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Así que esta mañana Isaías 43, 6 hasta 12, esos versículos, y estamos hablando de testigos de Yahweh, el Yo Soy. Yo sé que hay una secta que se llama Testigos de Jehová, pero Dios nos llama a ser testigos fieles de Él. Y vamos nosotros a ver realmente, por un lado, quién es Dios en su naturaleza y también cómo debemos ser testigos fieles a Él. lo que me estoy dando cuenta al estar estudiando y exponiendo esos capítulos, realmente es la fluidez de los capítulos. Y les animo, si pueden, en una sentada, por ejemplo, sentarse, leer de Isaías 40 hasta 45, 48, en una sola sentada. Porque hay mucha riqueza, muchos temas que se van repitiendo una y otra vez, y hay muchas cosas que se van enlazando a medida que uno va leyendo y viendo lo que está diciendo. Esta mañana vamos a estar viendo que Yahweh es el único Dios verdadero. El yo soy, el que existe por sí mismo. Por la contrariedad y la rebelión del ser humano, Yahweh es el que se encarga de formar para sí a un pueblo que le será testigo fiel. Nosotros en nosotros mismos no somos fieles. A nosotros, los seres humanos, tanto los judíos, los israelitas en el Antiguo Testamento, como el ser humano hoy día no ha cambiado. Y aunque Yahweh Dios nos llama a ser testigo fiel, nosotros no lo hacemos, o no podemos hacer en nosotros mismos. Vamos a dar lectura de Isaías 43, de versículos 1 hasta 12, para ver un poco más del contexto. Isaías 43, versículos 1 hasta 12. Y voy a estar leyendo de la Biblia de las Américas. Y dice así, más ahora, así dice Yahweh, tu creador, oh Jacob, y el que te formó, oh Israel, no temas, porque yo te he redimido. Te he llamado por tu nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo. Y si por los ríos, no te anhegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama te abrazará. Porque yo soy Yahweh tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador. He dado a Egipto por tu rescate, a Cus y a Seba en lugar tuyo, ya que eres precioso a mis ojos, digno de honra, y yo te amo. Daré a otros hombres en lugar tuyo y otros pueblos por tu vida. No temas, porque yo estoy contigo. Del oriente traeré tu descendencia, y del occidente te reuniré. Diré al norte, entrégalos, y al sur, no los retengas. Trae a mis hijos desde lejos, y a mis hijas desde los confines de la tierra. A todo el que es llamado por mi nombre, y a quien he creado para mi gloria, a quien he formado, y a quien he hecho, sacar al pueblo ciego, aunque tienen ojos, y a los sordos, aunque tienen oídos. Todas las naciones aún no se han reunido y se han congregado, los pueblos. ¿Quién de ellos declarará esto y nos proclamará las cosas anteriores? Que presenten sus testigos y que se justifiquen, que oigan y digan, es verdad. Vosotros sois mis testigos, declara Yahweh, y me sirvo a quien he escogido, para que me conozcáis y creáis en mí, y entendáis que yo soy Antes de mí no fue formado otro Dios, ni después de mí lo habrá. Yo, yo soy Yahweh, y fuera de mí no hay salvador. Yo soy el que lo he anunciado, y salvado lo he proclamado, y no hay entre vosotros Dios extraño. Vosotros, pues, sois mis testigos, declara Yahweh. Yo soy Dios. Así dice la palabra de Dios. Una y otra vez en estos capítulos, ¿qué es lo que estamos viendo? Yahweh Dios está llamando la atención de quien Él es y que no hay como Él. Él es quien existe por sí mismo y quien llama a su pueblo a ser testigo fiel. Dios no cambia, pero lo que vemos una y otra vez que su pueblo no le es fiel. Lo que vemos en este pasaje, lo que estamos viendo en estos capítulos, no es la rebelión innata de cada ser humano. Realmente es su repudio de devolver de sí mismo a Dios. En el Antiguo Testamento, los judíos, los israelitas, tenían muchos privilegios que Dios mismo les había dado. Y deberían haber amado, adorado, servido a Dios con todo su corazón. Ellos deberían haberle sido testigos fieles. Pero, ¿qué es lo que hemos visto? Que realmente eran un pueblo rebelde. Y como sabemos, el ser humano no ha cambiado. Así que esta mañana vamos a concentrarnos primero en ¿Quién es Yahweh Dios? Y luego, ¿Qué quiere decir serle testigo fiel? O como Dios nos ha llamado a serle fiel a fieles testigos. Entonces, vamos a comenzar con Yahweh, el Yo Soy. Leemos los versículos 10 y 11 otra vez. Dice, vosotros sois mis testigos, declara Yahweh, y mi siervo a quien he escogido, para que me conozcáis y creáis en mí, y entendáis que yo soy. Antes de mí no fue formado otro Dios, ni después de mí lo habrá. Yo, yo soy Yahweh, y fuera de mí no hay salvador. ¿Qué es, en este pasaje, una verdad fundamental que Yahweh Dios está llamando a los israelitas a entender y creer? Dice en versículo 10, para que me conozcáis y creáis en mí y entendáis, ¿no? Hay que entender, hay que creer, hay que conocer algo. ¿Y qué es? Y es la verdad fundamental que Dios se expresa en su propio nombre. Ustedes deben recordar cuando Dios se dio a conocer por su nombre. Es en la historia del éxodo. En éxodo 3, 14 y 15. Éxodo 3, 14 y 15. Voy a leer los versículos. Y dijo Dios a Moisés, yo soy el que soy. Y añadió, así dirá hasta los hijos de Israel. Yo soy, me ha enviado a vosotros. Dijo además Dios a Moisés, así dirás a los hijos de Israel, Yahweh, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac, y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre, y con él será memoria de mí de generación en generación. Por su nombre, Yahweh Dios expresa quién es en su naturaleza. Expresa lo que dice en ese versículo Isaías 43, 10, al decir, antes de mí no fue formado otro Dios, ni después de mí lo habrá. Él se expresa quién es por medio de sus hechos. por medio de su nombre, por medio de sus hechos. En el contexto de Isaías, en los versículos que siguen lo que estamos estudiando hoy, habla, hace referencia al éxodo también de Egipto. Y en esa historia, ¿qué es lo que pasó? ¿Cómo es que Dios se dio a conocer por su nombre en esa historia? ¿Qué es lo que Dios hizo específicamente? Si lo resumimos, podemos decir que Dios hizo dos cosas. Por un lado, salvó a su pueblo. Por otro lado, juzgó a los egipcios. Y Dios se dio a conocer su santo carácter por medio de esos hechos. Así que el nombre de Dios, Yahweh, el Yo Soy, el que existe por sí mismo, es quien se da a conocer por medio de lo que Él se va haciendo. Y lo que quiero ver en esos versículos, dice, versículo 10, 11, y el contexto sigue con lo mismo, pero dice, versículo 10, y entendáis que yo soy, yo soy, versículo 11, yo, yo soy Yahweh. Y vamos a pasar algunos versículos en estos capítulos de Isaías que usan esa frase. Y como sabemos o debemos entender que en el Nuevo Testamento, por ejemplo, también vemos esa frase a veces. Así que vamos a ver en el Antiguo Testamento qué está diciendo Dios en el Nuevo. Esa frase, yo soy, fue traducido del hebreo porque el Antiguo Testamento fue escrito en hebreo. Pero fue traducido al griego en la Septuaginta. Y esa traducción en sí es lo que Jesús y los discípulos usaban en ese tiempo. Así que la traducción, y se ven muchas veces referencias que Jesús hacía a los discípulos a la traducción al griego. para fundamentar una verdad usando las mismas palabras, frases para mostrar algo. Y esto es uno de esos. Así que vamos a ver primero en Isaías algunos versículos en el contexto de lo que estamos viendo y luego en el Nuevo Testamento. En Isaías 41, versículo 4, hemos pasado ese versículo, y voy a dar lectura. Dice, Isaías 41, 4, dice, ¿Quién lo ha hecho y lo ha realizado? Llamando a las generaciones desde el principio. Yo Yahweh soy el primero y con los postreros soy. Yo Yahweh soy el primero y con los postreros soy. Bueno, aunque voy a decir, nuestras traducciones son muy buenas, a veces se pierde alguito de la riqueza. Y en hebreo, ese versículo al final tiene una frase que dice, yo soy él, que añade que en la traducción al español lo ha, ¿cómo decir? juntado eso con el, yo el señor, ¿ok? Así que, yo soy él, ¿qué está diciendo? Está diciendo, yo puedo leerlo en español como si fuera así, yo el señor, yo Yahweh, soy el primero y con los posteros soy. Yo soy él. Es lo que está diciendo. Yo soy él. ¿Qué? ¿El que qué? El que hace lo que determina hacer. ¿Quién es el que hace lo que determina hacer? Dios. ¿Los dioses falsos pueden hacer eso? No. Y en ese versículo se ve esa frase, yo soy, en la traducción al griego. Seguimos, Isaías 43.10, eso es lo que nosotros hemos visto ahorita, también se encuentra ahí, ¿no? Que dice, para que me conozcáis y creas en mí, entendáis que yo soy. que yo soy. Ahí está esa frase que estamos hablando. En ese versículo, ¿qué está llamando? Está llamando a entender que no existe ninguna otra ideidad. Realmente, perdón, sólo un ánimo en este momento. Hay que prestar mucha atención a lo que estoy diciendo ahorita. Porque en unos minutos vamos a vincular eso con algo del Nuevo Testamento. Y si no nos prestamos atención, lo que vamos a decir de Jesús en el Nuevo Testamento nos va a pasar por alto, voy a decir. ¿Ya? Así que aquí está diciendo, yo soy, él está llamando la atención a que él existe por sí mismo, no existe otra deidad por su propia cuenta. El Yahweh es el único que es auto existente. Seguimos en Isaías 45, versículo 18. Isaías 45, 8. 18, perdón, 45, 18 dice, porque así dice Yahweh que creó los cielos. Él es Dios que formó la tierra y la hizo. Él la estableció y no la hizo un lugar desolado, sino que la formó para ser habitado. Yo soy Yahweh y no hay ningún otro. Recuerden esa frase, yo soy Yahweh y no hay ningún otro. Isaías 46, versículo 9. 46, versículo 9. Acordaos de las cosas anteriores ya pasadas, porque yo soy Dios y no hay otro. Yo soy Dios y no hay otro como yo. Yo soy Dios, no hay otro. Yo soy Dios. No hay otro, no hay ninguno como yo. Otra vez, quiero en estos dos últimos versículos, dice, yo soy Yahweh y no hay ningún otro. Yo soy Dios y no hay ninguno como yo. Otra vez, estos versículos están fundamentando, empatizando la verdad que estamos viendo en esta serie de mensajes. Es la verdad que Yahweh Dios es el único Dios verdadero quien existe por su propia cuenta y que no depende de nadie en absoluto. Toda la creación depende de Él. Y si pasamos a Isaías 47, vemos algo muy interesante respecto a lo que acabamos de estar leyendo. Lo que se hace es a personificar a Babilonia como alguien que piensa ser yo soy, en el sentido de ser inexpugnable, que no puede ser derrocado. Esta Babilonia se jacta como si fuera el centro de todo. Isaías 47, 8 a 10. Ahora pues, oye esto, voluptuosa, tú que moras confiadamente, que dices en tu corazón, yo y nadie más. Eso también es, yo soy y nadie más. No me quedará duda, ni sabré de pérdida de hijos. Pero estas dos cosas vendrán de repente sobre ti en un mismo día. Pérdida de hijos, viudez, vendrán sobre ti en toda su plenitud a pesar de tus muchas hechicerías, a pesar del gran poder de tus encantamientos. Tú sentiste segura en tu maldad y dijiste, nadie me ve. Tu sabiduría y tu conocimiento te han engañado y dijiste en tu corazón, yo y nadie más. Y esa frase, yo y nadie más, es muy semejante en el griego a lo que hemos visto en Isaías 46, 9, por ejemplo, que dice, yo soy Dios y no hay ninguno como yo. ¿Y por qué sacó eso? ¿Por qué estamos hablando de eso? Por lo que vamos a estar viendo de Jesús en unos minutos, y también de cada uno de nosotros. En estos versículos, Babilonia se pone como el que existe por su propio poder, el que no depende de otro, el que piensa controlar su propio destino. Muchas veces el ser humano, cada uno de nosotros puede ser, pensamos a que nosotros controlamos nuestro propio destino. Y obviamente eso es aún más con personas con dinero, con influencia, con poder. Piensen que realmente tienen una posición segura, que nadie los puede derrocar. ¿No ven? Así que el ser humano en sí mismo entiende que todo lo que es depende de Dios, el único yo soy, o muchas veces andamos pensando que realmente depende de mí. Depende de mí, mi esfuerzo, mi inteligencia, lo que yo soy. Y muchas veces el ser humano se pone en el lugar de Dios no reconociendo a Dios por quien es. Y en un cierto sentido, si no le damos gracias y no lo reconocemos a Dios, por todas las bendiciones que Él nos da, eso es lo que estamos haciendo. No estamos reconociendo que no existimos por nuestra propia cuenta. Y eso es lo que Babilonia estaba haciendo. Obviamente, hoy en día hay gobernantes que hacen eso y piensan, bueno, Son, por decir, inexcusables. Nadie puede sacarlos de su poder. Hay personas con mucho dinero. Hay, también, personas más, por decir, humildes, con sus familias, o hasta pastores, o lo que sea, que piensen, bueno, que tienen todo en sí mismos, son el que es el importante, el único, en ese sentido. Si entendemos eso, si entendemos que cada uno de nosotros dependemos de Dios, que cada uno de nosotros no es el Dios Soy, que cada persona que existe es así, cuando pasamos al Nuevo Testamento y vemos lo que Jesucristo decía de sí mismo respecto a quién es, vamos a poder entender un poco mejor la reacción de los judíos contra él. Los judíos en, bueno, en ese sentido superficial voy a decir, pero ellos, los judíos en el día de Jesús, eran el pueblo de Yahweh Dios. Ellos tenían esas escrituras. Ellos rechazaban los dioses falsos. Ellos entendían que sólo Yahweh Dios es único y que no hay otro. Y no hay ninguno que puede ponerse en el lugar de Dios. No sé si ustedes han tomado el tiempo de reflexionar en lo que Jesucristo dice de sí mismo. Y vamos a estar vinculando Isaías 43, esos versículos que estamos viendo, con lo que Jesucristo dice en el Nuevo Testamento. Él dice que Él es, yo soy. Pasen por favor a Juan, capítulo 8. Juan, capítulo 8. Y vamos a estar viendo tres versículos en este capítulo en el cual Jesucristo usa esa misma frase, yo soy. Y yo creo que en esas tres ocasiones está usándola como una referencia de quien Él es. Y obviamente en la última, en Juan 8, 58, no hay duda de lo que está diciendo. Pero comenzamos con 8, 24. Juan 8, 24. Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados, porque si no creéis que yo soy, moriréis en vuestros pecados. Jesucristo aseveró que si uno no cree en Él y en quien Él se declara ser, ¿qué va a pasar? morirá en sus pecados. Los judíos tenían sus opiniones de quién era Él, era Jesús. Pero si erraban, Jesús estaba asegurando, diciendo que morirían en sus pecados. En este versículo, Jesús declara ser Él, yo soy. Y si no entendían la declaración, en ese versículo, los judíos, ya lo vas a decir dos veces más en ese mismo capítulo. Para no dejar ninguna duda, perdón, de quién él está afirmando ser, ¿quién? El Yo Soy del Antiguo Testamento, es decir, Yahweh, Dios. Antes de seguir viendo en Isaí o en Juan, el próximo versículo, ¿qué es lo que este versículo en Juan 8 dice? Dice, si no crees que yo soy, moriréis en vuestros pecados. En el contexto de Isaías 43, en ese mismo versículo, dice que Yahweh dice que Él es salvador. Él es salvador y no hay otro. Y en el contexto, aquí vamos a estar viendo el próximo domingo, hablando más de Dios como salvador. Pero aquí en Juan 8, Dios, Jesucristo está diciendo, si no crees en mí, vas a morir en tus pecados. Yahweh es el único Dios quien salva y perdona transgresiones. En Juan, Jesucristo se declara ser Dios, es el salvador, es el Mesías, y si uno niega a creer que ya a quien es Él, moriría con sus pecados. Juan 8, Perdón, en Isaías, Yahweh es salvador. En el Nuevo Testamento, ¿quién se declara ser salvador? Jesucristo. Seguimos con en Juan, Juan 8, 28. Juan 8, 28. Que dice, por eso Jesús dijo, cuando levantéis al Hijo del Hombre, entonces sabréis que yo soy, y que no hago nada por mi cuenta. sino que hablo estas cosas como el padre me enseñó. Otra vez. Cuando levantes al hijo del hombre, entonces sabréis que yo soy y que no hago nada por mi propia cuenta. Y al final, de ese mismo contexto, en Juan 8, 58, Juan 8, 58, Es el versículo que yo creo que muchos de nosotros conocemos, usamos cuando estamos hablando con los testigos de Jehová, por ejemplo. Pero dice, Jesús les dijo, en verdad, en verdad, os digo, antes que Abraham naciera, yo soy. Y en eso lo que Jesús está declarando es su naturaleza. ¿Quién es? Y en todo el contexto está llamando a los judíos a creer que es lo que en el Antiguo Testamento tenía que creer, creer en Yahweh Dios. Aquí Jesús está llamándolos a creer quién es Él también. Y está declarando quién es Él. Antes que Abraham naciera, yo soy. Al escuchar esa exageración, ¿los judíos entendían o no entendían lo que Jesús estaba declarando? Sí, entendían. Recuerden lo que hablábamos hace unos minutos del Antiguo Testamento. En Isaías, ¿quién declara ser el Dios-Soy? Yahweh Dios. Si hay otro, un Dios falso, ¿un Dios falso es Dios-Soy el que existe por sí mismo? No. Babilonia, cuando Babilonia se puso como el que existe, que nadie puede derrocar, es una blasfemia contra Dios. Pensar que no depende de Dios. Los judíos al escuchar eso, tenían en mente todas esas verdades que estamos hablando. Y al escuchar a un, en su modo de ver, a un hombre declarar ser el yo soy, y no solo declarar ser el yo soy, ¿qué es lo que dice Matt aquí? Antes que Abraham naciera, yo soy. Entonces, no solo está diciendo yo soy, está diciendo, mira, yo soy antes que Abraham naciera. Yo existo antes que Abraham. Y obviamente ellos reaccionaron. Reaccionaron porque no creyeron. ¿Quién es? El Hijo, Jesucristo. Eso habría sido muy fuerte para ellos escuchar. Tal aseveración nosotros por decirlo tomamos muy, casi a la ligera. Por supuesto, Jesús es Dios. Los judíos no lo habrían aceptado así. De ver a un hombre declarando ser Dios habría sido bastante fuerte. El Hijo de Dios es Dios mismo, quien vivió entre nosotros. Él es quien demostró, demostraba su carácter santo, su carácter único por sus hechos en la tierra. Y Él demostraba ser el Yo Soy por todo lo que hacía. Él, ¿qué es lo que Jesús hacía en la tierra? Bueno, Él sanaba a los enfermos. Él perdonaba los pecados. Él se resucitó de los muertos, finalmente. ¿Quién tiene poder para resucitarse de los muertos? Nadie, menos Dios. Dios es el único. Solo Dios tiene esa autoridad y poder para realizar esas cosas. Y esos tres versículos se encuentran en el mismo contexto en Juan 8, apuntando la verdad de la naturaleza divina de Jesucristo. Y si tú no crees que Jesucristo es Yahweh, el Yo Soy, la segunda persona de la Trinidad, quien es Dios mismo, también perecerás en tus pecados. Por eso las personas de la secta, testigos de Jehová, ¿qué es lo que ellos creen de Jesucristo? Es el Hijo de Dios, pero no es Dios. Ellos creen que Jesús es Miguel el Arcángel. Ellos niegan que Jesús es Dios. ¿Y qué es lo que Jesús afirma en ese versículo que hemos leído? Si ustedes, 8, 24, otra vez que dice, por eso os dije que moriréis en vuestros pecados. Porque si no creéis que yo soy, moriréis en vuestros pecados. Y podemos sí aplicar eso a esa secta, las personas que están en esa secta. La persona que no acepta quién es el Hijo de Dios, Jesucristo dice, morirá en sus pecados. Las personas en esta secta, los testigos de Jehová, hacen un error semejante a lo que los judíos hacían en el día de Jesús mismo. Ellos no creen que Jesús es Dios mismo. Y hablando de los testigos de Jehová, ellos creen que Jesús es Miguel, el arcángel. Y podemos decir, ¿un ángel puede perdonar pecados? No. ¿Un ángel puede resucitarse de los muertos? No. Solo Dios tiene ese poder. Así que, nosotros también, en las oportunidades que tenemos, es ayudar, exponer en lo que podamos, esos pasajes para ellos, para que entiendan quién es el Mesías verdadero. Vamos a leer una referencia más en Juan que realmente se relaciona con lo que estamos viendo en Isaías. Pero antes de leer Juan, quiero volver a leer Isaías 43 a 10 a 12. ¿Por qué? Para que entendamos otra vez el vínculo, Isaías 43, 10 a 12, que dice, vosotros sois mis testigos, declara Yahweh. y me sirvo a quien he escogido, para que me conozcáis y creáis en mí, y entendáis que yo soy. Yo, yo soy Yahweh, y fuera de mí no hay salvador. Yo soy el que lo he anunciado, he salvado, he proclamado, y no hay entre vosotros Dios extraño. Vosotros pues sois mis testigos, declara Yahweh. Yo soy Dios. En Juan 13, Juan capítulo 13, 18 y 19, Jesús alude, hace referencia a estos versículos en Isaías 43. Voy a dar lectura, 18, 19. No hablo de todos vosotros. Yo conozco a los que he escogido. Pero es para que se cumpla la escritura, el que come mi pan ha levantado contra mí su calcañada. Y esa es la parte. Os lo digo ahora, antes de que pase. Para que cuando suceda, creáis que yo soy. ¿Qué es lo que dice otra vez? Os lo digo desde ahora, antes de que pase, para que cuando suceda, creyáis que yo soy. ¿Qué es lo que en el Antiguo Testamento Dios está diciendo? Isaías 43.12 otra vez dice, yo soy el que lo he anunciado, he salvado, lo he proclamado. ¿Qué es lo que Dios en el contexto que venimos viniendo? Dios anuncia algo y sucede. Es una demostración de quién Él es. Él es, yo soy. Jesucristo en este pasaje Juan 13 está diciendo, mira, les estoy diciendo esto antes que pase para que entiendan que yo soy. Eso es lo que está diciendo Jesucristo. Jesús declaró eso, ¿no? Para dar a entender, obviamente, lo que iba a pasar, pero más allá de lo que iba a pasar, para declarar quién Él es, para mostrar quién Él es. En un momento vamos a estar viendo que Dios llama a su pueblo a ser testigo fiel de Él. Pero para ser un testigo fiel de Dios, ¿qué es lo necesario? Lo necesario es conocerle tal como Él es. Un testigo fiel no puede testificar fielmente si no conoce Él, por decir, el objeto de tu testimonio. Así que es necesario, es preciso que nosotros entendamos quién es Yahweh Dios, y lo que él dice de sí mismo. Y recuerdan lo que los jesucristos, los apóstolos, hacían. En ese tiempo ellos proclamaban las buenas noticias, y ¿cuáles fueron sus escrituras? Los libros del Antiguo Testamento. Sin lugar a dudas, lo que estamos viendo hoy fue parte de esa proclamación de los apóstoles en los primeros días, de declarar quién es el Hijo de Dios, Jesucristo. Así que para nosotros, la pregunta es, ¿nosotros conocemos a Yahweh Dios tal como Él se ha revelado? ¿Nosotros creemos en Yahweh Dios como Él es? ¿Entendemos que Yahweh Dios es el único Dios verdadero, no hay otro? Si no crees también en Jesús, que Él es el Hijo de Dios, Él es Dios mismo. También perecerás en tus pecados. Pasando al segundo punto de esta mañana. Ustedes son mis testigos. Y voy a dar lectura de versículos 6 a 12. 6 a 12 de Isaías 43. Isaías 43 de 6 a 12. Diré al norte, entrégalos, y al sur, no los retengas. Trae a mis hijos desde lejos, y a mis hijas desde los confines de la tierra, a todo el que es llamado por mi nombre, y a quien he creado para mi gloria, a quien he formado y a quien he hecho. sacar al pueblo ciego, aunque tienen ojos, y a los sordos, aunque tienen oídos. Todas las naciones aún no se han reunido y se han congregado los pueblos. ¿Quién de ellos declarará esto y nos proclamará las cosas anteriores? Que presenten sus testigos y que se justifiquen, que oigan y digan, es verdad. Vosotros sois mis testigos, declara Yahweh, y me sirvo a quien he escogido, para que me conozcáis y creáis en mí, y entendáis que yo soy. Antes de mí no fue formado otro Dios, ni después de mí lo habrá. Yo, yo soy Yahweh, y fuera de mí no hay salvador. Yo soy el que lo he anunciado, he salvado, lo he proclamado, y no hay entre vosotros Dios extraño. Vosotros pues sois mis testigos, declara Yahweh, y yo soy Dios. Varias veces en este versículo estamos hablando de testigos, y testigos de Yahweh Dios. ¿Qué es un testigo? Un testigo es alguien que tiene el encargo, por ejemplo, de proclamar, ¿no?, quién, bueno, el mensaje o lo que ha pasado, lo que ha visto, lo que ha oído. En esos versículos, el escenario es de un tribunal, otra vez, un tribunal para sacar a la luz las verdades del gran, del único gran Dios. En versículo 9, vemos, dice que todas las naciones se han reunido, se han congregado. ¿Y quién de ellos declarará estas cosas? Ellos tienen que presentar, ¿qué? Sus testigos. ¿Y las naciones con cuáles testigos o cuáles testigos podrían presentar? ¿Van a poder presentar testigos que dan evidencia de la veracidad de sus dioses? No. Todo el contexto muestra que los idolos son obras inútiles, que no pueden hacer nada. No pueden ayudar ni salvar a sus peligrosos. En este contexto, Yahweh Dios llama también a los israelitas a testificar de quién Él es y también de sus grandes obras. Dice en versículo 10, Vosotros sois mis testigos. Versículo 12, Vosotros pues sois mis testigos. Y la pregunta es, ¿había algo en particular que tenían que testificar? Bueno, sí, vemos varias cosas en el contexto de quién es Yahweh Dios, de lo que Él proclama y después lleva a cabo. Y también hay algo en particular en los próximos versículos que vamos a estar viendo el próximo domingo en cuanto a el éxodo de Egipto, el rescate de Dios de Egipto. Y eso hace referencia para decir, mira, yo voy a rescatarlo también de Babilonia. Los israelitas habían de ser buenos testigos de la santidad y la unicidad, es decir, Dios es único, de Yahweh Dios. Él es el único que proclama y lleva a cabo su voluntad. Eso es lo que tenía que proclamar. Pero, conforme al contexto, ¿qué clase de testigos eran? Versículo 8. Sacar al pueblo ciego, aunque tienen ojos, a los sordos, aunque tienen oídos. ¿Qué clase de testigo? Si voy a llamar a un ciego y voy a decir, testifica lo que has visto en esta ocasión. No resulta, ¿no ve? Si llamo a un sordo, testifica lo que has escuchado. No resulta. Los israelitas. deberían haber visto con sus ojos, oídos con sus oídos, todas las verdades que habían experimentado y escuchado. Bueno, ellos por un lado tenían todo lo que cada ser humano tiene, que es la creación. Podían ver eso. Más, ellos habían visto todas las maravillas de Dios en sacado de Egipto. Y después, en su historia, todo lo que Dios había hecho. Ellos habían visto, bueno, a muchos, es decir, el pueblo, con sus propios ojos, esos milagros. Y luego los que no habían experimentado esos mismos milagros, si habían escuchado de eso, tenían la palabra de Dios. Ellos habían recibido y oído la palabra. Así que, conforme a eso, deberían haber entendido el significado de todo lo que pasaba. Pero a pesar de haber visto y oído tanto, no entendían ni captaban su verdadero significado. Si recuerdan un capítulo antes, Isaías 42, Isaías 42, 19 y 20. Isaías 42, 19 y 20. ¿Quién es ciego si no mi siervo? Tan sordo como el mensajero a quien envío. quien es tan ciego como el que está en paz conmigo, tan ciego como el siervo de Yahweh. Tú has visto muchas cosas, pero no las observas. Los oídos están abiertos, pero nadie oye. Los israelitas deberían haber meditado, reflexionado sobre toda su historia, de cómo Yahweh los había escogido, cómo los había cuidado, los había salvado. Pero, desgraciadamente, no lo hacían. deberían haber asimilado la palabra de Dios como para entender su significado y la grandeza de Yahweh Dios, pero no lo hacían. Y tristemente, la mayor parte de la historia de los israelitas muestra ese mismo proceder, no solo antes de la venida del Hijo a la tierra, sino después. Hay un pasaje en los primeros capítulos de Isaías que se refiere a este mismo asunto. Isaías 6, Isaías 6, versículos 9 y 10, cuando Dios encarga a Isaías para ser el profeta para la nación. Isaías 6, 9 y 10 dice, y él dijo, ve, está Yahweh Dios hablando con Isaías, ve y di a este pueblo, escuchad bien, pero no entendáis. Mirad bien, pero no comprendáis. Haz insensible el corazón de este pueblo. Endurece sus huidos. Nubla sus ojos. No sea que vea con sus ojos, oiga con sus huidos, entienda con su corazón, se retienta y sea curado. Entonces está hablando del juicio de Dios para con los israelitas, de ser insensibles, sus oídos a sus ojos, para ver y escuchar. Y esos versículos en Isaías 6 se citan, se hacen referencia en cada uno de los evangelios, Mateo, Marcos, Lucas, Juan, en Hechos, también en Romanos. Una y otra vez se ve la ceguera y los sordos que eran los israelitas. El Nuevo Testamento relata la encarnación del Hijo de Dios en la persona de Jesús. Dios mismo vivía entre su pueblo, como ya hemos conversado. Jesucristo es el Mesías que había de venir. ¿Qué es lo que pasaba con los judíos? Los judíos veían con sus ojos, oían con sus oídos lo de Jesús. ¿Qué es lo que veían o oían? ¿Cómo? Obras como dar vista a los ciegos, caminar sobre el agua, expulsar demonios, como hemos dicho, de perdonar pecados y también, en última instancia, de resucitarse de los muertos. Ellos escuchaban su enseñanza, una enseñanza no normal, uno que se hacía con mucha autoridad y siempre conforme a la verdad. ¿Pero cómo fue su respuesta de la mayor parte de los judíos? A pesar de ver y escuchar con sus ojos y oídos físicos, les faltaba ver y oír espiritualmente. Ellos rechazaban al Mesías prometido y lo crucificaron. Y es más, aún después de su resurrección, que es lo que ellos ya entendían, habiendo escuchado o viendo No. Disimulaban la verdad para no creer en Jesús. ¿Hacer tales cosas muestra una ceguera y una sordera real? Sí. Rechazar el Hijo de Dios dentro de nosotros. Aquí en la tierra demuestra eso. Y al escuchar esa historia de los judíos, ¿qué es nuestra tentación? Estamos tentados y no creo que solo es una tentación. Creo que muchas veces lo hacemos. Los juzgamos hipócritamente. ¿Tentamos? Si yo hubiera vivido en ese tiempo, lo habría aceptado por quien es. Lo habría reconocido que es Dios mismo. Pero yo puedo aseverar con toda certeza bíblica que cada uno de nosotros, por nuestra naturaleza pecaminosa, es exactamente igual. No somos distintos. Ni tú ni yo nos diferenciamos de los judíos por ser más inteligentes, más astutos, más sabios en nosotros mismos. Cada uno de nosotros es, nosotros mismos, es ciego y sordo espiritualmente. Y la pregunta es, otra vez, ¿qué clase de testigo es un ciego y sordo? No es buen testigo. Pero debemos entender que sólo Dios es poderoso para dar vista al ciego y hacer huir al sordo. En el mismo contexto de Isaías, en varios versículos habla de la obra poderosa de Dios a favor de su pueblo. Sólo vamos a leer algunos, a pocos, aquí en Isaías 43, 1. Isaías 43, 1. En esos capítulos va intercalando las buenas noticias de lo que Dios hace a favor del pueblo ciego y sordo para hacerlos cambiar. Y dice, ahí es 43, más ahora, así dice Yahweh tu creador, oh Jacob y el que te formó, oh Israel, no temas porque yo te he redimido, te he llamado por tu nombre, mío eres tú. Versículos 6 y 7. Diré al norte, entrégalos, y al sur, no los retengas. Traer mis hijos desde lejos, y mis hijas desde los confines de la tierra. Y a todo que has llamado por mi nombre, a quien he creado para mi gloria, a quien he formado, y a quien he hecho. ¿Y qué dice ahí? A todo el que es llamado por mi nombre. ¿Qué va a pasar? Dios los va a traer. Los va a llamar y traer para ti. Dios llama y reúne su pueblo verdadero que él ha creado para su propia gloria. Él es el único que puede dar vista a los ciegos y sanar a los sordos. Vuelvo a leer, Isaías 43, 10. Vosotros sois mis testigos, declara Yahweh, y me sirvo a quien he escogido, para que me conozcáis y creáis en mí, y entendáis que yo soy. Antes de mí no fue formado otro Dios, ni después de mí lo habrá. El llamado para los judíos era de conocer y creer en Yahweh Dios, tal como Él se había revelado. Ellos eran llamados a entender que Yahweh es el único Dios verdadero. No existe o no existe otro Dios. Él es el único. Ellos eran los que deberían haberlo conocido en una forma muy personal e íntima. Ellos eran el pueblo físico de Dios. Pero la mayor parte de ellos no vivían ni testificaban fielmente de Dios. Y por esa razón vino Jesucristo. Y Jesucristo introdujo el nuevo pacto en su sangre. No vamos a pasar a ese pasaje, pero si quieren anotar en Hebreos 8, 7 y 10, habla del problema en el Antiguo Testamento. Es que la gente, los judíos, no hacían caso a Dios. Y dice que Dios mismo iba a escribir en el corazón del ser humano su ley. ¿Para qué? Para que pudieran ser su pueblo verdadero. Al mandar al Hijo a la tierra, Yahweh Dios estableció este nuevo pacto. Un pacto que se realiza por el poder de Dios. Y un pacto que resulta en la transformación de toda la persona. A base de esta transformación, el pueblo verdadero de Dios vuelve a ser testigo fiel de él. En su ministerio terrenal, Jesús andaba con sus discípulos, enseñándoles las verdades, preparándoles para que le fueran testigos fieles. Si pueden pasar a Hechos, Hechos 10. Jesús los preparaba en la tierra y después les mandó el Espíritu Santo. para ellos. Hechos 10, 39 y 43. Los apóstoles, y nosotros somos, dice 39 a 43, y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. También le dieron muerte colgándole en una cruz. A este Dios A este, perdón, Dios le resucitó al tercer día e hizo que se manifestara, no todo el pueblo, sino los testigos que fueron escogidos de antemano por Dios, es decir, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos. y nos mandó predicar al pueblo y testificar con toda solemnidad que este Jesús es el que Dios ha designado como Juez de los vivos y los muertos. De este dan testimonio todos los profetas de que por su nombre todo el que cree en él recibe el perdón de los pecados. Por el poder del Espíritu Santo, los apóstoles eran testigos fieles. Eran testigos que Dios había preparado y Dios había mandado testificar de él. Ellos testificaban de cómo uno podía ser reconciliado con el único Dios Santo por medio de la obra perfecta de Jesucristo. y con sus vidas también eran buenos testigos del poder real de Dios. Hoy en día, el llamado para nosotros es lo mismo. La pregunta para nosotros es, ¿vamos a ser o somos buenos testigos de Dios? Para ser testigo, es preciso que confiemos en Él, tal como Él se ha revelado. No tenemos derecho a inventar a otro Dios conforme a nuestro propio criterio. Nosotros necesitamos entender quién es Dios por lo que la Biblia nos relata de Él, de lo que ha hecho. Y también nosotros podemos conocer a Dios por lo que Él está haciendo en nuestras propias vidas diariamente. Dios está obrando en nosotros. Nosotros podemos ver la obra de Dios tanto en nuestras vidas personales, también en la iglesia en general, de lo que Dios está haciendo. Es necesario entender el Evangelio de Jesucristo. Es necesario entender que solo Dios nos transforma. Y sin eso, ninguno de nosotros podemos ser testigo fiel. Con una vida centrada en Dios, Y con el mensaje bíblico, nosotros sí podemos ser testigos fiel de Dios. Eso es lo que Dios llamó a los israelitas a hacer, conocerle y testificar de él. Pero en la gran mayoría no hacían eso. Y nosotros, es para nosotros también el mismo llamado. Y podemos hacer la pregunta, ¿tú realmente conoces a Yahweh Dios? ¿Te has sometido a Él en el Evangelio de Jesucristo? ¿Y entiendes lo que estamos hablando? Aparte del Evangelio, no puede ser, por un lado, un buen testigo de Él, y por otro lado, un cristiano verdadero. Los que se llaman testigos de Jehová, Son, como alguien dijo, testigos de otro Jehová. No son testigos del Jehová de la Biblia. Son testigos de otro Jehová. Nosotros, la pregunta es, ¿conocemos a Dios tal como Él se ha revelado? Y, conociéndole, ¿nosotros nos hemos rendido a Él en arrepentimiento y fe? Nosotros existimos para Dios. Él es el yo soy. Yo no soy el centro de todo. Él es el yo soy el que es el centro de todo. Yahweh es el que salva. Yahweh es el que borra transgresiones. Yahweh es el que en quien debemos confiar. Y si tú eres cristiano, otra vez, debemos seguir entendiendo el mensaje, fundamentándonos en estas verdades que hemos estado viendo. Debemos estar confiando en el poder del Espíritu Santo para seguir enderezando nuestro andar conforme a su carácter santo. Para ser buen testigo hay que conocer, ver, oír y después relatar lo que estamos viendo y escuchando. Y quiero terminar hoy día leyendo de vuelta el pasaje que hemos estado viendo hoy día. Isaías 43 y voy a dar lectura a esos 12 capítulos otra vez. Más ahora, así dice Yahweh, tu creador, o Jacob, y el que te formó Israel. No temas, porque yo te he redimido. Te he llamado por tu nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo. Y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás. Ni la llama te abrazará. Porque yo soy Yahweh tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador. He dado a Egipto por tu rescate. Acusa a Sheba en lugar tuyo, ya que eres precioso a mis ojos. Digno de honra, yo te amo. Daré a otros hombres el lugar tuyo y a otros pueblos por tu vida. No temas, porque yo estoy contigo. Del oriente traeré tu descendencia, y del occidente te reuniré. Diré al norte, entrégalos, y al sur no los retengas. Trae a mis hijos desde lejos, y a mis hijas desde los confines de la tierra. a todo el que es llamado por mi nombre y a quien he creado para mi gloria, a quien he formado y a quien he hecho. Sacar al pueblo ciego, aunque tienen ojos, y a los sordos, aunque tienen oídos. Todas las naciones aún no se han reunido y se han congregado los pueblos. ¿Quién de ellos declarará esto y nos proclamará las cosas anteriores? Que presenten sus testigos y que se justifiquen, que oigan y digan, es verdad, Vosotros sois mis testigos, declara Yahweh, y me sirvo a quien he escogido, para que me conozcáis y creáis en mí, y entendáis que yo soy. Antes de mí no fue formado otro Dios, ni después de mí lo habrá. Yo, yo soy Yahweh y fuera de mí no hay salvador. Yo soy el que lo he anunciado, he salvado y lo he proclamado. Y no hay entre vosotros Dios extraño. Vosotros, pues, sois mis testigos, declara Yahweh. Yo soy, y yo soy Dios. Vamos a orar.
YAHWEH el YO SOY
Series El Santo Dios - Isaías 40-45
VERDAD PRINCIPAL: Yahweh es el único Dios verdadero, el "YO SOY", el que existe por si mismo. Por la contrariedad y rebelión del ser humano, Él se encarga de formar para Si a un pueblo que Le será testigo fiel de quien Él es y lo que Él hace.
Escrituras tomadas de: La Biblia de las Américas® (LBLA®), Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usadas con permiso. www.LBLA.com
Sermon ID | 3292305462699 |
Duration | 1:02:30 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Isaiah 43:6-12 |
Language | Spanish |
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