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Esta mañana vamos a continuar en lo que estamos predicando en Hebreos capítulo 11. Hebreos capítulo 11. Y estamos, ustedes tienen el boletín, ustedes tienen el bosque ahí. Estamos viendo los versículos 32 a 35, la primera parte de 35. y estos versículos nos dan un resumen de varias personas de fe y también amplían la panorama general de las experiencias de varias de esas personas. En estos versículos de hoy Vamos a estar viendo ejemplos de victorias terrenales. Cuando ya han sido, por decir, rescatados por Dios o han sido victoriosos aquí en la Tierra. En el siguiente domingo, ¿qué es lo que vamos a ver? Los que eran, por decir, derrotados aquí en la Tierra. Pero de punto de vista de Dios, las dos clases de experiencias terrenales, para algunos por decir victoria terrenal, para otros derrotas terrenales, para esas dos clases de personas, si confiaban en Dios, eran personas victoriosas. Hay algunos que dicen que si tenemos suficiente fe, vamos a experimentar buena salud, la buena económica, vamos a tener éxito terrenal. Lo que vamos a estar viendo en estas predicas no es así. Vamos a leer algo de Daniel para empezar esta mañana. Daniel capítulo 3. Daniel capítulo 3. de 13 en adelante. Daniel 3, 13 en adelante. Estoy leyendo de la Biblia, de la Nueva Biblia de las Américas. Entonces, Navacodonosor, enojado y furioso, en el siglo 13, del capítulo 3 de Daniel, dio orden de traer a Sadrach, Misach y Abednego. Estos hombres pues fueron conducidos ante el rey. Habló Nabucodonosor y les dijo, es verdad Sadrach, Misach y Abednego que no sirven a mis dioses? ni adoran la estatua de oro que he levantado. Están dispuestos ahora para que cuando oigan el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el arpa, el saluterio, la gaita y toda clase de música, se postran y adoren la estatua que he hecho. Porque si no la adoran, inmediatamente serán echados en un horno de fuego ardiente. ¿Y qué Dios será el que los libre de mis manos? ¿Qué estaba diciendo? No existe tal Dios. No hay Dios que puede librar a una persona de mis manos. Sadrach, Misach y Abednego le respondieron al rey Narapodonosor. No necesitamos darle una respuesta acerca de este asunto. No vamos a responder. Están hablando con el Rey. Ciertamente nuestro Dios a quien servimos puede liberarnos o librarnos del horno de fuego ardiente. Y de su mano Rey nos librará. De alguna forma u otra nos va a librar de tu mano. Pero si no lo hace, ha de ser ver al rey que no serviremos a sus dioses, ni adoraremos la estatua de oro que ha levantado. Ahí, esos tres hombres, diciendo, nuestro dios es poderoso, puede librarnos de tu mano. aquí en esta tierra de lo que tú estás pensando hacernos si no adoramos a la estatua de oro. Pero si no lo hace, de igual manera no lo vamos a adorar. Estos tres hombres confiaban en Dios, si vivían o morían. No dieron consideración a negar a Dios solo para tener unos pocos días más de vida en esta tierra. Ellos estaban mirando mucho más allá de ese momento. Y hay que entender que todo lo que vamos a estar viendo esta mañana, estos ejemplos, de personas que tenían estas victorias, ¿qué es lo que tenían que pasar? Momentos bastante difíciles para llegar al otro lado. ¿No ven? Por ejemplo, si consideramos a Hope. Al final de su vida, disfrutaba. Al final de su vida, Dios lo bendijo con muchas cosas. ¿No es cierto? Pero Dios escogió un camino para él para llegar ahí. Y es interesante ver las diferentes personas en la Biblia. Para alguno es el sufrimiento, para otro no es. ¿Quién tiene el derecho de eso? Dios. ¿Quién nos ha dado vida? Dios. ¿Quién tiene el derecho de decir esto es tu propósito en tu vida y también hasta ahí vas a estar aquí en la tierra? Solo Dios tiene ese derecho para nosotros. Pero nosotros muchas veces le decimos a Dios, no, tiene que ser así conmigo. Yo necesito tener una vida así, así, así. Si no, No, voy a buscar otro Dios. Que me dé lo que quiero. Vamos a leer Hebreos 11. Varios versículos de Hebreos capítulo 11. Hebreos capítulo 11. Y vamos a leer los primeros versículos de 1 a 7 y luego los últimos versículos del capítulo. Ahora bien, Hebreos 11, 1. La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, porque por ella recibieron la aprobación los antiguos. Por la fe entendemos que el universo fue preparado por la palabra de Dios, de modo que Lo que no se ve, no fue hecho de cosas visibles. Por la fe, Abel ofreció a Dios un mejor sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó el testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas. Y por la fe, estando muerto, Todavía habla, por la fe en Noc fue trasladado al cielo para que no hubiera muerte. No fue hallado porque Dios lo trasladó. Porque antes de ser trasladado recibió testimonio de haber agradado a Dios. Sin fe es imposible agradar a Dios. Porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe y que recompensa a los que lo buscan. Por la fe no es, siendo advertido por Dios acerca de las cosas que aún no se veían con temor reverente, preparó un arca para la salvación de su casa, por la cual condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia que es según la fe. Pasando al versículo treinta y dos. ¿Y qué más diré? Pues, El tiempo me faltaría para contar de Gedeon, Barak, Sansón, Jefte, David, Samuel y los profetas, quienes por la fe conquistaron reinos. hicieron justicia, obtuvieron promesas, cerraron bocas de leones, apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada. Siendo débiles, fueron hechos fuertes, se hicieron poderosos en la guerra, pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. Las mujeres recibieron a sus muertos mediante la resurrección. Otros fueron torturados, no aceptando su liberación a fin de obtener una mejor resurrección. Otros experimentaron insultos y esotes y hasta cadenas y prisiones. Fueron apedreados, aserrados, tentados, muertos a espada. Anduvieron de aquí para allá, cubiertos con pieles de ovejas y de cabras, destituidos, afligidos, maltratados. de los cuales el mundo no era digno, errantes por desiertos y montañas, por cuevas y cavernas de la tierra, y todos estos, habiendo obtenido aprobación o habiendo obtenido testimonio Por su fe no recibieron la promesa, porque Dios había provisto algo mejor para nosotros, a fin de que ellos no fueron hechos perfectos sin nosotros. Hasta ahí en la lectura de la palabra. La verdad principal es que los siervos de Dios pasaron por muchas dificultades bien profundas que ponían a prueba su fe en Él. Aun cuando ellos experimentaron victorias terrenales, su fe era manifestada por una confianza creciente en Dios, su poder y sus propósitos. Entonces vamos a ver algunos de estos hombres de fe que están en los primeros versículos aquí. El punto uno ahí, varios hombres de fe, no es que estos hombres vivían con una fe constante y firme, no constantemente firme, más bien a pesar de tener sus propios defectos, fallas de fe, debilidades, llegaron a experimentar victorias increíbles en medio de derrotas seguras. No vamos a poder Bueno, ¿cuándo es que realmente crecemos? Cuando estamos pasando dificultad. ¿No ve? Si tenemos una vida muy fácil, sin problemas, sin retos, no crecemos. Y hay dos caminos, o uno crece, Bueno, entre la amargura muchas veces, ¿no? Y sigue el rumbo del mundo. Pero estas personas sí habían pasado por muchas experiencias difíciles, comenzando con las personas de aquí, en esta lista. Dice en el siglo treinta y dos y qué más diré? Pues me falta el tiempo, me faltaría para contar de. Quién? Gedeón de Barak de Sansón, Jefte, David, Samuel y los profetas. Así que vamos a ver a estas personas muy brevemente cada uno de lo que está diciendo aquí. Quién era Gedeón? Un hombre valiente, de mucho coraje, ¿lo cierto? No. En jueces, capítulo 6, versículo 15, jueces 6, 15 dice, Ah, señor, le respondió Gideón cuando estaba llamado, ¿cómo libraré a Israel? Mi familia es la más pobre en Manasés, yo el menor de la casa de mi padre. Pero Yahweh dijo, ciertamente yo estaré contigo y derrotarás a Madeán como a un solo hombre. Aún con eso, ¿qué es lo que pidió? Bueno, primero Dios hizo varias cosas para asegurarle de que sí o sí le iba a dar esa victoria por su mano. Subió fuego de la roca para consumir la carne y el pan que Gedeón había preparado ahí cuando llegó el ángel. El ángel de Yahweh también desapareció del aviso de Gedeón. El rocío, ¿no? Solo en el vellón y sin mojar la tierra. Luego, al revés, el vellón seco y la tierra mojada. Y luego, finalmente, tuve que bajar al campamento de los Marienitas para escuchar el sueño. de uno de ellos diciendo que había tenido un sueño que Dios iba a dar una victoria por mano de Gedeón. Y con todo eso, finalmente fue. No era un hombre de coraje, pero aún en medio de su muy poca fe, Dios estaba obrando. Pero él se resalta como, ¿qué dice aquí? En este capítulo de 11 de Hebreos, como una de las personas que se menciona, un hombre de fe, que al final de cuentas fue, hizo la voluntad de Dios. ¿Qué tal Barak? Por igual, era más o menos, ¿no ve? Este es el hombre que no quería ir a la guerra. Dijo Débora, la profetisa, si no vas conmigo, no voy a ir. ¿Y qué dijo Débora? Bueno, si hacemos de esa forma, la victoria no será tuya. Será más bien a una mujer. Y eso fue realmente una desgracia para ese hombre. Pero Barak dijo, por su falta de coraje, por su falta de fe en Dios, hizo de esa forma. Aún así, lo menciona aquí. Porque fue aún con esa falta de fe, lo hizo al final. Y nosotros muchas veces somos como Gedeon, somos como Barak. Y Dios no solo puede, pero sí obra por medio de nosotros. Pero el asunto es, no debemos quedarnos ahí. Debemos continuar creciendo nuestra fe. No debemos contentarnos con decir, bueno, yo tengo un poquito de fe y estoy bien. No. ¿Qué tal los siguientes dos personas? Sansón, Hefté. Bueno, si yo fuera el autor de Hebreos 11, ya estas primeras cuatro personas no habrían entrado aquí. Y creo que todos vivimos lo mismo, ¿no ve? Pero, ¿qué es lo que eso muestra? La gracia, el poder, la paciencia de Dios para con nosotros. Y, obviamente, ellos tenían mucho menos luz que nosotros tenemos. Pero, aún así, Dios es también paciente con nosotros. Aquí tenemos Jefte, primero vamos a ver. Era Galadita, un guerrero, esta vez, valiente. Tanto Sansón como Hefté no eran personas sin valor. Ellos eran hombres valientes, sin temor, en ese sentido. Y así que eran diferentes. Pero, como dije, no parecen que eran hombres piedosos por sus vidas. ¿Cómo fue la vida de Jefté? De madre ramera, echada de la familia y jefe de una pandilla. Y dice la palabra de hombres indignos. Entonces, no dice de hombres piedosos, tampoco. Rodeados de hombres indignos. Pero aún así Yahweh, Dios, le dio la victoria a él cuando fue llamado. Y dice en Jueces 11.29, El Espíritu de Yahweh vino sobre Jefteo, Jueces 11.29, Entonces Jefté pasó por Galahad, Manassés, luego pasó por Mishpa de Galahad, y de Mishpa de Galahad fue a donde estaban los amonitas. Y luego hizo su voto, el voto necio que hizo, pero luego Dios le dio la victoria por medio de su mano. Otro ejemplo. Cada persona aquí es muy distinta. Hay que entender. Tiene un trasfondo muy distinto. Así que no podemos decir, bueno, yo vengo de este trasfondo, así que Dios no puede usarme a mí. El Jefe de Madre Ramera. Echada de la familia. Por otro lado Sansón, que era Sansón concebido milagrosamente porque nació de una mujer estéril. Tenía padres piedosos. Fue criado conforme a las instrucciones de Dios y fue criado en el temor de Yahweh Dios para obedecer su ley. Pero su vida en sí, ¿cuál fue su debilidad? Las mujeres. Se casó con una mujer filistea. Y obviamente fue en contra de la ley de Dios, aunque dice la palabra que Dios lo usó para dar una razón para ir en contra de los filisteos. Y luego tenía una relación prolongada con una ramera, ¿no? Dalila. Pero al final de su vida pidió la ayuda especial de Dios para vengarse de los filisteos. Y eso, aunque era por decir por venganza, lo cual tampoco es una motivación correcta, Dios lo usó. Y él pidió a Dios esa fuerza. David, Obviamente David era un hombre piedoso y él está puesto como ejemplo de fe y confianza. El resumen de su vida se encuentra en 1 Reyes 15, 5. 1 Reyes 15, 5. Porque David había hecho lo recto ante los ojos de Yahweh. Y no se había apartado de nada de lo que él le había ordenado durante todos los días de su vida, excepto en el caso de Urias y Litita. Entonces aquí, este resumen, obviamente, de la vida de David, había hecho lo recto ante los ojos de Yahweh. ¿Y cuáles son algunos eventos? Obviamente nosotros habíamos incluido a David aquí en este capítulo. ¿No? ¿Por qué? Cuando era joven, cuidando las ovejas, mató a un león, un oso. Luego mató a Goliat. ¿Confiando en quién? en el Señor, en Yahweh, en el poder de Dios. Confiaba en la protección de Yahweh también cuando Saúl, el rey, quería matarlo. Ni siquiera levantó la mano para matarle al rey cuando tenía la oportunidad. Confiaba en Yahweh para ser el rey en su tiempo. Confiaba en Yahweh para derrotar a sus enemigos. Muchas batallas. Y así él es alguien que Dios dio muchas de estas victorias terrenales. Recuerden que muchas de estas personas o del pueblo en sí pasaba por dificultades y por mano de estos hombres les daba la victoria. Samuel De niño fue dedicado al Señor. Vivió su vida entera en servicio a Dios. Como niño escuchaba la voz de Dios. Juzgaba a Israel con justicia y era profeta fiel quien llamaba al pueblo a seguirle Yahweh, Dios. Advertía a los israelitas del peligro de tener un rey y luego Ungió los primeros dos reyes y también advirtió a Saúl respecto a su mal camino. Pero, tristemente, ¿qué es lo que no hizo bien? Criar a sus propios hijos. No crió bien a sus propios hijos. Estos hombres eran hombres como nosotros, personas como nosotros, con sus defectos, sus pecados, pero Dios obraba por medio de ellos. Y Dios está obrando y va a seguir obrando por medio también de nosotros. a medida que nosotros sigamos creciendo nuestra confianza en él. Luego dice, y muchos profetas, muchos, y los profetas, dice. Y podemos hablar de Elías, ¿no? El que profetizaba en medio de la perversidad de Acab y Jezabel. Él pensaba que era el único que estaba todavía con vida. Pero, ¿qué es lo que dijo Yahweh Dios? Todavía tengo siete mil que no se han arrodillado delante de Baal. O el profeta Isaías. Él fue mandado a un pueblo cerco y rebelde. Y en sí, vamos a hablar de él más en el siguiente. Y había muchos otros profetas que enunciaban la palabra de Dios muchas veces en medio de dificultad, rebelión y oposición. Ellos no gozaban de vidas placenteras ni fáciles. Sin embargo, confiaban en Yahweh Dios para realizar el ministerio al cual habían sido llamados. Y es interesante, cuando uno pasa viendo los profetas, cada uno, obviamente, si generalizamos, tenían más o menos el mismo ministerio, ¿no? de hablar de arrepentimiento, de volver a Dios, de promover la ley de Dios, de juicio. Pero en sí, cuando vemos sus vidas, sus llamados más específicos, cada uno tenía un llamado específico para ir a este lado, o a este pueblo, o hacer esta clase de llamado, hacer más profecías, lo que sea. Cada uno tenía su llamado particular de parte de Dios. Y es igual, en ese sentido, cada uno de nosotros tenemos el lugar que nos corresponde en el cuerpo de Cristo que Él tiene para nosotros. Pasando al punto dos, victorias colectivas de fe. Y quiero enfatizar algo aquí que a veces creo que podemos pasar desapercibido aquí en estos versículos. Muchas veces las victorias que Yahweh dio por medio de la fe de sus siervos eran victorias que beneficiaban a muchas personas, por decir, todo su pueblo. Y dice en versículo treinta y tres, ¿Quiénes? Hablando de las personas en versículo treinta y dos, por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia, obtuvieron promesas. Y luego la última parte de treinta y cuatro, siendo débiles, fueron hechos fuertes, se hicieron poderosos en la guerra, pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. Y de todos esos ya podemos ver ejemplos de lo que se habla ahí de las personas en versículo 32. Pero quiero que meditemos en esos logros de esas personas por la fe, confiando en Yahweh Dios, y quiénes beneficiaban de eso. ¿Quiénes eran los beneficiarios de la fe de esas personas? Lograr, hay que recordar otra vez que era sólo por medio de la fe. Y segundo, es lo que vamos a estar viendo aquí, no sólo esas personas, no sólo era Sansón, no sólo era Jefté, no sólo era David, ¿Quién era el beneficiario de su fe? ¿Quién más? Si tú tienes, y voy a hacer eso con una pregunta, si tú tienes fe en Dios, en medio de circunstancias difíciles, en medio de circunstancias contrarias, como para tener una calma, paciencia, una confianza real en Dios, ¿Cómo va a afectar a tu familia? ¿Cómo va a afectar a la iglesia? Y aún a los incrédulos. Cuando uno, yo creo que he mencionado esto antes, pero cuando mi hermana estaba ya al punto de la muerte, a esa puerta de muerte, ella tenía el gozo del Señor todavía en su vida. Y era una persona que era testimonio o daba testimonio de su confianza en Dios. Y fue de esa forma realmente un testimonio que llamaba la atención a muchas personas. Cuando confiamos en Dios en medio de la dificultad, ¿qué es lo que hacemos? Por decir, contagiamos o podemos contagiar a otros con esa misma confianza. Con esa misma confianza. Por igual, cuando desconfiamos en el Señor, ¿qué es lo que hacemos? Contagiamos a otros con esa desconfianza. Estuvimos hablando de los 10 espías anoche. Cuando ellos registraron la tierra prometida, ellos volvieron desconfiados. Y ese es el mensaje que transmitieron. Pero, por otro lado, lo que estamos viendo aquí. ¿Qué es lo que estas personas hicieron? ¿Cuáles logros realizaron estas personas que beneficiaban a todos los demás? Dice en versículo 33, Hebreos 11, 33, Por la fe conquistaron reinos. Conquistaron reinos. Y la última parte del versículo 34, se hicieron poderosos en la guerra. Pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. Y obviamente podemos ir leyendo el Antiguo Testamento y viendo una lista larga de naciones y enemigos que los israelitas conquistaron para entrar y poseer la tierra prometida. ¿Y quiénes eran los beneficiarios? de esas conquistas, de esa confianza en Dios, de esas personas, eran sus hijos, sus nietos, su descendencia, ¿no ve? Yahweh Dios obró poderosamente por medio de sus siervos y beneficiaba a todo el pueblo. Segundo de Samuel, capítulo 8, Registra varios de las victorias de David. Segundo de Samuel 8, 1. Después de eso, David derrotó a los filisteos y los sometió. David tomó el mando de la ciudad principal de la mano de los filisteos. También derrotó a Moab y luego en los siguientes versículos 3. También derrotó a Adad Eser, hijo de Reob, rey de Soba. Y continúa ese pasaje hablando de las victorias de David. Y que el pueblo de Israel después de esas victorias gozaba de paz. Tranquilidad, porque confiando en Dios habían derrotado a sus enemigos. Versículo 3, perdón, volviendo a Hebreos 11, versículo 34, siendo débiles, dice una frase ahí, fueron hechos fuertes. Siendo débiles, fueron hechos fuertes. Y obviamente eso habla de cómo Dios obró por medio de la debilidad humana, pero una debilidad humana con confianza en Dios. David, por ejemplo, cuando estaba frente a Goliat. ¿Quién tenía la ventaja humana? Goliat, obviamente. Gedeón. Y podemos hablar de muchas otras victorias que Dios dio por ese medio. Pero quién es, otra vez, volviendo al punto que quiero enfatizar en este momento, Fue un beneficio colectivo de esas personas que gozaban, no solo David, sino el pueblo entero. También versículo Hebreos 11, 33, obtuvieron promesas, obtuvieron promesas. Obviamente Dios había dado promesas a los israelitas en el Antiguo Testamento. ¿Y quiénes eran los beneficiarios de obtener, de recibir esas promesas? Muchas veces no eran las personas a las cuales Dios les había dado esas promesas. Por ejemplo, ¿quién finalmente recibió y disfrutó de la tierra prometida? la segunda generación que había salido de Egipto. Y dicen en Josué capítulo 21, 3, perdón 43, Dice de esa manera Yahweh dio a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres y la poseyeron y habitaron en ella. Y Yahweh les dio reposo en derredor conforme a todo lo que había jurado a sus padres. Así que obtuvieron promesas. ¿Quiénes obtuvieron las promesas? No solo eran las personas que habían recibido las promesas, pero luego eran los beneficiarios de todo el pueblo. Dice, también tenemos obviamente las promesas de salvación y muchas otras promesas que nosotros mismos, ¿quiénes son los beneficiarios de eso? En Gálatas 4 habla de que cuando había venido la plenitud del tiempo, Dios envió a su hijo, nacido de una mujer, nacido bajo ley. Y la promesa de Dios, también nosotros somos los que beneficiamos. La fe, estamos sobre la fe, o estamos, como decir, viviendo porque los hombres, las personas que nos precedieron han vivido por fe. La fe que tú tienes cuando realmente confías en el Señor, no sólo para ti, realmente tiene un efecto mucho más amplio, mucho más amplio de lo que nosotros pensamos. Dice en Filipenses 1, 12, Filipenses 1, 12. Quiero que sepan, hermanos, que las circunstancias en que me he visto han redundado en un mayor progreso del Evangelio. De tal manera que mis prisiones, Pablo estaba en prisión, por la causa de Cristo, se han hecho notorias en toda la guardia pretoriana. y a todos los demás. La mayoría de los hermanos, confiando en el Señor por causa de mis prisiones, tienen mucho más valor para hablar la palabra de Dios sin temor. ¿Por la fe de quién? Pablo. Fue una fe contagiosa. Afecta a muchas otras personas. Pasamos a la última frase en versículo 33 de Hebreos, Hebreos 11, 33, dice hicieron justicia, hicieron justicia. Otra vez podemos hacer la pregunta ¿qué es el efecto de una persona, un grupo de personas quienes confían en Yahweh Dios como para promover la justicia real? Cuando Dios Bueno, cuando Samuel ungió el primer rey y luego había órdenes para los reyes de Israel, aunque no fue conforme al plan de Dios para tener reyes, también Dios les concedió eso, pero dijo, los reyes tienen que meditar, escribir y meditar en la ley de Dios todos los días de su vida. ¿Por qué? Para promover la justicia. para promover la justicia. ¿Y quiénes son los que benefician? Si las autoridades, cualquier autoridad, padres, pastores, gobernantes civiles, cuando las autoridades promueven lo que es justo y correcto, en Israel se puede ver eso. Cuando había justicia, había paz y tranquilidad. cuando las autoridades promovían la injusticia, todo lo contrario. Debemos entender que nuestra fe, nuestra confianza en Dios, obviamente nos afecta a nosotros, pero también afecta a todos los demás también. Proverbios treinta y uno, ocho y nueve. Proverbios treinta y uno, ocho y nueve. Abre tu boca por los mudos, por los derechos de todos los destichados. Abre tu boca, juzga con justicia y defiende los derechos del afligido y del necesitado. Dios nos ha puesto también para ponernos en ese hacer esa clase de justicia, es decir, ayudar a las personas que están siendo atropellados. Y obviamente eso es conforme a la fe, confiando en Dios. Y hoy en día, por ejemplo, hay mucho tráfico de niños, tráfico de personas. Y obviamente nuestra Nuestras posibilidades en eso no son muchas porque no somos autoridades, ni jueces, ni esas... ¿Pero qué es lo que podemos hacer? Orar. También hablar de esas cosas. Y denunciar. Porque están mal. Y cuando vemos una situación a la cual sí podemos intervenir, debemos hacerlo. Eso es lo que le agrada a Dios. Entonces, cuando nosotros practicamos, cuando vemos los ejemplos en el Antiguo Testamento de las personas que vivían por fe, obtuvieron promesas, practicaron también la justicia. ¿Quiénes eran los beneficiarios? Todos. Pasando al punto tres, victorias personales de fe. Y en este caso, obviamente, había momentos en que se salvó la vida de una persona en particular. En varias ocasiones Yahweh obraba de forma milagrosa para resguardar las vidas de sus santos. Dice en la primera parte del versículo 32, o en la segunda, en 33, dice, cerraron boca de leones, ¿no? Casi al final, perdón, de 33, cerraron boca de leones. ¿A quién se refiere? puede ser Sansón, David, ¿no? Había varios ejemplos. Yo creo que el ejemplo más destacante es Daniel, ¿ok? Daniel en el foso de León, de Leones. Apagaron la violencia del fuego, como hemos dicho, de Sadrach, Mesach y Abednego. Y luego dice, escaparon del filo de espada. Y es interesante pensar en eso, solo un momento. ¿La espada de quién? En la mayoría de los casos, tal vez en todos, la espada de los gobernantes, de los reyes. ¿Quiénes querían matar, por ejemplo, a los profetas? Los profetas denunciaban la maldad de gobernantes mayormente. ¿Quién le ha dado al gobierno civil la espada? Dios. ¿Para castigar a quiénes? ¿Los que hacen bien o los que hacen mal? los que hacen mal. Pero en este caso, estas personas estaban haciendo bien. Y Dios los salvó de esa espada que Dios mismo había dado a esos gobernantes, pero ellos estaban ejercitándolo mal. Tenemos el rey Saúl, la reina Jezabel, tenemos otros reyes de Israel que hacían eso. ¿Y quién es el que resguardó la vida de sus siervos? Era Dios mismo. Y lo que vamos a estar viendo la próxima semana es, otros fueron matados a espada. ¿Quién tiene nuestra vida en sus manos? Dios. Dios tiene nuestra vida, nuestra vida en sus manos. Finalmente, ¿qué dice el último, la última parte, o el versículo 35, pasando el cuarto punto ahí? Por la fe, vida de muerte. Por la fe, vida de muerte. Yahweh Dios es poderoso hasta resucitar de entre los muertos por la fe. Kissimmee, que dice en el Antiguo Testamento, leemos que tanto Elías como Eliseo resucitaron a jóvenes que estaban muertos y se los devolvieron a sus madres. La viuda de Sarepta, que no era de Israel, creyó después de recibir a su hijo de manos de Elías. Ella dijo Ahora sé que eres hombre de Dios y que la palabra del Señor que viene viene de tu boca es la verdad. La mujer Tsunamita vino a Eliseo porque sabía que este hombre de Dios sería el instrumento de Dios para resucitar de entre los muertos a su hijo. Así que aún en el Antiguo Testamento, en algunas ocasiones, Yahweh Dios obró para dar vida a alguien que había muerto. Había esa confianza. Obviamente, esos profetas tenían esa confianza en Yahweh Dios hasta resucitar a los muertos. ¿Cuál es, cuando pensamos, y quiero, vamos a ir cerrando con eso, cuál es el milagro más, cómo decir, sorprendente que Dios está haciendo cada día. Es levantar de los muertos espirituales. ¿No? Porque uno, aquí tenemos levantar de los muertos físicamente, pero ¿qué tenían que hacer otra vez esas personas? Morir otra vez. ¿No? Físicamente. Tenían que pasar dos veces por la muerte física. Pero una vez levantado de la muerte, una persona espiritualmente ya tiene la vida eterna. Y eso es lo que Dios hace también por medio de la fe. Es decir, nosotros, ¿por qué oramos por otras personas? ¿Por qué testificamos la palabra de Dios a ellos? es porque Dios usa esos medios para llamar a las personas a Él. Recordemos que en estas victorias terrenales que todas estas personas experimentaron, muchas veces ellos tenían que pasar por profundos valles de dificultad para llegar a esa victoria terrenal. No es que tenían una vida placentera sin dificultad. Confiaban en Dios en medio de circunstancias muchas veces totalmente contrarias, derrotas seguras, no había posibilidad de ganar la victoria. Ya ha muerto la persona. ¿Qué se puede hacer? Pero Dios es poderoso. Y en esas circunstancias, Él dio la victoria a esas personas, unas victorias terrenales. Dios tiene ese poder, pero también tiene el derecho de decir, en este caso sí, en este caso no. ¿Qué es lo que nos corresponde? Y con eso quiero terminar esta mañana leyendo de Daniel otra vez. Daniel 3, 16. Sadrach, Misach y Abednego le respondieron al rey, al rey Nebucodonosor. No necesitamos darle una respuesta acerca de este asunto. Ciertamente nuestro Dios A quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente y de su mano el Rey nos librará. Pero si no lo hace, lo cual puede ser, ha de saber el Rey que no serviremos a sus dioses ni adoraremos la estatua de oro que ha levantado. Vamos a orar. Gracias, Señor, por esta mañana. Gracias por lo que hemos visto aquí en tu palabra. Varias personas que experimentaron muchas victorias terrenales solo por confiar en ti. Pero ayúdenos a entender, Señor, que Lo que aquí experimentamos en ese sentido de una victoria terrenal o un, por decir, derrota terrenal, está en tus manos. Lo que nos corresponde es tener una respuesta como estos tres hombres. Es decir, no vamos a adorar, no vamos a servir lo que no es el Dios verdadero. Ayúdenos, Señor, a realmente seguir creciendo nuestra confianza en ti, entendiendo que el primer milagro más destacante, que más nos debe llamar la atención, es lo que tú haces en resucitar a una persona de la muerte espiritual. Y luego de eso, Señor, no es que nos provees de las cosas materiales. No es que tenemos una mejor casa y esas cosas. Más bien, tu obra cada día en nuestras vidas para transformarnos a la imagen de Cristo. Ayúdenos, Señor, a entender que por la fe continuamos creciendo en ti. Y continuamos también, por decir, contagiando a otros para que tengan también esa misma fe que nosotros tenemos. Y ayúdanos que eso, todo eso es solo por el poder y también por la obra perfecta de Jesucristo. En tu nombre santo, amén.
Las victorias por la fe
Series Hebreos
Verdad principal: Los siervos de Dios pasaron por muchas dificultades bien profundas que ponían a prueba su fe en Él. Aun cuando ellos experimentaron "victorias terrenales", su fe era manifestada por una confianza creciente en Dios, Su poder, y Sus propósitos.
por omisión todas las citas de (NBLA) Nueva Biblia de las Américas - antes (NBLH). Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy® (Spanish). © 2005 por The Lockman Foundation. Derechos Reservados, Version 1.1. www.NuevaBiblia.com
Sermon ID | 22425133597655 |
Duration | 54:16 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Hebrews 11:32-35 |
Language | Spanish |
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