
00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
Carta a los Hebreos, capítulo 4, versículo 15 al 16. Leo la palabra del Señor. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas. sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia y hallemos gracia para la ayuda oportuna. Amén. El título de nuestro mensaje es Jesucristo, sumo sacerdote, nos guía al trono de su gracia o de la gracia. El pasaje Amados Hermanos nos insta a mirar a Cristo en su pasión. Nos mueve. Mirad al Salvador. Mirad sufriendo por tus pecados. Observad su sacrificio en la cruz. Y en ella, en la cruz, abre la puerta de la gracia para todos los pecadores. En ese sacrificio que se nos manda a mirar, a recibir, a contemplar, a entender, es para abrirnos las puertas de su gracia, del trono de la gracia. Veamos dos puntos de estos pasajes. El primer punto será, nuestro sumo sacerdote fue tentado en todo, pero sin pecado. Y en segundo lugar, nuestro sumo sacerdote nos abrió un camino al trono de la gracia. Veamos el primer punto. Nuestro sumo sacerdote fue tentado en todo, pero sin pecado. Versículo 15. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo, como nosotros, pero sin pecado. Este versículo 15 nos habla de la compasión de Cristo. Nos habla de que Él se pone en nuestro lugar, Él se pone en nuestro zapato. al sufrir, al venir y hacerse hombre. Dios, Cristo está revelando en su profunda, la compasión de Cristo se revela en su profunda comprensión o comprensión del pecado. Él pudo comprender la tentación porque él mismo fue tentado. A él no se lo contaron. Él fue tentado, como nosotros hemos sido tentados, Él también fue tentado. Él sí puede ser sensible a nuestra condición como pecadores, porque Él está en nuestra naturaleza sin pecado, pero es tentado. Él conoce nuestra naturaleza humana, porque Él posee la naturaleza humana, Él es 100% hombre. Se hizo hombre y se sometió a la ley de Dios. ¿Es difícil vivir bajo la palabra? ¿Es una batalla con tu propio corazón y con el mundo y contra el pecado? Jesucristo conoció esa batalla. Jesucristo entendió esa batalla. Jesucristo vivió esa batalla. Queridos hermanos, nuestro pasaje nos dice que se hizo hombre y se sometió a la palabra para llevarnos a Dios. Se hizo hombre para interceder por nosotros como un hombre Es decir que Él está delante del Padre como hombre y como Dios Como hombre porque posee la naturaleza humana Y como Dios porque posee la naturaleza divina Dos naturalezas en una persona pero él está como hombre intercediendo eternamente delante del Señor hizo un sacrificio por el pecado un sacrificio en que en su cuerpo como hombre entregó su cuerpo como una ofrenda de amor a Dios entregó su cuerpo como una ofrenda para intercambiarlo por nosotros escuche esto Usted y yo estábamos muertos en el pecado, antes de usted venir a Cristo usted está muerto en su pecado y Cristo intercambia su muerte en el pecado por la vida de Él, un intercambio, Él recibe la muerte y tú recibes su vida. Él conoció la muerte como cantábamos el inmortal En el himno 166, el inmortal estaba sufriendo en una cruz y murió. Eso no se puede entender, pero eso fue lo que sucedió. El versículo 15 en la parte B nos dice, Él se puede compadecer porque Él fue tentado en todo por nosotros. La compasión de Cristo se revela porque Él fue tentado. Él fue puesto a prueba en su mente, en su carácter, en sus sentimientos, en todo. A veces nosotros decimos, tú me estás poniendo a prueba. Como una forma, como una expresión. A veces en un trabajo te ponen a prueba, a ver si tú explotas y si explotaste te botan. Están probando tu carácter, a ver hasta cuándo aguanta. A veces en la familia, un hijo que te está probando en tu sentimiento, ay mi hijo, yo tanto lo amo, pero tengo que disciplinarte, ven. Pero tú no me amas, mami. Tú no me amas. ¿Cómo tú me vas a disciplinar si tú me amas? Precisamente porque te amo, te disciplino. Y hay una prueba y nos prueban. A ver si es verdad. Si tú me amas, haz esto. Y nos prueban. Nos hacen, nos prueban nuestros hijos. Nos prueban. Amados hermanos, tenemos que pasar la prueba. Estamos llamados a pasar la prueba. Cristo pasó la prueba. Él fue puesto a prueba en su mente, en su carácter, en sus sentimientos o en sus emociones. Por ejemplo, fue tentado en su compromiso de servir al Señor cuando Mateo 16, 22. Lea conmigo brevemente allí. Mateo 16 22 en el momento en que le está diciendo a los discípulos que va que tiene que morir y se acerca nada más y nada menos que el apóstol Pedro le dice no te pase eso imposible señor como vas a morir estaba por siendo probado En su compromiso al Señor. Mateo 16, 23, 22. Y tomándole a parte, Pedro comenzó a reprenderle, diciendo, no te lo, no lo permita Dios, Señor. Eso nunca te acontecerá. Pero mira la respuesta de Cristo. Quítate de delante de mí, Satanás. Fue probado por el apóstol Pedro. en su convicción en la seguridad de que tenía que morir por nuestros pecados mire quien a quien usó el diablo a pedro cristo pasó la prueba aparte de mí satanás yo voy hacia la cruz no me ponga tropiezo él fue probado en su compromiso pero también él fue probado con las riquezas hermano Mateo capítulo 4, versículo 9. Y le dijo, hablando de Satanás, todo esto te daré, si postrándote me adoras. Entonces Jesús le dijo, vete, Satanás, porque escrito está, al Señor tu Dios adorarás y sólo a Él servirás. Fue tentado con las riquezas. Te voy a dar esto, todo este poder si te postras y me adoras. Cristo fue tentado también en la obediencia. Vamos a ir a Mateo capítulo 27 versículo 40. Mateo 27 versículo 40. y diciendo tú que destruyes el templo y en tres días lo redificará lo redificas sálvate a ti mismo si eres el hijo de Dios y desciende de la cruz Cristo fue tentado amado hermano en su obediencia al padre bájate de la cruz no tienes por qué morir en una cruz desciende Sálvate a ti mismo. ¿Tú has salvado a otros? ¿Sanaste a Michel? ¿Sanaste a Marlon? Sánate tú mismo. No, él no podía desobedecer, tenía que morir. Cristo también fue tentado o incitado a la rebelión. Mateo capítulo 22, 18. Pero Jesús, Mateo 22, 17 y 18. Dinos pues, ¿qué te parece? ¿Es lícito pagar impuesto al César o no? Pero Jesús, conociendo su malicia, dijo, ¿por qué me tentáis o por qué me ponéis a prueba, hipócritas? Mostradme la moneda. Y Él respondió muy sabiamente, dadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Él fue provocado para incitar rebelión. Rebelión contra las autoridades romanas. Pero también Él fue tentado porque se le acusó de servir al diablo. Mateo capítulo 9, versículo 34. Pero los fariseos decían él echa fuera los demonios por el príncipe de los demonios. Amado Jerón fue acusado. Pero también él fue acusado como comilón y bebedor. Este mire, este bebe y come. Miren cómo dice el texto en Mateo 11, 19. vino el hijo del hombre que come y bebe y dice mirad un hombre glotón miren cómo llamaron a cristo glotón bebedor de vino amigo de recadedor de impuestos y de pecadores miren cómo lo acusaron pero también lo acusó pero también amados hermanos cristo fue abandonado mateo 14, versículo 50. Perdón, no es Mateo. Ahí boté el texto. Parece que es Mateo o será Marcos. Déjame ver si es Marcos. Sí, Marcos, 14, 50. Marcos, 14, 50. y abandonándole huyeron todos, hablando de todos los discípulos. Todos los dejaron al momento en que le atraparon. Cristo también fue negado, como recordamos que Pedro lo negó en Mateo 14, 71. Observen, hermanos, cómo nuestro Señor fue tentado, acusado, abandonado, negado, Todo eso poniéndolo a prueba, a prueba en sus emociones, a prueba en su carácter, a prueba en su mente. Todo eso fue para tentarlo, para probarlo. Cristo fue, como dice Hebreos 14, 15, fue puesto a prueba en todo. Y esos son solamente algunos versículos de lo que él fue acusado, perseguido y abusado. Estos versículos demuestran que en todo ello él fue tentado, pero nunca pecó. Nunca pecó. Cuando Pedro lo estaba negando, él no pecó. Jesucristo no pecó contra Pedro. Cuando los discípulos lo abandonaron, lo dejaron solo, él no pecó. Cuando él fue acusado tú por el diablo saca lo demonio Él no pecó contra los fariseos Hermanos ataque tras ataque, abandono, desprecio, burla y él no pecó Fue tentado en todo pero sin pecado Él conoce bien lo que es la tentación. Él conoce bien lo que es el dolor. Él conoce bien lo que es tener a los pecadores en contra de él. Él conoce bien que la gente primero lo alabe y después lo empuje. Él conoce bien que la gente primero le diga, oh maestro. Y luego guítenlo, crucifíquenlo. Jesucristo conoce bien todo eso. la envidia, el robo, el abuso cuántas cosas le hicieron al señor y él no pecó, él no pecó dolor tras dolor él conoce por lo tanto la compasión porque él amado hermano igual que tú y yo es un hombre que fue tentado en todo un hombre perfecto para gloria de nuestro Dios y Padre. Veamos en segundo lugar que Él es nuestro sumo sacerdote y Él nos abrió un camino al trono de la gracia. Volvamos a Hebreos capítulo 4, versículo 16. Por tanto, dice el autor, Como Cristo es sensible, es compasivo por cuanto llevó nuestra carne y llevó el pecado por nosotros. Por tanto, en conclusión, acerquémonos con confianza. Acerquémonos con confianza al trono de la gracia. Con su encarnación, al hacerse un hombre, al tener una vida sin pecado al hacer un sacrificio en la cruz del Calvario perfecto sin maldad al el continuar intercediendo por nosotros como nuestro sumo sacerdote ahora se nos hace una invitación te puedes acercar Jesucristo murió por tus pecados Jesucristo es tu Salvador y Señor Jesucristo intercede por ti. Muy bien, te puedes acercar. Acércate al trono de Dios. Para ti no es un trono de ira, no es un trono de enojo, no es un trono de juicio, es un trono de misericordia para ti. Para ti que te has arrepentido, que has entregado tu vida a Cristo, es un trono de gracia. se nos hace la invitación acércate valientemente otra traducción acércate con confianza al trono de la gracia pues el acceso está libre teniendo como base la expiación la propiciación de cristo su sacrificio en la cruz ahora sí te puedes acercar por cristo Porque Él intercede por ti. Nuestro sumo sacerdote ha hecho posible que en dicho trono hallemos misericordia. Y amados hermanos, no es lo mismo acercarse a un enemigo, acercarse a un amigo. Si me acerco a Leding y Leding es mi enemigo, estoy esperando que me haga lo peor. Tengo que estar cuidándome. Pero si me acerco a mi amigo, Puedo acercarme con confianza, con tranquilidad. De esa manera, para dar una idea de lo que estamos expresando aquí, hoy podemos acercarnos a Dios por Jesucristo. Porque amados hermanos, Él fue tentado en todo, pero no pecó. Él lleva un sacrificio perfecto por ti, hermanos hoy al tomar el pan y el vino tenemos que recordar ese sacrificio y la bendición que es para nosotros cada vez que tomamos el pan y el vino recordamos su sacrificio hermano esa es la entrada para que tú puedas venir a Dios para que tú puedas orar y tú tengas los cielos abiertos para que tú puedas clamar a tu Padre, Padre nuestro. Y Dios diga, como dijo Abraham a Isaac, mi hijo, eme aquí. ¿Tú sabes lo hermoso que es entender esto? Que tenemos el trono de Dios abierto para que oremos, para responder a nuestras peticiones por medio de Cristo. a través de Cristo. Nuestro sumo sacerdote ha hecho posible Jesucristo que en dicho trono hallemos gracia. Oye bien, gracia. La palabra gracia es un don que tú no mereces. Es un regalo inmerecido. En todo tiempo de necesidad tú vas a encontrar siempre un trono donde hay abundante bendición, gozo y esperanza para tu alma. Hay favor para ti, un favor que no mereces, pero es un favor por gracia. Queridos hermanos, en este tiempo de cena del Señor, Cristo nos ha abierto esa entrada. Cristo nos ha abierto el camino a la vida. Cristo nos da esperanza en el trono de Dios. Ese trono lleno de gracia para encontrar perdón, para encontrar consolación, para encontrar esperanza, está abierto para ti. Ven al trono de la gracia. Ven con confianza. Ven con seguridad. Ven como veíamos esta mañana en Mateo capítulo 8, buscando hacer la voluntad de Dios, pero con tanta seguridad. que tú le puedes decir, padre, necesito ese trabajo, concédemelo en el nombre de Jesús. Hermano, Dios te va a abrir puerta porque tú estás pidiendo conforme a su voluntad para suplir para tus necesidades, para ayudar al necesitado, para servir. Queridos hermanos, tenemos un trono abierto. No, no es una pulpería. Usted no puede ir a pedir cualquier cosa. Es el trono de Dios. No es un supermercado que usted va con una tarjeta de débito, de crédito, o con varios pisos, un dinero ahí y compra lo que usted quiera. No. Es el trono de Dios. Por lo tanto, estás en la presencia, en la gloriosa presencia del Todopoderoso. Y ese trono para ti es un trono de gracia. de bendición. Este es hoy el trono de nuestro Padre, de nuestro Consolador, de nuestro Rey Señor. No es un trono desconocido para nosotros. Todos los que hemos creído en Cristo tenemos un trono de gracia. En los días del Rey Salomón, su trono era un trono de justicia. No era de gracia, era de justicia. Y ese trono de Salomón se acercaron dos mujeres, una mentirosa y una verdadera. Llevaban un niño vivo y dejaban en la casa un niño muerto. Y mire, allí se hizo justicia. Allí se le entregó el bebé a la madre verdadera y la madre falsa se le amonestó pero el trono de cristo es un trono de gracia hermano de misericordia para todo pecador todo joven todo pecador sin cristo va allí y recibe perdón todo hombre toda mujer confiesa su pecado y recibe de dios sanidad allí hay gracia abundante hoy Dios nos concede tomar el pan y el vino para que hagamos memoria del sacrificio que nos ha abierto la puerta de dicho trono. Vamos, hermanos, a orar que en esta hora podamos gozarnos al tomar el pan y el vino mirando hacia la gracia que se nos ha dado. Gracias, Padre, por tu trono. Gracias, Padre, por tu sacrificio. Gracias por Cristo. Vamos a orar. Padre, te alabamos y te bendecimos, y te exaltamos en esta hora por el sacrificio de tu amado Hijo. Te damos gracias por tu amor y fidelidad. Te damos gracias por tu misericordia y benevolencia. Concédenos poder comprender la altura y la amplitud de tu amor, porque hoy podemos ir al trono de nuestro Padre al trono que es un trono de consolación y de paz. Bendito sea tu nombre, oh Dios. Por Cristo te alabamos. Amén.
Jesucristo sumo sacerdote nos guía al trono de gracia
Jesucristo sumo sacerdote nos guía al trono de gracia
Sermon ID | 33253981076 |
Duration | 25:35 |
Date | |
Category | Sunday - PM |
Bible Text | Hebrews 4:15-16 |
Language | Spanish |
© Copyright
2025 SermonAudio.