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Queridos hermanos muy buenas noches estamos en el estudio de la confesión bautista de fe de Londres de 1689 este es el estudio 3.6 párrafos 4 al 7 3.6 porque estamos aún en el capítulo número 3 6 porque este es el sexto perdón mensaje y hoy estudiaremos o consideraremos los párrafos o parágrafos es lo mismo 4 5 6 y 7 particularmente el 6 el título que tenemos de este estudio es sencillamente el ordo salutis ordo salutis es lo que vamos a ver en la noche de hoy A manera de repaso, mis queridísimos hermanos, hablamos de la reprobación en la clase pasada. Definimos la reprobación como la elección libre y soberana hecha por Dios en la eternidad pasada en la que, recuerden, vimos dos puntos, en la que Él primero decide pasar sobre ciertos o por encima de o ignorar a ciertos individuos dejándolos en su estado natural o pecaminoso en el estado en el que ellos nacieron y a eso le damos el nombre de preterición. Pero en segundo lugar, esa es la parte pasiva, si usted lo quiere ver de esa manera. Pero en segundo lugar, vimos la parte activa, es decir, pero también decide castigarlos por sus pecados para la magnificación de su justicia. Esa es la parte activa. Si usted lo quiere ver, esa es la precondenación. Esto es, el señor obra pasivamente al pasar por encima de algunos, pero obra activamente al precondenar o al condenar a otros en virtud de que estos han sido ignorados. Nos impactó también, creo yo. Leí sus reacciones corporales. Nos impactó mucho lo que dijo alguien. Dios actúa poderosamente para convertir a un impío. en un santo para la gloria de su nombre, pero Dios no obra para convertir un santo en un impío en la reprobación. Y eso lo dejamos también en claro. Así que hermanos, con ese sucinto diminuto recorderis, entreguémonos a la consideración de estos temas en la noche de hoy. Hermanos, vamos a leer el párrafo número cuatro del capítulo tres del decreto de Dios. dice el párrafo 4 dice estos ángeles y hombres así predestinados y preordenados están designados particular e inalterablemente y su número es tan cierto y definido que no se puede aumentar ni disminuir. Hablar de estos asuntos mis queridos hermanos Como nos lo indica el párrafo 7 es un asunto delicado y cuando hablemos de predestinación, cuando hablemos de elección, de reprobación, todos estos asuntos los debemos abordar tal y como nos lo indica el párrafo número 7 con prudencia y con mucho cuidado en ningún verdadero hijo de Dios, en ninguno repito, soy claro, debería haber orgullo que lo lleve, que lo mueva a decir es que yo soy elegido para la gloria de Dios y quizás diciéndolo en un tono que traiga duda, que traiga incertidumbre, que traiga a cualquier tipo de desasosiego en otras personas. De hecho, el verdadero hijo de Dios se conoce porque bueno, entre las marcas de gracia a las que tanto hemos hecho referencia, Se conoce por la humildad y la cautela en estos temas. El Hijo de Dios no está haciendo alarde ni está haciendo publicaciones de continuo de la reprobación. Y estos son los elegidos y fuimos elegidos y pobrecitos aquellos otros. No, nosotros no hacemos eso, hermanos. Una de las marcas de gracia es que, por el contrario, somos humildes y prudentes al respecto de esto. No escondemos la doctrina, pero cuando nos toca hablar de ella, somos prudentes y cuidadosos. Pero en aras de la brevedad, hermanos, al respecto de este párrafo número cuatro, solo deseo afirmar que este párrafo en realidad responde muy, muy bien a la pregunta ¿Puede un elegido para vida perderse? Es decir, puede disminuir el número de los elegidos y por ende aumentar el número de los reprobados? O como alguien me preguntó en esta semana, puede un reprobado tener esperanzas? Es una pregunta, creo yo, innecesaria a la luz de todo esto, pero muy útil. Entonces ¿Cuál es el punto mis amados? El punto es que el número de los elegidos y por ende de los reprobados es tan inmutable como lo es el decreto de Dios y como lo es el Dios del decreto. Luego todos aquellos a quienes el Señor eligió en Cristo para vida eterna y para gloria ese número no cambia es inmutable luego no importa mis amados hermanos el número de personas que hayan sido predestinados para muerte o reprobados, ese número es invariable. ¿En virtud de qué, pastor? En virtud de que el decreto de Dios es invariable. Luego, la pregunta, ¿puede tener alguien ya predestinado para muerte o reprobado esperanza? Bueno, es una pregunta interesante, pero hablándolo crudamente, la persona no, no tiene esperanza, y no tiene esperanza porque Dios le niegue la esperanza. No tiene esperanza porque él no quiere venir a Dios como lo vimos la vez pasada, no quiere venir a Cristo para ser salvo. Así lo debemos enfocar, así lo debemos responder. Luego si no sabemos decir esto entonces luego las personas que no tienen conocimiento digno de estos asuntos van a decir entonces qué esperanza tenemos de predicar el evangelio, qué esperanza tenemos de esto y del otro. No, no sencillamente hermanos el número es invariable y El elegido, quien ha venido a Cristo, tiene la esperanza fijada en Cristo, su salvación está fijada en Cristo, no se perderá su salvación porque está en Cristo, pero él lo sabe, pero la otra persona no lo sabe. Y si esa otra persona algún día quiere hacerse la pregunta, cómo sé yo que he sido elegido para vida? Muy sencillo, mis amados. viniendo a Cristo, teniendo la plena convicción de que Cristo no desprecia un corazón contrito y humillado. Entonces, hermanos, son maneras básicas, hermanos, no tenemos tiempo de hacer un curso de apologética al respecto de estas cosas, pero son maneras básicas y claras y puntuales de responder estas cuestiones. Así que dicho número será el número que Dios estableció desde antes de la fundación del universo. La inmutabilidad de Dios está relacionada con el decreto de Dios. y el decreto de Dios no cambia. Esa es la sencilla explicación del párrafo 4. Vamos a considerar el párrafo 5 a los humanos que están predestinados para vida. Dios antes de la fundación del mundo, según su propósito eterno, inmutable y el consejo secreto y beneplácito de su voluntad. Mire ese grande paréntesis que hay ahí. Noten ustedes que los redactores de la confesión de fe esto esto ya lo hemos leído antes. Esto no es la primera vez que lo leemos. Los redactores de la confesión de fe están muy, muy interesados en que todos los que leemos la confesión y en que, claro, los que nos adherimos a la confesión, entendamos que esto de la elección o la predestinación para vida, bueno, lo mismo la reprobación, fue algo que ocurrió antes de la fundación del universo. Fue algo que ocurrió en el seno de la Trinidad, fue algo que no ocurrió en virtud de algo que Dios conociese de antemano o que Dios viese en esas personas. Esto lo repetimos, hasta este punto lo hemos repetido al menos dos o tres veces, claro con diferentes palabras, pero aquí hay un interés claro de los redactores de la confesión de fe al hacer este paréntesis tan largo. Luego dice, Dios los ha escogido en Cristo para gloria eterna meramente por su libre gracia y amor o otro asunto que ya hemos leído en varias veces sin que ninguna otra cosa en la criatura como condición o causa le moviera ello. No hermanos, Dios no nos salvó a nosotros porque nos vio en la miseria, le dio pesar y entonces dijo vamos a salvarlos. Dios nos salvó o decidió no salvar algunos porque preconoció algo en ellos que los hiciera dignos de esa salvación. Dios incluso no vio el pecado de aquellos a quienes reprobó para reprobarlos, porque si Dios, ojo con esto, porque si Dios hubiese visto el pecado para reprobar, ¿a quiénes hubiera reprobado? A todos. Entonces el pecado no es la causa por la que Dios reprueba, la causa está en Él mismo. Pero hermanos, este párrafo nos recuerda algo de lo que ya hablamos, de hecho de varios asuntos nos recuerda. La elección, esto es básico, espero que usted ya lo sepa, la elección es un acto tan eterno como Dios mismo. Dice la confesión de fe antes de la fundación del mundo. Segundo, la elección es un acto soberano. Note lo que dice, según su propósito eterno. Nada de lo que vio la criatura, nada de lo que hizo, nada en lo que dejó de hacer fue el propósito eterno de Dios. Y tercero es un acto inmutable. Ahí lo dices, un acto inmutable. Ya lo acabamos de ver en el parágrafo anterior. El número es el número que va a ser. Pero además de lo anterior, mis amados, hay un aspecto muy, muy importante. Ya lo veremos. Y bueno, es el siguiente. Recuerde, nadie conoce la causa por la que fue elegido. Nadie. Usted no puede decir yo fui elegido porque es que es. No, nadie conoce la causa primaria hermano. Sabemos por la escritura que Dios nos escogió porque nos amó. Si usted lo quiere ver de esta manera, Dios nos amó y entonces nos amó de manera soberana y entonces nos eligió para vida. Pero nadie, nadie sabrá la razón por la cual fue escogido reprobado. De ahí que la confesión diga según el consejo secreto. Nadie lo sabe. Las cosas secretas permanecen en Dios, se quedan con el Señor, son del Señor. Entonces, hermanos, con eso debemos tener contentamiento, no especular. Nadie conoce la razón por la que fue escogido. Por eso se dice una elección soberana. Nos recuerda también que nada, absolutamente nada en la criatura lo movió a elegir a alguien en Cristo para vida eterna. No es de lo que dice la confesión. Los ha escogido en Cristo sin que ninguna otra cosa en la criatura como condición o causa le moviera a ello. No lo voy a explicar. Ustedes ya lo saben. pero una cosa que nos enseña ya no tanto nos recuerda sino una cosa que nos enseña este parágrafo hermanos es que los elegidos aquellos quienes van a glorificar al Señor en su gloria para siempre ellos fueron elegidos esta partícula es muy importante en Cristo Es una partícula que el apóstol Pablo usa en diferentes oportunidades, particularmente me interesa mucho el uso que Pablo le da esa partícula en cristo en primera de corintios ellos fueron fuimos elegidos en cristo dios los ha escogido en cristo es lo que dice fecios 1 4 según no se escogió en cristo en él hablando de cristo antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos y sin manchas delante de él querido hermano yo quiero desafiarlo haciéndole una pregunta sabe usted ¿Qué significa eso de haber sido elegido en Cristo? Significa que aparte de la persona, de la obra, de la muerte sustitutiva y de la resurrección gloriosa de Cristo, nadie, absolutamente nadie puede ser salvo. Y de tajo nosotros tenemos que excluir en este punto cualquier persona, cualquier conjunto de ideas, cualquier religión que piense que puede ser salvo o puede estar en paz con Dios aparte de la persona de Cristo. Eso tiene que quedar muy claro. Entonces cuando Efesios nos dice que nosotros, bueno gloria al Señor, fuimos escogidos en Cristo lo primero que nos está recordando este punto aquí la confesión y claro por supuesto primero la escritura es que hermanos aparte de Cristo no hay salvación. Sencillo, resúmalo de esa manera. Segundo, Ese ser elegidos en Cristo significa que son los méritos de la vida de Cristo la base sobre la que los elegidos tienen vida eterna Los méritos de la vida de Cristo ¿Qué más significa? Significa que aparte de Cristo jamás habría esperanza para nosotros como ya lo dijimos Significa que Cristo es la fuente y la causa misma de todas las bendiciones. ¿Recuerdan ese pasaje? Hoy lo vamos a ver. ¿Recuerdan ese pasaje en el que el apóstol Pablo nos dice cuál es esa Efesios 1? Efesios capítulo 1 los primeros versículos de la carta del apóstol Pablo de los Efesios nos dice, nos habla de las bendiciones celestiales ¿Se acuerdan? Bueno, todas las bendiciones que las vamos a ver, todas las bendiciones celestiales que nosotros tenemos, las tenemos en virtud de Cristo. Ninguna bendición de las que vamos a hablar está disponible aparte de Cristo. Así que hermanos, nuestro bendito Señor es la fuente, pero no solamente es la fuente, sino la causa de cada una de las bendiciones del orden de la salvación o del ordo salutis. Pero de eso vamos a hablar en un momento. Hermanos, Si el Señor no nos hubiera escogido para que Cristo fuera nuestra cabeza federal, ¿qué es cabeza federal? Cuando se habla de cabeza federal en la teología o en la teología, iba a decir otra cosa, se me escapó, me disculpa. Cuando se habla de cabeza federal en los estudios teológicos o en la teología pactual, estamos hablando de cabeza, lo que se ve, federal que representa un conjunto de personas. Luego, cabeza federal es alguien que representa un conjunto de personas. La cabeza federal de cada ser humano en su nacimiento es Adán. Adán es la cabeza federal. Adán es el representante de cada ser humano al momento de nacer. y eso vamos a hablar más adelante pero luego cuando por la gracia del Señor el creyente viene a Cristo en fe en ese momento de la unión a Cristo o de la comunión con Cristo en ese momento ya la cabeza federal no es Adán Cristo es la cabeza federal Ahora, Adán era nuestra cabeza federal porque él representaba, digo, al hombre delante de Dios en la creación. Las consecuencias de la violación del pacto de obras también entonces no solamente la recibió la cabeza federal Adán, sino todos los que estamos adscritos a ese pacto por nacimiento en virtud de que somos descendencia de Adán, es decir, todos los seres humanos. porque hablamos de esto hermanos porque si Dios no nos hubiera escogido para que Cristo fuera nuestra cabeza federal y por ende para que en el tuviéramos todas las bendiciones del pacto de gracia entiéndase regeneración justificación adopción, etcétera, etcétera. Si no hubiésemos sido escogidos para que Cristo fuera nuestro representante, hermanos, no seríamos otros, sino los más miserables entre todos. Gente sin esperanza, pecadores vagabundos deambulando de un lado para otro, sin deseos de hacerlo bueno. Y hermanos, eso nos debería llevar a una profundísima humildad y a una cuantiosa gratitud por la obra inmerecida que Dios ha hecho en cada uno de nosotros. Entonces recordemos, hermanos, en el parágrafo o en el párrafo 4 nos está hablando de la inmutabilidad del decreto, el que fue elegido para vida, ese número permanece, los que fueron predestinados para muerte por medio de la preterición y precondenación, ese número permanece. En el capítulo, en el párrafo número 5, resumamos la esencia del párrafo número 5 hablando de que aparte de Cristo no puede haber salvación para ningún ser humano y es en virtud de que hemos sido elegidos en Cristo de que nosotros tenemos la esperanza de la gloria futura. pero venimos hermanos entonces al párrafo número 6 es el párrafo que me interesa párrafo número 6 vamos a leerlo con cuidado dice así como Dios ha designado a los escogidos nótese ojo nótese que el párrafo número 4 que el párrafo número 5 y que el párrafo número seis me está hablando de los elegidos para vida. Ahí ya no me está hablando de los reprobados. Ya eso lo vimos en el párrafo número tres. Aquí ya estamos hablando de manera positiva de los predestinados para vida. Entonces sigamos así como Dios ha designado a los escogidos para la gloria o de la misma manera por el propósito eterno y libérrimo de su voluntad. Aquí volvemos a ver otra vez a los redactores de la confesión de fe recordándonos es por su propósito eterno. Dice ha preordenado todos los medios para ello, es decir, el señor no solamente ha preordenado a los elegidos para vida, sino que ha preordenado todos los medios para que esos elegidos logren efectivamente la vida. no solamente ha dicho ustedes, ustedes, a vida, no, las salvaciones de Jehová. Y eso significa de que no solamente la preordenación para vida es lo que Dios ha decretado, sino los medios para que esos elegidos alcancen vida eterna. Es muy importante, hermanos, tener eso en cuenta. Ahora dice, por lo tanto, los que son escogidos, habiendo caído en Adán, son redimidos por Cristo. eficazmente llamados a la fe en Cristo por su espíritu, obrando a su debido tiempo? Estos son justificados, adoptados, santificados y guardados por su poder mediante la fe para salvación. Esto es obvio lo que sigue. Nadie más es redimido por Cristo o eficazmente llamado, justificado, adoptado, santificado y salvado, sino solamente los escogidos. Eso vuelve y responde al punto de la inmutabilidad en el número de los elegidos. Nadie aparte de aquellos a quienes Dios amó y eligió para vida, nadie aparte de ellos es elegido. Ahora bien, hermanos, Si ustedes le prestaron atención, quizás ustedes en casa lo puedan hacer, puedan hacer el ejercicio. Si ustedes prestaron atención a la lectura de este párrafo, casi que en la mitad del párrafo usted encuentra la palabra adopción, santificación y guardados mediante el poder de su fe para salvación y después luego casi que vuelve usted a leer las mismas cosas. ¿Qué es eso de ¿Qué es eso de adopción, santificación? ¿Qué es eso de salvación? ¿Qué es eso de justificación? Bueno, hermanos, hoy nos reunimos precisamente no para hablar de cada una de esas cosas en detalle, sino para establecer el marco sobre el que luego vamos a hablar de cada una de esas cosas en detalle. Así que hoy, hermanos, literalmente estamos reunidos para hablar del Ordo Salutis. Pero antes de eso hermanos hagámonos una pregunta sencilla ¿Qué es lo que en realidad? Si yo le pidiera a usted o si alguien le solicitara a usted que resumiera este párrafo ¿Usted hermano haría bien quizás en decir que de la misma manera Como los elegidos fueron predestinados para vida, así también Dios predestinó o preordenó todos los medios que conducirían a esos elegidos a la vida eterna. Así que ese es el resumen del parágrafo sencillo. Si yo le pregunto hermanos de nuevo, resúmame ese parágrafo, usted resúmalo solamente en términos de esto. Bueno, usted lo puede hacer como desee. Les recomiendo que lo haga en términos de lo siguiente. De la misma manera que los elegidos fueron predestinados para vida, así también Dios predestinó todos los medios, es decir, preordinó todos los medios, organizó, planeó, decretó, más técnicamente, todos los medios para que esos elegidos, a quienes él amó de manera soberana, llegaran efectivamente a la salvación y a ser glorificados en la eternidad. Esto nos habla de que Dios entonces no solamente preordena para salvación, sino que también tiene absoluto. Creo que es algo obvio que ustedes deberían aprender a detallar, sino que organiza todo para que esos elegidos efectivamente y sin dilación alguna lleguen a la gloria eterna. Las salvaciones de Jehová como se los decía ahora, Él no solamente entonces elige sino que Él le concede todas las bendiciones y los favores inmerecidos para que esos elegidos en Cristo terminen después del juicio glorificando a Cristo por toda la eternidad. otras palabras Dios no preordina a individuos para la gloria y les dice bueno ya hice mucho por ustedes ahora al trote mar hagan ustedes lo que ustedes puedan hacer yo ya los encaminé no mis amados hermanos no les provee también en Cristo todos los medios para que la gracia los conduzca a la gloria. Les provee en Cristo todos los medios para que esa gracia los conduzca a la gloria. Así que cuando la confesión nos dice que Dios ha preordenado todos los medios para ello, a lo que hace referencia con medios es a que Dios ha dispuesto o con esto, dos cosas en particular sin las cuales nadie podría ser salvo. Primero, la redención en Cristo. Dios no solamente vio en Cristo a algunos, sino que Dios también decretó. Ojo con lo que dice el parágrafo. Dice que todos, incluso los elegidos, cayeron en Adán. Todos. Nadie nace salvo. Todos, como se los expliqué ahora, nacieron con Adán como cabeza federal o como representante. Luego, técnicamente, todos los hombres necesitan salvación. Ahora bien, no solamente entonces Dios vio a algunos, o sea, decidió amar soberanamente a algunos y los vio en Cristo y los predestinó para vida, sino que también decretó como ustedes bien lo conocen decretó que ese Cristo pagara el precio para satisfacer su justicia lo decretó Luego, el asesinato de nuestro Señor Jesucristo por manos de impíos movidos por los religiosos de aquel entonces, fue un hecho desgraciado, fue un hecho horrible, fue una violación de la ley del Señor, pero en última instancia fue parte del decreto de Dios. El sacrificio de su propio hijo, hermanos, la redención que derrama, que emana de la cruz del Calvario fue un acto que Dios decretó sin el que ninguno de nosotros puede ser salvo pero entonces Dios no sólo decretó hermanos esa redención en el Hijo sino que también decretó que el Espíritu Santo fuese el agente que aplicara a los elegidos en la eternidad pasada todos los beneficios de la obra de Cristo en la cruz del Calvario. Primero, Dios es el que elige. Segundo, Cristo es el que en la cruz del Calvario, y claro, mediante una vida perfecta, es el que gana todos los méritos para la salvación de los elegidos. Pero entonces, ¿cómo los elegidos pueden ser salvos? Bueno, no hay manera de que lo sean, aparte de que todos esos beneficios y bendiciones ganados por Cristo en la cruz del Calvario sean aplicados por el Espíritu Santo. Miren la obra de la Trinidad. El Padre elige, el Hijo gana los méritos y las bendiciones, y el Espíritu Santo aplica a su debido tiempo a su debido tiempo todas esas bendiciones. Entonces, hermanos, cuando pensemos en este parágrafo número 6, Cuando pensemos en este parágrafo, sepámoslo definir en términos de que Dios preordenó la salvación de los elegidos, pero también todos los medios para que esos elegidos lograsen, por la gracia del Señor, alcanzar esa gloria eterna. Es una obra de Dios. Es una obra de Dios y no obstante, como lo vamos a ver en este Ordo Salutis, hay puntos específicos donde no es que el hombre sea aquel a quien se le pueda atribuir algo, sino que es el hombre en el libre ejercicio ya de su voluntad regenerada el que ejerce las gracias de la fe y del arrepentimiento. Pero de eso vamos a hablar más adelante, hermanos. Así que vamos bien hasta ahí, ¿no? Vamos a hablar un poquitico de pactos. ¿Por qué vamos a hablar de pactos? Si esto de los pactos lo vamos a ver más adelante. Bueno, hay que hablar de pactos, hermanos, hay que hablar de pactos. Se lo voy a decir desde ahora la razón del por qué. Hay que hablar de pactos porque en última instancia resalde esto si tiene por ahí un lapicero o tintas de sobra, pero el ordo salutis es en cierta manera el cumplimiento del pacto de redención. Véalo de esa manera. El ordo salutis puede ser considerado como el cumplimiento del pacto de redención. Vamos a ver entonces qué es pacto. Yo le voy a decir que no es pacto y yo sé que ninguno de ustedes necesita mi amado que yo le explique esto. Pacto no es señor voy a pactar contigo yo te voy a dar esto y tú me vas a dar lo otro. No hermanos de Dios es todo nosotros no tenemos nada que darle al señor. En qué piensa usted cuando habla de un pacto. Bueno Un pacto es un acuerdo entre dos partes cuyo cumplimiento depende del cumplimiento de una condición. Un pacto es un acuerdo entre dos partes en el que una parte promete, se compromete a hacer una cosa Cuando una condición es cumplida, piense en una promesa de compraventa. Eso es un pacto. Señor, yo me comprometo a comprarle su casa. Ese es mi compromiso. Es mi compromiso. Me comprometo a comprarle su casa. Si no le compro esa casa, entonces hay una multa. La multa es la famosa multa de la promesa de compraventa. Cuando una de las partes rompe ese pacto, entonces esa multa es impuesta sobre la parte que rompió el pacto. Pero vamos a verlo desde el punto de vista de las Sagradas Escrituras. Hermanos, un pacto divino es un acto soberano, soberano, porque mana de Dios sin concertación con el hombre. Cuando hablamos de pactos divinos, no pensemos jamás en Dios preguntándole al hombre, será que yo me comprometo a esto si tú quieres hacer esto. No, un pacto es en cierta manera una imposición, digámoslo así. Pero un pacto divino es un acto soberano porque emana de Dios sin concertación con el hombre y es condescendiente porque Dios no tiene que hacerlo, sino que él lo quiere hacer. Y ese pacto, hermanos, hablando de ese acto soberano y condescendiente, lo podemos definir como aquel acto por medio del cual Dios se compromete a hacer algo o a darle algo al hombre o a bendecir al hombre bajo el cumplimiento de una condición de la que el hombre es responsable. Es decir, en el momento en el que el hombre no cumpla con la condición del pacto, entonces viene el castigo del pacto. El cristianismo bíblico hermano reconoce en esencia y en resumen dos pactos. El pacto de obras y el pacto de gracia. ¿Cómo podemos definir el pacto de obras? Muy sencillo hermanos, es el compromiso que Dios contrae con el hombre de bendecirlo y de darle vida eterna bajo la condición de obediencia perfecta del hombre. Sabemos que Adán fue creado en un estado de inocencia, de justicia, de perfección. Así las cosas. Si Adán deseaba seguir siendo feliz y seguir viviendo con el favor y bajo el favor de Dios, él tenía que obedecer perfectamente la ley de Dios. En aquel entonces, la ley había sido sintetizada en Génesis 2.16. y mandó Jehová al hombre diciendo de todo árbol del huerto podéis comer más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comeréis ese es mi pacto tienes bendición tienes vida eterna mientras que no comas de ese árbol ese es el pacto esa es la condición no comeréis de ese árbol La bendición, tendráis bendición para ti, para todos tus descendientes. El castigo, ¿qué es lo que vendría del incumplimiento? Moriréis, porque el día que ustedes, parece decirle el Señor, que usted viole el pacto que yo acabo de hacer, ese día habrá muerte para ustedes y para su posteridad. Así que, Se dice pacto de obras porque la bendición del hombre dependía literalmente de las obras del hombre, de las obras de obediencia. Si el hombre falla, entonces la bendición cesa, la maldición entra y la condenación también. Si el hombre tuviese éxito, la bendición sería suya y de su posteridad para siempre. Cuando usted escuche la expresión pacto de obras, piense ¿Cuándo fue anunciado el pacto de obras? ¿Desde toda la eternidad? ¿Qué dirán ustedes? No, porque el hombre no ha existido desde toda la eternidad. El pacto de obras fue anunciado en el jardín del Edén. ¿Quiénes son los contrayentes? Dios Padre ¿Y el hombre? ¿Quiénes son los beneficiarios? Todos los que puedan obedecer. ¿Cuál es la condición? No se me eleven hermanos, no se me eleven. Vuelvo y repito hermanos, vuelvo y repito, estas son cuestiones básicas, préstales atención. Cuando usted piense en el pacto de obras, piense cuando fue anunciado en el Jardín del Edén. ¿Quiénes son los contrayentes? Bueno, es Dios y es el hombre. ¿Quiénes son los beneficiados del pacto? El hombre mientras el hombre pueda obedecer. ¿Cuál es la condición? Perfecta obediencia por parte del hombre. ¿Cuál es la promesa? Vida eterna. Pero evidentemente hermanos, Adán no pudo cumplir. Él cayó y con esa caída también toda su descendencia. Y si usted lee, si usted lee el párrafo que estamos estudiando, ahí nos muestra que todos los hombres caímos en Adán. No solamente los elegidos, sino también los elegidos y los reprobados. Toda la humanidad cayó en Adán. La caída del pecado no fue acto, no fue algo exclusivo de los reprobados. Todos caímos en Adán, hermanos. Ahora bien, desde el comienzo, desde la creación, este pacto de obras ha ido entrelazado de otro pacto, del pacto de redención. Entonces ya hablamos del pacto de obras, ahora hablemos del pacto de redención. ¿Qué es? ¿Cómo lo podemos definir? Ahora, note bien esto. El pacto de obras fue entre Dios y el hombre. Obedece, como dice la escritura en Deuteronomio, haz esto y vivirás. Pero el pacto de redención entre quienes fue hecho espero que ustedes al final de esta explicación tan sucinta lo puedan determinar. Nota que ya les dije el Padre elige Cristo obtiene los méritos por medio de una vida santa y de la muerte sustitutiva y el Espíritu Santo es el que aplica los méritos. Luego cuando hablamos de pacto de redención hablamos de algo, de un acto divino que ocurrió en la eternidad pasada y en la eternidad pasada no había nadie sino Dios mismo. Luego cuando hablamos del pacto de redención hablamos del compromiso que Dios hace en sí mismo y consigo mismo de darles vida eterna y gloria a los elegidos. Sencillamente hablando, ese es el pacto de redención. Es el compromiso que hacen los miembros de la Trinidad de darles vida eterna. Cada uno en la economía trinitaria, cada uno jugando su papel, si puedo expresarme de esa manera que no es quizás el más sabio o apropiado, pero en donde cada uno participa para a la postre dar luz a la gloria eterna de cada uno de los elegidos. Ezequiel 36 26 os daré corazón nuevo y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Ahora bien, vamos a hacer el mismo ejercicio que hicimos ahora pacto de redención. Cuando fue anunciado? Bueno, hermanos, no ten esto fue anunciado desde la eternidad pasada. Cuando fue reiterado? Génesis 3.15 Esa es la primera reiteración que el Señor hace del pacto de redención Contrayentes ¿Dios y el hombre? No Los miembros de la Trinidad Beneficiarios ¿Los hombres? No ¿Quiénes son los beneficiarios? Los elegidos en Cristo Esos son los beneficiarios ¿Cuál es la condición? ¡Ojo con esto! Recuerda que estamos en este ejercicio de estudio En el que quiero también que ustedes ejerciten la mente hermanos ¿Cuál es la condición? Para que los elegidos tengan vida eterna y gloria ¿Cuál es la condición? Les pongo estas tres La fe de los elegidos La obediencia de los elegidos o la justicia perfecta de Cristo. Esa era la condición. Porque ni siquiera la fe de los elegidos es una condición, hermanos. Porque todo aquel que piense que la fe es una condición para la salvación está pensando en salvación por obras, solo que de una manera un poco más refinada. ¿Sabía usted que nosotros somos salvos por obras? Por la obra de Cristo. no por la nuestra. Entonces, la condición era que los elegidos habrían de tener vida eterna y gloria perpetua. Y la condición, la justicia perfecta de Cristo, cosa que él cumplió. Luego, hermanos, vemos la hermosura de este pacto en su esplendor, la promesa, claro, vida eterna. Ahora, ¿de qué manera se relacionan esta cuestión del pacto de redención y del ordo salutis? Bueno, ya se los había dicho. En que todas las promesas, ojo, todas las promesas del pacto de redención para los elegidos en Cristo se cumplen en el ordo salutis. o si quiere lo vuelve a poner como se lo explique ahora. El ordo salutis puede ser considerado como el cumplimiento. De la promesa del pacto de redención. En otras palabras, todas las bendiciones que Dios se comprometió a otorgar a quienes él mismo eligió en Cristo se van aplicando en el tiempo decretado por Dios en el ordo salutis. Y antes de entrar en el ordo salutis, quiero hermanos hacer un breve paréntesis. Este tema, mis amados hermanos, es un tema que no es tan complejo. Es un tema relativamente sencillo. Hermanos, esta es una muy, muy buena oportunidad para que todos nos aperemos de este conocimiento para la gloria del Señor. que cuando a usted le pregunten, mi amado, recuerde la campaña que hemos venido adelantando, robustezcamos nuestro cuerpo de teología, dejemos la simplicidad en las respuestas, Abandonemos aquel, usted porque es salvo, yo soy salvo por la gracia de Dios, si diga yo soy salvo por la gracia de Dios, pero entienda que más allá de la gracia de Dios está la aplicación de esa gracia y eso es lo que veremos en el Ordo Salutis, porque cada eslabón del Ordo Salutis o lo que es igual del orden de la salvación Cada eslabón es gracia, es bendición. Así que hermanos, intente la próxima vez robustecer ese, yo soy salvo por la gracia de Dios. Sí, responda, yo soy salvo por la gracia de Dios, pero también soy salvo porque Dios aplicó la gracia en mi corazón. Y cuando estaba muerto en mis delitos y pecados, Él me dio vida juntamente en Cristo. El Espíritu Santo me regeneró. y junto con la regeneración me concedió el don o los dones concomitantes de la gracia de la fe y del arrepentimiento y entonces en virtud de ese poder de Dios sobrando en mí en el espíritu claro de manera voluntaria y libre ejercí la fe y el arrepentimiento por la gracia de Dios y para la gloria de Dios y fue en ese momento en el que entré en la comunión con Cristo y fue en ese momento en el que fui unido a Cristo por medio de la fe y al estar unido en Cristo entonces se desprenden más y más bendiciones de esa bendita unión como por ejemplo el hecho de que ahora soy parte de la familia de Dios fui adoptado en la familia de Dios y adoptado en la familia de Dios. Entonces entré en un proceso de santificación. Es cierto. Delante de los ojos del Señor soy un santo de manera puntual, pero también estoy siendo santificado de manera gradual y progresiva. Aprendamos, hermanos, entonces a definir nuestra salvación no solamente en términos de una frase cliché de cajón somos salvos por gracia sino que aprendamos a robustecer las manos bendito sea el nombre de nuestro buen y gran señor
Ordo Salutis u Orden de la Salvación, p1
Series Confesión de Fe Bautista 1689
La relación entre el Pacto de Redención y el Orden de la Salvación (u Ordo Salutis)
Sermon ID | 321241933164220 |
Duration | 48:59 |
Date | |
Category | Bible Study |
Bible Text | Genesis 3:15; Romans 8:29-30 |
Language | Spanish |
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