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Salmo 93. Yahweh es Dios majestuoso, confía en su estabilidad. Yahweh nuestro Dios es majestuoso, confía en su estabilidad. Aquí el Salmo 93, pertenece a los salmos que se les conoce como salmos de entronización, que celebran a Yahweh como el rey del universo. En este grupo de salmos se incluye el salmo 47, el 93 y luego desde el 95 hasta el 99. Y son salmos que celebran a Yahweh nuestro Dios como el rey soberano, el rey del universo. Y aquí en el Salmo 93, podemos considerar su estructura donde los primeros dos versículos resaltan a Yahweh como rey y como creador. Y luego del versículo 3 al versículo 4, está resaltando el poder de Dios aún sobre las aguas caóticas. Entonces, Yahweh está en control de las aguas caóticas. Y luego del versículo 5, Destaca como Yahweh reina con estabilidad. Y él, lo que él dice permanece. Él refleja su santidad y eso beneficia a todos los de su alrededor y en especial su casa, ¿no? Adorna su casa y él permanece para siempre. Él es eterno, por ello su gobierno es eterno, su reino es eterno. Y términos que resalta aquí cuando consideramos el Salmo 93, habla de Yahúe nuestro Dios como aquel que reina, aquel que es majestuoso, aquel que es poderoso. que es firme y eterno. Él está en las alturas. Sus testimonios también son firmes. Él es santo. Y aún habla de la creación, porque menciona el mundo que está afirmado. Menciona las aguas, las aguas poderosas. Y aún repite varios términos. Repite términos de majestad y poder cuando cuando menciona magnificencia, o poder, o poderoso, o recias, y aún menciona términos de vestirse, ¿no? La idea de se vistió, como en versículo 1, o se ciñó, También menciona términos de firmeza, como en versículo uno, afirmó, o no se moverá. Versículo dos, firme. Versículo cinco, son firmes, muy firmes, ¿no? Y aún viendo cómo Dios afirma el mundo, su trono y sus testimonios. Aún menciona la eternidad, ¿no? Como nos dice Ahí en versículo 5, la última parte, por los siglos y para siempre. O en versículo 2, tú eres eternamente. Entonces, resalta la eternidad. Aún repite la idea de alzar o las alturas. También repite términos para aguas, como ríos y ondas. Aguas, ondas del mar. Repite la voz, ¿no?, el sonido, el estruendo. También repite lugares como el mundo, el trono, las aguas, las alturas, la casa. Y aún hay términos solitarios donde menciona que Dios reina, ¿no? Él reina, menciona sus testimonios, menciona su santidad. Entonces, cuando consideramos Estos términos en este Salmo, que es relativamente corto, solamente cinco versículos, nos damos cuenta de que el personaje central es YAHUÉ, nuestro Dios, y Él es Rey Soberano. Él es el Dios Majestuoso. Y al mismo tiempo, confirma que Él permanece estable. Él no cambia. Y por ello debemos confiar en su estabilidad. Ahora quiero leer el Salmo, aquí el Salmo 93, dice, Jehová reina, se vistió de magnificencia, Jehová se vistió, se ciñó de poder, afirmó también el mundo y no se moverá, firme es tu trono desde entonces, tú eres eternamente. Alzaron los ríos, oh Jehová, los ríos alzaron su sonido, alzaron los ríos sus ondas. Jehová en las alturas es más poderoso que el estruendo de las muchas aguas, más que las recias ondas del mar. Tus testimonios son muy firmes. La santidad conviene a tu casa, oh Jehová, por los siglos y para siempre. Eso es Salmo 93. Es que Yahweh es Dios majestuoso, confía en su estabilidad. Aquí en versículo 1 empieza a describir a Yahweh como aquel que reina, aquel quien es creador Y por ello aquí en versículo 1 dice, Jehová reina. Y aquí usa el nombre de Yahweh, que es el nombre del pacto, el nombre con el cual se reveló cuando Moisés le dijo, ¿qué nombre les debo de dar a los hijos de Israel? O sea, ¿cuál es tu nombre? Para decirles que tú me has mandado. Y él dice, yo soy el que soy. Eso es lo que significa el nombre Yahweh, el que es. El que es eterno. El que no tiene ni principio ni fin. Y entonces, Él es quien reina. Él es quien es estable. Y la razón por la que es tan importante entender esa verdad es porque cuando miramos a nuestro alrededor, en el gobierno de los hombres, o en el mundo que nos rodea, este sistema del mundo, vemos mucha inestabilidad, vemos muchos problemas, y podríamos estar preocupados. Preocupados por el día de mañana, preocupados por nuestro futuro, preocupados por el... aquellos que gobiernan en este momento sobre nuestro país o sobre los países que nos rodean. Y sería muy fácil preocuparnos, sería muy fácil perder la esperanza, estar afanados. Pero no hay que estarlo, porque ya nuestro Dios reina. Él se sienta soberano sobre el trono. Él lo controla absolutamente todo. Y por ello tenemos aquí este salmo. para que nos demos cuenta de que él tiene toda la autoridad, no debemos de dudar de su autoridad, no debemos de dudar de su poder. Él actúa conforme a su palabra, conforme a su plan, y el mundo no está fuera del poder de Dios, no está fuera del control de Yahweh. Él lo puede controlar todo, aún la naturaleza. Por eso resalta aquí estas aguas bravas, estas aguas caóticas, pero Dios las controla. Y viendo aquí el control de Dios, al mismo tiempo tenemos que darnos cuenta de que Él reina, Él lo controla todo, por ello no podemos escapar su autoridad. Su palabra no falla. Y para Dios la santidad sí es importante. Aquí realmente presenta a Dios como aquel quien reina, quien es poderoso y que no hay otro como Él. El poder de Dios es inigualable. Y la creación misma demuestra su poder. Su autoridad es total. Y lo que Dios afirma es inmovible. Por ello, Yahweh es digno de adoración. Debemos de adorarle. Y Él es Dios majestuoso. Debemos de confiar en su estabilidad. Aquí vemos este anuncio. Este anuncio del reinado de Yahweh, que es decisivo. La soberanía de Dios es real. Ahí mismo dice, Jehová reina. No, el Dios soberano no está inactivo. Él reina. Él gobierna. Él sabe lo que está haciendo. Y nos dice aquí, en el versículo 1, se vistió de magnificencia. Jehová se vistió y se ciñó de poder. Ahí resalta su vestimenta. Hay que recordar que en la Antigüedad, los reyes se vestían con vestimentas dignas de su posición. Y por ello, de la misma manera, vemos aquí, el psalmista describe a Dios vestido con su dignidad, con su magnificencia. Y por ello contempla aquí a Dios vistiéndose de majestad, de poder. Porque lo que hay que recordar es que Dios no recibe su autoridad de alguien. Él tiene autoridad automáticamente. Él tiene autoridad intrínsecamente, ¿no? Él tiene autoridad propia. Nos dice el Salmo 59, 17. Pues de justicia se vistió como de una coraza, con yelmo de salvación en su cabeza, tomó ropas de venganza por vestidura y se cubrió de celo como de manto". Esos Isaías 59, 17. Ahí describe a Dios como aquel que tiene autoridad y se viste de esa autoridad y lo demuestra en su vestimenta, demuestra su soberanía, su control, su poder. Y aún aquí, No solamente se viste de magnificencia, de gloria, que refleja quién él es, pero también, nos dice, se ceñió de poder. Esa idea de ceñirse de poder tiene conexión con la preparación para la guerra. En esas vestimentas largas, pues para poder manejarse bien, para poder tener estabilidad en el movimiento y tener agilidad, había que ceñirse esas vestimentas largas. para poder tener esa movilidad. Entonces, esa idea de ceñirse de poder es prepararse, ¿no? Estar preparados para la guerra. Y por ello vemos que aquí describe a Yahweh vestido de majestad preparado para la guerra. Él es quien pelea nuestras batallas. Él es quien nos da la victoria. Y es que la soberanía de Yahweh es evidente en su creación. Por eso va a resaltar que Dios controla el mundo, aquí en la última parte del versículo 1 dice, afirmó también el mundo y no se moverá, o sea, en su creación, él demuestra su poder, pero también demuestra su control al controlar las aguas, lo cual lo va a resaltar del versículo 3 al versículo 4. Pero aquí menciona como Yahweh, el Dios verdadero, afirma el mundo, dice, afirmó también el mundo y no se moverá. O sea, Dios creó los cielos y la tierra, creó el mundo y tiene estabilidad porque Dios es estable. Nos dice Salmo 104, versículo 5. Él, hablando de Dios, fundó la tierra sobre sus cimientos. No será jamás removida. Eso es Salmo 104, versículo 5. O sea, Dios lo estableció, lo afirmó, puso sus cimientos y de ahí no se va a mover hasta que Dios quiera. Él es quien la fundó, Él tiene poder, Él tiene autoridad. Y se mantiene estable, la creación se mantiene estable porque Dios es estable. Y es que el mundo físico está firme porque el trono de Dios está firme. y el reino de Dios no falla. Aun cuando las naciones intentan sublevarse, intentan quitarse a Dios del medio, nos dice el Salmo 2, del 1 al 4, ¿por qué se amotinan las gentes si los pueblos piensan cosas vanas? se levantarán los reyes de la tierra y los príncipes y príncipes consultarán unidos contra Jehová y contra su ungido diciendo rompamos sus ligaduras y echemos de nosotros sus cuerdas el que mora en los cielos se reirá el señor se burlará de ellos su salmo 2 del 1 al 4 o sea el hombre piensa que puede deshacerse de dios que puede romper sus ligaduras, pensar que ellos no tienen que dar cuentas a Dios, pensar que ellos no tienen que obedecer a Dios, pero su rebelión no sirve de nada porque Dios lo controla todo y va a destruir su rebelión y les va a dar a cada uno conforme a su obra. Y es que los rebeldes, ni aún los rebeldes, pueden escapar el control de Yahweh el Rey. Porque Él es firme, Él es estable. Y su trono, nadie lo puede derrocar, nadie lo puede destruir. Por eso nos dice en el versículo 2, firme es tu trono. Desde entonces tú eres eternamente. Si notáis hay un cambio, porque el salmista en el versículo 1 está hablando de Dios, ahora en el versículo 2 está hablando directamente a Dios. Dice, firme es tu trono. Hablando de la estabilidad, de la firmeza, del trono de Dios, de su gobierno, de donde él se sienta y gobierna en su soberanía. Y es que hay que recordar, Dios no necesita recibir un reino como lo hacen los reyes de la tierra. Porque firme es su trono desde la eternidad. Él siempre ha sido rey, él gobierna, él es Dios. Y es que el trono de Yahweh está establecido y por ello nadie le puede destronar, nadie le puede derrocar. Y es que la fe, o sea, el que tiene fe en él para salvación, la fe da estabilidad. La fe encuentra estabilidad en el Creador. Ha mencionado el Hacedor, o el que afirmó el mundo, en el versículo 1, y ahora está hablando de la firmeza de su trono, de su reinado, y Él es eterno. Entonces, el trono de Yahú está establecido y por ello él continúa, porque él es eterno, él continúa gobernando, nadie le puede destronar, y por ello la eternidad del reinado de Yahweh afirma la legitimidad de su reinado. Él tiene estabilidad como creador, como rey, nadie le puede quitar de su trono. Él gobierna. Y Él es eterno. Indicando de que su reinado también es eterno. Sus palabras son eternas. En Salmo 90, versículo 2, dice, Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios. Eso es Salmo 90, versículo 2. O sea, hablando de la eternidad de Yahweh. Y, porque él es eterno, su reino se mantiene firme. En Salmo 46, voy a leer una sección larga, desde el versículo 1 hasta el versículo 11, pero quiero que notéis la estabilidad de Dios. A pesar de que el hombre quiere deshacerse de él, pero él se demuestra estable. Nos dice Salmo 46, versículo 1. Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por lo tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida y se traspasen los montes y el corazón del mar. Aunque bramen, y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza, ¡selá! Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, el santuario de las moradas del Altísimo. Dios está en medio de ella, no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana. Bramaron las naciones, titubearon los reinos, dio él su voz, se derritió la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros. Nuestro refugio es el dios de Jacob. ¡Venid! Ved las obras de Jehová, que ha puesto asolamientos en la tierra, que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra, que quiebra el arco, corta la lanza y quema los carros en el fuego. ¡Estad quietos y conoced que yo soy Dios! seré exaltado entre las naciones, enaltecido seré en la tierra, Jehová de los ejércitos está con nosotros, nuestro refugio es el Dios de Jacob". Eso es Salmo 46, versículo 1 hasta el versículo 11. Viendo la estabilidad de Dios, su reino se mantiene firme. Y es que el reino de Yahweh durará por la eternidad. Nos dice Éxodo 15, 18, Jehová reinará eternamente y para siempre. Eso es Éxodo 15, versículo 18. Y es que Yahweh es Dios majestuoso, confía en su estabilidad. Entonces, vemos como ahora demuestra su estabilidad. Acabo de mencionar en los primeros dos versículos que Yahweh es quien reina, él es rey, él es creador y es estable, él es eterno. Y ahora muestra su control, su control sobre la naturaleza, sobre las aguas. O sea, ¿quién de nosotros puede ir al océano o al mar y parar una de las olas del mar. Por mucho que queramos hacerlo, no podemos. Incluso hoy en día, para intentar evitar la destrucción que puede traer el mar durante una tempestad, muchos lugares crean barreras para proteger los barcos, las playas, para proteger la ciudad misma, que quizás está ahí a la orilla o al lado de las aguas. Pero cuando viene una gran tormenta, cuando quizás se levantan las alas, perdón, las olas en abundancia y aún cuando vienen los tsunamis, pues la destrucción de las aguas, ¿quién las puede parar? O sea, por muchos muros, por muy altos que sean, por muy fuertes que sean, el hombre no puede parar las aguas. Ninguno de nosotros puede frenar las aguas. una gran tormenta sobre la tierra, que destruye las plantas, que destruye el campo, las cosechas, etcétera. ¿Quién lo puede frenar? Solamente hay uno que lo puede hacer, y es Yahúe nuestro Dios. Él tiene el poder, Él tiene la autoridad Y Él, vemos aquí, Él controla aún las aguas impetuosas, las aguas caóticas. Por eso nos dice, versículo 3, dice, alzaron los ríos, oh Jehová, los ríos alzaron su sonido, alzaron los ríos sus ondas. Jehová en las alturas es más poderoso que el estruendo de las muchas aguas, más que las recias ondas del mar. Ahora, quiero leer esos dos versículos una vez más, y creo que notéis cómo nos está describiendo con repetición, porque si notáis, el versículo 3 repite alzar los ríos tres veces, y lo que está intentando describir es las corrientes que van golpeando ola tras ola golpean con fuerza y más fuerza cuando hay una gran tormenta y esas grandes olas chocan contra la playa o contra los edificios o ese tsunami que llega una ola y destruye y luego viene otra y destruye y entonces es como estás describiendo esta escena de las olas que vienen una tras otra y viene una y has sobrevivido y piensas que bueno He sobrevivido, me he mantenido firme, de repente llega la otra ola y te tumba una vez más, y te daña aún más, y luego viene otra ola y entonces estás a punto de ahogarte, ¿no? Esa angustia está intentando describir esta escena donde te estás ahogando en las olas. Quizás alguna vez habéis visto a una persona, quizás un niño, ¿no? Bañándose ahí en la playa y le da una ola tan fuerte que le tumba. Y cuando saca la cabeza para respirar, de repente viene otra ola y le tumba otra vez, ¿no? Y la fuerza del mar no le deja sacar la cabeza y respirar. Entonces, es esa idea donde el mar realmente está mostrando su fuerza, mostrando su poder, como si fuera incontrolable. Pero lo que resalta el Salmo es que hay alguien que sí lo puede controlar, quien es Dios. Entonces, quiero leer el versículo 3 para que, otra vez, para que nos demos cuenta de esta repetición y cómo da a entender estas olas que vienen y vienen y golpean con fuerza. Es como un martillo que continúa dando y continúa dando y continúa golpeando. Y esta repetición que ayuda a experimentar esos golpes de las olas en toda su fuerza, está expresando el caos de los mares. Dice el versículo 3, alzaron los ríos oh Jehová, los ríos alzaron su sonido, alzaron los ríos sus ondas. El versículo 4 dice, Jehová en las alturas. Si notáis, ha mencionado esa idea de alzaron, están muy altas. Pero versículo 4 dice, Jehová en las alturas. Él está por encima de las olas. Él es más alto que las olas. Y dice, y es más poderoso. Tiene más fuerza. Jehová en las alturas es más poderoso que el estruendo de las muchas aguas, que las recias ondas, refiriéndose a las olas, a las recias ondas del mar. Y es que aún desde la creación, ¿no?, vemos cómo Dios controla las aguas. Nos dice el Salmo 33, El Salmo 33, del 7 al 9 dice, Él junta como montón las aguas del mar, Él pone en depósitos los abismos. Teman Jehová, toda la tierra, teman delante de Él todos los habitantes del mundo, porque Él dijo, y fue hecho, y mandó y existió. Eso es Salmo 33, del versículo 7 hasta el versículo 9. En Salmo 104, del 7 al 9, dice, a tu reprensión huyeron. Al sonido de tu trueno se apresuraron. Subieron los montes, descendieron los valles al lugar que tú les fundaste. Les pusiste término el cual no traspasarán, ni volverán a cubrir la tierra. Eso es Salmo 104, del versículo 7 hasta el versículo 9, lo cual ahí describe cómo Dios le pone límite a las aguas, él las controla. Aparenta que hay como aguas caóticas, pero Dios las controla, como nos dice Génesis, ahí desde la creación nos dice En Génesis 1.6, luego dijo Dios, haya expansión en medio de las aguas y separe las aguas de las aguas. E hizo Dios la expansión y separó las aguas que estaban debajo de la expansión de las aguas que estaban sobre la expansión y fue así. Y llamó Dios la expansión cielos y fue la tarde y la mañana el día segundo. Y entonces vemos en versículo 9, dice, y dijo, también Dios, júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar y descúbranselos eco, y fue así. Y llamó a los eco tierra y a las, y a la reunión de las aguas llamó mares y dio Dios que era bueno. Entonces vemos a Dios controlando las aguas, ¿no? Ahí desde la, desde la creación. Porque él tiene todo el poder. Él controla toda la creación. Y a veces vemos en las Escrituras como usan las aguas como una metáfora para las naciones que se intentan rebelar contra Dios. Como nos dice en Isaías 8, del 7 al 8, dice aquí, por tanto, que el Señor hace subir sobre ellos aguas de ríos impetuosas y muchas, esto es, al rey de Asiria con todo su poder, el cual subirá sobre todos sus ríos y pasarán sobre todas sus riberas y pasando hasta Judá, inundará y pasará adelante y llegará hasta la garganta y extendiendo sus alas llenará la anchura de tu tierra, o Emanuel. Eso es Isaías 8, del 7 al 8, donde vemos que Asiria, o sea, Dios va a permitir a Asiria que lleve cautivo a su pueblo y los describe como aguas impetuosas, ¿no? Eso es en Isaías 8, del 7 al 8. Y bueno, hay varios textos en la escritura, como también en Jeremías 46, del 7 al 8, dice ¿Quién es este que sube como río y cuyas aguas se mueven como ríos? Egipto, como río se ensancha y las aguas se mueven como ríos. Y dijo, subiré, cubriré a tierra, destruiré a la ciudad y los que en ella moran. Eso es Jeremías 46, del 7 al 8. Vemos a veces que se usa como una metáfora para naciones. Ahora, aquí está describiendo que no hay ninguna fuerza natural o humana que pueda frustrar la actividad de Yahweh. Nada está fuera del control de Yahweh. Por ello, versículo 4 dice, Jehová en las alturas es más poderoso. Es más poderoso que el estruendo de las muchas aguas, más que las recias ondas del mar. No sé si alguna vez habéis estado cerca de una gran catarata, y si está pasando un montón de agua por la catarata, es casi imposible hablar con una persona, porque el ruido, el estruendo, no te permite escuchar las palabras de la otra persona, ¿no? Y aún tienes que gritar con todas tus fuerzas, pero el estruendo es muy fuerte. Y entonces aquí, vemos aún el estruendo de muchas aguas. Aunque haya un montón de agua, Dios las controla. Dios tiene el poder para controlar las aguas. Tiene el poder para controlar toda la naturaleza, todos los que se rebelan en contra de él. y le vemos soberano. Él controla el mar. Nos dice el Salmo 89, versículo 9. Tú tienes dominio sobre la braveza del mar cuando se levantan sus ondas, tú la sosiegas. Lo vemos en el Nuevo Testamento a Jesús, que calma el mar de Galilea, demostrando que Él es Dios, demostrando que Él es soberano. Y aunque el mar golpea con fuerza, Dios es más poderoso. La superioridad de Yahweh es permanente, es incuestionable. Por ello termina el Salmo, aquí resaltando que Yahweh reina con estabilidad. Todo lo que Él dice permanece fiel y firme. Y dice, tus testimonios son muy firmes. Ese término testimonios se refiere a palabras que son de testigo, de testimonio. Y lo que hay que recordar es que la Escritura, o sea, la Palabra de Dios, descansa en la integridad de Dios y la Escritura, o sea, la Palabra de Dios cumple todo lo que Él dice. Él, todo lo que Él dice, Él lo cumple. Todo lo que Él promete, Él lo cumple. Puedes confiar en su palabra. Puedes confiar en su testimonio. Y realmente los testimonios de Dios muestran su lealtad. Muestran que Él cumple lo que dice. Y realmente celebra las decisiones de Dios. da gloria a Dios porque Él cumple su palabra. Dios es soberano sobre su pueblo y Él ha dado a su pueblo su palabra para gobernar sus vidas. Es que la palabra de Dios tiene estabilidad porque Él es estable. Su palabra es estable y es verdad. Por ello, sus palabras son verdad y no caen, no erran. siempre permanecen, permanecen para siempre. Y es que los testimonios de Dios son confiables porque todo lo que Dios dice es seguro, es fidedigno, podemos confiar en su palabra. Pero entonces aquí también resalta la casa de Dios, la santidad de Dios, que su santidad adorna su casa. Dice, la santidad conviene a tu casa. Y esa idea de que conviene es la idea de que beneficia, de que hermosea, de que adorna. Porque Dios es santo. Nos dice el Salmo 99, versículo 5, exaltad a Jehová, nuestro Dios. y postraos ante el estrado de sus pies. Él es santo, que implica que él es puro perfecto, en él no hay maldad, en él no hay pecado, no hay tacha, no hay mancha, él es santo. Y luego termina el Salmo diciendo, oh Jehová, por los siglos y para siempre, resaltando su eternidad, él es eterno. Y entonces aquí, al él ser eterno, está resaltando que su reino es eterno también. Por eso nos empieza el Salmo diciendo, Jehová reina. Y termina el Salmo diciendo, O Jehová por los siglos y para siempre. O sea, Él es eterno. Él permanece para siempre. Por ello, Su reino también permanece para siempre. Por ello, Su palabra permanece para siempre. Sus promesas, Él las cumple. No es como una persona, en el sentido, no es como un humano que te promete algo y quizás no llega a cumplirlo porque se muere, o porque su salud no se lo permite, porque sus recursos, no tienen los suficientes recursos para poder cumplir su palabra, etc. El hombre está limitado, pero Dios no está limitado. Si él promete, él cumple. Por ello podemos confiar en su palabra. Y podemos confiar en que Él va a hacer lo correcto, porque Él es santo, Él es puro, Él es perfecto, y Él va a estar con nosotros siempre, no nos va a dejar desamparados, porque Él es eterno. Podemos confiar en Él, podemos confiar en su estabilidad. Y por ello tenemos este Salmo, porque destaca que Yahúe nuestro Dios reina, Él es poderoso, y no hay otro como Él. Su poder es inigualable. La creación misma demuestra su poder. Él muestra su control sobre la creación. Él tiene autoridad y su autoridad es total. Y lo que Dios afirma y establece se mantiene inmovible. Yahweh es digno de adoración. Entonces, debemos de confiar en Él con todas nuestras fuerzas. Debemos de confiar en su sabiduría, confiar en sus recursos, confiar en que él sabe mejor, confiar en su gobierno, confiar en su soberanía, en su poder, confiar en su plan para nosotros. Y es que Yahweh, nuestro Dios, es Dios majestuoso. Confía en su estabilidad. Vamos a terminar en oración.
Yahweh es Dios Majestuoso; Confía en Su Estabilidad
Series Salmos
Sermon ID | 62123185915976 |
Duration | 37:29 |
Date | |
Category | Midweek Service |
Bible Text | Psalm 93 |
Language | Spanish |
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