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Bienvenidos, hermanos. Vamos a leer Efesios capítulo 3, versículo 1 al 13. Aunque en su título tenemos allí el ministerio del apóstol Pablo a los gentiles, o sea, porque Pablo es nuestro apóstol, también vamos a aclarar y declarar hoy en día, no como el tiempo moderno de declaración. sino como creyentes y la iglesia gloriosa de Dios, la maravillosa sabiduría de Dios, a los principados y potestades. Entonces Pablo comienza en el capítulo 3, verso 1. Por esta causa yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús, por vosotros los gentiles, si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros, que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente. leyendo lo cual podéis entender cual sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu, que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del Evangelio. del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder. A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios que creó todas las cosas. para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la Iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor. en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él. Por lo cual, pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria. Amén. Te damos las gracias, Señor, que en todo el universo y en manera especial en esta tierra se hace lo que es tu voluntad. Gracias por hacernos partícipes de esta verdad de saber que adoramos al Dios vivo y verdadero con pleno entendimiento, con pleno conocimiento. Gracias que tú has alumbrado los ojos de este entendimiento y que nuestros ojos, nuestra mente, nuestro corazón, todo nuestro ser pueden proclamar a una la gloria de tu nombre. Aleluya aquel que nos quiso redimir, salvar y lo ha logrado. Grandes y maravillosas son tus obras. Gracias, oh Dios, que nosotros, los gentiles, por medio de este apóstol que tú llamaste y elegiste, el Evangelio ha llegado hasta este lugar, hasta nuestros días, a nosotros que estamos vivos, que respiramos en el día de hoy, y que nuestra boca y no otros, que nuestro ser y no otros, Señor, estamos alabando y dándote gracias. por la obra maravillosa que tú has hecho en nosotros, de la cual hemos sido participantes y por el cual te amamos porque tú nos amaste primero. Bendice esta congregación como lo has hecho a través de los años. Bendice a los oídores para que sean hacedores de tu palabra. Bendice sus familias y sus hijos, sus hijas. Bendice sus generaciones, oh Dios, como tú enriqueces Cada generación de aquellos que aman y guardan tus mandamientos. Hasta mil generaciones. Por ello te alabamos. Porque aunque nosotros somos breves y hay más tiempo que vida, te alabamos, oh Dios, porque tú eres para siempre. Tú continúas. Y por eso oramos por aquellos que han de venir. Oramos por aquellos que están aquí en este momento y no son tus hijos. no te conocen, quizás te han oído de oídas, quizás ven en otros algo de lo que tú eres, pero cuán maravilloso es que tú te puedas revelar a ellos y que ellos puedan clamar a este Dios y hacerlo su Dios. Bendice por lo tanto a tu pueblo en esta mañana en el nombre precioso de Jesucristo, de aquel Rey que viene, sin duda vendrá. y proclamará la gloria de tus obras y tus hechos. En ese nombre precioso esperamos. Amén. Nos quedamos en la obra de Cristo en que cuando hablábamos de que únete a esta iglesia viva y gloriosa, qué bueno que apareció, en que somos su hogar, somos su morada, nosotros somos el templo de Dios, donde no hay judío, griego ni circuncisión, bárbaro, onisí, de esclavo, libre, según lo dejamos nosotros hace algunas semanas atrás en Colosenses, capítulo 3, versículo 11. Es una nueva humanidad, el Señor ha hecho una nueva creación y estamos en paz con este Hacedor y este Redentor. Por lo tanto, a eso que me refiero cuando te unas a esta iglesia, viva, gloriosa, es un organismo donde no hay límites. no hay barreras no estamos hablando de una iglesia en el sentido organizacional que tenga un nombre que esté incorporada por el estado o las leyes de la florida no hablo de aquella religión o aquella iglesia donde mucha gente dice no yo tengo mi religión y ni siquiera sabe lo que cree en esa religión ni sabe lo que espera ni sabe lo que es su responsabilidad para con otros como muchas veces se lo he indicado a ustedes O sea, tú puedes tener una religión o no religión, o aquel que dice que es agnóstico ateo, esa es su religión, eso es lo que practica. ¿Pero cuál es su responsabilidad? Sólo el cristianismo tiene la responsabilidad de manifestar lo que cree, de predicar lo que cree, por una simple y sencilla razón, es algo que ha recibido, lo hemos recibido, no ha sido algo impuesto. Entonces a eso es que yo me refería o decía, únete a esta iglesia viva y gloriosa. No que te veamos, o bueno verte cada domingo, pero es en el hecho de que realmente nosotros conocemos al Señor y es Cristo que mora en nosotros, que somos su iglesia. Entonces ahora nos toca en esta obra maravillosa de Dios proclamar esa maravillosa sabiduría de Dios. ¿Cuál es esa hermosa sabiduría de Dios? El Evangelio, con todos sus partes e ingredientes, como en una u otra forma lo veremos en esta mañana. Así que la conexión, como dice allí, no se hace esperar entre lo que ha sido antes y lo que es ahora, lo que el apóstol va a exponer. Ese misterio ha sido ya develado. No es más un misterio. Tanto judíos como gentiles se hallan juntos en la iglesia gloriosa, la iglesia del Señor. Muchos se esfuerzan en hacer la separación. Se ha dado cuenta en este tiempo. Israel es una cosa, la iglesia es otra, y Pablo, lo que se esfuerza siendo él judío, nos dice, no, ya no hay esa barrera de separación. Al contrario, Dios ha hecho un solo pueblo. Así que como un resumen de lo que Dios había hecho, va a dar él un resumen de lo que Dios había hecho por medio de él, de que él estaba predicando a Cristo tanto a judíos como a gentiles, y por ello se encontraba preso. No nos parece en este tiempo que alguien debe ser preso por cuestiones políticas o por cuestiones religiosas. Hemos avanzado en la civilización mucho tiempo, pero todavía lo vemos. Todavía hay presos políticos que cuando hay gente que no comparte lo que el gobierno quiere imponer, lo meten preso, lo fusilan, lo desaparecen. Y esa es la historia de toda Latinoamérica o de todos nuestros países donde se entiende este idioma común de Cervantes. Dictadores han matado. y siguen matando gente. Desaparecen porque no están de acuerdo con una política. No defendemos ningún tipo de política. En el tiempo del apóstol Pablo, él estaba preso, pero preso por predicar el Evangelio. Eso era un arresto domiciliario donde le permitieron muchas libertades porque era ciudadano romano. Pero en ese tiempo, pues, si tú no creías en los dioses romanos, que habían sido devenidos o venido de los griegos en una parte, pues te mataban el emperador, César tenía que ser un heredero del trono por boca de Dios. Pero por causa de hablar el evangelio de este rey Jesús, de este verdadero emperador, entonces metían a muchos cristianos a la cárcel y Pablo era uno de ellos. La mayoría de estos presos en moderno, se consideran inocentes. Pero Pablo era culpable de predicar el glorioso Evangelio y por ello es que él se encontraba en la prisión. Pero también hay algo que ocurre en la mente de nosotros los seres humanos, que cuando Pablo dice, por esta causa yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús, por vosotros los gentiles, y comienza a develar este misterio. ¿Cuál es ese misterio? Bueno, los judíos pensaban que eran los únicos favorecidos en conocer a Dios, en tener acceso a Dios. Pero Dios llama a Pablo, que era un judío, y le dice, no, los gentiles también están incorporados ahora, porque ese ha sido mi plan desde el comienzo. Y él iba y predicaba en la sinagoga. Habían judíos y habían prosélitos, o sea, gentiles que creían en el mensaje de Moisés. pero como alborotaban y cambiaban, o sea, no hay nada que produzca más tristeza o peligro, inseguridad en los hombres, como que alguien te haga sacudir lo que tú crees. La gente no quiere cambios y el evangelio te cambia. Tú no puedes seguir viviendo en la manera como has vivido cuando conoces el evangelio. Esto que trastornan el mundo entero han llegado aquí. La gente quería ayudar a seguir adorando en su templo de la diosa Diana. ¿Recuerdan la comparación que hicimos? Grande Diana de los Efesios. La gente defiende sus templos, defiende sus creencias, y cuando alguien viene y te cambia aquello, como Jesús vino y le cambió aún la idea de los escribas y fariseos, que no estaban muy lejos de la verdad, porque lo que diferían era de la interpretación de la escritura que Dios les había dado. Entonces, estos gentiles que sí adoraban a sus dioses paganos, entre comillas, se sintieron amenazados. Y por eso Pablo estaba preso, por causa del Evangelio. era culpable de predicar este glorioso evangelio. Y muchos creyentes siguieron también los pasos, porque ellos, según nos narra la historia, el emperador romano pedía que fuera adorado, pero ningún creyente, o sea, ninguno de nosotros, yo asumo esto siendo creyente muchos años, pero yo jamás me arrodillaría ante un hombre. mucho menos le besaría la mano o el anillo que ostenta como si fuera algo religioso que le da poder para que tú puedas entrar a los cielos. O sea, el creyente definitivamente no es una persona idólatra. El cristiano no se inclinará ante ningún hombre o mujer que vivan o que represente algún tipo de imagen porque ha entendido bien. En términos un poco complicados, pero más refinados, somos iconoclastas. Y yo sé que algunos lo anotan. En nuestro sentido común ya regenerado, no podemos adorar a algo que el hombre mismo ha hecho. Lo repito, no podemos adorar o asignarle poder a algo que el hombre mismo ha elaborado y hecho con un material que ha sido creado por Dios y por lo tanto no es Dios porque no somos panteístas. Por eso el pecado, uno de los pecados más graves ante los ojos de Dios y que le costó al pueblo de Dios de la antigüedad entender mucho, es dejar la idolatría. Y es increíble que en el tiempo moderno nuestros ídolos son más sofisticados. Porque hay gente que dice, no, yo no voy a adorar a nada de esto. Pero a veces ves cómo tratan a los hijos, cómo tratan a los cónyuges, cómo tratan su economía, cómo tratan su manera de yo mismo ser, cómo tratan sus pensamientos. o lo que ellos son, se vanaglorían en lo elevado de la estructura de su mentalidad y de su intelectualidad y son idolatras. Cuando tú y yo somos creyentes, no es que somos iconoclastas en el sentido de lo material, hablando y refiriéndonos a la escuela dominical. Hay mucha gente que tiene ídolos que no se pueden palpar. y le son un obstáculo. Y una de las cosas que aprendemos con el paso del tiempo es que Dios no compite con nadie. Es algo que tú y yo tenemos que aprender. Es algo en lo que Dios te va llevando a través de la vida y te dice, ¿qué es lo que tú tienes delante de mí? ¿Cuál es ese obstáculo? Él lo va a quitar. Él es el maestro de maestros. Yo no hago más que repetir lo que el Maestro me ha enseñado a mí o lo que va a enseñado a otros y que uno como experiencia lo pasa. Así que a Pablo le fue dada esta revelación de acuerdo al versículo 2 y 3. Si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros. La carga que Pablo recibió fue que él sería llamado a predicar esto a los gentiles. Entonces, cuando tú lees Galatas, guau, no eran judíos. No estaba en la región. Efesios, Colosenses, la odisea, todo lo que se nombra, todo el camino que Pablo recorrió en sus tres viajes misioneros, donde uno va y va, comienza a viajar y a conocer gente de toda nacionalidad. Y que Pablo dominaba varios idiomas y podía hablar y comunicarlo. a él se le encargó el hecho de predicar este evangelio a nosotros. Y Dios hace siempre cosas que la gente, o sea, tú y yo aprendemos de cómo Dios obra, porque él iba furibundo a meter a cristianos a la cárcel y aún matarlos. Camino a Damasco, ¿No has oído a gente que muchas veces me voy a tal lugar porque ahí voy a trabajar y voy a progresar o ahí puedo hacer yo mi vida como a mí me da la gana y a sembrar esto, a cosechar lo otro y a trabajar y a estudiar y comienzan a elaborar su plan o como Proverbios dice, dice todos los caminos del hombre como él lo planea le parecen justos, pero Dios es el que determina el final. Los deseos del hombre pueden estar en sus manos, pero la balanza se inclina a lo que la providencia de Dios quiere. Así que a él le fue concedida esta administración. Por eso él es el apóstolo a los gentiles. Nota que hasta en eso la gente hispana está equivocada, porque dice, no, no, no, yo tengo mi papa y el primer papa fue Pedro. Vas a la Biblia y te dice, no, tu apóstol es Pablo. ¿Sabes por qué? porque a Pablo Dios lo llamó para predicarnos a nosotros los gentiles. Pedro lo comprendió, Pedro lo entendió, pero nuestro apóstol aquí en Laquín, Dios se le reveló y le dijo, mira, este es un misterio que ha estado escondido. Este es una revelación dada a ti, porque el judío no quería saber nada de esto. Por revelación me fue declarado el misterio como antes lo he escrito brevemente. O sea que los efecios entendían claramente la razón de por qué Pablo estaba comunicando esta verdad del evangelio. Es que no importa lo que tú hayas sido, ni quién hayas adorado, ni que tuvieras un cuadradito allí decir este es el dios no conocido o yo no tengo un dios a quien adorar, él fue llamado para predicar del dios vivo y verdadero que envió a su hijo Jesucristo para que por medio de él tú tengas el perdón de tus pecados. Dios le concedió esa administración. O sea, era la economía de Dios, era la mayordomía de Dios de decir, Pablo, este es tu ministerio, yo te voy a llevar y te voy a enseñar lo mucho que tú tienes que padecer por llevar esto. Por eso ya lo vamos a ver, o lo va a enseñar el maestro, que Pablo decía, yo llevo las marcas del Señor Jesucristo. hoy en día ese cristianismo barato de que tú no tienes nada que sacrificar o que sufrir no está en la escritura si tú eres llamado por el evangelio a ser un cristiano y a vivir el evangelio te va a costar el oprobio de la gente la burla de la gente y no sabemos por qué caminos el señor nos va a llevar pero lo preferimos andar en el camino angosto y no en el camino ancho entrar por la puerta angosta y no entrar por la puerta ancha que conduce a la a la perdición porque todo esto fue para nuestro beneficio conocer a Dios pero conocer a Dios no quiere decir que tú no vas a tener ningún problema económico ni de salud ninguna carga nota aún Moisés cuando Dios se le revela en la zarza ardiente y Moisés era un hombre de ochenta años y había aparentemente 40 años perdido en Egipto como un capitán, etcétera, o 40 años en el desierto con Madian viviendo arrimado con su suegro y pastoreando ovejas, algo por lo cual no había sido entrenado, según él o lo que pensamos nosotros, pero como un general o como un capitán podía guiar al pueblo y podía apacentar el pueblo de Dios después en su peregrinación por el desierto. a él, a Pablo, le fue revelado del cielo porque como fariseo exclusivista nunca hubiera ido a los gentiles. Esa administración la vemos nosotros, no tenemos el tiempo, pero quizás sí, porque en Hechos 13, 47 hay dos o tres pasajes que podemos mirar antemano que vamos a leer, a usarlos después en el mensaje. En Hechos 13, que nos narra Lucas los viajes misioneros del apóstol Pablo, del Espíritu Santo, cómo ellos comienzan esa peregrinación en el capítulo 13, versículo 47, el apóstol nos dice, o Lucas nos dice, porque así nos ha mandado el Señor diciendo, te he puesto para luz de los gentiles a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra. ¿Recuerdan cuando Jesús resucitó y mandó a su discípulo? Aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Id y vayan y prediquen este evangelio hasta los confines de la tierra. Pablo fue llamado para ir a los confines de la tierra, de la tierra conocida en aquel entonces. Noten no solo el versículo 47, sino también el versículo 41. Mirad, oh menospreciadores y asombrados, y desapareced, porque yo hago una obra en vuestros días, obra que no creeréis si alguien os la contare. ¿A qué se refería Bacuc? Se refería a que los gentiles iban a entender, a comprender, a recibir el Evangelio. que era para nuestro beneficio nosotros que no habíamos nacido bajo las promesas, los pactos y todo lo que implicaba ser judío en aquel entonces. Y por eso dice, cuando salieron ellos de la sinagoga de los judíos, verso 42, los gentiles les rogaron que el siguiente día de reposo les hablase de estas cosas. Ellos le persuadían a la multitud a que perseveren en la gracia de Dios, entiéndase el Evangelio. Así que este apóstol plugó a Dios usarlo para predicar este Evangelio a nosotros, los gentiles. Y este saber no era una vanagloria para el apóstol Pablo, volviendo a nuestro pasaje en Efesios capítulo 3 versículo 4, leyendo lo cual podáis entender cual sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, no era una vanagloria. porque Dios le reveló este conocimiento, cómo él y solamente él, Dios, le pudo hacer el clic de entender por qué tenía él que ir y predicar el evangelio a los gentiles. Cuando Dios da la comisión, da el conocimiento. Bueno, ustedes saben, uno como creyente, como cristiano, uno siempre está rodeado de gente. ¿Tú estás rodeado de gente en alguna u otra manera? Ir a Nueva Inglaterra es una experiencia. Cuando digo Nueva Inglaterra, hablo de todos esos estados. Mi hija vive en el estado de Massachusetts, en la parte sur más pegada a Rhode Island. y en Rhode Island es donde llegó Roger O'Williams, por ejemplo, ahí ese Estado es conocido por separación entre Estado e Iglesia, que no era así, es algo que hoy en día se ha mezclado demasiado, pero ciertamente tiene que haber una separación de Estado e Iglesia, eso es un distintivo bautista, no de la Iglesia, pero un distintivo bautista. Todavía está la iglesia y hay calles que se llaman Williams, etcétera. Hoy día la gente vive, no hay un lugar más liberal como la Nueva Inglaterra, en todas las escenas de lo que usted puede imaginar, es irrepetible, en muchas cosas, en la confusión de perversión que hoy día vivimos. Pero cuando Dios llama, Él te da el conocimiento. Y le traía esto porque, bueno, yo fui al hospital dos veces, o sea, cuando ya mi hija comenzó con los dolores de parto, etcétera. Y cuando ya fue de verdad, porque usted sabe que a veces eso demora, ¿verdad, mujeres? Bueno, yo no podía entrar, eran solo tres y ya estaba completo. Entonces, yo estaba aquí. sentado en el lobby, me dieron permiso para estar en el lobby, es un hospital solo para mujeres infantes. Muy interesante y el trato muy bueno en ese aspecto, muy profesional, y toda la gente que trabaja ahí es solamente para mujeres infantes, o sea, mujeres que van a dar a luz, que están en el estado grávido del embarazo, ya dan a luz, etcétera, para que se vayan a la casa. Todos esos pasos, toda la gente que estuvo ahí, se notaba que esa era su especialidad, No era alguien que estaba inventando, no, no, su especialidad era eso. Aún hasta los fotógrafos tan entrenados como tomarle fotos a un recién nacido, bueno. Y entonces me tocó sentar ahí, pero yo vi tres personas que estaban hablando en español. Y ya como uno aprende su oído, eran colombianos los tres. Y como siempre, uno comienza a hablar, ¿no? Y ellos comienzan también a hablar. Y cuando saben, no, yo soy de Miami, le digo, yo vivo ahí en Miami. Estaba mi hija y he venido para verla. Y uno de ellos, como no falta, dijo, yo tengo un hermano. Él pelea, yo peleo mucho con él porque él va a una iglesia allí en Miami. Creo que es algo de Rey Jesús. Y dije, bueno, yo no tengo ni descanso aquí de esto. Y entonces uno, yo le digo, pero ¿sabe qué? Eso no es iglesia. porque estás hablando con un incrédulo que es tan confundido y que la gente habla de iglesia y habla de religión y no habla claro y piensan que todo es igual, lo mismo. Entonces le dije, mire, eso no es iglesia. Ahora yo voy más claro. Hay una, la mayoría de las cosas que tú puedes ver y entender de aquí afuera o Miami o en cualquier otro sitio es que tenemos una apostasía rampante. Hay muy poca gente contado con los dedos. y déjame ponerme, incluirme ahí, que predican el evangelio, no en vanagloria, sino que tú puedes discernir cuando alguien predica, enseña el evangelio como debe ser o no, si solamente es para su propio beneficio. Entonces le digo, bueno, usted tiene razón en lo que hable, en lo que dice, pero eso no es un iglesia. El evangelio de lo que parte es primero que usted tiene que tener información, le digo. Hay cuatro evangelios que nos dan la información para que tú puedas sopesar, medir, conocimiento. No porque el conocimiento te lleva a la fe, pero tú tienes que, cuando yo te digo arrepiéntete de tu pecado, ¿para ti qué será pecado? ¿De qué tienes que arrepentirte? o que tienes que creer en el Señor Jesucristo, que es el verbo que emplea el apóstol Pablo y la Biblia, recibir al Señor Jesucristo cuando te han predicado ya el Evangelio, o rechazarlo cuando habla de entrar por la puerta estrecha, cuando la Biblia te habla de todos esos desafíos que tú en tu voluntad consciente tienes que hacer para creer en Dios, no está basado en la ignorancia. tú tienes que tener una información. Le decía, hay cuatro evangelios, que fue realmente lo único que le pude decir, porque cada quien después tomó su camino y tenían que irse. Y estamos hablando que era cuatro de la mañana. No estamos hablando de que era de día. No, era cuatro de la mañana, en el asiento más incómodo que he estado en mi vida. Y ahí dormí, no sé en qué posición, pero descansé ahí una. Y dije, aquí estoy yo con mis 65 años, durmiendo en el lugar más incómodo, esperando que mi hija dé a luz. Bueno, por lo menos su mamá estaba allá arriba, etcétera, ¿no? Pero no dejamos de pasar las cosas de la vida. ¿Me dejo comprender? Pero hablándole, me dice, hay cuatro evangelios. ¿Sabe cuáles son? Le pregunté. No. Obvio. No sabe cuáles son los cuatro evangelios. Está discutiendo de religión y de iglesia. Mira, porque eso lo que hacen todos es plata. Que si un libro, plata. Fueron palabras de él, ¿no? Que hay una conferencia para matrimonios, plata. Y los jóvenes, plata. aquí está alguien que alguien le está hablando del evangelio que tiene un hermano que va a una religión y jamás le ha podido decir mira, lee, comprende los evangelios esa es la información Mateo, Marcos, Lucas y Juan yo ni siquiera había oído de eso y eso es lo que tú y yo tenemos que lidiar día tras día porque esos evangelios se escribieron ¿Por qué Lucas escribe hechos? ¿Por qué el apóstol está escribiendo a los efecios, a los colosenses? ¿Por qué tenemos 27 libros en el Nuevo Testamento? ¿Por qué hay 39 libros en el Antiguo Testamento? Para que podamos tener entendimiento y conocimiento de lo que creemos. Para que no nos den gato por liebre. Así que ese don de impartir la verdad del evangelio, hay que partir por el conocimiento. A Pablo Dios le dio el conocimiento, le dio esa revelación. No solamente da la conmisión, sino da la experiencia, el don para impartirlo. Es algo que Dios da para poder comunicar este evangelio. Y ahí pongo yo, es como la parte del Mesías, la parte de la Aleluya. Para mí, fantástico, aunque yo tengo dos oídos izquierdos o cero en cuanto a música, alguito, ¿no? En nuestra escala me enseñaron cuál era el do, re, mi, fa, sol, la, si, do, otra vez. Y sé lo que es un pentagrama y puedo empezar dónde es que va el sol. Es todo mi conocimiento. Ahora, ¿cómo suena? Yo admiro a aquellos que son músicos y que leen el pentagrama y dicen, este es Sol, y suena Sol, Sol, Sol, Sol, Sol. No, no es ese, no, pero le digo como idea. Do, do, do, do. Y ay, qué bueno. que lo pueden entender. Y pongo esto porque Handel estaba pasando una crisis cuando él compone este Mesías. Algunos dicen que ya estaba viejo, que ya estaba acabado, pero es una obra fantástica en el sentido de cómo tú vas a través del Evangelio con el conocimiento. Igual fue mi experiencia de verlo y que nadie me lo contara, aunque hay que pagar para ver la Capilla Sixtina de Miguel Ángel. Y uno mira aquello y dice, es que este hombre tuvo que tener la Biblia abierta para poder hacer todo lo que está en la Capilla Sixtina. ¿De dónde lo sacó? De la Biblia. La gente, muy poca gente, dominaba el arte de leer. Es un arte saber leer y entender lo que lees. también reclama un arte espiritual, leer la Biblia y entender por el Espíritu Santo lo que quiere decir. Y ese fue Pablo. Él, Dios le dio ese entendimiento, le dio la comprensión, y por eso es que tenemos nosotros el Evangelio que está siendo predicado por este servidor en este tiempo. Dice el versículo 5 y 6, misterio, ¿cuál no es un misterio? No es porque no se podía saber en aquel entonces, misterio que en otras generaciones, estaba hablando generaciones anteriores de los profetas del Antiguo Testamento, no se dio a conocer a los hijos de los hombres como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu. ¿Recuerda cuando cantamos el fiel consolador? ¿Recuerdan cuando Jesús dijo, el consolador vendría a ustedes? Tú y yo entendemos ahora, no porque alguien te lo enseña o te lo explica en una buena manera, sino porque tienes el consolador, el Espíritu Santo, que te hace entender y comprender la verdad de Dios. Cuando la gente no entiende, de nuestro lado dices que no tienes el Espíritu. No eres creyente. Y por eso harás toda clase de preguntas que muestran solamente tu incredulidad. Porque cuando uno es creyente, entonces uno entiende lo que está revelado, lo que ha sido escrito. Y ahora, dice, el velo se ha descorrido. Así que profetas como Isaías, Amós, Oseas, hablaron de las bendiciones que los gentiles recibiríamos. Pero a ellos no les fue claro que con la venida del Mesías y el derramamiento del Espíritu Santo con sus dones, la antigua Teocracia sería completamente abolida y en su lugar se levantaría un organismo en el cual gentiles y judíos serían puestos en un plano de perfecta igualdad. ¿Tú sabes por qué Dios eliminó esa teocracia que algunos quieren revivirla? Porque piensan que esa gloria del Antiguo Testamento debiera venir en el futuro. Pero esto es lo que Dios ha hecho. Tú no puedes ir contra lo que Dios ha establecido. El Señor ha quitado esa teocracia. Y se la quitó no cuando Cristo vino, sino mucho antes. todo el esfuerzo de Judas Maccabeo en la historia, de poder tener a alguien en el trono y decir, este es el rey que ha sucedido. Mira, lee Jeremías o lee Isaías, y lo que hizo Joaquín, y lo que hizo Sedequía, y lo que hizo el rey de Babilonia fue decapitarlo, poner ciego a otro. Y no quedó alguien de la familia real que pudieran decir, este es el rey de los judíos. Hasta que los magos del oriente llegaron a Jerusalén, o los sabios, y dijeron, ¿dónde está el rey de los judíos? ¿Cómo? Si el que está ahí reinando en Judá es un idumeo, es Herodes el Grande. Y después vino Herodes Arquelao, Herodes Arquelao II, etc. Ellos no tenían más una teocracia porque el Señor levantó un nuevo rey, un rey cuyo reinado no tendría fin ni límites. judíos y gentiles estamos puestos ahora en un plano de igualdad, al pie del calvario, en el Golgotha cruel, pero eso muchos creyentes ni siquiera lo entienden hoy en día. El capítulo 1 del versículo 10 de Pedro, primera de Pedro, Pedro sí logra comprender y él mismo dice como también hay algunas cosas medias complicadas que el apóstol Pablo les ha escrito en segunda de Pedro. Pero Pedro había entendido bien el mensaje del evangelio. Dice en el capítulo 1, el versículo 10, los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros. Él estaba hablando ahora en primera de Pedro no son judíos. Fíjate que es expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Cappadocia, Asia y Bitinia. O sea, está hablando de una región inconmensurable comparado con los pocos kilómetros cuadrados que puede tener la región de Palestina. Así que a toda esta multitud de creyentes, entre judíos y verdaderos creyentes cristianos que han salido como gentiles, se han convertido al cristianismo. Dice, los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación. ¿Cuál salvación? La de Cristo Jesús. escudriñando qué persona? Cristo. Y qué tiempo? El tiempo en que Cristo vino. Indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo y la gloria que vendrían tras ellos. A esto se le reveló que no para sí mismo, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas, por los que os han predicado el Evangelio, por el Espíritu Santo enviado del cielo, cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles. Pablo, lo que está diciendo es que tú y yo ahora, a esos ángeles que miran, principados y potestades, estamos declarando la realidad de la salvación de Dios en nosotros, de ese poder de la salvación que Dios ha mostrado en nosotros. Así que esto es lo que él está diciéndonos a nosotros. Cabe aclarar que no es una unión, una alianza entre judíos y gentiles, un acuerdo amigable para vivir en paz. No, es una total fusión. El judaísmo se ha complementado con la venida de Cristo a la Tierra. y el pagano y el gentil se ha convertido a Cristo para dejar su paganismo y lo que no era una religión agradable a los ojos de Dios, para ser una perfecta humanidad, una perfecta igualdad, Dios ha hecho. Así que ya no hay más una teocracia, sino que ahora somos tú y yo, lo que Pedro mismo dice en el capítulo 2, en el versículo 9, somos una nación. Somos una nación nueva de Dios, ya no la nación de Oseas, ni de Abacuc, ni de Isaías, sino una nueva nación de santos. Los santos apóstoles y profetas de esta nueva dispensación vieron y cumplieron esa era que se había acabado, que había sido redimida y que había sido rescatada de su vanidad. Y tenemos entonces el próximo versículo que habla de que somos ahora tú y yo como gentiles, coherederos. ¿Recuerdan cómo Pablo ahora nos ha puesto esta nueva jerga cristiana? ¿Cuál es este misterio revelado a sus santos apóstoles, revelado por los profetas? Ellos mismos hablaron de toda esta gran verdad, que los gentiles, que nosotros somos gentiles. No te sientas discriminado. Éramos gentiles, somos gentiles, ya no más porque hemos creído en el Evangelio. Los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo. ¿Cuál cuerpo? La iglesia y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del Evangelio. Esto es algo que aún los judíos no pueden entender ni comprender. Y qué pena que algunos cristianos sigan haciendo el énfasis bipartista, o sea que hay dos cuerpos, hay dos planes de salvación, hay dos pueblos de Dios, no hay solo uno. Si tú y yo queremos ser bíblicos, sigamos lo que el apóstol mismo, nuestro apóstol, está enseñándonos a nosotros. Somos miembros del cuerpo de Cristo. El bendito resultado es que somos copartícipe de la misma promesa por el Evangelio de nuestro bendito Señor Jesucristo. Somos una nación santa. Pero ustedes son linaje escogido, dice la nueva Biblia latinoamericana, que es tomada de la Biblia de las Américas. La versión hispana dice, son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa. pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. Ustedes en otro tiempo no eran pueblo, pero ahora son el pueblo de Dios. No habían recibido misericordia, pero ahora han recibido misericordia. Ahora, la figura es sumamente interesante porque lo que pasa es que digamos que nuestra cultura hispana tú lo ves como una religión, tú ves la práctica de religión como algo aparte, como cosas que tienes que hacer, lo ves fuera de ti. Pero este es algo ontológico, es algo dentro de ti, era algo que Israel practicaba, era algo que Israel hacía en todas las cosas. No que todos fueran salvos, pero ellos partían el Cordero Pascual, comían el Cordero Pascual, participaban de las oraciones, iban y ofrecían sus sacrificios. Era algo que no solamente hacían, pero eran porque habían sido llamados a hacerlo. El error es que no había un cambio de corazón. Cristo viene y pone esas leyes en nuestro corazón. Por eso ahora tú y yo, todo lo que nosotros hacemos es para la gloria de Dios. ¿Te des cuenta o no te des cuenta? No hay nada que el creyente con el nuevo nacimiento haga que no sea espiritual, porque has nacido de nuevo. Eres una nueva criatura. Antes tenías una naturaleza vieja, llena de ira. ¿Estás recordándolo? ¿Estamos recordando? Antes éramos de las tinieblas, ¿ahora somos de qué? De la luz. Ahora tenemos, somos, ha habido un cambio total en nosotros mismos. Lo que hacemos y practicamos sale de adentro. La gente juzga lo que tú haces afuera y no siempre somos perfectos. Pero ahora lo que tú y yo creemos sale del corazón. El pacto está adentro. El Señor mora adentro. Somos la nación de Dios. Somos el pueblo de Dios. Porque hacemos las cosas que Dios quiere. Ahora llamamos a la gente a que tengan esas mismas virtudes que nosotros tenemos, pero que no teníamos. La razón por qué evangelizamos. ¿Recuerdan al comienzo? Y pregúntale. Dice, no, hay que dejar al musulmán tranquilo, pero el musulmán no me va a evangelizar a mí. No existe esa palabra en su término, porque piensa que deben hacer así. El judío es igual, él no piensa en una conversión, porque él nace, si es hombre lo circuncidan, si es mujer, bueno, pertenece al pueblo de Dios y va a traer otros judíos al mundo. O sea, piensan que es una generación de carne. Ah, entonces oía Juan, el apóstol, cuando dice, no son según el deseo de la carne. ni de sangre, son declarados hijos de Dios por el poder de Dios, por la sangre de Jesucristo. Tú eres una nación, un real sacerdote. Y cada vez que tú quieras poner que hay una elite de sacerdotes o de apóstoles o de que este es un clero y tú eres algo como laico, realmente no es el Evangelio, porque el Evangelio hace de ti y de mí sacerdotes. Tú tienes todo el derecho y el acceso de entrar a la presencia de Dios como cualquier otro redimido del pueblo de Dios. Así que el versículo 7 lo que hace es revalidar, del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dada según la operación de su poder. A mí que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo. y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios que creó todas las cosas, para que la multiforme sabiduría de Dios se habrá dado a conocer por medio de la Iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor. Pero volvamos a este versículo siete, que él da toda la gloria y la honra de Dios. Lo que Dios te da no es algo de lo que nos vanagloriamos, como si lo hubiéramos tenido. No es algo de lo cual nos apropiamos. Él no se arrogó ese título. Fue algo que Dios le dio como un ministerio. Hoy día es diferente porque hay gente que dice, no, es el apóstol fulano de tal. Entonces, estamos en contra de todos esos títulos. profesionalizado todo el el ministerio por decirlo así evangélico o eclesiástico y la gente pide honor y honra y respeto pero a base no de lo que el evangelio nos enseña de respeto mutuo de amor entre hermanos o de una posición de la que Dios nos da en que escuchamos a alguien que también nos honra y nos respeta sino porque simplemente creemos que es mejor o que tiene una unción Y entonces todos aquellos que tú lees que se llaman hoy profetas o apóstoles, tienes que desecharlo. Porque no es lo que Pablo nos enseña aquí. Tú y yo estamos en la misma categoría como creyentes de aquellos santos apóstoles del Nuevo Testamento, de la Iglesia Primitiva, pero no de aquellos que se arrogan ahora a una autoridad que no tienen. No tienen ningún poder. no tienen que declarar nada. Al contrario, uno lee Jeremías o Isaías y dice, esto es lo que el Señor declara contra ustedes. que vendrá destrucción sobre aquellos que hablan la palabra de Dios, pero no la creen ni la practican y son culpables. Así que él da a toda la gloria y honra a Dios. Dice a él, yo que soy el más pequeño de todos los santos, pero no lo dice como está aquí porque su tarea de predicar a los gentiles fuera menor, sino porque él fue perseguidor de la iglesia. Y ese es lo bonito del Evangelio, que tú vas en un sentido y Dios te lo cambia. Eso es arrepentimiento. Él estaba persiguiendo con odio a esta religión, a este camino, a que blasfemaran del nombre del Señor Jesucristo. Y después tú lo veías a Él proclamar esta misma verdad de Cristo. Eso es lo que Dios hace. Él te hace creer lo que tú no crees. Él te hace proclamar y ser heraldo de aquello que a lo mejor tú menospreciabas. Yo creo que uno de los peores pecados que la gente puede cometer no es contra su cuerpo en ese sentido, sino burlarse de la obra de Dios en ti. Piensas con temor y remordimiento de tu familia cercana a tus hijos. se burlan de tu cristianismo. Quizás no le diste buen testimonio, quizás sí, pero eso no los excusa de burlarse de tu fe. Yo pienso que muchas veces hay un menosprecio en el Dios que creemos de parte de gente que nos rodea, de nuestros seres queridos, de burlarse, de menospreciar o de pensar como ocurre con aquellos que van creciendo en la vida, de que lo de nuestros padres no era algo tan genuino ni sincero. Eran cuestiones de viejas, cuestiones de viejos, ¿no? Quizá en algunas cosas tenían razón. Déjame decirte algo. Dios da a los padres y nos ha dado las genealogías anteriores por algún motivo. Es verdad que ahora pueden tener todo tipo de información, pero todos los niños que nacen hay que criarlos y amamantarlos. Y entonces, otra exclamación, porque todos los hijos, o sea, no pasa. Por ejemplo, hijos piensan que los padres no queremos a los hijos. Es lo uno. O sea, cuando van creciendo, piensan, bueno, no, mi papá o mi mamá no fue, no me llamaban, o no sentía que ellos me maltrataban, o me decían estas palabras, que eres un inútil, o mira las manos suaves que tú tienes. Pero en verdad, era porque nos querían, ¿no? Era la costumbre de aquella época, ¿no? En realidad, No hay padre o madre que sea como creyente, hablo también, ¿no? Que no va a amar. Entonces, una de las expresiones que le decía de mi hija, yo no sé cómo uno puede amar a una cosita así tanto, porque salió de ti. Dice, eso lo estás experimentando tú, pero eso es cada padre. ¿Y se acuerdan que yo les he dicho que ustedes, madres, tienen razón y motivo de amar a sus hijos? porque lo han sentido, les ha pateado ahí dentro, les ha apretado el diafragma, les ha dejado sin respiración, les ha costado lágrimas y dolor. Pero a ver, explíquenme por qué nosotros padres que solamente lo engendramos, amamos a nuestros hijos. Lo tuyo es natural. Lo que Dios nos enseña a nosotros es su amor, en el hecho de que realmente Él nos ama a través de la proclamación de las buenas nuevas, de esta gracia de Dios de proclamar las buenas nuevas del Evangelio. Y fíjate lo que dice aquí, me ha dado esta operación porque realmente cambió Fue una operación que cambió radicalmente. Él iba con la espada, iba en un caballo, iba insultando a los creyentes, amenazándolos, o diciendo, o reniegas de Cristo, te meto a la cárcel. Así que no solamente fue que él aplaudía cuando mataron o apedrearon a Esteban, ¿cuántos más no morirían? No era porque su ministerio era menor, era porque él siendo perseguidor de la iglesia, habiendo mandado a muchos creyentes en ese sacrificio, por decirlo así, de su fe, ahora él estaba practicando esto de la obra de Dios. Ahora él estaba predicando y convenciendo a todos ellos. No, no, no, no. Esto es lo que Moisés, lo que los profetas dijeron, que ustedes judíos deben arrepentirse primero, pero si ustedes no quieren creerme, vuelvo a lo gentil, ellos sí recibirán y creerán en la palabra del Señor. Ahí está 1 Timoteo 1,15, está 1 Corintios capítulo 15. Yo fui perseguidor de la iglesia. O sea, él era uno en contra de la obra de Cristo. Y el Señor se le aparece y le dice, ¿por qué me persigues? Y así será en el final de los tiempos. La gente conocerá que en verdad Cristo vino a esta tierra. Son las insondables, inescrutables riquezas de Cristo. Y realmente esta era la parte más fuerte e importante de este mensaje. Me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo. Romanos capítulo 5, capítulo 8, capítulo 9. Segunda 48, 9 es uno de los pasajes más interesantes para cualquier gentil o creyente, porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que él por amor a vosotros, siendo rico se hizo pobre, para que nosotros con su pobreza fuésemos enriquecidos. O sea que el gentil, que era un pagano, que a lo mejor adoraba a Dios por temor, que tenía miedo de que lo castigara, de que no le fuera bien en la cosecha, de que tenía temor de alguna enfermedad o lo que viniera, estaba ciego, adoraba lo que no sabía, no tenía conocimiento de Dios, vivía realmente en la ignorancia. y hoy día hay gente que todavía que es feliz viviendo en la ignorancia y no tienes por qué vivir en la ignorancia tú puedes conocer a Dios o Dios puede darse a conocer a ti revelarse a ti y tú llamarle tú eres mi Dios pero somos cristianos mediocres en muchas maneras aún nos avergonzamos de decir a lo mejor que somos cristianos o quizá evaluamos mal lo material que lo espiritual si queremos dividirlo Pero recuerda lo que Dios ha hecho por ti. Recuerda de dónde el Señor nos ha sacado a nosotros. Son insondables, inescrutables riquezas de Cristo. Este mensaje ha sido creído, anunciado entre nosotros los gentiles. Y se aclara aún más, porque Él, que es la luz del mundo, nos ha dado luz a nosotros. de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios que creó todas las cosas. Y es interesante porque todas las maravillas, todo lo que hoy día podemos ver en la era digital, en la era de HD, de High Definition, todo lo que podemos ver nosotros de esa maravilla no se compara en nada a las inescrutables riquezas de Cristo en mí, en ti. el poder sobrehumano en que ahora tú no tienes ni palabras para explicar de que tú puedes clamar a Dios y te puedo preguntar y hacer el desafío cuál ha sido la última oración que Dios te ha contestado. ¿O todavía tú estás pensando de que alguien tiene que orar por ti y ayudarte para que tú puedas ser oído por Dios? ¿Que alguien tiene que interceder por ti? ¿O es verdad que como cuerpo de la iglesia necesitamos la oración los unos por los otros? Pero cuando te digo, ¿cuándo ha sido que Dios ha contestado tu oración? Tampoco me malinterpretes en el sentido positivo, solamente, sino aún negativo, que Dios te dice, no, eso no te conviene. O sea que tú tienes una relación personal con Dios Y Dios te dice sí a algunas cosas y no a otras. Y te maravillas de esta salvación de Dios en que ahora Dios te oye a ti. Tú eres su hijo. Eres un coheredero en Cristo. Y eso es lo que yo te digo, lo que hacemos como diferencia de la noche al día. La religión piensa que esa gente es indispensable para que tú te acerques a Dios. Pero en el Evangelio, cuando tú vienes a Cristo, tienes el libre acceso a Dios. Eso es lo que siguen los demás versículos. La predicación da a conocer esta infinita sabiduría. según este versículo 10, para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales. Cuando un hermano te dice y te es consolación, te muestra la escritura, Cuando venimos y nos reunimos y oímos la palabra de Dios que nos hiere, que nos ayuda, que nos anima, que nos incentiva a hacer lo que es correcto delante de Dios por la dureza de nuestra cabeza, de nuestra cerviz, lo malo de nuestro corazón, tú dices, gloria a Dios, entiendo, conozco a Dios. Cosas en las cuales los ángeles anhelan mirar, decía Pedro. Se remarca tanto la sabiduría como la belleza de la sabiduría de Dios. La sabiduría de Dios que reconcilia lo irreconciliable. Tú no te puedes reconciliar con Dios cuando a ti te dé la gana. Que da vida por medio de la muerte de Cristo, da vida por medio de la muerte. Da gloria por medio de la vergüenza de la cruz, cuando Cristo es crucificado en la cruz del Calvario como espectador de todo el mundo en vergüenza. pero para que esa vergüenza fuese nuestra justicia. Me faltaría tiempo y tema para poder explicar todo lo que hay en cuanto al Evangelio y las buenas nuevas de Cristo. Esta sabiduría la vemos también en nuestras propias vidas. ¿Tú que has salido de las tinieblas? Tú tienes que notar una diferencia. ¿Has salido de las tinieblas a la luz admirable? Cuando tú estudias las escrituras, cuando vemos la providencia de Dios en nuestra vida, ese canto de apocalipsis llega a nuestro ser, grandes y maravillosas, ¿qué? Son tus obras. Pero vamos a ponerlo en el sentido personal, oh Dios en mí, grandes y maravillosas han sido tus obras. Los ángeles se regocijan en ver ese cumplimiento, ven a la iglesia, ven la maravillosa sabiduría de Dios. Por eso es lo que yo decía al comienzo. Esta es la verdadera iglesia. Cuando tú crees en aquel Cristo que murió, fue sepultado y resucitó al tercer día por nosotros. Cuando tú consideras cómo tú eras antes de conocer a Cristo, antes de tu vida sin la cruz, y cuando alguien te confrontó y te habló del Evangelio y te dijo tienes que tomar la cruz de Cristo y seguirlo, Y en la revelación de Dios y el Espíritu Santo, ¿tú te arrepentiste? ¿Recibiste a Cristo, por decirlo así? ¿Creíste en Aquel que los profetas habían anunciado y de ahí tu vida cristiana ha ido en crecimiento, en adelante, o a través de dolores y sufrimientos? Y uno se pone a pensar todo lo que hemos vivido desde la primera iglesia bautista donde el Señor nos salvó. Todo este largo camino que hemos aprendido, uno por un lado, otro por el otro, bueno, uno con su familia, ella aparte, o mis hermanas, o lo que tú quieras, todos como creyentes. Tú tienes tu historia, tienes tu vida, pero grandes y maravillosas son las obras de Dios en tu vida cuando Él se reveló a ti. Y yo puedo imaginar y pensar, cuando yo era un niño, un muchacho, y veía algunas de las situaciones que pasaban en el hogar, que muchos hogares pasan, y Dios ha contestado cada una de esas preguntas, de esas dudas. Dios me ha bendecido grandemente. Y no es por dinero, porque no estamos hablando de eso, ¿no? Tú ves los predicadores, ellos solo quieren ser estos modernos, piensan que esa es la felicidad. Realmente yo nunca he sido más feliz que cuando no he tenido más que un solo centavo y ni uno en el bolsillo, ni en el banco. Pero Dios es fiel, nunca te deja a ti envergüenza. Cuando Él es el dueño de todo, cuando la gente te enseña, te dice, no, que tú debes tener en abundancia y todas estas cosas, mentira. O no hay razón para que tú estés enfermo, haz que tu enfermedad sea para la gloria de Dios. Porque créeme, no hay nadie que no se vaya a ir sin una enfermedad. Si tú no fueras a morir y tuviéramos que vivir aquí en esta tierra para siempre jamás, que no realmente en nuestro sano juicio nadie quiere vivir con este cuerpo en esta tierra, por favor. Y no estoy hablando de ser un negativo, no. Pero Juan, cuando escribe esto de Apocalipsis, ¿Quiénes son los que están hablando? En aquellos que se ha manifestado la maravillosa gracia de Dios, esta obra de creación de Dios. O sea que cuando tú estabas en el mundo ciego, perdido, que no tenías ni son, ni rumbo, Realmente Dios estaba lejos de él. Pero tú oías los himnos cantar de alguien. Alguien te habló de ese maravilloso Salvador. Porque a mí no me hablaron de cambiar de religión, me hablaron de Cristo. Cristo quiere tu vida. El Señor Jesucristo quiere ser tu Salvador. Tienes que hacer lo que es su voluntad, porque si Él es tu Salvador, tiene que ser también tu Señor. No puedes estar apartado de eso. No es que tienes que venir a la iglesia todos los domingos porque es el cumplimiento de tu religión. No es porque tienes que poner ofrenda y diemo porque es el cumplimiento de tu religión. No es porque tienes que aprender a cantar porque es el cumplimiento de tu religión. ¡No! Es porque Él te ha salvado, te ha hecho su Hijo coheredero, te ha abierto los cielos y dice, tú eres mi Hijo, Él ha remado mi amor sobre ti. Y mírate traído por todo este largo camino, yo soy tu Dios, grandes y maravillosas son tus obras, oh Dios, y estaremos algún día en el cielo, miraremos a aquel que fue traspasado por nuestros dolores y pecados. Háblame de esas inescrutables riquezas de Cristo. Y fíjate que vengo predicando lo más de 45 años y me faltan siempre palabras. Es algo que tú nunca acabas. Es algo en que tú atesoras más y más y más y más. A lo mejor al comienzo encuentras a Zafiro, en comienzo a Rubí, pero después hay diamantes, hay oro. Es una veta que no se acaba. Las inescrutables riquezas de Cristo. Nadie te lo puede quitar. No hay diablo, no hay nadie que te pueda quitar el derecho y el privilegio de decir, yo soy tu obra. Oremos. Queremos más y más de Cristo. Con razón los escritores antiguos hablaban de estos himnos maravillosos. Habladme más de Cristo, más de su amor, más de su tierno cuidado para con nosotros. Dime de todas sus obras. Dime de su tristeza y dolor. Con dolor despreciado anduvo nuestro Salvador. Fue empobrecido para enriquecer. Fue muerto para darnos vida. Háblale a tu Dios, háblale a tu Salvador. Derrama lágrimas de dolor o ríete a carcajadas de esa obra maravillosa que le has hecho en ti. De aquellas riquezas que ha derramado en ti. por favor no de las materiales, la bendición de conocer a Dios.
Pablo: Apóstol a los gentiles
Series Efesios
Iglesia debe declarar la sabiduría de Dios.
Apóstol de los gentiles
Velo descorrido
Coherederos
Dios lo llamó al ministerio
Proclamemos la excelencia de Dios
Sermon ID | 851905006618 |
Duration | 1:04:21 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Acts 19:23-41; Ephesians 3:1-13 |
Language | Spanish |
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