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le voy a invitar que se ponga sobre sus pies en reverencia a la palabra del señor Dios en esta tarde y vamos a leer de de Lucas ocho cuarenta hasta el cuarenta y seis esa va a ser la la porción que vamos a estar tratando de de mirar hoy en esta tarde empezando en el cuarenta esta es la santa Cuando Jesús volvió, la multitud le recibieron con gozo porque todos le habían estado esperando. Y aquí llegó un hombre llamado Jairo, que era un oficial de la sinagoga, y cayendo a los pies de Jesús le rogaba que entrara a su casa. Porque tenía una hija única, como de 12 años, que estaba al borde de la muerte. Pero mientras él iba a la muchedumbre, le apretaba. Y una mujer que había tenido un flujo de sangre por 12 años y había gastado en médicos todo cuanto tenía y no podía ser curada por nadie, se acercó a Jesús. Por detrás y lo tocó el borde de su manto, y al instante cesó el frujo de su sangre. Y Jesús dijo, ¿Quién es quien me ha tocado? Mientras todos negaban, Pedro dijo, y los que estaban con él, maestro, las multitudes te aprietan y te oprimen. Pero Jesús dijo, alguien me tocó, porque me di cuenta que de mí había salido poder. Al ver a la mujer que ella no había pasado inadvertida, se acercó temblando y cayendo delante de él, declaró en presencia de todo el pueblo la razón por el cual él lo había tocado. y cómo al instante había sido sana. Y él le dijo, hija, tu fe te ha sanado, vete en paz. Mientras estaba todavía hablando, vino alguien de la casa del oficial de la sinagoga diciendo, tu hija ha muerto, no molestes más al maestro. Pero cuando Jesús lo oyó, le respondió, no temas, cree solamente y ella será sanada. Y cuando él llegó a su casa, no permitió que nadie entrara con él, sino sólo Pedro, Juan y Jacobo y el padre y la madre de la muchacha. Todos la lloraban y se lamentaban, pero él dijo, no lloréis porque no ha muerto, sino que duerme. Y se burlaban de él diciendo, sabiendo que ella había muerto, pero él tomándola de la mano, clamó diciendo, niña, levántate. Entonces le volvió su espíritu y se levantó al instante y él mandó que le dieran de comer. Y sus padres estaban asombrados, pero les encargó que no dijeran a nadie lo que había ocurrido. sucedido. Esa es la lectura santa de la palabra del Señor puede tomar su lugar. Pues en este evangelio ya hemos mirado y he tratado de titular cada mensaje lo más que se puedo a un tema que Lucas nos ha estado tratando de comunicar. de la autoridad de Jesús. O sea, Jesús no era cualquier humano. Jesús no era cualquier hombre. Jesús no era cualquier profeta. Jesús no era cualquier rabino que andaba por ahí. Lucas nos está tratando de mostrar de que Jesús era un hombre que tenía un ministerio y un ministerio extraordinario, pero no se puede comparar a ninguno que hemos visto en todas las escrituras. Jesús tenía en sí una autoridad que nunca se había visto por nadie en ningún lado y nunca jamás se va a mirar. Hemos visto a Jesús predicando con autoridad y que los demonios salen mientras que Él predica y los expulsa al instante. Hemos visto a Jesús a sanar con autoridad cuando Él empezó su obra ahí en esa ciudad que es la misma ciudad que vamos a mirar hoy donde él sana la suegra de Pedro y sana a todos los que vienen a la casa de Pedro y le saca los demonios a todos los endemoniados y sana a todos los enfermos Jesús nos está mostrando aquí que Él es el Mesías prometido y ese Mesías iba a venir con una autoridad que nunca se había visto en nadie jamás Y Lucas nos lo está mostrando de esa manera, nos lo está pintando de esa manera, de que Él es el hombre Dios y nadie tiene la autoridad que Jesús tiene. Nadie tiene el poder de hablar y que las cosas se hagan, o limitar la naturaleza, o hablarle a demonios, o hablarle a Satanás, a legiones, y nadie puede en sí, limitarlo. ¿Por qué? Porque él es Dios hecho hombre y el Mesías iba a venir con ese poder. Podemos mirar en el Antiguo Testamento de que ese Mesías iba a venir con un poder sobrenatural que nadie jamás había visto, que los profetas querían mirar de quién eran, de qué ellos estaban hablando, nos dice Pedro, y saber la época de cuándo iban a hacer estas cosas. Pues Lucas nos lo presenta de esa manera. de un Mesías que no solamente viene enseñando sino que viene haciendo todo lo que Él hace con una autoridad que nunca jamás se ha visto. Hemos visto también aquí en Lucas 7, 11 al 17 de Jesús tener autoridad sobre la muerte misma donde para todo un procedimiento de un funeral y Él le habla a la muerte y resucita Al joven de esa viuda ahí en Nahín y lo resucita a la vida. Hemos visto la autoridad de Jesús sobre la naturaleza en donde acabamos de ver hace algunas semanas de que Jesús y los discípulos se suben a un barco y empieza una tempestad terrible, tremenda que aún asusta a hombres profesionales que estaban impuestos a esa clase de tormentas y ellos quedan atemorizados y Jesús se levanta de su sueño y le dice a la naturaleza que se calle, que se vuelva a la paz y la naturaleza obedece. Después de ahí Jesús sale del barco y miramos de que se acerca un hombre con una legión de demonios y Jesús sin batallar absolutamente nada reprende esa legión, los avienta con los cerdos, esos cerdos se matan, cometen suicidio, por decirlo así, y miramos de que Jesús, no hay nada que pueda limitar su autoridad. Él tiene sobre todas las cosas. Ahora lo que vamos a mirar hoy es de que Jesús tiene autoridad sin ningún obstáculo. No va a haber un obstáculo que limite a Jesús. No va a haber tiempo que limite a Jesús. No va a haber lugar que limite a Jesús y no va a haber circunstancia que lo limite a Él. Entonces vamos a mirar esta historia que aquí nos narra Lucas de que cuando Jesús volvió dice ahí en el cuarenta de Lucas ocho cuando Jesús volvió la multitud le recibió con gozo porque todos le habían estado esperando entonces recuérdese Jesús se subió a ese barco pasó lo que pasó cuando él calmó el mar y luego después llega ahí a la ciudad de los a la región de los gadarenos Y lo que pasa ahí es de que toda esta gente se acercó a ver qué estaba pasando con este endemoniado. Y lo que miramos la semana pasada es de que esta gente le asustó estar de ahí delante de la presencia de Jesús. que le dijeron que se fuera. Pues Jesús se regresa otra vez por el barco, llega otra vez aquí a Capernaum y aquí tiene toda una multitud que le está esperando y con gozo miran a Jesús regresar y lo están esperando con un gran entusiasmo. Hay una gran expectación de toda la gente ahí alrededor del lago Esperando a que Jesús regrese porque tienen muchas necesidades todavía toda esta gente. Entonces aquí Jesús está llegando a la cima de su popularidad aquí en su ministerio. Esta viene siendo la parte más popular de Jesús. Ya después de ahí, vamos a mirar en el capítulo en el capítulo nueve, capítulo diez de que Jesús ya ahora sí pone sus vistas en Jerusalén y y y y quiere llegar a Jerusalén a morir en la cruz del Calvario. Después de ahí, la popularidad de Jesús empieza desde cadencia, pero aquí la popularidad de Jesús es la más alta en todo su ministerio y hay gran entusiasmo alrededor de él. Se va y la gente lo espera con entusiasmo porque necesitan de él. Y ahora lo interesante que miramos aquí es de que Lucas nos va a mostrar a un hombre y miren lo que dice en el 41. Aquí llegó un hombre y nos da su nombre llamado Jaido, que era un oficial de la sinagoga ahí en Capernaum y cayendo a los pies de Jesús, le rogaba que entrara en su casa. Ahora, lo que hace esto interesante de este hombre, hay varias cosas interesantes que están pasando aquí, pero déjenme solamente le muestro algunas. Es raro de que alguien que recibe un milagro se le dé el nombre. Hemos visto, por ejemplo, la suegra de Pedro. Ella recibió un milagro y no sabemos del nombre de la suegra de Pedro. El paralítico, no sabemos el nombre del paralítico que fue sano ahí cuando Jesús estaba enseñando. El leproso, no sabemos el nombre del leproso que fue limpio de su lepra, ahí también en esta región de Capernaum. el hombre con la mano seca ese día sábado que Jesús quiso sanarlo en frente de todos los fariseos de ese hombre no sabemos su nombre de el centurión que era nunca había visto fe Jesús en en todo Israel de ese centurión romano no sabemos su nombre No sabemos el nombre de la viuda de Nain, a quien le resucitó el hijo mientras que iban a sepultarlo. No sabemos el nombre de ella. No vamos a saber tampoco el nombre de la mujer con el flujo de sangre que vamos a conocer hoy. De ella no se sabe su nombre. Pero de este hombre, Lucas sí nos da su nombre. se llama Jairo. Jairo nos da su nombre propio. Y la cosa es de que quizás puede ser de que este hombre, después de este milagro, más adelante llega a ser alguien reconocido en la época de los apóstoles. Por eso se le da el nombre, porque quizás se hizo alguien muy esencial en la iglesia primitiva. Y Lucas aquí nos da el nombre y nos dice qué clase de hombre era. Era un hombre que era oficial, era jefe de la sinagoga. Entonces, esto significa de que este hombre era un hombre que era altamente respetado, altamente honrado, porque él era un oficial de la sinagoga de Capernaum. Era un anciano de la congregación. Era un hombre intachable, un hombre de sabiduría, un hombre de integridad. y resulta ser de que está bien haciendo también la primer vez de que alguien religioso se acerca a Jesús con buenas intenciones. Hemos visto de que Jesús ha tenido problemas con otros religiosos, con los fariseos, con otros religiosos dentro de la religión judía y siempre ha sido para combatir para poner a Jesús en prueba, para ver qué hace, para ver si sana, para ver qué hace en el día de reposo. Siempre han estado así los fariseos y los religiosos y van a aumentar aún más. Este hombre viene porque realmente está necesitado y viene de una forma muy favorable ante Jesús. Todos los otros enfrentamientos que va a tener Jesús de ahora en adelante van a ser negativos con todos los religiosos. Aquí con Jairo es uno positivo. Y lo que hace a este hombre interesante es que él viene siendo un oficial que era bien respetado. Un oficial de la sinagoga que todo mundo respetaba, honraba, porque él hubiera sido uno que les enseñaba la palabra de Dios en la sinagoga ahí en esa ciudad. Y lo que lo hace interesante es que viene y se postra delante de Jesús. porque está necesitado de algo. De esa clase de personas nunca se les mira de que tengan así un tipo de descontrolamiento donde vienen desesperados mostrándose delante de alguien. Hubiera sido algo vergonzoso para este hombre venir ver a Jesús llegando en el barco y él estando ahí desesperado y llega Jesús y él se postra delante de él o sea llega tal grado que que que se humilla de tal manera que está dispuesto a perder toda cordura entre la multitud que que asistiría a esa sinagoga de aquí está la multitud mirando a este hombre de alto pero prejuicio de una persona importante para esa comunidad, aquí humillándose y se mira de que puede ser un hombre importante, pero también resulta ser un padre impotente, porque su hija tiene una terrible enfermedad que está al borde de la muerte. Entonces, este hombre no le importa ser un escándalo. Lo que él quiere es la atención de Jesús y quiere que Jesús haga algo por él y que sane a su hija. Y miren, nos dice ahí en el 42, porque este hombre Jairo tenía una hija única, como de 12 años, que estaba al borde de la muerte. Esta es una situación de mayor importancia. ¿Por qué? Porque, mire, imagínese tener uno o un hijo que se está muriendo. Es algo donde un padre hace cualquier cosa por un hijo. Pero imagínese tener solamente uno y nunca pudo tener más. Y se está muriendo. Y además, Lucas nos da la edad de esta niña, porque recuerde cuando miramos a María al principio de este evangelio, María quizás tenía unos 12, 13, 14 años cuando se le aparece el ángel. Esas niñas de 12, 13, 14 años no eran niñas. para los ojos de aquella cultura en aquel entonces, hace dos mil años. A los doce, a los trece, catorce años, ya no son niñas, ya son jovencitas listas para el matrimonio. Entonces, imagínese este hombre, alguien importante de la ciudad, y su hija está en esa edad donde ya está lista para ser esposa, para ser mamá, y se está muriendo su hija, y es su hija unigénita. y está al borde de la muerte. Entonces, hay una intensidad para este hombre de esta situación que lo lleva a llegar a ese punto de ir a postrarse delante de los pies de Jesús. Ocho años era la edad que una niña se estaría preparando ya para ser esposa. Esa es la edad que hubiera tenido María cuando estaba esposada con José. Y José hubiera tenido unos quince 16, 17 años. O sea, los niños hoy en día les damos de más de niños porque ya nuestra cultura ya es así. Pero la cultura de antes, estoy seguro que algunos de ustedes, ustedes empezaron a trabajar de muy niños, se hicieron hombres muy pronto. Los niños de hoy en día, los tratamos de mantener niños, y ¿sabe qué? Yo como milenial, hay niños que todavía viven en casa teniendo ya 35 años. Entonces, nuestra cultura está al reversado. Queremos mantener a los hombres niños toda su vida, en lugar de hacer a los niños hombres. Y aquí, este hombre mira la necesidad de que lo que está pasando Y el alarmismo de llegar a Jesús y decirle, mi hija se está muriendo. ¿Puedes Jesús tú hacer algo? ¿Puedes hacer algo? Y miramos de que Jesús está dispuesto a hacer lo que es necesario. Era para que Jesús hubiera dicho, ¿sabes qué Jairo? ¿No ves a toda la multitud? Mejor mañana, mejor otro día. ¿No ves que aquí tengo toda una multitud? Estoy súper popular ahorita. Quizás si me voy contigo no se va a poder y voy a ofender a toda la gente y la popularidad se me va para abajo. ¿Qué tal si mejor la traes acá y la hacemos aquí mientras que hay un gran grupo y hacemos una campaña y ponemos una carpa? Y la ponemos aquí en frente y aquí hago el milagro para que todo mundo lo mire. No, Jesús no es como los farsantes de hoy en día. Los farsantes de hoy en día piden de que haya toda una gran estadio lleno de gente para poder hacer un supuesto milagro que supuestamente ellos hacen. Si no están las cámaras. grabando, no hacen milagros. Si no hay gente que presencie el milagro, no lo hacen supuestamente ellos. Pues miramos de que Jesús tiene otra compasión por lo que está pasando aquí en la vía de Jairo. porque él tenía a su única hija, que era como 12 años de edad y estaba al borde de la muerte. Entonces Jesús, en cierta manera, le dice, OK, Jairo. Y lo que pasa es que Jairo le empieza a conducir el camino hacia su casa. Pero mire lo que empieza a pasar. Pero mientras él iba, o sea, él iba con Jairo, iba Jesús dispuesto a ir y entrar a la casa de este hombre y la muchedumbre le apretaba. O sea, recuerde, Jesús está en su popularidad máxima, en su apogeo, en su punto máximo. Jesús aquí está como en un estatus de celebridad. Con toda esta gente aquí en esta región de Galilea. Es lo mejor que ellos han visto. Nunca habían visto a alguien sanar, proveer, nunca han visto a alguien expulsar demonios, nunca ha visto a nadie hacer esto, por lo cual su ministerio está en un punto de celebridad. Y pues eso llama la atención a mucha gente debido a la popularidad de todo lo que se está diciendo acerca de Jesús. Entonces, imagínense, no es cualquier cualquier grupo, es toda una multitud y Jesús va detrás de Jairo, pero la multitud empieza a apretarlo. Es como cuando en veces miramos gente a gente. gente famosa que no puede ni siquiera caminar por una calle porque la gente se le se le acerca pidiéndole pidiéndole selfies, pidiéndole autógrafos, pidiéndole alguna clase de reconocimiento, una una foto, algo, lo que sea, así está Jesús, y la multitud se está acercando mucho. Ahora Lucas nos da otra historia dentro de esta historia. Mira lo que dice ahí en el cuarenta y tres. Y una mujer que por 12 años y había gastado en médicos todo cuanto tenía y no podía ser curada por nadie. Aquí Lucas usa lenguaje técnico. Recuerde, Lucas viene siendo un doctor, viene siendo un físico, una persona que estudiaba medicina. Y aquí nos dice Lucas exactamente qué era lo que padecía esta mujer. Y nos da la cantidad de años que había padecido esta mujer. Un flujo menstrual por casi ya 12 años. Ahora nosotros entendemos que viene siendo un flujo menstrual. Eso es lo que viene siendo. Este flujo de sangre a esta mujer en eso se había convertido en un flujo menstrual. Naturalmente se supone ocurrir solamente una vez al mes y dura algunos 7 días. Pero esta mujer tenía un constante flujo de sangre ya por 12 años completos. Algo que era natural se había convertido en su vida algo no natural. Imagínense, 12 años de miseria, de un constante flujo incontrolable. Imagínense los efectos de salud que hubiera tenido este flujo en su vida, de tanta pérdida de sangre. Nosotros perdemos poquita sangre o dona a alguien sangre y se pone débil. Yo me acuerdo la última vez que yo tuve que me sacaran sangre, yo me estaba desmayando porque sentía que se me había desaparecido la vida. por un poquito, un vial así chiquito de sangre, yo ya me estaba muriendo. Pues imagínese esta mujer, todo lo que ella había perdido, todo el deterioro de su salud por perder tanta sangre día tras día tras día, la debilidad, los mareos, la pérdida de peso, la desnutrición y todos los efectos secundarios que viene de perder tanta sangre por toda una vida. por 12 años. Ahora, eso solamente vienen siendo los problemas de salud, los problemas físicos. En Israel, no sé si usted se acuerda, pero Dios no permitía que nadie que tuviera un flujo de cualquier líquido saliendo de su cuerpo. Ellos eran categorizados como impuros por medio de la santa ley de Dios. Acuérdense, cuando miramos a María tener a Jesús y ella tuvo que esperarse un cierto tiempo para ir al templo para purificarse de qué? De la sangre que ella había perdido cuando dio a luz a Jesús. Ella era impura por un cierto tiempo, por el flujo de sangre que sale cuando nace un bebé. Dios miraba el flujo de sangre como sangre pecadora, y Dios no toleraba mirar sangre de humano. Si miraba a Dios sangre, si había flujo, si había algo innormal dentro de la carne del cuerpo, como la lepra, o o si quiere usted mirar en Levítico, Levítico desde el desde el capítulo ocho hasta el capítulo veintidós, habla de puro restricciones en contra de lo que el hombre puede tener que lo impiden de Dios. Entonces, imagínense, una cosa es tener problemas físicos que está pasando esta mujer, pero otra cosa distinta es de que ella era ritualmente impura toda su vida, estos 12 años. Nunca podía ser sana de su impureza. Era ceremonialmente impura. En los requerimientos que Dios dio a Moisés en Levítico, y aquí específicamente en Levítico 15, todo tipo de flujo corporal contaminaba a una persona y la hacía inmunda. la hacía impura. Eso quería decir de que esta mujer nunca podía ir al templo. Esta mujer nunca podía ir a una sinagoga. Esta mujer no podía estar con su esposo. Esta mujer no podía estar junto a su familia sin transmitirle esta impureza. Entonces, a lo mejor ni esposo tenía, a lo mejor ni hijos tenía, porque alguien que tiene flujo corporal así, es difícil que se embarace, porque se muere. Entonces tenemos que mirar la situación de esta mujer. Ella lo que está haciendo aquí está haciendo algo que está contaminando a todo mundo. En la circunstancia que ella se encontraba, no por culpa de ella, sino por un mal que le estaba dando a ella, Ella se merecía que la expulsaran fuera de la comunidad. Según la ley de Dios. Y fuera de todo el acceso para acercarse a Dios. Ahora lo que hace eso interesante es de que. De que aquí tenemos a una mujer que es restringida de acercarse a Dios o de acercarse al pueblo de Dios. pero de la misma manera está entre el pueblo de Dios y se está acercando a Dios hecho carne. Entonces tenemos algo aquí que ella no tiene el permiso delante del antiguo pacto, no tiene el permiso de acercarse ni acercarse a la gente y miramos a esta mujer rifándosela, metiéndose dentro de la multitud y tratando de acercarse a Jesús para solamente tocar su su túnica. Nomás para tocar esa parte, esa parte, lo más lejos que identificaba a un judío que era judío, el borde de la túnica. Ella solamente con eso iba a tener, pero ella está yendo aquí en contra de lo que era ilegal. Aquí tenemos a Dios hecho carne alrededor de un montón de pecadores, algo que Dios no permitía en el Antiguo Testamento. Dios vivía en el centro y cuando Israel se reveló en contra de Dios hicieron lo malo. Sabe qué fue lo primero que Dios hizo? Dios levantó su gloria y se fue fuera del campamento porque no quería estar junto de un montón de pecadores. Pues aquí tenemos a Jesús hecho carne y está alrededor, está con toda esta gran muchedumbre alrededor de Él. Y algo que miramos es de que en el Antiguo Testamento, si se acercaba un pecador a la presencia de Dios, ¿sabe qué era lo que pasaba? Había muerte. de Dios, de la gloria de Dios que estaba en el arca, en el lugar santísimo. De ahí salía ira de Dios contra el pecado y caía el pecador muerto. Lo miramos en los hijos de Aarón. Ellos se pusieron a jugar y Dios dijo no. Y de la presencia de Dios, del arca del pacto donde Dios reposaba, Salió fuego delante de Jehová y mató a estos dos hombres. ¿Por qué? Porque estaban jugando, estaban exponiendo el pecado y estaban tomando las cosas sagradas de Dios y la estaban haciendo de una manera pecaminosa y Dios dijo no. Cada vez que se acercaba un pecador salía ira de Dios. Aquí miramos de que Jesús sale otra cosa. Jesús va a decir, sentí poder salir de mí. Entonces algo que en el Antiguo Testamento mirábamos algo recto, miramos también a un hombre tratar de tocar la arca del pacto porque se estaba cayendo y Dios a el instante lo mató. Miramos de que Dios nunca juega en cuanto a su santidad en el Antiguo Pacto. Pues aquí tenemos a Jesús hecho carne y es diferente la manera de cómo Dios se acerca a su pueblo. En lugar de salir ira de él, sale poder, sale perdón, sale misericordia. Recuerde las ordenanzas del antiguo pacto. Una persona ritualmente impura, la única manera en cómo se podía acercar a Dios es a través de una serie de lavamientos para quedar ceremonialmente puros para acercarse a Dios. Si eras impuro ceremonialmente, y llegabas al contacto de una persona que si estaba pura los contaminabas con tu impureza así que esta mujer se está acercando arriesgándose todo para tocar a Jesús para tocarle el manto a Jesús está actuando en todo lo que era legal para aquel entonces ella no debería haber estado ahí entre la multitud ella no debería haber estado ahí pero ella tenía fe de que solamente tocar el manto de Jesús, tocar su borde, ella impura iba a quedar purificada. Entonces ella lo está haciendo en contra de la ley de Moisés, lo está haciendo en secreto y está peleándose, tratando de colar entre la multitud, algo que no se le permitía hacer porque los estaba contaminando a todos y ella queriendo no quedar al descubierto. Sabe que solamente de cuando tocar el borde de Jesús va a quedar sana. Y Lucas nos dice aquí en esta historia que se acercó, llegó a acercarse y tocó el borde del manto y al instante quedó sana, cesó el flujo de su sangre. Ahora, muchos de los manuscritos los manuscritos de más antiguos no tiene la parte que que va a encontrar ahí en en en Lucas ocho cuarenta y tres a Lucas lo ignora que dice solamente dice a una mujer que había tenido un flujo de sangre por doce años y luego muchos manuscritos los los los más antiguos no tienen la parte y había gastado en médicos todo cuanto tenía y no podía ser curada por nadie eso parece ser que alguien lo En Marcos, Marcos es bien seco y habla mal de los médicos. Recuerden, Lucas es médico y él para proteger su profesión no dice de que había gastado todo su dinero, pero Marcos sí lo dice. Mire, déjenme le leo Marcos 525. y una mujer que había tenido flujo de sangre por 12 años y había sufrido mucho a manos de muchos médicos y había gastado todo lo que tenía sin provecho alguno, sino que al contrario, había empeorado. O sea, Marcos es bien seco y bien directo de cómo él mira a los médicos. Pues Lucas siendo médico, Lucas parece ser de que él ignora eso. de que pues oye pues un médico solamente puede hacer lo que un médico puede hacer y pues un flujo de sangre pues ¿cómo se puede controlar? Pues Marcos es mucho más más seco y más directo de que esta mujer ya no tenía nada, de que había gastado todo lo que tenía tratando de curarse y en lugar de mejorar iba empeorando. O sea, la profesión médica nunca ha cambiado. Ahorita si usted va al doctor en lugar de mejorar, siempre lo va a ir empoderando. Yo por eso no voy con los médicos. Para no saber de todos los malestares que tengo y pues para no ir de decadencia y empeorando, empeorando, empeorando. Pero si miramos de que Lucas nos dice que se acercó a Jesús por detrás. Ahora es interesante. Esta mujer está tratando de hacer todo en secreto, de que no se sepa nada, que no se sepa nadie de que ha sido contaminado por una mujer impure. pura y por detrás dice que viene para no ser descubierta por detrás viene y toca el el borde de su manto de la túnica de Jesús y en cuanto lo tocó inmediatamente su sangre se detuvo y ella supo que fue sana así que en modo de no ser descubierta se acerca recibe su sanidad y trata de huir del mismo modo de que se acercó. Pero miramos de que algo inesperado pasó. Aquí va Jesús y Jairo a todo. Entre la multitud y Jesús se para. Y yo me imagino a Jairo diciendo, híjole, ¿No entiende Jesús de que ya mi hija se está muriendo? ¿Por qué se le ocurre pararse? Y yo me imagino a Jairo por dentro, híjole, hasta brincando, y híjole, ándale, ándale, ya vámonos, vámonos. Mi hija se está muriendo. ¿Y qué está pasando aquí? ¿Por qué se está parando Jesús? Y Jesús se para y miren lo que Jesús dice. ¿Quién me ha tocado? Pues si hay una gran muchedumbre, ¿cuánta gente no lo va a tocar? Pues todos los que están ahí a su alrededor de una manera u otra lo ha tocado. Pero aquí, imagínense el terror de Jairo, de que se está acabando el tiempo, pero también el terror de la mujer de que ha sido descubierta. No hay nada más feo en que uno tratar de siempre quedarse seriecito. Quedarse ahí escondido, detrás, de que nunca lo miren y que de la nada pongan toda su atención en usted. ¿Nunca le ha tocado así? A mí me ha tocado muchas veces en la escuela, cuando yo siempre quería hacerme loco para que la maestra no me llamara y que no me pidiera una pregunta, una respuesta de una pregunta en el pizarrón. Yo siempre me hacía del desapercibido y siempre, ¿Alex? Y yo, oh, no puede ser. y toda la atención a mí. Pues esta mujer ya recibió su milagro y quiere salir de la misma manera que entró, pero Jesús no la va a dejar. Y toda la atención de toda la multitud está puesta en esta mujer. Ahora todos negaban de que había tocado a Jesús y hasta Pedro sale y dice, maestro, pues las multitudes te aprietan y te oprimen. O sea, Pedro sale con lo más lógico. Lo más lógico es de que todo mundo está tocando a Jesús. Marcos es es más directo con lo que está pasando. Vamos a ir a Marcos. Ahí lo tengo escrito en sus notas también. Marcos 5. Mire cómo lo da Marcos en Marcos 5. empezando ahí en el 31 dice, y sus discípulos le dijeron ¿Ves que la multitud te oprime? Y dices ¿Quién te ha tocado? Pero miraba a su alrededor para ver a la mujer que le había tocado. Entonces imagínense a Jesús volteando, buscándola ahí entre la multitud, a la mujer que le había tocado. O sea, Jesús sabía. lo que estaba pasando en ella, en su secreto, en su secretosidad, haciendo todo esto en secreto. Jesús sabía y la andaba buscando. Entonces la mujer temerosa y temblando, dándose cuenta de lo que había sucedido, vino y se postró delante de él y le dijo toda la verdad. Imagínese esta mujer, pues esto pasó. Yo sabía que tú me podías sanar, vine, me acerqué y he sentido que soy sana y toda la gente mirándola y ella postrada en el suelo. Y regresando otra vez a Lucas 8, 46, Jesús le dijo, alguien me tocó porque me di cuenta que de mí había salido Poder. Como les digo, en el antiguo pacto, y todavía estamos en el antiguo pacto cuando está Jesús, pero aquí Jesús viene, ese eterno Hijo viene y se viste de humanidad, por lo cual puede relacionarse con pecadores, porque Él viene detrás de ese, de eso nuevo que Él adquirió, haciéndose hombre de su humanidad. Si hubiera aparecido Dios en su santidad, nada de eso hubiera pasado. Hubiera salido ir adelante de la presencia de Dios. Pero como viene Jesús hecho carne, esta mujer se puede acercar y en lugar de salir, ir adelante de la presencia de Dios, sale poder. En la forma corporal de Jesús, en lugar de salir ira, sale poder, sale gracia, sale misericordia, sale compasión. Eso es lo que sale de Él, Jesús velado en su humanidad. Pero Él, en su santidad, sentado en gloria sin su humanidad, hubiera salido ira, consumidora, que todo pecador merece. Entonces aquí algo interesante está pasando y sale poder de tal manera de que esta mujer da un estirón de su mano y toca en fe en una manera normal no está siendo sana porque Jesús siempre ponía manos sobre los enfermos o hablaba. Aquí está esta mujer acercándose y ella dando el setoque de fe. Esta mujer llena de fe. Falta de sangre, pero llena de fe. Y mire lo que dice en el cuarenta y siete. Declaró y cayendo delante de él, declaró en presencia de todo el pueblo la razón por la cual le había tocado y cómo al instante había quedado sana. O sea, ella tuvo que testificar públicamente lo que Dios había hecho por ella. Ven, Jesús, no es una fe que se mantiene en secreto. Siempre tiene que dar una proclamación de fe. Si tú realmente crees en Jesús, va a llegar tu tiempo que tú vas a tener que dar una proclamación de fe. Dar una proclamación de fe aquí adentro de estas cuatro paredes es fácil. Pero en vez a ti se te va a requerir dar una proclamación de fe fuera de estas cuatro paredes. Y ahí tienes donde tú tienes que permanecer firme. en tu fe y aquí esta mujer está puesta en la bajo la lupa y bajo la lupa y bajo todo todo la atención de toda la muchedumbre que apretaba Jesús ella confesó su fe porque una fe secreta no es una fe verdadera una fe secreta no es fe la gente allá afuera dice ay yo creo tanto en Dios y ay aquí en mi corazón yo siento un ardor y creo mucho en Diosito pues una fe secreta No es una fe verdadera. No lo es. Y mire lo que Jesús le dice después de que ella expuso todo lo que ella estaba tramando en secreto y ahora Jesús lo hace público después de que de que ella reconoce y profesa su fe. Jesús le responde y le dice hija tu fe te ha salvado otra vez las las las las traducciones erran en lo que está tratando de comunicar Lucas. Sabemos de que está hablando de una sanidad. Lo miramos la semana pasada también con el endemoniado, de que fue salvado, no que fue hecho sano. Las traducciones, no sé por qué están haciendo eso, pero literalmente dice tu fe te ha salvado. Vete en paz. Tu fe te ha salvado. Vete en paz. Esa es la segunda vez que Jesús usa esa misma frase en el Evangelio de Lucas. ¿Se acuerda de esa mujer pecadora que Jesús estaba en la casa de Simón y entra esta mujer pecadora, prostituta, y lava los pies de Jesús? Jesús le dice, fe te ha salvado en Lucas 7 50 Jesús le dijo a la mujer tu fe te ha salvado vete en paz es la es lo mismo que aquí le está diciendo a esta mujer con el flujo de sangre pues esa es la historia de esta mujer Y miramos que en lugar de Jesús salir ira por tanto pecado y tanta desorden que está pasando aquí en esta muchedumbre, Jesús velado en su humanidad, sale compasión, sale, sale misericordia, sale poder para sanar a esta mujer. Y mire lo que sigue diciendo en el 49. Pues imagínense, ya nos olvidamos de Jairo. Después de lo que pasó con esta mujer, Jairo ahí está que ya no aguanta, que ya quiere que todo esto termine para que Jesús llegue a la casa y ore por su hija, le ponga manos a su hija y que la sane porque todavía está viva, pues mire lo que pasa mientras estaba todavía hablando ahí en el 49 vino alguien de la casa del oficial de la sinagoga de Jairo diciendo tu hija muerto imagínense por lo que está pasando este hombre con esta demora Jesús allá en el barco quien sabe por dónde en la tira de los gadareos mira Jesús venir por el barco Siente un alivio, ok, ya viene Jesús, voy a hacer lo posible para que venga a mi casa. Hace lo posible, hace el ridículo ante toda la gente, se postra, Jesús dice ok, y él empieza, ok, vamos, vamos, vamos, vamos, que nada nos pare, vamos, vamos, vamos, a orar por mi hija. Viene esta mujer, Jesús para todo el show, ahí se pone a testificar, y Jesús toda se pone a platicar con ella, y vienen las peores noticias que él jamás ha escuchado. su hija muerto. Entonces, hay que ponernos en en en los zapatos de este hombre. Con él, con un sin una cierta dignidad, con una ansiedad por dentro que le que que que que que que está y que y que él quiere que todo se mueva y que hey, mi hija se está muriendo, no miran la gravedad, Jesús, ¿Cómo cómo te estás parando si te estoy diciendo que mi hija se está muriendo? Y aguanta esa interrupción, todavía se sostiene con esa charla que Jesús está teniendo con la mujer y la mujer con Él y ella testificando. Y este hombre con una ansiedad profunda. Y viene gente que estaba cuidando a su hija y le dicen, ¿sabes qué? Pues ya murió. Ya deja al maestro. Eso hubiera sido lo peor que uno, un padre que tiene una hija única, eso es lo peor. Y yo imagino la vida de Jairo y la mente de Jairo diciendo, no, Jesús, pues no llegaste a tiempo. Te importaron más otras cosas que venir a sanar mi hija, ni modo, ya que se le va a hacer. Y todavía le dicen, no molestes al maestro. Ahora eso es interesante, porque si Jesús es simplemente un maestro, pues entonces no hay esperanza, porque un maestro sabe que es para lo único que sirve, para enseñar, no para orar por necesitados, no para resucitar muertos. Un maestro no sirve para eso. Estas personas simplemente miran a Jesús como un simple maestro. Y si es un simple maestro, no hay esperanza ya más para Jairo, para su familia, para su esposa, ni para su hija. Porque los maestros solamente enseñan. Pero si este es Dios hecho carne, el Mesías de Israel, Él puede ordenarle a la muerte. que deje en paz a esta niña y puede traerla devuelto a la vida. Y mira lo que dice ahí en el 50. Pero cuando Jesús lo oyó, de que le estaban diciendo a Jairo, ya deja al maestro, ya se acabó el tiempo, tu hija ha muerto, ya no hay nada que se pueda hacer. Pero cuando Jesús oyó eso, le respondió a Jairo, le dice, no temas, cree solamente. y ella será salvada aquí Jesús en sus propias palabras da el tema de todas las escrituras todo lo que Dios demanda del hombre sabe que es creer en él Dios no demanda de que hagas una peregrinación o que hagas ciertas obras de de mérito congruoso. Dios no pide que hagas y hagas una manda. Dios no pide que vayas y des todo tu dinero a los pobres y entonces sí vas a ser salvo. Dios recalca todo lo que las Escrituras siempre van a recalcar. Solamente cree. Aquí lo escuchamos de la voz de Jesús. Solamente cree. Desde el principio al fin de la Biblia, eso es lo que Dios busca en el hombre. Fé en Él. Sola fe. Sola fide, sola confianza. Sin ningún esfuerzo humano, Dios lo único que requiere del hombre es creer, solamente creer. Y Dios va a orar. Solamente cree. Aquí en el contexto se está hablando de del milagro que Jesús va a hacer con esta niña. Pero en cuanto a la salvación, también ese requisito viene siendo lo mismo. Déjenme leo algunos pasajes y esos son solamente algunos para no hacer la larga. Juan 14, perdón, Juan 3, 14 al 15, no el 16, el 14 al 15. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que se ha levantado el hijo del hombre para que todo aquel que cree tenga en él vida eterna. Hechos. Tres pasajes de hechos de los apóstoles. Hechos 10, 42 al 43. Y nos mandó a predicar al pueblo y testificar con toda solemnidad que a este Jesús, que es el que Dios ha designado como juez de vivos y de muertos. De este den testimonio todos los profetas. de que por su nombre todo aquel que cree en él recibe el perdón de los pecados. Ese es el tema de todas las escrituras. Solamente cree todo el que cree en él, en Jesús. Hechos 13 del 38 al 39. Por tanto, hermanos, sabed que por medio de él es anunciado el perdón de los pecados y que en todas las cosas que no pudiste ser justificados por la ley de Moisés, por medio de él, todo aquel que cree es justificado. Hechos 16 del 30 al 31. Y después de sacarlos, dijo, señores, qué debo de hacer para ser salvo? Y le contesta Pablo y Silas. Cree en el Señor Jesús y serás salvo tú y toda tu casa. El tema constante de las escrituras y lo miramos aquí de Jesús es solamente cree y Dios va a obrar y Dios va a salvar y Dios va a sanar y Dios va a restaurar y Dios va a redimir. Y seguimos en la historia en Lucas 8, 51. Y cuando él llegó a la casa, no permitió que nadie entrara sino él. sino sólo Pedro, Juan y Jacobo y el padre de la madre y de la muchacha. O sea, Jesús no, como les digo, Jesús no era como los farsantes de hoy en día. Que si no es toda una campaña, que si no es todo algo programado, si no hay congregaciones grandes, si no hay un espectáculo, no hay sanidades. Jesús lo que hizo es sacó a todo mundo Y entraron solamente el grupo más cercano a él de los apóstoles, el padre y la madre y la muchacha estando ahí en ese cuarto. Y miren lo que hizo el 52, y todos lloraban y se lamentaban. ¿Cómo no? Una niña de 12 años de edad acaba de morir. ¿Sabían ellos que estaba muerta? ¿Por eso lloraban? Pero Jesús les dijo, ahora lo que Jesús dice aquí, para cualquier persona que está doliendo, para cualquier persona que está sufriendo por una muerte, por una pérdida, lo hubiera tomado como un chiste de mal gusto. Porque Jesús les dice, no lloréis, porque no ha muerto, sino que duerme. Ahora, este viene siendo un tiempo serio. No de chistes pesados, de cotorreo. Y en cierta manera, Jesús con lo que dice, cambia el ambiente de seriedad a burla. Porque miren lo que empezaron a hacer, y estoy seguro que no solamente ellos. Estoy seguro que toda persona hubiera reaccionado de esta manera al escuchar lo que Jesús acaba de decir. Y se burlaban de él, sabiendo que ella había muerto. Creo que, en cierto sentido, podemos simpatizar con esta gente. y con el cambio de emoción porque ellos están mirando a la niña muerta y Jesús les dice, pues no está muerta, está dormida. Y yo me imagino a la gente decir, Jesús, nos estás agarrando el pelo. Sabemos de que está muerta. ¿Cómo nos estás diciendo algo así? Yo recuerdo una vez vivir algo así. Terrible. Cuando estaba joven, murió nuestro pastor y un supuesto apóstol. No se puso a decir a todo mundo de que íbamos a orar porque Dios lo va a resucitar y no lo resucitó. No funcionó la oración de este supuesto apóstol. Y él para gloriarse y tomar el espectáculo de que íbamos a ir a orar por él. No funcionó y nuestro pastor no volvió y es un chiste de mal gusto. Yo me acuerdo ese día en el hospital. Yo tenía que unos 16, 17 años. Y hasta el día de hoy me acuerdo. Pero aquí Jesús, Él puede mirar a un muerto como si solamente durmiese, porque Jesús tiene el poder de resucitar de entre los muertos. Cualquier otra persona no tiene este poder y no puede hacer esta gran hazaña, este gran prodigio que Jesús está a punto de hacer. Miren lo que Jesús hace ahí en el 54. Pero Él, o sea, después de que todo el mundo se burló de lo que acaba de decir, pero Él, tomándola de la mano, Clamó diciendo, niña, levántate. Y al instante volvió su espíritu y se levantó al instante. Y él mandó que le dieran de comer. Y sus padres estaban asombrados. Imagínense el giro de emociones que ha sentido Jairo, los apóstoles, la madre aquí. imagínense vivir lo que está viviendo esta gente y lo que Jesús les dice después de que les restaura a su hija y se las entrega y les dicen denle algo de comer Jesús les encarga que no digan a nadie lo que acaba de pasar lo que acaba de suceder ¿por qué? yo me pregunto ¿por qué? porque hoy en día los milagros son los que traen la gente a la iglesia son las campañas los que traen a la gente a la iglesia son los supuestos milagros de que se te hace un pie más largo que el otro o te los enderezan o te salen como se dice en español feelings de oro en las muelas cosas así eso es lo que lo que trae a la gente a la iglesia hoy en día, tristemente. Pero Jesús hace siempre lo opuesto a lo que la convención cristiana, la mente cristiana, piensa. O o o cómo se está ahora desarrollando el el cristianismo. Siempre es el espectáculo para que la gente venga. Y aquí Jesús les dice, no le digan a nadie. Porque ¿sabe por qué pienso yo que Jesús les dice no le digan a nadie lo sucedido? Porque Jesús no quería que su ministerio se se definiera por Por milagros. Por prodigios. Los milagros y los prodigios solamente daban autoridad aquel que venía a hablar la Palabra de Dios. Él venía a ser Dios encarne a hablar directamente el Evangelio que le iba a alcanzar en la Cruz del Calvario. Él venía a proclamar el Evangelio, a proclamar las buenas nuevas y los milagros solamente eran algo que le daban más sustancia al mensaje que Él venía a traer. Y si entre más se divulgaban los milagros y no se divulgaba el evangelio que les estaba predicando, de nada iba a servir de que Jesús viniese. Por eso siempre limita a gente aquí en sana. Les dice no le digas a nadie porque yo no quiero ser conocido por los milagros. Quiero ser conocido por la redención y yo voy a traer. por la cruz que yo voy a sufrir y el evangelio que va a surgir de esa cruz, el cual no solamente va a sanar a la gente, sino que va a salvar a la gente. Los milagros nunca salvan a nadie y nunca lo han salvado a nadie. Los milagros son solamente testimonios para los que ya creen y son piedra de tropiezo para los que no creen. Y cuando Jesús La parte más importante aquí es, cuando vinieron delante de Jairo y le dijeron, ya deja al maestro, Jesús se interrumpe y dice, no, Jairo, no temas, solamente cree y va a hacer sanada. Eso es lo que Lucas nos está tratando de comunicar, de que nuestra respuesta a Jesús siempre debe ser una respuesta de fe. No una respuesta de necesidad, no una respuesta de que tú me das y yo te doy. Si tú me haces esto, yo te hago el otro. La respuesta que Dios quiere escuchar de su gente no es una sí. Es una respuesta de fe y lo que Lucas nos quiere comunicar con estas dos historias es de que esta mujer. descansó en saber de que acercándose a Jesús ella va a ser sana. Ella descansó y confió hasta el final hasta que llegó a Jesús. Y también miramos a Jairo. Jairo también confió desde el principio y aunque las circunstancias lo llegaron a parar de creer, Jesús le dice no temas, cree, sigue creyendo en lo que Dios va a hacer. sigue confiando en lo que Dios va a hacer. Ahora, hoy en día no te garantizo un milagro. Como te digo, si los milagros fueran garantizados, todavía tuviéramos a los apóstoles hoy en día vivos. Porque ellos pudieran seguir haciendo y haciendo y haciendo milagros y nunca morirse. Pero, ¿sabes qué? Después de 21 siglos, Todo mundo muere de una manera o de otra. Yo no te garantizo un milagro. Lo que sí te garantizo es de que si tú continúas creyendo, Dios va a hacer lo que él prometió hasta el final. Oremos Padre, te damos gracias, Señor, por tu palabra. Por mirar, Señor, la gran fe de esta señora, de esta hermana y de Jairo. de este oficial de la sinagoga, señor, mirar la gran fe que ellos nos muestran, y ayúdanos, señor, a aprender de ellos. Y aunque había circunstancias, señor, obstáculos, ellos no dejaron que los obstáculos, señor, los impidieran de acercarse a Jesús y de creer en él. Señor, yo te pido, señor, que tú obres en nuestras vidas, señor, y que no dejes que los obstáculos de la vida, señor, impidan nuestra confianza y nuestro descanso. en aquel que nos prometió la vida eterna. Señor, yo te pido, Señor, que bendigas tu palabra, Señor, y que nos despidas con bien. En el nombre de Jesús lo pedimos. Amén.
(71) Autoridad sin Obstáculos (8)
Series El Evangelio según Lucas
Sermon ID | 9224162402073 |
Duration | 59:05 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Luke 8:40-56 |
Language | Spanish |
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