Muy bien, mis hermanos, quiero
invitarles a que busquemos en nuestras Biblias Marcos, capítulo
7, versos 1 al 8. El tema del mensaje en esta mañana,
corazones alejados de Dios. Corazones alejados de Dios. Marcos, capítulo 7, verso 1 al
8. Nos dice así la palabra del Señor. Los fariseos y algunos de los
escribas que habían venido de Jerusalén se reunieron alrededor
de él y vieron que algunos de sus discípulos comían el pan
con manos inmundas, es decir, sin lavar. Porque los fariseos
y todos los judíos no comen a menos de que se laven las manos cuidadosamente
observando así la tradición de los ancianos cuando vuelven de
la plaza no comen a menos de que se laven y hay muchas otras
cosas que han recibido para observarlas como el lavamiento de los vasos
de los cántaros y de las vasijas de cobre. Así que los fariseos
y los escribas le preguntaron ¿Por qué tus discípulos no andan
conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen con
manos inmundas? Jesús les respondió, Bien profetizó
Isaías de ustedes, hipócritas, como está escrito. Este pueblo
con los labios me honra, pero su corazón está muy lejos de
mí. Más en vano me rinden culto,
enseñando como doctrinas preceptos de hombres. dejando el mandamiento
de Dios, ustedes se aferran a la tradición de los hombres. Dios bendiga su palabra. Oremos
al Señor. Soberano Dios y Padre Tujemora
en las alturas de los cielos. Al acercarnos en esta mañana
delante de tu presencia queremos suplicarte que tú tengas misericordia
de nosotros y que tu palabra, Señor, sea correctamente expuesta
a través de mis labios, Padre, que tú hables a nuestras vidas.
y que si hay algún corazón que haya estado alejado de ti, ya
sea por seguir las tradiciones de los hombres, ya sea por negligencia,
por desidia, en esta mañana al ser expuesto a este tema, este
corazón pueda moverse por el poder de tu Palabra obrando en
sus vidas, acercarse a ti, que venga delante de ti en arrepentimiento
y fe, y tú le concedas Señor el perdón y tú le concedas esa
paz interna de la que gozan aquellos que se han acercado a Cristo. Esto te lo pedimos Padre en el
nombre de Cristo Jesús nuestro Señor y Salvador. Amén y Amén. Mantenga su Biblia allí abierta
mis hermanos. Cuando nosotros leemos en las Escrituras el caso
de cuando Dios rescató a Israel de la esclavitud en Egipto, nos
damos cuenta de que Dios le dio a esta nación en forma escrita
para que consideraran lo que la ley le dio, en forma escrita
la ley, para que ellos consideraran lo que el Dios Santo demanda
de su pueblo escogido, a causa de que este pueblo había sido
separado para Dios. Ese fue el objetivo por el cual
Dios liberó a la nación de Israel de la esclavitud en Egipto. Esta
ley es una ley que pone de manifiesto el carácter santo y justo de
Dios, de modo que ellos no tuviesen una imagen equivocada del Creador,
como habían tenido los pueblos que habían estado por décadas,
siglos, alejados de Dios. Pero con el paso del tiempo,
el pueblo fue dejando de lado el temor reverente al Dios Santo
y temor reverente a su Ley Santa, viviendo de cualquier manera,
sirviendo a Dios de cualquier manera, pero a pesar de ello,
ellos seguían afirmando que eran el pueblo de Dios. Eso es lo
mismo que nosotros vemos en nuestros tiempos, en nuestro entorno.
Y yo siempre tomo como referencia lo que vemos en los artistas
de nuestros tiempos, que hablan mucho de Dios, Hablan mucho de
tener a Dios y que Dios que le da las victorias, le da la popularidad
y la fama, pero en la práctica ustedes saben que son personas
que viven vidas licenciosas, vidas adúlteras, en fornicación,
bajo los efectos del alcohol, de las drogas, maldiciendo, enseñando
a maldecir a la gente, Y evidentemente con esta actitud están quebrantando
la ley de Dios, la ley moral de Dios que sigue vigente para
nuestros tiempos. Entonces estas personas, por un lado dicen tener
a Dios, pero con sus hechos demuestran que Dios no vive en sus corazones.
Eso es para ponerle un ejemplo en el caso de los artistas. Pero asimismo vivió la nación
de Israel. y así mismo vive mucha gente
en nuestros tiempos que se hacen ya más religiosos. Por un lado
dicen tener a Dios, por un lado dicen servir a Dios, pero por
el otro, en sus hechos, demuestran de que realmente efectivamente
a ese Dios a quien ellos dicen servir, no es el Dios de las
Escrituras, no es ese Dios santo, no es ese un Dios que demanda
obediencia, no es ese Dios que demanda consagración absoluta.
Eso mismo pasaba con la nación de Israel. Y ante esto, el testimonio
de la ley y de los profetas siempre les advirtió a la Nación de Israel
de no tomar el nombre de Dios en vano, y siempre les llamó
al arrepentimiento, para que la Nación de Israel adoraran
a Dios en espíritu y en verdad, y no bajo un mero ritualismo
vacío y sin sentido, como muchos religiosos viven en nuestros
tiempos. Pero fue necesario el testimonio en persona del mismo
Hijo de Dios que habló por la ley y los profetas, y que en
esta oportunidad, como nos narra el Evangelio de Marcos, viene
a testificar contra aquellos que dicen que eran el pueblo
del Señor, pero que sus corazones de ese pueblo estaban totalmente
alejados de Dios. totalmente alejado. Comienza el pasaje del capítulo
7 de Marcos a relatarnos un imponado enfrentamiento entre los fariseos
y los escribas en contra del Señor Jesús. Y como veremos más
adelante, este conflicto irá en aumento tal punto que va a
terminar con el complot para matar a Jesús. Pero ahora centremos
nuestra atención en este grupo de personas que viajaron desde
el centro hasta el norte del país que viajaron de Jerusalén
hasta Capernaum, este grupo conocido como los pariseos y los escribas,
estas personas que eran en aquel entonces las personas más respetables
en el pueblo, los que tenían fama de ser aquellos cuyos corazones,
entre comillas, estaban más cerca de Dios, los, entre comillas,
más consagrados, los pariseos, que era un grupo que se autodenominaban
los separados, los separatistas, un grupo que según algunos comentaristas
dicen que se originaron durante la época de los macabeos en el
siglo II a.C. que era el grupo religioso que
habían tomado el control religioso del pueblo judío en la época
de la primera venida del Señor Jesús este grupo que tenían un
conocimiento mayor de las escrituras Este grupo que buscaban practicar
y enseñar a otros a practicarla junto a sus amigos los escribas,
las escrituras, que en su mayoría los escribas también eran fariseos,
pero no todos. Este grupo que se consideraban
entre comillas los más instruidos, eran personas que eran temidas
en alta estima, que se habían ganado un lugar preponderante
en la comunidad judía de aquel entonces estas personas que se
habían dedicado a aprender y a interpretar y a aplicar la ley es precisamente
este grupo de personas que vienen a Jesús pero no vienen a aprender
humildemente de Él No vienen a Jesús reconociendo que las
Escrituras que ellos decían que estudiaban, hablaban de Jesús. No vienen a Él a eso, sino que
vienen a tratar de encontrar alguna forma de hacer caer a
Jesús y a sus discípulos para tener confianza. En nuestros tiempos, mis hermanos,
en nuestro entorno también encontramos, contrario a aquellos tiempos,
personas que no dicen saber mucho, personas que dicen que no han
estudiado mucho, pero personas que dicen que la unción del Espíritu
Santo está sobre ellos, para declarar de parte de Dios lo
que se debe de creer y hacer en Dios. Este es otro extremo,
pero también una dificultad. con esa persona que dice, no
yo no necesito ir a un seminario, para que ir a un seminario si
el señor viene y me revela, yo no necesito preparar un sermón,
para que preparar un sermón si el señor me dice que abre mi
boca y el me la llenara, yo solamente le abro la palabra y de ahí me
le saco ese es un tipo de paristeísmo
pero también hay otro lado en esta época en nuestros países,
en Latinoamérica, donde se oye hablar también en estos tiempos
mucho de la reforma, de iglesias reformadas, pero lamentablemente
sólo de nombre, porque su práctica dista mucho de los pilares de
la reforma del siglo XVI. A nivel mundial se habla de un
nuevo calvinismo promovido por reconocidos pastores y predicadores
de corte reformado. Dicho movimiento se está poniendo
y creciendo, se está poniendo de moda y creciendo mucho, pero
cuando nosotros revisamos cuidadosamente su enfoque, se puede notar que
sutilmente se va alejando de los postulados bíblicos e históricos
proclamados precisamente por ese líder a quienes ellos dicen
ser líderes cuantamente y otros reformadores. Pero muchos consideran
que está bien porque son figuras reconocidas y muy influidas los
que promueven esto. Y hay otros que dicen, no, pero
si la iglesia crece, pues está bien, lo importante son los números.
Lo importante son los resultados. Pero ¿cuál me equivocado? Están
esas personas, mis hermanos. ¿Cuál me equivocado estaríamos
nosotros si caemos en un error debido a este tipo de personas? Le he presentado dos extremos.
Un extremo que es del lado reformado del cual nosotros venimos, somos
parte ahora mismo, y otro extremo de la boca interior que también
está mal. En la época de Jesús, los escribas
y los fariseos eran los más reconocidos pero reñían con la popularidad
que estaba teniendo el Señor Jesús, que había crecido, como
usted ha visto en los sermones anteriores y en nuestras lecturas
anteriores, que la popularidad de Jesús estaba en aumento, estaba
creciendo. La gente oía hablar de Jesús
y corría detrás de Él. La gente oía hablar de Jesús
y no le daba chance a Jesús ni siquiera para comer o para descansar. Estaba creciendo la popularidad
de Jesús aunque ya pronto va a comenzar a decaer en nuestra
serie, lo iremos viendo. Y este grupo, que probablemente
eran miembros del Consejo de Ancianos de Jerusalén, vieron
una amenaza en Jesús, en su popularidad, en el orden, en los beneficios
que ellos habían adquirido como líderes religiosos. De modo que
había que hacer algo, había que pararlo, había que detenerlo,
pero era necesario llenarse de argumentos para acusar a Jesús
y así poder matarle. Por lo tanto, mis hermanos, cuando
los ancianos de Jerusalén ven esta popularidad de Jesús, entienden
de que no es cualquier tipo de persona que debe de ir a rebatir,
a argumentar en contra de Jesús, sino que eran personas instruidas
las que podían hacer estos debates, entrar en estas argumentaciones
en contra de Jesús. y así pudieran levantar entonces
evidencias contra el Señor y así poder formular una acusación
en contra del Señor. Entonces, del centro de la ortodoxía
de Israel, que era la ciudad de Jerusalén, el Consejo de Ancianos
de Jerusalén envían a intérpretes de la ley con aquellas personas
que demuestran externamente el mayor conocimiento, la mayor
interpretación de la ley. ¿Quiénes eran? Los fariseos.
Por eso van estos dos grupos, los escribas y los fariseos. Pero era lamentablemente este
tipo de personas que tenían, a pesar de ser muy religiosos,
a pesar de ser muy estudiosos de las Escrituras, tenían sus
corazones alejados de Dios. Alejados de Dios. A causa, mis
hermanos, ¿ustedes saben de qué? De haber puesto una serie de
preceptos humanos a la Santa Ley de Dios. Y eso precisamente
debería de llamarnos a nosotros a reflexión en esta mañana. ¿Qué tan cerca están nuestros
corazones de Dios? ¿Qué tan cerca están nuestros
corazones delante de Dios? Porque no es sencillamente con
que yo fui a la iglesia, no es sencillamente con que leí las
Escrituras. Hay algo más, mis hermanos. Hay algo más que el
Señor pide de nosotros. Y eso que el Señor pide de nosotros
es que no seamos oidores olvidadizos de la Palabra de Dios. Algo más
que el Señor pide es que no leamos la Palabra y tratemos de justificar
lo mal hecho contradiciendo lo que estamos leyendo en la Palabra
de Dios. Eso era precisamente lo que le
ocurría a este grupo religioso. Y es precisamente el segundo
punto de nuestro pasaje en esta mañana. Y es que Cristo denuncia
a estas personas porque tenían sus corazones alejados de Dios,
aunque parecían cumplir en todo lo que Dios exige. Tenían corazones
alejados de Dios aunque parecían cumplir en todo lo que Dios le
exigía. e incluso condenaban a aquellos
que no lo cumplían. Los versos 2 y 5 de este capítulo
7, si usted puede volver allí, nos ilustran esto claramente.
Los fariseos y los escribas acusaron a alguno de los discípulos de
Jesús de no lavarse ritualmente las manos antes de comer, tal
como lo enseñaba la tradición de los ancianos. Nosotros sabemos
que es saludable lavarse la mano, ¿verdad que sí? Eso lo enseña
Wendy en la escuela, ¿verdad? Sí, así es. Y también Miguelina,
¿verdad que sí? Sobeida, me imagino. Eso es saludable,
mis hermanos. Pero no era lo que ellos enseñaban.
No era el aspecto físico, fisiológico, que estaba involucrado en el
lavarse la mano antes de comer, para evitar posibles enfermedades.
cuando usted ha tenido contacto con el medio ambiente. No era
eso lo que ellos decían, no era eso lo que ellos buscaban. Esa
no era la razón de la tradición que los fariseos y los escribas
denuncian en este pasaje bíblico, sino que era simplemente un ritual. Algunos historiadores dicen que
los pariseos habían impuesto que era necesario antes de orar
a Dios por la bendición de los alimentos estar limpio y ello
se cumplía mediante la ceremonia de lavarse las manos, de modo
que si alguien no cumplía con lavarse las manos, estaría ofendiendo
a Dios porque no estaba puro internamente. No era físicamente,
era internamente para ellos. Estaban ofendiendo a Dios. y
eso es de lo que acusan a los discípulos indirectamente a Jesús
cuando le hacen la pregunta a Jesús ¿por qué tus discípulos no comen?
no se lavan las manos antes de comer no se lavan las manos antes de
comer el verso 3 de este pasaje nos
señala que este grupo religioso y sus seguidores en general se
aferraban rigurosamente a las tradiciones de los ancianos,
se aferraban a esas cosas que les habían enseñado sus líderes
religiosos de generación en generación. y consideraban que dichas tradiciones
eran correctas y no había por qué dejarlas a un lado. Y según
algunos historiadores, se lavaban las manos hasta los jodos para
quedar bien limpios antes de comer, pero no físicamente, sino
espiritualmente hablando. Mis hermanos, muchos hoy simplemente
siguen tradiciones humanas, no importa si son muy antiguas o
relativamente nuevas, pero les fueron enseñadas como correctas
y es muy difícil entonces pensar lo contrario. Me acuerdo que
yo conocí una tradición que decía que cuando una gente llegaba
a la iglesia tenía que arrodillarse, a orar, y nadie sabe de dónde
venía esa tradición. y nadie sabe quién se lo inventó,
y no es una tradición que está mala, al igual que lavarse la
mano no está mala. Ahora, lo que está detrás de
eso sí puede estar malo. ¿Me entiende lo que le quiero
decir? No está malo que usted venga y se arrodille a orar,
nadie le va a decir que está mal. Está bien, está correcto,
incluso nosotros incentivamos que cuando llegamos al Templo
vamos a tener un tiempo de comunión con el Señor. No está malo. El problema es que yo puedo seguir
todos esos rituales. O como el ritual aquel que decía
que comer chicle en el culto estaba mal. Y aquí tuvimos personas
que decían no es bueno comer chicle en el culto. Y quería
imponer eso, que no era correcto. No está mal, no está bien tampoco. Pero lo que está detrás de esa
imposición es lo que puede ser pecaminoso. Y eso es precisamente
lo que vemos aquí con los escribas y con los fariseos. El lavarse
la mano antes de comer puede cumplir con una buena práctica
para cuidarnos la higiene física de cada uno de nosotros. Deberíamos
de hacerlo siempre que vamos a comer algo. Lavar bien los
alimentos también, los alimentos crudos. Pero eso no quiere decir
que si yo dejo de hacerlo estoy cometiendo un pecado. ¿Por qué? Porque el pueblo, los judíos,
los fariseos específicamente, lo veían como algo que era sacrílego
si no se hacía, que era pecaminoso si no se hacía. Dice el verso
4, si usted puede acompañarme de este relato, Marcos 7, que
en general los judíos guardaban muchas cosas sin sentido. Dios no las había mandado. Dios no había mandado a bautizarse
antes de comer, bautizar los vasos, bautizar los jarros y
los utensilios de metal. Y usted dirá, pero, ¿está pidiendo
ahí bautismo? No, mis hermanos, no le está
diciendo, pero el término griego que se traduce ahí como lavamiento,
es el mismo término griego que se traduce más adelante en las
escrituras como bautismo. Por eso nosotros también creemos
que el bautismo no es solamente por inmersión, porque aquí dice
que se lavaba, no se sumergía en las manos. Entonces, cuando
habla ese término griego, bautizar, está hablando de lavamiento. Entonces el bautismo puede ser
también por aspersión. Se hablaba aquí de un lavamiento
ceremonial, pero ¿qué sentido tenía para ese contexto limpiar
ceremonialmente los platos donde se servía la comida o las jarras
de las bebidas que acompañaban la comida? ¿Y qué sentido tenía
para esas personas hacerlo cuando sus corazones estaban alejados
de Dios? ¿Qué sentido tiene usted venir
a la iglesia si su corazón no está aquí en esta mañana? qué
sentido tiene usted cantar un himno si usted no sabe lo que
usted está cantando, si usted no le da sentido a ese cántico.
Esa era la actitud de los fariseos, tenían prácticas externas, prácticas
para hacer vistas por los hombres, para ganarse ese puesto de autoridad
en la Nación de Israel, pero sus corazones estaban alejados
de Dios, alejados de Dios. En nuestros tiempos también,
en el mundo pentecostal, está muy de moda, y creo que no sé
si todavía se sigue usando, pero por lo menos cuando yo me convertí,
se usaba mucho de que, ah bueno, compré una casa, hay que ungir
la casa. Compré un carro, hay que ungir el carro. Cuando no hay ningún mandato
bíblico para ello. no hay ninguna ordenanza bíblica
para ello. Quizás en un tiempo, siglos atrás, décadas atrás,
alguien se le ocurrió que era bonito que cuando se compraba
una casa ir por las paredes uniéndola con aceite y alguien dijo, ¡ay
qué bonito se ve! yo lo voy a hacer cuando compre
la mía y ese lo hizo cuando compró la suya y otro dijo, ¡ah pero
se ve muy bonito, vamos a seguirlo haciendo! y se convirtió en un
vano ritualismo y al día de hoy es inconcebible para muchos pentecostales
el mudarse a una casa sin ungirla, el comprar un carro sin ungirlo.
José Miguel, usted compra un vehículo y ya no lo ungió, ya
se perdió. Es inconcebible eso. Y cuando le preguntamos dónde
hallamos referencia bíblica a esto, bueno, siempre vamos a encontrar
un pasaje bíblico. Ah, que el templo fue ungido,
ok, pero ya no tenemos el templo. El templo era un lugar físico
de la presencia de Dios. Por eso nadie podía entrar, solamente
el sacerdote, el sumo sacerdote una vez al año al lugar santísimo.
Pero ya eso no está en medio nuestro. Ustedes saben dónde
está el templo ahora. nuestros corazones. Nosotros
somos los llamados al templo del Espíritu Santo. Nosotros
somos los llamados a cuidarnos. Nosotros somos los llamados a
unir nuestras palabras, nuestra mente, nuestro ser, y ya no con
aceite, sino con el Espíritu Santo. Hay muchas personas que
parecen cumplir en todo lo que se ha convertido en vano ritualismo,
que no tiene asidero en las Escrituras, y condenan a los que no cumplen
como ellos. Guardan muchas cosas, pero no
son más que tradiciones y cosas sin sentidos, con lenguaje y
apariencia bíblica, pero quienes hacen esto tienen corazones alejados
de Dios. Y en nuestro tercer punto, en
esta mañana, vemos como Jesús denuncia a aquellos corazones
alejados de Dios, aunque dice adorar y servir fielmente al
Señor. Y Cristo, precisamente aquí,
mis hermanos, ¿a dónde acude? A donde usted y yo siempre debemos
de acudir. Ah, no, que tú siempre dices que esa es la palabra,
¿no, mis hermanos? Pero eso es lo que Cristo nos
enseñó. ¿A dónde acude Cristo para rebatir a estos fariseos
y escribas? ¿A dónde acude? a la Palabra. Cristo acude a la Escritura para
aplicar el mandamiento de no tomar el nombre de Dios en vano
en la adoración a Dios, ni en la hora debida a su nombre. Y
también retoma la denuncia de Isaías en su época, esa denuncia
que hizo Isaías al pueblo de Dios de su época, que ofrecían
sacrificios, celebraban fiesta y externamente adoraban a Dios. Muchos en la época de Jesús,
y muchos también hoy, tienen corazones alejados de Dios, aunque
dicen adorar y servir fielmente al Señor, pero no lo hacen de
corazón. De labios proclaman a Dios, y
hasta dicen cosas muy ciertas del Señor, Cuando exponían la
ley, los escribas decían verdad, pero en su aplicación torcían
las Escrituras. Hoy muchos citan la Biblia, algunos
exponen cuidadosamente las Escrituras y hablan verdad de lo que Dios
dice, pero sus vidas niegan lo que con sus palabras enseñan. Que el Señor nos cuide de nosotros
no caer en ese error. Como les decía hace un ratito,
de estos artistas que son los más conocidos. Pero muchas veces
en nuestro entorno tenemos personas que viven así también. Dicen
una cosa con sus labios, pero con sus enseñanzas y con sus
prácticas lo niegan. Sus corazones se han alejado
de Dios. Muchos siguen un ritualismo vacío
y sin sentido. meras formas externas que dicen
adorar a Dios pero su corazón está lejos del Señor. Unos dicen
ser más espontáneos y dicen dar libertad al espíritu y su celebración
no es más que un show. Eso lo vemos en iglesias evangélicas
en nuestros tiempos. ¡Un espectáculo! A veces muy
bien preparado, muy bien organizado, con luces, muy bonito, hasta
con un lugar con aire. Espero que tengamos aire aquí
pronto, ¿verdad? Muy bien organizado. Otras iglesias entonces tienen
esos mismos espectáculos muy improvisados. Entonces si a mí
me ponen a elegir entre el que es improvisado y el que es organizado,
siempre me quedo por el que es organizado. Entonces, estas iglesias
de la prosperidad que tenemos, que abundan mucho, principalmente
en los barrios más ricos de la ciudad, en el centro de la ciudad,
tienen esos espectáculos muy organizados, himnos muy bien
preparados, con muy buena música, buenas luces, buenos auditorios,
y en los barrios tenemos hermanos con espectáculos improvisados,
el mismo espectáculo pero improvisado, con poca organización. unos allá
en la ciudad con su intelecto, otros en los barrios con sus
emociones, pero lamentablemente en muchas ocasiones, no en todas,
alejados de Dios. Alejados de Dios. Acuérdense
que los fariseos eran el grupo religioso dominante de la nación
de Israel. Eran los que se preocupaban de
aplicar la ley al pueblo. pero no estaban realmente comprometidos
con la verdad de Dios. Eso los judíos, mejor dicho los
fariseos, los escribas, pues aunque externamente manifestaban
adorar a Dios, sus corazones estaban muy lejanos del Señor. Sus vidas testificaban que no
tenían temor de Dios en ellos. Lo único que ellos tenían eran
sus costumbres, sus tradiciones, sus mandamientos humanos, que
seguían, pero sus vidas demostraban que no tenían un compromiso de
vivir de acuerdo a las enseñanzas de las Escrituras, esas enseñanzas
de amor, de misericordia y verdad de las Sagradas Escrituras. Lamentablemente,
mis hermanos, eso se ve en nuestro tiempo. Tanto pecado que vemos
dentro de la comunidad evangélica. Nosotros somos los llamados a
proclamar la verdad del Evangelio. Como cristianos, como evangélicos,
me incluyo allí, nos incluimos allí. Pero hay tanto por hacer
en el mundo evangélico. Porque la ignorancia es tal que
cuando una persona comete un pecado, porque es una persona
famosa dentro del mundo evangélico, quieren justificar el pecado.
ah, porque Dios lo uso en aquel entonces, porque Dios hizo aquello
el Señor tenga misericordia, mis hermanos, nosotros no caer
en ese rol ni tampoco de justificar cualquier cosa mala que yo pueda
hacer también como Pastor amo porque el Pastor lo tenemos aquí
siempre y si el Pastor se va, ¿a dónde lo vamos? ¿con quién
nos quedamos? que el Señor nos cuide de no caer en ese rol y
por esa razón yo quiero hacerle una pregunta a usted esta mañana
¿cuál es su compromiso con la verdad bíblica? ¿Cuál es su compromiso
con la verdad bíblica? ¿Esa verdad bíblica se limita
solamente al tiempo de adoración, donde usted públicamente adora
a Dios un domingo como hoy? ¿Se limita solamente al tiempo
de enseñanza durante la escuela dominical? o ese compromiso con
la verdad bíblica involucra cada aspecto de su vida, que cuando
usted salga de aquí en un ratito, usted pueda seguir proclamando
esta misma verdad bíblica allá, en medio de un entorno desfavorable
para usted. Cuando nosotros leemos las Escrituras,
no encontramos con que Jesús denuncia que muchos tienen corazones
alejados de Dios y que habían reemplazado el mandamiento de
Dios por la tradición. ¿Usted sabe por qué? Porque muchas
veces es más fácil reemplazar el mandamiento de Dios por la
tradición, porque la tradición es más fácil de sobrellevar. Y esto lo veremos más adelante,
el próximo domingo, pero por lo menos vea lo que dice el verso
8. El verso 8 de Marcos 7, veanlo conmigo, ahí nos indica que los
escribas y fariseos, a pesar de su conocimiento y aparente
servicio a Dios, siendo guía de ciegos, habían reemplazado
la observancia del mandamiento directo de Dios por la tradición
de los ancianos sobre lavamientos y muchas otras cosas. Es una característica sobresaliente,
mis hermanos, de aquellos corazones alejados de Dios, reemplazar
el mandamiento por una tradición, porque la tradición es más fácil
de sobrellevar. Es la característica natural
en su estado caído del hombre, en ese estado caído y alejado
de Dios. Es la característica que usted
ve en la religión popular en nuestros tiempos, en el catolicismo
romano. Cambian los mandamientos de Dios por las tradiciones.
Es más fácil seguir la tradición de una virgen, de un santo, de
una misa, de una celebración, de una vía cruz, de una promesa. Es más fácil
cambiar los mandamientos de Dios por esas tradiciones. Porque
cuando se celebran ya ahí todo terminó. Y eso lo vemos que comenzó
con Adán. Adán prefirió hacer su voluntad
y comer del árbol que Dios prohibió en lugar de cumplir el mandamiento
de Dios. Y luego se justificó a sí mismo
diciendo que fue la mujer la que le dio de comer. Los fariseos
y los escribas prefirieron cumplir las tradiciones en lugar de cumplir
la palabra de Dios. Hoy muchos tratan de servir a
Dios por medio de tradiciones en lugar de servir a Dios por
medio de su palabra. Se honran unos a otros en lugar
de honrar a Dios. Prefieren ser vistos de los hombres
que ser vistos por Dios. Muchos prefieren hacer lo que
hacen los demás porque todos los hacen que obedecer a Dios
y ser diferentes y hasta ir en contra de los demás. No, si eso
está dando resultado, vamos a hacerlo. pero Dios lo ha pedido, Dios
lo ha mandado, Dios lo ha ordenado y es por esa razón que entonces
no hay república dominicana pero en países que tuvieron como sus
inicios la palabra de Dios se han apartado totalmente de ello
entonces vemos ahora en esos países a pastores aprobando el
matrimonio homosexual vemos la ordenación de mujeres, eso se
ve aquí, al ministerio, y en esos otros países, creo que aquí
todavía no se ve, la ordenación de homosexuales al ministerio. la ordenación de personas no
calificadas por la Palabra para el Ministerio, y muchas otras
cosas semejantes, sólo para cumplir las metas de crecimiento y toda
suerte de deseos egoístas, no importa si esos sean contrarios
a las Escrituras, y hacen todo esto en lugar de hacer las cosas
conforme a lo que Dios manda en Su Palabra. Mis hermanos,
como usted puede haber visto, hoy también es pertinente la
denuncia del Señor. Esa denuncia que el Señor hizo
en contra de los escribas y fariseos, también hoy es pertinente hacer
esa misma denuncia en contra de aquellos que condenan a sus
hijos por no hacer igual que aquellos que están con corazones
alejados de Dios. Los discípulos, acuérdense que
la denuncia no fue contra Jesús, fue contra los discípulos. Los
discípulos habían sido llamados, habían sido comisionados, habían
sido equipados para seguir a su Señor. Los fariseos y escribas
se juntaron sólo para encontrar cómo acusar a Jesús a través
de la falta de sus discípulos. Mis hermanos, hoy también hay
un remanente que es llamado a ser fiel al Señor. Hoy también hay
un remanente que sufre persecución y crítica de los que tienen corazones
alejados de Dios. Hoy usted es llamado a formar
parte de ese remanente que se mantenga fiel a lo que Dios ha
hablado en su palabra, haciéndose de oídos sordos aquellos que
se dicen ser religiosos dentro del mundo evangélico, pentecostal,
reformado y católico romano, porque en todos los ámbitos hay. Y usted es llamado como cristiano
a mantenerse cercano a Dios. Usted es llamado como cristiano
a mantenerse aferrado a lo que Dios ha hablado en su palabra.
No inventar cosas. A conocer la palabra cabalidad
para que no sea engañado, para que no sea desviado de la verdad.
Usted es llamado a acercarse a Dios a través de su palabra.
Usted es llamado a mantenerse en esa palabra a pesar del vituperio,
a pesar de los ataques, a pesar de los que se le opongan, a pesar
de lo que le digan, pero tú eres muy fanático con eso. usted es
llamado a mantenerse cerca de Dios. Porque hay muchos que aunque
en apariencia están más cerca por su aparente consagración,
instrucción y reconocimiento, esas personas, al igual que los
fariseos y los escribas, están lejos, muy lejos de Dios. aparentan cumplir en todo, pero
en la práctica están condenados y están llevando a muchos otros
al infierno porque se han aferrado a tradiciones y costumbres de
hombre sin sentido. Que Dios nos libre de ser como
aquellos cuyos corazones están alejados de Dios, aunque dicen
adorar y servir fielmente al Señor, pero no de corazón, no
comprometidos con la palabra de Dios, reemplazando los mandamientos
de Dios por tradiciones de hombre. Que el Señor nos libre de esto.
¿Cómo está su corazón? ¿Alejado o cercano a Dios? ¿cómo
está su corazón en esta mañana? en la práctica usted dice creer
una cosa pero en la práctica demuestra lo contrario ¿cómo
está su corazón? ¿está cercano o alejado? cualquiera
que sea nuestra condición ya sea que estemos cercanos o alejados
si estamos cercanos la invitación es que se siga manteniendo allí
a la luz de su palabra que se mantenga allí cercano, que mantenga
ese fuego del Señor en su vida. Y si está alejado, la invitación
es que venga delante de Él, porque Él dice en Su Palabra que todo
aquel que viene a Él, Él no le echa fuera. venga delante de
él, confiese sus culpas, confiese sus pecados, arrepiéntase de
ellos, comprometase con su palabra y usted puede estar seguro que
Dios se glorificará en su vida y comenzará a hacer de usted
ese instrumento en las manos de Dios para la gloria de Dios
y para el beneficio de todo el país rodeado. estemos de pie
mis hermanos y oremos y clamemos al señor por misericordia para
que diario y efectivamente nos lleve a mantener esa íntima comunión
con él a pesar de que en nuestro entorno veamos que todo se derrumba
que todo se viene abajo que nosotros nos mantengamos firme con la
verdad del evangelio cercanos al señor