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evangelio de Mateo capítulo cinco
versículo diecisiete el señor de los ejércitos dice
en su palabra no penséis que he venido para abolir la ley
o los profetas no he venido para abolir sino para cumplir porque
en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra no
se perderá ni la letra más pequeña, ni una tilde de la ley hasta
que toda se cumpla. Cualquiera, pues, que anule uno
solo de estos mandamientos, aún de los más pequeños, y así lo
enseña a otros, será llamado muy pequeño en el reino de los
cielos. Pero cualquiera que los guarde
y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. Porque os digo que si vuestra
justicia no supera la de los escribas y fariseos, no entraréis
en el reino de los cielos. Amén. El título del mensaje es Jesús
vino a cumplir la ley y los profetas y la idea exegética que vamos
a estar estudiando en el día de hoy. La idea que el que el
evangelista nos quiere transmitir es que Jesús vino para que la
ley de Dios se cumpla. Él es el hijo de David, el ungido
de Dios, el Mesías. Y él ha venido a cumplir la ley. Y esta, el cumplimiento de la
ley, es la justicia que todo creyente debe practicar. ¿Cómo veremos esto? Lo veremos
en dos puntos. En primer lugar, Cristo vino
a cumplir la ley y los profetas. Y en segundo lugar lo veremos.
Cristo llama a los creyentes a obedecer la ley y los profetas. Hemos visto, amados hermanos,
que los bienaventurados son luz y son sal para el mundo. Que hace la sal preserva de la
corrupción. y nuestra vida piadosa, el ser
mansos, el ser misericordiosos, el tener hambre y sed de justicia,
justicia que son las bienaventuranzas que ya estudiamos nos llevan
a preservar el mundo de que se corrompa de su maldad, en su
maldad, pero también nos hace luz y como luz mostramos al mundo
su maldad a través de una vida piadosa, a través de ser obedientes
a Dios, le mostramos su desobediencia. Al amar a Dios, le mostramos
su odio hacia Dios. Somos espejos para el mundo.
¿Pero qué estamos haciendo nosotros? Guiando a los hombres a una relación
con Dios. Mostrándoles a Dios el camino
hacia Jesucristo. Hoy veremos, hermanos, que Jesús
como el Mesías, Jesús como aquel que es el enviado de Dios, vino
a cumplir la ley y los profetas. Esa ley y profeta que hablaron
de él y que testificaron de su nombre. Él no vino con una doctrina nueva
a echar a un lado. la palabra de Dios, no, él vino
a cumplir la palabra de Dios. Y él nos llama como sus discípulos
a que también cumplamos como Jesús la ley del Señor. Y quiero, amado hermano, ilustrarle
lo que vamos a estar haciendo. Hubo un hombre muy sabio en el
mundo, el más sabio, dicen las Escrituras, llamado Salomón.
Y este Salomón mantuvo su sabiduría mientras él obedeció y se sujetó
a la palabra de Dios. Mientras él obedeció a Dios,
era el hombre más sabio. Mientras él siguió a Dios, fue
el hombre más dichoso y bienaventurado. Pero amados hermanos, el día
que Salomón dejó de obedecer a Dios, echó a un lado a los
profetas. hecho a un lado la palabra de
Dios, se convirtió en el hombre más necio del mundo y en un idólatra,
tanto que levantó templos de idolatría para las mujeres con
las que se había casado y él mismo adoró en dichos templos. Miren hermanos cómo un hombre
piadoso puede convertirse en un idólatra. ¿Qué sucedió? Desechó, echó un zafacón la palabra
de Dios y aquellos profetas que tenía que obedecer, cumplir para
mantenerse en la fidelidad del Señor. Hermano, eso es lo que
va a suceder con nosotros. Si usted desecha la palabra de
Dios, ¿qué te queda? ¿El mundo? por eso Dios nos llama
a través de nuestro Salvador a que cumplamos la ley, que cumplamos
los profetas, obedeciendo. Vamos a ver nuestro primer punto.
Cristo vino a cumplir la ley, los profetas, versículo diecisiete
dice la palabra, no penséis que he venido para abolir, para anular
la ley, no, queridos hermanos de forma negativa
Jesús le dice no penséis no no creáis esto no pensáis no penséis que yo que estoy predicando
aquí en la calle que estoy predicando aquí en Galilea y no estoy en
el templo predicando un nuevo predicador con un nuevo estilo
no penséis que yo he venido a echar a un lado el templo la palabra
el mensaje de los profetas Y creo, amados hermanos, que muchos pensaron
eso. A tal punto que Jesucristo tuvo
que negarlo. No. Yo no he venido a abolir
la ley. Llegó la gracia. Pero la gracia
tiene como base, como fundamento, la ley de Dios. No podemos separar
la gracia. Somos el pueblo de la gracia,
el pueblo del pacto con Cristo. No podemos decir eso y al mismo
tiempo desechar toda la palabra que Cristo mismo obedeció. Porque
nació bajo la ley y se sometió a la ley para salvarnos. Amados hermanos, Cristo nos dice
aquí, el Hijo de Dios, el amado, no ha venido a negar la palabra
de Dios, no ha venido a menospreciar la doctrina de Dios, no, no se
crean esa mentira, más bien he venido a cumplir la ley de Dios. Ojo, ojo con esto, no a cumplir
los mandamientos de los hombres, que es ahí donde hay una gran
diferencia, un gran abismo y lo que vamos a estudiar más adelante.
Como algunos decían una cosa contrario a la palabra de Dios.
Y Jesús estaba en desacuerdo con esos que hablaban contrario
a la palabra de Dios. Muchos podrían pensar que este
nuevo maestro vendría a cambiar y a destruir la palabra para
él sobresalir. Para él hacerse diferente a los
fariseos. este nuevo maestro viene con
nuevas cosas, tiene discípulos que no son normales, mire un
discípulo de un fariseo era una persona que se preparaba, estudiada,
capacitada, solamente miren al apóstol Pablo Se crió a los pies
de Gamaliel, un maestro de la ley. Y Pablo maneja las escrituras
de una manera sorprendente. Pero este Jesús es diferente.
Mira quién eligió, a pescadores, cobrador de impuestos. La gente
podía pensar que como Jesús venía con algo diferente, habían aspectos
diferentes. Ellos podrían pensar, este va
a echar a un lado todos esos mandamientos innecesarios de
la palabra de Dios. Este va a echar al zafacón, a
la basura, los diez mandamientos y la palabra de los profetas.
De seguro que sí, viene con algo nuevo. Y Jesús dice no, no, no
penséis que he venido a anular la ley de Dios, no he venido
a aborrecer la ley de Dios, no. Jesús niega estas interrogantes,
Jesús no llega predicando y sanando para imponer algo nuevo, sino
para cumplir sino para cumplir y para que se cumplan en él las
profecías de los profetas por eso usted va a encontrar como
los evangelios se repiten está escrito y esa fue una de las
causas por la cual yo decidí estudiar el evangelio de Mateo
porque que el evangelio de Mateo repite mucho como dijeron los
profetas como dijo el salmista como dijo el profeta tal ¿A qué
está haciendo referencia? Al Antiguo Testamento. está haciendo
referencia a las profecías sobre el Señor Jesucristo vino a cumplir
las profecías y esto es lo que me encanta especialmente de este
evangelio de Mateo hace una unión entre el Antiguo y el Nuevo Testamento
los relaciona y uno puede ver en el Nuevo el Antiguo y el Antiguo
en el Nuevo hay una unión en el evangelio de Mateo Cristo
vino a hacer la obra de Dios y a que se cumpliera la palabra
de Dios. Por eso, el evangelista Mateo
señaló desde el principio que él era el hijo de David. Él es
el cumplimiento del pacto de la promesa que Dios hizo con
David. Él es el hijo de Abraham. Él
es el cumplimiento del pacto hecho entre Dios y Abraham. por
eso es que este evangelio nos recuerda cada profecía cada palabra
escrito está así dijo el profeta como está escrito frases que
nos envían al antiguo testamento pero mire mire lo que dice el
versículo diecisiete la parte B no he venido para abolir sino
para cumplir para cumplir La palabra abolir o anular es
privar de fuerza, descartar. Este no era el fin de Jesús.
Como muchos antinominianos, anti es contra, nominiano es ley. Hay muchas personas que son,
que están en contra de la ley, antinominianos, y le dicen a
todo el mundo, esto es un pacto de gracia, olvídense de la ley
de Dios, olvídense de los mandamientos, olvídense de la palabra en el
Antiguo Testamento. Pero qué triste que tú no recuerdes
que Jesucristo no vino a abolir la ley. Él vino a cumplirla. ¿Cómo tú puedes decir que eres
cristiano y desechas la ley de Dios? Desobedece los mandamientos
de Dios en el Antiguo Testamento. Cristo vino a cumplir, Mateo
5, 17. ¿Qué significa cumplir? Hacer
la voluntad de Dios tal como a Dios, tal como Dios lo mandó. Y ese es el detalle que estuvimos
leyendo en eso en eso capítulo 25 y capítulo 26. ¿Cómo fue que
Dios dijo que hicieran el tabernáculo? Ah, es de esta manera que hay
que hacerlo. ¿Cómo fue que Dios mandó que
fueran los hombres a hacer la obra del Señor? Ah, de esta manera. No es cuestión de interpretaciones,
es cuestión de obediencia a la palabra. Por lo tanto, eso fue
lo que vino a hacer Jesucristo, a echar a un lado las interpretaciones
de la gente y hacer lo que manda la ley, en el Antiguo Testamento. Y aquí Jesús está refiriendo
al Antiguo Testamento, porque en el momento en que Jesús habló,
no estaba escrito en el Nuevo Testamento, para que conste. Estaba escrito solamente el antiguo
testamento, profetas, salmos, la historia de Israel. Él vino
a obedecer. Las promesas de Dios vino a hacer
las que se cumplieran. Este es el fin del Señor Jesucristo,
el fin del Salvador, volver los corazones a Dios. ¿Y dónde Dios
revela su corazón? Si no en su palabra. ¿Dónde Dios
revela su amor? Si no en su palabra. Yo no recuerdo, me fue el nombre
ahora. Siempre me gusta dar los nombres
para no inventar. El nombre, hay un científico que murió hace
un tiempecito. Ese hombre estudiaba las estrellas
y él estaba en una silla de ruedas. él estaba, no podía caminar,
prácticamente el pobre no podía casi moverse. No recuerdo el nombre ahora.
Pero hermano, ese hombre era un ateo, un ateo enemigo de Dios,
enemigo de la palabra de Dios. Pero ¿sabe qué? Él estudiaba
el cosmos de Dios. Él miraba las estrellas. y por
su incredulidad no encontraba a Dios y cualquier niño, cualquier adulto
mira las estrellas y dice wow que grande, que hermoso hermanos hay personas que aunque
vean la obra de Dios delante de ellos son ciegos no creen
a la revelación especial de la palabra Porque yo voy a disculpar
a estas personas que a través de la creación no pueden entender
la salvación o la trinidad. Yo lo disculpo porque ciertamente
hay cosas que la creación es limitada para explicarla. Pero tenemos la palabra de Dios.
Tenemos el testimonio de hombres y mujeres que estuvieron presentes
y que dejaron estas cosas por escrito. para nuestra edificación. Tenemos el testimonio del Espíritu
Santo obrando nuestras vidas. Tenemos al mismo Hijo de Dios,
a Jesucristo, que se hizo hombre y resucitó entre los muertos. ¿Qué más testimonio tú quieres?
Estudia las evidencias que Dios ha dejado. Pero estas personas
niegan las evidencias, niegan a Jesucristo, niegan aquellas
cosas que son palpables, concretas. Aún las evidencias de testigos
oculares la niegan. Entonces no es un problema de
que no hay evidencias, es un problema de una fe contraria
a Dios y su palabra. es una decisión que han tomado.
Amados hermanos quiero que entiendan la incredulidad es una decisión
del corazón del hombre y yo no quiero ignorar lo que
enseñan las escrituras en cuanto al pecado pero Dios ha dejado
tales testimonios que hasta el incrédulo más ciego podría en
la creación dada tener evidencias para poder decir yo no lo veo,
pero alguien muy grande y poderoso hizo todo esto. Yo no lo puedo
ver, ni lo puedo meter en un laboratorio y estudiarlo, pero
alguien inteligente, sabio y poderoso hizo todo esto. Hay un testimonio
que se ha dejado. Y, amados hermanos, las Escrituras
son el testimonio por escrito de Dios y Cristo no vino a echarlas
a un lado. Cristo vino a hacerlas. Amén. que así sea y precisamente
en el versículo dieciocho esa es la palabra que se utiliza
porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la
tierra no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la
ley hasta que toda se cumpla y la palabra allí en verdad es
la palabra que usamos amén pero en la forma que aquí se usa es
en forma de adverbio como haciendo un énfasis, una fuerza, se va
a cumplir, por eso dice, en verdad, haciendo fuerza sobre las palabras
o la idea que va a transmitir, se va a cumplir, amén, en verdad,
en verdad, os digo, es un énfasis que está haciendo aquí, auténticamente,
esto es lo que va a suceder, el cielo y la que una palabra o una rayita,
que es lo que es la tilde, una rayita, un guioncito, antes que
una letra, la más pequeña, la yot, del idioma hebreo, antes que
una letra, una yot, no se cumpla, antes de que eso pase, se va
a acabar decir la tierra. Amados hermanos, Cristo está
indicando la soberana autoridad de Dios. Cristo está señalando
la autoridad soberana y gloria de Dios. La majestad de Dios
se nota, se ve, se aplica en el cumplimiento de su palabra,
fiel y justamente. Y es como hemos estado estudiando
en el libro de Génesis. Hermanos, cien años aproximados,
no completos, pero aproximadamente 100 años, cuando Noé tenía 500
años, Dios le dijo a Noé que entrar, que preparar un arco.
Y pasado un tiempo, a los 600 años de la vida de Noé, él entró
en el arco. Vendrá un diluvio, Noé, prepara
el arco. Y el tiempo comenzó a correr.
días, horas, minutos, meses, años, años, años, años, años. Pero tú te diste cuenta. Dios
no dijo que venía un diluvio y no ha llegado. Dijo que venía
un juicio por el pecado. ¿Y qué ha sucedido? No ha pasado
nada. Hermanos, pasaron 100 años, casi
100 años. Noé fielmente hizo el arca. Los animales llegaron solos. los introdujo en el arca, entró
con su casa, sus hijos, sus esposas, y Dios cerró la puerta. Y comenzó a llover. No comenzó a llover hasta que
todos entraron. Es decir, que si Noé quería ver,
está lloviendo, para empezar a entrar. No, Noé, tienes que
confiar en mí hasta el último segundo. y entró en el arca entró en el arca dios cerró la
puerta y comenzó a llover y después de ahí no paró durante 40 días
hermano va a pasar el cielo y la tierra se acabó la vida en la
tierra entera hermano pasó fue destruida la tierra entera por
un diluvio se cumplió la palabra se cumplió a su debido tiempo
van a pasar los cielos y la tierra pero la palabra de dios no va
a pasar se va a cumplir se va a cumplir por eso amado hermano
tú puedes estar confiado tranquilo has creído en jesucristo tú eres
salvo ahorita no lo ves tan claro pero deja que tú comiences a
ver los muertos siendo levantados con cuerpos glorificados y tú
comiences a ver tu propio cuerpo siendo transformado y el hijo
de Dios viniendo en las nubes con voz de mando con trompeta
de arcángel con voz de Dios y se siente en su trono hermano mire
usted va a dar gracias a Dios por haber creído Ese día va a
dar gracias a Dios. Hermanos, ¿qué aprendemos de
este primer punto? Aprendemos, hermanos, que Jesús vino a cumplir
de forma correcta toda palabra, mostrando su unión con la voluntad
de Dios. Jesús no llegó aquí obligado,
hermano. Él vino a hacer la voluntad de su Padre. Por eso, Él enseña
claramente en el Sermón del Monte que su voluntad es la voluntad
del Padre. Jesús, ¿qué tú viniste a hacer?
La voluntad del Padre. ¿Y qué es lo que te anima a hacerla? Hacer todo para su gloria. Ese
es el objetivo de la obra de Cristo en medio nuestro. Vamos,
hermanos, a ver nuestro segundo punto. Cristo llama a los creyentes
a obedecer la ley y los profetas versículos 19 al 20 cualquiera
pues que anule uno solo de estos mandamientos a un de los más
pequeños y así lo enseña a otros será llamado muy pequeño en el
reino de los cielos pero cualquiera que los guarde y los enseñe cualquiera que los guarde y los
enseñe este será llamado grande en el reino de los cielos hermano,
observen aquí que aquí estamos, que Jesús está hablando aquí
de una práctica piadosa, una persona que está guardando la
palabra de Dios en su propia vida, obedeciendo la ley de Dios
en su propia vida, obedeciendo los profetas en su propia vida,
y enseña a otros a que haga lo mismo. Aquí hay un llamado claro. Aquí hay una conclusión. Cristo
dice, por lo tanto, yo concluyo Yo les digo a ustedes hay una
conclusión y hay una advertencia. Hay una conclusión y una advertencia. Los hombres están en peligro
cuando rompen o anulan la palabra de Dios o la autoridad de la
palabra. Cuando tú mismo en tu vida te
desvías, cuando tú mismo eres desobediente a la palabra, tú
estás en peligro. Pero cuando tú enseñas a otros, cuando tú también guías a otros,
tú estás en peligro. Y esto, amados hermanos, es importante
que lo veamos. desviarte de la obligación de
cumplir la ley de Dios, desviar a otros de que obedezcan la palabra
de Dios. Está en gran peligro el que haga
estas cosas. Muy pequeño será llamado en el
reino. Él es un desobediente. Esa mujer
es una desobediente, pero también enseña a sus hijos o a sus amigas
a ser una desobediente. Y tú no tienes que ser un maestro
que te pares a enseñar la palabra de Dios en tu propia casa. Cuando
tú eres una mentirosa y enseñas a tus hijas a mentir, tú estás
en peligro porque la palabra de Dios se va a cumplir. Cuando
tú eres un hombre y no ocupas tu lugar como hombre en el hogar,
como cabeza en el hogar, y obligas a tu mujer a andar desordenadamente
y tú eres un desorden, tú estás en peligro. Estás en peligro. Por cuanto te has desviado de
la palabra y por cuanto has desviado a otros por tu mal testimonio,
estás en peligro. Y debe haber arrepentimiento
porque estamos en pecado. Mira lo que dice el versículo
19, la parte B. será llamado muy pequeño en el
reino de los cielos pero cualquiera que los guarde y los enseñe este
será llamado grande aquí hay dos grupos un desobediente y
que enseña y aviva la desobediencia y uno que lo guarda y que enseña
y anima a la obediencia los que practican la palabra
como Jesús y enseñan a otros a guardar la palabra como Jesús
lo enseñó, de tal manera que dan gloria y honor a Dios, porque
Dios merece toda alabanza y obediencia. Amados hermanos, el mismo honor
que dan a Dios es lo que van a recibir. Tú honras a Dios y
le obedeces. Tú honras a Dios y enseñas a
otros a honrar a Dios. ¿Tú serás honrado? Tú desprecias
a Dios y le desobedeces. Tú desprecias a Dios y alabas,
aplaudes a los que desprecian a Dios. Tú serás deshonrado. Estos serán llamados en el reino
de los cielos grandes cuando ellos hagan la voluntad de Dios.
Estos serán llamados grandes cuando estos animen a otros a
hacer la voluntad de Dios. Hermanos, miren la importancia
que Jesús le da a este asunto. No podemos descuidar la palabra
de Dios, el amar a Dios, el amar a mi prójimo y pensar que me
va a ir bien. No podemos enseñar a otros que
sean desobedientes a Dios, que aborrezcan a su prójimo, que
no honren a sus autoridades y pensar que no va a ir bien. Queridos hermanos, la práctica
de la impiedad es lo que vemos aquí y es lo que yo creo que
Jesús más adelante reprende de los fariseos, porque enseñaban
cosas que ellos mismos no practicaban. enseñaban cosas que ellos mismos
negaban con su vida. Qué hermoso, hermanos, ver que
hay honra para los que honran a Dios. Hay bendición para los
que temen la palabra de Dios. Hay alabanza para el hombre que
guía a su familia en el temor de Dios. Hay alabanza para una
madre que guía a su familia para que busque a Dios. Pero, amados
hermanos, también hay humillación y deshonra para los que hacen
lo contrario. ¿Eres tú un tropiezo de tus hijos?
Dios te va a deshonrar, porque tú no has honrado a Dios delante
de tus hijos. Esas no fueron las palabras que
el Señor le dijo a los que tenían temor a los hombres, y por temor
a los hombres no glorificaban el nombre de Dios. Son esas palabras. mire lo que dice el versículo
veinte porque os digo que si vuestra justicia no supera la
de los escribas y los y fariseos no entraréis en el ritmo de los
cielos miren lo que le estoy diciendo es algo serio si tú
eres creyente y enseña lo contrario en lo contrario la palabra de
dios tú vas a ser humillado y serás llamado pequeño Pero si tú no
eres creyente, si tú eres un impío y quieres vivir de la apariencia
con los fariseos, no entrarás al Reino de los Cielos. Hermanos,
miren el llamado que aquí se nos hace. Jesús contrasta, compara
la sutileza en que las personas pueden caer de mantener una apariencia
de piedad. Y tú conoces a Dante, a ese es
un hombre muy piadoso, él me visita todos los días, él hace
estudio bíblico aquí y allá, mantiene una apariencia de piedad. como los fariseos, una apariencia. Él va a la iglesia, ella va a
la iglesia, ella no mata, no roba. Una apariencia de piedad. Los fariseos mataron, destruyeron,
criticaron y todo lo hacían por un supuesto celo por Dios. niegan la piedad con sus prácticas,
niegan a Dios. Es muy diferente ser piadoso
y practicar la verdad amando, perdonando, teniendo temor de
Dios. Queridos hermanos, aquí se nos
pone, se nos llama al peligro al que nos exponemos. Jesús mismo
no vino a echar a un lado la palabra de Dios. pero Jesús nos
dice a nosotros los creyentes que si vamos a ser luz y sal
tenemos que ser obedientes a la palabra y enseñar a otros a que
sean obedientes no nos podemos quedar callados tenemos que hablar
a otros tenemos que nosotros ser luz si vuestra justicia no
es mayor si vuestra justicia no es verdadera porque que la
justicia de los fariseos era falsa La actitud de ellos era
falsa. Ellos oraban en pie para que
la gente lo escuchara. No era que estaban orando a Dios.
Era para que la gente lo escuchara y dijera, mira, qué piadoso es
fulano. Ay, pero tú has visto a doña
fulana, una mujer tan cristiana como esa. Queridos hermanos, si nuestra
justicia no es real, sino ficticia, mentirosa, engañosa, que dice
Jesús, versículo 20, no entraréis en el reino de los
cielos. Por eso, cuán importante es que
cada uno de nosotros se autoexamine. Y si usted ha pecado contra Dios,
arrepiéntase. Cuán importante Es lo que Jesús
nos está diciendo aquí para que nos autoevaluemos. Eres tú tan
moderno, eres tú tan diferente que has cambiado la verdad por
la mentira. Eres tú tan moderno, un cristiano
tan moderno que ya no oras. Eres tú un cristiano tan moderno
que la iglesia ya no alaba a Dios como él manda en su palabra.
Eres tú tan moderno, tan de la época que has cambiado la voluntad
de Dios por la voluntad de los jóvenes de la iglesia. ¿Qué le
gusta a los jóvenes de la iglesia? Vamos a cambiar la iglesia para
que los jóvenes no se sientan mal. Y ahí tú ve a un pastor
paternalista Un pastor que tiene más temor de los hermanos de
la iglesia y de las hermanas, que temor a Dios. Nos vamos a
hacer esto con fulana, ¿por qué? Para que ella no se sienta mal.
Eso no está bien. La pregunta es, ¿qué dice Dios? Y por amor a esa hermana, porque
la amamos, porque la cuidamos, pero no la cuidamos como la gente
quiere, como dice la palabra. un amor verdadero el amor en
primera de corintios capítulo 13 nos dice que es benigno no
es acta ansioso no es orgulloso no busca lo suyo propio el amor
búscalo del otro procura el bien del otro amados hermanos cristo
nos dice aquí que el tú de expresar la palabra de dios no es amor
El tú echar a un lado el mandamiento de Dios para que tus nietos no
se sientan mal, eso no es amor. El tú no disciplinar a tus hijos
porque hay me da pena, eso no es amor. El tú no congregarte porque todo
es una uña, hermano, eso no es obediencia. Eso no es obediencia. nosotros
todos estamos y lo sabemos en una guerra, en una batalla espiritual,
estamos en una batalla, esto no es un risor, un día de familia
en el campo tomando fresco y sentado bajo una matita, esto es una
batalla de la fe y el que no esté claro en eso, amado hermano,
estás recibiendo un llamado de Cristo aquí porque es posible
que por tu comodidad Por tú no querer tener dificultad con los
demás, tú te acomodes a este mundo. Tú te acomodes a que las
cosas se hagan como quieren los nietos. Ellos quieren romper
la casa, que la rompan. ¿Qué voy a hacer yo? Coge una
faja y fajealo. Eso tú tienes que hacer, cumplir
con tu deber. yo no le voy a leer la biblia porque ellos se sienten
mal siéntenseme ahí por favor que bueno que estamos aquí reunidos
le traje una merienda como es esa galletica y escuchen lo que
le voy a leer hermanos seamos sabios si no cumplimos nosotros
la voluntad de dios y enseñamos a otros que no la cumplan o tu
eres un impío y tu justicia no es mayor que la de los fariseos
porque eres un hipócrita o sencillamente tú tienes temor de los hombres
y lamentablemente tú serás llamado pequeño en el reino de los cielos,
serás deshonrado por el Señor. No limitemos la ley o los deberes
externos perdón no limitemos la ley a
los deberes externos seamos en verdad piadosos de corazón sin
hipocresía sin fingir amor cuando en verdad hay odio no finjamos
amar cuando tenemos un conflicto en el corazón no finjamos que es lo que hacían
los fariseos una vida de una vida de fingimiento Dios nos
llama a un cambio de corazón, a un verdadero arrepentimiento.
A eso que Dios nos llama, a un cambio de corazón, no a fingir. Fingir que soy hermano de este,
fingir que soy hermano de aquel, cuando en verdad nuestra alma
está amargada. No finja. ¿Qué tengo que hacer entonces?
Deja tu ofrenda delante del altar y reconcíliate con tu hermano. Eso es lo que hay que hacer.
Yo no aguanto esa familia. Deja tu ofrenda delante del altar
y reconcíliate. Eso es lo que dice Mateo capítulo
5, más adelante, versículo 21 adelante. Reconcíliate. Esa es la manera correcta de
vivir. ¿Qué aprendemos de este último
punto? todo el que desautoriza la palabra se pone en peligro
hermanos todo el que infringe la palabra se autoengaña todo
el que está fingiendo lo que no es se autoengaña Dios quiere
que seamos verdaderos hombres y mujeres arrepentidos con vida
transformadas no viviendo por apariencia para que no digan
Esa no debe ser nuestra manera de vivir. ¿Y entonces qué voy
a hacer? A lo que dice las escrituras,
perdona. Ay, pero yo discutí con María
Isabel, ¿qué hago con ella? Llama a la parte y trata el asunto.
¿Y luego qué hago? Perdónala. Y que ella te perdone
ese pecado. Hermano, esa es la manera. Dios
no quiere hipócritas, pero tampoco quiere odio. Mire pastor, yo
soy sincero. Yo soy enemigo de Tania, yo soy
enemigo de Leding, no me importa nada. Y por tu odio, tu propio
pecado, te condenarás. ¿Qué es lo que dice la palabra?
Vaya con su hermano y resuelve el asunto. Y perdónense. Eso es lo que dice la palabra.
no dice mantén la enemistad para que sea sincero dice reconcíliate
reconcíliate es lo que dice Mateo capítulo 5 versículo 23 por tanto si estás
presentando tu ofrenda en el altar y allí te acuerdas que
tu hermano tiene algo contra ti versículo 24 deja tu ofrenda
allí delante del altar y ve reconcíliate primero con tu hermano y entonces
ven y presenta tu ofrenda mire qué sencillo lo pone la palabra
se ve sencillo es difícil de hacer eso yo lo sé una vez un
pastor me dijo a mí no te juntes con ese para que no te contamines
un pastor y yo lo miré y no le hice caso fue y me junté pastor de muchos años maduro
más de 30 años el evangelio pero él no se quiere contaminar con
la gentusa que pecan contra él y él me dijo a mí que no me juntara
con esa gentusa con razón ya no me llama no me
puede llamar porque yo tengo que obedecer a dios antes que
a los pastores aunque tengan 40 años en el evangelio.
Porque si tienen rencor, es rencor lo que tienen. Vaya y amoneste
a ese sujeto, diga lo que tiene que decirle en amor, buscando
su restauración. Pero usted no enseñe lo contrario
a lo que enseña la palabra de Dios. Por eso, amado hermano,
dice la palabra, sea Dios veraz y todo hombre mentiroso. Dios
es el veraz. Amado hermano, queremos un ambiente
de amor. Obedezcamos la palabra. Obedezcamos
la palabra. Entendamos. Dios quiere la sanidad
de su pueblo. Tengo cuatro aplicaciones, pero
se me fue el tiempo. Voy a dar solamente dos. Jesús
nos enseña que él vino a obedecer lo que Dios estableció. por lo
que nosotros también debemos de estar en la misma línea, obedecer
a Dios. Si Dios dice que amar es correcto,
nosotros debemos de creerlo y practicarlo. Si te enseño a perdonar, entonces
hazlo, perdona. Toda la palabra de Dios te guiará
a lo que es bueno y justo. Créelo y obedécelo. serás llamado
bienaventurado, feliz, que toda tu vida vaya en sintonía, en
el mismo camino de la voluntad de Dios. Y en último lugar, cada
promesa, cada juicio dado por Dios a través de los profetas
se cumplirá. Bendiciones y maldiciones. teme
a las maldiciones y apartate del mal no peques busca la bendición
del señor y obedecele hermano el camino dios lo coloca delante
de nosotros si cada uno hace la voluntad de dios y la enseñamos
seremos llamados grandes en el reino de los cielos Pero si desobedecemos
y enseñamos a otros a ser hipócritas como nosotros, seremos llamados
pequeños. Y si la vida que tenemos es una
vida de hipocresía, no entraremos en el reino de los cielos. Pastor,
usted está diciendo que la salvación se salva, que la salvación se
pierde. Yo estoy leyendo lo que dice aquí. Si tu vida, si tu justicia no
es mayor que la de los escribas y fariseos, no entrarás en el
reino de los cielos, no importa la doctrina que te creas, no
entrarás. Entonces, amados hermanos, en
el reino de los cielos no entran los hipócritas ni los fariseos. Luchemos por amarnos. Luchemos por obedecer la palabra. Neguémonos a nosotros mismos.
El corazón, ¿qué quiere? ¡Guerra! ¿Qué quiere Dios? Todo lo contrario. Paz, amor. Así que ocupémonos de lo que
nos seña Dios en su palabra. Vamos, hermanos, a orar. Padre,
gracias por tu palabra, por tu bondad, por el testimonio de
Cristo. Él vino a cumplir tu voluntad
y nos enseña a cumplirla. y nos habla de los peligros de
los desobedientes. Danos un corazón agradecido,
porque ciertamente no nos has dejado oscuras. Nos muestras
el camino, nos muestras tu bondad. Oh, Señor, te alabamos y rogamos
tu presencia en cada uno de nuestras vidas. En el nombre de Jesús. Amén.
Jesús vino a cumplir la ley y los profetas
Series Evangelio de Mateo
Jesús vino a cumplir la ley y los profetas
| Sermon ID | 82124123507672 |
| Duration | 47:29 |
| Date | |
| Category | Sunday - AM |
| Bible Text | Matthew 5:17-20 |
| Language | Spanish |
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