versículo 4 nos dice Señor muéstrame tus caminos y enséñame tus sendas guíame en tu verdad y enséñame porque tú eres el Dios de mi salvación y en ti espero todo el día miren veíamos la semana pasada que Dios eleva nuestra alma cuando en él confiamos y podemos pedirles cosas tan grandes o pequeñas como la simple petición de no ser burlado por los otros la vergüenza y el salmista decía eso clamaba señor que no sea burlado que no sea avergonzado pero que si sean avergonzados los que se rebelan contra ti. Eso merecen vergüenza, porque siendo tú un dios de amor se muestran rebeldes, contumaces, cabezadura. Ahora, ¿cómo un hombre puede liberarse de esa vergüenza? del orgullo y de la vanidad miren como dice el salmista en el versículo 4 el necesita esto señor muéstrame tus caminos quieres tu ser librado de la violencia de los que no temen al señor o de la vergüenza de los que de la vergüenza del que peca y del que desobedece pídele a Dios que te muestre sus caminos. Los caminos de Dios son diferentes a los del hombre, completamente diferentes. Mientras uno está buscando el placer en cosas vanas, Dios trae un inmenso placer en él. Mientras uno está buscando cumplir simplemente con sus propósitos, los propósitos de Dios cuando lo cumplimos son para su gloria, nos hacen bien a nosotros y a toda nuestra generación. Es decir que los caminos de Dios son diferentes completamente a los del hombre. Mientras tú te deleitas en pasiones y en vicios, Dios se deleita en la pureza y la bondad y nos dice aquí está tu beneficio en esto en tu deleite por eso el salmista dice muéstrame tus caminos señor ya yo quiero dejar de caminar los míos yo quiero dejar de andar en mi voluntad de querer hacer lo que yo quiero muéstrame es decir muéstrame toma de la mano y dime mira el camino aquí anda Es decir, señálamelo el camino, señor. Hermano, para una persona que está perdida, realmente es una gran bendición que alguien lo tome y le diga, mira, este es el camino correcto. Y eso es lo que tú necesitas, tener el camino correcto. Porque si tomas el camino que lleva a la muerte, no vas a volver. Si tomas el camino que lleva a la casa de la muerte, tampoco vas a volver. Si tomas el camino de la mala compañía, te vas a ir mal. Si tomas el camino de los vicios, vas a morir en ellos como un esclavo. Si tomas el camino, hay tantos caminos para que el hombre se pierda. No es un camino, ¿no? No es un camino en que el hombre se pierde. Son muchísimos. Tené libro de proverbios. Iba a ver que hay malas compañías, malos consejeros, burladores, amigas que llevan a las amiguitas a la prostitución, amigos que llevan a los amiguitos a la droga, al alcohol. Hay tantos caminos en los cuales una persona se puede perder. que realmente se necesita un corazón humilde para pedirle a dios yo no sé por dónde ir guíame tú guíame tú señor muéstrame tus caminos a veces uno va a dios señor muéstrame guíame por donde yo quiero ir quítame tu otro pie No, ese no es el camino del Señor. Tu camino no es el camino del Señor. Tus caminos son diferentes a los de Él. Píderle al Señor que te muestre su camino. Y dice el salmista, enséñame tus sendas. Es decir, no solamente muéstrame por dónde debo de ir. Nosotros somos tan brutos, tan torpes, que aunque nos dé la bendición en la mano, la echamos a perder. somos tan necios en nuestro pecado que aunque usted le dé una bendición de parte del señor usted y yo la convertiríamos en una maldición por lo torpe y necio que somos hermano por eso es que el señor decía para entrar en los cielos usted necesita tener el corazón como el de un niño ser humilde humillarse delante del señor y en esa humillación tú tienes que pedir al señor muéstrame pero también enséñame Porque aunque tú estés en el camino, tú te perderías, te volverías atrás. Hay gente que viene a la iglesia. Ay, qué bendición una iglesia. Y después se vuelven al mundo. Ve acá, ¿y tú no estabas buscando una iglesia? Donde se predica la palabra de Dios. Tú no estabas buscando una iglesia donde se alimentara tu alma. Ah, no, es que ahí no dicen aleluya. Pero ven acá mijo, ¿y qué es lo que tú estás buscando? ¿Tu deleite o la palabra y la voluntad de Dios? ¿Qué es lo que tú buscas? Eso es lo que pasa con nosotros, buscamos nuestro deleite. Entonces necesitamos que Dios nos enseñe, hermanos. Que nos enseñe, que se sienta con nosotros y con la Biblia. Abre tu Biblia, yo te voy a enseñar. Te voy a explicar el Evangelio. te voy a explicar lo que tienes que aprender, te voy a explicar cómo ser un padre, cómo ser una madre, te voy a explicar cómo tú tienes que creer, no creas así, así, no, eso está mal, crea de esta manera, como Dios dice, enséñame, decía el salmista, tus sendas, pero él no se cansa con pedir, muéstrame, señálame el camino, enséñame el camino, mire cómo dice el versículo cinco, guíame guíame en tu verdad él no se contente hermano con que dios le muestre se lo señala el camino es el camino y que dios también le enseña él también quiere que dios vaya con él guíame lo que hace un guía el guía toma al otro y dice mira esto es tal cosa cuidado con ese hoyo hay mucha gente que se ha caído a mí y ese lugar es peligroso no se meta ahí él está pidiendo a dios que lo tome de la mano y lo lleve mira y lo lleve por el lugar seguro hermano porque aún teniendo la palabra de dios en la mano aún viniendo a la iglesia Si Dios no te guía, si tu Espíritu Santo no te guía, tú de aquí sales a vivir tu vida de pecado igual. No nos ha pasado, porque a mí me ha pasado, que aún haciendo el bien, aún haciéndole el bien a alguien, uno lo hace con mezquindad. Pudiendo haberle dado dos plátanos o dos panes, Decimos no, no, duele mucho y le damos uno. Por mezquinos que somos. Pudiendo haber ayudado un poco, le damos menos. Hermano, aún haciendo el bien, pecamos en nuestro corazón. De muchas maneras. Por eso, el salmista pide que Dios le muestre el camino, le enseñe su senda y lo guíe, guíame en tu verdad y enséñame. A medida que voy por el camino caminando contigo y tú me vas señalando los peligros, enséñame. Esa es la bendición de tener padres. Porque los padres vienen a ser los guías de los hijos. Y los padres dicen, mija, no te me juntes con fulanito, que lo veo muy raro, él está fumando y oliendo. Sepárate. ¿Y por qué? Porque esas malas compañías te van a destruir. Vas a terminar imitándolo. Entonces, uno por la experiencia guía a los hijos. Ponte a estudiar, te vas a quemar por la experiencia. Es decir, aquí él está pidiendo, el salmista está pidiéndole a Dios que lo guíe con su sabiduría y su experiencia. Enseñándole por la palabra, pero también enseñándole por su caminar Él está pidiéndole que Dios le muestre el buen ejemplo en su caminar. Pisa donde yo pisé. No solamente, mira aquí la verdad. Mira, si tú no tomas la verdad, no te va a aprovechar. Si tú tomas esto y no haces aquello, no te va a servir, lo vas a dañar. Es decir, no solamente es dar una instrucción, la destreza. Hay hermanas aquí que saben hacer su tortilla, ¿verdad? Y si le explican a alguien que nunca ha hecho tortilla, no le va a salir igual. Aunque se le explique, le ponga un tutorial, un YouTube y toda esa cosa, y lo lee y lo vea, ¿por qué no lo va a hacer igual? Porque le falta la experiencia. La falta de la experiencia. Algunas mujeres lo hacen con los ojos cerrados. Dame la tortilla ahí. ¿Cómo tú no sabes hacerla? Pero la experiencia guíame y enséñame. Es decir, este es un enseñar diferente. Este es un enseñar basado en el caminar de Dios. Yo quiero caminar no solamente con la verdad, sino conforme a la verdad. Usted puede tener la Biblia en su mano. Si no la lee, no la aprovecha. Pero si no, mira el ejemplo de otros que ya tienen la madurez y que usan la palabra sabiamente. Si tampoco lo ves, ese ejemplo, tampoco te va a aprovechar la Biblia. Necesitamos todo, todo. Y al final el salmista dice, porque tú eres el dios de mi salvación, en ti espero todo el día. El salmista no se iba a desesperar si Dios le decía, espera. No, yo espero en ti. Todo el día yo espero en ti. Yo confío en ti todo el tiempo. Tú eres el dios de mi salvación. ¿A ti que yo te voy a esperar? ¿A ti que yo te voy a esperar? y esto es algo interesante hermano porque una de las cosas que tienen los malos estudiantes es que no pueden esperar son impacientes y tuve el maestro que le dice mira lo de esta manera y le explica y le hace el trabajo delante de ellos y cuando ellos lo quieren hacer lo hacen mal ¿qué sucedió? que no prestó atención, cuando el maestro le estaba explicando, explicando con palabras, pero también explicándole con el ejemplo. Mira, tú vas a coger este producto, lo vas a limpiar, lo vas a poner de esta manera, en este orden. Entonces viene el muchacho, lo agarra, no lo limpias y no te lo pones. Y el maestro le dice, ven, devuélvete, sácalo todo, límpialo, que fue lo primero que te dije, y luego colócalo en este orden. Hermano, la experiencia no improvisa. Improvisar es cuando tú inventas en el camino. El maestro, el maestro en el área de albañil, en el área de limpieza, en cualquier área de la vida, va a ir y va a ser efectivo en lo que hace. Lo va a hacer una sola vez y lo va a hacer excelente. Él, que está aprendiendo, lo hace 10 veces, y si no apreta atención, lo va a hacer 10 veces más mal. Entonces, por eso el salmista dice, Señor, yo voy a esperar en ti. Yo soy un estudiante que sabe que necesita tu guía, tu enseñanza, tu instrucción. Y yo voy a esperar, yo voy a prestar atención, yo voy a oír, yo te voy a mirar para aprender. Hermanos, este es el corazón que necesitamos para poder tomar la palabra de Dios. Cada domingo, cada domingo, yo tuve el privilegio de poder ir a la iglesia desde que me convertí. A las 9 de la mañana, escuchar una buena escuela dominical, aprender después el culto a las 10.30 y aprender más. Y a las 6 de la tarde, aprender más. Eso lo tuve yo por más de 20, 25 años. Y para mí eso fue un aprendizaje que iba en aumento todo el tiempo, todo el tiempo. Pero para eso, usted necesita un corazón humilde. El que cree que sabe, no va a poder servir bien al Señor y posiblemente termine sirviéndole al diablo en el mundo. Hermanos, necesitamos un corazón humilde. Yo no estaría contento si mi esposa me diera una tortilla con mantequilla. pudiendo haberme hecho un banquete con frijoles, con carne, con tortilla, con, ¿cómo se llama? El picotillo eso de tomate y cosas, con chimol. ¿Cómo tú me haces una tortilla con mantequilla cuando yo sé que tú puedes darme mucho más? Mano, algunos de ustedes están acostumbrados a tortilla y mantequilla todos los domingos. Pero yo no estoy acostumbrado a servir tortilla con mantequilla. A mí no me alimentaron así. Mi pastor era un excelente chef. Y cocinaba de las 9 de la mañana. 10.30, 6 de la tarde estaba cocinando ese hombre. Alimentando, mire, aquí, aquí y aquí, y en el alma y en todos los sitios. Entonces, hermano, yo no puedo dar menos de ahí. El que quiera tortilla con mantequilla, que se vaya para otra iglesia. Porque mire, eso no lo va a alimentar. Se va a morir de nutrición. Se va a morir, créame. Y cuando le llegue una buena prueba de la que le llegan alguno, usted va a terminar con el diablo en el mundo. Por eso yo le animo a que le pida al Señor. muéstrame tus caminos versículo 4 enséñame tus sendas guíame en tu verdad y enséñame porque tú eres el dios de mi salvación y en ti espero todo el día es decir todo el día no solamente la mañana no solamente la mañana a la diez media todo el día en ti espero aliméntame dame mi frijol, dame mi carne Dame mi chimol, dame. Hermano, pida. Pida, señores, enséñame más. Oye, pero, hermano, vas a querer otro culto. ¿Qué es lo que pasa con tu hermano? Pero, amado hermano, es así. Miren la humildad de este hombre. Nosotros necesitamos eso y mucho más. Y yo les voy a decir una cosa. Cuando yo llegué a la iglesia, yo no entendía todo lo que el pastor decía. Pero le pedí al que da sabiduría. Y el que te falte sabiduría, pídale a Dios. Así que, amados hermanos, vamos a orar que Dios nos conceda ese corazón humilde para seguir creciendo y aprendiendo. Y estar tranquilos, esperando todo el día del Señor. esperando donde? sentado a la mesa esperando en su casa hermano, Dios no tiene delivery no, que un ángel, señor, mándame el alimento a mi casa no, venga usted a mi casa y la mesa se va a servir así que amados hermanos alimentémonos con la gracia, con la palabra y que el Señor nos dé un corazón humilde para pedir como pedía aquí el salmista