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Escuchen con mucha atención.
Vuelven a Apocalipsis 6. Estos cuatro caballos que vamos
a discutir ahora. Escuchen bien. Están en este
contexto. Cristo sentado sobre el trono. Cristo cumpliendo sus
propósitos. Cristo logrando la salvación
de su pueblo. Cristo acabando paulatinamente
a lo largo de una tremenda historia llena de conflictos. Acabando
con sus enemigos y todo culminándose en la destrucción final de estos
enemigos y el comienzo de la eternidad. A grandes rasgos ahí
está la historia. Pero ahora veamos muy de cerca
este punto. Escuchen bien. Estos cuatro caballos, que vamos
a ver en un momento con más detalles, siempre están presentes en la
historia del mundo. Y lo vuelvo a decir, siempre
están presentes. En el contexto del argumento
aquí es un tema más complicado. Hay siete ciclos narrados en
el apocalipsis. Siete veces el apocalipsis comienza
con lo que acabamos de ver, Cristo reinando, tomando el libro, desatando
sus sellos. Y luego hay un ciclo que cuando
llegamos al sexto sello, es el fin del mundo. Y luego se repite
este fenómeno Siete veces en el Apocalipsis. Escuchan lo que
estamos diciendo. El Apocalipsis narra siete veces el mismo fin
del mundo. Cada vez desde otra perspectiva,
pero es el mismo fin. Esto es el primer argumento aquí.
Lo vuelvo a decir. Estos cuatro caballos están presentes,
como vamos a comprobar ahora, es tan fácil de ver, siempre
están presentes en una forma cíclica. presentes en el lapso
de tiempo que llamamos entre el primer advenimiento, la primera
venida y el segundo advenimiento, la segunda venida de nuestro
Señor Jesús. Estos cuatro caballos siempre están presentes en una
forma cíclica, en forma rápida hay que discutir este primer
argumento. No hay ninguna persona identificada directamente con
estos cuatro caballos y sus jinetes salvo nuestro Señor Jesús. No
hay ningún momento histórico identificado como el momento
exacto cuando todo esto comienza a manifestarse salvo lo que acabamos
de ver. Cuando Cristo en el capítulo
5 se sentó sobre el trono y buscaron quien puede abrir el libro, Cristo
después de sentarse comenzó a desatar los sellos del libro. Estos acontecimientos,
los que son narrados en los cuatro caballos del apocalipsis, escuchen,
siempre están presentes. No se refieren simplemente a
algo que va a suceder en un futuro. Se refieren a fenómenos que siempre
están presentes en diferentes partes del mundo. Todos los acontecimientos
narrados aquí han existido en el pasado, como vamos a ver ahora,
existen en el presente, y existirán en el futuro. Tal como la narración
de las señales cíclicas en Mateo 24 dice lo mismo. En otras palabras,
lo que estos caballos y sus jinetes representan es algo que se ha
repetido muchas veces en la historia del mundo. O lo digo en otra
forma, estos caballos y sus jinetes tienen cumplimientos múltiples. cumplimientos múltiples. Como
lo sigo diciendo, como un fenómeno siempre presente en diferentes
partes de la tierra y obviamente muchos dicen, bueno, en la medida
como en Mateo 24 en que se aceleran, se intensifican y se vuelven
globales, son indicadores del fin. Pero lo vuelvo a decir,
desde la perspectiva bíblica, las condiciones que estos cuatro
caballos del apocalipsis representan son cosas siempre presentes. En una forma preliminar, como
vamos a ver, como algo pre-apocalíptico, como lo que vamos a llamar un
mini-apocalipsis, están presentes en la historia del mundo. Y esto
lo sigo diciendo, es un gran argumento que acabamos de resumir
a grandes rasgos vinculando todo esto con Mateo 24. Y se acabó la tercera introducción.
Ahora vamos a Apocalipsis 6 a cada uno de los caballos, ¿no? Y a
grandes rasgos ahora vamos a meternos en más detalles, ¿no? A grandes
rasgos hemos preparado el camino y ahora vamos a los detalles.
Hay cuatro caballos identificados aquí en el Apocalipsis 6 que
resumen la historia humana. Vean cómo lo estamos diciendo.
Estos cuatro caballos resuman la historia humana en forma cíclica
que se va repitiendo desde la perspectiva, escuchan la lista,
de guerras que siempre han sucedido y siempre sucederán. Desde la
perspectiva de gravísimos problemas económicos que siempre han existido
y siempre existirán. Desde la perspectiva de pestilencias,
tragedias y muerte, cosas que siempre han existido Y siempre
existirán. Desde esta perspectiva de la
persecución anticristiana, incluso que siempre ha existido. Estamos
en un periodo en algunas partes del mundo occidental sin esa
persecución. En el resto del mundo sigue como
en los tiempos apostólicos la persecución. Siempre ha existido
la persecución. Ahora, en la forma más sencilla,
escuchan, aquí lo voy a poner en el pizarrón, cuatro claves
para entender estos caballos, los cuatro famosísimos caballos
del apocalipsis. Escuchan esto y grábanlo en su
mente. El primer caballo y su jinete
afecta la vida espiritual de los habitantes de la tierra.
Afecta en forma directa la vida espiritual de los seres humanos. El segundo caballo, vean las
guerras, afecta la vida nacional política de las naciones que
habitan la tierra. El cuarto, mejor dicho, el tercer,
estoy tan presionado aquí para no alargar esto más, el tercer
caballo El argumento aquí afecta la vida, aquí la palabra vida,
la vida económica de los habitantes de la tierra. Y el cuarto caballo
afecta aquí pestilencia y muerte, la vida física. de los seres
humanos. Y ahí, en una forma de síntesis,
de inmediato comenzamos a ver de qué se trata todo esto. Estos
cuatro caballos afectan la vida espiritual, la vida nacional
política, la vida socioeconómica, culminándose en la vida física
de los seres humanos. Y a la luz de esto, escuchan,
están presentes siempre en la historia del mundo. Estos acontecimientos,
como vamos a ver, explican lo que sucede en la historia humana.
Explican la causa de lo que vamos a ver aquí, las guerras y los
problemas económicos y las pestes y pestilencias y la muerte. Explican
la realidad de nuestro mundo. Y como lo comenté repetidas veces
al principio, ahora lo vuelvo a decir. En términos generales,
estos caballos representan las fuerzas usadas por Cristo. para
realizar sus propósitos en la historia de nuestro mundo. Y
así tenemos el concepto. Ahora nos toca dar un análisis
el más sencillo y abreviado posible de los primeros cuatro caballos
que lo mencioné, ahora lo vuelvo a decir, están presentes en nuestro
mundo. Cuanto más en nuestro querido
México. Están presentes estos cuatro
fenómenos. Ahora, vamos a la primera controversia y hay tremendas
controversias que estamos pasando por alto en relación con esto. Vuelven al Apocalipsis 6 y vamos
al primer caballo en el versículo 2. Miré aquí un caballo blanco,
el que estaba sentado por encima de él tenía un arco, le fue dado
una corona, salió victorioso para que venciese, ¿no? Salió
venciendo para vencer. Ahora, la primera controversia
aquí la vamos a descartar, no tenemos tiempo. Lo vamos a comprobar
de una forma muy sencilla. Muchísimos grupos, expertos en
la escatología, en círculos teológicos que se llaman dispensacionalistas,
identifican el primer caballo y su jinete con el anticristo. Y por lo tanto, ninguno de ellos
puede predicar sobre esto como lo vamos a hacer el día de hoy,
porque están equivocados. Dicen que esto es el fin del
mundo. No, no, no. Esto comenzó cuando
Cristo ascendió al cielo, no dos o tres mil años después.
Esto comenzó en la secuencia de eventos. Después de que Cristo
se sentó sobre el trono, le fue entregado el libro y comenzó
a desatar los sellos. Si esto fuera el anticristo,
entonces el anticristo habría venido hace dos mil años. Están
equivocados sin discutir Los argumentos ahora acerca de por
qué están equivocados. Vamos a una lista de puntos aquí
que nos ayudan a ver que este primer caballo, el blanco y su
jinete, se refiere a Cristo, se refiere al evangelio, se refiere
a la obra evangelística, se refiere al evangelio que será predicado
en todo el mundo y entonces vendrá al fin. En forma de síntesis,
los argumentos aquí son muchísimos. Les invito a buscar en el Salmo
45 para ver más de cerca un argumento contundente sobre esto. Pero
a grandes rasgos, voy a comprobar esto. Cristo es presentado aquí,
el libro de Apocalipsis está lleno de símbolos. Nuestro Señor
Jesús es retratado aquí como el que ha triunfado, como aquel
que es el gran vencedor. Y a lo largo del Apocalipsis,
Cristo es presentado Así, desde la perspectiva de Cristo triunfando,
vemos su identidad. ¿Quién es este que está sentado
sobre el caballo blanco? Es Nuestro Señor Jesús. Más adelante, en el Apocalipsis,
hay varias descripciones de Nuestro Señor Jesús. Y más adelante,
en el mismo Apocalipsis, se presenta Nuestro Señor Jesús como sentado
sobre el mismo caballo blanco. Sin ver los textos, sin analizar
los argumentos, El color blanco es algo relacionado en el apocalipsis
con los santos, lo celestial, vestiduras blancas, santidad,
justicia, hay un trono blanco, hay una nube blanca, hay una
piedra blanca, y la lista no termina aquí del uso de colores
y símbolos en el mismo apocalipsis que indican que esto se refiere.
a Cristo el mismo que se identifica aquí como sentado sobre el caballo
trae una corona en 1414 el mismo apocalipsis narra una descripción
de Cristo y lleva la misma la misma corona es Cristo el que
fue coronado en el capítulo anterior al capítulo 6 no la palabra que
se traduce conquista y vencer es con uno o dos excepciones
en todos los demás textos en el apocalipsis una referencia
a Cristo como el gran vencedor Es la misma palabra griega en
Romanos 8 que habla de nosotros los creyentes en virtud de él
y su obra como más que vencedores. Y cuando analizamos la forma
en que este personaje, nuestro Señor Jesús, haya conquistado,
los argumentos son incontables aquí que esto conquistó en la
cruz del calvario no que esto salió victorioso conquistando
al diablo conquistando el pecado derrotando la muerte y que esto
sigue conquistando sigue dominando sigue reinando a través del evangelio
conquistando en medio de sus enemigos quebrantando los corazones
de muchísimas personas que son conducidas al arrepentimiento
y la fe Y el mismo, el libro termina con su segunda venida,
terminará conquistando en el día de juicio en la forma más
visible, contundente posible. El primer caballo y su jinete
habla de Keisler. Ahora ven en el Salmo 45, uno
de una lista de argumentos. Tú eras el más hermoso, estoy
leyendo en el Salmo 45 versículo 2 de los hijos de los hombres
la gracia se ha derramado en tus labios es una descripción
de Cristo en su encarnación no luego en el versículo 4 hay más
cosas aquí en tu majestad cabalga triunfando Aquí la descripción
es de Cristo sentado sobre un caballo triunfando por medio
de la verdad, la humildad, la justicia, etc. Y luego muchos
pueblos caerán debajo de ti. Tus flechas, los que dicen que
este es el anticristo se fijan mucho. Hay una lista de textos
que habla de Dios el padre y de Dios el hijo con su arco, con
sus flechas. Esto es uno de estos. Pueblos
caerán debajo de ti. Tus flechas agudas terminarán
penetrando en el corazón de todos los enemigos del rey. La descripción
es de Nuestro Señor Jesús. Y para los que dudan, en el versículo
6, Tu trono, Dios, es eterno para siempre. El cetro de la
justicia es el cetro de Tu reino. Este es el texto citado en Hebreos
1.8 para comprobar la divinidad de Cristo. El texto habla de
Nuestro Señor Jesús cabalgando sobre la verdad con saetas agudas
que terminan penetrando en el corazón de Sus enemigos, sujetando
a los pueblos. Y esto es uno de otra lista que
no vamos a ver en Isaías, en otros textos, en el mismo libro
de los Salmos, tenemos más argumentos que tenemos que dejar y cerrar este punto. Si la persona
identificada aquí con el primer caballo es nuestro Señor Jesús,
entonces, ¿qué significa esto? Significa que Cristo será siempre
victorioso. a través de su palabra, a través
de su evangelio, sus enemigos siempre serán derrotados y los
que son destinados para la vida eterna siempre serán alcanzados. Y en este contexto uno de los
argumentos del apocalipsis es la victoria de Cristo es lo que
garantiza la victoria de su pueblo a través de su palabra, a través
de su evangelio, a través de su espíritu, todos saldremos
victoriosos con él. Y este caballo confirma entonces
Lo que Mateo 24 dice, que el Evangelio será predicado en todo
el mundo y entonces vendrá el fin. Muchas personas serán convertidas. Ya lo vimos en la lectura de
cada tribu, grupo étnico, de cada lengua, grupo lingüístico,
de cada pueblo, grupo cultural, nacional, de cada nación. Cada grupo geográfico, la lista
en 5.9, en 7.9, el mismo apocalipsis. Acabamos de leerlo en el capítulo
5. Y el argumento concluye con esto. Tu pueblo se te ofrecerá
voluntariamente en el día de tu poder. Lo que vimos en el
Salmo 110. Y esto es Cristo conquistando en el corazón de cada persona
que se entrega a su señorío, cada persona que se arrepiente
de sus pecados. Este poder fluye del trono, fluye por el poder
del espíritu y la palabra de Dios para conquistar de tal modo
que el tiempo se nos fue. Pero hay un argumento apostólico
en segundo de Corintios 2 sobre esto, en donde Pablo dice que
siempre estamos triunfando. nuestros esfuerzos evangelísticos
tanto con los que se salvan con los que se pierden para algunos
olor de vida para vida para otros olor de muerte para muerte y
siempre triunfamos porque cristo siempre está logrando sus propósitos
para los que se salvan el evangelio llega con el poder para doblegar
y convertirlos para los que se pierdan El Evangelio llega para
sellar definitivamente su condenación eterna al orden muerte para muerte. Los dos propósitos están en la
mira del primer caballo en donde está sentado nuestro Señor Jesús. Y el argumento es sencillo. El
primer caballo afecta la vida espiritual y hay que decirlo.
El destino eterno de todos los seres humanos está en la mira
del primer caballo. Así de sencillo. Ahora rápido,
no podemos detenernos más. Vuelvo en Apocalipsis 6. Ahora
vamos al segundo caballo. El segundo caballo. El famoso
caballo rojo. Podríamos detenernos mucho tiempo
con este caballo. No lo vamos a hacer. El color
rojo significa ir a enojo y sangre en la biblia escuchen lo que
el texto dice se abrió el segundo sello el ser vivo sale diciendo
a Juan ven y ve y cuando mira a este caballo y su jinete le
fue dado poder para quitar la paz de la tierra para que se
matasan los unos a los otros le fue dado una gran espada y
esta realidad de la guerra lo que ya sabemos El segundo caballo
representa en forma cíclica toda la historia de las guerras de
todo el mundo está aquí. Estas guerras afectan la vida
nacional política de todos los pueblos quitando la paz. Y estas
guerras siempre han existido, siempre existirán a lo largo
de la historia humana. Tan solo en el siglo XX tuvimos dos guerras
mundiales. Luego en los Estados Unidos tuvieron
después la guerra en Corea y la siguiente generación o los hijos
de ellos, la guerra en Vietnam y luego las mini guerras en el
Medio Oriente. En Afganistán ya llevan 20 años
desde los ataques de 2001. Siguen metidos en una guerra
en Afganistán y esta historia del mundo. en donde las guerras
siempre están presentes, es una historia tan espantosa. Y los
que dicen, bueno, ¿cómo es que vemos a nuestro querido México
metido de por medio en esto? Y la respuesta, aquí está, 38
a 40 mil personas muertas cada año en nuestro querido México
en medio de una guerra que nosotros identificamos como entre los
delincuentes, entre los narcotraficantes, entre los capos y en el inframundo
del diablo. como lo hemos visto en otra miniserie,
se están moviendo a balazos y en peores formas, 38 a 40 mil personas
cada año. Y esa de veras es una guerra
no convencional, no al estilo de las guerras entre las naciones.
Y de todas maneras, sigue siendo de veras una guerra. Hay muchos puntos aquí en donde
algunos intérpretes y comentaristas identifican esto con la persecución
anticristiana. Esto no es así. La persecución
anticristiana viene al final. Las palabras mismas aquí bastan.
Es matarse unos a otros, no es matar a los creyentes. Incluso
la espada que se menciona aquí es la que se usa en el campo
de guerra para matar en tiempos de guerra. Entonces, ahí está
el segundo Caballo, ¿no? Las guerras. Ahora rápido, vamos
al tercer caballo. Estamos otra vez en Apocalipsis
6. Ya lo tienen en versículo 5. Cuando él abrió el tercer
sello, el tercer ser viviente decía, ven y ve, mire aquí un
caballo negro. Ahí está, ¿no? El caballo negro. El que estaba encima de él tenía
esa famosa balanza en su mano y comienza a medir los precios.
Eso se refiere al asunto. Un pan de trigo, el salario de
un día, el pan que se llama, el pan que se hace con cebada,
tres panes por el mismo precio. Y no hagas daño al vino. ni al aceite. Ahora, hay que
resumir aquí. Esto incluye, llega más lejos.
Porque se implica aquí en un momento dado, como en Mateo 24,
escasez de alimentos, ¿no? En un momento dado. Hambruna.
Hambre. Todo esto está en el contexto.
Ahora, hay muchas cosas aquí. En relación con estos asuntos,
si Dios quiere, vamos a volver a ver cosas que tengo que dejar
pendientes el día de hoy. Pero, rápido vamos a esto. Un
panecito de trigo suficiente para una sola persona, pero no
para toda su familia. Y le cuesta el denario, el sueldo
mínimo, el trabajo de un día. La moneda romana equivalente
al salario mínimo en aquel entonces lo que le pagaban al obrero por
su jornada, por su día de trabajo. Y luego, comida pobre, cebada,
disponible para toda su familia, sí, pero es, no voy a decir,
no voy a hablar de esto, no estamos hablando de bolillos, tortillas,
no voy a decir más, no. Y el punto, estas personas tan
solo tienen lo suficiente para no morirse de hambre. Mientras
que los productos de lujo, se mencionan aquí, no son afectados. La fórmula aceite y vino es un
gran tema, es un modismo incluso, que habla de los que tienen otro
nivel socioeconómico. Y para estas personas, su bolsa,
su economía, su situación socioeconómica, no sufre. afectación alguna. No son afectados el aceite y
el vino en el argumento del texto. Ahora hay muchísimas cosas en
esto porque aquí encontramos de inmediato lo que ya entendemos. Los acomodados andan bien, los
demás en apuros y apenas logran sobrevivir. Y esta condición
económica que el caballo negro comenta y describe habla de cantidad
de cosas. Las distinciones entre ricos
y pobres, obviamente. Las distinciones entre clases
socioeconómicas están sobre la mesa aquí. Los que tienen una
superabundancia y los que apenas logran sobrevivir están en apuros,
aquí están. Este caballo negro que afecta
la vida económica de las naciones y pueblos y todas las personas,
este caballo negro, vean su argumento, es la causa principal de lo anterior. de las guerras, sean el que te
va a asaltar a la vuelta de la esquina o el que está en un campo
de batalla. Ustedes que decían por tantos
años que los gringos fueron tras el petróleo en el Medio Oriente.
Algunos de ustedes que me conocen saben cómo eso me enojaba tanto
hace más de 15 años. Está más comprobado que eso no
fue ni la causa ni la razón, menos la motivación por las guerras
en el Medio Oriente. Y yo decía en aquel entonces
los gringos tenían y tienen más petróleo que todos los demás
pueblos en el mundo. de tal modo que ahora son la
nación petrolera número uno. Pero para los que quieren ver
las cosas así, escuchen, todo lo de las guerras está relacionado
con cuestiones económicas. Eso es lo que vemos. Aunque yo
estoy diciendo que en aquel entonces y hasta el día de hoy, la aplicación
a ese asunto en relación con las guerras en el Medio Oriente
era algo equivocado. Eso no es el argumento. El argumento
es lo que nosotros entendemos Hay en este asunto un sinnúmero
de problemas sociales en todo el mundo. La desequidad, la desigualdad,
vean, la injusticia económica, todo el paquete que entendemos,
es lo que genera cuantos problemas en el mundo. Desde muerte a mano
armada hasta guerras, ¿no? Estos problemas siempre están.
Y en un contexto más amplio hay que entenderlo. Este caballo
negro es lo que ha producido tantas cosas, desde huelgas,
problemas laborales, conflictos económicos, hasta pánicos, devaluaciones,
caídas de bolsas, todos estos problemas culminándose en la
historia antigua y moderna en revoluciones y en el derramamiento
de ambos lados de mucha sangre. Todo esto está aquí en forma
de síntesis. Agregado al fraude... el robo
y todos los crímenes relacionados con la corrupción y el mal uso
del dinero. Desde depresiones, desde colapsos,
desde catástrofes económicas, todo el paquete está vinculado
aquí y no lo hemos dicho todavía pero ahora hay que decirlo. Cada
uno de estos caballos y su jinete y los fenómenos que representan
tienen un vínculo directo con el pecado El vínculo es directo,
el evangelio existe para solucionar el gran problema del pecado.
Las guerras no son más que la cara fea, la más fea cara del
pecado y los conflictos que según Santiago tienen su origen en
el corazón humano, en envidias y celos y codicias. Los problemas
socioeconómicos son gravísimos pecados en todo el mundo. De
igual manera como el fenómeno, como vamos a ver en un momento
de la muerte, este, abalazos, ¿no? De igual manera como vamos
a ver las pestilencias y las enfermedades. Todo el asunto
está relacionado con el pecado. Y la Biblia dice en cuanto al
caballo negro, que todos estos asuntos tienen su raíz en la
avaricia, la codicia y el amor al dinero. Que es, en 1 Timoteo
6, la causa de todo tipo, toda clase. La raíz, dice la versión
antigua, de toda clase de maldad. Y no debemos perder de vista
lo que tardábamos señalando al principio. Cada uno de estos
fenómenos está bajo el control de aquel que está sentado sobre
el trono. Ahora, por último, por último,
vamos al cuarto caballo y su jinete. ¿Ya lo tienen? Miré aquí
en el recículo ocho un caballo pálido, amarillo algunas versiones
verde y el que estaba sentado sobre él tenía por nombre muerte
y el infierno el Hades le seguía ahí están los dos trabajando
juntos la muerte y el infierno le fue dado poder que es esto
de que le fue dado le fue dado le fue dado esto es el poder
otorgado desde desde el trono sobre la cuarta parte de la tierra
es un 25 por ciento de la población del mundo Para matar y la lista
con espada, hambre, lo que a nosotros nos llama tanto la atención ahora,
pestilencia, mortandad, peste, enfermedad, de igual manera las
bestias, pierdas de la tierra. Ahora, ¿qué es esto? Es más de
lo mismo. Este caballo pálido, verde, amarillo,
que representa la muerte en una forma especial, este es el tema
aquí. Esta muerte puede ser en la lista
provocada por fenómenos naturales, lo que llamamos catástrofes,
hambrunas y sequías. Esta muerte puede ser provocada
por el ladrón que te está esperando y te dispara a la vuelta de la
esquina para quitarte tan solo tu celular. Esta muerte puede
ser provocada, como lo dice la lista, por enfermedades. Incluso los expertos dicen que
esto de fierros del campo abarca la cuestión de gérmenes, bacterias,
infecciones, lo que llamamos hoy en día el coronavirus, está
en la lista. De igual manera, como todos los
fenómenos naturales, desde huracanes, inundaciones, terremotos, hasta plagas y pestilencias mortíferas,
etcétera. Ahí está el asunto. Y es un promedio a lo largo de
la historia del mundo que ha subido mucho, que ha bajado del
25% de las personas que mueran desde el cuarto caballo del apocalipsis. Y hay que entenderlo. Este fenómeno
representa lo que llamamos la muerte catastrófica. La muerte
que se llama una tragedia. La muerte no esperada. La muerte
que llegó por toda una lista de circunstancias ajenas a la
persona. La muerte que siempre está presente.
Tres personas mueren cada segundo, 180 cada minuto, 11,000 cada
hora, 240, 50, 60,000 cada día, un cuarto de millón de personas cada día fallecen. Y un 25% de estas personas mueren
como consecuencia de lo que hace el cuarto caballo. Cada uno de
estos temas es un mini sermón. Les pido perdón. Estamos avanzando
aquí. Tenemos que cerrar el cuadro
para llegar a qué significa todo esto. Vamos a ver. Pero este
caballo nos dice lo mismo. La muerte siempre está presente
en forma inevitable. Va avanzando. Nos alcanzará tarde
o temprano. Pero esto es la muerte inesperada.
Esa es la muerte en forma directa, escuchan, de los inconversos.
Por el fenómeno de la imagen de la muerte, se llama al jinete,
no la muerte, y a un lado le acompaña el infierno. Le acompaña
la perdición eterna, muy de cerca en el griego, la muerte y a su
lado, como si fueran compañeros trabajando juntos, la muerte
para depositar a las personas de manera prematura en el infierno. Caballo pálido. Ahora escuchen, de manera preliminar
hay que decir esto, Estos tres últimos, guerra, fenómenos económicos,
desde la pestilencia hasta la muerte. Estos tres caballos,
escuchan, afectan principalmente a los enconversos, a los no creyentes. Obviamente, en el cuarto, el
infierno, ningún creyente está ahí. Y sin embargo, Ningún creyente
se encuentra exento o libre de estos fenómenos. De manera preliminar
hay que decirlo. Y el tema es tan importante y
tan necesario, porque si los creyentes fuéramos exentos de
la guerra, exentos, libres de problemas económicos o de una
muerte que nos pudiera llegar por medio del coronavirus, o
libres del asalto y la muerte de los delincuentes, Todo el
mundo se convertiría al cristianismo mañana, al ver que estamos exentos,
al ver que estamos libres. A nosotros nunca nos han enviado,
ni hemos sufrido las consecuencias de la guerra, ni ningún problema
económico en la vida de los creyentes. Esto es el cuento, ese es el
teatro, esa es la mentira, ese es el autoengaño de los que predican
el evangelio de prosperidad. Que misteriosamente aún en esta
ciudad la mayoría de ellos ya cerraron sus puertas. Lo vimos
en el tema de la enfermedad. No pueden sanar a nadie. Tan
auto engañados y tan ciegos. Aquí estamos nosotros sin miedo.
Ellos están así en sus casas. No. Hasta cierto punto los creyentes
somos afectados por estos fenómenos. Si esto no fuera así, no tan
solo todo el mundo se convertiría en cristianismo mañana, sino
ni sería necesario tener fe. Podríamos ver a ningún creyente
muerto en el campo de batalla en Vietnam. Ni uno. Lo que nos
quieren decir. Ni ningún problema económico. Absurdo. Cuán absurdo es eso.
A eso volveremos. Hay algo muy importante de manera
preliminar en ese punto. Ahora, para cerrar el resumen
aquí. Esperen. Tengan paciencia. Les
pido perdón. Porque esto se está alargando.
Ahora, en una forma rápida, una lista de conclusiones preliminares
están sobre la mesa aquí. A la luz de lo anterior, viene
esta lista de conclusiones preliminares, ¿no? Y el primer punto, en cuanto
a la lista de conclusiones preliminares aquí es, estos caballos, como
acabamos de ilustrarlo, sirven muchísimo para corregir todas
las ideas falsas. Todos los conceptos erróneos
acerca de Dios y acerca de nuestro Señor Jesús. Esto es el amable
Jesús, incapaz de hacerle, este, no, no, no. Él envía las guerras,
los problemas económicos y desde las pestilencias hasta la muerte.
Él mismo tiene el control sobre todo esto. Las iglesias que sostienen
conceptos erróneos de Dios no pueden predicar la verdad acerca
de esto nunca porque no corresponde a sus errores, a sus conceptos
falsos. Según ellos, el único caballo que podríamos identificar
con Cristo o con Dios tendría que ser el primero. Según ellos,
la salvación, el amor de Dios. Y ahí se les acaba el asunto.
Y este Dios estaría obligado a procurar la mayor felicidad.
Estaría obligado a procurar que ningún creyente sufra de ninguna
de las demás cosas. Están equivocados. De principio a fin equivocados.
Porque aquí en la lista viene la persecución anticristiana.
de igual manera como los demás fenómenos. Esto es el quinto
sello. Estos cuatro caballos del apocalipsis
revelan la verdad acerca de Dios. ¿Cómo vamos a ir explicando?
Revelan la verdad acerca de la naturaleza y el carácter de Dios
en una forma tan interesante. Estos cuatro caballos del apocalipsis
revelan lo siguiente. revelan lo siguiente, que si
los hombres no reciben aquel que está sentado sobre el primer
caballo, van a sufrir no tan solo las consecuencias de los
demás caballos, sino que van a ser arrastrados al infierno.
Estos cuatro caballos nos enseñan la verdad acerca de Dios. Lo que llamamos, lo que Pablo
en su fórmula tan conocida, describió como la severidad. y la bondad de Dios. La bondad
de Dios en el primer caballo y la severidad de Dios en los
demás caballos. Estos cuatro caballos proceden
del trono del Cordero. Cada vez lo señalaba en la lectura.
Es el trono, a esto volveremos, el trono de aquel que se llama
el Cordero de Dios que fue enmolado, no? El Cordero de Dios que sufrió
en la cruz del Calvario envía esos caballos al mundo. Y hay
que decir, hay una tremenda lista de cosas que estamos pasando
por alto, pero hay que decir lo siguiente. En todos esos grupos
tan errados acerca de la naturaleza, el carácter de Dios, porque ni
le conocen, menos creen su palabra, hay que decirles lo siguiente.
Este Dios, y voy a leer el texto, lo vimos en una clase hace poco,
dice, ven ahora y entiendan que yo soy, los tres tiempos del
verbo ser, era, es y será, la autoexistencia. Conmigo no hay
otros dioses, yo hago morir, y yo hago vivir. Yo doy la enfermedad, la herida,
el accidente, error, y también yo sano, tan solo yo. Todas sanidades divinas. Lo vimos
en ese estudio sobre cómo enfrentar la enfermedad. Y luego dice,
y no hay quien pueda librar de mi mano. Deuteronomio 32, 39. De tal modo que si este Dios
quita de los hombres sus pertenencias materiales en un colapso económico.
Si quita de un pueblo, de una nación, o en este momento dado
estamos frente a un fenómeno potencialmente mundial, de una
gran depresión mundial. Si nos fuera a quitar de todas
las naciones nuestra prosperidad económica, eso no sería ningún
robo. Ni en justicia. Ah, porque Dios
no está sujeto a los diez mandamientos. Ese tema lo tengo que dejar. No debería ni siquiera haberlo
mencionado. Esas personas que piensan que Dios tiene que guardar
los diez mandamientos. Eso es su concepto erróneo de
Dios. Dios dice aquí yo hago vivir y yo hago morir. Y no es
homicidio. No es un acto de homicidio. Él
es el autor de la vida. Él es el dueño de la vida. Nos
la prestó. Toda alma es suya. Hace lo que
quiere con lo suyo. De tal modo que en estos fenómenos
dicen, no, ¿cómo puede ser el Dios que permite la guerra? Es
simplemente otra forma para acelerar lo que va a suceder a todos.
Todos van a morir. Lo único que cambia en la época de guerra
es que mueran más en una forma comprimida, en una forma más fuerte. La gran
mayoría van a morir en agonía, en un sufrimiento espantoso. De todas maneras, en un campo
de batalla o encerrados en un asilo o en terapia intensiva
en cualquier hospital. Así van a morir de todas maneras.
Dios no está sujeto a los 10 mandamientos. Él no puede mentir,
es la fuente de toda verdad. No, no puede robar, todo le pertenece.
No puede codiciar. ¿Qué es lo que pudiera codiciar?
La lista, ¿no? Y estos caballos nos advierten
de inmediato sobre este punto. De igual manera, como ya lo mencioné,
nos avisan acerca de estos conceptos falsos de la vida cristiana,
en donde, ah, porque soy cristiano no puedo ir a ninguna guerra,
ni voy a sufrir, no. Están errados. Si algunos se habrán parado quizás
el día de hoy para predicar sobre la gran tribulación y decir todo
esto va a pasar, tan solo los inconversos, pero esto no es
así. De igual manera nos revelan estos
caballos este gran conflicto que tengo que dejar. No podemos
analizar más. Y concluyo con esto de manera
preliminar. Estos caballos nos explican la
causa principal de todo. La causa principal de todo esto
es el pecado. Es el pecado humano. Y la gente,
¿Por qué? ¿Por qué no? ¿No? Y luego, ¿Por
qué permiten? Así, como vamos a ver en otro
estudio, lo veremos terminando hoy. ¿Cómo es posible? ¿Por qué
no? Y su argumento es, ¿Por qué Dios
no Ponga fin a todo eso. Son sus instrumentos, lo decíamos
al principio. Para tratar con un mundo caído
y una raza rebelde. Son sus instrumentos. Y la gente,
¿por qué no ha de obstaculizar o por qué no ha de acabar con
tal o cual? Porque tendría que acabar con
el pecado humano. Y si esto lo fuera a hacer mañana, el mundo
terminaría, Cristo vendría y todos sus enemigos serían directos
al infierno. No, el mundo no puede terminar, se sigue predicando
el evangelio. Y como lo hemos dicho en una
forma tan agradecidos y tan sorprendidos aquí, repetidas veces a lo largo
de los últimos años, cuán bendecidos somos nosotros en esta generación
de vivir en México, en donde se predica en muchos lugares
el verdadero evangelio y el caballo blanco. sale venciendo en el
corazón de muchas personas. Pero el punto sigue siendo, no,
para que Dios pusiera fin a todo lo demás, tendría que poner fin
al pecado. Y esto significaría castigar.
El pecado no es algo que existe por sí solo, no es un fenómeno.
Estos fenómenos son frutos del pecado, son las consecuencias
inevitables del pecado humano. Y tan solo los que hacen caso
del primer caballo y su jinete, tan sólo los que son vencidos
por el Evangelio, tan sólo los que se doblegan ante aquel el
Cordero inmolado que es el Señor del Cielo y del Universo entero,
tan sólo los que se entregan a Él. Son librados de las consecuencias
eternas del pecado. Y así el asunto. Estos fenómenos,
los demás, son consecuencias temporales del pecado. Se manifiestan
en las naciones, en las sociedades, en los individuos, y siempre
traen el sufrimiento. Siempre producen la miseria.
Siempre engendran lo que se llama aquí la desgracia, la tragedia,
la catástrofe. Y esto es así a nivel nacional,
a nivel individual. No tan solo por mi pecado personal,
sino por los pecados colectivos de nuestra raza. Por los pecados
colectivos de nuestro país, por los pecados colectivos de nuestro
grupo. Y Dios quiere que todos los seres humanos vean las consecuencias
de sus pecados. Y todo el mundo anda con sus
teorías acerca de esto. De si no sería un arma biológica,
de si no sería un complot, de si no sería una conspiración.
Y las grandes potencias echándose la culpa los unos a los otros.
Desde Israel, hasta China, hasta los gringos, hasta los rusos,
créanme. Ahora buscan a Lucas 13. En el
tiempo que nos resta vamos a tratar de terminar y tenemos que llegar
a ciertas conclusiones aquí. Y la forma que vamos a tratar
de terminar es tratando de entender el mensaje
que hay en todo esto. ¿Cuál ha de ser el mensaje? De
manera preliminar, lo que hemos dicho es que todo esto revela
la verdad acerca de Dios. Todo esto revela la verdad acerca
del pecado. Y como vamos a ver ahora, todo esto revela la verdad
acerca de cada ser humano en el mundo. Pero ahora en Lucas
13, ya lo tienen. En otra ocasión, si esto se prolonga,
estoy esperando el día en que vamos a dar un sermón sobre este
texto, ¿no? A ver, cuando Dios quiere que
lo hagamos. Estaban ahí en Lucas 13, los Galileos cuya sangre
Pilato había mezclado con sus sacrificios. Una cosa espantosa,
lo vimos en una clase, de si estaban ofreciendo sacrificios
en el templo, o cómo, en cuál circunstancia, y Pilato, el gobernador
romano, se metió en el asunto, los mató mezclando su sangre
con sus sacrificios. Y en el versículo 4, aquellos
18 sobre los cuales cayó la torre, dicen algunos un acueducto, otros
dicen una parte de una construcción sagrada y tantas teorías, los
mató, se colapsó la torre. Y la misma pregunta, ¿pensáis
que fueron más pecadores, más culpables que los demás? ¿Que los demás habitantes de
Jerusalén? No, de la boca de Nuestro Señor Jesús el comentario,
si no se arrepientan, todos perecerán de la misma manera. Y la idea
es, en conversos condenados, en sus pecados morirán de la
misma manera. Estos no fueron más culpables
que todos ustedes, todos ustedes tienen que arrepentirse, si no
lo hacen, Irán a la perdición. El comentario de Cristo. Ahora,
aquí estamos ya con la parte final. Y el primer argumento
aquí es lo siguiente, escuchen bien. Estos fenómenos siempre
son de debate. Estos acontecimientos siempre
engendran mil especulaciones. Estos acontecimientos son extraordinarios,
los cuatro caballos, hay un colapso económico, guerra, pestilencia,
todo el mundo ahí está tratando de explicar el fenómeno, tratando
de entender, cada uno con su punto de vista, cada uno con
su perspectiva, cada uno con su forma de entender el asunto.
Pero acabamos de leerlo aquí, desde aquellos que Pilato agarró
y los mató, que sería el cuarto caballo, hasta aquellos, el otro
fenómeno en los cuatro caballos, son accidentes, se les cayó encima,
se les colapsó la construcción y todo el mundo tratando de dar
su interpretación. Y lo que nuestro Señor Jesús dice
aquí es lo siguiente, ninguna interpretación humana es correcta. Ninguna teoría humana es acertada. Ninguna interpretación personal,
humana de estos acontecimientos es la verdad. Nadie pensaba de
este asunto como Cristo lo explicó. Cristo les dijo, si piensan que
algo extraordinario pasó aquí, es lo que les va a pasar a todos
si no se arrepienten. A ninguno de ellos se le ocurrió
pensar algo así. Ahora vamos a meternos en el
lío aquí. Para entender estos fenómenos, esto es el primer
punto. No, ningún experto, ni médico sobre la biología, ni
el código genético del virus, ni, no, menos en cuanto a su
origen y su causa. No, no tienen la razón. Y hay que entender lo que estamos
diciendo. La interpretación humana de estas cosas, en el 100% de
los casos, es una interpretación falsa. Están equivocados, todos. No estamos diciendo equivocados
en todo, en cuanto a detalles y explicaciones, quizás incluso
científicas, pero en cuanto al por qué de todo esto, están todos
equivocados. Y esto nosotros lo vemos de inmediato,
en el segundo punto. Esta clase de tragedias, estos
tres de los cuatro caballos, Estos actos de violencia, estos
accidentes, Lucas 13, estas cosas, incluso las injusticias socioeconómicas,
suceden a todos, sin acepción de personas. Acabamos de verlo. Personas que
perdieron su fortuna en el colapso de la bolsa en Nueva York, algunos
que ya se suicidaron. Estas cosas sucedan a todos,
no importando, cuanto más pestilencias, cuanto más lo estamos viendo,
no importando su posición, no importando lo que llamaríamos
su estatus, no importando su edad, no importando su raza.
Y lo más importante aquí es, escuchen la gran controversia
que hay en esto, no importando su religión. Ya lo hemos dicho. Si los cristianos
y los creyentes fueron exentos de esas cosas, no andaríamos
por fe, sino por vista. Todo el mundo se convertiría.
Ah, ustedes reunidos ahí en la calle Sándalo, en la Ciudad de
México, están libres del peligro. Estaríamos aquí construyendo
hasta cinco pisos para llenar el lugar. Con todo el mundo. Amontanándose aquí, convirtiéndose
al cristianismo. Ahora, lo vuelvo a decir. Todas
las explicaciones humanas en este asunto son falsas. Punto
número uno. Punto número dos. Nadie está
exento. Nadie está libre de esto. Ahora, incluyendo, en un contexto
religioso, ahora, entre paréntesis, tengo que decir esto. Tengan
paciencia. Hay cantidad de cosas aquí. Las voy a resumir. Busquen
en Romanos 11, por favor. En el tsunami de 2004, vemos lo que estoy diciendo.
Vemos lo anterior. Ricos y famosos, pobres y vagabundos
murieron en el tsunami. Cuando las personas preguntan
el por qué de esto, están equivocados desde un principio con la pregunta. Porque la pregunta no es el por
qué de esto. No, lo que deberían de preguntarse
es, más bien, ¿por qué existe la muerte? Pero esa pregunta
nunca la van a hacer. Todo el lío, todo el caos, todo
el colapso económico para evitar lo que los británicos decían
que habrían sido 500 mil muertos en el Reino Unido para salir
la semana pasada diciéndonos 20 mil. Algunos en este último
fin de semana lo quisieron bajar a 5 mil muertos. Y su economía
colapsada, y su país paralizado, y todo el mundo en el mismo lío.
¿Para evitar qué? Eso no lo van a preguntar. Ni
entienden las preguntas que hay sobre la mesa aquí. No. Están equivocados. Pero vean
aquí la cuestión religiosa. Esto es importantísima, la ilustración.
Hay tres ejemplos de este fenómeno en el tsunami de 2004 en Indonesia.
Primer ejemplo. Un templo islámico construido
ahí cerca de la playa en una parte de Indonesia, no tengo
aquí el nombre. He visto la fotografía. El templo
islámico entró el tsunami, no fue destruido. El templo islámico
no fue destruido. Los islámicos salieron diciendo,
ahí está, nosotros estamos exentos. No quieren tomar en cuenta que
casi todos los que murieron eran de su religión. Eso no lo quieren
ni tomar en cuenta. Tan solo miren al templo que
no fue destruido. Ahí está la mano de Dios para
mostrar que nuestra religión es la verdadera. Primer ejemplo. Segundo ejemplo. En Sri Lanka.
Un sacerdote católico. Esto sucedió en la época navideña.
Si no me equivoco, fue el 25. El día siguiente entre 25 y 26
de diciembre. Escuchan. El sacerdote católico cambió
la ubicación de la misa navideña en Sri Lanka. Había una capilla
ahí sobre la playa y dijo, sin explicación alguna, nos vamos
a reunir en un lugar como a un kilómetro y medio adentro, una
milla adentro. La misa navideña será como en
ese templo lejos de la playa. Y como fueron obligados a andar
a reunirse para la misa navideña, 1,500 católicos se salvaron. tsunami. 1,500 personas sobrevivieron
y luego el sacerdote salió con que hay un santo en este lugar,
se llama sano, ya no me acuerdo cómo, y esto como fuimos a honrar
ese día al santo, en vez de hacerlo en la playa como estaba programado,
nos salvamos. Ahí está la prueba de que por
nuestra religión nos nos libramos del tsunami. De igual manera En otra ciudad,
tengo aquí el nombre, no lo puedo pronunciar. Lo mismo en Indonesia. Los musulmanes prohibieron a
los cristianos en la ciudad a reunirse en Navidad. El alcalde de la ciudad dijo,
ustedes tienen que irse de aquí si quieren celebrar la Navidad.
No pueden hacerlo aquí en la ciudad. Y se vieron obligados 400 creyentes
a salir. para celebrar la Navidad fuera de la ciudad, y se les
ocurrió acamparse la noche en un cerro, a mitad del camino
a donde iban a hacer el culto. Se quedaron acampados en un cerro. Entró el tsunami y se salvaron
todos. Y así salieron los cristianos diciendo, ahí está, nos salvamos
también nosotros, musulmanes, católicos y evangélicos, todos
alegando lo mismo, que no puede ser la verdad. Cada grupo dio
su propia interpretación. ¿Ya encontraron Romanos 11? Y
como para confirmar lo anterior, las ilustraciones. No, tú no puedes interpretar. Aunque
vamos a ver este fenómeno de terremotos en la Biblia tiene
una tremenda importancia. Lo vamos a ver en otro estudio.
Pero vean aquí la respuesta divina. Estamos ya en Romanos. No vamos
a tardar para concluir. Pero estamos aquí en Romanos
11. Ya lo están viendo. ¿Qué dice? El versículo 33. Oh profundidad
de las riquezas, de la sabiduría y del conocimiento de Dios. Y hay dos palabras técnicas aquí. La primera, incomprensibles. Cuán incomprensibles son sus
juicios. Incomprensibles. ¿Para quién?
Nosotros, incluyendo los creyentes, como vamos a ir aclarando aquí.
Inescrutables. sus caminos. El eco de las palabras
de Isaías 55, mis caminos no son vuestros, mis pensamientos
no son vuestros, como el cielo está alejado de la tierra, la
distancia, así la distancia entre mis pensamientos y sus pensamientos,
todo el paquete está aquí. Esta fórmula es importantísima
porque nos da a entender lo siguiente, cualquier intento humano de escondriñar
de entender, está destinado a fallar. Inescrutable. Ese es el Dios
que se oculta. Ese es el Dios que no se explica.
Ese es el Dios que no le dio respuesta alguna, salvo al final,
a su querido siervo Job, lo que vimos hace ocho días. Inescrutable. Incomprensible. Dos palabras
técnicas. Ah, pero nosotros podemos interpretar
correctamente sus juicios tan solo a la luz de esto. Nosotros podemos interpretar
apegándonos a esto. La fórmula aquí es tremenda.
Dios es su propio interpreting. Dios es su propio interpreting. Y aquí en su palabra nos ha dicho,
hay principios, hay guías, hay reglas de guianza en esto. Aquí
están. Que hay que extraerlas y aplicarlas
a lo que sucede. Y al mismo tiempo, escuchen,
que afirmamos que tan solo a la luz de su palabra agregamos,
tan solo a la luz de la eternidad, tan solo a la luz del fin, tan
solo a la luz del día de juicio, entenderemos lo inescrutable
y lo incomprensible de nuestro Dios. Entonces, a la luz de su
palabra, como lo hemos estado haciendo ahora, todo el ejercicio,
todo el estudio de hoy ha sido un esfuerzo para interpretar
estos asuntos a la luz de su palabra y a la luz de la eternidad. Y esto nos conduce a concluir
lo siguiente. En todo este paquete La realidad
es esta. En todos estos acontecimientos,
en relación con cada uno de estos cuatro caballos, hay una sola cosa que está sucediendo.
Y no hay más aquí. Dios está separando a los seres
humanos. Dios está haciendo la famosísima
separación que comenzó ahí con el éxodo en el Antiguo Testamento.
Dios está separando a los seres humanos en tan solo dos grupos,
nada más. Los salvos, aquí lo voy a poner,
los salvos y los perdidos. Todo lo demás
es lo de menos, porque esto es el fin de este proceso. Están divididos en tan solo dos.
Yo estaba leyendo un sermón acerca de este asunto del Titanic. Es
increíble. Todo el mundo ahí en Gran Bretaña
esperando noticias, ¿no? ¿Cuántos eran? ¿Dos mil y pico?
Estaban esperando. Iban de día en día. Tenían ahí
un tipo de pizarrón. Y tenían ahí confirmado que se
salvaron. Por un lado. Y por el otro lado,
cuando lo ves ahí en preso, yo vi la foto, confirmado que perecieron,
que se perdieron. Y diario iban apuntando los nombres. Y la gente al expectativo para
ver si el nombre de algún ser querido suyo. Y cuando, y la
palabra contundente, confirmamos. Y está confirmado. Porque ahí
estaban pescando los cuerpos en alta mar. Buscando, ¿no? Los que perdieron sus cadáveres
flotando. Separados. Los salvos de los
perdidos. Nada más. Nada más. Ahora, el
próximo punto. Estos acontecimientos narrados
en los cuatro caballos del apocalipsis, estos acontecimientos en los
últimos tres son el micrófono, megáfono, bocina, trompeta, amplificador
que Dios usa para llamar la atención y para
obligar a todos a escuchar. Es increíble este punto, tan
obvio, tan evidente. El tema es tremendo aquí y hay
que terminar, pero lo voy a ilustrar. En todos estos acontecimientos,
Dios agarra el micrófono. Dios anuncia por su amplificador
la advertencia. Y hay un tremendo argumento aquí,
importantísimo, al cual volveremos, si Dios quiere, en estos días.
Voy a estar predicando. Esto es el tema en estos días. Si estoy aquí con mi familia,
nos obliga. Estos son los temas que vamos a darle seguimiento
a estos temas. Ah, porque espero que Dios ya
tenga tu atención. Que Dios ya tenga nuestra atención.
Esperemos que sí. No veo a ninguno dormido aquí
el día de hoy. Vean esta ilustración. Se anuncia que viene un huracán en estas zonas desde Yucatán,
Colfo de México, Veracruz, New Orleans, Miami, Houston, y las
personas han de tomar las precauciones pertenentes. ¿Cuáles son las
precauciones que van a tomar? Las pertenentes para protegerse
a sí mismos y en teoría sus pertenencias. Pero ya el anuncio, ahí está
de entrada el anuncio. Si esto se agrava, olvídate de
tus pertenencias. Si esto, si las aguas llegan
a un nivel, olvídate de salvar cosa alguna, salvo tu vida. El anuncio. toman sus medidas
de precaución porque el huracán se acelera y se acerca y el peligro
se incrementa. Y tú y yo viéndolo y en algún video
ahí sale el cuate, ¿no? El más cool que está con la botella
y está con la mano, ¿no? Como en Forrest Gump, desafiando
en medio de la tormenta. Que Dios, que quiero pelear contigo,
Dios, ahí está. Y es el primero que se muere.
El más tonto de todos los tontos. Las personas que no toman precauciones
son las más tontas. Pero el asunto no es tan sencillo.
No. Ah, porque hay una zona de alcance. Lo vimos en Houston. Nadie jamás
pensaba que la mitad de la ciudad estaría bajo agua. Lo vimos en
Katrina, en New Orleans. Nadie jamás imaginaba lo que
iba a pasar. Y por más que tomaron sus precauciones,
para muchos de ellos las precauciones eran, subo al segundo piso. Ah,
mejor voy al tercer piso. Y se quedaron atrapados ahí.
Tuvieron que romper el techo para sacar sus cadáveres muertos.
Tomaron sus precauciones que no eran suficientes y se murieron. Hay una zona, ¿no? Y nadie sabe. Peor, con un huracán, los torbellinos,
múltiples torbellinos que van como kamakazes atacando y matando
a medio mundo de las personas que tomaron sus precauciones
incluso. Primer ejemplo. Segundo ejemplo.
Hay un colapso económico y nadie lo esperaba. Hay un terremoto
blindado aquí, lo hemos mencionado en el edificio, contra un temblor
de 9. Todo esto, si no han visto las fotos de todo lo que hay
aquí en la infraestructura que blindaron con la estructura que
ya existía, 10 veces más blindado, ¿no? Terremoto, catástrofe, desgracia. El punto, algo que llega sin
advertencia. Y todo lo anterior, ¿anunciaron
que entraría el ojo del huracán a tal hora? No, no, no, aquí
nada de esto, sin advertencia. El cuarto caballo, la muerte
súbita, la muerte inesperada, ni las precauciones las mejores
del mundo sirverán en el colapso inesperado, la catástrofe que
llega de repente. Segundo ejemplo. Ahora el tercer
ejemplo. Se llama epidemia. Se llama pandemia. Se llama enfermedad. El peligro es inminente. El peligro
es invisible. Y la regla fija en estos acontecimientos. El peligro invisible se mueve
de manera misteriosa y el resultado Todas las personas,
sin excepción, están en peligro. Ricos y famosos, pobres, humildes,
los más educados y más dotados, de los que no terminaron ni la
primaria, todos están en peligro. Todos los pueblos, lo que estamos
viviendo, es algo inédito. Ni la influencia española alcanzó
a ciento cuarenta y tantos países del mundo como esto. Todas las
razas, no? Increíble, al principio pensaba
en la raza oriental, más propensa, no? Creo que no. Aunque hay 300,000
chinos que viven ahí en Italia en donde brotó esto y tenían
vuelos directos a Wuhan. 300,000 chinos viven y trabajan
ahí en donde los índices están arriba del 10% del índice de
muertos. Pero todas las razas, todas las
naciones, todas las edades, Y todas las personas desde el presidente
de la república hasta el primer ministro de Gran Bretaña, hasta
la esposa del primer ministro de Canadá, hasta miembros de
la familia real en el Reino Unido, hasta los campesinos y los trabajadores
domésticos. ¿Cuánto más la advertencia? ¿Cuánto más, no? el micrófono,
amplificador, gritando. ¿Cuánto más? Y el pontón, la
medida en que estas cosas se intensifican y se incrementan
en su magnitud y alcance, Dios está gritando a todo el mundo. De tal modo que para no hacerle
caso, tienes que ser entre los más ciegos y los más sordos,
espiritualmente hablando, entre los más ciegos y los más sordos
que hay. Dios está hablando. Y lo que nos interesa aquí para
concluir es lo siguiente. ¿Qué es lo que nos está diciendo
este Dios? De los cuatro caballos del apocalipsis.
Su mensaje va por muchos caminos, pero para terminar hay que contentarnos
con un poquito de esto, ¿no? Su mensaje primero para todos
es sobre la incertidumbre de la vida, su fragilidad, debilidad,
incertidumbre, y sobre la certidumbre de la muerte. Nos está hablando
a todos de esto con una epidemia, ¿no? Nos está recordando La verdad
es lo que va a suceder a todos, la muerte. En este sentido, con
su bocina megáfono, está anunciando a todos la verdad. Es cuestión de tiempo y les va
a alcanzar la muerte. Y con esto, pudiera ser antes
de lo que pensaban. ¿Están listos? ¿Están preparados?
Los que no se preparan a la luz de algo como esto, qué tontos. ¿Qué tipo de necesidad? Les está
hablando de eso. Primero, de la muerte. Segundo,
a todos les está hablando de su ira. Manifiestas la ira de
Dios desde el cielo. Manifiestan la tierra en contra
de toda impiedad, toda injusticia. Los hombres que detienen la verdad
con injusticia, Dios está manifestando. Lo señalábamos en el resumen.
Guerras, colapso económico, pestilencia, todo el paquete, muerte prematura,
el pecado metido de por medio. Y la ira de Dios en contra del
pecado. Esta ira de Dios que se manifiesta según estos cuatro
caballos en forma cíclica a lo largo de la historia. En donde
existe el dolor, en donde existe el sufrimiento. Ahí está la ira
de Dios manifestándose. En las consecuencias inevitables
del pecado. Todo el paquete. Lo que yo decía al principio.
Se preguntan por qué. No se preguntan por qué la muerte.
Ni siquiera lo vinculan con el pecado. No, no quieren ver nada
de esto. Y la ida de Dios que se manifiesta
en la conciencia de cada ser humano, en cierta medida, se
revela. Se revela con los cuatro caballos. El mensaje del Evangelio es un
mensaje primero acerca de Dios y segundo acerca del pecado y
sus consecuencias. Y como las personas hacen caso
omiso del evangelio, les manda la guerra. Y como hacen caso
omiso la guerra, el colapso económico. Y como hacen caso omiso el colapso
económico, la muerte súbita. Y ahí el asunto. La tierra está
maldita porque el hombre está maldito. Esto nunca lo van a
preguntar ni lo van a entender los mejores científicos del mundo.
No lo van a entender. Estos acontecimientos son instrumentos. para efectuar la muerte. El entorno
mismo del hombre es su enemigo. La tierra misma en la maldición,
la así llamada naturaleza, está bajo maldición. Y esto se manifiesta,
como lo hemos dicho, en la vida nacional, en la vida socioeconómica,
en la vida física. ¿Cuánto más en la vida espiritual
de los hombres se manifiesta? Y Dios nos hace el gran favor
para muchos que nunca han ni se han acercado a la Biblia,
menos al capítulo 6 del Apocalipsis. Dios se les acerca a todos estos.
y les dice bueno te voy a mostrar algo en estos eventos que llamamos
mini apocalipsis, mini fines del mundo, porque anticipan el
apocalipsis final. Son como pequeñas escenas del
próximo capítulo, que cuando llega será más grande, trascendental
que cualquier mini apocalipsis o mini calamidad. Cuando no se
hizo el efecto del HN1, ahora viene el coronavirus, 10 años
después. como otro mini, que pudiera ser
no tan mini apocalipsis. Y con esto hay que terminar.
Pero en la lista, Dios está manifestando la realidad de la muerte, está
manifestando su ira. Y escuchen, para terminar, hay
muchísimo aquí. Dios está revelando la verdad
acerca de nosotros. ¿Me escucharon? Dios está revelando
la verdad acerca de cada uno de nosotros y cada persona en
el alcance de esta epidemia. Estas cosas revelan la verdad
acerca de nosotros. ¿Cómo es que revelan la verdad
acerca de nosotros? revelan desde un principio cuál
es nuestra relación con el primer caballo, con Cristo y su evangelio. Esto lo vimos entre semanas,
si no escucharon creo que lo pusieron en internet cómo el
creyente responde a esto, lo vimos en una forma distinta con
las enfermedades hace un par de semanas, pero estas cosas
revelan, escuchen la lista, revelan nuestros valores y revelan nuestro carácter, revelan
a quienes somos revelan la gran pregunta de si habremos construido
sobre la roca o sobre la arena nuestras vidas, no lo que está
al final del sermón del monte. Revelan en que estamos o en quien
estamos confiando. Para muchas personas revelan
que estaban confiando en el dinero, estaban confiando en sus posesiones,
estaban confiando en el materialismo, estaban confiando en sus ídolos.
Estaban confiando en el poder y el placer. Y uno decía, en
este, si llegamos a una tercera etapa de quédate en casa, todo
el mundo encerrado, la muchedumbre de gente se va a colapsar a la
internet, porque ahí van a estar con sus, este, todo lo de Netflix
y todo peor, con los que se van a enredar en un mundo de pornografía
o películas de violencia. Distraídos, van a revelar quiénes
son, cuáles son sus valores, y cuáles son sus pecados. Algunos
se van a quedar encerrados después de tres días encerrados en su
departamento, mirándose a sí mismos en el espejo, se van a
volver locos. Y en Wuhan, en donde dejaron
salir un grupo de personas, miles, si no vieron los videos, violencia
total, salieron destruyendo, quemando, incendiando. Se volvieron
locos. Y sobrevivieron el coronavirus. Estos eventos revelan la verdad
acerca de nosotros. Cuanto más nuestra fe, si se trata de creyentes, estos
eventos revelan tu fe, Si es fuerte o débil, el poder y la
capacidad que tienes la fe, que es la capacidad de creer, confiar
y entregarse incondicionalmente a Dios. Estos acontecimientos
revelan la debilidad, las dudas, la incapacidad, la desconfianza,
la falta de fe. El gran tema, los discípulos
en medio de la tormenta, apanicados, gritando, vamos a, vamos a morir,
perecemos. Y Cristo aparentemente dormido.
Y su primer, la primera cosa que dice, ¿en dónde está vuestra
fe? Estas cosas revelan la verdad
acerca de tu condición espiritual, acerca de mi condición espiritual. Si somos adveras creyentes o
no. Si reaccionamos como creyentes o como incrédulos. Los incrédulos
que nos rodean aquí. Yo entiendo el fenómeno. Algunos
de ellos piensan que estos cuates están violando la ley. No estamos
violando ninguna ley. Estos cuates piensan que pueden
reunirse, no hay peligro. No, no, tampoco. No, lo que estamos
revelando a ellos es que no tenemos miedo. Como ellos lo tienen. No, no tenemos miedo. El que
dice yo hago vivir, yo hago morir. Ellos están en sus manos y ni
lo quieren reconocer. Nosotros lo reconocemos y lo
creemos. Y si es tu destino morir, el coronavirus te va a alcanzar.
No importa lo que hagas. Esto no es una licencia para
ponerte ahí en la playa cuando viene el huracán como un tonto,
no. Y sin embargo, la peor cosa que te puede pasar
es iras antes que nosotros a la gloria. Y no tenemos miedo de
morir. Y si reaccionamos como los incrédulos,
lo comentábamos, ¿qué dijo Patton? John Payton, el misionero de
los caníbales, me da igual, suegro, si me comen los caníbales sobre
la playa, o como lo que te va a pasar a ti, los gusanitos te
van a comer en la tumba. Me da igual. Lo vimos, ¿no? Hace ocho días. Ahora, termino
con esto. Y es un tema que vamos a investigar en más de un sermón. La pregunta que está en la boca
de muchas personas es esta. La pregunta, ¿Dónde está Dios
en medio de esto? ¿Dónde está Dios? Es lo que quieren
saber los tontos. Ah, porque Dios está frente a
sus ojos y no lo quieren ver. Dios está parado frente a estas
personas. Dios les está gritando a estas
personas. Dios está manifestando a través de los caballos del
apocalipsis a estas mismas personas. Pero cuando los, cuando los cristianos,
cuando los cristianos hacemos esta pregunta de en dónde está
Dios, ¿no? Aquí anticipando lo que, lo que
veremos en, en, en otra ocasión aquí, si Dios lo permite. Nosotros,
cuando nos preguntan en dónde está su Dios, les podemos decir en algún sentido,
están los cuatro caballos del apocalipsis que están cabalgando
a lo largo y ancho, no tan sólo de nuestro querido México, sino
del mundo entero. Ahí está nuestro Dios. Pero en
realidad, lo que les decimos es, por encima de todo aquello,
Por encima del caballo, el segundo, el tercero y el cuarto, está
el primero. Y a nuestro Dios le miramos de
cerca. Y le encontramos en la cruz del Calvario. Este argumento
cierra la boca de quien sea. De todos esos que, ¿en dónde
está su Dios y cómo es posible? Nuestra respuesta es esta. Todas
las dudas se acaban, todas las preguntas se contestan en la
cruz del Calvario. Nadie se hubiera imaginado que
Dios se acercara a nosotros hasta el punto de hacerse uno con nosotros,
hasta el punto de asumir nuestra naturaleza humana. hasta el punto
de sufrir lo que nosotros deberíamos haber sufrido, nuestro castigo,
nuestra condenación, nuestra separación de su padre. Todas las dudas se acaban en
la cruz del Calvario. Todas las preguntas se contestan. Y la realidad de la cruz, nos enseña
que cualquier cosa que pudiéramos sufrir nosotros es menos de lo
que le pasó al hijo de Dios encarnado. El argumento gigantesco es cósmico,
es eterno. Cristo sufrió más que cualquier
persona, más que todas las personas en su conjunto hayan sufrido
y sufrirán. Y cualquier cosa que nos fuera
a pasar, habiendo recibido al primer caballo, No es de comparar con la gloria
venidera, con la gloria que será revelada, el argumento apostólico. No hemos sufrido nada en cuestión
de culpa y condenación y castigo por nuestros pecados, nada en
relación con lo que merecemos. Merecemos sufrir de la guerra,
de los colapsos económicos, de todo el paquete y más. Merecemos
la separación eterna de Dios, pero esto no va a suceder en
el caso de ningún creyente. ¿En dónde está tu Dios? En donde
siempre ha estado, frente a los ojos del mundo incrédulo. Proclamando hasta el día de hoy,
incluso en nuestro querido México, incluido en este lugar, incluso
desde este púlpito, proclamando la verdad del evangelio de su
hijo. Y para todos los demás no hay respuestas, ni habrá respuestas. Salvo estos caballos. Estamos frente a algo inédito.
Los 4 Caballos Covid19
Series Corona Virus Covid19
Los 4 Caballos del Apocalipsis y el Covid19...
| Sermon ID | 33120312257142 |
| Duration | 1:19:49 |
| Date | |
| Category | Sunday Service |
| Bible Text | Revelation 6 |
| Language | Spanish |
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