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Muy bien, hermanos, tengo la intención de traer a consideración de ustedes una porción de la escritura. Allí donde hemos leído en la primera carta del apóstol Pablo a Timoteo. El apóstol da una serie de exhortaciones en cuanto al punto público. Y entre los asuntos que trata uno de ellos tiene que ver con la mujer y su participación en el culto. Estoy tratando los mensajes que tienen que ver con la serie de la familia siguiendo el orden, el diseño que Dios ha revelado en su palabra. y quisiéramos ser los esposos que Dios quiere que seamos, las esposas que Dios quiere que sean, los padres que Dios quiere que seamos y los hijos, aún los que ya son mayores, como también los menores que nuestro Dios quiere que sean. Pero también tiene que ver con la familia de la fe, con la Adoración que ofrecemos como como creyentes, como como redimidos. La Biblia contiene aquellas cosas que debemos creer. Pero también contiene aquellas cosas que debemos hacer. La sana doctrina tiene como resultado una vida sana que adorna el Evangelio. y una manera es en la reunión de la adoración pública a nuestro Dios y Señor. Así que quiero traer a consideración de ustedes el tema que he titulado Recomendaciones tocante al arreglo de la mujer. Antes quiero decir que la autoridad acerca del arreglo final es el padre para con sus hijos, hablando de las niñas particularmente, y el esposo para con sus esposas. Ellos son los que tienen la autoridad última. Por supuesto, estamos considerando que somos esposos cristianos y que por sobre nosotros hay una autoridad a la cual nosotros queremos sujetarnos, por la cual nosotros queremos ser regidos, ser dirigidos. Así de que Hemos tenido providencialmente, gracias al Señor, instrucción sana, lo que debemos creer, lo que debemos poner, recibir en nuestra mente, en nuestro corazón, para que nuestra fe sea sana, sea fuerte. Pero también en ocasiones necesitamos tratar algunos asuntos que tienen que ver con lo que debemos hacer, la implementación de las doctrinas de la palabra que tienen como finalidad conformarnos a la imagen de nuestro señor y salvador Jesucristo, lo que los teólogos llaman la santificación. Fuimos predestinados según el apóstol Pablo en Efesios uno para ser hechos hijos de Dios. Fuimos predestinados según el apóstol Pablo en Romanos ocho para ser hechos conformes a la imagen de su hijo. Y cuando vemos en el espejo de la palabra, individualmente a leerla o cuando esta es expuesta, vemos que nos falta y encabezo la lista. Si usted quiere enlistarse allí mismo, vemos que nos falta mucho, que aún tenemos deformidades que deben de ser eliminadas por la gracia del Señor operando, operando en nosotros. Y lo que procuramos individualmente o familiarmente, también queremos procurarlo eclesiasticamente en la familia de la fe. Así que vuelvo y repito lo que dije. Acerca de los hijos, las hijas son los padres los que tienen la última autoridad. Acerca de las hermanas que tienen un esposo, sus esposos son la autoridad para decirles qué sí y qué no deben ponerse. para vestirse. Eso no implica que la palabra de Dios guarde silencio o que nosotros los pastores y maestros pues guardemos silencio. Así que quiera el Señor hacernos prosperar esta hora. El texto es 1 Timoteo capítulo 2, los versículos 8 a 10. Quiero pues que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contiendo. Asimismo, que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso ni oro, ni perlas ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad. Oremos. Señor, no podemos nada sin ti. Todo contigo, Señor. Tenemos delante nuestro la revelación de tu palabra, de lo que tu Señor demanda de nosotros en cada uno, en cada familia y corporativamente. Mayormente cuando nos reunimos para la adoración, pero en todo momento de nuestra vida también. Abre nuestros corazones, Señor, para recibir aquello que sabemos es verdad derivada de tu santa palabra. En el nombre de Jesús. Amén. Amén. El versículo 9 comienza con esta palabra, así, asimismo. La palabra asimismo muestra que Pablo está dando continuidad a su pensamiento. Pablo está continuando sus exhortaciones en relación con la conducta en el culto público. Él dice que la reunión de la iglesia debe tener como finalidad el honor y la gloria de Dios. Pero hay algunas cosas que son enseñadas y esperadas de toda congregación. Las oraciones, por supuesto, las intercesiones pidiendo al Señor por la conversión de otras personas. que el rija que el contenga las autoridades que en ese momento precisamente en ese tiempo Nero estaba en su máximo apogeo y dando un trato muy cruel a los a los creyentes. Como mencionábamos hace unos días, tal vez una semana, un poco más que esa esa oración que elevaba por indicación apostólica la iglesia y las iglesias de aquel entonces vino a tener respuesta hasta el siglo cuarto. hasta el siglo IV providencialmente, Dios tranquilizó las cosas y el rey de aquel entonces, el gobierno que imperaba en aquel entonces, permitió providencialmente que hubiese tranquilidad, que hubiese tranquilidad para el ministerio de la iglesia. Debemos ocuparnos de oraciones. Luego va más específicamente Y se refiere a los varones. Y antes de dar estas indicaciones, él habla de sí mismo diciendo que para eso él fue llamado. Para eso él fue constituido predicador y apóstol. Y él se ve dirigido por el Espíritu Santo a decir, digo verdad en Cristo, no miento. Y maestro de los gentiles en fe y verdad. Lo que va a decir a continuación debe tener el peso de que no habla de sí, no habla por sí mismo, sino que ha sido llamado, habilitado por Dios. Y él quiere ser fiel a Dios en su en su tarea. Así que primero, permítame usar la expresión a punta, dirigiéndose a los hombres, diciéndoles, quiero pues que los hombres oren en todo lugar levantando manos santas sin ira ni contienda. Él quiere que los hombres sean capaces de levantar manos santas. Ciertamente, una de las cosas, hermanos, con las cuales luchamos más los hombres es con una indisposición de sujeción una exhibición o manifestación de nuestro desagrado, de nuestro carácter o temperamento. Es con lo cual luchan más o luchamos más los varones. Por eso Pablo dice, quiero pues que los hombres oren en todo lugar levantando manos santas. sin ira ni contienda. Esa indisposición, esa rebelión que podemos ver en los niños aún está en los hombres adultos, aún está en los creyentes. Y dice Pablo, para una adoración ferviente que adora a Dios, los hombres deben alejarse. de la ira, de la contienda, del disgusto, del desagrado, porque son impedimentos, no permitirán una adoración que agrade a Dios, que honre a Dios. Continuando su pensamiento, dice así también o asimismo, las mujeres deben dar evidencia del mismo espíritu de santidad y deben mostrarlo cuando aún están en casa preparándose para asistir al culto. En otra ocasión trataré más específicamente lo que concierne a los varones, lo que concierne a los hombres. Pero ahora, hermanos, permítame dirigirme mayormente a las hermanas, pues he titulado el mensaje Recomendaciones tocante al arreglo de la mujer. Así que aquí está nuestro primer punto. Recomendaciones. tocante al adorno de la mujer. Asimismo, dice el apóstol, que las mujeres se atavían de ropa decorosa. Al hablar de recomendaciones, puede concluir que tales recomendaciones o que tales principios no poseen el peso de un mandamiento. Pero tienen el peso de un mandamiento. Tienen el peso de un mandamiento. Observen el versículo 8. Dice Quiero pues que los hombres quiero pues esto. Esto está demandando. Él ha dicho en el verso anterior que no habla de sí mismo. No es una ocurrencia, no es algo cultural, no es algo que piense que es bueno. Él está dando un mandamiento de parte de Dios. Quiero, pues, que los hombres, la palabra querer en el original expresa algo más que solo un deseo. No es solamente un deseo bueno, moral, justo de un predicador, no. tiene el peso de un mandamiento y al iniciar el versículo nueve lo hace con un asimismo quiero dice el versículo nueve asimismo pero puede leerse asimismo quiero o también quiero esto mismo o también esto es necesario Los hombres deben mostrar un carácter interno adecuado a su profesión de fe. ¿Cómo? Levantando manos santas sin ira ni contienda. Este es el problema del hombre. Este es el problema con el que más lucha el hombre. Su temperamento, su carácter. Y él necesita alejarse de ello. que puede impedir una correcta adoración, adoración a Dios. La mujer, por su parte, debe mostrar por su arreglo externo estas características que también deben estar en lo interior. También por su vestuario debe mostrar lo que Dios ha hecho, está haciendo en su corazón. La palabra atavío en el original es la palabra cosmeo. De esta palabra derivamos la palabra cosmético, significando en términos prácticos sistema, orden, arreglo. Sistema. orden, arreglo. Por lo tanto, lejos, lejos de reprimir a las mujeres ese deseo natural femenino que Dios ha puesto en ellas de arreglarse, Pablo dice, adelante, háganlo, háganlo. Repito, Atavío en el original La palabra es cosmeo, de la cual derivamos cosmético, y significa en términos prácticos algo ordenado, algo arreglado, no un caos, sino algo formal. Así que Pablo está diciendo que no hay reprensión para las damas, no hay reprensión para las mujeres, porque Dios puso ese deseo natural femenino. Háganlo pues, arréglense, adórnense. El apóstol no condena el deseo de las mujeres, deseo puesto en sus almas por su Hacedor de adornarse. Pero si el vestido de la mujer, si el vestido de la mujer será verdaderamente un adorno, debe expresar modestia y buen sentido. Debe expresar, debe manifestar modestia y buen sentido. La mujer, queridas hermanas, niñas, adolescentes, la mujer no tiene que resistirse a la moda, salvo, salvo que esta moda sea inmoral o indecente. Si es inmoral, si es indecente, la mujer cristiana y sus hijas no deberían ir a la moda. Pero no toda la moda y no todos los colores son inmorales o indecentes. No debe. La mujer no debe tener un aspecto pasado de moda. Es trafalario o excéntrico. Toda mujer debe tener presente que a veces, muchas veces hermanos. Déjenme decirlo así. Toda mujer necesita tener presente que a veces el corazón orgulloso se esconde tras una máscara de pretendida modestia. Con frecuencia sucede esto. Los extremos han de evitarse. Eso es lo que implica el buen sentido. El vestido debe expresar la modestia interior y la sana perspectiva de la vida cristiana. ¿Qué es modestia cristiana entonces? Modestia cristiana es el control interior del yo. Este yo personal Debe estar arraigado en una comprensión correcta de uno mismo ante Dios. Que se manifiesta exteriormente en humildad y pureza por un amor auténtico a Jesucristo. No se trata solamente de parecer. No se trata solamente de lo exterior. Con mucha frecuencia, hermanos, el corazón orgulloso se esconde tras una máscara de pretendida modestia. Sin embargo, como he dicho, los dos extremos deben evitarse. La modestia cristiana es el control interior del yo que puede gobernar su yo personal. Este yo personal debe estar arraigado en la comprensión correcta de lo que implica una relación con Dios y lo que conlleva el manifestar o mostrarse hacia otras personas. Resumiendo, La mujer que acude a la reunión de la adoración pública debe adornarse pero con ropa decorosa. Decorosa o decoroso se usa en cuanto a ropa, cuando se habla de ropa se está refiriendo a algo arreglado, algo con gusto, algo apropiado. En cuanto a personas se describe orden o personas ordenadas. Es la misma palabra que el apóstol Pablo menciona como una cualidad de los ancianos. Es una cualidad de todo creyente, mujer y hombre. Todos los hombres deben tener esta cualidad, pero deben personificarla o ejemplificarla los ancianos. Vean por favor en el capítulo 3. Y el verso 2, pero es necesario que el obispo sea irreprensible marido de una sola mujer, sobrio, prudente. Aquí está la palabra decoroso. decoroso. La Biblia de las Américas traduce conducta decorosa, conducta ordenada. Por lo tanto, amadas hermanas, la mujer, ustedes cuando se preparan para para asistir a la reunión de adoración pública, el apóstol Pablo y la estitura No está restringiendo ese anhelo, ese deseo. Deben adornarse, pero deben hacerlo con ropa decorosa. Deben hacerlo de una manera ordenada. El apóstol no deseó que la mujer luzca como un caos a la hora de acudir al culto de adoración, como en algunos lugares se enseña y hasta se exige. Hasta se les dice exactamente qué sí y qué no deben, qué no deben hacer. Pero el apóstol, hermanos, nunca quiso que la mujer luzca como un caos a la hora de decidir de perdón, de asistir al culto de adoración, porque no sería acorde, no sería pertinente con la naturaleza que Dios ha dado a la mujer. Por naturaleza. La mujer tiene ese anhelo, ese deseo. Y Dios lo puso allí. solo que debe tener un margen, un orden. El Señor así lo enseña. Si una persona luce un caos como queriendo presentarse como más santa, con un vestuario de tal manera que llame la atención, piensa que tal y lo demás dirán que santa es ella, no van a decir eso. Pero en su mente y en su corazón concluye que puede ser más santa que otra que no está vistiéndose de esa de esa manera. Dios hermano no es un dios caótico, es un dios de orden y quienes se reúnen para adorarle deben hacerlo de esa manera. Él es un Dios de orden y debe ser adorado en el contexto del orden y el decoro. Por lo tanto, el arreglo personal de hombres y mujeres debe reflejar la gloria del Dios que vienen a adorar. Ahora, Pablo, siendo que ha dado que reconoce que Dios ha dado esta naturaleza a la mujer, no solamente da recomendaciones, también da regulaciones, regulaciones. Y vamos a nuestro siguiente pensamiento. Seguimos en el verso 9. La primera parte, la mujer a la hora de ataviarse, de arreglarse, de adornarse, de prepararse para acudir a la reunión de adoración, debe hacerlo con decoro. Pero ahora vienen las regulaciones. Dos palabras, pudor y modestia. Pudor y modestia. Las mujeres deben arreglarse vestirse con buen gusto siempre, siempre. Debemos recordar hermanos, todos sabemos esto. El primer vestido, la primera ropa que usó el ser humano, la primera prenda para cubrir la desnudez, en que se involucró el ingenio, la creatividad, el diseño de dos personas. Ese primer vestido Dios lo desaprobó. Ese primer vestido no tuvo la aprobación de Dios. Dios lo desechó. y les dio un vestido mal. Tengan presente esto. El primer diseñador fue Eva y Adán. Adán y Eva. Al darse cuenta de su desnudez, se dieron cuenta de su indignidad para estar delante de Dios. tres veces sangre. Y pensaron que era apropiado cubrirse. Pensaron que era correcto cubrirse. Y lo hicieron. El texto nos dice, ustedes lo conocen en Génesis, que cosieron hojas de higuera. Pero Dios desaprobó ese primer diseño. Y Él diseñó la ropa que puede hacer aceptable delante de Dios al hombre, a la mujer y al hombre. A lo largo de los años, nuestra ropa ha ido cambiando, ha ido de moda en moda. Se establece que no es que estemos en contra de eso. Si la moda, hermanos, no tiene nada de indecencia o inmoralidad, va adelante. Pero si tiene esos elementos, apartarse de ella, alejarnos de ella, es la recomendación. Entonces, las mujeres deben arreglarse, es decir, vestirse con buen gusto, siempre, y más aún a la hora de acudir al culto de adoración. Pero al hacerlo, deben tomar en cuenta las siguientes regulaciones, deben hacerlo con pudor y con modestia. En otras palabras, deben hacerlo con la actitud interna apropiada. ¿Qué quiere decir esto? Y esto involucra a todos, no solamente a las mujeres. Pero estamos tratando con todo el cariño y el respeto a nuestras esposas, madres, hijas y hermanas. Al vestirse Al prepararse, al adornarse, al arreglarse, al ordenarse en su apariencia física, deben hacerlo con la actitud interna apropiada. El apóstol dice que deben hacerlo con pudor. Esta palabra en el original es aidos, aidos. Y significa literalmente sentimiento o sentido de vergüenza. Sentido de vergüenza. Vergüenza de qué? De ser mujer? No, no, por supuesto, son hechuras de las manos del Creador. Vergüenza de su feminidad? No, Dios les hizo diferente. Son las mujeres las que quieren ser iguales que los hombres. Con más espaldas anchas, con piernas más definidas, musculosas, con más fuerza como los hombres. Pero Dios dio la feminidad, la belleza, la hermosura. Alguien dijo que las propias mujeres están insistiendo en arrancar esa bella flor. que Dios puso en este mundo. ¿Vergüenza de qué? ¿De ser atractiva? No, por supuesto, por supuesto que no. ¿Qué significa entonces con pudor? ¿De qué habrían de avergonzarse? Significa, queridas hermanas, niñas, significa que mientras se arreglan o se disponen a adornarse y deciden con qué hacerlo, deben considerar lo vergonzoso, lo inapropiado, lo incorrecto que sería que la atención de los demás fuera hacia usted o hacia esa o hacia esa persona. vergüenza, pena, dolor de ser un distractor. Yo debo procurar contribuir en un arreglo personal apropiado. La escritura no manda que seamos un caos y un desorden. Todo lo contrario. Debe de ser con la pertinencia de la hermosura y la belleza y la gloria y el orden de nuestro Dios, de nuestro Dios y Señor. Pero si puede ser en cualquiera extremo, en cualquiera extremo, puede ser un distractor. En ese sentido, la persona, mujer y hombre, en ese sentido particularmente nuestras hermanas deben vestirse con pudor. con ese sentimiento de que yo quiero contribuir en que los hermanos, las hermanas, la familia de fe, los visitantes puedan ver no solamente a través de mi cántico, no sólo a través de mi presencia, sino también a través de mi vestuario. Que tengo presente la belleza, la honra y la gloria del Dios a quien vengo para adorar. en ese sentido cuidará de ser el objeto de atención de los demás, no sólo de los hombres, sino de otras mujeres. Por cierto, siendo que conviví tantos años con mi madre, mi primera mujer, importante y maravillosa en mi vida, con Miriam, casi 39 años, si Dios nos permite, en dos meses y con dos hijas, cuatro mujeres en mi vida. Y por mi edad he tenido el privilegio de conversar con algunas hermanas, con algunas mujeres que incluso me tienen el afecto y el respeto como si fuera su padre. Así que puedo decir con verdad que algunas mujeres, perdón, a algunas mujeres les preocupa mucho la opinión de otras mujeres, incluso más que la de su esposo. Incluso más que la de su esposo. Y también son las mujeres las que más observan y juzgan el vestido o el vestuario de otras mujeres. Con frecuencia sucede eso, y a veces es celo y competencia, un espíritu de inquietud, de intranquilidad que irrumpe y rompe impidiendo la adoración que debimos preparar durante la semana, la noche anterior o muy temprano el primer día del señor. Diciendo esto y esto, esto me voy a poner, esto me voy a llevar. Quiero. llegar de una manera que pueda manifestar quién es mi Dios y quiero adorarle como él es digno, como él lo merece. Así que la mujer, hermana, hermano, va a cuidar de ser el objeto de atención de los demás. no sólo de su esposo, sino incluso de otras mujeres. Ciertamente, con mucha frecuencia, son las mujeres que observan a otras mujeres y aprueban o desaprueban el vestir de otras mujeres. Ese espíritu o esa actitud impide una adoración pertinente. Hermanas, hermanas, ustedes son modelo y ejemplo para sus hijas y para otras mujeres también. Yo. Hace poco yo decía a una señora, a una madre, a una hermana que le felicitaba por la manera en como su niña estaba vestida y le preguntaba si era una imposición o si la niña estaba de acuerdo. Me dijo que la niña estaba de acuerdo, claro, ambos padres estaban dirigiendo y yo bendije a Dios y le dije que bueno, que bueno hermana, porque eso es algo que debe hacerse y deben hacerlo las hermanas mayores. Ustedes son el modelo, ustedes son el ejemplo, para sus hijas y también para otras mujeres jóvenes. La mujer no sólo debe vestirse con pudor, es decir, con pena, con dolor de ser un distractor, de ser el centro de la atención, ya sea por su vestuario atractivo o un vestuario desastroso. ni uno ni otro de los extremos. Debe evitarse eso, pero no solamente con pudor. La otra palabra que tenemos allí es modestia. Modestia. Esta palabra es so-so-frosone, so-frosone. Esta palabra posee varias connotaciones. y puede traducirse como sentido común, puede traducirse como pureza mental, es decir, cuidando la intención, cuidando la motivación, por qué lo hace, por qué decidió ponerse eso, pureza mental, pero también puede traducirse como autocontrol. Todos tenemos algún conflicto, alguna lucha, El hombre mayormente, como dice el versículo 8, ira contiene desagrado, disgusto. Tiene que proteger a su familia, a sus hijos. Cualquier cosa que pueda atentar contra ellos va a exacerbarlo, va a provocarlo. Y no es del todo malo, así lo dice Dios, pero él tiene que autogobernarse, que no sea un impedimento en todo tiempo y en todo lugar, pero mayormente cuando acude para la oración. Y la mujer. Tiene esta lucha de insumisión. han oído la palabra de moda ingobernable. Esa disposición de que por qué yo me he de someter a mi mamá. O a mis padres o a mi esposo o al que dirán. Por eso el apóstol Pablo trata esta palabra o usa esta palabra. Modestia, sofrosone. Con sentido común, propiamente, con pureza de mente, cuida la intención, cuida la motivación, con autocontrol. La idea aquí es que la mujer, a la hora de arreglarse, tiene en perfecto control sus deseos pecaminosos. Ella los gobierna, no es gobernada por él. Ella está en control, controla sus pasiones pecaminosas que la mueven a rebelarse y a querer llamar la atención. Sofrosone o modestia indica que la mujer cristiana casada o soltera debe tener buen juicio para saber qué ponerse y qué no ponerse. Por cierto, este control y pureza mental debe comenzar en los pasillos o en los sitios de internet donde se exhiben artículos para vestirse y accesorios con que acompañar ese vestido. Una vez que viste y decidiste, lo más seguro es que lo vas a usar. Una vez que estás en el pasillo, yendo por aquí, por allá, y lo tienes, lo más seguro es que lo vas a usar. Tal vez en algún momento digas, bueno, creo que esto no lo voy a usar aquí, o no lo voy a usar ahora, pero lo vas a usar. Entonces, este control y esta pureza, y esta pureza mental, Debe comenzar en los pasillos de la tienda o en los sitios donde se exhiben artículos para vestir y accesorios con que se acompañan. Debe estar presente. Hermanos amados, queridas hermanas, queridos esposos, gracias al Señor. Nosotros no tenemos este problema grave. Pero necesitamos pensar. Los pastores estamos muy interesados junto con los hermanos que colaboran en la enseñanza en traer. Alimento sólido, sano. Que solidifique, que fortalezca su entendimiento de Dios y de ustedes mismos. Que le lleve a una sana comprensión y una valiente decisión y exaltar a Dios que nos amó desde la fundación del mundo. Como hoy se nos explicaba muy claramente y profundamente, por cierto, la revelación especial de nuestro Dios, la revelación general es suficiente para nuestra condenación. La salvación especial manifiesta el gran amor de Dios, la sabiduría y el poder de Dios para rescatarnos de nuestra vana manera de vivir. Así que si tenemos enseñanza sana y acceso a sitios o materiales sanos, bendigamos a Dios y adoremos a Dios hermanos. Pero algunas cosas prácticas son necesarias recordar, recordarlas. Hay quienes en otros lugares pasan mucho tiempo regulando y aún prohibiendo acerca del arreglo de la mujer. El apóstol Pablo nos señala un camino mucho más seguro. Dice, arréglate, hazlo, vístete de una manera apropiada. Y mientras lo haces o antes cuando vas a comprar, cuida tu corazón, cuida tu actitud interna, porque es muy importante. Ten presente si lo de adentro es puro, puro será lo de afuera. Si lo de adentro es inmundo, por más largo y más cubierto, que traiga el cuerpo. Y no estoy diciendo que debe traerlo corto o exigente. No estoy diciendo eso. Pero sí quiero señalar que si lo de dentro es puro, puro será lo de afuera. Pero si lo de adentro es impuro, no vamos a poder cambiarlo solo a través o mediante una apariencia. Dice el apóstol Pablo. En las reuniones públicas para celebrar la gloria de nuestro Dios hay implicaciones evangelistas. Debemos orar por la conversión de los perdidos. Debemos orar porque tengamos un gobierno que nos permita vivir con libertad para que podamos vivir nuestra profesión de fe. Pero es necesario que los varones principalmente tengan una conciencia en paz, lamada, pacificada con Dios, fomeo de Cristo, para que puedan elevar sus manos, y esto puede ser literal, orando con las manos en alto, o que su industria, lo que hace con sus manos, pueda tener en consecuencia bajo control su temperamento, su carácter, que no sea presa ni de actitudes iracundas o contentiosas. Pero continúa, asimismo quiero que las mujeres se atavíen, es decir, que se adornen, que se arreglen. pero pensando que el vestido va a mostrar lo que Dios ha hecho en sus corazones. Por eso la regulación es pudor, es decir, que consideren cuán penoso sería para ellas, para ellas, el que sean el foco de la atención. que yo pueda distraer y no estoy hablando de implicaciones sexuales o malos deseos, pero sólo con el deseo, sólo con la motivación de distraer y que en lugar que otra hermana incluso o los hermanos tengan en mente a Dios, la hermosura y la belleza de Dios, la gloria de su redención, el plan de la redención, la revelación que Dios hizo de ese plan, siendo Dios quien es, siendo yo lo que soy, Él me amó, Él me reconcilió, Cristo es el Señor, Él es digno de toda adoración. ¿Cómo voy yo a permitirme ser el estorbo? el que se pone en medio de este encuentro entre una alma redimida y su redentor. En ese sentido, la mujer debe pensar, no lo voy a hacer, de esa manera no. Y con modestia, es decir, con un control, con un gobierno. con una buena intención, con un buen deseo. Hombres, aléjense de la ira y la contienda en todo tiempo, pero mayormente cuando acudimos a la adoración pública. Mujeres, apártense de la insumisión. Niñas, obedezcan a sus padres. Tengan presente otra vez el primer vestido, diseñado por el hombre fue desaprobado por Dios. Y Dios hizo un vestido. Mientras más descubierto, más pecado. Cristo es nuestra justicia. Cristo es nuestro vestido y nuestro vestuario, según la posibilidad que Dios nos dé, debe reflejar esa obra esa obra bendita. Dios tenga bien bendecir esta iglesia, hermanos, pidámoslo, pidámoslo en oración. Seamos vigilantes y procuremos traer un corazón enseñable, contrito y humillado cuando acudimos a adorar a Dios, porque tiene nuestra reunión, tiene implicaciones evangelísticas. Nuestra adoración, nuestra reunión tiene implicaciones evangelísticas. En el contexto que Pablo está hablando, él tiene en mente la conversión de los gentiles, la conversión de los no creyentes. Y eso es un efecto del evangelio. Sana doctrina, salud espiritual en la adoración a Dios. Oremos.
Recomendaciones tocante al arreglo de la mujer
Series La familia según Dios
Nvo Progreso, Tamps, México
Nuestra oración es que sean ayudados a crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Si es así, ¡nos daría gran gozo saberlo! En la página del sermón hay opciones para hacer contacto con nosotros, y también para compartir el mensaje con otras personas.
Sermon ID | 62123177533028 |
Duration | 49:50 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 Timothy 1:8-10 |
Language | Spanish |
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