00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
Gracias, hermanos, por esta oportunidad nueva de estar aquí con ustedes. Necesitamos empezar con oración. Señor, Padre nuestro llegamos aquí esta noche en el nombre de tu hijo sabemos señor que nosotros sin la obra de él estamos por su obra en la cruz nos invitaba a venir ante ti entonces llegamos aquí en frente de ti esta noche en el nombre de Cristo Jesús y queremos Señor en esta noche que nos enseñes O Señor, abre nuestros corazones a la verdad y a la gloria de tu salvación. Ayúdanos, Señor, de entender. Ayúdame, Señor, de predicar. O Señor, te amamos, te adoramos. Y lo haremos, Señor, para la eternidad. En el nombre de Cristo Jesús. Amén. Hemos estudiado ahora la importancia de la escritura. Tener nuestra base, nuestro fundamento en la escritura. Y anoche estudiamos mucho de la gracia. Pero esta noche vamos a estudiar dos más solas. Vamos a empezar esta noche con Solafide, solamente la fe, y luego más tarde estudiaremos Solus Christus. Pero ahora, mirando a Solafide, solamente Por la fe. Quise empezar con una lectura corta de Charles Spurgeon en sus lecturas de cada día. Él dice esto. Es siempre obra del Espíritu Santo el apartar nuestros ojos de nosotros mismos para ponerlos en Jesús. Pero la obra de Satanás es diametralmente opuesta a esta, pues él está continuamente procurando que nos miremos a nosotros mismos en lugar de que miremos a Cristo. Satanás nos dice, tus pecados son demasiado grandes para ser perdonados. Tú no tienes fe, no experimentas sincero arrepentimiento, no podrás perseverar hasta el fin, tú no tienes el gozo que tienen sus hijos y eres inconstante. Todas estas consideraciones se dirigen al propio individuo y nosotros nunca hallaremos consuelo o seguridad si miramos allí. Pero el Espíritu Santo aparta enteramente de allí nuestros ojos. Él nos dice que nosotros no somos nada, pero Cristo es todo en todos. Recuerda, por lo tanto, que no es tu adhesión a Cristo lo que te salva, sino Cristo mismo. No es tu gozo en Cristo lo que te salva, sino Cristo. No es ni aún tu fe en Cristo, aunque la fe es el medio, es más bien la sangre de Cristo. Por lo tanto, no mires a la mano con la que te tomas de Cristo, sino a Cristo mismo. No mires a tu esperanza, sino a Cristo Jesús. La fuente de tu esperanza, no mires a tu fe, sino a Jesús, el autor y consumador de la fe. Nunca hallaremos felicidad por mirar a nuestras oraciones, o nuestras obras, o a nuestros sentimientos. Es lo que Jesucristo es, no lo que nosotros somos, lo que da descanso al alma. Si queremos vencer enseguida a Satanás y tener paz con Dios, tenemos que mirar a Jesucristo. Pon los ojos únicamente en Él. Que su muerte, sufrimientos, méritos, glorias y su intercesión se conserven frescos en tu mente. Cuando te despiertes a la mañana míralo a Él. No permitas que tus esperanzas o tus temores se interpongan entre ti y Cristo Jesús. Síguelo diligentemente y Él nunca te dejará. ¡Qué bueno es! Yo no soy Carlos Spurgeon. Cuando hablamos de la fe, Necesitamos entender lo que es. Porque en el día de hoy, hay muchos que dicen, pues yo tengo fe. Y yo digo, ¿fe en qué? Y más, ¿fe en quién? Esto es lo importante. Anoche miramos a la declaración de Cambridge. Fue escrito hace 19 años. Ellos dicen esto de la fe. Reafirmamos que la justificación es por gracia solamente, a través de fe solamente, por Cristo solamente. En la justificación, la santidad de Cristo es imputada a nosotros como la única posible satisfacción a la justicia perfecta de Dios. Negamos que la justificación depende de cualquier mérito encontrado en nosotros, o depende de cualquier infusión de la santidad de Cristo en nosotros, o que una institución se llame iglesia cuando ésta niega o condena, sola fide, sea reconocida que una iglesia no es legítima. Es algo muy fuerte, ¿verdad? Este artículo de sola fide es posible que es lo más importante. La justificación viene a través de la gracia solamente, por fe solamente, en Cristo solamente. Estas tres solas de gracia, fe y Cristo Son un solo concepto. No se puede separarlas. La iglesia romana siempre ha rechazado esta doctrina. Más que todo, su sistema depende en sus ideas equivocadas de la justificación. ¿Quieres saber cuál es la división entre ellos y nosotros? Es esto. Esta es la división entre la iglesia falsa de Roma y la iglesia verdadera de la Reforma. La pregunta es para nosotros, ¿cómo justifica Dios al impío? ¿Cómo lo hace? Y vamos en esta noche a estudiar, a escudriñar las escrituras para descubrir qué dice Dios. No tengo interés en las opiniones de varios, sino qué dice Dios de la justificación, cómo salva Dios a hombres. Vamos a empezar con Gálatas 3. Empezamos en Gálatas 3 esta noche y seguiremos de ahí. Pero al empezar, al principio, queremos irnos a Gálatas 3. Amo tanto al apóstol Pablo, cómo habla él. A veces, especialmente mi hija me dice, papá, hablas tan duro. Pues yo tengo mi ejemplo aquí. O gálatas insensatos. ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad? A vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado. Esto sólo quiero saber de vosotros. ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley o por el oír con fe? ¿Tan necio sois? Habiendo comenzado por el Espíritu, ¿ahora vais a acabar por la carne? ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? ¿Si es que realmente fue en vano? Aquel pues que os suministra el Espíritu y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley? ¿O por el oír con fe? Hay un gran peligro siempre en la iglesia de regresar al judaísmo. Cuando Él habla aquí de la ley, está diciendo no solamente de... Él no está hablando de obedecer los diez mandamientos. está hablando de las ceremonias y todo el sistema de los judíos de sacrificios de circuncidarse y todo eso tiene que ver con eso la ley ceremonial está hablando de eso porque él sigue explicando esto así habrán creyó a dios y le fue contado por Justicia. Sabe por tanto que los que son de fe, estos son hijos de Abraham. No tienes que tener sangre de los judíos en tu cuerpo para ser un hijo de Abraham. Los creyentes en Dios son es que dice él que los que son de fe estos son hijos de Abraham y la escritura previendo que Dios había de justificar por la fe o los gentiles dio de antemano la buena nueva eso es el evangelio Abraham diciendo en ti serán benditas todas las naciones De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham. Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición. Pues escrito está maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley para hacerlas. La ley nunca existía para salvar, solamente para condenar, para convencer a cualquier persona que es pecador. No existe para salvar, solamente condenar. Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios. Es evidente porque el justo por la fe vivirá. Y la ley no es de fe, sino que dice, el que hiciera estas cosas vivirá por ellas. Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición. porque está escrito maldito todo el que es colgado en un madero. Para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu. Es interesante La etnicidad de Pablo que fue? Era judío verdad? Mira que dice aquí en 14 Para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles a fin de que por la fe recibiésemos Él está incluyéndose en el número de los creyentes gentiles y judíos. Ya ha olvidado del judaísmo y dice que Él está con ellos, los verdaderos hijos de Abraham, gentil y judío, juntos en un solo templo. Interesante, ¿no? Vemos que Pablo cita de Abacuc y en Romanos 1.17 cita el mismo versículo. Miramos pues a Romanos 1.17. Como hablé anoche, Así empezó la reforma, con un solo hombre, un sacerdote de la iglesia romana. Leyendo su Biblia, él miró este versículo. 17. Porque en el Evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe como está escrito, mas el justo por la fe vivirá. Martín Lutero, allí estudiando, leyó este versículo y Dios abrió su corazón para entender el Evangelio por la primera vez. Cuidado con la Biblia. Puede cambiar tu vida. Hace muchos años yo conocí a un estudiante en el Instituto Bíblico y él me platicó una vez de su testimonio, cómo Dios había salvado a él. Era marinero. de los Estados Unidos, y allá en el barco, una vez estaban, visitaron a un puerto, pero él tuvo que quedarse allí en el barco. Siempre, algunos pueden andar de libertad, pero los otros tienen que quedarse allí en el barco. Y estaba, y él estaba muy metido en los estudios de demonios y Satanás y la iglesia de Satanás y cosas horrendas así, ocultas. Pero él, aburrido allí en el barco, nada que hacer, vio una Biblia en la cama de otro marinero. Y él, por curiosidad, empezó a leer la Biblia. Y allí, leyendo en Salmos, y no recuerdo cuál versículo fue, encontró el Evangelio allí en Salmos, y Dios le salvó en ese día. por leer la Biblia una sola vez. Peligrosa es esta palabra, ¿verdad? Dios puede salvar al hombre y mayormente usa su palabra. Ahora pues, pensando de la justificación. Miramos a Romanos 3. Romanos 3. Pues antes de eso quiero mostrarles otro versículo porque hay algo en Proverbios que necesitamos reconocer. En Proverbios hay un problema muy grande para teólogos. Porque tenemos en Proverbios 17, 15, este versículo. El que justifica al impío Y el que condena al justo, ambos son igualmente abominación a Jehová. ¿Cómo puede un Dios justo y santo salvar a un pecador? ¿Cómo lo puede hacer y quedarse santo? Es un gran problema. Piensa en esto. A veces miramos a las cosas alrededor de nosotros y decimos que no hay justicia en nuestro sistema de gobierno. ¿Qué diríamos de un juez que no condena a los impíos en frente de él. Y dice, pues yo soy un juez muy amistoso, muy amable. Te perdono, vete. ¿Qué dijimos? Es injusticia, ¿verdad? Pero Dios ¿Cómo puede Él salvarte? ¿Cómo puede Él perdonarte? Porque dijiste, pues, discúlpame, perdóname. ¿Cómo lo puede hacer Dios? pues ya miramos a Romanos 3. Versículo 19. Anoche miramos a 9 a 19 de la condición de hombre que no es bueno como piensa. Versículo 19 dice, pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley. ¿Cuántos están bajo la ley? Todos. Todos lo mismo. Condenados por la ley. para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios. Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él. Porque por el medio de la ley es el conocimiento del pecado. La persona que dice yo voy a seguir los 10 mandamientos Buena suerte con eso Nadie de nosotros ha obedecido los 10 mandamientos ni un día de tu vida Ningún ser humano será justificado delante de él, porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. Mi palabra favorita, pero, pero ahora aparte de la ley se ha manifestado la justicia de Dios. testificada por la ley y por los profetas la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo para todos los que creen en él porque no hay diferencia por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios Siendo justificados gratuitamente por su gracia Mediante la redención que es en Cristo Jesús ¿De quienes está hablando esto? ¿De todas las personas en el mundo? ¿Todos son justificados? No. Sabemos eso. Podemos mirar a nuestros vecinos y saber que la mayoría de la gente no son justificados. Pero algunos sí. Pero aún los escogidos de Dios están bajo la misma condenación de Dios porque somos pecadores. ¿Cómo puede Dios perdonarte? Siendo destituido de la gloria de Dios Siendo justificado gratuitamente por su gracia Mediante la redención que es en Cristo Jesús A quien Dios puso como propiciación Por medio de la fe en su sangre Ya vemos como Dios perdona a pecadores. Un sustituto en su lugar. Dios hace propiciación. No tenemos entendimiento hoy de la palabra propiciación. Pero en el tabernáculo ahí adentro en el lugar más, el lugar santísimo que fue el arca, ¿verdad? y encima del arca, ¿qué? el propiciatorio y ahí año tras año el sumo sacerdote entró con la sangre de un macho cabrillo y puso allí la sangre sobre el propiciatorio como una promesa que un día habrá el Cordero, va a venir el Cordero y su sangre que si puede limpiar del pecado. Miramos pues, vimos esto anoche pero regresamos a Hebreos 9. Tan importante es La mayoría de la iglesia de hoy no tiene concepto cómo Dios puede salvarle. Cada persona piensa pues hice una oración. Invité a Cristo a mi corazón. Ay, ay, ay. a veces dicen pues yo acepté a Cristo que bueno aceptó el a ti eso es la pregunta miramos en hebreos 9 en versículo 11 dice pero estando ya presente cristo sumo sacerdote de los bienes venideros por el más amplio y más perfecto tabernáculo no hecho de manos es decir no de esta creación y no por sangre de machos cabrillos ni de becerros sino por su propia sangre entró una vez para siempre en el lugar santísimo habiendo obtenido eterna redención. Estamos esperando para que los judíos construyan otro templo. No tengo interés en eso. Yo tengo el verdadero. No hay necesidad de eso. Tenemos Cristo y Él está construyendo su templo. Dice Pedro que somos piedras vivas en su templo. Dice en 13, porque si la sangre de los toros y de los machos cabrillos y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos santifican para la purificación de la carne, cuanto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo. Otra vez vemos aquí la Trinidad muy clara. La sangre de Cristo, la cual mediante el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios. Dios el Padre, el Espíritu Santo y Cristo Jesús en el mismo versículo. Eso es gratis. Estoy añadiéndolo solamente gratis para ustedes. No es parte de la conferencia. No te cuesta nada. así que por eso es mediador de un nuevo pacto para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto los llamados reciban la promesa de la herencia eterna todos reciban los llamados los llamados reciben ¿Cómo puede Dios perdonar tus pecados? Digo, traba lengua mía. ¿Cómo puede Dios perdonarte? Necesitas a alguien en tu lugar. Necesitas a alguien que puede pagar el precio de tus pecados. ¿Verdad? En la justicia de Dios, la santidad de Dios demanda muerte para el pecado. Muerte. Y entonces Dios en su amor para su iglesia, la novia de su hijo, él pone en el lugar de la iglesia su novio. Y él toma en sí mismo el castigo que merecíamos. Y así Dios puede ser justo y salvador al mismo tiempo Regresamos ahora a Romanos 3 En versículo 25 leímos a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre para manifestar su justicia a causa de haber pasado por alto en su paciencia los pecados pasados. con la mira de manifestar en este tiempo su justicia a fin de que él sea el justo y el que justifica al que es de la fe de Jesús. Así Dios decidió cómo hacerlo. en los decretos de Dios, en el pacto de la gracia, hecho antes del mundo, antes de la fundación del mundo, Dios decidió cómo hacerlo. En la Trinidad, el Padre eligió un pueblo y Cristo prometió de redimir la iglesia. Y el Espíritu Santo prometió, en un sentido, de regenerar tal pueblo. Entonces, allí en la Trinidad, los teólogos llaman la economía de la Trinidad y no está hablando de su cuenta en el banco. La economía de la Trinidad tiene que ver con cómo hacen las personas, cómo obran las personas de la Trinidad. Cada uno tiene su rol, su rumbo, lo que hace. Aunque las tres personas son un solo Dios, es un misterio para nosotros. Tiene cada uno su puesto, lo que hace. Y vemos aquí que Cristo Jesús puso a sí mismo como nuestro sacrificio de justicia. ¿Por qué hizo Dios esto así? 27 de Romanos 3. ¿Dónde pues está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. Concluimos pues que el hombre es justificado por fe, sin las obras de la ley. ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? No, es también Dios de los gentiles. Ciertamente también de los gentiles, porque Dios es uno. Y Él justificará por la fe a los de la circuncisión y por medio de la fe a los de la incircuncisión. Luego por la fe invalidamos la ley en ninguna manera, sino que confirmamos la ley. La ley es justa. La ley demandaba la sangre de los impíos. Y Cristo fue la satisfacción de la ley. Si miramos a Lucas 18. En Lucas 18, Tenemos el ejemplo de los dos hombres orando en el templo. Lucas 18, versículo 9. Y van a ver aquí porque prefiero la lengua española en este pasaje especialmente. Más claro que en inglés. A unos que confiaban en sí mismos como justos y menospreciaban a los otros dijo también esta parábola. Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo y el otro publicano. El fariseo puesto en pie oraba consigo mismo. Consigo mismo. De esta manera. Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como este publicano. Ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, No quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo, Dios se propicio a mi pecador. Propicio. Yo necesito un sustituto porque yo sé que no tengo justicia. Estoy totalmente sin esperanza. Yo necesito un milagro, Dios, sé tú. Mi propicio. Entendió éste su necesidad. Tú necesitas un propicio. alguien que puede ponerse en tu lugar ante Dios. Y esto es la justificación. El problema es que hoy hay varias iglesias, incluyendo a la iglesia romana, que dice que, pues, La justificación es que Dios solamente usa una infusión de justicia en tu vida, solamente suficiente para que tú hagas las buenas obras. Y Él, por gracia, acepta sus buenas obras. Nosotros, los evangélicos, hemos hecho lo mismo. En realidad, ¿han escuchado predicaciones así? Dios ha hecho 99 pasos para ti, solamente necesitas hacer uno más a Él. Es la misma enseñanza de los católicos. Solamente una partitura. Un pedacito que tú puedes hacer y Dios te va a salvar. ¿Y de qué jactaremos? Mi parte. Yo creo que el año pasado hablé de algo que pasó en mi vida, pero repito porque es buen ejemplo. Cuando yo era joven, Yo andaba trabajando de construcción y conseguí trabajo en una fortaleza muy famosa ahí en Texas que se llama Fortaleza Hood. Muy famosa, muy grande. Y allí yo andaba en la construcción, haciendo los dormitorios, edificando dormitorios para los soldados. hace como dos o tres años hubo un ataque de terror un musulmán entró allí y mató a varios soldados no sé si fue en las noticias aquí pero fue fue algo tremendo mató como 27 soldados allí y estuvimos mi esposa y yo mirando el televisor y allí en el televisor vimos esos mismos dormitorios y dije a mi esposa mira pues los dormitorios que yo construye en realidad qué parte tenía yo en eso Yo trabajaba con los mexicanos allí, con una pala. Nada más. ¿Construí esos? No. Yo hice una parte. Nada más. ¿Pero qué hice? Yo jactaba, ¿verdad? De mi parte. Construí. Esos dormitorios Y así es en la salvación Si piensas que hiciste algo Ayudaste a Dios en una parte muy pequeña Pero ayudaste Vas a jactar de eso Y dice Pablo que Dios quitó la jactancia Porque Dios lo hizo De sí mismo Entonces ya pensando así, ¿Cómo entendemos la fe? ¿Qué es la fe? Miramos pues a Hebreos. En Hebreos 11 tenemos instrucción aquí sobre qué es la fe. En Hebreos 11, 1. Y siguiente. Después la fe, la certeza de lo que se espera. La convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios. De modo que lo que se fue hecho de lo que no se veía. Por la fe, Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo. Dando Dios testimonio de sus ofrendas, y muerto, aún habla por ella. Por la fe, Enoch. fue traspuesto para no ver muerte y no fue hallado porque lo traspuso Dios y antes que fuese traspuesto tuvo testimonio de haber agradado a Dios pero sin fe es imposible agradar a Dios porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay y que es galardonador de los que le buscan. Entonces vemos aquí que la fe es una fe objetiva, no es solamente de nuestros sentimientos sino la fe es la confianza en la persona de Dios. No es solamente como leímos antes de Carlos Spurgeon No es solamente una fe en nuestra decisión o nuestra fe aún en nuestra fe, sino en Cristo Jesús mismo. Quise leerles algo que tenemos esto escrito, tenemos como folletos que podemos repartir introduciendo nuestra iglesia allí. Si tocamos la puerta o algo así, podemos dejar un folleto pues explicando quiénes somos, dónde estamos, pero al fin tenemos esto. La fe genuina que salva, ¿qué es? La fe que salva al principio no es pensamientos deseosos. ¿Me entienden? Muchas veces personas tienen sus ideas favoritas. Están pensando solamente de sueños. La fe que salva tampoco es un ejercicio de su libre albedrío. Yo voy a creer. Eso no sirve tampoco. La fe que salva Tampoco consiste en las tradiciones, costumbres o hábitos que recibimos de parte de nuestra familia o de la cultura prevalente alrededor de nosotros. La fe verdadera, genuina, la fe que salva es una dádiva milagrosa de parte de Dios. como vimos anoche en Efesios 2. Por lo cual, un pecador perdido llega a ser convencido a través de las ministraciones del Espíritu Santo por medio del Evangelio de Cristo Jesús de su condición horrenda y al mismo tiempo es convencido de la buena voluntad de Dios para aceptarlo y del sacrificio vicario y completo de Cristo en su lugar y también de las glorias de la eternidad el pecador ya despertado es obligado a clamar a Dios para su misericordia y es consolado en sus terrores por medio de la obra del Espíritu Santo en su corazón, causándolo a rechazar con odio a su pecado, acordándose con el testimonio de la ley en cuanto a la justa retribución necesaria y ahora confiando solamente en el sacrificio sustitucionario de Jesucristo para la salvación del alma del pecador. Ya convencido de su condición, convencido de quién es Cristo y lo que hizo en la cruz, ya clama a Él, sé propicio a mí, oh Dios. Habrá evidencia de esta salvación. Primeramente por medio de cambios visibles en la persona. Una persona ya renacida va a cambiar. Algunos cambian más rápido que otros, pero habrá un cambio. va a empezar otro camino. Ahora él aborrecerá a su pecado. Él amará a Dios y su palabra. Tendrá más y más sed para los dos. Él amará a los otros creyentes y deseará asociarse con ellos. Él evitará a las atracciones mundanas que antes habían sido los ídolos de su corazón. Estos son solamente algunos ejemplos de los cambios que Dios empezará en la persona con fe verdadera, fe salvífica. Pero la evidencia más grande y segura de la fe verdadera es que él perseverará en dicha fe y endurecerá hasta el fin. Así, así hace la fe que salva. Lo que pasó en mi propia vida como pastor, Yo seguía antes los ejemplos como me enseñaron. Como evangelizar a la gente. Hace muchos años tratando de atraerles a la iglesia con quien sabe que. Y luego tratando de aconsejarlos en la salvación siempre yo seguía pedía a ellos una decisión para cristo a veces yo soy culpable de esto hermanos de decirles quieres hacer una oración ahora aceptar a cristo Y lo hice varias veces. En la misericordia de Dios, yo no era muy exitoso en eso. No soy buen vendedor de salvación. Pero lo hice. y ni uno, ni uno de esas personas regresaron a la iglesia. A veces regresaron suficiente tiempo para ser bautizados y luego desaparecidos. No tenía interés en la palabra, no tenía interés en la iglesia misma, en las cosas de Dios, ¿Por qué? Pues eso no fue salvación. Yo era vendedor de una cosa, pero la cosa no servía. Y yo mismo tuve que arrepentirme ante mi propia iglesia de esas prácticas. Vine ante mi iglesia arrepintiéndome enfrente de ellos. Diciendo de hoy en adelante voy a predicar el evangelio verdadero. Y voy a clamar a la gente de venir a Cristo, pero no a mí. La mitad de mi iglesia salió. Casi inmediatamente. Se enojaron. ¿Por qué? Ellos practicaban lo mismo. Hermanos, si creemos en la salvación que es solamente por la fe, la fe verdadera, Esto va a cambiar nuestras predicaciones. Va a cambiar nuestro evangelismo. Vamos a presentar a la gente de su condición natural. Convenciéndoles de su lugar donde están. Convenciéndoles que en realidad son perdidos. ¿Qué tipo de evangelio estás usando? Necesitamos entender algo y entenderlo bien. Mira pues en Hechos 11. Tenemos algo aquí que debemos entender. Pedro regresa a Jerusalén después de predicar el evangelio a Cornelio. Algunos de los judíos allí se enojaron. En versículo diecisiete dice, si Dios Pues les concedió también el mismo don que a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo ¿Quién era yo que pudiese estorbar a Dios? Entonces, oídas estas cosas, callaron y glorificaron a Dios diciendo de manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida. ¿Quién puede causar el arrepentimiento? Dios. No puedes hacerlo por tus argumentos. No puedes hacerlo por, pues, convencerlos de su propia mente. Tiene que ser la obra de Dios. Siempre presentamos el Evangelio a la gente. Y de vez en cuando, Aquí o allá, uno acá, como dice Dios, dos de una familia y uno de un pueblo, Él salva. Él puede dar arrepentimiento. Anoche decimos que la gracia y la misericordia son dos lados de la misma hoja. La bondad de Dios. También vemos que el arrepentimiento y la fe son los dos lados de la misma hoja. Justificación. En la justificación Dios convence al hombre de su condición y le da Una dádiva muy grande de arrepentimiento y al mismo tiempo la fe de creer. Y así Dios recibe toda la gloria. Toda. Entonces, mi pregunta esta noche para ustedes es tu salvación, tu fe. ¿En qué es? ¿Tienes fe en tu decisión para Cristo? ¿O tienes fe en la persona de Cristo, la sangre que Él derramó en la cruz en tu lugar? Oramos, Señor, gracias por tu palabra que nos cambia, que nos convence. Oh, Señor, ayúdanos en esta noche de glorificarte más. Perdónanos, Señor, de nuestras actancias ante ti. Perdónanos. Sé propicio a mí, oh Dios, en el nombre de Cristo Jesús. Amén.
Sola Fide - Nuestra Esperanza
Series Cinco Solas de le Reforma
Una conferencia en Zacatecas, Mexico sobre las Cinco Solas de la Reforma.
Sermon ID | 421151356350 |
Duration | 1:04:26 |
Date | |
Category | Conference |
Language | Spanish |
Documents
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.