Salmo 66, versículo 5 al 8, leo la palabra del Señor. Venid y ved las obras de Dios. Admirablen sus hechos a favor de los hijos de los hombres. Convirtió el mar en tierra seca. Cruzaron el río a pie. Regocijémonos allí en él. Versículo 7. Él domina con su poder para siempre. Sus ojos velan sobre las naciones. No se enaltezcan los rebeldes. Bendecid, oh pueblos, a nuestro Dios y haced oír la voz de su alabanza. Amén. El Salmo 66 nos hace una invitación en su versículo 5. Venid y ved. Esa invitación la hizo Andrés a un joven que no conocía a Jesucristo. Venid y ved. Y eso es lo que el salmista nos da como testimonio. Las obras de Dios. El pueblo de Dios necesita una y otra vez venir, necesita ver las gloriosas obras del Señor. En este mundo donde hay tanta maldad, tantos abusos, necesitamos ver continuamente las obras de Dios. para sentir admiración, para sentir regocijo y para sentir paz. ¿Cómo son las obras de Dios? Versículo 5 del Salmo 66. Admirable. Esa palabra expresa muy claramente el carácter de Dios. Él es admirable. Todo lo que Él hace es digno de admiración. digno de que la gente diga, wow, todo lo que Dios hace es digno de ser alabado, exaltado es su nombre, engrandecido es su nombre. Él es admirable, Él es consejero, Dios fuerte, Él es padre eterno, príncipe de paz. Por eso el salmista nos invita a venir y ver las obras de Dios. Vedla para que os admiréis. Venid y ved sus obras y el favor que él tiene para con los hombres. Es decir, que las obras de Dios son admirables, pero también son obras de misericordia, son obras de compasión que enternecerían el alma. Es hermoso ver lo admirable que Dios obró Como dice el versículo 6, cuando convirtió el mar en tierra seca. Narrando allí lo que sucedió al momento en que Israel pasó por el mar. Dios lo divide en dos. Todo un pueblo de más de un millón de personas van cruzando por ese mar. Tierra completamente seca. Dios lo secó. Puso una muralla alrededor para que el agua no tocara a sus escogidos. Fue una obra admirable. Y eso es lo que el sermón está diciendo. Pasar por el mar en seco en medio del mar es una obra admirable. Y añade, cruzaron a pie. Es decir, que no fue que cruzaron en carro, ni una yola corriendo rápido, ni un caballo, desesperados, por si acaso el mar le cae arriba, no. Pasaron a pie, caminando, según los animales que tenían, según los ancianos, iban ahí caminando despacito los ancianos. Todo el mundo pasó tranquilo. ¡Wow! Es una obra admirable. Regocijémonos allí en él. Dice, las obras de Dios deben de traer, producir regocijo, alegría. Y qué importante hermanos es, venid y ved las obras de Dios. Cuando miramos las obras de Dios, nos regocijamos porque sus obras son admirables pero también son obras de misericordia porque el señor cuando hizo que la tierra que el mar se secara fue por un acto de misericordia para salvar a israel son admirables pero también son obras de misericordia salvó a un pueblo débil a un pueblo de esclavos que había durado 400 años siendo esclavo los salvó y cuando sus enemigos los poderosos de Egipto venían con sus caballos, con sus carros, con sus armas Dios de forma misericordiosa los hizo pasar a pie por el medio del mar y no se mojaron los salvó Este salmo nos habla de lo admirable que es Dios, de lo compasivo que es Dios. El versículo 7 dice, observad esa obra portentosa y no solamente esa, observad los cielos, observad la tierra, venid y ve sus obras. Él domina con su poder para siempre. Él domina, Él es el soberano. Él es el rey de reyes, el que dice y se hace la cosa que dice. El que obra, el que manda y se ejecuta lo que manda. Él es admirable y cada obra poderosa detrás también hay gracia y hay misericordia abundante. Hay varias cosas allí, gracia y bondad. Observad sus obras admirables. Sus ojos velan sobre las naciones y él no permite que el orgulloso se enaltezca. Es decir, que los egipcios se levantaron orgullosos con sus armas y no permitió que le hicieran daño a un pobre pueblo de esclavos desarmados que iban con sus ancianos, con sus niños, Egipto no salió a pelear con un pueblo de guerreros, de hombres armados, salió a pelear contra gente indefensa, para que vean lo valientes que son, que valientes, pelear contra gente indefensa y contra ancianos y niños, pero el Señor no permitió que se llenaran de orgullo y se enaltecieran más bien los dominó el señor los dominó con su poder les dio victoria a un pueblo débil les dio victoria dominando a los egipcios cuando los egipcios quisieron entrar al mar y entraron hermanos porque no era una calle pequeña entraron a sus anchas con sus caballos y con sus carros, ya Israel había pasado completamente y los egipcios entraron y el señor hermanos, usted ha visto esos sándwich donde está la carne dentro y el pan arriba y el pan abajo, así los convirtió el señor en un sándwich pero de agua, los ahogó, humilló a los que se llenaron de enaltecimiento. Por eso al final en el versículo 8 dice, bendecid, oh pueblos, a nuestro Dios. Él es nuestro Dios, Él es admirable, Él es consejero, Él es Dios fuerte, Él domina al orgulloso y exalta al humilde. Bendecid, oh pueblos, a nuestro Dios. Observe que Él dice, nuestro Dios. Se siente lleno de alegría. Se siente con un orgullo santo en el sentido de reconocer a Dios como su Dios. Nosotros no somos como las naciones que tienen a muchos ídolos. Tenemos a un Dios y alzamos la voz para alabarle. Alcen la voz con nosotros. Vengan, venid y ve sus obras. Amados hermanos, Dios nos conceda Clamar, orar, mirando las obras de Dios para que nuestra fe no desmaye. Ore mirando el poder de Dios para que tu fe vuele como las águilas. Clama a Dios en oración mirando su compasión para que tu alma se regocije y se anime a pedir más porque Él es compasivo. Él va a huir y va a responder. Él al humilde lo exalta y al orgulloso lo humilla. Él es nuestro Dios y cuando tú veas sus obras y cuando tú vayas delante de Él en oración y veas cómo Él te rescata a ti por la fe, Entonces también bendecirás su nombre y alzarás tu voz en alabanza al Señor. Así que el Señor nos conceda poder estar tranquilos, como dice el Salmo 46. Estad quietos. Confiad en vuestro Dios. Él domina a los soberbios, Él exalta a los humildes. Él es el Todopoderoso y si confías en Él verás cosas admirables, gloriosas, orarás y Él responderá y tú te inclinarás y lo adorarás. Que Dios haga así con nosotros.