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Segunda de Timoteo capítulo 4. Versículos 6 a 8. Porque yo ya estoy para ser derramado como una ofrenda de libación y el tiempo y mi partida ha llegado. He peleado la buena batalla. He terminado la carrera. He guardado la fe. En el futuro me está reservada la corona de justicia. El señor, el juez justo, me entregará en aquel día. Y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida. Amén. Segundo Timoteo 4, 6 al 8, nos habla de Pablo. Pablo está diciendo que él tiene una seguridad y como decíamos en el mensaje de la semana pasada, él está varado en un lugar, mirando hacia abajo. ¿Hacia dónde? Hacia su muerte. Él piensa en los días de su muerte. Y él dice en el versículo 6, yo ya estoy para ser derramado como una ofrenda. Ya yo estoy listo para morir. Pero también en el versículo 7, Pablo mira hacia atrás, hacia el pasado, y él dice, he pleado la buena batalla. Él continúa con su espada de la fe, con su escudo todavía allí, en la mano. Permanezco firme en el Señor. Y en el versículo 8, él mira hacia el futuro. Él dice en el futuro me está reservada la corona de justicia, la cual. El juez Busto me entregará en aquel día y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. Y decíamos que estas palabras hablan de seguridad. Pablo no es un muchachito que acabó de conocer al Señor, es un hombre, una mujer de fe de años que ha perseverado y espera en las promesas de Dios. Y hermanos, esa seguridad para nosotros es muy importante. Porque usted puede vivir la vida entera como un cristiano, sin saber si las promesas son verdad. Y vivir todo el tiempo con un miedo con un terror y tú supiste que hay guerra en Rusia. Eso es que ya se acabó. Ahí están los últimos tiempos y vivimos asustados. Y tú viste que hay plaga en Oriente y tú viste en Estados Unidos que salió ahora un nuevo mosquito matando gente. Y la gente vive asustada porque no tiene seguridad en lo que cree. no tiene seguridad en Cristo no hay una esperanza que le permita como el apóstol Pablo estar de pie y decir no tranquilo yo puedo morir hoy y sabe que yo voy a ir con Cristo y es muchísimo mejor esa seguridad es la que el señor concede a los que creen en él y vamos a continuar hablando sobre esto porque queremos que usted Pida al Señor por esa seguridad. Usted debe desear crecer espiritualmente. Usted debe de desear alcanzar esta misma seguridad que alcanzó el apóstol Pablo. Hoy vamos a estar viendo razones por la que una esperanza segura es necesaria y deseable. razones por la que una esperanza, una seguridad es deseable y aún necesaria para el cristiano. La seguridad. En Cristo. Es deseable porque ella provee de paz y tranquilidad al creyente en el presente. La tranquilidad, la paz que el cristiano tiene. Cristo la ganó en la cruz. Tú no tienes que ganarla ni hacer una promesa para tener seguridad. No, ya Cristo la ganó. Ahora tú tienes que procurarla como el apóstol Pablo que creció en esa seguridad. buscando entender que es que ella producirá en tu vida paz en el presente. Las dudas, los temores arruinan la felicidad en tu alma. Tener dudas está todo el tiempo asustado. Mire, eso te va a arruinar la paz en tu alma. la incertidumbre, el suspenso, soy salvo, seré salvo o no seré salvo. Yo no estoy tan seguro porque es que tú sabes que no hay nada seguro. Bueno, en el mundo no hay nada seguro, pero en la fe Dios nos salvó a través de Jesucristo y eso es seguro. Cristo murió en la cruz del Calvario para para morir por mis pecados y eso es seguro. Cristo resucitó para darme vida y eso es seguro. Entonces, las obras que Dios ha hecho es para darnos paz, tranquilidad, no para que vivamos asustados. Muchas personas dicen yo soy cristiano, pero mira, a veces yo no estoy bien. Y tú sabes que. Es difícil entrar al cielo. Pero la persona que piensa así. Realmente ha entendido el evangelio. Realmente lo ha comprendido. Hubo un hombre que tenía esta inseguridad. Llamado Simón, él fue mago, un brujo. Y luego que Dios lo llamó al arrepentimiento. Este hombre comenzó a dar algunas apariencias de como que era cristiano. Pero el apóstol Pedro en Hechos capítulo 8, 23 le dice. En hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás. La vida que ese hombre llevaba. La vida que ese hombre tenía no había sido transformada. Por lo tanto, es posible que una forma, algo que te da inseguridad, es que tú no eres un hijo de Dios. La inseguridad que a veces la persona tiene, es porque no ha creído en todo lo que dice el Evangelio. Él cree una parte, hay que ser bueno, eso él lo cree. Pero él no cree que solamente por Jesucristo es salvo. Sin sacrificios, ni condiciones, ni esfuerzo. La inseguridad en gran manera es por la razón de que aún estamos en amargura y en prisiones de maldad. Aún practicamos el pecado. Aún estamos jugando al santico cuando uno viene a la iglesia y al diablo cuando uno está en la casa. Tú le preguntas a la esposa o al esposo. Ese hombre o esa mujer no se le puede ni hablar. Porque muerde. Hablando de la manera tan odiosa con que se comporta, como trata su familia. Cuando tú andas en ese desorden en tu vida, con la gente que te conoce, con tu familia, con la gente que te conoce, tus amigos, tú andas en una doble vida. Tú andas todavía atado en maldad. Por eso la inseguridad. ¿Cómo estarás seguro de que tú eres salvo si tú sigues siendo una mentirosa? Y tú sigues engañando a tus padres, a tus profesores. Si te sigue fijando en los exámenes, ¿cómo puede haber seguridad? Fulani, tú eres cristiana. Y te ríes. ¿Por qué esa inseguridad? ¿Por qué ese temor? La práctica de una vida doble, una cosa en la casa y otra cosa en la iglesia, eso da inseguridad. eso da inseguridad ahora qué bueno es cuando tú estás luchando contra tu pecado y tú sabes que Cristo murió no para salvar a gente buena sino para salvar a pecadores entonces tú dices yo soy un pecador señor ten misericordia de mí y tú vienes a Cristo porque él vino a buscar a pecadores Y eso es algo bueno que me ha gustado del pastor Juan Carlos Rai. Porque Juan Carlos Rai subraya esto. No vivas una vida de hipocresía, tú eres un pecador. No te crea un santico bajo del cielo porque eres un pecador. Ahora, ¿qué hace el pecador arrepentido? vive para agradar a Dios. Ya él ha roto, ha cortado todo con el pecado. Ahora él quiere vivir para Dios. Y si en algún momento yo vengo y hablo mal a José. Dios, el Espíritu Santo, que more en mí, Dante. Hiciste eso mal. José, mire, perdóname. Ay, aunque José me diga barriga verde, no importa. José, mire, perdónenme porque yo pegué contra usted. Ah, Dante, yo no quiero nada contigo. Bueno, lo siento mucho. Yo creo que estoy siendo responsable al hablar con usted. Eso es lo que Dios espera. Un corazón arrepentido. Y a veces nos cuesta. Pero eso es lo que Dios quiere. La seguridad se alcanza cuando tú crees las promesas de Dios y has querido Jesucristo. Tú necesitas creer en Jesucristo para tener seguridad. ¿Cómo vas a tener seguridad si eres un inconverso? ¿Cómo vas a tener seguridad si tú vives en un jueguito con una apariencia delante de tu mamá o delante de tu papá, niñito bueno, niñita buena y un diablo, una diabla con tus amigos? Eres un hipócrita. ¿Cómo puedes tener seguridad? ¿Cómo vas a crecer? No, eso no va a pasar. Nunca tendrás seguridad y nunca vas a crecer. Porque eres un hipócrita. La seguridad libera al hijo de Dios de este tipo de dolores. La seguridad nos obliga a andar como Cristo nos mandó en santidad. La seguridad nos recuerda que ya no tenemos una deuda pendiente. ¿Por qué yo tengo seguridad? Porque Cristo pagó mi deuda con Dios. Ya no hay deuda que yo tengo pendiente. ¿Por qué tengo seguridad? Porque la enfermedad del pecado, Cristo me sanó de ella. Por eso es que tengo seguridad, no es por otra cosa. A veces la gente piensa como que la seguridad que uno tiene de ser cristiano es por algún don especial y que él es más santo que todo el mundo. No, aún el que está parado aquí es un hombre pecador y soy un hombre. Es decir, las luchas que tiene cualquier hombre aquí las tengo yo. Cada mujer aquí es una pecadora y las luchas que tienen las mujeres las tienen todas igual. Lucha con su corazón, con el pecado, con los ojos, con los oídos, con la boca, con lo que hago. Tenemos luchas. ¿Usted cree que mirando esas luchas tendremos seguridad? Mirando a Jesucristo Yo miro esas luchas y clamo al Señor Señor perdóname por mi lengua Porque acabo de matar a mi hermano Ledy He estado murmurando de él Señor perdóname Mira Marisabel perdóname porque te hablé mal O te hablé del hermano Ledy Eso es murmuración Yo he pecado contra Dios Mire, mi hermana Gisela, perdónenme porque yo le hablé mal. Yo le engañé, yo le mentí. Confesar el pecado, arrepentirme del pecado es romper con el pecado, es cortar con el pecado. Y eso es lo que te va a dar paz. Señor, yo he pecado, pero abogado tengo en Cristo y voy a Cristo. Señor, límpiame de mi maldad. Y la palabra dice y esa es la palabra que debe de darnos fortaleza si confesamos nuestros pecados. Él es feliz justo para perdonar nuestros pecados, limpiarnos de toda maldad. Primera de Juan 1 9. Si confiesas tu pecado creyendo que Dios te va a perdonar porque él no es mentiroso, es lo que promete lo vas. ¿Sabe qué va a suceder? Serás sanado, serás sanado completamente. Por eso la seguridad ayuda a nuestra alma, ayuda a poder mantenerme firme en el Señor. ¿Podré mantenerme firme si yo creo lo que Dios dice en su palabra? ¿Podré mantenerme firme Cuando escuché malas noticias. Cuando yo escuché que hay guerra, que hay pestilencia, que hay desastres. Sabe lo que habrá en mi corazón. Bueno, ya el Señor viene. Gloria a Dios. Ven, Señor. Ven, Señor. Ya el Señor viene. El Señor nos da seguridad aún en la pobreza, en la pérdida nos enseña. a estar contentos Habacuc 3 17 dice con todo yo me alegraré en Jehová y me gozaré en el Dios de mi salvación pero en los días de Habacuc había guerra en Israel en los días de Habacuc estaban persiguiendo a los creyentes en los días de Habacuc les robaban la comida a ellos y Abacub dice aún en estos días yo me alegraré en Jehová. Observe aquí que la seguridad de nuestra salvación que nos ha dado Cristo a través de la fe en él a través de sus promesas es lo que nos permite a nosotros estar tranquilos. sosegados pasando nuestras luchas con esperanza con gozo la seguridad hace posible que el hombre alabe a Dios gracias a Dios porque Él no nos ha dejado nos ayuda a ser agradecidos con quien con el Señor La seguridad no permite estar en la cárcel con Pablo y Silas y cantarle al Señor. Es la seguridad de lo que Cristo hizo en la cruz por mis pecados. Porque lo único que me separa de Dios es el pecado. Oiga bien, no es la pobreza. Ay, mira, yo soy pobre. Eso quiere decir que estoy mal con Dios. No, eso es mentira. Estamos mal con Dios cuando no nos hemos arrepentido de nuestros pecados. Cuando no hemos creído en su hijo. El rico dirá ay yo estoy bien con Dios porque yo tengo mucha riqueza no mentira también. Ni la pobreza ni la riqueza hablan de esto estar bien o mal con Dios. No eso es mentira. Hay gente que piensa que Dios lo está bendiciendo. Dios me está bendiciendo porque ahora tengo un negocio. Cuidado, puede ser una gran prueba. Una gran prueba. Ahora te voy a probar, te voy a dar lo que quieres. Toma ahí está. A tus anchas. Todo lo que quieres, que lo que tú quieres. Ay, señor, que yo quiero un colegio para mí. Tengo un colegio entero. Vamos a ver si es verdad que es cristiana. Ay, señor, que yo quiero, yo quiero un carro nuevo para para llevar a los hermanos, porque también están esos deseos como tan piadosos. Y Dios te da un carro nuevecito y la calle son de lodo y llueve y hay que llevar a los hermanos. Entonces, ahora qué vas a hacer? Porque el carro lo pediste para servir. Ay, señor, el carro está acá bajito de la barra. Yo no puedo llevar a los hermanos. Ah, Dios prueba el corazón porque precisamente Dios prueba nuestra alma. Señor, yo te quiero servir, pero señor, con aire acondicionado. Un buen sueldo, cómodo. Señor, dame lo que necesito. Y a veces nuestra seguridad no depende de Dios, sino de lo que tenemos de Dios. Y es un error hermano tenemos que buscar la seguridad en Dios en lo que Cristo Jesucristo hizo por mis pecados tenemos que tener la seguridad de lo que Él hizo por nosotros porque usted y yo fallamos nos equivocamos metemos la pata no ponga su esperanza en lo que usted hace en lo que Dios hizo a través de Jesucristo pero una segunda razón La primera razón es Dios nos da seguridad para que tengamos tranquilidad y paz. Pero en segundo lugar, Dios nos da seguridad en Cristo. Porque tiende. Porque la seguridad tiende a ser del cristiano un obrero que trabaja activamente. Dios nos da seguridad en Jesucristo. Dios me perdona todos mis pecados en Jesucristo, porque esa fortaleza y seguridad me hace más activo, más fiel en mi trabajo. Oiga bien, las buenas herramientas que Dios te da para tu trabajo es para que seas más eficiente. Yo no me imagino a nadie cambiando un martillo de palo por un martillo de acero para jugar y romper la pared. Me imagino que lo cambia para hacer mejor su trabajo. Si la persona que trabaja los baños. Compro una mejor herramienta, lo hace para hacer mejor su trabajo. Entonces, esa seguridad que Dios nos da a través de Jesucristo es para que seamos más diligentes, activos, Nadie hace tanto para Cristo en la tierra como los que disfrutan de la confianza. De su salvación en Cristo. De que ha sido gratuito la salvación. Cuando uno pone su confianza en Jesucristo, que es Dios, ya uno está en paz porque no depende de ti, depende de él. Él es Dios. Él todo lo puede. Por lo tanto, yo estoy tranquilo, estoy seguro, voy a servirle al Señor. Poner mi confianza en mis obras es un peligro porque nosotros fallamos y nos equivocamos. Pon todo tu esfuerzo, toda tu seguridad en Jesucristo, confía en Jesucristo. y podrás enfocarte más en las cosas porque ya no dependa de ti. El creyente que no tiene una esperanza segura pasará mucho de su tiempo. Preguntándose soy o no soy. Estoy bien con Dios, no estoy bien con Dios. Y yo no sé por qué, pero algunas iglesias les encanta mantener la gente como en suspenso, en miedo. en suspenso ¿y qué va a pasar ahora? y mantiene a la gente en suspenso a ver qué va a suceder y sólo tú eres o no eres y de esa manera la gente no tiene ninguna fortaleza en el Señor Jesucristo y se mantiene asustada todo el tiempo queridos hermanos El creyente que no tiene una esperanza segura pasará mucho tiempo batallando con su corazón. Soy cristiano o no soy cristiano. Sin esa seguridad, tu mente jugará, jugará contigo, tu corazón jugará contigo. Mateo veinticinco versículo veinticuatro dice Pero llegando también el que había recibido un talento dijo Señor te conocía que eres hombre duro que siga donde no sembraste y recoge donde no esparciste por lo cual tuve miedo y fui y escondí tu talento en la tierra. Aquí lo aquí tiene lo que es tuyo. Oiga esto por inseguridad por miedo a un hombre le entregan un talento y él no lo pone a producir, él lo esconde en la tierra por miedo. Diferente a otros que le dieron, aquí tienes tu trabajo, tienes tu talento, y esas personas confiadas en lo que el Señor había puesto en ellos comienza a trabajar, comienza a trabajar. Y a uno le dieron dos y lo multiplicó por cuatro, lo multiplicó dos veces, ya tenía cuatro. Pero queridos hermanos, observen cómo la inseguridad, el miedo. Te quita la oportunidad de producir más. De ganar más como la seguridad, la inseguridad, el miedo. Te hace perder el tiempo y esconderte cuando tú tienes todo lo necesario en Jesucristo. Tienes todo en Jesucristo, pero tú te has asustado. No sé qué va a pasar, no sé qué va a pasar. ¿Cómo que tú no sabes lo que va a pasar? Ya Cristo dice lo que va a pasar. Confía en Él. No sé qué hacer, no sé qué hacer. ¿Qué dicen las Escrituras? Haz lo que dice la Palabra. ¿Por qué no sabe lo que tienes que hacer? Si lo dice claramente. El gran problema es lo que está detrás, el miedo. el temor, el horror de que la razón de no tener seguridad en tu salvación. Hermano, esa seguridad está en las promesas que Dios ha dado, está en Jesucristo. Mientras más yo entiendo lo que Jesucristo hizo por mí en la cruz, yo estoy más estable. Mientras más claro yo entiendo que Cristo obedeció para salvarme, yo estoy más seguro. Mientras más yo conozco la obra de Dios a mi favor, ya yo entiendo que Dios quiere el bien para mi vida y mi alma, entonces estoy seguro. Necesitamos conocer más a Jesucristo, conocer más su palabra, conocer más el Evangelio e entender que Él quiere que nos mantengamos firmes en Cristo. Esa seguridad debemos desearla, buscarla. Pablo tenía una esperanza segura, Pablo, cuando tenía luchas en su corazón, iba, ¿a dónde? A las promesas, al pacto. Queridos hermanos, usted no va a encontrar una varita mágica, y nos encanta eso. Yo quiero que el pastor nos diga en tres pasos, paso uno, paso dos y paso tres, todo lo que es necesario y ya. ¿Pero no es así? Aunque yo le diga, paso por paso, si tú no tienes fe, no te sirve de nada, no te aprovechas. Ay, mira, ¿qué es esto que yo no entiendo, que yo no entiendo? Pero ¿cómo vas a entender? ¿Tú estás orando para entender? ¿Estás pidiendole a Dios ayuda, me dame entendimiento? ¿Luchas con tu corazón? ¿Luchas con tu alma? Pides a Dios dame eso, esa fortaleza Mira al pacto que Dios selló con la sangre de Cristo Mira la palabra que no miente La palabra inquebrantable del Dios de amor Mira a Dios enviando a su hijo para salvarte Mira que la seguridad tuya no viene de ti mismo Viene de Dios Confía en cada promesa, en cada palabra que Dios ha dicho. Confía, cree, cree. Eso es lo que va a producir seguridad en nuestro corazón. Decía un siervo de Dios, toma Watson. La seguridad nos hace más activos y entusiastas en el servicio de Dios. Nos incita a orar, a obedecer, La fe nos hace caminar, pero la seguridad nos hace correr. Podríamos hacer más para el Señor. La seguridad es como las alas para el pájaro y el péndulo para el reloj pone en marcha las ruedas de la obediencia. Queridos hermanos, mientras más claro está en tu corazón el evangelio, más seguro tú estás y obviamente vas a obedecer. Cuando usted ve un hombre, una mujer que se hace llamar cristiano, pero pone sus ojos en los hombres, la mujer e impío. Esa persona está realmente creyendo la palabra cuando Dios le dice que debe ser en el pueblo de Dios, en el Señor que tiene que casarse. no está confiando en el Señor. Cuando una persona sabe lo que Dios pide y no la obedece, no está confiando en el Señor. Quiero que vea esto, hermano. Porque mucha gente está oyendo por un oído y se le sale por el otro. Y obviamente su vida es una vida insegura. No tienen paz en su corazón. Y usted va a ver que vienen a la iglesia varios domingos y después duran un mes que se desaparecen. He visto gente así, duran un mes que se desaparecen y de un momento a otro reaparecen como si fueran cometas. Ha visto esos cometas, esos pedacitos de piedra, porque son piedras, que pasan por el firmamento con mucha luz y luego desaparecen. Así son muchos crías, muchas personas. duran algunos días en la iglesia, después aparecen, van y vienen, van y vienen, van y vienen. Y obviamente. Son cristianos, no, no lo saben. Tienen seguridad, no lo saben, no tienen seguridad, pueden servir, no nos pueden servir. No pueden servir porque no crecen. Amados hermanos, tenemos que ser, como decía hace algunos días atrás, hablando sobre el bambú. El bambú crece primero hacia abajo. Todos los árboles crecen primero hacia abajo y luego hacia arriba. Usted, si no profundiza en la palabra de Dios, nunca va a poder servir. Ay, yo quiero servir. Yo quiero que me pongan a servir. Pero a servir, ¿qué? Si tú ni te congregas. ¿A servir a quién? ¿Para enseñar qué? Yo tenía un hombre, un amigo que me decía que él quería predicar la palabra de Dios. Bueno, si tú quieres predicar, comienza, ahí están todos los barrios, todas las aldeas, comienza a predicar. No, que era la iglesia en el púlpito. Ah, bueno, mira, ahí hay otros requisitos. Primer requisito, a que tu esposa se congregue porque la mujer tuya no viene a la iglesia y es cristiana, dice ella. Tú como hombre, tienes un desorden en tu casa ¿Cómo tú pretendes enseñar en la iglesia? Si tú mismo eres un desorden Y tu mujer tiene un desorden Y tus hijos son un desorden ¿Qué tú vas a enseñar? ¿El desorden? Hizo así, se quedó así como que... Está bien Nunca predicó Nunca pudo predicar por lo menos en la iglesia no ¿por qué? porque era un desorden y nunca tuvo el valor de sentarse con su esposa y decirle mi amor vamos a leer la biblia mira aquí en la biblia dice esto no dejes de congregarte hay que congregarse mire el ejemplo aquí de la palabra de Dios nunca tuvo el valor de sentarse con su esposa entonces hermanos perdemos mucho perdemos seguridad cuando nosotros no perseveramos Por eso la seguridad es tan importante. Y yo decía, ¿por dónde nace la inseguridad? Nace en la incredulidad del corazón. Nace un corazón que no está dispuesto a obedecer. La seguridad tiene que seguir creciendo. Amado hermano, anhela mantenerte firme en el Señor. Anhela ser fiel. Hasta cuándo? Hasta la muerte. Hasta que Cristo venga. Ese hermoso himno que cantamos. Hace un ratito he decidido seguir a Cristo. Es un himno que usted tiene que cantar y aprenderse. Para que usted recuerde. Que hay momentos difíciles, pero hay que seguir, hay que seguir a Cristo. Hay momentos de tristeza, pero seguimos a Cristo. Hay momentos de abundancia, pero seguimos a Cristo. ¿Y sabe qué? No volvemos para atrás. Ay, que mis hijos volvieron atrás. Mis hijos no quieren ir a la iglesia. Entonces yo voy a dejar de ir a la iglesia. No. Los padres son el ejemplo de los hijos. No es al revés. En esta sociedad, Son los hijos los que mandan. Que le dicen a la mamá y la papá hasta cómo vestirse. Una sociedad alocada por el pecado no es así, son los padres los que le modelan a los hijos. Cómo son las cosas? Mijo, mira, la Biblia enseña esto y es por aquí que nosotros vamos. Ese es el orden. Los padres guían a sus hijos, no es al revés. y lo guían por el camino del bien. En tercer lugar, la seguridad ayuda al cristiano a ser un hombre, una mujer decidido, con valor, con coraje. Necesitamos valor. Cada día que usted se levanta a trabajar. A veces cansado, a veces tropiado, a veces está con gripe o enfermo. Usted necesita valor para pararse de esa cama, echarse un poquito de agua, tomarse una medicina y salir por ahí a trabajar porque su deber necesita valor. Ah, pues déjame decirle que para ser cristiano se necesita valor también. Y la seguridad en Cristo nos da ese valor. Estar confiados en que Cristo murió por mí me da valor. estar confiado en que Cristo venció a la muerte, venció al diablo para salvarme, me da valor, me da coraje. Porque no estoy solo, el Señor está conmigo. La indecisión, las dudas sobre nuestro propio estado espiritual es un mal en el corazón de los hombres. a menudo por ciertas razones. Primera razón, porque ellos mismos no saben si son cristianos. Es decir, tú andas en una vida tan desordenada que tú no sabes si tú eres o no eres. Pero en segundo lugar, también cuando tú vives una doble vida. Yo soy cristiano, pero vivo una vida de pecado oculto. Entonces, eso no te da seguridad. Tú eres un hombre, pero tú tienes una vida de pecado ahí escondido. Y otra mujer anda a algunos vicios que tu mujer no sabe, ahí ocultito, calladito, hace cosas por aquí y por allá. Y obviamente, ¿cómo tú vas a estar seguro en la fe? Tú ni te congregas. Tú ni lees la Biblia ni oras, pero dónde está el problema? En la iglesia. Ah, que si la iglesia tuvieran culto los lunes, yo fuera. Ah, que si la iglesia, el patrón no hablará tanto, yo fuera. Ah, que si los himnos fueran otros, yo fuera. Ah, que si la hermana fulana no tuviera, yo fuera. Y tú pones todo lo que tú quieras. Pero todos son mentiras. Todos son excusas que hablan de tu inseguridad si eres realmente cristiano. Porque muchas veces, todos esos peros dan evidencia de una falta de fe, de lo que tú vienes a buscar. Yo vengo a buscar entretenimiento, cámbienme esos hilos. No me gustan. Yo vengo a buscar entretenimiento, cámbienme el horario del culto. Yo quiero que el culto sea como a las diez y media, porque yo me levanto a las nueve, me da tiempo. Diez y media, y que termine a las once, es decir que son media hora. Si lo ponemos todo a mi disposición, a mi deseo, oiga bien, el pato iría a mi casa, a hacer culto allá en mi casa, porque es más cómodo para mí. ¿Cómo tendremos seguridad con una vida centrada en yo? En yo, en yo y en yo. ¿Cómo? Queridos hermanos, La razón de la inseguridad es que no hemos creído la palabra, es Dios quien tiene la razón. Y esta es la casa de Dios. Y es la voluntad de Dios la que tenemos que hacer. Y es buscar glorificar a Dios. Y es buscar adorar a Dios, no adorar a los hombres. Ah, yo quiero que ahora los niños Se aprendan estos signos. Ay hermano, es que esos signos son muy largos. Pues mire, es muy sencilla hermana. Repítalo, repítalo y repítalo. Que la repetición es la madre de la enseñanza. ¿Por qué usted cree que estos siguines se saben esos signos que cantamos hoy? Porque en el estudio bíblico y en la clase de los sábados de la Escuela Bíblica de la Alma de Isabel, se lo aprenden. Ya, eso es todo. Repetición. ¿Por qué nosotros no lo aprendemos, lo más viejo? Porque preferimos estar delante de la televisión o con el celular y no tomamos el ignario y cantamos los signos con una doctrina clara bíblica para nuestro crecimiento espiritual. Querido hermano, los medios están para usarse a nuestro favor, pero si usted no lo usa, Si usted no crece, es realmente su responsabilidad, su culpa. La seguridad, usted la va adquiriendo poco a poco a medida que va avanzando. Esto no es una camisa que usted se pone. Esto se va alcanzando y ganando. Poco a poco, es como esos juegos de fútbol. La pelota de fútbol no llega de un lado de la cancha al otro solamente con que tú quieras. Muévete, pelota. Tú tienes que pelear. Y pelear mucho, porque el otro equipo no quiere que tú lleves la pelota hacia su canasta, hacia su cancha. No quiere que tú vayas para allá en la portería. Y entonces qué está sucediendo? Que hay una lucha entre dos equipos en el fútbol. Hay una batalla entre dos equipos para meter la bola. En el lugar del equipo contrario. Pero no va a ser sencillo. Es una batalla estrategia. Es una batalla de esfuerzo, de capacidad. Es una batalla continua y la vida cristiana es lo mismo. Es una batalla. Seguridad se va a alcanzar si tú perseveras y te fortaleces. Y en último lugar, la seguridad es deseable porque tiende, perdón, tiende a formar cristianos más santos. La seguridad tiende a formar cristianos más santos. Todo aquel que tiene esta esperanza en él se purifica. Todo el que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, así como él es puro. El creyente que está luchando por ser santo, que quiere ser como Jesús, no está buscando confort. Ay, bueno, mira, si a esta iglesia le ponemos aire acondicionado y le enfriamos, yo vengo. No, el cristiano que está procurando agradar a Dios, bien adorar a Dios, y usa lo necesario para adorar a Dios. Ay, mira, que si el techo fuera más alto. Ah, mira, que si los niños no abren, se quedan tranquilitos. Ah, mira, que si pasa tal cosa y ponemos todos los peros del mundo, porque. Que los hermanos siempre estamos, siempre estamos concentrados en yo, en mí. Y así nos vamos a avanzar. Deseamos seguridad. Tenemos que tener la disposición, amados hermanos, de tomar nuestra cruz, de seguir a Cristo cada día y seguir cada día. Nadie tiene mayor posibilidad de vigilar, de desear alcanzar mayor seguridad que aquellos que quieren ser santos. Pero pastores, estaríamos más cómodos si hubiera tal cosa. ¿Qué tú quieres? ¿Santidad o comodidad? Porque no siempre van juntas estas dos de la mano. Quiere el Señor que en algún momento le pongamos un airecito aquí, ¿verdad?, para refrescar el ambiente. Pero mientras tanto... Se apagó. Pero mientras tanto, mientras no hay un aire, hay que perseverar. Ay, si hubiera una persona que tocara guitarra o piano, sí, sería más excelente. Pero mientras tanto, continuamos adorando a Dios. Es decir, no debe de ser mi deseo lo que impida que yo crezca en santidad y en el temor del Señor. Los hombres y mujeres que desean crecer en santidad Procurarán honrar a Dios Y no estarán pensando tanto en sí mismos En lo que quieren, en lo que buscan, en lo que desean Un siervo de Dios llamado Manton Dijo esto Nadie camina tan armoniosamente con Dios Como los que están seguros del amor de Dios La fe es la madre de la obediencia y la confianza segura da paso a la rectitud en la vida. Cuando los hombres se sueltan de Cristo se sueltan de sus deberes y su creencia cambia, fluctúa, se nota pronto por su inconsistencia, irregularidad en su camino. Es decir, que cuando tú te desconectas de Cristo Imagínense ustedes, yo tengo hijos. Aquí todos tenemos, algunos tenemos hijos, otros no. Imagínense que nuestros hijos digan, yo no voy para la iglesia hoy, hoy estoy cansado. Y tú dices como padre, ay mi niño tan lindo, no vamos a quedar, yo me voy a quedar limpiándote los pies. Y poniéndote una agüita para que se te quite el cansancio. Es decir, como buen esclavo, nosotros le seguimos el juego a los niños. Como esclavo de ellos. Porque ellos son los que dictan lo que se va a hacer en la casa. Eso es lo que pasa en el día de hoy en muchos hogares. Son los jóvenes los que dicen lo que va a suceder en la casa. Queridos hermanos, ¿cómo nuestros hijos conocerán a Cristo? Porque ellos tienen una alta inclinación hacia su egoísmo. ¿Cómo nuestros niños que no conocen al Señor conocerán a Cristo? si nosotros los adultos jugamos a los esclavos con ellos siendo nosotros sus esclavos cuando en verdad somos los que tenemos que instruirlos en el temor a Dios cuando en verdad somos los que tenemos que guiarlos hermanos, ellos van a alcanzar aquellos bienes espirituales si nosotros somos fieles al Señor pero tienen que empezar por nosotros La fidelidad al Señor es una búsqueda continua de la santidad. Tenemos que ser santos. Usted cree que. Desapareciéndose una vez al mes o dos veces al mes o un mes entero y luego reapareciendo lo va a ayudar a crecer espiritualmente. Usted cree que usted dejando de orar, de leer las escrituras lo va a ayudar a crecer espiritualmente. Usted cree que su familia va a conocer al Señor. Porque los niños hoy no quieren levantarse. Ya usted los deja acostados porque están muy cansados. Han durado la semana entera en su escuela. Qué bueno, ese es su deber. Y se acostaron el sábado tarde viendo muñequitos. Bueno, es algo que usted debe mejorar y de modificar. Nosotros somos los llamados a tomar la rienda, hermano, para alcanzar esa seguridad. Dios ya nos ha dado la seguridad, pero nosotros estamos llamados a crecer y a involucrarnos y a desearlo. Yo quiero más de Cristo. Yo quiero más del Señor. Quiero más de su palabra. ¿Cómo logro eso? Pregúntese, porque hay una respuesta para eso. Quiero finalizar animándome a los amigos que están sin Cristo. y diciéndoles la esperanza que tenemos está en Cristo la seguridad que alcanzamos es a través de Cristo usted quiere seguridad y perseverancia en la fe lo primero es creer en Jesucristo y recibirlo en nuestro corazón eso es lo primero es lo primero y más importante todo lo que yo he dicho es para personas que están ya perseverando en la fe Ahora, joven, tú no eres creyente, te llamo, te exhorto, te pido, arrepiéntete, cree en el Señor Jesucristo, confiesa tu pecado y entiende que Él es el que te lleva a la salvación, a la vida, es Cristo que te lleva a ti a tener una firmenza que te va a llevar ¿sabe dónde? a todo lugar a ser discípulos a predicar el evangelio ¿por qué esos hombres y mujeres van con tanta seguridad a hacer la obra de Dios? no son dones especiales hermano es que han creído en la palabra y han dejado de jugar perseveran están luchando en la fe Por eso quiero animarte, mi amigo, mi amiga, a que tú luches, busques al Señor. Él no está lejano, Él está cerca, para los que con corazón sincero lo buscan. Y amado hermano, hay tanta bendición en esa seguridad, porque tú vas a ser un medio de bendición para otros, guiándolos hacia Cristo. Mira, Cristo es el camino, No solamente porque yo lo he oído, es mi práctica, es mi vida, es mi realidad, es mi vivencia diaria. Yo diariamente camino con Cristo. Y esa seguridad es lo que tú le traspasas al otro. Pero si tú mismo, amado hermano, no estás seguro de lo que crees. Si tú mismo no eres un ejemplo de esa seguridad, ¿qué le puedes decir a otros? ¿Cómo lo puedes guiar a otros? Quiero que pensemos en eso, porque debemos de anhelar. Señor, concedeme estar más firme. Concedeme crecer. Concedeme estar más fuerte en tus caminos cada día. Esa debe ser nuestra oración. Dame crecimiento. Pero luego, amado hermano, sea consistente con su oración. Pelé, luche, batalla, persevere. Sea consistente. Señor, bendíceme. Es una buena petición, pero sea consistente con su petición. Congréguese, adore, predique la palabra. Haga la obra que le va a dar a usted esa petición que usted está aclamando, esa seguridad. Vamos ahora. Señor y Dios y Padre, queremos darte gracias por tu palabra y por las enseñanzas que hemos recibido en este día. Que tu multiforme gracia nos enseña y nos dirige. Que tú nos sustentes, nos sostengas y guardes. Y como pecadores, ayúdanos a confiar en ti. Bendícenos con tu presencia. Es en el nombre de Jesús que te lo pedimos.
Razones para desear una seguridad firme en Cristo 017
Series Santidad
Razones para desear una seguridad firme en Cristo
Sermon ID | 821232216374262 |
Duration | 52:08 |
Date | |
Category | Sunday - AM |
Bible Text | 2 Timothy 4:6-8 |
Language | Spanish |
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