
00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
Hermanos, muy buenas noches. Tenemos la clase 3.3, parágrafo 2, la presencia de Dios. Clase 3.3, porque recuerden, estamos en el capítulo número 3 y esta es la clase número 3. el parágrafo 2 porque es el parágrafo que hoy consideraremos y el título de nuestro estudio sencillamente es la presencia de Dios ese es el nombre del estudio de hoy no obstante hermanos quiero proponerles que ustedes consideren el capítulo número 3 de nuestra confesión más o menos de la siguiente manera el parágrafo 1 que ya lo estudiamos estuvimos hablando de las cinco aspectos o de los cinco atributos o de las cinco características más visibles del decreto de Dios en el parágrafo 2 vamos a ver como un puente porque el parágrafo 3, 4, 5 y 6 nos van a hablar del decreto de Dios pero ya enfocado en el hombre luego el parágrafo 2 que es el que vamos a estudiar hoy es como un puente que nos da una antesala para que cuando la próxima semana hablemos de predestinación, nosotros entonces ya sepamos que esa predestinación no se debe a nada de lo que Dios hubiera previsto ni a nada de lo que Dios o con base en nada de lo que Dios tuviese el conocimiento previo. Así que el parágrafo 2 es importante en ese sentido. Estos temas hermanos de la presencia de Dios y de el reconocimiento de Dios o el conocimiento previo como usted lo quiera llamar o de la predestinación Son temas que debemos estudiar, como les decía, pero delante de los cuales debemos callar. Y callar en el sentido de no murmurar frente a estas cuestiones, porque es bien sabido que no todos hemos entendido estos aspectos tan rápido como otros hermanos. Ese es un tema en el que muchos tendrán muchas preguntas y para el que en realidad hay pocas respuestas salvo las que encontramos en la palabra. Nosotros estamos muy acostumbrados a preguntar el por qué de la situación. ¿Por qué hizo Dios eso? ¿Por qué Dios planeó aquello otro? Y para estas cuestiones, ninguno de nosotros, primero, no solamente no es suficiente, sino que, segundo, no tiene la respuesta. Nosotros no sabemos, aparte de lo que Dios dice en su palabra que es el amor, nosotros no sabemos por qué Dios predestinó a alguien para vida. No lo conocemos. Aparte de lo que Dios dice en su palabra, que él es soberano, nosotros no sabemos por qué Dios pasa o no influencia de manera vivificante y regeneradora con su espíritu a otras personas. No lo sabemos. Así que, hermanos, tenemos muchas preguntas y es que ustedes las tienen, pero en realidad debemos ser cuidadosos y debemos ser cuidadosos hermanos porque no podemos o es muy fácil dejarnos llevar por esas preguntas y comenzar a hipotetizar y comenzar a atar cabos que en realidad no nos van a conducir a buenos puertos. Finalmente este es un tema que debemos abordar tal y como lo hemos venido argumentando con humildad, hermanos, con gracia y siempre pensando en Dios como el rey soberano. Siempre pensando en el Señor como el rey soberano, quien en su propio consejo determinó que todas las cosas y criaturas sean y que todos los hechos que se propuso acontezcan. Y nosotros no sabemos el por qué, salvo lo que nos dice su palabra para su propia gloria. Es lo único que podemos responder, hermanos. Así que es muy importante que estos temas los traigamos en oración delante del Señor. Y la última advertencia, hermanos, tengamos cuidado con querer saber más de lo que Dios ha revelado en su palabra. Vuelvo y repito, tengamos cuidado con querer saber más de lo que Dios ha revelado en su palabra. Así que vengamos al parágrafo número dos. Ustedes tienen las confesiones con ustedes. Y el parágrafo número dos dice, aunque Dios sabe, ahí ya usted puede ver que Dios conoce todo lo que pudiera o puede pasar en todas las condiciones que se pueden suponer, sin embargo, nada ha decretado porque lo previera como futuro. o como aquello que había de suceder en dichas condiciones. Ese es el parágrafo que vamos a estudiar el día de hoy. Y noten ustedes que este parágrafo comienza con la afirmación, aunque Dios sabe todo, claro que Dios lo sabe todo, claro que Dios lo conoce todo, de eso hemos hablado muchas veces y recordemos, es útil hacerlo una vez más, que Dios sabe todo, conoce todo, no como nosotros, no en procesos, no a manera de secuencias, No como si tuviese que conocer algo para luego conocer otra cosa y quizás con base en eso determinar algo que él se quiera proponer. No, el conocimiento de Dios es absoluto, es pleno e incluye todas, todas las hipotéticas cuestiones que se podrían dar. O sea, todo lo conoce el Señor, pero tenemos que ser claros. de que ese conocimiento, como espero poder probarlo en la noche de hoy, no es la causa de su decreto, ni en lo concerniente a la obra de creación o providencia, ni en lo concerniente a la obra de redención, que es lo que vamos a hablar de este punto en adelante, o del parágrafo 3 en adelante. este parágrafo 2 nos habla de la presencia de dios así que la pregunta es bueno no es que no nos hable de otras cosas nos habla de otras cuestiones pero yo creo de manera literal, sin duda alguna, que aquí el tema principal es el conocimiento previo de Dios o la presencia de Dios. Es un término que ustedes han escuchado ya antes. Es un término que en la penúltima sesión de Preguntas y Respuestas, alguien lo mencionó en lo tocante a la salvación. Así que, hermanos, debemos primero comenzar con lo más básico, porque casi, lo digo claro, con respeto, casi Todos nosotros hemos venido de esos contextos donde nos han enseñado que Dios sí, que Dios predestina, pero la base o la causa de esa predestinación se basa en el conocimiento que Él tiene del hombre, si notaron el punto. Ese es más o menos el trasfondo del que venimos casi todos, que la base de Eso que Dios ha decretado para los hombres tiene como principio o como fuente o raíz el conocimiento previo de Dios. En palabras más sencillas, en virtud de que Dios conoce lo que el hombre va a ser. En virtud de eso, entonces, Si Dios conoce que el hombre va a abrazar a Cristo, entonces Él lo predestina para vida. Ahora, si Dios ve que una persona no va a abrazar a Cristo, entonces Él lo predestina para condenación. Vamos a ver si esa perspectiva o esa manera de pensar es bíblica o no es bíblica. Todo eso lo tenemos que ver, hermanos. Así que, ¿qué es la presencia de Dios? Bueno, hermanos, comencemos por la definición más sencilla. Puesto de manera fácil, la presencia de Dios es simplemente el conocimiento previo que Dios tiene de todas las cosas antes de que acontezcan. Sencillo. Hermanos, no vamos a comenzar con definiciones elevadas, ni grandiosas, ni complejas, ni robustas. Vamos a comenzar con lo que es más básico. Cuando usted habla de presencia, habla de un conocimiento previo pre anterior a Luego la presencia de Dios es sencillamente eso, el conocimiento previo que Dios tiene de todas las cosas antes de que acontezcan. La confesión de fe, mis amados hermanos, pone un ejemplo muy sencillo y de hecho quiero citar este ejemplo para que ustedes puedan ver lo que estamos hablando. Está en 1 Samuel capítulo 23, versículo 11. Aquí podemos ver, hermanos, mientras ustedes lo buscan, 1 Samuel 23, 11, aquí podemos ver a David preguntándole a Dios, haciéndole preguntas a Dios. ¿Qué tipo de preguntas? ¿Me entregarán los vecinos de Keilah en sus manos? ¿Descenderá Saúl como ha oído tu siervo? Jehová, Dios de Israel, te ruego que lo declares a tu siervo. Y el versículo termina diciendo y Jehová dijo, si descenderá. Es evidente, hermanos, no necesito ni explicárselos, pero para claridad simplemente lo hago de manera breve y sucinta. El Señor antes de que ocurriese eso, es decir, antes de que Saúl descendiera allí, el Señor lo sabía, si notaron el punto. perdón si insulto la inteligencia no lo quiero hacer pero simplemente estoy probando el punto que dice la confesión el señor conoce todo antes de que acontezca pero esa no es la pregunta porque esa respuesta la sabemos todos no es así hermanos la pregunta la pregunta es con base en que conoce el señor estas cosas pero eso lo vamos a desarrollar más adelante pero vuelvo y la pregunta con base en que conoce el señor estas cosas Ah bueno, el Señor conoce todo esto con base en que Él lo decretó o el Señor conoce todo esto con base en que las criaturas son libres en el sentido, me perdonan, no bíblico de la expresión. Porque quienes afirman que Dios conoce todas las cosas y en virtud de ese conocimiento entonces decretó todas las cosas, están hablando de la libertad del hombre, incluso de manera superior a la soberanía del Señor. Pero una vez más, no me quiero adelantar porque esos son temas que vamos a considerar más adelante. De nuevo, el meollo del asunto entonces no es si Dios siendo ser supremo, tiene todo el conocimiento de todas las cosas. Eso lo admiten hasta en los cuarteles arminianos. El meollo del asunto, mis amados hermanos, es si el conocimiento previo que Dios tiene de todas las cosas es la causa de lo que él ordena o decreta. Ese es el punto. O sea, con base en qué Dios decreta todo lo que ha de ser y de acontecer. Bueno, yo sé que ya lo dijimos en la clase pasada. Por eso dijimos que en este parágrafo 2, y vamos a pasar como por encima de un puente a manera de, creo yo, una advertencia que los editores de la confesión o los redactores de la confesión de fe nos hacen, para prevenirnos de no ir a pensar de Dios de manera inapropiada cuando toquemos esos temas candentes y difíciles para muchos, como es la doble predestinación, la predestinación para vida. Si hay predestinación para vida, entonces hay predestinación también para muerte. Vamos a ver esas cosas, vamos a ver todas esas cosas, pero tenemos que empezar entonces sobre la base de cuál es la causa por la que Dios decreta todo lo que ha de ser y de acontecer. En términos de un ejemplo sencillo y común que ustedes ya seguramente habrán considerado. ¿Decretó Dios salvarlo a usted porque él supo que usted habría de creer en él? ¿Decretó Dios que esta iglesia fuera una realidad porque él supo que nosotros estaríamos en el mismo sentir? Si decimos por ejemplo que Dios decretó la salvación de una persona porque previó algo en esa persona, estaríamos entrando en aguas oscuras, en aguas profundas, porque estaríamos diciendo que dicha persona actúa de manera independiente a Dios. Y cada vez, hermanos, que nosotros pensemos en la posibilidad de que exista algo o alguien independiente de la elección o más bien de la de la preordenación soberana de Dios sobre todas las cosas y sobre todas las personas, nos enfrentamos a la posibilidad de un Dios no soberano y un Dios no soberano no es un Dios en lo absoluto. eso lo tenemos que tener en cuenta hermanos cierto el asunto de la presencia de dios o del conocimiento previo que dios tiene de todas las cosas antes que acontezcan decimos la ortodoxia reformada decimos no es la causa de su decreto así que estamos afirmando ya que el hecho de que Dios tenga un conocimiento previo de todas las cosas antes de que acontezcan, desde ahora lo estamos diciendo, no es la causa de su decreto. Y yo le pido que le preste atención al siguiente razonamiento. ¿Se acuerdan que dijimos la clase pasada que Dios era la causa primera o primaria de todas las cosas? Eso lo dijimos, ¿no es así? Ahora bien, preste atención a esto. Si Dios es la causa primera, si Dios es la causa primera y si el hombre es el efecto de esa causa primera, decir que Dios salva al hombre porque vio algo en él es equivalente a decir que ahora el efecto es la causa por la que la causa primera decide salvarlo. Vuelvo y le explico. Si Dios es la causa primera, como ya lo dijimos, y el efecto es el hombre, decir que Dios salva al hombre por algo que vio en el hombre es decir ahora que el hombre ha pasado de ser efecto a ser causa de su propia salvación. Es un disparate garrafal decir ahora que el hombre es la causa que causa su salvación. Por eso nosotros decimos no. Bueno, entre muchas otras razones, no. Lo que Dios conoció de antemano no es la causa que lo llevó, que lo motivó a determinar una cuestión, particularmente a salvar el hombre. Otro asunto. Si recordamos que Dios no piensa, recordemos esto, ¿cierto? Dios no piensa, ni decide, ni conoce por etapas o por sucesión de eventos, cosa que ya hemos afirmado. Luego, no es posible afirmar que Dios primero mira como en el túnel del tiempo, a los hombres a ver qué van a hacer, luego entonces conoce lo que los hombres van a hacer y luego apoyado en ese conocimiento él decide qué hacer. La presencia de Dios es tan eterna como el decreto de Dios y jamás su causa. Anote esto hermanos. Nosotros pensamos en términos cronológicos Pero Dios no obra de manera cronológica. Recordemos que definimos que el decreto es el acto simple mediante el cual Dios ordena todas las cosas de acuerdo con su soberano designio. Luego, mis amados hermanos, no podemos pensar en términos de que no es que primero Dios pensó, luego miró y luego con base en eso entonces determinó. No, el decreto de Dios no es así. Dios no obra de manera sucesiva como nosotros lo tenemos que hacer por necesidad. Así que por eso decimos que la presencia de Dios es tan antigua, si puedo usar esa expresión coloquial, como el decreto de Dios. No podemos poner nada como adelante o atrás y ahora vamos a ver las cuestiones. Por eso, hermanos, nosotros en este punto decimos, junto con el buen teólogo Lorraine Boedner, Los actos de las criaturas libres, dice él, no suceden porque son previstos y entonces aprobados por Dios, sino que son previstos por Dios porque han de acontecer con absoluta certeza en virtud de su decreto. Ya pude entender aquí un poquito. Entonces la presencia de Dios no es la causa del decreto de Dios. La presencia de Dios no es la causa del decreto de Dios. De hecho, estoy de acuerdo con quienes afirman que Dios conoce todo de antemano porque sencillamente él así lo ha decretado el conocimiento de Dios. Entonces está muy íntimamente relacionado con su decreto, pero no es una causa. Jamás es una causa de su decreto. Para ilustrar el punto, hermanos, espero que no sea, este asunto no esté convirtiéndose en algo pesado, pero para ilustrar el punto, hermanos, quiero hacerle una pregunta. ¿Por qué nació Jeremías? Es una pregunta quizás muy obvia, pero quiero preguntarle, ¿por qué nació Jeremías? Yo espero que usted conteste porque Dios así lo decretó. ¿No es así? Es imposible afirmar que Dios... Presten atención a esto. Es imposible afirmar que Dios decretó el nacimiento de Jeremías porque Dios sabía que Jeremías habría de nacer por su propia voluntad. ¿Entendieron el punto? De la misma manera entonces, como es imposible decir que Dios ordenó la salvación de Abelardo porque previó que Abelardo iba a ejercer la fe y se iba a arrepentir para vida, así nosotros también tenemos que considerar el asunto. Dios decretó el nacimiento de Jeremías, simplemente lo decretó. Entonces, cuando leemos Jeremías 1.5, antes que te formase en el vientre, te conocí y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. Cuando leemos eso, podemos entender que Dios conocía a Jeremías antes de que Jeremías fuese formado en el vientre por él mismo, porque Dios decretó el nacimiento de Jeremías. Luego, la presencia de Dios se apoya o reposa o descansa en el decreto eterno de Dios. Nunca es su causa. Este hombre, Lorraine Boehner, dijo la presencia de Dios de lo que aún resta por acontecer, ya sea en relación con el mundo o con la vida de cada individuo, descansa sobre su preordinación. El asunto de la presencia de Dios lo debemos entender entonces como el conocimiento eterno que Dios tiene de todo y de todos antes de que acontezca en virtud de lo que Él ya decretó. Así de sencillo, hermanos. Así que si eso quedó ya en nuestras mentes y si entendemos el por qué, yo creo que habremos cumplido con buena parte de este objetivo. Ahora bien hermanos, cuando hablamos de la presencia de Dios, podríamos citar muchos versículos Cuando hablamos de la presencia de Dios en realidad tenemos que hacer referencia a un pasaje que estoy muy seguro todos ustedes tienen en mente y es el pasaje de Romanos capítulo 8 versículos 29 y 30. porque a los que antes conoció también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su hijo para que él sea el primogénito entre muchos hermanos y a los que predestinó a estos también llamó y a los que llamó a estos también glorificó a menudo esta es una versión resumida pero gloriosa de lo que más adelante bueno no sé si la próxima clase o la que le sigue después de esa llamaremos Ordo Salutis o el orden de la salvación romanos 8 29 y 30 nos dice precisamente eso es una versión resumida del Ordo Salutis pero otra cosa hermanos que nos dice este pasaje si no lo escudriñamos bien es que aparentemente el hermano arminiano tiene razón diciendo no, todo lo que Dios hizo, es decir la predestinación para hacerle ese llamado y ese llamado luego para hacerle esa glorificación todo eso se basó en el conocimiento previo que Dios tuvo de esa criatura. Esa es la explicación general que muchos esgrimen cuando leen porque a los que antes conoció también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su hijo. Aquí, mis amados hermanos, vamos a considerar este versículo, porque creo que si comprendemos este versículo, en realidad ya el asunto de la presencia de Dios, cosa que ya hemos repetido una y otra vez, no es la causal de nada de lo que Dios haya determinado hacer o se haya propuesto hacer en su decreto. Vamos a ver, hermanos, dos cuestiones. dos cuestiones o dos consideraciones que creo que van a dejar el asunto aún más claro. En esta primera consideración, mis amados, creo conveniente recordar un par de cuestiones útiles que estoy seguro de que todos ustedes ya conocen. Entonces vamos a equiparnos como de unas herramientas. Para yo saber si el conocimiento previo que Dios tiene sobre todas las cosas es la causa de la predestinación, yo quiero que nos equipemos primero de algunas herramientas, de algunas verdades. Primero, sabemos que el hombre está muerto en sus delitos y pecados, ¿no es así? Eso nos dice Efesios capítulo 2, versículo 1. Eso es lo primero que sabemos. El hombre está muerto en sus delitos y pecados. Segundo, sabemos también que el hombre no regenerado, no percibe y abro un paréntesis, no busca, no desea las cosas que son del espíritu. Eso nos lo enseña Primera de Corintios 2, 14. Tercero, sabemos también, mis hermanos, que el hombre no puede producir ninguna de las dos gracias con comitantes salvíficas. palabras sencillas es del hombre no puede o del hombre natural bueno ni ninguno de nosotros puede producirse puede nacer de manera espontánea ni la fe en el señor jesucristo ni el arrepentimiento para vida porque porque son gracias son dones de dios entonces hermanos cuando usted mira ¿Quién es el hombre natural? Usted ve, bueno, es alguien que está muerto en sus delitos y pecados, es alguien que no puede comprender, ni desea, ni anhela las cosas del espíritu. Y en tercer lugar, es alguien en quien de manera natural no están presentes las gracias salvíficas concomitantes de la fe y del arrepentimiento. Concomitante significa la una está con la otra, son inseparables, no se pueden separar. Luego, Teniendo esto en cuenta hermanos, nos hacemos una pregunta ¿Cómo puede Dios predestinar a una persona, llámela Abelardo por ejemplo ¿Cómo puede Dios predestinar al señor Abelardo para vida con base en lo que Dios ve en Abelardo? ¿Qué ve Dios en Abelardo, mis hermanos? Estamos hablando del hombre natural. ¿Qué ve Dios en Abelardo? Primero le voy a decir lo que Dios no ve en Abelardo. No vio fe. Y no vio fe porque a menos que Dios mismo le conceda a Abelardo la fe, Abelardo jamás podrá ejercerla porque no la tiene. Si Dios no regenera a Abelardo, si Dios no inyecta en el corazón de Abelardo la fe para creer en Cristo y el arrepentimiento para vida, hermanos, solamente respóndame, ¿de dónde va a sacar el señor Abelardo la fe para creer en Cristo y el arrepentimiento si no las tiene? Para que él las pueda ejercer de manera libre, viniendo a Cristo en arrepentimiento y fe, ¿Dios tuvo que haberselas? dado, concedido eso es lo que nos dice Efesios 2.8 porque por gracia sois salvos por medio de la fe y esto no de vosotros es decir el señor abelardo en su estado natural no tiene fe porque no de vosotros pues es don de dios así que hermanos aquella frase o aquel concepto de que Dios predestinó a Abelardo para salvación porque vio que él habría de ejercer la fe es un concepto contrario a la enseñanza de las escrituras totalmente contrario Lo que Dios sí conocía es que a menos de que él enviara su espíritu y regenerar el corazón de Abelardo e inyectar en ese corazón tanto la fe como el arrepentimiento, Abelardo no se salvaría. Eso sí, Dios lo tenía en claro. Luego, cuando Dios conoce todo lo que habría de hacer, Abelardo no lo conoce para para en virtud de que Abelardo determina su futuro, sino que lo conoce en el sentido de que Dios sabía que tenía que obrar, se lo estoy poniendo en un lenguaje claro, en Abelardo para que él fuese salvo. Eso es lo que hemos visto hasta ese punto. Lo que Dios si vio en Abelardo fue su odio, su repudio, su aborrecimiento de él para con Dios y para con el prójimo y su amor por el pecado. Esto tiene sentido porque si decimos que Dios conoce La fe que Abelardo ejercitaría en el futuro para su salvación, la pregunta es, ¿cómo la ejercitaría si Dios mismo no se la hubiera dado? Hermanos, Dios no miró de nuevo en el túnel del futuro a este señor para saber si él iba a ser salvo. Dios conoció a Abelardo desde la eternidad pasada para salvarlo. Así debemos comprender el asunto del conocimiento previo. Vuelvo y repito, Dios conoció a Abelardo desde la eternidad para salvarlo por medio de la regeneración y del otorgamiento de las gracias de la fe y del arrepentimiento. Hermanos, La fe y las buenas obras vistas de antemano por Dios no son, por tanto, la causa de la elección divina, sino más bien el fruto de dicha elección. Entonces, la perspectiva arminiana de que en virtud del conocimiento previo sigue la predestinación para vida es una enseñanza, vuelvo y repito, contrario a la palabra del Señor. Miremos el siguiente versículo, hermanos, para terminar de comprender el punto. Hechos 2, 23. Hablando de Cristo, dice a este entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos crucificándole. Dios no vio que en un futuro el Señor Jesucristo iba a ser entregado para ser muerto. Noten esto, Dios no vio que en un futuro el Señor Jesucristo iba a ser entregado para ser muerto y entonces porque lo vio por esa causa lo entrega entonces para que lo maten. Yo quiero que usted piense Piense por qué Dios conocía que su hijo iba a ser entregado y muerto. ¿Por qué Dios conocía que su hijo iba a ser entregado y muerto? ¿Por qué? Sencillo. porque él mismo lo había determinado en su consejo eterno. Él mismo había decretado que su hijo amado fuera entregado y muerto. Ese es el punto, hermanos. Así las cosas, el anticipado conocimiento de Dios del que nos habla Hechos 2.23, entregados por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, y del que también nos habla Romanos 8.29 y 30, hace referencia al conocimiento anticipado que Dios tiene de todo lo que va a suceder porque sencillamente Él determinó que así sucediera. No hay otra explicación, hermanos. no lo vea como nosotros vemos las cosas. Cuando usted, si usted quiere, si usted se anima a ver las perspectivas de los grandes teólogos, usted va a encontrar hermanos que el conocimiento de Dios no es previo al decreto, sino que de hecho se va a encontrar una y otra vez que es como consecuencia del decreto. Pero nosotros lo vemos así porque nosotros entendemos las cosas como en un orden cronológico. En Dios esas cuestiones no sucedieron en un orden cronológico, hermanos, porque esas cuestiones hacen parte del acto simple del que tanto hemos hecho referencia. Así que, hermanos, este versículo de Romanos 8, 29 y 30 no nos habla del conocimiento previo del Señor como causa de lo que Él determinó hacer. Pero vamos a entrar a una segunda consideración de ese mismo versículo. O sea, ya hemos esgrimido el primer argumento. Vamos a conocer otro argumento. En esta segunda consideración ya no hablaremos de que el conocimiento previo que Dios tiene sobre todas las cosas descansa en su consejo eterno, eso ya lo hemos afirmado, ya lo hemos probado. Ahora hablaremos de la enseñanza de las escrituras en la que vamos a apreciar por medio de algunos textos, vamos a apreciar la relación entre conocer a y amar a o ser conocido por y ser amado por. En otras palabras, este segundo argumento ya no se trata de afirmar que el conocimiento previo de Dios o la presencia es la causa de lo que Dios decreta. Ya vimos que eso no es correcto, sino más bien descansa, se apoya en lo que Dios decreta. Ahora vamos a mirar esa relación que hay entre el verbo conocer y el verbo amar. En esta segunda consideración del texto que estamos analizando de Romanos 8, 29 y 30. Bueno, el pasaje es más largo, solamente estamos leyendo la primera parte. En esta segunda consideración ya no haremos referencia al conocimiento anticipado que Dios tiene de todo lo que va a suceder en virtud de que Él determinó que así sucediera. Ya vamos a cambiar como el enfoque. Ahora el enfoque nuestro va a ser una relación muy particular que hay en varios pasajes, yo no diría en todos, pero en varios pasajes de la escritura en la que, de nuevo, hay una relación entre ese conocer y amar. Amós, capítulo 3, versículo 2, dice A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra. Amós capítulo 3 versículo 2. Luego. Usted se hace la pregunta. Si lo interpreta de la manera literal, quiere decir que solamente Dios conoció no supo de la existencia de otras familias en la tierra, entonces evidentemente ese no es el significado. ¿Cuál es el significado? El significado aquí de conocer hace una referencia a una relación especial e íntima, diríamos de amor de Dios para con su nación por encima de todas las familias de la tierra. Así que no es un conocer en el sentido literal, como si solamente los hubiera conocido a ellos. Si no es un conocer, muchos hablan de una relación en ese pacto amoroso del Señor. Pero bueno, eso es otro asunto. Primero de Corintios 8.3 Miren la hermosura de este texto y la claridad de este texto. Dice, pero si alguno ama a Dios, es conocido por él. ¿Ven la relación? Pero si alguno de nosotros ama a Dios, es conocido por Dios. ¿Qué relación hay entre mi amor por Dios O con esto ¿Qué relación hay entre mi amor por Dios y el hecho de que Dios me conozca? Ah, la podemos ver. Aquí podemos de nuevo interpretar ese verbo conocer o ser conocidos por Dios como ser amados por Él. Y esto lo decimos apoyándonos en 1ª de Juan 4.19. Nosotros le amamos a Él porque Él nos amó primeramente a nosotros. Luego, a la luz del texto de Juan, nosotros podemos ver que el apóstol Pablo está queriendo decir pero si alguno ama a Dios es porque ha sido amado por Dios eso es lo que dice el texto vamos a ver Juan 10 14 yo soy el buen pastor y conozco mis ovejas y las mías me conocen hermanos Calvino decía que este conocimiento indudablemente procede del amor yo soy el buen pastor y conozco, amo mis ovejas y de la misma manera y las mías me conocen, me ama. Ahí podemos ver una relación entre ese verbo conocer y amar. Ahora, es cierto que Dios conoce a todos los seres humanos y de eso la escritura no tiene necesidad de recordarnos. lo que es importante notar es que en estos y en muchos otros pasajes la expresión Dios conoce a alguien en realidad proyecta la idea de Dios ama a ese alguien con un amor particular y ojo con lo que voy a decir así que el conocimiento de Dios en los pasajes que hemos mencionado el conocimiento de Dios en los pasajes que hemos acabado de citar es aquel que tiene al pueblo de Dios Amos 3.2, al rebaño de Dios, Juan 10.14, a los salvados por Dios, primera de Corintios 8.3, como objetos de su amor soberano. Luego, aquellos a quienes Dios conoció en Romanos 8.29, hace referencia a aquellos que fueron predestinados para ser los objetos o receptores de la gracia de Dios en virtud de su amor eterno. Así que usted bien podría leer, aunque va a ser criticado, si usted lo sabe sustentar, usted bien podría leer Romanos 8, 29, porque a los que antes amó, también los predestinó para que fueran hechos conformes a la imagen de su hijo. Y si alguien les pregunta la razón, no se les olvide la citación que yo les hice de Raymond, ¿Por qué? Porque en el Antiguo Testamento el verbo conocer en muchas connotaciones significa amor, porque en el Nuevo Testamento el verbo conocer en muchas connotaciones significa amor, y en virtud de eso luego venimos a Romanos 8.29 y el verbo, aunque directamente no significó amor, está estrechamente relacionado y se puede interpretar de esa manera. El que se lo está diciendo no es el pastor César. El que se lo está diciendo es ese hermano, uno de los, en mi opinión, más grandes teólogos que yo he tenido la oportunidad de leer. Más grandes. No son infalibles, pero sí son un buen punto de apoyo, hermanos. Así que habiendo verificado que los argumentos de Raymond se basan realmente en un exégesis bíblica, hermanos nosotros podemos estar tranquilos en interpretar ese conocer como ese amar Dios cuando dice Dios nos conoció podemos decir Dios nos amó de hecho y aquí no quiero hermanos entrar en esas aguas pero de hecho En el Antiguo Testamento, la expresión, Adán conoció a Eva de manera literal, hace referencia al acto sexual entre Adán y Eva, lo que por necesidad implica amor de Adán para con Eva. Luego, hermanos, en esas connotaciones siempre el significado o el contexto de amor está presente. Ahora, hermanos, claro, estamos estudiando estos asuntos. Yo quiero hermanos que ustedes me acompañen a Romanos capítulo 11. Y aunque no daremos una larga explicación de este texto, solamente quiero citarlo para que lo miremos y volvamos a comprender lo que acabamos de decir. ¿Qué acabamos de decir? Que aquellos a quienes Dios conoció fueron o son los mismos que Él predestinó para vida. Vamos a Romanos 11.1, mis amados. vamos a leer con despacio dice la escritura dice digo pues ha desechado dios a su pueblo en ninguna manera es lo que puede ver ahí es que ya de tajo el apóstol está diciendo dios no ha desechado a su pueblo todavía no nos ha dicho el por qué todavía no nos ha dicho nada simplemente está diciendo dios no ha desechado a su pueblo dice en ninguna manera luego dice porque también yo soy israelita de la descendencia de Abraham de la tribu de Benjamín versículo 2 no ha desechado Dios a su pueblo al cual desde antes conoció véalo ahí al cual desde antes conoció Lo que vamos a leer a continuación, todo lo que vamos a leer a continuación es como un paréntesis explicativo y cuando ese paréntesis explicativo se cierre, vamos a encontrar entonces la respuesta a nuestra pregunta. O sea, en este paréntesis explicativo hay un sustento de lo que el apóstol está diciendo, pero pues para propósitos de lo que estamos interesados en probar, no hay allí algo productivo para propósitos de lo que estamos interesados en probar. dice o no sabéis que dice de elías la escritura como invoca a dios contra israel diciendo señora tus profetas han dado muerte y tus altares han derribado y sólo yo he quedado y procura matarme Pero, ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres que no han doblado rodilla delante de Baal. Ahí se cierra el paréntesis explicativo. Entonces, para que lo entendamos, vamos a leerlo de esta manera. Vamos a saltarnos el paréntesis explicativo y vamos a saltarnos desde el versículo 2 hasta el 5. Entonces vamos a leer. Romanos 11.2 No ha desechado Dios a su pueblo al cual desde antes conoció. Versículo 5 Así también aún en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. No me miren con esas caras hermanos. Si el remanente fue escogido por gracia ¿Fue debido al conocimiento previo que Dios tuvo? No, gracia es gracia. Si yo hubiese dicho o si yo pienso que el remanente fue escogido por algo que hizo el remanente, ya eso no es gracia. Ya eso es obras. Algún teólogo dijo que se algunas personas quieren regresar al pacto de obras diciendo que la presencia de Dios es la causa de la elección de Dios. Si comprendieron el punto, porque si Dios conoce que estos habrían de hacer algo, es como si se estuviese satisfaciendo el pacto de obras. Yo les voy a dar gracia porque ustedes están obedeciendo, lo cual no es cierto. Entonces vamos a volver a retomar el punto. Versículo 2. no ha desechado Dios a su pueblo al cual desde antes conoció ahora la pregunta es ¿por qué los conoció? nosotros ya hemos dicho los conoció porque los hizo los receptores de su amor y de su gracia y eso es lo que vemos en el versículo 5 los conoció y podemos ver y por eso ha quedado un remanente escogido por gracia así que hermanos de nuevo no fue debido al conocimiento que Dios tuvo de ellos que querían ellos ser el remanente sino a que Dios decidió que fueran el remanente, Dios decidió, Dios determinó en su consejo que estas personas fuesen aquellos objetos de su gracia y por eso les hizo el remanente. En otras palabras, aquellos a quienes Dios conoció de antemano en el versículo 2 son los mismos que terminaron siendo escogidos por gracia para ser el remanente en el versículo 5. Eso es. Entonces, hay una relación entre la presencia de Dios y el objetivo de esa presencia que es que sean los recipientes de la gracia. No podemos, repito, no podemos aceptar la argumentación de algunos que pretenden hacer de la presencia de Dios cuestiones posibles o probables. No, dice la Escritura. Cuando Dios conoce algo es porque Dios decretó algo, hermanos. y Robert Raymond una vez dice, los que antes el padre conoció decir, aquellos sobre los que él puso su corazón con amor pactual, también los predestinó para ser ese remanente especial. Entonces vemos una relación entre conocer a este pueblo y lo que este pueblo resultó siendo, un remanente por la gracia de Dios. Vean la correlación entre la presencia y el objeto. y el objeto, y el objeto son las personas que iban a ser receptoras de la gracia de Dios. Hermanos, uno quizás hubiese pensado en palabras más simples, quizás otras personas lo han explicado de manera más sencilla, pero créanme hermanos que en todos estos asuntos la escogencia de cada palabra tiene sus implicaciones y uno trata de escoger el lenguaje más sencillo para algo que es en sí complejo. la finitud de nuestras mentes nos impiden, hermanos, esto, esto sumado con el grado quizás de conocimiento que nosotros podamos tener de una cosa o la otra, la finitud de nuestras mentes son un obstáculo natural. Usted no debe estar, hermano, cargado por eso, pero la finitud de nuestra mente es un obstáculo natural en la plena comprensión de estas cosas. Entonces nosotros por eso decimos debemos pedirle al Espíritu Santo que nos arroje luz al respecto de estos asuntos. Pero lo que pretendemos hoy no es que yo sea el foco de luz y ustedes lo entiendan todo, sino que ustedes cuando consideren estos asuntos ya tengan unos juicios formados, juicios que espero usted considere bíblicos al respecto de estas cosas. Cuando alguien le diga usted no, pero es que Dios predestinó porque Dios conoció que usted le puede explicar. ¿Usted le puede explicar, en primer lugar, qué es la presencia de Dios? ¿Usted puede explicar qué relación tiene la presencia de Dios con el decreto de Dios, si es que la presencia de Dios es la causa de lo que Dios ordenó, o si es que, por el contrario, la presencia de Dios depende o se apoya en lo que Él decretó? Ese es el propósito de estas cuestiones. No que ustedes tengan toda la luz plena que cualquier ser humano pueda tener, sino que ustedes tengan estas cosas en claro para que a medida que las van estudiando puedan quedar más arraigadas en el corazón. Hermanos, Todos los que, de alguna manera u otra, hemos pasado por un colegio, un bachillerato, una universidad, en ocasiones nos explican unas cosas y ¡prah!, sencillo, de una. En ocasiones nos explicaban otras y yo no sé ustedes, pero a mí me tocaba ir a la casa a estudiar, a seguir estudiando lo mismo que el profesor había explicado porque todavía no lo había comprendido bien y en muchas de esas oportunidades ya en casa aprendía o comprendía lo que el profesor quiso decir. Estas cosas hermanos son para que les estemos dando una rotación en la mente para que les estemos dando una debida consideración. Porque si esperamos, hermanos, que estas clases, que estos estudios suplan todo la explicación necesaria. No, ese no es el propósito. El propósito es dejar unos cimientos, unos cimientos bíblicos claros sobre los que cada uno de ustedes con diligencia, en oración y en piedad pueda seguir edificando ese conocimiento de los asuntos del Señor.
La Presciencia de Dios
Series Confesión de Fe Bautista 1689
Mucho se habla de la presciencia de Dios. De su definición, no hay mucho debate. El debate nace de la pregunta ¿es la presciencia de Dios la base del decreto de Dios? es decir, Dios decretó los asuntos tocantes a la Creación, Providencia y Redención ¿porque los conoció de antemano, o porque así determinó hacerlos? Pruebas bíblicas y más, en este sermón...
Sermon ID | 229241636116162 |
Duration | 54:43 |
Date | |
Category | Bible Study |
Bible Text | Romans 8:28 |
Language | Spanish |
Documents
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.