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filipenses capítulo 1 vamos a leer del versículo 27 hasta el 30 que es el final del capítulo el domingo anterior el último domingo estuvimos viendo yo creo que si mal no recuerdo del versículo 19 al 26 fue donde escribimos nuestro último mensaje y vamos a terminar este capítulo 1 de Filipenses empezando a leer en el versículo 27 y leemos hasta el final del capítulo Filipenses capítulo 1 Versículo 27 dice así, solamente que os comportéis como es digno del Evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del Evangelio. y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación y esto de Dios. Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en Él, sino que también padezcáis por Él, teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay en mí. Oremos. Señor y Padre nuestro que estás en los cielos, te alabamos y bendecimos tu santo nombre. Te damos gracias, Señor, por la vida que nos das. Gracias porque nos concedes una vez más reunirnos en este lugar para adorarte. Señor, hemos venido para escuchar tu palabra, Señor, para entender y conocer tu voluntad perfecta para nuestras vidas. para que nos enseñes, Señor, a través del testimonio y la vida de tus siervos, de Pablo en especial, que aún estando preso, él se preocupaba porque el Evangelio fuera predicado aún sin importarle perder su vida. Señor, que nosotros estemos conscientes que el servirte y el adorarte va a traer persecución, pero que en medio de todo eso, Señor, tu nombre sea glorificado. Concédenos tu gracia en esta mañana, Señor, que tu palabra, que tu espíritu, obren con poder y gran gloria, que abras nuestro entendimiento y nuestro corazón, y nos ilumines y nos guíes para honra y gloria de tu santo nombre. Te lo pido en el nombre santo de Jesucristo tu Hijo. Amén. El título de nuestro mensaje es viviendo como ciudadanos del Reino de Dios, viviendo como ciudadanos del Reino de Dios. Ya vimos en los versículos anteriores, del versículo, me parece que del 12 al 18, cómo Pablo estaba preocupado, aún estando preso, su preocupación principal era que el Evangelio se extendiera, que el Evangelio fuera predicado, sin importarle a él la condición en que se encontraba. Después vimos que ya hablando él de su persona propia, él no le importaba si vivía o si moría, él lo que quería era que Cristo fuera glorificado en su vida, en su persona ya fuera por vida, o por muerte, ¿verdad? Por eso dice el versículo 21, porque para mí vivir es Cristo y el morir es ganancia. Pablo ahora está exhortando a los cristianos de Filipos y a los cristianos en todo el mundo y en todos los tiempos a vivir como ciudadanos del reino de Dios. Por eso dice el versículo 27, solamente que os comportéis o que viváis como es digno del Evangelio de Cristo, dice, para que os sea, que vaya a veros o que esté ausente, oiga de vosotros que estéis firmes, que estéis en un mismo espíritu, que estéis combatiendo unánimes por la fe del Evangelio. El apóstol Pablo exhorta a los cristianos de Filipos y a los cristianos en todo el mundo a que su manera de vivir sea digna del Evangelio de Cristo y no solamente lo escribe aquí en Filipenses, pero ven en Filipenses en el capítulo 3, versículo 20, Filipenses 3.20, dice aquí Pablo, más nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo. Esa es la exhortación de Pablo, que vivan una vida digna del Evangelio de Cristo, como ciudadanos del reino de Dios. Pablo, aunque era un ciudadano romano, en aquel tiempo ser un ciudadano romano era lo máximo. En aquel tiempo Roma dominaba sobre todos los pueblos, sobre todas las naciones. Muchas personas compraban la ciudadanía romana. Muchas personas querían hacerse ciudadanos romanos. Pablo era romano por su padre. Su madre era griega, pero su padre era romano. Entonces, el ser romano, ciudadano romano, era considerado como lo más grande para ellos. Pablo les dice, no importa si son ciudadanos romanos, lo que tienen que hacer es vivir una vida digna del Evangelio de Cristo. Como ciudadanos, no de Roma, sino del Reino de Dios. Esa es la exhortación y les vuelve a recordar en el capítulo 3, versículo 20, porque nuestra ciudadanía está en los cielos. El cristiano es un peregrino aquí en la tierra, Un día vamos a estar en la Nueva Jerusalén, en la Ciudad Celeste, eternamente y para siempre. Esa es la verdadera ciudadanía del cristiano. También en Efesios 2, Pablo se exhorta a ser, les llama, conciudadanos de los santos. Vean aquí, atrásito de Filipenses, está Efesios, unas dos o tres hojas para atrás, en el capítulo 2. Versículos del 11 al 19, Pablo les llama a los cristianos de Éfeso que son conciudadanos de los santos, ¿verdad?, porque son ciudadanos del reino de Dios. Dice Efesios 2.11 Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros los gentiles, en cuanto a la carne, erais llamados is-incircuncisión, por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo, estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel, y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora, en Cristo Jesús, Vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo, porque Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz. y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos y a los que estabais cerca, porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros, ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Aquí Pablo llama a los cristianos conciudadanos de los santos. Ahora son participantes juntamente con los judíos. Ya no hay griego, ya no hay judío, ya no hay gentil. En Cristo somos uno. ya no hay aquella barrera que separaba a unos de otros, en Cristo somos uno. Pablo entonces exhorta a los cristianos de Filipos a vivir una vida digna del Evangelio de Cristo, y luego vamos a Filipenses 1.27 Dice solamente que os comportéis como es digno del Evangelio de Cristo, para que, o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros. ¿Qué es lo que quería oír Pablo de ellos? Oiga de vosotros, dice, que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del Evangelio. Pablo exhorta entonces a los cristianos de Filipos y a los cristianos en todo el mundo a vivir una vida digna del Evangelio de Cristo como ciudadanos del reino de Dios. Pero enseguida, ahí mismo les dice él, ¿Cómo lograr la meta? ¿Cómo vivir como ciudadanos del Reino de Dios? Dice, y oiga de vosotros que estáis firmes unánimes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del Evangelio, unidos en un mismo espíritu. Estas son las tres enseñanzas que vamos a ver cómo Pablo les exhorta a vivir una vida digna del Evangelio de Cristo, como ciudadanos del reino de Dios, pero también les dice cómo lograr esa meta, cómo lograr vivir glorificando a Dios en sus vidas y en sus corazones. Dice, y oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, ábranle por favor ahí la puerta, en un mismo espíritu dice, combatiendo unánimes por la fe del Evangelio. Esta es la exhortación de Pablo, estas son las tres enseñanzas que vamos a ver la firmeza, la unidad y la valentía dice, eso es lo que estaba diciéndoles al final del versículo 27 y oiga de vosotros que estáis firmes, esa es la primera enseñanza que estéis firmes. Y la segunda, en un mismo espíritu, o sea, la unidad, y luego combatiendo unánimes por la fe del Evangelio. Aquí en la última parte habla de combatir, de ser valientes. ¿Por qué pensamos que habla de ser valientes para combatir por la fe del Evangelio? Porque dice el reciclo 28, y en nada intimidados, por los que se oponen. Una persona valiente y llena de valor no se intimida ante el enemigo, se llena de poder y fortaleza para enfrentar al enemigo y vencer. Pablo exhorta entonces a los cristianos de Filipos y a los cristianos en todo el mundo a vivir una vida digna del Evangelio de Cristo y les enseña cómo, les dice cómo, estando firmes, estando unidos y siendo valientes. Vamos a ver la primera enseñanza acerca de estar firmes, de la firmeza. Deben estar firmes en el Señor, dice. arraigados y cimentados en Él, dice Efesios 3.17, ven conmigo otra vez, aquí atrásito de Filipenses, Efesios 3.17, fíjense cómo lo presenta Pablo aquí en Filipenses 3.17, arraigados y cimentados en Cristo, Dice el versículo 17 del capítulo 3. Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y conocer el amor de Cristo. Arraigados y cimentados, esa es la manera de estar firmes en el Señor, que nada los mueva, alguien que está arraigado, pero esta firmeza, este estar arraigados, no es como una estatua, verdad, sino es como un árbol, que aunque venga la tempestad, no se mueve, permanece ante la tormenta. No sé si, no recuerdo dónde leí, acerca de los árboles, de las palmeras en especial, no recuerdo ahorita donde lo leí, si en un libro de selecciones o de National Geographic, pero se dice que una palmera su raíz tiene la misma profundidad que la misma altura que tenga. O sea, una palmera, lo mismo que creció para arriba, es lo mismo que tiene su raíz para abajo. Y si algún día les toca ir a una playa o a un lugar tropical donde hay palmeras, van a ver cómo hay muchas palmeras que están casi ladeadas, así porque de donde les pega el viento. Y una palmera, fíjense bien, puede casi doblarse hasta el suelo por una tormenta que haya tan fuerte, pero no se quiebra, se vuelve enderezada. Quizás no totalmente, verticalmente, pero no se quiebra, porque está bien arraigada, bien cimentada. A eso se refiere Pablo cuando dice estar firmes. arraigados y cimentados en Cristo, confiando en Él, amándole con todo el corazón, esperando en Él en todo tiempo, especialmente en medio de la persecución y delante de los adversarios. Como dice el versículo 28 y 29 de Filipenses 1, dice, en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación y esto de Dios. Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no solo que creáis en Él, sino también que padezcáis por Él. ¡Estad firmes! firmes que nada los mueva, los problemas, el sufrimiento y las necesidades que vengan de al que está, el que está edificado sobre Cristo, vendrán las tormentas y las tempestades, pero permanecerá para siempre, es lo que dice la escritura de la casa que es edificada sobre el cimiento que es Cristo, pero el que edifica sobre la arena, viene la tormenta y derriba aquella casa, porque no tiene profundidad, porque no tiene cimiento. Vamos a ver algunos pasajes que hablan acerca de estar firmes. Vamos a Romanos capítulo 14, aquí para atrás de Filipenses, unas que serán 10 o 20 hojas para atrás, van a encontrar el libro de Romanos en el capítulo catorce y versículo cuatro vamos a leer acerca algunos pasajes que hablan acerca de estar firmes Romanos capítulo catorce versículo cuatro dice tú quien eres que juzgas al criado ajeno para su propio señor está en pie o cae pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme, el Señor es el que nos sostiene y nos mantiene firmes. Adelantito de Romanos en Gálatas capítulo 5, Gálatas capítulo 5, versículo 1, capítulo 5 de Gálatas, versículo 1 dice, Estad pues firmes, en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. Pablo escribe a los gálatas muy duro, en el primer capítulo de Gálatas, Pablo les escribe y les amonesta, porque los gálatas empezaron bien adorando a Dios, creyendo que eran salvos por gracia, pero después abandonaron a Cristo, fueron perturbados por los falsos maestros y abandonaron el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Tan pronto os apartaste, dijo Pablo, empezaste por el Espíritu y vas a terminar por la carne. Por eso Pablo les dice, estén firmes en Cristo. Debemos, más adelante voy a mencionarlo otra vez, pero es algo que debemos tener cuidado cuando hablamos de estar firmes en el Señor, que pensamos que nunca abandonaremos a Cristo, que nunca le negaremos. Acuérdense que Pedro negó a Cristo. Aún cuando Cristo le dijo, Pedro, antes de que cante el gallo me negarás. y el dijo Señor primero muerto antes que negarte pero cuando vio el peligro Pedro negó a su Señor y después lloró amargamente primera de Corintios aquí adelantito atrásito de Galatas primera de Corintios capítulo 16 primera de Corintios capítulo 16 versículos 13 y 14 Capítulo 16, versículo 13 dice, velad, estad firmes en la fe, portados varonilmente y esforzados, todas vuestras cosas sean hechas con amor. Primera de Tesalonicenses, capítulo 3. Ahora vamos para el otro lado de Filipenses. Primera de Tesalonicenses, capítulo 3 y versículo 8. Capítulo 3 y versículo 8. Porque ahora vivimos si vosotros estáis firmes en el Señor. Estos pasajes nos hablan entonces de estar firmes en el Señor. Pablo exhorta a los cristianos a vivir unas vidas dignas del Evangelio de Cristo y luego les dice cómo vivir esas vidas, estando firmes en el Señor. Este estar firmes no es como una estatua, sino como un árbol firmemente arraigado en medio de la tormenta. Pero aún mejor, este estar firmes es como un soldado en medio del campo de batalla que no huye, sino que enfrenta al enemigo y le vence. en muchas partes de la Escritura, la Biblia compara al cristiano como un soldado, vean Efesios capítulo 6, aquí atrasito de Filipenses, Efesios capítulo 6, nos presenta la armadura de Dios Y esto nos ilustra al cristiano vestido como un soldado. Acuérdense que en aquel tiempo de Pablo los soldados no usaban uniformes como los que usan hoy. Hoy los soldados traen uniformes camuflajeados, verde con gris. Pero en aquel tiempo, la vestimenta de un soldado era un casco, un escudo, un pectoral, una lanza, esa era la vestimenta de un soldado en el tiempo de Pablo. Aquí lo describe en Efesios capítulo 6, empezando en el versículo 10, dice, Por lo demás, hermanos míos, fortalezaos en el Señor y en el poder de su fuerza, Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las hachanzas del diablo, porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, ¡estad firmes! Fíjense, ¡estad firmes! Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad y vestidos con la coraza de justicia, calzados los pies con el apreto del Evangelio de la Paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno, y tomad el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios, velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos. Y por mí, a fin de que, al abrir mi boca, me sea dada palabra para dar a conocer con de nuevo el ministerio del Evangelio. Ese es el estar firmes, ¿verdad? Ahorita mencionábamos como un árbol, pero más que como un árbol, como un soldado, firmes. No sé si han visto en la televisión, en el castillo en Inglaterra, los soldados que están en la entrada del palacio. Todo el día, las horas que puede estar allí, el soldado está firme, sin moverse. No pueden reírse. No pueden rascarse. Si un soldado de esos lo ven que se rasca, o que afloja un pie así para descansar, o que se está remolineando poquito porque está cansado, lo corren. Esos soldados, y fíjense, hay gente que lo ha hecho, ¿eh? Usted puede ir ahí, y los soldados están así firmes, sin parparear, y usted puede llegar y hacerle gestos y tratar de hacerlo reír o hacerlo enojar, y ese soldado ni se ríe, ni se enoja y ni parpadea, hable en cuenta que usted está viendo a alguien que está ahí inerte. esa es la disciplina que ellos deben de tener, estar firmes y nada los hace que se conmuevan y mucha gente ha ido y tratan de ir y hacerlos reír, les hacen payasadas y gestos y cosas y los soldados continúan firmes, sin moverse, sin parpadear, esa es la orden que tienen pero trata usted de entrar y se va a encontrar, entonces si se moverá con la espada para impedirle la entrada al palacio. Este es lo que, el ejemplo que podemos tomar de la escritura en Efesios 6, del 10 al 20 que leímos ahorita, que esa es la idea de lo que Pablo nos habla cuando dice estar firmes. Cuando yo vaya, ya sea que vaya a veros o que esté ausente de ustedes, oiga, dice, dice Filipenses 1.27, oiga de ustedes que están firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del Evangelio, por la fe de nuestro Señor Jesucristo. La corona, el premio del valor al estar firmes, es la victoria. Dice la Escritura en Apocalipsis 2.10, sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida. En Apocalipsis encontramos muchas veces la frase que dice, al que venciere, al que venciere, al que venciere. Y Pablo dice en Filipenses, en Cristo somos más que vencedores. Esta es una de las cosas que ayudan al cristiano a cumplir con esa manera de vivir como un ciudadano del reino de Dios. ¿Pero qué sigue diciendo Filipenses 1.27? Dice Pablo, y oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu. ¿A qué se refiere cuando dice en un mismo espíritu? Habla de la unidad unánimes. estar firmes en un mismo espíritu, esa es nuestra segunda enseñanza, la unidad, el cristiano no fue creado para estar solo, Acuérdense que los cristianos somos comparados como un cuerpo, y la mano no le puede decir al ojo que no lo necesita. Les menciono esto porque hay algunos cristianos que dicen, yo mejor no voy a ninguna iglesia, dicen, yo soy cristiano pero yo vivo mi vida nomás entre Dios y yo, pero yo no voy a ninguna iglesia. Hermanos, no existe en las escrituras ese tipo de cristianismo, porque si vemos en el contexto de todas las escrituras, Dios compara a los cristianos como un rebaño, por ejemplo, y un rebaño, si ustedes ven un rebaño de ovejas, siempre andan juntas, siempre están juntas. Ahora, si lo comparamos como un ejército, pues imagínense un soldado solo que vaya a la guerra. Aquellos cristianos que dicen, no, yo solo, yo no necesito ir a ninguna iglesia, nomás entre Dios y yo. ¿Pero cómo va a enfrentar al enemigo? ¿Cómo va a ir a la guerra? Imagínense un pueblo, un país que está en guerra con otro y manda un solo soldado. Ándale pues, tú solo ve. ¿Está bien? Un ejército está conformado por muchos soldados. Ese es el cristianismo. Un cuerpo está formado por muchos miembros y todos unidos entre sí. Y la mano no le puede decir al ojo que no lo necesita. Esa es la unidad a la cual Pablo nos llama. Y de esa manera podemos vivir una vida digna del Evangelio de Cristo. esforzándose juntamente con una misma alma por la fe del Evangelio. Esta es una exhortación a la unidad, como se declara en Efesios 4, del 1 al 6, y en Juan 17, 21 al 23. Vamos a ver primero Efesios capítulo 4, versículos del 1 al 6, la clase de unidad a la cual se refiere Pablo. Efesios capítulo 4 dice, en el versículo 1, Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros, en amor. Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz, un cuerpo y un Espíritu, como fuisteis también llamados, en una misma esperanza de vuestra vocación, un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos y por todos y en todos. solicitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la Paz. A esta unidad se refiere Pablo cuando les dice a los filipenses, ya sea que esté presente o ausente de ustedes, oiga que están firmes, unidos en un mismo Espíritu. La unidad es muy importante. para vivir una vida digna del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo. Juan capítulo 17, Evangelio de San Juan, capítulo 17, estas son palabras de Nuestro Señor Jesucristo hablando de la unidad Versículo 21, Juan 17, 21. Fíjense, pongan mucha atención a estas son palabras de nuestro Señor Jesucristo, dice el versículo 21. Para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Versículo 22, Juan 17, 22. La gloria que me diste yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. y yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos, como también me has amado a mí". Esta es la clase de unidad a la que se refiere el apóstol Pablo. Esto era lo que él quería oír de los cristianos de Filipos, ya sea que fuera a verlos o que estuviera ausente, dice, que yo oiga que están firmes, que están unánimes en un mismo Espíritu. Si esta unidad a la que se refiere Pablo, no es una unidad externa ni mecánica, sino es una unidad interna, orgánica, viva, no es impuesta por alguna autoridad exterior, sino por el poder de Cristo que mora en los creyentes y opera desde adentro. Esta unidad tiene como propósito bendecir, bendecirnos los unos a los otros y ser una bendición también para el mundo perdido. Eso es lo que significaba cuando Cristo dijo en Juan 17, 21 al 23. Que estén unidos para que el mundo creas. para que el mundo vea que tú me has, que tú les amas a ellos como me has amado también a mí. En un mismo espíritu dice, que significan unidos en alma y corazón, con un propósito y un ardor común, como leímos ahorita en en Efesios 4, un espíritu, un bautismo, un señor, una fe, es común a todos los cristianos. Hay una frase que mucha gente dice, todos somos hermanos, todos creemos en el mismo Dios. Si usted oye a alguien que dice eso, pídale que le explique un poco más lo que quiere decir, porque si es un mismo Dios, Si es el Dios de las Escrituras, entonces las personas deben tener un mismo espíritu, una misma fe, un mismo bautismo, un mismo Señor. Deben obedecer y amar a ese Dios en el cual dicen que creen. La Biblia dice que también los demonios creen en Dios, pero ellos no son salvos, ellos creen en Dios pero le temen y huyen a su presencia. El cristiano se somete voluntariamente al señorío de Cristo para hacer y cumplir su voluntad, siendo guiado, siendo dirigido, siendo instruido, siendo iluminado por la Palabra y por el Espíritu de Dios. Por eso la Escritura nos exhorta a andar en el camino que lleva a la vida eterna, a entrar por la puerta angóstara. La Biblia hace una diferencia muy grande entre unos y otros, ¿verdad? Aquellos que van por el camino ancho en el cual todo se permite, blasfemias, mentiras, borracheras, adulterios y todo lo que se pueda, en ese camino ancho ahí van, pero ¿cuál es el final de ese camino? Es la muerte, es la destrucción. El camino angosto que lleva a la vida eterna es un camino de sufrimiento, de persecución, de burla. porque el mundo aborrece a los cristianos, pero el fin de ese camino es vida eterna. El cristiano puede padecer y sufrir en este mundo, pero tiene una esperanza y una confianza que un día estará libre de todo esto en el mundo para vivir eternamente y para siempre con el Señor. Un mismo espíritu unidos en alma y corazón con el propósito de adorar y servir al Señor. Vean I Tesalonicenses 5.23, aquí adelantito de Filipenses, I Tesalonicenses 5.23, y el mismo Dios de paz, Fíjense, el mismo Dios de paz os santifique por completo, y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. La unidad de la cual habla Pablo, es una unidad de espíritu y de alma, como unos sólogas, como un hombre, como un ejército, como un solo cuerpo, sirviendo al Señor. Esta unidad no se puede lograr por nuestras propias fuerzas, sino solamente por el poder de Dios. el asunto de la unidad y la armonía, ocupa un lugar muy importante en la mente de Pablo. Él habla acerca de la unidad y la armonía. Pero no solamente Pablo, sino también el salmista, en el Salmo 133 dice, mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía. Ahorita vamos a leer el pasaje, pero vean primero Filipenses 2, 2 y 3. Pablo piensa mucho acerca de la unidad. Filipenses 2, versículos 2 y 3 dice, completad mi gozo sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa, nada hagáis por contienda o por vanagloria, antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo. capítulo 4, filipenses capítulo 4, versículo 1, así que hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados, unánimes en un mismo espíritu, sirviendo al Señor. Romanos capítulo 12, versículo 5, vamos a leer algunos pasajes que hablan acerca de esta unidad, Romanos capítulo 12, versículo 5, dice así la palabra del Señor. Así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. Era lo que les comentaba ahorita. En todo el capítulo 12 de Romanos habla acerca del cuerpo que está formado por muchos miembros, pero todos están unidos con un propósito, con una finalidad. Primera de Corintios, capítulo 1, versículo 10, aquí enseguida de Romanos, está Primera de Corintios, capítulo 1, y versículo 10. Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. Ya leímos ahorita en Efesios capítulo 2, del 11 al 22, y vamos a ver lo que dice el salmista acerca de la armonía, de esa unidad y armonía en el Salmo 133. Ya lo mencioné en una parte, pero quiero que lo lean ustedes con sus propios ojos. Es muy importante cuando hay armonía y unidad, dice el salmista, ahí envía Jehová bendición y vida eterna. Salmo 133 empieza diciendo, mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía o en unidad. Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras. vestiduras como el rocío de Hermón que desciende sobre los montes de Sion, porque ahí envía Jehová bendición y vida eterna. Cuando hay unidad, cuando hay armonía, cuando hay armonía, cuando hay paz, Cuando hay gozo, cuando hay contentamiento, es porque ahí está la bendición de Dios. Ahí envía Jehová bendición y vida eterna. Lo contrario de la unidad, es la disensión, la dispersión, y se debilita. Un equipo, una persona, una familia, un pueblo que está dividido, se debilita, es presa fácil del enemigo. Una iglesia, un cristiano, un cuerpo, una familia que está dividida, debilitada, es presa fácil del enemigo. En lugar de haber bendición y vida eterna, hay toda clase de discordia, iras, contiendas, enojos, porque ahí se manifiestan los deseos de la carne. Esta unidad es también la de un esfuerzo unido, la de una lucha codo a codo contra el enemigo, como lo leímos en Efesios 6, ¿verdad? No tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra huestes espirituales de maldad. Pero esta lucha no es solamente contra un enemigo común, sino también es una lucha por la verdad del Evangelio. El interés de Pablo no es únicamente el rechazar los ataques del enemigo, sino también divulgar, anunciar, proclamar y predicar la verdad, que solamente se encuentra en Cristo, porque en Él encontramos salvación, perdón y vida eterna. No es solamente resistir, estar No sé, quiero darles una idea de esto, que no es solamente Pablo lo que está hablando de soportar y resistir los ataques del enemigo, sino también atacar y hacer frente predicando el evangelio y la verdad. Por ejemplo, en un equipo de fútbol, la estrategia de un entrenador es a veces que se vengan todos para atrás y defender, ¿verdad? Estar a la defensiva. pero a veces manda a todos al ataque y cuando está equilibrado el juego unos atacan y otros defienden normalmente así empiezan conforme se va desarrollando el partido si el otro equipo es muy fuerte al ataque entonces el entrenador manda más jugadores que se replieguen a la defensa para contrarrestar el ataque si el otro equipo es más débil entonces el entrenador manda a atacarlo, a atacar, a atacar, a atacar, para meterles más goles. Esas son las estrategias que se siguen. Pablo es lo que está pensando. No debemos solamente defender, pero debemos atacar también. Ese es el equilibrio que existe en un equipo para poder ganar la victoria. Porque un equipo que solamente se defiende nunca va a meter goles, nunca va a ganar. O un equipo que solamente ataca va a ser muy débil en la defensa y va a ser presa fácil y le van a meter muchos goles y va a perder. Ahorita hablo de eso porque es la temporada de las ligas, los juegos, y estamos pendientes de lo que sucederá con México. Y lo uso para presentar la idea que Pablo tiene, ¿verdad? No solamente defender, pero atacar también predicando, anunciando la verdad, dando testimonio del poder de Dios. La última enseñanza es la valentía, dice Pablo, ya sea que vaya y les vea o esté ausente, oiga de ustedes que están firmes, que están unánimes en un mismo espíritu, y dice, y combatiendo unánimes por la verdad el Evangelio, combatiendo valentía, valor, Los creyentes no deben intimidarse o aterrorizarse, sino mostrar valor ante los enemigos, y nunca sentir miedo, como Pedro cuando negó a su Señor. Los adversarios a los que Pablo se refiere son tanto judíos como gentiles. Vean el reciclo 28, Filipenses 1.28. dice, llenado de intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros es salvación y esto de Dios, la salvación es de Dios, pero Pablo exhorta a los cristianos de Filipos y a nosotros también, hoy en día, a ser valientes, a estar firmes Estar unidos en un mismo espíritu, pero también ser valientes a no dejarnos intimidar por el enemigo, no importa quien sea. Aquí Pablo se refiere a los enemigos tanto judíos como gentiles. Acuérdense que en aquel tiempo los primeros cristianos eran judíos. habían salido del judaísmo y los maestros del judaísmo querían que, aun cuando fueran cristianos, practicaran las costumbres que antes tenían el judaísmo, como circuncidarse, guardar los días de reposo, guardar los días de luna y hacer esto y hacer lo otro, pero en Cristo todas esas ordenanzas y mandamientos fueron cumplidos por Cristo. Ahora no tenemos que hacer los sacrificios que hacían ellos. Ahora no tenemos que circuncidarnos el prepucio como lo hacían los judíos. Ahora la circuncisión es del corazón y no es hecha a mano como lo hacían ellos con un cuchillo o con una piedra afilada, sino ahora esa circuncisión es hecha, es una obra del Espíritu Santo en nuestras vidas. Dios quita ese velo, ese corazón duro y pone un corazón de carne sensible a la Palabra de Dios, quita la venda de nuestros ojos para que podamos ver las maravillas de Dios. Esa es ahora la obra que Dios hace. Pero los maestros judaizantes querían que los cristianos, aunque creyeran en Cristo, aunque se reunieran y siguieran adorando a Dios, querían que hicieran lo que hacían en el judaísmo. Entonces Pablo se refiere a los adversarios tanto judíos como gentiles, los cristianos eran perseguidos por los gentiles, pero también eran perseguidos por los romanos. Los gentiles, de los gentiles podemos decir aquellos que con sus labios profesaban creer en Cristo, pero con sus hechos lo negaban, tomando la libertad cristiana como ocasión para el libertinario. Había algunos gentiles que supuestamente se habían convertido de la inmoralidad, de la borrachera, de la idolatría, pero solamente por un tiempo, solamente tenían la apariencia pero sus vidas no reflejaban lo que ellos decían con sus labios, decían que creían en Dios, decían que eran creyentes, pero con sus hechos lo negaban, a eso se refiere Pablo, son los enemigos refiriéndose a los gentiles, los que decían una cosa pero hacían otra, vean Romanos capítulo 3 versículo 8, Romanos capítulo 3 versículo 8, dice él, y ¿por qué no decir, como se nos calumnia y como algunos cuya condenación es justa, afirman que nosotros decimos hagamos males para que nos vengan bienes? Muchos gentiles que decían ser cristianos, tenían esa idea en su mente y en su corazón, hagamos males para que nos vengan bienes. Y no es así, ¿verdad? El Señor nos dice que debemos abstenernos aún de toda apariencia de mal. No hagas cosas malas que parezcan buenas, ni buenas que parezcan malas. Que vuestro sí sea sí y vuestro no sea no. Que estén firmes, ¿verdad? Fíjense cómo Pablo junta todas estas cualidades y características, ¿verdad? La firmeza, la unidad, la valentía, ¿verdad? De permanecer en el Señor. No dejándose llevar por aquellos que decían una cosa y hacían otra, Pablo les llama enemigos de la cruz de Cristo, que con sus labios profesaban creer en Cristo, oraban, cantaban y algunos hasta predicaban. pero su corazón estaba lejos de Dios. Era lo mismo que sucedía con el pueblo de Israel. Por eso Dios les reprocha y les dice a este pueblo, de labios me adora, pero su corazón está lejos de mí. A esos adversarios se refiere Pablo, a los gentiles, pero también había romanos. Los romanos o los judíos Pablo los describe aquí en Filipenses 3-2 como mutiladores. Vean Filipenses 3-2. Bueno, vamos a leer el 1 y el 2. Filipenses 3, 1 y 2. Por lo demás, hermanos, gozáos en el Señor. A mí no me es molesto describiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro. Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo. Así los describe Pablo a los judíos, que eran enemigos de la cruz de Cristo. eran personas que propagaban el error, que para ellos no era suficiente la gracia de Cristo, la gracia de Dios, ellos querían añadir a la gracia de Dios las obras, las costumbres y las tradiciones, y Pablo les exhorta puramente, les llama perros, malos obreros, mutiladores del cuerpo, porque querían obligar a los cristianos a que se circuncidaran, y si no se circuncidaban, no los consideraban verdaderamente cristianos. Por eso Pablo tuvo que escribirles duramente a estas personas y decirles, dejen ya esas cosas, esos rudimentos que queden atrás, prosigamos adelante a la meta. que es Cristo, que nos ha llamado a libertad y no otra vez a estar en esclavitud. En Hechos capítulo 15, versículo 1, ahí vuelve Pablo a describir a estos malos obreros o mutiladores que querían seguir manteniendo las costumbres y las tradiciones del judaísmo. Dice Hechos 15 1, entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos, si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos. Imagínense ustedes entonces dónde quedaba la gracia de Dios, dónde quedaba la obra de Cristo, la muerte, el sacrificio, la sangre derramada en la cruz del Calvario, si eso no fuera suficiente, si tuviéramos que hacer algo más para lograr la salvación y el perdón de nuestros pecados. Pues estos falsos maestros enseñaban eso. Por eso Pablo les llama mutiladores del cuerpo, malos obreros, perros. Así los describía, con ese lenguaje tan fuerte, ¿verdad?, porque a los que ya habían creído y eran salvos, querían otra vez que se volvieran atrás al paganismo. Así se refería Pablo a estos hombres, eran legalistas o sensualistas. Pablo, de todas formas, la lucha es contra judíos o contra gentiles, pero Pablo los exhorta, es el mismo conflicto, es el que todos tenemos, no solamente ustedes, vean el versículo 30, filipenses 1.30 dice, teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí y ahora oís que hay en mí, Pablo tenía las mismas luchas, los mismos problemas que usted y yo tenemos, sin embargo, él permaneció fiel, firme, unido al Señor, unido a los hermanos en amor, en armonía. Pablo sabe que en todo momento hay una mano poderosa que rige los destinos de los hombres. el fracaso de los adversarios en su intento de intimidar a los creyentes, y la valentía de éstos es prueba de que Dios está llevando a cabo su plan perfecto. Dice el versículo 29, Filipenses 1, 29, Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino que también padezcáis por él. Pablo consideraba un honor el sufrir por Cristo. Por Cristo. Hay algunos que sufren por otras cosas y merecen sufrir eso. Pero cuando una persona es perseguida, difamada por creer en Cristo, Dios traerá el pago a los adversarios y a los enemigos. Sé valiente, continúa adelante, no escuches al enemigo, ni a aquellos que se burlan de ti. Quieren hacerte que vuelvas otra vez atrás, a vivir aquella vida de perdición, de vicio, de pecado y de maldad. Quieren que dejes el camino que lleva a la vida eterna y te vuelvas otra vez atrás, y entonces estarán contentos. Pero mientras tú continúes firme, fiel al Señor, honrarás y glorificarás el nombre de Dios. Ese era el propósito, el plan, el deseo de Pablo. Ya sea que vaya a vosotros y según esté ausente, óíganle, ustedes que están firmes, unidos en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del Evangelio. La razón por la que este valor es prueba de salvación está en que no es obra del hombre, sino de Dios. Vean cómo termina diciendo el versículo 28. 28. Y esto de Dios, dice la última parte del versículo 28. Y esto de Dios. ¿Cuál? Lo que dice el versículo 28. En nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación. Y esto de Dios. La salvación es de Dios. El poder, la valentía, la unidad, la firmeza, todo esto viene de Dios. Hay personas que se desaniman cuando escuchan el Evangelio y dicen, no, yo creo que yo no puedo cumplir con todas estas cosas, yo soy muy débil, no, ninguno de nosotros podemos por nuestras propias fuerzas, ninguno, ni Pablo, ni David, ni Juan, ni Sansón, ni Elías, ni Moisés, ni ninguno de los hombres que menciona la Biblia, podían haber hecho lo que hicieron si no estuviera en ellos el poder de Dios. Cuando yo era joven, antes de casarme, cuando tenía 18 o 20 años, se usaba mucho usar el cabello largo, Ahora ya se usa otra vez, pero en aquel tiempo fue una moda de usar el cabello largo. Y nosotros jóvenes pensábamos, yo había oído de Samson que no se cortó el cabello y que tenía mucha fuerza. y en ese tiempo yo no era cristiano, muchos de mis amigos no eran cristianos, pero pensábamos, mucha gente ha oído esa historia de Sansón y queríamos ser como Sansón, creíamos que al traer el cabello largo seríamos también tan fuertes como Sansón, pero dice la Biblia que la fuerza de Sansón no consistía en su cabello largo, sino en el Espíritu de Dios que moraba en él. Porque recuerden que la historia de Samson, si ustedes tienen la oportunidad de leerla en la Biblia, léanla, es muy interesante, especialmente los jóvenes. Samson se enamoró de una mujer que no era cristiana, de Dalila, y Dalila lo engañó para que se dejara cortar el cabello y perdiera su fuerza y los filisteos lo derrotaran. Sí, perdió su fuerza, pero no fue tanto porque le cortaron el cabello. Fue porque se apartó de Dios. Él no debió haberse casado con Dalila, pero él se armó y se aferró a casarse con ella, con una mujer pagana que adoraba a otros dioses y que no lo amaba. Lo único que quería era sacar provecho porque a ella le pagaron. Sí, descubría el secreto de la fuerza de Samson. pero no consistía en su cabello y la fuerza, sino en el Espíritu de Dios. Ninguno de nosotros pudiéramos cumplir con los requisitos que manda la Biblia para ser un cristiano si no fuera por el poder de Dios en nuestras vidas. Todos, hombres y mujeres, niños y jóvenes, Si usted piensa que es débil, que no puede cumplir con lo que la Biblia requiere, no se desanime, confíe en Dios. Dios le dará la fuerza. Por eso dijo Pablo, todo lo puedo en Cristo, que me fortalece. Esa es la confianza del cristiano, que el Señor nunca nos deja y nunca nos abandona. Nunca vamos a lograr salir adelante por nuestras propias fuerzas, sino por el poder de Dios. Por eso dijo Pablo ahí al final del versículo 28, y esto de Dios. Por lo que esta valentía debe considerarse como un don de Dios. Dice Filipenses 1.6, el que empezó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Dios es el que empieza en nosotros, la salvación, Dios la continúa y Dios la termina. Un día cuando usted como cristiano esté en el cielo, no será porque usted haya sido una persona fuerte y valiente en sus propias fuerzas, sino por el poder de Dios, por el poder de Dios. Pablo siempre dijo, todo lo que soy es por la gracia de Dios. Por la gracia de Dios soy lo que soy. Eso es lo único que podemos decir. Somos débiles en nosotros mismos, pero en el Señor somos fuertes. Podemos seguir adelante. Que el Señor les bendiga. Que podamos aplicar esta exhortación al recibir esta exhortación de Pablo. para estar firmes, unidos en un mismo espíritu, combatiendo, unánimes, por la fe del Señor.
Viviendo como ciudadanos del reino de Dios
Series Filipenses 1
Agua Caliente, Chih, México
Nuestra oración es que sean ayudados a crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Si es así, ¡nos daría gran gozo saberlo!
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Sermon ID | 42523020597278 |
Duration | 58:44 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Philippians 1:27-30 |
Language | Spanish |
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