00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
Es trans el capítulo 4, versículos 1 a 24. Oyendo los enemigos de Judá y de Benjamín, que los venidos de la cautividad edificaban el templo de Jehová Dios de Israel, vinieron a Zerubbabel y a los jefes de casas paternas y les dijeron, edificaremos con vosotros, porque como vosotros buscamos a nuestro Dios y a Él ofrecemos sacrificios en los días de Saradón, rey de Siria, que nos hizo venir aquí. Solo Babel, Jezúa y los demás jefes de casa, los paternos de Israel, dijeron, no nos conviene edificar con vosotros casa a nuestro Dios, sino que nosotros solos la edificaremos a Jehová, Dios de Israel, como nos mandó el rey Ciro, rey de Persia. pero el pueblo latino intimidó al pueblo de Judá y lo atemorizó para que no edificaran. Sobrenado además contra ellos a los consejeros para frustrar sus propósitos, todo el tiempo de Isidro, rey de Persia, y a Sobrenado de Darío, rey de Persia. En el renado de Asuero, en el principio de su renado, escribieron acusaciones contra los habitantes de Judá y de Jerusalén. También en días de Artajerjes escribieron Bislán, Mitrídates, Tabel y los demás compañeros suyos a Artajerjes, Red y Persia, y la escritura y el lenguaje de la carta eran en arameo. Reún Canciler y Cimsae Secretario escribieron una carta contra Jerusalén al Re Artajerjes. En tal fecha escribieron Raúl, Canciller y Simzai, Secretario, y los demás compañeros suyos, los jueces, gobernadores y oficiales, y los de Persia, de Erec, de Babilonia, de Susa, eso es, los elamitas, y los demás pueblos que el grande y glorioso Aznapar transportó e hizo habitar las ciudades de Samaria y las demás provincias del otro lado del río. Es la copia de la carta que enviaron. Al rey arte jefes, tus siervos del otro lado del río te saludan. Sea notorio al rey que los judíos que subieron de ti a nosotros vinieron a Jerusalén y edifican la ciudad rebelde y mala, y levantan los muros y reparan los fundamentos. Para ser notorio al rey que si aquella ciudad fuera reivindicada y los mulos fueran levantados, no pagarán tributo, impuesto y rentas, y el edadio de los reyes será menoscavado. Siendo que nos mantienen del palacio, no nos es justo ver el menosprecio del rey, con lo cual hemos enviado a celos a ver al rey, para que se busque en el libro de las memorias de tus padres. Agarras el libro de las memorias y sabrás que esa ciudad es ciudad rebelde y perjudicial a los reyes de las provincias, y que en el tiempo antiguo forman en medio de ella rebeliones, por lo que esa ciudad fue destruida. Hacemos saber al rey que si esa ciudad fuera reivindicada y levantada de sus muros, la región de más allá del río no será tuya. El rey envió esa respuesta, el reún canciller y cimsae secretario a los demás compañeros suyos que habitan Samaria y a los demás del otro lado del río Salud y Paz. La carta que nos enviaste fue leída claramente delante de mí, y por mí fue dado orden y buscaron, y hallaron que aquella ciudad de tiempo antiguo se levanta contra los reyes y se revela, y se forma en ella sedición. y que hubo en Jerusalén reyes fuertes que dominaron en todo lo que hay más allá del río, y que se les pagaba tributo, impuesto y ventas. Ahora pues, dad orden que cesen aquellos hombres, y no sea esa ciudad reivindicada hasta que por mí sea dada nueva orden. Y mirad que no seáis negligentes en esto, porque habrá de crecer el daño en perjuicio de los reyes. Entonces, cuando la copia de la carta del rey Artefejes fue leída delante de Rumi de Simsa y sus secretarios, sus compañeros, fueron apresuradamente a Jerusalén y a los judíos, y les hicieron cesar con poder y violencia. Entonces, cesó la obra de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y quedó suspendida hasta el año segundo del renado de Darío, rey de Persia. Vamos a ver. Nuestro Padre, muchas gracias, que tenemos la confianza de que cada palabra en la Biblia es inspirada y útil para nosotros. Abre nuestros ojos para que podamos ver las maravillas de tu ley. Abre nuestros corazones, Señor, para que podamos entender, para que podamos aplicar esta palabra en nuestras vidas. En sernos te pedimos, en el nombre de Cristo. Amén. Entonces, regresamos hoy a nuestro estudio de ese libro de Estras, y quiero revisar muy rápidamente lo que hemos aprendido hasta este momento. El libro de Estras describe los eventos cuando los judíos regresaron del exilio a la tierra prometida. Así que el tema de este libro es la fidelidad de Dios en la restauración de su pueblo por medio de su palabra. Dios cumplió su palabra con su pueblo en esta historia, cuando después de 70 años en exilio, obró en el corazón de Isidro, ese rey payano, para que su pueblo pudiera regresar a su tierra, empezar otra vez y preparar el camino para la primera venida de nuestro Señor Jesucristo. Y lo que hemos visto hasta ahora es que nosotros también podemos aprender mucho de este libro, aún en el siglo XXI, no solamente aprendiendo hechos históricos, sino aprendiendo principios que son aplicables para nuestras vidas y para nuestra iglesia hoy en día. Antes de considerar lo que Dios tiene para nosotros aquí en este capítulo, vamos a tomar algunos minutos para entender su cronología. Y sí, entiendo, no es la cosa más emocionante de todo. Pero tenemos que entender la cronología aquí, si vamos a entender el resto del libro y todo el libro de Nehemiah. Estamos confundidos en cuanto a la cronología, no vamos a entender nada. Aquí en estas cuatro, Y en los versículos 1 a 5 leemos de lo que pasó inmediatamente después de los eventos del capítulo 3. Es decir, los judíos, ustedes recuerdan, echaron los cimientos del templo, ¿verdad? Empezaron a construir otra vez el nuevo templo, e inmediatamente vieron la resistencia de los habitantes de la tierra, la persecución de los enemigos del pueblo de Dios. Es lo que vemos en reciclos 1 a 5, y en esos reciclos nos vamos a enfocar en esta tarde. Y después en reciclos 6 a 23, leemos de la persecución que siguió durante los reinados de Asuero y Artajerjes. ¿Quiénes reinaron después de Darío? El Darío, que ustedes ven, se menciona en Recículos 5 y 24. Es decir, el orden es Ciro, había dos reyes más, Darío, Azuero, hasta Jerjes. Los Recículos 6 a 23 hablan de la resistencia en contra de la construcción de los muros de Jerusalén. Un tema que vamos a ver en el resto de este libro y todo el libro de Nehemiah. Es decir, los eventos del siglo VI a XXIII. Esta carta mandada a Artegerges y su respuesta. suceden más adelante en la cronología de Esdras. De hecho, sucede durante los eventos de los capítulos 7 a 10. ¿Entienden? Esdras 4, 6 a 23, sucede durante los eventos de Esdras 7 a 10. Y después de platicar de esta persecución futura, en versículos 6 a 23, el autor regresa en el versículo 24, y capítulos 5 y 6, a hablar de la persecución en cuanto al Templo. Y dices, no entiendo nada. Parece un poquito confuso, ¿no? El punto es, en versículos 1 a 5, habla de la persecución durante el reinado de Ciro hasta Darío, en cuanto a la construcción del Templo. Reciclo 6 de 23, el autor está hablando de lo que iba a suceder más adelante, durante los jornados de Asuero y Artejefes, y después regresa al tiempo actual. Es decir, Reciclo 6 de 23 son un paréntesis. Así lo podemos ver más claramente. ¿Por qué? Esa es la pregunta. Y vamos a ver. Pero ante todo, es porque en el Reciclo 1 de este capítulo, el autor describe a estas personas como enemigos del pueblo de Dios. Y tal vez no entendemos por qué. ¿Por qué qué dijeron ellos? ¡Queremos ayudarles! ¡Vamos a construir con ustedes! Pero la Torah dice, eran los enemigos de Dios. Y tal vez pensamos, pues, ¿por qué enemigos? Y por eso la Torah describe, bueno, para que ustedes sepan, más adelante, eso es lo que va a pasar. Nos van a perseguir muchísimo, por eso los llamo enemigos de Dios. Ahora, regresamos a nuestra historia. OK, entonces un paréntesis para describir por qué son los enemigos de Dios. OK, si no entiendes todavía, vamos a verlo en más detalle más adelante, pero para que entrenamos un poquito cómo es este capítulo. Vamos a enfocarnos nosotros en los versículos 1 a 5. Porque en los versículos 1 a 5 nos habla mucho de esta persecución que sucede cuando personas regresan a Dios. ¿Recuerdan el tema del libro? La restauración del pueblo de Dios. ¿Y qué deberíamos esperar cuando Dios nos está restaurando? ¿Todo fácil? ¿Todo sin problemas? ¡Claro que no! Persecución, resistencia, adversidad, así como pasó en esta historia. Nos vamos a ver nosotros aquí en este tema, en este capítulo, que necesitamos discernimiento en la obra de Dios cuando regresamos a Él, porque no podemos trabajar con todos, ni con todos los que reclaman ser los hijos de Dios. Es el tema de hoy. Necesitamos mucho discernimiento cuando regresamos a Dios, porque no podemos trabajar con todos, ni con todos los que reclaman ser los hijos de Dios. Vamos a considerar varios principios que podemos aprender de esta historia. En primer lugar, en los primeros dos versículos de este capítulo, podemos aprender que siempre hay adversidad cuando regresamos a Dios. Y a veces, viene de parte de aquellos que reclaman ser parte del pueblo de Dios. Otra vez, pues es muy importante. Siempre hay adversidad cuando regresamos a Dios. y a veces viene de aquellos que reclaman ser parte del pueblo de Dios. Este tema de la adversidad es un tema repetido muchísimo en todo el libro de Esdras y Nehemiah. Vamos a ver muchísimo que los judíos tienen que pasar por muchas pruebas. Ellos habían obedecido, habían regresado a la tierra, aunque tenían que empezar casi de cero. Estaban trabajando, trabajando en construir el templo y más adelante construir los muros y hacer lo que Dios les mandó. pero aún en medio de su obediencia, aún cuando estaban cumpliendo la voluntad de Dios, de todos modos pasaban por mucha persecución y por mucha adversidad. El capítulo empieza con las palabras, oyendo los enemigos de Judá y de Benjamín que los venidos de la cautividad edificaban el Templo de Jehová Dios de Israel, y después continúa diciendo lo que pasó. ¿Qué vemos aquí? Esta oposición a la obra de Dios no tardó años en aparecer. Los judíos apenas habían empezado a reconstruir el templo. Apenas habían echado los cimientos otra vez. Y la siguiente cosa que sucede es que los enemigos del pueblo de Dios oyeron esto. Oyeron este buen primer paso. Inmediatamente se acercaron, supuestamente para ayudar, pero como vamos a ver, ante todo para estorbar. Y terminaron persiguiendo y persiguiendo y persiguiendo al pueblo de Dios y haciendo que fuera imposible o casi imposible hacer la obra. ¿Qué podemos aprender de eso? Tú, cuando empiezas a regresar a Dios, ¿Sabes lo que va a pasar? Otros van a oír. Es decir, otros se van a enterar. Porque empiezas a cambiar tus hábitos, empiezas a cambiar tus prioridades, dices a tu familia que no puedes visitarles cada domingo porque vas a estar en tu iglesia, rompes la relación con tu novio o novia, dejas de asistir a ciertos lugares, lo que sea. Yo te prometo, inmediatamente, los enemigos de Dios van a oír, te van a acercar, y van a intentar convencerte a no regresar a Dios, a no ser tan radical, a no ser tan espiritual. Es lo que va a pasar. Y podemos aguantar su ataque, podemos aguantar sus palabras, cuando son personas que tú sabes no son cristianos, y no entienden y están contra Dios de todos modos. Eso sí podemos aguantar. Es más difícil con las personas de quienes sientes la resistencia, son personas muy cercanas, o personas que también reclaman ser cristianos, pero no tienen la misma pasión, no han visto la necesidad de poner a Dios en primer lugar, eso es más difícil. Con la persona que está intentando estorbar tu regreso a Dios, la persona que está intentando apagar tu fuego, reclama ser parte del pueblo de Dios. Así es más difícil. Así es en este capítulo. Exactamente así. Esta adversidad que los judíos enfrentaban en ese momento, llegó de personas que reclamaron servir al mismo Dios. Leemos el versículo 1 aquí. Los enemigos del pueblo de Dios Y tal vez pensamos, ah, enemigos, babilonios, ¿verdad? Esas personas que apenas habían llevado a ellos a la cautividad. Pensamos que aquí estamos hablando de paganos y personas que ni conocen a Dios, ¿no? Fíjense, en el siglo II, en quiénes eran esas personas. vinieron a sobrever los jefes de casas paternas y les dijeron, edificaremos con vosotros porque como vosotros buscamos a vuestro Dios y a Él ofrecemos, nosotros, sacrificios desde los días de Saradón, Rey de Asiria, que nos hizo venir aquí. ¿Quiénes son esas personas entonces? Habla aquí de un Rey de Asirio que les hizo venir aquí. Porque lo que pasó es, después de que los asirios habían conquistado a Israel, es decir, las 10 tribus del norte, ellos habían mandado alguna gente de Asiria y de otros países conquistados a vivir en la tierra de Israel. ¿Por qué? Bueno, era una política muy sabia para que los judíos no se juntaran otra vez para no causar problemas alrededor de Asirio. Y estos paganos, estos no judíos que fueron mandados a la tierra, cuando llegaron a la tierra, empezaron a mezclarse con los pocos judíos que se quedaban, que no habían sido llevados al exilio. Y son esas personas, esa raza mixta entre los judíos y los paganos, que se acertaban a los judíos aquí en Esdras IV. Con una parte muy breve. Leemos de esta misma gente en el Nuevo Testamento. ¿Saben quiénes son? Los samaritanos. Y recordamos que los judíos odiaban a los samaritanos. ¿Por qué? porque dijeron servir al mismo Dios, pero era una raza mixta, y Dios había mandado claramente que los judíos no deberían mezclarse, casarse con los incrédulos, y esta raza era una prueba física de la desobediencia a Dios. Pues los judíos odiaban mucho a los samaritanos, y otras razones políticas también. Entonces, es interesante ver de dónde llegaron los samaritanos. De hecho, si regresamos a 2 Reyes y el capítulo 17, podemos ver aún más claramente de dónde llegaron esas personas. 2 Reyes 17, y ustedes en su propio tiempo pueden leer versículos 24 a 34, pero aquí nada más voy a resumir lo que dicen. 2 Reyes 17, 24 a 34. Resumiendo, lo que dice aquí es que el rey de Asiria, mandó a gente de Babilonia y otros lugares para vivir en Samaria. Esas personas, cuando llegaron a Samaria, empezaron a servir a sus propios dioses, y Dios mandó leones para matarles. Y pues, el rey de Asirio dijo, eso no va a funcionar. Mandó un sacerdote judío para regresar y enseñar a esa gente cómo es el dios de esta región. Ustedes recuerdan, ¿verdad? Las personas de tiempo no tienen ningún problema con el dios de Israel, el dios de la región. pero no le servían como el único Dios. Entonces, el rey decía, bueno, obviamente el Dios de esa región está muy mala, y tenemos que mandar a alguien para enseñar a la gente cómo servirle. Se mandó un sacerdote. Entonces, los samaritanos, esas personas, empezaron a servir también a Jehová, pero junto con sus otros dioses. Es decir, agregaron a Jehová, a su grupo de dioses, y adoraban a todos. Entonces, esas personas no servían a Jehová. Esas personas no servían completamente a Dios. De hecho, aquí en ese pasaje dicen que ellos temían a Jehová y honraban a sus dioses. Dicen, hasta hoy hacen como antes. Ni temen a Jehová, ni guardan sus estatutos, ni sus ordenanzas, ni hacen según la ley de los mandamientos que prescribió Jehová a los hijos de Jacob, al cual puso el nombre de Israel. Todo eso para explicar por qué Soloabel y Jesús, los demás líderes, respondieron como respondieron. Porque leemos eso, a veces decimos, qué malos. Había gente que quisieron ayudar a los israelites. Ellos dijeron, no, no queremos ayuda. Y pensamos, qué malos. Hasta que entendamos quiénes eran esas personas. Reclamaron ser el mismo Dios, pero eran idólatras. Y los líderes aquí hicieron lo correcto en decirles a ellos, no, no podemos mezclarnos con ustedes, porque servimos al Dios único, al Dios verdadero, y ustedes no. Por eso respondieron como respondieron allá en el versículo 3. Pero fíjense también en la aplicación para nosotros. Esos judíos tenían que enfrentar la adversidad de personas que dijeron, por lo menos dijeron, que servían al mismo Dios. Nosotros también deberíamos esperar mucha adversidad y persecución cuando regresamos a Dios, cuando empezamos a hacer cambios radicales. Y dije, podemos aguantar mucha resistencia y los incrédulos porque no entienden, pero cuando tu cónyuge no está de acuerdo, cuando tus hijos se quejan, cuando personas de otras iglesias expresan sorpresa de cuán radical eres, eso, hermanos, es más difícil. O podemos pensar otra situación. Algunos de ustedes, tal vez muchos de ustedes, tienen familiares que reclaman ser cristianos, ¿verdad? Pero ni leen la palabra, ni van a la iglesia, ni son diferentes que el mundo, pero reclaman ser cristianos. Puede ser un familiar cercano en tu casa, un tío, tía, primo, quien sea. Pero cuando tú te das cuenta que es tiempo de regresar a Dios, Cuando empieces a santificar el día de reposo en verdad, todo el día, cuando ya no pases cada fin de semana con ellos, cuando expresas tu deseo de pasar más tiempo con tus hermanos en la iglesia, estas personas, estos supuestos cristianos, te atacan, te manipulan, porque juegan con tus emociones, diciendo, ah, ¿y no me amas ahora? ¿verdad? Eso no es nada nuevo. Eso empezó hace miles de años en el libro de Estras. Entonces necesitamos nosotros reconocer la prueba no es nueva y necesitamos responder así como ellos respondieron, fuertes, firmes, poniendo a Dios en primer lugar. Es difícil, hermano. Pues cuando es tu cónyuge que también dice que es cristiano o cristiana, cuando tus hijos se quejan de ir a la iglesia, Cuando tu tío o tí dice, bueno, yo también soy cristiano, pero no soy tan radical como tú. Eso es difícil. Y muchas veces cedemos, nos rendimos. Decimos, ah, OK. No quiero ser radical. No quiero que mi familia piense que yo amo más a mi iglesia que a ellos. Hermanos, tenemos que ser valientes, firmes, y obedecer a Dios más que los hombres. no permiten que esta manipulación de sus emociones te estorba de obedecer a Dios. Entonces fueron esas personas descritas como los enemigos del pueblo de Dios que se acercaron aquí y preguntaron, nosotros también podemos unificar con ustedes? Y vemos en el versículo 3 la respuesta. sólo a él, Jesúa y los demás jefes de casas paternas de Israel dijeron, no nos conviene edificar con vosotros casa de nuestro Dios, y que nosotros solos la edificaremos a Jehová, Dios de Israel, como nos mandó el rey Siró, rey de Persia. Así vemos el segundo punto aquí del mensaje, necesitamos discernimiento espiritual. Que primero, siempre hay adversidad cuando regresamos a Dios, a veces de parte de aquellos que reclaman ser parte del Pueblo de Dios. Segundo, entonces, ¿qué necesitamos? Descernimiento espiritual. Posiblemente la respuesta, aquí en Versículo 3, de esos líderes, nos parece muy dura. Aún ya sabiendo que en verdad eran enemigos, de todos modos nos parece, pero no pudieron haber trabajado un poquito con ellos? Un poquito de ayuda, verdad? Algunas manos más. Ellos dijeron que buscaron al mismo Dios, que habían ofrecido sacrificios a Él desde el principio. Pues ya habíamos visto, la Palabra Hispana de Dios dice que eran enemigos primero. Se vieron a Dios y los demás Dioses, eran idólatras todos. no adoraban al único Dios verdadero. Y otra vez, los líderes aquí sabían eso. Zerubabbel, Jesús, los demás líderes sabían esto. En el reciclo 3, ellos mostraron mucho discernimiento en su respuesta. Porque aunque esas personas reclamaron servir al mismo Dios, se dieron cuenta de que no era así. Y por eso dijeron, no nos conviene edificar con ustedes casa nuestro Dios. Posiblemente no era fácil para ellos decir eso. No sabemos. Pues seguro que necesitaban más manos en la obra. Seguro que ellos pudieran haber racionalizado una asociación, algo temporal hasta que todo termine y ya no más con ustedes. Fácilmente pudieran haber pensado en un acuerdo temporal o algo. Pero no. Y damos gracias a Dios que no. Damos gracias a Dios que les dio discernimiento a no hacer eso. ¿Por qué? Porque apenas habían regresado al exilio. ¿Y por qué se fue al exilio, en primer lugar? Porque se había mezclado con personas que no sabían a Dios. Y Israel tenía que reestablecerse. ¿Por qué? Porque en 450 años, más o menos, ¿quién iba a venir? Cristo. Entonces, Israel tenía que existir. Era muy importante para ellos en ese momento guardar la pureza para no ser castigados otra vez de Dios, para que Cristo pudiera venir y así vivir y morir por nuestros pecados. Entonces, esencial, señores hermanos, el discernimiento que Dios dio a estos líderes era parte de lo que preparó el camino para Cristo. Nosotros necesitamos discernimiento también. y mucho. Hemos estado pensando individualmente, ¿verdad? Necesitamos discernimiento en cuanto a cómo responder individualmente a aquellos que reclaman ser cristianos y nos estorban y nos regresan a Dios. Pero también necesitamos discernimiento como iglesia y como denominación. que es más el contexto aquí, ¿verdad? Porque aquí no leemos de decisiones individuales, aquí leemos de la decisión que los líderes tomaron para toda la nación. El contexto, entonces, es más en cuanto a la Iglesia, en cuanto a denominación. Estamos discernimiento con la Iglesia. Porque no hay compañerismo entre la justicia y la injusticia, y no hay acuerdo entre el Templo de Dios y los idolos, conforme 2 Corintios 6. Aquí damos la bienvenida a la gente que quiere venir. Pero, por ejemplo, nunca vamos a cambiar nuestros estándares bíblicos. No vamos a cambiar la manera en la cual adoramos a Dios solamente para que más personas vengan o para que se queden. Eso no nos interesa, porque vamos a servir a Dios. Estamos abiertos a la comunión con otras iglesias hermanas. Pero nunca vamos a ceder nuestras convicciones solamente para que podamos tener una actividad de jóvenes juntos o una conferencia juntos con iglesias que nieguen la doctrina y la palabra de Dios. No lo vamos a hacer, hermanos, para que sepan. Necesitamos discernimiento como iglesia, porque no podemos trabajar con todos, ni con todos que reclaman ser hijos de Dios. Por ejemplo, si quiero un ejemplo específico, como iglesia nunca vamos a tener nada que ver con los que niegan la eternidad. Es un tema que hemos estado estudiando, ni individualmente ni como iglesia local. ¿Por qué? Porque algunos que niegan esta doctrina de la Deidad de Cristo nos dicen que si vimos al mismo Dios, todavía somos hermanos, todavía tenemos la misma salvación, Pero con el discernimiento de Dios, nosotros rechazamos comunión con esas personas, aun si todavía reclaman ser nuestros hermanos en Cristo. Hermanos, ¿ven cuán aplicable es la historia de Edras a nuestra iglesia hoy por lo que estamos pasando? Reclaman servir al mismo Dios. Necesitamos discernimiento para decir, no, tú niegues la deidad de mi Salvador. No tengo nada que ver contigo. No podemos trabajar con personas que rechazan sus doctrinas. O a veces lo que necesitamos es discernimiento con algunos que no negamos que sean sanos, solamente Dios sabe. Pero reconocemos que no podemos participar en su adoración, no podemos trabajar juntos como iglesias. Así pensamos en cuanto a las iglesias carismáticas, por ejemplo. Nosotros no decimos Escuchen bien, no decimos que no existen ningún cristiano en nuestras iglesias. Muchos de ustedes llegaron de iglesias así, y fueron salvos allá, y damos gracias a Dios por eso. Pero nunca vamos a ceder a su adoración mundana. No podemos participar con ellos en su adoración de iglesia con iglesia. No podemos. Entiendan, por favor, aquí estamos hablando de iglesia con iglesia. No estoy hablando de tu amistad con personas individualmente. Es otra cosa. No estoy diciendo que no puedes tener amistad con una persona que cree diferentes cosas en cuanto a cosas no fundamentales. Estoy hablando de iglesia con iglesia. No vamos a saber nada de la oración bíblica que tenemos solamente para trabajar con otros. No podemos trabajar con otros, con todos, perdón, ni con todos los que reclaman ser hijos de Dios. ¿Y que es el principio bíblico de nuestra iglesia para hacer esto? Aquí en Esvers 4. Es decir, no estamos haciendo esto porque somos mejores que todos, porque no lo somos. No estamos haciendo esto porque no queremos estar con nadie, no queremos aislarnos tampoco. Pero la Palabra de Dios nos da un buen ejemplo de que no todos los que reclaman servir a nuestro Dios, sirven a nuestro Dios. Y a veces tenemos el derecho bíblico a decir como sobrevele Jesúa, no nos conviene edificar con ustedes. Esa es especialmente la responsabilidad de los líderes. Es mucha responsabilidad para los líderes de una iglesia decidir con quién sí y con quién no. Yo necesito mucho sus oraciones, hermanos. Los ancianos necesitan la oración, los judíacos necesitan sus oraciones. Pero a veces decimos, así como los líderes aquí, no nos conviene ficar con nosotros casados, los judíos, sino con nosotros solos. la edificaremos a Jehová Dios Israel. Otra vez, no me malentiendan. No estoy hablando de aislarnos y que fuera de esa iglesia local no hay salvación. Es ridículo y no es la verdad. Pero tampoco cada persona que reclama ser cristiano es cristiana. Y tampoco cada iglesia cristiana que reclama ser iglesia cristiana realmente sirve al mismo Dios. Necesitamos discernimiento. mucho discernimiento para saber con quién sí, con quién no. Necesitamos ser fieles a nuestro Dios, aun cuando nos cuesta. Y finalmente vemos aquí que aun cuando tomamos la decisión correcta, no siempre es fácil. La adversidad nos cesa. Porque ¿qué pasó después de esa situación? Solo Babel, Jesúa, los líderes tomaron la decisión correcta. Lo sabemos porque en nuestro capítulo 2 explica lo que esos enemigos hicieron más adelante. la persecución de ese grupo de personas se intensificaba más y más y más a través de los años. Entonces sabemos, sin lugar para duda alguna, que esos líderes tomaron la decisión correcta. Esas personas en verdad eran enemigos, enemigos de Dios y enemigos del pueblo de Dios. Pero aún con todo su discernimiento, aún habiendo tomado la decisión correcta, vemos que su problema no terminó. De hecho, su problema intensificó. Versículo 4. Pero el pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá y lo atemorizó para que no edificara. Después vemos que mandan una carta al rey para decir al rey, por favor, cese todo eso porque eso va a perjudicar a tu reino. Persecución y persecución y más persecución a través de años. Es muy importante, hermanos. Porque a veces nosotros pensamos, pues si estoy en la iglesia, si estoy leyendo la Palabra, si estoy regresando a Dios, si estoy cambiando mis hábitos y ya poniendo a Dios en primer lugar otra vez, ¿por qué todo es tan difícil? ¿verdad? En la mayoría de las iglesias aquí en este país, te van a enseñar que si estás en problemas, no estás en la voluntad de Dios. ¡Basura! Esa es basura. No se encuentra en la Palabra de Dios. La Palabra de Dios enseña claramente que cuando sigues a Dios, vas a sufrir persecución. Cristo mismo dijo, si me sigues, vas a sufrir. Entonces, por favor, con mucho respeto, si usted va a cualquier otra iglesia que dice que cuando estás bien con Dios no hay persecución, cómete esa iglesia porque es falsa doctrina. Dios promete la persecución y el sufrimiento a aquellos que le sirvan a Él. Siempre. Y el problema que tenemos en nuestro país, con tantas personas que piensan, estoy pasando por problemas, por eso Dios me odia, no estoy bien con Dios. No, para nada. Puede ser también. Pero lo más probable, si estamos buscando a Dios, estamos en la palabra, estamos en la Iglesia, estamos buscando a Dios, y pasamos por pruebas, ¿saben lo que eso es? Normal. Completamente inhumano. Cristo sufrió aquí, cada apóstol, cada persona en la Palabra de Dios, en toda la historia de la Iglesia. ¿Quién somos nosotros para pensar que no vamos a sufrir? Entiéndanse esto, hermanos, porque es importantísimo. Lo vemos aquí claramente. Esas personas hicieron lo correcto. Y después, más persecución, no menos. más resistencia de personas que reclamaron ser parte del mismo poder de Dios. Otra vez les digo, cuando ustedes deciden poner a Dios en primer lugar otra vez, cuando deciden regresar, por ejemplo, ejemplo, ok, los miércoles, cuando deciden regresar al culto o a la clase, son las personas en tu propia familia Otros supuestos cristianos que van a intentar estorbarte. ¿Qué debes hacer? Obedecer a Dios antes que los hombres. No tener miedo de tu cónyuge, o tus hijos, o tu primo, o quien sea. Obedece a Dios. Obedece a Dios. Hay obstáculos. Hay obstáculos cuando regresamos a Dios. Pero hermanos, créanme, es más difícil no regresar a Dios. Hay obstáculos y pruebas y dificultades cuando tú decides otra vez poner a Dios en primer lugar y regresar a Él. Pero te digo, es mucho más peligroso no regresar a Dios. Ante todo, porque la persona que no regresa a Dios, No es cristiano. Y si la opinión de seres humanos es más importante a ti que los mandamientos de Dios, tienes que examinarte para ver si estás en la fe o no. Es muy peligroso no regresar a Dios. Entonces, pregúntate. Cada persona aquí, pregúntate. ¿Eres hijo de Dios? ¿Eres hijo de Dios? ¿Dios es lo más importante para ti? ¿Tu vida ya no es tuya? ¿No es controlada por tus deseos y ahora Cristo vive en ti y tú eres nueva criatura? No importa lo que digan los demás. Tal vez todos piensen que eres salvo y no lo eres. O tal vez todos piensen que no puedes ser salvo porque estás malo. ¡No importa! Dios dice, ven a mí. Deja atrás tus cargas, tus pecados, tu control. Arrepiéntete de tu orgullo, tu rebeldía, tus pecados. Pósate ante mí, créeme, confía en mi Hijo y sé salvo. Ese es mi ruego para cada persona aquí, porque yo no puedo ver sus corazones y no tengo idea a muchos de ustedes si son sabos o no. Algunos de ustedes están luchando ahora, en sus vidas. Porque han estado aquí, han escuchado la palabra, y ya saben que necesitan cambiar cosas. Ya saben que es tiempo de regresar a Dios. No lo están haciendo. Examinate. Es difícil regresar a Dios. pero es peligroso no regresar a Dios. En conclusión, hermanos, vivimos en un mundo pluralista, que significa que el mundo dice que toda creencia está bien. Deberíamos aceptar todo y a todos. Dicen que si alguien quiere juntarse con nosotros, si alguien quiere trabajar con nosotros, deberíamos aceptar. Pero tal perspectiva no es bíblica. De hecho, es precisamente lo que vemos aquí que no debería suceder. Por eso, si vamos a vivir conforme el ejemplo bíblico, individualmente o como iglesia, vamos a enfrentar problemas, vamos a enfrentar persecución, vamos a enfrentar malos entendidos, y vamos a enfrentar la calumnia. Pero manos, tenemos que estar firmes. Hay personas que van a venir a la iglesia a escuchar ese mensaje y nunca regresar. Pues están ofendidos. ¿Qué vamos a hacer, hermanos? ¿Cambiar el mensaje para que se quede? No. Vamos a predicar la palabra. Vamos a confiar en la palabra. Vamos a creer la palabra. Si algo es la verdad, todo lo demás no lo es. No somos mejores que nadie, pero sí tenemos la verdad. Tenemos que aferrarnos a ella, no por el costo. Y la verdad es que deberíamos esperar persecución y adversidad. Deberíamos esperar ser malentendidos. Muchas veces las personas más cercanas a nosotros. Estén firmes, hermanos. Eso no es necesariamente fácil, pero sí es lo correcto. Necesitamos hacer unamiento en la obra de Dios cuando estamos regresando a Él porque no trabajamos con todos. ni con todos los que reclaman ser parte de los hijos de Dios. Queremos que seamos prudentes como serpientes y sencillos como palomas, como Cristo nos mandó. Vamos a orar. Nuestro Padre, te pedimos que quites de nosotros todo miedo, todo temor del hombre, para que podamos servirte a ti con todo el corazón. Tú sabes, Señor, que nos cuesta muchísimo trabajo cuando otros hablan mal de nosotros, otros no entienden, otros ponen obstáculos y peor cuando son nuestros cónyegues o hijos o padres, otros familiares, otros que reclaman ser cristianos aún. Esas cosas nos tropiezan. Te pedimos, Señor, que Tú nos des discernimiento. para entender cuál consejo es bíblico y cuál consejo no lo es. Allí nos te pedimos, Señor, porque nosotros mismos no tenemos ese discernimiento. Necesitamos el poder Espíritu Santo, necesitamos la Palabra de Dios morando y abundando en nosotros para que tengamos discernimiento. para que podamos saber con quién trabajar, con quién no, a quién poner atención y a quién no. Ayúdanos a enfocarnos en Ti, Señor, a pasar tanto tiempo en Tu Palabra que tengamos naturalmente ese discernimiento, para que podamos saber más fácilmente qué hacer y qué no hacer. Darnos ese discernimiento individualmente y también como iglesia. Le pedimos por mucho discernimiento para los líderes de esta iglesia, para que sepamos qué hacer a veces en situaciones difíciles. En senos te pedimos, Señor, ayúdnos a aplicar Tu Palabra en nuestras vidas. Te pedimos en nombre de Cristo. Amén.
La necesidad del discernimiento en la restauración
Series Estudio de Esdras
Necesitamos discernimiento en la obra de Dios, cuando estamos regresando a Él, porque no podemos trabajar con todos, ni con todos los que reclaman ser cristianos.
Sermon ID | 81918211606 |
Duration | 40:57 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Ezra 4 |
Language | Spanish |
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.