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Muy bien, hermanos, pues vamos a empezar en esta tarde. Vamos a orar para que Dios bendiga nuestro estudio juntos. Padre, te damos gracias, Señor, por tu amor, tu gran misericordia, tu gracias a nosotros. Señor, queremos aprender de ti porque queremos crecer en ti. Y te pedimos, Padre, que tú bendigas este tiempo juntos mientras que hablamos acerca y aprendemos de tu Hijo. Señor que Tú Señor nos hables y nos des Señor la fortaleza para seguir adelante y crecer y madurar en fe en el nombre de Jesús Tu Hijo lo pedimos Amén pues estamos viendo este credo de los apóstoles uno de los primeros credos de la cristiandad y dice así, creó en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, creó en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de la Virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, Fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos y está sentado a la derecha o a la diestra de Dios Padre. Ahora yo le pregunto en esta tarde, ¿qué significa la diestra de Dios. ¿Qué significa estar sentado a la derecha de Dios? Porque el credo lo pone muy bien. Está sentado Jesús, eso lo miramos la semana pasada, pero está sentado en un lugar especial, pues bíblicamente la diestra de de un rey, la diestra de realeza, si alguien está sentado en esa posición, significa típicamente una posición de honor, una posición de poder, una posición de preeminencia. Por ejemplo, en Éxodo 15, voy a leer algunos versículos, no necesita ir allá, pero mire, Éxodo 15, 6, mire cómo dice, a Moisés en el cántico de Moisés. Tu diestra, oh Señor, es majestuosa en poder. Tu diestra, oh Señor, destroza al enemigo. Y ahí en Éxodo 15, 11 dice, ¿Quién es como tú entre los dioses, oh Yahvé? ¿Quién es como tú, majestuoso en santidad, temible en las alabanzas, haciendo maravillas? Extendiste tu diestra y se los tragó la tierra. O sea, la diestra de Dios es una diestra de poder y también es una diestra de honor, es un lugar especial de Dios. Es lo que le da a Dios el Rey, el poderío que Él tiene. Salmo 16, 11 dice, me darás a conocer la senda de la vida, en tu presencia hay plenitud de gozo, en tu diestra deleites Para siempre. Otro Salmo, el Salmo 89, versículos 3 y 4. Yo he hecho un pacto con mi escogido, o sea, hablando de David. He jurado a mi siervo David, estableceré tu descendencia para siempre y edificaré tu trono por todas las generaciones. Y el 13 de ese mismo Salmo 89 dice, tú tienes un brazo fuerte, Tu mano es poderosa y tu diestra es exaltada. Entonces, la diestra de Dios es la mano de poder. Es el lugar donde la persona que está ahí tiene todo poder absoluto, tiene todo el honor absoluto y tiene toda la preeminencia que Dios el Creador tiene. Y ahí es donde Jesús fue y se sentó, a la diestra de Dios Padre. Ahora, no es que solamente el credo nos lo enseña, Vamos a mirar varias citas. Vaya conmigo al Salmo 110. Ese Salmo sí, sí, búsquelo. Porque es el Salmo más citado del Nuevo Testamento. Es el Salmo preferido de Dios. Y mire lo que dice el Salmo 110. Este Salmo es un Salmo de David. Y mire cómo David profetiza acerca de Jesús. Dice así. Dice el Señor a mi Señor, está aquí está David diciendo, dice mi Señor, dice el Señor, o sea, ya ve a mi Señor, siéntate a mi diestra hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies. El Señor extenderá desde Sion su poderoso cetro diciendo, domina en medio de tus enemigos. O sea, ahí es una profecía que Dios el Padre le iba a decir a Jesús, algún día siéntate a mi diestra hasta que ponga todos tus enemigos por estrado de tus pies. Y Él extiende su cetro y le dice, domina en medio de tus enemigos. Tu pueblo te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder, en el esplendor de la santidad, desde el seno de la aurora. Tu juventud es para mí como el rocío. Ya vea jurado y no se retractará. Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. El Señor está a tu diestra. quebrantará reyes en el día de su ira. Pues ese es el salmo que se cita más en el Nuevo Testamento y lo podemos encontrar que viene siendo el salmo que cita el apóstol Pedro cuando él predica de la resurrección de Cristo. Si va conmigo a Hechos 2, Pedro lleno del Espíritu Santo cita este versículo y lo aplica a Jesús empezando ahí en Hechos 2 versículo 32 al 36 mira cómo lo pone el apóstol Pedro a este Jesús resucitó Dios de lo cual nosotros somos testigos así que Exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. Porque David no ascendió a los cielos. O sea, David no ascendió al cielo. Pero David proprofetizó de alguien que sí va a ascender al cielo. Y mire lo que dice. Dijo el Señor a mi señora. Está citando el Salmo. Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. Sepa pues con certeza. O sea, no hay equivocación. Toda la casa de Israel que a este Jesús que vosotros crucificaste, Dios le ha hecho Señor. y Cristo o sea está diciendo él ahora está sentado en ese en esa posición de Señor y Mesías a este Jesús que ustedes acaban de resucitar no está aquí ya ascendió al cielo Se cumplió lo que el Salmo 110 dijo, y ahora Jesús es Señor y es Cristo. Entonces, esto de diestra significa honor. No hay un honor más grande que la diestra del Padre. Y ahí es donde está Jesús sentado. Significa poder, poder absoluto. Significa preeminencia. Ahí es donde Jesús ahora está. Y Él es donde Él ahí merece estar. por lo que Él alcanzó por nosotros. Él siendo verdadero hombre, siendo verdadero Dios, fue presentado ante el anciano de Díaz y se le dio su reino, su dominio, un dominio que será eterno, que nunca terminará. Y ahí está Jesús sentado. Ahora, Póngase a pensar lo que le voy a decir. Creo yo que esta viene siendo una de las doctrinas fundamentales que nos diferencia con los católicos romanos. Aunque los católicos romanos usan este mismo credo. se van más allá de lo que la palabra de Dios dice y lo que el credo enseña. Porque cómo reemplazan los católicos romanos de quien está sentado a la diestra de quien y quién es el que intercede por nosotros. Nosotros decimos y la Biblia nos enseña que es Jesús el que es el intercesor y está sentado y él a la diestra del padre sigue intercediendo por nosotros. ¿Pero qué es lo que hace hasta el día de hoy, hasta donde han llegado las creencias de la iglesia romana? La iglesia romana se ha postratado en cierta manera que a Jesús lo ponen a un lado y ponen para nosotros los pecadores a su madre. eso no lo podemos encontrar en ningún lado de la escritura y además ni en el credo o sea eso que que que reemplaza a su madre la obra que Jesús ahora está haciendo en el cielo el credo no lo menciona cuando menciona a María dice que fue concebido por obra y gracias al Espíritu Santo nació de la Virgen María pero es todo lo que María tuvo que ver en ello ahora Roma enseña de que María tiene un honor también. Pues la Biblia no nos va a enseñar eso, ni el credo que ellos también usan. Porque acuérdense, este credo es de la iglesia cristiana. Nosotros lo tomamos porque es bíblico. Ellos también lo toman porque es tradición. Pero solamente porque es tradición en los primeros cuatro siglos de la iglesia, después de eso fue cuando empezaron a elevar a María a un lugar que la escritura no dice nada, ni la enseñanza cristiana de los primeros tres siglos dice nada de María. Ahora, hemos visto que la obra de Jesús fue total, fue completa, por eso Jesús vino y se sentó, se presentó delante del Padre y se sentó en gloria, porque su obra redentora fue completa, no le puedes agregar nada, no le puedes quitar nada, pero eso no quiere decir que Jesús sentado en gloria no está activo en la aplicación de su redención sobre su pueblo, por ejemplo, Cuando Jesús vino a la tierra, la primera vez que Él descendió a esta tierra, Él vino como el Mesías ungido. Él vino a ser el profeta de profetas, Él vino a ser el sacerdote de sacerdotes, y Él vino a ser el rey de reyes. Cuando vino a esta tierra, Él, en cierta manera, esas funciones fueron realizadas en su vida. Podemos mirar de que Hechos 3.22 Pedro dice que Jesús iba a ser ese profeta de que todo el mundo tenía que hacerle caso porque venía directamente de Dios y todo lo que Él decía le deberíamos prestar atención en cuanto a todo lo que Él decía porque si no le prestábamos atención a ese profeta que venía siendo Jesús, sería totalmente destruido del pueblo. Entonces, Jesús viene con una misión de profeta. Viene también con una misión de rey. Ahora, viene con una misión también de sacerdote. Ahora, en cuanto a lo profeta, Jesús vino y predicó la palabra de Dios, alcanzó el evangelio, ascendió al cielo, pero en cuanto asciende al cielo, ¿qué pasa en siete días después de que le asciende? pues Él manda al Espíritu Santo, y ahora el Espíritu Santo, a través del Espíritu Santo, Jesús Coronado en Gloria, Él está ejerciendo un ministerio profético a través del Espíritu Santo. A través de Su Palabra, Él sigue siendo profeta, y nos sigue hablando con un ministerio de profeta. Ahora, el oficio de Rey, Acuérdense, Mesías quiere decir tres cosas, profeta, sacerdote y rey. Eran las tres posiciones que deberían ser ungidas y Jesús las cumple las tres. Jesús como rey, cuando Él entró a Jerusalén como el Mesías rey, entró a Jerusalén como. sentado sobre un asno para que se cumplieran las profecías de Isaías 62 y de Zacarías 9. Ahora, Jesús ascendido a los cielos, fue y se sentó y continúa su oficio de rey, no más que lo sigue ejerciendo de otra manera, de un ministerio más real. Porque acuérdense, en cuanto Jesús estaba listo para ser elevado en gloria, Él dice esto en Mateo 28, 18, Toda autoridad me es dada en el cielo y en la tierra. Id pues y a ser discípulos a las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. He aquí, yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Eso fue la última orden que Jesús dio y ascendió a gloria como Rey y fue y se sentó como Rey y recibió el honor de Señor y de Rey eterno. Ahora, hay otro oficio, el oficio de sacerdote. También cuando Él vino y Él fue a la cruz, Él en cierta manera corporalmente también hizo ese oficio de sacerdote. Por ejemplo, vaya conmigo a Hebreos. Hebreos 2, ahí vamos a mirar varias citas porque Hebreos está lleno de esta idea. Hebreos 2, 17, ahí el escritor de Hebreos nos enseña que Jesús realmente en su carne vino y alcanzó lo que un sacerdote, un sumo sacerdote debería de alcanzar. para nuestra redención. Los otros sumos sacerdotes no podían, pero Jesús en su oficio mesiánico como hombre Dios, Él sí podía. Y mire lo que dice Hebreos 2.17. Por tanto, tenía que ser hecho semejante a sus hermanos en todo a fin de que llegara a ser un misericordioso y fiel sumo sacerdote en las cosas que a Dios ateñen. para hacer propiciación por los pecados del pueblo pues cuando hizo Jesús eso Lo hizo en la Cruz del Calvario. Mire, en Hebreos 7, ahí más adelantito. Vamos a mirar varios de Hebreos. Entonces, ahí busque los Hebreos 7, 26. Mire lo que dice. Porque convenía que tuviéramos tal sumo sacerdote, santo, inocente, inmaculado, apartado de los pecadores y exaltado más allá de los cielos. Hebreos 4.14, mire toda esta idea de Él ser nuestro sumo sacerdote y Él lo alcanzó. Hebreos 4, 14 dice, teniendo pues un gran sumo sacerdote que trascendió los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, retengamos nuestra fe. Ahora, un último ahí en Hebreos, vaya conmigo a Hebreos 10, y mire lo que dice el escritor de Hebreos en Hebreos 10, 11. dice, y ciertamente todo sacerdote está de pie día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios que nunca pueden quitar los pecados. Pero él, o sea, Jesús, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, se sentó a la diestra de Dios. Ahí está. esa derecha de Dios. Después de que él alcanzó su obra de sacerdote, fue y se sentó. Ahora, continúa su obra de sacerdote, así como continúa su ministerio de profeta, así como continúa su ministerio de rey, pero en una manera completamente cósmica, completamente que tiene que ver con toda la creación. De la misma manera Jesús, aunque alcanzó una perfecta redención, Él aún en otra cierta manera sigue aplicando los méritos de lo que Él alcanzó por todos nosotros. Se sentó a la dieza de Dios, esperando de ahí, de en adelante, hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. Y Hebreos 10 14 dice, porque por una ofrenda Él ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados. Entonces, Él ascendió Se sentó en gloria a la diestra del Padre y a Él ahora ahí de ese lugar, de esa posición de honor, de poder, de preeminencia, está ejerciendo su ministerio sacerdotal por ti y por mí, a la diestra del Padre. en la inmediata presencia de Dios, de honor y de poder, ahí está Jesús aún, aplicando todos los méritos de la redención que Él alcanzó por ti y por mí, y asegurándonos de que si Él nos salvó, de que seamos salvos finalmente hasta el fin. Tenemos un intercesor allá en el cielo que aún todavía sigue rogando por nosotros. Todavía sigue pidiendo por nosotros. O sea, Su obra en esta tierra, Su obra redentiva, fue completamente perfecta. Pero Él sigue aplicando Su obra a favor nuestra. No significa que Jesús solamente está ahí sentado haciendo nada, sin hacer nada, sino que Él continúa su ministerio sacerdotal, no ofreciendo sacrificios. Su sacrificio fue completo, fue perfecto, sino que Él ahora toma su sacrificio y recuerda a Dios el Padre, intercede a nuestro favor, porque ¿sabe qué? Usted y yo todavía seguimos siendo pecadores. Usted y yo no tenemos una justicia propia. Tenemos una justicia que está ya sentada a la diestra de Dios y Él sigue rogando a Dios el Padre por ti y por mí. Tú necesitas un sacerdote, tú necesitas un intercedor, intercesor y lo tienes. ¿Dónde está? A la diestra de Dios el Padre pidiendo por ti. Vaya conmigo a Romanos 8, 33. Él está intercediendo por su pueblo, por el favor de su pueblo, por aquellos por quienes Él murió. Él sigue esa obra de intercesor. Él sigue aplicando lo que Él alcanzó en su vida de hombre aquí en esta tierra. Sigue pidiendo por nosotros, Romanos 8.33. ¿Quién acusará? A los escogidos de Dios. Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió, más aún, el que resucitó, el que además está adonde. a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. No es solamente el que alcanzó la redención, no solamente el que resucitó para darnos esa prueba de que realmente su su obra fue completa y perfecta, sino que él fue y se sentó a la diestra de Dios y a él ahí continúa intercediendo por nosotros. Tú necesitas un intercesor, porque si la salvación se tratara de ti y qué tan bien la puedes cuidar, estás completamente arruinado, porque tú no la puedes cuidar, tú no la puedes sostener al cien por ciento, tú no puedes vivir una vida perfecta y tener una justicia perfecta Porque tú, saliendo de aquí o aún estando aquí, la arruinas. La arruinas quebrando la ley, la arruinas con tus pensamientos, la arruinas de una u otra manera. Tú necesitas a alguien que ya ha terminado todo, que está sentado en el lugar de honor, que siga intercediendo por ti hasta que tú llegues a casa. El día que tú llegues a casa, termina la obra intercesora por ti. Pero continúa Jesús orando por por sus escogidos. Entonces aquí es donde está la gran diferencia entre los católicos romanos y la iglesia reformada. Acuérdese, los reformadores querían reformar la iglesia católica y querían quitar esta idea de que en cierta manera puede ser salvo por las gracias de la iglesia más la fe en Cristo Jesús. Ellos miraron, no, somos salvos nada de lo que nos da la iglesia, nada de lo que nos da María, nada de lo que nosotros podemos traer a la mesa. Somos salvos por la fe en Cristo y en Cristo Jesús solamente y Él está ahora ya intercediendo por nosotros no necesitamos poner otro intercesor que interceda con el intercesor con el mediador y que ese mediador interceda con el Padre no necesitamos poner tres donde solamente hay dos donde está Jesús intercediendo por nosotros y el Padre con una gran alegría dándonos todo el favor que Cristo intercede por nosotros Entonces le agregamos el catolicismo romano, no nosotros, le ha agregado a la verdad bíblica, le ha agregado. Por eso miramos de que la iglesia católica es una iglesia apóstata en el sentido de que estaba en la verdad y agregó cosas que no son parte de la escritura. Y quita a Jesús de esa posición central y pone a los santos, pone a María, pone a alguien más con los que nosotros nos podemos relacionar supuestamente, porque Jesús ya está en otra etapa. No, Jesús sí está en otro lugar especial, pero Él aún sigue rogando por su pueblo. Él sigue rogando por sus escogidos. La Biblia no enseña tal blasfemia de que de que puedes ir con los santos y el santo va a María y María va a Jesús y Jesús va al Padre. Eso es agregarle la palabra de Dios. Más bien nosotros hemos visto en toda la escritura que sí se nos enseña de que Jesús es el que se sentó y Y que Él alcanzó la redención y que Él ahora está aplicando y rogando por nosotros para que nosotros lleguemos en fidelidad hasta el final. Él está ahí en esa posición. Tú debes de buscarlo a Él en esa posición. Tú debes de venir delante del Padre gracias a lo que Él alcanza, gracias a lo que Él significa para el Padre. Jesús tomó asiento como una declaración gloriosa de que la salvación fue completamente pagada, de que la redención fue completamente alcanzada y ahora está aplicando los méritos de su vida, los méritos de su obra Para ti, para mí, como un buen sacerdote, como un gran sacerdote, un sacerdote que intercede por los pecadores. Vaya conmigo ahí a Hebreos 7, porque Hebreos de eso se trata, Hebreos 7, 22. mire cómo lo pone toda esta idea de de intercesión de tener un sacerdote que es un mediador Pablo también en primera de Timoteo va a decir de que hay un solo mediador entre Dios y los hombres Jesucristo hombre hay un solo mediador no hay más porque no necesitamos más mil lo que dice Hebreos 7 22 por eso Jesús ha venido a ser piador de un mejor pacto. Los sacerdotes anteriores eran más numerosos porque la muerte les impidía continuar, pero Él, o sea Jesús, conserva su sacerdocio inmutable, o sea no cambia, puesto que permanece para siempre. ¿Dónde permanece para siempre? a la diestra de Dios Padre, por lo cual Él también es poderoso para salvar para siempre a los que por medio de Él se acercan a Dios, puesto que vive perpetuamente para interceder por ellos. ¿Por quién intercede Jesús? Por ti. Cada vez que tú fallas, cada vez que tú pecas, cada vez que tú no vives a la altura, Jesús, ¿qué está haciendo en el cielo? Está intercediendo por ti. Y está diciendo, Padre, aplica mis méritos a su vida. Sí, mira, es pecador. Es pecador. No le quitamos nada. Es pecador así como él es. Pero él tiene su confianza en mí y aplica por él los méritos míos. Aplica por Él. Y el Padre dice, OK, son perfectos los tuyos. Él tiene tu confianza puesta en ti. Tú eres el que ahora intercedes por Él. Y yo acepto tu intercesión. Dios el Padre acepta la intercesión de Jesús. Entonces, mire, primero, Jesús intercede por sus escogidos. Primero, Jesús intercede por sus escogidos. Juan 17, vaya conmigo al Evangelio de Juan 17, vamos a empezar en el versículo 4. Juan 17, versículo 4, dice, Aquí está Jesús orando, su oración sacerdotal antes de la cruz. Y mire cómo Jesús dice, cómo Jesús ora. Empezando ahí en Juan 17, 4. Yo te glorifique en la tierra, habiendo terminado la obra que me diste, que hiciera. Ahora, gloríficame tú, Padre, junto a ti. O sea, ahí está la diestra de Dios. Gloríficame a ti, junto a ti. Con la gloria que yo tenía contigo antes de que el mundo existiera, he manifestado tu nombre a los hombres del mundo que me diste. ¿Eran tuyos? Tú me los diste. Han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me has dado viene de ti. porque yo les he dado las palabras que me diste, y las recibieron, y entendieron que la verdad sale de ti, y creyeron que tú me enviaste. Yo ruego por ellos. Entonces aquí Jesús está orando y está diciendo que padre tú tenías unos que eran tuyos y tú me los diste y ellos recibieron tu palabra y ahora en cierta verdad son míos porque siguen mi palabra y dice y yo estoy orando por ellos pues quien estaba ahí en el en el aposento alto cuando Jesús hizo esta oración los apóstoles estaban todos los apóstoles menos el hijo de perdición pero Jesús dice yo ruego por ellos Yo ruego por ellos, no ruego por el mundo, sino por los que me has dado, porque son tuyos. Entonces, Jesús intercede sólo por sus escogidos. Jesús intercede sólo por sus hijos. ¿Y sabes cómo intercede Jesús por sus hijos? Con gran compasión. Tú necesitas un sacerdote que tenga gran compasión, que se pueda relacionar con tu circunstancia. Vaya conmigo a Hebreos 4, 14. Hebreos 4, 14. Y mire, ahí miramos que Jesús intercede de una manera con la que Él puede relacionarse con nosotros, hombres defectuosos, hombres pecadores. Mire lo que dice, empezando en el 14. dice teniendo pues un gran sumo sacerdote que trascendió los cielos Jesús el hijo de Dios retengamos nuestra fe porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse entonces el intercede como compadeciéndose por ti el romanismo dice si tu quieres ir a Jesús ve con su madre porque ella tiene mas compasión ella tiene un corazón de compasión La Escritura dice que nosotros no tenemos un sumo sacerdote que no puede compadecerse. ¿Por qué? Porque él vivió en esta vida, él vivió en este mundo y él sabe los ataques que vienen del cuerpo, del mundo y del diablo. ¿Ok? Él puede compadecerse porque él fue atacado en todo, fue probado en todas las maneras que tú eres probado. Y Él se compadece y dice, yo pido por ellos. Yo sé qué es vivir y ser por todos lados atacado con el cuerpo, con la carne, con el mundo, con el diablo. Y Él se compadece en nuestras flaquezas sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros. ¿María fue tentada? Sí fue tentada. ¿María fue pecadora? Sí fue pecadora y ella encontró gracia delante de Dios y su fe es la que la destaca, su fe. Jesús no lo destaca su fe, Jesús lo destaca su obediencia a Dios por la cual alcanzó la redención por nosotros. Él vivió una vida perfecta. Él vivió los méritos que deberías acumular tú y yo. Jesús los alcanzó y Él se puede relacionar con nosotros en nuestras flaquezas. Tentado en todo, pero sin pecado. Y dice el 16, por tanto, ok, como tenemos un sumo sacerdote que se compadece por nosotros con gran compasión, dice, por tanto acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos, ¿qué? Misericordia. Entonces, ¿cómo intercede Jesús por ti? con gran compasión y con gran misericordia. Si tú eres su hijo, él ora por ti. No, híjole. Ay, qué vergüenza. Ay, otra vez. Ay, qué vergüenza. Ay, Dios. Padre, no mires lo que acaba. No, él, él, él, él, él intercede por ti con gran compasión, con gran misericordia para que hayamos gracia para la ayuda oportuna. Jesús Intercede por los suyos con compasión y misericordia que fluye de su propio corazón. Ahora el tercero, Jesús en su intercesión, Él pide su sangre para el favor de su pueblo. Él pide, mi sangre es la que los perdona, mi sangre es la que los limpia, mi sangre es la que los purifica. ¿Sigan siendo pecadores? Sí, pero yo interpongo mi sangre a favor de ellos. Hebreos 12, 24, miren lo que dice Hebreos 12, 22 al 24, vosotros en cambio habéis acercado al monte Sion, a la ciudad del Dios vivo, a la Jerusalén celestial, y a la míridas de ángeles, asamblea general e iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios, el juez de todos, y a los espíritus de los justos, hechos ya perfectos, y a Jesús, el mediador. No hay otro mediador. A Jesús el mediador del nuevo pacto y a la sangre rociada que habla mejor. Hay una sangre que habla y es la sangre de Cristo. A tu favor, cuando tú pecas y te arrepientes, hay una sangre que habla por ti, y no es la tuya. ¿Ok? Hay una sangre que pide por ti, que habla mejor que la sangre de Abel. ¿La sangre de Abel qué clamaba en el Génesis 4 y 5? Pedía que Dios escuchara y que Dios trajera venganza. En cambio, la sangre de Jesús pide una sola cosa. perdón, la sangre de Abel pedía venganza, la sangre de Jesús pide sus méritos, su obediencia, su sacrificio y pide gracia, perdón y misericordia. Eso es lo que significa de que Jesús está a la diestra de Dios Padre. Eso es lo que significa. Su obra es completa, sí, pero sigue aplicando los méritos de su obra por ti, por mí. Tú lo necesitas. Si no, ¿Eres santo? ¿Y qué estás haciendo aquí? La verdad, tú eres pecador, yo soy pecador y yo necesito que una sangre clame perdón por mí, que una sangre que hable mejor, que una sangre de venganza, sino una sangre que pide perdón. Entonces, Cristo Jesús intercede por nosotros. También la sangre, Jesús también intercede por perseverancia. Si se acuerdan, pues no lo hemos mirado en Lucas, falta algunos años para mirar esta ocasión en Lucas, pero Simón, Satanás había pedido a Simón. Satanás había ido delante de Dios y había pedido a Simón porque quería zarandearlo, quería que su fe se cayera y zarandeara a Simón. ¿Y qué le dice Jesús? Jesús, Simón se la estaba dando de súper espiritual, de que él no iba a negar a Jesús. Y Jesús le para el rollo y le dice, Simón, si tú supieras, Satanás ha pedido por ti para zarandearte como el trigo. ¿Pero qué le dice Jesús? Yo he orado por ti, yo he rogado por ti, Pedro. Ahora, Jesús no rogó de la misma manera por Judas. Si Jesús hubiera rogado por Judas, ¿qué hubiera pasado con Judas? Judas se hubiera arrepentido y Jesús no rogó por Judas, pero sí rogó por Pedro y le dice, y después de que falles, después de que te pase esto, Yo he rogado por ti para que tu fe no falle. Y después de que regreses, después de que te arrepientas, fortalezcas a los hermanos. Jesús rogó por Pedro, no rogó por Judas. Jesús ruega por sus hijos para que sigan en perseverancia hasta el final. Entonces, esto nos lleva a contemplar esto. Jesús es un digno intercesor, sí o no. Porque si no lo es, entonces hay que reemplazarlo. Si Jesús no es digno de ser nuestro mediador, de ser nuestro intercesor a la diestra de Dios Padre, hay que reemplazarlo. Si Él no sirve, hay que reemplazarlo. Porque tú necesitas a uno que sirva. Y si Jesús no es suficiente, pues entonces hay que reemplazarlo. Pero si lo reemplazas, toda la obra salvífica que Jesús alcanzó por ti, la tiras a la basura. No puedes tener a Jesús y a María, los santos, la iglesia, el papa, el pastor, la religión, la iglesia. No puedes tener eso. Tienes que tener solamente uno o no tienes nada. ¿Es suficiente Jesús? Sí. Nuestra seguridad se encuentra en Él. O sea, de que Jesús está sentado a la diestra de Dios. Padre, ¿sabes qué nos da eso a nosotros? Nos da una cosa que es súper importante para la vida cristiana. Algo que nosotros necesitamos. Seguridad. Seguridad. Niños viviendo en una familia segura, ¿cómo se sienten? Seguros. Tú teniendo un buen trabajo, ¿cómo te sientes? Seguro. Teniendo dinero en el banco, ¿cómo te sientes? Seguro. Pero cuando se trata de tu vida personal, de tu eternidad, ¿cómo te vas a sentir tú seguro? Si Jesús no está a la diestra de Dios Padre, no tienes ninguna seguridad. Si Él no es el que intercede por ti para tu perseverancia, para que su sangre clame perdón, para que Él sea el que realmente te representa ante Dios el Padre, si no lo tienes tú a Él, ahí donde debe de estar, entonces tú no tienes ninguna seguridad. ¿Qué dice Pablo en Romanos 8? Por consiguiente, no hay ahora condenación para los que están en quién. en Cristo Jesús, no para los que están en la iglesia cristiana, no para los que fueron bautizados, no para los que vienen todos los domingos religiosamente, no para los que están en quién? En Cristo Jesús. Entonces Él viene siendo nuestra seguridad. Él viene siendo nuestra justicia. ¿Qué dice Juan? Primera de Juan 2.1. Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no peguéis. Y si alguno peca, abogado. Tenemos un abogado. Tenemos con el Padre. ¿Por qué está con el Padre? Porque está sentado a la diestra de Dios Padre. Tenemos un abogado, o sea, alguien quien intercede por nosotros, que pide sus méritos en favor nuestro para con el Padre Jesucristo. El justo. Tú no eres justo. Tú necesitas que alguien que es justo esté sentado allá abogando por ti. ¿Y sabes qué es lo que tienes en Jesús? Seguridad de que tienes al perfecto abogado que aboga por ti y que ruega por ti. Lo tienes en Cristo Jesús. Si no lo tienes en Él, estás completamente acabado porque no tienes ninguna seguridad. de que algún día vas a ser bien representado ante la justicia de Dios. Tienes un abogado que intercede por ti, tienes un mediador que te representa a ti, tienes en Cristo Jesús un sacerdote que intercede por ti, sentado a la diestra de Dios Padre. Esa es la mejor seguridad. Nosotros como gente siempre buscamos seguridad, sentirnos seguros. Miramos a Jesús y en veces dudamos de la seguridad que tenemos. Algún día vas a morir y vas a estar pensando y pensando ahí en esa cama antes de dar tus últimos suspiros. ¿Y qué he hecho con mi vida? ¿Y qué va a pasar con mi vida? ¿Y a dónde me voy a ir? Si tú para ese entonces todavía sigues pensando en eso es de que no tienes a Jesús como una verdadera seguridad de que está sentado a la diestra de Dios el Padre intercediendo hasta que tú llegues al final y que tú llegues a casa creyente ¿Cómo deben morir el cristiano? con una seguridad la religión no te va a dar seguridad porque siempre te vas a estar cuestionando si es suficiente cualquier otro sistema no te va a dar seguridad porque siempre vas a estar en duda estoy haciendo suficiente es suficiente pues sabes que tu seguridad es suficiente porque estas sentado a la diestra de Dios Padre intercediendo por ti y va a interceder por ti hasta el final hasta que tu llegues sano y salvo a casa.
25. A la derecha de Dios Padre
Series Los Credos que Confesamos
Sermon ID | 52724054426328 |
Duration | 40:28 |
Date | |
Category | Sunday School |
Language | Spanish |
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