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Bienvenidos a esta edición del Martes de Por Cristo y Su Palabra con el Pastor y Maestro Enrique Zaria, Pastor de Iglesia del Valle Central en Ceres, California. En Mateo 10, vamos a leer del 1 al 4. Verso 1 dice entonces, llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos para que los echasen fuera y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. Los nombres de los doce apóstoles son estos. Primero Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano, Jacobo, hijo de Cebedeo, y Juan, su hermano, Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo, el publicano, Jacobo, hijo de Alfeo, Le veo por sobrenombre Tadeo, Simón el Cananita, y Judas Iscariot el que también le entregó. Padre oramos pidiéndote entendimiento en lo que tú hiciste al llamar a estos discípulos, en lo que tu palabra nos deja conocer de ellos, padre. En el nombre de Jesucristo. Amén. Amén. Cuando estudiamos la vida de cada uno de ellos, ninguno de los siete califica para que sean apartados, para formar el equipo de hombres que estaría a cargo de transformar a toda la humanidad a través del mensaje del reino. Pero de acuerdo, Al propósito de Dios, ellos eran la materia prima, ¿sabe? La materia prima es como cuando se toma un árbol, lo corta, esa es materia prima, y después lo transforma en un mueble, ya salió lo que era. Entonces, estos hombres eran la materia prima con la que Dios quería trabajar, para hacer una obra monumental, para transformar la historia de la humanidad. ellos son verdaderos héroes, no solamente porque fueron valientes, pero porque cumplieron con su cometido. Y creo que repasemos a cada uno de ellos. Y ahí entramos en los últimos discípulos y vamos a detenernos antes de entrar a Judas. Quiero la semana entrante cubrir Judas porque es un personaje especial, completamente diferente a los demás discípulos. Y esto nos deja ver qué clase de personas puede usar Dios. Sí, Pedro. líder fuerte, decidido, un hombre que tomaba cargo, tenía mucha iniciativa, un hombre que sabía planear bien, con buenas estrategias, un hombre que sabía confrontar, dirigir a personas a Cristo en grandes cantidades, pero también un hombre que cometía muy grandes No se nota, no busca prominencia, pero calladamente trae personas a Cristo. Jacobo, y voy a llamar a este Jacobo número uno, o Jacobo el mayor, porque hoy vamos a estudiar a otro Jacobo. Apasionado, de compromiso sólido, movido a cumplir con su parte, insensible y ambicioso. Juan, sensible, suave, no siempre, porque hubo una oportunidad donde dijo, ¿quieres que pidamos que caiga fuego para que mate a estos samaritanos? Juan y sus hermanos Jacobo dijeron eso. Pero vino a ser un hombre sensible, suave, amoroso, amable, fiel, cercano y deseoso de conocer la verdad. Felipe, escéptico, analítico, mecánico, lento para tomar decisiones, de una fe débil, sin visión, pesimista, inseguro, pero estaba listo para seguir al Señor. Natanael Bartolomé, estudioso, honesto, abierto, de mente clara, meditador, en la verdad, de pensamiento profundo, lleno de fe y entendimiento, pero con una falta tan grande como el prejuicio, como cuando vimos de dónde era el Señor Jesucristo y de ahí puede salir algo bueno. Tomás, y el título cuando estudiamos Tomás fue Tomás un hombre de fe, porque encontramos que no es como popularmente se le llama, Tomás el incrédulo, pero él era pesimista, era valiente, y se requiere más valentía en un pesimista que en un optimista. ¿Me acuerdas? Un optimista dice, o todo va a estar bien y vamos, no está temiendo nada, pero el pesimista dice, nos van a matar, pero aún así va, ese necesita más fe. Ese era Tomás, valiente, hombre de fe, intenso en su amor por el Señor Jesús, y dispuesto a morir con Él. No estaba dispuesto a vivir sin Jesús, quería morir con Él. Claro, sabemos que cuando al Señor lo arrestaron, todos huyeron, pero mientras caminaron con el Señor, ellos así fueron. Mateo, vamos a ver hoy Mateo, el recargador de impuestos, y allí en el verso 3, voy a leer los nombres de los que vamos a estudiar hoy, que son Mateo, el publicano, Jacobo, hijo de Alfeo, y no sé si han notado, pero paso por alto, le veo por sobrenombre, porque no aparece en las otras escrituras, y me quiero quedar con Tadeo nada más. Entonces son Mateo, Jacobo, Jacobo II, Tadeo y Simón el Cananita. Pero empecemos con Mateo. Ya prediqué cuando Jesús llamó a Mateo, pero quiero cubrir algunos aspectos del día de hoy. Él fue el que escribió el libro de Mateo. Y qué interesante, después de 30 años de que escribió, perdón, después de 30 años que el Señor lo salvó, escribió el libro de Mateo. O sea, Mateo ya tiene 30 años de creyente cuando escribe este libro, ¿sí? Y cuando escribe el libro, el evangelio de Mateo que estamos estudiando, Para referirse a él mismo, el Señor le cambió el nombre de Mateo, le llamó Leví. Leví está relacionado con ser un discípulo del Señor Jesucristo. Mateo está relacionado con lo que él era como mundano, era un publicano, era algo odioso. Y él escoge usar el nombre de Mateo. Se liga con lo que él era antes de que el Señor lo cambiara, lo cual muestra que él era un hombre humilde, no se levanta para nada en el libro. y él narra su llamamiento de Mateo nueve del nueve al trece y voy a regresarme un poquito allí Mateo nueve verso nueve dice pasando Jesús de allí vio a un hombre llamado Mateo que estaba sentado al banco de los tributos públicos y le dijo sígueme y se levantó y le siguió Mateo no la piensa simplemente se levanta algo sucede con él que él cree en el Dice que estaba sentado al banco de los tributos. Cuando dice esto, está diciendo qué clase de persona era Mateo, sentado al banco de los tributos. eran publicanos, ellos se habían vendido a los enemigos de Israel, cobraban impuestos y no sólo eso, sino arriba de los impuestos, les robaban de una manera legal a la gente, como decir, los abogados que son infieles a su labor, a su trabajo, tienen sus clientes y lo que buscan es cómo le pueden sacar todo lo más que puedan sacarle de una manera legal, lo hacen. Sí, entonces Mateo era un hombre odioso, traicionó a su país, su propio criterio era enriquecerse a sí mismo. Roma lo respaldaba con el ejército, así que él podía hacer como quisiera con la gente, gente que a veces solamente tenía para el sostén del día. Ellos cobraban impuestos sobre todo lo que importaban, exportaban, cartas, las abrían para ver si había un negocio escrito allí, les cobraban por eso, para usar los caminos de Roma, por cruzar puentes, por ir al mercado del pueblo, por usar puertos marítimos, por llevar animales de carga, les cobraban los carruajes, les contaban las ruedas, cuántas ruedas, según el número de ruedas, pagaban, por todo cobraban impuestos. Y Mateo era de los que cobraban impuestos, los que todo mundo lo veía, es decir, que se sentaba en la mesa, porque había otros que eran jefes de ellos. Así que él era el más odiado de todos. Eran más odiados por los judíos que los romanos, considerados como traidores, extorsionistas, ladrones. Así que la única gente con la que ellos se asociaban era con gente así como su propia calaña, ladrones, prostitutas, gente de la vida baja. Y ese círculo Con ese se asociaba porque era traidor, nadie más se quería asociar con ellos. No tenían ningún tipo de participación política, no podía votar, no podía, bueno, no votaban, pero no participaban públicamente, eran excluidos de las sinagogas, no podían participar en ningún ritual religioso de Israel, estaban sacados completamente. Su testimonio nunca era tenido en cuenta en la corte. ningún judío hacía negocio con ellos o viajaba con ellos y nadie jamás visitaba a un publicano. Y de acuerdo con el Talmud judío, un libro que escribieron los judíos, Era justificado mentir y engañar a un publicano. Gente odiada en todos los aspectos. Así que cuando Mateo narra su llamamiento, y dice llamado Mateo que estaba sentado al banco de los tributos públicos, está hablando de lo horrible de su vida. Y no con ningún orgullo, pero tenía mucha conciencia de su pecado. De acuerdo a los estándares humanos, ¿Mateo califica para que forme parte del equipo de hombres que tiene que transformar a la humanidad por medio del mensaje del Evangelio del Reino? No califica. De acuerdo al estándar humano, él no calificaba para nada. Él no cabía en esa lista. Es más, de todos los discípulos, si usted se fija, Mateo era el peor. Además, los otros discípulos, la mayoría eran pescadores. Y un pescador, ellos dejan su trabajo como pescador para seguir al Señor Jesucristo. Pero si deciden no seguir con el Señor Jesucristo, pueden regresar a pescar, no hay problema. Mateo no. Mateo una vez que dejó la mesa, Roma ya tenía a otros en la lista para reemplazarlo a él, otros corruptos como él. Y una vez que era que él se quitaba de esa mesa, dejaba de recolectar impuestos, Mateo ya no tenía la protección de Roma, ya no tenía a los soldados a su disposición. Entonces, para él era más riesgoso no hacer eso que quedarse allí. Y él decide dejar eso y seguir al Señor Jesús. ¿Y quién es el Señor Jesús? Uno que odian los judíos. Así que Mateo tiene todo que perder cuando a Jesucristo lo llaman. Y dice en la narrativa, Jesús le dijo sígueme y se levantó y le siguió. Yo veo mucha humildad en el corazón de Mateo. y una fe sólida en él. Entonces, Mateo pone su llamamiento en medio del arrepentimiento, o sea, que muestra que tiene una conciencia bien clara de lo que es el pecado y de lo bajo que él es como humano, porque está haciendo lo peor que se puede hacer en contra de su propio pueblo, en contra de su propio Dios. Él ha traicionado completamente todo y no tiene manera de regresar y decide seguir al Señor y se considera que Mateo de todos los discípulos cuando él comenzó a seguir al Señor Jesucristo inmediatamente él comenzó a pagar el costo del discipulado y cuando leemos el resto de los evangelios de Mateo no se dice nada y lo que asumimos es que Mateo calladamente escuchaba al Señor y no cuestionaba al Señor escuchaba al Señor, creía en el Señor y obedecía al Señor. Eso es lo que podemos deducir cuando la palabra no nos dice tanto. Los líderes religiosos, cuando está sucediendo toda esta narrativa en el capítulo 9, están preocupados con Jesús porque Él pone en peligro su posición como líderes religiosos. y quieren matar a Jesús. ¡Qué contraste tan marcado! Mateo, un hombre que no tiene, que no vale nada, es de lo peor, una escoria. Ve al Señor Jesús, escucha su llamado y deja su posición, deja todo lo que tiene. ¡Qué diferencia tan marcada! De alguien que puede proclamar saber mucho de Dios, Pero no suelta su posición porque le importa más que seguir a Jesús y alguien que no proclama nada, que no tiene nada, que sabe que no es nada, y deja todo para seguir al Señor Jesucristo. Ese es Mateo. Y lo genuino del amor de Mateo, lo vemos allí en el capítulo nueve, cuando dice en el verso diez, aconteció que estando él sentado a la mesa, en la casa, está hablando de Mateo, ni siquiera usa su nombre, a partir de allí. Nomás dice, estando él sentado en la mesa. Esta es la tercera persona. Es aquí que muchos publicanos y pecadores que habían venido y se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos. Lo que sucedió en el corazón de Mateo se nota en las acciones que él comenzó a tomar. su deseo y su preocupación por la salvación de todos sus amigos. Que era gente que nadie quería en Israel, gente muy menospreciada. Vamos ahora a Jacobo, hijo de Alfeo, o Jacobo el menor. Acuérdese que hay otro Jacobo, hermano de Juan, en el grupo número uno. Dice en Marcos 15 y 40 que era hijo de María. El término que se usa, que se le designa es menor. En griego es micro, así se dice, Jacobo micro, menor, el más pequeño, el menos conocido, el de menos estatura o el más joven. Podemos deducir que es el más joven y que el otro Jacobo era mayor y también podemos deducir que este Jacobo tenía mucha menos influencia que el primer Jacobo que era hermano de Juan. Así que este es Jacobo número dos. Tenemos solamente el nombre de él y sólo hay otra escritura donde se menciona a él, pero podemos asumir que era un hombre humilde porque no aparece como alguien que tiene la intención de cambiar su posición o de ganar alguna ventaja, no aparece ninguna narración en ese sentido acerca de no era alguien que quería sobresalir. Lo que quiero decir, Mateo 19, 28, ¿qué es lo que va a pasar con ellos? El Señor les promete algo. Y Jesús les dijo, de cierto os digo, que en la regeneración cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido, también os sentaréis sobre doce toronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Tiene una promesa de sentarse junto con los otros discípulos a juzgar a las tribus de Israel. Y sabemos que Jacobo dos cumplió su llamado Los padres de la iglesia, me refiero a los primeros pastores de la iglesia en el siglo I, siglo II, ellos escribieron que Jacobo, número II, predicó en Persia. En ese entonces, Persia es Irán el día de hoy. Él estuvo predicando allí y mientras que estaba predicando allí, Dicen la historia que lo crucificaron como mártir por estar predicando el Evangelio de Jesucristo. Interesante que hubiera pasado con Irán si hubieran escuchado el mensaje del Evangelio. Yo lo que veo aquí es... No importa si usted es una persona conocida o una persona desconocida. No importa si usted tiene grandes logros en la vida o no ha hecho muchos logros en su vida. Eso no importa. El centro del mensaje, cuando estamos estudiando la vida de los discípulos, en realidad no es los discípulos, es Jesucristo obrando en la vida de los discípulos. Todo esto que estamos diciendo de ellos es lo que Cristo hizo en el corazón de ellos. Y es lo que Cristo hace en el corazón de todos nosotros. Delante de Dios no hay segunda clase, ni tercera clase, todos somos de la misma clase, hijos de Dios. Se ha pagado el mismo precio por cada uno de nosotros, valemos lo mismo delante de Dios, la sangre del Señor Jesucristo. Y esta lista me recuerda y me recuerda y me recuerda esto todo el tiempo. Tadeo o o Judas, hijo de Tadeo, o En Lucas 6, 16, en Hechos 1, 13, es llamado Judas. Entonces, este Judas no es Iscariote. El nombre Tadeo viene de la palabra hebrea que hace referencia al hijo menor. O nosotros usaríamos el término el chiquiado de la familia. Ese es Tadeo, el consentido. Pero parece que era un hombre valiente, por lo que narra la historia. Era un hombre firme, era un hombre que murió predicando el Evangelio, un hombre que creyó en el Señor. Su única declaración aparece en Juan catorce, versos veintiuno y veintidós. Cuando Jesucristo habla de su manifestación, le está hablando del futuro, le está hablando de una manera exclusiva a ellos. El que tiene mis mandamientos y los guarda, este es el que me ama y el que me ama será amado por mi padre y yo le amaré y me manifestaré a él. Y le dijo Judas, no el Iscariote. Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros y no al mundo? Parece que Judas Tadeo tiene en su mente la manifestación del reinado terrenal del Señor Jesucristo solamente, no está pensando en lo espiritual. O puede ser que él, porque el texto no dice, yo estoy asumiendo de lo que dice este versículo. Puede ser que Judas sabe lo que está pensando en su corazón. ¿Cómo te vas a manifestar a nosotros, un grupo tan pequeño y tan insignificante, cuando te puedes manifestar a todo el mundo? Judas no entiende lo que Jesucristo está hablando. Lo que el Señor Jesucristo está hablando en este texto, Él está diciendo, el que me ama, obedece mis mandamientos, el que obedece mis mandamientos, me conoce, yo me manifiesto en Él. Eso es lo que Jesús está tratando de enseñarles allí. Que no hay manera de conocer al Señor Jesús. No hay manera de conocer su manifestación a menos que la persona le obedezca. Y esa es una obra que Dios hace en el corazón. Pero Tadeo está preocupado por otras cosas, una perspectiva terrenal, aunque tiene una intención genuina con su pregunta. La tradición afirma que Tadeo tenía el don de sanidad. Eso es lo que dice la historia, los padres de la iglesia. El Señor sanó a muchas personas en Siria. ¿Ha escuchado el nombre Siria últimamente? En Siria Dios sanó a muchísimas personas, cientos de personas. Y dice la historia que Tadeo sanó al rey de Siria en el siglo I. y lo ganó para Cristo. Ese hombre vino a ser un creyente y cuando él vino a ser un creyente se hizo un caos en la gente que estaba alrededor porque rechazaban el mensaje y un sobrino del rey se encargó de que apresaran a Judas Tadeo y lo mataran a golpes con un bordón. Cuando usted ve la imagen que hacen de Jueda hasta Deo, él tiene un bordón en su mano. De ahí viene la tradición de por qué él tiene ese bordón. Así murió él. Un hombre que murió siendo fiel, un hombre que murió predicando el Evangelio, un hombre que usó fielmente el don que Dios le había dado, el don de sanidad y el don de anunciar la palabra del Señor. Yo le puedo usar Simón el Celote. Estamos en el verso 4. Simón el cananista, dice en Reina Valera. Simón el cananita, dice en la Biblia de las Américas. Pero resulta que esa palabra cananita o cananista viene de cananayos. Cananayos es una palabra en hebreo que significa fanático. Entonces lo que hicieron con Cananayos es transliteraron esa palabra, la hicieron sonar parecido, pero en español o en inglés. Entonces dicen Simón el cananista, pero no tiene sentido llamarlo así. En realidad el nombre que le queda a él es Simón el celote. Celote es la palabra en griego que significa un hombre fanático, uno que está de lleno en lo que hace, un hombre entregado completamente pero de una manera fanática, era un fanático. Entonces, Simón el Celote es Simón el fanático, ¿sí? Lucas 6.15, o más bien, este de la traducción sí es correcta, Mateo, Tomás, Jacobo, hijo de Alfeo, Simón llamado Celote. Ahora, lo que nos deja saber el texto es el nombre y su procedencia, celote. Los celotes son una secta en Israel. Estaban los fariseos, los saduceos, los escribas, los celotes. Los celotes eran una de las cuatro sectas más predominantes en Israel y ellos se oponían obviamente a los romanos. Pero su manera de actuar era a tipo guerrilla. Ellos peleaban contra Roma como tipo guerrilla y atacaban, se escondían, mataban soldados o mataban romanos y se escondían y huían otra vez. El historiador Josefo les llamaba a ellos sicarios. Sicarios es una palabra que está ligada con el significado de uno que maneja la daga. La daga es un tipo de puñal. Entonces, eran llamados también como terroristas, los celotes. Ellos eran como la piedra en el zapato para el imperio romano. Porque los romanos, por más que trataron, no podían exterminar a los celotes. Siempre salía otro. Los celotes odiaban a los romanos. ¿Pero a quién más todavía odiaban, más que los romanos? A los publicanos. Yo imagino que Simón el Celote, aunque estaba con Jesús, de vez en cuando se ponía nervioso al lado de Mateo. Los celotes mataban a los publicanos. Cuando tenían la oportunidad, lo hacían. Y Dios ahí los tenía a ellos dos juntos. Los celotes cayeron en Masada en el año 72, lo que Roma hizo. Para deshacerse completamente del problema de los celotes, fue que en el año 70 entraron a Jerusalén, destruyeron la ciudad, destruyeron el templo y fueron y atacaron más o menos 950 ciudades, buscando a los judíos y matándolos a todos. Y así erradicaron el problema de los celotes. De esa secta es Simón el Celote. Entonces estamos viendo de todo tipo de personas que el Señor está llamando. ¿Con quién podemos identificar a Simón el Celote hoy en día? ¿Con un terrorista? Simón el Celote era un hombre peligroso. y el Señor Jesucristo lo llama con él. Y Simón el Celote, generalmente cuando uno encuentra en la lista, está junto con Judas Iscariot. Parece que Judas Iscariot, el que traccionó al Señor, tenía la misma línea de Simón el Celote, de ser fanáticos. Así que... Aunque no sabemos mucho, de estos tres que estamos viendo sí sabemos que fueron obedientes, fieles hasta la muerte y cumplieron con su llamado. Usted ha estado escuchando al Ministerio Radial de Iglesia del Valle Central con el Pastor y Maestro Enrique Zaria, Pastor de Iglesia del Valle Central, Ceres, California. Las enseñanzas del Pastor Enrique están disponibles en nuestra página de Internet, iglesiadelvalle.com. Para más información o para recursos gratis visite nuestro sitio web iglesiadelvalle.com o llame al teléfono 209-872-9792 de martes a viernes de 9 a.m. a 1 p.m. La versión completa de este mensaje fue predicado en la Iglesia del Valle Central en Ceres y lo puede encontrar en nuestra página de internet en iglesiadelvalle.com Subtítulos realizados por la comunidad de Amara.org
Mateo, Jacobo, Tadeo y Simón el Zelote
Series Mateo
los publicanos o recaudadores de impuestos como Mateo eran las personas más odiadas por los judíos, eran más odiados que los mismos romanos. Eran traidores, extorsionaban y robaban, así que solo se podían asociar con las personas de más baja calaña, como los ladrones y prostitutas. Ese era su círculo, cualquiera que se asociara con ellos era tenido por traidor. De acuerdo a los estándares humanos, si se eligiera un grupo de hombres para discipular, Mateo nunca cupiera en ninguna lista. Pero una vez más vemos como el Señor Jesús no hace acepción de personas no hay nadie por menospreciable y desechada por la sociedad que no tenga cabida en el reino de los cielos a través de la obra redentora de Jesucristo.
Sermon ID | 221812433310 |
Duration | 25:06 |
Date | |
Category | Radio Broadcast |
Bible Text | Matthew 10:3 |
Language | Spanish |
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