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Evangelio de Mateo, capítulo 7, versículo 24 hasta el 27. Leo la palabra del Señor. Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca. y cayó la hierba, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa, pero no se cayó porque había sido fundada sobre la roca. Y todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena y cayó la lluvia vinieron los torrentes soplaron los vientos y azotaron aquella casa y cayó y grande fue su destrucción cuando Jesús terminó estas palabras las multitudes se admiraban de su doctrina o de su enseñanza porque les enseñaba como uno que tiene autoridad y no como sus escribas. Amén. El título del mensaje es Ser sabio o necio es definido por tu obediencia a la palabra. Ser sabio o necio es definido por tu obediencia a la palabra. Y la idea que en este pasaje que leímos, el evangelista quiere transmitirnos, la idea principal es que nuestro actuar diario, si obedecemos la palabra, nos convierte en hombres sabios, en mujeres sabias. Si nosotros en nuestro actuar, en nuestra vida diaria, obedecemos la palabra, somos hombres y mujeres sabios, pero sin la obediencia a la palabra somos necios, siendo también nuestras las consecuencias de esas decisiones. Tú decides ignorar la palabra de Dios, tú serás un necio, pero tendrás las consecuencias del necio. Tú decides obedecer a la palabra de Dios, tú serás sabio y tendrás la consecuencia de tu sabiduría. Son dos caminos. ¿Cómo se define? Por el primer paso, obediencia o desobediencia. Vamos a estar viendo esto en dos puntos. Primer punto, la sabiduría o la necedad del hombre en la obediencia a la palabra. Y el segundo punto, la sabiduría y autoridad de Jesús se encuentran en la palabra. Repito, la sabiduría, el punto uno, la sabiduría o la necesidad del hombre en la obediencia a la palabra. Y el segundo, la sabiduría y autoridad de Jesús se encuentran en la palabra. Hermanos, hemos estado viendo el engaño de los que públicamente reconocen a Jesús como Señor, pero no le conocen personalmente como su Salvador. Hemos estado viendo que muchos mantienen esa doble imagen. Una imagen de que son cristianos externamente, pero en el corazón, en su familia, en su hogar, no son nada. Vimos ese mensaje el domingo pasado. Hoy vamos a concluir este sermón del monte con estos versículos del 24 al 29 y vamos a estar viendo que cada persona es responsable de tomar la decisión de obedecer o la decisión de desobedecer. Tú eres responsable de la decisión que tomes. Ahora, eso traerá consecuencias. Si eres sabio, para ti lo serás. Y los beneficios tendrás para ti. Si eres necio, también tendrás las desgracias de la necedad en tu vida. Vamos a ver este mensaje en nuestro primer punto. Vamos a ver el primer punto. La sabiduría o la necesidad del hombre en la obediencia a la palabra. Versículo 24, lea conmigo. Cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica será semejante, igual a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca. La palabra por tanto, esa palabra es clave. Porque conecta todo lo que Jesús viene enseñando. Hay muchas enseñanzas importantes en el sermón del monte. bienaventurados los pobres hay que elegir el camino estrecho guardarse de los falsos maestros hay muchas enseñanzas que hemos visto hasta ahora y amado hermano Jesús nos dice estas enseñanzas que tú has visto tú debes tomar nota de cada una de ellas porque Si tú tomas nota de esas enseñanzas y las oyes y las entiendes y las aplicas a tu vida, serás un hombre tan sabio, tan prudente, tan cuidadoso, que el camino al cielo lo verás claramente. Porque en todo el sermón del monte, amado hermano, que hemos estado hablando, Cristo nos ha estado explicando cómo entrar al reino de los cielos. En todo el sermón del monte. Esta sabiduría de la que él habla es una sabiduría para salvación. Es una sabiduría para bendecirnos. todas esas enseñanzas bien oídas, bien tomadas en cuenta y aplicadas traen beneficios espirituales y materiales abundantes por eso el compara al que oye y toma nota de esas enseñanzas para aplicarla lo compara con una persona sabia y prudente Es que es sabio el hombre misericordioso. Mira aventurados los misericordiosos. Es que es sabio el que se guarda a los falsos maestros. Es que es sabio el que entra por la puerta estrecha. Es sabio. Obviamente es sabio. Y Jesús dice el que oye y guarda, obedece estas enseñanzas, le compararé con un sabio, con una persona prudente, alguien consciente, alguien que prevé y la palabra sabio a eso se refiere. Una persona sabia no es tener conocimiento, un sabio no es el que fue a la escuela, un sabio no es el que fue a la universidad, no. Usted puede tener título de la escuela, título de la universidad, título de aquello, título de lo otro y ser un necio. Ser sabio es tomar la palabra de Dios y aprender de ella con humildad sometiéndose a la palabra de Dios y recibiendo los beneficios que esta palabra promete al que obedece. Es de este sabio que estamos hablando Aquel que oye la palabra de Dios y la guarda en su corazón y la pone por obra el que obedece Este es un hombre prudente, alguien que está mirando, quiere vivir en este mundo invirtiendo su vida, su dinero, no solamente las cosas terrenales, sino también en las que a vida eterna permanecen. Este hombre sabio del cual habla Jesús está mirando, no solamente está pensando en ganar el pisto hoy, está pensando también en cómo ese dinero puede usarlo para el reino de los cielos, para su propia vida de piedad, para su mujer, para sus hijos, para su hogar, todo mirando siempre hacia la eternidad. Amados hermanos, este sabio no es cualquier sabio. El mundo llama a sabio el que tiene dinero. El mundo llama a un sabio que tiene títulos de la escuela. No, no se confunda. Este sabio es aquel que conoce a Dios, entiende la palabra y la aplica y recibe los beneficios de ese reino del cual Cristo nos ha estado hablando. Cuando Jesús habla en este texto que le comparará con un hombre que edificó su casa, la casa representa realmente su vida, su persona. Entonces está diciendo Jesús que este hombre sabio está edificando, levantando, construyendo su vida. ¿Pero qué método usa? ¿Qué materiales usa? Este hombre usa lo que oyó Lo que Jesús le enseñó ¿Qué método usa el sabio? ¿Qué base va a poner para su casa? ¿Qué zapata va a poner? ¿Qué columnas? ¿Cómo van a ser sus columnas? ¿Cómo van a ser las paredes? ¿Cómo va a ser el piso? ¿Cómo van a ser las persianas, las ventanas? ¿Cómo él va a construir toda su casa? Jesús dice este hombre está usando los materiales del reino de los cielos, las bienaventuranzas, él ve como sabio al misericordioso, él ve como sabio al que es perseguido por causa del nombre de Cristo, este hombre ve como sabio, ve como sabiduría el poder amar a Dios como dicen las escrituras. Es decir que su hogar, su vida, él la va a edificar no con los materiales del mundo, no con las filosofías del mundo, no como dicen los paganos o los brujos. No, este hombre va a edificar como Dios dice. Como Dios manda en su palabra. Los materiales que Él va a usar son estos. Versículo 24. Cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, serás igual o semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca. Ya hemos dicho que la sabiduría de la que estamos hablando no es la de los títulos universitarios, es la sabiduría que viene de Dios. Ya hemos dicho que la casa no es una casa literal, es la vida misma de Él. Y ya hemos dicho que este hombre está edificando con lo que está aprendiendo de la Palabra de Dios. Yo edifico mi vida de acuerdo a lo que Dios me enseña en Su Palabra, de acuerdo a lo que ha oído del Reino de Dios aquí en este hermoso sermón. Amados hermanos por eso, por eso que importante es que cada día tú y yo leamos las escrituras ese es el material con el que tú vas a levantar tu familia, tu vida, tu hogar con la palabra de Dios por eso hemos dicho que es necesario memorizar las escrituras Aprenderse versículos. Usted se aprendió su teléfono, ¿verdad que sí? Y tiene más de 30 años. Entonces usted es un hombre inteligente, una mujer inteligente. Le queda buena memoria. ¿Memoriza versículos? ¿Cuál es tu identidad a que usted me la dice? Si yo le pregunto a cualquiera aquí, ¿me dice su identidad de memoria? Guau, qué inteligente eres. ¿Memoriza versículos? ¿Memoriza la palabra de Dios? Usa esa inteligencia para tu crecimiento espiritual Medita, piensa en la Palabra de Dios Obedece a la Palabra de Dios Escucha la Palabra de Dios Profundice en la Palabra de Dios al estudiar la Palabra Usa el material de la Palabra de Dios Para tu edificar tu vida, tu matrimonio La crianza de tus hijos Cuando se levante alguien y te diga Tu tienes que ser un hombre, busca otra mujer por ahí Usted le dirá, yo no edifico mi vida con ese tipo de material. Yo edifico mi vida, como dice Dios, con una sola mujer. Hermanos, el mundo tiene su propia filosofía de vida. Mi hijo, no le haga caso a tus padres. Está loco. Eso le dice el mundo a los jóvenes. Vive tu vida. Disfruta tu vida. Pero Dios dice al joven, teme a Jehová y apártate del mal. Nada que sea pecaminoso es para disfrute, es para tu desgracia. Honra a tu padre y a tu madre para que te vaya bien. Hermano, ¿qué diferencia hay entre el material del mundo para levantar una casa que terminará siendo un desastre al material de Dios que levantará una casa para esta vida y para la eternidad son dos caminos diferentes por eso Cristo dice es sabio es sabio edificar con la palabra de Dios es sabio obedecer a Dios es sabio que el fundamento la roca la base de tu vida sea las enseñanzas del reino que Jesús ha dado en este sentido la roca de la que se refiere aquí son las enseñanzas del reino de Dios que revelan a Cristo porque muchas veces decimos la roca es Cristo y yo digo amén pero donde Cristo es revelado en la palabra de Dios leer la palabra de Dios es conocer a Cristo amar la palabra de Dios es amar a Cristo hermanos la palabra de Dios debe ser central Tenemos que orar que el Espíritu de Dios sople en esta cabeza tan dura como la piedra que no entiende nada. Señor, ayúdame a entender. Tú puedes. Y es verdad que Él puede. Crea y empiece a leer. Amado hermano, tenemos que levantar nuestras vidas con la sabiduría que viene del cielo. No con la sabiduría del mundo, no. Por eso Jesús dice, el que edifica con lo que yo le he enseñado, edifica sobre la roca. Edifica sobre la palabra de Dios. Esa es la roca. Pero amado hermano, en el versículo 25, lea conmigo por favor, Mateo 7, 25. Y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, azotaron aquella casa. Pero no se cayó porque había sido fundada sobre la roca, sobre el material espiritual, la palabra de Dios sobre Cristo. ¿Dónde será probada tu fe? ¿Dónde será probada tu esperanza? ¿Dónde será probada tu vida, tu sabiduría? Si tú eliges ser un mundano, Dios va a probar esa mundanalidad. Si tú eliges ser un hombre sabio y temeroso de Dios, Dios va a probar esa sabiduría. ¿Dónde? En las pruebas, en las enfermedades, en las muertes, en la persecución, en la tribulación, en la abundancia, en los días de fiesta, en los días de juego. hermanos seremos probados en el día a día no solamente en las bendiciones materiales sino también en las necesidades materiales cuando no haya nada serás probado cuando tengas visto dinero y serás probado cuando no lo tengas serás probado de que está hecha tu fe vamos a ver Dale cinco mil para ver de qué está hecha su fe. Y cuando tú te vas con ese dinerito, tú digas, tengo dinero. Y tomas la decisión y digas, no tengo tiempo para buscar de Dios porque ya tengo el dinero. Entonces, tu fe no está en Dios. Ha sido probado y ha sido hallado desobediente. pero cuando tú dices tengo dinero y tú dices voy a invertirlo para ir a la iglesia porque hay que echar gasolina hermano hay que invertir para venir hay que invertir para comprar una biblia hay que invertir para que nuestros niños tengan sus libros hay que invertir para que estudien en qué tú estás usando tus bendiciones está siendo probado ahí y en qué tú estás ¿Cómo respondes cuando llegan tus tribulaciones? Amado hermano, el versículo 25 nos dice que llegó la lluvia, la inundación y los vientos golpearon la casa. Golpearon. golpean nuestras vidas. Nuestra tranquilidad, nuestra paz, nuestra seguridad es golpeada cada día cuando falta el dinero para la leche, cuando falta dinero para pagar la casa. Somos probados. ¿Dónde está tu fe? Amado hermano, si tú levantas tu vida con la palabra de Dios. Si tú comes cada día del alimento espiritual, si tú llenas tu mente a través de tus oídos con la palabra, con los himnos del Señor, si tú continúas meditando cada día en la bendición como la tribulación, en el Dios soberano que gobierna la una y la otra, Cuando lleguen los vientos, cuando viene la tribulación, tu mente está preparada, tu alma está preparada para recibir el golpe. Por eso dice el versículo 25, pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca. Levantar nuestras vidas, la base de mi familia, la base de mi vida como hombre, las columnas de mi vida como hombre, tú como mujer, las paredes de tu vida deben tener el material celestial. Tú no debes ser un tacaño, debes ser un hombre generoso, como Cristo lo fue. Tú no puedes ser un mentiroso, tienes que ser un hombre que ama la verdad, como Cristo que ama la verdad. Tú no puedes ser una mujer chismosa, tienes que ser una mujer que gobierna su lengua, como Cristo gobierna su lengua. Tú no puedes ser un hombre codicioso y lujurioso, tienes que gobernar tus ojos y tu boca y tu corazón, como Cristo gobierna. Entonces, hermanos, Tenemos mucho por hacer, porque yo y tú somos pecadores. Yo y tú tenemos muchas flaquezas y necedades. Tenemos que quitar todo ese material mundano para poner que Cristo quiere que esté ahí. levantar tu vida sobre la verdad, sobre la verdad en todo, en todo. El versículo 26. Todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica será semejante a un hombre insensato o necio. que edificó su casa sobre la arena. Miren ahora lo diferente. Veamos la otra parte. El hombre que oye, la mujer que oye, pero no obedece. La mujer que oye, el hombre que oye, pero olvida lo que oyó. ¿Qué dice Cristo? Cristo dice en el versículo 26. Aquel que no obedece es como alguien que construye su vida, su vida imprudentemente. Es un imprudente. En vez de usar buenos materiales, usa materiales malos. En vez de usar buen cemento para las columnas, usa el peor cemento en vez de hacer un buen techo para protegerse de la lluvia pone cualquier cosa porque sale más barato es un imprudente no está pensando en el reino de los cielos no está pensando en que es necesario confiar en el señor tener fe es un imprudente No es sabio. Actúa neciamente. Y eso es lo que Jesús está diciendo aquí. No está previendo lo que vendrá en el mañana. El sabio sabe que tendrá que dar cuenta delante de Dios aquí y en la eternidad. El necio no piensa en la eternidad. Solamente piensa en lo que se va a comer ahorita. El sabio está pensando en el reino de Dios y se prepara aquí en la tierra para el reino. El necio no está pensando en el reino de Dios. Está pensando en el diablo, en los brujos, en las cosas malas que hay, pero en Dios no está pensando. El beneficio personal del momento. Hermanos, sin sabiduría, sin pensar en el reino, edifica su propio matrimonio. Edifica a sus hijos, los prepara para que sean buenos hombres y mujeres de trabajo y nada más. No piensa en el reino. Los prepara e invierte dinero para que sean buenos jefes o empleados. Cosas materiales, pero no para el reino. Hermano, todo lo que el hombre siembre, eso se va a comer, eso va a cosechar. Si yo siembro para la carne, ¿qué voy a cosechar de la carne? Corrupción. Si siembro para el espíritu, ¿qué sembraré? Vida espiritual. Jesús señala a aquel que oye Observe que el sabio y el necio, los dos oyen, tienen oreja, oyen muy bien. Pero el sabio obedece a lo que oye y el necio lo desprecia y lo desobedece. Lo desprecia y lo desobedece. Está edificando su casa, dice Jesús, sobre arena. La arena, comparado con roca, hermano, la arena es débil, es frágil. Es más, usted toma un puñado de arena y le echa agua y se deshace, se va. Usted coge una roca, una piedra bien dura y le echa agua y la roca se mantiene sólida, firme. Eso es lo que Jesús está diciendo. Cuando edificas para el mundo, Cuando edificas para tus pasiones, cuando edificas para este mundo y solamente para el mundo, edificas sobre la arena. Es un fundamento débil, es un fundamento equivocado. No va a soportar el peso de un matrimonio, el peso de criar hijos, el peso de los estudios, el peso del trabajo, el peso de las responsabilidades. No aguanta. La arena es débil, no soporta el peso. Por eso es, amados hermanos, que el que usa el adobe tiene que trabajar esa arena, esa tierra, y no cualquier tierra. Usted nunca va a ver que se prepara adobe de arena de playa. ¿Quién ha visto un adobe de arena de playa? Y recuérdense que el adobe es como un sustituto del... del bloque de cemento. Hermano, el adobe se hace con un tipo de tierra, no es con arena. La arena que se toma de los ríos, usted la toma y usted le echa agua y ella como que se desinfla. Por eso hay que mezclarla con cemento y con otros materiales como la grava, piedrecitas. Para que esa arena amarre bien, necesita, graba esas piedras pequeñas y el cemento que es lo que le da la fuerza, la consistencia. Hermanos, y mucho trabajo, mucha mezcla. Arena solo no sirve de nada. Vaya al río este, el Guayape, cuando llueve mucho, él arrastra toda la arena que él puede. Porque la arena se deja arrastrar. Eso es el fundamento de tu casa, arena. Una vida sin Dios es el fundamento de tu casa. Una vida sin la palabra de Dios es el fundamento de tu familia. Una vida sin la palabra de Dios, sin el consejo sabio de Dios, sin el reino de Dios, es lo que tú vas a usar para levantar tu propia vida. Por eso Cristo le dice, es una necedad, es una torpeza. No estás pensando en el futuro. Levantar tu vida, no sobre una roca de la enseñanza del reino, sino sobre la arena floja y débil, son las evidencias de que tú no estás oyendo y poniendo en práctica la palabra de Dios hermanos la palabra de Dios es práctica la palabra de Dios es para que vivamos como ella nos traza el camino es nuestro guía en este mundo Amados hermanos, Cristo está separando el mundo en dos grupos. El que oye y no hace nada y el que oye y obedece. Y yo te pregunto, ¿en cuál tú estás? ¿Tú oyes y desobedeces? ¿No haciendo nada? ¿Haciéndote el el descuidado, el que no entiende o tú oyes y te preocupas y dices espérate yo no entiendo pero tengo que pedirle a Dios sabiduría yo no sé pero tengo que pedirle a Dios que me ayude porque esta es la palabra del reino de Dios hermanos el que oye necesita entender y Dios da ese entendimiento si usted se lo pide porque le interesa Pero muchos oyen y no les interesa. Esa es la realidad. Por eso no obedecen. Versículo 27. Vamos a aprobar entonces al necio. ¿Cómo será aprobado el necio? Igual que el sabio. Dios no hace diferencia así como el sabio es probado en la abundancia y la necesidad también el necio es probado la abundancia la necesidad así como el sabio es probado en la bendición como la maldición igual el necio todos somos probados igual versículo 27 cayó la lluvia igual que el sabio vinieron Vinieron los torrentes, soplaron los vientos, azotaron aquella casa. Y la palabra azotar, perdón que no lo mencioné al principio, pero es como golpear, golpear, golpear. Como cuando alguien toma una faja y fajea a un muchacho por la nalguita, lo está golpeando, lo está afligiendo. Eso es lo que hace la lluvia, el viento. Golpea la casa. en el objetivo del tema aquí igual en la crianza el objetivo del tema aquí de Mateo es tumbar la casa dice el versículo 27 soplaron los vientos azotaron aquella casa y cayó y cayó y grande miren el Cómo se exagera o cómo se, o no exageración, sino cómo se amplía. Grande fue su caída. La destrucción fue tan grande que no quedó nada. Queridos hermanos, observen cómo el Señor Jesucristo, cómo Dios prueba y da testimonio al mismo necio de su pecado. A través de las aflicciones, en las pruebas, enfermedades, muertes, estas son la lluvia, la inundación, los vientos, estas necesidades, estas aflicciones golpean nuestra vida. Y al golpear nuestra vida, al golpear nuestro hogar, si está floja nuestra vida, si está floja nuestra fe, si está floja, caemos. Caemos. Al no hacer caso de la enseñanza, al no hacer caso de la palabra de Dios, la caída no es solamente aquí, sino también en la eternidad. Si el sabio edifica aquí para el cielo, el necio pierde toda esperanza aquí, y la eternidad. Quiero que mire el peso de las palabras de Jesús. Qué importante que prestes atención, porque Dios no miente. Necesitamos entender dónde terminará nuestro camino. Dios lo dice, hermanos. El necio, su camino termina en destrucción. en muerte no importa a quien invoque no hay más dios que jehová de los ejércitos no hay más dios y su palabra es la verdad por eso cuán necesario es que evaluemos hermanos a todos nos llegan las pruebas Todos por igual. Un día usted se enferma, un día me toca a mí, otro día le toca a Marlon, otro día le toca a Leding. Si cuando yo estoy enfermo, actúo como un creyente, clamo al Señor como un creyente, bendición recibiré como creyente. Pero si cuando estoy enfermo, clamo como un impío, actúo como un impío, no recibiremos la bendición del señor porque he decidido de ser un necio queridos hermanos aquí estamos hablando de tu decisión de tu responsabilidad tú eres responsable no te hagas el tonto si usted se pone a mirar mujer en la calle que no son suya usted va a perder su matrimonio su mujer y sus hijos porque usted es un mujeriego andando impiamente. Si eso es lo que tú quieres sembrar, prepárate a cosechar soledad. Si tú eres una mujer rebelde y contumaz, faltándole respeto a tu esposo, prepárate, vas a tener las consecuencias de un hombre que va a perder su cariño y atención por ti. Hermanos, nosotros tenemos que entender que somos responsables, no se haga el tonto. Que el Espíritu Santo me hable. Te está hablando por la palabra de Dios y tú no haces caso. Hace lo que te da la gana. En consecuencia, no le eches la culpa a la iglesia. Que ahí no hay amor. Que ahí no está el Espíritu Santo. Que ahí no está aquello. ¿Qué hay no tal hermano fulano? Hermanos, dejemos de jugar a la hipocresía. Seamos serios con esto. Si usted busca el reino de Dios, recibirá las bendiciones del reino. Si usted busca el mundo, recibirá sus desgracias y maldiciones. Queridos hermanos, tenemos que despertar. ¡Hay que despertar! es la vida que estamos edificando son nuestros hijos que estarán en el mundo y morirán en el mundo si no hacemos nada y cambiamos de rumbo es ahora que hay que cambiar de rumbo cuando Dios te invita y te guía y te muestra el camino a la salvación esa es la oportunidad que tú tienes para tomar el camino no cierra su oído y su corazón a la verdad porque si cierra su oído y su corazón a la verdad usted es un necio y eso tiene que penetrar en nuestra mente y corazón pero si tú obedeces, si tú buscas al Señor y su reino tú eres un hombre, una mujer sabia Son verdades que tienen que penetrar en nuestra mente, en nuestra alma para cambiar de rumbo porque Dios ha determinado que tú recibirás las consecuencias de tus propios pasos. Decides no leer la Biblia, serás un necio. Hablarás como un necio. y actuarás como tal porque teniendo la palabra de vida la desechas por el periódico, por el libro, por la noticia, cosas que también son importantes pero nunca pueden tomar el lugar de Dios, nunca. Hermanos necesitamos despertar estas enseñanzas del reino de los cielos Es para darnos a nosotros un nuevo sendero de vida, un nuevo camino de vida. Todo lo que el hombre siembre ahora, se lo comerá mañana. Siembra para este mundo frivolidad, impiedad, maldad. desorden, adulterio, rebeldía, orgullo, y tendrás el infierno eterno como consecuencia a tu camino elegido. Dios soberanamente lo ha establecido, pero tú eres responsable del camino que elijas. Y no, no es por suerte, es por humildad y obediencia o por rebeldía y orgullo. ¿Qué camino vas a elegir? ¿Qué aprendemos, hermanos, de este punto? Aprendemos que si oímos la palabra, obedecerla es nuestra sabiduría, pero desobedecerla es nuestra necedad. Y las pruebas, las aflicciones, las abundancias revelarán a su tiempo dónde está tu corazón y qué decisión tomaste. No tienes que venir a decirle nada al pastor de antes. No tienes que venirte a confesar con el pastor de antes. Nos confesamos delante de Dios, no delante de los hombres. Pero oye bien, tu decisión ahora de lo que vas a hacer, a su tiempo Dios lo va a revelar. Terminarás en el mundo o continuarás perseverando en la fe porque tomaste una decisión. Siendo un necio en el mundo o siendo un sabio en la fe de Cristo. Eso es lo que Cristo, hermano, quiere llevar. Jesucristo no duró tiempo perdido ahí hablando con esa gente. Lo que tú estás escuchando fue lo que Jesucristo le dijo a esa gente. Lo que les he enseñado es para que tomen una decisión ahorita, ahora mismo. toma una decisión. Muchos tomaron una decisión y dejaron a Jesús y se fueron. Otros tomaron una decisión y siguieron a Jesús y se convirtieron en sus discípulos, hermanos. Veamos nuestro último punto. La sabiduría y autoridad de Jesús se encuentra en la palabra, versículo 28. lea conmigo cuando Jesús terminó estas palabras las multitudes se admiraban de su enseñanza wow hermanos cuando él terminó de echarle todo ese mensaje y terminó diciéndole hay dos caminos elige se quedaron así boquiabiertos wow que autoridad que mensaje no nos hablan así no nos ponen la vida y la muerte delante de nosotros no nos hacen entender que esto es una decisión importante creer en la palabra y vivir o desobedecer la palabra y morir no nos hablan así hermanos esta gente agradecía que Jesús les pusiera las cosas claras como el agua háblame claro por favor no me esté diciendo que si o que, que muchas bendiciones dime cómo lo puedo alcanzar esas bendiciones la palabra de Dios vive y permanece para siempre recibe la palabra, obedece la palabra, cree en Jesucristo y serás salvo gracias mi amigo te lo agradezco por ser claro pero si no obedeces Si no obedeces la palabra, si no lees la palabra, si no meditas la palabra, eres un necio. Mi amigo, gracias por amonestarme. Hermanos, esta gente en el versículo 28 al 29 de Mateo 7 agradece, se asombra de la enseñanza Jesús no habla como esos habladores que se ponen a hablar de bendiciones y se ponen a hablar de cosas Jesús no habla para entretener Jesús no habla para que la gente se esté riendo es para que tome una decisión en su vida es el cielo o el infierno, es la vida o la muerte, es la sabiduría o la necedad, es lo que aquí se está planteando, el reino de Dios. Toda esa gente humilde quería entrar al reino de Dios y los fariseos y escribas se la ponían difícil. Para tú entender esto, le decían a los fariseos, tú tienes que ser como nosotros, estudioso de la ley y mucha de esa gente no sabía ni leer. ¿Qué iban a estudiar? ¿Se parece? Los fariseos se la ponían difícil a la gente, complicadísimo y Jesús lo hablaba con una claridad, una sencillez, una profundidad que hacía temblar a cualquiera. La gente le amaba o le odiaba. Le amaba porque le guiaba el reino, pero en muchas ocasiones le odiaron porque le dijo lo que no querían oír y se ofendieron. Hermanos, en el versículo 28 el Señor dice claramente aquí que la profundidad, la aplicación, la sencillez con que Jesús predicaba estos mensajes ayudaba a todos los hombres, niños y adultos a entrar al reino de los cielos Jesús no quería ponerle tropiezo a la gente quería ayudarlos a entrar al reino pero por eso mismo era franco y claro al pan pan y al vino vino por eso mismo hablaba la verdad del reino de los cielos y del infierno Jesús habló mucho del infierno para que nadie fuera allí para que huyeran al reino de los cielos hermanos es serio lo que Jesús está hablando y esta gente se lo agradece gente humilde gente sencilla gracias por decirnos la verdad por no ocultarla con palabrería y palabrería y palabrería gracias por hablarnos con sencillez y claridad y con profundidad con autoridad Amados hermanos, la autoridad de Jesús provenía de la palabra de Dios. Versículo 29. Porque les enseñaba como uno que tiene autoridad. Y no como los escribas. Y no como sus escribas. Jesús hablaba claramente, sin temor a los hombres. Él creía lo que Dios decía. Y por eso le decía, Dios dijo que es salvación si crees, mi hija. Cree y se salva. Dios dice que eres una necia. Si desobedeces, créelo también. Eso es lo que eres. Y arrepiéndete. Señor, perdóname por ser una mujer necia. Perdóname. Pídele perdón a Dios y pídele, dame una mujer sabia. Tú puedes hacerlo, cámbiame. Esta gente estaba muy agradecida con Jesús. Muy agradecida, porque era franco. Amados hermanos, la autoridad con que Jesús hablaba, era la autoridad de Dios y de su palabra. Si Dios condenaba, Jesús condenaba. Si Dios salvaba, Jesús salvaba. Si Dios decía que era por la fe, Él no daba otro camino. Era el camino de Dios. Por eso, amado hermano, qué importante que tú y yo entendamos que la decisión que tomemos con Dios y su palabra nos hará sabios o necios. No hay otro camino. No hay intermedio. ¿Qué aprendemos de este último punto? La sabiduría y autoridad del Señor provienen de la palabra, y oírla y obedecerla nos hace sabios, con vidas llenas de su autoridad. Hermanos, esa seguridad que yo veo en muchos creyentes, para hacerlo bueno, es porque van obedeciendo a Dios. Es que yo tengo que ayudar a esta persona, es que Dios me manda hacerlo. Es que yo tengo que amar, porque Dios me manda a amar. Y a veces la gente puede preguntarse, pero ¿y por qué tú haces eso? Con sencillez tenemos que decirle, porque yo amo a Dios y lo obedezco. ¿Ya? No tengo otra razón. Es el mundo que mantiene una careta, una hipocresía. Ay, es que yo soy bueno. Que tú eres bueno. No hay ninguno bueno. Solamente bueno es Dios. ¿Para qué realmente tú lo estás haciendo? Ah, que yo necesito un dinero. Mienten, engañan, falsean las cosas porque andan según el mundo. Terminemos con tres aplicaciones. Una pregunta, ¿eres sabio o necio? Si eres sabio porque lees, meditas en la palabra y procuras con todas tus fuerzas obedecerla, mantente siendo sabio. Sigue creciendo en la sabiduría que viene de Dios. Ama la palabra. Aprende del ejemplo de Jesús. Sirve, cuida, Actúa como Cristo. ¿Cómo vas a saber qué hizo Jesús? Ve a los evangelios. Lee los evangelios. Pastor explíqueme. Lee tú misma. Lee tú mismo. Ahí está. Yo lo voy a explicar. Pero tú tienes un deber también. Sigue avanzando. Más y más. Crece más. Sé un ejemplo para aquellos que van a venir y que no conocen nada, pero tú que aplica la verdad crecerás en sabiduría y en amor al Señor para el bien de otros. Pero si tú eres necio porque no lees en tu rebeldía, porque no oyes en tu rebeldía y no obedeces, te llamo a que te arrepientas. Confiesa tu rebeldía, es rebeldía porque Dios nos manda a meditar en su palabra, nos da ejemplo para que meditemos en su palabra. para que ella esté abundando en nuestro corazón. Nos dice que abunda entre vosotros los salmos, los himnos, los cánticos espirituales. ¿Pero cómo puede ser eso posible si no leemos, no meditamos, no nos congregamos? Queridos hermanos, la vida seca, muerta, árida, es el fruto de uno desobedecer a Dios. Y no es lo que te sueñe, es lo que él dice en su Biblia, en la palabra de Dios. Por eso, te animo a meditar, a crecer en la palabra. Aparta tiempo, aparta tiempo, tú a solas con Dios. Tú y el Señor a solas. Aparta tiempo para estar hablando con Dios, orando. Aparta tiempo para tú examinar tu vida. ¿Cómo le hablaste a tu esposo? ¿Es la manera correcta, piadosa que enseña la palabra? ¿Cómo tú trataste a tu esposa? ¿Es la manera piadosa para tratar a tu esposa, una hija de Dios? ¿Cómo tu hijo te comporta con tus padres. Como tú, empleado, trabajas en tu negocio, en el negocio de tu empleador. Como tú, dueño de empresa, diriges tu matrimonio, diriges tu negocio. Hermanos, la palabra tiene respuesta para eso. Sé sabio y aplícala. En segundo lugar, hermanos, las aflicciones y las abundancias y las bendiciones probarán si tu base, si tu cimiento, si tu vida es la palabra de Dios. Seremos probados. Si te refugias en el mundo, date cuenta, anda lejos de Dios. Arrepiéntete, vuelve al Señor. A lo pronto. Él te está invitando. Él te está llamando. Si tú ves que tu vida no anda correctamente, estudia la palabra y ponlo en el sendero correcto. Queridos hermanos, hay aflicción en tu vida, hay necesidad. En mí también. Todos tenemos aflicción. No es simplemente la aflicción el problema. Es cómo respondemos a esa aflicción. ¿Respondiste como un cristiano o como una persona desobediente a la palabra? ¿Como un sabio o como un necio? Examina las respuestas que estás dando. Examínate. Y si no estás actuando como creyente, arrepiéntete. Clama a Dios. Dios mío, ayúdame. ¿Qué es lo que realmente soy? Y si tú ves que realmente no eres creyente, conviértete. Conviértete al Señor. A lo de corazón, tú y el Señor. Conviértete. Si tu Dios es la droga, conviértete, deja eso. Conviértete de corazón. Si tu Dios es la pornografía, conviértete, deja eso. Vuelve al Señor, porque hace rato que estás en el mundo. Amigo, ahora es tiempo de ser sabio. Joven, niños, es tiempo de ser sabios. ¿Cómo serás sabio? Necesitas conocer a Dios. Necesitas leer, escuchar la palabra de Dios. Obedecer la palabra de Dios. Dios te invita, sé sabia, sé sabio. Sé un hombre sabio. Aplica la palabra de Dios a tu vida. ¿Empezando por dónde? Por el arrepentimiento. Eres un pecador y debes reconciliarte con Cristo. Pídele al Señor, Señor. Yo reconozco lo que tú dices, soy un pecador, pero vengo a ti para que tú me des salvación y perdón. Empieza tu vida cristiana por ahí arrepintiéndote, confesando tu pecado y creyendo en Cristo. No eres cristiano por venir a la iglesia, ni por ser hijo de cristiano, ni que porque tu abuela, tu abuelo, tu tío, tu mamá, tu papá, todos son cristianos. Eso no te hace ser cristiano. Arrepentíos, convertíos de vuestra desobediencia a vuestros padres, de vuestra ira y enojo, de vuestras malas palabras, de vuestro orgullo, esos pecados te condenan, arrepiéndete. Ven a Cristo, entra, entra al reino de los cielos. Aún no has entrado. Aún no has entrado, joven, al reino de los cielos. Entra al reino. Entra a través de Cristo. Entrega tu vida a Él. Amigos que están aquí, los adultos, ¿hacia dónde te dirigen tus pasos? ¿Lejos de Dios o cerca de Dios? Adultos, ¿Hasta cuándo seguirás cosechando muerte y desgracia por estar lejos de Cristo? Quiero que pienses como adulto, tu tiempo sigue avanzando y tus días en esta tierra son cortos. Medita a dónde estarás en la eternidad. Medita lo que estás comiéndote hoy por tus pecados. Dios te llama a la salvación. No rechaces ese camino a la vida. Dios te llama al arrepentimiento. No rechaces su palabra. Recíbela. Sé salvo. Entra al reino de los cielos. Vamos a orar. Padre, damos gracias por tu palabra. Ayúdanos. Concédenos la humildad, el temor a ti, la sabiduría para obedecerla. En el nombre de Jesús te lo pedimos. Amén.
Ser sabio o necio es definido por tu obediencia a la palabra
Series Evangelio de Mateo
En nuestra actuar diario si obedecemos la palabra nos hace sabios, pero sin la obediencia a la palabra somos necios, siendo nuestras las consecuencias en ambas decisiones.
Sermon ID | 2242563234847 |
Duration | 1:00:00 |
Date | |
Category | Sunday - AM |
Bible Text | Matthew 7:24-29 |
Language | Spanish |
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