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Éxtras y el capítulo 1, leyendo versículos 1 a 11. En el primer año de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, despertó Jehová al espíritu de Ciro, rey de Persia, el cual hizo pregonar de palabra y también por escrito por todo su reino, diciendo, Así ha dicho Siro Redepesia, Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. Quien haya entre vosotros de su pueblo, sea Dios con él, y suba a Jerusalén, que está en Judá. Edifique la casa a Jehová el Dios de Israel, él es el Dios al cual está en Jerusalén. Y a todo el que haya quedado en cualquier lugar donde more, ayúdenle, los hombres, en su lugar con plata, oro, bienes y ganados, además de ofrendas voluntarias para la casa de Dios, la cual está en Jerusalén. Entonces se levantaron los jefes de las casas paternas de Judá y de Benjamín, y los sacerdotes y levitas, todos aquellos cuyo Espíritu despertó Dios para subverificar la casa de Jehová, la cual está en Jerusalén. Y todos los que estaban a sus alrededores les ayudaron con plata y oro, con bienes y ganado, y con cosas preciosas, además de todo lo que se ofreció voluntariamente. Y el rey Ciro sacó los utensilios de la casa de Jehová que Nabucodonosor había sacado de Jerusalén y los había puesto en la casa de sus dioses. Lo sacó por el Ciro, rey de Persia, por mano de Mitrídates, tesorero, el cual los dio por cuenta a ese esbazado príncipe de Judá. Y esta es la cuenta de ellos, 30 tazones de oro, 1,000 tazones de plata, 29 cuchillos, 30 tazas de oro, otras 410 tazas de plata y otros 1,000 utensilios. Todos los utensilios de oro y de plata eran 5,400. Todos los hizo llevar ese vasal con los que subieron del cautiverio de Babilonia a Jerusalén. Vamos a orar. Para ello damos muchas gracias por tu palabra, por este nuevo libro que hemos empezado a estudiar. Te pedimos que abres nuestros ojos para entender tu ley, para entender cómo se aplica a nosotros el día de hoy. Ayuda al Señor a querer escuchar de ti y querer ser transformado por tu palabra. Te pedimos en el nombre de Cristo. Amén. Descubrimos la semana pasada, cuando estudiamos la Introducción al Libro de Esdras, que el tema del Libro de Esdras es la Fidelidad de Dios en restaurar a su pueblo por medio de su Palabra. Voy a repetirlo otra vez, porque necesitamos el tema para poder entender todo el libro. La Fidelidad de Dios en restaurar a su pueblo por medio de su Palabra. En ese libro de Estras vemos cómo Dios cumple su promesa de regresar su pueblo a la tierra prometida para preparar el camino para su hijo, quien iba a venir para salvar su pueblo. Es fácil pensar en y decir esas palabras, pero en el momento, la verdad no parecía posible que Israel regresara a su tierra. Ellos habían sido conquistados por los babilonios. Después los babilonios habían sido conquistados por los medos. Después los medos habían sido conquistados por los persas. ¿Y quién se acordaba de los judíos que estaban esparcidos en toda esta tierra? Parecía en un momento imposible. Humanamente hablando, todo parecía perdido para Israel después de tantos años en cautividad. Pero dije humanamente hablando, Dios no había olvidado su pueblo. Dios tenía todo planeado. Dios tenía el control de toda situación. Dios usó a un rey pagano. y también a su pueblo, para hacer su voluntad, para cumplir su voluntad y su decreto eterno. Es lo que vamos a ver hoy. Vamos a estudiar hoy esta historia, que se encuentra al principio de este libro de Esdras, de cómo el rey Sidon fue usado por Dios para regresar a Israel a su tierra. Vamos a aprender que podemos nosotros también confiar en el hecho de que Dios es fiel en restaurar su pueblo por medio de su palabra, porque Él ha planeado todo. Él usa a todo tipo de personas para cumplir su voluntad, incluyendo a los líderes paganos, o para decirlo de manera más breve, podemos confiar en los planes de Dios porque son eternos y porque Él usa a nosotros y a uno de los incrédulos para cumplir su voluntad. Vamos a ver ese tema ahora en este primer capítulo de Élderes. En primer lugar en esta historia vemos que Dios había planeado todo. Dios había planeado todo. Exactamente como era la voluntad de Dios mandar a su pueblo al exilio para disciplinarles para su rebeldía, también era su voluntad regresarles a la tierra después de 70 años para empezar otra vez, y como dije, preparar el camino para su hijo. una parte. ¿Ustedes entienden eso? Si Israel se hubiera quedado en Babilonia, Cristo no pudiera haber venido a Israel para salvar a su pueblo. Entonces, no solamente historia aquí, no solamente que Dios iba a hacerlo para restaurar su pueblo en la tierra, lo hizo con el propósito de preparar la tierra para la venida de su Hijo. Pues es increíblemente importante lo que vamos a ver aquí hoy. Queda más una parte para ver eso. La razón por la cual sabemos nosotros que el regreso del exilio no era un plan B, es decir, no es algo que Dios decidió hacer después de que su pueblo desobedeció, la razón por la cual sabemos que era el plan de Dios desde el principio es lo que leemos aquí. Dios usó este reciro para regresar a su pueblo a la tierra, dice el reciro 1, para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías. Tenemos que preguntarnos primero, ¿qué dijo Jeremías? Pues vamos a buscar juntos, por favor, el libro de Jeremías y el capítulo 25. Que todos juntos, por favor, busquen sus Biblias en Jeremías 25. Y recuerden que aunque el libro de Jeremías se encuentra después del libro de Ésteres en nuestras Biblias, los eventos del libro de Jeremías sucedieron antes del exilio. ¿Entendemos eso? Jeremías vivió y profetizó delante de los reinos de los últimos reyes de Judá, y Jeremías fue llevado al cautivio con los demás a Babilonia. Jeremías profetizó antes del exilio. Antes del exilio, antes de la destrucción de Jerusalén, Jeremías profetizó en ese capítulo 25 de Jeremías, versículos 11 a 12. Jeremías 25, 11 a 12. Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto. Y servirán esas naciones al rey de Babilonia setenta años. Y cuando sean cumplidos los setenta años, castigaré al rey de Babilonia, y a qué nación por su maldad ha dicho Jehová, y la tierra de los caldeos, y la convertiré en desiertos para siempre. Y leemos lo mismo en Jeremías 29, reciclo 10. Jeremías 29, versículo 10. Porque así dijo Jehová, cuando en Babilonia se cumplan los 70 años, yo os visitaré y despertaré sobre vosotros mi buena palabra para haceros volver a este lugar. Fíjense hermanos, Jeremías profetizó que el pueblo de Dios iba a estar en cautividad 70 años y después iba a regresar a su tierra. Y ¿saben qué? Es exactamente lo que pasó. Estaban en captividad 70 años, después Dios los regresó a su tierra. Por eso ellos empiezan diciendo, para que se cumpliese la palabra de Jeremías. ¿Qué dijo Jeremías? 70 años, después van a regresar. Increíble, ¿no? Dios había planeado todo. Pero hay más. Porque Dios no solamente había planeado que su pueblo iba a regresar después de 70 años, sino también había planeado exactamente a cuál rey iba a establecer para obrar en su corazón, para mandar a su pueblo a regresar a su tierra. Y ese rey era... Sido, como leemos aquí en este resumen. En el primer año de Sido, rey de Persia, para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, despertó Jehová, el espíritu de Sido, rey de Persia. Pero lo importante aquí es entender que Dios había planeado todo eso desde mucho antes. Otra vez, eso no era un plan B. Entiendan, por favor, que Dios no vio a su pueblo en exilio y dijo, ¿qué voy a hacer ahora? ¿Ya está en la cautividad? ¿Necesito algo? ¡Ah, Ciro! ¡Ya es rey! Ok, voy a tocar su corazón para... No, no. Nada de eso pasó. Dios había planeado todo eso antes. ¿Cómo sabemos? Leamos, por favor, en Isaías. El libro de Isaías, el capítulo cuarenta y cuatro, empezado en el versículo veintiséis. Isaías cuarenta y cuatro, versículo veintiséis. Tenemos las palabras de Dios. Yo, el que despierta la palabra de su siervo y cumple el consejo de sus mensajeros, que dice a Jerusalén, serás habitada, y las ciudades de Judá reconstruidas serán, y sus ruinas reedificaré. Que dice, los profundidades secadas de tus ríos haré sacar. Que dice, ve, Siro es mi pastor. y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir Jerusalén, serás edificada, y el templo serás fundado. Así dice Jehová a su ungido, a Siro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él, y desatar lomos de reyes, para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán. El siglo XIII. Yo lo desperté en justicia y enheceré todos sus caminos. Él edificará mi ciudad y soltará mis cautivos, no por precio ni por dones, dice Jehová a los ejércitos. ¿Qué plandé? Dios había planeado todo esto cientos de años antes. Isaías profetizó aún antes de Jeremías. Isaías vivió durante los reinos de Husías, Jotán, Acás y Ezequías, reyes de Judá. Esta profecía de Ciro fue dicha como doscientos años antes de que Ciro llegó a ser rey de los persas. Doscientos años. Y no fue solamente profetizar lo que un rey iba a llegar para hacerlo, sino Dios profetizó su propio nombre, Sido, mi ungido, la persona que voy a usar. Sido va a ser rey, él va a mandar a mi pueblo, a su tierra, y él va a redificar otra vez mi templo. Pues te digo, Dios había planeado todo. Piensa en todos los detalles. que tuviera que suceder para que Ciro llegara a ser rey de los persas. Bueno, por lo menos los papás de Ciro tenían que conocerse para que Ciro naciera. Entonces, pues, Ciro tenía que tener el deseo y la capacidad de ser un buen capitán en el ejército, querer el poder, querer ser rey. No todos pueden llegar a ser reyes. Y miles de detalles más que Dios hizo. detalle tras detalle tras detalle, para que en el momento apropiado, después de 70 años, Ciro iba a ser rey y Dios iba a tocar su corazón para mandar a su pueblo otra vez a la tierra. Es increíble, hermanos, pensar en cómo Dios había planeado todo. Y ni era difícil para Él, ni era difícil para Dios. Vamos a ver más aplicación en un momento, pero podemos ver la aplicación en nuestras vidas. Nada sorprende a Dios. Nada. Ni tu enfermedad, ni el conflicto en tu familia, ni el conflicto aquí en la iglesia, ni el conflicto en tu propio corazón. Nada sorprende a Dios. Él ha planeado todo desde la eternidad pasada para cumplir su voluntad. Y hermanos, si no creemos en eso, estamos perdidos. Yo no sé cómo yo podría vivir Si yo no tuviese confianza, no podría. Por las cosas que he pasado, por las cosas por las cuales ustedes han pasado, es mejor suicidarnos y a Dios, si no creemos que Dios tiene todo planeado. El problema es que creemos eso en el cerebro, pero no completamente en el corazón. Y, pues, necesitamos historias así. Dios no ha cambiado, es el mismo Dios. ¿Verdad? ¿Servimos al mismo Dios? ¿No era difícil para Dios profetizar de Ciro 200 años antes? ¿Por qué piensas que es difícil para Él cualquier cosa en tu vida? No es difícil para Dios. Confía en Él, en vez de confiar en nosotros mismos. Entonces vemos que Dios había planeado absolutamente todo. Había hecho su decreto eterno, desde antes de la creación. Había preparado a Siro para ser rey. Había propiciado exactamente cuántos años iban a pasar en cautividad. La soberanía de Dios se ve aquí en este pasaje de manera increíble. Otra vez, haciéndonos confiar en nosotros, que Dios siempre sabe. Dios siempre tiene todo bajo control. Dios siempre ha planeado todo. para cumplir su voluntad en este mundo. La única pregunta es, ¿en realidad creemos eso? Pero podemos pensar aún más en esta verdad. Si regresamos al libro de Esdras, podemos ver no solamente que Dios había planeado todo, sino, en según lugar, Dios usó a un Rey incrédulo. Dios había planeado todo, y parte de la manera por la cual había planeado todo fue usando a un rey incrédulo. Dios usó a un rey pagano para cumplir su voluntad. Ciro no era hijo de Dios. pero Dios lo usó de todos modos. Puso en su corazón para que hiciera lo que hizo aquí en este capítulo. Leemos otra vez el versículo 1 a 3. En el primer año de Siro, rey de Persia, para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, despertó Jehová, el Espíritu de Siro, rey de Persia, el cual hizo pregonar la palabra, y también por escrito, por todos los reinos, diciendo, Así ha dicho Siro, rey de Persia, Jehová, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra. Y me ha mandado que le edifique casa a Jerusalén, que está en Judá. Quien hay entre vosotros de su pueblo, sé Dios con él. Y suba a Jerusalén, que está en Judá. Edifique la casa de Jehová, Dios Israel. Él es el Dios, el cual está aquí en Jerusalén. Por un lado, eso no nos sorprende. Porque hemos visto eso una y otra vez en la Biblia. Desde Abimelech, este rey con quien estaba Abraham. hasta Nabucodonosor, quien fue el rey que conquistó a Judá y llevó a todos ellos a Babilonia. ¿Qué pasó con Nabucodonosor? Dios les salvó. Usó a Daniel en su vida y Dios les salvó. No es sorprendente para nosotros pensar que Dios puede usar a un rey pagano. Por otro lado, tal vez es un poquito sorprendente Porque nos confunde a veces lo que leemos en los versículos 2 al 4. Parece, tal vez, cuando leemos ese versículo, tal vez alguien dice, pues parece que si era cristiano, pastor, porque mira cómo habla de Dios. Dice, Jehová, hueón, los cielos, esas cosas. Leemos otra vez en el versículo 3. Así ha dicho Ciro, rey de Persia. Jehová, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra, me ha mandado que edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. Y dice, bueno, pastor, me parece que Ciro sí creó en Dios, que sí era hijo de Dios. Porque puede parecer así. Pero sabemos que no, por algunas razones. Primero, fíjense en que siempre habla de este Dios como el Dios que está en Jerusalén. ¿Lo ven? El Dios que está en Jerusalén, el Dios que está en Judá. Que los paganos de ese tiempo no tenían ningún problema en creer en otros dioses. No tenía ningún problema de creer en dioses de otras naciones, pero consideraban a esos dioses como dioses locales, dioses con poder sobre una tierra y nada más. Entonces, Ciro no tenía ningún problema en reconocer que los judíos tenían un dios que estaba en Jerusalén, en su área del poder. Pero eso no significa que Ciro creía en el dios como el único dios soberano sobre todo el mundo. También sabemos algo porque los arqueólogos han encontrado algo que se llama el Cilindro de Ciro. Es algo en donde encontramos el registro del reino de Ciro. Y tenemos algunas palabras de Ciro mismo. Lo que aprendemos de este registro es que Ciro estableció la política en su reino de externamente honrar a dioses de otros países con el propósito de que ellos le bendijera con larga vida. Es decir, dijo que él regresó a los dioses a sus lugares y les dio hogares permanentes. Él dijo, después de las palabras, para que todos los dioses que he puesto en sus santuarios dirijan una oración diaria a mi favor ante Bel y Nabú, los dioses de los persas, para que mis días sean alargados. Entonces no, Sidon no creó en Jehová como el Dios de todo. Estaba intentando caer bien con este Dios local para que suplicara por él a sus dioses y sus dioses le dieran la vida. Por lo que leemos aquí, no deberíamos pensar que Ciro era un cristiano, un hijo de Dios. Era un rey con una política muy astuta, intentando caer bien en su reino y también, como él pensaba, con los dioses, para ganar favor de los dioses. Entonces, cuando leemos ese lenguaje aquí, no es que Ciro se convirtió a Dios. que nada más estaba honrando a dioses locales para su propio bien. Por eso en el reciclo 3, cuando leemos la frase, y edifique la casa de Jehová, Dios de Israel, paréntesis, Él es el Dios, la cual está en Jerusalén, una traducción mejor sería, y edifique la casa de Jehová, Dios de Israel, Él es el Dios que está en Jerusalén. Es una traducción mucho mejor en cuanto a la gramática y también en cuanto al contexto. Entonces, si la pregunta surge, OK, Pastor, dices, Siro no era creyente, ¿cómo sabía él usar ese lenguaje? ¿Cómo sabía él hablar de tal manera que casi nos parece que era cristiano? Bueno, la respuesta es, ¿recuerdan ustedes quién estaba en Babilonia en ese tiempo? ¿Quién había estado en Babilonia por muchos años en una posición de influencia? Daniel. Daniel fue llevado al exilio al principio, cuando Israel fue conquistado, cuando era joven. Dios estaba con él, ganó la confianza del rey, y llegó a una posición de mucho poder en el reino. Llegaron los Medos, conquistaron los Babilonios, y Daniel se quedó en su posición de influencia. Y después leemos en Daniel 10.1, en el año tercero de Ciro, rey de Persia, fue revelada la palabra Daniel. Es decir, Daniel todavía estaba vivo y ministrando cuando Ciro llegó a ser rey. Entonces nos preguntamos, ¿cómo sabía Ciro usar lenguaje así? La respuesta fácil es, Daniel. Este cristiano en su gobierno que, sin duda, influenció mucho a este rey, como había influenciado mucho a los reyes anteriores, para bien, para entender algo del Dios de Israel. Vamos a pensar más en Daniel en un momento, pero quiero que ustedes entiendan cómo se encaja toda la Biblia. Leemos Esdras, y debemos también leer a Daniel, porque sucede al mismo tiempo. Debemos leer a Ezequiel y a Zacarías, porque también al mismo tiempo. Tenemos el problema de ver los libros de la Biblia como algo aislado. Cada libro aislado. No es así. Es una historia. Necesitamos entender cómo va todo junto para entender correctamente. Daniel todavía estaba vivo y ministrando cuando Sido era rey de Persia. Una cosa más que es interesante en este capítulo uno de Esdras, Es que vemos en versículos 7 a 11 que Siro también regresó a los utensilios del templo para dar a los que iban a regresar a la tierra. Siro, un rey incrédulo, sin ningún entendimiento de la importancia de esas cosas en la adoración a Dios, otra vez está intentando caer bien con el Dios de Israel. Vamos a también mandarle todos sus utensilios, pues, para que orara por mí, para que tenga la vida. Pero fíjense cómo Dios usó eso. Dios todavía siguió usando un rey incrédulo para que su pueblo pudiera ver la continuidad de la adoración verdadera. ¿Por qué es importante que hable de utensilios? ¿O no creemos que toda la Escritura es inspirada por Dios? Todo menos esto es 1.711, porque nada más el listo de utensilios. No, ¿qué tiene que ver? Pues piensen ustedes, 70 años para Israel, fuera de su país, sin el templo, sin la capacidad de adorar a Dios como deberían, porque no tenían el templo, y Cristo no había venido todavía. 70 años de no poder adorar a Dios correctamente. Ya estaban arriesgando la tierra, pero el templo no estaba, tenía que construirlo otra vez. Y fácilmente podrían haber pensado, pues vamos a regresar, pero vamos a empezar de nuevo. ¿Otro tipo de adoración es otro Dios? No, Dios en su misericordia mandó los mismos utensilios que estaban en el templo antes, para ayudar a su pueblo a ver la continuidad. La misma adoración, el mismo Dios, los mismos utensilios. Ciro no tenía que hacer eso. Él no tenía utensilios de oro y plata. Seguro que Ciro tenía un deseo para más oro y plata. Entonces, ¿por qué mandó a sus utensilios? ¿Porque él quiso? No. Porque Dios despertó su corazón. Dios tocó su corazón para hacer lo que Dios quisiera, pues lo que Dios quiso que Ciro hiciera. ¿Estamos bien? No sé si estamos juntos o no, ¿verdad? Es que ese capítulo, tal vez lo leemos a veces muy rápido. Ah, historia, sido, utensilios, qué bueno. No, aquí Dios está planeando todo. Dios está haciendo todo. Dios está usando el corazón de un rey pagano, que no tiene nada que ver con Dios. Está usándole para el bien de su pueblo. Interesantemente, no vamos a buscarlo, pero ustedes pueden apuntar, en Jeremías 27, 19-22, Jeremías también profetizó la restauración de los utensilios. Fíjense la fe de Jeremías. Jeremías estaba a punto de ser llevado a exilio y él profetizó que iban a regresar después de 70 años y que aún los utensilios iban a ser restaurados. Es increíble, hermanos, ver la soberanía de Dios en cosas que parecen tal vez no tan importantes, en esos detalles. Dios hizo todo y Dios usó a un hombre pagano. Y finalmente podemos ver que Dios no solamente usó a un incrédulo, sino también usó a su pueblo. Aquí vemos mucha aplicación para nosotros. Después de que Sido hizo su decreto en versículos 2 a 4, que los judíos podían regresar a su tierra, leemos en el versículo 5 lo que sucedió. Es 3.1.5. Entonces, se levantaron los jefes de las casas paternas de Judá y de Benjamín, y los sacerdotes y levitas, todos aquellos cuyo Espíritu despertó Dios para subir y edificar la casa de Jehová, la cual está en Jerusalén. Entonces, ¿qué pasó? Siro hizo su decreto y vemos aquí que Dios despertó los espíritus de algunos de los judíos. Es la misma palabra que usa para Siro. Dios despertó el espíritu de Siro y despertó el espíritu de su pueblo, de algunos, para que regresaran. Vemos también que eran personas de las tribus de Judá y Benjamín. Esas dos tribus que formaron el reino del sur, el reino de Judá. Los judíos de las diez tribus del norte nunca regresaron. Tal vez algunos pocos se mezclaron con los demás para regresar, pero hablando generalmente, solamente dos tribus regresaron. Es por eso que aún hoy en día las diez tribus del norte son conocidas como las tribus perdidas. No sé si se ha escuchado eso. Porque ellos nunca regresaron a su tierra, sino se mezclaron con los babilonios y perdieron la línea. Pero Judá y Benjamín no. Esos dos tribos regresaron a la tierra. Pregunta, ¿por qué ellos? ¿Por qué Judá y Benjamín y no Sabulón y Isaacar y ellos? ¿Por qué? ¿Dios escogió al azar? Pues, ante todo, porque una persona muy importante iba a venir de la tribu de Judá. ¿Quién? El Señor Jesucristo. Entonces Judá tenía que regresar a la tierra para que Cristo naciera, para que fuera nuestro salvador. Y de la tribu de Benjamín también vino una persona muy importante del Nuevo Testamento. Pablo. Pablo vino de la tribu de Benjamín. Es increíble otra vez ver la soberanía de Dios en tantos detalles en la palabra de Dios. Y, por supuesto, también vemos aquí que algunos sacerdotes y levitas regresaron, aquellos que iban a restaurar la oración correcta a Dios en el templo. Y fíjense algo muy importante aquí. En realidad, Dios hizo esta obra. Dice, Dios despertó los espíritus de algunos. Y por eso no podemos juzgar muy fuertemente a aquellos que no regresaron. Dios despertó los espíritus de algunos. Porque los que se quedaron también fueron usados. Versículo 4. Y a todo el que haya quedado en cualquier lugar donde more, ayúdenle los hombres de su lugar con plata, oro, bienes y ganados, además de ofrecer los voluntarios para la casa de Dios la cual está en Jerusalén. Los que se quedaron contribuyeron al viaje, a la restauración, con sus cosas materiales. Y también en versículo 6 vemos que no solo los judíos sino también los babilonios dieron a los judíos plata y oro y bienes y ganados. Dicen los que estaban en su alrededor, sus vecinos. Otra vez pensamos en el éxodo. ¿Qué pasó en el primer éxodo? Dice que despojaron a los egipcios. Los egipcios le dieron todo. A Dios, por favor, salga de nuestro país para que no haya más muerte. En el segundo éxodo lo mismo pasó. Los babilonios dieron al pueblo de Dios cosas, oro, plata, recursos, para que pudieran regresar a su tierra. Es otra semejanza entre los dos éxodos. Pero también, como pensamos antes, Dios no solamente usó a su pueblo aquí, Benjamín y Judá, para regresar, Dios también usó a Daniel. Y quiero que pensemos en él brevemente, en lo que hizo. Porque aunque no se menciona en este capítulo, lo que sucedió es durante el mismo tiempo. Vamos a leer en Daniel 9, el libro de Daniel y el capítulo 9. Para pensar la pregunta, ¿qué parte tenía Daniel en la restauración del exilio? Porque Daniel no regresó a la tierra. ¿Por qué? Daniel tenía más que 80 años ahora. Seguro que no tiene las fuerzas para poder regresar al país. De todos modos, Dios le estaba usando en donde estaba. Daniel no regresó, pero jugó una parte muy importante. en esta historia. Daniel 9, versículos 1 a 4, la primera parte del versículo 4. En el año primero de Darío, hijo de Asuero, de la nación de los melos, que vino a ser rey sobre el rey de los caldeos, en el año primero de su reinado, yo, Daniel, miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová el profeta Jeremías que había de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en 70 años. Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, silicio y ceniza, y oré a Jehová mi Dios, e hice confesión, diciendo". Después tenemos su oración. Entonces, fíjense bien, aún antes de que Ciro y los persas conquistaran a los Medos, aún antes de que Daniel supiera quién era Ciro, un día Daniel estaba leyendo su Biblia. Aquí dice, mire atentamente en los libros. Estaba leyendo los profetas. Estaba leyendo, por lo menos, la profecía de Jeremías. Porque dice que él se dio cuenta de que el exilio iba a durar 70 años. Y Daniel checó su calendario y dice, ya son 70 años, o casi 70 años. Voy a orar. Volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y rego, en ayuno, celicio y ceniza, y oré a Jehová mi Dios, e hice confesión diciendo. Aunque no tengamos tiempo ahora, recomiendo que entre semana ustedes lean el resto del capítulo para esta oración increíble de cómo deberíamos orar con nuestro país. Pero vemos que Dios usó a su pueblo, respecto a los espíritus de ellos que iban a regresar, y también usó a la oración de Daniel para regresar a su pueblo, a su tierra. Yo sé que vimos este tema en la Escuela Dominical hace algunos meses, pero ya que se mencionó otra vez aquí, quiero mencionarlo otra vez. Dios es sobrano, 100%. Lo vemos claramente en esta historia, no hay ninguna duda. Dios había planeado todo, profetizando los años, profetizando el Rey. Nada en esta historia es al azar. Nada en esta historia depende de los deseos o capacidades humanas. Dios es soberano. Aún así, la oración de Daniel era esencial. no era esencial porque Dios necesitaba la ayuda de Daniel. Pues no. Era esencial porque Dios había planeado usar esta oración para cumplir su voluntad de regresar a su pueblo a la tierra. Y para probar esto, vamos a leer otra vez en Jeremías 29. Es muy importante que ustedes vean esto de la Biblia y no solamente de mi boca. Jeremías 29, lo que leímos antes, versículos 10 y 11, la profecía. Jeremías 29, 10 a 11. Porque así dijo Jehová, cuando en Babilonia se cumplen los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver ese lugar. Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis. Es la parte que leímos antes, es la profecía. Dios prometió rescatar su pueblo después de setenta años, sin duda. ¿Estamos de acuerdo? Ninguna duda, la soberanía de Dios, Dios prometió hacer esto. Pero también necesitamos leer el contexto. Los signos reciclos 12 a 14. Entonces me invocaréis y vendréis y oleréis a mí y yo os oiré y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares en donde os arrojé, dice Jehová, y os haré volver al lugar en donde os hice llevar. Dios dijo que iba a hacer la obra, fue su plan, y Dios siempre cumple su palabra. ¿Claro? Pues también dijo que iba a ser invocado, que ellos iban a orar, que iban a hallarle, y después serían rescatados. Y por eso Daniel es un ejemplo muy importante para nosotros. Daniel pudiera haber dicho, yo leo en la Palabra de Dios que Él nos va a restaurar después de 70 años y ya son casi 70 años. Por eso me voy a descansar en la promesa de Dios y darle gracias y esperar ver lo que Él va a hacer. Y esta reacción no hubiera sido mala. Es una reacción natural. Pues Daniel no lo hizo. ¿Por qué? Porque Daniel entendió cómo funciona la oración. En vez de tomar la promesa de Dios como excusa para no hacer nada, en vez de tomar la promesa de Dios como excusa para no orar, Daniel tomó la promesa de Dios como la base de su oración. Y pidió a Dios que cumpliera su palabra. Y Dios lo hizo. Es lo mismo para nosotros hoy en día. Dios es soberano, tiene un plan, siempre va a cumplir su plan. Pero ha escogido usar medios. Ha escogido usar a seres humanos como sus instrumentos para cumplir su soberana voluntad. Y por eso nosotros sí jugamos una parte importante. Es una pregunta que yo hice hace meses y también leí la misma pregunta en un comentario. La pregunta es, ¿Hubiera sucedido la restauración profetizada sin la oración de Daniel? Si nos enfocamos en la soberanía de Dios, tal vez seríamos, por supuesto, lo que Dios dice y hace. Si nos enfocamos en la responsabilidad humana, tal vez seríamos, pues quién sabe, el hombre es responsable. Pero si nos enfocamos en la Biblia, en la lógica bíblica, en el contexto de toda la palabra de Dios, la respuesta tiene que ser que es una pregunta sin respuesta. Porque no podemos dividir las dos cosas. No podemos dividir la soberanía de Dios de los medios que Él ha escogido usar. Entonces, esa pregunta es como preguntar si Dios puede crear una tierra que es demasiado pesada como para que Él pueda levantarla. ¿Qué es la respuesta a esta pregunta? Pues no hay. Tampoco hay respuesta a la pregunta, ¿Hubiere sucedido esta resurrección sin la oración de Daniel? No hay respuesta. ¿Por qué? Porque Dios decidió resurrecer a Su pueblo usando la oración de Daniel. Los medios de Dios son parte de su plan soberano. Muy importante entender eso. Terminando, vamos a pensar en algunas aplicaciones prácticas para nosotros hoy en día. En primer lugar, piensen conmigo. Voy a meter un poquito más de sus cerebros. ¿Están bien? ¿Están despiertos? Piensen conmigo entonces. ¿Por qué 70 años? ¿Dios escogió ese número al azar? ¿Por qué no 80? ¿Por qué no 50? ¿Por qué no 120? ¿Alguna vez has pensado en eso? ¿Por qué 70 años? Pues lo bueno es que no tenemos que adivinar, la Biblia nos dice. Si regresamos a Según de Crónicas 36, que es el capítulo antes de que empiece Esdras. Si regresan a Esdras, y en la página anterior, en la hoja anterior de sus Biblias, Según de Crónicas 36, versículos 20 a 21. Según las crónicas 36, 20 y 21, aquí Dios nos dice por qué Israel estaba en exilio 70 años. En el versículo 20 y 21. Los que escaparon de la espada fueron llevados cautivos a Babilonia y fueron siervos de él y de sus hijos hasta que vino el rey de los persas para que cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías hasta que la tierra hubo gozado de reposo. Porque todo el tiempo de su asolamiento reposó hasta que los setenta años fueron cumplidos. La frase clave aquí es, hasta que la tierra hubo gozado de reposo. ¿Qué significa eso? Pues si ustedes recuerdan, una de las cosas que Dios mandó a su pueblo israelí, cuando ya estaban establecidos en la tierra, fue un reposo de la tierra cada siete años. ¿Se acuerdan de eso? Dice eso un levítico. Cada siete años, es decir, seis años de cultivar la tierra, y el séptimo año, ellos fueron mandados a dejar a la tierra reposar. Es buena agricultura. Pero más, era el mandamiento de Dios. Y Dios prometió proveer para ellos en tal año para que no murieran de hambre. Pero cuando leemos la historia de Israel, aún con esta promesa, desde los días de David, por lo menos, hasta el exilio, Israel no lo hizo. No obedeció este mandamiento. Y ustedes saben cuántos años de reposo debería haber tenido la tierra en los 430 años después de David hasta el exilio, si incluimos que también cada 50 años, en el año de júbilo, también debería reposar la tierra? 70. Cuántos años tardó el exilio? 70 años. Hermanos, Dios nos va a hacer volados. Él mandó a su pueblo guardar este mandamiento, permitir reposo cada siete años, cada cincuenta años. No lo hicieron. Ellos pensaban que sabían mejor que Dios. Seguro dijeron, no podemos, vamos a morir de hambre. Y por eso Dios dio reposo a la tierra a fuerzas. Dios quitó a su pueblo de la tierra para que pudiera reposar esos setenta años que la faltaron. Dices, wow, qué interesante. ¿Verdad? Sí, pero más personalmente, no hemos visto eso también en nuestras propias vidas. ¿En qué manera? La ley de Dios no nos es dada para controlarnos. Es decir, la ley de Dios no es su manera para controlarnos. Dios no nos da ningún mandamiento sin razón. Cada mandamiento refleja su carácter, y cada mandamiento es para protegernos a nosotros. Y por eso, hermanos, cuando no obedecemos en cualquier área de la vida, cuando ignoramos a Dios y su ley, no es solamente que no estamos glorificando a Dios, sino que también estamos lastimándonos a nosotros mismos. Y por eso, a veces, Dios, en su misericordia, y sí es su misericordia, da reposo a la tierra a fuerzas, es decir, quita algo de nosotros para que a fuerzas nos sometemos a su ley. Hermanos, no es por nada que Dios incluyó esta información aquí en cuanto al reposo de la tierra. Recordamos que todo el Antiguo Testamento fue escrito para nuestro bien, para ejemplo, para nosotros. ¿Cómo podemos aplicarse en nuestras vidas? Hay mucha aplicación, pero voy a mencionar nada más dos. Un ejemplo podría ser en cuanto a nuestro dinero. Si robamos a Dios y no le ofrendamos generosamente con corazones alegres, si guardamos lo que tenemos para nosotros en vez de dar sacrificio en mente, a veces, a veces, no siempre, a veces Dios en su misericordia Quita nuestros recursos a fuerzas. Algo inesperado sucede y todo este dinero que hemos robado de Dios ya no es nuestro de todos modos. Fíjense bien, yo no digo que si no damos suficiente a Dios nos va a castigar. No digo eso. Tampoco digo que la bendición depende de cuánto ofrendamos. Tampoco digo eso. Pero Dios nos va a ser golado, hermanos. Y a veces, en su misericordia, da reposo a la tierra a fuerzas. Otra vez, la aplicación más precisa sería aquí en cuanto a nuestro reposo, pues el contexto, el pasaje, ¿no? Dios nos manda santificar un día de cada siete en reposo para Él. Claro, es un deleite, también es un gozo poder descansar de todo. Pero también es el cuarto mandamiento. Si no lo guardamos, si usamos el día para otras cosas, en vez de santificarlo y apartarlo para Dios, a veces, no siempre, pero a veces, Dios en su misericordia nos da reposo a fuerza. Esto no es para decir que cada enfermedad es la disciplina de Dios. No quiero que pensemos eso tampoco. No quiero decir que cada prueba es porque hemos desaparecido con otro mandamiento. Pero Dios no va a ser gulado. Y a veces, en su misericordia, da reposo a la tierra a fuerzas. Hermanos, la palabra de Dios es demasiado aplicable para cada parte de la vida. Según la aplicación, Confiemos mucho más en el decreto eterno de Dios, que confiemos mucho más en el plan de Dios, porque Dios ha planeado todo lo que ha sucedido y va a suceder antes de crear el Universo. Y si eso no nos da confianza, nada lo hará. No siempre entendemos, pero que confiemos mucho más en Él. con una aplicación muy práctica para nosotros en estos días pensamos que Dios ha planeado todo y va a cumplir todo conforme su voluntad usando a veces a incrédulos Dios usó a este rey pagano para cumplir su voluntad entonces ¿por qué tenemos miedo del siguiente sexenio? ¿por qué? ¿por qué tanta queja? ¿por qué tanto miedo? cuando Dios usó a Ciro un rey pagano Dios puede usar cualquier líder, a un líder incrédulo, para cumplir su voluntad. No debemos temer nada en esos siguientes seis años. Y finalmente, aunque podemos ver aquí en esta historia que Dios usó a un rey pagano, Dios usó a un incrédulo para hacer su voluntad y rescatar su pueblo, nosotros tenemos algo mucho mejor. Nosotros no confiamos completamente en un Rey incrédulo, confiamos en Jesucristo. El Dios hombre que Dios usó también para rescatar a su pueblo de la esclavitud y bendecirnos para siempre. Siro nada más hizo un decreto. Cristo vino para sufrir y morir por nosotros. Siro fue movido por Dios para hacer esta obra. Cristo era y es Dios mismo, Dios encarnado, Dios humillado que vino para hacer todo eso por nosotros. Es decir, tenemos un mejor sido. Tenemos un salvador perfecto. No confiamos en el hombre, confiamos en el Señor Jesucristo. Y si estás aquí y no lo has hecho, Si no has confiado en Cristo para rescatarte de la esclavitud de tus pecados, si no reconoces que estás de esclavitud de tus pecados, esta historia debería llevarnos a pensar no solamente en este mundo, sino en el cielo, en lo espiritual. Necesitas a un mejor señor. No necesitas un rey para salvarte, necesitas al rey para salvar tus pecados y darte la vida entera. que Dios salve a cualquier persona aquí que todavía la necesita como su salvador, que nosotros como cristianos tengamos mucha más confianza y deseo de servir a nuestro Dios soberano en todas las áreas de nuestras vidas. Vamos a orar. Nuestro Padre eterno y amoroso, Damos gracias por cada palabra en la Biblia, por cada capítulo y versículo en Tu Palabra. Damos gracias que no estamos aquí para estudiar historia de hace miles de años que no se aplica. Damos gracias por cada principio que se aplica a nosotros y nuestras vidas hoy en día. Y te pedimos Señor que nos ayudes a aplicar esas verdades de nuestras vidas, a confiar mucho más en Ti porque Tú has planeado todo. No hay nada fuera de control. Danos más confianza Señor. Danos más fe en lo que has hecho, en lo que haces, en lo que seguirás haciendo. Te pedimos Señor que aprendamos que no vas a ser burlado. Que tu ley nos es dada por una razón específica. Ayúdanos a no ignorarla, sino a entender que es para nuestro bien. Te pedimos por cualquier persona aquí que todavía está en esclavitud a sus pecados, que hoy tú puedes brillar la luz del Evangelio a su corazón para que entienda que hay salvación en ti y solamente en ti. Que él o ella no puede en sí mismo, pero tú puedes salvar a cualquiera. Te pedimos Señor que apliques esta palabra en nuestras vidas hoy y toda esta semana para que seamos transformados por tu palabra inspirada. Te pedimos en el nombre de Cristo. Amén.
Ciro, un instrumento de Dios
Series Estudio de Esdras
Podemos confiar en los planes de Dios porque son eternos, y porque usa a nosotros, y aun a los incrédulos, para cumplir Su voluntad.
Sermon ID | 722182018523 |
Duration | 49:48 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Ezra 1 |
Language | Spanish |
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