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Efesios, capítulo uno, del eterno fundamento del Señor. Voy a leerles de nuevo verso uno hasta el catorce. Pablo, apóstol de Jesucristo, por la voluntad de Dios a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Éfeso, gracia y paz a vosotros de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad. para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo. de reunir todas las cosas en Cristo en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos como las que están en la tierra. En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. en él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia, hasta la redención de la posesión adquirida para alabanza de su gloria. Varias veces se repite, para la alabanza de su gloria. porque así le plugó, le plació al padre. Estas son las cosas que él ha hecho en su beneplácito nosotros que hemos sido aceptos en el amado. O sea, la manera como Dios nos ha recibido, acogido, es de acuerdo a su eterno plan antes de la fundación del mundo. Vamos a orar, entonces, en esta mañana, nuestra oración. Gracias, amado Dios y Padre Celestial, por que tú nos tenías en mente, en tu corazón, y hablamos de una manera humana para que nosotros mismos nos podamos comprender o entender. Gracias, Señor, por la oportunidad de estar en tu casa, de oír que tú nos hablas, y hablas al corazón, a la mente, al oído de cada uno de nosotros, que tú no eres un dios allá lejano que tenemos que interpretar de acuerdo a los antojos de cualquier persona, sino que te has revelado clara y libremente en tu palabra para que cualquiera, desde el más simple hasta el más complicado de su entendimiento, te podamos entender y comprender. A ti que eres un Dios incomprensible. Y oramos, oh Padre, que en esta mañana tu divina Trinidad, tú como tu ser, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se manifiesten claramente a través de este mensaje. Oramos por los que están presentes, por aquellos oídores aquí en esta sala, cualquier otro lugar que se encuentren en el mundo que también tu espíritu santo les hable a través de tu palabra en el nombre de jesús hemos hablado en que el señor nos ha rescatado no se eligió nos predestinó para que nos volvamos al hijo dice este es el hijo amado en que tenemos redención ahora no tengo que el título un poquito como que no va después de hablar de estas doctrinas que mucha gente lo complica. Y lo que le hemos dicho, le hemos mostrado, enseñado a ustedes, es de que ¿por qué la gente tiene que hablar de elección o predestinación? Porque simple y llanamente están en la escritura. Cómo lo leemos, cómo lo interpretamos, es interesante que la mayoría llega a conclusiones distintas y por eso les expliqué un poquito lo que era la teología. Lo que nos interesa a nosotros es la teología bíblica de cómo el Espíritu Santo obra en nosotros. Y una característica cada vez más de peso del cristianismo, de nosotros como cristianos, es entender la obra de Dios, pero es una obra trinitaria. Entonces, el verso 3 nos habla, bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. En cualquier otro concepto religioso, Llámelo como tú lo quieras llamar. Le es imposible para ellos que Dios pueda tener un hijo, porque lo razonan y lo piensan de una manera humana. Pero cuando tú entiendes el plan y la meta de Dios, o cómo Dios se va revelando a nosotros, Y comenzamos a entender a este Dios, y por eso les digo también que al vivir en este tiempo podemos comprender lo que otros trataron de explicar desde el siglo IV. O sea, Agustín, o Calvino, o Lutero, en estos tiempos modernos tenemos otra clase de teólogos que hemos leído. Hoy en día, más que nunca, pastores hispanos podemos tener acceso a muchos teólogos que han sido traducidos a nuestro idioma. Tenemos a Hodge, a Schaefer, a Matthew Henry y un montón de teólogos modernos del siglo XVIII. Bueno, voy a ponerle del XVI, XVII, XVIII, XIX a un del siglo XX. En el siglo XX hay varios que han salido que simplemente lo ponen un idioma más moderno. Grudem es uno de ellos. Y Grudem es uno de los teólogos más leídos en el tiempo moderno, pero tiene una apertura en cuanto a los dones espirituales o carismáticos. John Piper, por ejemplo, que es uno de los pastores en Estados Unidos. Hay muchos pastores buenos en inglés Hay grandes maestros, algunos tienen bastante estudio, otros simplemente el Espíritu Santo les da esto. Le menciono a John Piper porque él es un poco abierto hacia la apertura del espíritu. Él tiene un programa que se llama Deseando a Dios. O sea que el deseo que nuestra alma, nuestro cuerpo tiene ahora de Dios es algo que el Señor ha puesto en nosotros. Pero por encima de aquello está el que tú y yo podamos entender la Escritura. porque de nada vale que podamos tener mero conocimiento si no lo reducimos a nuestra aplicación. Entonces es interesante la manera como la gente llega a la elección o predestinación y a veces se basan en algo solamente del idioma. Si tendríamos que basarnos en el idioma, el precognizo de Dios, el todo conocimiento de Dios, la preciencia de Dios, la gente lo piensa como algo meramente humano. O sea, la doctrina de la elección es la que precede a todo en el ser de Dios. En relación a nosotros es la elección de Dios. La gente me habla, bueno, de la predestinación o que la predestinación aquí y allá, y en este capítulo se menciona dos veces. Y a decir verdad, la predestinación se menciona dos veces y aún con destinos distintos o propósitos distintos. Por ejemplo, el domingo anterior les mostré a ustedes de que estamos predestinados para ser hechos hijos de Dios, porque no hay destino con Dios. Por eso nuestra mente humana finita, aunque fuimos hechos y creados a semejanza de Dios, y en la salvación nuestro ser fue prácticamente restituido, reconstruido esa imagen y semejanza de Dios, por eso somos sensibles a la voz del espíritu y es en el hecho de que cuando tú eres salvo aquello que estaba perdido por el pecado en el nuevo nacimiento se reconstruye ahora eres sensible ahora entiendes las cosas del espíritu porque has nacido de nuevo No porque sabemos que es el agente del Espíritu Santo, pero el Espíritu Santo, ¿dónde actúa? ¿Dónde obra en tu ser? ser, en tu espíritu. Has nacido de nuevo y eso te hace una nueva criatura susceptible ahora a crecer y desarrollar tus sentidos espirituales, como fue el propósito y la intención de Dios en el huerto del Edén. Y por la caída, entonces el hombre no se quebró el dedo meñique, se rompió todo. toda la imagen y semejanza de Dios fue como un espejo roto que tú lo pisaste y no había manera de pegarlo, reconstruirlo, a menos que la gracia de Dios viniera a ti. Y cuando la gracia de Dios viene a ti, entonces eres aceptado como hijo de Dios. Eres adoptado para emplear esa expresión. ¿Y cómo lo hace Dios? Otra vez, no es con tu mente meramente humana, como sería la lógica racional impía o pecaminosa, por la redención. No es meramente un pago que se aplica, sino que Dios te compra, te redime, pero te hace como Él, pero salvaguardando la distancia, porque tú nunca llegarás a ser Dios, pero vas a ser hijo de Dios. otras religiones quieren que tú llegues a ser dios pero aquí como dios es el creador de todas las cosas y él es muy distinto de su creación y sobre todo una creación caída entonces cuando tú eres redimido eres comprado eres liberado de tu propia esclavitud, de tu propio mal. Entonces, ¿y cómo ha sido hecho? Por la redención en Cristo Jesús, el Padre, y ahora tenemos al Hijo. Pero, ¿leíste bien o lo que escuchamos de la lectura? El Espíritu Santo es las arras. Vemos la Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. La concepción cristiana del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo es única para el cristianismo. ¿Sabe por qué? Porque somos hijos de Dios en quienes se ha cumplido todo el plan y la voluntad de nuestro Dios. Dios es trino. No lo vas a poder poner en la concepción, por ejemplo, judía. Por eso ellos quisieron matar al Señor Jesús una y otra vez, porque Dios no puede tener un hijo. Su famoso shema de deuteronomio es Dios es uno. Es verdad, Dios es uno, pero se manifiestan tres personas. Pero hoy en día también hay algunos neopentecostales que ponen esas tres personas totalmente independientes. como si debiéramos orar a cada uno o algo distinto. Entonces, hay que obrar en el Espíritu de Dios para entender que es uno en esencia. Y no puedes dirigirte como si fuera un Dios con tres cabezas. Es uno, no me lo expliques cómo, es uno. pero vemos la obra de salvación y vemos al padre que da al hijo, el hijo que obra la redención, porque sin duda la encarnación de Cristo, desde que él vino hasta que ascendió a los cielos, es algo divino, es el evangelio, la esencia del evangelio y que el Espíritu Santo lo aplica a mi ser para yo entender esta verdad del evangelio. Eso es de lo que él me hace libre, me emancipa de la maldición de Adán, del castigo, de la culpa, del pecado, de no creer en Dios. Hay una verdadera restauración, a una verdadera libertad, que por eso Pablo se lo aplica a los gálatas que querían volver a la ley. Mira, Gálatas 5.1 está ahí. tenemos que andar en esa libertad del espíritu pero no el libertinaje que vemos en cristianos modernos tampoco porque si vamos a aplicar algo del antinomianismo que mucha gente vive antinomianismo quiere decir que la gente quiere vivir sin ley que tú quieres hacer tu propio cristianismo y hay personas que hemos sido llamadas como este servidor no porque queremos tener una organización porque si no esto fuera un fracaso para muchos Es el hecho de que la imagen de Jesucristo, tú como hijo adoptado de Dios, traes toda la verdad de Dios al mundo. Tenemos una verdadera libertad. Yo no practico una religión de poner un check mark a cada cosa porque eso me hace a mí santo. No, por naturaleza soy hijo de Dios ahora. Y de eso se ha encargado el Espíritu Santo. Y por eso cuando leemos los evangelios en Juan, y dice que el Señor Jesús, resucitado, sopló el espíritu. Ahora, nota que interesante. El Padre o Jehová Elohín, en el Antiguo Testamento, creó a Adán. Y sopló en el aliento. Y fue un ser viviente. Ahora es el Espíritu de Dios que sopla una nueva vida en el creyente. Tú estás vivito y coleando orgánicamente, pero el Espíritu de Dios viene a ti en un suave silbido y apacible por el Evangelio en que te turba. pareciera que fuera un terremoto y si alguien me está siguiendo analógicamente, es en el sentido simbólico de que cuando Dios viene a ti en ese silbo suave y apacible, todo tu mundo se mueve como si fuera un terremoto. Todo lo que es externo se cae. Todo lo que tú te apoyabas como ser humano se derrumba y clamas que Dios te salve y Dios te salva. Nadie más te puede salvar. Y nadie más puede obrar aquello sino el Espíritu de Dios. Entonces, por eso es que hablamos de esta redención, porque es importante. Todo por medio de su sangre, lo cual indica una sustitución de vida. No fue por la sangre de animales. O sea, tú y yo somos preciosos a los ojos de Dios porque Él te compró con el valor de la vida de su Hijo. Tú ves, la gente dice, no, Dios te ama. No importa tu pecado, Dios te ama. ¿Sabes por qué Dios nos ama ahora a nosotros? Porque somos engendrados de Jesucristo. El Señor ve el valor de ese sufrimiento, de esa muerte que nos da vida a nosotros. Dice, ustedes no fueron comprados ni con oro ni con plata, que son metales preciosos. Lo era para aquella época, lo es para esta época todavía, sino con la sangre preciosa de Cristo. O sea, que cuando tú fuiste salvo, el Espíritu de Dios te salvó. No estábamos pensando que si somos elegidos o predestinados. Hubo una emoción tan grande, una conmoción en nuestra vida, que sabíamos que Dios había perdonado nuestros pecados por la sangre del Cordero, del Hijo de Dios. Entonces, siempre el cristiano sabe que sus pecados han sido perdonados, pero por el Hijo de Dios, por Dios mismo. Hay algo en nuestra naturaleza humana. Otra vez volviendo a Arcee, él decía, claro que hay algo. Y claro, él hablaba en inglés y decía, la gente que va al confesionario o que va a algún terapeuta, ¿se siente bien de poder contarle o decirle lo que lo abruma? Y cuánto mejor cuando alguien te puede decir tus pecados te son perdonados, rézate y te vas a sentir bien. Es bueno cuando el ser humano recibe en su mente y en su corazón que alguien te perdona. Sin embargo, ese gran desvío y esa anatema se convierte en una realidad en el creyente cuando sabes que Dios te ha perdonado. Y por eso en mi mente siempre está la imagen de la mujer hallada en adulterio. Y Jesús le dice, ni yo te condeno, vete y no peques más. Porque el perdón de mis pecados que yo tengo, yo no lo he obtenido por mí, por cuán bueno sea. Porque he tratado de enmendar mi vida, ya pagué mi pena con la sociedad, dice el preso, y sale. No es porque ya yo he cumplido ciertos requisitos de una religión. No, tú estás seguro que Dios mismo, como dice el Salmo, y el salmista lo experimentó bien. ¡Oh, tú hiciste alejar nuestras rebeliones como el Este al Oriente! y al occidente, o sea, como los puntos cardinales, y aún sin tener un plano a lo mejor del espacio, de lo que tú quieras, no hay manera en que estos puntos puedan juntarse. Dios hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Tú quieres el perdón de Dios, no el perdón de una religión, no el perdón de algo que tú puedas elaborar, sino el perdón de Dios que viene por la sangre de Cristo. Pero hoy en día, cuando escuchas a predicadores que tú te puedes mejorar, Dios es solamente alguien que te muestra el camino porque tú tienes la terapia en ti en que tú te puedes volver a Dios cuando tú quieras y tú puedes restaurarte y buscar lo mejor de ti. Bueno, humanamente tú lo puedes hacer, pero el cristiano es uno que está plenamente persuadido y convencido que fue por la sangre de Cristo y por eso cantaremos. Y cuando ustedes cantan como creyentes, qué bonito es decirles eso, porque es una realidad. Así que el creyente tiene una plena convicción de que sus pecados han sido perdonados por Dios. Y esto nos lleva a diferentes aplicaciones de nuestra manera de creer en la elección o del Evangelio. Así que él termina este versículo hablando de las riquezas de su gracia. Entonces, ¿por qué se nos antoja a quizá al bautista pensar que la salvación no se pierde? Hay varias personas que abusan de este término, otra vez, porque lo enfocan mal. Pero si Dios te salva a ti, ¿cómo puedes perder aquello que Dios te salva, que Dios te ha perdonado de tus pecados? Por ejemplo, a veces en conversaciones con alguien y no es que yo quiera pensar que mi argumento es mejor, pero tu teología determina lo que tú crees. Por ejemplo, una de las explicaciones muy humanas y carnales que me ha dado alguna persona es que Dios sabía, porque como Él los conoció antes, Dios sabía lo que tú ibas a hacer en el futuro, que tú ibas a aceptar al Señor, ibas a creer en Él, luego ibas a recibir todos aquellos términos que la gente empieza. Y por eso es que habla la elección y dice Dios te eligió porque Él sabía que tú ibas a responder al llamamiento del Evangelio. ¿Tú crees que Dios es así? Porque en el punto de la elección y predestinación, Dios es Dios. La pregunta es, ¿tú eres salvo porque Dios lo quiso? ¿O porque tú lo quisiste? Ahora, vamos a pensar humanamente, porque es algo que me ayuda a mí a reflexionar, y es a través de los años. Tú hay muchas cosas que no vas a comprender ahora, pero poco a poco uno las va comprendiendo. Por ejemplo, cuando yo conozco a alguien, una persona, cualquiera que sea, yo no puedo pensar en el futuro de esa persona. Claro, Dios es diferente, dices tú. Bueno, tal vez si voy al punto mejor va a ser más claro. O sea que Dios estaría esperando en su voluntad, ya no sería su beneplácito, ya no sería de acuerdo a que se hacen las cosas de acuerdo a su beneplácito ni a su voluntad, porque él estaría esperando que el hombre va a decidir, y como el hombre ha decidido, entonces ahora él lo elige. Para mí todo es antecedente y precedente. Tú crees porque él lo decidió así. te guste o no te guste. O sea, otra vez mi pregunta es, ¿tú crees que Dios es soberano para poder salvar lo que Él quiere o no? No nos gusta, ¿sabes por qué? Porque pensamos que sería injusto. Pero Dios, en primer lugar, para decidir y yo ponerlo en ese adjetivo, Dios es soberano para hacer todo lo que Él quiere, primero tengo que entender que Él no puede obrar el mal. que él no es un dios egoísta en el hecho en que se nutre a sí mismo o porque es todopoderoso y tiene que hacer simplemente lo que es su voluntad porque si no, no fuera dios. No, lo hace movido porque él es amor en primer lugar y hace las cosas por el bien. Él sabe que no volveríamos a él, lo hace por bien. Y sobre todo cuando tú y yo entendemos que no hay nada en nosotros. Y ahora vuelvo a esto. Yo conozco a alguien Pero no puede hacerse una idea. A lo mejor tiene una idea porque me juzga a mí o mira cómo soy yo y tengo que venir de algún lugar. Y entonces, en una manera indirecta, usted aprecia y quiere a mi mamá por donde yo he venido. Igual yo hacia ella o igual hacia todos ustedes. Tú ves, vamos poniendo algunos márgenes de cosas que sabemos ya de lo que alguien ha hecho. No por lo que va a ser. Y es totalmente distinto, porque cuando yo conozco a alguien, esa persona también me conoce a mí. Y comenzamos a elaborar una relación de intimidad o de conocimiento de acuerdo a las cosas que la persona desarrolla o cómo habla en relación a su entorno, en relación a nosotros mismos como seres humanos. entonces es imposible que tú puedas decir que Dios te eligió por lo que tú vas a hacer porque lo que tú vas a hacer no puede ser antes de que tú seas y de que no te conozca de las cosas que tú vas a hacer pero Dios te conoce antes que tú hagas cualquier cosa por eso es Dios y no lo podemos comprender simplemente estamos humanizando a Dios pero cuando yo entiendo que Dios es soberano y Dios es soberano Cuando tú entras en los detalles de la soberanía de Dios, alguna gente comienza a brincar porque su yo, su egoísmo, es muy fuerte y piensa que Dios es como tú y no lo es. Dios tiene el derecho de salvar a quien él quiera. Y no puedo quejarme. No puedo quejarme si Dios quiere dejar a un lado a mi familia. pero Dios, en su compasión y misericordia, muchas veces nos oye. Tenemos promesa. Y hay muchas implicaciones en cuanto a la salvación y en cuanto al evangelio. Pero lo que habla aquí es que eso sobreabunda. O sea que tú estás tan lleno de ese bienestar y de Dios que, por ejemplo, cuando tú fuiste salvo, vamos a suponer que en la vida más adulta y tú ves toda esa bendición de Dios que ha sido derramado en tu ser, que tu copa está rebosando, como habla el Salmo 23, que tú entiendes que Dios ha llenado tu ser del Espíritu Santo, que quizás ni siquiera sabías que eres Espíritu Santo, pero que viene a tu ser, a tu vida, Créeme que lo menos que te viene es si has sido elegido, ¿no? Lo que tú sabes ahora es que tú quieres ser como Dios. Tú anhelas las cosas de Dios. Porque has sido acepto en el amado. Porque ahora Dios te mira con ojos de hijo. Tú eres su hijo. ¿Quieres tener su naturaleza? ¿Quieres oír lo que Él te dice? ¿Quieres hablar lo que Él te manifiesta? Por eso es de carácter infinito hacia nosotros. Es la gracia, es la gracia. Porque Dios te da lo que tú no tienes. Y por eso dice allí el que Jesús dijo, el que es conmigo no recoge. Jamás somos pordioseros. Todos estos predicadores de abundancia y sobre abundancia material son unos mentirosos porque tú y yo ya tenemos todo eso. Nosotros derramamos bendición espiritual. Es más, gente, por ejemplo, hay algunos de ustedes que a lo mejor no son creyentes, están en la duda, etcétera. Tú has nacido en un hogar cristiano, tú tienes amistades que son cristianas, tienes familiares que son cristianos, tienes familiares que en el caso mío, por ejemplo, tienes alguien, un pastor que habla la palabra de Dios continuamente. Se para en este púlpito yo para hablar o defender de Dios. Tú no sabes la bendición que tú tienes. Yo soy una bendición para ti. Pero ves, lo puedes tomar como un poco mal. Yo soy una bendición para ustedes, como ustedes son una bendición para mí. De ver en el hecho de ustedes que ha sido derramada la superabundante gracia del Señor, que Dios no ha hecho excepción de persona, pero en el incrédulo está puesto en mí. El incrédulo no entiende nada de las bendiciones de Dios. por eso cuando la gente comienza a hablar que tiene autoridad y que yo declaro realmente tú el dios del cielo y la tierra no es tu dios porque el creyente entiende que qué más bendición voy a tener yo tengo una riqueza inigualable que ha sido derramada en mi ser pero no para mí comunicarlo a otros. Sí, yo lo vivo, yo lo experimento, pero yo no tengo ese secreto. No es algo que es secreto, no es algo que es para mí. Y entonces toda esta porción del ocho al catorce lo hace como como es que se sobreabundar. Ese mensaje en comparación es de de fe y amor, pero esta gracia abundante es tener la Y es para lanzarlo y ponerlo también a otros. Ya lo tengo en acción. Yo quiero ser. Vamos a suponer, ¿no? Que hay varios criando aquí. Tienes un hijo. Pero si el hijo no se mueve, tú ves acción. La vida es acción. Si tú has nacido y tienes la vida de Dios, es acción. Por lo tanto, tú y yo es que estamos viviendo en el amado, en esa aceptación de Dios. Ya no importa lo que venga en la carne, que sea aflicción, sea dolor, sea tortura, ni metes el cielo con Dios. Por eso todas las cosas nos ayudan a bien. Puede ser que pases por pérdida económica, material, aún de salud, pero eso no quita la superabundancia de la riqueza de la gracia de Dios en tu vida. nos lleva a metas más elevadas. La sabiduría es el conocimiento de Dios en acción. El diablo es muy astuto para que pongamos nuestra mente en cosas que son meramente de mamón. No te voy a negar, son materiales y son importantes. Yo mismo las tengo que buscar. Yo tengo que comer todos los días, pero si un día no como, bueno, he comido bastante. Pero nota que eso es fácil de decirlo cuando sabes que tienes algo asegurado para el día siguiente o que en alguna manera Dios va a proveer, has aprendido que Dios va a proveer. Es interesante cómo el ser humano está rodeado de seguridad por todas partes. Nos encanta tener la seguridad. La seguridad de un plan médico, de que abres la nevera y va a haber comida. y nos olvidamos que el que provee eso día tras día es Dios, pero que sobre todo él ha provisto la salvación. Y yo soy sabio para vivir, enséñanos a contar de tal modo nuestro día que traigamos al corazón sabiduría. Y muchas veces nos deviamos e inclinamos nuestro corazón simplemente a cosas que son temporales. Ese discernimiento y esa inteligencia espiritual es el resultado de poner ahora nuestro pensamiento en las Escrituras. Es la revelación de Cristo. Por eso les decía, hay cosas que ustedes no entienden ahora, pero las van a comprender con el tiempo. Esta es la base. Hay algunos de ustedes que tienen una mejor y mayor comprensión, pero definitivamente todo lo que ustedes saben de Dios siempre será mucho más que lo que sabe un incrédulo. El incrédulo a lo mejor te podrá hablar maravillas del mundo, de sus argumentos, y te puede darle la impresión que sabe más que tú. Pero jamás con una mente revelada, con un espíritu de gracia, lleno de esa abundancia de la sabiduría de Dios, porque no hay mayor revelación y conocimiento de saber que Cristo Jesús es nuestro Rey, Señor y Salvador. Y todo esto pues lo ha hecho otra vez por obra de su gracia, por obra del Evangelio. Y por eso añade el versículo 9, que era donde yo quería llegar, también en el hecho de darlo a conocer. Ese misterio de esa voluntad de Dios, de esa riqueza que él ha hecho en nosotros. Es interesante porque el creyente quiere que otros lo conozcan. Yo quiero que otros sean hijos de Dios. comparando otras religiones, comparando otras sectas. Por ejemplo, ponle mormón, ponle testigo de Jehová, que son sectas supuestamente cristianas. Es su organización la que brilla y que tú llegas a ser parte de esa secta. ¿Cómo es fácil discernir una secta de otra? ¿O por qué el cristianismo no es algo de una secta? Muy fácil. Muy fácil. El sectario te va a decir que si tú no perteneces a esa secta, tú no eres salvo. Por eso es secta. El creyente te va a decir, si tú no eres de Cristo, no puedes ver el reino de Dios. Y eso ya no es una secta. Es una persona. Una secta es que te dice, tú tienes que guardar y hacer todo esto de la religión y entonces vas a ser salvo. Entonces, dentro de eso cae el catolicismo, le guste a alguien que lo mencione o no, cae el testigo de Jehová, el mormón, el musulmán, el panteísto, de las mil y una religiones que hay en la India. No es tu meditación trascendental, no hay nada de lo que tú puedes hacer. que te haga volver a Dios sin no seguir el plan que es de Dios. Pero tú ves este versículo 9 aquí del versículo que nos hizo sobreabundar, dice el 8, para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia que, otra vez, volviendo, retrocediendo un poquito, no es que no haya lógica en el cristianismo, pero es regenerada. No es que no haya razonamiento. Es algo que el Señor te pone y dice, ah, mira, esto es verdad. es el hecho de que ahora en este versículo dice dándonos a conocer el misterio de su voluntad según su beneplácito el cual se había propuesto en sí mismo de reunir todas las cosas en Cristo en la dispensación del cumplimiento de los tiempos así las que están en los cielos como las que están en la tierra en él a sí mismo tuvimos herencia habiendo sido predestinado conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad O sea que si él nos da a conocer el misterio de su voluntad, esto es para darlo a conocer a otros. Porque todo lo que tú conoces, ¿de qué sirve si muere contigo? Y la religión cristiana, aunque quizás esté mal el término, es una en la que no debe quedar con nosotros. Por eso cuando alguien en su religión me dice, no, tú crees como tú quieras, que yo creo a mi forma y a mi manera, no está hablando de acuerdo a la Biblia ni como Dios dice. En primer lugar, entendiendo que tú eres un ser perdido, pecador, y que yo al haber experimentado la riqueza de la gracia de Dios, aquellas riquezas que hizo abundar, me hizo a dar a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito. O sea, el misterio de esa voluntad ya no es ningún misterio. es que Cristo Jesús ha venido para redimir al mundo, a un caído pecador, a un animales, todo lo que tú quieras poner, lo que la gente quiere llamar ahora que debemos ser verdes o en el planeta tierra, de reunir todas las cosas en el cielo, en el universo, pero sobre todo que tú, tú como cabeza de esa creación, tú puedas clamar al Padre y pedir perdón y Él te perdona por la redención en Cristo Jesús. Eso es lo que tú has conocido. Eso es lo que se te ha revelado. Eso es que en el cumplimiento del tiempo tú y yo hemos llegado a comprender el plan de Dios y tenemos una herencia. Hemos sido predestinados otra vez conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad. Y otra vez, a fin de que seamos para la alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. O sea, para la alabanza de su gloria. No es para la alabanza de los hombres, es para la alabanza de su gloria. Entonces, para darlo a conocer según su beneplácito. Así que debemos procurar el Evangelio, predicar el Evangelio a los cuatro vientos. porque sabemos que no van a creer o comprender a menos que se le predique el Evangelio. No somos las sectas o como algunos, no como de los mazones que juran silencio y que no quieren revelar sus secretos. Esta es una verdad que los creyentes de la iglesia primitiva predicaban. Cree en el Señor Jesucristo y tus pecados serán perdonados, arrepentidos de la manera en que ustedes vivían y volver otra vez a los caminos de Dios. puesto que solamente por medio de la fe los hombres pueden ser salvos. Según su beneplácito, siente el Padre al saber que su plan, su decreto se cumple y se cumplirá al pie de la letra en el paso del tiempo. Porque así cuando él creó y dijo que vio que todo era perfecto, cuando él te ve a ti redimido y salvado por la sangre de Cristo, ese fue su plan. Es su bienestar para contigo. Es su beneplácito en derramar, en poner que tú eres un hijo de Dios. Es algo que los ángeles no pueden experimentar. ¿Cómo te lo puedo poner? A ver, algo que es espiritual, celestial. Por ejemplo, un ángel creado por Dios, ponle Gabriel, ponle Miguel, que son los nombres que tenemos. No el príncipe de Jehová, porque esas son teofanías. Él fue creado por Dios. no tiene cuerpo humano como nosotros. Pero si él hubiera caído, Gabriel, hubiera llegado a ser como Lucero, Lucifer, su naturaleza hubiera cambiado de ser un ángel de Dios para ser ahora un mensajero del diablo, un demonio. Pero no hay manera que él se pueda reconstruir. No hay manera que un ángel que cayó pueda restablecer un estado de no caer. Por eso la concepción de Dios, de la salvación, de la creación, es algo que es tan divino y tan profundo que le llama Pablo un misterio. En el hecho en que cómo tú puedes ser salvo, habiendo sido creado por Dios para Dios, has caído de esa naturaleza, de esa posición, y puedes ser vuelto a poner y sobreabundar en la gracia de Dios, y tú comprenderlo, tú entenderlo, y saber que es el beneplácito de Dios y que ese plan de Dios se está cumpliendo al pie de la letra para ser adoptados como hijo de Dios y dice primeramente esperábamos en Cristo en él también vosotros habiendo oído esta palabra de verdad o sea que te muestra la causa hemos oído el evangelio que debo dar a conocer el evangelio por eso es que cada creyente que recibe esta gracia de Dios quiere que otro lo conozca Por eso es que Dios no es egoísta y muestra al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Son tres. Es en uno en sustancia. Y al vivir Dios en esa comunidad y al salvarme a mí, a ser su iglesia, que es el plan antes de la fundación del mundo, y que ahora yo comprendo y entiendo esa verdad, que Dios me amó, me salvó por medio de su Hijo. Es la sangre preciosa de su Hijo. ¡No por lo que yo pueda ser! ¡Es por Él! Entonces yo me vuelco a esa gran verdad. Vivo por esa gran verdad, porque ahora yo soy hijo de Dios y quiero que otros lo conozcan. Porque como yo no sé quiénes son los elegidos ni predestinados, yo te voy a decir a qué estás predestinado si tú crees en Dios. Es hacer a la imagen de su Hijo Jesucristo. Porque si Él lo hizo en mí, ¿por qué no en ti? ¿Ves por qué no es discriminación? Porque si Dios me pudo salvar a mí y mostrar esta gran verdad, ¿por qué no en ti? Y no quiero que te conviertas en una naturaleza a como yo creo, porque créeme, a través de la vida hay mucha gente que es cristiana y cree muy diferente en algunas cosas. Pero el Señor, en este decreto de Él, me ha permitido no solamente conocer, sino darlo a conocer también a otros. Un hermano me pregunte y me dice, entonces, tú oyes en la radio, en la televisión o lo que sea, que la gente te dice, busca a Dios. ¿Cuáles son las aplicaciones prácticas para el evangelismo entonces? Porque sin lugar a dudas el Señor Jesucristo nos dijo ir y predicar el evangelio, que tenemos que ser discípulos. Y hacer discípulos es evangelizar para algunos. Somos un cuerpo básico de Cristo, eso es lo que es una iglesia. Evangelizamos con el objetivo de edificar y equiparnos para multiplicarnos. Evangelizamos. Pero tú ves, cuando las personas oyen muchas cosas, dicen, busca a Dios. La pregunta de mi hermano fue, yo debo decirle busca a Dios a alguien? En realidad todas esas expresiones son un poquito fuera de lugar porque la elección y predestinación más bien hacen del creyente. ¿Qué hizo que tú vinieras a conocer al Señor? Según Pablo, habiendo oído la palabra de verdad, el Evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuiste sellado con el Espíritu Santo de la promesa. O sea, ¿qué quiero dar a conocer? Porque si yo le digo a una persona, busca a Dios, soy erminien. Pienso que esa persona puede volverse a Dios. Y otra vez, tenemos que entenderlo culturalmente en el hecho de que la gente antes recibía la palabra, iba a la escuela dominicana. ¿Cómo le puedo volver a alguien que es católico, practicante o no practicante, conocedor o no conocedor de la Escritura? No le puedo decir, busca a Dios, arrepiéntete. ¿Arrepiéntete de qué? Por ejemplo, tú ves algunos televangelistas o cantantes en inglés, no como los guider, o bueno, como quiera pronunciarlo. Maravilloso simbolo. Algunos están en nuestro seminario y lo hemos cantado. Pero a veces ellos tienen un tiempo en que así se ponen a cantar y de repente alguien que está ahí hablando agarra el micrófono y dice, ahora es tu tiempo, tu momento de venir a Dios, de aceptar al Señor. tú que eres cristiano tú puedes pensar esa es la forma pero si tú eres cristiano y la súper abundante gracia de dios está en ti y tú has leído el evangelio y por supuesto ya tienes que saber por qué va a venir porque escuchó un himno tenemos que despertar una persona necesita la información ¿Cómo debe ser entonces tu aproximación a evangelizar a alguien? Por eso, no es que esté opuesto a la evangelización tradicional de algunas personas en que hay que ir de casa en casa. Perfecto. Ellos quieren ser muy espirituales yendo de casa en casa. O muy espirituales en el hecho de que hay que gastar zapatos y hay que hablarle a todo el mundo. Y entonces a cualquier desconocido que está por la calle ahí mismo le quieren hablar. porque quizá Dios lo va a salvar. Ah, pero que tú eres calvinista y entonces tú piensas que estás congelado, eres un frozen chosen, o sea, estás congelado y piensas que ya estás escogido y que ya no hay nada más que hacer. No, no, no, no. Es que tu método que tú piensas que es arminiano no es el que Dios emplea. Te olvidas de que el evangelio es relacional. Te olvidas que tienes que hablarle del evangelio a alguien. que en alguna manera u otra te conocen. Los judíos tienen mayor pecado porque ellos vieron, oyeron de primera mano a Jesús y no creyeron. Lo rechazaron. Cuando tú eres un cristiano de verdad, tú representas a Dios. Tú eres un embajador. Por lo tanto, tú tienes, como hijo de Dios, que ya que tienes esa superabundante gracia de cómo conocer a Dios, ¿qué le vas a decir a la persona? Ah, no, es que tú tienes que abrir tu corazón a Dios. Hello. ¿Fue realmente tu experiencia? Tú tienes que tener ese deseo de conocer a Dios. Hello. ¿Esa fue tu experiencia al comienzo? de que tú querías una ansia por conocer a Dios o era más bien tu rebeldía de que tú no querías saber nada de Dios Quizás no es el caso de todos ¿Cómo empezó el Evangelio en ti? Alguien vino y te habló que Jesucristo se había encarnado y había venido a la tierra a morir por ti te dio información mira, Dios se ha revelado y Dios ha hablado porque él quiere tener una relación personal contigo, aquí hay cuatro evangelios. Y siempre digo, cuando alguna persona me dice, pastor, por favor, ¿puedo tener una Biblia? Llévate todas las Biblias que quieras. Es más, no tienes ni que pedir permiso. Quizá le man a Wilman para que se entere y haya aquí cosas, Biblia. Una Biblia aquí no sirve. Más que porque tú no trajiste tu Biblia. Y por eso cuando hay un creyente que no lee la Biblia, no tiene su Biblia, no atesora su escritura, aquí el primer verso en este versículo dice, habiendo oído la palabra de verdad. ¿Dónde oíste esa palabra de verdad? Entonces, cuando hay un cristiano, entre comillas, que me dice que no atesora la escritura, que no entiende que la Biblia es la palabra de Dios, no es cristiano. Entonces, ¿qué tenemos que hacer? Recuerda que la Biblia es un libro que no es para satisfacer la curiosidad del impío, pero sí provee información a aquel que quiere saber de Dios. ¿Tú quieres saber de Dios? Lee los cuatro evangelios. Mira, yo te puedo hablar y decir muchas maneras. Ahora, cuando tú leas los evangelios y busques esa información y tú quieras darme tiempo, yo te explico todo lo que tú quieras del evangelio. información porque de qué se va a arrepentir si no sabe la persona si en verdad el señor va a obrar o tú quieres que obre tenemos que darle el evangelio y luego viene lo que los teólogos antiguos llamaban el asentimiento y ahí hechos 8 es maravilloso porque el señor en espíritu le dice a Felipe que era un diácono, no es que era un apóstol. Algunos dicen, no, que él se degradó. En aquellos tiempos la gente no se ponía títulos por ponerlo. Hoy día a la gente le encanta ponerse títulos. el apóstol fulano de tal, el pastor y la pastora fulano de tal, el teólogo tal. No, Felipe era un diácono, un servidor, era alguien como tú y como yo que tenemos que predicar el evangelio, que hablar de esta gran verdad por si acaso Dios tenga misericordia de esa persona y lo quiera salvar, yo tengo que darle todos los elementos para juicio o para salvación. Y el Señor le dice acércate a esa carreta y él se acerca a la carreta. ¿Y qué estaba leyendo el etíope? Ah, se había comprado un rollo. Mira, eso no era algo barato para aquel entonces. Él tenía un interés, la información. ¿Ves? La información la tenía ahí y él se puso a leer. Y Felipe, yo creo que tenemos que aprender esa forma de evangelismo de mucha gente. Una vez que tiene la información, ¿qué le dice? ¿Entiendes lo que lees? Y eso te tiene que decir a ti mucho. Amado hermano, cuando tú empezaste, ¿qué entendías de la Biblia? Pero cuando el Espíritu de Dios hizo sobreabundar la gracia de Dios en ti, comenzaste a ver una minita y dijiste hoy encontré esta piedra de gran precio y compras lampa y compras pala y compras pico y compras de todo y comienzas a seguir cobando y haces un estudio la mayoría de personas que han aprendido a leer la escritura en tres o cuatro meses la han leído por completo su deseo de saber más de ese dios que sabe que habla por la escritura es un asentimiento, tienes que buscar esta es la verdad de Dios y nota como Pablo se lo escribe a los Efesios en él también vosotros habiendo oído la palabra de verdad no es mentira Y es interesante porque vez tras vez uno está aquí en este púlpito y dice la verdad continuamente. Y ustedes se dan cuenta, por ejemplo, hace domingos atrás que yo estuve hablando de varias cosas y vinieron personas que yo ni siquiera sabía, pero no somos como los televangelistas mentirosos. Tú has visto que hay algunos que comienzan a decir, yo sé que aquí hay alguien que tiene una gran necesidad, Dios me ha revelado que tiene una gran necesidad, que está pasando por una tristeza grande, ven, ven, te voy a ungir, después que des tu cheque. Eso no me refiero yo. Porque así cualquiera se suaviza. Y yo me pregunto, wow, ¿Quién no tendrá necesidad en este maldito mundo? ¿Quién no habrá sufrido en este maldito mundo? ¿Quién no ha sufrido una decepción en este maldito mundo? ¿Quién no habrá llorado amargamente en este maldito mundo? ¿Quién no habrá pasado trabajo? ¿No crees que tu dolor y tu sufrimiento es único? ¿Ese es tu egoísmo llevado a la enésima potencia? pero es muy distinto cuando recibes el bien de Dios, el favor de Dios, eso de su beneplácito. Entonces una vez que la persona entiende esta es la verdad de Dios, yo me lo apropio, esta verdad de Dios es mía. Oh Dios, sálvame. Este es el Cristo de Gloria que vino a morir por mí. Por eso su encarnación y su ascensión que marcan su ministerio terrenal es tan importante, es la pistis, es el fidelis, es la verdad de Dios que yo creo en el Hijo de Dios. Y esa es la fe que tú quieres que otros tengan. Y por eso ahora tu fe propia es mía. Ese es lo que hace individual la fe. No el hecho de que la gente diga, ¿cuánta fe tengo yo en Dios? Porque la manera como tú hablabas demostraba que no. La fe bíblica que viene por oír la palabra de verdad. Este es la verdad de Dios. Yo no me puedo salvar a mí mismo. El evangelio de vuestra salvación fuiste redimido por la sangre de Cristo, de aquel Cordero de Dios que se encarnó y nació en el poblado de Belén, en el establo de Belén, y que cuando creció fue por Galilea, por Perea, por Judea, y que al final lo crucificaron y lo enterraron, pero resucitó. Y habiendo yo creído en él, fuiste sellado con el Espíritu Santo de la promesa, que es la zarra de nuestra herencia, hasta la posesión adquirida para la alabanza de su gloria. ¿Cómo sabes tú que eres salvo? ¿Cómo sabes tú por el Espíritu de Dios? Ahora haz esa transición al Espíritu Santo. Es el Espíritu de Dios que vino y oró con la palabra de verdad. y generó esa fe espiritual. Algunos oyen y sus oídos están cerrados a esta verdad de Dios. Pero tú y yo, ¿qué hacemos? Martillamos una y otra vez. Martillamos una y otra vez. Si tu ser es querido y tu familia no tiene ningún interés en oír los evangelios, en saber esta información de Dios, están cada día más lejos del arrepentimiento. Nuestro deber en cuanto a la oración y en cuanto a la acción es que ellos puedan estar en contacto con la escritura, que puedan leer la escritura. Tenemos que poner en práctica ante los ojos de ellos lo que nosotros somos como creyentes, que ellos vean en quién hemos puesto esa confianza. Esa palabra trae verdadera fe y genuino arrepentimiento, información, asentimiento. verdad aplicada a la vida, o fides, fidelis, pistes, como llamaban los otros. Porque cuando tú hablas de que tienes fe en ti mismo y que tú crees en Dios, pero no has pasado por estas etapas, esa fe no es la que te salva. Esa fe es la de los demonios que saben que Dios existe, pero no pueden ser transformados. Y por eso, al hacer la transición al Espíritu de Dios, fuimos sellados con el Espíritu Santo de la promesa. todos los que son guiados por el Espíritu, ¿estos son qué? Hijos de Dios. O sea que tú tienes en ti el sello, el ministerio de la salvación y la reconciliación con Dios, es que Dios ha puesto en ti un sello. ¿Cuál es ese sello? Muy bien. Por eso que Dios ya nos ve a nosotros glorificados. El Espíritu Santo de la promesa, Juan 14, 15, 16. El Señor sopla el Espíritu Santo. O sea, Dios mismo ha descendido a este templo. Ya no tenemos necesidad de catedrales y construcciones. Bueno, la idea del hombre es crear esa distracción. pero yo tengo noticia para ti que es mucho mejor. Por eso es que cuando la gente habla del pentecostés y dice, uy, mira, ya hablaron el lengua, es divino lengua repartida de fuego. Seamos bíblicos, ¿cuándo tú ves fuego que desciende del cielo? Cuando hacen el holocausto o Moisés ve la zarza ardiente, hay un fuego de Dios, termina todo el tabernáculo, el proceso del tabernáculo es de adentro hacia afuera, porque es de Dios, Dios te dice cómo puedes llegar a él, pero parte de él y viene hacia afuera. El evangelio es igual. El evangelio viene de arriba, su encarnación. Él desciende y nos dice cómo puede él otra vez llevarnos al cielo y cómo podemos vivir con él. Esta palabra de verdad, este evangelio es lo mismo. O sea, vino y no fue Moisés ni Aarón el que encendieron el altar del holocausto, fue un fuego que vino del cielo. entre elías y el debate con los profetas de baal fue dios que trajo un fuego y consumió el altar de jehová cuando salomón hace una réplica en un templo mucho más majestuoso dice que el templo se llenó de humo porque era la presencia de dios fue dios quien trajo otra vez el fuego de altar en holocausto donde está su presencia donde está él Porque a veces yo le pregunto a muchos que dicen ser cristiano, ¿por qué crees que aparecieron lenguas repartidas de fuego en la cabeza de los primeros cristianos? No pueden relacionarlo. Lo relacionan con su experiencia pentecostal. Piensan que eso es. ¿O es porque simbolizaba la presencia de Dios en ti? Ahora Dios ha venido a morar en ti. Donde quiera que tú vayas, Dios está contigo. Por eso, si tú estás viendo una película pornográfica y dices que eres creyente, Dios está en ti. Donde quiera que tú lo oyes, vas a una discoteca, Dios está ahí. No solamente porque puedes pensar que él está en todas partes. En realidad, en la iglesia no es así. No es ese atributo lo que me hace pensar. Pablo dice, ¿cómo vas a ser tú, tu miembro, tú que Cristo mora en ti? Ser uno con una ramera. Porque ahora tú tienes el Espíritu de Dios en ti. Y estas complicaciones del Espíritu de Dios en nosotros son bastas. Es el espíritu santo de la promesa. Es un anticipo de nuestra herencia. Mejor dicho, yo estoy disfrutando del cielo. Porque eso es lo que quiere decir aquí esta verdad. Son las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posición adquirida para alabanza de su gloria. Y otra vez, si quieres, puedes leer y marcar para la alabanza de su gloria, la alabanza de su gloria. La iglesia por eso es gloriosa. Es el Padre, el Hijo y ahora el Espíritu Santo el que nos sella. Yo ya entiendo. Sí, es por Cristo. Él derramó su sangre, el Padre en su gracia. Él vio todo en cuanto a la creación y salvación. ¿Pero qué señal tengo? ¿Me he bautizado? ¿Hablo en lenguas? ¿Qué señal tengo? ¿Me he sumergido en las aguas sucias del Jordán? ¿Qué señal tengo? ¿Cuál es la cota inicial? ¿Cuál es la marca que tengo en mi corazón? El espíritu de Dios que te hace luchar con tu propia concupiscencia. ahora anhelas lo bueno de dios y que cuando lees la biblia tú dices wow señor qué maravilla lo que tú has hecho en mí lo que tú me muestras yo que soy un vil pecador soy tu hijo tengo herencia de la redención de él lo has hecho tú yo que no lo merecía eso ha hecho dios por ti por eso el creyente vive en la gracia Lo que él actúa es la gracia. Si tú no eres movido por la gracia de Dios, jamás vivirás la vida cristiana. Y Dios garantiza que tú te muevas en esa dirección porque el Espíritu Santo muere en ti. Arras viene del griego arrabón. Era el dinero que se daba por adelantado para comprar un animal o una mujer. Sin embargo, no es lo que ustedes se imaginan. Esa palabra es de origen semítico, fenicio. A veces da ganas de comparar, pero no solo a la mujer, al hombre también, con un animal, pero creo que le hacemos más beneficio al animal que al hombre. Los animales siguen un patrón, un instinto, una norma. El ser humano muestra ser caído, porque a pesar que se le enseñe el bien, busca el mal. Pero es interesante la comparación que Dios hace. Y Efesios lo va a mostrar después en las relaciones personales, lo que es el matrimonio, lo que es en sí la familia. Por ejemplo, cuando uno, que dice el azar, se le daba por adelantado para comprar un animal o una mujer. Ustedes han oído hablar mucho de la dote, ¿no? En nuestro tiempo occidental le regalamos un anillo de compromiso. En realidad estás comprando. Un anillo de compromiso, las implicaciones o aplicaciones que Dios hace es interesante. Porque la dote o el comprar era decirle al padre, tú estás perdiendo un bien. Ahora ella va a ser mía, yo la compro, porque vamos a trabajar juntos. Era el nivel del interés de producción. La mujer lo puede pensar en vanidad, en que tú tienes que hacer esto por mí, pero míralo del aspecto de la creación, o sea, y de entendimiento en que por qué la mujer es una judidonia, por qué se comprueba esto, se pone esta arras, Cristo es la cabeza de la iglesia. La iglesia es su esposa. La ha comprado, la ha redimido, no con oro, no con plata, sino con su sangre preciosa. Ahora tú eres de valor para mí. Tú eres un bien que yo adquiero. ¿Cuál es el propósito? De extender el evangelio, de que haya más iglesia, entre comillas, no de organización, sino de personas lavadas por la sangre del cordero. Por lo tanto, igual, cuando alguien se casa, cuando alguien busca una persona para que sea su compañera, la mujer tiene que entender cuál es el puesto y la judidonia en cuanto a esto. Pero entiéndelo, es porque tú y yo vamos a trabajar juntos para una descendencia para Dios. No es porque te tienen que acicalar y te tienen que regalar ciertas cositas y romanticismo y traer flores, lo cual es bueno, varones, tienen que hacerlo. Pero son las arras. Es el hecho de que yo te tengo como un sello y vamos a trabajar juntos para la gloria de Dios. Tú sabes, la mayoría de la gente no creyente o que se casan, no saben por qué se casan, tienen que tener en mente algo en su mente. Tú ya no eres tú. El yo tiene que perderse. Eso es lo que hemos hecho en Cristo. Dice, el que no se niega a sí mismo y toma su cruz y me sigue. No, yo no quiero ya ser conocido como Arzafat Braihuayte de antes. Yo no quiero ser conocido como Perico de los Palotes. o como Sutan o como Perencejo. Yo quiero que Cristo viva su vida en mí, lo que ahora lo vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios. Y ahora yo soy la esposa de Cristo, soy su hijo, soy heredero. La gracia de Dios se ha sido superabundantemente en mí. Ha dado su Espíritu Santo. Yo tengo ese sello en mí. Y voy para que otros entren en este pueblo de Dios, darle hijos a Dios, una descendencia a Dios. Ese misterio, Dios te permite que tú lo conozcas. Oremos. Gracias, Señor, porque verdaderamente tú nos amas y lo has probado. Nos has dado lo más precioso a nosotros como prueba de ese amor. Tu Hijo. La gente se aferra a lo que no va a durar. Se aferra a lo material. y no busca las superabundantes riquezas de tu gracia. Cosas que nosotros disfrutamos. Y si hay alguien aquí que quiera entender por qué somos así, no es que seamos fanáticos. Lo que queremos es que conozcan a nuestro novio, que conozcan a este ser que nos ama tanto, de aún antes de la fundación del mundo. Tu apóstol le entendió y comprendió a quien le amáis aún sin haberle visto. Amamos este misterio que es tan claro a nuestros ojos. Y si tú piensas que nadie te ha amado así, el creyente sí sabe cómo ha sido amado. El creyente sabe por qué ahora Dios nos ama. ¿Y en qué está elaborando y trabajando? En cada prueba, en cada tribulación que nosotros pasamos nos hace una joya más preciosa para él. Oh, con cuánta razón Juan vio en visión la nueva Jerusalén llena de joyas preciosas. Esas joyas no son otras sino que tu iglesia, tu amada iglesia. ¡Gracias!
Efesios: Su eterno fundamento en la Trinidad
Series Efesios
Padre, Hijo y redención.
-Emancipación.
-Restauración.
-Su sangre.
-Su gracia.
Sobreabundancia.
-Nos hizo conocer su voluntad.
-El cumplimiento.
-Hechos herederos.
Sello del Espíritu Santo.
Sermon ID | 63191743407455 |
Duration | 1:05:47 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 Peter 1:18-19; Ephesians 1:1-14 |
Language | Spanish |
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