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Estamos dirigiendo el programa a las madres. Estamos animando a las madres para que también ellas puedan ayudar a sus hijos a crecer en el temor de Dios, ayudar a sus varones a que ellos puedan cumplir con el llamado de Dios para sus familias. Y es nuestro anhelo que cada madre, cada amiga que nos esté escuchando pueda entender pueda vivir a la altura de lo que Dios espera en su palabra para usted. Y de manera especial también los hombres que puedan escuchar este mensaje y aplicarlo, aplicarlo también a sus hijos, a sus propias vidas. Así que les animamos a estar conectados a través de Radio Fraternidad. Esperando en el Señor que este programa, La Piedad Familiar, pueda ser de gran bendición para toda la familia. Así que vamos a comenzar entonces y vamos a iniciar orando que Dios nos bendiga a través de todo este tiempo que hemos de compartir con ustedes. a través de su programa La Piedad Familiar. Que Dios nos ayude a poder levantar una familia que alabe, exalte y glorifique a Dios. Vamos a orar. Padre nuestro que estás en los cielos, te adoramos y bendecimos y rogamos en esta tarde que podamos aprender mucho sobre la sabiduría que viene de tu palabra, la guía de tu espíritu sea con cada uno de nosotros y que todos podamos crecer. Señor, en educar a nuestros hijos, varones, en un conocimiento verdadero, el conocimiento de tu palabra por el que los hombres crecen no solamente como morales, sino también como seres que han de dar cuenta delante de un Dios eterno y soberano, gobernador de todas las cosas. A ti oramos que tú nos bendigas, en el nombre de Jesús. Amén. La piedad familiar. Este es su programa, esperando el Señor que pueda ser de edificación, de bendición, que pueda ayudar a la familia. a continuar creciendo, a continuar avanzando en el temor del Señor. Este es su programa, la piedad familiar, tiene como objetivo el poder edificar las familias en el conocimiento de Dios y su palabra. ¿Qué espera Dios? del hombre. ¿Qué espera Dios de la mujer? Y eso que Dios espera es lo que tenemos que estar procurando, buscando, aplicando. Este es su programa, La Piedad Familiar. Siempre se transmite a través de la 103.5 FM. a través de Radio Fraternidad y nos gozamos al ver cómo Dios continúa utilizando su palabra para bendición de su pueblo. Así que los animamos para que usted permanezca allí con nosotros y juntos podamos conocer más de la voluntad de Dios para con la familia. Estamos transmitiendo a través de la 103.5 FM aquí en Juticalpa, Olancho. pero también estamos transmitiendo a través del Facebook. Usted puede entrar a Iglesia Bíblica Pacto de Gracia o Radio Fraternidad 103.5 FM y lo encontrará allí en el Facebook. Así que lo animamos para que escuche su programa La Piedad Familiar. y esperando en el Señor que pueda ser de gran ayuda, de bendición, de edificación para usted y para su familia. Cada martes nos reunimos con ese propósito de conocer más de la voluntad de Dios y vamos entonces a comenzar a compartir con usted El tema que tenemos hoy, estamos dirigiendo este programa a las madres, esperando del Señor que este programa pueda ser de mucha utilidad y de crecimiento en sabiduría y en gracia para todas las familias. Vamos entonces a ver, estamos viendo el papel de la madre con sus hijos, el carácter que las madres deben de estar desarrollando en sus varones. Y hemos visto hasta aquí un principio básico, y es el siguiente. Prepara a tu hijo para que forme su hogar, para que sea un líder, para que sea el proveedor, el trabajador, el protector de su esposa y de sus hijos. Esto es algo básico que estuvimos viendo. Eso tiene que ver que la madre debe enseñar a sus varones a que van a casarse con una mujer. Eso tiene que ver que el hombre debe trabajar para proveer para su hogar, para sus hijos, para su familia. Eso tiene que ver con que el hombre también debe ser el líder y protector en su hogar. El hombre está creciendo en sabiduría, en gracia, en estatura, y Dios espera que el hombre pueda ser un medio, un ente de bendición para toda su casa. Nosotros esperamos que así usted pueda crecer en el conocimiento de la palabra y que sus varones, sus hijos varones, puedan conocer más lo que Dios espera de ellos. En segundo lugar, un segundo principio que veíamos es que la mujer debe preparar a su hijo para otra mujer. con el fin de que ama a su esposa y la guíe. Guíe, él lideré su familia. Es decir, que la madre debe estar enseñando a su hijo a asumir su responsabilidad con los demás. Y hasta ahí nos quedamos. Decíamos que la responsabilidad debe ser un elemento distintivo, continuo en la vida de nuestros hijos. cuando ellos hacen algo deben de poder reconocer cuando lo hacen, deben de poder reconocer su responsabilidad ante las cosas que hacen. Y vamos ahora a continuar que también el hecho de que la madre debe de enseñar a su hijo o preparar a su hijo para otra mujer tiene también que ver con que el niño sea un líder valiente, a lo que hoy llaman héroes. Nuestros hijos deben deberse a sí mismos como líderes valientes, como héroes. Hay un texto en Josué 10.25. Yo quiero que usted lea conmigo Josué 10.25. Observe lo que dice allí la palabra del Señor. Dice, Y Josué les dijo, No temáis ni os atemoricéis, Sed fuertes y valientes, porque así hará Jehová todos vuestros enemigos contra los cuales peleáis. Miren que es Josué quien llama al pueblo de Dios. Él, como un líder, está guiando al pueblo a que sea fuerte y valiente. Mis queridos amigos que me escuchan, esto debe ser algo importante en la vida de nuestros hijos. Las madres deben estar, las madres y los padres, pero como estamos dirigiendo ahora el programa Las Madres, queremos que las madres nos escuchen. Las madres deben estar ocupadas enseñando a sus hijos aquellos dones y capacidades que Dios les ha dado. Es decir, que la madre debe estar descubriendo con sus hijos esas capacidades, destrezas, habilidades que Dios le da al varón, a los varones. Porque nuestros varones, a medida que crecen, necesitan conocer esos dones y capacidades para ponerlo en práctica. Los muchachos, los varones fueron equipados por Dios con la capacidad de proteger a su hermana, a su mamá, a su tía, a su abuela, con la capacidad de que ellos puedan proteger sus familias y hasta su país si es necesario. Los hombres de renombre, es decir, que brillaron en las Escrituras, eran hombres de muchas batallas. La mayor de las batallas que hoy día nuestros jóvenes están liberando es con el deseo de quedar bien consigo mismos y con el temor a los demás, con el temor a lo que dirán, con el temor a la influencia que este mundo tiene. Hay un temor real que nuestros jóvenes tienen y tenemos que ayudarlos, tenemos que ayudarlos para que ellos puedan seguir adelante y crecer. Los varones necesitan que se les estimule, que se les estime, que se les reconozca por su valor, fuerza, coraje. Es decir que ese hombre valiente, ese héroe, la madre tiene que ayudarlo a que salga, estimulándolo, mostrándole el camino. Mi queridas madres, amiga que me escucha, vuestra meta debe ser enseñarle e inspirar a tus hijos a luchar por las cosas que valen la pena. cosas que valen la pena luchar y ayudarlos a encontrar su fuerza y su coraje en Dios. Ahí es donde nosotros como padres debemos estar ocupados, debemos estar guiando a nuestros hijos para que ellos entiendan ese solemne llamado que Dios les ha hecho. Dios espera que nuestros varones crezcan, se fortalezcan, maduren, sean valientes, sean valientes. Y eso hay que enseñarlo. Eso hay que enseñarlo. Si usted toma un varón y lo mete debajo de su falda y lo cuida de todo, Y ese varón simplemente está ahí para que usted lo defienda y usted no lo motiva a que él vence sus temores, usted no lo motiva para que él trabaje y se esfuerce como un varón, ese varón va a comenzar a tomar un camino diferente. Si usted no lo motiva a que luche por las cosas que realmente valen la pena, con fuerza, con coraje, Los varones tienen una imaginación fantástica y les gusta verse a sí mismos como héroes. Enseñenle, hermana, a su hijo las historias bíblicas de las batallas del Señor, las batallas de Jehová de los ejércitos. Enseñenle a su hijo las historias bíblicas de las batallas de Jehová, sobre todo cuando el Señor vence sobre el pecado y se enfrenta con la muerte, con valentía, cuando Jesús se enfrenta contra Satanás y le da victoria, tiene la victoria que el niño pueda observar a un verdadero guerrero en Jesucristo porque ellos necesitan ejemplos y si el ejemplo que tienen es de estos artistas, cantantes y demás cosas que aparecen, muchas de ellas afeminadas, su hijo va a terminar actuando así. No permita que sus varones tomen ejemplos erróneos para seguir. No lo permita. Dele buenos ejemplos, guíelo hacia buenos ejemplos. Trabaje con él de cerca. Muéstrele lo que es ser un líder valiente. Como dicen aquí las escrituras en Josué 10, 25. Miren a Josué aquí. ¿Recuerdan a Josué cuando él fue enviado como un espía a Jericó? Bueno, perdón, a Jericó no, a ver la tierra prometida a Canaán y regresó. Dios envió dos espías. Y diez de ellos dieron un mal reporte y le dijeron al pueblo, ustedes no van a poder entrar. Es más, nadie puede entrar ahí, vamos a morir todos. Pero Josué y Caleb se pusieron del lado del Señor y le hablaron como dice este texto en Josué 10, 25, No temáis, ni os atemoricéis, sed fuertes y valientes. Es Josué que le está hablando al pueblo. Miren este joven de valor enfrentándose a una multitud, una multitud que va en contra de Dios y Él les recuerda, Él les recuerda a ellos. Así hará Jehová todos vuestros enemigos contra los cuales peleáis. Él los va a destruir. Esos enemigos no son nada. Sean fuertes, sean valientes, no tengan temor, qué valor de este joven Josué, quien se enfrentó a los enemigos del Señor con valor. Eso es lo que tenemos que estar mostrando a nuestros hijos, esa valentía, esa fuerza, ese coraje, y moviéndolos, estimulando para que sean valientes. Por lo tanto, mi amiga, mi hermana que me escucha, no permita que la edad avanzada de sus hijos les aleje de usted. Cada etapa de la vida de sus hijos debe ser una oportunidad para desarrollar en él el héroe, el siervo de Jehová, que con valor estará dispuesto a decir, heme aquí, envíame a mí. Como dijo el profeta Isaías, haga de su casa un ambiente atractivo para que su hijo crezca viéndose a sí mismo como un pastor como el hombre de la casa junto a su papá, como el líder de sus amigos y hermanos. Permita que su hijo se desarrolle. No lo trate como si fuera una niña. No lo trate como si fuera una niña, porque los varones son diferentes. Trátelo como un varón valiente. sirviendo en la casa, trabajando en la casa. Pero no lo quiera proteger de todo. Si se cae, no lo levante. Dígale, vamos, usted puede. Arriba. Arriba, valiente. Llámele por aquello que usted espera que él sea. Valiente. Vamos, valiente. Usted es un hombre fuerte. Párese de ese piso. No lo levante, no salga corriendo a cargarlo y a besarlo. No salga corriendo. Deje que se levante ese niño que es un hombre que va creciendo. Demasiados hombres no saben cómo ser el héroe en la vida de sus mujeres. No saben cómo ser el héroe. Por lo tanto, ¿qué es lo que hacen? Ignoran sus lágrimas. Ignoran cuando ellas piden ayuda. Ignoran cuando ellas realmente anhelan su apoyo y su cuidado. Como resultado, hay demasiadas esposas que hoy resuelven ellas mismas sus problemas antes de pedir ayuda a su esposo. No le dicen nada a su esposo porque el hombre no tiene ningún interés de agradarla, de ayudarla, de servirle. Mi amiga que me escucha, si tiene varones, enséñale a su hijo a aplicar, a aplacar, las necesidades de su casa con su servicio, con su cuidado. Es decir, que la madre debe solicitar ayuda de su hijo para que le ayude a llevar las bolsas de la comida, para que él la ayude en la casa a arreglar, a ordenar las cosas, a barrer si es necesario, a fregar. Esas cosas no hacen a los niños menos hombres. Les ayudan a entrenarse para cuando se casen. A veces usted ve en las películas que aparentemente el hombre valiente es el que está en la calle buscando qué hacer en la calle. El hombre valiente es aquel que está en la calle trabajando todo el día y cuando llega a su casa no sabe ni qué pasó. No, ese no es el hombre valiente en las escrituras. Si usted va conmigo, por ejemplo, a Efesios, Capítulo 5. Ahí usted va a ver un hombre valiente. Vaya conmigo a Efesios capítulo 5. Mire cómo dice el versículo 25. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella para santificarla. Versículo 27. A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, Versículo 28. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, la forma de amar a su esposa es entregándose, sirviéndole, ayudándole, trabajando al lado de ella. Y esto es algo que usted tiene que ejercitar con sus varones desde temprana edad. Desde temprana edad, ellos deben de saber lo que es el trabajo en la casa y que pueden ayudarle. Por lo tanto, que él sea su héroe, que él sea su ayuda y que esto lo prepare para cuando él tenga su hogar. Pero también, en tercer lugar, enséñele a su hijo a expresar amor. Miren ese hermoso, lea conmigo ese hermoso texto en Cantares, capítulo 4, versículo 10. Cantares 4.10. ¿Cuán hermosos son tus amores, hermana, esposa mía? ¿Cuánto mejor que el vino tus amores y el olor de tus ungüentos que todas las especias aromáticas? La mayoría de los muchachos necesitan saber cómo hablarle a una mujer. saber cómo expresar sus sentimientos. La mayoría de los muchachos aman realmente a sus madres, y si se les alienta a expresar su amor, lo harían. Ese es su deber, mi hermana y amiga que me escucha. Aliente, motive a su hijo a expresar su afecto, su amor, todo lo posible que sea, a usted, a sus hermanas, a su abuela, a su tía, No tema. Dejar que su hijo vea que usted necesita de su amor y denle la oportunidad que lo exprese. Hay niños que traen flores para su mamá, que reciben algo y él le lleva a su mamá. Eso es expresar amor. La forma en que usted exprese amor por él y que reciba el amor que él expresa, que el niño expresa, le está preparando, le está capacitando para ser un buen hombre en el día de mañana. Exprésele amor. Porque esto va a realizar un gran impacto en la vida de su varón. En la forma en que usted le ame y le muestre amor, él va a aprender a amar. ¿Y qué significa eso? Que cuando se case, él le va a mostrar amor a su esposa. El matrimonio cristiano debe ser la suprema expresión de amor en el mundo. El matrimonio cristiano. Usted puede bendecir a su futura nuera con un marido, o mejor dicho, con un hijo que no teme decirle al mundo que la ama. Usted puede bendecir a esa mujer que va a ser la esposa de su hijo, hacerla dichosa, porque usted está enseñando a su hijo a recibir amor y a mostrar amor. Por esto, enséñele a su hijo a expresar su amor con un lenguaje que ella pueda entenderlo o que usted pueda entenderlo. Déjele saber cuánto aprecia a usted esas expresiones de amor con nota de cariño. que él le pueda escribir una carta a su mamá, un poema a su mamá, que pueda llevarle flores a su mamá. Al ayudar en las tareas de la casa, con palabras de afecto, mami, te quiero, mami, yo te amo. Que esos sentimientos sean normales en el hogar. Porque cuando usted hace eso con su hijo, Él va a aprender cómo hacerlo con su esposa. ¿Cómo lo va a aprender? Con usted. Porque el niño aprende de pequeño. Si usted enseña al niño a ser odioso y grosero, él lo va a hacer con todas las niñas y con su esposa. Pero si usted enseña al niño a ser amable, cortés, gentil, él lo va a hacer también con su esposa y con las niñas. Cuando su hijo le exprese amor, esté segura de decirle algo como esto. La muchacha que llegue a casarse contigo será la mujer más feliz y bendecida de todo el mundo. Elógele, agradezcale por sus expresiones, por mostrar amor. Si usted se acostumbra a exaltar su conducta buena, Si usted se acostumbra a lavarlo, a decirle, bien hecho, mi hijo, cuando él le muestra amor a usted y cuidado, eso es lo que él va a hacer con su esposa. Usted estará transmitiéndole seguridad. Cuando él muestra afecto, usted le afirme ese afecto. El futuro éxito del liderazgo de ese muchacho en su matrimonio, mire, depende de eso. Es de eso que depende. De ese trato amable, gentil. ¿Con quién? Con su mamá. Ahí es donde está el detalle. Ahí es donde está el detalle. Cuando usted, antes de su hijo irse, dice, ven acá, denle un abrazo y un beso a su mamá. Cuando el niño antes de irse para la escuela, antes de salir a la calle, él no se puede ir sin despedirse. Dele un beso a su mamá. Eso es mostrar amor y respeto a su mamá. Cuando su hijo llega, un abrazo a su mamá, un beso. Esos abrazos y besos se van a transformar en los abrazos y besos que él va a dar a su esposa. Ese muchacho no va a tener problemas con casarse porque un hombre gentil y amable un hombre cariñoso, un hombre que expresa afecto, mire, es un hombre codiciable, un hombre codiciable porque aquí lo que más hay es gente bruta, mucho bruto lo que hay, y hombre áspero, grosero, mal hablado, que no da ni los buenos días, eso es lo que hay mucho en el día de hoy. Pero cuando usted prepara a su hijo para que sea un hombre amable y gentil, con las niñas, con las damas, mire, ese muchacho No va a durar mucho en casarse. Usted tiene que prepararlo bien porque se lo van a llevar a la casa. Usted se va a ir, ¿verdad? Cuando su hijo desea acurrucarse con usted, abrácelo. Pase la mano por el pelo. Deje de hacer cualquier cosa que usted esté haciendo. Y déle gracias a Dios por esa oportunidad, ese momento de amar a su hijo y de mostrarle amor y de enseñarle cómo amar. porque le estará mostrando el amor y cuidado que él debe tener por su esposa y por sus niñas. Exprésele con palabras como, por ejemplo, te amo, te quiero. Dígaselo. Dígaselo, te amo, te quiero, mi hijo. Dígaselo, no tenga temor. Eso no es pecado. Todo lo contrario. Eso es una gran bendición. Es una gran bendición que las madres puedan mostrar amor y cuidado hacia sus hijos. Es una gran bendición. Así que a sus varones, enséñenle, mi querida amiga, mi querida hermana que me escucha, enséñenle a ser amable, enséñenle a ser gentil, enséñenle a ser caballeroso. Y el niño va a aprender, va a aprender y mucho. Va a aprender bastante. Así que, cuando su hijo desea currucarse, abrácelo, aliéntelo a que le pregunte todos los días, ¿cómo puedo ayudarte hoy, mami? ¿Cómo puedo ayudarte hoy, mamá? Esto le hará el hábito de expresar amor y cuidado a través de pequeños actos de servicio. Piense en cuántos hombres no ayudan a su esposa en el hogar. vienen de trabajar, están cansados, y lo que hacen es coger un celular o la televisión. Entonces, esa mujer posiblemente también esté trabajando, llega a su casa a fregar, limpiar, barrer, corregir muchachos, atender maridos, y no encuentra una ayuda en su esposo. Muchas mujeres se quejan de ese detalle. Y yo soy un hombre, mi amigo, yo sé que uno se cansa. Yo llego cansado muchas veces. Pero me he dado cuenta, me he dado cuenta por la palabra de Dios y por la práctica que servir a mi esposa media hora cuando yo estoy en la casa, que barrerle, fregarle, ayudar a recoger la ropa, estar con ella conversando, mantiene en mi hogar un ambiente de gozo y de paz y de respeto. Eso lo enseña la palabra de Dios y eso es lo que tenemos que practicar. Así que mi amiga, piensa en cuántos hombres no ayudan a su esposa y la dejan trabajar todo el día. Y llegan al hogar y tampoco hacen nada. Cuántas mujeres sienten que están solas, que son abusadas, que ese hombre es un desconsiderado. ¿Por qué él mismo llega a la casa? y se quita la ropa desde que entra por la puerta hasta llegar al baño y es la casa entera llena de ropa, zapatos, medias, camisas, pantalones y de todo tira, deja todo tirado y después se sienta como un marrano en frente a la televisión o del celular a pedir comida porque tiene hambre y la mujer cómo se siente. Entonces estas cosas no son para que usted las olvide, para que usted las ponga en práctica. Por lo tanto, sea franca con sus hijos. Los varones entienden poco de señales de humo. Los varones no tenemos telepatía, no leemos la mente. Dígale a su hijo lo que usted necesita. Dígale a su hijo que usted necesita su amor y su abrazo. Dígaselo. No espere que él se lo lea. Hay muchas mujeres que cometen el error de pensar que el hombre tiene que entender. No, usted hable con el hombre. Exprese sus sentimientos hacia el hombre. Dígaselo. Procure que esto sea algo normal entre ustedes, esa relación de amor, respeto y cuidado. Que para el niño sea algo normal atender, cuidar, velar por su mamá. Entrene a su hijo en estas cosas. ¿Y qué le hará a usted? Le va a estar preparando el ambiente a ese muchacho, a ese niño, para que sea un hombre feliz, feliz con su mujer, feliz con sus hijos. Entonces, nosotros queremos que usted entienda esto. Hay que ser valiente para hacerlo bueno. Hay que ser valiente para amar. Hay que ser valiente, ser un hombre esforzado, para tener una mujer contenta, feliz. No porque usted se lo hace todo en la casa, sino porque usted por lo menos llega y le ayuda, le anima, habla con ella. Usted está respondiendo a muchas necesidades. Y esto es importantísimo. Nosotros queremos desarrollar hombres que amen, teman a Dios y puedan servir correctamente a su generación. ¿Y cómo esto se va a lograr? Pues se va a lograr con instrucción y enseñanza. Estamos muy contentos de que usted esté allí conectado a través de Radio Fraternidad con usted, el Pastor Dante Paz. Estamos transmitiendo a través de la 103.5 FM y a través del Internet. Puede escucharnos a través de radiofraternidad.org. Radiofraternidad.org. Allí va a poder encontrar un triangulito amarillo. Dele a play allí y escuche esta emisora. también por Facebook, puede escucharnos, Radio Fraternidad en el Facebook. Así que gracias por estar allí a los amigos, tenemos un mensaje que nos han enviado, vamos a ver si podemos escucharlo. Buenas tardes, Pastor Dante, me parece muy oportuno el tema del día de hoy porque ciertamente Nosotros como padres debemos estar conscientes de la necesidad de criar hijos varones emocionalmente fuertes, pero centrados en la comunidad. Buenas tardes, Pastor Dante. Me parece muy oportuno el tema del día de hoy porque Ciertamente nosotros como padres debemos estar conscientes de la necesidad de criar hijos varones emocionalmente fuertes, pero centrados en la visión bíblica de lo que es realmente la masculinidad cristiana, que no tiene nada que ver con el atropello a género femenino, nada de eso, sino el amor, el servicio y que ese liderazgo pueda ser como el de Cristo, que siendo un Señor, pues sirvió. Que nosotros podamos tener ese ambiente en nuestro hogar con nuestros hijos, Ellos puedan ver que así como mamá y papá se sirven mutuamente, así ellos también puedan copiar ese ejemplo y reproducirlo cuando sean mayores. Y que la gentileza sea conocida de todos, pues el Señor está cerca, como dice la palabra. Pero que ellos viendo la gentileza en nuestro hogar, en el trato de papá y mamá, también ellos aprendan a ser gentiles, los varoncitos y las hembras también puedan apreciar el valor de tener un hombre con esas cualidades. Muchas gracias pastor, muy oportuno este tema del día de hoy. Bueno, muchas gracias a nuestra querida oyente que ha estado allí compartiendo su pensar. Gracias por esas palabras. Necesitamos seguir escuchando sobre esto y seguir motivando para que todos podamos crecer juntos. Nuestros hijos necesitan crecer. Nuestros hijos no nacen siendo amables, caballerosos. Todo lo contrario, atropellan a las niñas, las maltratan y necesitamos traerle este modelo bíblico de ese trato amable, gentil, respetuoso hacia los demás. Así que muchas gracias. Vamos entonces a continuar. Hemos visto dos principios. Prepara a tu hijo, el primero es. Prepara a tu hijo para que forme su hogar, para que sea el líder, el proveedor, el trabajador, el protector de su esposa. En segundo lugar, prepara a tu hijo para otra mujer con el fin de que ame a su esposa y lideré su familia, asumiendo su responsabilidad y siendo un líder valiente y sabiendo expresar el amor. Entonces, estas son formas en las que nosotros podemos preparar a nuestros hijos, prepararlos de tal manera que ellos sean líderes efectivos. Una tercera enseñanza que encontramos en la palabra, un tercer principio, es este. Enseña a tus hijos a ser valientes para resolver los conflictos. Quiero que leamos brevemente en Primera de Corintios, capítulo 16, versículos 13 y 14. Mire cómo dice este pasaje en las Escrituras. Velad, estad firmes en la fe, portaos varonilmente y esforzaos. Todas vuestras cosas sean hechas con amor. Es un pasaje fuerte, un pasaje hermoso. Se nos manda a estar firmes en la fe, a portarnos varonilmente, a esforzarnos y que hagamos todo con qué? Con amor, con amor. Qué hermoso pasaje de las Escrituras, muy completo. Mi querida amiga y hermana, o hermana que me escuchas, enseña a tus hijos a ser valientes para resolver conflictos. Ellos van a necesitar lo que dice aquí fe, portarse varonilmente, esforzarse, porque en el mundo que nos encontramos es un mundo complicado, lleno de dificultades. Entonces, esa enseñanza de que todos ven a donde mami para que lo resuelva, Todo te lo va a resolver papi con la tarjeta de crédito o con dinero. No es así. Tenemos que dirigir a nuestros niños para que ellos sigan madurando como hombres de fe, portándose varonilmente y esforzándose y hacer todo con amor. Por eso, nuestros niños deben aprender a ser valientes para obedecer. Obedecer a Dios para tener fe en Dios, convicciones firmes y que su comportamiento debe ser varonil, mostrándose a sí mismo como hombre. Mostrarse a sí mismo como hombre es ser valiente. Entonces, estas características son importantes. Para tener fe en el día de hoy hay que tener valor. para tener fe en el día de hoy, hay que mostrar coraje. Esas son cosas que tenemos que infundir a nuestros hijos, valor, coraje, para tener fe. Porque la gente usa el valor y coraje como sinónimo de, como si fuera parte de la rebeldía. No se equivoca. Se necesita más valor para ser lo bueno que para ser rebelde, porque la mayoría son rebeldes, son cabeza hueca, cabeza dura, desordenados. Ser varonil en la fe, mostrar valentía y coraje en la fe. Ser valiente es una característica necesaria que es parte del hombre, ser valiente. Madres, enseñen a sus varones que las excusas no son otra cosa que los clavos que construyen una casa de fracasos. Y esa frase es mía. Perdón, esa frase no es mía. Pensé que había sido yo, pero no. Tome esa frasecita ahí. Las excusas no son otra cosa que los clavos que construyen una casa de fracaso, una casa llena de fracasos. Debemos enseñar a nuestros niños a luchar contra la tentación de claudicar, de entregarnos sin luchar. Es decir, que el miedo es lo que los va a controlar. El miedo es lo que los va a vencer. No, tenemos que ayudarlo a mantenerse firmes, con valor. Es una característica del hombre, la valentía, el arrojo. Muchas veces los grandes enemigos que se levantan contra nuestra familia surgirán de nuestros propios pecados. Y portarse varonilmente es ser un niño valiente. Portarse varonilmente es ser un niño que puede enfrentar las situaciones difíciles. Hay amiguitos que dicen mala palabra, palabras feas. Entonces, allí el niño, tu hijo, puede tener el valor de decirle, no hables así, eso no se dice. Llamar la atención a sus compañeros. Es decir, que se necesita valor. ¿Para qué? Para hacer lo bueno. Se necesita valor para hacer lo bueno. Se necesita valor para ser caballeroso. Para un niño es muy fácil empujar a una niña y quedarse sentada, quedarse sentado en la silla de la niña. Pero el niño tiene que poder pararse y decirle, no, párate, esa silla es de ella, y enfrentar a su amiguito. es decir, levantar al débil, para eso se necesita valor, ayudar al que necesita ayuda, eso se necesita valor, ser valiente para obedecer, se necesita valor, ser valiente enfrentar sus propios pecados y reconocerlos, se necesita valor para restaurar una amistad, para reconocer cuando hemos hecho algo malo, para enfrentarse a las dificultades, Todo eso se necesita valor. Hay hombres, bueno muchos hombres, se nos enseñó a huir de los problemas, de los conflictos. A muchos hombres se nos enseñó que cuando alguien estaba peleando mejor vete, no le haga caso. Eso puede tener su lugar en una condición, pero cuando no se le enseña al niño a enfrentar sus tareas, sus trabajos, sus responsabilidades diarias, sino salir corriendo, no hacer la tarea, no estudiar para el examen. Eso que le estamos permitiendo al niño desarrollará un mal hábito, un mal hábito en él, perdón, un mal hábito en él. Hay problemas que son pequeños, del tamaño del niño. No encuentro mis zapatos. Mamá, no encuentro mis zapatos. No, no, no. A mí no me llame. Venga, vamos a buscarlo. Recuerde dónde usted lo puso la última vez y póngalo a buscar los zapatos. Terminó de jugar. Venga, organice los juegos. Hay conflictos que son pequeños, del tamaño del niño, que él puede enfrentarlos. Enséñale a enfrentarlos. Enséñale cómo enfrentar los conflictos. Mire, usted tiene un problema con un profesor o con un compañerito. Vamos a orar para que Dios le dé sabiduría y ver cómo vamos a hablar con ese compañerito. Que mi compañerito me dicen que si yo no le doy mi pelota, no va a jugar conmigo. Mira, mi niño, eso se llama manipulación. Dígale a él que puede jugar. Si usted lo quiere dejar jugar, lo deja jugar. Pero si él lo atemoriza, le mete miedo, que yo me voy a ir si no juego, si no me da la pelota, dile, mi hijo, dile, mi hijo, dile, vete, no te voy a dar la pelota. No dejes que te manipulen. Hay conflictos de niños que usted tiene que guiar a los niños a saber cómo enfrentarlos, a orar, pidiendo a Dios sabiduría, a orar, pidiendo a Dios dirección, fortaleza. Los conflictos pueden ser pequeños o grandes. El futuro carácter de tu hijo, que se está desarrollando, es mucho más importante que tu deseo de resolverle el problema. Créame eso. Y esa frase sí es mía. Es decir, que el futuro carácter de tu hijo es mucho más importante que tu deseo de resolverle el problema. deseamos resolverle todos los problemas al muchacho. Y no debe de ser. Dele un poco de tiempo para que él lo resuelva. Dele un poco de tiempo para que él ore. Dele un poco de tiempo para pasar por las dificultades antes de usted intervenir. Déjele saber que usted está ahí por si lo necesita. Estoy aquí, pero resuelve. Hálo tú. Ciertas pruebas de la vida le darán al muchacho la experiencia que él necesita, la experiencia y la capacidad, el dominio propio que él necesita, le van a estar convirtiéndose en un valor de carácter. Es posible que usted lo lleve al niño a practicar algún deporte. Y el niño no quiere participar. No, no, mijo, usted puede. Yo lo apoyo. Usted va a estar ahí. Usted va a hacer su mejor esfuerzo. Vamos, hágalo. Sea valiente. Yo voy a estar aquí mirándote. Y manténgase lejito, pero el que enfrente la situación, con gracia, con sabiduría, que dirija a su varón. El niño que su madre le resuelve todos los problemas y que los recibe entre sus faldas con lloriqueos, Esto no lo está preparando para que sea un hombre valiente. En sus conflictos, usted puede escucharlo, compartir su carga, pero alentarlo también a que él piense cómo resolverlo. Cuando él tenga un conflicto, escúchelo, hable con él. Bien, mi hijo, lo primero que vamos a hacer es orar para que Dios nos dé sabiduría. Ore con él. Y luego pregúntale, haga la pregunta, ¿y cómo tú crees que podemos resolver ese problema? ¿Qué tú harías? ¿Qué haría tu papi, tu papá? Aliéntelo a buscar una solución, no una salida. Aliéntelo a buscar una solución, no una salida rápido. Ay, mami, el amiguito no me quiere prestar la pelota. Ay, yo te he dicho a ti que no, que no pidas la pelota prestada. Ven, vámonos. Pero no es así, mi amiga. No se lleva el muchacho. Ve, habla con tu amiguito y dile que por favor te preste la pelota. Tiene que ser amable. Ah, que él no quiere. Bueno, pues entonces respeta la decisión de tu amiguito. No le resuelva el problema, hermana. Busque soluciones bíblicas y prácticas. Ayúdalo a entender cómo crecer a partir del conflicto. ¿Qué tú aprendiste de este problema? Siéntese con ellos a hablar sobre sus problemas, sobre sus malas decisiones, sobre sus buenas decisiones y pregúntele, ¿qué aprendiste de esto? Busque textos de las Escrituras que lo guíen a él a pensar y a aplicar la Biblia en su vida. Siéntese a enseñarle a depender de Dios. Usted no siempre va a estar ahí para ayudarlo. Entonces, enséñale a orar, enséñale a pensar, enséñale a resolver el conflicto. Si su hijo está creciendo y ya él puede preparar un pan y ponerle mantequilla a maní para no morirse de hambre, enséñale cómo se prepara el pan. coge una tajada de pan, venga, mire, mire cómo se hace, hágalo usted ahora, póngale mantequilla, eche de mantequilla maní, busque en la nevera qué más hay, hay tomate, póngale tomate, qué más hay, queso, póngale queso. Bueno, no es que le va a poner mantequilla maní, ¿verdad?, hay tomate y queso. Es básicamente una idea, es decir, usted tiene que ayudarlo a que se defienda, que no se muera de hambre. guíelo a confiar en Dios, guíelo a buscar la respuesta a su necesidad, a pensar. Ah, que yo tenía hambre, no sabía qué hacer. Venga a ver, mire el refrigerador. ¿Cómo está? ¿Qué hay en el refrigerador? Saque del refrigerador, prepare algo, no sea perezoso. Es decir, que usted le está dando soluciones, le está mostrando el camino. Y la próxima vez que tenga hambre, él no lo va a esperar a usted. No, él va a ir al nevera, al refrigerador, iba a buscar qué comer. Pero también en conflictos diversos busque textos de las Escrituras que le ayuden al niño a pensar bíblicamente. Ejemplos de situaciones similares. Háblele, háblele de ejemplos que usted ha visto en la vida y de lo que usted aprendió. Ayúdelo a pensar qué haría Cristo en su lugar. Enséñele que sólo Dios puede cambiar el corazón. que él debe de confiar en el Señor. Recuérdele, mi querida amiga y hermana, que el objetivo es hacerle, recuerde que el objetivo es hacer de él un hombre valiente, según los caminos de Dios, contando con las fuerzas del Señor. Así que guíele en ese camino, con gracia, con sabiduría, Nosotros realmente deseamos que la palabra de Dios sea prosperada en su corazón y en el corazón de sus hijos. Queremos levantar una generación de hombres valientes. Yo no sé si usted ha escuchado alguna vez de esta historia sobre una ilustración, una historia que hay sobre un león y un ratón. Hubo un día que el ratón estaba jugando al lado de un león y el león, mirando al ratón, combinando de aquí para allá, lo agarra con sus garras y lo pisa. El ratón le suplica que no se lo coma, que no se lo coma, que por favor, que no se lo coma, que lo deje vivir, que le dé una oportunidad, que él le va a servir. Y el león, ja, ja, ja, ja. ¿Cómo me va a servir un animalito tan pequeño como tú? Un león, un animalito tan chiquito, ja, ja, ja, ja. Te voy a matar. Por favor, no me mate, señor león. Bueno, el león tuvo misericordia del ratoncito y lo perdonó. El ratoncito se fue. Un día el león va caminando. y cae a un hoyo y es atrapado en una red, en la red del cazador. Y ahí estaba el león gimiendo, gruñendo, suplicando por ayuda, envuelto en la red del cazador. Y un animalito respondió a su llamado de ayuda. ¿Adivinen quién fue? El ratón. El ratón respondió al llamado de ayuda del león. Y allí vino el ratón con sus pequeños dientes, diminuto, y comenzó a roer, a morder la soga de esa red. Y poco a poco fue rompiéndola con sus pequeñitos dientes. Y ahí el león fue liberado por el ratón, un ratón valiente. Pero observe esta historia. Tal vez su niño sea hoy un ratoncito. Y si usted le da la oportunidad de que él se desarrolle, que él crezca y le da los buenos ejemplos, ese ratoncito mañana va a ser la persona que va a cuidar y la va a atender y que la va a amar. Si usted hoy lo ama y lo cuida y lo protege, y le permite crecer correctamente. Él mañana va a ser su ayuda y su apoyo. Hay muchos hombres que cuidan a su mamá y la atienden. ¿Por qué? Porque sus madres lo cuidaron y lo protegieron, y lo desarrollaron como varones valientes. Que Dios les bendiga. Nos despedimos de este subprograma, La Piedad Familiar, dando gracias.
Prepara a tu hijo para que forme su hogar siendo líder
Series RadioF-Hombres criando varones
Prepara a tu hijo para que forme su hogar siendo líder
Sermon ID | 62824422588148 |
Duration | 55:29 |
Date | |
Category | Radio Broadcast |
Bible Text | Joshua 10:25-26 |
Language | Spanish |
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