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Hemos estado estudiando el libro de Oseas y vimos que desde el principio que el Señor ordenó, diseñó el matrimonio de Oseas para ser una parábola viva demostrando la relación entre Dios y la nación de Israel. La nación de Israel estaba en pecado, bajo juicio, lejos del Señor, apostasía. Entonces, la relación con el Señor estaba rota. Entonces, el Señor diseñó ese matrimonio para ilustrar, ser una parábola viva de esa relación rota entre Dios y la nación de Israel. Y Dios, entonces, está enseñando cómo están separados O sea, si comer, pero serán restaurados hasta cierto punto. También Dios e Israel están separados, pero serán restaurados por la gracia de Dios. Y también hemos visto que el Nuevo Testamento nos muestra que esa restauración no es simplemente con la nación de Israel, sino es con Israel espiritual. El remanente, el pueblo escogido y redimido por la gracia de Dios, incluye gentiles. Entonces, la salvación enseñada aquí en Oseas habla de nuestra salvación, la gracia de Dios para con todo su pueblo. Y nosotros, hoy en día, somos parte de ese pueblo redimido. Y eso es lo que el Señor nos enseña aquí en Oseas. En 1 Oseas tuvo que dar el nombre a una hija lorroama, no compadecida, sin misericordia, porque así estaba la nación de Israel. Y así todo el mundo perdido. Lo amí, uno nueve, el hijo, no pueblo mío, separado de Dios, mostrando, recordando el juicio de Dios sobre la nación pecadora. Pero empezando en unos días, Hasta 2.1 vimos que Dios le muestra, o sea, su obra de gracia y misericordia para con pecadores. Dios va a salvar a un pueblo, a una entrenación, su Israel espiritual, que incluye a nosotros. Y dice entonces en 1.10, con todo, a pesar del pecado, a pesar de la separación, Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar. Dios va a cumplir con sus promesas. Dios va a salvar a un pueblo y será glorioso. Siempre hay esperanza porque Dios va a salvar a un pueblo. Dos uno nos muestra. Decide a vuestros hermanos Ami y a vuestros hermanos Ruama. Siempre existe el remanente, los que sí reciben misericordia y los que sí son el pueblo del Señor. Aun en los tiempos más oscuros, sí existe el remanente. En ese día existía y hoy también Dios tiene su pueblo. También el domingo pasado, en capítulo 2, dos a trece, vimos que el Señor allí nos recuerda a nosotros como demostraba a Israel, nos recuerda de qué miseria. Miseria espiritual, fuimos rescatados, caídos, perdidos, vergonzosos, pero Dios ha tenido misericordia. para con nosotros. Terminando el mensaje hace ocho días, les dije que lo que sigue, lo que vamos a ver hoy, casi parece que fue tomado de un libro de teología sistemática. Así, o aquí, el Señor nos muestra lo que es el llamado eficaz. llamamos así teológicamente el llamado eficaz del Espíritu Santo. Cuando Él poderosamente llama a su pueblo, les da arrepentimiento y fe, corazón nuevo, y ellos reciben a Cristo voluntariamente por la gracia de Dios, obrando en ellos y en nosotros. Aquí el Señor nos muestra que sin fallar, Dios efectúa y aplica la salvación a los suyos. No depende de ellos, sino depende de él y su gracia y su poder. Hay énfasis clara en lo que Dios hace para salvar. Onás dijo, La salvación es de Jehová. Se daba cuenta no hay nada, ni mínimo, que yo puedo hacer. Si seré salvo, será por Dios. La salvación es de Jehová. Hermanos, en lo que vamos a ver y estudiar hoy, nada que encontramos en este pasaje apoya la idea que Dios invita y anima y ruega y espera que el pecador tome la decisión. Eso no se encuentra. Lo que encontramos aquí es lo que Dios hace para que reciban y es eficaz. Produce el efecto que él quiere. Vamos a leer 2 14. Dios dice Hablando de la salvación que él promete, él dice, pero he aquí que yo la traeré. Y la llevaré al desierto y hablaré a su corazón. Simplemente leyendo de pasada pues no encontramos nada profunda en eso. Tal vez ha estado hablando de su amor para el pueblo, el pecado del pueblo y entonces el cambio que va a ocurrir porque va a salvar a su pueblo. Aquí yo la traeré. Va a haber un cambio, un cambio grande. porque van a volver al Señor. ¿Pero cómo va a ser efectuado eso? El Señor dice, he aquí, yo la atraeré. Eso es una expresión preciosa y profunda, hermanos. El Señor dice, yo la atraeré. pensando en la parábola diva, o sea, llamaba a comer, invitaba a comer, rogaba, y no volvía. Los profetas predicaban a la nación de Israel, invitaban y rogaban, exhortaban, y no se arrepentía. Pero Dios va a hacer lo que oséas no pudo hacer con Gomer. Dios va a hacer lo que los profetas no pueden hacer con sus oyentes. Toda parábola Ilustración tiene límites. Pues algunos leen una palabra y quieren encontrar un significado en cada detalle de la palabra. No es así. Pues es la idea general, ¿verdad? Y no vas a poder aplicar cada detalle a la realidad. Y la situación de José C. Gomer fue así también, porque él sí fue y sí la rescató, pero lo que él no pudo hacer era cambiar el corazón de Gomer. Eso no podía ser. Él, pues, en tres 3.2 habla de cuando él fue y si redimió o rescató a Gomer, la compré entonces para mí por 15 ciclos de plata y un homer y medio de cebada y le dije tú serás mía durante muchos días no fornicarás y ni tomarás otro varón yo mismo haré yo Y lo mismo haré yo contigo. Él tiene que exigir. Así va a ser nuestra relación. Te rescato y vuelvas, pero así va a ser. Parece que Él tiene que exigir, ¿verdad? Entonces parece que su corazón no ha cambiado. Simplemente ella va a aceptar porque ya no quiere seguir en la esclavitud. Tal vez, Comer no fue cambiada de corazón cuando Osés la rescató. Pero Dios, cuando Él rescata a su pueblo, va a hacer lo que Osés no pudo hacer. Va a hacer lo que los profetas no pudieron hacer. Dios va a hacer una obra eficaz, una obra transformadora en su pueblo cuando lo rescata. Dios va a demostrar algo glorioso. Dice en 2.14, como hemos leído, he aquí que yo la atraeré. Para principiar, el yo en el hebreo, lo que está escrito originalmente, el yo está en lugar de énfasis. está diciendo yo la atraeré a ella pues no me va a buscar simplemente por gusto yo la atraeré eso es el énfasis lo que Dios hace o sea pudo suplicar los hijos de Gomer podían suplicar y nada de eso tenía efecto en Gomer pero cuando Dios obra en su pueblo la realidad va a haber efecto yo, el va a demostrar su poder y va a haber efecto es igual hoy Si yo predico la palabra y se recibe en palabras solamente, no hay efecto. Cuando predicaban los profetas, se recibe en palabras solamente, no había efecto. Pero recuerdan lo que vimos en 1 Tessonicenses 1-5 cuando estábamos estudiando esa carta. Pablo decía, hermanos, conocemos vuestra elección. ¿Por qué? Sabemos que son pueblos redimidos del Señor. ¿Por qué? Versículo 5 de Tesalonicenses 1. Pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, y en el Espíritu Santo, y en plena certidumbre. Llegó la palabra en poder en el Espíritu Santo, no en palabras solamente. Dios está diciendo que Dios va a aplicar el mensaje de los corazones. Entonces, no va a ser que el predicador o que el profeta hable. se recibe en palabras solamente, sino que la palabra va a llegar en poder y en el Espíritu Santo. El Señor va a efectuar en su pueblo la salvación. Yo sí la atraeré. No voy a intentar atraer, sino yo la atraeré. Haré la obra, dice el Señor. Yo la atraeré. Es una palabra interesante. La atraeré. Es una expresión muy entendido y conocido por ellos. Otra traducción de esa palabra que se encuentra en otras versiones dice, yo la seduciré. Voy a seducirla. O aún podría usar la palabra encantarla. La idea es efectuar. en ella por influencia poderosa. En realidad la expresión se usaba de un joven que por amor ha escogido a una señorita y la quiere atraer a sí mismo para establecer matrimonio con ella. La quiere ganar. Entonces busca la forma de atraerla, ganar su corazón y le habla a su corazón y intenta ganar su corazón. Porque la ama y quiere casarse con ella. El joven en ese caso tiene el deseo e intenta hacerlo lo mejor posible, ¿verdad? Pero no hay certeza que si la va a ganar, pero eso es su deseo. O sea, quería ganar nuevamente a Gomer, pero no había certeza. Y aún en realidad, en la parábola, Gomer nos muestra que es un caso muy difícil porque él que la quiere atraer está tratando con un corazón endurecido. Un caso muy difícil. Y si estamos tomando en cuenta la realidad del mensaje y no la parábola, pues el Nuevo Testamento nos explica que el Señor está tratando con corazones, no simplemente corazones duros, sino de piedra y muerto. Y muerto, muerto. Entonces, simplemente hablarles no tiene efecto. Pero el Señor dice, yo la atraeré. Aunque es un caso de corazón duro, no, un caso de corazón de piedra, un caso de corazón muerto, Dios dice, yo la atraeré. Él lo va a efectuar. Hay certeza en sus palabras y está hablando de la salvación de pecadores cuando dice eso. Y eso nos muestra que cuando el Señor ha puesto su plan en salvar a un alma, lo hace a pesar de nuestra depravación. Y a pesar de nuestra resistencia, a pesar de nuestro corazón muerto, yo, el pecador, no soy capaz de oír el mensaje simplemente y responder y aceptar. Pero cuando Dios empieza a hacer su obra en nosotros, ablandar el corazón y vivificar el corazón, todo cambia. porque él obra eficazmente, él poderosamente va a ganar a su novia, no va a fallar, va a ejercer poder sobrenatural que si la hace recibir su llamada, si la hace venir en arrepentimiento y fe y con gozo. En cuanto a la llamada e invitación a recibir a Cristo, hemos visto y vamos a volver a leer en Juan 6, 44, hace Mucho tiempo que no lo hemos leído, pero lo hemos mencionado. Cuando Cristo está hablando acerca de su gracia y su llamada a la salvación, Él explica algo. Sí, les llamo con mi voz, pero simplemente por la voz no van a recibir el mensaje. El Señor dice en Juan 6, 44, Jesús habla y Jesús dice, ningún no puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere. Cuando dice ninguno puede, está diciendo, no está diciendo que está prohibido, no es permitido, está diciendo que no es capaz, no tiene el poder venir a mí. Y por eso, si yo predico a un pecador, él no puede venir a Cristo. Simplemente por oír mis palabras. Él no tiene el deseo en su corazón, en realidad, venir a Cristo. Y no tiene el querer en su corazón venir a Cristo. Ninguno puede, por razón de su depravación, ninguno puede venir a mí si el Padre no le trajere. Dios tiene que hacer esa obra de cómo estamos viéndonos es atraer, poderosamente ganar ese corazón y ablandar y vivificar y traer ese corazón a Cristo. En versículo 65 aquí en Juan 6, por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí si no le fuere dado del Padre. Muchos escuchan. y no vienen. ¿Quién viene? ¿Quién sí viene? El que es atraído. El que es traído por el Padre. Si no le fuere dado del Padre, no puede venir. Eso nos muestra la llamada eficaz. Dios tiene que hacer la obra en el corazón del pecador. Y si Dios no hace la obra en el corazón del pecador, jamás va a venir. El pecador es incapaz. Pero cuando Dios obra Dios le atrae eficazmente. En Filipenses, otro versículo que hemos estudiado pero no hemos leído desde hace mucho, en Filipenses 2.13, que dice, Filipenses 2.13, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer por su buena voluntad. Predico. predicamos, los profetas predicaban, o sea, hablaba a comer y los profetas a Israel y nosotros a pecadores alrededor de nosotros y no nos hacen caso. Pero cuando Dios empieza a atraer, cuando Dios lo trae, Dios, entonces, ¿qué dice? Produce el querer. Hasta ese momento ni quieren. Pero cuando Dios obra eficazmente, Dios produce el querer y también el hacer. Dios da los dones de arrepentimiento y fe. Y ya quieren y ya pueden y ya hacen. ¿Por qué? Porque Dios hizo su obra en ellos. Son traídos del Padre. Eso es lo que el Señor dice que va a hacer aquí en los Cés. Que Dios atrae, dice, yo la atraeré él va a demostrar su poder otra vez en juan 6 37 que dijo el señor jesucristo Juan 6, 37, que cuando Dios obra es eficaz, no es que ellos entonces están entre ambos o entre dos opiniones o entre dos decisiones y Dios está esperando que ellos deciden que sí o que no. ¿Qué dice? En Juan 6, 37, Jesús dice, todo lo que el Padre me da vendrá a mí. Dios dice yo la atraeré. Jesús dice todo lo que el Padre me da vendrá a mí. Dios no intenta pero sin efecto o sin resultado cuando Dios atrae vienen. Es una obra eficaz que el Señor está explicando aquí entonces está usando las palabras de cariño las palabras de un joven que por amor ha escogido a una señorita y quiere ganar su corazón para establecer matrimonio con ella, porque el pueblo redimido del Señor es el pueblo que es llamado esposa o novio del Señor Jesucristo, la iglesia gloriosa. Israel espiritual, la iglesia gloriosa, el pueblo redimido dado al Señor Jesucristo. Y habla, nos habla aquí con esas palabras de Dios con cariño, habiendo escogido a la novia. Y la gana. La gana. Con certeza, con seguridad, con resultado y éxito, gana su corazón. Y mire lo que, eso es lo que él dice. Que él, entonces, ¿qué? Yo la atraeré. Él hará la obra. Él ganará su respuesta positiva. Su voluntad, su decisión, Él lo hará. Y dice, y la llevaré del desierto. Tal vez no suena un poco desierto. ¿A qué está diciendo cuando dice eso? Pues con esas palabras les hace, porque está hablando a judíos, ¿verdad? En aquel tiempo. Él les está haciendo recordar el éxodo. cuando Israel estaba en esclavitud en Egipto y rescató a Israel de Egipto y llevó a Israel al desierto. Eso era su obra de liberación. Fueron librados, liberados de su esclavitud y librados para salir y caminar a solas con Dios. Y entonces dice, va a haber otro éxodo. Nuevamente van a salir de su esclavitud y serán llevados a solas conmigo. Y entonces dice, hablaré a su corazón. El Señor Habla al corazón. Eso es una idea que siempre se relaciona con la palabra que usaba ahí arriba, con la palabra de atraerla o seducirla. Quiere ganar su corazón. Él dice, le hablaré a su corazón y nos hace entender que ganará su corazón. ganará su amor. Entonces, la señorita responde con amor. O el pueblo perdido responde con arrepentimiento y fe y amor hacia Dios. Dios hace la obra eficaz. Cuando Dios le habla Cuando Dios nos habla, no habla solamente a los oídos, no habla solamente al intelecto, habla al corazón y cambia el corazón. y los recibimos de corazón, lo recibimos con arrepentimiento y fe y amor hacia el Señor, porque Él hizo una obra transformadora en nosotros, una obra eficaz. Entonces, cuando Dios dice, Israel está en apostesía, fornicación, adulterio, pecado, lejos de mí. Pero voy a hacer lo mejor posible a salvar a algunos. No dice eso. Voy a intentar, si me hagan caso. No, no dice eso. Dice, aún con todo, voy a salvar. Voy a rescatar. Voy a atraer éticamente. Seguramente el número será como la arena del mar. Cumpliré con mis promesas. Si el mundo es infiel, si Israel es infiel, yo soy fiel. Y el Señor de gracia, amor, misericordia, tiene que demostrar eso. Y lo demuestra hasta aún cambiar el corazón. Y así salvar. Él, el Señor, tiernamente y poderosamente, gana el corazón de su escogida, la novia del Señor Jesucristo, los redimidos que forman esa iglesia gloriosa que encontramos en el libro de Efesios y en el libro de Apocalipsis. Hasta ahí nada más hoy, hermanos, y el domingo próximo seguiremos. Nada más pudimos ver un versículo hoy, pero nos muestra esa obra de gracia que cuando Dios decide, cuando Dios escoge, Dios efectúa su gracia. Entonces, Dios no está simplemente, como dije hace rato, invitando y rogando y esperando que el pecador tome la decisión que haga caso, se llama pecadores. Pero Dios hace más que invitar y esperar. Dios eficazmente obra en su pueblo sus escogidos en la novia del Señor Jesucristo y la trae poderosamente. Dios no falla en su gracia nunca, jamás. Oremos, hermanos, vamos a inclinar nuestras cabezas y nos regocijamos que el Señor así obró en nosotros. Nos damos cuenta que nunca hubiéramos venido a Cristo, ni podíamos entender hasta que ese momento Cuando Él abrió nuestro corazón, nuestro entendimiento, nos vivificó y puso en nosotros así el querer como el poder, el hacer. Le alabamos a Él por su gracia para con nosotros. Hermano Raúl, despídenos en oración, por favor.
#5 Yo la atraeré
Series Oseas
Sermon ID | 7322202049442 |
Duration | 32:26 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Hosea 2:14 |
Language | Spanish |
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