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Muy bien, vamos a la segunda parte de esta consideración y vamos a hablar del ordo salutis, ahora sí, per se. En palabras sencillas, ordo salutis es una expresión en latín que significa orden de salvación. Eso es todo. Ordo salutis es orden de salvación. Esta fue una expresión muy popular y útil en los tiempos de la Reforma que pretendía, o pretende aún, listar el proceso de salvación del creyente. Así que el ordo salutis, en su expresión más básica, es el orden de la salvación del elegido. Pero mi definición favorita de ordo salutis, se las pongo, se las presento, espero que ustedes la consideren y la abracen. En mi opinión, bueno, ordo salutis es que significa es orden de salvación, pero creo que la definición más apropiada sería es el orden en el cual Dios aplica su gracia en el corazón del hombre. Eso es, creo que esa es una definición ya no tan escueta, un poquito más robusta y no obstante sencilla de recordar. Es el orden en el cual Dios aplica la gracia redentora obtenida por Cristo mediante su vida perfecta y justa y su muerte sustitutiva en la cruz del Calvario y la aplica ¿Quién? El Espíritu Santo. Otros dan otras definiciones, pero repito, ordo salutis es eso, es el orden de la aplicación de la gracia redentora en el hombre, en todos los hombres, no en los elegidos. El tema del que nos habla principalmente este párrafo número seis es el ordo salutis. Y lo que pretendemos responder, hermanos, es lo siguiente. ¿Cómo el pecador elegido? Ya nos hemos apartado de la reprobación y de todos estos asuntos. Así que el ordo salutis pretende responder a la pregunta ¿Cómo el pecador elegido llega a ser partícipes de las bendiciones que ganó Cristo en su vida perfecta y en la cruz del Calvario o de las bendiciones en Cristo? Repito, El ordo salutis va a dar respuesta a la pregunta ¿Cómo el pecador elegido llega a ser partícipe de todas esas bendiciones celestiales en Cristo? Así que la próxima vez que alguien le pregunte eso ¿Cómo alguien puede ser salvo? Usted se lo debe explicar en términos del Hordo Salutis, si le debe decir que es por gracia, si le debe decir que es mediante la fe en Cristo, si debe hablar del arrepentimiento, etcétera. Pero creo que usted debe hacerle un bien a la persona que le ha preguntado y definirlo en términos del Hordo Salutis. Como ya lo argumentamos, el orden de salvación u ordo salutis es la mejor expresión para hacer alusión a la manera como Dios aplica a su debido tiempo. Aquí abro un paréntesis, mis amados hermanos, aplica a su debido tiempo los beneficios ganados por Cristo. Aquí se abre un paréntesis, hermanos. Hemos dicho que el decreto es un acto instantáneo, es un acto simple, pero el ordo salutis no es un acto simple. El ordo salutis es un proceso que en ocasiones tiene eslabones que se dan en un instante y en ocasiones tiene eslabones que quizás se dan mediante un proceso. Por tanto, todos los eslabones que conforman el orden de la salvación u ordo salutis, todos ellos forman un proceso. Entonces decreto de Dios es un proceso voy a darles gracia a quienes he mirado en Cristo eso es un acto simple instantáneo pero la aplicación de la gracia no es un acto simple ni instantáneo sino que es más bien o debe ser considerado más bien como un proceso Quiero mis amados hermanos a quienes están anotando hablar de conceptos generales del ordo salutis, conceptos generales. Esto es como vamos a pavimentar un poquito aquí, vamos a planar, vamos a llenar, vamos a planar un poquito para tener una mejor comprensión. Entonces, el primero no se olvide. El ordo salutis no es un acto simple como lo es el decreto. El ordo salutis puede ser definido como una serie de actos simples y de procesos. Acto simple, la justificación. Proceso, la santificación. Acto simple, la regeneración. Proceso, En unas veces es instantáneo, en otras veces es un proceso, el ejercicio de esa fe y arrepentimiento. Entonces el ordo salutis es una serie de actos simples y de procesos. Segundo punto. Cada eslabón de esta serie de actos simples y de procesos representa una bendición ganada por Cristo y aplicado por el Espíritu Santo. Tercero, por lo general, cuando usted piense en el ordo salutis como una serie de actos simples y de procesos, he aquí un buen consejo. Trate siempre de correlacionar los actos simples con la obra soberana de Dios, lo vamos a ver, y los procesos con la respuesta del hombre a la gracia de Dios. Es un acto simple, ya lo vimos, la regeneración, un acto simple, la adación de la fe y del arrepentimiento, y en algunas oportunidades el ejercicio de la fe y del arrepentimiento no es un acto simple, porque todo lo que tenga que ver con nosotros ya es complejo, ¿entendieron hermanos? Dios es un ser simple, sin partes, sin divisiones. Nosotros somos seres complejísimos porque tenemos partes, hermanos. Luego, todo lo que tenga que ver con nosotros es algo complejo. Nosotros no podemos hacer nada instantáneo. Dios puede obrar en nosotros gracias instantáneas, como lo vamos a ver, pero nuestra respuesta a esas gracias son cuestiones complejas, son cuestiones progresivas por lo general o procesales. Tercero, cada eslabón de esta serie de actos simples y de procesos sigue un orden muy definido con el que tenemos que tener cuidado. Repito, cuando usted piense en Ordo Salutis, piense en un orden de la aplicación de la gracia redentora de una manera ordenada. ¿Por qué? Ya les voy a decir. Porque hay algunos Por ejemplo, en el Ordo Salutis ponen la santificación antes de la justificación. Y la implicación de poner santificación antes de justificación nos conduce a gravísimos errores hermanos. Errores como Errores como mi obediencia santificadora me va a conducir hacia la salvación. Entendieron el punto. Esas son las consecuencias de poner o de trastocar. el orden de los eslabones del ordo salutis. ¿Por qué eslabones? Bueno, porque los puritanos solían llamarlo en el siglo XVII la cadena dorada de la salvación, particularmente haciendo alusión o referencia a Romanos capítulo 8, versículos 29 y 30. Cada uno de los beneficios que veremos como eslabones de ese ordo salutis son reales y de segurísima recepción por los elegidos, incluso antes de ser aplicados. Vea, se lo explico de esta manera. Se lo voy a hablar en términos como muy humanos, pero usted ya me sabrá entender. Cuando Dios lo vio a usted, desnudo, pecador, sin mérito alguno para salvarlo, cuando Él lo eligió Él lo eligió en última instancia para glorificarlo es decir para perfeccionar su cuerpo y su alma y hacerlos aptos para estar en la presencia de Dios disfrutando de su compañía para siempre pero antes de que usted sea glorificado debe pasar por una serie de procesos en la vida. Pero su glorificación, pese a que usted no la disfruta ahora, digo en el sentido pleno de la palabra, claro que disfrutamos, que seremos glorificados, en un sentido más limitado ninguno de nosotros disfruta la glorificación. ¿Por qué? Porque la glorificación es una bendición de gracia que aún no ha sido aplicada a nosotros. Luego, es de segurísimo, segurísimo cumplimiento, porque Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta, porque el decreto de Dios es inalterable, inamovible e inmutable. Luego, cuando Dios lo eligió a usted para la gloria perfecta, esa gloria perfecta vendrá a ser aplicada sobre usted sí o sí. Es decir, pese que ahora no la tenemos, la tenemos segura, hermanos. pero es necesario que esos beneficios sean aplicados. En otras palabras, cada uno de los beneficios y bendiciones con los que Dios quiso bendecir a aquellos a quienes eligió en Cristo, serán recibidos con plena certeza por los elegidos, pero sólo hasta que el Espíritu Santo se los aplique, los elegidos podrán vivir y disfrutar de esas bendiciones. Ordo salutis, la aplicación de la gracia de Dios en el hombre y es cuando en realidad son aplicados que los podemos disfrutar, que los podemos degustar. Antes los tenemos garantizados, antes son segurísimos, pero solamente hasta que sean aplicados los podremos disfrutar. Quinto, cuando vemos en la escritura el asunto del Ordo Salutis no encontraremos hermanos un versículo en el que podamos encontrar todos los elementos o todos los eslabones o todos los actos simples y procesos del Ordo Salutis no lo vamos a encontrar pero si vamos a encontrar mediante un estudio de los pasajes que hagan alusión a esas partes si nos vamos a encontrar el panorama del Hordo Salutis en su totalidad. ¿Qué es lo que vamos a comenzar a hacer ahora? Vamos hermanos a mirar cuál es el marco estructural. Vamos a mirar, vamos a mirar los cimientos bíblicos sobre los que vamos a construir bíblicamente el Hordo Salutis, o mejor dicho, la manera como Dios levanta para nosotros, nos muestra cómo es el Hordo Salutis. Esto se dice porque solamente, hermanos, no hay ningún versículo en el que podamos ver ustedes fueron elegidos y fueron elegidos para luego ser regenerados y en la regeneración ustedes pudieron responder al llamamiento y luego de haber respondido ustedes fueron... No, no lo vamos a ver. Tenemos que comenzar a unir las partes, no de ese rompecabezas porque en realidad es muy sencillo, las partes de ese proceso lógico. Así que, mis amados hermanos procedamos entonces a considerar cuál es el marco estructural o cuál es el cimiento bíblico sobre el que todos juntos vamos a comenzar a elaborar ese orden de la salvación ¿Quién me dice cuál es el esqueleto? ¿Cuál es el marco estructural? ¿Cuál es el fundamento sobre el cual vamos a empezar a construir o a elaborar la definición de Ordo Salutis? Sí, la escritura, particularmente el libro de... Romanos en el pasaje 8, versículos 29 al 30. Romanos 8, ya lo habíamos dicho, Romanos 8, 29 al 30, nos promee como la cabeza, el tronco y las extremidades del orto salutis. No nos habla de los nervios del ordo salutis, no nos habla de las bifurcaciones, no, nos habla de algo estructural. Estructura no es el todo. Estructura es lo que soporta la edificación. Entonces, el marco estructural lo encontramos en Romanos 8, 29 y 30. Dice, porque a los que antes conoció, eso ya lo discutimos, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su hijo. para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. He aquí el punto, versículo 30, ahí está el marco estructural. Y a los que predestinó, evidentemente para vida, a estos también llamó. Llámele a eso, no sé qué sé yo, uno de los elementos del marco estructural. Y a los que llamó, a esos también justificó. Ese es el segundo elemento del marco estructural. Primero llamamiento, segundo justificación, y a los que justificó, a esos también glorificó. Ahí en Romanos 8, 30 hermanos, encontramos el marco estructural del ordo salutis. Y solamente vemos tres eslabones. Sobre esos tres eslabones vamos a comenzar todo el razonamiento. Así que, hermanos, como subencabezado, ahora de manera sucinta, llamamiento, justificación, glorificación. Si bien en este pasaje no vemos todos los elementos del ordo salutis, lo que sí vemos, como lo acabo de expresar, es el marco estructural, llamamiento, Llamamiento eficaz, la justificación y la glorificación. Ahora, fórmese en su mente tres puntos. Fórmese una línea y fórmese tres puntos. Es como una línea recta que hay un puntico sobre la línea, el otro en el medio del otro. Llamamiento está aquí, al lado izquierdo, suyo. En el centro está la justificación, Y en el extremo, la glorificación. Hágase, comiéncese a formar eso. Eso le va a ayudar bastante, hermanos. Centrémonos ahora en el punto del centro, en la justificación. Y vamos a comenzar a construir ese orden de la salvación a partir de ese puntico en el centro de esa justificación. Así que el segundo subencabezado lo vamos a llamar la fe y el arrepentimiento. ¿Qué es lo que pretendo aquí en este segundo subencabezado? Pretendo que todos nosotros por las escrituras ubiquemos el lugar que tiene la fe y el arrepentimiento en el eslabón. Vamos a estudiar en la escritura el lugar donde va la fe y el arrepentimiento antes del llamamiento, donde va la fe y el arrepentimiento después de la justificación. Tenemos que bíblicamente probar que la fe y el arrepentimiento tienen un lugar en ese orden de la salvación. Aquí el problema es determinar cuál es el lugar. Listos, muy bien. La pregunta que le hizo el carcelero de Filipos a Pablo ¿Cuál fue? ¿Qué tengo que hacer? ¿Qué debo hacer para ser salvo? Ojo, en otras palabras ¿Qué debo hacer para tener paz con Dios? ¿Qué debo hacer para que mis pecados sean perdonados? ¿Cuál es la respuesta de Pablo? Cree en el Señor Jesucristo y tú y tu casa serán salvos. cree en el Señor Jesucristo. Ojo con esto, está diciendo, ten fe en el Señor Jesucristo. Piensenlo bien. En el sermón de Pentecostés, ya no vemos a Pablo, sino vemos a Pedro, pero vemos a otras personas preguntando lo mismo, casi lo mismo digo, ¿qué debemos hacer? Bueno, ellos no dicen eso, dicen ¿qué haremos? pero se subentiende es que debemos hacer en virtud de lo que hemos hecho crucificando al Mesías eso es lo que se entiende ahí y Pedro que les dice arrepentidos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Cristo para perdón de pecados entonces note en el pasaje del carcelero de Filipos Pablo le dice cree ten fe en Cristo y en el pasaje de hechos Pedro les dice arrepiéntanse y ahí entonces usted puede ver la fe y el arrepentimiento Pero luego vemos un versículo hermoso donde nos habla de la fe y del arrepentimiento En Hechos 20-21 Pablo dice que había testificado tanto a judíos como a gentiles del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesucristo En Primera de Tesalonicenses 1.9 dice, o sea, vemos la conversión de los hermanos de Tesalónica, vemos que contenía los dos elementos, la fe y el arrepentimiento. Ahora, paréntesis, en Filipos, cuando Pablo dijo, creed en Cristo, Pablo no estaba diciendo de manera implícita, solamente crean, no se arrepientan. en hechos Pedro no estaba diciendo arrepiéntanse no crean tranquilos y esto lo podemos inferir porque en los pasajes de hechos 20 21 donde nos habla en el mismo versículo de la fe y del arrepentimiento para con dios y en primera de tesalonicenses 1 9 que también nos habla de ambos de ambas gracias nosotros podemos ver hermanos que tanto la fe como el arrepentimiento, tanto la fe en Cristo como el arrepentimiento para vida, son gracias concomitantes. No es la primera vez que yo hablo de esto. Ustedes ya conocen el término. Son gracias concomitantes. Volvemos y nos hacemos la pregunta ¿Dónde van entonces la fe y el arrepentimiento? Ya miramos eso hermanos. Vamos a hablar entonces de la concomitancia de la fe y del arrepentimiento ya hablamos que no puede haber hombre claro de manera sucinta porque no tenemos el tiempo hermanos pero ustedes hermanos si le da una mirada estos versículos se va a dar cuenta que las dos gracias son concomitantes vamos a hablar de la concomitancia de la fe y del arrepentimiento concomitancia no es el orden de cual gracia viene antes que cual otra cuando hablamos de las concomitancias de la fe y del arrepentimiento lo que estamos diciendo es que el ejercicio de la fe va siempre ligado del ejercicio del arrepentimiento y porque son concomitantes el ejercicio del arrepentimiento siempre va ligado del ejercicio de la fe por eso son concomitantes hermanos es decir una persona que verdaderamente se arrepiente siempre vendrá a la fe en Cristo y una persona que real y verdaderamente ponga en Cristo sus esperanzas para salvación siempre se arrepentirá por eso hablamos o algunos hablan de que el arrepentimiento es un arrepentimiento crédulo y de que la fe es una fe arrepentida. ¿Por qué? Porque son gracias concomitantes. La existencia de una demanda la existencia de la otra. El ejercicio de una de esas gracias demanda el ejercicio de la otra. En palabras prácticas y sencillas, habiendo probado el asunto de la concomitancia, o al menos explicado al menos, podemos deducir que en la parte del ordo salutis que ubiquemos la una, entonces podemos ubicar la otra. Ya la entendieron, ¿cierto? Donde acertemos ubicando, por ejemplo, el arrepentimiento en el ordo salutis, recuerde la estructura, llamamiento, justificación, glorificación, donde pongamos la una, si aquí o aquí, ahí, tenemos que poner la otra, porque son concomitantes, la existencia de la una demanda la existencia de la otra. Pero la pregunta es, ¿dónde la vamos a poner? Sencillamente, hermanos, léase Romanos 5.1, ahí está, Justificados. Recuerda que estamos en el punto del centro justificados, pues por la fe. Luego la fe precede la justificación y donde ponemos la fe. Ahí está el arrepentimiento. Luego hermanos, ya el marco estructural crece. Ya no solamente es llamamiento, justificación y glorificación, sino que ya es llamamiento, ejercicio de la fe y del arrepentimiento y justificación y glorificación. Ya ahí estamos creciendo hermanos. Una justificación, o sea, además de lo que ya hemos probado en Romanos 5.1. Una segunda justificación para ubicar la fe y el arrepentimiento antes de la justificación la encontramos en Primera de Corintios 1.9. Miren lo hermoso, hermanos. Fiel es Dios por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo. En este versículo, ¿cuántos y cuáles elementos del marco estructural vemos? Dos, llamamiento y justificación. Pastor, ¿en dónde? La comunión con Cristo, exactamente. Fuimos llamados Y la respuesta a ese llamamiento fue que, valga la redundancia, respondimos en fe y en arrepentimiento para entrar en comunión con Cristo. Ahí es cuando la ortodoxia reformada dice que la unión con Cristo se materializa. Ya la tenía asegurada desde la eternidad pasada, pero se materializa en el momento en que nosotros ponemos nuestra fe en Cristo. Entonces, llamamiento, la respuesta a ese llamamiento eficaz es el ejercicio de las gracias concomitantes de la fe y del arrepentimiento. Si me puedo expresar de esa manera, el producto del ejercicio de las gracias de la fe y del arrepentimiento es justificación y ya tenemos la glorificación. Así que hermanos, Este es el ordo salutis o al menos los conceptos más básicos del ordo salutis. Vamos a terminar en este punto y en la próxima clase estaremos viendo o estaremos terminando de construir ese marco estructural. Recuerden que ya llevamos cuatro elementos llamamiento ejercicio de las gracias con comitantes de la fe y del arrepentimiento, justificación y glorificación. Pero faltan hablar de muchos otros. Entonces, en la próxima clase vamos a continuar con la elaboración de este Ordo Salutis y vamos a definir, al menos de manera sucinta, cada uno de los elementos del Ordo Salutis. Pastor, ¿por qué de manera sucinta? ¿No es eso muy importante? Claro. Lo que pasa, mis amados hermanos, es que en la confesión de fe vamos a ver más adelante capítulos del 8 al algo, no me acuerdo ahora bien, cada uno de los elementos del ordo salutis. Vamos a ver regeneración, vamos a ver justificación, vamos a ver adopción, vamos a ver santificación, vamos a ver glorificación. Así que los dejamos para entonces el elaborarlos de una manera extensiva y exhaustiva. Por ahora, hermanos, espero que haya sido de bendición para ustedes.
Ordo Salutis u Orden de la Salvación, p2
Series Confesión de Fe Bautista 1689
Serie: Estudios de las doctrinas de la Confesión de Fe
Capítulo: Del Decreto de Dios
Tema: Ordo Salutis, parte 2
En esta segunda parte, usaremos las Sagradas Escrituras para construir el marco estructural del Orden de la Salvación (u Ordo Salutis) … Veremos que la fe y el arrepentimiento son gracias concomitantes que tienen un lugar lógico en este Ordo, además de otros asuntos de importancia.
En el sitio web de nuestra iglesia usted podrá formular cualquier pregunta al respecto de esta enseñanza en particular, y en la medida de nuestras posibilidades con gusto la estaremos respondiendo cuando sea posible para nosotros. https://www.ibgrpereira.com/del-decreto-de-dios-confesion-de-fe-bautista-de-londres-1689/
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Sermon ID | 32124194875441 |
Duration | 29:39 |
Date | |
Category | Bible Study |
Bible Text | Genesis 3:15; Romans 8:29-30 |
Language | Spanish |
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