
00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
Amén pues estamos en 1 Pedro capítulo 3 y antes de empezar quiero decir gracias a nuestro pastor por la oportunidad de poder predicarles aquí hoy siempre es un honor poder predicar Y gracias pastor por la oportunidad. Y bueno, estamos en 1 Pedro, capítulo 3. Y quiero que miren versículo 15. 1 Pedro 3, versículo 15. La vida dice, si no, dice, santifican al Señor Dios en vuestros corazones. Y están siempre preparados para responder con mansedumbre y temor A todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros. Y ahí en 1 Pedro 3, 15 dice que Dios quiere que uno como cristiano siempre dice que sea preparado. Dice y estad siempre preparados. Es decir que hay que estar siempre listos, dispuestos, preparados. Dice por qué, pues dice ahí para. Para compartir, dice, para responder con mansedumbre y temor a todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros. Dios dice que uno siempre tiene que estar preparados. ¿Para qué? Para compartir nuestra fe, para predicar el Evangelio. para responder a la gente. Si como cristiano, como hijo de Dios, usted tiene que estar listo para la respuesta, para responder a las preguntas. Si alguien le pregunta a usted de su iglesia, si alguien le pregunta a usted de su fe, de Jesucristo, de la Biblia, Dios dice que uno tiene que estar listo, preparado, dispuesto para responder esas preguntas. Y para estar siempre preparados, usted y yo tenemos que vivir una vida constante. Porque piensen eso, Dios quiere que usted esté preparado siempre, siempre estar preparados, listos para responder. Y para hacer esto, usted y yo tenemos que vivir una vida constante, constante en el cristianismo, constante en Jesús, constante en la Biblia. No una vida de que un día sí y un día no. Dios quiere que uno sea constante en la vida. Una persona constante es aquella que se comporta o actúa de la misma manera siempre y que mantiene su esfuerzo de forma continuada. Y para estar siempre preparados, hay tres áreas donde tenemos que estar constantes en la vida. Y como cristianos, tenemos que estar constantemente creciendo. Y primero, hay que estar constante en la santificación. Para estar preparado siempre hay que estar constante en la santificación. Otra vez, 1 Pedro 3, versículo 15, otra vez. La Biblia dice ahí, dice, si no, dice, santificad al Señor Dios en vuestros corazones. El primer lugar donde usted dijo, tenemos que estar constante es en esta palabra, santificad. Dice, constante, dice, si no, santificad al Señor Dios. Y tenemos que estar constante en qué? En la santificación. ¿Qué es santificar? Santificar es apartar, es consagrar. Significa vivir una vida santa y separada. Sanctificación es un proceso de cambio personal que consiste en acercarse a Cristo y purificar el corazón y la mente. Si usted y yo vamos a estar siempre listos para responder las preguntas, tenemos que estar constantes en la vida. Y la primera área es estar constante en la santificación, constantemente apartándonos del mal, constantemente limpiando nuestras vidas, acercándonos al Señor Jesucristo. Mantenga su lugar ahí en primer pedo, pero vayan conmigo a 2 Timoteo capítulo 2. 2 Timoteo capítulo 2. 2 Timoteo capítulo 2. Dice, ¿cómo es que uno puede estar siempre preparado, siempre listo, siempre dispuesto? Pues hay que estar constante en la vida, constante en la santificación. 2 Timoteo capítulo 2, versículo 20, la Biblia dice, En reciclo 20 dice, pero en una casa grande no solo hay vasos de oro y de plata, sino también de madera y barro. Y asimismo, unos para hondra y otros para deshondra. En reciclo 21 dice ahí, así que si algunos se limpiaran de estas cosas, Será vaso para honra. Dice, santificado y útil para los usos del Señor y preparado para toda buena obra. Dice que en una casa grande hay vasos no solo de oro y de plata, pero también hay vasos de madera y barro. Y claro, los vasos de oro y de plata tienen valor. Son cosas que uno puede honrar. Pero en la misma casa hay vasos que son de madera y de barro, esas cosas no tardan, no valen igual, no son los mismos, no es oro, no es plata, no tiene significado, es algo que se puede quemar, es algo que no va a tardar. Y también dice ahí en el versículo 21 otra vez, dice Así que si alguno se limpiar de estas cosas, si alguien se limpia, ¿qué es eso? Eso es santificarse. Si alguien se limpia, ¿de qué? De la madera y del barro. de las cosas que no importan. de las cosas del mundo, del pecado, de las cosas que no son eternos. Dios dice que si uno se limpia de estas cosas, dice, será un vaso para Ondra, alguien que merece Ondra, alguien que es como oro o de plata, que tiene valor, dice, será vaso para Ondra, dice, santificado. Otra vez, es ser que es apartado, es cambiado, santificado y útil. Está listo, ¿por qué? Para los usos del Señor, y otra vez, y dice, y preparado. Otra vez, y el punto es que hay que estar siempre, Dios quiere que siempre estemos preparados, siempre estemos listos. Como cristianos, tenemos que estar listos para responder todas las preguntas que la gente tiene. Si tu familiar que no es salvo te pregunta algo de ti, de tu iglesia, o de lo que tú crees, o de por qué te comportas así, por qué vives así, tenemos que estar listos para esas respuestas. Si vamos a predicar el evangelio a los que están perdidos y no saben la biblia tenemos que ser listos saber la respuesta para decirle y cómo es que uno se puede preparar, se prepara ¿cómo? por santificación, si alguien ¿qué? si alguien se limpia de estas cosas y hay muchas cosas en este mundo que son de madera, que son de barro, que son cosas que la verdad es que no importan, adiós Y hablando aquí a los hispanos, hay muchas cosas que a los latinos, a nosotros, que nos gusta, que la verdad es que no importa. Por ejemplo, a los latinos lo que les importa mucho es el fútbol, ¿no? El deporte. El fútbol, el deporte es algo que sí entretiene a uno, pero la verdad es que eso no importa. La música, las fiestas, ¿verdad? Cosas del mundo, cosas que no tienen precio eterno, que se van a quemar. Y Dios dice, si uno quiere estar preparado, tenemos que estar constante en esta cosa de santificación. Siempre limpiándonos, apartándonos. ¿Para qué? Para que seamos útil para los usos del Señor. Y preparado para toda buena obra. Dice, ¿cómo es que uno puede estar siempre preparado? Tenemos que estar constante en la santificación. Pero no solo eso, va conmigo a 2 Corintios capítulo 7. 2 Corintios capítulo 7. 2 Corintios capítulo 7. Y la verdad es que hay mucha gente que la verdad es que no está preparado. Es más, hay muchos cristianos desafortunadamente que no están listos, no están preparados porque no son constantes en esta cosa de santificación, de limpiarse de la vida, de limpiarse del pecado, de acercarse al Señor. Segundo Corintios, capítulo 7, versículo 1, la Biblia dice esto, dice así que, amados, en versículo 1, dice, teniendo tales promesas, dice, limpiémonos de toda inmudicia. de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. Dice que hay que limpiémonos de toda inmudicia. Esa palabra inmudicia quiere decir suciedad, desperdicio, impureza. Y la verdad es que, cristiano, no podemos estar santificados, no podemos estar listos, preparados en el pecado. en las cosas que son sucios, desperdiciados, en las cosas que son impuros. Ahí dice que hay que limpiarnos de esta cosa. Dice, limpiémonos de toda inmundicia, de la carne y del espíritu. Jesucristo dijo en Juan 17, 17, dijo, santifícalos en tu verdad, tu palabra es verdad. Si en tu vida cristiana para ser preparado Siempre, siempre listo para responder Tenemos que estar constantemente Sanctificándonos y Jesús dijo Sanctifícalos en tu verdad Tu palabra es verdad Tenemos que estar constante en santificación, constante en la palabra, constante en escuchar lo que dice la Biblia, escuchar las prédicas del pastor, leer la palabra, saber lo que dice y caminar en los caminos, en los pasos del Señor para que Dios nos pueda santificar y limpiar. ¿Para que seamos qué? Para que seamos útiles, listos, preparados para toda buena obra. Vayan otra vez a 1 Pedro capítulo 3. 1 Pedro capítulo 3. Y cómo es que uno puede estar siempre preparado, siempre listo. Y usted puede estar aquí hoy y usted puede pensar, yo no estoy preparado. Yo no estoy listo. Si alguien me hace una pregunta, yo no sé qué voy a decir. Y Dios quiere usted quisiera que se prepare, que esté listo. ¿Cómo se hace? Pues tiene que estar constante en la santificación. Siempre estar creciendo, siempre estar limpiando su vida. No estar feliz en el pecado, no estar haciendo nada en su vida. Siempre santificando en su vida. Pero no solo eso, Cristiano. Hay que estar constante en controlando nuestro espíritu. Para estar siempre preparado, tenemos que estar constante en controlando nuestro espíritu. ¿Qué es eso? Eso es nuestro temperamento. Nuestro carácter, nuestra forma de ser. Hay que estar constante, siempre controlando cómo somos en la vida. Primero, Pedro 3, otra vez, versículo 15, dice ahí. Dice, si no, santifican al Señor Dios en vuestros corazones. Y dice, y estar siempre preparados. Pero no dice solo eso, no dice, está listo para prepararse. Dice, para responder. Pero dice, con mansedumbre y temor. Ahí dice Cristiano que hay que estar listos, preparados para responder. Pero no solo importa la respuesta, también importa cómo viene la respuesta. Dice para responder, pero dice con mansedumbre y temor. Y la verdad es que su forma de ser, su carácter, su espíritu tiene importancia. Tenemos que tener un espíritu, un carácter, un temperamento. Poder responder no rudo, no agresivo, no con dureza. Responder con mansedumbre y temor. ¿Qué es eso? Eso es tu espíritu. Y como cristianos, nosotros tenemos que tener control sobre nuestro espíritu, sobre nuestro temperamento, sobre nuestro carácter. No van ahí, pero en Proverbios 25, versículo 28, dice, Como ciudad derribada y sin muro, es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda. Alguien que no puede controlar su forma de ser, su espíritu, su carácter, dice Dios que es como una ciudad que está derribada y sin muro, sin pared. Entonces, tenemos que controlar La forma que somos. Ahí dice, con mansedumbre. ¿Qué es mansedumbre? Mansedumbre es suavidad y benignidad. Es suavidad. Es ser apacible. Es ser humilde. Si lo opuesto de ser mansedumbre o de mansedumbre es ira o arrogancia. Vayan conmigo a Mateo capítulo 11, por favor. Mateo capítulo 11. ¿Cómo es que podemos estar listos? Pues tenemos que controlar también cristiano nuestros espíritus, nuestros caracteres, nuestro carácter, nuestra forma de ser. Vayan ustedes a Mateo capítulo 11, en números 12, versículo 3, la Biblia dice esto, dice, Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra. Mateo 11, pero en Números 12 dice que Moisés, un hombre de Dios, era muy manso. ¿Y qué es manso? Manso es ser apacible, es ser tranquilo, es ser agradable y nada agresivo. Mateo 11, versículo 29, quiero que miren cómo era el Señor Jesucristo en este mundo. Mateo 11, versículo 29, dice, Llevad mi yugo sobre vosotros. Y aprended de mí, dice que soy manso y humilde de corazón. Y hallaréis descanso para vuestras almas. ¿Qué tipo de hombre era el Señor Jesucristo? Dice que soy manso. Moisés era muy manso. Dios quiere que respondamos con mansedumbre. ¿Qué es eso? Eso es ser apacible. Y si usted mira a una persona que es agresivo, que es duro, que tiene ira, arrogancia. Esa persona no está llena del Espíritu de Dios. Y como cristianos tenemos que ser constantes, sí, en las respuestas, pero también cómo respondemos. Tenemos que controlar nuestro carácter. ¿Qué tipo de carácter tenemos que tener? Un carácter con mansedumbre. Es ser como Moisés, como Jesús. Jesús Y dijo que yo soy manso y humilde de corazón. ¿Lo puedo ser humilde? Es que es arrogancia. Es pensar que uno es más de lo que en verdad es. Y tenemos que controlar nuestros espíritus. Dice, y estar siempre preparados. ¿Cómo se hace? Controlar nuestros espíritus. Responder con mansedumbre y luego dice, y temor. ¿Y qué es temor? Y temor es algo bueno cuando viene a Dios. Temor es miedo reverencial y respetuoso que se debe tener a Dios. Y es uno de los dones del Espíritu Santo. Un cristiano que tiene temor a Dios tiene una visión correcta de Dios. Sabe que Dios es alto, Dios es sagrado. Dios, hay que tenerle respeto, hay que tenerle temor. Vayan conmigo a Hebreos, capítulo 12. Hebreos, capítulo 12. ¿Cómo es que uno puede estar siempre preparado? Pues hay que estar constante en controlando nuestros espíritus. Ustedes van a Hebreos, capítulo 12. Y en 1 Pedro 2, 17 dice, honrad a todos, amad la hermandad, temed a Dios, honrad al Rey. Hebreos 12, capítulo, digo, Hebreos 12, versículo 28. Hebreos 12, versículo 28, la Biblia dice, Así que, recibiendo nosotros un reino incomovible, tengamos gracia, por la cual sirvamos a Dios, dice, agradándole. ¿Con qué? Con temor y reverencia. En nuestras vidas, cristianos, tenemos que tener este espíritu de temor hacia Dios. Temor que viene con reverencia a las cosas del Señor, a las cosas de Dios. Y la verdad es que uno no va a estar listo. Alguien que no es salvo no le va a preguntar, no cree que tiene la respuesta si mira a un cristiano que es agresivo, que es duro, que no es agradable, que no es dulce, que no es suave. Tenemos que controlar nuestros espíritus, nuestras formas de ser. Y estar llenos del espíritu. Y cómo es que puedo estar preparado siempre. Tenemos que controlar nuestros temperamentos. Un temperamento en el que no pensamos demasiado en nosotros mismos. Con mansedumbre. Y donde tenemos la visión adecuada de Dios. Y eso es con temor. Vayamos otra vez a 1 Pedro capítulo 3. Pedro dijo, si nos santifican al Señor en nuestros corazones y estar siempre preparados. ¿Cómo es que uno puede estar siempre preparado? Pues hay que estar constante en la santificación. Hay que estar constante en controlar nuestros espíritus. Y número tres, hay que estar constante en el estudio. Si no, santifican al Señor Dios en vuestros corazones y están siempre preparados, dice, para responder. Y si usted, Cristiano, va a estar listo, preparado, dispuesto para responder una pregunta de la Biblia, una pregunta de su fe, una pregunta de lo que usted cree, tiene que estar constante en el estudio. Un cristiano que no lee la Biblia no sabe la respuesta. Entonces si va a estar preparado como Dios quiere siempre preparado tenemos que estar constantes en el estudio constantemente en la palabra constantemente leyendo la Biblia a ver qué dice Dios. Sin saber la Biblia sin saber la palabra de Dios uno no tiene la respuesta. Y si usted en su vida hace cosas porque su amigo lo hace, o su familia lo hace, o su pastor le dice, usted no sabe la respuesta de lo que debe decir. Tiene que leer la Biblia usted para saber lo que dice. Un cristiano que cree que puede vivir la vida, el cristianismo sin leer la Biblia no sabe la respuesta. Y si usted cree que ¿Va a estar preparado sin leer la Biblia? Es imposible. Hay que ser constante en el estudio y estar siempre preparados. ¿Para qué? Para responder con mansedumbre y temor a todo lo que os demanda razón de la esperanza que hay en vosotros. En 2 Timoteo capítulo 2. Segundo Timoteo capítulo 2. ¿Cómo es que voy a estar siempre preparado? Pues hay que estar constante en el estudio, constante en la lectura, constante en lo que dice la Biblia. Segundo Timoteo capítulo 2 versículo 15 dice, dice estudia con diligencia, con diligencia. Dios dice que hay que estudiar. Estudia con diligencia, esa palabra diligencia es con cuidado, con atención, a propósito, con interés. Usted y yo tenemos que tener atención y cuidado y leer la Biblia despacio para saber lo que dice Dios. Dice, estudia con diligencia. ¿Por qué? Para presentarte a Dios. Dice, aprobado. Un cristiano aprobado es un cristiano que lee la Biblia. Dice, como obrero que no tiene de qué avergonzarse. Que traza bien la palabra de verdad. Sí, la palabra, leyendo la Biblia, estudio, sí es trabajo. Es como obrero, es alguien que trabaja duro. Y le va a costar trabajar, pero aquí dice que hay que estudiar con diligencia. En el versículo 24, si mira ahí, en segundo Timoteo, capítulo 2, versículo 24, dice, porque el siervo del Señor no debe ser condensioso, ahí está otra vez nuestro temperamento, sino afable para con todos. Dice, apto para enseñar sufrido. Dice que hay que estar apto, listo, preparado, ¿para qué? Para enseñar. ¿Y cómo es que se hace? Se hace por el estudio. Dice, apto para enseñar sufrido, versículo 25, dice, que con, otra vez, mansedumbre, corrija a los que se oponen. Otra vez, no importa que diga la respuesta, importa también cómo dice la respuesta, cómo trata a la gente usted. Hay que saber lo que dice la Biblia, sí. Y hay que enseñarle a la gente cómo, con mansedubre. Pero ¿cómo se pasa? Se pasa por el estudio, con la lectura, con leyendo. Y, Cristiano, usted debe de pasar más tiempo en la Biblia que pasa en la tele. Más tiempo en la Biblia que pasa en sus redes sociales. Que pasa en su teléfono. Que pasan las cosas que son madera y barro que no importan. Hay que ser constante en el estudio. Si no, santificad al Señor Dios en vuestros corazones y estén siempre preparados para responder con mansedubre y temor a todo el que os demande razón de la esperanza que hay en nosotros. Mi pregunta de hoy, Cristiano, es si está preparado usted. Listo, si alguien le pregunta algo de lo que usted cree, de su fe, de su iglesia, de Jesucristo, de la Biblia de salvación, ¿está listo, está preparado? ¿Cómo se hace? Pues hay que estar constante en la sanctificación, constante en controlando nuestro espíritu y constante en el estudio, oremos. Padre Celestial, le doy gracias por esta noche, por nuestra iglesia y por esta gente y espero que esté con nosotros hoy y por favor bendícenos todos y gracias por su palabra, por nuestra iglesia y por todos que están aquí. En el nombre de Jesús oramos. Amén.
Siempre Preparados
Series Spanish Sermons
Sermon ID | 25252129391683 |
Duration | 23:17 |
Date | |
Category | Special Meeting |
Bible Text | 1 Peter 3 |
Language | Spanish |
Documents
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.