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Les confieso que la vez pasada como que no me hallaba. Yo estoy impuesto a ir verso por verso y la vez pasada que hicimos algo tópico, andaba todo reburujado. O sea, mi mente no está impuesta a pensar por todos lados. Tengo que solamente enfocarme en lo que está enfrente de mí. Pero ¿sabe qué? Hoy también vamos a mirar Ya ve que le prometí que vamos a mirar acerca de la libertad cristiana que hemos estado mirando esto aquí en Romanos 14 ya por bastante tiempo. Y hoy es a. Hoy va a ser la última vez que vamos a tratar de aplicarlo sin mirar el texto, así por decirlo así, sin hacer una exposición de él. Y hoy vamos a hablar acerca solamente de la aplicación de qué es la libertad cristiana y me gustaría compartir con ustedes varios puntos de cómo nosotros debemos ser sabios en esto que hemos estado mirando. Vamos al Señor en oración. Para que el bendiga este tiempo juntos y abra conmigo mientras que oramos su Biblia Romanos 14. Vamos al Señor en oración. Padre, te amamos. Gracias, Señor, por tu palabra y pedimos, Señor, que tú nos ayudes, Señor, que tú nos hagas ver, Señor, que tú nos des, Señor, sabiduría de lo alto, Señor, para poder vivir, para poder aplicar todo esto, Señor, a nuestras vidas. Ayúdanos, Señor, a saber, a ser sabios, a mirar, Señor, tantas circunstancias que hay en la vida y ayúdanos, Señor, a vivir como tú nos pides, Señor. Queremos ser luz, queremos ser sal, ayúdanos Señor a poder Señor nosotros aplicar bíblicamente lo que es esto de la libertad cristiana, ayúdanos Señor, te pedimos Señor en esta tarde, en nombre de tu Hijo lo pedimos, amén. Romanos 14 vamos a leer solamente los versículos 5 y 6 y mire lo que la palabra de Dios dice Uno juzga que un día es superior a otro, el otro juzga igual es todos los días, cada cual esté plenamente convencido según su propio sentir. El que guarda cierto día, para el Señor lo guarda. El que come, para el Señor come, pues da gracias a Dios. Y el que no come, para el Señor se abstiene y da gracias también a Dios. Desde ahorita les digo, ¿ok? Es arriesgado dar ejemplos de la vida diaria en cuanto a la libertad cristiana. O sea, porque imagínense qué ejemplos podemos sacar sin ser controversiales en un aspecto o sin ser ofensivos en otro aspecto. O sea, la vida no es Así que digamos, no, pues nunca nos va a pasar algo donde no sabemos qué hacer, donde siempre vamos a estar bien preparados para todo lo que se nos afronte. La vida no es así. Necesitamos nosotros tener sabiduría. Y o sea, pues imagínense qué ejemplos podemos dar aquí sin ofender a nadie. Entonces yo ahorita le digo, si yo doy un ejemplo que le ofende, No lo estoy haciendo con mala manera, no estoy tratando de atacar a nadie personalmente. Solamente vamos a mirar varios ejemplos de cómo es esto de la libertad cristiana. Ahora me gustaría empezar con una ilustración para que usted mire más o menos qué complicado se puede poner el aplicar la libertad cristiana. Por ejemplo, mire, se cuenta de una mujer, una hermana, muy buena hermana. Vamos a ponerle la hermana Zutana, porque pues ya ve el la hermana Zutana para no ofender a nadie. Nadie se llama Zutana, ¿verdad? La hermana Sutana es una excelente mujer de Dios. La hermana Sutana siempre usa vestido. Ella siempre mira que usar el vestido es una manera de cómo la mujer se mira muy elegante y muy femenina. Ella usa vestido cada domingo y casi siempre, porque para ella esa es su convicción, de que las damas se miran más piadosas y honran más a Dios con vestido. Pues, durante el transcurso del tiempo, esta hermana Sutana mira que hay muchas adolescentes pequeñas en la iglesia y ella lo que ella quiere es de que le nace en su corazón enseñarle a las niñas, a las adolescentes en la iglesia y enseñarles acerca de ética y de modales bíblicos. Y la hermana pues empieza a comenzar a enseñarle a estas niñas y mostrarles la necesidad de modestia y de coro. Ahora eso lo encontramos en la escritura y que cada quien tiene que vestirse con modestia, con decoro, como lo que Dios pide de sus hijos. Y ella les empieza a decir a las niñas, ¿sabes qué? La escritura dice que a la mujer se le prohíbe vestirse con vestidura de hombre. Y ella dice, miren, Deuteronomio 22.5 dice, La mujer no vestirá ropa de hombre, ni el hombre se pondrá ropa de mujer. Porque cualquiera que hace esto es abominación al Señor tu Dios. Por lo cual, la hermana Sutana le dice a las niñas, ¿saben qué, niñas? Usar falda a la iglesia los domingos es algo bueno. Y se termina la clase. Pues la hermana Sutana pasa una semana, llegan otra vez las adolescentes a la iglesia y ella mira que muchas de las niñas no están usando falda. Y ella pues les dice, otra vez en la clasecita que ella empezó a hacer, ella les dice, ¿sabes qué? Si realmente ustedes aman a Cristo, ¿Y ustedes realmente son salvas, niñas? ¿Y ustedes quieren agradar al Señor como una mujer cristiana desea agradar a Dios? Es con una falda solamente. De pronto una jovencita ahí del grupo le deja saber a la hermana, ¿sabe qué, hermana? Pues a mí no me gustan las faldas, me siento incómoda. Pero esta hermana, la hermana Sutana, Ya media molesta, les dejas a ver a las niñas. Mujeres cristianas no visten pantalón. Verdaderas mujeres cristianas visten solamente faldas. Pues esa es la ilustración, ahora hay que mirarla, hay que examinarla. Tendríamos que decir primeramente que si la hermana, su opinión y su convicción es de vestir falda, esa es su convicción y está en todo su derecho usar falda todos los días, mientras que ella usa falda y ella lo está haciendo con una convicción personal de que así es como se viste la mujer hoy en estos días, nadie debería decirle a la hermana, hermana sabes que también puedes usar pantalón. O sea, es una convicción que ella tiene y es bueno que ella la tenga. Pero si alguien ya se levanta y le dice, no, pues yo voy a convertir a la hermana y le voy a enseñar que no es solamente falda. La Biblia no habla de faldas. Pues ahí ya alguien está sobrepasando barreras que Pablo aquí nos está mostrando. Si alguien tiene una convicción y lo hace para Dios, está bien, está muy bien. Ella está completamente convencida y ella piensa y ella sabe, o sea, ella sabe que esto le agrada a Dios y ¿sabes qué? Si alguien tratara de convencerla a otra cosa, esa persona está pecando contra ella porque es su convicción. Entonces deberíamos de dejarla en paz en ese aspecto. Ahora, tercero, en el momento en que ella le dice a las adolescentes, la Biblia dice la mujer no vestirá ropa de hombre, por lo cual usen faldas todos los domingos cuando vengan a la iglesia. Ella no tanto está dando una preferencia, ella está sobrepasando lo que dice Romanos 14 y ella está imponiendo sobre otras mujeres, otras niñas, preferencias y convicciones personales. Ahora Pablo, aquí en Romanos 14, Pablo no nos está diciendo, ¿saben qué? Empiecen a convertirse ustedes, los fuertes y los débiles, los fuertes agárrense a los débiles y los débiles agárrense a los fuertes. Pablo no hace eso. Pablo dice cada quien esté plenamente convencido en estas cosas que no son pecado. No estamos hablando de cosas malas. Cada quien esté plenamente convencido en estas cosas. Pero ya si la hermana le está diciendo a las jovencitas que si realmente eres ¿Quieres agradar a Dios? ¿Te vas a usar una falda? Ella ya está sobrepasando ciertas barreras que la escritura no habla de ellas. Ahora cuarto, cuando ella le dice a las niñas, mujeres cristianas no visten pantalón. Verdaderas mujeres cristianas solamente visten falda. Ella ya ha llegado a un punto en donde ella está torciendo el evangelio de la gracia, poniendo el evangelio en riesgo. El evangelio mismo está siendo puesto en riesgo porque sus opiniones y sus preferencias las está poniendo, implantando en algo de vida o muerte. Si no te vistes así, no eres cristiana. ¿Acaso la vestimenta no es un asunto de indiferencia? Hay ciertos principios. Modestia, sí. Tenemos que no andar siendo piedra de tropiezo para los hombres o para las mujeres, sí. Pero la Biblia no es específicamente atada a algo cultural. Es mucho más allá que lo cultural. Romanos 14 no nos dice cómo nosotros debemos de hacer los días, cómo debemos de comer nuestra comida, cómo debemos de beber nuestra bebida. Son cosas de indiferencia donde no son ni en sí buenas ni en sí malas, pero ya cuando esta hermana está diciendo, si tú no usas falda, tú no eres cristiana, ella ya está llegando a un grado ya donde ya, ¿qué es la diferencia entre que la hermana diga, una cristiana usa solamente falda y no usa pantalón, a los que estaban diciendo en Hechos 15, 1 que dice, si no circuncidais conforme al rito de Moisés, no podrás ser salvos. ¿Cuál es la diferencia entre esas dos, en estos dos ejemplos? Pues es lo mismo. Ellos están agregándole al Evangelio algo que no está ahí. Cuando ella comienza a ser el asunto definitivo que si eres salva o no, ella está negando la esencia del Evangelio. Cuando tú dices el ser salvo es esto, esto y lo otro y nada de eso que tú dijiste esto, esto y lo otro está en la escritura. Tú estás duplicando el error de los judaizantes. Estás negando la suficiencia de Cristo, la obra de Cristo en la cruz. Le estás agregando al evangelio algo que no está ahí. Entonces, prácticamente, ¿Cómo aplicamos a miles de circunstancias, miles de aplicaciones de la vida diaria, cómo aplicamos la libertad cristiana? Pues me gustaría compartirles 10 puntos de aplicación. Vamos a mirarlos, ¿ok? Primero, y esto es lo que mucha gente se le olvida, Primero, estoy manteniendo el Evangelio primordial y central en mi vista a mi libertad. Primero es el Evangelio. O sea, estoy manteniendo el Evangelio primordial y central. O sea, para el cristiano el Evangelio no es algo periférico. Es algo central a la vida diaria. Entonces necesitamos empezar con esto. Necesitamos mirar y considerar en miles de aplicaciones, porque tú vas a tener miles de circunstancias y aplicaciones que no van a estar en la Escritura. ¿Cómo le vas a hacer tú? Pues tú necesitas, cuando se te apronte algo en tu vida normal, en tu vida cotidiana, en la vida secular que tú vives aquí fuera de la iglesia, Tienes que considerar los principios que miramos la semana pasada antes de participar o cuando te abstienes de ciertas cosas, el evangelio tiene que ser central. Hago lo que hago, participo en lo que participo, me abstengo de lo que me abstengo. Porque lo tengo. Cristo Jesús, lo puedo hacer en Cristo Jesús, me abstengo en Cristo Jesús, reconociendo de que Él me redimió a mí, Él también compró esa libertad y libremente Dios me la dio a mí para libremente servirle a Él. Tiene que empezar con el Evangelio, hay cristianos que ellos Hacen el Evangelio a un lado y dicen, no, pues estas son las cosas que no se pueden hacer. Primero es central el Evangelio de Cristo. Entonces, cada vez que tú tengas algo enfrente de ti, tú tienes que decir, ok, cómo yo miro esto, cómo yo hago esto para mantener, siempre mantener en foque el Evangelio de Cristo. Dos, será esto una área legítima de libertad cristiana? Ahora yo le yo les digo esto. Recuerde, Hemos estado hablando de estas cosas, donde la Escritura no menciona algo, no condena algo o no aprueba de algo explícitamente o implícitamente, Pero hay cristianos que se inventan un montón de cosas para facilitar su vida y lo miran como una libertad cristiana. Entonces tenemos que ser sabios. No todo puede ser libertad cristiana. Por ejemplo, miren nomás la influencia que nuestra cultura ha tenido sobre nosotros. Y hablo de nuestra raza, de nuestra gente, hispanos aquí en los Estados Unidos. Miren nomás. ¿Cuántos hispanos, creyentes, no mienten en sus impuestos? O sea, digo, no mienten porque ustedes saben cómo es la gente. O sea, nuestra cultura ya, no, todo mundo miente. O déjame le pregunto otra cosa. ¿Cuántos prefieren vivir practicando fornicación o adulterio y unión libre con el fin de recibir más ayudas del gobierno? ¿Cuántos? Yo diría la gran cantidad. Yo he escuchado hasta pastores que en lugar de vivir del evangelio, viven del gobierno usando a través de sus hijos. Oh sí, muy santos exteriormente, pero están siendo deshonestos, estafadores y mentirosos. Los pastores deben de vivir del evangelio. Si no, pónganse a trabajar, pero no deben de vivir del gobierno. O sea, yo sé, le cae a todo el mundo. Estamos como una vez se cuenta una historia de un viejito de allá del viejo sur, allá por el este, allá de los Estados Unidos, y que llega un evangelista a su iglesia y este viejito lo conocía en todo el mundo porque masticaba tabaco. y siempre llegaba atrás y se sentaba atrás y llega un nuevo evangelista y empezó a predicar bien fuertemente bien ferozmente el evangelio y empieza a decir este evangelista arrepiéntanse y lo dice y todos los chismosos si no se arrepienten se van a ir al infierno y este viejito que se levantaba y decía amén y empezaba a aplaudir y pues se emocionaba más el evangelista no pues tengo tribuna decía y todas las prostitutas se van a ir al infierno si no se arrepienten y se levantaba este viejito amén y aplaudía y todos los borrachos si no se arrepienten y creen en Cristo se van a ir al infierno y se levantaba el viejito otra vez y decía amén y todos los adúlteros y pues se emocionaba más el evangelista pues el viejito le está dando mucho ánimo y se le atreve a decir y todos aquellos que mascan tabaco también se van a ir al infierno si no se arrepienten y que está a punto de levantarse el viejito y dice Ah no, éste ya dejó de predicar y ya empezó a entrometerse y que se queda bien sentadito ya. O sea, en la libertad cristiana siempre nos gusta, oh no, es que hay al hermano. Esa predicación es para el hermano, eso es para el hermano, pero cuando nos cae a nosotros, ahí decimos, ah no, éste alguien le tuvo que decir al pastor algo que yo andaba haciendo por ahí. No, o sea, cuando te cae, te cae. Entonces necesitamos nosotros decir OK, lo que yo en lo que yo participo realmente es una libertad que tengo en Cristo o yo la estoy usando para cubrir un pecado que yo quiero, que yo quiero cometer. O sea, estoy confundiendo la área de la libertad cristiana para justificar mi pecado. Necesitamos pensar eso. Como por ejemplo, una mujer cristiana, no tiene marido, tiene varios hijos, pide ayudas por sus hijos. Ok. Hay muchas, hay muchas mujeres así. Pero esta hermana encuentra un buen hombre, se casa, llega el tiempo de volver a llenar los documentos de ayuda. Tendrá esta mujer la libertad cristiana para ser deshonesta En que ella ya no necesita esas ayudas porque ya tiene un esposo y una familia que ya tiene suficiente para vivir. ¿Tendrá esa hermana la libertad cristiana para ser deshonesta en su papeleo? Porque, mire, si ella dice la verdad, ¿sabe qué le pasa a las ayudas? Se las quitan. ¿Acaso no se les pondrá difícil financieramente nuestro nuevo matrimonio? ¿Tendrá ella la libertad cristiana de echarse una mentirita blanca por el bien de la familia? ¿Tendrá ella la libertad cristiana para hacer eso y decir, no, pues voy a ejercer mi libertad cristiana y voy a falsificar algo que no es cierto ya de mí? Ahora la Biblia no dice nada acerca de cómo tú debes de llenar papeleo, documentos de gobierno. Entonces, ¿tendrá esta hermana la libertad cristiana para falsificar su estado civil ahora? Ahora, ahí le va otra. ¿Qué si su conciencia no la molesta? ¿Tiene ella la libertad cristiana y decir, es que no me molesta mi conciencia? Pues, ¿sabes qué? Mires la Biblia y tú dices, o sea, No tienes libertad cristiana para andar mintiendo. No tienes libertad cristiana para andar dando falso testimonio. No tienes libertad cristiana para andar defraudando al gobierno. No tienes libertad cristiana en eso porque eso es claro en la Escritura. En eso es claro. Pero en otras cosas donde no son tan claras, pues claro, no es tanto. La Biblia no habla de cómo llenar papeles, pero preceptos y estatutos que están ahí en la escritura que Dios no le gusta en los mentirosos y los mentirosos no heredarán el reino de los cielos. Pues claro que ahí no hay libertad para hacer tal cosas. O por ejemplo, puede un cristiano tener la libertad en Cristo? Y lo pongo, libertad así en Cristo, entre comillas, para atender una supuesta boda de homosexuales. ¿Por qué no? Pues porque, o sea, la Biblia es muy clara de cómo Dios mira el matrimonio y cómo Dios mira el homosexualismo. O sea, no podemos inventarnos libertad cristiana para tapar pecados. Cuando la Biblia es muy clara, en ciertos aspectos la Biblia es muy clara. No darás falso testimonio. No puedes ser estafador. Tú tienes que ser honesto. Tú tienes que tener integridad. Tú tienes que llamar a lo malo, malo y a lo bueno, bueno. O sea, hay cosas en la escritura donde realmente te hablan y no puedes andar diciendo pues que la escritura no dice nada acerca de ir a una una boda homosexual. Hay ordenanzas que deben de anular nuestra conciencia, aun si nuestra conciencia está mal, aun si nuestros pensamientos están mal. Lo que gobierna es la palabra de Dios. Entonces, no podemos usar esa frase, libertad cristiana, para blanquear pecados que nosotros queremos cometer y que muchas veces nos convienen. Mire lo que dice 1 Pedro 2, 16. Andad, andad como libres, pero no uséis la libertad como pretexto para maldad. O sea, más claro no lo puede poner Pedro. Andad como libres. Sí, anden como libres. Pedro no está diciendo, hey, tienen que andar así de esta manera. Sí, anden como libres, pero no usen libertad que ya tienen en Cristo como un pretexto para maldad. sino empleadla como siervos de Dios. La libertad cristiana no es para auto engañarte en el pecado. Primera de Corintios 6, 9 dice así. O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios. No os dejéis engañar ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los ábaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. Hay una lista clara. Esto no hay libertad cristiana para tales cosas como estas. Galatas 5.19. No hay libertad cristiana para tales cosas como dice ahí en Galatas 5.19. Ahora bien, las obras de la carne son evidentes, las cuales son inmoralidad, impureza, sensualidad, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos. Tú no tienes la libertad cristiana para andarte peleándote con medio mundo y poniendo en mal a todo mundo. Eso no es libertad cristiana. No es un don tampoco. Hay hermanas que tienen el don para dividir iglesias. Eso no es libertad cristiana. celos, enojos, rivalidades, descensiones, sectarismos, envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes. O sea, nosotros sabemos que es malo. No podemos nosotros decir no. Pues es que es mi libertad cristiana, hermana. Es mi libertad cristiana para yo andar de pecador. No estamos hablando de cosas que comida, bebida, días, O sea, cosas donde en sí no son buenas y no son malas, pero en cosas como estas, Pablo dice, contra tales os advierto, ya como los he dicho antes, que los que practican, no puedes practicar estas cosas como una libertad cristiana, porque los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. O sea, hay cosas claras y prohibidas, pero también hay cosas no muy claras y no completamente prohibidas, como por ejemplo, ¿dice la Biblia que un cristiano no puede ir al cine? Pues no. Ahora, ¿qué clase de película quieres ir a mirar al cine? También ahí necesitas preguntarte eso. ¿Qué clase de película? Ya uno hasta las caricaturas ya uno ya les tiene que tener cuidado. Antes en las caricaturas yo decía, oh, Pixar, que las miren mis hijos. Ahora digo Pixar y digo, no, prefiero mirar otra cosa. O sea, en unas cosas la escritura no es muy clara, pero en otras cosas la escritura es muy clara y no puedes decir, oh, no, es que yo tengo la libertad cristiana para yo andar en orgías, hermano. Es mi libertad cristiana. No, está claro que es más claro que la escritura. Cuando la escritura es clara, es clara. Como por ejemplo, ahora mucha gente dice, no, pues eso no es muy claro, hermano. Como por ejemplo, una vez yo le pregunté a una persona. ¿Qué es más claro en la escritura? De que una mujer no puede usar pantalón o que una mujer no puede ser pastora. ¿Sabe qué me dijo? Nada. ¿Sabe por qué? Porque la Escritura es muy clara en lo que se refiere a una mujer ejerciendo el pastorado, a una mujer usando pantalón, porque sabe que en aquel entonces nadie no usaba pantalón. Y esta persona que me estaba echando, yo le dije, ok, tú dices que la Biblia no es clara, pues dime qué es más claro, que no puede ser pastora o que no puede usar pantalón. ¿Y sabe qué dijo? Pues no contestó a nada. ¿Por qué? ¿Por qué sabes? Hay cosas que son claras en la Escritura y hay cosas que no son muy claras. Entonces, esta nos lleva a la tercera pregunta. ¿Qué es la máxima autoridad? ¿La Palabra de Dios o tu conciencia? Porque Pablo mucho deja esto de la libertad cristiana a la conciencia. Pero también vamos a suponer que usted cae en un pecado horrible, como adulterio. y yo y el hermano Frank vamos y hablamos con usted y usted le decimos hermano arrepiéntase de su pecado arrepiéntase usted hizo mal arrepiéntese hay perdón en Cristo la sangre de Cristo te perdona si tú te arrepientes de ese pecado que cometiste las consecuencias van a venir pero hermano arrepiéntete te queremos recibir otra vez y tú nos volteas y nos dices pero es que es que no me siento mal ¿Mi conciencia está tranquila? Pues yo te diría. Pues a veces la conciencia cuando no tiene culpa es una indicación, es una indicación que la conciencia está mal. La conciencia en veces la puedes suprimir, en veces la conciencia uno de tanto que la conciencia te dice eso es pecado y tú lo practicas y tú lo practicas y tú lo practicas, tú puedes apagar esa conciencia, esa brújula moral, tú la puedes, por decirlo así, a desmagnetizar, que ya no empieza a apuntar al norte verdadero. De tanto que tú la callas y la callas y la callas. Pues alguien puede tener una conciencia equivocada, pero eso no quiere decir que puede hacer lo que la conciencia no le dicta que es malo. No, lo que está encima de la conciencia de cada uno de nosotros es la palabra de Dios. es la palabra de Dios. La palabra de Dios nunca cambia, la palabra de Dios es eterna, la palabra de Dios es para instruirnos, para corregirnos. Para guiarnos en justicia. Para eso es. Tú puedes dañar tu conciencia de tal manera en que no te apunte la verdadera, que no te muestre verdadero pecado, porque ya la has callado y callado y ya tu conciencia ya no te dice nada. Pues, ¿sabes qué? Si la palabra de Dios te lo dice, tú tienes que hacerle caso a la palabra de Dios. Entonces, en ciertas áreas, quizás tu conciencia no te diga nada, pero si la Escritura te está hablando, Hazle caso a la escritura. Tu conciencia tiene que ser moldeada a la escritura. Aquí es donde encontramos la verdad de Dios. Nuestra conciencia y más cuando nuestra cultura afecta tanto la manera como pensamos y no nos renovamos en nuestra mente, nuestra mente nos puede engañar. Entonces, qué es lo que está encima de la conciencia? La palabra de Dios es lo que tiene autoridad. no nuestra conciencia, aunque Pablo sí dice que en ciertas cosas nos tiene que guiar la conciencia, pero si la conciencia ya está practicando pecado y tolerando pecado, entonces la conciencia puede estar mal. Cuarto, ¿me condena mi conciencia? Cuando disfruto de tal libertad. Mira lo que dice Pablo en Romanos 14, empezando en el 14 y nos brincamos hasta el 22. Yo sé y estoy convencido en el Señor Jesús de que nada es inmundo en sí mismo, pero para aquel que estima que algo es inmundo, para él lo es, el 22. La fe que tú tienes, tenla conforme a tu propia convicción delante de Dios. Dichoso el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba, pero el que duda, si come, se condena, ¿por qué no lo hace por fe? Y todo lo que no procede de fe es pecado. O sea, en una situación incómoda, en lo que tú no tienes tiempo para estudiar, para realmente pensar, reflexionar, si esto es malo o si es bueno, y esa situación se te apronta, tú obedece tu conciencia. Nunca debes de actuar tú en contra de tu conciencia. Ahora, si tu conciencia ya te dice que no te indica que algo realmente ya es pecado y ya no es libertad cristiana. Ahí es donde tu conciencia está mal. Es la palabra de Dios la que debe de moldear tu conciencia. Pero cuando tú estás en algo y no sabes si es bueno o malo, tú sigue tu conciencia. Es lo que Pablo nos dice. Si hay cosas en las que tú tienes culpa, remordimiento, Pues entonces no las hagas, arrepiéntete y no las hagas. Ahora también tenemos que diferenciar entre culpa y remordimiento porque Me acuerdo una vez a un señor ahí en el trabajo, cómo le gustaba apostar conmigo. Y le aposté yo una vez y me ganó, y siempre me echaba mucha carrilla, y siempre, y era siempre de deporte, y siempre perdía yo. Y que no, que te vas a pichar la comida, y que la comida, y yo decía, este, le voy a seguir hasta que él me la, hasta que él me la pague a mí, porque, y nunca le pude ganar. Pues sabe que una vez, Era un viernes y me dijo, no, pues debes la comida, perdió tu equipo favorito, Los Broncos. Y yo, bueno, pues ¿dónde quiero ir a comer? No, pues vamos aquí a una nueva taquería que pusieron aquí. Bueno, pues vamos. Pusieron tortas cubanas. ¿Usted ha tratado una torta cubana? Tiene un montón de carnes, tiene un montón de cosas. Y este señor la pidió. Y pues yo también me pidí una torta cubana y era un viernes. Y pues yo agarré mi torta y me la empecé a comer. Y él también empezó a comerse la torta y luego después le hace. Y luego yo dije ¿Qué le pasó? Le hace. Es viernes. ¿Qué tiene? Le hace. No puedo comer carne en viernes. Y yo dije, pues ahora ya se la come. Él estaba ya obrando, reaccionando a una superstición. La Biblia no dice nada de que alguien no puede comer carne en los viernes. Es algo que es tradicional. Él ya le había dado y la hace. Es viernes. Y pues yo me quedé. Pues ni modo, chiquito. Esa torta costó como 15 dólares de tanto que le echaron. Pero o sea, una cosa es culpa, verdadera culpa, y otra cosa es remordimiento por una superstición con la que crecimos. Tenemos que hacer esa diferencia. Y sí, claro, convicciones y perspectivas pueden cambiar con el transcurso de los años. Pueden cambiar también en ambas direcciones, como por ejemplo, si yo pienso que algo es malo para mí ahorita y yo no puedo practicar de él en buena conciencia, Como por ejemplo, en las redes sociales para mí, yo no puedo practicar de tal cosa, yo no puedo, pero puede llegar el tiempo donde Dios sobre mí, en mí y me quita esa culpa de entrar a redes sociales y estar exponiendo todos mis pensamientos y todas mis opiniones y todas mis fotos al Internet que nunca se va a borrar. Si Dios algún día me quita eso, eso puede cambiar. Pueden cambiar las convicciones, pueden cambiar las perspectivas. Puede pasar de que alguien no puede hacer algo por un tiempo y puede cambiar porque ha llegado una madurez o Dios le ha quitado ciertas cosas y puede ir viceversa. Pero necesitamos nosotros mirar de que cuando tú tienes culpa, cuando tú haces algo, no lo hagas. Porque tu conciencia te está dirigiendo a que no practiques de tal cosa. Ahora 5. ¿Podrá esta libertad esclavizarme? Esto es algo que tenemos que tener mucho cuidado. ¿Puede esta libertad esclavizarme si no tengo cuidado? Primero de Corintios 6.12, mire lo que Pablo le dice ahí a los corintios. Todas las cosas me son lícitas. Todas. Pero no todas las cosas son de provecho. Todas las cosas me son ilícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna, ninguna. Los alimentos son para el estómago y el estómago para los alimentos, pero Dios destruirá a los dos. Sin embargo, el cuerpo no es para fornicación. Ahí Pablo distingue comida, bebida. Sí, pues Dios va a destruir eso, pero el cuerpo no es para fornicación, sino para el Señor y el Señor para el cuerpo. La libertad cristiana no es para que las cosas nos esclavicen. Cosas. Cualquier cosa. Tú no puedes tener a Cristo como Señor y otra cosa, una cosa, enseñorearte sobre ti a la misma vez. No puedes tener ambos. No puedes estar enseñorado por cualquier cosa y tener a Jesús como Señor. Yo conozco cristianos y ahí les va. Si ofendo a alguien, no estoy tratando de ofender. Yo conozco cristianos que están esclavizados con azúcar. No pueden estar tranquilos si no comen algo que tenga azúcar. Yo conozco a cristianos que están esclavizados por el café. Si no toman su taza de café, empiezan a temblar. Y yo digo, óyeme, pues, oh, pero en otras cosas, ah, no, pero si no me tomo mi café, hermano, sí, necesito una taza de café, necesito una taza de café. Y bien cargado, bien cargado. O también, o sea, no debemos de dejar que las cosas nos esclavicen. Hay gente esclavizada por las redes sociales. Ya la gente no puede ni ir al baño sin el teléfono. Hay gente, hay cristianos que hasta ayunan del Facebook, ayunan del TikTok. Ellos mismos implementan el ayuno porque saben de que tienen el aparatito este de la manzanita o del robotito, el Android, tienen completamente control de sus vidas. Hay gente que si no anda comprando en Amazon algo cada día no está en paz. Tienen que estar buscando y buscando y comprando y comprando porque no pueden vivir. sin estar esclavizados, estar gastando dinero. Hay cristianos que dejan que el alcohol los domine, los domine completamente. Hay cristianos que dejan que hasta medicamentos los dominen. Hay hermanos que se hacen adictos a sustancias médicas y dicen, ay me la recetó el doctor, pero ya están dominados, no pueden ni dormir, no pueden estar porque según tienen ansiedad, tienen según depresión y se inventan ya un montón de cosas solamente para poder alcanzar unas pastillitas. Nada debe dominarnos, nada. Pablo dice, sí, todo me conviene, pero no todo es de provecho. Todo me conviene, todo me es lícito. Puedo hacer todo, pero no me dejaré dominar por nada. Puede haber muchas cosas que caen dentro de esta categoría de libertad cristiana. Y si tú no tienes cuidado, cualquier cosa puede esclavizarte. Cualquier cosa puede destruirte. Cualquier cosa puede adiccionarte. No debes dejar absolutamente que nada gobierne sobre tu vida aparte de Cristo Jesús. Gálatas 5.13 dice lo siguiente. Porque vosotros hermanos a libertad fuisteis llamados solo que no uséis la libertad como pretexto para la carne, si nos servíos por amor los unos a los otros. ¿Qué dice Romanos 13, 13 al 14? Andemos decentemente como de día, no en orgías y borracheras, no en promoscuidad sexual y lujurias, no en pleitos y envidias, Antes bien, vestíos del Señor Jesucristo y no penséis en promover para las lujurias de la carne. Tenemos que ser sabios y tenemos que reconocer que nuestras tendencias, nuestras flaquezas, por ejemplo, pueden tomar control. Por ejemplo, yo tengo, usted ya les he dicho varias veces, yo tengo dos flaquezas. Una es las redes sociales. Yo sé que si yo entro a las redes sociales, me voy a manchar de un montón de cosas. Conozco mi personalidad, conozco de que eso sería algo malo para mí. ¿Sabe otra cosa? Cuando, antes de que Dios me salvara, yo era adicto al tabaco. ¿Sabe que hasta el día de hoy yo batallo con el tabaco? Y no he probado tabaco en 15 años. Yo no puedo entrar a una gasolinera y voltear y quedarme bebiendo el tabaco, ¿sabe por qué? Porque se me hace agua la boca. Se me hace agua. ¿Y sabe qué? No es de que una hojita secada, molida, sea mala en ella misma. Malo es de que esa hojita secada, molida, me domina completamente. Para mí eso le tengo terror. Yo entro a una gasolinera y no volteo a mirar. ¿Por qué? Porque yo sé, esa cosita tiene el poder de completamente dominarme. Y Pablo nos enseña aquí en Primera de Corintios, no me voy a dejar esclavizar por nada. Eso tiene para mí. Quizás tú mires eso y para ti no tenga ningún, nada. Para mí es el diablo mismo. Es el diablo. Es el tabaquito que te metes en la boca. No tiene nada de malo en sí. Es una hoja. Pero para mí tiene la potencial de completamente arruinarme. 6. ¿Será necesario participar en lo que eres libre de participar en Cristo solo para demostrar de que eres fuerte? O sea, ¿será necesario de que andemos diciendo, oh no, pues yo sí puedo participar? solo para demostrar de que eres fuerte? Sabes que la respuesta es no. No es necesario que un creyente que es fuerte y que entiende su libertad en Cristo Jesús ejerza tal libertad solamente para comprobar de que es fuerte. Es más, yo creo que se demuestra más madurez y más fuerza espiritual si no la ejerce. Una cosa es poseer la libertad y otra cosa es controlar la libertad. La tienes en Cristo. ¿Puedes controlarla? ¿Puedes controlarla? Mucha gente no participa de muchas cosas para no hacer ser piedra de tropiezo a alguien débil. La cuestión no es si andamos ejerciendo la libertad que tenemos. La cuestión es poseerla y entenderla y controlarla. Eso es lo que importa. Cuando uno se abstiene de la libertad que tiene en Cristo, puede ser para hacer buen ejemplo a un bebé en la fe. No necesita practicar para mostrar que es fuerte. O sea, Puede ser de que un creyente fuerte se abstiene porque simplemente no le gusta tal cosa y está bien, prefiere no participar. O es fuerte, pero no quiere causar ofensa a creyentes débiles. Entonces, no concluyamos de que para demostrar de que somos fuertes tenemos que andar luciendo a todo mundo nuestras libertades. Hay cristianos que les gusta lucir. Eso está mal. Cuando un cristiano le gusta lucir su libertad, ahí ya estamos mal. Una cosa es tú tener la libertad en Cristo y tú practicar como tú piensas que es para la gloria de Dios. Otra cosa muy diferente es andar luciendo. Yo estoy en contra de hermanos que se lucen en su libertad y más en las redes sociales y están equivocados cuando ellos lo hacen. Donald Carther dice esto. Debe entenderse que nuestra libertad es ante Dios. Ya sea que lo ejercitamos o no, eso es otro asunto. Puedo sentir en mi corazón que soy libre de hacer muchas cosas que nunca haría, pero porque no necesito hacer tales cosas para probar que soy fuerte. Prefiero no hacer esas cosas para demostrar mi amor por los débiles. Mi libertad es vertical. La libertad que disfruto en mi corazón ante mi Señor y es de mi corazón ante mi Señor. Y sé que tengo esa libertad, pero el ejercicio de esa libertad Es horizontal, es entre una persona y otra. Y esto está limitado por el amor. Siete, glorifica a Dios y me conviene o es dañino y me hace daño. Ah, lo dicen en 1 Corintios 10. Entonces, ya sea que comáis o bebáis o que hagáis cualquier otra cosa, cualquier cosa, Hacedlo todo para la gloria de Dios. Pues yo le diría que todo lo que hacemos durante el día realmente no pensamos tanto en la gloria de Dios en cada parte de lo que hacemos durante el día, pero siempre debe ser la gloria de Dios nuestro motivo en todas las cosas, aunque no lo podemos hacer en todo. En veces se nos olvida, en veces vivimos normal y en veces no pensamos en cosas así. Ahora, con esto también tenemos que tener cuidado porque esto lo se puede usar hipócritamente y el hermano débil lo puede agarrar con un martillo y usar este y darle al hermano fuerte en la cabeza y cállese y no practique eso porque eso me ofende y que eso es pecado y que esto y que el otro si Pablo dice todo me es lícito o sea todo lo que es claramente en la escritura como la escritura lo deja lícito es lícito la escritura condena pecado así como lo hemos mirado y Pablo dice sabes que Pero no todo es de provecho. Todo es lícito. Lo que es lícito, que la Escritura lo deja como lícito, es lícito. Pero no todo edifica. La libertad cristiana también no es para autodestruirte. Y pues en sí, todo llevado a un extremo, todo hace daño. Llevado a un extremo, todo hace daño. Tú tomas mucha agua y ¿sabes qué pasa? Te ahogas. La agua es buena, ¿verdad? Se debe de tomar como tu cuerpo la necesita. La comida es buena, ¿verdad? Hay gente que no come para vivir. Hay gente que vive para comer y eso también está mal. Todo llevado a un extremo hace daño y lo bueno lo podemos convertir en malo. Miren nomás, el hombre fue creado para qué? Para sojuzgar la tierra, para ejercer dominio sobre todo lo que hay en la tierra. El hombre fue creado para esto. Dios le dio ese mandato a Dan y a Eva. Después de que a Dan y Eva cayeron, qué fue lo que tomó soberanía sobre ellos? La tierra los hizo esclavos, el pecado que ya estaba dentro de ellos. Ellos se hicieron esclavos de la tierra. Por culpa de nuestro pecado se torcieron los roles. Ahora las cosas ejercen dominio sobre nosotros. Si tú dejas que algo ejerza dominio sobre ti, hasta puede llevarte al punto de destruirte, causarte daño físico, causarte daño emocional, causarte daño familiar, hasta daño de salud. Y aunque las cosas puedan convenir, dejamos que cosas que ni son buenas en sí, ni malas en sí, nos dañen, dañen nuestro cuerpo. Mucha gente dice a Dios no le importa el cuerpo. Claro que Dios le importa el cuerpo. Tu cuerpo es el templo del Espíritu Santo. ¿Tú crees que Dios quiere que tu cuerpo no funcione como debe funcionar? Claro que Dios le importa eso. Hay cristianos que tristemente controlados por cosas y cosas que los están dañando. Azúcar, comida, televisión, videojuegos, tabaco, alcohol, tiempo libre. Entonces mejor preguntémonos esto. ¿Tal cosa va a consumir mi tiempo? Mi mente, mi salud, mis fuerzas, mi caminar en Cristo, tal cosa la puedo hacer para la gloria de Dios y puedo tenerme yo límites porque en unas cosas no tenemos límites y sabe qué? Leemos. La Biblia de vez en cuando. Pero lo que según ponen en las redes sociales que son versos bíblicos, si usted va y mira ese verso, no está en la escritura. Alguien se lo inventó. Sí tenemos tiempo y invertimos mucho tiempo para andar mirando eso, pero la escritura, ¿cuándo la abrimos? O sea, tenemos que tener un buen balance y las cosas nos pueden destruir. Pueden destruir nuestra familia, pueden destruir nuestra salud. Ocho, ¿cómo afectará a mis hermanos mi libertad? Tenemos que siempre pensar y tener en expectativa, o sea, al hermano en mente. ¿Serás tú un vehículo que se presente para conducir a tu hermano débil hacia la destrucción como miramos la semana pasada? ¿Regresándolo a la vía del pecado de donde Dios lo rescató? Pues confío que eso nunca pasará con ustedes y que ustedes nunca harán las cosas con ese propósito. Confío en eso. Pablo dice a los Corintios en Corintios 10, 32, no seáis motivo de tropiezo ni a judíos, ni a griegos, ni a la iglesia de Dios, así como también os procuro agradar en todo a todos, no buscando mi propio beneficio, sino el de muchos para que sean salvos. Y lo Pablo dice en el 15, 1, sed y metadores de mí como también yo soy de Cristo. Nueve, necesitamos preguntarnos, ¿es este un asunto que va a traer conflictos más adelante? ¿Tú conoces tu libertad? ¿Tú conoces tus flaquezas? ¿Tú conoces la cultura malvada en la que vives? ¿Puede causar tal libertad problemas, conflictos? O sea, esto se puede aplicar a diferentes lugares, en diferentes países, en diferentes culturas. Hay culturas de que ellos miran ciertas cosas que nosotros hacemos como mexicanos y ellos las miran mal. Y nosotros, si vamos para allá, miramos ciertas cosas donde decimos, caray, pues eso está mal, ¿por qué hacen eso? Las culturas son distintas, pero siempre tenemos que nosotros pensar, ¿esto puede ocasionar conflictos más adelante? Pablo dice en Romanos 14, 16, Por tanto, no permitáis que se hable mal de lo que para vosotros es bueno. O sea, no des motivo para lo que para ti es bueno. No permitas de que se hable mal de ello, porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. El reino de Dios es mucho más grande que tu libertad. Para hacer lo que tú deseas hacer, el reino de Dios es mucho más grande que eso. La última, número 10, reconozco que puedo caer en lo que Pablo prohíbe, en Romanos 14. ¿Se acuerdan lo que Pablo empezó a decir en Romanos 14? De que reconozco yo de que yo puedo caer en esto y empiezo otra vez este ciclo a repetirse. ¿Qué dice Pablo? Aceptad al débil en la fe, pero no para juzgar sus opiniones. Uno tiene fe que puede comer de todo, pero el que es débil come solamente legumbres. El que come no menosprecie. Ahí está Pablo diciendo, no menosprecies a tu hermano débil. ¿Tú reconoces de que tú puedes caer en empezar a menospreciar a tu hermano? Y tú, hermano débil, ¿tú reconoces de que tú puedes caer en empezar a juzgar al hermano fuerte? Y Pablo nos dice, ya no se andan juzgando en estas cosas. No estamos hablando en cosas de pecado. No estamos hablando en cosas de moralidad. No estamos hablando de eso. Estamos hablando, como Pablo dice, ¿quién eres tú para juzgar al creado de otro? Para su propio amo está de pie o cae y de pie se mantendrá porque poderoso es el Señor para sostenerlo de pie. Uno juzga un día superior a otros. Otro juzga todos los días igual. Cada cual esté plenamente convencido según su propio sentir. El que guarda cierto día para el Señor lo hace. Recuerden, todos somos hermanos y entre los hermanos no somos jueces. Tenemos un juez y ese es el Señor. Y Pablo dice, no se anden juzgando, no se anden menospreciando, sino acéptense. En estas cosas, acéptense. Entonces nosotros tenemos que también reconocer. ¿Puedo caer yo en ese ciclo que Pablo aquí prohíbe en Romanos 14? Todos somos propensos a eso. Entonces, ¿qué? Tenemos que tener cuidado con esto. Son cinco puntos que podemos mirar. Podemos aplicar más, pero tenemos que siempre hacer esto teniendo el Evangelio central. Porque si nos desviamos del Evangelio que sea central y lo que la Palabra de Dios nos instruye, podemos hacer desastre el Evangelio de Cristo. Podemos traer división, podemos traer contiendas, podemos traer destrucción, podemos arruinar gente, podemos arruinar testimonios, podemos hacer un desastre de muchas cosas. Tenemos que ser sabios. No es muy fácil, no es enchilame otra, no es ah yo soy fuerte en todo. No, tenemos que tener la sabiduría de Cristo, tenemos que siempre considerar que todo lo que yo hago lo hago para amor a Cristo, para la gloria de Cristo, pensando en mi hermano y actuando según lo que yo pienso que es recto. En estas cosas no estamos hablando de pecado, no estamos hablando de inmoralidad, estamos hablando en cosas grises. Entonces, que Dios nos ayude, que Dios nos ayude, pero considere Estos 10 puntos. Oremos Padre, te damos gracias, Señor. Pedimos, Señor, que tu Espíritu Santo abra nuestras vidas, que nos hagas madurar en la fe, en el caminar cristiano. Haznos, Señor, madurar. Queremos, Señor, ser cristianos maduros Queremos Señor honrarte a Ti en lo que Tú dices, en lo que Tú instruyes Señor. Queremos Señor ser ayuda a los demás. No queremos ser estorbo, no queremos ser tropiezo. Queremos ayudar Señor. Ayúdanos a ayudar a nuestros hermanos. Ayúdanos a ser buen ejemplo allá afuera. Ayúdanos Señor a mostrar por lo que estamos a favor, no tanto por lo que estamos en contra. Ayúdanos Señor a ser balanceados. ayúdanos a ser como Cristo Jesús en nombre de Jesús Señor lo pedimos pedimos que tú bendigas tu palabra que tú bendigas a mis hermanos en el nombre de Jesús tu hijo lo pedimos
La Libertad Cristiana 3—según Romanos
Series El Evangelio según Romanos
Sermon ID | 71522029338015 |
Duration | 55:09 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Language | Spanish |
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