00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
Vayamos al Salmo número 92, versículo número 4. Salmo 92, verso 4. Y dice el salmista, Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras, en las obras de tus manos, me La alegría del cristiano será el título para el servicio o el sermón de enseñanza en esta mañana, queridos amigos y hermanos. Debo empezar diciendo que los hombres impíos, es decir, aquellos que no son creyentes genuinos, aquellos que no se han arrepentido aún de sus pecados y han confiado en Cristo para salvación, estos hombres creen que Porque nosotros somos discípulos de Cristo o como despectivamente algunos dicen somos evangélicos religiosos. Ellos creen que somos personas aburridas, cuadriculadas, mojigatas, pesimistas, en fin. Ellos creen que nosotros vivimos vidas grises, sombrías e infelices según la concepción de felicidad que ellos tienen en mente. De hecho, Lo digo con vergüenza, es la misma radiografía que este servidor hacía acerca de aquellos evangélicos de los cuales también, lo digo con vergüenza, me burlaba si pensaba de esta misma manera. Esta es una actitud que evidencia no solamente el odio hacia la iglesia del Señor, sino el odio hacia Dios y hacia todo lo que representa el Señor. Mucho se habla de la verdadera felicidad hoy en día. No es así. Las definiciones de felicidad y alegría que podemos ver a través de las ciencias humanas, como la psicología, la sociología, la filosofía, entre otras, centran todo su esfuerzo racional al decir que tiene que ver directamente con uno mismo como centro de todo. Eso dicen las ciencias humanas al definir, repito, la verdadera felicidad para ellos. Necesariamente, para ellos debe haber un sentido de autosuficiencia, de ser feliz a través de logros y posesiones, siendo esto algo más material que espiritual. Para ellos debe haber alegría sin refugiarse, según ellos, en lo que ellos llaman despectivamente una felicidad ilusoria, es decir, una religión o la religión o idealismos. Como dijo un filósofo ateo, e inclusive se es feliz para algunos cuando solamente se siente un placer intelectual y físico buscando el fin último el satisfacernos a nosotros mismos no siendo más que hedonismo esta idea o pensamiento que propone este filósofo ateo mis hermanos y amigos todas estas ideas las encontramos plasmadas como eslogan publicitario es de ver los medios de comunicación como difunden estas nociones a diario. Allí está la idea humanista de encontrar felicidad sacando evidentemente de medio al Dios que nos alegra con verdadero gozo y felicidad genuina. La alegría, creo yo, se ha convertido también en una necesidad. algo que toca satisfacer diariamente, algo que toca buscar como de lugar, así como nos toca buscar para comer, para vestir, etc. Y todo esto es así según el mundo en que vivimos, porque si no se hace, entonces el ser humano sucumbiría en frustraciones, caería en ser un desdichado más y moriría, según el mundo, en tristeza o de tristeza. Así que esto termina también siendo una idea bastante humanista que busca solamente colocar al hombre en el centro de todo, ignorando al Dios que le creó. El punto con todo esto, queridos amigos y hermanos, es poder establecer una clara diferencia entre lo que el mundo nos dice al respecto de la alegría y lo que la Biblia nos enseña acerca del ser alegres. ¿Y por qué establecer esta diferencia queridos amigos y hermanos? Porque miren lo que dice el versículo 6 del Salmo 92 Nos dice el salmista que el hombre necio no sabe y el insensato no entiende esto. ¿Qué no sabe? Bueno, básicamente no sabe nada acerca de que solamente el cristiano, el creyente, es la única persona en el mundo que ha encontrado la verdadera felicidad en Dios e ignora, el insensato, que la única y verdadera fuente de gozo proviene del mismo ser de Dios. Así que, mis queridos amigos y hermanos, A través del versículo 4 del capítulo 92 de este Salmo, vamos a ver que es muy importante tener presente, primeramente el gran trabajo de la creación por parte de Dios como punto de partida y también la obra de gracia que por su amor hizo en nosotros. Estos dos Fundamento, podríamos decirlo de esa manera, nos harán afirmar o reafirmar no solamente el concepto bíblico de la verdadera alegría, sino que con ello estaremos más sólidos en nuestra comprensión del gozo y de la felicidad, hermanos, que usted y yo ya tenemos, simple y llanamente, por estar en Cristo. La creación de Dios en sí misma, mis queridos amigos y hermanos, es espléndida. Es maravillosa. Nos gozamos en admirar los paisajes cuando salimos de vacaciones o cuando salimos a dar un paseo. Vemos que esos paisajes a muchos nos deslumbran. ¿Por qué? Porque vemos diversidad en sus colores, en sus aromas, en sus figuras. Y esto es una realidad. Sabemos que la creación está sujeta a pecado, como dice Romanos, y ciertísimamente arruinada, sufriendo también dolores como de parto. Pero a pesar de todo esto, a pesar de eso, podemos resaltar, repito, su belleza, su hermosura y deleitar nuestros sentidos de manera prudente, como el Señor también lo permite que hagamos. Ahora bien, Debería haber muchos más motivos queridos amigos y hermanos, motivos de alegría al saber que Dios mismo también ha obrado en nuestras vidas algo maravilloso y es el nuevo nacimiento en la regeneración por el poder del Espíritu Santo. ha recreado nueva vida en nosotros por medio de su Espíritu Santo. Y eso debería también ser motivo de alegría en demasía, así como también lo hacemos cuando, repito, salimos a dar un paseo y nos delitamos con la hermosura de la creación. De manera que si estamos encantados con este mundo que está sujeto a pecado, entonces tenemos mejores y muchas más razones para estar maravillados de la obra de Cristo en nuestras almas. ¿Qué debemos pues pensar acerca de la maravillosa obra que nos ha dado verdadera alegría?, les pregunto mis queridos hermanos. Muchas cosas en realidad, si es que en verdad somos conscientes de ser creyentes, de ser cristianos. Permítanme pues poner delante de ustedes tres encabezados que nos van a ayudar a crecer en nuestra comprensión de esta realidad, insisto, de esta realidad en la vida de un regenerado. ¿Para qué, queridos hermanos? Para que entonces, si es que somos creyentes, Si es que en verdad hemos confiado en Cristo para salvación, nosotros vengamos a peregrinar agradecidos y con mayor certeza de salvación. Así que el Salmo número 92, versículo 4, el salmista nos dice, Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras en las obras de tus manos, me gozo. y de esta última parte podemos desprender la primera encabezado en esta mañana. El gran trabajo de la creación de Dios es base de nuestra alegría con tus obras en las obras de tus manos me gozo dice el salmista. Así que tenemos allí pues el gran trabajo de la creación de Dios como base de nuestra alegría tus obras obras de tus manos y debemos comenzar Hablando entonces de la gran obra de la creación del Señor. Mis amigos, Dios es el creador de todo lo que vemos y de lo que no vemos. Esta es una verdad revelada en su palabra para que todo hombre quede sin excusas. Mucho se podría predicar al respecto de esa gran revelación general, como se denomina teológicamente, hablando acerca de la creación. Mucho se podría hablar respecto a cómo la creación incluso es un predicador itinerante de Dios que predica itinerantemente la existencia de un creador. Mucho podríamos hablar de eso, pero solamente dejo eso delante de ustedes para que entendamos que Dios es creador de todo. todo lo visible e invisible es obra de sus manos queridos amigos y hermanos hay que saber que él hizo todo en seis días de 24 horas no en eras días ni en épocas de milenios ni en nada por el estilo en días de 24 horas literales además no solamente creo todo sino que también por su palabra entendemos que lo gobierna todo según su santa providencia Así que, con respecto a la obra de creación de Dios, también debemos tener en mente que Él lo gobierna todo a través de su santa y perfecta e infalible providencia. Él es el Señor de la historia y la dirige según su sabio e infinito consejo. Todo lo que ha planeado se está llevando a cabo bajo su dirección e inequívoco propósito. Asimismo, el Señor no solamente ha creado, gobierna su creación, sino que también sustenta toda su creación. Mis amigos y hermanos, nosotros planeamos, hacemos cálculos. Ciertísimamente es así, porque Él nos ha creado a su imagen y semejanza, nos ha dado ciertamente esta facultad. Lo diferente es que nosotros fallamos en toda planeación y en toda ejecución. Algo nos sale mal, o en el peor o en el mejor de los casos, nos sucede tal como lo hicimos o lo planeamos y nos frustramos, pero en Dios no es así, porque Dios todo lo tiene predeterminado, determinado bajo su santo y bendito consejo. Él es el creador de todo, Él es el gobernador, director, ejecutor y sustentador de la creación. Así que este, mis queridos amigos y hermanos, es un trabajo grandioso que nos da incluso ejemplo de que como criaturas también debemos imitarle en el sentido de buscar ser más dirigentes, en trabajar con más sabiduría, en ser mayormente organizados, planeadores, ejecutores, siendo sabios y prudentes, porque repito, al ER llevar a cabo esa función de creador, de sustentador, de gobernador, de director, nos da ciertísimamente ese ejemplo. Pero además queridos amigos y hermanos este salmo nos dice en su título inspirado que es un salmo cántico para el día de reposo y lo hace porque el salmista inspirado por el Espíritu Santo quiere proporcionar a su pueblo una guía divina para la adoración en su santo día en el día del Señor cuando se reunía o se reúne el pueblo del Señor a adorarle. Así que Dios, al reposar del trabajo de la creación en el séptimo día, como podemos leer en Génesis, nos concede el privilegio de venir a su casa junto con los demás santos, ¿para qué? Para que con libertad alabemos al Señor de la creación, le adoremos por quien es Él. Para que le demos honor y gloria por sus maravillas, por su gobierno providencial. Pero aún más, Queridos hermanos, para que entendiendo que estamos nosotros en el día de reposo cristiano, brindamos alabanzas, flores y adoración por la poderosa obra de redención que ha hecho en favor de nosotros pecadores redimidos. Y es aquí donde vamos a establecer algunos puntos que nos permiten comprender con fundamento bíblico y doctrinar la realidad de la alegría cristiana que ya tenemos los que estamos en Cristo. Es allí. En esa última parte que acabé de decir, para qué nos reunimos para adorar en el día del Señor, según nos proporciona la guía este salmo. Es aquí donde vamos a establecer algunos puntos. Así que en ese gran trabajo de Dios también, Él, Dios, el creador de todo lo que vemos, de lo que no vemos, que dirige su creación, Él, también nos ha redimido. El pecado nos tenía esclavizados, estábamos condenados y estábamos totalmente expuestos para recibir la justa retribución de su justicia. El pecado como amo de maldad nos tenía apresado Era nuestro patrono por mucho tiempo, nos tuvo a su merced y necesitábamos evidentemente de un infinito redentor. Como dice Efesios 1.7, en quien podíamos tener, tenemos redención mediante su sangre, el perdón de los pecados según las riquezas de su gracia. Así que tuvo que Cristo morir para que nosotros podamos, pudiésemos ser libertados de ese amo. redimidos, comprados por un alto precio a través de la sangre del Cordero. Así que Cristo, que es la segunda persona de la tribidad, llevó a cabo la obra de redención en favor de nosotros, obra que consistía en pagar el rescate por nuestras pobres almas atribuladas, libertándonos a través del pago con su preciosa sangre. Cristo, pues, el Señor, se dio a sí mismo en rescate por muchos. Y esto, mis queridos hermanos, al ser recordados de esto, debe llevarnos a ser cristianos alegres, cristianos conscientes del estado actual delante de Dios en un estado ya no de condenación, sino de redención, de estar libres de todo el yugo de la clavitud del pecado. Así que, mis hermanos, esto debe ser visto como un recorderis para que nosotros entendamos que ahora Dios, por ser redimidos, nos ve justos en Cristo y debe ser motivo de alegría en nuestras vidas. Pero además, en ese gran trabajo de Dios también, Él ha obrado regeneración, redención y ha obrado regeneración. La regeneración diferente a la redención obrada por el Elijo, la regeneración es obrada por el Espíritu Santo. La obra de Dios Espíritu regenera el alma del pecador. Creo que todos entendemos que estamos muertos en delitos y pecados. Sabemos que vivíamos en una condición de ruina espiritual realmente desalentadora. Nuestros corazones estaban llenos de corrupción y sus engaños, el engaño del pecado, nos conducía a los peores caminos que nos alejaban cada vez más de nuestro Creador. Era nuestra triste y ruin condición antes de venir a la fe. Pero la Biblia nos habla que Dios nos dio vida por su gran amor, siendo rica en misericordia, nos salvó por gracia en Cristo Jesús, nos llenó de un santo deseo, hizo todas las cosas nuevas y nos otorgó no sólo el querer hacer, sino también el poder hacer todas las cosas que nos ha mandado por su buena voluntad. Y nuevamente, hermano creyente. Debes alegrarte porque todo esto es motivo ciertísimamente de gozo y juicio. Antes estábamos en muerte espiritual, no entendíamos y mucho menos queríamos hacer las cosas que demanda el Padre, pero ahora con una nueva vida, una nueva naturaleza dada por el Espíritu Santo, vivimos vidas alegres y santas para la gloria de Dios. aunque caigamos en ciertos pecados por nuestra irresponsabilidad, tenemos allí la promesa de perdón en Cristo como abogado delante del Padre y tenemos también el entendimiento que tenemos las arras del Espíritu Santo dadas al momento de la regeneración. Así que esto también debe proporcionarnos motivos de alegría o más bien ayudarnos a recordar y a entender y a tener la certeza de que esta es nuestra realidad. De que si somos creyentes hemos sido redimidos y también regenerados. Vistos como justos, pero ahora vistos como aquellos que tienen una nueva naturaleza, con nuevos deseos, nuevos propósitos de querer adorar al Señor. Porque ya no estamos bajo el yugo del pecado que no nos permitía con alegría adorar al Señor. Además es obra de Dios recibirnos como hijos en su santa familia. es obra de Dios, únicamente de Dios la adopción. Efesios 2, del 11 al 3 y del 19 al 22, nos enseñan esto de manera clara e inequívoca, y leo para ustedes, leo Efesios 2, 11. Por tanto, hermanos, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados en circuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Versículo 19. Así que ya no sois extranjeros ni adbenedizos, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia. de Dios. Así que en esa obra de recibimiento, de recibimiento en la familia de Dios, Dios Padre nos adopta como hijos y nos concede la comunión consigo mismo y con toda su casa para regocijo, alegría de nuestras almas que estaban antes atribuladas por el pecado. Oh hermanos, miremos esta hermosa condescendencia por parte de Dios para nosotros que merecíamos el infierno, merecíamos la condenación y su justa retribución de su justicia. Qué maravillosa verdad es esta, que siendo merecedores del infierno mismo, ahora vengamos a ser hijos del altísimo sin necesidad de realizar ninguna obra meritoria delante de él. Y te pregunto, porque de vez en cuando te sientes desdichado ¿Por qué más bien no recuerdas todas las bendiciones que tienes a tu favor por estar en Cristo Jesús? Ya te he dicho que simplemente con mirar la creación debe ser motivo de alegría, pero ahora te estoy recordando, querido hermano, que debes entender que por ser redimido, regenerado y hecho participante activo, adoptado en la familia de Dios, debes tener aún mayor gozo y alegría por saber esto. Esto no lo entiende ni lo puede comprender aquel del cual me habla el versículo 6 del Salmo. El necio, el insensato no entiende esto, pero el cristiano sí lo entiende. Lo entiende porque está en la fe en Cristo. Y al ser recordado de estas maravillosas bendiciones, entonces deberíamos gozarnos más. Deberíamos venir al templo a adorar con mayor gozo y mayor alegría, mayor disposición. Despojándome de todo pensamiento que quiera arruinar el gozo que vengo a tener con los demás hermanos redimidos en el día del Señor. El salmista dice Me has alegrado, oh Jehová. Y lo dice además, porque en ese gran trabajo de Dios, Dios ha obrado consolación. En palabras del profeta Isaías, en su capítulo 4-1, nos habla de esta verdad, porque nos habla de que Dios ha estado consolando, consolando al pueblo de él, dice vuestro Dios. Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. Y esto también hace parte de su obra. de su obra de redención, de salvación en favor de nosotros, insistos que merecíamos la condenación eterna. Ninguno de nosotros merecíamos estar sentado aquí, pero Dios, que es rico en misericordia, en un día nos miró con ojos de misericordia, permitió que se nos predicase el Evangelio, nos dotó de fe y arrepentimiento para vida. las ejercimos y hoy somos participantes de esa iglesia redimida que goza de todas estas realidades. Pero les decía, en ese gran trabajo también obra consolación como dice Isaías capítulo 41. Así que el consuelo que Dios obra en nuestras almas se da en primera instancia cuando sabemos que estamos en paz con él por medio de Cristo. Usted y yo, antes de venir a la fe en nuestras conciencias, había un tumulto de batallas, de guerras en contra a lo espiritual. Era así porque el pecado no quería que adorásemos a Dios. Así que cuando sabemos ahora que estamos en paz con Él, porque nuestras conciencias nos dan testimonio de ello a través de Cristo, entonces estamos trayendo a nuestras conciencias tranquilidad, una tranquilidad que puede venir únicamente por entender la promesa del perdón de nuestros pecados que es únicamente en Cristo Jesús. usted y yo entonces se puede dormir con una conciencia tranquila si es que está en Cristo porque si el Señor durante la noche lo llama a su presencia va a estar en su presencia porque si usted antes de dormir por decirlo de alguna manera creyó en Cristo se arrepintió de sus pecados y entiende que es un hijo de Dios entonces usted estará en la presencia de Dios si durante repito la madrugada le llega a llamar se acostará tranquilamente su conciencia estará en paz. Y todo esto viene porque Dios obra consolación en el creyente, en el creyente genuino. En segunda instancia, esa obra que realiza nuestro Dios de toda consolación se evidencia cuando abrazamos la promesa de saber que nos dará consuelo en todas las tribulaciones y aflicciones que tengamos en este mundo. Así como leíamos en Juan, Juan 16, el Señor consoló a sus discípulos les advirtió de todo lo que le vendría, pero les consolaba, les prometió un consolador, consolador del cual también nosotros podemos experimentar y ser participantes de él. Así que Dios obra consolación y permite que nosotros abracemos esta promesa de saber que nos dará consuelo en todas nuestras tribulaciones y aflicciones que tengamos en este mundo caído. ¿Para qué? Para que luego nosotros, que ya hemos sido consolados, podamos consolar a los que se encuentren en tribulación, a nuestros hermanos, a nuestros hermanos que pasan tribulación, pruebas, aflicciones. Dios ha trabajado consolación en nosotros concediendo perdón de pecados, paz y alivio en medio de las adversidades para que nosotros también seamos consoladores para con los hermanos que estén pasando alguna aflicción. Si somos alegres por este trabajo de Dios en nosotros, entonces, queridos amigos y hermanos, deberíamos procurar también consolar a otros para que cobren ánimos y recuerden que son cristianos alegres en medio de la aflicción. Porque nuestra esperanza está firme en el Señor. Así que no es una cuestión netamente individual el entender que Dios ha obrado consolación, sino que también debe trasladarse a lo congregacional para que entonces vengamos a ser una iglesia alegre, redimida, regenerada, adoptada, consolada y alegre. Pero tenemos más para seguir entendiendo por qué somos cristianos alegres. Recuerden que estamos poniendo el fundamento bíblico y doctrinal para el entendimiento de la alegría cristiana. Una diametralmente opuesta a lo que el mundo ofrece como felicidad y alegría. Así que esto debe ser motivo de alegría para nosotros, el ser recordados de las bases de nuestra alegría. Y hemos visto varias, pero hay otras. Dios en su gran trabajo también nos ha protegido. Miren, hermanos, nos ha redimido, es decir, nos compró, nos regeneró, nos adoptó, nos ha consolado y ahora. Nos está enseñando que nos ha protegido. Él no solamente nos ha protegido, sino que también seguirá obrando protección y nos mantendrá seguro en sus poderosas manos hasta el fin. Es decir, estamos hablando aquí de la perseverancia y preservación de los santos, de la seguridad, de la salvación. Bendita perseverancia de los santos, aquellos a quienes Dios escogió y llamó eficazmente, los preservará. Él ha decretado que no pueden caer ni total, ni definitivamente del estado de gracia, sino que ciertamente preservará, los preservará hasta el fin en Él. y seremos salvos por toda una eternidad. Eso no lo puede ofrecer el mundo y si lo ofrece a través de sus idealismos y filosofías y van a religiones y sectas es una gran mentira porque no se sustentan en el fundamento de la verdad revelada que es en Cristo sino en cualquier otro fundamento que es obviamente movible y ruin y pasajero y movedizo. Más sin embargo, Dios lo promete en él, juró por él mismo, dice el autor de los hebreos. Para beneficio de nuestras pobres almas atribuladas y que muchas veces al caer en pecado, viven tribulaciones y pierden el gozo de su salvación. Pero Dios nos recuerda en esta mañana que somos protegidos por él, porque él logró eso en nosotros, en favor de nosotros, al venir a la fe en Cristo, sin mérito alguno. Judas 1 24 dice y aquel que es poderoso para guardaros sin caída y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría sean dada la gloria y majestad dice Judas así que cristiano alegrate porque es Dios quien lo dice en su palabra y no yo no el predicador Yo puedo aquí levantar mi voz y quedar casi que sin voz como está pasando ahorita para intentar recordarte estas verdades, no obstante Dios quien lo dice y por eso lo debes creer. Por último queridos amigos y hermanos en este primer encabezado debemos decir una cosa más al respecto de lo que estamos meditando. Es obrar de Dios, no solamente Obrar redención, regeneración, adopción, consolación, protección, es decir, preservarnos, sino también es obrar de Dios, glorificarnos. Él nos elevará al cielo en cuerpo y alma y allí nos glorificará para siempre. Juan 17, 24 es un hermoso texto, no solamente para meditar en él, sino que también deberíamos memorizar. Y dice el Señor en esa oración sumo sacerdotal. Padre, aquello que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo. Y para estar allí debemos ser glorificados, para que vean mi gloria que me has dado, porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. Así que es otra promesa, otra obra de Dios en favor de nosotros, pecadores que merecíamos el infierno. y que comprendiendo ahora nuestra realidad en Cristo debemos vivir vidas alegres, no desdichadas. Sí, vendrán las tribulaciones, las pruebas, lo hemos dicho un sinfín de veces desde el púlpito, pero que a través de las pruebas podamos pasarlas con gozo, con alegría, con denuedo, con carácter, portándonos varonilmente, en fin, con todo lo que hemos aprendido. Pero sobre todo, siempre procurando mantenernos con gozo y alegría cristiana. Así que estaremos con él. Y ese también se debe configurar, el estaremos con él, se debe configurar en nuestra magna esperanza, la cual debería también alegrarnos. Si usted continuamente medita que en el cielo estará con Cristo, creo que eso debe ser suficiente para que viva una vida alegre. ¿Por qué? Porque ¿qué cristiano no quiere estar con Cristo eternamente? Dígamelo usted. Si usted solamente piensa en ser glorificado, qué sé yo, para ser librado del aguijón de la carne por su enfermedad en esta tierra, entonces creo que su motivación estar en el cielo es incorrecta. Así que, y esto de que estaremos con él, debe ser la base de nuestra gran esperanza, la cual nos alegra infinitamente porque a pesar de que hay muchas cosas hermosas con respecto a la glorificación, lo principal debería ser es que sabemos desde ya que nuestro mejor premio es poder estar cara a cara y por toda una eternidad con nuestro Señor y Salvador. Te pregunto, creyente, ¿no te alegra esto? ¿No te alegra el ser recordado de estas magnas verdades que Dios ha revelado para que nosotros mantengamos firme nuestra fe y con ello nuestra alegría en nuestra fe? hermanos yo no sé si ustedes hasta aquí han comprendido la magnitud del fundamento que hemos colocado en favor de nuestra alegría yo se los pido mediten esto diariamente no se olvide de todo lo que hemos estado recordando acerca del orden de la salvación los miércoles evidentemente para los que hemos venido y para los que han escuchado esta serie a través del youtube Esta es una meditación al respecto de eso. Y lo hago simple y llanamente para que no se quede en notas teológicas que tomamos en el cuaderno, sino para que meditando en esto, entonces, entendamos que nuestro gozo, nuestra alegría, nuestra felicidad, nuestro servicio, nuestro denuedo, nuestra fe se fundamenta en ese plan redentivo en favor nuestro que merecíamos, repito, el infierno. Implícitamente está todo esto aquí en el Salmo, en el verso 4. Por cuanto me has alegrado, es decir, por cuanto me has alegrado, oh Jehová, porque sé que me has redimido, porque sé que me has regenerado, porque sé que me has adoptado, porque sé que me has protegido. Y lo podemos ver a lo largo de toda la vida del salmista y en todos los salmos inspirados. No es invento mío. Está en las Escrituras. Así que no sé si han entendido la magnitud del fundamento que hemos colocado para nuestra alegría. Sin embargo, es mi deber animarles a meditar en estas verdades para que se apropien de estas verdades y tengan absoluta certeza de que nuestras vidas en Cristo gozan. Ya gozamos de eso. Es decir, que nuestras vidas realmente ya experimentan la verdadera felicidad. una que no da ni dio ni dará este mundo caído. Pasemos al segundo encabezado que podemos extraer de este pasaje y veamos ahora una afirmación interesante. Me has alegrado. Esa es la. Afirmación interesante que podemos sacar o extraer de este versículo 4. Me has alegrado. Una afirmación, repito, interesante por parte del salmista. Esta alegría es el deleite y la satisfacción del alma que surge de la unión con Dios en Cristo como el mayor y más alto bien. Junto a esto también hay un verdadero regocijo en la esperanza de la gloria de Dios. Esta hermosa declaración hecha por el salmista nos informa de un cambio asombroso que él ha sufrido. Él declara esto porque evidentemente experimentó un cambio en su vida. Él entiende que en su vida pasada el pecado le producía tristezas y una terrible expectación de juicio, como cada uno de los verdaderos cristianos experimentamos. Pero ahora afirma que está contento porque ese dolor se ha convertido en alegría genuina. Su espíritu se regocija en Dios como su salvador y puede declararnos de manera inequívoca que los hombres de este mundo son necios e insensatos porque ignoran todo el fundamento que ya dijimos en el punto anterior en donde descansa su felicidad y alegría. Además, es interesante esta afirmación porque posee un valor muy alto en sí misma esto demuestra que el salmista está siendo gobernado por principios evidentemente que él entendía previo al que fuera gobernado principios que regulaban la oración en el antiguo testamento noten el versículo 3 que nos dice que él adoraba con decacordio y en el salterio en tono suave con el arpa. Y esto básicamente es una alusión a ese principio restrictivo del uso de instrumentos que se llevaban a cabo en el Antiguo Testamento en la adoración al Señor en el templo. Muchos pasajes nos hablan de ese uso restrictivo de los instrumentos en el templo, como Primera de Crónicas 15, 16, 28, Primera de Crónicas 16, 5 al 6, Perdón, primera de Cónexi 16, primera de Crónica 25 del 1 al 6. Son pasajes, repito, que iluminan, nos iluminan al respecto del uso de los únicos instrumentos señalados en el tiempo de David por inspiración divina para ser utilizados en la adoración directa, en el tabernáculo y en el templo. Incluso más adelante se pueden leer varios pasajes que para el templo sólo eran utilizados los instrumentos de salterio, arpa y címbalo. tal y como vemos en la reafirmación del uso de estos solamente en el templo por orden de reyes equía tiempo después segundo de crónicas 29-25 voy a leerlo para ustedes pero también levitas en la casa de joa con símbolos salterios y arpas conforme al mandamiento de david y siglos después esta misma regla de restringir uso de los instrumentos fue seguida por esdras pueden leer esdras 310 y neemías pueden ver nehemiah 12 27 así pues queridos hermanos el salmista simple y llanamente al decirnos en el versículo 3 con decacordio y salterio en tono suave con arpa nos demuestra que su gozo y júbilo siempre estuvo gobernado por la ley de dios por la ley y los principios regulativos para la adoración que el señor le había dado ahora bien Y hay que aclarar, hoy no estamos bajo la ley ceremonial. Toda se cumplió en Cristo. Él la consumó. Y no tenemos que ir a estos rudimentos para adorar. No obstante, sí tenemos que en esto hay principio general que regula hoy por hoy nuestra adoración en nuestros cultos públicos de adoración a Él. ¿Y por qué todo esto? Porque el contexto de este Salmo es en el contexto de la adoración, y estamos hablando de la alegría cristiana. Sí, desde una perspectiva individual para recaer ahora en lo congregacional. Así que, hoy por hoy, nuestra adoración es regulada por ese principio rector que vemos en Juan 4, que debe ser en espíritu y en verdad, uno que incluso guarda relación directa con todo el principio regulativo de adoración a Dios que sostenemos como iglesia. Sí, David estaba alegre, pero cuando se reunía con el pueblo a adorar a Dios, lo hacía bajo los parámetros de Dios, regulando su emoción a la luz de lo que él entendió de la regulación para con Dios, de la regulación en la adoración para con Dios. Su gozo estaba regido por los principios bíblicos de prudencia, de sabiduría y sobre todo de la sabiduría de Dios. Así que, por todo lo dicho anteriormente, quiero complementar este punto o este encabezado respecto a la declaración o afirmación interesante con cuatro pensamientos más acerca de esta expresión o declaración interesante. Y es interesante porque nuestra alegría proviene de lo divino. Es una alegría divina. Y es divina porque Dios es el autor de ella en nuestros corazones. Nada en este mundo puede producir este gozo en nosotros. Cualquier cosa que intente producir felicidad en este planeta es pasajera. Hermanos, no sé si ustedes han podido estudiar la biografía de algunos autores de himnos. No recuerdo el nombre, pero por ejemplo, el himno de Estoy Bien, el que escribió Estoy Bien, Y si leen la biografía de este hombre, del señor, podrán entender que él escribió este himno después de una gran tragedia en su vida, lo perdió absolutamente todo, todo. Incluso, si mal no recuerdo, él era un empresario y lo perdió todo. Buscando el rostro del señor, ateniéndose a los principios que el señor ha dejado en su palabra, incluso para guiarse a componer este himno, el hombre siempre se mantuvo confiado en el Señor, y con esto, con gozo, en el Señor, alegre, en medio de la prueba y de la aflicción, y como resultado, tal vez, el himno tan conocido que cantamos muchas veces, Estoy Bien. Junto con todo esto, hermanos, es precisamente entender que nuestra alegría es una alegría que proviene únicamente de Dios, que por más situación adversa que tengamos, en algún momento recordaremos que somos creyentes, recordaremos todas estas bendiciones y fundamentos y recobraremos el ánimo y otra vez resurgiremos como el búfalo, como dice aquí, portentosamente y alegremente buscando servir y adorar al Señor con alegría. Nada en este mundo, repito, puede producir este gozo en nosotros, es pasajero. ¿No es así? ¡Claro que es así! Así que, es claro que debemos entender también que la alegría es divina. Es divina porque es inamovible y Él lo ha prometido así. Una descripción de este pensamiento es retratada incluso por David en otro salmo, salmo 42 a 3, cuando dijo y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lago, del lodo cenagoso, pues puso mis pies sobre Peña y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos y temerán y confiarán en Jehová. ¿Todo por qué? Porque entendió que era una alegría que proviene del mismísimo ser de Dios y esto sucede cuando nosotros somos o estamos en Cristo. Segundo, esta afirmación del salmista nos permite entrever algo importante y es que esta felicidad surge de experimentar el poder vivificador, salvador, santificador y consolador de Dios. Dios alegró nuestras almas, abriendo nuestros ojos, nos hizo ver nuestro pecado y nos llevó a aclamar por salvación, eso hizo Dios. Así que nos alegramos junto al Salmista porque fuimos justificados, regenerados, adoptados y tenemos la esperanza de ser glorificados. Por todo esto que podemos decirle al Padre, Tú diste alegría a mi corazón. mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto. Salmo 4, 7. Pero además, es una alegría congregacional. Es una alegría congregacional porque Dios nos ha alegrado con su iglesia. Cuando compartimos nuestra alegría con la iglesia, el gozo es mucho más manifiesto. Crece él de nuevo por querer seguir alabando, obedeciendo y sirviendo al Señor de la Iglesia. Queremos estar siempre unidos en todo propósito con el pueblo del Señor. Y cuando nos desalentamos, esta alegría experimental nos consuela y nos anima para continuar luchando juntos en la misión que tenemos de ser luz en la oscuridad de este mundo infeliz. Lo que les decía anteriormente, debemos hacer, o más bien, recordar estas verdades, hermanos, para que como iglesia vivamos alegremente sirviendo al Señor, obedeciendo al Señor, alabando al Señor, despojándonos de todo aquello que no quiere o que quiere que seamos desdichados para el Señor. Bien, hermanos, para ir ya concluyendo esta meditación acerca de la alegría del cristiano, consideremos nuestro último encabezado. una correcta disposición. Hemos visto acerca de ese gran trabajo de Dios en la creación y en la redención como fundamento o base de nuestra alegría. Hemos visto, a través de la afirmación interesante, varias cuestiones que nos ayudan a seguir entendiendo la realidad que ya tenemos por estar en Cristo, la realidad de estar alegres. Y ahora veamos una correcta disposición, la cual se desprende también de este pasaje. Así que después de haber entendido, como les decíamos, todo el fundamento, toda la afirmación interesante, deberíamos tener ahora una clara resolución. Usted y yo, luego de entender las doctrinas bíblicas nos alegramos, pero ¿qué pasa después o qué debería pasar después? Bueno, le respondo, lo que debería pasar luego de haber entendido algo que no entendía por las Escrituras, es buscar tener una resolución para ponerla por obra, como también aprendimos o aprendían hace ocho días. Deberíamos estar manifestando una disposición gozosa, ¿para qué? Para estar totalmente agradecidos con el Señor, no solamente por la creación, por su providencia, sino también por la hermosa obra de salvación en nosotros. El agradecimiento es algo que solemos olvidar y mucho más cuando se nos llama a servir y obedecer por aquello tan grande que nuestro Dios, nuestro Señor hizo por nosotros. Podemos decir entonces que en las obras de sus manos nos gozamos, como dice el salmista, en las obras de tus manos me gozo. Una clara resolución. Quiera el Señor alentarnos para que verdaderamente mostremos agradecimiento con acciones. con cánticos, con nuestras bocas, nuestros labios, sí, testificando, sí, pero también con acciones para con el Señor. Debemos estar manifestando una disposición gozosa para tener entusiasmo diario para conocer más de Dios y de su Palabra. Además, debemos tener con todo esto una mayor disposición para adorar en su día santo, la cual debe ser correcta, siempre con una santa motivación para querer servir, obedecer y alabar juntamente con todos los demás hermanos de nuestra iglesia local. Una resolución que nos lleve, además, a tener una santa expectativa por aquella segunda venida del Señor, por ese triunfo final y completo que se dará a través de esa obra de Dios, es decir, que siempre estemos respetantes a esa gloriosa venida del Señor donde triunfaremos la iglesia del Señor. Por tanto, alegrémonos porque su poder continuará con el trabajo que ha comenzado, triunfando sobre el pecado, sobre Satanás, sobre los hombres, sobre la muerte y sobre el infierno, porque ha prometido que lo destruirá todo con su segunda venida. Así que en Cristo somos más que vencedores. Por último, nuestra disposición, al igual que la del salmista, debe tener determinación. ¿Determinación para qué? Bueno, para portarnos varonilmente, para ser vigilantes de nuestras propias vidas y vigilantes para con nuestra propia iglesia de guardarnos de todo ¿Una determinación para qué? Para proclamar las obras de sus manos a otros, lo que ha hecho en nosotros a través de la predicación del Evangelio, para seguir proclamando las buenas nuevas, seguir orando en favor de aquellos que se encuentran en oscuridad y que quizás nos acompañan en medio de nosotros por mucho tiempo, pero aún se encuentran alejados de todas estas bendiciones y de esta verdadera alegría. Así que hermanos debemos tener determinación para seguir ofrendando con responsabilidad incluso y con corazón alegre para la extensión de su reino a través del evangelio. Así que mis hermanos, como quizás oraba antes de este sermón, recordar cosas básicas del cristianismo para que nosotros vengamos a ser verdaderamente cristianos alegres, con un entendimiento claro y bíblico acerca de la alegría, algo que ya nos proporcionó la Biblia para que nosotros llevemos todo pensamiento cautivo a la obediencia de Cristo y no nos vengamos a dejar engañar de los conceptos mundanos acerca de la felicidad y la alegría. Que el Señor nos ayude a ser recordados continuamente de estas verdades básicas para hacerle frente a este mundo lleno de maldad que lo único que quiere es robarnos el verdadero gozo dado en Cristo.
La alegría del cristiano
Series Sermones Temáticos Expositivos
Sermon ID | 48241534404228 |
Duration | 50:45 |
Date | |
Category | Teaching |
Bible Text | Ephesians 2:19; Psalm 92:4 |
Language | Spanish |
Documents
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.