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Entonces Lucas 7 del 18 hasta el 20. Esa es la santa inspirada palabra del Señor Dios empezando en el 18 y dice la palabra del Señor así. Entonces los discípulos de Juan Le informaron de todas estas cosas, y llamando a Juan, a dos de sus discípulos los envió al Señor, diciendo, ¿Eres tú el que ha de venir, o esperaremos a otro? Cuando los hombres llegaron a él, dijeron, Juan el Bautista nos ha enviado a ti, diciendo, ¿Eres tú el que ha de venir, o esperaremos a otro? En esa misma hora, curó a muchos de enfermedades y aflicciones y malos espíritus, y muchos ciegos les dio la vista. Y respondiendo a él les dijo, id y contad a Juan lo que habéis visto y lo que habéis oído. Los ciegos reciben la vista, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen. Los muertos son resucitados y a los pobres se les anuncia el Evangelio. Bienaventurado es aquel que no se escandaliza de mí. Cuando los mensajeros de Juan se fueron, Jesús comenzó a hablar a las multitudes acerca de Juan. ¿Qué saliste a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? Más, ¿qué saliste a ver? ¿Un hombre vestido con ropas finas? Mirad que los que se visten con esplendor y viven en deleites están en los palacios de los reyes. ¿Pero que saliste a ver? ¿Un profeta? Sí, os digo. ¿Y uno que es más que un profeta? Este es aquel de quien está escrito. He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, quien preparará tu camino delante de ti. Os digo que entre los nacidos de mujer, no hay nadie mayor que Juan. Sin embargo, el más pequeño en el reino de Dios, es mayor que Él. Esa es la lectura de la Palabra del Señor en esta tarde. Vamos a mirarla después de tomar su lugar. Desde que Juan fue anunciado aquí en este Evangelio al principio y desde que Juan alcanzó su misión de preparar y preparar a la gente, preparar los corazones de los, de la gente ahí de Israel, de los judíos, desde que él alcanzó realmente su misión Lucas en cierta manera desvaneció a Juan de la escena la última vez que miramos a Juan lo miramos en el capítulo 3 y miramos de que Juan después de que Jesús empieza y es introducido por Juan como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo miramos de que Lucas desvaneció desvanece a Juan y lo hace a un lado y desde entonces en este evangelio desde el capítulo 4 se ha tratado solamente del evangelio y el ministerio de Jesús pero parece que ahora de repente Lucas vuelve a inyectar otra vez a Juan una vez más en la historia y es sorprendente que lo inyecta otra vez en la escena y nos sorprende en la manera como lo hace Lucas, porque lo hace con una pregunta que realmente nosotros no esperaríamos que viniera de un hombre como Juan, mire lo que dice ahí en el 20, dice eres tú, esa es la pregunta de un hombre Como Juan, el que vino y introdujo al Mesías, ahora está Juan preguntando esto. ¿Eres tú el que había de venir o esperaremos a otro? Juan hubiera sabido. Juan fue el que introdujo a Jesús. Juan hubiera sabido. Jesús hubiera sido su primo y sabía sobre el nacimiento virginal. Sabía todo lo que el ángel había dicho acerca de Juan mismo y de Jesús también. Y fue Juan mismo el que señaló a Jesús cuando venía a ser bautizado con Juan, lo señaló como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Juan mismo hubiera escuchado la voz audible de Dios el Padre hablando cuando los cielos fueron abiertos y hubiera escuchado la voz que Dios el Padre dijo, este es mi hijo. En quien yo estoy complacido Él hubiera, Él hubiera escuchado Estas palabras Juan mismo hubiera visto también El Espíritu Santo bajar en forma de Paloma y reposar sobre el hombre El hombro de Jesús Mostrándolo de que él era ese Mesías ungido Y pues aquí es algo extraño mirar y escuchar De que hay, hay poca duda Un pequeñito, una pequeñita duda En un hombre como Juan el Bautista Ahora, la duda no es mala. Mucha gente piensa que la duda no es, que es mala dudar en veces. Pues nosotros como hombres y personas racionales siempre debemos de vivir con cierta, con cierta duda. El problema es cuando nosotros soltamos esa duda y realmente queremos encontrar una respuesta en fuentes opositoras. No es malo dudar, es malo dudar y hacer De que esa duda se convierta en una traición De lo que realmente crees, nosotros yo sé Siempre nos ha llegado de un momento a otro Que dudamos a la Biblia, que dudamos Ciertas cosas y en cierta manera la duda No es mala, es mala cuando tú te vas a Escuchar los ateos y que es lo todo lo malo de que ellos te influencian y hacen esa duda que realmente es algo racional, que hay cosas que nosotros no conocemos todas las cosas, pero en ciertas maneras siempre cuestionamos todas las cosas. Yo les he dicho muchas veces a ustedes, ustedes deben de cuestionar todo lo que yo les digo. No lo deben de tomar como algo. Ales lo dijo, lo debo de creer. No, ustedes deben de ir a la palabra de Dios. Y si hay una duda en la palabra de Dios, la va a encontrar. Lo que miramos ejemplar de Juan el Bautista es de que él dudó. Llegó un tiempo donde él dudó, pero él no fue a preguntarle a a los pariseos, a los sacerdotes acerca de Jesús, Juan va con Jesús mismo y le pregunta eres tú tengo cierta curiosidad, hay cierta cosa que realmente no estoy entendiendo si eres tú Jesús y Jesús no lo mira algo malo de que venga este hombre con una, con una cuestión, con una duda, con una pregunta Más bien, Juan el Bautista va con Jesús para que Jesús mismo le alivie la duda que él tenía. Tú cuando dudas, tú vas a la escritura o adónde vas para aliviarte esa duda. Vas con fuentes opositoras, vas con libros ateos o videos ateos que te van a desviar de tu fe y te van a en cierta manera desminusarte de tu fe y dejarte sin nada o dudas y vas a la Palabra de Dios a remediar tu duda, no es malo dudar, es malo ir a buscar respuesta de un lugar equivocado. Y aquí miramos a Juan. Juan, ahorita cuando él está mandando a estos dos hombres, Juan está en una prisión. Ahora, desde la perspectiva de Juan, mirándolo a Juan como un hombre, Juan fue un hombre, aunque Jesús va a decir que fue el mayor de los profetas, eso es cierto, pero sigue siendo un simple hombre, Juan. Y mirándolo desde la perspectiva de Juan, Juan está en prisión. como resultado de su valentía y fidelidad y amor por la justicia. Él está en un calabozo junto al mar muerto, que era una fortaleza de Herodes llamada Macairo. Era una fortaleza de que era un palacio de invierno para los Herodes. Pues ahí estaba Juan en un calabozo de ese palacio que era como un retiro de los Herodes y ahí metieron a Juan. Y si usted algún día ha ido al mal muerto, es un desierto y Juan está ahí por ser un hombre fiel, por ser un hombre valiente. Y su tragedia parece ser no coherente como el resultado de la fidelidad a su misión que realmente le alcanzó Ahora segundo mirándolo desde la perspectiva de Juan las expectativas que Juan tenía en su mente eran diferentes a lo que él estaba escuchando acerca de Jesús O sea, vienen estos hombres y le cuentan todo lo que Jesús está haciendo y como que Juan no puede asimilar lo que la idea que él tenía en su mente acerca del Mesías con lo que él está mirando que Jesús está haciendo. Jesús anda bien relajado por las ciudades ahí de la región de Galilea, anda muy casual, anda predicando sermones que Juan, Juan predicaba otro tipo de sermón y Jesús viene y predica, ¿sabes qué? Ama a tus enemigos. Si alguien te pega en una mejilla, ofrécele la otra. Si alguien te quita, dale, sé misericordioso. Cuando nosotros miramos lo que Juan predicaba. Juan tenía otro estilo y tenía otra expectativa de cómo él miraba de que iba a venir el Mesías cuando llegara. Pues aquí lo acaba de introducir y Juan tiene una expectativa y tiene una curiosidad. El ministerio de Jesús se mira muy tranquilo, se mira muy suave. Jesús está despertando en Juan, estando en prisión este hombre. Una preocupación, una inquietud, Juan pudriéndose en la cárcel y en cierta manera está esperando y está desesperándose de su vindicación, de que él está en la cárcel por ser un hombre fiel. No se merecía Juan estar en la cárcel, pero por ser un hombre fiel, un hombre de agallas, un hombre valiente, él se ocurrió criticar al presidente El presidente, el rey lo metió a la cárcel porque lo que estaba haciendo estaba mal y como él era un predicador de justicia no tuvo ningún problema con enfrentar lo malo del presidente o del rey que era en este entonces y ahora Juan está sufriendo. No podemos ser tan duros con Juan. Nosotros si hubiéramos sido Juan, también nos hubiéramos preguntado, caray yo tenía otra expectativa de Jesús y aquí está Jesús sanando ciegos, comiendo con pecadores, está Jesús llamando solamente a 12 discípulos en lugar de tener una aspiración política en realmente sacudir al pueblo y emocionar al pueblo y en cierta manera animar al pueblo a unirse a la causa. y levantarse en contra de los romanos eso es lo que Juan hubiera tenido de expectativa algo así pero mira a Jesús y a Jesús lo está mirando completamente le están contando de otras cosas como por ejemplo empezando a leer ahí en el 18 dice así entonces los discípulos de Juan informaron de todas estas cosas pues si nosotros miramos todas estas cosas Todas esas cosas es una referencia a todas las cosas que hemos mirado desde el capítulo 4 hasta aquí hasta el capítulo 7 y ha habido un montón de sanidades, ha habido expulsión de demonios, Jesús en toda su fama agarrando mucha fama de todo lo que él estaba haciendo y indudablemente el contenido del sermón del monte le hubieran hecho saber a Juan Ya ve lo que Jesús predicó en el sermón del monte. Obviamente los seguidores de Juan hubieran ido a con Juan y le hubieran dicho en prisión y le hubieran dicho ¿sabes qué? Esto es lo que está predicando Jesús. amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen, bendecida a los que os maldicen, orar por los que os vituperan, el que te hiere en la mejilla preséntale también la otra, el que te quite la capa, no le niegues tampoco la túnica, todo lo que se te pida dale y todo lo que se te quite que no es tuyo no lo reclames, sed misericordiosos como vuestro Padre en el cielo es misericordiosos con los ingratos y perversos Pues imagínese Juan ahí sufriendo y escuchar esto es lo que Jesús está predicando. Yo no tenía ese concepto de que Jesús iba a venir tan casual, tan suave, tan misericordioso, lleno de gracia. Juan en prisión probablemente estaba esperando escuchar de un comienzo, de una acción política que Jesús estaba haciendo allá en Galilea, un movimiento populista dentro del pueblo judío. Pero los informes vienen de los seguidores de Juan y escucha de que Jesús anda muy relajado enseñando, predicando, curando, visitando a pecadores, eligiendo solamente a doce discípulos en lugar de elegir a dos mil para levantarse en contra de Roma. Y Juan se queda, pues, ¿qué está pasando aquí? Porque vaya conmigo a Lucas 3. Vamos a leer la predicación, lo que Juan tenía en mente de qué era lo que iba a pasar cuando viniese el Mesías. Aquí está Juan predicando en el desierto en Lucas 3 empezando en el 7. Mire cómo predica Juan y mire lo que dice que va a traer el Mesías. O sea, Juan es agresivo. Juan es una persona que está diciendo aquí está y mire con lo que dicen empezando en el 7 de Lucas 3. Por eso decía las multitudes que acudían a él para que las bautizara. Camada de víboras. ¿Quién nos enseñó a huir de la ira venidera? Por tanto, dar frutos dignos de arrepentimiento y no comencéis a decir a vosotros mismos, tenemos a Abraham como papi. porque os digo que Dios puede levantar hijos Abraham de estas piedras y también el hacha está puesta a la raíz de los árboles por tanto todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego y Juan tendría la expectativa de que Jesús iba a venir con un hacha y que ya estaba puesta y que ya estaba puesta a cortar el árbol que no daba fruto y más adelante en el 16 ahí de Lucas 3 dice yo os bautizo con agua pero viene el que es más poderoso que yo él os es que no soy yo ni digno de desatar la correa de sus sandalias él los bautizará con espíritu santo o con fuego O sea si mira Juan la expectativa que él tenía para Jesús de que Jesús iba a venir con la misma o aún más agresividad y en cierta manera establecer el reino y sacar a los incrédulos y destruir a los incrédulos y empezar algo la era mesiánica de una expectativa más más más ruda más más firme Escucha de Jesús, de que Jesús anda sanando, de que Jesús anda ya buscando muertos y levantándolo entre los muertos y que Jesús anda tocando leprosos, que anda sanando fiebre, que anda expulsando demonios y Juan se está quedando. ¿A qué está pasando allá afuera? O sea, yo, Jesús no está viviendo las expectativas que yo tengo. Yo miraba, yo pensaba de que él iba a venir igual de rudo y valiente como yo, yo soy un profeta, un predicador de fuego y de trueno y yo me esperaba un mensaje de Jesús también de arrepentimiento y de juicio pero también siendo más, más agresivo, más entrándole al programa y realmente traer este reino y sacar a los romanos y en cierta manera establecer algo sólido, algo firme, algo de justicia. ¿Cuándo se hubiera agarrado de lo que dice el mensaje del último libro del Antiguo Testamento? Ya ve Malaquías, nos advierte de que antes de que venga el día del Señor va a venir un día grande y terrible y vendrá ardiendo como un horno y todos los arrogantes y los malhechores serán paja. Juan tenía esa expectativa pero Jesús no vino así, al principio no vino así, al principio no vino así El Mesías que estaba a punto de venir, iba a venir con Espíritu Santo, y iba a venir con fuego. Los que no eran bautizados por el Espíritu Santo, iban a ser bautizados por fuego. Y el fuego no es algo bonito en la Escritura, es siempre fuego consumidor, o sea, exterminador, donde destruía a limpio el fuego. Iba a venir a quemar a medio mundo. Y así miraba Juan, esa es la expectativa que él tenía. Pues Jesús llega sanando con compasión, con ternura, doliéndole el pecado, doliéndole el malestar espiritual de las personas, el malestar físico, sanidad, llamando a pecadores, llamando a mujeres. Vamos a mirar más adelante de mujeres pecadoras, prostitutas. Y Juan mira esto y se queda, se queda en shock. Esperaba una cosa y le están platicando otra. Usted y yo hubiéramos llegado a la misma conclusión. Yo tenía esta expectativa y me están platicando otra. ¿Qué está pasando? ¿Dónde está Jesús confrontándose con los impieles y los malvados? ¿Dónde está la hecha en la mano? Yo prediqué de que iba a venir con la hecha en la mano y que Él iba a venir a separar el trigo de la cizaña y luego que el trigo lo va a meter en su granero y va a quemar el tamo que salió de esa cizaña. ¿Dónde está? Si ve porque Juan llega a la conclusión ¿Eres tú o vamos a esperar otro que va a venir con lo que yo estoy esperando? Porque me están platicando cosas que yo no esperaba de ti Jesús. Y empieza en cierta manera la duda. No mira furia, no mira fuego. Mira enemigos que se están siendo cambiados y sanados y están entrando a la causa de Jesús y además la predicación de Jesús de que Él iba a empezar un nuevo movimiento de guerreros espirituales y de que el reino iba a ser espiritual y Juan no le puede pasar por la cabeza todo lo que está viendo y todo lo que está escuchando. O sea, sus expectativas para Jesús se están disminuyendo. Y tú hubieras, si tú hubieras sido Juan, estando en prisión, si yo hubiera sido Juan, estando en prisión, hubiéramos llegado a la misma conclusión, porque es una conclusión lógica. Empieza a crecer la duda, un poco de preocupación, de frustración, que tal vez produce duda, porque ¿sabes qué? Yo tenía una expectativa, un cierto estilo, una cierta estrategia para Jesús. Yo vine y preparé a la gente y yo sí les dije, hey, va a venir y ya está puesto al tronco y va a venir a separar y luego va a meter los verdaderos hijos en su granero y va a quemar a todos los demás. Yo preparé eso, no lo estoy mirando. La estrategia de Jesús es poco diferente a lo que yo me imaginaba. El estilo de Jesús es diferente a lo que yo me imaginaba. Entonces podemos mirar de por qué empieza a dudar este gran hombre. Podemos mirarlo. Aunque fue el más grande profeta y tuvo una gran influencia para este tiempo. Juan, estando en prisión, hubiera sido un prisionero de que todo mundo tenía la admiración de Juan, porque se confrontó hasta llegar hasta Herodes y lo tenían como un héroe. Para ese tiempo lo tenían como un héroe político a Juan. Lo miraban y lo reverenciaban como alguien influyente, alguien popular. Y lo miraban como el único profeta que ellos habían conocido en 400, 500 años. Lo hubieran mirado la gente que lo seguía, la gente que había escuchado de este hombre, lo hubieran mirado como alguien que tenía tanta influencia y ahora está en prisión. Entonces viene esta pregunta de Juan delante de Jesús y Jesús tiene que contestarla. Jesús realmente tiene que darle una contestación a Juan, porque todo mundo miraba a Juan como un gran profeta, un gran hombre, un gran hombre valiente. Si nosotros leyéramos historia, como por ejemplo el historiador Josefo, que viene siendo un judío romano. Ese historiador, si usted lee lo que él escribió en su historia, Nos enteraríamos de que él miraba a Juan el Bautista y no solamente él, sino que toda la gente miraba a Juan el Bautista como un héroe de Judea, de los judíos. Y ¿sabe qué? Había como una secta de Juan el Bautista que duraría unos 80 años más. De que seguían a Juan el Bautista. Lo podemos mirar en las páginas del Nuevo Testamento. Como por ejemplo, si vamos a Hechos 19, Pablo en Éfeso encuentra seguidores de Juan. En Lucas 19, empezando en el 3, Pablo se encuentra a seguidores de Juan, no en Judea, en Épezo, que hubiera sido hacia menor, bien lejos, y hay seguidores de Juan allá, que no habían escuchado de Jesús, no habían escuchado acerca del bautismo de Jesús. Miren lo que dice Hechos 19.3, déjenme se lo leo. Entonces Él le dijo, aquí está Pablo preguntando, ¿En qué bautismo, pues, fuiste bautizados? Y ellos, o sea, los seguidores de Juan, en el bautismo de Juan. Y Pablo dijo, Juan bautizó en un bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyeran al que vendría después de él. Es decir, Jesús, cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. ¿Sí ve? La gente tenía a Juan como un gran hombre y se lo merecía, se lo merecía Juan, porque Juan fue un hombre fuerte, fue realmente alcanzó todo lo que él había, tenía que venir a alcanzar y era un hombre valiente, un hombre justo, un hombre fiel hasta su muerte. Entonces Jesús debe tratar con esta pregunta muy en serio, que aquí Juan está levantando. Entonces mire lo que dice en el 19 y llamando Juan a dos de sus discípulos, los envió al Señor diciendo Eres tú el que ha de venir o esperaremos a otro. Cuando los hombres llegaron a Jesús o sea a él, dijeron Juan el Bautista nos ha enviado a ti diciendo Eres tú, eres tú. ¿Eres tú del que realmente habló el Antiguo Testamento? ¿Eres tú Jesús? Ese viene siendo más bien un título ¿Eres tú el que realmente todo el Antiguo Testamento profetizó de que ibas a venir y que ibas a venir directamente después de que Juan iba a venir? Juan ahorita está en prisión y él está preguntando, inquiriendo, ¿Eres tú el que ha de venir o vamos a esperar a otro? Y en ciertas tradiciones judías, ellos pensaban de que los profetas iban a resucitar, iba a venir profeta tras profeta y luego después iba a venir el que realmente iba a a anunciar la venida del Mesías y después iba a venir el Mesías por eso en veces cuando Jesús pregunta ¿Quién dice la gente que yo soy? Los discípulos le contestan no pues unos piensan que tú eres Elías que eres Jeremías o uno de los profetas que ellos tenían en su mente ¿Quién sabe de dónde las sacaron? De la tradición judía pero la tradición judía enseñaba de que de que iban a venir una serie de profetas antes de que viniera el Mesías Y aquí está Juan diciendo, yo soy el que Dios me llamó a introducir al Mesías. Y yo no estoy mirando lo que yo tenía en mente. Jesús tiene otra estrategia. Jesús tiene otro estilo. Si eres tú, Jesús. Ahora no creo que la pregunta eres fue el que ha de venir o esperaremos a otro es es es viene motivada de dudas, de rechazo, no viene de de duda genuina. Juan tenía la confianza de que Jesús era el Mesías. Pero en cierta manera estaba dudando lo que venían y le estaban platicando él en prisión y la expectativa que él tenía para el Mesías. Y quería que Jesús le aclarara realmente tú eres Jesús. Me equivoqué. Nosotros como hombres, aunque en veces Dios realmente nos indica ciertas cosas en nuestra vida cristiana. Muchas veces dudamos y decimos, híjole, pues sí quedará Dios esto para mí o no. Y entre nosotros dudamos. Y aquí está el último profeta del antiguo pacto, del antiguo testamento, dudando y realmente queriendo saber si él estaba bien. No dudaba de Jesús, dudaba de que de que él no miraba bien lo que Jesús estaba haciendo. Y en cierta manera, pienso yo de que la pregunta, en cierta manera, viene con la intención honesta de encender un fuego en Jesús. O sea Jesús está bien de que andes todo compasivo por las calles de Capernaum, de Galilea, de Nahín, de Nazaret, de toda esa área de Galilea, pero sabes que vamos a empezar, vamos a empezar Jesús, o sea vamos a encender un fuego para que realmente empieces a hacer lo que lo que realmente debes de hacer. O sea, sacar una pasión política. Sabes que Jesús empieza ahora sí. Tú eres el Mesías. Ándale, ¿qué tal si realmente nos enseñas cuál es su intención por la que viniste? ¿Se te dio Jesús una misión mesiánica? ¡Vamos! ¡Vamos empezándola! ¿Tienes el poder mesiánico, Jesús? Aquí me cuentan todo lo que está diciendo. ¿Y qué tal si empezamos con el programa? ¿Qué tal un puchoncito, Jesús, para que agarres vuelo y que toda la gente sepa de que yo estoy cuestionando de por qué estás tan casual, tan relajado? ¿Y qué tal si empezamos con lo que debemos empezar? Pues en esa misma hora, dice el 21 de Lucas 7, en esa misma hora curó a muchos de las enfermedades y aflicciones y de malos espíritus y muchos ciegos les dio la vista. Ahora, Jesús no contesta nada todavía. Vienen estos hombres y cuestionan. Jesús no dice nada. Jesús empieza a mostrarles algo a estos dos hombres. Hay una explosión de poder mesiánico, una manifestación milagrosa de Jesús, algo que había estado regularmente en exhibición Jesús sanaba porque quería mostrar algo o porque se lo pedían aquí está Jesús levantándose y sanando a un montón de enfermos levantando dando vista a los ciegos curando enfermedades y sacando demonios y es como si hubiéramos así si fuera una exhibición privada para estos dos discípulos de Juan es como una verdadera exhibición, no como los rateros que salen en TVN o en enlace Aquí está Jesús realmente tocando a todos y sanando y les está mostrando a estos dos algo Ahora es interesante, los fariseos se dan cuenta de esto y también los fariseos querían siempre que Jesús les hiciera un show Jesús nunca les hace un show a nadie más que a estos dos hombres aquí Jesús hizo un show, aquí Jesús se levantó y empezó a sanar así a la voluntad a todos los enfermos que estaban ahí dando vista a los ciegos sacando malos espíritus a todos los que estaban con aflicciones Jesús los sana en ese instante los fariseos siempre querían una exhibición así Jesús nunca se las dio a ellos. Ellos querían fascinarse en incredulidad. Dios, Jesús hizo esto para Juan, para los discípulos de Juan, para fortalecer la fe de Juan y para cumplir la profecía. Entonces, Jesús físicamente muestra una explosión de sanidades y liberaciones y muchas personas ciegas recuperan la vista. Y después de hacer eso, Jesús responde y dice, Vayan, cuéntenle a Juan, id a contarle a Juan lo que habéis visto y lo que habéis oído. Los ciegos reciben la vista, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen. O sea, Jesús se hubiera hecho eso, todo eso en ese instante, en gente que estaba todo así. Y los muertos son resucitados. Eso fue lo que miramos la semana pasada con el hijo muerto de la viuda de Nahín. Y dice Jesús, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. O sea Jesús confirma a Juan todo lo que Los profetas tenían la expectativa de cuando vendría La era mesiánica todos los profetas del Antiguo Testamento de una manera u otra tenían La expectativa de que cuando viniera el Mesías iba a ver a algo algo no tanto espiritual sino también físico de que él iba a mostrarse con un poder divino sanando enfermedades y resucitando a muertos lo puede mirar en Isaías 26 vaya conmigo a Isaías 38 y ahí está claramente El propeta, uno de los más importantes profetas del Antiguo Testamento, Isaías, en el capítulo 35, mire lo que Isaías dice acerca de cuando iba a venir el Mesías. Isaías tiene un montón, no tengo el tiempo de mirarlos, pero mire, Isaías 35, 1, mire lo que dice. El desierto. Y el yermo se alegrarán. Aquí está Isaías hablando del futuro glorioso que va a tener Israel, que va a tener Sion. Se regocijará el árabe y se fortalecerá. Como el azafrán florecerá copiosamente y se regocijará en gran manera y gritará de júbilo, la gloria del Líbano será dada, la majestad del Carmelo y del Sarón, ellos verán la gloria de Yahvé van a ver la gloria de Dios, la majestad de nuestro Dios, fortaleced las malos de los débiles y apianzad las rodillas de los vacilantes, decid a los de corazón tímido, esforzaos y no temáis, es aquí vuestro Dios viene con venganza y retribución vendrá Dios mismo. O sea, ¿Cuándo hubiera sabido de esa profecía? Juan tenía un papá que nomás de eso hablaba. De lo que Dios iba a hacer cuando vendría el Vesías. Y Juan sabía las profecías de los otros profetas que vinieron delante de él. Y Jesús lo lleva a un pasaje donde se acuerda Juan el Bautista de que sí va a venir con ira. de que si va a venir con venganza, pero la venganza todavía no es. Va a venir con retribución, pero primero va a venir con gracia. Y mira lo que dice el 5 de Isaías 35. Entonces se abrarán los ojos de los ciegos y los oídos de los sordos despertarán. El cojo entonces saltará como un ciervo y la lengua del mudo gritará de júbilo porque aguas brotarán en el desierto y en los arroyos del Arabá Juan no hubiera sabido eso y Jesús le está diciendo Juan se te está olvidando lo que fue profetizado de mí no has mirado nunca y no han escuchado de nadie más que pueda hacer esto y si yo hago esto es porque la gloria del Señor está aquí No dudes Juan. Jesús le dice algo interesante y a los pobres se les anuncia el Evangelio. Vaya y más adelante en Isaías 61 que Lucas citó en Lucas 4 Isaías 5 61. Miren lo que dice El Espíritu del Señor está sobre mí porque me ha ungido. Yabé para traer buenas nuevas a los afligidos Me ha enviado a vendar a los quebrantados de corazón Para proclamar libertad a los cautivos Y liberación a los prisioneros Para proclamar el año favorable de nuestro Dios Para consolar a todos los que lloran Para conceder a los que lloran en Sion ¿Y sabe qué dice ahí el 2? Y luego después el día de venganza de nuestro Dios Juan lo tenía alreversado. Juan pensaba que Jesús iba a venir con venganza, pero primero era el anuncio del Evangelio. Los días de venganza sí vinieron. Dios dio 40 años más de gracia, pero vinieron los días de venganza. Juan tenía las cosas alreversadas y Jesús se lo hace muy claro y sabe que mal le dice Jesús. Jesús le da un pilón. Le dice, bienaventurado el que no se escandaliza de mí. O sea, Juan, no te ofendas de mí. Porque tú tienes otras expectativas. No te ofendas de que las cosas no se están cumpliendo como tú quieres que se cumplan o como tú pensabas que se iban a cumplir. No te dejes que falta de revelación nuble tu entendimiento. No te tropeces conmigo, Juan. No dejes que esta tragedia personal en la cual yo soy soberano y ahí estás, y ahí vas a morir. No dejes que esa tragedia te escandalice en contra mía. O sea, le está diciendo Jesús a Juan. Juan, si tú obedeces y crees, vas a ser bendecido si tú no eres escandalizado por mí, si te conformas con lo que yo soy y lo que yo traigo. ¿Cuántos de los cristianos no pierden la fe, no se escandalizan cuando las profecías no se cumplen de la manera que ellos pensaban que se iban a cumplir? ¿Cuántos cristianos no abandonan la fe porque escuchan a un loco en la tele o en el radio o en un libro decir, no, pues es que va a ser así, va a ser esa, va a ser de acá y el tiempo viene y no pasa nada? ¿Cuántos cristianos no se escandalizan porque tienen en su mente una manera de cómo deben de hacer las cosas? ¿Y sabes qué? Dios no se debe de rendir a ninguna manera que el hombre tiene. Y Jesús no estaba puesto a rendirse en la expectativa que Juan tenía. Juan tenía expectativa que si algún día iba a venir, pero primero iba a venir la gracia y la misericordia antes de la venganza y de la ira y que Jesús le da una advertencia. No te escandalices sobre mí, Juan. no te escandalices y si hay muchos cristianos como por ejemplo muchos cristianos en cuanto del rapto 1840 1845 después de ahí 1912 y muchos se escandalizaron y después de ahí empezó la primera guerra mundial y todos decían este ya es el fin y ya va a ser el rapto ya se va a acabar el mundo pasó la primera guerra mundial Después pasó la Segunda Guerra Mundial y podemos mirar la bestia y el anticristo en Hitler y en Mussolini y todo mundo diciendo ya es el fin, ya va a ser el rapto, prepárense, hay que dejar que el malvado haga todo lo malo que quiera hacer. Al cabo nosotros nos vamos a ir y vamos a ser inservibles como iglesia. Al cabo ya viene el rapto y la Segunda Guerra Mundial vino y terminó. ¿Y qué vino? Nada. Y muchos cristianos fueron escandalizados. No, después, Israel se hizo nación. Oh, pues después de 40 años de esa generación de Israel, después de hacerse nación, va a brotar ese árbol. Y 40 años después, Israel fue hecho nación en 1948. 40 años después, el rato va a ser en el año 1988. y el año 1988 vino y no pasó nada y muchos cristianos fueron escandalizados después de ahí vino el Y2K el año 2000 y todos los cristianos escandalizados porque se iba a acabar el mundo las computadoras aunque operan con puros signos de 0 y 1 las computadoras no iban a saber leer el número 0 y vino el Y2K y no se apagaron las luces y siguió todo y muchos cristianos escandalizados Después, el calendario de los mayas de que no tenía un año más allá del año 2012 y en cierta manera lo adaptaron a las profecías y el año 2012 vino y todavía ya estamos aquí en el 2025 y no pasó nada. Después las lunas de sangre y las lunas rojas, las lunas negras y que ya iba a venir y que ya las Pascua y que ya las fiestas del Antiguo Testamento y todas ellas vinieron y todos esos farsantes nomás cambiaron la fecha. y escandalizaron a muchos cristianos después, ay no, en el 2028 y así se la van a pasar y forman en los cristianos ciertas convenciones en su cabeza de que debe de pasar así ¿sabes qué? Dios no te va a cumplir nada de la profecía de la manera que tú la quieres ¿sabes cómo lo va a hacer Dios? a su manera y ¿sabes qué te debe de gustar? de que Él lo haga a su manera, porque si lo hiciera a tu manera, saldría todo mal. ¿Ok? Y aquí está Juan pensando, Jesús va a venir así, va a venir así, va a venir con un hacha, va a venir con un ejército, va a venir con un movimiento político, vamos a derrotar a los romanos, vamos a establecer otra vez aquí el reino de David, y Jesús se va a sentar, y va a pasar todo, y luego va a florecer a Israel, y quizás Él tenía ese pensamiento. Y Jesús le dice, hey, Así no vengo yo, Juan, no sé de dónde estás agarrando tanto así, pero no te escandalices y estás preguntando y dudando. Eres tú o vamos a esperar a otro? Ahora. Tenemos que tener cuidado de no formar, formarnos en nuestra mente de las cosas deben de pasar así y si no pasan así. Pues entonces nada es cierto. No hay que escandalizarnos. ¿Saben quién fueron los peores en esto? Los judíos mismos. Ellos tenían una convención de cómo iba a ser el Mesías y el Mesías vino, murió y resucitó y se perdieron muchos de ellos de todo. todo que tenemos a Pablo llorando por una nación de que Pablo les predica el evangelio y ellos nomás no lo miran y Pablo está dispuesto a hacerse maldito para que la nación que se perdió todo recapacitará de lo que se perdió Ese es el ejemplo más triste. Jesús vino a ellos y ellos se perdieron de todo. Se sintieron ofendidos de que Jesús no cortaba la manera de que ellos tenían en su mente. ¿Y sabe qué hicieron ellos? Lo mataron y lo ejecutaron y se perdieron todos los beneficios del nuevo pacto como nación. Como nación se perdieron de todos los beneficios. Hubo unos cuantos, pero se perdieron de todo. Ahora, uno pensaría que Jesús hubiera usado esta escena para reprender el atrevimiento de Juan, ¿ok? Uno pensaría, hey, Jesús va a usar esto para, hey, ustedes no sean como Juan. No me anden dudando, no anden cuestionando. hubiera sido un gran tiempo para para hacer de Juan un ejemplo de qué no hacer ahora mire la gracia de Jesús porque viene Juan en medio de todos vienen estos dos como una comisión oficial y todo mundo hubiera escuchado esta pregunta y aquí Jesús no pues qué vergüenza voy a tomar tiempo y voy a corregir todo esto pero no Jesús mire la gracia de Jesús Jesús en lugar de de corregir a Juan, de reprender a Juan en su incredulidad. Jesús elogia a Juan. Ok. Eso es impresionante porque sabes que tú siendo pecador y yo siendo pecador y siendo desobedientes como somos. Jesús no nos mira y dice voy a hacer un ejemplo de este. No, Jesús mira lo bueno en nosotros. Aunque somos malos. Jesús mira lo bueno en nosotros. Así debemos ser nosotros más como Jesús. Teniendo oportunidad de corregir las cosas y hacer de Juan un ejemplo de qué no hacer, Jesús elogia a Juan. Y mírenlo cómo Jesús lo elogia, empezando ahí en el 24. Le pregunta a la gente, la gente que estaba ahí y hubiera escuchado todo esto, les pregunta acerca de Juan y les pregunta, ¿qué salicia veis ustedes en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? Y se hubieran contestado, no. Nosotros fuimos a ver un hombre fuerte, valiente, un hombre de Dios que predicaba. Nunca habíamos escuchado una predicación así como la de Juan. Nosotros no fuimos a ver una caña sacudida en el viento. Y Jesús les pregunta ¿Qué más fueron ustedes a ver? ¿Un hombre vestido en ropas finas? Y la gente hubiera contestado no. Juan no se vestía así. Juan se vestía con piel de camello y con un cinto atado en su cintura, en sus lomos. Y no era hombre fino, era hombre rudo. Era alguien que vivía en el desierto. Vivía como un verdadero profeta de Dios. Comía hasta cosas raras, chapulines y miel. Él no era hombre fino. Y Jesús aquí dice, un hombre de ropas finas no, mirad, los que se visten en esplendor viven en deleites y están en los palacios de reyes. Ahora, esto hubiera sido un chiste para la gente que lo hubiera estado escuchando, ¿sabe por qué? Todo el mundo se hubiera reído de lo que Jesús acaba de decir aquí, porque miren, El rey Herodes, cuando quería ganarse al pueblo, el rey Herodes era un Edumeo, aunque se había hecho judío, él era de la familia de Saúl, no era israelita él, él era Edumeo. Para ganarse a los judíos, hacía un montón de cosas para ganarse el apoyo de los judíos, y una cosa que hacía era de que miraba a todos los estudiosos, a todos los hombres de prestigio, y lo que hacía es de que los contrataba y los contrataba para para hacerlo parte de la corte de sus sabios, a los judíos. Él siendo un gentil, él se ganaba al pueblo contratando a los más intelectuales del pueblo para ganarse el afecto del pueblo. Por eso conocemos un tal grupo conocido como los Herodianos. En el Nuevo Testamento hay los fariseos, hay los saduceos y hay un grupo que se llama los herodianos. Pues esos herodianos hubieran sido pura gente intelectual, gente famosa con influencia en el pueblo judío. Y el Herodes le pagaba a esa gente para ser parte de su corte, para ser parte de su reinado y ganarse el apoyo de la gente allá afuera, para ganarse a los judíos. ¿Y sabe qué hacía el Herodes? Los vestía con ropa pina y los ponía dentro Dentro de su... les daba cheque cada semana, los hacía parte de su corte de sabios. Pues aquí Jesús está diciendo, Juan es uno de esos hombres que es comprado, que puede comprar al Rey. ¿que lo viste todo todo firiznais con deleites que están en los palacios de los reyes? Pues claro que no, Juan no hubiera estado en un palacio del rey, Juan hubiera estado en la cárcel del rey, en el calabozo del rey, ¿por qué? Porque él era un hombre valiente, un hombre justo, un hombre que aprontó al rey, estaba viviendo bajo fornicación y adulterio y Juan le dijo que no debería estar haciendo con la esposa de su hermano tal cosa y por eso lo metieron a la cárcel, no están los palacios del rey, están el calabozo del rey Sufriendo por la justicia. Ahora podemos más o menos tomar esto. Ya ve cuando Jesús está en su juicio y van ante Pilato y Pilato los manda con Herodes porque Herodes está ahí en Jerusalén. Esa semana de panes sin levadura y de Pascua. Ya ve que Herodes llega a Jesús y Herodes lo viste con una capa. Pues aquí Rodas quizás está tratando de decirle a Jesús, hey tú sabes que yo te hago uno de mis. aquí de mis de mis ayudantes te pongo la capa hazme un milagrito y si me haces un milagrito pues te contrato quizás eso es lo que está pasando cuando Jesús es llevado ante Herodes porque ya ve Herodes lo viste todo bonito le pone una capa y le dice a ver ahora sí hazme un milagro y Jesús no le responde nada ni le dice nada y como que se enoja Herodes y lo manda para atrás a Pilato quizás le está tratando de hacer Herodes Pero aquí Jesús le está diciendo, Juan no es eso de los que se pueden comprar. Juan es un verdadero profeta. Y mire lo que dice en el 26. ¿Pero qué saliste en ustedes? ¿Saliste Isabel? ¿Un profeta? Y Jesús dice, sí, y os digo, y uno más que un profeta. Juan puede dudar de mí, pero yo no dudo de Juan. Juan es profeta, pero el mejor de los profetas porque es el último profeta. Ya no va a haber más de Juan porque ya no va a haber más de mí. Yo soy el Mesías y Juan es el que venía a introducir al Mesías. Habla bien Jesús de Juan. Él es el mayor de los profetas porque fue el último. Todos los otros profetas Se quedaban con las ansias de saber cuándo vendría el Mesías y Juan tuvo el privilegio de ser el que el que el que introdujo y preparó el camino y dijo Este es el Mesías Este es Lo introdujo, lo presentó al mundo. R.C. Sproul lo pone de esta manera. Los profetas del Antiguo Testamento no sólo profetizaron acerca de la venida del Mesías, sino que también profetizan acerca del profeta que iba a venir, el que iba a preparar el camino para el Mesías. El propio Juan no sólo fue un profeta, sino que también el sujeto y el objeto de profecía también. el mismo que fue profetizado por los otros profetas del Antiguo Testamento. Entonces Juan no era cualquier profeta, él viene siendo el último profeta. Acuérdese, Jesús no vino al principio del nuevo pacto. Jesús y Juan vinieron al final del antiguo pacto. Y Jesús, esa noche en el aposento alto, inaugura el nuevo pacto. Jesús es parte del viejo, así como Juan. Y por eso Jesús dice en el 27, este es aquel de quien está escrito, he aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz. ¿Quién prepara tu camino delante de ti? ¿Cuál es el cumplimiento de aquella promesa, de aquella profecía con la que termina el Antiguo Pacto? ¿Cuál lo es? Vaya conmigo al último libro de del Antiguo Testamento, del Antiguo Pacto. Va Mateo y Mateo. Hay esa esa esa hoja que dice Nuevo Testamento y Malaquías termina el Antiguo Pacto. el último profeta del antiguo pacto antes de Juan que Juan viene siendo el último y Jesús viene siendo el profeta sobre profetas nuestro profeta mire cómo termina el antiguo testamento malaquías 4 5 y aquí yo envío al profeta Elías antes de que venga el día del Señor día grande y temible iba a venir Elías Juan iba a ser ese Elías que vendría en el poder del Elías. Juan iba a ser él. Por eso Juan está diciendo aquí, él es quien en el Antiguo Testamento está diciendo de que os envío un mensajero delante de su faz. Ese también es una cita de Isaías 40, pero el Antiguo Testamento se queda con la expectativa de que iba a venir Elías, y ¿sabe qué Jesús dice? Vaya conmigo a Mateo, ahí más alantito, en Mateo 11, mire lo que Jesús dice acerca de Juan aquí en Mateo. También en Lucas lo dice y en Marcos, pero mire cómo lo dice en Mateo 11 empezando en el 12. o hay que empezar en el 9 ahí de Mateo 11 porque mire lo que dice pero a quien saliste a ver a un profeta así aquí está Jesús diciendo lo mismo a quien saliste a ver un profeta si os digo uno que es más que un profeta este es de quien está escrito aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz quien preparará tu camino delante de ti mire lo que dice el 11 En verdad, os digo que entre los nacidos de mujer no se ha levantado nadie mayor que Juan el Bautista. Sin embargo, el más pequeño del reino de los cielos es mayor que él. Es lo mismo que dice Lucas, pero le agrega algo Jesús en Mateo. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo conquistan por la fuerza. porque todos los profetas de la ley profetizaron hasta Juan y si queréis aceptarlo aquí está Jesús diciendo esto Él es Elías el que había de venir mucha gente no lo aceptó hay cristianos que hasta el día de hoy no aceptan eso hay cristianos y judíos que están esperando que venga Elías Jesús dice si quieren aceptarlo, yo les digo quien realmente Juan el Bautista es, por eso es el más grande, por eso es más grande de los profetas, porque él es el Elias que iba a venir a introducir al Mesías y si seguimos leyendo en Lucas 7, 28 os digo que entre nacidos de mujer no hay nadie mayor que Juan, sin embargo el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él, este hombre valiente, riguroso, magnífico como Juan el Bautista, termina piel hasta la muerte, termina como mártir en esa prisión porque una niña pidió la cabeza de Juan servida en un plato. Y aquí Jesús dice que el que es menor en el reino de los cielos, es mayor que Juan. Aunque Juan viene siendo el mayor, ¿qué significa todo esto? Pues significa de que el estar bajo el nuevo pacto que Jesús iba a inaugurar es estar con mejores promesas, con mejor obra de redención que la que Juan llegó a conocer. Todos los del Antiguo Pacto, todos los del Antiguo Testamento miraban a un futuro y no miraron todo lo que Jesús iba a alcanzar al detalle. Todos los que nacemos de este lado del Nuevo Pacto somos menores, pero somos mayores de Juan en el sentido de que ahora Pertenecemos al reino de Dios y tenemos una obra redentora más completa de lo que todos estos hombres se perdieron por nacer después de Jesús, antes de Jesús, perdón, antes de Jesús. Nos colocan una circunstancia mejor, superior a ellos porque ellos solamente miraron las promesas de a lejos. Nosotros miramos y somos parte de las promesas que Dios cumplió en Cristo Jesús. Y Juan murió fielmente. Juan, después de este cuestionamiento, Juan se queda satisfecho. Después de esta pequeña duda, Juan se queda satisfecho. Ya después de ahí, ya no hay nada más de Juan. Solamente sabemos de que después vienen a Jesús y le dicen en otro Evangelio de que Juan ha muerto como mártir. Y Jesús, Jesús le inter... Llora, le da tristeza de que Juan no alcanzó a ver todo lo que Jesús traía, pero fue suficiente para Juan dudar y quedarse satisfecho con la respuesta que Jesús le dio. Cuando a nosotros nos venga la adversidad como a Juan, a nuestras vidas. Juan fue hombre de adversidad, él estaba en un calabozo, en un calabozo junto al mar muerto, donde hubiera sido uno de los peores lugares donde pasar los últimos días. ¿Dudó? Sí dudó, pero se conformó con la respuesta que Jesús le dio. Aunque no alcanzó a mirar todo, fue fiel hasta el final. Ahora, cuando venga la adversidad a tu vida, ¿Tú vas a ser como Juan? No es malo dudar. Es malo no quedarse uno satisfecho con la respuesta que Dios nos da. Quizás se venga cáncer y quizás empieces a dudar de tu fe. Quizás se te venga algo difícil en tu vida y quizás empieces a dudar de tu fe. Y Jesús solamente te dice, hey, esto es lo que yo tengo para ti. Muere en fe. ¿Va a ser suficiente para ti esa respuesta? Muere en fe. Sufre tus últimos años en fe. ¿Va a ser suficiente eso? ¿O vas a decir, no, pero yo soy hijo de Dios. Yo soy el más grande profeta. ¿Qué me tienes haciendo aquí Jesús? Yo te puedo ayudar mejor allá afuera. ¿Qué me tienes haciendo aquí? Juan nos enseña un verdadero hombre de Dios. Que hasta los últimos días, Cuando se le pidió su cabeza, él estuvo dispuesto a darla. ¿Por la gloria del Evangelio de Cristo vas a ser tú como Juan? ¿Aceptaremos la soberanía de Dios y nos conformaremos con la porción que nos toque? Si va a venir persecución por el régimen de los Estados Unidos, hacer todo lo que es bueno y santo y van a promover todo lo que es degenerado y malvado y perverso como este mes estaremos dispuestos a estar como Juan y decir es suficiente o vamos a estar ¿Cómo que yo voy a sufrir? ¿Cómo que tú vas a darle una andalgaza a tu iglesia antes de que vengas por ella? ¿Cómo es de que vas a maltratar a tu iglesia antes de que tú vengas por ella? ¿Cómo vamos a hacer? Pues yo te animo, mira Juan y aunque la duda no es mala el tomar la respuesta de Dios y ser satisfecho con lo que Dios tiene para nosotros. Esto es algo bueno. A Juan nunca se le va a quitar de que fue el mayor de todos los profetas. Porque miramos de que terminó en fe y que fue suficiente la respuesta de Jesús. Y murió dando su vida como el último mártir del Antiguo Testamento. Oramos Padre te damos gracias Señor por tu Palabra. Señor mirar la vida de Juan y mirar el ejemplo de Juan y mirar de que en veces tú nos pides que nos quedamos, nos quedemos satisfechos con lo que tú nos tienes. Ayúdanos señora a quedarnos satisfechos con lo que tú nos das y la porción que nos va a tocar al final. A cada uno de nosotros todos vamos a morir, todos vamos a sufrir de una manera o de otra, ya siendo enfermedad o siendo un dolor físico o siendo algo terminal, de una manera todos nosotros vamos a sufrir. Ayúdanos Señor a abrazar lo que tú tienes preparado para nosotros y ayúdanos Señor a ser como Juan y llegar hasta el último día en que tenemos que poner nuestro nuestro cuello para abajo y morir en fe y morir contentos aunque parece que Juan fue inservible en su ministerio. Vamos a mirar de que Juan fue uno de los hombres más valientes de toda la Biblia. aunque se mire insignificante lo que le alcanzó Señor te pedimos Señor que tu palabra nos dé orgullo en el nombre de Jesús tu Hijo lo pedimos amén
(63) ¿Eres, o esperamos a Otro?
Series El Evangelio según Lucas
Sermon ID | 6122415312517 |
Duration | 1:01:20 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Luke 7:18-28 |
Language | Spanish |
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