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El título del sermón es Introducción a Primera de Reyes, Escritura a Primera de Reyes, uno, el uno al diez, la serie El Reino Eterno. Amén. Si gustan ponerse de pies una vez más, en reverencia a la palabra de Dios, si tienen habilidad, gloria a Dios, yo leeré la palabra. El rey David ya era muy anciano, entrado en días, lo cubrían de ropas, pero no entraba en calor. Entonces, sus siervos le dijeron que se busque para mi señor el rey, una joven virgen para que atienda al rey y sea quien lo cuide, que ella se acueste en su seno para que mi señor el rey entre en calor. Y por toda la tierra de Israel se buscó a una joven hermosa y hallaron a Bisag, la Tsunamita, y la trajeron al rey. La joven era muy hermosa. Ella cuidaba al rey y le servía, pero el rey no tuvo relaciones con ella. Entretanto, Adonías, hijo de Agüit, se ensalzaba diciendo, yo seré rey, y preparó para sí carros, hombres de caballo y 50 hombres que corrían delante de él. Y su padre nunca lo había contra, dice, contra, contraigrado, preguntándole, ¿por qué has hecho esto? Él era también hombre de muy hermoso parecer y había nacido después de Absalón, Y había consultado con Juab, hijo de Sarvia, y con el sacerdote Abiatar, que respaldaron a Adonías. Pero el sacerdote Sadoc de Naniá, hijo de Juaira, el profeta Natán, Semí, Reí y los valientes que tenía David no estaban con Adonías. Adonías sacrificó ovejas, bueyes y animales cebados junto a la piedra de Sohelet, que está al lado de Enroguel. invitó a todos sus hermanos, los hijos del rey David, y a todos los hombres de Judá, siervos del rey, pero no invitó al profeta Natán, ni a Avedanía, ni a los valientes, ni a Salomón, su hermano. Y ahí está una de las claves para nosotros. ¿A quién lo invitó? Padre, te damos gracias por esta palabra. Te damos gracias por esta nueva serie, debe ser de gran bendición. Y pido que lo sea, Padre. Como primera Samuel y segunda Samuel han transformado esta iglesia. Amarte más y esperar el reino con convicción. Espero, Padre, que esta nueva serie haga lo mismo en el corazón de tus santos. Enséñanos, Padre, la realidad que el hombre que se quiere reinar a sí mismo, Padre, solo fracasa. Enséñanos la realidad que no hay gobierno humano que pueda reemplazar el reino que viene. Enséñanos la realidad que el verdadero y el justo rey que debe reinar sobre todo el universo solamente puede ser el Señor Jesucristo. Habla mediante tu palabra. Enséñanos mucho. Pedimos en el nombre de Jesús y para tu gloria, Dios. Amén. Pueden tomar asientos a manos. Primera y Segunda Reyes deberían ser una bendición increíble a medida de que vamos a aprender lecciones valiosas que deberían guiar nuestro caminar cristiano. Y para comprender completamente estos libros es fundamental presentar sus diversos componentes. Esto nos ayudará a comprenderlos mejor en el contexto del que fueron escritos. Y por eso quiero hablar acerca de estos componentes primero antes de predicar los versículos 1 al 10. Y nuestro primer punto de consideración va a ser el tema del libro. ¿Cuál es el tema del libro Primera y Segunda Reyes? Recuerden que es solo un libro originalmente. ¿Cuál es el tema? Bueno, Primera y Segunda Reyes es una historia de tristeza y de gran pecado humano. Sí, van a haber momentos gloriosos, vamos a aprender mucho, pero el tema general del libro es tristeza y gran pecado. Nuestro libro comienza con unos rayos de gloria, el reinado de Salomón como rey, pero rápidamente se desvanece cuando los siguientes reyes en el norte y los reyes del sur de Israel se entregan a todo mal imaginable. Empieza con unos rayos gloriosos, Salomón se hace el próximo rey. Y en él Israel entra a la época del oro. Nunca en el reino de él va a haber ningún pleito, nunca va a haber ninguna guerra. Él va a tener completamente la paz. Imagínense, vivir por un buen tiempo sin fricción, sin guerras, sin batallas. Así fue el reino de Salomón. No solamente eso, era tan próspero el reino de Salomón, tan próspero, que la gente consideraba la plata como que no significaba, no importaba para nada. Todo el mundo tenía oro. Y cuando todos tenían el oro, la plata ya no qué, no importaba. Comían en platos de oro, con tinceles de oro. Imagínense, tan próspero era el reino de Salamón. Construyó él el templo que su padre se le prohibió construir. El primer templo donde se adoró a Dios por casi 400 años antes que fue destruido por los babilonios. Él construyó ese templo. Jardines. bibliotecas y edificios, una prosperidad, un conocimiento. Él tenía la sabiduría, el hombre más sabio en toda la tierra, el segundo hombre más sabio en toda la tierra, Cristo siendo el primero, pero el hombre más sabio de los hombres en toda la tierra. El hombre que había prosperidad, había paz, todo lo que el mundo, todo lo que quería una ciudadanía se encontraba en el Reino Salomón, la época de hora. Si David fue un buen rey, Salomón vino y hizo más. Si David dejó el reino en buenas manos, las manos de Salomón lo hizo increíblemente más grande. Era algo increíble. Una época como nunca jamás Israel iba a tener otra vez. Después de Salomón, como hemos aprendido, hubo una pleito entre las tribus y hubo una separación. El reino que era unificado bajo David El reino que estaba unificado bajo Salamón, ahora se quebranta en dos pedazos, el reino del norte y el reino del sur, donde reina los hijos de David. Y eso es lo que vamos a ver en este libro. Primera y segunda de Reyes nos enseña, concluye la historia de Israel que comenzó en Génesis. Esta historia incluyó los orígenes de la humanidad en Adán y Eva. El surgimiento de Israel a través de Abraham, las 12 tribus. El éxodo de Egipto bajo la mano de Moisés. La conquista de Canaán bajo la mano de Josué. Establecimiento de la monarquía bajo la mano de Samuel. Y, finalmente, la destrucción y el cautiverio de la nación. Al final del libro. Específicamente, primera y segunda reyes explican cómo y por qué Israel perdió la tierra por la que una vez luchó tan duro para ganar. Recuerda, la historia de Génesis empieza y concluye con ellos en cautividad, viene el éxodo, Israel sale, Israel está marchando, está buscando la tierra que es prometida, donde ellos van a vivir y sus hijos van a gozar y van a y van a tener esta tierra y van a ver familia, legado, y entran en la tierra y viven ahí. El Señor provee un rey como David, un rey que ama al Señor y todo parece bien. Al final de Primera y Segunda Reyes todo es perdido. La tierra queda desolada, la gente va a cautivario, algunos son destruidos, y lo que empezó en Génesis y vio grandes cosas, bendiciones en Josué, ahora termina horriblemente mal. ¿Qué pasó? ¿Qué pasó con un pueblo que tenía tanta promesa? Esa es la pregunta que trae este libro a nosotros. Bueno, esto dicho, también le quiero decir que hay un problema con entender el libro, varios problemas con entender el libro. ¿Cuáles son? Bueno, los lectores de la Biblia a menudo se sienten se sienten confusos al leer Primera y Segunda Reyes porque estos libros profundizan en muchos detalles, especialmente cuando saltan entre los reyes de Israel y Judá. Cuando se divide el reino hay dos reyes, uno en el norte y uno en el sur. Y lo que hacen las Primera Reyes y Segunda Reyes y las crónicas de las reyes es que brinca de un rey al otro. para atrás y adelante. Brincamos del norte al sur, del sur al norte, del norte al sur y seguimos brincando y uno parece, pero ¿de quién estamos hablando? ¿Cuál reino estamos hablando? Del norte al sur perdimos a veces nuestra cadena de pensar porque estamos brincando. Habla de un rey que reinó 40 años en el norte y entre veces aquí hubieron tres reyes que en esos tiempos que reinaron y cubrimos estos tres reyes. y finalmente se mueve el rey del norte y ahora hablamos del rey de aquí y los reyes que siguieron allá y la gente a veces se pone un poquito confusa, especialmente cuando estamos saltando entre los reinos. Al final del reino, del reinado unido de Salomón, el reino, como le dije, se divide en dos y esto causa un poco de confusión. Pero hablemos de estos dos reinos. El reino del norte estuvo gobernado por una larga sucesión de diferentes dinastías. Ningún, pongan atención, muy importante, el Norte, y si están tomando notas, esto lo escribiré yo, ningún rey del legado de la línea de David reinó en el Israel del Norte. Esto fueron diferentes dinastías. Hubo una familia que se levantó, se hizo rey, él reinó, a lo mejor su hijo, a lo mejor su abuelo, a su nieto, y después viene otra familia que mata a esta familia, los destruye a todos y ahora ellos hacen los nuevos reyes, esta familia por un rato y viene ¿qué? otra familia y mata a esa familia y toma el poder y así se comportó el norte. Así fue el suceso de los reyes. Fue el que sigue después de mí, mi hijo a lo mejor, mi nieto y por lo regular alguien mataba a esa familia y venía otra familia en poder de las diferentes tribus, pero ninguno de ellos era de la línea de David. Era el mayor de los reinos, compuesto por diez tribus. Diez tribus. Cuando el Señor permitió que se separaran los reinos, dejó que diez tribus se vayan y compongan este nuevo reino. Diez tribus. El reino estableció su propia religión, su propia adoración, aparte de lo que Dios ordenaba en las Escrituras. Y lo que siguió fue el pecado rampante y la destrucción de este reino por parte de Dios, cuando Dios decidió que había llegado a su límite. Lo que ocurrió es que un pueblo con diferente religión, con diferente sacerdocio, con diferentes prácticas, ellos abandonaron al Señor y cuando abandonaron al Señor todo se fue y se hizo peor. ¿Y por qué abandonaron al Señor? Porque el primer rey que estableció el Reino del Norte tenía un gran temor de que Israel el Norte fuera hacia el sur, donde estaba el templo verdadero, adorar a Dios y que digan, ¿por qué no unificamos los reinos otra vez? ¿Por qué no alabamos juntos como hermanos? Y con ese gran temor que tenía y terror de perder su reino, estableció su propia religión, su propia adoración, para que el pueblo no tuviera que ir al sur. Introducción, introdució, perdón, la idolatría. Y de ese punto hacia adelante, Israel Norte era una reino de pura idolatría el pecado era completa hasta que llegó al final después de 400 años el señor los mandó a la cautiverio los mandó pero nunca jamás para regresar el que va a regresar va a ser el reino de qué del sur el norte el señor dice va a ser ha destruido y usted me preguntará pero entonces qué pasó con las 12 tribus si el señor destruye 10 de las tribus como es que irá pero recuérdese que habían gente en las en el norte que querían amar al Señor correctamente y se inmigraron, vamos a decir, al sur. Y así el Señor protegió las doce tribus, pero el reino del norte y la mayoría de las tribus de las diez, el Señor qué, destruyó. Nunca jamás para regresar. Este es un punto que no sé si usted van a... Increíble el segundo punto, pero escuchen eso. Ningún rey piadoso, ningún rey piadoso jamás reinó en el norte. No tenemos ejemplo de un buen rey. En cuatrocientos años nunca hubo un buen rey. Qué cosa más terrible, ¿verdad?, para el pueblo del Señor. En cuatrocientos años nunca hubo un buen rey. Hablemos del Reino del Sur. Bueno, el Reino del Sur fue compuesto de solo dos tribos, y estoy seguro que les sorprenderá los nombres de las dos tribos, Judá y Benjamín. Usted dice, ¿pero por qué me va a sorprender que sea Judá y Benjamín? ¿De quién viene el primer rey de Israel? De la tribu de Benjamín. ¿De dónde viene el segundo rey de Israel? De la tribu de Judá, David, Saúl y David. Estas dos tribus no se llevaban y al final componen el único reino que tienen a los descendientes de David como su propio rey, algo increíble, solo Dios puede hacer. Como dije, El reino aquí estaba gobernado por los descendientes de David. Para ser rey, uno tenía que tener el lineaje de David. No era familia matando a familia, era un hijo de David, un nieto de David, un bisnieto de David y así siguieron hasta que el reino fue destruido. Este reino también se imbrucó en la idolatría y abandonó los mandamientos escritos de Dios que estaban en la palabra de Dios. Se olvidaron de la promesa del pacto hecho a David. Esas promesas, se recuerda, se basaron en la obediencia del rey. Si el rey, Dios le prometió a David, si tus hijos me obedecen, yo los bendeciré. Pero si tus hijos no me obedecen, habrá qué? Gran juicio. Y ellos no obedecieron. Con el tiempo, el reino del sur sería llevado cautivo también. Pero la diferencia entre el norte es la siguiente. El norte fue llevado al cautivo para ser destruidos completamente, nunca jamás para regresar. El sur fue llevado al cautivario, pero ellos fueron, les hicieron la promesa que ellos un día iban a regresar. Regresarían a Israel, establecerían la nación de Israel de nuevo. Nunca jamás serían independientes. Nunca jamás tendrían un rey para reinar sobre ellos como deben. Iban a ser esclavos de los romanos y de los griegos, ¿verdad? Como hemos leído en el Nuevo Testamento. pero iban a establecer su nación otra vez. Entonces, para el norte lo que el Señor le dio a ellos fue juicio, para el sur lo que el Señor le da a ellos es que disciplina. Te voy a mandar allá por 70 años para que aprendas tu lección y te regresaré para atrás. Eso es lo que ocurre aquí. Para el reino del sur, el cautivario entonces fue disciplinario. Y escuche, en el sur sí hubo reyes piadosos, muy pocos, Pero hubieron reyes piadosos, Josías, Ezequías, recordamos en la palabra, Usías. Hubieron reyes que fueron piadosos, que amaron al Señor. ¿Y qué ocurrió entonces en el sur cuando eso estaba ocurriendo? Cuando el Señor estaba disciplinándolos y el Señor estaba trayendo a ellos plagas y diferentes castigos por su desobediencia, cuando se levantó un rey que amaba a Dios, el Señor mantenía su mano y no los tocaba con disciplina. Le traía paz y prosperidad. seguridad al reino. Y nada más que ese rey se moría y entraba uno mal otra vez, otra vez el Señor trataba con ellos, mandando los profetas y ponía sus manos. Pero en Israel, en el sur, hubo reyes piadosos. Muy pocos, pero sí los hubieron. Bueno, todo esto necesita ser aclarado por el lector y tenemos que entender esto también. Otra de las dificultades que se encuentran en el libro, no solamente es el norte y el sur. Y yo recomiendo que si usted va a tomar notas, que usted divida su papel en dos. Pongan un lado sur, pongan el otro lado ¿qué? Norte. Y tomen sus notas en el lado que corresponde. Así no va a haber confusión para ustedes. Es algo que les voy a sugerir, no lo tienen que hacer, pero algo que les debe de ayudar mucho. Para hacer las cosas aún más confusas, puede volverse confuso cuando hay dos gobernantes llamados Jeroboam en un reino, y en el otro reino hay uno que se llama Rehoboam. ¿Verdad? Eso puede confundir. Hay dos Jeroboams en el norte, Jeroboam primero, Jeroboam segundo, que los sigue después de un tiempo. Pero en el sur hay un Rehoboam, Y este Rehoboam reina con Rehoboam, está reinando, pero ¿cuál es Rehoboam? ¿Cuál es Rehoboam, el primero o el segundo? Pueden ver, después de ver la confusión, uno dice, pero estos nombres son idénticos. No solamente eso, hay dos Horams, hay dos Okosias en la palabra mencionada. Si uno dice, ¿cuál Okosia es? ¿Cuál Horam es? ¿Cuál es Rehoboam? ¿Es Rehoboam o Rehoboam o el otro Rehoboam? No sé. Vamos a tener que poner mucha atención. Y algunos de los reyes tienen varios nombres también. Y a veces se le llama por un nombre y el otro, a veces se le llama por el otro nombre y nos estamos hablando de la misma persona, claramente sí. Entonces, por favor, tomen sus notas con cuidado. Yo traté lo mejor que pueda hacer para aclarar de quién estamos hablando. Todo esto necesita ser aclarado para el lector o rápidamente vamos a perder el enfoque en lo que el Señor está haciendo. Por la gracia de Dios evitaremos estos problemas y seremos deliberados en nuestra enseñanza, de modo que la vital historia redentora quede retratada con precisión delante de usted. Déjame hablar del tipo de libro que es. El tipo de libro aquí es narrativa. Es un narrativo. En otras palabras, está escrito en forma de una historia, una larga historia. Le estamos contando el cuento, la historia de una nación. Igual que primera y segunda Samuel. Era la historia de quién? De David, ¿verdad? Aprendimos de David y teníamos cuentos y pasajes desde David de lo que ocurrió en su vida. No nos enseña todo, no es una, no es narrativa histórica para enseñar completamente todo lo que ocurrió, sino las varias importantes partes que Dios quiere que nosotros sepamos. Y le doy un ejemplo de esta narrativa para que puedan entender lo que estamos hablando. Los evangelios también son narrativa. Es la historia de quién? De Jesús, su vida. lo que hizo, sus milagros, su muerte, su resurrección, su nacimiento, ¿verdad que sí? Es una narrativa, se habla como que fuera una historia. Pero hablemos de Jesús, tenemos la narrativa de su nacimiento, tenemos la narrativa de cuando él tenía dos años, tenemos la narrativa de cuando él tenía doce años y tenemos la narrativa de cuando empezó su ministerio a los treinta años y hasta su muerte y su resurrección, perdón. Tenemos esta narrativa, pero hay años que la narrativa no nos informa qué pasó entre los dos años y los doce años. No sabemos. ¿Qué pasó entre los doce y los treinta años? No sabemos. En otra palabra, el libro no está, el enfoque del libro no está en toda la historia, sino esa historia de la parte de la historia que Dios quiere que nosotros sepamos. Amén. Y entonces, no sabemos lo que ocurrió con Cristo de 12 a 30 años. Nadie lo escribió. Yo creería que eso sería importante para usted y para mí, ¿verdad? Que sí queremos saber lo que ocurrió esos 12, esos 28 años o 18 años, perdón, pero no lo tenemos. Así que no podemos espectacular, decimos lo que el Señor quiera hacer. Gloria a Dios, el Señor reveló lo que nosotros necesitamos. Así son estos libros. Hablemos de la estructura de Primera y Segunda Reyes. Primera y segunda reyes cuentan la historia de la monarquía hebrea desde el reinado final de David. Empezamos cuando David se está muriendo hasta la división de los reinos y la caída de cada reino 400 años después. Estos libros entonces cubren 400 años de historia en 50 mil palabras. 400 años de historia en 50 mil palabras. En otras palabras no tenemos todos los detalles. Tenemos esas cosas que Dios quiere que nosotros sepamos, pero no todos los detalles. Son muy pocas palabras para cubrir ¿cuántos? 400 años de historia de dos reinos. Es algo increíble. Es muy poca palabra para dos reinos. Lo que tenemos al que el Señor quiere. Este libro abarca la historia desde el 968 antes de Cristo, cuando David se está muriendo. Al final de la historia, 560 antes de Cristo, 400 años, cuando llevan al cautivario. Las secciones principales de Primera y Segunda Reyes son las siguientes, si están tomando notas. Número uno, la Edad de Oro. Primera de Reyes 1 al 11, reinado de Salomón, la Edad de Oro, vamos a llamar esta edad, donde todo parece que está bien, hay problemas, Salomón se está casando con muchas mujeres, sus corazones han estado desfiados, Salomón se va a separar de las cosas de Dios, pero hay problemas. Por lo regular para la gente era la Edad de Oro, vivieron en confianza, en seguridad y prosperidad, todo estaba bien. Esa es la Edad de Oro, los primeros once capítulos. La segunda división es el reinado desunido y esa es primera de Reyes, capítulo 12, a segunda de Reyes, capítulo 17. La gran división, dos reinos, a veces peleando unos con los otros, matándose hermano, matando hermano. primo matando a primo. Algo terrible considerar. Amén. Y la última época o la última parte se va a encontrar de Segunda Reyes 18 al 25, la destrucción de ambos reinos y la promesa de un futuro reino bajo el gobernante el Mesías, un reino que nunca será destruido. Amén. Primera y Segunda Reyes interpreta proféticamente la historia de la y preparar el escenario para los mensajeros de Dios, los profetas que van a venir. Jeremías vive durante este tiempo. Isaías vive durante este tiempo. Daniel vive al final de este tiempo. Él va a cautivar como un bebé del sur. Se lo llevan como un niñito del sur, antes de caída de Israel del sur. Todos estos profetas vivieron durante este tiempo y sus ministerios eran ministerios necesitados. la Palabra de Dios llamando a los rebeldes al arrepentimiento. Ellos abordaron temas importantes del culto religioso de Israel, las obligaciones al pacto, las promesas divinas, las responsabilidades de la monarquía. Inútilmente, trataron de reconciliar a Dios y a Israel. Jeremías rogaba al pueblo, por favor, vengan para atrás a Dios antes que sean muy tardes. Y cuando ellos se negaron, llegó la palabra de Dios ya es muy tarde, pasó la época de la misericordia, ahora viene la época de la justicia. Y el mensaje de Jeremías cambió de reconcilense, reconcílense con el Señor antes que sea muy tarde, a cambio ahora es muy tarde. Entréguese a las manos de los babilonios para que encuentren misericordia. Van a vivir, si se entregan, vivirán como esclavos en una tierra lejana No van a quedarse en Israel, pero vivirán si se entregan las manos. Si aceptan que Dios va a destruir este lugar y este templo, entreguense a los babilonios. Y si rehúsan, y si se ponen rebeldes y se quedan en la tierra diciendo, de aquí nadie nos mueva, esta es la tierra de nosotros, van a morir. Van a morir. Un profecía, si se pueden pensar esto, que muchos creyeron que era traicionero, destructor para Israel. pero era la palabra del Señor. Bueno, los profetas vivieron durante ese tiempo llamando a Israel a arrepentirse. En Primera y Segunda de Reyes, conceptos y prácticas importantes del Antiguo Testamento también llegan a su fin. La tierra prometida de Abraham se pierde cuando Israel rompe el pacto mosaico y enfrenta las consecuencias enumeradas en Deuteronomio. ¿Usted recuerda Deuteronomio? El Señor le va a dar una tierra que fluye ¿qué? leche y miel, esa tierra será una bendición para ustedes, ustedes van a estar establecidos y ustedes se pueden quedar en la tierra todos los días de su vida si me obedecen. ¿Se recuerdan? Pero si no me obedecen, dice el Señor, traeré plagas, traeré desastre y al final los quitaré de la tierra. ¿Qué miramos al final de la Segunda de Reyes? La maldición de Dios sobre Israel. porque no bendicieron a Dios. Debido al liderazgo inequado de los descendientes de David, la idea de un reino eterno ahora pasa de un reino físico a un reino espiritual futuro. El culto en el templo cesa al final del libro, dejando a los sacerdotes sin guía y los sacrificios sin lugar. Al final de estos libros queda poca positividad en Israel. El reino que tanto se parecía el reino eterno de Cristo bajo David ahora está en ruinas. Entonces el libro termina con una sola pregunta. ¿Quién será digno de ser el verdadero rey si los descendientes de David fallaron? ¿Quién puede verdaderamente guiar al pueblo de Dios de regreso a Dios? Esa es la pregunta al final del libro. ¿Habrá un rey que nos pueda ayudar? Habrá un reino que permanecerá para siempre. ¿Quién nos podrá ayudar? Así termina el libro. ¿Y qué podemos decir a esas preguntas? Hay un rey. ¿Se llama quién? Cristo Jesús. Y hay un reino perfecto que vendrá, donde los reyes no van a fracasar, porque el que se sienta no es hombre, sino Dios el hombre. Así que la esperanza, el final del libro, no se encuentra en la línea de David como hombre, sino en la línea de David como el Dios hombre. Esperamos al Mesías, el verdadero Hijo de David, el mejor Hijo de David. Así termina el libro, mirando hacia el horizonte, mirando a las promesas, buscando, esperando en Dios. Es lo que usted y yo hacemos cuando oramos. Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, llegue tu reino, hágase tu que voluntad, mirando a las mismas promesas. Amén. Y déjame decirle algo de este reino. Porque este libro contesta una pregunta que tendremos nosotros como cristianos, como el pueblo de Dios. ¿Tendremos paz en este mundo bajo la autoridad y el liderazgo de un hombre? ¿Puede haber un hombre que reine y que traiga paz y prosperidad para siempre, uniendo a los humanos y trayéndolos bajo la sombrilla de la amistad y la paciencia y el amor? Y la respuesta a esa pregunta es que no. Porque si este reino que estableció Dios, que estaba bajo la autoridad de Dios y había un rey humano que tenía que consultar al verdadero rey, al rey celestial Dios y gobernar en la manera que ese Dios quería que él gobernara. Señor dice, si ustedes me obedecen, si ustedes me siguen, si su rey vive bajo mi autoridad, ustedes tendrán un reino que nunca se terminará. Amén. Pero que hizo el hombre? es obedición. Y ese reino con tanto potencial terminó que en ruinas, en desolación. ¿Qué nos enseña eso? Si el reino de David, el reino humano, que era el mejor gobierno que este mundo a una vez ha visto, fracasó porque todavía tenía una dependencia en par de nombre, no hay ningún otro gobierno que exista en este mundo que pueda tener éxito en traer la paz perfecta. Así que estamos de acuerdo con el libro de Apocalipsis al final, cuando dice ven Jesucristo que ven porque es como único tendremos la paz que necesitamos y que queremos. Amén. Solo puede haber un reino verdadero o amado y lo estamos esperando. Este es un reino no gobernado por hombres sino por el Dios hombre Jesucristo. Su liderazgo nunca fallará. ¿Cuál es la teología del libro? Bueno, simplemente puesta la teología del libro es esta. Dios es soberano. Amén. Él hace lo que a Él se le pegue la gana. Él puede hacer lo que Él quiera. Él puede levantar un rey y un reinado, y Él puede hacer que un rey y un reinado, que carezca y se termine. Y lo que empezó Dios levantando a David tan grandemente, al final Dios dice, si no me obedecen, eliminado. Miramos a este gran reino que empezó, un reino de oro y de promesas y grande. Lo miramos al final, la tierra desolada, el templo destruido, la gente bajo huchugo y el cautivario. ¿Por qué? Porque no obedecieron a Dios. Dios puede levantar y Dios puede hacer caer. Dios da éxito, Dios puede dar fracaso. Amén. Esa es la teología del libro. ¿Y cuáles son las temas claves del libro? Bueno, las temas críticas que se encuentran en estos libros del Antiguo Testamento se reducen a esto. ¿El pueblo de Dios amará a Dios o cometerá idolatría? Monateísmo contra la idolatría. ¿A quién vamos a servir, al verdadero Dios o los dioses de nuestra imaginación? La misma pregunta que se le hizo a Israel y ellos fracasaron, escogieron que la idolatría se hace en la Iglesia de Dios. ¿A quién vas a amar usted? ¿Vamos a servir al Dios verdadero o construiremos un Dios debajo de nuestra propia imaginación? ¿A quién serviremos como Iglesia de Dios? ¿Como Iglesia de Dios adoraremos al Señor en el lugar central donde Él prometió y ha dado o adoraremos al Señor en los lugares altos? En otras palabras, adoremos al Señor de acuerdo a la manera que Él dice y dicta que debemos alabarle en la manera honrosa y ordenada y con la palabra de Dios. Vamos a alabar a Dios como queremos o vamos a tener una iglesia que hace el rock and roll y las luces y el humo y los pastores bajando, descendiendo del techo y wow, que luz, que espectáculo. Vamos a alabar a Dios como Él dicta o vamos a alabar a Dios como nosotros queremos alabarle. Esa es una Una de las temas claves que hay aquí en este libro. Otro tema clave, la lealtad al pacto contra la rebelión espiritual. ¿Vamos a seguir y obedecer la palabra de Dios o vamos a hacer lo que nos se pegue a la gana? Otro de los temas, la verdadera profecía contra los falsos profetas. ¿Vamos a escuchar la verdadera palabra de Dios predicada, llamarla y someternos a ella o vamos a amontonar pastores que hagan cosquillas nuestros oídos y que nos digan lo que queremos oír. ¿Qué tipo de pueblo vamos a ser? Otro tema clave, el pacto de Dios con David contra la ruptura del pacto de David. ¿Vamos a esperar la esperanza de David o establecer nuestro propio gobierno? Otra de las claves, dinastía unida contra desunión. ¿Vamos a ser un pueblo que camina junto o vamos a desunirnos y tú vete por allá y yo seguiré a Dios por acá. Y por final, ¿vamos a vivir bajo la soberanía de Dios o vamos a vivir en el orgullo humano? ¿Quién es Dios en esta iglesia, amados? ¿Quién es Dios en su vida? ¿Es Dios el gobernante soberano o eres tú el gobernante soberano? Le someto que en todas estas áreas clave Israel falló a Dios. Amén. y por eso el Señor los mandó y los destruyó fuera de su presencia. Y si nosotros como iglesia queremos la bendición de Dios, hagamos todo lo opuesto que hizo Israel, todo lo opuesto. El reino que nunca fallará es esperado y vamos bajo la autoridad de aquel rey que viene. Bueno, con todo he hecho como un profesor de colegio, le he dado un poquito de la historia del libro para que podamos entender estas cosas. No es mi favorita cosa que hacer, pero es necesario. Ojalá que fue de bendición. Ahora vamos a predicar los versículos 1 al 10, por favor. Miremos los versículos 1 al 10. He titulado esta versión El peligro que amenaza el reino. El peligro que amenaza el reino. Como pastor y como pastores estamos de acuerdo que hay dos tipos de peligros que pueden ocurrir a una iglesia, a un reino, a una cosa que Dios está haciendo. Primero, hay un peligro que viene de afuera para atacar. Como pastores tenemos que ser vigilantes y proteger el grupo acerca de esas cosas. Doctrinas falsas, hermanos falsos, cosas falsas que quieren entrar a la iglesia y no vamos a permitirlo. Amén. Gloria a Dios. Pero el peligro peor que hay para una iglesia o para un reino es el peligro que crece de adentro de ese reino, que parece ser parte de nosotros pero no lo es. O como dice Pablo a los Pastores de Efesios, en el libro de los Hechos, cuando yo me vaya sé que dentro de ustedes, no de afuera, dentro de ustedes sé que van a crecer lobos rapaces vestidos como que ovejas. Esa fue la advertencia que tuvo Pablo. Dentro de ustedes, dentro de este grupo a lo mejor inmediato va a haber falsos hermanos, falsos profesores, falsos enseñantes que parecen ser de nosotros Dicen amén, y gloria a Dios, y bendición, y cómo estás hermano, y pues está orando por ti, parecen ser parte de nosotros. Pero al final se muestran que no son parte del grupo, son lobos que, rapaces que se quieren comer las ovejas y no protegerlas. Ese es el peor peligro que puede haber, y es muy difícil a veces como pastor encontrarlo, porque la persona parece ser oveja. No parece el lobo rapaz porque se viste como que oveja, parece uno de nosotros. Y el pastor tiene que tener mucha vigilancia, a ver, donde la doctrina de la vida de una persona perjudica al grupo del Señor. Hemos tenido personas así que han perjudicado este cuerpo y hemos tenido que pelear esa batalla contra ellos. Bueno, aquí encontramos un peligro que amenaza el reino de David. No es un peligro de afuera, es un peligro de adentro, es su propio hijo Adonías, Adonías. El comienzo de este libro, David es presentado como un rey impotente, un rey temblando bajo el frío, su propio cuerpo ya no puede producir calor, le ponen abrigos o cobijas, sobrecobijas y el pobrecito está temblando, no se puede que calentar. David se presenta como un viejito que ya no puede, Ya no puede ni levantarse, no puede hacer nada, tiene un frío, no se puede calentar, su cuerpo no produce el calor, no tiene interés. Y David ha cometido un terrible error. ¿Cuál es ese error? Él no ha apuntado a alguien que lo siga después de él. Ha intimado que es Salomón, vamos a ver. Y creo que los hijos de David sabían que era Salomón, pero él no públicamente había apuntado a Salomón para qué? Ser el correo, corre gente con él. Y lo que ocurre es que David se quedó con el poder sin dárselo a otra persona viendo que él ya no podía y lo que ocurre es que hay confusión. Y en esa confusión ahí viene Adonías y dice yo quiero ser el próximo rey. Amén. Yo quiero ser el próximo rey. David ya no puede con la vida. Es más, le encuentran una muchachita hermosa para que sea su esposa, para que lo atienda y se acueste de noche con él. Y el calor de su cuerpo, cerca del calor del cuerpo de él, frío, que no puede producir el calor, ese calor a lo mejor lo calentará el pobrecito porque ya no puede. Dice la palabra de Dios que él nunca la conoció como mujer. Así, de viejito estaba y impotente, ya no podía más el rezar. Está muriendo. No tiene vitalidad en ningún lugar. Es una pobre imagen del hombre que solía ser un gran hombre, el hombre que peleó con gigantes, el hombre que estableció reino, el hombre que estaba en cueva en cueva, el hombre que peleó la batalla del Señor. Cuando lo miramos aquí, al final decimos, ay pobrecito, ya no parece el mismo hombre. Y aquí hay una buena lección para usted y para mí. Este es el curso de la vida. Esto va a ocurrir, créelos o no, con cada uno de nosotros. Si ganamos el punto, si vivimos lo suficiente, no vamos a poder más. Y en ese punto debemos escoger y buscar el que nos va a reemplazar para seguir hacia adelante el trabajo del Señor. David no lo hizo. Y ahora está en cama y no puede mantenerse caliente. El reino está en desorden mientras David está muriendo lentamente. Y mientras tanto, su apuesto y conspirador hijo está listo para apoderarse del reino. Ya hemos visto esto antes. Un hijo guapo que quiere suplantar a su padre, lo hemos visto en quién? Absalón. Ese es el hermano de Absalón y parece mucho al muy guapo, muy joven, muy viril. David estaba débil con Absalón, pero David estaba débil políticamente por su propio pecado y no corrigió a Absalón y Absalón hizo lo que iba a hacer. Pero ahora David está débil no políticamente, sino físicamente. Y su hijo se trata de apoderar del reino. Hay un candidato al trono que se presenta antes de que David haya tenido tiempo de morir, el candidato es Adonías, el hijo mayor sobreviviente de David. Recuerde, Absalón era el tercer hijo en línea que murió en su rebelión, pero no sin antes matar a Amón, que era el primogénito. Amón era el primogénito, abusó de su hermana, y el tercer hijo mató al primer hijo, y el tercer hijo murió en la guerra. Usted recuerda, nos hemos leído. Y usted me dirá, pero ¿qué tal del segundo? El segundo era Kiliab, pero nunca se menciona después del nacimiento en 2 Samuel 3.3, llegando a la conclusión que a lo mejor murió en la niñez o en su juventud, porque nunca se menciona el segundo. Así el que queda es el cuarto. ¿Quién es el cuarto? Adonías. Adonías dice, pues yo soy el único que sigo. De todos los hijos de David, si el primero, el segundo y el tercero están muertos, aquí viene el número cuatro. Aquí estoy yo. Y él quiere ser el rey. Así que, por lo tanto, parecía razonable que Adonías, el siguiente en línea, supusiera que el reino debería ser suyo. El único problema con eso, como vamos a ver, es que él sabía que David quería apuntar a quién, a Salomón. ¿Cómo sabemos eso? Porque no invitó a su hermano Salomón. ¿Y por qué no lo invitó? Porque lo miraba a él como un peligro a su propio reinado. ¿Pueden verlo? Si él no miraba a su hermano como un peligro, no lo hubiera invitado. Invitó a los otros hermanos, pero a Salomón no lo invitó. Leo, tú no puedes venir porque a ti te voy a matar después porque tú eres un riesgo a mi trono. Entonces, él sabía en su corazón que David había intimado de una manera u otra que Dios había escogido a quien? A Salomón, pero no quiso aceptar el resultado de Dios. Amados, quiero que note el contraste entre el versículo 1 y el versículo 5. En el versículo 1 miramos a un pobre papel de rey que se llama David, ya no parece el mismo hombre que era antes. Pero en el versículo 5, Adonías, es todo lo que David no es. Aquí hay un hombre vigoroso, aspirante al trono, tiene ambición en el capítulo, en el versículo 5, estilo, camina con 50 hombres delante de él. Mira, yo he llegado, soy Adonías, su próximo rey. El cuarto en línea, a que le caiga el trono. Tiene una imagen, tiene Una imagen placentero, dice la Biblia que era un hombre bello, no sé lo que significa ser un hombre bello, nunca lo he visto en el espejo, pero este hombre era un hombre bello. Dice toda la gente, dice este hombre, pero que guapo es este hombre. Las mujeres lo miraban y decían que lindo era y a los hombres decían que celoso estoy de ese hombre, que lindo está. Todo el mundo quería ser como Adonías. Tenía posición como el cuarto en línea, tenía el apoyo militar Juan tenía el apoyo religioso en aviatar, el sumo sacerdote, todo parece que va para que él se haga el próximo, ¿quién? Rey. Era un rey potencial de que el pueblo estaría orgulloso. Recuérdense que el pueblo siempre ha querido un hombre que sea lindo, alto, guapo, poderoso, algo para ser el líder, ¿verdad que sí? Cuando Saúl lo coronaron y miraron que era más alto y tregueño que todos los demás, dijeron, ay mira que re lindo tenemos nosotros. Cuando Samuel vio el hermano de David, a Eliab, dijo, ay mira, seguramente el ungido del Señor está delante de nosotros, mira que lindo está este hombre. ¿Verdad? Siempre el pueblo había querido a un hombre lindo y guapo y poderoso, alguien para que. Y Absalón, ¿se recuerda el cabello de Absalón? Crecía y se lo cortaba y lo donaba y le crecía. Lo podemos mirar en el caballo, el cabello por donde quiera, en el aire. No, a ver a un hombre, ¿por qué no tenerlo como rey? Pero, ¿qué pasa con Adonías como hombre? Afuera se ve como un gran candidata, pero miremos adentro el corazón. Hagamos la pregunta, ¿pudiera ser un rey piadoso Adonías? ¿Pudiera ser un hombre que ama a Dios y ama al pueblo? ¿Él tiene las calificaciones adentro para ser un rey? Y la respuesta, es inmediatamente, no en la Palabra de Dios. El carácter de Adonías inmediatamente se convierte en el tema de las Escrituras. La primera pregunta que hace la Escritura es la siguiente, ¿qué clase de hombre no puede esperar que su padre muera antes de buscar el trono de su padre? Ahí está el pobre padre con temblando y con frío, no se puede ni ayudar y él dice, mi oportunidad. Su padre muriendo si no le importa, cállate, cállate y muérete ya viejo para yo tomar la corona. es la actitud de su corazón. La segunda pregunta, ¿qué clase de hombre va en contra de los deseos de sus padres? Al leer nuestro pasaje, se hace evidente que Adonías sabía que la elección de David y por lo tanto la elección de Dios era Salomón, por eso no lo invitó, lo miraba como un peligro a su reino. Él sabía que David había escogido a Salomón. Parece que David lo había intimado, no lo había dicho directamente, no lo había pronunciado legalmente al pueblo, pero él sabía que Salomón era el próximo ¿quién? Rey. No le importó. Así que tenemos a un hombre que no está dispuesto a inclinarse ante la voluntad de Dios. Adonías pensó que su astucia podría frustrar la soberanía de Dios, que él se podía robar el reino. aunque él no pensaba que era un robo, él pensaba que a mí me pertenece, Dios hizo un error, pensó que su apariencia y su hermosura, su popularidad, lo calificaban para el liderazgo. ¿Pero qué dice la Biblia sobre el liderazgo piadoso? Quiero que pongan atención. Bueno, hablando de David, la palabra dice de David los siguientes. David, en los Pastoreó según la integridad de su corazón y los guió con la destreza de sus manos. Cuando David guió al pueblo, los guió con integridad de corazón, por la mayor parte de su vida. Es más, miramos a David, un hombre que amaba el pueblo del Señor. Y miremos el siguiente versículo, Mateo 20, 26 al 28. ¿Qué dice la palabra sobre el liderazgo piadoso? No ha de ser así entre ustedes, dice Jesús, sino que el que entre ustedes quiera llegar a ser el grande, será su servidor. Y el que entre ustedes quiera ser el primero, será su siervo, su esclavo. Así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos. Ese es el liderazgo piadoso, un hombre que dice yo amaré el pueblo del Señor y daré mi vida por ellos. Yo pondré sus necesidades en frente de las mías. Y si necesito morir por ellos, yo moriré. Esa es la calificación de un buen pastor, de un gran rey, de un gran líder, de un político en la iglesia. Alguien que esté dispuesto a servir el pueblo de Dios. Amén. Miremos a don Dios. ¿Usted cree que iba a servir al Señor? ¿Que iba a servir a su pueblo? Él quería el poder, él quería el El estatus, él quería el dinero, él quería la vida, pero él no quería servir al pueblo del Señor. Esto estaba lejos de él, él quería su propio poder y sus propias habilidades. Y aquí encontramos un hombre entonces descalificado para el servicio. Descalificado para el servicio porque él no quería servir, él quería ser servido. Él quería ser el mero mero, como decimos, ¿verdad? El jefe, el grande, el que todos me aclamaban y miraban. un legado de su gran superioridad y su poder. Miremos la estrategia entonces de Adonías en tratar de promoverse a él así mismo como rey. La descripción que hace el escritor de la semblanza de Adonías nos recuerda de Absalón, que guapo era él, en 2 Samuel 14, de Saúl en 1 Samuel capítulo 9, y de Eliab, el hermano de David en 1 Samuel capítulo 16. Todos estos hombres eran físicamente impresionantes, sin embargo, cada uno fue inmediatamente, como Iliab, o finalmente rechazado por Dios. Hemos aprendido antes, y debemos reiterar, que el liderazgo piadoso proviene de dentro de un corazón transformado por la belleza del Evangelio, amados. El liderazgo piadoso solo puede fluir de un corazón redimido por el Evangelio, que el pueblo del Señor dígame. Porque es importante que sepamos esto. Cuando busquemos líderes, a menudo nadamos en la parte un poco profunda de la piscina. Votamos por un hombre en la política o queremos un hombre en la iglesia que está bien vestido a veces o son anto importantes, llenos de sí, son guapos o ingeniosos o enérgicos. a hombre que diga lo que diga, que haga lo que él quiera, que tome poder, un hombre que pelea, un hombre que... Pero rara vez prestamos atención al corazón de un hombre. Es trágico. Es lo que hace el mundo, pero también ¿saben lo que yo he visto en los últimos 10 años? Es lo que ocurre en la iglesia. Cada elección nos enseña esta verdad. Que ponemos la vista en un hombre nada más porque creemos él va a ganar, él sí le va a dar el otro, él no se deja de nadie, él pelea con todos. Pero cuidado, ¿qué tipo de hombre es este hombre? Amén. Amados, Amén. ¿Qué tipo de hombre es este hombre? Alguien que profesa ser cristiano. Él dice que es cristiano, pero su vida marca todo lo que es contra la vida de Dios. Un hombre que dice que es un hombre de familia, pero ha abandonado varias familias. Ah, pero este es el salvador de los Estados Unidos, es el salvador de la iglesia, o este es el salvador. Cuidado, amados. Cuidado. Y le digo esto como su pastor, porque lo que he visto es un gran problema en la iglesia, poniendo los ojos en un hombre, creyendo que el hombre va a salvar a los Estados Unidos, o el hombre va a salvar a la iglesia, y solo Dios, el Hijo, puede hacer eso. Amén. Solo hay un salvador. y no está corriendo por presidencia o está corriendo por pastor de la iglesia, es un hombre, es el Dios hombre que está en el cielo. Votamos por hombres en políticas o iglesias que estén bien vestidos, como he dicho, que parecen ser importantes. En otras palabras, vemos con nuestros ojos y no por la fe. Como cristianos, debemos desear un líder político y espiritual que ame a Dios y ame a su pueblo, que quiera servir. hombres con el carácter más elevado y que sean ejemplos del Señor Jesucristo. Y si no hay alguien así corriendo, entonces votemos por una tercera parte. Pero votemos por personas que hagan diferencia en su carácter. Otra vez el recuerdo de 1 Samuel capítulo 16, versículo 67. Cuando ellos entraron Es Jesse y sus hijos, menos David, no invitó a David. Samuel vio a Eliab y se dijo a sí mismo, ciertamente el ungido del Señor está delante de él. Mira que lindo es este hombre. Samuel cometió el error que cometemos nosotros, vio con sus que? Con sus ojos. Pero el Señor le dijo a Samuel, no mires a su apariencia, no mires que lindo es. ni a lo alto de su estatura, mira que alto esta y que musculos tiene este hombre, porque lo he desechado, porque Dios no ve como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor, el mira el que? El corazón. Amado, es tiempo que nosotros miremos el corazón. Amén. Amén? Es tiempo que miremos el corazón. Yo amo que la Palabra de Dios habla de todo lo necesario en tiempos necesarios. Estamos llegando a un tiempo necesario donde tenemos que aprender estas cosas. O mejor puesto, o más breve puesto, podemos seguir el ejemplo de Pablo cuando él dice sean imitadores de mí como también yo lo soy de Cristo. ¿Qué dice Pablo? Siga mi ejemplo porque mi ejemplo sigue a quien? Al Señor. Ese tipo de personas es el que tenemos que matar. Ese tipo de personas es el que queremos tener, ser nuestros líderes en la iglesia. Oremos para que el pueblo de Dios comprenda esta verdad y busquemos líderes piadosos. No deje que la política destruya la hermanidad. No deje que la política destruya su fe en Cristo. No pongan sus ojos en un hombre. Especialmente cuando los hombres que están corriendo no aman a Dios. Bueno, los versículos 5 y 6 presentan a Donías como una persona agresiva como la que tenemos hoy. Ay, si me gusta este candidato porque es muy agresivo. Era agresivo él. A Donías se, dice la palabra de Dios, se exaltó a sí mismo. Es una persona agresiva. Él no esperó que alguien lo exaltara. Él dice yo me voy a exaltar yo mismo. Y mire lo que él dice con tanto yo seré el rey. Nadie me puede pedir. Este es mi deber. El rey no puede sobrevivir sin mí. Yo soy la bendición. Yo seré el rey. Cuidado con tales hombres, porque hay hombres así. Amén. Cuidado con tales hombres. Al declarar sus intenciones, él rompió la tradición israelita de que Dios escogía al rey y confirmaba la acción a través del ministerio de un profeta. Recuerde que ni siquiera Saúl o David buscaron el trono, sin embargo, Dios le dijo a Samuel que lo ungiera para ser rey. Saúl estaba buscando un asno perdido. Él no se levantó esa mañana diciendo yo voy a ser el rey. Yo me voy a exaltar. Él se levantó buscando el asno de su padre. El profeta lo encontró, le ungió, le dijo tú vas a ser el próximo rey. Él dice no, déjame quieto. Es más, cuando llegaron al tiempo de la coronación, se recuerda, él estaba escondido, no lo podían encontrar. Empezó bien, ¿verdad que sí? Terminó terrible, porque dejó que su orgullo le ganara. Pero al principio empezó tan bien, ¿verdad? Tan humilde. Él nunca se enalteció él mismo, él nunca pidió, él no pidió la posición. ¡Saúl! ¿Y David qué estaba haciendo? Apacentando las ovejas de su padre. Él tampoco pidió oposición. Es más, su padre ni lo invitó cuando el profeta los llamaron a todos. Y cuando Dios descalificó a uno y al otro, y al otro, y al otro, y al otro, cuando no quedó ninguno más y tuvieron que traer a David, y David entró, el profeta dijo, este ciertamente no puede ser él. Y Dios dice, levántate, Úngelo, ese es mío. Estoy seguro que la boca, la mejilla del pobre profeta cayó al piso diciendo, ¿este? Este palillo de diente contra su hermano Eliab, tan hermoso, tan grande, tan músculo. Mira los músculos de este hombre. Señor, ¿qué estás haciendo? Y el Señor le dijo, no mires como tú miras, mira como yo miro, mira el corazón. Amén. Y aquí el Cenaltes es agresivo. No solo se muestra aquí su arrogancia, pero también se muestra en la arrogancia que eligió 50 hombres para correr delante de él como que si fuera alguien. No es el rey, pero que está actuando como que es el rey. En nuestro pasaje, entonces, se revela tres razones de la pecaminosidad, arrogancia de Adonías. ¿Cuáles son? Primera, David, a quien las Escrituras revelan como un padre ineficaz, nunca corrigió a Adonías. Eso es lo que dice la palabra. El padre nunca le dijo ¿por qué estás haciendo tales cosas? Y déjame explicarle algo. Criar un hijo sin disciplinarlo, es crear un adulto que no puede ser disciplinado. Amén. Crear un hijo sin disciplinarlo ahora es crear un adulto que nunca podrá ser disciplinado después. Es odiar a tu propio hijo. Y yo sé lo que el Dr. Spock y la teología psicóloga dice, ay no, que mira, háblale, que razonas con él y dé a lo que se calme, dé a lo que te diga cuánto te odia y patea las paredes y todo. Y cuando se calme tendrá, porque así se deben criar los hijos. Pero la Palabra de Dios dice en Proverbios, el que evita la vara, odia a sus hijos. Yo sé que es más popular hoy, pero no me importa. Porque la Palabra de Dios lo dice, ¿verdad? El que evita la barra, ¿qué? Odia, no ama, odia a su hijo. Bueno, dice la persona, yo no lo odio, lo amo, sí, pero lo odias en que lo estás preparando a fracasar como un adulto. No quiere decir que vamos a dar la barra con donde quiera por nuestros hijos, vamos a abusar de ellos. Pero si usted me pregunta, pastor, ¿usted ha usado la barra? Yo le digo, sí, absolutamente. Pregúntale a mis hijos. Llegaba el punto de ellos a ver que un papi no se juega. Papi me ama, papi me quiere, papi me respeta, pero si yo cruzo la línea, papi va a estar ahí como él dice, la disciplina de Dios. Porque yo entendía muy pronto de mi juventud como un padre joven, si no me pueden respetar a mí, como dice la palabra de Dios, un padre que pueden ver cómo van a respetar al padre que no ven después, cómo van a caminar en obediencia a Dios si no me pueden obedecer a mí, que me pueden ver y tocar. Amén? Entonces, miremos, el que evita la barra, odia a su hijo, pero el que lo ama, lo disciplina con diligencia, no deja que las cosas se... Ay, que chistoso me pegó el niñito, ajá. Es chistoso ahora, pero cuando tenga 15 años, ¿qué vas a hacer? Ay, el niño de dos años me está gritando, le dice, ay, que se me estoy riendo. Sí, pero cuando tenga 15 años, y esté gritando, y esté más fuerte que tú, ¿qué vas a hacer después? Amados, o vamos a vivir bíblicamente o no. Y háblate ustedes como padres y abuelos, los que son. El que no disciplina a su hijo o a su nieto, lo odia. Amén. Segundo problema con Adonías. Era, el primero era que no tenía, era indisciplinado. El segundo problema era que era hermoso y querido. Dices, pero ese no es un problema. Pobrecito nació bello, ¿qué puede hacer el pobre? Pero es lo que era, él era sólo una cara bonita, él miraba a la esposa y diría, mira qué guapo, qué bendición. Y hay gente así que no tienen, están huecos por dentro, sólo son una cara linda, siempre están en el TikTok, con la carita y eso, es todo lo que quieren ser, la cara linda. Pero no tienen nada dentro de raíces en Dios, en Cristo, y se le ha olvidado lo que dice Dios. ¿Qué le dice Dios a las mujeres? La semblanza hermosa es que una mujer piadosa que ama al Señor, con un espíritu que ama al Señor, no solo una cara linda. ¿Qué dice la palabra del Señor a los hombres? Que no es por la fuerza, ni por las habilidades que tengan, sino por el espíritu del Señor. Y eso es lo que era, era un hombre hueco, era un hombre sin substancia, no tenía disciplina, no tenía substancia. Y el tercer problema con Adonías era que era el hijo mayor, así que él se sentía con derecho a reinar, él se sentía como que yo merezco. ¿Usted ha encontrado personas así? Ellos dicen, yo no lo merezco. Siempre como que yo merezco, como que el mundo le debe, como que Dios le debe. Y así era Adonías, era sin disciplina, estaba hueco por dentro y tenía la actitud que él merecía lo mejor. Esas personas nunca pueden ser buenos reyes. ¿Qué dice la palabra de Dios sobre el orgullo? Dice así mismo ustedes, los más joven, estén sujetos a los mayores y todos revistante de la humildad en su trato mutuo, porque Dios recita los soberbios, pero da gracia ¿a qué? A los humildes. Humíllense pues bajo la poderosa mano de Dios, para que Dios te exalte, no tú te exaltes tú mismo, Pero para que Dios te exalte a su debido tiempo, algo que se le olvidó a Adonías. Así que llegamos entonces a la coronación de Adonías. Adonías sigue adelante con sus planes de convertirse en rey, ofrece sacrificio, invita personas estratégicamente importantes a una comida, todo lo cual tiene como objetivo unir al grupo bajo su autoridad. Se incluye, él incluye a todos sus hermanos menos uno para que puedan ellos renunciar su derecho al trono. También incluye a los hombres de Judá que eran funcionarios y reales. Son invitados para que los líderes más prestigiosos de la corte de David puedan darle más validez al reclamo de Adonías es el rey. Al invitar a estos hombres y a hombres como ellos a la fiesta se hizo evidente que Adonías tuvo gran éxito. Él sería el próximo rey y en los ojos de muchos ya era él el rey. Parece que está ganando. Pero el versículo 10 nos enseña algo también. No invitando a Salomón ni a sus personas, también él no invitó hombres que eran prominentes. Se destacan tres hombres que él no invitó. Natán, que tiene la autoridad religiosa como el profeta personal de David. Venanías, que porta la espada militar por David. Y representan amenazas religiosas y militares a los planes de Adonías, porque ellos eran leal a David y por eso iban a ser leal a quién? A Salomón. Salomón es una amenaza para los planes de Adonías. Se hace evidente que Adonías entendió que David había insinuado que Salomón sería rey, pero eso lo, por eso, perdón, ha hecho todo lo que hemos visto, intenta solidificar el reino bajo su control para que Salomón pueda ser asesinado más tarde. Por eso no lo invita. Tú no importas. Adonías no cree que Salomón alguna vez debe ser rey. Y sabe aquí, déme decirle algo aquí yo. Me puse las sandalias, vamos a decir las donillas, y llegué a un punto de entendimiento que tenía parte razónera. Salomón no debe ser el próximo rey, desde el punto de vista humano. ¿Por qué? ¿Cómo podría ser un rey un hijo de Bethsabé? ¿Amén? Esta no era una relación legítima al principio. David tomó a una mujer que no era de él, la embrazó y mató a su esposo. Ese hijo, que es el hermano mayor de Salomón, muere. Y ahora Salomón, el próximo hijo, va a ser el rey. ¿Él? Mientras David tenía esposas legítimas, no una que él se robó de otro hombre. ¿Cómo es que el hijo del la mujer Betsabe debe ser rey. ¿Pueden entender el punto de él? Yo soy cuarto en línea, los tres mayores han muerto, yo vengo de relaciones apropiadas y este va a venir y me va a tomar. No, no, no, no, no, no, no, absolutamente no. ¿Pueden entender su punto? No estoy diciendo que está correcto, solo podemos entender su pensamiento, no solamente eso. Salomón era el más joven de todos ellos. Entonces, no solamente viene una relación inapropiada, pero también es el más joven. Si no yo, el cuarto, ¿qué tal el quinto, el sexto, el séptimo? Pero llegar hasta el bajo de la línea, no, esto no es justo. ¿Pueden verlo? Y cuando consideramos esto, podemos decir con adonides, bueno tenía razón, aunque sea parte de la razón, entendemos. No era Salomón mismo, No era fuerte, Salomón era joven, no tenía experiencia, faltaba sus credenciales. No era fuerte, él lo va a admitir en los próximos capítulos. No era importante en la familia, era el más bajo de estatus. ¿Por qué David lo elegiría? O mejor dicho, ¿por qué Dios lo elegirá a este hombre como rey? Un hombre de relación terrible, un hombre que es el más bajo, un hombre que no tiene importancia, un hombre que se mira a sí mismo como un hombre débil. La respuesta a esta pregunta se encuentra en las Escrituras. ¿Por qué Dios escoge a este hombre? Por la misma razón que escogió a usted y me escogió a mí. Por la misma razón que podemos leer 1 Corintios 1, 26 al 28. Pues consideren hermanos, su llamamiento no hubo muchos sabios conforme a la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles, Salomón no era noble, sino que Dios ha escogido lo necio del mundo para avergonzar a los sabios y Dios ha escogido al débil como Salomón del mundo para avergonzar a los que son fuertes también Dios ha escogido lo vil y despreciado del mundo lo que no es para anular lo que sí es ¿Por qué Dios escogió a Salomón? Porque él se va a dar gloria escogiendo un terrible pecado de una relación terrible, pecaminosa ¿Y por qué está usted sentado aquí? Que esto es usted un vil pecador Y salvándolo usted trae gloria a Dios Cuando el mundo me mira a mí y dice ¿Este? ¿Este es su pastor? Yo lo reconozco Es el muchachito que creció en Bell, en Cudahy Es el muchacho que nació en drogas El muchacho que fue abusado Físicamente y sexualmente El muchachito que creció con cucarachas y pobreza Sin comer, con violencia Es el muchachito donde todos sus primos están muertos, están en la cárcel. Es el muchachito donde su propia madre no creó que él iba a hacer alguna cosa en su vida. ¿Ese es su pastor? Tiene que haber un Dios. Amén. Amén. Y si ese es mi testimonio, también ese es suyo, ¿no? Usted está aquí, ¿por qué? Por la gracia del Señor. ¿Quién es usted? Nada. ¿Qué importancia tiene? Nada. Dios no lo miró a usted y dijo, no, esto no lo puedo pasar. Mira qué lindo está. A este sí me lo tengo que salvar. Mira qué guapo o qué inteligente. El Señor te escogió a ti porque no eres nada. Me escogió a mí porque no soy nada. Y eso, él se glorifica para siempre. Glóriese a Dios. Esta verdad se manifiesta a lo largo de todas las Escrituras. Dios eligió a Isaac y no a Ismael. Ismael era el primogénito. Abraham relojó a Dios cuando Dios dijo te voy a dar otro hijo. Él dice no, no, no quiero otro. Que las promesas vengan a que? A Ismael. ¿Cuánto lo quiero? El Señor le dice descalificado. Amén. Dios escogió a Jacob y no a su hermano mayor Isaú. Al que el padre amaba, pero el Señor dijo no. Dios escogió a David y no a Eliab. Samuel estaba listo a derramar todo el aceite enfrente de Eliab porque mira que lindo está el Señor. Él dice no, no, no lo hagas. Dios escoge a pecadores y no a los fariseos, a pescadores y no a los nobles, a los pobres y no a los ricos. Es la historia de toda la Biblia. Amén. ¿Qué podemos decir nosotros más que gloria a Dios? Gloria a Dios que Dios escoja a Salomón. Cuando termina entonces el versículo 10, Adonía se sienta a comer con sus seguidores, aparentemente poseyendo el imperio de su padre. Y la pregunta otra vez surge, ¿qué será del reino? ¿Puede un hombre tomarlo por la fuerza o por astucia, un reino que Dios ha determinado que sea de otra persona? ¿Puede el hombre elevarse a una posición que Dios le quiere dar a otro? Y la respuesta a todo esto es absolutamente no. Miremos Salmos 75, 7. Sino que Dios es el juez. ¿A uno qué, amados? Humilla. ¿Y a otro qué? en salsa lo que dice Daniel en esta razón y dijo sea el nombre de Dios bendito por los siglos de los siglos porque la sabiduría y el poder son de Él Él es el que cambia los tiempos y las edades quita a Reyes y que? pone a Reyes entonces que aprendemos de todo esto? como hijos de Dios debemos creer esta verdad cual es la verdad? a veces escuchen es tan importante Sé que estamos un poquito largo, pero a veces Dios levanta un líder para el bien de una nación. ¿Amén? Pero a veces Dios levanta un líder para el juicio de una nación. ¿Escucharon lo que acabo de decir tan importante? A veces para bendecir una nación Dios da un líder, pero a veces ¿qué? Para atraer el juicio Dios da un líder. Entonces, tenemos un líder en la Casa Blanca hoy. Es posible que ustedes no votaron por él. es posible que usted lo mire como un hombre incapaz mentalmente vamos a decir y físicamente de hacer el trabajo es posible que usted diga este hombre es el peor mira todas sus políticas son contra la palabra de Dios es posible que usted mire a este hombre y diga que hombre más terrible yo estoy le puedo decir y es posible que yo le diga estoy de acuerdo con ustedes completamente lo que ha dicho pero quien levanta un rey quien lo quita amados quien levanta un rey quien lo quita Y es posible que el Señor nos dio a este rey o a este tipo o a esta persona para juicio porque lo merecemos. Gloria a Dios. Pero ¿cuál es el deber cristiano? Orar por esa persona, buscar su bien, pedirle a Dios que lo salve porque obviamente lo necesita. Amén. Pero nunca es el deber de odiar. Amén. Nunca es el deber de odiar. porque Dios se levanta y Dios quita, Dios pone a alguien para bien o para juicio, Dios es el que hace el trabajo, amén. Así que sabemos en la historia, hay hombres que han tomado un reino, lo han tomado por violencia y sangre, ¿qué le podemos decir a eso? Bueno, el pecado es suyo, pero el Señor lo levantó para ese específico momento en tiempo, amén. Nadie asume un reino o poder que el Señor no se lo dé, sea para bien o sea para qué, el mal, pero Dios es el que hace el trabajo. Adonías es aparentemente el rey, parece imparable, pero no lo es. Dios ha determinado el próximo rey. ¿Quién es el próximo rey, amados? Salomón. ¿Quién es el próximo rey? Salomón. Ninguna astucia, ningún plan, ninguna traición de Adonías, ningún poder humano puede cambiar el propósito de Dios. Así que ¿Quién es el rey ahora? Parece ¿Quién es quién? Adonías. ¿Quién ha ganado? Parece ¿Quién ganó? Adonías. ¡Pobre Salomón! Es un hombre muerto. ¿Verdad que sí? Así parecen las cosas. Pero la próxima vez que revisemos esta porción de la Escritura vamos a ver cómo Dios cambia las mesas. ¿Verdad? Y el rey que Él apuntó para el pueblo del Señor, ese hombre será el rey. Gloria a Dios por su palabra. Oremos padre, oremos. Padre te damos gracias por tu palabra y la bendición que se encuentra en ella. Pedimos, Padre, que lo que hemos aprendido tú aplique a nuestros corazones. Y ojalá que esto haya sido de gran bendición a tu pueblo. Lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén y Amén.
Introducción a 1 Reyes
Series El Reino Eterno
Nuestro sermón presenta 1 y 2 Reyes, la estructura, los temas, la teología y las cuestiones críticas. Luego, dirigimos nuestra atención a la amenaza que los hombres impíos representan para el pueblo de Dios.
Sermon ID | 51224214249180 |
Duration | 1:12:16 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 Kings 1:1-10 |
Language | Spanish |
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