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Gracias y paz, gloria a Dios que podemos estar aquí. Este sermón es muy importante porque personas ya no quieren predicar sobre el infierno. El infierno es real. Ellos están conscientes en este momento. Ellos los que no se han pues arrepentido, los que no han doblado la rodilla. Ellos en este momento están sufriendo el fuego eterno, están quemándose. El fuego es caliente y ellos están siendo atormentados. Eso es lo que enseña la palabra de Dios y donde nosotros podemos estudiar acerca de la tormenta de la conciencia de los que están en el infierno es en Lucas capítulo 16 verso 19 dice había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino fino y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un méndigo llamado Lázaro que estaba echado a la puerta de aquel lleno de llagas y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico. Y aún los perros venían y le lamían las llagas. Primeramente debemos notar que aquí no es una parábola, claramente dice en el capítulo 15 y les referió esta parábola, pero aquí no es parábola, aquí no es Una palabra, pues una ilustración, no es algo ficticio, no es una suposición, esta es historia real. Y sabemos que es historia real porque en las parábolas nunca se ocupan nombres de personas. los nombres sustantivos propios. Y aquí nombra por nombre a Lázaro. Y aquí habla acerca de Abraham. Esta es historia. Este es real. Este es algo que es muy importante que debemos estudiar. Y cuando menciona que el rico cómo se vestía, cómo pues de púrpura, color real, de lino fino, de blanco y de material bien cara y dice que hacía banquete con esplendidez. No debemos creer Y la Biblia no enseña que los ricos van al infierno y los pobres van al cielo. Eso no es de lo que se trata esta porción. Eso no es la enseñanza de Dios. Pero aquí está hablando lo que hemos estado viendo en todo el capítulo 16. Desde el verso 1, Cristo está enseñando a sus discípulos cómo deben usar el dinero para la gloria de Dios. Después termina desde el verso 14 y oían también todas estas cosas. Los fariseos que eran ávaros y se burlaban de él. Ellos amaban al dinero y el amor del dinero es raíz de todos los males. Dice Timoteo, el que quiere enriquecerse, cae en tentación y lazo del diablo. El pecado es amar el dinero, el pecado es querer enriquecerse. Entonces esto tenía su dinero y tenía mucho dinero y hay muchos creyentes que Dios les ha bendecido con una gran mayordomía. Y eso no es pecado, pero el pecado fue que este hombre lo ocupaba para sí mismo. Este hombre nada más pensaba era igual que los fariseos. Era ábaro, era egoísta, nada más pensaba en sí mismo. Y eso es la muestra de que él es pecador no convertido. Porque todo para él. También no tenía un amor para su hermano y dice primero de Juan dice que el que no ama a su hermano no es nacido de Dios. Y él, como dice aquí en el verso 20, que había también un méndigo llamado. Lázaro. que estaba echado a la puerta de aquel lleno de llagas y ahí estaba, pero su corazón no estaba comovido, no estaba comovido, no estaba, no lo amaba y estaba tan enfermo que los perros venían, dice que él rogaba por las migajas que caían de su mesa, los perros venían y lamían sus llagas. Lázaro, escuchen esto, Lázaro fue al cielo porque fue creyente. Fue creyente. Llegó a estar a la misma presencia de Dios. Porque él era salvo. Ahora para todos aquellos que enseñan el evangelio de la prosperidad, de que si vienes a Cristo, tú vas a estar sano. Si vienes a Cristo, que tú vas a estar rico. Lázaro era creyente, estaba bien enfermo, era bien pobre y todavía más murió. ¿Y a dónde fue? A la presencia de Dios. Pablo, el apóstol, Cuando él escribía la palabra, escribía desde una cárcel. Siendo creyente, creyentes padecen, se enferman. También se mueren de enfermedades y hay muchos creyentes pobres. Es una vil mentira el evangelio de la prosperidad que debemos desechar. Y aconteció que murió el méndigo y fue llevado por los ángeles al seno de Abram y murió también rico y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos estando en tormentos. Es tan plural. Él era atormentado. Dice Apocalipsis que todos cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero, los que rehusen creer en el nombre del Unigénito Hijo de Dios, que dice que son atormentados día y noche en el lago de fuego y azufre. Dice que el rico alzó sus ojos estando en tormentos y vio de lejos a Abraham y a Lázaro en su seno. De lejos. El castigo del rico no era porque era rico, sino porque era pecador, porque no amaba, porque no ayudaba, porque es completamente egoísta. Nada más piensa en sí mismo. Ábaro. Y por eso es castigado por ser pecador, porque sus pecados no eran perdonados. Por eso debemos tomarlo muy en serio. La salvación de Dios. Lo que tenemos que comprender es la santidad de Dios tan grande. Dios es santo y cuando uno peca en contra de Dios, él tiene que pagar. Dice la palabra de Dios, la paga del pecado es muerte. Entonces, si una persona va a una tienda y roban pues un dulce que vale pues 20 pesos y lo llegan a agarrar en el acto, ¿Cuánto tendría que pagar? Pues los 20 pesos que robó. Tiene que pagar el daño que ha causado. Pero si uno peca en contra de Dios, ¿cuánto deben? ¿Cuánto vale Dios? Su valor y su santidad es infinito. Y por eso cuando uno va al lago de fuego, El castigo es eterno. ¿Y por qué es eterno? Porque jamás el pecador podrá pagar el valor de Dios y de su santidad. Podrán estar en el infierno por mil años y después de mil años ¿Podrá el pecador clamar a Dios y decir, Dios, hasta cuándo, cuándo acabo de ser castigado de pagar mi deuda? Y después de mil años dirá, todavía te falta una eternidad. Todavía. ¿Por qué? porque han pecado en contra de un Dios que es infinitamente santo. Su valor es sin límites y también nosotros gloriamos en Cristo Jesús porque el Señor Jesús quien también es Dios manifestado en carne, que también es infinito en cuanto a su valor, cuando Él ofreció a sí mismo, sin defectos, sin manchas, sin contaminación, cuando Él ofreció su vida perfecta y santa. Dice la palabra de Dios, con una sola ofrenda, Él hizo perfectos a los santificados. ¿Por qué con una sola ofrenda? porque el valor de Cristo es sin límites. Él es infinito en su santidad y el valor de su sacrificio, el pago que Él hizo. No somos redimidos con oro y plata, sino con la sangre preciosa de Cristo. ¿Cuánto vale su sangre? Su sangre es eficaz para pagar todos los pecados. del pecador, del que confía en él. Dice aquí en su palabra, entonces él dando voces dijo Padre Abraham ten misericordia de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua porque estoy atormentado en esta llama. atormentados la palabra que se repite él era consciente no es como dicen los pecadores que se burlan de Dios y ellos dicen yo ni quiero no quiero escuchar la palabra yo no quiero ir al cielo yo voy a estar feliz en el infierno con mis amigos de fiesta que burla Qué ridículo. ¿De veras que se atreven a hablar de eso? No hay fiesta. No hay convivencia. No estarán ahí con sus amigos, pasándose, divirtiéndose. Dice la palabra de Dios, porque estoy atormentado en esta llama. Están conscientes de su dolor atormentados. ¿Y con qué? En esta llama dice Judas. Y aquí en Judas, cuando describe a las personas que vivían en Sodoma y Gomorra, dice esto acerca de ellos. Como Sodom, verso 7, como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, ellos eran fornicarios, eran sodomitas, ellos practicaban el sexo contra naturaleza. Sodomitas fueron puestas, por ejemplo, Dios los puso como ejemplo. Y qué hizo Dios? Dice sufriendo el castigo del fuego eterno. Este es fuego eterno donde el gusano no muere. ¿Dónde hay llanto? ¿Dónde lamentarán para siempre? ¿Dónde está el crujir de dientes? Todavía más. ¿Hay algo peor que todo eso? Y dice, ¿qué podrá ser peor que todo eso lo que has descrito? Está peor lo que dice Tesalonicenses. Primera de Tesalonicenses, perdón, segunda de Tesalonicenses, capítulo uno. Verso seis al ocho. Y cuando describe. El castigo eterno del incrédulo lo describe donde estarán separados de la presencia del Señor en las tinieblas. Separados de Dios. Nada de gracia común, nada de misericordia, donde su rostro está en contra del pecador todos los días por toda la eternidad. La tormenta no se disminuye, el castigo no se apaga y el fuego es eterno. Atormentados. deseándose ser, como dice así, yo quiero ser refrescado. Y jamás serán refrescados. Castigados, atormentados en la llama eterna. Pero Abraham le dijo, hijo, acuérdate, Acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida y Lázaro también males. Pero ahora éste es consolado aquí. ¿Y tú? ¿Y cuál es la palabra de nuevo? Atormentado. Nosotros que tenemos que vivir con la realidad de que serán atormentados. Por eso urge compartir con nuestros vecinos, con nuestros familiares, con nuestros seres queridos que no son salvos, atormentados. Y Abraham le dijo, es que no lo amaste. Tú vivías en pecado, nada más pensabas en tu vida. Orgulloso, soberbio, lleno de vanagloria, pecador, y el castigo es eterno. Además de todo esto, una gran cima está puesta entre nosotros y ustedes, de manera de los que quisieran pasar de aquí a ustedes no pueden ni de allá pasar acá. Ya no hay manera. Ya estando en el castigo eterno, ya no salen. Ya no salen. Ya no vuelven. Ya no hay una segunda oportunidad. La puerta se cierra y ya no habrá oportunidad para gracia y misericordia. Sino remordimiento. ¿Por qué tanto llanto? Sí, por el castigo eterno. Pero también por las ideas que tienen en su mente de por qué no hice caso. Dice el libro de Daniel, capítulo 12, que los que serán castigados en la condenación eterna Dice que estarán en las tinieblas y menciona esto, la confusión eterna. Me encantaría leer esta porción. Apenas lo estaba yo leyendo con mis hijos en nuestra devocional, pero ahí mismo, en el capítulo 12 de Daniel, qué porción tan potente. Pero mira el verso 2. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados y unos para vida eterna. Unos serán para vida eterna y otros para vergüenza y confusión perpetua. ¿Por qué vergüenza? Porque todos sus pecados serán exhibidos. lo que se hace, lo que se dice en secreto, Dios pasará toda su vida delante de su santidad. Todo será exhibido y después castigado apropiadamente, justamente porque Dios es el juez justo. Pero dice que habrá confusión perpetua y se imagina a todos los inconversos en las llamas y atormentados y diciendo ¿Por qué no recibí el Evangelio? ¿Por qué no hice caso cuando me compartían? Y eso será su confusión. Pero jamás terminará. Avergonzados, castigados, atormentados, confundidos. 27. Él le dice esto a Abraham. Entonces le dijo, te ruego pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos para que les testifique a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Ahora este quiere predicarles. Este quiere compartirles, pero ya estando en el infierno, ya no. Ya no es en esta vida que tenemos que arrepentirnos. Es en esta vida que tenemos que compartir a otros. Tenemos que confiar lo que dice la palabra de Dios. No cuando ya están quemándose en el infierno. Ahora sí quieren testificar. Pero Abraham le dijo esto a Moisés y a los profetas tienen. Oiganlos qué importante es este versículo cuando dice que tiene Moisés y los profetas no está hablando acerca de que ellos estaban en Jerusalén ahí testificando no porque ya habían fallecido, ya partieron a la presencia de Dios. ¿A qué se refería cuando decía a Moisés y los profetas tienen? Se refiere a la palabra del Señor. La Palabra de Dios es suficiente para salvar a los pecadores. La fe viene por el oír, oír la Palabra de Dios. No podemos ser salvos de otra forma. Yo sé que hay personas que escriben libros y hacen videos y dicen, mira, pues fui al infierno y ya, ya, ya volví de ahí y vengo a testificarles. Dice Abraham no, no se puede enviar una persona. que ha estado en el infierno para que regresen a testificar. No, tenemos la palabra del Señor. Tenemos el Evangelio, que es el poder de Dios para la salvación. Es suficiente, dice Abraham, y más que Abraham, eso lo dice el Espíritu Santo. Es suficiente la palabra del Señor. No, pero yo no creo en la palabra. Pero si Dios abre los cielos y baja, entonces ahí sí voy a creer. Pues Cristo ya descendió del cielo, ya se humilló, se paró de su trono, tomó forma de siervo, se humilló, descendió como hombre y él predicó la palabra. ¿Y cuántos le creyeron? Pocos. Ya descendió Cristo. Ya vino Dios. Y no le crees. Por eso vino la luz al mundo. Y no le recibieron. Por eso su juicio es justo. Por eso sufren y serán castigados por toda la eternidad. Porque no le creyeron. Dios su vida. Y aún así lo aborrecen. no quiere dejar su pecado. Los pecadores abrazan sus pecados, sus fornicaciones, sus adulterios. Sus perversiones sexuales. Y lo abrazan hasta la muerte, no lo dejan. Su alcoholismo, sus borracheras, su drogadicción, lo abrazan hasta la muerte. Ahí lo llevan y ahí se mueren. Conociendo que Dios ha hablado y no se arrepientan. Por eso su condenación es justa. Dijo Abraham, Moisés y los profetas tienen. Óiganlos. Él entonces dijo, no padre Abraham, pero si alguno de ellos de entre los muertos fueran. Si uno viene del infierno y sale y les testifica y les dice, entonces ahí si van a escuchar. El hombre está tan muerto en sus delitos y sus pecados. que aunque alguien le abre dente a los muertos, no le cree. Cristo ya resucitó y testificó y no lo creen. Mas Abraham le dijo, si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán, aunque alguno levante de los muertos. No lo creyeron. No creen. ¿Pero qué hay de usted? ¿Qué hay de su vida? ¿Está preparado para venir al encuentro de tu Dios? Dios está llamando. Dice Dios, clama a mí y yo te responderé. Cree en el Señor Jesús y serás salvo. Todo aquel que invocara el nombre del Señor Todo aquel que invocara el nombre del Señor será salvo. Por eso Cristo dio su vida. Él murió en vez del pecador cuando él descendió del cielo. Tomando sobre sí vivió una vida perfecta. Pero ahí en Calvario dijo Eli, Eli, lama sabachthani. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Eso fue cuando tomó nuestros pecados sobre sí. Y Él pagó el precio. Y si usted quiere rechazar lo que Cristo ha hecho, será condenado para siempre. Pero usted cree en el unigénito Hijo de Dios. Si se arrepiente y se convierte a Cristo, igual como este pobre Lázaro, para siempre estarás con el Señor. Bendito sea el Señor, gracias a Dios por su gracia y porque todavía usted tiene una oportunidad. Esa puerta se va a cerrar y pronto, pero todavía entrégase a Cristo. Confía solamente en Él. Que Dios me los bendiga. Gracias y paz. Vamos a orar.
El Rico y Lazaro
Series El Evangelio de Lucas
La realidad de la condenación eterna.
Sermon ID | 251955112513 |
Duration | 28:20 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Luke 16:19-31 |
Language | Spanish |
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