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Vamos a entregar este tiempo al Señor, una vez más, que Él nos ayude a entender Su Palabra, lo que Él dice para nosotros esta mañana. Gracias, Señor, por Tu Palabra. Ayúdenos, Señor, a entender que nuestras vidas están en Tus manos. Ayúdenos a entender que nosotros existimos para Ti, Que tú eres el centro de todo y que el valor de nuestras vidas solo es en cuanto a nuestro amor, servicio y nuestra humildad delante de ti, Señor. Te pido por esta mañana que tú nos ayudes a entender lo que tú dices que va a ser una prédica muy confrontadora para nosotros y que realmente podemos someternos a ti, entendiendo estas verdades en tu nombre. Amén. Bueno, he estado pensando cómo debo iniciar esta prédica y Voy a comenzar esta vez leyendo el pasaje y luego vamos a tener algunas preguntas de introducción para ir pensando. Hebreos 11 y vamos a leer de versículos 1 a 7 y luego de 32 en adelante. Hebreos 11 y los primeros versículos y luego los últimos versículos del pasaje o del capítulo. Dice así la palabra de Dios. Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, porque por ella recibieron aprobación los antiguos. Por la fe entendemos que el universo fue preparado por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve no fue hecho de cosas visibles. Por la fe, Abel ofreció a Dios un mejor sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó el testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas. Y por la fe, estando muerto, Todavía habla. Por la fe en Noc fue trasladado al cielo para que no viera muerte. Y no fue hallado porque Dios lo trasladó. Porque antes de ser trasladado recibió testimonio de haber agradado a Dios. Y sin fe es imposible agradar a Dios porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe. y que recompensa a los que lo buscan. Por la fe no hay. Siendo advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor reverente preparó un arca para la salvación de su casa, por la cual condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia que es según la fe. Pasando al versículo 32, Hebreos 11, 32 en adelante, ¿y qué más diré? Pues el tiempo me faltaría para contar de Gedeón, Barak, Sansón, Jefte, David, Samuel y los profetas. Quienes por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia, obtuvieron promesas, cerraron boca de leones, apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada. Siendo débiles, fueron hechos fuertes, se hicieron poderosos en la guerra, pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. Las mujeres recibieron sus muertos mediante la resurrección. Otros fueron torturados, no aceptando su liberación a fin de obtener una mejor resurrección. Otros experimentaron insultos, yesotes y hasta cadenas y prisiones. Fueron apedreados. Acerrados, tentados, muertos a espada, anduvieron de aquí para allá cubiertos con pieles de ovejas y de cabras, destituidos, afligidos, maltratados, de los cuales el mundo no era digno. errantes por desiertos y montañas, por cuevas y cavernas de la tierra, y todos estos, habiendo obtenido aprobación por su fe, no recibieron la promesa, porque Dios había provisto algo mejor para nosotros, a fin de que ellos no fueron hechos perfectos sin nosotros. Hasta ahí la lectura de la palabra. La verdad principal, muchas veces vivir una vida de fe en Dios significa sufrir aquí en la tierra. El ser digno de recibir la aprobación de Dios significa rechazar la aprobación del mundo para ser maltratado por el mundo. Cuando pensamos en la razón por escribir esta carta, cuál fue la razón, fue por la presión y persecución que estaban siendo o experimentando los creyentes, ellos estaban siendo presionados a volver a los sacrificios anteriores para tener una vida más tranquila terrenalmente. También hay muchos que hoy en día, también aún predicadores que predican respecto a cómo debe ser la vida de un creyente, que debemos pasarla bien. porque Dios nos ha prometido prosperidad, salud y una larga vida, no, gozando de todas las cosas buenas terrenales, pero no es así. Dice el Ceballos, hoy hay corrientes que presenten la vida cristiana como el camino hacia la prosperidad, la salud y el éxito en este mundo. Hebreos nos recuerda que no se puede saber de antemano si el camino de la fe, de la fe obediente, será de hazañas notables o de sufrimientos notables. La religión verdadera no es una clave para el éxito terrenal. Se dirige a otra meta, acercarse a Dios en el mundo espiritual y puro. ¿Quién tiene el día de tu nacimiento en sus manos? ¿Quién ha decidido, decretado el día cuando naciste? Dios. ¿Quién tiene el día de tu muerte en sus manos? Dios. Pero la pregunta es, ¿realmente creemos eso? tú confías en él, que él es tan bueno, sabio, como para tener tanto el día de tu nacimiento como el día de tu muerte, tal como él ha decretado para el bien, para tu bien y para obviamente primero para su propia gloria. ¿Para quién existimos? decimos para Dios. Y la pregunta, una pregunta central esta mañana. ¿Quién piensa que su vida es de tanto valor que sería un desperdicio perder su vida en servicio a Dios? Repito, ¿quién aquí piensa que su vida es de tanto valor que sería un desperdicio perder su vida, tu vida, en servicio a Dios? Y muchas veces actuamos como si, bueno, si Dios puede llevar tal fulano, el otro, pero mí no. A todo costo tengo que resguardar mi vida, no voy a confiar en él respecto al día de mi muerte y estamos tan ansiosos muchas veces, yo sé que no es un tema muy popular de hablar de la muerte, estamos tan ansiosos de la muerte que vivimos preocupados, ansiosos y eso es pecado, es pecado, es desconfianza en Dios y la pregunta para nosotros es, tú vas a vivir perdón, tú vas a morir viviendo en el egoísmo y buscando tus propios deseos, o vas a morir cuando llegue el día de tu muerte, vas a morir ese día viviendo para agradarle a Dios y sirviéndole a Él. Y muchos podrían decir, mira, Juan el Bautista debería haberse mantenido callado delante de Herodes. En un instante, perdió su vida. Esteban, predicando. Uh, muy fuerte. ¿Qué le pasó? Debería haber usado mayor no razón, sabría. No ser tan directo. Bueno, Jesucristo mismo. iba enfrentando a los judíos respecto a su maldad. Y en el pasaje de hoy, que dice, otros fueron torturados, versículo 35 la mitad, no aceptando su liberación, a fin de obtener una mejor resurrección. Otros experimentaron insultos y azotes, y hasta cadenas y prisiones. Fueron apedreados, aserrados, tentados, muertos a espada. Recuerden, la semana pasada, muchos fueron salvados de la muerte. Pero esta semana, dice, muertos. espada por su fe. Anduvieron de aquí para allá sin tener dónde vivir, por decirlo. Y voy a leer una cita de un sitio web que habla de la vida de Adam Neuram Judson Jr. Es de una carta que este misionero pionero escribió a su suegro futuro respecto a la posibilidad de casarse con su hija. Entonces este hombre, el señor Judson, fue uno de los primeros misioneros protestantes que abandonaron las costas de la joven nación estadounidense para predicar el evangelio en una tierra extranjera. Antes de partir al campo misionero, conoció a Ann Hasseltine y se enamoró de ella. Sabiendo que quería casarse con Ann, pero también sabiendo las dificultades que seguramente enfrentaría en el campo misionero, le escribió al padre de Ann una carta pidiendo su mano en matrimonio con estas palabras. Ahora, dice la carta, tengo que preguntarle si puede dar su consentimiento para separarse de su hija a principios de la próxima primavera, para no verla más en este mundo. Si puede conceder que se vaya. a una tierra pagana y que se someta a las dificultades y sufrimientos de una vida misionera. Si puede conceder que esté expuesta a los peligros del océano, a la influencia fatal del clima del sur de la India, a todo tipo de necesidad y angustia, a la degradación, el insulto, la persecución y tal vez una muerte violenta. ¿Puede usted dar su aprobación para todo esto por amor aquel que dejó su hogar celestial y murió por ella y por ti? por amor a las almas inmortales que perecen, por amor a Sion y a la gloria de Dios. Puede conceder todo esto con la esperanza de encontrar pronto a su hija en el mundo de la gloria, con una corona de justicia iluminada por las aclamaciones de alabanza que resonarán hacia su Salvador. de parte de los paganos salvados por medio de ella, salvados de la aflicción y la desesperación eterna. Y eso fue la carta que escribió. ¿Qué dirías tú como padre? El señor Judson terminó pasando 37 años en el campo misionero, no en la India, sino en Birmania, que es Myanmar. Durante ese tiempo perseveró a través de 17 meses de brutal encarcelamiento, varios episodios de enfermedades que amenazaron su vida. y la muerte de dos esposas y seis hijos. Logró traducir la Biblia al birmano y compilar un diccionario inglés birmano. Esperó seis años a que se convirtiera su primer birmano. Pero cuando murió en 1850 ya había cien iglesias birmanas y más de ocho mil cristianos. Hoy en día hay aproximadamente dos y medio millones de cristianos evangélicos birmanos que han escuchado el evangelio y han llegado a la fe en Cristo. Gracias en parte a los esfuerzos pioneros del señor Judson y también su esposa Anne. Y obviamente, Dios, a Dios le complació usar la vida de este señor en su servicio de esa forma. Y dio su vida. Obviamente, en la mayoría de los casos, la vida misionera ya no es tan difícil como eso. en ese entonces era despedirse muchas veces definitivamente de sus padres, de sus familiares. Pero la pregunta para nosotros es, ¿qué es lo que entendió este joven misionero? Era joven, Él entendió que el sufrimiento terrenal por la causa de nuestro gran Dios y Salvador no es perder nada, no es perder nada, sino es ganar todo. Él entendía que Dios es digno de todo nuestro amor, nuestro servicio, no aquí en la tierra, Él entendía que la recompensa real no se encuentra en esta vida, sino que se encuentra en, como dice este pasaje, la mejor resurrección. Y así la pregunta para cada uno de nosotros es, ¿qué es lo que valoras? ¿Dónde está tu corazón? ¿Dónde está tu tesoro? Haces todo lo posible para evitar el sufrimiento. Y cuando sufres algo, de cualquier clase podemos hablar. Una falta económica, la enfermedad, las burlas de otras personas, o un maltrato por otro creyente. cristiano y hasta su propio cónyuge. ¿Qué es su actitud? Es una actitud de confianza en Dios o de quejas y de decir, ¿por qué yo? El primer punto del bosqueo dice, una vida de fe en medio del sufrimiento. Muchas veces Dios llama a sus siervos a una vida difícil de sufrimiento. ¿Y quién decide si tu vida va a ser difícil o, por decir de una forma más exitosa, terrenalmente? Dios. Muchas veces Dios llama a sus siervos a una vida difícil de sufrimiento y hasta la muerte por rechazar los valores de este mundo y por condenar al mundo en su maldad. Una vida de fe se manifiesta por la confianza en Dios para pasar por esas dificultades para obtener la mejor resurrección. Cuando pensamos en las virtudes cristianas, las virtudes de la paciencia o el de soportar a una persona difícil, otros virtudes cristianas, el fruto del espíritu, ¿qué tienen en común todas esas virtudes? Es muy fácil decir con la boca. Sí, soy una persona paciente. Soy una persona que puedo trabajar con otros y soportar su mal carácter. Soy una persona que persevera. Es muy fácil decir eso. Soy una persona que confía en Dios. Pero sólo cuando llegan las dificultades, sólo cuando llegan las circunstancias contrarias, Sólo cuando llega la persona bastante difícil, es que se puede probar la veracidad de lo que uno ha exagerado, en ese momento se revela todo. Que es lo que la carta de Santiago dice, dice que la fe sin obras está muerta, No es el testimonio de la boca de una persona que vale. Más bien, es cuando su fe está puesta a prueba, es el momento de confirmar o invalidar su testimonio de fe. Y en estos versículos, en Hebreos 11, nos están enseñando que estas personas Ahí terminaron bien su carrera, terminaron bien su carrera, su carrera terrenal. Estas personas habían experimentado extrema dificultad y perseveraron en la fe en Cristo. Podemos recordar la respuesta de Sadrach, Misach y Abednego. ¿Qué dijeron? Bueno, Dios tiene poder para rescatarnos. Pero aún si no, ¿no vamos a adorar a tus dioses falsos? A veces Dios responde en nuestras circunstancias con una respuesta que decimos es milagrosa y poderosa. Pero en otros momentos, Él responde por medio de fortalecer a sus hijos para que perseveren en medio de la dificultad. Es decir, Dios no les quita la dificultad, tampoco les da una victoria terrenal. Por ende, debemos entender que una prueba real de la fe es cuando Dios no nos responde en la manera humana que deseamos. Repito, una prueba real de la fe es cuando Dios no responde en la manera que nosotros deseamos. nos deja con la enfermedad por un largo tiempo. Nos deja sufriendo con poca economía. Y la pregunta es, ¿cuál es nuestra respuesta a eso? Dice, volviendo al pasaje, Otros fueron torturados, no aceptando su liberación, fin de obtener una mejor resurrección. Experimentaron insultos, azotes y hasta cadenas y prisiones. Fueron apedreados, aserrados, tentados, muertos a espada. Y dice el comentarista Morris, atormentados, cuando dice eso de torturados, la palabra significa sufrimiento del tipo más severo, como el ser golpeado brutalmente. Estos fueron los mártires a los que se ofrecía libertad si sólo negaba su fe. Sólo tenían que negar su fe. No darle a César el incienso. La historia registra un ejemplo tremendo durante el tiempo del cruel monarca opresor Antíoco Epífanes. Una madre y sus siete hijos fueron muertos uno tras otro ante los ojos de los otros, pero ellos rehusaron renunciar a su fe. Y hay mucho que se podría estudiar o leer respecto a los que fueron torturados. Y la pregunta es, ¿cuál fue su respuesta? Rehusando, ¿no? Aceptar la liberación. Hoy en día, ¿saben lo que hace en muchos lugares? En Canadá, por ejemplo. No es la persecución hasta la muerte, pero hablan de la pluralidad de religiones, es decir, bueno, tenemos la religión de los musulmanes, la religión de los hindúes, la religión de los cristianos, la religión este, el otro, y dicen, bueno, todos son iguales. En los Estados Unidos, puede jurar sobre cualquier escritura sagrada que uno quiere para entrar como funcionario del gobierno. No importa, ya no tiene que ser en la Biblia. ¿Qué muestra eso? Que en sí, ese país está diciendo, bueno, tú Dios, o el otro y como el otro. y están poniéndose como el juez de todos sobre todos. Y como creyentes nunca debemos decir Yahweh Dios, bueno, más o menos como el Dios de los musulmanes, como el otro Dios de los hindúes, de este, el del otro, no es así. Decimos Cristo es Señor. Y los cristianos en los primeros siglos fueron muertos, ¿por qué? No decían César el Señor. Sólo tenía que decir César el Señor una vez al año o algo así y luego ya con tranquilidad puedes adorar a tu Dios, cualquier Dios que quieras. Estas personas no rehusaron aceptar la liberación por no renunciar a la fe en Dios, se mantenían firmes. Cuando pensamos en varias cosas aquí en este versículo, hablan de insultos, azotes, vamos a hablar de la mejor resurrección en un momento, pero cadenas, prisiones, apedreados, aserrados. Quienes sufrieron insultos, hay varios ejemplos de eso, Nehemias por ejemplo, sufría las burlas de los gobernantes de Shemaria cuando construía la muralla, Jeremías sufría prisión, azotes y obviamente Pablo también, Jesucristo por igual, no los azotes, apedreados, Zacarías En Segundo de Crónicas 24 dice, pero ellos conspiraron contra Zacarías y por orden del rey lo mataron a pedradas en el atrio, ¿sabe dónde lo apedrearon? En el atrio de la casa de Yahweh. Y saben, Muchas veces fueron muertos, ¿por quiénes? Las autoridades civiles y religiosas. Dice Kistemaker, las piedras eran abundantes en Israel, de ahí que la costumbre de arrojar piedras para matar a alguien Alguien fuese cosa común. La ley de Moisés especificaba que un blasfemo debía ser lapidado, no apedreado, por la comunidad. Nabot, el Jezreelita, aunque era inocente, fue apedreado por la intrigante Jezabel. también los profetas del Señor Dios enfrentaron una muerte similar, Zacarías hijo de Joyoda murió en el atrio del Templo del Señor durante el reino de Joás, rey de Judá. Entonces era bastante común el apedrear a los profetas del Señor. ¿Y qué es lo que Jesús mismo dijo según eso? Dice, oh Jerusalén, Jerusalén, tú que matas a los profetas y apedreas a lo que te son enviadas. Hechos 7, hablando de Esteban, Hechos 7, voy a leer algo de este pasaje. Hechos 7, 51. Ustedes, Esteban está predicando y dice, ustedes que son tercos e incircuncisos de corazón y de oídos, resisten siempre al Espíritu Santo como hicieron sus padres, así hacen también ustedes, a cual de los profetas no persiguieron sus padres, ellos mataron a los que antes habían anunciado la venida del justo, del cual Ahora ustedes se hicieron traidores y asesinos. Ustedes que recibieron la ley por disposición de ángeles y sin embargo no la guardaron. Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos y crujían los dientes contra él Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús, de pie a la diestra de Dios, y dijo, veo los cielos abiertos, y al hijo del hombre, de pie a la diestra de Dios. Entonces ellos gritaron a gran voz, tapándose los oídos, se lanzaron a una contra él, echándolo fuera de la ciudad, comenzaron a apedrearlo. Y los testigos pusieron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo. Y mientras lo pedreaban, Esteban invocaba al Señor y decían, Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y así murió Esteban. Y obviamente, sin lugar a duda, eso impactó grandamente a Saulo más tarde en su vida, de haber participado en eso. Entonces hay mucho de respecto a eso. En la palabra de Dios, Respecto a ser aserrados, en ninguna parte de la escritura hay un paralelo a la cláusula, fueron aserrados en dos pero hay una fuerte tradición que dice que el profeta Isaías fue matado de esa forma. Muertos a espada, los profetas a mano del rey Acab en el tiempo de Elías. Elías llegó a pensar, yo soy el único, pero no era así. El profeta Urias también murió a mano del rey Joaquín, Juan el Bautista como hemos dicho y otros, así que muchos perdieron sus vidas por causa de su fidelidad a Dios en proclamar su palabra y vivirla. En la última parte de versículo 37 dice anduvieron de aquí para allá, cubiertos con pieles de ovejas y de cabras, destituidos, afligidos, maltratados. La última parte de 38 Errantes por desiertos y montañas, por cuevas y cavernas de la tierra. Errantes por desiertos y montañas, por cuevas y cavernas de la tierra. Eso no es de ser, por decir, muerto en un sentido específico, más bien es de vivir una vida, por decir, destituida de los bienes terrenales. a causa de Cristo. Es decir, vivir una vida bastante difícil. Bastante difícil. Respecto a no tener mucho de las necesidades de comida, de ropa, de abrigo, había muchos profetas, personas piedosas que no tenían nada, a veces les faltó sus necesidades más básicas, Elías por ejemplo fue alimentado por los cuervos por un tiempo. Ceballos dice, las personas de fe son extranjeras en este mundo y con frecuencia han sido obligadas a vivir como fugitivas, algunos héroes de la fe no tuvieron más que la ropa más ruda, de manera que anduvieron como dice cubiertos de pieles y no como el ejemplo de Juan el Bautista y otros así, carecían de lo necesario para vivir, eran pobres, angustiados, no les faltaron tribulaciones, no les faltaron tribulaciones, dificultades, tenían muchas dificultades. Otra vez la pregunta es para nosotros, cuando pasamos por dificultad, ¿cuál es nuestra actitud? Puede ser cualquier clase de dificultad, incluyendo dificultad interpersonal, dificultad obviamente de carencia de las necesidades, continúa diciendo este autor, el mundo los trató como indignos, perdón, el mundo los trató como indignos de participar en la sociedad, indignos de participar en la sociedad. Pero así reveló su propia corrupción, ¿no?, los del mundo. Fue el mundo el que no era digno de los que por la fe veían a otro mundo distinto, puro y permanente. Y podemos recordar que en la misma Carta de Hebreos, el capítulo anterior, Hebreos 10, 32, los mismos creyentes habían pasado por algunas de esas dificultades. Dice, Hebreos 10.32, pero recuerdan los días pasados cuando después de haber sido iluminados, ustedes soportaron una gran lucha de padecimientos. Por una parte, siendo hechos un espectáculo público en oprobios y aflicciones, y por otra, siendo compañeros de los que eran tratados así, porque tuvieron compasión de los prisioneros. y aceptaron con gozo el despojo de sus bienes, sabiendo que tienen para ustedes mismos una mejor y más duradera posesión. Por tanto, no desechen su confianza, la cual tiene gran recompensa. Volviendo a la pregunta y pensando en nosotros, ¿qué escogeríamos nosotros? ¿Tener nuestras necesidades físicas satisfechas conforme a nuestra perspectiva o vivir privados de estas cosas, mirando la recompensa? Y no necesitamos hacer la pregunta, de, ya, ¿qué pasaría si estoy en esas circunstancias? No. La pregunta se puede responder hoy. La pregunta es, ¿cómo estoy viviendo hoy? ¿Cómo estoy creciendo hoy? Y no debemos dudar que esas personas de fe, que cuando finalmente llegó ese día de la prueba, por ejemplo, que fueron muertos por su fe en Dios, la gran mayoría de ellos ya habían pasado un recorrido de tiempo con el Señor. tal vez no todos, pero bien aprendido a confiar en el Señor en circunstancias menos difíciles. Es decir, las pruebas que nosotros pasamos hoy nos muestran, y perdón, y nuestra reacción, nuestra confianza en Dios, en lo que estamos pasando hoy, son una manifestación de lo que va a pasar cuando viene una prueba más difícil. Y el reto para nosotros es entender qué estoy aprendiendo hoy, qué dificultad estoy pasando hoy, que puede ser una dificultad real, bastante difícil. Cómo estoy confiando en Dios, no necesariamente que me va a liberar de esa dificultad. pero de que me va a sostener en medio de esa dificultad. ¿Qué estaban viendo esas personas? La última parte del versículo 35 dice, no aceptando su liberación, no aceptando su liberación a fin de obtener una mejor resurrección. ¿Qué es la mejor resurrección? Es la resurrección a la vida eterna con Dios. La vida de pura felicidad en la presencia de Dios por toda la eternidad. Y podemos ver varias veces en Hebreos 11 habla de varias personas que estaban mirando, tenían su vista puesta en esa resurrección a la vida eterna, despreciando el sufrimiento terrenal. Para ir terminando este punto, solo quiero leer una historia más. del cristianismo primitivo del sitio web habla del martirio de Policarpo y es una historia que tal vez ustedes han escuchado, pero está bien. El gobernador aconsejó a Policarpo que tuviese piedad de sí mismo por razón de su edad avanzada y que negase su fe en Cristo de una vez por un medio de un juramento en el nombre del emperador. Policarpo le contestó, he servido a mi señor Jesucristo durante ochenta y seis años y nunca me ha causado daño alguno en él mismo. ¿Cómo puedo negar a mi rey que hasta el momento me ha guardado de todo mal? Además, me ha sido fiel en redimirme. Al escuchar este testimonio, el gobernador amenazó de echar a Policarpo al Foso de las Fieras si continuaría firme en su testimonio. Tengo listas las fieras y te echaré en entre ellas a menos que cambies de pensar. Policarpo contestó sin temor alguno que vengan las fieras porque no cambiaré mi fe. No es razonable. Escuchen. No es razonable cambiarnos del bien al mal. Por razón de las persecuciones. Mejor sería que los hacedores de maldad se convirtiesen del mal al bien. El gobernador respondió, está bien, si no quieres negar tu fe y las fieras no les tienes miedo, te vamos a quemar. Una vez más Policarpo les contestó diciendo, usted me amenaza con el fuego que arderá tal vez una hora y luego se apagará. Pero usted no sabe de la llama del juicio de Dios, que es preparada para el castigo y tormento eterno de los impíos. Pero ¿por qué demora? Traigas las fieras, traiga el fuego o traiga lo que sea. Ningún tormento me hará negar a Cristo mi Señor y Salvador. Y sí es un poco extremo por decir. ¿Pero qué dijo? No es razonable cambiarnos del bien al mal por razones de las persecuciones. Mejor sería que los hacedores del mal se convirtiesen del mal al bien. En el momento antes de morir, Él estaba testificando y advirtiendo del juicio venidero, entendiendo que él lo que le esperaba era la mejor resurrección. Otra vez pregunto, ¿cómo es que se mantuvieron firmes esos creyentes? Y la respuesta es profunda pero sencilla. Es que habían aprendido, ¿cómo? Dijo, no, durante 86 años he servido a mi Señor. Ellos habían aprendido a confiar en y en obedecerle a Dios en las circunstancias difíciles por las cuales habían pasado. Obviamente no en una obediencia perfecta, pero sí habían aprendido a confiar en Dios día tras día Dios les daba oportunidades para aprender a confiar en él. Fue a través de esas pruebas y dificultades que Dios forjaba su fe en él. Otra vez, la pregunta para cada uno de nosotros no es, no es si, por ejemplo, yo voy a serle fiel cuando llegue un momento tan extremo por decir. La pregunta es, Estoy aprendiendo a confiar en el Señor y serle fiel hoy en las circunstancias que Él tiene para mí hoy. ¿Qué escogerías tú? ¿Escogerías la liberación de tus dificultades o la mejor resurrección? Pasando al segundo punto brevemente. El mundo no es digno de los que confían en Dios. En cada época de la historia, las filosofías humanas hacen la burla de los que confían en el Dios verdadero. Lo hacen por su enemistad y rebelión contra Dios. Pero Dios aprueba a todos los que confían en Él como los que son verdaderamente dignos. ¿Quién es digno? Morris dice, su estimación a los ojos de Dios. El mundo los trató como si no fueron dignos de vivir en él, pero en realidad era todo lo contrario. El mundo no era digno. Pregunto, ¿de quién es este mundo? ¿Quién es el dueño de este mundo? Dios de todo el mundo, de Bolivia, de Norteamérica, de Europa, de Rusia. Yahweh Dios es el dueño de todo. Pero estos creyentes tuvieron que cobijarse en los desiertos, montes y cuevas por estar despreciados y oprimidos por el mundo. En sí hay dos grupos, es el grupo, primero es el grupo del mundo con los pensamientos mundanos, ellos evalúan los asuntos conforme a la filosofía actual y menosprecian a los demás, por ejemplo nuestra sociedad, los que promueven toda clase de inmoralidad sexual, los que promueven la independencia y aún muchos cristianos dicen bueno amo a Dios, Pero voy a hacerlo a mi manera. No voy a participar en la iglesia porque son un grupo de hipócritas. No voy a hacer esto o aquello porque no me parece. No me voy a someter a la autoridad que Dios ha puesto sobre mí. En la familia pueden ser hijos. Pueden ser la esposa también, debido respeto a su esposo. Puede ser en la iglesia. A los ancianos, los cuales tampoco son perfectos. Pero Dios ha establecido autoridades. A los gobernantes civiles. Hay muchos que dicen que cada uno puede elegir la religión que le gusta. Está bien, no hay problema. Eso es un pensamiento humano incorrecto. Y hay muchos, hay varios que se llaman cristianos quienes también se avergüenzan del evangelio, se avergüenzan de proclamar el castigo eterno de Dios, muchas otras verdades bíblicas y se unen con los incrédulos para burlarse de los que confían en Dios y su palabra. Eso es lo que pasó en los días de Jesús, sus apóstoles, los profetas y en todo el tiempo. ¿Cuál es el otro grupo? El otro grupo es el grupo que confía sólo en Dios. Confía en Dios y dice, este mundo es de Dios. Nosotros tenemos que conformarnos a lo que Dios dice. Nosotros no tenemos derecho de decidir qué es bueno, qué es malo, qué es amor, qué no es amor. Muchas veces el mundo nos da definiciones del amor, solo por ejemplo, nos conforme la palabra. ¿Quién es digno? Realmente el juicio de quien importa, el juicio de Dios o el juicio del mundo? El juicio de Dios. Dice en primera Corintios 1, Versículo 18, la palabra de la cruz es necesidad para los que se pierden, pero para nosotros los salvos es poder de Dios. Porque está escrito, destruiré la sabiduría de los sabios y el entendimiento de los inteligentes desecharé. Y continúa el pasaje. Hablan hablando. La diferencia entre la sabiduría de Dios y la sabiduría del mundo. La sabiduría del mundo es necesidad. Y los del mundo no van a participar en la mejor resurrección. ¿Tú quieres ser digno de la aprobación del mundo o de la aprobación de Cristo? El que se preocupa en resguardar su propia vida que dice Jesús, la perderá. Pero él que en sí se entrega su vida en las manos de Dios entendiendo que existimos para Dios, que él tiene mi vida en sus manos, él tiene también el día de mi muerte en sus manos. Él va a participar de ese día a ese mejor resurrección. Vuelvo a hacer las mismas preguntas con las cuales empecé. ¿Quién piensa que su vida es de tanto valor que sería un desperdicio perderla en servicio a Dios. Y recuerden, ese servicio a Dios es qué es lo que Dios te ha puesto delante de ti hoy. Servir a tu cónyuge. Servir a tus hijos. Servir a los otros hermanos de la iglesia. Ser un testimonio a tus vecinos. Cuando llegue el día de la muerte, seguir sirviendo a Dios con tu vida. Yo he visto ejemplos de eso. Mi propia mamá falleció en un accidente de automóvil, pero ella vivía su vida sirviendo al Señor. Su muerte fue muy repentina. mi hermana mayor sufría de cáncer y sufrió varios meses en mucho sufrimiento, hasta casi un año, pero ese tiempo fue en servicio al Señor. Y la pregunta para nosotros es, no sabemos cuándo es nuestro día, pero sabemos lo que Dios nos ha dado hoy. Y eso es amarle y servirle y confiar en él. Voy a terminar leyendo Romanos 8, 31 a 39. Entonces, ¿qué debemos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no negó a su propio Hijo. Romanos 8, 32 ahorita. El que no negó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también junto con Él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió, si más aún, el que resucitó. el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? Tribulación, angustia, persecución o hambre o desnudez, peligro o espada, tal como está escrito, por causa tuya somos puestos a muerte todo el día. Somos considerados como ovejas para el matadero, pero en todas estas cosas somos más que vencedores. por medio de Aquel que nos amó, porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo porvenir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús, Señor nuestro. Gracias Señor por esta mañana y te pido Señor que realmente podemos meditar sobre la verdad de que nuestra vida está en tus manos. El día de nuestra muerte, la muerte de cada uno de nosotros también está en tus manos. Muchas veces vivimos desconfiando en ti, ansiosos, preocupados por nuestras necesidades diarias, por los quehaceres del día, por cómo otro me va a ver si testifico de Cristo. Señor, tenemos mucho temor al mundo muchas veces. Te pido, Señor, por la valentía no para enfrentar el día de la muerte correctamente en sí, sino más bien de vivir hoy correctamente, de vivir mañana. Y así, Señor, tú vas a ir obrando nuestras vidas de esa forma para que cuando ya llegue el día de la muerte, estemos preparados y podamos enfrentar cualquier dificultad, tribulación, lo que sea confiando en ti Señor. Muchas veces es fácil decir Dios nos va a dar la victoria terrenal pero a veces la prueba más grande de fe es cuando Dios no responde, cuando tú no respondes conforme a nuestro deseo aquí y así te pido Señor que tú nos sostengas, nos ayudes realmente confiar en ti y vivir amando y sirviendo primero a ti y luego a los demás señor. Gracias señor por esta confianza que podemos tener en ti y gracias por esta iglesia, gracias por el crecimiento que tú nos estás dando aquí en esta iglesia. Y te pido que nosotros podamos seguir creciendo en ti, en confianza en ti. En tu nombre santo. Amén.
El sufrimiento por la fe
Series Hebreos
Verdad principal: Muchas veces vivir una vida de fe en Dios significa sufrir aquí en la tierra. El ser digno de recibir la aprobación de Dios significa rechazar la aprobación del mundo para ser maltratado por el mundo.
Escrituras tomadas de la Nueva Biblia de las Américas Copyright 2005 por The Lockman Foundation; usadas con permiso; todos los derechos reservados. www.NuevaBiblia.com
Sermon ID | 32251845421574 |
Duration | 1:03:52 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Hebrews 11:35-38 |
Language | Spanish |
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