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Estas dos, empezando en el versículo 1. Esos son los hijos de la provincia que subieron del cautiverio de aquellos que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos a Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad, los cuales vinieron con Zerubabel, Jezúa, Neemías, Zereías, Releías, Madoqueo, Bilsán, Mispai, Bigvai, Reúm y Vanna. El número de los varones del pueblo de Israel. Los hijos de Paros, 2172. Los hijos de Zepatías, 372. Los hijos de Aras, 375. Los hijos de Pad, Moab, de los hijos de Jesúa y de Joab, 2812. Los hijos de Alam, 1254. Los hijos de Satu, 945. Los hijos de Sakai, 760. Los hijos de Bani, 642. Los hijos de Bebái, 623. Los hijos de Asgard, 1222. Los hijos de Adonikam, 666. Los hijos de Big Bay, 2056. Los hijos de Adín, 454. Los hijos de Ater, Ezequiel, 98. Los hijos de Besay, 323. Los hijos de Hora, 112. Los hijos de Asún, 223. Los hijos de Jibar, 95. Los hijos de Belén, 123. Los varones de Netofa, 56. Los varones de Anatot, 128. Los hijos de Asmaved, 42. Los hijos de Kiryat Jereim, Kafira y Berob, 743. Los hijos de Ramá y Jeba, 621. Los varones de Mikma, 122. Los varones de Betel y Hai, 223. Los hijos de Nebo, 52. Los hijos de Magris, 156. Los hijos de Lotrelan, 1,254. Los hijos de Harim, 320. Los hijos de Lot, Adid y Ono, 725. Los hijos de Jericó, 345. Los hijos de Sena, 3630. Los sacerdotes. Los hijos de Jedeías, de la casa de Jesúa, 973. Los hijos de Eme, 1052. Los hijos de Pasú, 1247. Los hijos de Harín, 1017. Los libitas. Los hijos de Jesúa y de Camiel, de los hijos de Odavías, 74. Los cantores. Los hijos de Azaz, 128. los hijos de los porteros, los hijos de Salún, los hijos de Ater, los hijos de Talmón, los hijos de Acú, los hijos de Atita, los hijos de Sovay, por todos, 139. los sirvientes del templo, los hijos de Zia, los hijos de Azufa, los hijos de Tabaúb, los hijos de Keros, los hijos de Seal, los hijos de Padón, los hijos de La Habana, los hijos de Agaba, los hijos de Akub, los hijos de Agab, los hijos de Salmay, los hijos de Anán, los hijos de Hidel, los hijos de Gajar, los hijos de Rayya, los hijos de Rezín, los hijos de Necoda, los hijos de Gazán, los hijos de Usa, los hijos de Pasea, los hijos de Besay, los hijos de Asena, los hijos de Meunim, los hijos de Nefusim, los hijos de Bacbuk, los hijos de Akufa, los hijos de Awur, los hijos de Baslut, los hijos de Meida, los hijos de Arsan, los hijos de Barcos, los hijos de Cisarad, los hijos de Teman, los hijos de Nesía, los hijos de Atifa. Los hijos de los siervos de Salomón, los hijos de Sotay, los hijos de Sofret, los hijos de Peruda, los hijos de Jala, los hijos de Dacón, los hijos de Gidel, los hijos de Zepatías, los hijos de Atíl, los hijos de Poqueret a Zebaim, los hijos de Amí. Todos los servientes del templo e hijos de los siervos de Salomón 392. Esos fueron los que subieron de Telmela, Telharzad, Qerub, Adán y Emer que no pudieron demostrar la caza de sus padres ni su linaje si eran de Israel. Los hijos de Delaya, los hijos de Tobías, los hijos de Necoda, 652. Y de los hijos de los sacerdotes, los hijos de Abía, los hijos de Cos, los hijos de Parcilay, el cual tomó mujer las hijas de Parcilay Caladita y fue llamado por nombre de ellas. Estos buscaron su registro de genealogías y no fue hallado, y fueron excluidos del sacerdocio. El gobernador les dijo que no comiesen las cosas más santas hasta que hubiese sacerdote para consultar con Urim y Tumim. Toda la congregación, unida como un solo hombre, era de 42,360, sin contar sus ciervos y ciervas, los cuales eran 7,337, y tenían 200 cantores y cantoras. Sus caballos eran 736, sus mulas 245, sus camellos 435, asnos 6,720. Y algunos de los jefes de casas paternas, cuando vinieron a la casa de Jehová que estaba en Jerusalén, hicieron ofrendas voluntarias para la casa de Dios, para reedificarle su sitio. Según sus fuerzas, dieron al tesorero de la obra 61.000 dracuas de oro, 5.000 libras de plata y 100 túnicas sacerdotales. y habitaron los sacerdotes, los divitas, los del pueblo, los cantores, los porteros y los servientes del templo en sus ciudades y todo Israel en sus ciudades. Vamos a orar. Padre, en esta tarde te pedimos que tú quites todo proficio de nuestras mentes, que abras nuestros oídos, que abra nuestro entendimiento para que entendamos lo que quieres enseñarnos en este capítulo. Ayúdanos a poner mucha atención. Transformarnos por tu palabra. Te pedimos en nombre de Cristo. Amén. Cuando leemos un capítulo de la Biblia así, con tantos nombres difíciles a pronunciar, yo practicaba mucho antes de leer todo este capítulo. Una lista de personas que no conocemos. Hermanos, cuando estudiamos, cuando leemos un capítulo así, ¿qué deberíamos hacer? Pues la primera cosa es recordar que toda la Biblia, cada palabra, es inspirada por Dios y útil para nosotros en nuestras vidas espirituales. Es lo que Pablo dijo a Timoteo. Toda la Escritura es inspirada y útil, incluyendo estas dos. La segunda cosa que debemos hacer es considerar el contexto de todo el libro. Porque muchas veces, si leemos nada más un capítulo aislado, separado de su contexto, no vamos a entender nada. Porque vamos a salir de nuestro tiempo devocional con Dios como que no hemos aprendido nada. Si nada más leemos el capítulo sin su contexto. Entonces, hoy, para entender bien el capítulo, vamos a considerar su contexto. Vamos a pensar otra vez en el tema del Libro de Esdras y buscar el propósito por lo cual el libro fue escrito. Recordamos, espero, que el tema del Libro de Esdras es la fidelidad de Dios en la restauración de su pueblo por medio de su palabra. Es el tema del Libro de Esdras. Y esta lista que apenas hemos leído demuestra en mucho detalle la fidelidad de Dios en regresar a esas familias a la tierra. Es decir, mientras esta lista tal vez no parece ser de mucha importancia para nosotros hoy en día, cuando los judíos en ese tiempo leyeron este libro, hubiera sido un recuerdo fuertísimo de la fidelidad de Dios en cumplir su promesa de regresarles a la tierra. Las generaciones más adelante podían leer estas listas y ver el nombre de su familia y decir, mira lo que Dios ha hecho en regresar a mi familia a esta tierra. Todo ese libro fue escrito con el propósito de animar al pueblo de Dios y ayudarles a recordar la fidelidad de Dios en su pasado. Primero tenemos que entender el contexto original. Eso fue escrito para los judíos, para recordarles en detalle de la fidelidad de Dios a ellos. La cosa es que nosotros no vamos a leer esa lista y encontrar el apellido de nuestra familia. Aquí no dicen nada de los Ramírez, de los López. No en lista el apellido de tu familia. Entonces dices, OK, pero para mí, ¿qué? Porque tu familia no está en esta lista. Obviamente, Dios no nos ha restaurado nosotros a una tierra física en el pasado. Lo que hacemos hoy es vamos a buscar los principios atrás de los detalles. Vamos a buscar los principios universales que se aplican a nosotros hoy en día, así como aplicaron los judíos en su tiempo. Es decir, vamos a ver aquí más el carácter de Dios. más de la fidelidad de Dios, y más de cómo Dios siempre cumple sus promesas para con su pueblo. Porque esta verdad todavía nos aplica. Podemos leer un pasaje así y ser animados, que nuestro Dios es el mismo Dios, y todavía es fiel a sus promesas. Y así como en este capítulo o este capítulo cuenta los primeros pasos que esos judíos tomaron para regresar a su tierra, para ser restaurados a su tierra, nosotros también podemos aprender algunos principios aquí de los primeros pasos que nosotros también necesitamos tomar si vamos a ser restaurados por Dios en su poder y en su ayuda. Entonces, en vez de ignorar un capítulo así, en vez de pensar que no es importante, necesitamos pensar en el contexto de la audiencia original, meditar en lo que este capítulo hubiera significado para ellos, y después buscar los principios generales que todavía se aplican a nosotros en el siglo XXI, para que podamos aprender de esta parte de la Palabra de Dios que, otra vez, es inspirada y útil. para nosotros aquí en el mes de julio del año 2018. Vamos a aprender, así como vemos con los israelitas en este pasaje, que podemos tomar los primeros pasos a la restauración mientras confiamos en y dependemos de la fidelidad de Dios. ¿Cuáles son esos pasos? que los judíos tomaron, que nosotros también podemos tomar, es lo que vamos a ver. Toda esta introducción para decirles qué vamos a hacer. Espero que ahora, en estos puntos, podamos ver cómo aplicar este pasaje a nuestras vidas. Entonces, por favor, mucha atención para entender lo que Dios quiere enseñarnos hoy. El primer paso es que necesitamos empezar. El primer paso, necesitamos empezar. que tal vez parece demasiado obvio, pero en realidad es la parte más difícil. El primer paso en ser restaurado por Dios es reconocer que necesitas ser restaurado y poner en práctica lo que aprendemos, ser hacedores de la Palabra. Puede ser que por medio de los primeros dos mensajes de ese libro de Esdras, Dios ha empezado a trabajar en tu corazón, ayudándote a reconocer que ya es tiempo para ser restaurado. Ya es tiempo para ti regresar a Dios. Ya es tiempo para dejar atrás tus pecados y seguirle a Él otra vez con todas tus fuerzas. Tu corazón ha sido tocado. Como leímos en ese versículo, Dios ha despertado tu corazón. Y eso es muy bueno. Es esencial. Es lo que necesitamos hacer. Reconocer primero. Necesito ser restaurado. Algo no está bien en mi vida. Algo no está bien en la iglesia. Necesitamos ser restaurados. Eso es primero. Pero a veces nos quedamos allí. con la convención, con el deseo, con el reconocimiento, lo que deberíamos hacer. Y demasiadas veces, hermanos, nos paramos en ese punto y no avanzamos a la acción. Es lo que sucede aquí cada domingo. Cada domingo la palabra es predicada. Cada domingo Dios usa su palabra para tocar nuestros corazones y para convencernos. Y cada domingo hay por lo menos una persona, si no más, por lo menos una persona, que nada más se queda con la convicción. Y aun con las mejores intenciones, no hace nada entre semana para avanzar en la acción, sino olvida lo que ha escuchado. Vemos aquí en este capítulo que algunos judíos tomaron el primer paso para ser restaurados, porque dicen que se levantaron de Babilonia y viajaron mucha distancia para regresar a su tierra. Leemos otra vez versículos 1 y 2, desde vers 2. Estos son los hijos de la provincia que subieron del cautiverio, de aquellos que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos a Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad. Vamos hasta allá. Dice aquí, esas personas subieron al cautiverio, volvieron a Jerusalén y a Judá, cada una a su ciudad, vinieron, recibo dos, con Sobabel y los demás líderes. Ellos se prepararon, se levantaron, y salieron para regresar. ¿Entienden? Ellos no solamente dijeron que iban a salir, sino lo hicieron. Pues no sabemos si había un judío en Babilonia que dijo, si yo voy también. Y en el momento digo, no, mejor aquí. No sabemos. No sabemos. Babilonia no nos dice. Pero pienso que es muy probable, pues, lo que pasa con nosotros. Dijimos lo que vamos a hacer. Créeme, pastor, lo voy a hacer. Cristo contó una historia de eso, ¿verdad? Dos hijos. El Padre dijo a los dos que hagan una cosa. Uno dijo, sí, sí, voy. No lo hizo. El otro dijo, no, no lo voy a hacer. Después se arrepintió y lo hizo. Y Cristo preguntó, ¿quién de los dos hizo lo que su Padre pidió? La persona que primero dijo que no y después lo hizo. Es decir, es mucho mejor. luchar con algo primero y después hacerlo, que decir que lo vas a hacer y nunca hacerlo. No hay nada más peligroso, hermanos. Nada más peligroso que estar en la iglesia domingo, tras domingo, tras domingo, tras domingo, y no poner en práctica lo que aprendes. Así tu corazón se endurece. Muy peligroso. Vemos aquí que estos judíos salieron, lo hicieron. Hicieron lo que dijeron que iban a hacer. Y ellos siguieron el jamón de sus líderes. En el siglo II enlistan los líderes. Conocemos a Sobel y Jesúa porque se mencionan más adelante y también en las profecías de Ageno y Zacarías. Los otros líderes no sabemos nada de ellos. El Nehemias y el Margokeo enlistados aquí no son los mismos hombres, de los cuales vamos a ver más adelante. Nada más tenían los mismos nombres, así como Juan y Juan, o María y María. Solamente sabemos algo de Sodo Babel y Jesús. Sodo Babel era de la línea de los reyes. No era rey, pero descendía de la línea de David. Y de hecho vemos a Sodo Babel más adelante en Mateo 1, 12, se encuentra en la genealogía de Cristo. Jesús, o Josué, es el mismo nombre, en el sumo sacerdote. Regresaron con el pueblo para empezar otra vez la adoración verdadera en el templo de Dios. Entonces vemos aquí que los líderes fueron enlistados primero, no porque eran más importantes, sino porque ellos pusieron el ejemplo, y los demás siguieron a sus líderes. Otra cosa que podemos aprender aquí en este primer capítulo es que a Dios le interesan los detalles. y a Dios le interesen a las personas individualmente. El interés de Dios está en los detalles, como vimos hace ocho días. El profecía de setenta años y en setenta años la profecía de sido por nombre que va a ser mi instrumento y así era. El interés de Dios está en los detalles y el interés de Dios está en cada uno de sus hijos individualmente. Y enfatizo eso por lo que leemos aquí en este capítulo. Este capítulo no es Efesios 1, que está lleno de doctrina en cuanto a quién es Dios y cómo es la salvación. Leemos Efesios 1 y salimos modificados, porque es fácil. Efesios 2 no es un capítulo así. Es un capítulo con muchísimos nombres. Es un capítulo sobre lo cual normalmente brincamos en nuestra lectura. ¿Verdad? ¿Vas a ser honestos? Pues, tenemos que preguntarnos, ¿por qué Dios inspiró el capítulo así? ¿Por qué Dios no inspiró al escritor de ese libro decir, 42,360 personas regresaron a la tierra de muchas diferentes familias, y punto? Hubiera sido un capítulo mucho más breve. ¿Por qué Dios no lo inspiró así, hermanos? Porque a Dios, Le interesa cada nombre, cada persona, cada familia, cada uno de sus hijos. No hay nadie, hermanos, en la familia de Dios que no es importante para Él. No debemos brincar sobre capítulos así, porque nos enseña que Dios está interesado en cada persona por nombre. Hay otras razones también. Como vamos a ver, esta lista fue usada como una genealogía para probar quién era de Israel o no, quién era levita o sacerdote o no. Pero no podemos ignorar el hecho de que la Biblia está llena, de hecho, de varios capítulos con muchos nombres. Pablo, por ejemplo, al terminar el libro a los romanos, en el capítulo 16, enlista muchísimos de sus compañeros y amigos. personas que quiso saludar. ¿Por qué Pablo no solamente dijo, saludos a todos mis compañeros y hermanos en el Señor? ¿Por qué enlistó a cada uno de ellos? Porque Pablo había aprendido esta lección. Cada persona es importante para Dios. Y por eso vemos listas de tantos nombres en la Biblia. Y hermanos, eso debe darnos mucha confianza. Porque Dios no solamente dice, yo amo a la iglesia cristiana y al Redentor. Sino Dios dice, yo amo a cada persona en esa iglesia por nombre. Yo amo a Grisel. Yo amo a Ana Laura. Yo amo a Rubén. Yo amo a Isaac. Y podemos enlistar cada nombre, los hijos de Dios, aquí en esta iglesia. ¿No es increíble, hermanos? Fíjense, pon atención, hermanos. ¿No es increíble? A Dios te interesa. A Dios te interesa tu nombre. Dios no es un Dios así gelal. Yo amo esta iglesia. No, yo amo a Adri. Yo amo a Beto. En Salmos 147.4 dice, Él cuenta el número de las estrellas, a todas ellas llama por sus nombres. Hermanos, si Dios llama a todas las estrellas por nombre, ¿cuánto más conoce a nosotros y está interesado en nosotros? Si Dios sabe el nombre de cada una de las estrellas, también te conoce a ti íntimamente porque eres su hijo amado. Cristo dijo a Mateo 6.26, Miren las aves del cielo que nos siembran y sieguen y recogen en graneros, y sin embargo, el Padre Celestial las alimenta. ¿No son ustedes de mucho más valor que ellas? Pues sí. A veces no nos sentimos de más valor que un ave. A veces nadie más nos considera de más valor que un pájaro. Pero para Dios, hermanos, valemos mucho más que las aves del cielo. A Él le interesan nuestros nombres, nuestras vidas, nuestras familias, nuestros problemas. Nos ama individualmente, por nombre, como un padre perfecto a sus hijos. Gracias por la mente. ¿Eso no nos anima? ¿Anima? ¿Toca tu corazón un poquito? Mis palabras son muy débiles. Eso no importa. Piensa en lo que Dios nos está enseñando. por nombre, te amo. El primer paso que deberíamos tomar para ser restaurados es simplemente empezar y empezar con confianza, porque a Dios le interesa cada uno de nosotros individualmente como sus hijos. Y si no sabes cómo empezar, o si te das cuenta de que deberías empezar, pero no quieres honestamente, pide a Dios. Porque Él es soberano, es Él quien da el querer, así como el hacer, para hacer Su voluntad. Pues todos aquí podemos ser restaurados, podemos regresar a Dios, porque Él nos ama tanto. El siguiente paso que podemos tomar en cuanto a la restauración, conforme a lo que aprendemos aquí en este capítulo, es que necesitamos interesarnos en la pureza. Y me refiero a la pureza de nosotros individualmente, así como a la pureza del pueblo de Dios en la Iglesia. Encontramos este principio en los versículos 59 a 63 de este capítulo. Nos vamos a leer otra vez, pero les doy el resumen. Aquí vemos algunas familias que no podían demostrar la casa de sus padres, no podían probar su linaje, si eran de Israel o no. Después también vemos el mismo problema con algunos familiares de los sacerdotes. Tampoco podían probar su linaje. Y dices, ¿y qué? Bueno, era muy importante, no porque los judíos eran mejores que las demás naciones, era muy importante para Israel guardarse de los ídolos. Y Dios siempre le mandaba a ellos, no se mezclen con las naciones. Pero en Babilonia, algunos lo habían hecho. se habían mezclado con los encredlos, y ya no podían probar su genealogía pura. Eso era muy importante para esta comunidad de personas regresando a su tierra, para ver que ellos estaban continuando el mismo plan de Dios, como el pueblo del pacto, como los herederos de las promesas de Dios. Era muy importante para ellos poder probar que eran parte del pueblo de Israel. Podemos aprender algunas cosas muy importantes de lo que pasó aquí. En primer lugar, en este pasaje, algunas familias no tomaron en serio su responsabilidad de guardar su genealogía para probar que eran israelíes o no. Eso no era un problema cuando antes estaban en la tierra, porque todos eran israelitas. Pero ya en Babilonia, por 70 años, muchos se habían mezclado y ya no eran puros. Y por eso tenían que probar por la genealogía, la pureza de su linaje. Y esas familias no habían tomado en serio su responsabilidad de guardar una genealogía. Porque no sabemos si había mezclado o no. Nada más dicen que no podían probarlo. No tienen ninguna prueba para mostrar que eran de Israel. Solamente hoy en día el pueblo de Dios no es étnico. Y no podemos probar si somos parte del pueblo de Dios por una genealogía. No es tan fácil. Pero hay evidencias externas e internas de que una persona es un cristiano y pertenece al Pueblo de Dios. Cristo habla mucho del fruto. Juan, en su primera epístola, nos da todo el libro de pruebas de si eres hijo de Dios o no. Un cristiano verdadero, por ejemplo, tiene el deseo de pasar tiempo con... bueno, primero, lo que Juan nos dijo, enfadizó mucho, el amar. Si no puedes amar a tu hermano, ¿qué ves? ¿Cómo dices que amas a tu Dios que no has visto? Si no puedes amar a tus hermanos, no eres cristiano. Así de fácil. Cristo también dijo, si no puedes perdonar a tus hermanos, no eres cristiano. Si no puedes perdonar, no has sido perdonado. Es fuerte, hermanos. Son las palabras de Cristo mismo, no del pastor legalista, no de eso. Más pruebas externas que un cristiano quiere pasar tiempo con Dios, un cristiano quiere estar en la presencia de más cristianos, un cristiano quiere comprometerse su iglesia local. Es decir, si hay pruebas también, nosotros también podemos hacer cosas para identificarnos con el pueblo de Dios. Necesitamos tomar muy en serio nuestra responsabilidad de mostrar externamente e internamente que pertenecemos al pueblo de Dios. Por supuesto, la diferencia hoy en día es que cualquier persona puede entrar a esta iglesia. Cualquier persona puede asistir a esta iglesia, sin problema. Aceptamos a cualquier persona en el sentido de que puede estar aquí y escuchar la palabra junto con nosotros. Pero a veces la iglesia pasa por un tiempo cuando casi no se puede distinguir del mundo, y lo que más necesita es saber quién es y quién no es parte del pueblo de Dios. Y esa es una de las razones por las cuales la membresía es tan importante. Es por eso que la participación en y un compromiso a la iglesia local es tan importante. ¿En cuál otra manera vas a mostrar pública y abiertamente al mundo de los cristianos que quieres estar contado con el pueblo de Dios? Dígame, ¿en cuál otra manera? Esa es parte de la razón por la cual Dios estableció la iglesia local, para que podamos identificarnos oficialmente con ella y mostrar que sí pertenecemos. Obviamente con todo eso es importante no caer en el otro extremo. Aun cuando nos comprometemos la iglesia, aun cuando ya somos miembros, no significa, no significa que somos mejores que otros, No significa que somos mejores que aquellos de nuestras iglesias o que están aquí pero no son miembros, para nada. Por favor, no caigas al extremo tampoco. Deberíamos pensar mucho en lo que Pablo dijo, porque no todos los que descienden a Israel son israelitas. ¿Qué significa eso? En su contexto, Pablo está diciendo que no cada judío es el hijo de Dios. solamente por tener parte en la nación étnica no garantizó su salvación. Nosotros tampoco podemos pensar que somos mejores que otros, porque aunque sí es importante mostrar externamente que pertenecemos al pueblo de Dios por la asistencia, el compromiso, la participación, no todos los que se identifican públicamente con el pueblo de Dios son parte del pueblo de Dios. No todos los que asistan a esta iglesia son parte de la iglesia. Es un principio aquí muy importante, especialmente para los jóvenes. Jóvenes, escuchen, pongan atención. Nos da muchísimo gusto que están aquí con nosotros. Nos da mucho gusto que ustedes asisten. Pero la pregunta más importante para ustedes es, muestran fruto de un corazón transformado por la gracia de Dios? ¿Qué dicen los cristianos en tu alrededor de ti? Más importantemente, ¿qué dice Dios de ti? Yo temo mucho que hay jóvenes en nuestra iglesia que dan por hecho que son cristianos. Porque sus papás le han dicho que cuando eran pequeños hicieron una oración O dan por hecho que son cristianos porque asisten aquí, por lo menos de vez en cuando. Pero quiero que cada joven aquí, cada persona aquí, porque no son ni los jóvenes tampoco. Pongan atención, hermano. Es que con la aplicación de sí, no es coincidencia una persona causa distracción de atrás, de afuera. Nadie aquí. Ponga atención, no hay nada más importante que lo que voy a decir. No vas a escuchar nada más importante de todo ese día. Cada joven aquí, especialmente, y todos, porque se aplica a todos, examínense. Joven, toma en serio la enseñanza bíblica de una necesidad de producir fruto o no eres cristiano. No son salvos por sus papás. No son salvos por asistir aquí. Solamente por la gracia de Dios. Por favor, no quiero que nadie se engañe y piense que es cristián o no lo es. También de manera rápida aquí podemos aprender de esta familia en Recículo 61, una familia de sacerdotes. que tampoco podía probar su linaje. Podemos aprender de ellos la importancia de no menospreciar nuestro servicio a Dios. Voy a explicar rápido. El versículo 61 habla de una persona, de los hijos de Barcilay, dice, el cual tomó mujer de las hijas de Barcilay Galavita y fue llamado por el nombre de ellas. Parece que había una persona de la descendencia de los sacerdotes que se casó con una esposa y decidió tomar su apellido. porque era de la descendencia de Barsilay. Él dice, ¿qué tiene que ver? Barsilay era un hombre de quien leemos en 2 Samuel 19, un hombre rico que ayudó a David. Parece que era una familia rica. Entonces, ustedes piensen, ¿por qué el hombre quiso tomar la vida de su esposa? Para heredar esas riquezas. Pero, ¿qué estaba haciendo cuando tomó el apellido de ella en vez de seguir en su propio linaje paterno? Rechazó su derecho al sacerdocio. Era como esa U, quien vendió su primogénitura para una comida. No sabemos por qué, qué pasó, no hay más detalles. En un momento ha decidido ya no continuar como sacerdote, probablemente porque estaba en Babilonia y no podía hacerlo de todos modos. Tal vez perdió la fe de que un día vamos a regresar. Tomó nombre de su esposa para heredar algo, porque los libistas no podían heredar nada, ni ninguna propiedad. Entonces, él sí fijó en lo material antes que lo espiritual. Entonces, si me preguntas, ¿qué podemos aprender de estos dos? Eso es increíble, porque nos pasa mucho. Menospreciamos nuestro privilegio de servir a Dios por lentejas, para usar la ilustración de esa hoja. Menospreciamos el privilegio de servir a Dios con todas nuestras fuerzas porque nos invocamos en lo material, porque trabajamos tanto que no tenemos tiempo para Dios, no tenemos tiempo para la iglesia. Y perdemos una bendición enorme, porque estamos más enfocados en lo material. Ahora quiero hacer una aplicación importantísima de esta parte del pasaje. Ya hemos terminado con todos los nombres. Un punto más después, pero ya hemos terminado con los nombres, con la lista. Una aplicación más. Quiero que pensemos que para nosotros hoy en día hay algo mucho más importante que se ha encontrado en una lista genealógica. Algo mucho más importante que se ha encontrado en una lista de miembros de una iglesia. Hay una lista mucho más importante, hermanos. Una lista mucho más importante, amigos que están aquí. ¿Es tu nombre en el libro de la vida? Leemos en Apocalipsis, ese libro. El libro de la vida del Cordero. Y los nombres en ese libro son aquellos que han sido redimidos de sus pecados por la gracia de Dios por medio de la sangre de Cristo. Son aquellos que han sido adoptados en la familia de Dios y ya pueden llamarse hijos de Dios. Y esa lista, la lista en el libro de la vida, es mucho más importante que esta lista aquí en el trasdos. Es mucho más importante que la lista de membresía en una iglesia. De hecho, es la única lista que importa. Es tu nombre en el libro de la vida. No lo den por hecho. Es solamente por la salvación de Cristo. La última cosa que vemos aquí en este capítulo, lo que hicieron esas personas cuando estaban regresando a la tierra, era que ofrecieron voluntariamente. Necesitamos ofrecer voluntariamente a Dios. Versículos 68 y 69, por favor. Es 2, 68 y 69. Y algunos de los jefes de casas paternas, cuando vinieron a la casa de Jehová que estaba en Jerusalén, hicieron ofrendas voluntarias para la casa de Dios para reedificar su sitio. Según sus fuerzas, dieron a tesorear la obra 61,000 dracos de oro, 5,000 libras de plata y 100 túnicas sacerdotales. Esos hombres apenas habían regresado a la tierra prometida después de 70 años en cautiverio. regresaron a una tierra donde no había nada, o básicamente nada. Tenían que empezar casi de cero, reconstruyendo casas, templo, murallas, otra vez con los campos. Es decir, había mucha necesidad. Pero en vez de guardar todo lo que tenían, diciendo, necesito todo mi dinero para mi familia, para construirle una casa, Algunos hicieron ofrenda voluntaria a Dios como la primera cosa que hicieron. ¡Qué ejemplo para nosotros! Lo hicieron al principio. Lo hicieron porque vieron la necesidad. Lo hicieron voluntariamente. Lo hicieron según sus fuerzas, según lo que tenían. Les pregunto, hermanos, ¿nosotros apartamos algo para Dios de las primicias de nuestro sueldo o de lo que sobra? Porque quiero decirles, si dan lo que sobra, no están ofendando a Dios. Es de las primicias o no lo estás haciendo. ¿Vemos la necesidad y el logro de Dios? ¿ofendamos voluntariamente según Dios nos haya prosperado? Considerlo. Pero para demostrar que no todo era perfecto aquí tampoco, la Biblia incluye una palabra muy importante. Es la segunda palabra del versículo 68. Algunos, Algunos de los jefes de las casas paternas ofrecieron voluntariamente a Dios. No todos lo hicieron. Solamente algunos. Más adelante, parece que todos, o casi todos, cambiaron sus prioridades porque Dios manda a Egeo para decirles, ¿por qué ustedes están en sus casas bien construidas y mi casa está en ruinas? Egeo también habla del mismo problema, de no poner a Dios en primer lugar en cuanto a nuestros recursos. Es muy importante. Es un aviso para nosotros. Esa iglesia no predica el evangelio de la prosperidad para nada. No creemos que Dios nos ama más porque damos más. Eso es ridículo. Pero tampoco ignoramos la enseñanza clara, la palabra de Dios. Cada cristiano debería, de corazón, voluntariamente, ofrendar de sus primicias a Dios. Hay personas que no lo hacen. Punto. Dicen, no puedo. Pastor, no entiendes, tengo familia, tengo trabajo, no puedo. Otros de nosotros lo hacemos, damos generosamente, voluntariamente por un rato, y después ven un problema, ven una prueba, y dejamos de hacerlo, y la ofrenda baja mucho. Necesitamos la consistencia. Ese tema es importante, no porque la Iglesia necesite tu dinero. sino porque nuestra ofrenda es una prueba del estado de nuestro corazón. Lo que mencioné en la clase, y lo digo otra vez, Cristo mismo dijo, donde esté nuestro tesoro, allí también estará nuestro corazón. Puede ser que no te guste cuando yo hablo de la ofrenda y cuando predico que deberían ofrecer voluntariamente, generosamente, pero lo digo porque estoy preocupado por sus corazones, hermanos. No estoy preocupado por la ofrenda misma. Dios es fiel y va a dar lo que necesitamos. Nunca me preocupo por eso. Me preocupan sus corazones. Porque cuando no ofrendan, como deberían, te muestran dónde está tu corazón. Y esa es la parte mucho más importante. Vamos a terminar con algunas aplicaciones más, de manera rápida. En primer lugar, vemos aquí, o vemos aquí en estos dos, que los que regresaron de Babilonia fueron pocos. ¿Cuántos vemos aquí en el capítulo, perdón, en el versículo 64? ¡Todos! Menos ciervos y todo eso. Cuarenta y dos mil... ¿Dónde está, perdón? Cuarenta y dos mil trescientos sesenta. ¡Muy pocos comparados con los millones que salieron de Egipto en el primer éxodo! ¡Muy pocos! Decir que fueron pocos, ayudó mucho a ellos a trabajar juntos. tal vez mejor que con más, y también provió la oportunidad para Dios de glorificarse por medio de pocos. Y pues, hermanos, nunca, nunca deberíamos desanimarnos porque somos pocos. Porque Dios siempre ha usado el remanente. Dios siempre ha usado pocos para mostrar que es Él haciéndolo obre, no nosotros. No debemos desayunarnos nunca, porque todo depende de Él. Y Él hace su voluntad con pocos, así como con muchos. No le importa. No le afecta a Dios. Porque realmente es Su hogar. También vemos aquí en este capítulo que estos judíos regresaron a su tierra. Pero como apenas dije, no regresaron a una tierra ya con casas construidas, con todo listo, con el campo bien regado y todo bien. Regresaron a una tierra en ruinas y tenían que empezar de casi cero. Nosotros también estamos esperando la tierra prometida, ¿verdad? Pero no están ruinas. Es decir, hermanos, tenemos una mejor esperanza que los judíos. Ellos regresaron a tierra y estaba terrible, en ruinas. Nosotros vamos a un lugar que Cristo ha preparado por nosotros. ¿verdad? Lo que él dijo en Juan 14. Yo voy para preparar el lugar para ustedes. Es decir, mis hermanos, nuestra esperanza es mucho más grande que los judíos. Estamos esperando una ciudad celestial, una tierra prometida, perfecta y preparada para nosotros. Y finalmente podemos ver a Cristo simbolizado aquí en Sodobabel y Jerusalén. Es decir, aquí leemos esos nombres, esos 2-2, Sodo Babel y Jesúa, y decimos, ah, qué bueno. ¿Para qué podemos pensar? Sodo Babel no era el rey, pero podía trazar su linaje a David. Y por eso, como dije antes, él se encuentra en la genealogía de Cristo en Mateo 1, 1-12. Jesús era el sumo sacerdote quien iba a ayudar al pueblo a restablecer la oración correcta en el templo, en la tierra. Obviamente era una bendición para esos judíos poder regresar con esos líderes, descendientes del Rey y sumo sacerdote. Pero otra vez digo hermanos, tenemos nosotros algo mucho mejor. Tenemos un mejor Sra. Babel, porque es rey de reyes, y señores, señores, y reyes sobre todo soberanamente. Tenemos un mejor Jesús, porque no solo somos sacerdote, también era el sacrificio mismo, sacrificado para darnos la salvación para siempre. Es lo que quiero que veamos en todo el Antiguo Testamento, hermanos. Podemos aprender mucho, prácticamente, de este libro. Pero siempre, siempre debemos entender, esas cosas eran sombras, símbolos, y palidecen en comparación con el cumplimiento de quien es Cristo. Es decir, no leen de su rebelde y de Jesúa y pensar, ah, qué bonito que he regresado a la tierra. Leen esos nombres y pensar, yo tengo mejor rey, yo tengo mejor soberano, yo tengo gran sumo sacerdote, quien se dio a sí mismo por mis pecados para que yo pueda tener la salvación. ¿Entendemos? Por eso la palabra dice, esas cosas fueron escritas para ejemplos para nosotros. Necesitamos leer esas cosas con ojos espirituales. Dejemos ver cómo Cristo cumple las sombras del Antiguo Estamento. Podemos salir de aquí, hermanos, no confiando que Dios va a mandar una persona para llevarnos a otro país para vivir para siempre en bendición. No va a pasar. Pues si esperamos la segunda venida de nuestro Salvador Jesucristo, quien va a venir, va a llevarnos y vamos a vivir en el cielo, en la perfecta tierra prometida para siempre. Confíen en eso, hermanos, que confiemos en la fidelidad de Dios en restaurar su pueblo por medio de su palabra. Vamos ahora. Padres, damos muchísimas gracias por tu palabra. literalmente por cada palabra que encontramos en nuestras Biblias. Gracias por hoy abrir nuestros ojos para ver que podemos aprender un capítulo así. Te pedimos, Señor, que podamos aplicar sus principios a otros pasajes difíciles como ya los leemos. Danos la confianza, Señor, de que en verdad cada palabra es inspirada y útil para nosotros. Prestarnos, te pedimos, Señor, Danos poder para tomar sus pasos, para empezar en confianza porque a ti te interesan nuestros nombres, nuestras vidas individuales. Ayúdanos a empezar y tomar ese primer paso hoy para regresar a ti. Ayúdanos a enfocarnos en la pureza. seguir tus mandamientos y probar interna y externamente que somos tus hijos. Ayúdnos a ofender voluntariamente, no porque eso nos va a dar más dinero, no porque nos vas a amar más así, sino para mostrar que nuestros corazones son tuyos, que nuestro dinero es tuyo, que todo lo que tenemos es tuyo. Ayúdnos a obedecer tu palabra. animarnos unos a otros y confiar en ti. Te pedimos en nombre de Cristo. Amén.
Tomando los primeros pasos a la restauración
Series Estudio de Esdras
Podemos tomar los primeros pasos a la restauración mientras confiamos y dependemos de la fidelidad de Dios.
Sermon ID | 729182153238 |
Duration | 46:53 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Ezra 2 |
Language | Spanish |
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