00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
El mensaje que tengo para ustedes hoy es llamado Sumisión Humilde. Y Carlos Spurgeon, el príncipe de los predicadores, enseñó que el versículo que veremos hoy, Primera de Pedro 5.5, se enfoca en la humildad y que ésta, la humildad, es una virtud esencial para los cristianos. Este versículo es como una llamada a la humildad mutua dentro del cuerpo de Cristo. Y es tan cierto porque la humildad no es sólo una virtud individual, sino una actitud que debe caracterizar a toda la comunidad cristiana. La realidad es que Dios se opone a los soberbios y resiste sus esfuerzos. Y no importa cuánto usted se sacrifique en sus esfuerzos, usted no puede, por dar un ejemplo, empujar fuertemente contra un roble hasta que se caiga. Es imposible. A no ser que Dios tale ese árbol, usted no le hace cosquillas al árbol. Y en un sentido, en todo lo que son emprendimientos para la gloria de Dios, para edificar la iglesia de Dios, requiere de que tengamos una dependencia total de Dios. Y lo opuesto entonces a este obrador orgulloso de que confía solamente en sus propias fuerzas, lo opuesto a esto es que Dios concede gracia a aquellos que se humillan. En este sentido, la humildad es una clave para recibir las bendiciones divinas. Si usted desea recibir bendiciones divinas, sobre todo para que le faculte, para servir mejor, para vivir una vida para la gloria de Dios, para parecerse más a Cristo, bueno, sea humilde. Al ser humilde va a estar en la actitud correcta donde Dios le va a ayudar a entender mejor su palabra, tener la actitud correcta para poder prevenirse de pecados específicos, y poder aplicar su palabra. La humildad es una bendición, verdaderamente es algo que Dios da a sus hijos a través del Espíritu Santo como una virtud y todo lo contrario es la soberbia que impide que una persona reciba la gracia de Dios. Esta soberbia puede manifestarse de distintas maneras, a veces es simplemente a través de una resistencia al aprender o al querer aprender. Pero como vemos, esta sección en el capítulo 5 exuda en su llamado a la humildad. Y es ese llamado a la humildad que tiene que quedar claro que es para todos los que conforman la Iglesia de Cristo. Y es a veces ahí también cuando queda claro que las ovejas son más receptivas a esa palabra y pueden, porque son nacidas del Espíritu Santo, aplicar estas, digamos, pautas de ser humildes y en un sentido es todo lo contrario a lo que le pasa a las cabras, aquellos que no son verdaderos hijos de Dios pero están en el grupo por un tiempo y en algunas ocasiones van a estar, digamos, actuando y por ahí pareciendo que pueden ser humildes, y a veces sí hay momentos de humildad en ellos, pero el punto es que no tienen la naturaleza, no son nacidos del Espíritu Santo de Dios que les va a permitir escuchar la Palabra de Dios y aplicarlo. Entonces, ese llamado a la humildad de que Pedro está hablando aquí es para todos los que conforman la iglesia. De la misma manera, debo aprovechar para recordarles que si bien en los primeros cuatro versículos que hemos visto hasta ahora, Pedro acaba de hablarle a los ancianos de la iglesia, Los principios bíblicos que Pedro está compartiendo aquí y que ha compartido con ellos, con los ancianos, también pueden ser aplicados por todo cristiano. Lo que empezamos a ver entonces, desde que comenzamos el capítulo 5, es cómo deben pastorear los ancianos. Y el último domingo vimos cuál es la recompensa que ellos, los ancianos, recibirán por llevar adelante un ministerio que glorifica a Cristo. Y nuevamente, esos principios de la recompensa aplican a cada uno de los creyentes que ministran para la gloria de Cristo. Haciendo qué? Al edificar la iglesia a través de su servicio, usando los dones que Dios les ha dado. Y ahora, Pedro continúa su instrucción apostólica hablando de una manera más general. Ahora ya le habla a toda la iglesia y específicamente va a hablar de una obligación para todos los miembros de la iglesia. ¿Y cuál es esa obligación? Es ser humildes, actuar con humildad en sus relaciones personales, y en la manera en la que conducen, en la manera en la que llevan a cabo su ministerio para la gloria de Dios. Entonces leemos en el versículo 5.5, Pedro escribe, Así mismo ustedes, los más jóvenes, estén sujetos a los mayores, y todos revístanse de humildad en su trato mutuo. Porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes. Y como les dijera anteriormente, este mensaje es titulado Sumisión Humilde. Y deseo dividir el mensaje en tres puntos. Punto número uno, sumisión humilde de los más jóvenes. Punto número dos, sumisión humilde de todos. Y punto número tres, sumisión humilde aprendida desde el Antiguo Testamento. Entonces, comenzando con nuestro primer punto, su misión humilde de los más jóvenes, Pedro nos enseña que la humildad es clave para recibir las bendiciones divinas. Y aplicar este principio nos va a ayudar a cada uno de nosotros a ser siervos más efectivos. Y al comenzar con esta primera parte del versículo, vemos que dice esto, asimismo ustedes, los más jóvenes, estén sujetos a los mayores. Y las preguntas lógicas que surgen cuando vemos esa parte es, ¿a quién se refiere Pedro? ¿Son estos más jóvenes de edad o más jóvenes en la fe? Y antes de contestar esa pregunta debemos ver la conexión que está haciendo el apóstol aquí con el material anterior, los primeros cuatro versículos del capítulo 5. Pedro dice asimismo, la Nueva Biblia de las Américas lo dice así, o igualmente lo tiene usted ahí en la Reina Valera, Y esto, hermanos, nos indica que las instrucciones a estos más jóvenes es parte de la categoría más amplia de las cuales tomaban también parte las instrucciones anteriores. O sea, está relacionado. Y esto claramente indica que Pedro se está dirigiendo a distintos roles en la congregación. Los ancianos los que no son ancianos, y a toda la congregación en general. Parecería que son tres grupos, o pueden ser vistos como dos grupos. Entonces, ahora que hemos establecido que este versículo continúa lo que Pedro les está diciendo a toda la congregación, pero dirigiéndose a un grupo a la vez, ahora sí debemos contestar la pregunta. ¿A quién se refiere Pedro con los más jóvenes? son estos más jóvenes de edad o más jóvenes en la fe? O, como sugiere la reina Valera, simplemente son jóvenes. Bueno, este es un asunto interpretativo, obviamente, y en un sentido, en esta pequeña carta Eso es una de las, digamos, interpretaciones, los asuntos interpretativos más difíciles de la Carta. Y verdaderamente no es que sea muy importante, si se refiere a jóvenes de edad o más jóvenes en la fe, Pero, ¿qué es lo que sabemos? Al menos acá en el Ministerio Hispano de Berea, que cuando estudiamos la Palabra de Dios debemos darle y tomar el compromiso de enfrentar esos desafíos de interpretación porque queremos ser fieles a lo que el escritor original escribió en el lenguaje original. lo que Dios está comunicando. Entonces, así pareciera que no es algo muy importante, necesitamos tomarnos el tiempo, darle la seriedad que esto amerita. Así que, aquí vamos. Si miramos al significado de la palabra en griego, es una palabra neos, significa alguien que es joven de edad. O sea, ese es el término general. Pero a su vez también acarrea el significado de novato o neófito. Entonces tenemos que tener eso en consideración también. Lo que puede entenderse como el contraste natural a ser un anciano, un anciano de la iglesia, no un anciano de edad. Por ejemplo, miren, en las calificaciones para los ancianos, los que gobiernan la iglesia, Pablo le dice a Timoteo que no debe ser un recién convertido, no sea que se envanezca y caiga en la condenación en que cayó el diablo. Primera de Timoteo 3.6. Entonces, ¿qué es lo que vemos ahí? Por ejemplo, la reina Valera usa la palabra neófito. La Biblia, Nueva Biblia de las Américas, recién convertido. Pero Neófito, una idea que debemos descartar es que se refiere a los diáconos. Hay un grupo de comentaristas que dicen, no, cuando habla de los más jóvenes se refiere a los diáconos. No. No hay asidero bíblico para creer que los más jóvenes son los diáconos. Un caso es, ¿vieron los tres viejos que pasaron acá en los nuevos diáconos que tenemos? Nada. Pero bueno, no hay asidero bíblico para creer que los más jóvenes son los diáconos. Así que se podría interpretar de las dos maneras, como joven de edad o como que Pedro se refiere a una posición de autoridad. Esas son las dos posibilidades con que nos deja esto hasta ahora. O Pedro se refiere a todos los jóvenes en general, o Pedro se refiere a todos aquellos en la iglesia que no son ancianos. Pero de todas maneras, hay algunos que se inclinan por creer que esto se refiere a jóvenes de edad. Y quiero volver un poco atrás a que sí se pueden identificar tres grupos. ¿Por qué? Los ancianos, los que están gobernando la iglesia, los que no son ancianos, que usted dirá, pero ¿no es el resto de la iglesia? No, porque los que no son ancianos son hombres. y luego el resto de la iglesia, hombres y mujeres. Porque recuerden, los ancianos de la iglesia, los que no son ancianos, pero que calificarían para ser ancianos, o están en el trayecto, en el recorrido de hacerse ancianos, pero en el momento no son, y luego el resto de la iglesia. Entonces podemos identificar tres grupos. Hay un grupo de comentaristas que cree que esto se refiere a jóvenes de edad. Dado que Pedro está hablando de una posición eclesiástica al traer a los ancianos, en los versos 1 y 4, donde habla de los ancianos específicamente, para luego en el 5 referirse a mayores de edad, Eso es lo que trae a veces un poco la confusión. ¿Por qué habla de ancianos, gubernamental, algo que tiene que ver con posición de autoridad en la iglesia? ¿Por qué luego en el versículo 5 dice mayores de edad, como hay algunas interpretaciones? Y ese es el problema cuando también uno elige una determinada interpretación, porque luego va a cambiar el sentido. Esto en un sentido sería la comprensión natural, por ejemplo, al leer la Nueva Biblia de las Américas. ¿Qué es lo que dice ahí? Vamos a leerlo de nuevo. Así mismo ustedes, los más jóvenes, estén sujetos a los mayores. Y todos revístanse ante humildad en su trato mutuo. Bueno, allá vamos a ver eso aparte. Pero cuando uno lo lee así, estén sujetos a los mayores, parece que específicamente está hablando de edades. Ahora, una idea que ha sido provista por algunos, es que esto refleja la idea de un grupo de jóvenes. De que acá se trata de un grupo de jóvenes, que si bien no llegaban a estar en liderazgo, eran confiados con responsabilidades. Y a veces, ¿qué es lo que pasaba con este grupo de jóvenes? Se excedían en su celo, en su pasión, entonces debían ser, ¿qué? Calmados, aplacados. No, sométanse. Sométanse, por favor, en humildad a sus ancianos. Entonces, este grupo de jóvenes a veces tan apasionado al punto de caer en el peligro de desafiar la autoridad de los ancianos, cuando no estaban de acuerdo con alguna medida de liderazgo, puede ser, según algunos, que se esté refiriendo a ese tipo de grupo. Y debo reconocer que hay pasajes que hablan específicamente, en la Biblia, a un grupo de jóvenes. Al grupo de jóvenes de la iglesia, por ejemplo, miren, en Tito, capítulo 2, versículo 6 al 8, Pablo escribe, asimismo, exhorta a los jóvenes a que sean prudentes. Muéstrate en todo como ejemplo de buenas obras, con pureza de doctrina, con dignidad, con palabra sana e irreprochable, a fin de que el adversario sea vergüence al no tener nada malo que decir de nosotros. También de que hay un grupo de jóvenes se aprecia en Primera de Timoteo. Cuando Pablo le aconseja al joven Timoteo no reprendas con dureza al anciano, sino más bien exhórtalo como a padre, a los más jóvenes, ahí está el grupo, como hermanos, a las ancianas como a madres, a las más jóvenes como hermanas con toda pureza. Primera de Timoteo 5 del 1 al 2. Y otro pasaje que apunta a reconocer que la Biblia nos muestra una división de la congregación basado en edades es Hechos 2.17. Dice, y sucederá en los últimos días, dice Dios, que derramaré de mi espíritu sobre toda carne, y sus hijos y sus hijas profetizarán. Sus jóvenes verán visiones y sus ancianos soñarán sueños. Y también que estoy haciendo, de que sí hay un grupo que afirma que lo que Pedro se refiere aquí con los más jóvenes son más jóvenes de edad. Y les estoy dando, para ser justo, varios pasajes que hablan sí e identifican sí un grupo que es un joven de edad. Ahora, recordemos, por ejemplo, el grupo de jóvenes. ¿Vieron qué famosos que son los jóvenes acá en la Biblia? Hay un grupo de jóvenes en la iglesia de Jerusalén que tuvieron este honor, miren. Retiraron el cuerpo sin vida de Ananías y Zafira. Luego de haber sido ajusticiados por el Espíritu Santo, lo vemos en Hechos 5, 5.6, 5.10, el grupo de jóvenes en la iglesia retira los cuerpos. Ahora, También el apóstol Juan reconoce un grupo de jóvenes. El grupo de jóvenes en la iglesia es reconocido cuando Juan se dirige a padres, jóvenes y niños. De los jóvenes dice que son fuertes y la palabra de Dios permanece en ustedes y han vencido al maligno. Primera de Juan 2, 12 a 14. Podemos ver que, justificadamente, hay un grupo que dice, no, acá Pedro se está refiriendo a jóvenes de edad. Entonces, cuando volvemos a 1 Pedro, pero ahora lo aplicamos al contexto, no solamente viendo la palabra, no solamente viendo que sí la Biblia habla de un grupo de jóvenes. Cuando volvemos a 1 Pedro y vemos el contexto, considerando el versículo 1, el 2, el 3 y el 4, y el versículo 5 ahora, claramente esto vemos de que habla de ancianos que lideran la iglesia. Por lo tanto, no es una cuestión de edades, sino de posición eclesiástica. Entonces, cuando consideramos todas las opciones, es más lógico entender que Pedro se está refiriendo a los que son más jóvenes, son los más jóvenes ¿qué? En la fe. no es una cuestión de edad, son los más jóvenes en la fe, son aquellos que todavía no calificaban para ser ancianos. Pero al mismo tiempo, dado que en líneas generales los ancianos provenían de una generación mayor en edad, también se puede entender que estos más jóvenes No solamente eran más jóvenes en lo que tiene que ver con su caminar en la fe, con su sabiduría, sino que también eran jóvenes de edad. Podemos reconocer eso. Pero en lo que tiene que ver a la comprensión de a qué se refiere Pedro con los más jóvenes, tiene que ver que son los más jóvenes en la fe. Aquellos que todavía no califican para ser ancianos. ¿Y cuál es el mandamiento? Ya nos quedamos de acuerdo entonces de a qué grupo se refiere. Recuerden, ancianos, los más jóvenes, hombres que podrían ser ancianos pero que todavía no están maduros y luego toda la congregación. Ahora, ¿cuál es el mandamiento que se le da a estos más jóvenes? Que estén sujetos, que se sujeten. Y esta, hermanos, es la quinta vez que Pedro usa este término, sujetar, sujetarse. Y se refiere a que debemos obedecer lo que aquellos que están en autoridad sobre nosotros determinan que es el paso correcto a seguir. Debemos seguir su liderazgo. Con respecto a esto, miren, al tema de seguir el liderazgo en humildad, Juan Calvino enseñó que la humildad no sólo es un acto de obediencia a los ancianos de la iglesia, sino que habla de una actitud que refleja cuál es la disposición de los jóvenes de vivir conforme al carácter de Cristo. ¿Por qué? Porque Él es el ejemplo perfecto de humildad. O sea, cuando entendemos que estos más jóvenes son llamados a sujetarse y eso requiere humildad, aquel que se sujeta no lo hace simplemente porque es el mandato y para quedar bien con los ancianos de la iglesia. Lo hace porque entiende que el ejemplo perfecto de humildad es Jesucristo y Él quiere ser más como Cristo. Si bien esta humildad se refleja en respeto y sumisión, esto no significa que los jóvenes se convierten, digamos, en esclavos de los ancianos. No hay ahí un abuso, no tiene que haber. El punto aquí es la humildad, que como dijo Calvino, es la base de todas las virtudes cristianas. Es la humildad, hermanos, lo único que nos va a ayudar a poder sujetarnos. Es la humildad la que produce la sumisión natural. Entonces, el mandamiento que Pedro le da a estos más jóvenes en la fe es que estén sujetos, que se sujeten. Que aunque estén llenos de pasión, de energías, de buenas ideas, de querer revolucionar la Iglesia, que lo hagan en humildad, en plena sujeción a lo que los ancianos de la iglesia están determinando que es el sentido en el que la iglesia está yendo. Entonces el mandamiento que Pedro le da a los más jóvenes es eso, sujétense, muestren humildad. En el punto dos de este mensaje, sumisión humilde, vamos a ver que es una sumisión humilde de todos, no solamente de este grupo de los más jóvenes en la fe. Esta sumisión ahora es para el tercer grupo, está incluyendo a todos, hombres y mujeres, jóvenes, niños. Ahora continúa Pedro diciendo, y todos, Revístanse de humildad en su trato mutuo. Y como les decía, es la quinta vez que Pedro usa este término, sujetar, sujetarse. Y al Pedro usarlo en este contexto, recuerden el contexto es rey, no podemos sacar, extraer un versículo como dice ese dicho, un texto sin su contexto es un pretexto. Entonces Pedro, al usar este sujetar, sujetarse en este contexto, está dando a entender que la Iglesia también, aquellos que están leyendo, es una entidad social que ya está reconocida. ¿A qué me refiero con esto? Miremos las veces anteriores en las que Él usó este término sujetarse. Recordemos que el apóstol ya le había pedido a todos los creyentes que se sometan a las autoridades gubernamentales, o sea los trata como ciudadanos, algo oficial. algo que la sociedad identificaba como una identidad social, ser un ciudadano que se somete a las autoridades gubernamentales. Pero también Pedro usa este término sujetar, sujetarse, al referirse a los esclavos que se someten a sus amos, otra entidad social que estaba establecida, reconocida, En nuestro caso, en el siglo XXI, tiene que ver en el marco del trabajo, de las sociedades, digamos, que contratan sus empleados y hay una relación laboral. Pero otra instancia donde Pedro usa este sujetar-sujetarse es cuando habla de otra entidad social muy importante, ¿cuál es? El matrimonio. Les había pedido a las esposas que se sometan a sus esposos. Porque cuando las esposas no se someten a sus esposos, eso es matricidio. Eso lo inventé yo, perdónenme. No, es el matrimonio, estamos llamados a sujetarnos los unos a los otros, y las esposas son llamadas a sujetarse a sus esposos. Ahora, como podemos notar, todas esas son instituciones ya establecidas en la sociedad. el gobierno, el matrimonio, las relaciones laborales. Y aquí Pedro ahora en el 5.5, en el contexto de todo lo que está usando estos términos, él está instando a las congregaciones a que se sometan al liderazgo sensible y amoroso de sus ancianos. Tuvimos dos de nuestros ancianos hoy presentes y debemos someternos a su liderazgo, cuando es un liderazgo sensible y amoroso. Y nuevamente, el apóstol ahora se está dirigiendo a toda la congregación, toda la congregación, incluyendo a los ancianos. No es que los ancianos tienen, digamos, un permiso para pecar o hacer lo que quieran, no. Hay una rendición de cuenta de parte de los ancianos, no solamente a Cristo, sino al grupo de ancianos. Entonces están incluidos aquí, están incluidos los ancianos, el grupo que no son ancianos, toda la iglesia. Y Pedro les dice, y todos revístanse de humildad en su trato mutuo, porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes. Revestirse de humildad era algo que iba a contracorriente de las culturas greco-romanas del primer siglo. Esto era algo totalmente, no solamente nuevo, revolucionario, inaceptable. ¿Cómo que me revista de humildad? Ellos lo veían como una debilidad. Tanto griegos como romanos despreciaban este concepto de humildad. Ellos no lo veían como una virtud, sino como algo negativo, como algo indeseable. Pasa hoy en día, yo sé que lo voy a decir mal, lo voy a decir mal a propósito porque mi esposa siempre me corrige con eso, las mujeres empoderadas, ella dice empoderadas, Bueno, ese grupo de mujer moderna que quiere ir en contra de lo que Dios ha establecido para su propio bien, son una muestra de esto. Lo ven como algo negativo, indeseable. ¿Cómo? ¿Revestirme de humildad? ¿Sujetarme? ¡Yo! No son solamente mujeres argentinas. Es como que es algo que esa parte de la sociedad no quiere aceptar y aún en las iglesias como lo que quieren es justamente dictar cuáles son las normas de la iglesia en vez de sujetarse en sumisión y humildad a la palabra de Dios entonces vienen a invadir grupos y vienen a aconsejar y vienen a querer dar disipulado con ese tipo de conceptos destructivos para la mujer. De que, no, hay igualdad, somos todos iguales. No hay roles distintos dados por Dios. No, eso no es bíblico. Dios ha dado roles distintos a cada uno de nosotros para protección de la mujer. Pero, ¿de qué estamos hablando acá? De que de la misma manera que este grupo, en nuestra sociedad de mujeres, y aunque sea metido en las iglesias, no ven este concepto de humildad, de revestirse de humildad, de sometimiento mutuo, de sometimiento, digamos, voluntario, no lo ven, lo desprecian, es algo indeseable, de la misma manera les estoy comunicando que tanto los griegos como los romanos despreciaban este concepto. Pero la razón por la que les doy ese ejemplo es porque es muy fácil para nosotros pensar y hablar de las cosas que pasaron en el primer siglo como que, oh, pero lo vemos tan distante. Pero recuerden, no hay nada nuevo debajo del sol. Este tipo de pecados se reciclan. El hombre, la mujer toma constantemente un pecado que era muy notorio en una época, y lo recicla, aparece con otro paquete, aparece con otro formato. Entonces, griegos, romanos despreciaban este concepto, no veían la humildad como una virtud, sino como algo negativo, indeseable. La cultura que rodeaba a estas iglesias del primer siglo alababan virtudes asociadas con el honor, la gloria, la fuerza, la autosuficiencia, Someterse o verse limitados por el deseo de otro era despreciado por la conmovisión de estos grecos romanos. Y aquí está Pedro, ahora, escribiéndole a estas congregaciones acechadas por ese mundo despiadado, engreído, y Pedro les está diciendo que se revistan de humildad. Ahora, este mandamiento de revestirse de humildad, Pedro lo comunica Y miren, usando aún un verbo que no es ni siquiera encontrado en la literatura bíblica. Está él acuñando este verbo. Y esto es muy interesante. Es muy probable que el verbo deriva de un sustantivo, de una palabra. Una palabra que se refiere a un delantal que se ponían los criados cuando se disponían a qué? A realizar tareas serviles. Muchos hombres y mujeres en la iglesia causan el impacto más grande en la vida de los demás, no con sus trajes de etiqueta. Es bueno vestirse de la mejor manera que uno puede para el domingo, porque lo hace para la gloria de Dios. Pero créame que el impacto más grande de usted no lo va a hacer con sus mejores vestidos y todo, no, sino luciendo delantales de siervo, de sirviente, los días de actividades especiales en la iglesia, por ejemplo. A lo mejor se vino con un, ¿cómo se llama?, tuxido, con un traje de esos, pero impresionante, pero lo que más va a captivar, digamos, los ojos del que lo ve es ese delantal, aunque no tenga puesto un delantal, pero figurativamente es esa actitud de siervo. que usted está ahí desviviéndose por servir a otro, poniendo las necesidades de otro primero. ¿Cómo le puedo ayudar? ¡Ay, pero no es inconveniente para usted! ¡No, hermano, le quiero servir! Entonces, esto es lo que está expresando Pedro acá, con un verbo que viene de esto, de un delantal, de un delantal que se ponían los siervos. Y esto, miren, Me recuerda la historia de un hombre, había un hombre obsesionado con las apariencias y el estatus social. Obsesionado. Un día va a un sastre a que le confeccione un traje que refleje su éxito, su riqueza, un símbolo de poder y respeto quiero, con el traje que quiero que me haga. A los días, El sastre le entrega un paquete con su pedido. Señor, acá está. Luego que el hombre lo abre, abre el paquete, se encuentra con un delantal sencillo, usado, de tela modesta. Y el hombre le dice al sastre, yo quería un traje grandioso que me haga destacar de todos. ¿Qué es esto? ¿Qué es esto que me has dado? Vos no sos un sastre, sos un desastre. Y el sastre le contesta, querías un traje para destacarte. Pero lo que realmente necesitas es aprender a servir. Y ahí te vas a destacar. Necesitas ayudar a los demás. Era un sastre valiente este, ¿no? Y el sastre le dice esto, miren. La verdadera grandeza no viene de lo que llevas puesto. sino de cómo vives. Este delantal te recordará que el verdadero honor y respeto viene de servir a otros, no de ser servido. ¡Ay, qué momento! El hombre agachó la cabeza, todo colorado, agarró el paquetito, se fue. El hombre avergonzado, ¿sabe lo que hizo? Gradualmente se fue acostumbrando a que el traje que él verdaderamente necesitaba era ese traje que lo hacía ver humilde. Y empezó a usar este delantal, porque él decía, esto me ayuda a servir a los demás. Entonces el hombre, a medida que pasaba el tiempo y más servía, entendió que su verdadera nobleza, su verdadero valor, no dependía de su apariencia, sino de sus acciones. Este hombre se convirtió en un servidor generoso, admirado, respetado, no por lo que lucía, no por lo que se ponía, sino por lo que hacía. ¿Y cuál es la moraleja acá? Aunque el mundo valora la experiencia externa y el estatus, la verdadera dignidad, la verdadera nobleza se encuentra en servir a los demás en humildad. Un concepto que es contrario a la cultura del egoísmo y la auto-exaltación. Haga esto esta tarde. Vaya al Facebook de sus amigos y vea cuántas veces en vez de ver selfies, no le cansa cuando va a los Facebook, lo único que ve es selfie, selfie, selfie, selfie, qué adoración, autoadoración. Mi desafío, vaya al Facebook de sus amigos y vea cuántas veces hay una foto de esa persona que alguien más tomó con esa persona sirviendo, sirviendo a otro, poniendo a otro primero. Casi que le digo que no va a encontrar fotos así. ¿Por qué? Porque Facebook y todo ese tipo de cosas, ¿exalta qué? El egoísmo, la auto-exaltación. no la humildad, el servir y todo, salvo que bueno hay un evento de una iglesia y alguien que ahora ya sabe y va a decir, ah para la próxima pastor lo agarro, voy a mostrar a los hermanos sirviendo, como pasó en la conferencia estos dos días, increíble. Pero bueno, el punto hermanos, es que Pedro insta a los creyentes a vestirse de siervos, entonces el verbo que usa Pedro para digamos, este ordenarles revestirse de humildad deriva de una palabra que se refiere a un delantal que se ponían los criados cuando se disponían a realizar estas tareas serviles. Y quiero que notemos, hermanos, que seguramente Pedro está llamando a todos los creyentes a que se vistan como siervos, a modo de servir a los demás. La semana pasada terminé, no sé si recuerdan con el mensaje anterior, terminé con la oración de que el Señor nos ayude a seguir sus pasos de humildad en el servicio. Y la misma idea de servicio humilde es lo que Pedro seguramente está recordando al usar este verbo, servicio humilde, pidiéndole a los creyentes a que se revistan con humildad. Y como tantas veces en esta epístola, Pedro, ¿qué es lo que está pensando? Él está comunicando algo que viene a su mente, que está basado en alguna enseñanza que él mismo recibiera del Señor Jesucristo. Y en esta ocasión, la ocasión que claramente está él usando acá, es la que está registrada en Juan 13. Por favor, abra su Biblia ahí. Juan 13. Era la celebración de la última Pascua con sus discípulos, Jesús sabiendo que su hora había llegado para pasar de este mundo al Padre, que dice Juan que habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. Fíjense hermanos, que la manera en la que los ama es servirlos hasta el fin. Jesús se levantó de la cena y se quitó el manto y tomando una toalla se la ciñó. Luego echó agua en una vasija y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía ceñida. Imagine la escena. Imagine la cara de los discípulos. Imagine la cara de Pedro. Sorpresa. Y espanto total. Juan dice, cuando llegó a Simón Pedro, este le dijo, señor, ¿tú me vas a lavar a mí los pies? Jesús le respondió, ahora tú no comprendes lo que yo hago, pero lo entenderás después. La reacción de Pedro parece exagerada, como siempre, ¿no? A lo Pedro. Pero honestamente, ¿cómo hubiera reaccionado usted? Entonces ya sabe, el Hijo de Dios está ahí. Que se incline, que se arremangue, que se ponga ahí a lavarle los pies. Seguramente hubiéramos reaccionado como Pedro, jamás me lavarás los pies, le dijo Pedro. A lo que el Señor paciente y firmemente le contesta, si no te lavo, no tienes parte conmigo, le respondió Jesús. ¿Cómo reaccionó Pedro? Versículo 9, ahí nos dice, Simón Pedro le dijo, Señor, entonces no solo los pies, sino también las manos y la cabeza. Pedro, siendo Pedro, ¿no? Pasó de no querer ser lavado a que lo bañen completamente. Y el Señor le contesta en el versículo 10. Jesús le dijo, el que se ha bañado no necesita lavarse, excepto los pies, pues está todo limpio y ustedes están limpios, pero no todos. Y lo próximo que Pedro recuerda es la explicación de Cristo acerca de lo que acaba de hacer. Versículo 12. Entonces cuando acabó de lavarles los pies, tomó su manto y sentándose a la mesa otra vez les dijo, ¿saben lo que les he hecho? Ustedes me llaman maestro y señor y tienen razón porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, les lavé los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Porque les he dado ejemplo para que como yo les he hecho, también ustedes lo hagan. Sé que hay iglesias que todavía hacen esto. Y si esa es su convicción, no hay nada pecaminoso en eso. No es un mandamiento. Yo le decía a Pastor Nate antes, digo, Pastor Nate no te voy a lavar los pies pero te puedo lavar el auto. Y bueno, a veces le digo a Timoteo, Timoteo no te voy a lavar los pies pero te puedo lavar los anteojos. El punto es servir hermanos. Y esto es lo que Pedro está haciendo al describir a los cristianos de estas congregaciones, recordándoles que deben revestirse de humildad en su trato mutuo para servirse los unos a los otros. Jesús es el ejemplo supremo de humildad y cada uno de sus discípulos, cada uno de los creyentes, cada uno de nosotros debe caminar en los mismos pasos que él caminó. Y eso es lo que Pedro hace, llama a que todos los creyentes se vistan con el delantal de criados, que como siervos de Cristo, como siervos de los hombres, estén dispuestos con un espíritu humilde a realizar tareas serviles. Y esto, hermanos, debemos tomarlo seriamente para aplicarlo en nuestras vidas, dado que Jesús nos ha dejado el ejemplo, entonces debemos que imitarlo. Así como Él humildemente sirvió a sus discípulos, nosotros debemos humildemente, ¿qué? Servir a nuestros hermanos y hermanas. Si Jesús, el Hijo de Dios, nuestro Salvador, nuestro Señor, el Creador de los cielos y de la tierra, se arremangó y le sirvió a sus discípulos, nosotros no tenemos excusas para no hacer lo mismo. Hermanos, debemos arremangarnos y servir a nuestros hermanos y hermanas como revestidos de humildad. Como podemos apreciar en esta sección del capítulo 5, el tema común es esa, la humildad. Todos estamos llamados a revestirnos de humildad. Los ancianos deben actuar con humildad conforme pastorean el rebaño de Dios. Ahora, en el contexto, ¿cómo se traduce la humildad en el servicio que prestan los ancianos? Estos líderes deben mostrar espíritus de autosacrificio y servicio amoroso. Los más jóvenes de edad y más jóvenes en la fe, ese grupo de cristianos que no son ancianos, ¿cómo demuestran esta humildad? Deben manifestar su humildad al someterse a los ancianos de la iglesia, siguiendo el liderazgo de estos con amor, paciencia y respeto. Estos jóvenes deben aceptar su lugar en la iglesia en un sentido, como dice Pablo en Romanos 12, 3, ¿cómo aceptan el lugar en la iglesia? Miren, porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de ustedes que no piense de sí mismo más de lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno. Reconocer esa medida de fe requiere ¿qué? Humildad. Pero también requiere madurez. Por eso esas dos cosas están asociadas. Madurez, humildad. Ahora, para finalizar, el tercer grupo, mejor dicho, una mezcla de todos los grupos, recibe el mandato de qué? De servirse con humildad. Como les decía, ese grupo es toda la iglesia. Hombres, mujeres, jóvenes, niños. Y Pedro le ordena a estos tres grupos y en la iglesia que debe haber qué? debe en humildad vestirse con el delantal del servicio para servirse los unos a los otros. Eso es algo que también debemos enseñarle a nuestros niños. Así que ellos tienen que también ponerse ese delantal de siervo. Ahora, el apóstol culmina este versículo diciendo algo que aplica a todos los grupos. La razón por la que deben revestirse de humildad es Porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes. Y es acá cuando llegamos al punto número tres, la sumisión humilde aprendida desde el Antiguo Testamento. Porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes. Aún desde el Antiguo Testamento aprendemos que la humildad es clave para recibir las bendiciones divinas. Y eso nos va a ayudar a ser siervos más efectivos. Y aquí, una vez más, Pedro usa la Palabra de Dios, ya escrita en el Antiguo Testamento, para concluir esta sección de una manera bien enfática. ¿Qué pasaje cita el apóstol? Bueno, él cita Proverbios 3.34 desde la versión de la Septuaginta, que era la Biblia griega, la versión griega del Antiguo Testamento. que dice, ciertamente él se burla de los burladores, pero da gracia a los afligidos. La reina Valera dice, lo expresa así, ¿no? Ciertamente él escarnecerá a los escarnecedores y a los humildes dará gracia. La razón por la que Pedro usa este versículo es para argumentar, sin lugar a dudas, de que Dios siempre ha que, bendecido al humilde, Y Dios siempre se opone al orgulloso, al arrogante. Pero qué bendición saber que abrimos el Antiguo Testamento y no es que nos encontramos como algunos erróneamente dicen, oh el Antiguo Testamento tiene un Dios enojado, un Dios que no es misericordioso, no. Recuerden, Dios no cambia, Dios es inmutable. Es lindo leer el Antiguo Testamento y ver que Dios siempre favorece con su gracia a aquel que se muestra humilde en espíritu. No es difícil entender por qué Pedro está usando este proverbio en el contexto del liderazgo de la iglesia. Dios se desagrada de casos como Diótrefes en Tercera de Juan, por ejemplo. Diótrefes era un anciano arrogante, dominante, Y Pedro les dice, Dios resiste a ese tipo de hombres. Obviamente Pedro no está hablando de diótrefes. Pero Juan sí, Juan lo hace en tercera de Juan. Y yo se los brindo como ejemplo. Porque Juan escribe esto, miren. Escribí algo a la iglesia, pero diótrefes, a quien le gusta ser el primero entre ellos, no acepta lo que decimos. Por esta razón, si voy, Llamaré la atención a las obras que hace, acusándonos injustamente con palabras maliciosas. No satisfecho con esto, él mismo no recibe a los hermanos, se lo prohíbe a los que quieren hacerlo y los expulsa de la iglesia. Acá ven lo contrario a lo que Pedro nos está pidiendo. de que seamos humildes, digamos, estemos en una actitud de espíritu que tenga la bendición de Dios. Este hombre era todo lo contrario. Él no solamente hacía cosas malas, decía cosas malas en contra de aquellos que querían verdaderamente servir al Señor. Entonces, Dios se desagrada de ancianos como estos, que son altivos, orgullosos, Pero lo lindo es que los ancianos que sirven en humildad, estos recibirán la gracia de Dios en todo lo que hacen. Los más jóvenes que se someten en humildad recibirán la gracia de Dios también en todo lo que hacen. Un espíritu humilde se podría decir que es el mejor hilo conductor para asegurar una comunicación que es sincera e ininterrumpida en la congregación y con Dios. Por ejemplo, en el seno de la iglesia, En el seno de los hogares, en las amistades, en todo tipo de relaciones fraternales, en Cristo, aquellos que en humildad se someten unos a otros encontrarán que Dios los ilumina con su favor. Las amistades van a florecer, los hogares van a estar llenos de paz, de gozo, de amor. El seno de la iglesia va a estar exultante de unidad. Ahora, contrariamente a aquellos que con un espíritu altivo y orgulloso se vuelven obstinados, que son reacios a someterse a una conducción piadosa, ellos encontrarán la oposición divina. La idea es que tanto los más jóvenes como cualquier miembro de la congregación se someta a la manera que el escritor de hebreos recomienda. El escritor de hebreos en Hebreos 13 y 17 dicen Obedezcan a sus pastores y sujétense a ellos, porque ellos velan por sus almas como quienes han de dar cuenta. Importante. En otras palabras, hermanos, este versículo 5 que estamos viendo hoy, de primera de Pedro, 5, nos complementa lo que Pedro ha venido diciendo en los versículos 4, en los anteriores, 4 versículos anteriores. Todos los creyentes tienen obligaciones dentro de la comunidad. Los ancianos deben pastorear, no por obligación, sino voluntariamente, sirviendo como ejemplos para el rebaño de Dios. Cuando los ancianos aprenden de Jesús, ellos no van a gobernar la iglesia con arrogancia. Los ancianos que se someten humildemente a Cristo van a evitar la arrogancia y no van a liderar con una mano, digamos, dura, una mano firme, firme en el mal sentido, sino que van a estar liderando y gobernando la iglesia con un carácter piadoso, concentrándose en la necesidad de las ovejas y no en la necesidad de ellos. A su vez, aquellos que no son ancianos, que deben someterse a los ancianos, todos también deben mostrar humildad unos con otros. En una iglesia local donde hay tanto ovejas como cabras, pero no sabemos quiénes son, quién es quién, los creyentes están llamados a revestirse de humildad. El combustible que hace que la iglesia funcione es la humildad, y todos necesitamos de ella. Todos debemos revestirnos de mansedumbre y humildad para poder servirnos los unos a los otros. Y servirnos de una manera que es agradable al que estamos sirviendo. No es regañadiente. ¿No? No, que te voy a poner la silla acá, sentate. No. O que uno le va a servir el té y, ¿no? Como que sin querer, uf, ay, te quemé, perdoná. Pero te estoy sirviendo. No. No, no, no. Hablamos de que todos debemos revestirnos de mansedumbre, de humildad para servirnos los unos a los otros. Y cuando un creyente hace esto, está glorificando a Dios, bendiciendo a la iglesia, bendiciendo a otros. Ahora, ¿qué pasa cuando un creyente no está de acuerdo con la dirección que está tomando la iglesia? ¿Qué pasa ahí? Bueno, ¿qué es lo correcto hacer? Es buscar a uno de los ancianos, a uno de los líderes, para poder compartir estas preocupaciones, para poder hacerles saber cuáles son los desacuerdos que hay. Obviamente de una manera amorosa, pacífica, que muestre que hay un sometimiento a Cristo, que es la cabeza de la iglesia, que hay un sometimiento también a las autoridades de la iglesia, aunque haya un desacuerdo. Porque van a haber situaciones donde un miembro de la iglesia necesita seguir los canales apropiados que hay para vociferar sus preocupaciones. Pero debe hacerlo en un tono respetuoso, un tono de amor, un tono de gracia. Entonces, para concluir vamos a darle una aplicación práctica a esto. Hermanos, consideremos seriamente la necesidad que tenemos de vivir en ¿qué? En sumisión humilde hacia Dios, hacia los hermanos, hacia todo aquel a quien debemos respetar su autoridad. Es la sumisión humilde que debe verse en la manera en la que fomentamos la humildad en todas nuestras relaciones. La sumisión humilde debe suprimir nuestros deseos de sobresalir, como era el caso de Diótrefes, debe alentarnos a poner a otros primero. La sumisión humilde debe hacernos mejores alumnos, aprendiendo constantemente de aquellos que son más maduros que nosotros. Esa humildad en acción debe ayudarnos, hermanos, a aceptar la corrección, a aceptar la amonestación y todo tipo de exhortación en Cristo. No le estoy diciendo si lo vienen a criticar y es algo humano y es algo de gustos, no. Preferencias, no. Tiene que estar basado en la palabra de Dios. Tiene que haber un pecado específico. Porque en esta sumisión humilde, cuando lo hacemos de esta manera, cuando nos Sometemos así a los ancianos, a los hermanos de la iglesia, esto creará un ambiente de calidez, un ambiente de protección en el seno de la iglesia. Va a ayudar a aquel que está teniendo problemas con un pecado específico a sentirse cómodo, confiado, de que puede hablar con un hermano o hermana, con uno de sus pastores. Y esto produce congregaciones más fuertes. conocidas por su amor a Cristo, conocidas por su amor fraternal, conocida por su amor piadoso y misericordioso al mundo que tenemos que salir a buscar. Así que, vereanos, la humildad es clave para recibir las bendiciones divinas. Pero también esta humildad es clave para ser siervos más efectivos. Así que oremos a Dios de que todos, cada uno de nosotros, somos conocidos por esta sumisión humilde. Oremos. Padre, te damos gracias por tu palabra y ayúdanos, Señor, a aplicarla. Ayúdanos a no ser, digamos, personas cerradas en nuestras propias opiniones, que seamos humildes para aceptar la corrección, para aceptar la enseñanza, Ayúdanos, Señor. Deseamos verdaderamente glorificarte a ti en todo lo que hacemos. Y deseamos también edificar a aquellos que nos rodean, hermanos, hermanas de nuestra congregación. Deseamos también alcanzar a aquellos que están perdidos. Ayúdanos, Señor. Si tú no nos ayudas, nosotros no podemos hacer nada de esto. Gracias, Padre. Oramos en el nombre de Cristo. Amén. Que el Señor les bendiga.
Sumisión Humilde.
Series 1 Pedro.
La sumisión humilde se ve en la manera en la que fomentamos la humildad en todas nuestras relaciones, la sumisión humilde debe suprimir nuestros deseos de sobresalir y debe alentarnos a poner a otros primero.
Aunque el mundo valora la experiencia externa y el estatus, la verdadera dignidad, la verdadera nobleza se encuentra en servir a los demás en humildad.
Sermon ID | 2242501721358 |
Duration | 58:14 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | 1 Peter 5:5 |
Language | Spanish |
Documents
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.