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Entonces, bueno, Santiago, por eso se dice que Santiago es pastor, fue pastor de la iglesia de Jerusalén y él vio mucha deficiencia, mucho defecto, mucha religiosidad, mucha conformidad, entonces, claro, también, este... y Santiago tuvo que tratar este asunto seriamente y en una forma práctica, porque el libro de Santiago es un libro práctico. Y por eso algunos hasta lo han despreciado, porque no hay mucha doctrina, supuestamente. No hay doctrina en él. Y nada en Santiago es más, es más como, como este, como llamada de atención, como se dice vulgarmente, es más como jalar de oreja, es decir, para que se despierte el supuesto, el creyente. Entonces hermano, con ayuda de Dios vamos a entrar en Santiago. Y es un libro, hermano, muy pequeño, pero es un libro muy poderoso para exhortar, despertar a los que están, ahora sí, como dice Pablo ahí en Efesios, levántate, tú que duermes, dice, y levántate de entre los muertos. Vamos a empezar con Santiago. Oren por mí, porque, hermano, la verdad, tengo muchas debilidades, mucha falta, y necesito también la Carta de Santiago para mi vida personal. Claro, antes de dar el mensaje, yo ya lo vengo meditando, lo vengo viendo, y hay mucho que enseñar. La verdad, Santiago es un libro que hace falta para cada uno de nosotros el día de hoy. Santiago, como se dice comúnmente, es el libro de la vida práctica. Compagina su enseñanza con el de nuestro Señor Jesucristo. Santiago tiene cinco capítulos nada más, con un total de 108 versículos. El versículo clave de Santiago es 2.26, Santiago 2.26, donde dice porque como el cuerpo sin espíritu está muerto. Así también la fe sin obra está muerto. Qué contraste, qué contraste tan ejemplo, tan comprensible que Santiago dice que así como un cuerpo que no tiene espíritu, ese cuerpo dice está muerto y un cuerpo muerto Pues no vale nada, ¿verdad? Ya no. Así también dice Santiago, la fe sin obra está muerta. Hermanos, entonces la palabra clave de Santiago es la fe sin obra es muerta en sí misma. La fe sin obra es muerta en sí misma. hay mucho que aprender de esa carta y ahora como dice el apóstol Pablo ahí en los hebreos y difícil de explicar. El autor a ciencia cierta no se sabe pero sabemos que Jacobo fue el autor es decir Santiago. El nombre Jacobo era muy común, muy popular entre los judíos. Hasta el día de hoy, Jacobo Sabludowsky, que ya falleció, era un judío y por eso llevaba ese nombre. Y claro, hay cuatro nombres que tienen ese nombre en el Nuevo Testamento. Hay cuatro personas que llevaban ese nombre. Claro, hay mucho más seguramente, nada más cuatro registrados en la Biblia que llevaban el nombre de Jacobo. Cada uno ha sido sugerido como el escritor de esa epístola, pero con diferente grado de personalidad o de probabilidad. Por lo general, nosotros creemos que es el Jacobo el hermano del Señor. Galatas 1.19, encontramos ahí a un tal Jacobo que visitó el apóstol Pablo después de venir del desierto de Arabia. El primer Jacobo que encontramos en la Biblia es el Jacobo Apóstol, hijo de Zebedeo y hermano de Juan, según Mateo capítulo 4, versículo 1. Encontramos en ello un tal Jacobo. Hermano Luis, ¿por qué no lees Mateo 4, 1? ¿Cómo dice? Mateo capítulo 4, versículo 1. Hay un Jacobo ahí. Ese Jacobo es el discípulo o el apóstol, el hijo de Zebedeo y también su hermano, era Juan. No, no es 4.1, hermano. Es este... A ver, 4... déjeme consultar. No es ese. Pero es este... Ahí estamos cerca, no sé si apunté mal el texto. Ah, donde están los pescadores. Cuatro... Cuatro... Cuatro qué? Veintiuno? A ver hermano, dice... Así es este, cuatro veintiuno? Dice cuatro veintiuno... Pasando de ahí, llegó a otros dos hermanos, Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan, su hermano, en la barca, con Zebedeo, su padre, que reinventaban sus redes de comunicación. Entonces, encontramos aquí a dos hermanos. Estos hermanos, Jacobo y Juan, que son hijos de Zebedeo, Esto llegaron a ser los apóstoles. Si el apóstol Jacobo fue el escritor, no lo sabemos. puede ser, no puedo decir que no, pero hermano, si fuera él, si hubiera sido Jacobo, el escritor de Santiago, o Jacobo, el hermano de Juan, el apóstol, en otras palabras, no habría habido tantas dificultades para aceptar esta carta durante tanto tiempo, porque los antiguos sabían que no fue él. Además, el apóstol Jacobo sufrió, se dice que sufrió el martirio, en el año 44 después de Cristo, lo cual probablemente fue antes que el libro fuese escrito. Ahora ustedes saben, nosotros sabemos que Jacobo sufrió el martirio en mano de Herodes, el que le cortó la cabeza y le gustó el pueblo y luego seguía a Pedro en la lista, pero gracias a Dios, milagrosamente Dios libró al apóstol Pedro. Este es el primer Jacobo. El segundo Jacobo es Jacobo, hijo del feo. Hijo del feo. Hijo de Alfeo. Pues no sé si era feo. Hay muchos que... El hijo de Alfeo, Mateo 10, 3. Encontramos otro Jacobo ahí. Mateo capítulo 10, versículo 3. Dice... Mateo 10-3 Felipe Bartolomé Tomá Mateo el publicano Jacobo hijo de Alfeo Le veo por sobrenombre dice Tadeo Entonces es curioso que Jacobo dice hijo de Alfeo Este es uno de los que se mencionan también Jacobo hijo de Alfeo Este Jacobo hijo de Alfeo es casi desconocido excepto por estar en la lista de los apóstoles. El hecho de que el autor se refiera a sí mismo como Santiago o Jacobo, sin más título distintivo, muestra que era bien conocido en aquel entonces cuando se escribió la carta de Santiago, nadie dudaba de su escritor. Por eso dice Jacobo, todos lo conocían, estaban sabiendo de dónde venía la carta. Es el segundo Jacobo que encontramos en la Biblia. El tercero, el tercer Jacobo es otro desconocido, este, Jacobo el padre de Judas, no el Iscariote. Lucas 6, 16, este hombre era muy más, aún más desconocido y puede ser dejado completamente afuera de la posibilidad. Lucas 6, Lucas 6, 16, este Jacobo dice que era, así se llamaba el padre de de Judas el Tadeo Lucas 6.16 Lucas capítulo 6.16 dice Judas hermano de Jacobo, Judas Iscariote que llegó a ser el traidor, Judas hermano de Jacobo este no, no es el texto exactamente este Pero ustedes saben que Judas, su padre era Jacobo, el padre de Judas, el padre de Tadeo, se llamaba Jacobo. El otro Jacobo es el hermano, el cuarto, es el hermano del Señor, según Mateo 13, 55, Marcos 6, 3, Gálatas 1, 19. Esta es la que se le atribuye como el escritor de la carta que vamos a ver Santiago por ejemplo Mateo 13.55 ahí aparece un Jacobo que es hermano del señor Mateo 13.55 dice Mateo capítulo 13.55 ¿No es este el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María y sus hermanos Jacobo, José, Simón y Judas? Entonces, hay un Jacobo entre los hermanos del Señor, hay un Jacobo, hay un José, hay un Simón, hay un Judas. No, Iscariote, obviamente. Marcos 6,3 dice lo mismo, pero en Galatas capítulo 1, versículo 19 encontramos que ese Jacobo parece que era el pastor, el encargado por lo menos, el encargado de la iglesia de Jerusalén. Porque cuando Pablo habla de visitar a los hermanos dice que no vio a nadie de los apóstoles excepto Jacobo. Muchos piensan que ese Jacobo era su propio hermano. Galatas 1.19, dice ahí la palabra, voy a leer el 17, y ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui a Arabia y volví de nuevo a Damasco. Después, pasado tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro y permanecí con él quince días, pero no vi a ningún otro de los apóstoles. Ahora, entonces dice, sino a Jacobo, el hermano del Señor. Ahora se le dice que Jacobo, el hermano del Señor, no fue apóstol. El único que vio ahí como apóstol era Pedro. Era el que visitó el Apóstol Pablo y estuvo con él 15 días. Pero no vio a Bartolomé, no vio a Tomás, no vio a Juan, no vio a Jacobo el Apóstol. Ninguno más dice sino sólo a Pedro. El que sí vi, dice el Apóstol, que era Jacobo el hermano del Señor. Entonces, Cuando Pedro es encarcelado, ahí en Hechos 12, vemos que el ángel lo libra milagrosamente. Entonces, para salvar su vida, Pedro sale, huye o se va a otro lugar y le dice a los hermanos que estaban reunidos ahí en la casa de Rode. Rode es igual a Rosa. Es Rosa, de hecho. Le dice a los hermanos, Díganle esto al hermano Jacobo. ¿Por qué Pedro tuvo que decir cuéntenle lo que me sucedió al hermano Jacobo? Porque era el pastor se supone. Entonces, ese Jacobo se dice que es la que escribió la carta que vamos a ver. Claro, no es la ciencia cierta, es lo que se le atribuye a la paternidad. Pero hermano, nosotros sabemos que los hermanos que recibieron esa carta sabían de qué Jacobo venía, a qué persona venía esa carta. Este es casi seguro que el escritor de la epístola, el medio hermano del Señor, el autor, el escritor es bien conocido por los hermanos, pero parece que si fue él, si él, si el hermano, el medio hermano del Señor fue el que escribió la carta, uso de mucha modestia porque no menciona su vínculo familiar con Cristo. No lo menciona en ninguna manera. El hombre que presidió Se dice que es el Jacobo que presidió el concilio de Jerusalén cuando hubo la gran discusión, cuando Pablo tuvo que bajar a Jerusalén y tratar esta cuestión de la circuncisión y guardar la ley, etcétera, etcétera. Vemos que fue Jacobo quien al fin se levantó y dio un consejo de que se escriba una carta y se envíe a los hermanos del mundo gentil. Y otros dicen que ese Jacobo es el único que se quedó en Jerusalén hasta su muerte. Se dice que fue Ananías, el sumo sacerdote que lo mandó a decapitar por haber confesado que Cristo es el Mesías. y por eso lo martirizaron. Fue notable como cristiano muy judío. Él sí fue muy judío, aún en su escrito, con un estilo de vida muy estricto. Este Santiago se ve que era un personaje estricto en su religión, un hombre exigente. en todo, y así eran los judíos. En resumen, es reconocido en la historia por Josefo, el gran historiador judío, como el que escribió una epístola como la que tenemos en esta de Santiago. Entonces, Vemos su carta y si es una carta bastante, bastante estricta en cuanto a la vida práctica. Ahora el destinatario, la carta, la carta de Santiago se dirige a los hermanos. de los 12 tribus que estaban en la dispersión. Capítulo 1,1, Santiago 1,1 dice, Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo a las 12 tribus que están en la dispersión. Entonces la carta, si supongamos que era el pastor de Jerusalén, obviamente que estaba interesado en el bienestar espiritual de los que se habían esparcido en todas partes por causa de la persecución que hubo en Jerusalén en el tiempo de Saulo de Tarso. Entonces sí hay razón para decir que Santiago estaba preocupado por la vida espiritual de los hermanos que una vez estuvieron congregados en la iglesia de Jerusalén pero que se esparcieron en todo el imperio romano. Ahora les escribe una carta es exigente de una vida piadosa, una vida íntegra, una vida práctica en la vida cristiana. la epístola, claro, es claro que es dirigida a esas personas afligidas, claro, obviamente, es el ser esparcido en la dispersación, claro, es porque habían sido perseguidos, afligidos, que son invitados, estos hermanos son invitados a considerar como motivo de gozo las pruebas diversas que estaban sufriendo en sus vidas. Por eso les dice en el versículo 2, hermanos mío, le dice hermano mío, por la expresión que usa el pastor Santiago, hermanos mío, esto nos lleva a pensar que la carta exclusivamente fue dirigido a los hermanos en Cristo, hermanos míos. ¿Cuál era su sentir del pastor? Tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas. Claro, los hermanos se habían esparcido en todo lugar por causa de la persecución y les dice que no se pongan tristes por haber dejado su patria, su tierra, su iglesia. Si no dicen que se pongan contentos, ¿por qué? Porque esa prueba que estaban teniendo era una razón para su propio bienestar espiritual y para su crecimiento en la fe. Ahora, él les exhorta que a través de las diversas pruebas que estaban teniendo, que busquen a Dios en oración, buscando su sabiduría, para que les permita crecer y perfeccionarse en la fe. Las diversas pruebas o condiciones en que se encontraban, según 1.5 dice que es para su perfección de ellos. Claro, esos hermanos eran, en su gran mayoría, eran hermanos pobres. Tenían que soportar aún la opresión de los ricos y la persecución de ellos mismos. Sufrían por no se les pagaba la jornal. Sufrían, dicen, porque no cumplían, no sé por qué eran arrastrados hasta los tribunales. Y claro, esos tribunales se entiende que eran donde los judíos juzgaban, ¿verdad? Los jueces de Israel. los hermanos pobres eran acusados, eran perseguidos y hasta juzgados en los tribunales. Y ahí Santiago trata de animar a todas esas personas que venían sufriendo, parece que unos por causa del Evangelio, pero otros por por simplemente buscaba un pretexto para castigarlo por ser cristiano, ¿verdad? El escritor, el escritor no tiene solamente por objeto consolar a esos lectores que estaban sufriendo persecución en su vida, sino no solo era consolar a papá Chalo hermano, que no lloren, que no se pongan triste, no, no, no, no, sino Santiago también lo reprende y lo censura enérgicamente a esos mismos hermanos, a que su piedad no sea superficial, que no tengan una vida mediocre, una vida falsa. Según el escritor, claro, el pastor este, no se limita solamente a consolarlo, pero también a a regañarlo, en este caso a exhortarlo, a que escuchen la Palabra de Dios y que no descuiden en poner en práctica la vida verdadera, la vida de fe, que no sean oidores olvidadizos. Por eso Santiago 1, 22 dice, pero sed hacedores de la Palabra y no tan solamente oidores. porque parece que esos hermanos estaban jactando, estaban jactándose sin razón de poseer la verdadera fe en el verdadero evangelio, en el evangelio de Dios. Es decir, estaban pensando que basta con oír, con ir o no sé. Santiago les dice, no, ustedes no tienen que ser conformistas. Dice, ustedes no deben conformarse con que están oyendo la palabra y todo está bien. Deben vivir la palabra. dice Santiago a esos lectores. Y si lo dijo que sean hacedores y no oidores es porque la tendencia de los hermanos que se habían dispersado ya no querían hacer la palabra, vivir la palabra, con que nosotros ya oímos, nosotros ya somos creyentes, ya somos cristianos, todos también. No, dice Santiago, tienen que ser hacedores de la palabra y no tan solamente oidores, engañando a vosotros mismos. Dice el pastor, se habían olvidado que debían ser eficaces, debían producir fruto en las obras de la fe, porque así le dice uno 27, dice que la verdadera religión pura, semácula, es visitar a los huérfanos, a las viudas. en sus tribulaciones y guardarse sin mancha del mundo. Entonces le dice, hermano, ustedes tienen que vivir la vida cristiana, dice, tienen que hacer, tienen que hacer buenas obras, tienen que visitar a los necesitados, a consolar a los atribulados y también guardarse sin mancha del mundo. Esa es la verdadera religión, la verdadera vida piadosa, dice Santiago. Y es fácil, hermano, cuando uno se va a otro lado, decir, bueno, pues yo estoy a otro lado, aquí ya no hay donde congregarme, no, no, ya no, ya no, ya no visito, ya no me congrego. Y entonces Santiago tuvo que exhortarlo duramente a esos hermanos, porque la carta es dirigida a hermanos, por eso dice hermanos míos. se estaban inclinando hacia los pecados de la lengua, parece que ellos estaban también, se oyen murmuraciones por todos lados, la lengua de ellos no paraba, entonces tuvo que tratar ese problema de la lengua en el capítulo 3. Este también seguramente tenían un espíritu de disputa, hablaban, se comían unos a otros. No sé qué habrá pasado, pero Santiago trató ese asunto. Su fe en Cristo, el Señor de Gloria, no los había libertado de la acepción de personas. También dice que ellos estaban cayendo en la parcialidad, es decir, ellos estaban dando preferencia a los ricos, a los influyentes, a los poderosos, y a los pobres los estaban tratando, este mal. Entonces, Santiago también trata ese asunto de la parcialidad y los ataca duramente. No hay que darle preferencia a los ricos, dice, y despreciar a los pobres, dice 2.1 al 7. El amor al mundo y las pasiones carnales estaban dominando los corazones de sus hermanos. Por eso dice Santiago que hacerse amigo del mundo es enemistad contra Dios. Es hacerse enemigo de Dios. Crear divisiones entre ellos y hacer infiel a Dios. es pecado, dice Santiago. En su deseo de enriquecerse, hay muchos que se estaban olvidando de la vida cristiana, olvidaban que la vida frágil, la vida ligera, la vida... Algunos estaban haciendo proyectos, vamos a tal lugar, haremos esto, aquello, ganaremos y traficaremos y vamos a negociar, vamos a... Dice Santiago, ustedes no saben que su vida es como la neblina, la vida es breve, el lugar de lo cual deberían poner su vida en la mano de Dios, no pensar en grandes planes, proyectos cuando no saben si mañana van a existir, dice Santiago. Entonces todo era un verdadero pastor. todos los sentidos. Veía la necesidad. Veía la necesidad de que no estén comiéndose la lengua. Veía la necesidad de que no hagan paternidad, de que no sean, hagan preferencia de personas. Veía la necesidad de los trabajadores que estaban pensando en planes, proyectos y inversiones y vamos aquí y allá. Dice Santiago. Ustedes dicen la vida es, ustedes tienen la vida como la neblina. la vida es breve. querían meterse en los negocios, amontonar tesoros perecederos y por causa de querer enriquecerse defraudaban a sus propios hermanos, a sus hermanos asalariados, no les pagaban el jornal y por eso atacó duro a los pudientes, a los que tenían medio, a los hermanos que tenían medio y trataban a sus trabajadores que eran otros hermanos humildes, dice, ustedes los ricos se van a poder junto con su dinero, dice Santiago. Entonces, Santiago sí trató a cada uno, por eso Santiago es una vida práctica, es una vida. Trató duramente con esos que estaban nada más pensando hacer dinero y hacer más y explotar a los trabajadores, no pagarles su jornal y etcétera, etcétera. Pero verdaderamente, esta carta sí es dirigida a los hermanos, porque lo llama hermanos míos. A quienes se dirigen estos reproches eran cristianos. Se ha llamado muchas veces hermanos míos. los exhorta a recibir con mansedumbre la palabra que ha sido implantado. Ahora, ahí está la palabra, por eso digo, hermano, la palabra implantada, la palabra que ya fue sembrada en sus corazones, la palabra que ya llegó en ellos, dice, que la reciban con mansedumbre, que no la desprecien. porque dice que eso le va a hacer crecer. Les exhortaba también a que buscaran la sola voluntad de Dios y que ellos vean cómo Dios los ha, en su sola voluntad soberana, los engendró por la palabra de verdad. 1.18. Por último, desde el principio, los lectores son invitados a considerar con motivo de gozo, de gran gozo, las diversas pruebas a que son expuestos. La fe cristiana únicamente es capaz de producir en ellos esa obra de la paciencia por la cual serán perfectos y cabal. Dice Santiago que las pruebas su fin es llegar a ser perfectos. y cabales y que por eso no se desanima no se desanimen sino que lo reconsideren dice porque Dios lo había permitido en ellos se hace patente la fuerte personalidad del pastor y las perfectas y firmes convicciones que tenía. Aquí vamos a consultar rápidamente, vamos a ver cómo él estaba bien afianzado, firme en su personalidad, en su conocimiento y perfectas, firmes convicciones poseía este pastor. capítulo 1 versículo 22 vamos a ver en una forma general este su epístola capítulo 1 versículo 22 Primeramente, vemos ahí su menosprecio de una profesión de una fe fingida. Él le molestaba de una fe no verdadera. Por eso dice Santiago 1, 22, pero sé hacedor de la palabra. pero sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores, engañando a vosotros mismos. Entonces, su verdadero interés de este pastor era que los oyentes sean hacedores de la palabra y no tan solamente conformistas, personas que se conformaran con solamente oír. sino dice hacer hay que vivir la palabra dice hacer la palabra ser hacedores de la palabra era su su máximo deseo de ese varón de Dios que los a los lectores practiquen la vida de fe y no se conformen dice solamente de saberla de oírla. Y también en el versículo 3.10 vemos su opinión precisa sobre el mal uso de la lengua. Ahí también ataca. Primeramente está atacando al... ¿Cómo se puede poner este 1.22? Está atacando al que es conformista. El que piensa que todo está bien. Hermanos, no podemos... Dejar de exhortar a los que se conforman nada más de oír, hay que exigirles que ellos vivan, que practiquen la palabra. 3.10, 3.10, dice Santiago 3.10, dice ahí, de una misma boca procede bendición y maldición. Hermano mío, esto no debe ser así. Dice Santiago, no puede ser posible que en una fuente, Santiago dice, salga agua dulce y a la vez salga agua amarga. No puede en un manantial sacar agua dulce y agua amarga. Y Santiago aplica esto diciendo que en una boca, es decir, en una persona no puede salir obviamente también dice bendición y maldición a la vez, no puede, es imposible, dice, es imposible. Entonces es imposible que yo esté acá, aquí en el templo, cantando, aleluya, aleluya, y allá afuera esté cantando la Puerta Negra, como dicen, ¿verdad? Hermano, no podemos, dice, sacar de nuestra boca bendición y maldición. Un creyente no puede ser, dice, a la vez Bid y a la vez... ¿A la vez qué? Cisaña, no puede ser. Así como una fuente, dice, nunca vas a encontrar un manantial agua dulce y al rato agua amarga. Dice, no, este no existe. Entonces así dice Santiago, no existe en tal persona que al rato esté cantando, adorando a Dios y al rato esté sacando sandeces. Dice, este no existe. No hay tal cosa. Entonces está atacando la hipocresía en otras palabras de la vida. Eso es lo que está atacando Santiago. Y también condena y desdeña a los ricos egoístas. Esos que todos quieren para él y acaparar. Dice, vean cómo le dice 5-1. Santiago 5-1 ¡Vamos ahora, rico! Le dice. Llorad ya o ya, porque las miserias que os vendrán. Por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas, vuestras ropas están comidas de polilla. Imagínense que un pudiente, un hombre de bien, un hombre empresario se le diga, tu dinero va a podrirse contigo. Tu comida, tu ropa, todo eso va a ser comida por polilla. Es una ofensa grande. Ese hombre es atrevido. Estaba atacando a los hombres, influyentes, hombres que en su tiempo eran, podían, tenían medios y que eran opresores. Le estaba, estaba, en una forma, lo estaba desdeñando. Digo, ustedes dicen que son ábaros. En otras palabras, estaban acusando de ser gente ábara. ¡Lloren y aúllense porque ustedes pronto van a tener misteria! Ahora, pero tenía una profunda simpatía por los pobres porque parece que, pues... Creo que todo pastor verdadero nunca busca enriquecerse en este mundo. Tiene su verdadero móvil, es como Abraham, la patria celestial. Entonces él tenía simpatía con los pobres, y no es porque no quería a los ricos, sino porque los ricos eran opresores. Por eso los desdeñamos. Ahora, en el capítulo 2.5, vean cómo, dice que los pobres son el pueblo elegido de Dios. Santiago 2.5, hermanos míos, amados, oí, no ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman. Pero vosotros habéis ofrendado al pobre, le dicen a los ricos. Ustedes dicen, no, sus primeros ricos no son ellos, los mismos que hoy arrastran a los tribunales. Entonces tenía simpatía con los pobres que sufrían, pero dice que esos pobres son los herederos del reino de Dios. También su determinación a sufrir gozosamente por Cristo. Él estaba enseñando, aconsejando a que los hermanos no se sientan mal por las diversas pruebas que habían tenido o que tenían en su vida. Capítulo 1, versículo 2. Por eso dice, sabiendo que las pruebas de vuestra fe producen paciencia. Capítulo, capítulo 5, 10. Santiago 5.10 dice, capítulo 5, versículo 10. Hermano mío, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. Hermano dice, mire, nosotros debemos tomar como ejemplo la aflicción de los profetas. Y habla de la aflicción de nuestro Señor Jesucristo, de la prueba de Job, de Dios. Ahí dice, por tanto, hermanos, tened paciencia de la venida del Señor. Mirad como el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana. Y tened también vosotros paciencia, afirmar vuestro corazón, porque la venida del Señor está cerca. Está hablando, animando a los hermanos de la venida del Señor. De la venida del Señor 5.17, perdón, cuando habla de la oración. por ejemplo, el barón de Dios, Elías, dice la oración del justo puede mucho, es eficaz y puede mucho, y toma como ejemplo, pone como ejemplo Elías que era hombre semejante a nosotros con debilidades, con flaquezas, pero que oró fervientemente, y Dios de los Pronto va a venir. Y que nosotros debemos esperar a nuestro Señor Jesucristo, así como cuando esperamos la cosecha. Cuando el campesino siembra su tierra y no está desesperado. ¡Ay! No, ya tengo el lote. No. Sino que espera con paciencia desde que llegue la lluvia y que crezca. Pero sabe que un día va a cosechar. Así Santiago le dice a los hermanos que tengan paciencia en la venida del Señor que pronto vendrá. Ahí pronto dice, tan prano, tardía, llegará la hora. El tema entonces, todos esos temas son los que vean como él tiene una fuerte convicción en la medida del Señor, una fuerte convicción en la oración, una fuerte convicción en no ser parcial, en no usar mala lengua. La lengua dice no, la lengua no puede estar sacando cosas buenas y cosas malas, solamente una cosa. Entonces, Santiago es un verdadero pastor interesado en el bienestar espiritual de los hermanos expatriados. Obviamente que también seguramente la de Jerusalén, ¿verdad? Ahora, el tema, claro, ya el tema céntrico creo la religión, el tema céntrico es la religión practicada y manifestada en sus buenas obras. Dice Santiago que la verdadera religión se muestra con hecho en una forma contundente. Dice, la religión pura es inmacula, es visitar a los huérfanos, a las viudas. y guardarse ese mancho del mundo. Esa es la verdadera religión. La vida, dice la vida, tiene que respaldar la verdadera religión. Si eres religioso, entonces tu vida va a respaldar. Una vida piadosa, una vida entregada, dice, al bienestar de la madre, una vida santificada, una vida partada del pecado. Y si no hay esto, entonces pura vanidad. Santiago está tratando de demostrar la eficacia de la verdadera religión. La fe sin obra es una fe muerta. Y la fe, una religión sin obra, dice, es una religión muerta. La epístola se propone a corregir a los pecados y errores de los cristianos procedentes del judaísmo. una guía práctica para la vida. Santiago es una guía práctica para la vida cristiana y a la conducta cristiana, al igual que el libro de proverbios para el Antiguo Testamento. Prácticamente es el libro de proverbios del Nuevo Testamento. Porque está para corregir lo deficiente. Su propósito es que sea práctica en la vida. Acude una y otra vez a las enseñanzas del Señor Jesús. Las enseñanzas del Señor en el sermón del monte. Esto se puede ver si nosotros contrastamos Santiago con Mateo. Encontraremos temas paralelas. encontraremos enseñanza paralela. Por ejemplo, a ver si puedo bosquejar rápidamente aquí para los que quieren apuntar. Vamos a poner el tema. Vamos a poner aquí tema. Aquí Santiago y aquí Mateo. Entonces, el tema habla de la adversidad. En el capítulo uno, Dos. Doce. Cinco. Diez. También habla de la virtud de la enseñanza de Cristo en Mateo 5, 10 al 12. Habla de la oración en el capítulo 1, 5. Cuatro. Y cuatro, tres. Y este Señor, el Señor Jesús también habló esto en Mateo 6, 6 al 13. Habla de la riqueza. De las riquezas. En el capítulo 1, 8. y cuatro y cuatro a ver vamos a la riqueza, no, uno diez, es uno diez estoy mal, este, aquí, en esta luz ahora es de la riqueza, uno diez once y en el capítulo 2, 6-7. Y Mateo habla también de la riqueza en el capítulo 6-19. 6-19 al 21. Habla de la profesión de la profesión. La cuarta profesión en este caso. 1.26.27. Y... Me interesa hablar también esto del 7.12. Mateo 7.12. Mateo 6.1 Mateo 6.1 Mateo 6, 1 al 18. Habla de la ley. Santiago en el 2, capítulo 2, versículo 8. Y Cristo habla del capítulo 7, versículo 2. La ley regia, como dice Él. Habla de la misericordia. Habla de la misericordia en el capítulo 2.13. Y Cristo habla de la misericordia también en el capítulo 5.7. Habla de fe y obra. Ve obras 2.14 al 26. Cristo habló de eso también en el 7, Mateo 7.15 al 27. Habla del fruto del árbol o fruto y raíz, como quieran ponerle, en el 3, capítulo 3, 11 al 12. Cristo habló esto también del 7, 16, 7, 16 al 20, del árbol, del árbol. Dice que el árbol con su fruto se conoce. Habla de la verdadera sabiduría. Habla de la sabiduría. Habla de la sabiduría. La sabiduría celestial, como le llama a él, o de lo alto, en el 3.13. Cristo habló eso también en el 7.24. Y, por último, habla del pacificador. Habla del pacificador en el capítulo 3, 17 al 18. Y Cristo habló de la pacificación en el 5, 7. En el 5, 9, perdón. En el 5, 9. Y habla del tesoro humano en el 5, 2. Y Cristo habló del tesoro también en el Mateo 6, 19. Y también habla de los juramentos. Habla de los juramentos Santiago en el 5.12 y Cristo habló de los juramentos en el 5.33, Mateo 5.33, el 37. Entonces si contrastamos la enseñanza de este varón, de este pastor, concuerda con la enseñanza de nuestro Señor Jesucristo. ¿Qué nos lleva a pensar eso? Que este varón de Dios estaba lleno repleto o empapado de la enseñanza de nuestro Señor Jesucristo. Él estaba exigiendo la aplicación de toda esa enseñanza que el Señor ya lo había dado a su iglesia en un principio. Entonces, es interesante que esta carta hay frecuentes referencias a la ley. le llama la ley perfecta en el 1.25, le llama la ley real en el 2.8, le llama la ley de la libertad en el 2.12. Ahora el pastor Santiago no enseña que sus lectores estén bajo la ley para salvación ni como norma de vida, no, más bien Se cita o está citando porciones de la ley como instrucción en justicia para aquellos que están bajo la gracia. En Santiago hay mucha semejanza a los libros de proverbios. Claro, lo mismo que proverbios, su estilo es un poco tosco. vivido, gráfico y un poco difícil para bosquejar. Así como hace mucho contraste, como proverbios contrasta el sabio y el necio. Contrasta, va contrastando así su enseñanza. Así Santiago contrasta su enseñanza en forma vivida, gráficamente, así lo hace. La palabra sabiduría en este epístola aparece una y otra vez. Es una palabra también bastante interesante de tomar. Otra palabra que resalta en Santiago es, como ya le venía comentando, hermanos míos, aparece 15 veces y nos recuerda que Santiago está Escrita para los creyentes en Cristo, aunque en ocasiones parece dirigirse también a los incrédulos o a los inconversos. En algunas formas, en alguna forma, la carta de Santiago es más autoritativa, es más autoritativa en el Nuevo Testamento que cualquier otro. O sea, me refiero, más exigente, más atajante. Santiago da instrucciones con mayor profusión que cualquiera de los otros escritores. En breve, en ese píxel breve de 180 versículos, hay 54 mandamientos en forma imperativa, es decir, exigentes. Entonces, sí, Santiago, vale la pena, hermano. Vale la pena estudiarla con mucha tranquilidad y que Dios nos vaya enseñando a nuestros errores. también, porque estos hermanos estaban cayendo en errores y hubo una exhortación muy fuerte para que ellos no se desviaran de la fe. Santiago quería que la verdadera vida religiosa, o como él lo dice, sea auténtica en hechos. Santiago es un ejemplo de la sensibilidad moral de la iglesia primitiva. No hay en la epístola una doctrina, aparentemente una teología muy elaborada, pero sí hay una profunda demanda de aplicar las enseñanzas de Jesucristo en todas las esferas, en todas las esferas de la vida. Hay en la epístola una marcada influencia judaica. el orden del pensamiento no se presenta de una forma muy lógica o clara, lo que hace suponer que a muchos la epístola tiene poco valor. Sin embargo, si examinamos su propósito descubrimos su gran valor para la vida, la vida práctica en la iglesia en todos los tiempos y especialmente hermano en estos días. Dicho en otras palabras, la epístola se propone desafiar a los creyentes a aplicar la enseñanza cristiana en la vida diaria. Es decir, poner en práctica los frutos de la justificación. Mi fe en Cristo me justifica ante Dios, dice el apóstol Pablo. Mis obras muestran mi fe en Dios a lo hombre, dice Santiago. Este es lo que el gran reformador Lutero no alcanzó a entender. Lutero lo tuvo como paja, el libro de Santiago, porque él veía que dice que exigía obras. Pero nunca lo pudo, creo, entender o no sé. Pero hermano, no hay en ninguna manera contradicción con la enseñanza de Romanos o de Gálatas del apóstol Pablo. El apóstol Pablo enseña la verdad en sí mismo. O sea, utilizando el término en el sentido de ser judicialmente declarado justo ante Dios por medio de la fe. Es el tema del apóstol. El apóstol en romano, tanto en Gálata, más que en romano, porque Gálata es más apologético, este romano muestra que somos judicialmente declarado justo delante de Dios. Es lo que Pablo está tocando. Ese término, Pablo, toma el tema de la justificación en romano. Pero Santiago, el pastor Santiago, enseña el correctivo para mostrar la verdad de la justificación por medio de la obra ante los hombres. Es decir, ¿cómo puedo convencer, dice, a los hombres de que ya soy justificado delante de Dios? Santiago dice que yo solamente puedo convencer a los hombres por medio de los hechos. Pablo dice, no necesitas mostrar obra para justificar delante de Dios, porque Pablo está viendo en un lado, en un lado judicial para con Dios. Dice que simplemente la fe en Dios es lo que me justifica. Pero Santiago dice, no, no solo la fe, sino lo hecho, dice la obra. Entonces, porque Santiago está mostrando, está mostrando que la justificación ante el hombre es la obra o la vida que nosotros llevamos. Entonces, la epístola es la más práctica de todas las epístolas generales que encontramos y su propósito, como ya vimos, es rico, ético, su propósito es ético y también doctrinal, más que doctrinal, su tema es práctico. Si Dios permite, vamos a tratar más adelante la epístola, cómo Él desarrolla lo ético, es decir, lo práctico, cómo Él lo va desarrollando en su carta. A ver si Dios nos da gracia y sabiduría para estudiar y terminar con San Diego también el año no sé cuándo, si Dios permite. Entonces, hermano, hay mucha enseñanza práctica en Santiago, no deje de venir. Claro, si usted quiere aprender junto con nosotros, venga, no falta el domingo y Dios nos va a enseñar la gran necesidad que hay en nuestro tiempo, en nuestra vida, también como en el tiempo de este varón de Dios. Vamos a ponernos de pie, hermano, vamos a despedirnos en palabras de oración en esta mañana, agradeciendo al Señor todas sus bondades. Eterno Padre, gracias te damos por la libertad que tenemos de poder entrar en tu presencia a través de la Adoración y el Alabanza. Gracias Señor por el día, gracias por el tiempo, gracias por la enseñanza Señor que ya estamos iniciando. Padre, solamente queremos rogar sabiduría, fortaleza, dirección, De lo alto, unción de tu Espíritu Santo. Llévanos con bien en cada hogar, guarda nuestros pensamientos y corazones. Padre, que nosotros no seamos oidores solamente, sino hacedores de tu Palabra. Porque tu Palabra dice que ser oidor es engañarse a sí mismo. Pero ser hacedor de la Palabra es, Señor, verdaderamente lo que tú buscas en cada uno de los adoradores. Gracias, Señor. Llévanos con bienvenida a nuestros hermanos también en otras partes donde quieran que estén adorando tu nombre. Recibe la honra, la gloria y la alabanza, porque solo tú eres digno hoy y por todos los siglos. Muchas gracias, te damos en el nombre de Cristo Jesús, oramos. Amén. Dios los bendiga, hermanos. Estamos despedidos. Que Dios los lleve con bien en cada lugar. Gracias.
Introducción Al Libro De Santiago Parte 1
Series Estudio Expositivo De Santiago
Sermon ID | 7515174293 |
Duration | 58:55 |
Date | |
Category | Teaching |
Language | Spanish |
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