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Hechos 16, del 16 al 32. Aquí encontramos, hermanos, una poderosa porción de la palabra de Dios. Y en este pasaje se nos habla acerca del encarcelamiento que tuvieron Pablo y Silas. Y cómo Dios de una forma milagrosa los liberó de este encarcelamiento. También vemos la conversión del carcelero de Filipos junto con toda su casa. Y podemos ver que esta porción de la Escritura no solamente nos muestra que Dios estaba con sus siervos, sino que nos muestra también que cuando nosotros nos encontramos en dificultades, el Señor está ahí para obrar en nuestras vidas, por más difíciles que estas dificultades puedan ser. Y aquí encontramos valiosas lecciones, encontramos recordatorios de que mientras nosotros navegamos en nuestra vida y luchamos y encontramos desafíos para nuestra vida, Dios es soberano y Dios está con nosotros. Es importante que podamos entender eso, que el Señor sabe mejor que nosotros. Recuerden que Pablo y Silas tenían la idea de ir a cierto lugar y el Espíritu se les impidió. Querían ir a otra ciudad y el Espíritu se les impide. Y al final Dios les muestra donde deben de ir. Y vamos a ver nosotros que el Espíritu de Dios los guía a un buen lugar para que ellos prediquen el Evangelio. Mientras que ellos están predicando el evangelio en esa ciudad, una jovencita que era esclava de unos hombres que tenía un espíritu de adivinación dice la verdad acerca de ellos y los sigue diciéndoles a la gente, escúchenlos porque estos hombres hablan en el nombre del Dios Altísimo y os anuncian el camino de salvación. Pero parece que al apóstol Pablo le molestó. y después de un tiempo siendo inspirado por el Espíritu Santo, él responde al espíritu maligno ordenándole que salga de esta jovencita, lo cual enfurece a los dueños porque ellos pierden su fuerte fuente de ganancia y como consecuencia los acusan a Pablo y a sus compañeros de enseñar cosas que les son ilícitas a los ciudadanos romanos seguir. Después de esto ellos son golpeados, encarcelados, y Dios obra milagrosamente en medio de esta situación. No solamente liberándolos, sino salvando al carcelero de Filipos junto con toda su familia. Es importante entender en este contexto no solamente lo que dice el pasaje de las escrituras, sino entender qué está ocurriendo en el mundo antiguo. en tiempos antiguos era muy común que la gente creyera y practicara la adivinación y otras formas de ocultismo, lo cual en el día de hoy pasa. Usted puede ir a cualquier ciudad donde usted vaya y viva y va a encontrar que hay lugares de gente que se dedica a leer las cartas, a leer las manos, a adivinar y todo ese tipo de cosas. Cuanto más en los lugares de donde nosotros venimos, en los pueblos pequeños donde la gente es muy religiosa y muy supersticiosa a la misma vez. Pero aquí está ocurriendo eso y podemos ver cómo de cierta manera las fuerzas del mal comandadas por Satanás, sus ángeles, tienen a la gente en obscuridad. Y por esa razón el Espíritu de Dios le impide a Pablo y a sus compañeros ir en otra dirección porque los quiere traer a Filipos para que prediquen el Evangelio y la predicación del Evangelio traiga luz y las personas puedan ser iluminadas con el camino de la salvación del Señor Jesucristo. puedan recibir el perdón de los pecados y la luz pueda resplandecer en las tinieblas. Y eso es importante poder entenderlo. Entonces, este es el contexto donde nosotros nos encontramos en esta porción de las escrituras y ahora vamos a comenzar a ver cada uno de los versículos. Noten el escenario como comienza aquí en el versículo 16. Dice, aconteció que mientras íbamos a la oración nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos adivinando. En el contexto ya hemos visto que Pablo y Silas, junto con Timoteo, se dan cuenta que las mujeres se reúnen a la orilla del río Orar. Ahora, él va a la orilla del río Orar junto con sus compañeros, pero al ir en ese camino, dice, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación. Este espíritu de adivinación, según un comentarista bíblico, por cómo está escrito aquí, Dice, la joven tenía un espíritu de adivinación, literalmente un espíritu pitón. Yo no sé si usted ha escuchado que a las brujas se les llama pitonizas. ¿Verdad? Generalmente en Latinoamérica yo he escuchado eso, que así se le llamaban. Incluso la escritura habla de pitonizas. Y eso es importante porque esta es una expresión de la mitología griega. Y la idea es que había un espíritu llamado Pitón, el cual era semejante a una serpiente que cuidaba el oráculo de Delfos. Y en esencia, esta muchacha estaba actuando como medium para comunicarse con demonios que pretendían predecir el futuro. Y esto es importante. Entonces vemos una ciudad en la cual mucha gente está creyendo. ¿Y por qué decimos que mucha gente cree en eso? Noten lo que el versículo dice e implica. Porque el versículo nos está diciendo, dice el versículo 16, dice, la cual daba gran ganancia a sus amos adivinando. ¿Saben por qué les daba gran ganancia? Porque había mucha gente que creía en eso. Y seguramente que había gente por todos lados, llegaban quizás a las casas, llegaban a las plazas públicas y la gente se le acercaba y cobraban por todo lo que estaba haciendo esta muchacha, la gente está hundida en la oscuridad. Ahora vemos en el versículo 17 y 18 Dice esta siguiendo a Pablo y a nosotros Aquí está hablando Lucas Porque dice y a nosotros Lucas es el autor del libro de los hechos Dice esta siguiendo a Pablo y a nosotros daba voces diciendo Estos hombres son siervos del Dios Altísimo Quienes os anuncian el camino de salvación Versículo 18 Y esto lo hacía por muchos días más desagradó a Pablo, más desagradó a Pablo, este se volvió, desagradando a Pablo este se volvió y dijo al Espíritu te mando en el nombre de Jesucristo que salgas de ella y salió en aquella misma hora. Aquí hay algo que nosotros debemos de considerar y es lo siguiente Si este espíritu a través de esta muchacha estaba diciendo la verdad que acaso no era eso bueno para los apóstoles, para Pablo, para Silvano, para Timoteo, para Lucas no era bueno que le hiciera una buena propaganda porque no estaba diciendo una mentira el espíritu estaba diciendo la verdad pero el punto es porque a Pablo le molestó porque a Pablo le desagradó Y la respuesta es, hermanos, porque nosotros no podemos sacar nuestra teología de los espíritus inmundos. Por ejemplo, ¿se recuerdan cuando en Marcos estudiamos que un hombre, el endemoniado gadareno, viene el Señor Jesucristo y a su encuentro el espíritu dice, la legión dice, ¿qué tienes con nosotros Jesús, Hijo del Dios viviente? Nosotros vemos que están diciendo la verdad, pero nunca en ningún libro de teología usted va a ver a un teólogo citando a los demonios para decir que Jesús es Dios, porque no es de donde nosotros obtenemos la verdad. Es a través de la predicación de la palabra de Dios. Es a través de los hombres que Dios había escogido para que llevaran el mensaje de la palabra. Y esto nos enseña a nosotros hermanos que nunca en ninguna manera Aunque alguien diga la verdad, si no se identifica como seguidor de Jesucristo o la fuente no es la palabra de Dios y es otra fuente, no debemos de prestar atención porque hay una sola fuente de verdad que es infalible y esa es la palabra de Dios. Todo lo que la Biblia dice es la verdad y es la verdad definitiva, la verdad final sobre todas las cosas. Entonces, no porque un espíritu está diciendo la verdad nosotros vamos a decir sí, sí eso es cierto lo que está diciendo. Recuerden que ese espíritu, recuerden que Satanás dice en la escritura que se viste como ángel de luz y aquí está hablando la verdad. Es decir, se está congeniando con la gente. No quiere que su fin venga. Pero Pablo, siendo guiado por el Espíritu Santo, dice ahí, más desagradó a Pablo. Desagradando a Pablo. Este se volvió y dijo Espíritu te mando en el nombre de Jesucristo que salgas de ella y salió en aquella misma hora. Eso tiene que ver hermanos con la autoridad apostólica que Dios le delegó a los apóstoles. Pablo tiene autoridad apostólica para echar fuera demonios. Hoy en día hay mucha gente que dice que tienen la capacidad de echar fuera demonios ¿no? Y inventan, bueno sus métodos cambian. Mi primer encuentro donde yo estaba muy interesado en este tema porque yo en un tiempo podía decir fui carismático creía en esas cosas me gustaba leer mucho sobre esto me encontré con un libro que no recuerdo el autor ahorita pero decía el manual de guerra espiritual y era un libro gruesísimo, grande me encantaba leerlo me encontré con un material que decía cómo conquistar la ciudad, cómo conquistar tu ciudad para Cristo, era una serie de cassettes, de un hombre, de un hombre, un predicador argentino, que hasta el día de hoy él se está reinventando, parece un camaleón que cambia, es el mismo mensaje, pero siempre lo está comunicando de formas distintas. Y yo pensé que ya no existía ese hombre, no, todavía está haciendo guerra, engañando gente. Por otro lado, sale otro libro que se llama Oíme Satanás. Es escrito por Carlos Anacondia, un echador de demonios argentino. Y todas esas cosas que son tan, como podemos decirlas, tan llaman tanto la atención cuando uno no conoce la verdad de la palabra de Dios. Cuando conoce la verdad de las escrituras, Todo esto llega hasta cierto punto, lo que estos hombres dicen llega a ser totalmente irrelevante. Porque nadie puede decirle a una persona, déjame decirte cómo se echa afuera un demonio. En primer lugar, la actividad demoníaca no podemos decir que no existe, si existe en personas y supongamos que en esta noche entre nosotros hubiera un poseído. Si se empieza a manifestar, ¿cómo hacemos para que el demonio salga afuera? Le predicamos el Evangelio. No existe otra forma. Nosotros no podemos venir y decir a una persona, te he hecho fuera en el nombre del Señor Jesucristo. Nosotros tenemos que venir y predicarles el evangelio. Aún a los endemoniados hay que predicarles el evangelio y decirle a la persona que está poseída por el demonio que Jesucristo le pueda el perdón de sus pecados, que Jesucristo y el Señor tiene poder para sacarse el demonio fuera de la persona cuando el Espíritu de Dios viene a morar a la vida de una persona. Entonces, en esta porción de las Escrituras también nosotros vemos, hermanos, el poder que Dios nos ha dado en cuanto a la actividad del enemigo de nuestras almas, Satanás, para poder predicar el Evangelio con autoridad, para poder vivir la vida con autoridad, para poder confiar en que el Señor es más grande el que está en nosotros que el que está en contra nuestra. Y el Señor a cada uno de nosotros en el nombre del Señor Jesucristo nos ha dado todo lo que nosotros necesitamos. Ninguno de nosotros carece de nada. Todo lo que Dios nos ha dado es suficiente para poder vivir una vida cristiana sin temer a los demonios. Empezamos por definir algo. Cuando el creyente, cuando viene la fe en el Señor Jesucristo, el Espíritu de Dios viene a morar en la persona. Por lo tanto, un creyente no puede ser poseído porque tendría que sobreponerse al Espíritu Santo y un demonio no puede tener victoria sobre el Espíritu Santo. Un creyente está lleno del Espíritu, un creyente es habitado por el Espíritu Santo y por lo tanto nosotros no debemos de tener temor en ninguna forma que es lo que Satanás nos puede hacer hermanos. Dios puede quizás permitir a Satanás que traiga a nuestras vidas algunas luchas, pruebas, dificultades. Pero la promesa de las Escrituras es que el Señor siempre nos dará la salida con cada una de esas pruebas y dificultades. Entonces, cuando veamos porciones de la Escritura como estas y digamos, ojalá que yo nunca tenga ninguna experiencia con algún demonio. Hermano, si el Señor te permite encontrarte con una persona endemoniada, predícale el Evangelio. Háblale del Evangelio. Dile a la persona que está poseída, háblale del poder de Cristo. Háblale del poder de Cristo, de la victoria de Cristo en la cruz sobre los demonios, sobre la muerte, sobre los principados, sobre las potestades. Y eso es lo que tenemos que hacer. Y no tenemos que intimidarnos en ninguna forma. No tengamos miedos hermanos de invocar el nombre del Señor. Usemos la autoridad del poder de la palabra de Dios. Usemos de la providencia del espíritu de nuestro Dios para fortalecernos. Se nos ha dado autoridad como creyentes y debemos de usarla para promover el reino de Dios, predicando el Evangelio. Eso es lo que nosotros debemos de hacer. Versículos 19 al 21 ahora dicen, pero viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, el espíritu era la esperanza de su ganancia. Prendieron a Pablo y a Silas y los trajeron al foro ante las autoridades. Y presentándolos a los magistrados dijeron, estos hombres siendo judíos alborotan nuestra ciudad y enseñan costumbres que no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos romanos. Este fue todo su argumento. Los amos de esta jovencita que tenían como esclava, ahora están furiosos porque se les desapareció su esperanza. En el momento en que el espíritu sale de la jovencita, adiós esperanza, adiós dinero, no más. Y es curioso la forma en la que Lucas lo dice. Lucas lo dice, me parece como que Lucas tiene un poco de sarcasmo. Lean las palabras. versículo 19, pero viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia hay un sarcasmo hasta cierto punto de Luque no dice que había salido el demonio de la muchacha no, la esperanza de su ganancia entonces ellos tenían sus ojos puestos en esto hermanos las personas que se dedican al ocultismo creen que tienen poder Creen que tienen autoridad, pero lo único que son, son presas y son esclavos de Satanás. No son ninguna otra cosa. Pero aquí estos hombres, se les va su esperanza. Y en el momento que se les va su esperanza, se enojan, vienen, toman a los apóstoles y les hacen acusaciones que no son ciertas. Ellos están predicando el evangelio. El evangelio, hermanos, no tiene nada que ver con ninguna ley de este mundo, ninguna ley justa. No hay ninguna ley en este mundo que sea afectada por la predicación del evangelio. Cuando una ley es justa, una ley está dada para el bienestar del pueblo, una ley está dada para cuidar del pueblo, para traer un beneficio al pueblo, el evangelio no contradice ninguna de las leyes. Pero sí puede contradecir la política, la filosofía, El reino de las tinieblas sobre todo lo contradice y cuando esto viene, bueno, vienen los resultados que vemos aquí. Aquí vemos cómo la codicia y el egoísmo pueden cegar a las personas a la verdad y llevarlas a hacer cosas injustas. Hermanos, esta jovencita era una esclava. No solamente de esos hombres, sino del espíritu que la estaba dominando. No, ella no era ella. Ella no podía vivir una vida normal. estaba siendo controlada, abusada, no sólo por los dueños, los amos, sino por el espíritu. Pero el amor a la codicia, el amor al dinero, esa codicia dañina hizo que le hicieran daño a esta joven por mucho tiempo. Y ese es el mismo espíritu que nosotros vemos hoy en el tráfico de menores. en cómo muchas, podemos decirlo así, mafias secuestran personas, menores, para abusar de ellos, para venderlos, para hacer ganancia de ellos, y eso es horrible. Cuando uno estudia un poquito el tráfico, el tráfico humano es algo terrible. Cuando sabe uno un poco acerca de las redes, cómo trabajan las redes para abuso de menores, es increíble. Bueno, todo eso está detrás del reino de las tinieblas. pero cuando el evangelio se predica en un lugar y la luz del evangelio irrumpe en el corazón y la vida de las personas las personas dejan ese tipo de vida se alejan de ese tipo de vida sean abusadores o sean abusados víctimas dejan totalmente eso y viene el evangelio libera aquel que vivía bajo la codicia de abusar a otros y libera a aquellos a quienes está sanando y liberando. Nosotros, hermanos, debemos de ser cautelosos en cuanto a nuestra relación con el dinero, el asunto de la codicia. La Escritura, yo sé que no es el tema principal aquí, pero aquí vemos a dos hombres que están abusando de ello. Y la Escritura nos manda a ser cuidadosos en cuanto a la codicia del dinero, por el éxito o de cualquier forma que se quiera buscar, la codicia, el egoísmo pueden hacer que una persona se vuelva contra los demás, incluso contra Dios mismo. Y en eso hermanos hay que tener cuidado. Versículos 22 y 24, ahora nos dice Lucas, Y se agolpó el pueblo contra ellos, y los magistrados, rasgándoles la ropa, ordenaron azotarles con varas. Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. Versículo 24. El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro y les aseguró los pies en el cepo. Hasta ahí nada más. Noten hermanos como ellos son juzgados sin juicio. Simplemente reciben el casigo. No nos dice que tuvieron una audiencia para saber si lo encontraran culpables o inocentes. Pero esto es parte de la predicación del Evangelio. Para Pablo no era nuevo ser encarcelado, ser golpeado, ser azotado. Pablo sabía que a dondequiera que iba le esperaban sufrimientos. tanto de los de su nación como de los gentiles, porque así mismo él lo dice. Entonces, vamos aquí que Pablo y Silas enfrentan esta persecución física cuando son golpeados con varas y arrojados en la prisión. y parece hermanos que aquí habría una oportunidad para que Pablo y Silas dijeran señor y queríamos ir a otra región y tú nos mandaste aquí para que todo termine aquí en la cárcel todos golpeados, encadenados, avergonzados acá ellos podrían haberse lamentado ¿no es así hermanos? podrían haber renegado si tú nos enviaste acá ¿por qué nos está ocurriendo esto? pero ellos no toman esa actitud y es lo que vamos a ver ahorita un poco más adelante. Al carcelero vemos que se le da orden de custodiarlos y el texto según Luque nos dice que los echa en el lugar de más adentro. Dice él metió los metió en el calabozo de más adentro. Y no solamente los metió en el de más adentro, sino que les aseguró los pies en el cepo. Ahora la pregunta es ¿por qué el carcelero toma esta actitud? Y la respuesta es porque ellos pagaban con sus vidas si los presos escapaban. Entonces, él no quiere que le pase eso. Yo creo que ninguno de nosotros, si fuéramos carceleros, los metíamos hasta adentro y les poníamos, haríamos el mismo procedimiento. Pero aquí vemos, hermanos, que esto nos muestra el nivel de sufrimiento y las dificultades que Pablo y Sila soportaron por causa del Evangelio. Entonces, cuando a nosotros nos toca sufrir algo, Por causa del evangelio, no nos lamentemos hermanos. Como dijo Pedro, dice, aún no hemos padecido, el autor de Hebreos, perdón, aún no hemos padecido hasta la sangre. Es decir, no nos han quitado la vida. Vamos a sufrir por causa del evangelio. Hay desprecios de la familia, desprecios de la sociedad. Y hoy la palabra nueva es cancelación, ¿verdad? Cancelan a la gente. Las enfermeras que no quieren hacer ciertas cosas, les quitan el trabajo. He escuchado cosas que están ocurriendo. Ahora, como un hombre puede decir que se siente mujer e ir a lugares de, vamos a decir, a lugares, salones de belleza para mujeres, y quiere que le hagan cosas que son sólo para mujeres, y le mandan a las mujeres porque no quisieron, vamos a decir, no les quieren depilar las piernas, y se enojan y los demandan. y están siendo cancelados, están siendo abusados por el sistema, pero si nos toca sufrir por causa de eso, hermanos, no es nuevo, hermanos, no es nuevo. Aquí tenemos a dos hombres que están sufriendo. También aquí se pone, se pone, se resalta el trato duro e injusto que recibieron por parte de las autoridades. No nos sorprenda, hermanos, que en algún momento de la historia en la que estamos viviendo, un día la autoridad venga y haga algo en contra de la iglesia. Por ejemplo, que la taxe de una manera de que no podamos existir más como iglesia por causa de los impuestos. Ellos pueden hacer lo que quieran. Recuerdo que estábamos en una clase hablando de cómo una iglesia se prepara para cualquier actividad como esta, y un estudiante le preguntó al profesor, ¿cómo hacemos para evitar que nuestra iglesia sea demandada en esta área? Y dice él, no puedes. Si al gobierno le da la gana, te cierran mañana. Eso es cierto. El gobierno tiene poder para mal y para bien. Va a ser juzgado por Dios cuando hace para mal, pero cuando hace para bien se puede. ¿Por qué es que el país de El Salvador ahorita la delincuencia es totalmente baja? Porque el gobierno empleó el poder que Dios le ha dado, porque dice la Escritura que la autoridad no lleva la espada en vano. y la autoridad ha ejercido su dominio sobre los delincuentes y puede acabar con la delincuencia. Pero la única razón por la que una autoridad no acaba con la delincuencia es porque duermen en el mismo nido. Esa es la única razón. Pero, hermanos, volviendo, dejando la política a un lado, Este no es un discurso político, es a lo que está ocurriendo y bueno, hay que hablar de ello también. Como cristianos, nosotros debemos estar preparados para enfrentar la afrenta del evangelio, así le llama esto. La afrenta del evangelio, la persecución por nuestra fe, e incluso en medio de ella Dios puede usarnos para producir algunas cosas que solamente a través del sufrimiento pueden venir. Vean versículo 25 hermanos, versículo 25. pero a medianoche a medianoche es importante que se mencione la hora a medianoche orando Pablo y Silas cantaban himnos a Dios y los presos oían vea qué cuadro hermanos tan qué cuadro tan impresionante tan poderoso veo o podemos ver en esos hombres Una total confianza y dependencia en Dios. Un dominio propio a pesar del sufrimiento. No dejar que el dolor de los golpes que les han puesto se sobreponga a sus emociones. No están llorando, no están quejándose del abuso, ellos están orando y cantando. Dos cosas importantes, orar y cantar. La oración, hermanos, cuando vemos nosotros estas cosas, la oración es para venir delante de Dios y buscar el socorro y el auxilio de Dios. Y el canto es para darle gracias a Dios de que a pesar del sufrimiento, ellos están manifestando su confianza en Dios. Hermanos, ¿Cuándo fue la última vez que en medio del dolor que usted sufre, en medio de las circunstancias dolorosas que usted pasa, usted toma un tiempo para orar a Dios, pedir ayuda, dar gracias y luego le canta un canto? ¿Se recuerdan de aquel canto que dice, está bien, está bien con mi alma? En inglés famoso, It is well with my soul. Ese canto fue escrito por un hombre que su esposa y sus hijos murieron en alta mar. Y cuando él va de viaje para recoger, no sé si iba a un negocio, iba a Inglaterra, en la parte donde el barco naufragó, él escribe el himno. Y está bien con el Señor, su sufrimiento está bien con el Señor. Ese canto es básicamente una oración. Es una oración de decir, señor tú eres soberano. Nadie pudo haber hecho nada en contra de eso. Ese fue el día para ellos. Ese fue el día destinado para ellos. Hermanos, en cualquier momento usted y yo podemos recibir una noticia. El papá, la mamá murió. Un hermano murió en la carne. Un hermano de la iglesia falleció. Nosotros mismos. Y ustedes pueden recibir la noticia, se murió el pastor. ¿Y nos vamos a sorprender como si algo raro pasara? No. Bueno, lloramos, damos gracias al Señor y seguimos adelante. No existe ninguna otra cosa por hacer, hermanos. ¿Verdad? Sí, lloramos porque la partida del ser querido, la ausencia del ser querido es dolorosa y es normal llorar. Llorar no es tener falta de fe. Llorar es normal. Lamentarse es normal. Pero confiamos en el Señor al final de todo. Nuestra esperanza está en el Señor. Hermanos, el fin de este mundo no es que no lo hayamos suave. No es como el eslogan de Costa Rica, pura vida. No, hermanos. No. Esta vida tiene sufrimientos. Nosotros somos peregrinos. Nosotros somos extranjeros. ¿No es así? Entonces, tenemos que tener esa mentalidad de que esta no es nuestra ciudadanía, vamos en rumbo a nuestra morada final, que es la presencia del Señor. ¿Qué hacemos entonces cuando nos encontramos como ellos dos? Aquí en pruebas. Cuando encontramos pruebas y dificultades debemos de recordar y volvernos a Dios en oración y adoración. Recuerde eso hermanos. Hermanos apunten esto. Llévenlo a su mente y a su corazón. Cuando esté en pruebas y dificultades vuélvase a Dios en oración y en canto en adoración. Por alguna extraña razón La oración nos ayuda a echar nuestra carga en Dios. Pero el canto nos ayuda a que nuestra firmeza y confianza en Dios sea establecida. Y cantarle y decirle al Señor que Él es bueno y que lo que Él hace está bien. Y mire, vamos a ver algunas porciones de la escritura. Por ejemplo, ¿qué dice el libro de los Salmos? Vamos al Salmo número 50 en el versículo número 15. Salmo 50, versículo número 15. Dice, e invoqué en el día de la angustia, te libraré y tú me honrarás. Perdón, e invócame, estoy pronunciando mal. E invócame en el día de la angustia, te libraré y tú me honrarás. ¿Qué es lo que la Escritura nos manda aquí? Que invoquemos a Dios, que llamemos al nombre de Dios y que pidamos Señor ayúdame libérame, mira cómo me encuentro en esta situación. Y hermanos, esto nos muestra que nuestras oraciones, nuestras oraciones no deben de ser como fabricadas, como telenovelas mexicanas. Ya ve, ¿dónde estás María Fernanda? No vamos al Señor así hermanos. Nuestra oración es, tenemos que ir como somos. Señor, me encuentro en esta situación. Señor, me está doliendo. Señor, me estoy enojando por esto. Perdóname, no debo de enojarme. Tú me mandas que debo tener dominio propio. Señor, ayúdame con esto. Ayúdame con lo otro. Ten misericordia de mí. La oración de los salmistas era así. Ellos describen sus emociones tal y como están ellos pasando. Por eso aquí la invitación es invocar al Señor. Salmo 77, en el versículo número 2 Salmo 77, versículo número 2 Vean ahí hermanos, la misma temática, 77.2 Al Señor busqué en el día de mi angustia, alzaba a Él mis manos de noche sin descanso, mi alma rehusaba consuelo. O sea, estamos hablando de un alma que no tiene descanso, un alma que está aturbada, que no puede conciliar el sueño. Está buscando al Señor en medio de la noche. Vamos ahora al nuevo, al nuevo, un salmo más, un salmo más. Salmo 91, 15. Salmo 91, en el recículo número 15. Dice, me invocará y yo le responderé Con él estaré yo en la angustia, lo libraré y le glorificaré. Ahora vamos a la escritura, al libro de Hebreos en el capítulo número 5 en el versículo número 7. Libro de Hebreos 5, 7. Ya que lo tengan ahí hermanos, me esperan mientras que yo llego, porque yo no he llegado. Cinco, siete. Ahora sí estoy ahí. Dice la Escritura. Y Cristo en los días de su carne ofreció ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que lo podía librar de la muerte. Fue oído a causa de su temor reverente. Noten que el Señor Jesucristo en su humanidad sin haber pecado, Él ofreció al Señor ruegos, súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podría librar de la muerte. Fue oído a causa de su tumor reverente. Alguien se preguntará, ¿pero que acaso no murió Cristo? Sí, pero resucitó. El Señor oyó su clamor y resucitó. En el libro de Santiago 5.13 se nos exhorta a los creyentes a que cuando estemos en estrés, en un estrés, en una dificultad grande que vayamos a él. Santiago 5.13 ¿Está alguno entre vosotros afligido? Amén, podríamos decir. Haga oración. Hermanos, ¿hay alguna instrucción más simple que esta? ¿No es así? No hermanos, es lo más simple que puede haber. Es una pregunta sencilla. ¿Está alguno afligido? No, pues sí, yo soy uno de ellos. Amén. ¿Qué tengo que hacer? Haga oración. Sí, pero es que mi dolor es muy grande. Haga oración. Sí, pero es que tú no sabes. Haga oración. No hace mucho, una de nuestras hermanas me dice aquí en la congregación, me dice, pastor ore por esto, esto, me dio una lista de cosas. Y le digo, ore confiando en Dios. Sí, pero es que mire el problema así, así, así. Le digo, ore confiando en Dios. Sí, pero es que el problema así, ore confiando en Dios. Le digo, no me está entendiendo. Tiene que confiar en el Señor. es que los problemas son muchos hermanos para todos se dan cuenta que no somos el único que tiene problemas todos tenemos problemas todos tenemos dolencias todos tenemos razones para estar tristes pero la solución es la oración por eso dice el texto aquí está alguno entre vosotros afligido haga oración y lo dice está alguno alegre cante alabanzas Cante entonces al Señor, alégrese delante del Señor. Verso 14. ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará. Y si hubiere cometido pecados, les serán perdonados. Es un versículo de esperanza. Ahora volviendo hermanos de regreso a Hechos, a la porción que estamos estudiando. Si se recuerdan cuál es, ¿verdad? Hechos 16, del 16 hasta el 32. Y estamos en los versículos 26 al 28, 26 al 28. Aquí nos dice la escritura en los versículos 26 al 28, entonces sobrevino de repente un gran terremoto de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían y al instante se abrieron todas las puertas y las cadenas de todo se soltaron. despertando al carcelero y viendo abiertas las puertas de la cárcel sacó la espada y se iba a matar pensando que los presos habían oído mas Pablo clamó a gran voz diciendo no te hagas ningún mal pues todos estamos aquí hasta ahí nada más ellos están cantando están orando están cantando y luego dice el versículo entonces en lo que ellos están clamando a Dios y cantando entonces, en ese momento Dios interviene Dios interviene y la forma en la que interviene es milagrosa manda un terremoto pero no se abrieron las puertas por el terremoto ¿Cómo se le iban a abrir los candados de los pies? los chacros de los pies ¿Cómo se iban a abrir las puertas por un terremoto? ¿Se cayeron o simplemente se abrieron? El poder de Dios, la presencia de Dios hizo que se abrieran de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían y al instante se abrieron todas las puertas y las cadenas de todos se soltaron. Una liberación masiva. O sea, que este es un... Este es un escape de prisión, ¿verdad? Pero no se escapa a nadie. Dios no hace cosas contra la autoridad, Dios no viola la ley justa de la autoridad porque se iría en contra de su propia justicia. Dios está aquí liberando un acto injusto que había ocurrido con sus siervos y ellos y el Señor interviene en esos versículos. Dios interviene y ocurre ese terremoto liberándolos a sus siervos Y el carcelero está a punto de matarse. Noten ahí que dice que se va a poner la espada, hermanos. Versículo 27. Despertando el carcelero y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. Él quería matarse, suicidarse, porque él sabía que lo iban a matar. Y de una vez antes de que me maten, me mato. Pero el Evangelio estaba por llegar a su casa. Llega el evangelio, esos hombres, siervos de Dios Y en medio de este milagro Pablo le llama la atención y le dice a él Dice, mas Pablo clamó a gran voz diciendo no te hagas ningún mal Pues todos estamos aquí Ahí están todos Versículos 29 al 30, versículos 29 al 30 Entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas. Y sacándolos, les dijo, señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Esta es la pregunta más importante que una persona se puede hacer. ¿Qué puedo hacer para ser salvo? Nosotros, si alguien tiene cáncer, dice, ¿qué puedo hacer para ser librado del cáncer? Si alguien está en grandes deudas económicas, ¿qué puedo hacer para ser librado de la mala economía? Y uno quiere soluciones para esta vida, lo cual es bueno buscarlas. Pero la pregunta más importante tiene que ver con la salvación. Cuando alguien está en el hospital a punto de morir, ya ahí no hay tiempo de hablar, hermanos, de una sanidad, en ese momento lo más importante es hablar de la vida eterna. ¿Qué es lo que le va a ocurrir a la persona? Y esta es la pregunta perfecta a las personas indicadas. ¿Qué debo hacer para ser salvo? Ni modo que Pablo y Silas no supieran responder. Ellos dijeron, cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa. ¿Qué respuesta más tremenda? Ahora, este versículo tiene algunas dificultades, que nosotros somos los que le hacen las dificultades. El versículo es muy sencillo. Cuando dice, cree en el Señor Jesucristo y serás salvo de tú y tu casa, no está implicando el versículo que todo mundo automáticamente, porque el papá creyó, todo mundo es salvo. No, está diciendo que las posibilidades de que el Evangelio salve a todos de su casa, son muy grandes porque a través de esa persona llega el evangelio a toda la casa. Ahora, la casa aquí no es como nuestras casas. En nuestras casas, papá, mamá y los hijos generalmente. Aquí las casas eran lo que se llamaban los oikos. Los oikos, si la persona era pudiente, estaba el señor de la casa con la esposa, los hijos, los siervos, los esclavos, y tenía muchísima gente bajo ellos. Y este hombre posiblemente tenía una casa grande con mucha gente, no sólo con los hijos o las hijas. Mucha gente iba a ser impactada por la predicación del evangelio que venía este hombre. Ahora dice, dice el versículo ahí, cree en el Señor Jesucristo. Esto es lo que una persona necesita hacer para la salvación. Lo único que necesita es creer. ¿Creer qué? Que Jesucristo es el Hijo de Dios y creyendo una persona tiene vida en su nombre. La salvación no es por obras. La salvación no es por méritos. La salvación no es por ninguna otra razón que los hombres inventan. La salvación es por misericordia, por la gracia de Dios. No por obras para que nadie se gloríe, como dice la Escritura. Entonces, ¿cuál es la otra dificultad con ese texto? La otra dificultad que se interpreta en ese texto es que los presbiterianos reformados Dicen que este versículo es la base para bautizar los hijos. Porque dice que en el momento que una persona, un hombre de la casa cree, los hijos ya reciben el beneficio de la salvación. Y que esto le llaman el pacto. Le llaman que los hijos entran a un pacto por causa de la familia. Y que los hijos pueden ser bautizados. Y que los hijos parecen de todo, pueden recibir todos los beneficios. de la salvación, pero la Biblia no enseña eso. Ahora, una pregunta les quiero hacer y quizás alguno de ustedes no ha pensado nunca en esto. Cuando nuestros hijos nacen y los estamos criando, ¿no los criamos como paganos? ¿Los criamos como creyentes? ¿No es así? Somos creyentes, les enseñamos nuestra fe, les enseñamos a vivir como un creyente, que venga la iglesia como un creyente hasta el momento que esperamos que la misericordia de Dios, nuestra fe ya no sea la fe de ellos, sino que la fe nuestra sea la fe de ellos. O sea, que no crean porque sus padres creen, que crean porque la fe de sus padres ha venido ahora a ser la fe de ellos. Pero si es cierto, si Si yo tengo mis hijos en casa y yo soy creyente, ellos son bendecidos porque yo soy un creyente. Supongamos que mi esposa no fuera creyente y mis hijos están ahí. Mi esposa y mis hijos son bendecidos, como dice Pablo. Son santificados, pero no para salvación. Reciben todos los beneficios de un cristiano. La protección de Dios está sobre la casa. El beneficio de Dios está sobre los hijos, pero no la salvación. Entonces, este versículo no enseña No enseña, porque el mismo versículo contradeciría. Mire, fíjese lo que dice. Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo. ¿Qué tienen que hacer los demás? Creer. También tienen que creer. Lo que está hablando aquí son las posibilidades de que si crees en el Señor Jesucristo, toda tu casa va a ser salva. Porque tú les vas a predicar el Evangelio a ellos. Porque ellos van a ver tu ejemplo, ellos van a ver tu fe. Y ellos van a creer muy posiblemente. versículo 32 dice el versículo 32 hermanos para terminar y le hablaron la palabra del señor a él y a todos los que estaban en su casa o sea que se los llevó a su casa y que fue lo que hicieron no dijeron buenas noticias para todos el jefe creyó todos son salvos no dice eso el texto les predicaron la palabra para que también ellos pudieran creer Porque el alma que cree, esa alma vivirá. El que tenga fe en el Señor Jesucristo, esa alma vivirá. Entonces hermanos, este versículo es sumamente importante. Quiero terminar con algunas aplicaciones. Y me gustaría considerar que nosotros nunca debemos de perder de vista el poder del Evangelio y su capacidad para salvar las vidas. El carcelero ya sabía que ellos eran predicadores del evangelio. El carcelero vio el milagro que Dios hizo y entendió que era Dios quien lo estaba liberando a ellos. Por eso el carcelero les pregunta ¿qué debo de hacer para ser salvo? Ellos le predican la palabra. a este hombre junto con toda su casa. No perdamos nunca de vista el poder que el evangelio tiene para que una persona pueda ser salva. Pero tenemos que orar hermanos. Yo pienso en mi contexto familiar de mis padres, de mis hermanos no creyentes y pienso y oro Señor produce en ellos deseo de creer Produce en ellos necesidad del arrepentimiento. Produce en ellos la necesidad del perdón de los pecados. Para cuando ellos vengan y pregunten ¿qué tengo que hacer? ¿Cómo tengo que hacerle? Simplemente uno les dice cómo tienen que hacer y ellos entonces creerán. Pero necesitamos de orar hermanos para que Dios haga la obra que hizo en el carcelero. Que haga la obra en nuestros familiares así como lo hizo en el carcelero. La historia de este encarcelamiento de Pablo y de Silas en Filipos, hermanos, nos enseña grandes lecciones valiosas sobre el poder de la fe y la oración cuando uno está sufriendo adversidad. En el momento que estamos pasándola duro, difícil, cuando la vida es adversa, no nos queda otra cosa a manos que orar y cantar. Oremos y cantemos. Hoy, esta tarde, hemos llegado muchos con cargas. Tenemos cargas, eso es cierto. Pero llegamos, levantamos nuestros signarios, después de orar, fuimos guiados a la oración. Levantamos nuestros signarios y cantamos al Señor. ¿No es así? y luego oramos, luego estudiamos la palabra en este momento y salimos con nuestros corazones no dominados por la aflicción y la adversidad sino con un corazón cargado de fe en medio de la adversidad que el Señor va a orar y eso es lo que lo que buscamos vemos aquí hermanos en Pablo y en Silas una confianza inquebrantable Hermanos, cuando nosotros vemos que las personas dejan de creer, algunos dejan de creer en Cristo, otros tienen actitudes que no son de cristiano, otros abandonan. Hay ejemplos que podemos ver y apoyarnos de ellos y admirarlos. Y Señor, danos, danos una iglesia de hombres y mujeres con una fe inquebrantable en el Evangelio. Con una fe inquebrantable en ti. Oremos que cuando la adversidad golpea a una iglesia y hay un mal testimonio de parte de alguien y esa persona se va y abandona, no nos sumerjamos en la depresión, no nos sumerjamos en la tristeza, no, resurgamos hacia arriba y veamos la escritura y pongamos nuestra confianza en hombres probados como estos de las escrituras como Pablo y Silvano y digamos Señor haznos como ellos haznos una generación de hombres y mujeres como estos con una fe increíble, con una confianza en el que en medio de la adversidad los condujo a la oración y al canto a la alabanza no a la tristeza No dijeron pobres de nosotros, mira aquí en el fondo en el peor de los calabozos con los pies encadenados ¿Qué vamos a hacer? ¿Qué haremos? No, no hay un lamento en ellos. Ellos hicieron lo que los salvos dicen, claman al Señor en el día de la angustia y yo le responderé. Ellos conocían bien el Antiguo Testamento y respondieron en fe. Y eso es lo que nosotros necesitamos de aprender, amados hermanos. Si esta fe que creemos es una fe verdadera, lo cual lo es, entonces actuemos como la escritura dice que nosotros debemos de actuar. Sin hundirnos en la depresión, en la desesperanza. No, hermanos. La desesperación y la desesperanza no es para los cristianos. No es propia de un hijo de Dios. Porque un hijo de Dios tiene a Dios. al creador de los cielos y la tierra. ¿Por qué cuando el señor le hablaba a su pueblo le decía el que creó los cielos y la tierra? ¿Por qué se refería a él mismo como el que creó los cielos y la tierra? Porque si él creó los cielos y la tierra, él es sumamente poderoso. Hermanos, ¿alguien puede tener la capacidad, la habilidad, los recursos para hacer una casa? Una casa hermosa, y hace su casa, edifica y todo, y dice uno ¡wow! Pero no es suficiente hacer la casa, hay que mantenerla, ¿no es así? Las lluvias destruyen los techos, el polvo y la humedad se infiltran en las casas, las tuberías se corrompen. Lo creado ocupa un mantenimiento, un sostenimiento. El Señor no solamente creó los cielos y la tierra, sino que los sustenta con el poder de su palabra. Si eso él hace con esto, ¿por qué nosotros nos vamos a sumergir en tristeza por un evento en nuestras vidas? Jamás hermanos, que no sea así. Y si estamos tristes, bueno, levantémonos, enfoquemos la mirada a donde debemos de enfocarla, en el Señor Jesucristo. Puesto los ojos en el Señor Jesucristo, quien es el autor y consumador de nuestra fe, Dios socorrió a esos hombres. Recordemos hermanos que siempre que estamos en medio de pruebas y sufrimientos, Dios está con nosotros y puede lograr avances increíbles en nuestras vidas. No vamos a quedarnos aquí hermanos, donde estamos en este momento. No vamos a quedarnos aquí. El Señor nos va a levantar, nos va a llevar adelante. Ese es un hecho. Ese es un hecho. Él lo va a hacer. Y eso nos debe llevar a concluir con donación y a confiar en el Señor, hermanos y los hijos.
"Cree En El Senor Jesucristo" Hechos 16:16-32
Series Hechos
Sermon ID | 318242047162864 |
Duration | 54:12 |
Date | |
Category | Midweek Service |
Bible Text | Acts 16:16-32 |
Language | Spanish |
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