevan delante de Anás, ya ve que antes, un día antes de la cruz, lo llevan a una corte secreta de noche, ok, de noche, y ahí en lugar de acusarlo de que les arruinó el sábado, el sábado no, No dicen nada. Se les olvidó de que Jesús les arruinó el sábado, pero ahí no encuentran cómo acusar a Jesús para poder llevarlo con los romanos. Lo único que encontraron fue de que alguien se falsificó algo que Jesús habló mal del templo, pero del sábado no dicen nada. ¿Sabe por qué? Porque los romanos se hubieran reído si van y lo llevan delante los romanos porque les arruinó su sábado. Porque aún los romanos, y hay un historiador romano, se me hace que es Tacitus, Siempre confundo a los romanos, pero se me hace que él se ríe de cómo los judíos eran con su sábado. Les dice que eran unos ociosos, que eran unos flojos, de que no querían hacer nada un día y no hacer absolutamente nada. Y Anás, ¿no? Lleva a Jesús, vino y nos violó el sábado. Los romanos se hubieran reído en su cara. ¿Por qué? Los romanos miraban a los judíos raros de que descansaban un día. En aquel entonces nadie descansaba un día. Los judíos, sí. ¿Por qué? Porque Dios se los dio. Pero mejor se inventaron otras acusaciones para hacer caer a Jesús, supuestamente, para poder llevarlo con los romanos. Pero el que les arruinó el sábado no fue una acusación. Pues en cuanto a este sábado, los fariseos, ellos se creían los grandes guardianes de este día. ¿Por qué? Porque era su ídolo. Ellos lo protegían a todo costa. Nadie les iba a arruinar su sábado. Y ellos, lo que ellos estaban esperando y lo que tanto decían era de que Jesús les violara el sábado con el fin No de impedirlo, no Jesús no hagas eso, que no ves que estamos en día de reposo, no. Ellos querían que Jesús les violara su sábado, no con el fin de decir, no, no, no, Jesús no hagas eso, vas a pecar, no, no. Ellos querían que Jesús cayera con el fin de acusarlo. Esa es la mentalidad religiosa. Quiero que tú hagas esto con el fin de acusarlo. La mentalidad religiosa siempre anda tratando de encontrarte. ¿Qué es lo que haces bien? ¿Qué es lo que haces mal? No para decirte, hermano, ¿cómo te puedo ayudar en esto que estás fallando? No, es para, ya te tengo. Ya te tengo. Ya eres mío, chiquito. Te caché haciendo esto. Así piensa la mentalidad religiosa. Y nosotros, seguidores de Cristo, no debemos de tener esa mentalidad religiosa. Ahora, en cuanto alguien está pecando en una manera de que, por ejemplo, si yo caigo en adulterio, hermano, usted no me debe tolerar de que yo sea un adultero. Porque los adúlteros no heredarán el reino de los cielos. Si yo caigo en cualquier otro pecado que es claro por las escrituras, usted no debe tolerarlo. Pero en cuanto a reglas humanas... Cuando tú nomás estás mirando a ver qué hace mi hermano para tenerlo aquí, porque supuestamente no se debe hacer esto o que lo dice la Biblia. No, quién lo dice? No lo digo yo, pero ahí está el hermano a ver si cae. Y si tú vives con esa actitud, qué te diferencia de ti a los fariseos que se decían santos, que se decían religiosos? Si siempre andas mirando que alguien caiga para mal, no para bien. Ahora mire cómo Jesús se los va a voltear. Jesús les va a voltear la idea que ellos tienen. Ellos tenían la idea. Esta religión oral que supuestamente recibimos a través de Moisés, a través de ángeles, que nunca fue escrita, esa tradición, como se ha estado elaborando a través de los siglos, hemos concluido nosotros y nadie más sabe, pero el día sábado no se debe practicar medicina. Eso, si Jesús se atreve a hacer algo con este hombre, es en contra de la ley oral, practicar medicina. Los rabinos habían determinado que era una violación del sábado ayudar a alguien o tratar de aliviar a alguien de sufrimiento en sábado. Ningún médico se les permitía en aquel entonces, en el tiempo de Jesús, ayudar a ningún paciente. Ningún familiar podía ayudar a otro familiar que estaba enfermo en sábado. ¿Ok? Esas eran las reglas. ¿Por qué? Porque era considerado trabajo y no era tolerado por nadie. Entonces, si tú te enfermabas en día sábado, Pobrecito de ti, ojalá que no te mueras, porque más vale celebrar el sábado y no trabajar que hacer el bien. Entonces, mire, por eso Jesús les va a preguntar qué es mejor, hacer el bien o hacer el mal. Pero ellos no. Yo quiero la regla. Ok, pues esta era la regla. No se permite, no se permite a nadie practicar medicina, ni siquiera mostrar compasión. No podía ser atendido si un enfermo que caía enfermo tenía que esperar hasta el día siguiente para ser atendido. ¿Por qué? Porque no se permitía mostrar compasión. No se permitía mostrar misericordia a personas sufriendo en día sábado. No se permitía tal cosa. ¿Por qué? porque era considerado trabajo. Solo se permitía cierta ayuda cuando alguien estaba al borde de la muerte o una mujer iba a dar a luz. Ahí sí se permitía. Aparte de eso, si tú te estás muriendo en sábado, Aguántate hasta el domingo. Ahora Jesús también se pudiera haber aguantado hasta el domingo. Este hombre con la mano seca quizás a lo mejor llevaba años con la mano seca y se podría Jesús y este hombre esperar un día más, pero sabe que hace Jesús. Les voy a derribar este concepto de idolatría que tienen por este día. ¿Por qué? Les voy a mostrar de que yo puedo sanar en día sábado y les voy a poner, los voy a acorralar, qué es bueno hacer, el bien o el mal. Los idolatraban el sábado no se podía hacer Absolutamente nada en sábado sabe que se me hace Interesante cuando Jesús está a profetizando Acerca de la destrucción de Jerusalén y si yo tomo Mateo 24 que está Hablando acerca de la destrucción de Jerusalén ok Y Jesús les dice en Mateo 24 15, déjenme se lo leo, pero cuando veáis la abominación de la desolación de la que se habló por medio del profeta Daniel colocada en el lugar santo, el que lea que entienda, entonces los que estén en Judea huyan a los montes. El que esté en su sotea no baje para tomar las cosas de su casa. El que esté en el campo no vuelva para atrás para tomar su capa. Pero haya de las que están en cintas, de las que estén criando en aquellos días, orad que vuestra huida no suceda en invierno ni en día de reposo. ¿Por qué diría Jesús? Ojalá oren de que no cuando venga esta destrucción. Para que ustedes puedan huir, que no vengan invierno y que no vengan día de reposo. ¿Sabe por qué? Porque en el día de reposo, ¿sabe qué hacía toda Judea? Nada. Y si los cristianos iban a huir, todo mundo se quedaría. ¿Y estos qué andan haciendo en día de reposo? ¿Por qué? Porque nada se hacía en día de reposo. Tal era la religiosidad de este día. Da a leer a que Jesús cuando da, hey, pues oren de que no haga esto y que no vaya a ser un día de reposo, porque imagínense, no van a poder salir porque no pueden caminar más de 3000 pies. Si vienen los romanos a destruir la ciudad, no pueden ustedes caminar en día de reposo más de 3000 pies. Oren de que no sea en invierno y que no estén dando, dando en cinta y que no se caiga en día de reposo. ¿Por qué donatraban el día de reposo? Hoy en el siete día, esto ya no importa. O sea, ya no lo puedes replicar. ¿Y a qué importa si estás en la azotea de tu casa? Ya las casas ya no son como las casas de antes. Ya antes para huir no necesitas un día, puedes huir cualquier otro día. Pero para aquel entonces era muy importante. Ahora, ese día de reposo era absoluto nada. Pues vamos a ver qué es lo que hace Jesús. Mira lo que dice el ocho. Pero él sabía lo que ellos estaban pensando y dijo al hombre que tenía la mano seca, levántate y ven acá. y levantándose se le acercó. Entonces aquí Jesús intencionalmente pone toda la atención en sí mismo. Él está predicando, enseñando ese día en la sinagoga, ese sábado y él está enseñando. Entonces todo el mundo estaría sentado y él estaría sentado enfrente exponiendo la palabra de Dios y él sabe lo que ellos están maquinando. A ver qué hace Jesús, a ver si se atreve Jesús a arruinarnos el sábado. A ver si se atreve a desacrar el sábado por nosotros. Nuestro sábado. Porque Dios nunca pidió eso en sábado. Pero a ver si Jesús hace eso. Y dice que Jesús sabía lo que ellos estaban pensando. Entonces Jesús hace un espectáculo. Le dice al hombre sentado ahí con la mano churida, con la mano seca. Ven, ven para acá. Pues este hombre se levanta y va para allá. Entonces imagínense toda la sinagoga, toda la asamblea. Jesús en frente con este hombre, con la mano derecha toda seca. No se puede hacer más, más. más relajo, todo mundo estaría viendo, todo mundo estaría atento. Ah, Jesús ya nos está desafiando, lo va a hacer en público, todos los ojos enfocados en ellos dos. Y aquí está la escena que ellos estaban esperando. ¿Qué va a hacer Jesús? ¿Nos va a violar nuestro sábado? ¿Se va a atrever Jesús a quebrar nuestra ley? Ahora, los fariseos hubieran sido esa clase de gente. Ellos estuvieran sorprendidos por fuera, pero alegres por dentro. Ay, cómo se va a atrever Jesús a hacer esto, pero por dentro. Hazlo. Por dentro, a ver Jesús, a ver, cae Jesús, hazlo. Por fuera, hay indignados, ay Jesús, ¿qué andas haciendo pidiéndole a alguien que venga aquí enfrente mientras que Él está enseñando? Ay, ay, ay, y hasta se hubieran persinado, ay no, no, ¿qué es que está pasando aquí? Pero por dentro ellos, ándale. Yúlalo, este idolito que tenemos aquí, hazle algo. indignados por fuera. ¡Ay, cómo se atreve Jesús! Pero por dentro, con un gusto, cae para poder acusarte, cae para poder condenarte, haz un error para tener algo en el que agarrarnos. Entonces Jesús coloca a este hombre en medio de todos y el escenario está puesto. ¿Qué va a hacer Jesús? venerado día de reposo. Aquí este milagro va a ser lo que los americanos llaman In Your Face Miracle. Un milagro en tu cara. Ya los milagros de Jesús en veces era porque la gente les pedía. Aquí Jesús, Él está diciéndole al hombre ven para acá porque va a ser un milagro en tu cara. Y Jesús antes de hacer el milagro, miren lo que les pregunta en el versículo 9. Entonces Jesús les dijo, os pregunto, Es lícito. Y para ellos, ¿sabe qué? Cuando ellos escuchan la palabra lícito, todo mundo, ay sí, ley, lícito, ley, es lícito. Para ellos todo era a través de la ley. Aunque se inventaron su propia ley, todo era lícito según su ley. Aquí, si Jesús dice la palabra lícito, todo mundo pone atención. ¿Por qué? Ay, porque Jesús va a decir algo lícito, algo que tiene que ver con ley, con regulación, con lista, con qué es lo que se puede hacer y qué no se puede hacer. Y Jesús les dice, Es lícito, el día de reposo, hacer bien o hacer mal. ¿Qué es legal? Ay, yo soy ilegal, sí, ilegal. Vamos a ver, ¿qué es legal? Hacer el bien o hacer el mal. Salvar una vida o destruirla, ¿ok? Pero la mente religiosa, ¿sabe qué hace la mente religiosa? La mente religiosa no quiere operar entre bien y mal. La gente religiosa y la mente religiosa siempre quiere una tercera alternativa. ¿Sabe cuál es esa tercera alternativa? Una zona gris donde no hago ni bien y donde no hago ni mal. Y quiero estar metido donde puedo llegar a cierto límite y si paso ese límite es mal, pero también si me voy a otro cierto extremo y si paso ese cierto límite es bien. Mejor me quedo en medio y así Me veo bien con toda la gente y en cierta manera no hago lo bueno, no hago lo malo, pues Jesús no les da una tercera alternativa. Él les dice, es bueno en el día de reposo hacer el bien o es bueno el día de reposo hacer el mal. ¿Cuál es de esas dos? Jesús no les anda con rodeos. Jesús, ellos hubieran querido, no, no, no. No nos gusta pensar en esos términos de bueno o malo. Necesitamos algo en medio, donde podemos meter regulaciones y si la miramos de este lado, pues tal rabino dijo esto, tal rabino dijo lo otro. ¿Qué si hacemos en medio de lo que estos dos rabinos dijeron y nos quedamos en medio? Y realmente no hacemos el bien y realmente no hacemos el mal, pero no estamos pecando y no estamos yéndonos al otro lado. Nos quedamos en medio. Jesús no los va a dejar de que se queden en medio. Es bueno hacer el bien o hacer el mal, salvar una vida o destruirla. ¿Cuál es de esos dos? ¿Es binaria? La respuesta es una o es la otra. ¿Estás constriñido a hacer el bien o permites hacer el mal en este día? Ningún puerto seguro en Jesús. La mente religiosa siempre quiere seguir una obediencia técnica. Gente religiosa, no, es que pues no. Si lo haces de esta manera, no, pues Dios no se va a enojar. Es que, como por ejemplo, cuando los niños. ¿Hasta dónde puedo llegar con mi novia donde no es pecado? Si ves cuando uno es joven, ¿qué puedo hacer yo con mi novia? ¿Hasta dónde puedo llegar? O sea, algo técnico, ¿hasta dónde puedo llegar donde ya estoy fornicando y no estoy fornicando? Siempre es la mente religiosa de esa manera. Y así opera todo el mundo, no solamente en cuanto a sexo para los jovencitos, pero siempre estamos llegando hoy a ¿Cuánto es más de suficiente y cuánto no es? ¿Y dónde me puedo quedar en medio? Siempre la mente religiosa tiene una obediencia técnica. La gente de hoy, hasta en el Día del Señor, o sea, el domingo, mucha gente dice, no pues, el hacer nada no es pecado pues Jesús dice que es bueno hacer el bien o hacer el mal o haces lo bueno o automáticamente haces lo malo pero gente dice no mejor hago nada no hago nada el día de reposo pues para Jesús el no hacer nada también es hacer el mal ok Jesús no anda con rodeos es hacer el bien o hacer el mal salvar una vida o destruirla si la salvas Las salvas, si no las salvas, la destruyes. Si haces el bien, haces el bien, si no haces el bien, ¿qué haces? Haces lo malo, no hay nada en medio. Es realmente una necesidad así que tenemos aquí. Pues los fariseos solo querían su sábado a su manera. No hacer el bien y no hacer el mal. Aunque por dentro están maquinando cómo matar a Jesús. Pero por fuera no están haciendo el bien, no están haciendo el mal. Y Jesús les dice. Pues no hay zona gris, no les voy a permitir zona gris. Ustedes quieren sus leyes a su manera. A como ustedes las han diseñado y Jesús no les va a permitir una zona gris, una zona en el medio. OK. Y escuchando a Jesús diciendo, es lícito, es legal, es algo según la ley, y estuviera sido su mero mole, lo lícito. Ay, pues, ¿qué dice la ley? ¿Qué es lo que dice? ¿Es bueno hacer lo bueno o lo malo? ¿Cuál de las dos? ¿Salvar una vida o destruirla? Y si ellos contestan, es lícito hacer el bien y salvar una vida, pues es ayudar a alguien. Y no importaría el día. Entonces, si ellos dicen no, pues es bueno hacer el bien, pues entonces no tiene ningún problema con que Jesús sana a este hombre, porque este hombre tiene la mano seca. Y no van a decir es bueno hacer el bien, por qué? Porque entonces no pueden acachar a Jesús arruinándole su sábado. Es como esa vez donde Jesús les pregunta. Juan el Bautista era de Dios y ellos dicen. A ver, déjamela pienso. Pues si decimos que si era de Dios y nosotros no le hicimos caso, nos va a decir por qué no le hicieron caso, pero decimos, no, si no es de Dios. El pueblo va a decir si es de Dios, entonces, ¿sabes qué vamos a decir? No sé. Así como van a todos al Congreso y dicen, no sé. Cuando los empiezan a preguntar, a ver Fauci, ¿qué pasó con todo esto de las vacunas? No sé. No me acuerdo. No sé. Siempre quedarte en medio porque no quieres ni hacer el bien ni encontrarte haciendo el mal. Pues así eran los fariseos y Jesús no les va a permitir. Porque si ellos dicen es bueno hacer el bien, Jesús no tiene ningún problema en sanar y ellos no pueden decir nada. Pero también si ellos dicen es bueno hacerlo malo, pues entonces Jesús les va a decir. Y ustedes son los que, ustedes son los que guían al pueblo de Israel. Cuando ustedes permiten lo malo en el día de reposo. O sea, Jesús se los hubiera agarrado de cualquier forma. ¿Y qué importa el día? El hombre no se va a acordar en qué día fue salvo, en qué día fue sano. ¿Sabe qué se va a acordar ese hombre? De que fue sano. Y el día no le va a importar. Entonces, todos están aquí, no, pues Jesús los puso, los puso acorralados, ¿ok? ¿Y sabe cómo se quedan ellos? Callados. ¿Por qué? Porque no pueden decir que es bueno y tampoco pueden decir que es malo. No pueden decir que es mejor salvarlo porque ellos quieren que caiga y no pueden decir, no, pues destruyelo porque después iban a mostrar lo que realmente estaba en sus corazones. Pero no hay lugar neutral. Ya ves, Romanos 12, 21 dice, no seas vencido por el mal, sino bien vence con el bien el mal. Aún el cristiano no se puede quedar neutral. Tú debes de hacer lo que es bueno. Ya viene tiempo de impuestos. Sabes qué debes de hacer tú? Lo que es bueno, lo que Dios demanda de ti. Alta algo también para tantos cristianos que son mentirosos en sus impuestos. Dios te pide que hagas lo bueno y que pagues lo que debes de pagar. ¿Por qué? Porque es bueno. Debes de vencer el bien con el mal con el bien. Tú debes no quedarte en un lugar neutral. Yo tampoco. Como hijos de Dios debemos de siempre estar buscando hacer el bien. No agradamos a Dios quedándonos en neutralidad. Dios no se agrada cuando su hijo se queda neutral. ¿Qué hago? Nada. Cuando a mis hijos, si no están haciendo algo bien, y no están haciendo nada mal, les digo, ¿qué están haciendo? Porque si están haciendo nada, yo digo, pues hagan algo, y no es algo malo, hagan algo bueno. Aún así pensamos en términos humanos, ¿cuánto más en términos divinos? Ahora, para estos fariseos, ellos sabían de que ellos tenían que buscar el bien, en el día de reposo. Ellos habían invertido el día para hacer lo suyo en lugar de hacer lo que a Dios le agrada. Vaya conmigo a Isaías 58. En Isaías 58, ahí vamos a mirar de que Dios te pide que en ese día hagas lo que le agrada a Dios, lo que le agrada a Dios, no lo que te agrada a tus gustos, a tus reglas, a tu propio placer o a tu propio control de ese día. Dios pide, sí, guárdame el día, pero haz lo que me agrada a mí. Isaías 58 13 dice, si por la causa del día de reposo apartas tu pie para no hacer lo que te plazca en mi día, O sea, no lo que te plazca a ti, sino hazlo para mí, lo que es bueno, mi día santo, y llamas al día de reposo, delicia, al día santo del Señor, honorable, y lo honras, no siguiendo tus caminos. Si no sigues tus caminos, ¿cuáles caminos vas a seguir? Los de Dios. Es bueno hacer lo bueno. Y Jesús les pregunta, ¿qué es bueno hacer? ¿Lo bueno salvar o lo malo y destruir? Pues ellos no, ellos están buscando, no, no, no, es mi día. Pero Dios en Isaías dice, no, no, no, no es tu día, es mi día. ni hablando ni hablando de tus propios asuntos del 14. Entonces te deleitarás en Yahvé y yo haré carvalgar sobre las alturas de la tierra y te alimentaré con la edad de tu padre Jacob, porque la boca del Señor ha hablado. Si ve el día es de Dios y debes de seguir y hacer lo que Dios dice, lo que Dios le agrada. Pero también hay otro extremo. Donde también hay gente que dice no, pues no hago nada. El Día del Señor es un día para Él. Y debes de hacer lo que a Él le agrada. No puedes decir, no hago nada. Mucha gente dice, no, el Día de Domingo es el día para mirar fútbol americano. Porque es el Día del fútbol americano. Es el día para la NFL. No es día para la NFL. El quedarte ocioso no es honrar a Dios también. Y los judíos habían perdido su brújula moral. Deberían hacer el bien, lo que Dios considera bien. Lo que Dios considera bien en su día. Isaías 1, del 12 al 14, mire, déjame se lo leo. Cuando venéis a presentarlos delante de mí, ¿quién demanda esto de vosotros? De que pisoteéis mis atrios, no atraigáis más vuestras vanas ofrendas, el incienso que es abominación, luna nueva y día de reposo. O sea, para Dios ya estaba cansado de sus sábados porque ellos no estaban mirando el sábado como un día para Dios. Un día donde ellos hacían el bien y descansaban y se gloriaban en Dios y glorificaban a Dios. Era el día de ellos. Ellos lo hubieran invertido. Ese día es nuestro. No es el día de Dios. Mira lo que sigue diciendo Dios ahí en el 13 de Isaías 1. Luna nueva, días de reposo para convocar asambleas. No tolero la iniquidad ni asamblea solemne. ¿Para qué? Si no prefieres hacer el bien en mi día, ¿de qué me sirve que celebres el día? A tu manera. Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas señaladas las aborrece mi alma. Se han vuelto una carga para mí y estoy cansado de soportarlas. Si tú no lo vas a hacer como Dios te lo pide. Dios se cansa de eso. Entonces Jesús les pregunta ¿Qué es bueno? ¿Hacer el bien o hacer el mal? Y ellos se quedan callados. ¿Es bueno hacer el bien? y ellos se quedan callados que demuestra eso de su corazón que era el día de ellos y ellos hacían con ese día lo que ellos les placía y no se preocupaban si era bueno o si era malo lo que hacían entonces esta es la escena mire lo que hace Jesús en el 10 después de mirarlos a todos a su alrededor dijo al hombre extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano quedó sana. Ahora, esta palabra aquí explica, más bien implica, de que miró a cada uno de ellos, que se quedaron callados. ¿OK? En lugar de decir, es bueno hacerlo bueno y salvar una vida. No. No dijeron que era bueno, no dijeron que era malo, se quedaron callados. Jesús los mira y el Evangelio de Marcos nos dice que Jesús se enojó. Ok, si usted va a Marcos 3, 5, dice mirándolos en torno con enojo. ¿Por qué? Porque ellos no querían hacer lo bueno y tampoco querer hacer lo malo y se quedaban haciendo nada y no pedían lo bueno. No decían, sí, haz lo bueno. Eso es lo que debes de hacer. Y aquí es la única vez en los evangelios donde miramos de que Jesús miró a alguien con enojo. ¿Por qué? porque estaba mirando un corazón religioso. Prefiere quedarse neutral que hacer el bien. Prefiere quedarse neutral que, ay no, pues el mal, pues no, no, no es malo hacer el mal, no es malo hacer el bien. Mejor no digo nada y así no me pasa nada. Y dice que Jesús los miró. Aquí es como si uno, aquí uno, un salvador está salvando a alguien y lo está salvando en ojos de los opresores. Así Jesús hubiera mirado a los. ¿No quieren que haga lo bueno? Ustedes son los religiosos. Es lícito hacer el bien o hacer el mal, salvar una vida o destruirla. Y como hubo silencio total, le dijo al hombre, extiende tu mano, extiéndela. Y es un cuadro maravilloso lo que miramos aquí. Eso es lo que Jesús hace cuando nosotros somos salvos nosotros. Nos libera, nos desenreda de legalismo sin sentido, nos libera de religión que piensas, que se te instruye, que haciendo esto, no haciendo lo otro, te ganas el favor de Dios. Cuando tú eres salvo, Jesús te libera de eso que te tiene atado, que te tiene seco, que te tiene sin poder producir fruto. ¿Por qué? Porque la religión eso hace, la religión te ata, La religión te pone en un cuadrito y no te deja salir de ahí porque si no te sales de la religión. Cuando Jesús te salva, Jesús te salva de eso, por gracia eres salvo y te salva del legalismo, te salva de tu pecado, pero también te salva del legalismo de cómo según supuestamente tú eres justificado alante de Dios. Te salva de la religión, te salva del pecado. Y cuando miraron estos hombres, ¿qué? ¿Hizo un milagro en el día sábado? Después de que Jesús supuestamente les quebró la ley, el sábado anterior, pues quién sabe si fue el sábado anterior, pero fue un sábado pasado. Y en lugar de mirar un milagro y decir, wow, creemos en ti, Jesús. Tú puedes supuestamente violar nuestra ley y aún así Dios te galardona haciendo milagro, así creemos en ti. ¿Qué más debemos decir? Vamos a creer en él. Mira lo que acaba de hacer. Hizo bien en el día de reposo. Nos mostró un gran milagro de este hombre que estaba todo atado con su mano, no podía hacer nada. En lugar de ellos decir, wow, qué milagro. Es extraordinario lo que tú acabas de hacer, Jesús. Ponemos nuestra confianza en ti. Eso es lo que uno pensaría que pasara, ¿verdad? Uno piensa, ah, yo quiero ver un milagro porque así puedo creer en Dios. Yo quiero ver un milagro en la tele, porque si miro un milagro, voy a creer y voy a mostrar milagros a gente que no conocen Dios, porque un milagro obviamente lo va a salvar. Obviamente va a quebrar un milagro su duro corazón. ¿Pero qué miramos? Versículo 11. pero ellos se llenaron de ira. Después de mirar un milagro, lo último que tú esperas ver es gente llenándose de ira por algo que Dios acaba de hacer. Esta ira es una locura. La palabra traducida ira es entrar en un trance de locura. ¿Por qué? Porque Jesús les empezó a tocar a su gran ídolo. En el sábado no debes de hacer eso. Se llenaron de locura, se llenaron de ira. Mira lo que acabas de hacer. Hiciste lo bueno, pero lo hiciste en el día equivocado. Imagínese usted. El corazón religioso. Hiciste algo bueno, pero lo hiciste en el día equivocado. Y eso me enoja, eso me vuelve una locura. Se me cae la cabeza, pierdo la razón de tanta ira. ¿Cómo se te ocurre hacerlo bueno en un día sagrado? Eso hace a un corazón religioso llenarse de ira, de volverse loco. Porque prefiere no hacer nada o hacerlo malo que hacerlo bueno. se llenaron de ira porque se suponía que solamente ellos dictaban que era lo que se podía hacer en día sábado. Ellos eran los que definían que era virtud y que era verdad y que era justicia en su propio día. Y aquí Jesús les acaba de enmascarar. Ustedes están celebrando el sábado completamente mal porque el sábado es para hacer el vuelo bueno, para hacer lo que le agrada a Dios. Y ustedes prefieren la religión que hacer lo que le agrada a Dios, salvar una vida, hacer el bien. Ustedes prefieren de que yo espere un día más para poder sanarlo, para que no les arruine su santificado sábado. Eran personas que habían pasado toda una vida. mirando la ley, mirando cada tilde, mirando cada cláusula, mirando todo, y ellos supuestamente la definían, y ellos hipócritamente eran los únicos que definían qué era bueno y qué era malo y qué se podía hacer y qué no se podía hacer. Y aquí Jesús expone lo absurdo que es la religiosidad y sale a la superficie furia. ¿Por qué? Porque le tocó a su ídolo. Cada persona, cuando Dios le toca a su ídolo, nos molesta. Nosotros, como les dije la semana pasada, como dijo Juan Calvino, el corazón humano es una fábrica de ídolos. Dios nos toca a nuestro ídolo y nos enojamos. Pero es mejor enojarnos y reconocer de que estamos mal y arrepentirnos de ello. Pues ellos no. Ellos empiezan a tramar como matar. Uno pensaría, vaya conmigo ahí lo tengo escrito en sus notas, la versión de Mateo, mire cómo lo pone Mateo, esta misma cena, esa misma historia, lo da Mateo, lo da Marcos, porque son los evangélicos sin ópticos, que lo miran a través del mismo lente, mire cómo lo pone Mateo, en Mateo 12, 13. Entonces dijo al hombre, extiende tu mano y él la extendió y le fue restaurada, sana como la otra. Pero cuando los fariseos salieron, se confurlaron contra él para ver cómo podían destruirle, destruir una vida. Es bueno hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla. Y ellos saliendo de ahí, ¿qué fue lo que planearon? Destruir la vida de Jesús. Marcos 3 del 5 al 6 dice es la misma versión la versión de Marcos pero en la versión de Marcos de la misma historia dijo al hombre extiende tu mano y él extendió y su mano quedó sana pero cuando los fariseos salieron enseguida comenzaron a tramar con los herodianos en contra de Jesús para ver cómo podrían destruirle un milagro no salva a nadie No cambia a nadie. Los milagros no son diseñados para eso. Y aquí miramos. Uno pensaría que fue algo que Jesús hizo en su última semana para que lo crucificaran, ¿verdad? Uno dice, no, pues cuando Jesús fue y entró a Jerusalén, llegó por Jerusalén, algo dijo en esa última semana que hizo que los judíos lo mataran. No. Empieza el conflicto años antes, nomás que siempre estuvieron mirándolo a ver cómo podían capturarlo para destruirlo. La mente religiosa no prefiere la vida, no prefiere el bien. Prefiere las listas, prefiere estar en bien con los demás y con Dios a través de un método que ellos pueden manipular, que ellos pueden cambiar, que ellos pueden en cierta manera abnegar o construir o cambiar. La mente religiosa así opera. No opera según lo que Dios le agrada, a lo que Dios pide y lo que es bueno, lo que es santo y lo que es justo. Así trabaja la mente religiosa. Y cuando alguien viene y les mueve su barquito o les toca su ídolo, hacen todo lo posible por destruir a tal persona. Entonces, para terminar, yo te pregunto en esta tarde, ¿cómo está tu corazón? Porque miramos el corazón de los fariseos. ¿Pero cómo está el tuyo? ¿Aferrado a normas? ¿Aferrado a reglas? ¿Aferrado a costumbre? ¿Aferrado a tradiciones de hombres? ¿Cómo está el tuyo? Hay mucha gente que son como los fariseos, con muchas restricciones inventadas, mucho más allá de lo que en la Biblia hay, de lo que hay en la Palabra de Dios. Y ellos son contentos con tener entre más reglas, mejor. Hay gente que tiene ese sentido fariseico. Pero también hay gente que tiene otro opuesto, otro extremo opuesto, donde ignora todo lo que está escrito en la escritura, que es pecado y todo es amor y todo es tolerable. Tenemos que tener un balance bíblico, tenemos que tener un balance cristo céntrico. La Biblia nos dice exactamente qué es pecado y los que practican tales cosas y cuáles son las obras de la carne, que si practicas tales cosas no heredarás el reino de Dios. Pero también la Biblia nos dice, es bueno hacer esto. Debes de buscar la paz con todo mundo. Debes de buscar el amor y la compasión y la misericordia. Pero una persona religiosa no puede pensar en esos términos. ¿Cómo que amor? ¿Cómo que paz? ¿Cómo que misericordia? ¿Cómo que bondad? No, yo necesito una lista de ciertos parámetros para poder yo operar. Dios necesita cambiar nuestro corazón. Hay cosas que Dios es claro en demandar de sus hijos. Y hay cosas donde nosotros nos elaboramos ídolos. Necesitamos ser más como Jesús y mirar qué es más importante, hacer el bien o el mal o quedarnos a medias y no decir nada. O si te quedas a medias y no dices nada. no lo puedes encontrar en la escritura y se lo impones aún a la gente estás haciendo el mal pero también si vas a tener un corazón para para isaico en el sentido en el que siempre estás mirando al otro y cómo está el otro y cómo puedo hacer que el otro cacharlo en una movida en algo estamos mal Jesús lo que muestra es es bueno hacer lo que a Dios le agrada Lo que Dios pide, lo que es bueno según los ojos de Dios. Eso era el día de reposo, hacer el bien y confiar en Dios. Deje, termino con este versículo de Hebreos 4, 9, que dice Queda, por tanto, un reposo sagrado para el pueblo de Dios. Pues el que ha entrado a su reposo, él mismo ha reposado de sus obras. como Dios reposó de las suyas. Por tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo. Y ese reposo es nada más y nada menos que Cristo Jesús. Ahí es donde nosotros descansamos de nuestras obras. Ahí es donde miramos donde también Dios descansa también de las suyas. Cristo Jesús, ese es el reposo que es sagrado para el pueblo de Dios. Cristo Jesús ya no es un día. El día era pura sombra de lo que iba a venir, porque Colosenses 4 16 dice, por tanto, que nadie en constituya se constituya en vuestro juez con respecto a la comida o bebida o en cuanto a los días de fiesta o luna nueva o día de reposo, las cuales son sombra de lo que había de venir. Pero la esencia pertenece Cristo. La esencia pertenece a Él. Él es la esencia de estas sombras. Tuvieron su tiempo, tuvieron su función, pero se cumplen en Cristo Jesús. Entonces, ¿cómo debemos de vivir? Tú debes de ser como Cristo Jesús. ¿Qué reglas vas a seguir? Tú debes de ser como Cristo Jesús. ¿Qué es lo que se me permite hacer? ¿Qué es lo que no se me permite hacer? Tú debes de ser como Cristo Jesús. No hay mejor Ejemplo, seguir en Cristo Jesús, oremos Padre te damos gracias por tu palabra Señor y te pedimos Señor que tú cambies nuestro corazón, que cambies Señor nuestra vida, cambies la manera en cómo nosotros pensamos De ciertas normas, de ciertos días, de ciertas Cosas que nosotros queremos que se sigan. Ayúdanos a tener una mentalidad más cristocéntrica. Ayúdanos, Señor, a poder imitar a Jesús y cómo caminó Él aquí en esta tierra y mirar de que eso es lo que te agrada a ti. Ayúdanos, Señor, danos ese corazón, danos esa gracia para poder nosotros seguir en rumbo a la ciudad celestial, pareciéndonos más a Cristo Jesús. Esa es nuestra oración y pedimos, Señor, que tú cambies nuestro corazón para ser más así, para seguir su ejemplo en nuestra vida diaria. En el nombre de Jesús, su Hijo, lo pedimos. Amén.
(46) Idolatrando la Religión
Series El Evangelio según Lucas
Sermon ID | 9224213847684 |
Duration | 1:05:43 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Luke 6:6-11 |
Language | Spanish |
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