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Por favor, volteen a nuestra primera lectura de texto, que va a ser Primera Edad de Tessalonocenses. Vamos a leer el primer capítulo. Vamos a leer. Esta es la palabra del Señor. Pablo, Silvano y Timonteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. Gracia y paz sean a vosotros de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones, acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza de nuestro Señor Jesucristo. Sabemos, hermanos amados de Dios, que Él os ha elegido, pues nuestro Evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre. Bien sabéis cómo nos portamos entre vosotros por amor de vosotros. Vosotros vinisteis a ser imitadores nuestros y del Señor, recibiendo la Palabra en media de gran tribulación, con el gozo que da en el Espíritu Santo. De esta manera, habéis sido ejemplo a todos los creyentes de Macedonia y de Acaia, porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la Palabra del Señor. Y no sólo en Macedonia y Acaia, sino que también en todo lugar Vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada. Ellos mismos cuentan de nosotros cómo nos recibisteis y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo. a cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera. Vamos a orar. Dios, te damos gracias por tu bendición sobre tu palabra esta mañana, una palabra que es verdadera que tenemos que creer, porque sí es tu palabra y sí es tu verdad. Entonces, oramos, Padre, que abras nuestro corazón, nuestra mente, para escuchar lo que tu palabra dice y cómo nosotros podemos aplicar eso sobre nuestra propia vida. Y solo oramos que tú los bendigas. Y oramos en el nombre de Jesús. Amén. Entonces aquí en el texto, comenzando en el versículo 4, Pablo, Silas y Timoteo, ellos hablan de saber de los tesalonicenses, de la lección de los tesalonicenses. Algunos quizás no saben qué significa eso. Quizás son alienígenas a esto. Pero nosotros aquí tenemos los cinco puntos del calvinismo. Y él nos dio lo que nosotros conocemos ahora, las doctrinas de la gracia. En hecho, el propósito es para humillarlos a nosotros, hacer humildes. No es para ser gran teólogos o pensar tan grande en nosotros mismos. Hay una Hay una acrónima que no se interpreta directamente al español, pero empieza primero con depravidad total. Nosotros no podemos creer en Cristo uno nosotros mismos. Tiene que haber una influencia fuera de nosotros. Nosotros somos esclavos al mundo. No sé de ti, pero antes de venir a Cristo, yo no quería saber nada en mi fe en Cristo. Yo sabía quién era Dios, pero yo no creía en él mismo. Y después va en inglés, es la letra U, pero en español es la elección incondicional. Es algo incondicional, que es algo que no había, no había nada en nosotros que porque él los amó a nosotros. Y de ahí tenemos la L en inglés que ni que significa La expiación limitada, que no todos van a ir al cielo. En inglés tenemos la I. que está la gracia irresistible, que cuando Dios los trae en nuestra gracia a nosotros están irresistible. Dios se hizo irresistible. Entonces nosotros lo aceptamos porque su gracia es irresistible. Después, en inglés está la letra P que significa la preserverancia de los santos y todo está conectado. Y como dije, esto tiene que ser para humillarnos a nosotros. Ninguna de estas cosas habla de nosotros hacer más alto de lo que nosotros somos. Es para humillarnos a nosotros. Él hace lo que él quiere hacer con nosotros. Eso es lo que enseña la palabra. Si tú no sabes el Nuevo Testamento ni el Antiguo Testamento, quizás sea forano para ti. En el versículo uno dice que quieren animarlos, que Silas, Pablo y Timoteo están seguros del amor eleccional de Dios que los escogió a ellos para la salvación. Por eso es que vemos que en el verso 2, que él siempre da gracias a los tesalonicenses. Él se acuerda de sus frutas. Él se acuerda del labor de amor. Ese labor tenemos que elaborar en la palabra de Dios también. Y ellos hacían eso. Y el trabajo de fe. Su fe se mostraba en las obras que ellos hacían. Y como una iglesia, su esperanza. estaba solamente en la venida de Cristo, que cuando Él vino, todos iban a estar con Él, con el Señor Jesucristo. Entonces, la doctrina de la elección tenía que haber algo que el apóstol Pablo estaba enseñando en las iglesias. porque es como que el apóstol Pablo asume que nosotros sabemos de esta doctrina. Porque él dice aquí, sabiendo la elección por Dios. Entonces, esto no es algo que él enseña detalladamente, sino que quizás él asume y lo estaba enseñando en todos los lugares. Vemos en Colosenses, en el versículo 3, que dice, en la elección de Dios, él asume que tú eres cristiano. que Dios, antes de la fundación del mundo, escogió poner el amor de él en ti. Vamos a leer versículo 4 de una vez más. En versículo 4 dice Sabemos hermanos amados de Dios que él os ha elegido. Entonces él lo conoce. Cómo? Cómo es? Puede estar seguro? Y en el versículo 10, él da razones que por qué él está seguro de por qué Dios los amó sobre toda eternidad y dice y esperar de los cielos a su hijo, que fue el poder de Dios. Porque Pablo dice que él no vino solo con palabras, sino con el poder del Espíritu Santo. Si esta mañana, si tú no estás en Cristo, la única manera que tú puedes escuchar estas palabras es si el Espíritu Santo, es si Él uncia esas palabras. Si no, esas palabras van a caer en el piso y van a ser inútil. Pero fue el poder del Evangelio, dice él, para el trabajo del Espíritu Santo. Y ellos se hicieron imitadores a través del Evangelio. Cambiando la vida en tiempo, yo sé que tú estás eleccionado sobre tu eternidad y ahora tú vienes a fe en Cristo sobre la Palabra de Dios y el Espíritu Santo. Yo veo la fruta de tu vida. Yo veo que tú estás seguro de tu fe en Cristo, que tú hiciste imitadores a nosotros y al Señor Jesucristo. Ustedes son ejemplos, ejemplos a todos los creyentes en ambos norte y oeste de Grecia. Pablo solo estaba ahí por tres semanas, predicando el evangelio en las sinagogas y en la ciudad, y él tuvo que irse, porque los discípulos hicieron que él se fuera, porque estaban persiguiendo a los cristianos. Y ellos también estaban trayendo muchas cosas contra el apóstol Pablo, y él tenía que irse. Entonces Timoteo le dio un reporte. Vamos a leer eso en el versículo tres. que como ellos estaban imitando al Señor Jesucristo, como eran ejemplos alrededor, en toda Grecia, en el norte y el sur de Grecia, y en todo lugar, la fe de ellos era sorprendente, y sus frutas eran increíbles, y todo esto lo estaba produciendo Dios en ellos. Y Dios, aquí vemos, en los primeros cuatro versos, nosotros vemos como El apóstol Pablo habla de la Trinidad también. Dios el Padre, después el Señor Jesucristo en 1, 2 y 3, y en el 4 y 5 habla de Dios y el Espíritu Santo. Aquí él está enseñando de la elección, pero no estaba parte de la doctrina de la Trinidad. que nunca tenemos que olvidarnos de esta preciosa doctrina. Debería tener un lugar central en nuestra vida cristiana. Sin embargo, desafortunadamente, esto no es el caso. Para muchos en la comunidad cristiana hoy en día, muchas iglesias no enseñan o ni siquiera creen en esto. Esta es una doctrina central de la cristianidad. Y si no lo creen, no son una iglesia verdadera. Y muchos han venido aquí a esta iglesia que vienen con esta doctrina que no creen en la Trinidad. Según el autor de Jaime White, él dice que en el libro Trinidad es la olvidada doctrina del cristianismo. Dice, la mayoría de los cristianos han olvidado el lugar central que ocupa la doctrina. Debe sostenerse en la vida cristiana. Rara vez es el tema de sermones y estudios bíblicos. Rara vez el objeto de adoración y veneración. La doctrina es malentendidos y también ignorados. No sostiene el lugar que debe ocupar en el anuncio del mensaje evangélico, ni en la vida del creyente individual en oración, adoración y servicio. Y qué bueno que nosotros tenemos una confesión de fe. Si tú le preguntas a una gente de otra iglesia, ellos dicen, nosotros creemos la Biblia. ¿Pero qué dice la Biblia? Tú puedes hacer que la Biblia diga lo que tú quieras, si tú no tienes algo para que te guíe. Entonces nosotros tenemos una confesión de fe. Y esto es lo que dice, nuestra doctrina de fe dice, Ciertamente, la Trinidad es un misterio porque nunca podremos comprender plenamente la Trinidad. Pero es muy importante escuchar esto una y otra vez. Que a nosotros es importante deorar a este Dios, que es la eternidad, trabajando en nosotros en tiempo a fe en el Señor Jesucristo. Tienen la misma sustancia, el mismo poder y la misma eternidad. Todos son eternales. Todos teniendo la esencia divina. Todos son Dios, completamente Dios. No hay división en su esencia. El Padre no vino de alguien. El Hijo fue eternamente. Siempre estaba ahí eternamente. Y de ahí nosotros vemos que dice, todo fue hecho por la palabra. Él no fue hecho. Él eternamente era Dios. Él fue engendrado. Y el Espíritu Santo también es completamente Dios. Ellos no tienen ningún principio, ningún final. Y solo hay un Dios que no puede ser separado en ser y ni en divinidad. Y esto también lo enseña en las Escrituras. igual como la doctrina de la elección. Los dice Jesús en Mateo 28 que nosotros tenemos que ir y hacer discípulos de todas las naciones y tenemos que bautizarlos en el nombre de Dios. ¿Y quién es Dios? Es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cada persona en la diedad desempeña un papel en la salvación de los pecadores. Dios siempre tiene un trabajo en la salvación de pecadores. Ahora también nosotros sabemos que hay unas iglesias que dicen que nosotros no podemos saber si estamos salvos. Pero esa es una abominación porque la Biblia claramente dice que nosotros sí podemos saber si estamos salvos. El apóstol Pablo escribió sus epístolas para saber si nosotros, para que nosotros sepamos. sepamos completamente quiénes somos en Cristo y vivir eso de nuestra identidad, de quiénes somos nosotros. También vemos que nosotros hemos sido predestinados en Efesios 1.11 que dice, predestinados según el propósito de aquel que obra todas las cosas según el consejo de su voluntad. El Señor Jesús logró la salvación de aquellos en su perfecta voluntad. El Padre lo trabaja y el Hijo completa ese pacto redimiendo el pueblo de cada tribu, lengua y nación. Hicieron este pacto en la eternidad pasada, pero después Jesús viene y Él sí redime cada tribu, lengua y nación del mundo. Y dice en Juan 6, 37, que todo lo que el Padre me da vendrá a mí. Y que Él no va a expulsar afuera. Tú necesitas un Salvador de tus pecados. Y si tú vienes a Él, no te va a rechazar nunca. Y Él dice, Porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad de él que me envió. ¿Y quién es él? El Padre. Y Jesús, siendo obediente a la voluntad del Padre, logró nuestra salvación redimiéndonos por el derramamiento de su propia sangre. En Efesios 1,7 dice, en Cristo, solo en Cristo tenemos redención a través de su sangre, el perdón de nuestras transgresiones. La única manera que tú puedes tener perdón de tus pecados no es por otra religión, sino por venir a Cristo. Porque dice también que sin fe es imposible de placer a Dios. Tú puedes construir hospitales, tú puedes hacer muchas cosas buenas, pero si no son hechas en fe, Y si tú no lo estás haciendo para la gloria de Dios, para otros quizás puede ayudar mucha gente y eso no es malo. Pero sin fe es imposible de placer a Dios. Nuestra salvación incluye la vida de Cristo completamente, Su resurrección y que Él fue sentado a la mano derecha de la diestra del Señor, y Él siempre vive para interceder para nosotros. El Espíritu Santo aplica esta salvación para para aquellos que Dios escogió antes de la fundación del mundo. Cuando nosotros venimos a Cristo es porque el Espíritu Santo aplica el trabajo de Cristo a nuestra vida. Eso se llama el ministerio económico del Espíritu Santo porque tenemos la renovación del Espíritu Santo. Dice que el que el Espíritu Santo derrama sobre nosotros abundamente por Jesucristo nuestro Salvador, en Tito 3, 5 y 6. Y vemos que el Espíritu Santo tiene su eterna comunión con el Padre y el Hijo. Es una persona que ama. Por eso es que él aplica el trabajo de Cristo. Él ama al Padre y al Hijo, porque todos se aman a uno y otro con un amor que nosotros nunca podemos entender. El Espíritu conoce las profundas cosas de Dios, y por eso conoce al Padre y al Hijo exhaustivamente. Ese amor es así entre el Espíritu y el Padre y el Hijo. Hay comprensión total y mutua y conocimiento para que no haya nada oculto entre las tres personas de la divinidad, tres personas en un Dios. Pero tenemos que ser asombrados, asombrados. A este Dios que nosotros servimos, aunque está más allá de nuestro intelecto de comprender, el Espíritu Santo revela a Cristo y Cristo nos lleva al Padre. Es una verdad tan gloriosa. Nosotros no tenemos nada que hacer con nuestra salvación porque es Dios que elige soberanamente a aquellos a quienes ama y salvará a todos a cada uno de ellos y ninguno se perderá. Perderá. En versículo 4 vemos que los llama amados hermanos. Pablo era un judío y estos gentiles son todos una familia en unión con Cristo, igual como nosotros de muchos lugares. Pero estamos juntos, uno en Cristo, en unión con uno y otros son amados por Pablo, por Silas y Timoteo y son amados por Dios. Y ese amor que enseñan a estos hermanos y hermanas de Tesalonicenses en la eternidad pasada. Y ese mismo amor que nos escogió a ti y a mí antes del fundamento del mundo. Así sabemos el amor de Dios y el amor de nuestros hermanos y hermanas hacia nosotros. Así es por eso que él dice, sabiendo su elección y el labor de tu trabajo, el amor de tu amor, el examen de un cristiano basado en el Nuevo Testamento. Cuando tú le preguntas a alguien si es cristiano y tú le dices tú sabes de Dios. No, eso no es el primer. La primera pregunta de examen es tú estás en una iglesia sirviendo y amando a uno y otro, el hermano y hermana en una iglesia. Un examen verdadero de alguien que está en Cristo es, ¿tú amas a tu hermano o hermana? Ellos claramente se aman uno y otro. Claramente se amaban uno a otro. Ellos trabajaban para amar. Su fe era una fe que obraba. Esto es lo que enseña la Biblia, que Dios escoge. La palabra elección aquí significa el acto de conocer o elegir. Aunque esta es la única vez que en esta carta se utiliza la palabra elegido, la idea de elección divina está presente en el resto de esta carta, donde Pablo habla de Dios, nos llama a su reino y no nos nombra a ira o condenación, sino a salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. Y Él no nos nombra a ir a condenación, sino a salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. No fuiste apuntado para condenación, fuiste apuntado para amar, para que Dios los amara a nosotros y para que Él los salve a nosotros a través del Señor Jesucristo. Si esto no te humillan a ti, tú estás en problema, porque esto no es para ti. Cuando Dios ama, cuando Dios apunta, sí pasa. Muchos tienen dificultades con esta doctrina, pero todo eso está sobre todo el Antiguo y Nuevo Testamento. ¿Por qué alguien es un cristiano? Es una pregunta formulada. La respuesta podría ser, ¿por qué creyeron en el Evangelio? Lo cual es correcto. Pero la verdadera pregunta es, ¿por qué creyeron? ¿Qué causó a ti a creer en el Señor Jesucristo? ¿Era algo en ti? ¿Era algo en ti que estabas más preparado a venir a Dios que otras personas? La vida dice no, no. No hay ninguno que es bueno, no ninguno. Nadie es bueno, nadie desea a Dios en su naturaleza de privida. Todos caen caen bajo Dios y están totalmente depravados y esclavos del pecado y Satanás. Jesús dice, tú no me crees a mí porque tú no eres mi oveja. Esa razón es porque tú no puedes creer porque no eres la oveja, porque mis ovejas escuchan a mí y me siguen. Sabemos que aquellos que escuchan a Dios vienen a Él. Algunas personas dicen, eso es tan injusto que Dios escoge a la gente. Eso no es un Dios justo. Bueno, vamos a hablar de esto también. Y muchas personas dicen también que esto los hace orgullosos, pero no sabemos si alguien está escogido. La única manera que nosotros podemos saber si alguien está escogido es porque nosotros vemos sus frutos, porque ellos tienen que trabajar por su salvación en temor y temblar hacia Dios. cuando uno sabe que solo es por la gracia de Dios que nosotros somos elegidos y amados, en contraste con nuestra propia depravidad, lo tiene que hacer humilde a nosotros. Trae humildad, sino también bendición y paz. Nuestro trabajo solo es como un trapo corrompido Pero Dios me abre los ojos y puedo venir a Dios y decir, por favor, perdóname y haz conmigo lo que tú quieras y hazme a mí un instrumento en tus manos. Eso es lo que hace un pecador que está a salvo. No podemos agregar algo a nuestra salvación y tiene que traer bendición y paz. Saber que esto no se trata de nosotros, que no se trata de nosotros ahora y que nunca se tratará de nosotros. Pero eso trae paz y seguridad. Imagínate si nuestra salvación sería para nosotros. ¿Se terminaría? El minuto que nosotros quizás dependemos de nosotros para nuestra salvación, perderíamos nuestra salvación. Pero qué bueno que la salvación es totalmente basada en el Señor Jesucristo que los salva a nosotros. En Efesios 1 dice que, según nos escogió en el antes de la fundación del mundo para que fuéramos santos y sin mancha delante de él, por su amor nos predestinó para ser adoptados hijos suyos. Esa es una escritura maravillosa. Somos adoptados, hijos suyos, por medio de Jesucristo, según el puro efecto de su voluntad. Él los escogió, los amó a nosotros para venir y en el tiempo los trae a nosotros, así el mismo, ante Él. No por nosotros, solo en Cristo, solo cubridos por la sangre de Cristo. Y somos aceptados en el Amado. Y somos aceptados por Dios. Y somos santos hacia Él. Somos santos en los ojos de Él. Así como Dios escogió a Israel para que fuera su preciado procesión, Él los escogió a nosotros para ser su preciado posesión. En Deuteronomio 7, 6 a 8 dice, porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios. Jehová tu Dios te ha escogido para ser un pueblo especial. Dice, tú has sido un tesoro sobre todas las gentes de este mundo. Dios no dice que yo puse mi amor sobre ti porque tú tenías mucha más gente del mundo, sino porque tú tenías mucho menos gente que el mundo. Él tenía que mantener su promesa, Abraham, que tenía que amar a esta gente. Y él dice que Jehová con mano poderosa y os ha rescatado de servidumbre de la mano de Faraón, rey de Egipto. Jesús dijo a sus apóstolos que ellos no lo eligieron a él, sino que él los eligió a ellos. Juan 15, 16 dice, no me elegís, elegisteis vosotros a mí, sino que yo has elegido a vosotros y os he puesto para que veáis y veáis fruto. Pero sin Cristo ni podemos hacer ningún fruto. Somos un. Inútil para el reino de Dios si no tenemos a Cristo. El pecado, aún cuando estamos en pecado, él lo salvó a nosotros. Pablo fue elegido por Dios también en Hechos 9 15. Dios le dijo a Anaís que mirara para Pablo y le dijo El Señor le dijo, «Ve, porque instrumento escogido me es éste para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel». Pueden voltearse a Romanos 9, por favor. Los pensamientos de Dios son mucho más altos que nuestros pensamientos. Igual como tratar de descubrir cómo funciona la cristianidad. Es un misterio. Mucho de quién Dios es, de qué Él hace Dios, es un gran misterio, aparte de lo que Él nos enseña a nosotros en las Escrituras. Vamos a leer empezando el versículo seis. Dice, Él dice, no que la parada de Dios haya fallado, porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos, sino Isaac, No todos son hijos solo porque son relacionados a Abraham. No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino los que son hijos según la promesa son contados como descendientes. Le di en versículo 10, y no solo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno de Isaac, nuestro padre, pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, pero que el propósito de Dios, conforme a la lección, permaneciese por la sobra, sino por el que llama. Sí le dijo, el mayor servirá al menor, como está escrito a Jacob a Méh, más a Isaú a Borgesí. Versículo 14, ¿qué pues diremos? Pablo es un abogado. Él anticipa la pregunta. ¿Qué hay injusticia en Dios de ninguna manera? Pues a Moisés dice, tendré misericordia del que yo tengo misericordia y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Esto no es de nosotros. Es lo que hace Dios para nosotros. Porque la Escritura dice a Faraón, para esto mismo te he levantado para mostrar en ti mi poder y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera de quien quiere, tiene misericordia y al que quiere endurecer, endurece. Pero me dirás, ¿por qué pues sin culpa? ¿Por qué quien ha resistido a su voluntad? ¿Por qué nosotros somos responsables de nuestro pecado si Dios es el que escoge a la gente? ¿Quién ha resistido su voluntad? Y si decimos, si Él no me ha escogido, ¿qué tengo que hacer? Versículo 20, Más antes, oh hombre, ¿quién eres tú para que alterques con Dios? Dirá el vaso de barro al que lo formó. ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? El apóstol Pablo anticipaba los rechazos de los que estaban alrededor, nuestra responsabilidad es en creer en Dios. Él los manda a venir a Él. Otro argumento es que creer en las elecciones provocará una vida relajada. Entonces, si nosotros estamos viviendo en gracias y somos seguros por eternidad, podemos vivir como nosotros creamos. Y muchas personas creen esto, que tú puedes vivir como tú quieras porque vives en gracias. Y eso no es lo que pasa en verdad. Lo que vemos en nuestro texto ahora es que es exactamente lo contrario. Los tesalonicenses vivían vidas santas, no perfectas, sino una vida de obediencia y amor. Ellos recibieron el evangelio en el poder del Espíritu Santo, en versículos 5 y 10 que leímos. Siguieron a la apostología de Jesucristo en mucha tribulación, pero ellos lo siguieron. No eran su fuerza que ellos tenían para seguir, sino la fuerza de Jesucristo. Ellos predicaron el Evangelio a otras, en todos los creyentes en Grecia y sus alrededores, regiones, y predicaron el Evangelio a otras. Este es el proceso normal de salvación y santificación. Uno nace de eneo por la palabra de Dios y el poder del Espíritu Santo, entonces vive en vidas santas a medida que crecen en la gracia y el conocimiento de Jesucristo. Y nosotros deseamos de obedecer a Él. Y predicaban el evangelio a otros, sabiendo que Dios tiene un pueblo que Él ha elegido. Y Él usa su palabra para traerlos a Sí mismo para fe. nosotros que hemos venido a cristo por la fe todos por la gracia de dios porque la fe es don de dios debemos creer y tener confianza de que somos amados amados hermanos hermanas amados por dios y todos juntos amados por dios y amar uno a otro que nosotros fuimos amados por dios antes de la eternidad porque los escogió somos una familia somos una comunidad de creyentes de hermanos y hermanas. Igual como los tesoloniscentes siguieron al Señor Jesucristo a través del poder del Espíritu Santo porque ellos eran nacidos de nuevos. Porque nuestro llamado al arrepentimiento no fue por emoción. Uno, tú puedes decir, oh, yo no lo siento. o porque no siento esta emoción. Pero sí tenemos que amarlos. Y sí hay emoción en amor, pero la evidencia es la evidencia de nuestra salvación. que el apóstol Pablo vio en los texos loniscentes. Ellos vivían una vida santa porque vivían en el Espíritu Santo, en el poder del Espíritu Santo. Esta es la misma evidencia que nosotros tenemos que ver en nuestra propia vida. Si tú no estás leyendo la Escritura, tú no amas los mandamientos del Señor. Si tú no estás en la Palabra de Dios continuamente y si tú no le estás pidiendo a Dios, ¿En qué necesitas cambiar? Tú no amas los mandamientos del Señor. Acabamos de leer en Colosenses capítulo 3, acabamos de leer que los electos de Dios tienen que ver y cómo tienen que actuar. ¿Cómo va tu humildad? Yo sé que esto no me va muy bien muchas veces. Tengo que orar y pedirle a Dios que me humille, especialmente cuando alguien viene contra mí. Yo no me estoy riendo. Si tú vienes contra mí, mi orgullo está arriba. Pero si Dios me está manteniendo humillado, yo puedo reírme cuando alguien viene contra mí. No voy a ir. ¿De qué estás hablando? ¿De qué estás hablando? Déjame solo. No. Es de. De ser amable, de contender con uno y otro, aún con las personas que quizás no los caen bien, pero de perdonar a uno y otro. ¿Por qué? Porque Dios los escogió a amar a nosotros y a todos nosotros también que son cristianos. de amar sus mandamientos, de amar a la Palabra. La Palabra los enseña que tenemos que examinarlos a uno y otro para saber que estamos en la fe. Tenemos un deseo de servir a Dios en todas nuestras vidas, sea en la familia como padre, como madre, como hermano, como hermana, en nuestras propias familias y también en la iglesia de Cristo, el que Él ama. Hemos nacido de nuevo. Solo aquellos que aman a Dios por amor de Él son conocidos por Él. Cuando Pedro Cuando negó a Dios, cuando traicionó a Dios, él en verdad no estaba mostrando el amor a Dios, a Jesucristo. Y Jesús le dijo que tú me vas a traicionar. Y Pedro dice, no, no puede. Eso no puede suceder. Todos quizás, pero no yo, porque yo soy el hombre. Pero vemos que Pedro sí cayó. Y él dice, Y Jesús le dice, tú me amas tres veces. Y Pedro le dice, claro que sí, porque tú me has conocido antes de la eternidad, antes de la fundación del mundo. Y él no podía decir eso si él no lo creería. Jesucristo puso el amor de Dios en el corazón de Pedro y él sabía que Jesús lo amaba a él. Solo los verdaderos creyentes pueden tener una gran comodidad de estar en Cristo. Pero había gente que no tenía ninguna fe, que no eran conocidas por Dios. Pero aquellos que son eternamente conocidos por Jesús, Jesús les dice, departa de mí, porque tú vas a ir a juicio eternamente. Jesús los está advirtiendo de no ser engañados. Pero Jesús le abrió los ojos bien con gracia a Pedro, porque nosotros somos somos engañados bien fácilmente todos los días. Pero el Señor quiere que nosotros los examinemos a nosotros mismos, porque nosotros no somos perfectos, pero porque somos pecadores. Tenemos que examinar nuestro corazón para que no nos descarrillemos. Cuando venimos a la mesa del Señor, tenemos que examinarnos antes de comer y beber el vaso. Tenemos que examinarnos continuamente porque es parte de nuestra fe. Es saber que lo que le pasó a Pedro, esto lo puede pasar a nosotros también. Eso puede pasar si no tenemos cuidado. Y ver a las Escrituras que dicen, tú, eleccionado así, tienes que vivir. todos los días, y si no estamos leyendo y orando, que Dios los ayude a nosotros. Por eso que tenemos que examinarnos a uno y otro, y arrepentir de nuestro pecado, y venir con júbilo y con gozo a Dios, porque Él es justo y amable a perdonarnos a nosotros. Él sabía que Pedro iba a fallar, pero Él solo tenía que mostrar el corazón de Pedro. Nosotros venimos con un corazón arrepentido, con gratitud sincera por quitar nuestros pecados. Y porque en versículo cinco dice que la palabra no solo vino en palabra, sino con poder igual. Como cristianos, la única manera que nosotros cambiamos es si tenemos a a Cristo, si tenemos el poder del Espíritu Santo, La Palabra de Dios no significa nada si no está empoderada por el Espíritu Santo para cambiarnos a nosotros. En versículo 9 dice que rechazaron a los ídolos para servir a Dios, empoderándolo. Ellos podían hacer vacíos y podían caer al suelo, pero ellos fueron empoderados por el Espíritu Santo para hacer cambios en su vida, y Él los salvó. Yo oro que cuando nosotros pedimos escuchar la palabra de Dios, que nosotros digamos, cambia mi corazón, ayúdame. Yo quiero adorarte a ti, pero yo quiero que tú me cambies. Mostrame cómo yo puedo aplicar esto en mi vida. Y Pablo no está preocupado de quién estaba electo o no. Él sólo predicaba el Evangelio. Y eso tenemos que hacer nosotros mismos de predicar el Evangelio. Él los ha mandado a través de Dios, el Hijo y el Espíritu Santo, de predicar el Evangelio. Eso es lo que hacían los tesalonocentes a la Palabra de Dios. Eso es lo mismo para nosotros. ¿Te recuerdas en Hechos 19? Dios le dijo, no temas, pero habla, no mantente silencio, porque yo estoy contigo y nadie te va a atacar a ti para adolorirte. Pero hay gente en esa ciudad que son mías. Solo andan a predicar, pero yo lo voy a traer afuera. Tú solo predicar el evangelio. Dios tiene mucha persona alrededor de nosotros. Muchos que son elegidos y nosotros no sabemos, pero tenemos que predicar la verdad del evangelio y todas aquellas que Dios ha elegido antes de la eternidad. Dios lo va a sacar y lo va a traer a él mismo. Él dijo. Él dijo, no solo la palabra vida con poder, sino que también tú ves cómo nosotros vivimos nuestras vidas. La luz de que nosotros tenemos ilumina donde sea que nosotros vamos, porque tenemos al Espíritu Santo en nosotros. Nuestras vidas y nuestras palabras sí predicarán el Evangelio al que está alrededor a nosotros. Y hermano, hermana, si tú estás elegido, así tienes que actuar. Tenemos que ser las personas que le importa a las otra gente, que amamos a otra gente para evangelizar y dar el evangelio a toda la gente. Y sabemos que todos los que son elegidos nunca van a ser perdidos. todos los pecadores merecen la ira de Dios sin condenación eterna, pero sobre Jesucristo, en Cristo es que nosotros podemos tener vida eterna. Ahora es un día excelente de escuchar a Jesucristo, de escuchar el Evangelio. Y si tú estás aquí esta mañanita, niños, adultos, si tú has dado tu vida, si tú estás en Cristo, gloria a Dios. Y si sos cristiano, si no estás haciendo lo que Dios te ha llamado a hacer, tú tienes que examinarte a ti mismo para predicar el Evangelio, vivir una vida santa. de hacer lo correcto en los ojos de Dios para placerlo a Él y glorificar el nombre de Él. Si tú no eres cristiano, eso tiene que venir esta mañanita. Si tú niegas de verte a ti mismo como pecador, tú estás bajo la ira y la condenación de Dios, y tú vas a pagar por tus pecados. Jesús dice, el que cree en mí no es condenado, pero el que no cree en mí ya está condenado, porque él no ha creído en el nombre del único Hijo Jesucristo. Hermanos, todos somos pecadores y cuando venimos nosotros ahora y los examinamos y decimos Dios, necesito tu ayuda. Gracias porque estoy en Cristo. Gracias porque me amaste a mí antes de la fundación del mundo y puedo regocijar y glorificar tu nombre. Y si cambiame a mí, hacerme lo que no soy. Ayudame. Y tú que tú no conoces a Dios. ¿Tú vas a negar a Cristo? Si tú vienes, va a ser el mejor día de tu vida. Si tú lo rechazas, va a ser el peor día de tu vida. Si tú te mueres mañana y no has venido a Cristo. Ven a Cristo ahora. Él es un salvador de gracia. Vamos a orar. Dios, te damos gracias por tu palabra. Damos bendición sobre tu palabra en este día, que tú hagas un gran trabajo en todas nuestras vidas y en nuestros corazones. que nosotros deseamos de glorificarte a ti y que tengamos vidas, que enseñe el evangelio y que prediquemos el evangelio y las nuevas, las buenas nuevas también. porque sin venir a Cristo no hay perdón de pecado. Oramos, Señor, que creyente y no creyente que vean a ti, que vengamos a ti y oramos que todos nosotros vengamos a ti abiertos y de y de venir a tu cara y orar en todas estas cosas en el nombre de Jesús. Amén.
La Elección de Dios, La Obra de Dios
Series Translator: Eli Monjaras
Sermon ID | 55241443273710 |
Duration | 52:55 |
Date | |
Category | Sunday - AM |
Bible Text | 2 Thessalonians 2:4-10 |
Language | Spanish |
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