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Hoy vamos a continuar en el libro de Oseas, hermanos. Entonces les pido abrir y vamos a empezar en capítulo 4. Hemos tomado varias semanas en el estudio y meditación de los capítulos 1 y 3 y vamos a tomar unas semanas para terminar el libro hay 14 capítulos y no vamos a estudiar cada versículo como hemos hecho nada más vamos a seleccionar puntos importantes pero si vamos a leer varios versículos para enfatizar el mensaje que nos da oseas en estos capítulos una sección totalmente diferente de lo que hemos visto en capítulos 1, 2 y 3. Ahí vimos la historia de Oseas y su esposa Gomer y la parábola viva que ellos dieron del pecado de Israel y del amor salvador de Dios para Israel, su remanente, y aún eso incluye a nosotros. Y vimos también en esos capítulos profecías claras acerca de la salvación que Dios haría en su remanente, que Él haría en el Israel de Dios. Y ese Israel, recordamos, incluye Israelitas y también gentiles, un pueblo juntado de todas las naciones. Eso ya vimos. Pero ahora vamos a ver, empezando en cuatro, notas o discursos, predicas que él hizo a lo largo de su ministerio. Estas palabras, estos capítulos nos muestran su ministerio. Y fue un ministerio difícil. No había buena recepción de sus predicas en esos días. Fue un pueblo duro con quien trabajaba. No vamos a examinar cada versículo, pasaje, Es interesante ver que esta sección 4 a 14 no tiene orden muy clara, no tiene divisiones claras. Más bien, esta sección es una colección. colección de notas y colección de mensajes y colección de todo eso y esas prédicas juntadas sin orden nada más se los juntó y ahí están entonces se tiene que leer y se da cuenta que hay temas repetidas a través de todos los capítulos entonces no hay orden para dividir esta sección enfatiza esto y esta sección es otra cosa y esta sección otra cosa. No es así. Hay repetición a través de todo. Entonces vamos a escoger los temas a través del libro. Aún los hombres que han hecho bosquejos de este libro tienen que confesar que hemos hecho las divisiones o el bosquejo, pero son muy inexactos. No son divisiones firmes. Y ellos lo confiesan. Es todo revuelto. 4 a 14 consiste de una colección de reprensiones, de explotaciones, advertencias, palabras de juicio por el pecado que se encontraba en Israel. El Señor revela su culpa y revela el castigo cierto. para la nación, pero también incluye promesas de misericordia y de salvación, así como vimos en capítulos 1 a 3. Quiero mostrarles primero que el Señor dirige sus advertencias a todos y lo hace explícitamente. Dirige sus advertencias a todos. Mira en capítulo 5, versículo 5. ¿A quién predica? Pues Oseas está en Israel Norte, la nación de Israel, y a veces llaman a Efraín tomando el nombre como para toda la nación. Pero dice, la soberbia de Israel le desmentirá en su cara. Israel y Efraín tropezarán en su pecado. Entonces, ¿a quién está hablando? A la nación de Israel. Pues tenemos que identificarlo, ¿verdad? Y Él dice, Israel, dice Efraín, que significa la nación, a veces como lo usan. En 4.1, ¿qué dijo para empezar esta sección? Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová contiende con los moradores de la tierra. ¿A quién? Dirige sus advertencias al Señor en ese versículo. Dice, hijos de Israel, pero dice, con los moradores de la tierra. Entonces incluye a todos, todo lo que está presente en la nación, ¿verdad? Entonces, Él está hablando a jóvenes y viejos. Está hablando con ricos y pobres. Están incluidos. Está hablando a los bien educados o los no educados. Incluye a todos porque Él dice contiende con los moradores de la tierra. A ellos dirige sus advertencias. Miren 4.5. Caerás por tanto en el día y caerá también contigo el profeta. Entonces dirige sus advertencias a los profetas en Israel. No están excluidos, pues ellos también estaban en el mismo pecado, muy tristemente. En 4.9, será el pueblo como el sacerdote. le castigaré por su conducta y le pagaré conforme a sus obras. Ahí está incluido el sacerdote también. Los sacerdotes estaban involucrados en toda la depravación de la nación también. Entonces, toda la gente, pero incluye los que debían ser líderes, los que debían ser maestros, profetas, sacerdotes. Y mira, 7-3. con su maldad. ¿Qué hacen? Alegren al rey y a los príncipes con sus mentiras. Entonces el rey y los príncipes están en la misma onda. siguen con la nación, se alegran en las mismas cosas, hacen las mismas cosas. Entonces ustedes dirigen sus advertencias aún al Rey de Israel, Rey Israel Norte y a los príncipes de Israel Norte. Entonces él está incluyendo los élites, los poderosos. los privilegiados en la nación, incluye a todos. Todos se alejaron del Señor. Todos viven en apostasía y necesitan volver al Señor en arrepentimiento. Entonces, Él muy explícitamente dirige sus advertencias a todos en la nación. Oseas les advierte. Vamos a cuatro, uno y dos. Miramos ahí uno y dos y vemos que aquí, y muchas veces a través de esta sección del libro, Oseas menciona un número grande de pecados específicos. Oír palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová contiende con los moradores de la tierra. Porque no hay verdad. ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden. Eso es el cuadro que Osés nos muestra en la Nación. Y Él menciona cantidad de pecados y no vamos a tomar tiempo en buscar todos los pecados que Él menciona en toda esta sección. Pero sí menciona pecados específicos. Les advierte. Mire cómo Él dice, Jehová contiende. Por razón de los pecados, Jehová contiende con los moradores de la tierra. ¿Hay contienda entre Dios y el pueblo de Israel? Pues, si pensamos en una contienda entre dos personas, pensamos, pues siempre hay dos opiniones, ¿verdad? Cada quien tiene su lado. Pero en esta contienda, hermanos, sólo uno tiene razón. En esta contienda, solamente uno tiene razón. Él está diciendo a la nación, necesitan oír la palabra del Señor. Necesitan oír la voz del Señor. Tienen un problema, un problema enorme. Él tiene contienda contra ustedes. En esta contienda no valen las dos opiniones. Jesús nos mostró qué requiere Dios. Recuerden, amar a Dios de todo corazón. y a nuestro prójimo como a nosotros mismos, ¿verdad? Eso es la suma de lo que Dios requiere, amar a Dios de todo corazón y amor, amar al prójimo como a nosotros mismos. ¿Pero qué encontramos aquí? Al contrario. Encontramos toda clase de impiedad hacia Dios y toda clase de injusticia hacia el prójimo. No hay amor. Y eso se manifiesta en todos los pecados específicos que mencionamos aquí. Y Oseas entonces les advierte, están en peligro. No aman a Dios de todo corazón ni a su prójimo, sino manifiestan impiedad e injusticia. Pero tal vez más importante que todos esos pecados mencionados. O sea, les describe y eso sí vamos a enfatizar en este mensaje, hermanos. José les describe en gran detalle la depravación total de su corazón. Él nos muestra la depravación total del corazón humano y entendemos que esa depravación mantiene control sobre los hechos de todos los hombres. Es la naturaleza que gobierna nuestras acciones. Es la naturaleza que produce todos esos pecados específicos que ya mencionamos. 4.12, ¿qué encontramos? Él muestra el corazón del pueblo y dice, mi pueblo, Y Dios está hablando. A su ídolo de madera pregunta y el leño le responde. ¿Por qué? ¿Por qué habla la madera? ¿Por qué habla el leño? ¡Qué tontería! ¿Por qué? Porque espíritu de fornicaciones lo hizo errar y dejaron a su Dios para fornicar. ¿Qué vemos en su corazón? ¿Qué espíritu encontramos? Espíritu de fornicaciones, un espíritu infiel. Así es su corazón, infiel. Y eso produce toda clase de tonterías. Orar al hilo de bandera, al leño, Un espíritu infiel, eso es la depravación del pecador. Y eso produce toda clase de pecado. 4.16 nos muestra otra característica de ese corazón depravado. Porque como novia indómita se apartó Israel. Como novia indómita. ¿Qué quiere decir la palabra indómita? No puede ser domesticada. No puede ser controlado. Hace lo que quiere, cómo quiere, cuándo quiere. Es novia indómita. Así es el corazón. ¿Cómo? novia indómita se apartó Israel. ¿Por qué? Porque su corazón es un corazón indómito, no puede ser domesticado, no puede ser controlado. Es un corazón dado a rebelión. ¿Y lo que quiere? En 5.4 nos muestra otra característica. 5.4 dice, no piensan en convertirse a su Dios, porque el espíritu de fornicación está en medio de ellos y no conocen a Jehová. Ese corazón depravado no conoce al Señor. Y por razón de que tiene ese mismo corazón infiel, ese corazón de fornicación, por razón de tener ese espíritu No piensa en convertirse. Eso es el carácter del corazón depravado. No piense en convertirse porque es un corazón infiel. Está contento, no conoce al Señor y no quiere. Así es la depravación. En 5.13. verá a Efraín su enfermedad y judá su yaga. Si él podía predicarles de su error, mostrarles su pecado, Y ellos a veces se sienten el efecto de su pecado, se dan cuenta que no es tan bueno como debe de ser, como podría ser. Y se dan cuenta que hay necesidades, hay enfermedad tal vez, hay llaga tal vez. ¿Pero qué hacen cuando empiezan a entender que no está todo bien? ¿Verá su enfermedad, su llaga? ¿Entonces qué? Irá entonces Efraín a Asiria y enviará al rey Jareb. Mas él no os podrá sanar y os curará, ni os curará la llaga. Con este corazón infiel, ¿qué hacen? Aun cuando saben que tienen necesidad espiritual, no van al Señor a buscar sanidad, van a otro lugar, van al rey o a la nación que no puede sanar, que no puede curar. No conocen al Señor, entonces no buscan en el lugar donde hay salvación. Eso es el corazón depravado. Buscan en donde no hay ayuda. En 6.4. ¿Qué más? Aquí el Señor describe las resoluciones buenas de Israel. ¿Qué haré a ti, Efraín? ¿Qué haré a ti, oh Judá? La piedad vuestra es como nube de la mañana y como el rocío de la madrugada que se desvanece. Aun si a veces piensan en lo que deben de hacer, Si leen en la Biblia o oyen o seas predicando y dicen, pues debo hacer mejor sus resoluciones, su piedad. ¿Qué clase de piedad es? Es como la nube de la mañana. Lo han visto ustedes, ¿verdad? Cuando está todo fresco, hay nube o hay neblina. Pero cuando sale el sol y se calienta el día, desaparece. El rocío de la mañana, de la madrugada se desvanece, no permanece. Así es la piedad del corazón depravado. No permanece, no dura, no persevera. Luego desaparece. Ese mismo corazón encontramos en 6-7. Mas ellos, cual Adán, traspasaron el pacto. Allí prevaricaron contra mí. Hay debate si eso refiere a la persona Adán o si refiere a un lugar. Estoy convencido que es correcto cual Adán, la persona, el hombre. Mas ellos como Adán, cual Adán, traspasaron el pacto. Recuerden que en el huerto de Edén, Adán traspasó el pacto. El Señor le dio su palabra. le dio prohibiciones y le dio responsabilidades y él con tanta abundancia y tanta provisión quiso la única cosa que el Señor le prohibió. No tenía suficiente y pecó. Traspasó el pacto y dice El pueblo de Israel, ¿qué hacen? Exactamente lo mismo que hizo Adán. ¿Cuál Adán traspasaron el pacto? Fue él quien pecó. Fue él que cayó y arrastró a todos nosotros con él. ¿Y qué hacemos? Lo mismo que Él hizo. Eso es el corazón depravado. Eso es su naturaleza. Eso es la condición en que nacimos y en que vivimos. En 7.2 no consideran en su corazón que tengo en memoria su maldad. Nos está mostrando su corazón. Y aunque ustedes les digan y aunque comprendan que así es, no les afecta. ¿Qué? Que el Señor, que Jehová tiene en memoria toda su maldad. Sí, Dios sabe todo lo que hago, pero eso no me importa. Hago lo que quiero. Así es el corazón depravado. No consideran en su corazón. El Señor sí sabe. Pero al corazón depravado que le importa nada. Así es la depravación. En siete días. Oseas dice la soberbia de Israel testificará contra él en su cara. Y no se volvieron a Jehová su Dios, ni lo buscaron con todo esto. Cuando se manifiesta su soberbia, cuando tienen Un poco de luz cuando el Espíritu Santo les muestra, cuando la Palabra les muestra, cuando el efecto de sus pecados les muestra que andan en soberbia. Aún, aún entonces no se volvieron a su Dios y no lo buscaron con todo esto. Son tan duros. que pleno conocimiento de la verdad no les afecta. No buscan a Dios. Así es la depravación. No solamente de Israel, sino de todo hombre. Aún pleno conocimiento no es suficiente para hacerle buscar a Dios. Se necesita algo más. 7 16 semejante a lo que vimos en en otro versículo 7 16 dice volvieron pero no al altísimo. Volvieron pero no al altísimo. Siempre buscan otra esperanza. no al Señor revelado en la escritura. Así es el corazón depravado. 8.12 Le escribí a Efraín, a Israel. Le escribí las grandezas de mi ley. El Señor dio su palabra. Le escribí las grandezas de mi ley. y fueron tenidas por cosa extraña. El Señor dio su palabra, pero ¿qué es la reacción del corazón depravado? Cosa extraña, curiosidad, tal vez interesante, pero no es comida para mi alma. Y no es guía para mi vida. No. Cosa extraña. No hacen caso de la palabra. Así es el corazón depravado. No hace caso de la palabra. 8 14. Olvidó pues Israel a su hacedor. Así la palabra nos muestra. que el corazón caído no recuerda a su Hacedor. Debemos vivir con memoria de eso constantemente. El que me hizo, me hizo con propósito y tiene una voluntad para mi vida, pero no. vive para sí mismo. Olvida a su Hacedor. En 11.3 El Señor habla de lo que él hacía con la nación. Dice, y con todo eso enseñaba. Yo, Dios, dice, enseñaba a andar al mismo Efraín. Está usando aquí el cuadro de un padre con su bebé que todavía no sabe caminar. Entonces el padre lo toma en sus brazos, agarra sus manos tal vez, y le guía, pues le ayuda mover los pies y aprender cómo caminar. Así hace todo padre, verdad, con su niño cuando está chiquito, apenas está aprendiendo a caminar. Y dice en 11.3, y yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos. Dice, aunque estaba yo el que cuidaba y enseñaba, guiaba a Israel. Dice que no conoció que yo le cuidaba. Así es. Qué tontería sería para un bebé pensar que puede vivir sin su padre, sin su madre. Nunca ocurre. Ellos agarran. a sus padres. Saben que nada pueden hacer, están dependientes. Pero Israel no. Dice, aunque yo cuidaba, no sabía. Tan ciegos, tan ciegos de la obra de Dios en su vida. Así es la depravación. Once siete. Entretanto, mi pueblo está... ¿Quién? Mi pueblo. En su estado de ser perdidos en el pecado, en su depravación, aún mi pueblo está adherido a la rebelión contra mí. adherido a la rebelión. Así es el corazón del pecador, el corazón perdido, el corazón que no ha sido salvado por gracia, adherido a la rebelión. Y dice, Está derrido a la rebelión contra mí, aunque me llaman el Altísimo. Con sus labios falsos le llamaban el Altísimo, pero ninguno absolutamente me quiere enaltecer. Le pueden dar el título, pero él no va a tener ese lugar en mi vida. Yo soy el Altísimo. Eso es el corazón depravado. ¿Qué vemos en todos esos versículos? Encontramos ejemplos que nos muestran la condición del corazón depravado. Así fue el corazón de cada israelita. Así fue nuestro corazón. También antes de nacer de nuevo. adherido a la rebelión, duros, ciegos, inclinados al mal. Vimos donde él advertió acerca de sus pecados, pero ¿por qué hacen todos esos pecados? La depravación. Así es su corazón. Todo esto manifiesta lo que son de corazón. Jesús lo explicó, ¿verdad? Pues hizo la pregunta, ¿de dónde salen todas esas maldades, todos esos pecados? Mateo 12, 34. Y 35 Mateo 12 34 Jesús dijo a Israel generación de víboras que eran víboras. Cómo podéis hablar lo bueno siendo malos. No solamente haciendo mal sino siendo malos. Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno de su buen tesoro del corazón saca buenas cosas. El hombre malo de mal tesoro saca malas cosas. Ahí nos muestra el corazón del hombre inconverso y del que ha sido salvado por la gracia de Dios. El perdido, depravado, es llamado aquí generación de víboras, siendo malos es lo que son, no es lo que hacen, es lo que son y por razón de ser malos manifiestan. lo malo de la abundancia del corazón habla la boca el hombre bueno del buen tesoro del corazón ha sido salvado y todo cambiado y saca buenas cosas pero el hombre perdido el hombre depravado el hombre malo de mal tesoro saca malas cosas de donde del corazón depravado eso es su condición en 1519 de Mateo Jesús dice porque del corazón, del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. ¿De dónde salen todos esos pecados específicos, personales? Del corazón. Y el corazón está mal. Ellos eran malos. Siendo malos no pueden producir lo bueno. Lo que hago, el pecado, acciones malas, Es gran problema, eso sí es cierto. Pero el problema mayor es lo que soy. En la condición así perdida, con un corazón malo, necesito ser hecho nuevo. No me puedo cambiarme a mí mismo. ¿Por qué? Si pensamos en la nación en los días de Eosés o en la nación en los días del Señor Jesucristo, ¿por qué con su libre albedrío casi nadie recibía a los profetas y a Jesús y a la palabra? ¿Por qué? Porque su dicho libre albedrío no es tan libre. Siendo malos, Son malos. Ese corazón está mal. Es malo. No están libres. Ese corazón es esclavo de una naturaleza depravada. Caída. Muerta. Inclinados a lo malo. incapaces de cambiarse, sin deseo de cambiarse. Lo único que puede cambiarnos es la gracia vivificadora obrando en nosotros. Esa gracia nos cambia. No nos cambiamos. El Señor tiene que producir tanto el querer como el hacer en nosotros. De otro modo, seguiríamos igual depravados y sin esperanza. En predicar de los capítulos 1, 2 y 3, hicimos énfasis en que Dios no nos espera. Dios no nos invita y entonces se siente con los brazos cruzados esperando a que nosotros acudimos a Él o lo recibimos o tomamos una decisión. Dios no nos espera. Porque en nuestra depravación nada podemos hacer y nada vamos a hacer. No nos espera sino que obra eficazmente en nosotros. Él produce un cambio en nosotros. Así tiene que ser porque somos incapaces. Él obra soberanamente y eficazmente. Y nos transforma, nos salva, pero es por su obra en nosotros. No es porque tomamos nosotros una decisión de nuestro corazón bueno, porque no tenemos un corazón bueno. Él hace la obra eficaz. Él sí salva, pero es su obra en nosotros. Mire lo que el Señor dice en el último capítulo, capítulo 14 y el versículo 4. A pesar de la depravación que se encuentra en cada pecador, Un versículo rico, profundo y precioso. El Señor dice, yo sanaré su rebelión. Los amaré de pura gracia, porque mi ira se apartó de ellos. Yo sanaré su rebelión. Son rebeldes, así es su corazón. Son malos. Y el Señor dice, voy a cambiar ese corazón. Yo sanaré su rebelión. Les daré nuevo corazón. Un corazón que ya no sigue en rebelión. Eso es gracia obrando en su pueblo, su remanente. Su Israel, el Israel de Dios. ¿Por qué lo hace? Dice, yo sanaré su rebelión. Los amaré de pura gracia. Los amaré. Él sana porque ama. Es parte de su naturaleza. si es Dios Santo y si Dios Santo tiene que juzgar todo pecado pero también Dios es amor y tiene que manifestar ese amor y tiene un pueblo amado y Él ha amado a ese pueblo y Él sana a su rebelión y lo hace de pura gracia. No es que merecen su amor y salvación. Ni es que buscaron su amor y salvación. No lo merecen, no lo ganan, ni lo quieren. No es porque ellos quieren, sino porque Él quiere. No es porque ellos le aman, sino que Él les amó. Y Él dice, Mi ira se apartó de ellos. Apartó su ira. Él lo hizo. Él hizo desviar. Él quitó su ira de nosotros en su propósito. Su propósito de salvar. Pero ese propósito, esa obra de quitar su ira, fue efectuado, ¿cómo? En el sacrificio de Jesucristo. Buscamos 1 Juan 4, 10. Primero de Juan, capítulo 4, el versículo 10. En esto consiste el amor. Él dijo que lo hizo por amor, ¿verdad? En esto consiste el amor. No en que nosotros hayamos amado a Dios. sino que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Él nos amó cuando no le amábamos. Él nos amó cuando vivimos en rebelión, no lo conocíamos y no queríamos cambiar nada. Estuvimos a gusto así. Nos amó y envió a su hijo en propiciación. ¿Qué quiere decir la palabra propiciación? Es un sacrificio que aparta la ira. Eso es el significado de la palabra. Su ira fue aplacada. Su ira fue quitada. por el sacrificio de su Hijo Jesucristo. Es que Él tomó la ira. Él recibió toda la ira. Él sufrió toda la ira. Ya no sobra ira hacia nosotros. La tomó todo. Dios demostró su amor para los depravados, su pueblo, en que envió a su Hijo. Y así quitó, apartó su ira para nosotros. La depravación es una cosa espantosa cuando se entiende. La muerte espiritual incapaces, sin poder. Todos los que han sido salvados, nosotros, hermanos, no le buscábamos, no le amábamos, nada entendíamos y estuvimos a gusto así. necios, ciegos, muertos. Pero gloria a Dios. Gracias a Dios. Él nos amó. No vamos a buscar los versos que menciono ahora, pero voy a hacer mención de la cita. Él nos amó, Atesios 1, 5. ¡Gloria a Dios! Nos amó de pura gracia aquí mismo, óseas 14.4. Y nos atrajo con poder, óseas 2.14. Sanó nuestra rebelión, transformando nuestro corazón depravado, óseas 14.4. nos dio vida juntamente con Cristo. Efesios 2, 5. Y así, siendo hechos criatura nueva, volvimos, le buscamos, le temimos. José 3, 5. Nos concedió el arrepentimiento, según Timoteo 2, 25. nos salvó por la fe, que fue, que es un don de Dios, Efesios 2 8. Eso es la obra eficaz. Cuando el Señor Fija su amor en un pueblo perdido, depravado, sin esperanza. Y Él nos salva con su poder eficaz. Y nada podemos hacer más que dar gloria a su nombre. Él hizo la obra en nosotros. Gracias a Dios. por su gracia, misericordia, su amor de pura gracia. Amén. Oremos, hermanos, vamos a inclinar nuestras cabezas.
#8 Temas en la predicación del profeta: depravación
Series Oseas
Iglesia Bautista Todo Por Gracia
Oklahoma City, OK
Sermon ID | 724222153282928 |
Duration | 49:36 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Hosea 4 |
Language | Spanish |
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