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En Filipenses 2, vamos a repasar esos textos, ¿no? Y luego en Gálatas, estuvimos aquí ayer en el instituto con 75 personas, estuvo bien, y se libraron los hermanos que vienen El pueblo de Tlaxcala por el desastre que había en la carretera lograron, creo que ayer se levantó el bloqueo. En Filipenses, por favor, vamos a hablar. Pat, estamos, muchas gracias por habernos reunido, por cada persona presente, por muchos que han estado luchando con diferentes problemas, enfermedad y, por los que andan fuera en vacaciones y atendiendo a otros asuntos, te pedimos para que puedan estar nuevamente aquí con nosotros. Por lo que vamos a discutir ahora, te pedimos nuevamente tu ayuda, tu poder, la obra de tu espíritu en nuestra mente, en nuestros corazones, para que podamos ver nuevamente este gravísimo pecado que nos afecta a todos los seres humanos en tantas formas, tantas maneras que nos impiden ver la realidad acerca de muchas cosas, comenzando con nosotros mismos, por eso te pedimos que nos ayudes al escuchar y predicar este sermón. En el nombre de Cristo Jesús. Amén. Hoy seguimos. Esto es apenas el segundo sermón sobre el tema de La Habana Gloria. Los textos, es necesario volver a verlos. Los vamos a estar citando cada semana. En Filipenses 2, en el Regículo 3, la prohibición apostólica de que no debemos hacer nada en el versículo 3 por contienda, en la versión antigua la palabra es traducida correctamente como lo vemos, o por vanagloria, la contraparte, antes viene en humildad estimándonos los unos a los otros y las traducciones van de un extremo al otro como inferiores los unos a los otros o como los demás superiores a nosotros, es una fórmula fuertísima, ahora lo mismo Busquen ustedes en Juan 5. Yo voy a citar el texto en Gálatas, mientras que busquen ustedes en el Evangelio según Juan. Lo mismo, en Gálatas se agrega una palabra que vamos a ver más adelante, en otra ocasión. No seamos codiciosos de vanagloria. codiciosos de vanagloria y la fórmula irritando, provocando en algunas versiones los unos a los otros, envidiándose los unos a los otros. Se vincula el tema de la vanagloria con todo tipo de de problemas interpersonales, incluso la envidia. Ahora en el Evangelio según Juan, estos textos que vimos el domingo pasado, son los mismos en una forma encapsulada. Todo el tema está aquí en lo que dice nuestro Señor Jesús y es simplemente la lectura de los textos lo que nos saca de dudas. En el Evangelio según Juan, comenzando en el capítulo 5, la lectura en el versículo 41, Gloria de los hombres no recibo, ¿no? Y esta fórmula, vana gloria, que tenemos en el pizarrón, viene la palabra vano del latín vanus, lo vuelvo a repetir, sin valor, es el tema de la eclesiastez, hay vínculos incluso que vamos a ver en un futuro sobre el uso de esta palabra, y luego la palabra gloria, honra, fama, esplendor, grandeza, y Cristo dice que Él no buscaba nada de esto, de nadie, ¿no? Y Cristo es el ejemplo a seguir, que nunca buscaba gloria. de los hombres, es fuertísimo la afirmación y se vuelve, lo vamos a ver en otro texto más adelante, el día de hoy, en donde los demás se fijaron tanto en esto diciendo, creo que en la versión antigua dice, no te cuidas de nadie, es la versión antigua, lo vamos a ver, no te fijas en lo que piensan, ni lo que dicen, ni lo que, nada, de ningún caso, no haces caso de nada de este dilema en que nosotros nos encontramos buscando van a gloria los unos de los otros, Y luego lo pinta en el 44 como el gran obstáculo a la salvación. ¿Cómo podéis vosotros creer? En la larguísima lista de causas y detalles en relación con la incredulidad humana, Cristo señala esto, el hecho de que tomáis la gloria los unos de los otros y no buscáis la gloria que tan solo de Dios viene. ¿Cómo pueden ustedes creer? Y en un contexto religioso, este es el tema de debate y pleito y conflicto entre Cristo y los líderes religiosos de los judíos en aquel entonces, un sinnúmero de veces, este es el punto. Y en donde estaban buscando esa gloria y su incredulidad, no buscaban la gloria que tan solo de Dios procede, que tan solo de Dios, la versión antigua dice viene. Es un obstáculo tremendo a la salvación de millones y millones y cientos de millones de personas que al entrar en contacto con el Evangelio de Cristo Jesús, el verdadero Evangelio, se sienten humillados y obligados a humillarse y arrepentirse. en polvo y ceniza, como lo hizo el pobrecito Job. Y a nadie no le gusta, a ninguna de esas personas ni a ninguno de nosotros nos gusta eso. Ahora, lo mismo en el Evangelio según Juan seguimos en su capítulo siete. Rápido la lectura en el dieciocho. El que habla de sí mismo su propia gloria busca. Más el que busca la gloria del que le envió. Este es el verdadero y no hay en él injusticia, como si esta vanagloria fuera la causa principal de todo pecado humano. Como el hecho de buscar, van a gloriar es buscar lo que el texto dice, gloria de los demás, ¿no? Y van a gloriar, comienza con, como vamos a discutir esto en otro estudio, con la boca, hablando con soberbia, con autosatisfacción y autoestima y orgullo, hablando acerca de nosotros. de lo que sea, la lista es interminable, logros, posesiones, obras, la vanagloria, la jactancia, lo que algunos prefieren describirlo como presunción, una persona presumida, un envanecimiento, una persona envanecida, una persona llena de sí mismo, una persona llena de vanidad, y en el texto la fórmula está encapsulada, el que habla de sí mismo, No, esto es el pecado, porque esto significa que están buscando algo y lo que sabemos no están buscando van a gloria en todos sus casos. Ahora, en el capítulo 8, la misma cosa en el capítulo 8 del Evangelio según Juan, vamos hasta el versículo 50 nuevamente. Yo, vean, no busco mi gloria. No buscaba su propia gloria. Luego agrega. Eso es el gran misterio. Hay quien la busque y hay quien juzgue en todo esto. Pero se desvinculaba de cualquier vínculo con este pecado de la vanagloria, aunque el diablo se le ofreció a nuestro señor Jesús el reino, el mundo y sus reinos y todo su su gloria. Esa es la palabra. Incluso hay una lista de cosas en la tentación frente a Satanás. Y este es lo que el diablo le ofrecía a nuestro señor Jesús en la tentación y esta vanagloria. Todo esto te la voy a dar el mundo y su gloria. ¿A condición de qué? Mostrándote, meadores. ¿Cómo se atrevió? Y eso es lo que el mismo diablo, el mismo enemigo, es lo que ofrece a cada uno de los seres humanos. Podríamos tardar media hora citando. Yo podría traer un video aquí del mundo de los ricos y famosos, del mundo artístico, incluso de todo tipo de artistas. Estoy hablando aquí de personas que confiesen abiertamente que a cambio de Buenagloria se vendieron al enemigo de sus almas. Lo dicen abiertamente. Búscanlo. Si quieren buscar algo que valga la pena en YouTube, busquen a estos artistas que confiesan que hicieron un camalache con el diablo mismo buscando, van a gloria y recibiéndola a cambio. Pero los textos aquí son, es una y otra vez, ¿no? En 54, Jesús responde en un contexto que no vamos a discutir, si yo me glorifico a mí mismo, bien la regla, mi gloria nada es, no es nada, ¿no? Mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios, ¿no? Y así, la larga lista de textos que son en las epístolas del Nuevo Testamento. Este tema, acabamos de verlo, ¿no? De no seamos codiciosos de vana gloria, que no hagamos nada motivados por este pecado. Y su contraparte, ven cuán difícil se vuelve este tema. Este texto lo citamos terminando a Sergio Díaz. Su contraparte, este... Si comes o bebes o haces otra cosa, alguna cosa, la que sea, desde lo más básico, comer y beber. Los hombres pueden vivir, tengo entendido, semanas sin comer. Creo que el límite sin beber son cuatro días y se muerden. Y nosotros, en teoría los clientes, no comemos como ateos. ¿Qué quiere decir eso? Los que comen como ateos, que ni siquiera le dan a Dios las gracias por lo que están comiendo. Pero el texto comienza con algo tan sencillo, tan necesario, tan básico como comer y beber. Y luego abarca la totalidad de la vida, hacerlo todo. Estoy citando la primera de Corintios 10, 31, el texto más citado sobre este tema. Todo para la gloria, todo a gloria de Dios. Todo. En todo lo que hagamos. Para glorificar. Adiós. Ahora, esto es nuestro tema. El día de hoy vamos a continuar. Vamos a continuar. El domingo pasado les di la advertencia de qué tan difícil es este tema, qué tan desagradable es mirarnos en este espejo y vernos a nosotros mismos. Este pecado que consiste de buscar gloria por el objeto equivocado, de una manera equivocada y por un propósito equivocado. la delineación, los tres puntos, en donde en síntesis es el mismísimo deseo, cuántas veces de ser vistos, véanme, míranme, escuchados, quiero que me escuchan, que me conozcan, de que seamos vistos, escuchados y conocidos, todo con el deseo de que seamos amados, nosotros lo vemos desde chicos, en todos los pequeños, y queremos que los demás nos estiman y queremos ser estimados, Y como vamos a ver próximamente en este asunto, queremos estimarnos a nosotros mismos, aunque ya lo hacemos excesivamente, increíblemente, en formas interminables, pero estamos buscando autoestima. Es un tema que vamos a tener que discutir aquí. ¿Qué enseña la Biblia sobre el tema de la autoestima humana? Pero el deseo está en cada corazón humano y ese deseo, en donde estamos buscando incansablemente honor, alabanza, reconocimiento y amor, ese deseo domina a cada ser humano. Todos nosotros estamos aquí, sin excepción. En un grado mayor, en un grado menor, eso es un pecado que termina dominándonos y distorsionando nuestra perspectiva de todo, comenzando con nosotros mismos. Obviamente, nuestra perspectiva de los demás. ¿Y cuánto? ¿Cuánto de esto está metido de por medio en relación con Dios? Y este tema que no vamos a discutir nuevamente aquí, de la victimización. Las personas vanidosas, ¿no? Constantemente están buscando su imagen, ¿no? Es lo que quieren proyectar, es lo que quieren usar para que los demás respondan correctamente Y en su autoimagen, cada persona se convierte en el eje central de su propio mundo. Y hay algo increíblemente perverso, increíblemente pecaminoso, lo vimos hace ocho días repasando, no lo vamos a hacer el día de hoy, el tema de las redes sociales, tampoco lo vamos a analizar desde la perspectiva de los espejos, aunque el día de hoy nos vamos a parar frente a otro espejo. para que veamos más a fondo esta triste realidad. Ahora, en la introducción de lo que vamos a discutir ahora, llegamos al punto con el cual terminamos hace ocho días. El hecho de que fuimos hechos todos los seres humanos para algo más grande que esto, la vanagloria. El hecho de que fuimos hechos por algo mayor, muchísimo mejor, algo trascendental. Esta palabra que tiene tanta controversia, yo la estoy usando para decir algo que trascienda, que va más allá de nosotros. algo más importante, algo más pesado, algo más permanente que la vana gloria humana, algo realmente importante, algo que supera nuestra pequeñez, algo que supera el ego humano, algo significativo, realmente valioso, que va más allá del pequeño reino y dominio del ego humano encerrado en su castillo bajo el dominio del ego y el yo, algo más grande, Fuimos hechos para algo trascendental. La prueba de esto es la que acabamos de ver nuevamente al ser testigos de los Juegos Olímpicos. A esto vamos a llegar un momento. La evidencia de que fuimos hechos para algo más grande es la búsqueda incansable de esa gloria, de ese algo. Y muchos, en el contexto de competencias deportivas, de inmediato entienden la gloria de la victoria en contraste con la agonía de la derrota. Y esto lo vemos a nivel deportivo en cualquier nivel de competencia. Todo el asunto del equipo, sus aficionados, los fans. Alguien me preguntó, no me preguntó, no me preguntaste, hermano, pero yo no podía contenerme. Me dijo, ¿qué me quieres decir, Tomás? Y yo le dije, Esto va a salir en internet. Yo le dije, ganamos a los chinos. No dije más. Ni una palabra más. Mostrando que de eso se trata. Ganamos. Y yo creo que México terminó mejor esta vez que hace tres años. Un poquito mejor. Qué bueno. Y le robaron. a este boxeador. Fue robado, no voy a decir más. Ahora, esto, como va a salir en internet, no puedo decir ni una palabra más. Pop, sus aficionados, los fans, y todo este lío de si ganamos o no. De si la victoria nos pertenece, es nuestra, el logro, la ganancia, y todo metido de por medio en todo el asunto, la bandera, el nacionalismo y la gloria. Entendemos esto en términos de competencias atléticas. Lo entendemos en toda una lista que voy a rápidamente que voy a resumir. Entendemos esto en cuestiones políticas. Es nuestro candidato, nuestro partido, nuestra causa. Es en un contexto lo que va de por medio, en teoría, nuestra nación, nuestro destino, todo el asunto del patriotismo, en donde cada nación se enreda incansablemente buscando su lugar en la historia, su impacto, su éxito y toda la relación entre la nación y sus ciudadanos. Y yo entiendo que esto es algo que no escogemos. Tú no escogiste nacer en ningún lugar. la decisión no fue tuya, y hay un sentido saludable, bueno, en que hemos de ser nacionalistas, en que hemos de buscar el bienestar de nuestro pueblo, de nuestra nación, de los ciudadanos, todo esto no lo estoy condenando, estoy usándolo como una ilustración de lo mismo, de cómo buscamos nuestra grandeza, y puede ser a través de la historia de nuestro pueblo, puede ser simplemente una cuestión cultural, Es increíble este asunto, yo llevo un tiempo diciendo en relación con la relación entre los Estados Unidos y México, nuestras culturas en diferentes partes de México y los Estados Unidos ya están fusionadas al grado en que nos encontramos casados, ya estamos casados como naciones, culturalmente. en muchas cosas que no son temas de conflicto. Es una buena ilustración en donde nos gloriamos en algo así a nivel cultural. Pero la lista es interminable, desde las Fuerzas Armadas hasta los héroes nacionales, hasta los temas trascendentales en donde puede haber algo en tiempos de guerra como la vida por medio, En cualquier contexto en donde habrá sacrificios, sufrimientos, en donde estamos buscando algo que para nosotros, la palabra gloria es lo que está metida por medio, para nosotros se convierte en un asunto de gloria o vergüenza. Es un tema extraordinariamente fuerte. La gloria y la vergüenza en esa búsqueda que va desde el mundo artístico hasta todo lo que hemos dicho y más, ¿no? Y la lista nunca termina. Los que se metan en la vida de servicio, en cualquier profesión, educadores, maestros, policías, bomberos, médicos, científicos, los que están metidos en el mundo de ayudar a los necesitados, la benevolencia, la lista es interminable de ejemplos en donde todos están buscando a través de estos medios la misma cosa, en alguna medida sí, están buscando algo importante, algo que tenga verdadero propósito, algo más grande que uno mismo y hay que decirlo, más grande que mi pequeño mundo, más grande que mi trabajo, más grande que mi familia, más grande que mi pareja y mis hijos, más grande que incluso que mi propia vida, más grande que mi salud. Están buscando por todos lados gloria Y la tragedia, lo que sabemos es que están buscando por motivos equivocados, en formas equivocadas, algo que nunca van a encontrar. Esa es la tragedia. Andan buscando. Y esto es algo preprogramado en nosotros en otro contexto. En el contexto espiritual, el versículo más discutido de Eclesiastes, Dios ha puesto la eternidad en el corazón. de cada humano. Ecclesiastes 3, ¿no? El deseo para algo trascendental, el deseo para algo más allá, incluso de la vida, para algo más allá, la eternidad, es el tema en el texto en Ecclesiastes. Y ese deseo es algo preprogramado en nosotros. Y lo que vemos es que el mundo lo mal interpreta, lo mal entiende, Y terminan buscando lo que vimos hace ocho días en la triste lista de cosas. En el éxito, la fama, el dinero, el materialismo, su clase social, en los reconocimientos, en el poder, la autoridad, el control, y aún en el amor, el ser amados, ¿no? Y apreciados y queridos buscan interminablemente el error principal, ya lo vamos a ver cada semana. Todo esto lo buscan sin Dios. Sin Dios. Buscan gloria. Sin su creador, buscan lo que está preprogramado en su corazón, sí, de que busquemos lo que dice nuestro señor Jesús, la gloria que tan solo de Dios procede, que tan solo de Dios viene, que busquemos gloria tan solo de él. Y la triste realidad en esto es que aún en un contexto cristiano, y lo vamos a ver en más de un sermón, la mayoría de los creyentes en algún sentido siguen luchando con esto? Sí. La mayoría de los creyentes han reducido sus vidas a algo muy pequeño, ¿no? Y ese es un tema gigantesco, no lo vamos a discutir a fondo el día de hoy, pero han reducido sus vidas a algo muy pequeño porque están en teoría buscando a Dios, pero con el fin de que Dios cumpla con lo anterior. Con el fin de que Dios les otorgue la gloria humana que están buscando. Y como en un contexto religioso hay cantidad de personas que vienen al culto para ser vistos de los demás. ¿Cómo es? Lo vimos en un estudio, en otro contexto, de los que al traer su ofrenda mintieron y engañaron, en teoría, a todos los demás creyentes con el motivo de vana, gloria, buscando la gloria humana. Incluso Dios intervino en el asunto y mató a estas dos personas al instante. Cosa que si fuera a suceder esto hoy en día, en las iglesias en donde esto es lo que promueven cada domingo, la mitad de la congregación caería muerto al instante. De personas que acudan a un contexto religioso, acudan a alguna reunión, algún culto público, todo con el fin de tocar la trompeta, van a gloriarse, ser vistos a los demás. Sí, hay una muchedumbre de gente así y una muchedumbre de iglesias que están más que dispuestas a ayudarles con la mesa servida a lograr eso. Increíblemente sí, tristemente sí. Ahora, en el tiempo que nos resta, lo que vamos a hacer es discutir esto desde la perspectiva de síntomas. Es el diagnóstico médico aquí espiritualmente hablando. De este asunto de la vanagloria seguimos hablando y ahora vamos a ver en el diagnóstico, y esto no es el único diagnóstico que vamos a hacer de este tema, pero en este diagnóstico vamos a buscar síntomas de vanagloria en nosotros, en los demás. Increíblemente, la mayor parte de estos síntomas o evidencias de vanagloria los podemos ver en otras personas, pero no en nosotros mismos. Por eso, vamos a hacer un análisis de síntomas. ¿Listos? Esto no nos va a gustar. No te va a gustar. No me va a gustar. la lista de síntomas. Ahora, esta lista es una parte, hay más de lo que vamos a ver el día de hoy. Y la primera cosa en la lista de síntomas es lo que nosotros vemos en cada generación, ¿no? En las etapas de la vida, los jóvenes llegan a la etapa en que en su mundo fuera del hogar, en su mundo de amigos, y esto comienza en las escuelas públicas, normalmente, aunque en un contexto de escuelas cristianas pasa lo mismo, en una forma diferente, pero en las escuelas públicas, desde primaria, y luego secundaria, y luego se agrava el asunto, en donde la presión del grupo entre los jóvenes, los adolescentes, la presión sobre ellos, la presión de conformarse, la presión de no ser diferentes, la presión de adoptar y aceptar la perspectiva de los demás miembros del grupo, sus puntos de vista, sus opiniones, comenzando con sus pecados normalmente, ¿no? Y se enredan en un mundo de competencia. Hay tantas cosas en relación con esto que no vamos a discutir el día de hoy. Todos nosotros sabemos de qué estamos hablando. Metirle por medio es la vanagloria. Porque la vanagloria que quiere proyectar una imagen ante los demás, que quiere buscar aceptación de los demás, esa vanagloria se llena de terror con la idea de que me pudieran rechazar, me pudieran ridiculizar, me pudieran humillar, me pudieran incluso echar fuera del grupo. Y hay una presión enorme Y esto no se limita a la etapa de la vida cuando estamos metidos de por medio en secundaria, a nivel universitario. No, no, no. Esto continúa. Luego en el grupo, en la oficina, en el trabajo, y puede ser en la familia extendida, la misma presión. Y todo el mundo, en su vana gloria, lo que quieren es, quiero que me vean, quiero que me escuchen, quiero que me conozcan, y quiero que me aman. Pero para lograr esto, tengo que doblegarme. Tengo que someterme al criterio del grupo, a lo que el grupo considera como algo digno de buscar, ¿no? Eso es lo que tengo que hacer. Tengo que... Es un conformismo, es una submisión, es algo... Podríamos tardar una lista de sermones analizando esto desde la perspectiva de los jóvenes, los cliques, los grupos en donde tú estás dentro o fuera. Yo, como rock n' rollero, créanme, como yo tocaba desde chico, Yo estaba dentro de cualquier grupo y yo me acuerdo, yo lo escuchaba. Si yo decía no a equis sustancia, no voy a tomar, no voy a emborracharme, no voy a hacer, y todo el mundo como él toca en esa banda, en ese grupo, entonces cállense. Él puede hacer algo diferente sin el miedo de que sea rechazado o ridiculizado o echado fuera del grupo de jóvenes. Pero este tema, sin hablar de redes sociales, es algo continuamente presente en diferentes etapas de la vida y se vuelve algo horrible, feo, ¿no? Tengo miedo de decir varias cosas sobre esto. En sus confesiones de Agustín hay más de una parte sobre este hombre enviciado, con adicciones sexuales incluso, y su gran miedo de no caer en la trampa de no someterse a esa presión y Agustín narra cómo sus demás compañeros en su círculo se jactaban de sus aventuras sexuales inventando, exagerando, yendo a extremos horribles y que él terminó cayendo en la trampa No diciendo yo hago lo mismo, haciendo lo mismo cayó en la trampa. El famosísimo teólogo Agustín, de aquí del siglo IV. Ahora, escucha, a lo mejor estoy mal citando su época, pero síntomas de vanagloria y la gente hoy en día vanagloriándose de sus aventuras sexuales. en internet, eso está por todos lados, ¿no? Pero ahora rápido, metido de por medio, en esta lista, hay que apurarnos, vienen tantas cosas, y en cada una de las cosas, este segundo punto, síntomas de vanagloria, el deseo de agradar a los demás. el deseo de quedarnos bien con los demás. El deseo, en vez de no ser simplemente rechazados, sino aceptados, estimados, apoyados. Y esta mentalidad, otra vez hay un mini sermón en cada punto aquí, va por el camino de halagos, eloquios, la adulación falsa incluso, en donde muchísima gente Y esto es un asunto cultural a nivel mundial, ¿no? Y hay una tremenda lista de textos. Ahora, yo les mencioné uno de los textos, vean en Mateo 22, quiero que veamos este ejemplo. En su comentario sobre esto, Mateo 22, Pablo en Gálatas 1 dice que si él estuviera tratando de agradar a los hombres, ¿no? que si él estuviera así, tratando de ganar todo el paquete, estima, aceptación, vanagloria de los hombres, que él no sería, no sería el siervo de Cristo. Eso es algo espantoso. Ya lo hemos comentado. En un contexto religioso, personas hacen un show para quedarse bien con alguien. Puede ser con el pastor, puede ser con otros miembros de una congregación. Se quieren quedar bien con alguien, quieren agradar a los hombres. Y Pablo dice, en tal caso, no son ni pueden ser siervos verdaderos de Dios. No son siervos de Cristo. Yo mismo, dice, yo no sería si yo estuviera haciendo esto. Y este comentario, espantoso el comentario acerca de nuestro señor Jesús Mateo 22, rápido, versículo 15, la lectura, los fariseos, ¿no? que estaban, bueno, buscando esto incansablemente y otros enemigos de nuestro Señor Jesús. Esto he perdido aquí, estoy tratando de encontrar el texto. Y llegamos al versículo 16, en el contexto de los fariseos. Y envían a él los discípulos de ellos y de los... herodianos diciendo, maestro sabemos que eres amador de la verdad, es una tremenda lista, le estaban ofreciendo adulación falsa, le estaban, eso se puede discutir, no, es verdad, si esto es lo que, porque agregan y enseñas con verdad, desinfáticamente enseñas la pura verdad, y enseñas con verdad el verdadero camino de Dios. Si esto en verdad es la realidad de lo que estaban creyendo, ¿no? Se habrían doblegado ante él, cosa que no hicieron. Por eso el debate. Pero la última frase, no te curas de nadie, la versión antigua. ¿Qué quiere decir esto? No buscas el favor de nadie. No, ¿no estás tratando de quedarte bien con nadie, humanamente hablando? ¿No estás buscando el favor de nadie? ¿No estás tratando de agradar a ninguno de nosotros, menos nuestros líderes religiosos? ¡No! ¡No! Y se agrega, ven la fórmula, porque en la versión antigua, no tienes acepción de personas, de hombres. ¿Qué es esto? ¿Qué es esto? Se traduce bien. No miras la apariencia de los hombres. A esto vamos a volver. No te dejes llevar por las apariencias humanas. Una traducción. No. ¿Y se dieron cuenta de esto? Sí. De que nuestro Señor Jesús no se preocupaba por agradar a nadie salvo Dios. Increíblemente. motivado por eso y nada más. Y si tratara de agradar a los hombres, ni Cristo mismo habría sido siervo de Dios, conforme a lo que dice Pablo. Y esto lo detectaban, ¿no? Se dieron cuenta de que este hombre no está preocupado, no se está fijando, ¿no? No está buscando, van a gloria, para decirlo así, De nadie. De nadie. Ahora, cuando nosotros estamos buscando esto y vamos a ir viendo los síntomas, ¿no? Entonces, estamos enredándonos en gravísimos problemas con Dios. En tercer lugar, síntomas, ¿no? De vanagloria. Cuando a nivel emocional, a nivel, un tema al cual vamos a volver, de lo que se llama autoestima, nuestra autoestima, ¿no? Cuando estamos buscando vanagloria para sentirnos bien. como una parte de un paquete psicológico emocional que se llama el bienestar emocional o simplemente autoestima, cuando todo esto depende de los demás. Mi valor personal depende de los demás. El ser amado depende de los demás. Cuando emocionalmente se reduce el tema, a veces se puede usar la palabra felicidad y nada más, cuando para que seamos felices, todo depende de cómo logramos esto. en nuestra familia, en nuestro matrimonio, en la relación de padres e hijos, con nuestros amigos, compañeros de trabajo, con tal que nos ayudan a mantener cierto nivel de autoestima, de bienestar emocional. ¿Eso es vanagloria? Es un proceso increíblemente complicado en el cual todas las personas caen a lo largo de sus vidas. Se puede resumir en esta fórmula, ¿no? Las personas que ahí están por dentro, quiero caerles bien. Me preocupa el hecho de caerles bien o no. ¿Qué es esto? Es increíblemente complicado este tema. Porque en la medida en que esto sucede, esto termina convirtiéndose en un tipo de idolatría incluso, en donde colocamos esas personas a un nivel, en un lugar en que tan solo Dios debe estar en relación con su poder sobre nosotros. En la medida en que estamos buscando nuestro bienestar emocional de otras personas, caeremos bajo su poder y nos quedaremos ahí atrapados Y esto va por muchos caminos, no lo vamos a discutir más a fondo el día de hoy, pero es casi, cuando vemos en los jóvenes, en el grupo hay algunos que parecen ser los líderes del grupo, los más destacados, y todos los demás están ahí apapachando y están tratando de lograr Quedarse bien con ellos o recibir la aprobación de estas personas, y estas personas pueden terminar controlando a los jóvenes, les van a decir cómo vestirse, les van a decir con cuál lenguaje tienen que hablar, les van a decir qué es lo que han de pensar y qué es lo que han de hacer. con el fin de quedarse bien con el grupo. Este asunto, podríamos, por eso sigo diciendo, podríamos hablar de pandillas, podríamos hablar del crimen organizado. Podríamos hablar de esto a una escala grande o aquí estamos limitados al pequeño ejemplo de los jóvenes en las escuelas a cualquier nivel siendo dominados por esto. Están buscando vanagloria en donde no se encuentra, pero no saben que no se encuentra eso en esta forma. Ahora, lo mismo, esto es la cuarta cosa en la lista de síntomas de vanagloria, cuando nos preocupamos excesivamente por los pensamientos o las opiniones de otros. Esto es lo mismo. Pero aquí estamos, ¿qué van a pensar de mí? ¿Qué van a decir de mí? ¿Y cuántas veces lo hemos dicho? Ese es el tema de los espejos. Qué bueno que no sabemos, ¿no? qué es lo que andan diciendo, qué es lo que andan comentando, qué es lo que piensan de mí, de ti, de nosotros. Las personas que caen en esta trampa, en cada uno de los puntos hay muchas cosas que no vamos a discutir el día de hoy, pero desde la perspectiva de que no quiero que me vean como un tonto, Me da miedo, no quiero que me tachan la lista de palabras, desde la palabra necio, estúpido o peores palabras. No quiero que piensen mal, que hablan mal y como consecuencia, ese miedo de la crítica, de la opinión, de los comentarios, de que van a hablar mal de mí, de ti, todo esto les conduce a tomar decisiones basadas en eso. No quiero que me vean como fracasado, como perdedor. La lista es interminable de ejemplos y para proteger mi imagen y para mantener las apariencias, entonces voy a tomar decisiones basándome en lo que otras personas opinan o piensan o digan acerca de mí. Claro que sí. Claro que sí. Y hay un mundo de ejemplos, no vamos a detenernos, ¿no? Desde cuestiones socioeconómicas, de trabajo, la lista es interminable aquí, a cualquier nivel de la vida, ¿no? Y no nos vamos a detener con esto, estoy tentado y no lo vamos a hacer. Lo mismo, lo mismo, la lista de síntomas, cuando tú dices, no, no, no, yo no ando buscando nada de esto, pero te ofendas así, ¿Y te sientes avergonzado tan fácilmente? Hay un argumento espantoso en la Biblia en relación con la palabra vergüenza. Cuando Pablo habla de la vida antes de ser convertidos a Cristo, dice, mirando hacia atrás, hablando de esa vida pecaminosa, y habla de cosas de las cuales ahora nos avergonzamos, dice. Cosas que ahora nos dan verdadera vergüenza. Es una palabra fuertísima. ¿Qué es lo que te da vergüenza? ¿Tus fallas? ¿Tu negligencia? ¿Tu indiferencia? ¿Tus pecados? ¿Entra en vergüenza? ¿Qué es lo que nos avergüenza más? En la mayoría de los casos, es este asunto de la vanagloria. supuestas ofensas en donde me faltaron al respeto y me siento enojado y soy tan súper hipersensible, súper sensible en cuanto a cómo me están tratando. Y la cosa más pequeña para estas personas la toman mal, como una ofensa, como algo personal en contra de su autoestima, en contra de su imagen. y desde la lista aquí otra vez, no me tomaron en cuenta, no me pidieron mi opinión, es un golpe, no me hicieron caso, no me apreciaron como deberían de haberme apreciado, ni siquiera, ni siquiera me dieron las gracias, Nosotros, en cada uno de estos comentarios, ejemplos, estoy exageradamente ilustrando, ni siquiera las gracias. Nosotros sabemos cómo nos sentimos en un asunto así. Hicimos algo que nosotros creemos que merece por lo menos, por lo menos, acciones de gracias para con nosotros, que nos tienen que dar las gracias. pero ni siquiera una palmada, ni siquiera comentaron sobre lo que yo hice. Síntomas de vanagloria, síntomas de vanagloria. Increíble. Y esto tiene aplicaciones en un contexto religioso a las iglesias, como vamos a ver, ¿no? y hay un montón de personas que si tú estás ahí apapachando y qué bueno que hayas venido, nos estás haciendo un gran favor con tu presencia y qué haríamos si no estuvieras y así y así. Lo que nosotros decimos con el micrófono apagado sobre una persona enferma que hemos deseado a lo largo de meses que pudiera estar con nosotros, no tiene nada que ver con lo que yo estoy diciendo, es totalmente diferente. Pero hay personas que vienen cada domingo esperando ese tipo de trato. Y si no lo reciben, se van más que enojadas. Que se vayan enojadas buscando vanagloria en algún otro lugar, porque aquí no hacemos esas cosas. Lo comenté hace ocho días, en un momento de debilidad lo confesé, de cómo a mí me molesta tanta gente así. Y tardan muchas personas. Queremos que las personas vengan a este lugar por lo que escuchan de este libro y no por ningún otro motivo. Para alabar, servir y glorificar a Dios, bienvenido. Si vienen buscando su amigo gringo o su cuate X, en cualquier contexto, están buscando algo que no les vamos a dar. En ese sentido, que nos critican, que nos juzgan. Nosotros estamos preocupados por la gloria de Dios y la gloria que procede tan solo de él. Y esta lucha nunca termina en la vida de quien sea. Y como vamos a ver antes de terminar, las iglesias que descuidan esta regla están por todos lados, en todos los países del mundo. Están apapachando la vana gloria humana con el fin de que vengan más personas a su congregación. ¿Y qué van a lograr con eso? Veremos en el día de juicio. Veremos. Ahora, en primera de Pedro, vean este texto. Rápido, se nos está yendo el tiempo. No vamos a avanzar más. Ese es el tema del día de hoy. Y no se acaban los síntomas de esta enfermedad, todavía no, en un solo domingo, ni menos lo que vimos hace ocho días para preparar el camino, ¿no? Estamos abriendo el camino aquí. Esto es la sexta cosa, sexto síntoma. Cuando nos fijamos, esto es tan fácil de entender, lo vimos hace ocho días en otro contexto, en nuestro cuerpo, la moda, la ropa, el estilo del mundo, y este texto que viene en un contexto matrimonial increíblemente, sopresivamente, Asimismo, el versículo 1 de 1 Pedro 3. Vosotras, mujeres, sed sujetas a vuestros maridos para que también los que no creen a la palabra sean ganados sin palabra por la conducta, por la conversación, por el comportamiento de sus... Nunca lo va a lograr predicándole un sermón a cada ratito. No, no, no, no. Es por su forma piadosa de vivir. que va a ser el instrumento, si así lo quiere Dios, para ganar a su marido. Considerando vuestra conducta, ¿no? La versión antigua usa esa palabra, casta conversación. Se traduce, conducta piadosa que es en temor. Es tremendo, ¿no? Eso no es el tema ni el sermón, el día de hoy. Viene en un contexto, ¿no? Lo que ahora nos interesa. el adorno de las cuales no sea exterior. Y aquí viene, algunos de ustedes que conocen tan solo el movimiento carismático moderno en su tercera o cuarta ola o evolución, se van a sorprender con este comentario. Aquí cuando se les prohíbe, la versión antigua es encrespamiento de cabello, Y en su vestimenta, atavío de oro o compostura de ropas. Y esto no es el único texto que habla así, hay una lista de estos textos. Se van a sorprender que en la denominación que se llama las asambleas de Yale, que fue la que comenzó el movimiento carismático moderno en los 1930, quizás 20, 40, 50, en esos grupos prohibían a las mujeres maquillarse. Y cuanto más acudieron al culto vestidas en conformidad con la ropa o la moda moderna. Les prohibían a las mujeres eso en esos grupos. ¿Cómo ha cambiado esto increíblemente entre ellos? ¿No? Ustedes que no saben de qué estoy hablando aquí, de paso lo comento. Ahora, lo que nos interesa es la última parte. Para los que dudan ya, porque hay otros textos en donde este mismo tema está en la boca del apóstol Pablo, pero vean aquí. En aquel entonces estaban provocando conflictos en las congregaciones en relación con la clase social de las personas. y tan solo las mujeres de cierta clase social podrían hacer lo que este texto dice. Hoy en día, tú puedes comprar la ropa más sofisticada, no voy a decir, si no en México, yo te puedo decir en cuáles cadenas, todo en oferta en Inglaterra, ¿no? Y tú puedes traer de marca y así, la marca de tu chamarra, lo que sea, sin violar este texto, porque todo el asunto ha cambiado. Y yo sigo buscando a la mujer que no trate de maquillarse en alguna forma. No voy a decir más. Eso no es el tema. No quiero ser malentendido aquí, por favor. Que no me juzgan. No, esto va a apagar mi autoestima. Por favor, tengo miedo. El punto es lo que viene ahora. Que sea el hombre interior, el corazón. La necesidad de vestirnos en lo interior en contraste con las personas que se vistan así en lo exterior buscando vanagloria. Pero esto va más allá de la forma de vestirse, obviamente. Esto es tan solo un ejemplo. El argumento va más allá de incluso de la apariencia física de una persona. Cuando dice el texto, Cristo no se fijaba en las apariencias de nadie. ¿No? Y hay un argumento sobre esto, escuchen, lo voy a citar, lo tengo apuntado aquí, de 2 Corintios 5, de personas que se jactan, se presuman de las apariencias, dice Pablo. Es el mismísimo argumento. Se jactan con presunción, se presuman, se jactan de las apariencias y no de lo que hay en el corazón. De la boca de Pablo 5 12, según el de Corintios, el texto comenzando con todo el lío en el Antiguo Testamento, cuando llega a la familia de donde saldrá este David escogido como el heredero del reino y de la boca de Samuel, el hombre mira la apariencia exterior. Pero el señor mira el corazón. Todo eso está encapsulado en el texto que acabamos de leer. El hombre encubierto, invisible ante los ojos de los demás. Su espíritu agradable. ¿A quién? Su espíritu incorruptible. ¿Ante los ojos de quién? De grande estima. Delante de Dios, dice. Delante de Dios. ¿Y qué es lo que vemos hoy en día? O lo contrario. la gente tan preocupada por su apariencia física. Y yo no estoy minimizando la necesidad de cuidar la salud de nuestro cuerpo, no estoy en ningún sentido minimizando el hecho de que las mujeres deberían de agradar a sus maridos en cuanto a la forma de vestirse o lo que sea, pero todo esto es el criterio de sus maridos. no es el criterio de la iglesia. A menos que vengan aquí de manera sensual exhibiéndose. Nosotros no hemos dicho ni vamos a decir nunca, ni una palabra a ninguna mujer, ¿no? A menos que vengan así, entonces vamos a ir al papá o al marido, ¿no? Como sea, no a la mujer, pero a menos que se trate de eso, no tenemos nada que decir, porque esto es otro asunto. Lo que importa es el hombre interior, el alma adornada, con gracias espirituales. En el contexto son humildad, pureza, submisión, verdadero amor. Esas son las gracias señaladas aquí. Y hay algún hombre que no quisiera tener una esposa así. No encuentro a ese hombre. Y lo mismo, aquí el texto al principio habla de las mujeres, luego habla de los hombres. Pero ¿cuántas personas se dejan engañar por las apariencias? ¿Cuántas personas? Y el tema es fuertísimo. En el día de juicio seremos vistos, el alma desnuda. A la hora de la muerte pasaremos a la eternidad. Nuestro espíritu, el hombre interior, sale. El hombre exterior va a la tumba. El hombre interior va a la presencia de Dios. Y lo que cuenta es lo que será visto a la hora de nuestra muerte. Y si no es agradable ante Dios esta persona cubierta por la sangre de Cristo, perdonada, limpiada, en alguna medida transformada por la obra de Cristo. Entonces se verá todo lo peor de su corazón. Cuando Cristo hablaba de sepulcros blanqueados por fuera y por dentro, la lista es la más espantosa, llenas de excremento, suciedad, de un cuerpo en un proceso de putrefacción. Las palabras describen lo más repugnante posible lo que Dios ve en el interior de una persona no perdonada, no transformada por Cristo. Monstruos en el día de juicio, la peor película de terror. es lo que se verá. Y la gente tan preocupada por esto, tan preocupada como para acudir a las industrias que se dedican a este tema dominan, con pocas excepciones, dominan económicamente, por lo menos en el primer mundo, la cirugía plástica, todo lo que las personas usan para adornarse, para que tengan la apariencia agradable para quedarse bien con los demás, esa es la vanagloria. Y lo que el mundo moderno ha hecho con esto, la vanidad, la vanagloria, la belleza física, todo esto es la peor forma de idolatría hoy en día a nivel mundial. con las personas dispuestas a sujetar sus cuerpos, no por cuestiones de salud, no, es al gimnasio por otros motivos, es para lucir bien, es cómo me veo, cómo me ven, es para desde verse más jóvenes, lo vimos hace ocho días, hasta todo lo más pecaminoso posible, para que me vean más sensual, más sexual, más atractivo, en ese contexto y nada más. para que me vean como guapo, ¿no? ¿Para eso? ¿Qué tipo de vanagloria? ¿Qué tipo de vanidad? ¿Qué tipo de pecado? Con el mundo perdido en sus telenovelas y esas revistas que están en venta, no tanto hoy en día en los supermercados o en la calle, como por todos lados en internet. exhibiéndose y tratando de llamar la atención, y todo con el fin de crear una imagen falsa que no corresponde a la realidad. Todas las personas, vean lo que estamos diciendo aquí, todas las personas que se enredan en este mundo son, sin excepción, las más feas, las más abominables, las más repugnantes personas ante los ojos de su creador, son las personas, no, que parecen a demonios encarnados ante los ojos de Dios. Y con todo esto, para proyectar su imagen, ustedes no saben la gran persona que soy, ¡cuán grande soy! ¡No lo saben! Es lo que les quiero enseñar, es lo que quiero que reconozcan, que se fijan en mí, que vean la gran persona que soy. Y esto, fuera del cristianismo, casas, coches, carreras, estudios, títulos, éxito, poder, autoridad, la lista es interminable, todo en un contexto de exageraciones. En este país tenemos todo esto del plagio, de títulos fraudulentos, apócrifos, de personas exagerando y inventando y mintiendo a nivel socioeconómico, a nivel político, a nivel educativo. Increíble, hay un candidato para la vicepresidencia en Gringolandia, cometió el gravísimo error de mentir en una lista de cosas acerca de su servicio militar, diciendo, no, yo estuve en Afganistán. cuatro mil millas de distancia de Afganistán, su servicio militar, no se acercó ni a cuatro mil millas a Afganistán. Y luego, y cuando estaban disparando, nunca estuvo en una zona de combate ni por un minuto en su vida. Y ahí está, cuando estaban disparando y las balas pasaron por encima de mí. El problema es que en el mundo de video y registros que no pueden bloquear, ni bajar de internet, ni borrar, sabemos que todo el asunto es una mentira. Incluso ya se agravó porque hay un video en donde salió jactándose de que he suffered the post, what is it, the depression, estrés postraumático por su estancia en la zona de guerra y que recibió un tratamiento psicológico para salir del hoyo. Todo el asunto, puro cuento. Mentira de principio a fin. A mí no me sorprendería si fuera obligado a renunciar como candidato. Veremos. Porque los demás, los que realmente estuvieron en la zona de guerra del cual él habla, están enfurecidos. Se llama, es una fórmula técnica, stolen valor, el valor robado. La hondra robada, es una frase en inglés. Y por todos lados, este hombre está mintiendo, está exagerando, está engañando, todo para proyectar su imagen falsa y recibir la vana gloria. Pero ahora para concluir, rápido, vean los puntos que faltan aquí. La contraparte de lo que estábamos diciendo es, no simplemente son capaces, esas personas que buscan vanagloria, no tan solo son capaces de exagerar y inventar logros que no son reales para vanagloriarse en fantasías falsas, mentiras, sino se dedican simultáneamente a encubrir todos sus errores, todas sus fallas, todos sus pecados, se ven obligados a encubrir a mentir, ¿no? A ocultar todo esto para que los demás no se den cuenta, para que no sepan de que su búsqueda de gloria es en vano. Y que si fuéramos a saber la verdad acerca de toda una lista de cosas que han hecho, ¿no? Entonces, se les acabaría no simplemente su vana gloria, sino caerían en descrédito, en vergüenza pública. Y esto es lo mismo en un contexto espiritual. Con tantas personas que en un contexto espiritual pretenden ocultar sus luchas, pretenden ocultar sus pecados en un contexto religioso. Vienen al culto con la máscara puesta como supersantos, ¿no? Esas son las personas más ofensivas ante los ojos de Dios. Llevamos tantos años diciendo, nosotros no creemos en los supersantos porque no existen. No, hay fallas, hay errores, hay pecados, hay luchas en la vida de cada creyente sin excepción. Y en la medida en que las personas vienen a tratar de convencernos de lo contrario, en el caso mío, esto me conduce a sospechar lo peor. Eso a mí me conduce a pensar y sospechar lo peor de estas personas. Porque, ¿cuál sería su motivo? ¿A quién quieren engañar? ¿A los hombres? Y para los que nunca me han escuchado quizás decir esto, algunos de ustedes creo que sí, pero algunos quizás no. Cuando vienen personas no convertidas a esta congregación, personas que vienen del mundo, yo doy por sentado que están viviendo en algún pecado, probablemente una lista de pecados que dominan su vida. pudieran ser, si son hombres, borrachos, alcohólicos, mujeriegos, adúlteros, ladrones, corruptos y piastolistas. Yo doy por sentado eso. Porque así es cada persona en conversa. Son esclavos. Esa es la doctrina de depravación total. Somos depravados por naturaleza, dominados por el pecado. La lista aquí de pecados no es importante, la lista que acabo de dar. Yo simplemente doy por sentado que por un largo periodo de tiempo no vamos a saber la verdad acerca de estas personas. A menos que haya personas en la congregación que conozcan su vida, La que han vivido hasta entrar en contacto con esto, a menos que haya personas así que saben algo, y nosotros no buscamos, no tenemos que pescar, no estamos chismeando, no estamos tratando de averiguar nada, damos por sentado que esto es así. Y es tan solo cuando vemos que ahora ya no están tratando de encubrir, ya no están tratando de dar una imagen. Y vienen al culto y a veces, cada otro domingo se ven más humillados y más sacudidos y más inquietados. Y eso es buenísimo. No en un contexto humano, sino en un contexto espiritual. Porque esto quiere decir que no acuden aquí para engañar a nadie. Vienen aquí para escuchar la palabra de Dios. Y la palabra de Dios les quita de todas las personas su máscara, su disfraz. Y les obliga a verse ante los ojos de un Dios tres veces santo. Y cuando esto sucede, eso es buenísimo. Y esto va a terminar siempre en una de dos formas o van a ser conducidas al fin y al cabo a arrepentirse, entregarse a Cristo o se van a enojar en contra de nosotros, que en realidad quiere decir en contra de Dios y se van a ir. Esto es interminable, es olor de vida para vida o muerte para muerte, dice Pablo. Y esto, no estamos esperando otra cosa. Ni menos les vamos a apapachar y ayudar a seguir autoengañados. Muchísima gente, con tal que pueden acudir a un culto religioso y engañar a los ingenuos, piensan que ya lograron su propósito. Así, así, así. Los síntomas aquí son ya, ¿no? La envidia, que no vamos a discutir el día de hoy, obviamente. Esto es algo tan complicado, tan feo, tan recurrente, en donde la envidia, que mira a los demás en su vanagloria y se enoja al ver cualquier cosa, éxito, dinero, poder, buen hombre, puede ser su apariencia física, puede ser su pareja, puede ser sus hijos o sus capacidades, sus dones, la lista de lo que puede provocar la envidia, ¿no? Pero ¿cuál es el punto aquí? En la vanagloria, todo esto me hace sentirme pequeño. la trampa de comparaciones, todo esto. Yo me siento muy muy pequeño al compararme con estas gentes y lo que tengo que hacer es, para que yo pueda subir, les voy a bajar a estas personas. Increíble. Para que yo pueda subir, yo les voy a bajar. Ante los ojos de los demás, voy a hablar, voy a chismear, voy a criticar, voy a atacar a quien sea. En este país, esto es el pan de todos los días. Ese es el diario vivir en nuestro querido México. En la oficina, si tú cumples con tu trabajo, eres responsable y quieres hacer las cosas bien, todo este mundo de gente llena de vanagloria, llena de envidia, llena de celos, para autoproyectar su propia imagen y para bajarte. No te van a dejar vivir en paz así. No, lo que van a hacer, y esto es en cualquier nivel, a nivel universitario es increíble, los grupos de estudio y termina con dos o tres, hicieron la tarea y todos los demás lo robaron. Sobre este candidato en gringolandia, la honra robada, el valor robado, la gloria robada, es el modus operandi. Esa es la forma de proceder en nuestro querido México. No es en base a méritos. No es en base a capacidades. No es en base a la ayuda, a la gracia de Dios que te ha dado el don y la capacidad de desempeñar tu oficio, tu carrera, tu papel en la vida. No, nada de eso. sino la vanagloria, la envidia, los celos, ¿no? Y para que yo pueda subir, te voy a bajar. Una receta segura para destruir cualquier oficina, empresa, trabajo, servicio, la lista no termina. Y así, concluye el tema con esto, en la lista de síntomas, creo que esto está en la lista, aquí tengo el número 10, dice, y esto lo hemos visto en otro contexto, de para lograr esta vanagloria, las personas, hombres y mujeres, se dedican a levantarse en la mañana, a disfrazarse, como si todos los días fuera Halloween, De eso se trata. ¿Qué quiere decir disfrazarse como si fuera Halloween? ¿No? Se pone la máscara para jugar un papel que no corresponde a la realidad, de quiénes son. Y esto se manifiesta en tantas formas, la lista aquí también es muy larga, no lo vamos a discutir más allá de este punto. Cuando las personas viven en cierta forma en su casa, entre el círculo de sus supuestamente seres queridos, viven de una manera y ya de forma pública totalmente diferentes, totalmente distintos en la vida pública, el contraste con la vida pública y la vida privada, hay una brecha, es abismal la diferencia entre la vida, lo que ven los demás en forma pública y lo que viven en la casa con esta misma persona, se escondan tras el disfraz, se disfrazan como alguien que no son, como algo que no son y se escondan tras los muros de dinero o exageraciones o mentiras o cirugía plástica, lo que sea, los muros que sirvan para proteger la imagen pública de la persona. Esto es así. Y como lo vemos, yo les dije al principio, todo eso lo podemos ver en un sinnúmero de personas que nos rodean, pero no estamos hablando simplemente de otras personas aquí. Estamos hablando de nosotros mismos. Y hay personas en este contexto, una una explicación de la red de chismes y la adicción nacional, ese pecado nacional en casi cada país en el mundo, peor con las redes sociales, pero una parte de, yo les he dicho, llevo años diciendo, si fueron a quitar todo esto de los chismes y las acusaciones falsas y las exageraciones y las calumnias de la programación en radio y televisión en México, hablando de programas donde están hablando frente a un micrófono, en cualquier contexto, incluso deportivo, irían a la quiebra todas estas empresas mañana, se les acabaría su audiencia. Porque al mismo tiempo que estamos tratando de proteger nuestra imagen, estamos súper interesados en averiguar cosas ocultas, calumnias, pecados, fallas, errores de los demás. Ah, porque esto para nosotros acaba con su vanagloria. Se acaba la vanagloria de estas gentes, ¿no? Están pasando por mi mente aquí una lista de personajes. No voy a decir ni un nombre aquí. No voy a hablar de ninguna persona específica. Pero es para que yo pueda vanagloriarme, tengo que buscar algo para acabar con la vanagloria de ellos. Así funciona. Ahora vamos a terminar. No hemos avanzado más allá de algo muy desagradable. Esto es algo feo, desagradable, inquietante. Es la triste realidad de lo que el pecado hace en nuestro mundo caído. Y terminamos con estos comentarios que son muy importantes. Primero, si vemos esta lista de síntomas y llegamos a detectar la presencia de algunas de estas cosas en nosotros, ¿Esto qué quiere decir? Ahí está nuestra vanagloria. Ahí está. Lo que nos está controlando es esa vanagloria. Lo que nos está motivando es esa vanagloria. Gloria falsa, gloria en vano, ¿no? Y en este contexto, lo que sucede es, todos los demás, de donde estamos buscando la vanagloria, comenzamos con Cristo no buscando gloria de nada, ni de nadie, salvo su Padre Celestial. Y si estamos buscando gloria en alguna medida de alguien, de los demás, ¿no? Entonces, para nosotros, estas personas están ocupando, en nuestra cosmovisión, en nuestra perspectiva de la realidad, en nuestro pequeño mundo, estas personas están desempeñando el papel que le corresponde tan solo a Dios. Estamos preocupados por eso. Lo que pueden hacer, lo que pueden decir. Nos pueden rechazar, los pueden menospreciar, y eso nos importa. Nos pueden humillar, ¿no? Eso nos importa. Y si no, no lo logran, nos van a seguir atacando, ¿no? Y no nos gusta, ¿no? Porque para nosotros esas personas son muy importantes. Y lo que va de por medio es nuestra vana gloria. Y la fórmula para las personas que viven en base a esa vanagloria, en el mejor de los casos, Dios es muy pequeño y los hombres son grandísimos ante sus ojos. Dios es pequeño y el hombre es muy grande y es lo que me preocupa en mi vanagloria, quedarme bien con los hombres. Y esto quiere decir entonces que no entendemos nada que no hemos entendido absolutamente nada acerca de nuestra estancia en este mundo. Cero. No entendemos nada. Si estamos pensando qué van a decir, qué van a pensar, qué van a hacer respecto a mí, eso es la totalidad del asunto. Estamos midiendo nuestro valor, nuestra gloria, nuestra autoestima en base a un criterio humano, en base a lo que los humanos piensan, Y en tal caso somos personas totalmente antropocéntricas, centradas en el hombre, la palabra teológica. Y no somos personas teocéntricas, no estamos centradas realmente en Dios, sino en los hombres. Y esto para concluir el día de hoy no vamos a discutir esto, pero nos conduce al tema de las iglesias antropocéntricas en vez de iglesias teocéntricas. en donde todo lo que van a hacer en esas iglesias es para quedarse bien con sus feligreses. La iglesia antropocéntrica se va a fijar en cómo aumentarles su autoestima, su autoimagen, y cómo conducir a quien sea a lograr sus sueños y tener éxito. Y hay personas que piensan que esto es la tarea de la iglesia. No, esto es la tarea del mundo en converso que nos rodea. Ellos te pueden ayudar con eso. Nosotros no. No. Porque sus iglesias son antropocéntricas, son mundanas, ¿no? Y en sus prácticas, en sus doctrinas, en su adoración pública, en todo lo que hacen, todo el asunto es antropocéntrico para quedarse bien con los hombres. De eso se trata. Y cuando les hablamos de la gloria de Dios, increíblemente ahí están tocando la trompeta y tienen que agregarle al final de su show para la gloria de dios acabo de decir o hacer o cantar o ofrendar o lo que sea les aseguro de que todo ha sido para la gloria de dios y el mero hecho de que tengan que hablar así y de que hablan así el hecho de que tienen que hablar así tienen que hablar así demuestra su auto engaño Están autoengañados. Ahora vamos a terminar en esta forma. Hay una lista de cosas, no vamos a verla, que los hombres nos pueden dar. En la vana gloria que buscamos por naturaleza. En contraste con lo que Dios nos puede dar, los hombres nos pueden dar aplausos, eloquios, Adulación, aceptación, prestigio. Nos pueden dar recompensas temporales y beneficios momentáneos. De igual manera nos pueden rechazar. Podemos ser rechazados por los demás. Pueden burlarse de nosotros. Pueden acabar con nosotros. Si no es físicamente, literalmente matarnos, Nos pueden matar en cuanto a su mundo, su grupo, su círculo, su club de fans, nos pueden expulsar de su club de fans. En el peor de los casos nos pueden matar el cuerpo, el cuerpo, lo pueden matar. Y en este contexto crítico de Cristo, no teman nada de lo que te pueden hacer. Cero. Cero. Lo máximo que pueden hacer es matar a tu cuerpo. De la boca de Cristo el argumento. Es lo máximo que pueden. No pueden hacer otra cosa. Pero hay uno que puede echar tu cuerpo y alma en el infierno. Sí. Hay uno que te puede castigar eternamente. O sea, tu creador puede deshacerte, puede deshacerse de ti. Puede decir, ni te conozco, ni me perteneces. Puede decir, no, apártate de mí. Yo no quiero relación alguna contigo. Hay uno que que te puede condenar cuerpo y alma eternamente. Y de la boca de Cristo. En Lucas 12. Ese es el único que debemos temer. Nadie más. Nadie más. Y al mismo tiempo resulta que Él es el único que te puede dar gloria. Él te puede dar la fórmula apostólica Honra, gloria, inmortalidad, dice. Vida eterna. Él te puede dar recompensas eternas que sobrepasan en su conjunto todo lo que el mundo te puede haber dado o te pudiera dar en un momento dado. Todo el mundo a cambio de qué, tu alma? Él te puede dar más que todo el mundo. Sí. Más. Verdadera gloria. Verdadera honra. Ahora vamos a terminar leyendo un texto y nos vamos. Y el texto en Corintios, por favor. En segundo de Corintios 4. Ahora concluyo el día de hoy con esto. Hemos visto una lista de síntomas de buscar la vana gloria. Sí. Pero estamos concluyendo, vinculando todo esto con lo que nosotros llamamos el evangelio falso que comienza y termina con los hombres. El evangelio falso que es antropocéntrico, centrado en el hombre, en sus necesidades, comenzando con su necesidad de gloria. Sí. El evangelio falso que está siendo proclamado y anunciado por todos lados hoy en día, comienza y termina con los hombres, invirtiendo los papeles incluso en todo esto, porque le colocan al verdadero Dios, el Dios Todopoderoso, pretende convertirlo, colocarlo al nivel del siervo de los hombres. Sí. Anuncian que Dios ama a todas las personas tal como se encuentran, tal como eras. Dios te ama así. Y este Dios te ama tanto que Él está más que dispuesto a cumplir con tus sueños, con tus deseos, con tu voluntad incluso. El evangelio falso que se anuncia por todos lados comienza con el hombre y termina así. con Dios convertido en el siervo para procurar la vana gloria de los hombres. Pero el verdadero evangelio, el verdadero mensaje, nos obliga a olvidarnos de los hombres, nos obliga a decir no a la vana gloria humana, nos obliga a ni mirar a nosotros mismos. No. El verdadero evangelio nos obliga a mirar primero a Dios. Porque el verdadero evangelio es el medio para conocer la gloria de Dios. Sí. Es tan solo viendo y conociendo algo de la gloria de Dios que podemos ver la realidad de todo. Tan solo así. El verdadero evangelio nos conduce a tener conocimiento, yo voy a decir otra palabra, contacto con el glorioso, verdadero Dios. Contacto con el Dios trascendental, con el Dios eterno, ¿no? Con el Dios soberano. con el Dios que hará lo que quiere con cada uno de sus criaturas, con el Dios en cuyas manos están nuestras vidas y nuestro destino eterno. El verdadero evangelio nos llama a mirar, a fijar nuestra atención, a ver muy de cerca la verdad acerca de todo. El Evangelio verdadero nos conduce a ver la gloria de Dios en la persona de su Hijo, en la persona de Cristo Jesús. Esto es el punto para terminar el día de hoy. Basta, ¿no? Al cual quería llegar. En 2 Corintios 4, vamos a dar lectura aquí a este texto que conocemos. El texto dice que el Evangelio y resulta ser el evangelio de la gloria de Dios en Cristo. El evangelio está encubierto ante los ojos de todos los que se pierdan. El versículo 3 está oculto. Encubierto. por un problema que hay por dentro en estas personas. El problema en el versículo 4 es que el dios de este mundo, el diablo, ha cegado sus mentes, su entendimiento, su capacidad intelectual, mental, de razonamiento, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo. Todo el asunto en estos términos, con razón, andan buscando vanagloria en donde no se encuentra porque no pueden ver más allá de esa vanagloria. Ah, porque se encuentran espiritualmente ciegos. Y ahora viene la bomba en el versículo 5. No predicamos a nosotros mismos. Ah, como los que propagan el evangelio falso lo hacen. Incluso en sus iglesias, los que están en el púlpito, su tarea de proyectar una imagen de grande éxito y de poder, incluso de dinero, van agloriándose, autoproclamándose como ejemplos a seguir y dice, Pablo, no, no, no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo. Y la palabra Señor aquí luego es el Señor de Gloria. Y nosotros no somos más que sus siervos, sus humildes esclavos, los que predicamos, los que anunciamos esto. No somos más que eso. Y termina el texto, lo conocemos, con que el Dios que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz al principio en el Génesis, es el que ha resplandecido nuestros corazones para iluminación del conocimiento de qué? La gloria de Dios. En la persona y obra de Cristo. vemos esta gloria de Dios. Y una vez que Dios nos ayude a verla, entonces comenzamos a arrepentirnos de haber buscado la gloria en donde no se encuentra. Y con esto concluyo. Hay cuatro evangelios en este libro que se llama la Biblia. Estos cuatro evangelios narran desde cuatro puntos de vista diferentes la historia de una persona. Y esta persona es el glorioso Cristo mencionado aquí. Y por medio de su evangelio viene una revelación de la gloria de esta persona. Y la gloria de esta persona rebasa Es la misma persona de cuya boca vimos al principio el comentario. Yo no busco gloria de los hombres. Yo no he venido para glorificarme a mí mismo. No. Esta persona vino desde el cielo. Es el increíble hecho de que nuestro Dios, nuestro Creador, se hizo uno con nosotros en la gloria inconcebible, incomprensible de su encarnación. Y cuando vino a este mundo vino sin ninguna gloria. Nada. De principio a fin. Salvo en sus milagros que deslumbraban y indicaban algo de esa gloria. Y salvo en aquellas dos ocasiones en su transfiguración cuando se quitó el velo de su cuerpo y veían algo que repasaba la gloria del sol. Salvo en aquellos momentos, nada de gloria. Nada de gloria. Nada. Salvo cuando escuchaban su prédica decían, nadie ha hablado como esto nunca. ¿Quién es este hombre? ¿Cómo es que tiene este conocimiento? ¿Cómo es que habla así? ¿Y qué es lo que dicen? Lo vimos al principio del sermón. Que no debemos buscar gloria los unos de los otros. sino la gloria que tan solo viene de Dios. Y en su ministerio público narrado en los cuatro evangelios, eso es lo que vemos. Vemos a este hombre predicando el evangelio de su muerte. ¿Qué? Predicando que él había venido a morir. Sí. Y le encontramos a lo largo de tres años y pico en su ministerio público haciendo cosas inexplicables. Le encontramos repitiendo milagros de creación, controlando cuando se convierte el agua en vino, cuando calma el clima, cuando sana la lepra, cuando levanta personas de la tumba, cuando resucita al astro de los muertos, cuando evidentemente firma, o mejor dicho, fabrica o hace del polvo de la tierra ojos, le vemos formando con sus dedos lo que parece ser de la tierra ojos para para sanar al ciego de nacimiento cuando le escuchamos hablar de un juicio venidero en donde él mismo será el juez Personas que hicieron caso omiso de sus palabras serán juzgadas por esas mismas palabras. Cuando vemos el relato de una vida humana perfecta de amor para con Dios y para con su Padre, hasta llega al extremo de decir en una forma directa, ¿cuál de ustedes puede acusarme de algún pecado? Y luego le encontramos a este mismo hombre, después de haberse plantado en llanto frente a la tumba de Lázaro, le encontramos a este mismo hombre, lavando, hincándose Y lavando los pies de sus más que indignos apóstoles. Incluso Judas mismo, ahí está. Más que indignos apóstoles. Y con todo esto, amando a sus peores enemigos. Apenas estoy comenzando. con lo que es un débil, insuficiente, pobre intento de ayudarnos a mirar a la gloria, la gloria de esta persona. No es la gloria de una pintura, de un retrato humano, no, no, es la gloria de Dios registrada, narrada, anunciada aquí. El hombre, Cristo Jesús, Esta persona, esta persona que termina su vida siendo crucificada como un criminal, como el más grande pecador en la historia del universo entero. en su persona totalmente inocente, no culpable de nada, menos como para entregar su vida, nada. Y sin embargo, legal, judicial, ante el trono del universo, ante su padre celestial, culpable, culpable de todos sus pecados cometidos por sus criaturas que en su vana gloria a lo largo de su estancia, todos los que llegarían a creer en él, todos y cada uno de sus pecados. acreditados a su cuenta, imputados a él, con él así en la cruz diciendo, si yo soy el culpable, castígame a mí, yo recibo la culpa, yo entrego mi vida en lugar de estos. A eso vino, a este mundo. Los ángeles lo anunciaron a la hora de su encarnación. ¡Gloria a Dios en los cielos! Por lo menos los ángeles, ¿no? Y podríamos tardar aquí más, narrando los eventos en relación con esta llegada, lo que se hace normalmente tan solo en la supuesta época navideña. Y este mismo hombre muere, sin gloria alguna. El texto en Hebreos lo pinta así, menospreciando la vergüenza, dice. Es un contraste total aquí. Este hombre totalmente rechazado por los seres humanos, hasta el grado en que en Hebreos el texto avergonzado, hasta tenía que menospreciar la vergüenza. Que todo esto, al morir así, condenado por el mundo entero, sin gloria alguna. Los mismos judíos mofándose, desafiándolo a bajar de la cruz. Y así murió, separado de su padre incluso, rechazado por su mismo padre celestial. Así falleció. Y si esto fuera la historia, terminando así, no estaríamos aquí. No. Ni existiría algo como el cristianismo. No. Y la historia del mundo sería de mil maneras, un millón de ejemplos diferentes en todos sus aspectos. Diferente de lo que ha sido a lo largo de estos dos mil años. Tú y yo estaríamos atrapados en un mundo de gran gloria y destinados a morir como animales. La historia sería otra. las pruebas de la resurrección de esta persona son indiscutibles. Las pruebas y evidencias de que este hombre salió de la tumba resucitado de los muertos y ascendió a la diestra de su Padre Celestial y se sentó sobre el trono del universo entero Las pruebas de que esto sucedió aquí son indiscutibles, irrefutables, imposibles de contradecir. Y de que este hombre vendrá en una gloria que sobrepasa la capacidad humana de describir. Vendrá en la gloria, la cual Él dejó al abandonar el trono del universo y venir a este mundo. Vendrá como el hombre, Cristo Jesús. Vendrá en la gloria de su Padre Celestial. Y si tú has desperdiciado tu vida, buscando la gloria personal en donde no se encuentra, de los demás hombres, pacientes de tu vida, buscando tu razón de ser, tu gloria personal, tú serás el primero en esconderte, tratar de escapar. de huir. Van a excavar en la tierra para enterrarse vivos, según el apocalipsis, enterrar vivos para habitar. Porque vendrá, vendrá desde el cielo la gloria personificada para rescatar y llevar a su presencia, a cada creyente. Vendrá. Y hay que leerlo, ¿no? Les pido perdón. Esto a veces sucede. Ustedes saben que es raro conmigo. Hay que leer esto. En Yahweh nuestro Ego dice, vendrá. en llama de fuego para dar el pago a los que no conocieron a Dios ni obedecieron el evangelio de nuestro Señor Jesús. Vendrán en llama de fuego para dar el pago y el pago serán castigados de eterna perdición por la presencia del Señor y por la gloria de su potencia por la gloria de su omnipresencia, omnipotencia, soberanía, castigados de su presencia. Sí. Idos eternamente de la gloria de Dios. Y termina diciendo cuando viniere. Esto es lo que va a suceder. Y termina diciendo cuando viene para ser glorificado en sus santos. y hacerse admirable en aquel día en todos los que creyeron glorificado, en los que creyeron nuestro testimonio, en los que creyeron el mensaje anunciado, el evangelio proclamado. Y así terminará cada persona sin excepción en el mundo. De un lado, excluidos de esta gloria. O del otro, glorificando en su vida, ahora, cuanto más en su venida a esta misma persona. Padre, estamos agradecidos por la paciencia de los oyentes por este tema. por el contacto que tenemos con la gloria tuya a través de Cristo. Te pedimos para que nadie se vaya de aquí buscando un día más la gloria humana. Te pedimos que nos ayudes a todos a arrepentirnos de nuevo de este pecado gravísimo. Y a buscar tan solo la gloria tuya, la gloria de Cristo. Hasta en cosas como comer y beber. tan solo tu gloria. Por este milagro te pedimos, sabiendo que esto glorificará a nuestro Señor y nos librará de nosotros mismos. Por eso te pedimos en el nombre de Cristo Jesús. Amén.
La Vanagloria 2
Series Guerras y Pacificadores
Muchos creyentes reducen su vida a algo muy pequeño, que es buscar gloria humana…
Sermon ID | 813241851362719 |
Duration | 2:02:03 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Galatians 5:26; Philippians 2:3 |
Language | Spanish |
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