
00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
muchas gracias hermano Carlos muy buenas tardes a todos hermanos Dios les bendiga les invito a que puesto de pie vayamos a libro de Colosenses capítulo tres para leer la lectura sobre el pasaje que vamos a tratar Colosenses capítulo tres del versículo cinco al versículo once después de esto vamos a orar dice así la escritura Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros, fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia que es idolatría, cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas, ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos. Y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó, se va renovando hasta el conocimiento pleno, porque no hay griego ni judío, circuncisión y incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo y en todos. Vamos a orar. Te agradecemos padre por permitirnos en esta tarde reunido, señor, estar meditando en este tiempo de que hemos apartado para escuchar tu palabra. Te pido padre que tu espíritu nos guíe, que me dé fortaleza, señor, para presentar y predicar tu palabra con de nuevo. Guíanos, señor, pues, en este estudio. Gracias por tu palabra. Gracias. En Cristo Jesús. Amén. tomen asiento gracias hermanos Eh hemos estado eh ya por algún tiempo eh teniendo meditación en el libro de Colosenses, llegamos al capítulo tres. Hemos analizado eh los eh dos primeros capítulos de Colosenses ya y rápidamente a manera de introducción antes de poder llegar a esto quisiera En esta parte, el apóstol Pablo comienza lo que llamamos la parte práctica. El apóstol Pablo conocía perfectamente a la gente. Sabía bien que tenía que dar la enseñanza de la palabra, pero tenía también que trasladarla a unas cuestiones prácticas. Y eran prácticas la forma en que Pablo, en las epístolas que él escribió, se refiere en la última sección normalmente, donde empieza a dar consejos muy directos acerca del comportamiento que deben de tener los cristianos. Todo eso en base o con base a las enseñanzas doctrinales que primero ha expuesto. En los dos capítulos, el apóstol Pablo, aquí en esta epístola de Colosenses, hace énfasis de primeramente hablando de que nuestro Señor Jesucristo es Dios. y que somos suficientes en él. En el capítulo 2, versículo 1, perdón, versículo 9, dice, empezando desde el 8, mirad que nadie os engañe por medio de filosofía, huacas, sutileza, según las tradiciones de los hombres, conforme a los argumentos del mundo y no según Cristo, porque en él Habita corporalmente la corporalmente toda la plenitud de la deidad y vosotros estáis completos en él. Eso es lo que quería subrayar el apóstol Pablo y sienta la base para continuar el capítulo 3 y el capítulo 4 desarrollando los conceptos de por qué el cristiano tiene que hacer lo que tiene que hacer. Entonces, sienta la base doctrinal, el fundamento. para después empezar a referirse. Capítulo dos, versículo diecisiete, Pablo nos recuerda de que en Cristo precisamente teníamos en el Antiguo Testamento la sombra. Vean lo que dice, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir, pero el cuerpo es de Cristo. Nos recuerda que en el Antiguo Testamento las cosas estaban ocultas en cierta manera. Y pero con Cristo ahora todas esas cosas se han hecho realidad. Nuestro Señor Jesucristo nos da nueva vida, una vida que es vibrante. una nueva vida. Versículo 20 nos dice por pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, porque es como si vivieseis en el mundo o se metéis a preceptos y empieza a manejar todos los elementos o preceptos que antiguamente se manejaban. Pero ahora en Cristo. Hemos muerto. Capítulo 3, versículo 1. Si pues habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba. Aquí sienta la base de lo que vamos a estudiar en el versículo 5. Y empieza diciendo de que ahora, como creyentes, nosotros tenemos una nueva vida. Estamos sujetos ya no a los rudimentos viejos del mundo. No tenemos entonces por qué seguir al pecado. Ahora tenemos una nueva vida. Por eso dice si pues habéis suscitado con Cristo, buscad las cosas de arriba donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. poned la mira en las cosas de arriba no en la de la tierra porque habéis muerto y es cierto en el versículo 20 menciona del capítulo 2 de que estábamos muertos en cristo cuando cristo murió en la cruz del calvario todos los creyentes en cierta manera estaban muriendo junto con él nos identificamos con él Por eso es que acabamos de leer ahí en Romanos capítulo seis, versículo uno al once. No lo voy a leer todo, pero en el versículo siete dice y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él, sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere. La muerte no se enseñorea más de él. Porque en cuanto murió, el pecado murió una vez por todas. Más cuanto vive, vive para Dios. Así también vosotros considerados muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. Eso es lo que nos está mencionando entonces el apóstol Pablo. Versículo 3, porque si habéis muerto y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios, cuando Cristo vuestra vida se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados en gloria. este es rápidamente hermanos el contexto y sienta la base estamos muertos en cristo ya no necesitamos nosotros estar sujetos a los rudimentos del mundo ahora tenemos una nueva visión tenemos una nueva vida tenemos una nueva perspectiva nuestra corazón ha sido transformado y convertido a un corazón de carne. Ahora debemos de vivir una vida dedicada a Cristo. Sintetizando entonces esta enseñanza, debemos de considerar de que hemos sido unidos en Cristo, en su muerte y en su resurrección. Y esta unión nos libera entonces del poder del pecado y nos lleva a vivir una vida nueva, nueva, caracterizada por la justicia y la santidad de Cristo. La gracia de Dios, entonces, no es una licencia para pecar sino el poder para vivir una vida transformada para Cristo. Entonces, ahora tenemos una nueva Y en esta tarde, hermanos, me interesa que podamos ver precisamente esa nueva visión. Debemos de entender primeramente, hermanos, de que Dios es un Dios santo. Por desgracia. Muchas iglesias han olvidado de enseñar esta. Doctrina básica. De que Dios es un Dios santo. Hebreos 12, 14, vayan ahí a sus Biblias, nos dice lo siguiente. Seguir la paz con todos y la santidad. Sin la cual nadie verá al Señor. Debemos de entender, hermanos, de que la santidad no es una opción para el creyente. Por desgracia, les decía, muchas iglesias han olvidado este precepto. Y se han acomodado en cierta manera al mundo. Hebreos nos dice de que Dios es santo y nadie verá a Dios sin ser santo. Nosotros en Cristo. Somos santos, por eso es de que podemos acercarnos. A Dios, pero no tan solo entonces debemos de considerar de que en Cristo en nuestra posición tenemos una santidad perfecta. sino que se nos llama también a vivir santamente. Dios desea que todos los creyentes vivan en santidad. Él es santo, por lo tanto, nosotros debemos de ser santos. Esta santidad no es una cuestión abstracta, no es algo nebuloso por allí, sino que debe ser evidente en nuestra vida diaria, en nuestras acciones, en nuestras actitudes, en nuestras relaciones. Debemos reconocer entonces de que estamos inmersos dentro de una batalla espiritual. Efesios 6, 12 nos recuerda que tenemos una lucha contra sangre y carne. No, no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, potestades, contra gobernadores de las tinieblas de este siglo. Contra huestes espirituales de maldad. Esa es nuestra lucha. El creyente, entonces, debe de estar preparado para presentar en esa lucha defensa. Y debe de estar armado, ahí en Efesios 6, 13 al 17 encontramos con toda la armadura que el cristiano debe diseñirse, el escudo de la fe, el yelmo de la salvación, la espada del espíritu, la palabra de Dios. La santidad es nuestra defensa y nuestra arma en esta batalla espiritual. no es opción para el creyente de considerar si vivir en santidad o no. Es una prerrogativa. Es algo que debemos de hacer. Algo que nos llaman a cumplir. y el propósito del mensaje en esta tarde aunque va a ser breve hermanos porque tenemos tiempo de oración nada más vamos a ver los dos dos versículos el el cinco y el seis el propósito de este mensaje es exhortarles a ustedes hermanos para que vivamos una vida que refleje nuestra nueva ¿Cómo despojarnos de la vieja naturaleza, de las viejas prácticas y revestirnos del nuevo hombre? Vamos a ver primeramente cuáles son lo que debemos de abandonar, prácticas pecaminosas que debemos de abandonar, reconocer la ira de Dios sobre esos elementos, sobre esos pecados. Reconocer de que teníamos un pasado que ha sido transformado. Versículo 7. Actitudes que muchas veces pensamos que son cuestiones de carácter, pero son pecados declarados contra Dios. ¿Y cómo revestirnos de ese nuevo hombre no vamos a alcanzar a ver todo esto hermanos pero si quiero enfocarme en los dos primeros versículos que son el cinco y el seis y vamos a ver primeramente qué es lo que debemos de abandonar y el apóstol Pablo en el versículo cinco comienza con unas palabras ahí en colosenses Fíjense bien cómo se refiere. Yo les pido, hermanos, que si es de su buena voluntad, hagan morir lo terrenal en vosotros. No es lo que dice así. Sería una forma amable y alegre de poder entrar en un contexto. Pero el apóstol no hace eso, sino que va duro y directo. al creyente exhortándole con su palabra. Haced morir. Haced morir. El apóstol comienza con una palabra clara y enérgica. Es un mandato tajante. Haced morir pueblo terrenal en vosotros. Esta frase pudiera parecer severa, pero refleja la seriedad con la que el apóstol Pablo está tratando de marcar a los creyentes en sus mentes de cómo abordar la lucha contra el pecado. Hacer morir. ¿Qué significa esta palabra de hacer morir? Sencillamente es hacer morir. Significa matar, poner a muerte. ¿Han escuchado ustedes la palabra mortificación? Es raro ya en los púlpitos, salvo este, de que se hable acerca de mortificar. Y mortificar es lo que significa hacer morir. Está en latín, obviamente. Mortis ficare, hacer morir. Y lo que nos está diciendo el apóstol Pablo aquí es que necesitamos matar, poner a muerte. Lo que sigue a continuación. El contexto de este versículo no se refiere a una eliminación física, sino más bien a una acción espiritual y moral. Pablo está exhortando a los creyentes a eliminar de una manera decisiva y permanente todas las prácticas y deseos pecaminosos que aún puedan persistir en nuestras vidas. Hacer morir. No anda contentos. No es algo sencillo lo que está proponiendo, pero sí es muy claro y preciso. ¿Qué significa, entonces, hacer morir? Bueno, primeramente, demanda una acción personal y decisiva. Es un mandamiento. Haced morir. No dice, espero que el Señor te dirija para que puedas hacer morir. No dice eso. Dice hacer morir. Es cierto, tenemos la ayuda y ahorita lo voy a mencionar esto. Pablo está exhortando de esta manera porque puso en antecedente el punto de que nosotros estamos muertos al pecado. y vivos para Dios y que hemos resucitado con Cristo. Por eso se atreve a decir a sed morir. Pues lo terrenal en vosotros. Porque él está pensando de que como creyentes, si es que lo somos, podemos ahora en el espíritu tomar esta acción personal y decisiva. implica una decisión consciente, un esfuerzo deliberado por parte del creyente para erradicar el pecado. Es agarrar aquello que nos está presionando y erradicarlo. Es una decisión, es una cuestión de decisión. Haced morir. No es un mandato, vuelvo a insistirte, en este mandato, perdón, no es una opción, es un mandato. Y en un mandato, qué es? Se ejecuta si mi jefe, mi jefa, perdón, me dice Francisco, hace esto. Voy y lo hago en mi jefa, me dice que lo mande, que lo haga. De la misma manera, hermanos, cuando el Señor nos dice hacer morir, es un mandato. No es optativo. No es a ver si. Si eres un cristiano, si eres un hijo de Dios. Debes de hacerlo. también incluye dependencia del Espíritu Santo, aunque el mandato requiere una acción humana, solo es posible por el poder del Espíritu Santo, lo que les mencionaba hace un momento. Está el precedente o el antecedente, perdón, que está estableciendo. El antecedente es, estoy hablando a aquellos que han muerto al pecado y han sido resucitados a nueva vida. A ver hermano pero es que yo estoy batallando y y y el pecado y no no puedo dejar aquellos vicios, aquellas aquellas cosas. Bueno, la primera pregunta que te haría entonces es ¿Has muerto con Cristo y has sido resucitado a nueva vida? A lo mejor ese es tu problema con la batalla del pecado. a lo mejor esa es la situación por la cual estás voy a decir en esa en esa situación romanos ocho trece nos dice porque si vivís conforme a la carne moriréis mas si por el espíritu hacéis morir las sobras de la carne viviréis Solamente es por el Espíritu. Él es el que nos lleva, nos puede dirigir para poder hacer frente a esta cuestión de hacer morir. No se puede de otra manera. Vuelvo a insistirles, hermanos, está poniendo el antecedente, Pablo, de que nosotros somos cristianos y que hemos muerto con Cristo y ahora estamos resucitados con Cristo. Por lo tanto, podemos hacerlo. podemos ahora dirigirnos. Y debemos de entender que mortificar a la carne, mortificar al pecado, es un proceso. No es algo que de la noche a la mañana vamos a... Es una acción constante, de día con día. Es una lucha diaria. para mantener a raya los deseos y acciones que no honran a Dios. Recuerdo haber visto una película donde una persona que estaba viviendo en el campo es atacada por lobos. Y recuerdo de que él agarra a uno de ellos El lobo lo está mordiendo. Pero él sabe que puede perder la vida si no deja de luchar. Y se abraza y le agarra el cuello. Y aprieta tanto el lobo. Como esta persona. Pero esta persona no se rinde. Continúa presionando. Continúa constantemente hasta que en un esfuerzo inaudito logra estrangular a este lobo nosotros hermanos tenemos que presentar este tipo de lucha de la misma manera contra el pecado No podemos nosotros estar livianos. No podemos estar nosotros laxos en esta batalla. Si has estado en una situación así estresante, te podrás dar cuenta de que cuando llega el punto, del último o como mencionaba nuestro hermano Sergio hoy en la mañana en el sermón ese ese sentimiento que está dentro de nosotros por el pecado que nos asedia de que no nos deja ni respirar a ese punto tenemos que llevar nuestra lucha Pablo no tan solo nos dice que debemos de hacer morir lo terrenal, sino también nos da específicamente algunos pecados en los cuales el creyente debe estar atento. Yo le llamo pecados groseros en el sentido de que son groseros por su misma naturaleza. Todo pecado es grosero. el pecado. Insisto, a el más pequeño hasta el más grande, pero definitivamente que no podemos dejar de pensar de que hay ciertos pecados que que afectan a toda la comunidad. Afectan directamente al creyente en su relación con Dios, todo pecado afecta nuestra relación con Dios, pero tiene impacto mayor. Y esos son fornicación, abarca todo tipo de inmoralidad sexual fuera del matrimonio, incluye relaciones sexuales ilícitas, adulterio, prostitución, cualquier forma de actividad sexual prohibida por la ley de Dios. Somos muchas veces lazos y esto, hermanos, estamos inmersos en una fosa séptica, El mundo es así. Es muy hermoso el mundo, sí. Bueno, la naturaleza. Pero el mundo está podrido. Recuerdo de que hace 40 años había en esta sección para los antiguos, lo menciono, había muchas cocheras, es decir, donde creaban cerdos. Y recuerdo que todas las tardes, ¿se acuerda, hermano Naím, que todas las tardes era un olor nauseabundo pero saben una cosa empezaba a... eran unos cinco o diez minutos y de repente desaparecía el olor no es que desapareciera el olor nos acostumbrábamos a él y ya no olíamos es como cuando nos echamos el perfume al ratito ya no lo sentimos no lo oímos, no lo olemos otra persona si lo huele pero nosotros ya no Bueno, el pecado así es. Nos insensibiliza. Y estando en el mundo, hermanos, tenemos que tener especial cuidado porque nos hace insensibles a él. Es normal. Todo mundo lo hace. ¿Qué hay de malo? Debemos de tener cuidado con esto, hermano. No le podemos permitir. de que haya este tipo de conductas dentro de nuestras congregaciones, dentro de los cristianos o de los que se dicen llamar cristianos. En primera de Corintios 6, 18, 20, Pablo dice, huir de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa está fuera del cuerpo, más el que fornica contra su propio cuerpo peca. O ignoráis que vuestros cuerpos, que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual estén vosotros, el cual tenéis de Dios y que no soy vuestros. Hemos sido comprados por precio. Este cuerpo no me pertenece a mí. Debo de cuidarlo. Y debo de cuidarlo del pecado, de la fornicación. El creyente debe de tener una lucha constante contra la inmoralidad sexual. Debe de buscar ayuda. Si está en ese entorno, debe de buscar ayuda dentro de la comunidad cristiana. Mantener una responsabilidad con otros. Comprometerse con Dios en cuanto a pureza. castidad a través de la oración y de la meditación de la palabra ya se me acabó el tiempo hermanos este vamos a a a tener que dejarlo aquí prometo en un futuro terminar esta esta opción esta esta sección pensé que iba a ser más rápido pero me equivoqué disculpen estos versículos para todos nosotros eh termino con esto cada uno de nosotros hermanos tiene que revisar su vida en forma personal debe revisar si hay pecado en él que pueda precisamente estorbar su comunión con el pecado. Mortificar el pecado es hacerlo morir constantemente, examinando nuestra vida, arrepintiéndonos si hay pecado en nuestra vida. Estar leyendo, llorando diariamente, consultando a Dios en la escritura. Una dependencia constante del espíritu. y ser conscientes, hermanos, de que tenemos que renovar nuestro entendimiento, nuestra mente, precisamente a la mente de Cristo. Pero esas son algunas cosas que más adelante vamos a ver. Vamos a orar, hermanos. Le agradecemos, Señor, por permitirnos en esta tarde brevemente considerar esta porción de tu palabra, Señor. Le pedimos ahora que el tiempo que vamos a tener de oración, Señor, Tú nos dirijas, nos guías, Padre, para poder estar intercediendo por aquellas necesidades de nuestra congregación. Gracias te damos en Cristo Jesús. Amén. Vamos a pasar al tiempo de oración, hermanos.
Llamado para vivir en santidad
Series Colosenses
Pablo nos exhorta a vivir reflejando la nueva naturaleza en Cristo.
Sermon ID | 523242251356114 |
Duration | 31:47 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Colossians 3:5-6 |
Language | Spanish |
Documents
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.