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Bienvenidos a esta edición del martes de Por Cristo y Su Palabra con el pastor y maestro Enrique Zaria, pastor de Iglesia del Valle Central en Ceres, California. Al estudiar el carácter de estos hombres, su personalidad, cómo eran, cómo fueron después con Cristo Jesús, nos toca a todos en diferentes áreas y nos muestra la diversidad de personas, de personalidades, de carácteres, de pasados o posición social, lo que sea. Para el señor, todo mundo es igual y a todo mundo quiere usar igual y él es capaz de hacerlo. Y creo que el estudio de los discípulos y la persona de los discípulos y la obra del señor en ello nos ayuda a todos. El título que le he dado a los discípulos de Jesús, Andrés, Jacobo y Juan. Mateo 10, verso 2, obviamente de allí es poco lo que voy a leer, nos vamos a mover a otros versos después. Los nombres de los 12 apóstoles son estos, primero Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano, Jacobo, hijo de Sebedeo, y Juan, su hermano. Hasta allí, ya hemos leído toda la lista, ya he presentado todos los apóstoles en general, como grupo, ya los presenté, ya los estudiamos, estudiamos qué pasó con todos como grupo, ahora estamos más individualmente. Señor, te pedimos que nos ayudes a entender lo que tu palabra deja ver de estos hombres, a tomar de esas verdades, Señor. Identificarnos con lo que tú presentas aquí y a responder en cuanto a lo que tu espíritu quiere poner en nuestros corazones. Te lo pedimos, Dios mío, en el nombre de Jesucristo. Amén y amén. La semana pasada estuvimos conociendo mejor a Pedro, el tipo de persona que era al ser llamado por Jesús, el tipo de hombre que fue después de recibir poder por el Espíritu Santo el día de Pentecostés en Hechos 2. Hubo una transformación total en este hombre. Algo que pasé por alto mencionar acerca de Pedro, que creo que es valioso y no vamos a ir allí, pero en Hechos capítulo 2, Pedro cuando está predicando su primer mensaje, su primera predicación, uno compara la vida de Pedro allí. con la vida de Pedro antes de que él recibiera al Espíritu Santo en el día de Pentecostés. Y Pedro, en Hechos 2, es un experto en el Antiguo Testamento. Estaba mirando la predicación de él y Pedro usa Joel 2, Salmo 16, Nehemias 3, Segunda de Samuel 7, Salmo 110, Isaías 44 y Deuteronomio 32 en un solo mensaje, donde está predicando el Evangelio del Señor Jesucristo. Y uno se queda, wow, es impresionante ver el cambio en la vida de este hombre y su conocimiento del Antiguo Testamento. Obviamente, el Espíritu Santo está en él, le está ayudando a recordar a lo que él ya conocía de la palabra y lo usa en la predicación. Pedro, vimos que era un hombre áspero, impulsivo, orgulloso. Atravesado, impaciente, agresivo, falto de fe, pero Jesús hizo de Pedro un verdadero líder. El líder entre todos los apóstoles. Estábamos viendo que todos eran iguales, pero había uno mayor entre iguales y ese era Pedro. Andrés, Jacobo y Juan son los otros tres discípulos que pertenecen al primer grupo. Estuvimos mirando tres grupos la semana pasada. Hay tres grupos de cuatro, ¿sí? equivalen a 12. El primer grupo es Pedro, Andrés, Jacobo y Juan. El segundo grupo son otros cuatro discípulos, el tercer grupo. El primer grupo es el más cercano con el Señor Jesucristo, son los más íntimos. Y dentro de ese primer grupo hay otros más íntimos todavía. Y la palabra muestra que Jesucristo tenía a unos más cerca de él, los prefería sobre los demás. No está mostrando algo que es natural en las relaciones humanas, algo que es muy natural. Ya vimos a Pedro, ahora queremos mirar a los otros tres que están en ese verso, Andrés, Jacobo y Juan. Andrés, empecemos por Andrés. Andrés era un pescador, al igual que su hermano Pedro. El hermano, asumimos que era hermano menor de Pedro, no dice el texto, pero asumimos porque a Pedro siempre lo muestra primero. Pescador al igual que Pedro y al igual que Juan. y Jacobo, ¿sí? Y ellos eran discípulos de Juan el Bautista, Juan y Andrés en Juan 1, 35 y 39. Vamos allí. La única manera de estudiar la personalidad de estos hombres es mirando todos los textos en el Nuevo Testamento que dice de ellos. ¿Qué hicieron? Y tratando de entender por qué hicieron o por qué se dijeron las cosas que se dijeron de ellos. Juan 1.35 al 39 dice, el siguiente día otra vez estaba Juan y dos de sus discípulos. Ok, hay dos de sus discípulos. Antes de continuar, el libro de Juan fue escrito por el apóstol Juan y Juan en esta porción, Hay porciones donde él no se menciona a sí mismo. Entonces, se deduce que uno de estos dos discípulos es Juan y el otro es Andrés. Dice, el siguiente día otra vez estaba Juan y dos de sus discípulos y mirando a Jesús. que andaba por allí, dijo, he aquí el Cordero de Dios. Leyeron hablar los dos discípulos y siguieron a Jesús. Y viéndole a Jesús, viendo que le seguían, les dijo, ¿qué buscáis? Ellos le dijeron, Rabí, que traducido es maestro, ¿dónde moras? Les dijo, venid y ved. Fueron y vieron dónde moraba y se quedaron con él aquel día porque era como la hora décima. Verso 40, Andrés. Hermano de Simón Pedro, que es uno de los dos que mencioné anteriormente, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús. Este halló primero a su hermano Simón y le dijo, hemos hallado al Mesías, que traducido es el Cristo, y le trajo a Jesús. Esta es una característica importantísima que quiero que consideremos. Andrés era conocido. como el que siempre traía personas a Jesús. Siempre estaba trayendo a alguien a Jesús. Andrés, siendo discípulo de Juan, escucha la declaración de Juan acerca de Jesús, del Cordero de Dios, cree en el Señor Jesucristo, lo empieza a seguir. Cuando está con Jesús, dice, tengo que ir a decirle a mi hermano Pedro y va y busca a Pedro. Y no solo le dice, sino que lo trae con Jesús, con Jesucristo. Lo trae. inmediatamente para que él conozca a Jesús. Y esto muestra que Andrés confiaba en Jesús y creía que todos deberían de venir a Jesús. Y por eso siempre andaba invitando personas que vinieran a Jesús, porque él creía que para el Señor Jesucristo no había nada imposible. Él había creído. Es algo, yo sé que vimos al grupo completo, Vimos la parte negativa del grupo completo, pero ahora que miramos individualmente, también hay cosas buenas que vemos en la personalidad de estos hombres. En Juan 6, del 8 al 9, hay otra característica aquí. La primera que vemos es que era un hombre que atraía a muchos hombres a Cristo, pero los traía uno por uno. Dice uno de sus discípulos, Andrés, bueno, voy a leer un poquito antes para que entendamos el contexto. Verso 4, miremos. Y estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos, cuando alzó Jesús los ojos, vio que había venido a el gran multitud. Dijo a Felipe, ¿de dónde compraremos pan para que coman estos? Jesús le está preguntando a Felipe, ¿de dónde vamos a comprar pan? ¿Por qué? Porque Felipe sabía dónde estaba la panadería más cercana. No, Jesucristo está hablando una pregunta, eso se llaman preguntas retóricas, él sabe la respuesta, él quiere ver qué es lo que ellos piensan, cómo ellos observan la situación. Pero esto decía para probarle, verso 6, ahí está, pero porque él sabía lo que había de hacer, ya Jesucristo sabe lo que tiene en mente. Felipe le respondió, 200 denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco, Felipe no entiende. Verso 8, aquí pasa algo diferente, uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo, aquí está un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos más. ¿Qué es esto para tantos? ¿Qué hace Andrés? Va y trae al muchacho que tiene su lonche con él, su, su, ¿cómo se dice? Sus medias nuevas o lo que lleva para el trabajo. Y le dice, Andrés siempre trae a alguien a Jesús. Él escucha hablar a Jesús y trae a alguien al Señor Jesús. Y Andrés muestra aquí. Que él confía, aunque no entiende plenamente de qué está hablando el Señor Jesucristo, pero él confía que la pregunta que Jesucristo hace, solo Jesucristo la puede responder. Y va y trae al muchacho que tiene este poquito de comida. Era bien poquita la comida para una sola persona. Entonces, muestra que Andrés, diferente a Pedro, como cuando estudiamos a Pedro, Pedro mostraba poca fe, pero Andrés es un hombre que desde el principio muestra fe y muestra ser un hombre muy descomplicado. Es decir, no anda buscando las cosas grandes y bullosas, sino lo que está a la mano, lo trae, se lo trae a Jesús. Y cree que Jesús puede hacer algo para alimentar a esa multitud. ¿Por qué? ¿Por qué Andrés actuó así en el libro de Juan a este punto? Si seguimos la cronología del libro de Juan, a este punto Jesucristo ya ha hecho un milagro. El primer milagro, donde Él convirtió el agua en vino. Yo creo que Andrés pensó cuando Jesús dijo eso, ¿cómo alimentaremos a esta multitud de gente? Dijo, pues si convirtió el agua en vino, ¿por qué no puede hacer comida? Puede que sea. No, el texto no lo dice. Pero ¿por qué trajo al muchacho? ¿Por qué trajo a alguien que tenía un poquito de comida pensando, tal vez, que eso se podía multiplicar? Esa es la fe, ¿cierto? Esa es la fe cuando nosotros damos ofrendas al Señor o ayudamos a alguien. Esa es la fe. Dios, sé que esto es poquito, pero Dios puede usarlo de una manera grande y Dios se encarga de multiplicarlo. En Juan 12, versos 20 al 22, vienen unos griegos buscando al Señor Jesucristo. Acuerden, Jesucristo vino para predicar a quién, a los judíos, primeramente. Y él se dedicó a predicar a los judíos, con algunas excepciones. Y aquí es, este es un punto crucial en el ministerio del Señor Jesucristo. Creo que hubo un año durante Semana Santa que estuve predicando acerca de esto. Pero lo que los griegos hacen aquí es bien crucial en el ministerio del Señor Jesucristo. Pero miren quién participa allí en lo que sucede. Juan 12, 20 al 22. Había ciertos griegos entre los que habían subido a adorar a la fiesta, en la fiesta. Estos, pues, se acercaron a Felipe, que los griegos son gentiles, que era de Bethsaida de Galilea, y les rogaron diciendo, Señor, quisiéramos ver a Jesús. ¿A quién le dicen? A Felipe. Buscan a Felipe. Pero miren lo que sucede. Felipe no le dijo a Jesús. Fue y se lo dijo, ¿a quién? A Andrés. ¿Y qué hizo Andrés? Entonces, a Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús. ¿Por qué Felipe se lo dijo a Andrés? Porque Felipe sabía que Andrés estaba más cerca de Jesús. The inner circle, se dice en inglés, el círculo más íntimo con el Señor Jesucristo. Entonces, Felipe recurre al que está más cerca con el Señor Jesús. Y no solo por eso, porque a Andrés lo conocen como el que siempre lleva gente a Jesús. Felipe reconoció que la petición de los griegos era genuina, era legítima, y la necesidad que tenían de ver al Señor Jesús. Le dice a Andrés, y Andrés, vamos a decirle al Señor Jesús, no pueden llevar a los griegos con ellos, pero vamos a decirle al Señor Jesús que aquí lo están esperando, alguien quiere verlo, ellos lo necesitan. Bueno, cuando sigue leyendo, dice el Señor que ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. En ese punto se parte el libro de Juan. El evangelio de Juan cambia completamente lo que el Señor Jesucristo empieza a hacer desde entonces por la venida de esos griegos. Y Andrés fue el que los quiso llevar con el Señor Jesús. Seguramente Andrés, por la confianza que tenía del Señor Jesús, su fe que tenía en él, no veía ningún problema con que los gentiles vinieran a Jesús. Tal vez, tal vez Andrés se acuerda de lo que sucedió en Juan capítulo 4. En Juan capítulo 4, el Señor Jesucristo pasa por Samaria, llega a un pozo y viene una mujer de entre los samaritanos, de muy mala reputación por cierto. Se supone que los samaritanos están fuera del reino de acuerdo a la perspectiva de los judíos. Pero Jesucristo a esta mujer le empieza a hablar del reino de los cielos. Y ella parece que salva y trae mucha gente que salva en Samaria por causa de ella. Entonces, cuando vienen los griegos, yo creo que Andrés está acordando, bueno, Jesucristo le habló a la samaritana. Entonces, no hay problema que otros gentiles vengan con él. Vamos a traerlos a Jesús. Andrés tenía una mente amplia, era un hombre muy sencillo, no discriminaba a nadie, sabía que Jesús no discriminaba a nadie y quiere obrar inmediatamente. Y aunque Andrés era del grupo más cercano a Jesús, dentro de este grupo, Pedro, Juan y Jacobo eran más cercanos todavía que Andrés. Andrés solo una vez es mencionado junto con los cuatro. De resto, de estos cuatro, tres son siempre mencionados. Y Andrés no tiene problema con esto. Andrés no reclama porque a él no lo invitaron y a los otros sí. ¿Dónde pasa usted? Cuando hay una fiesta y no lo invitan. ¿Por qué a mí no me invitaron? Andrés no tenía problema. Andrés entendía a Jesucristo, tenía otras prioridades, tenía otras personas más cerca que él. Y desde el principio Andrés demostró esto. Cuando él llama a Pedro, Cuando él empieza a seguir a Jesús y llama a Pedro, Andrés sabe quién es Pedro. Andrés sabe que donde Pedro entra, Pedro es el que domina la situación. Y Andrés no pensó, y si invito a Pedro, pero va a tener más atención del Señor. No. Él fue y buscó a Pedro, necesitas venir, éste es el Mesías. Andrés es como ese tipo de personas que está detrás de la escena, detrás del escenario, y trabajan, y sudan, y se esfuerzan. ¿Y qué hacen? Procuran que la otra persona que está al frente le vaya bien, que se vea bien, que haga bien su trabajo. Y a él le reconocen, no se nota. No se ve, su trabajo es detrás de la cortina y lo hace con gusto. Este es Andrés. Aquí en la iglesia hay muchos Andreses. Y es bueno que usted escuche lo que la palabra dice de los hombres que el Señor escogió y lo que ellos hicieron por el Señor. Las personas que el señor escogió. Pedro lo vimos que era impulsivo, siempre se notaba, siempre se hacía ver, siempre tenía que decir algo, siempre como que tomaba control de la situación. Tenía iniciativa, organizaba, movía gente. Andrés no era así. Andrés es opuesto a Pedro. Un hombre humilde, sencillo, sin pretensiones personales. Son como las personas hoy en día que sirven de apoyo. No buscan el micrófono, no buscan una posición de prominencia, son bien efectivos en apoyar y sobresalen por ayudar a otros a que tengan el triunfo en su llamado para servir a la iglesia del Señor. Estas personas ponen a la iglesia y al Señor antes que sus propias prioridades. No andan pensando, what is in it for me, qué es lo que hay allí para mí, qué puedo sacar de ventaja si voy y si no, pues, no me interesa. O mirando desde el fence, desde la, de afuera, a ver qué pasa. Si me conviene, como que entro y si no, pues nada, acá me quedo. No. Andrés entra. Andrés entra y sirve. Todo lo que él hace es, sirve y procura el bien. En este caso, un Andrés de ahora, procura el bien de la iglesia. Procura que la iglesia sea edificada. Es efectivo en hacerlo. No se nota mucho en lo que hace. Pero su característica es que siempre está ayudando. Se caracteriza también porque no anda demandando. La crítica y los comentarios divisivos no son su especialidad. No le gusta hablar mal, aunque no es reconocido. Le gusta ver que a otros les vaya bien. Poco se sabe de ellos, pero mucho es lo que la iglesia se beneficia. Y sin ellos, la iglesia no se puede sostener. Yo no creo que la iglesia se pueda sostener sin los Andrés. Estos hermanos y hermanas, si miramos en realidad el trabajo, si pudiéramos ver con un microscopio lo que ellos hacen por la iglesia, son la columna vertebral. Son los que sostienen a la iglesia en su lugar. No se notan, pero su tarea que están haciendo es súper importante. Y gracias a Dios por traer personas así a la iglesia. Y Andrés es el hombre que nos deja ver esta característica. Sin ellos, yo pienso que todo se iría abajo. Cada líder, cada líder necesita a un Andrés. Sin ellos, un líder no puede avanzar en lo que Dios quiere hacer. Pedro necesitaba a Andrés. Y Andrés vio que Pedro tuviera lo que Pedro necesitaba para que Pedro pudiera ser la voz de entre los doce. Para que pudiera ser el que predicó el primer evangelio donde miles de personas vinieron al Señor. Pedro atraía multitudes, Andrés no. Pero Andrés no paraba de traer gente al Señor. La obra del Señor depende en gran manera. del trabajo desinteresado de Andrés. No buscan reconocimiento. Les importa que la iglesia siga creciendo y siga avanzando. Andrés, cuando miramos la historia de Andrés, él nunca fundó una iglesia. Andrés no escribió ningún evangelio, ninguna epístola, ninguna carta, no tenemos ningún escrito de Andrés. No era elocuente en su hablar. No se conoce mucho de lo que él haya dicho, solo que fue y llamó a Pedro, fue y trajo a los griegos. Era un hombre de acción. No sobresalió en liderazgo jamás. Pero fue un siervo fiel al Señor Jesús. Dispuesto a toda hora para atraer más personas. Más personas necesitan escuchar esto. Más personas necesitan saber esto. Andrés es considerado el patrón de Escocia, y Daniel Maclean, no estoy promoviendo nada católico aquí, pero Andrés fue un personaje real y lugares donde lo han tomado así, pero Daniel Maclean, un escocés, escribió estas palabras acerca de Andrés, muy acertadas, y esto dijo él de Andrés. Andrés no era eléctrico, pero era magnético. Sin poderes dramáticos ni hazañas heroicas. Mejor equipado para las jornadas silenciosas de la vida. El apóstol de la vida privada. El discípulo del corazón. Ese era Andrés. Creo que su descripción es muy acertada. El punto es que Dios usa a todo tipo de personas. La pregunta siempre sale, ¿a quién puede usar Dios? ¿Quién es el que Dios quiere usar? Dios usa a todo tipo de personas. Y los que son como Andrés tienen un lugar especial en el reino. ¿Y qué interesante? Se necesitó de un Andrés para alcanzar a un Pedro. Sin Andrés, Pedro no hubiera sido alcanzado seguramente. Jacobo. Hijo de Zebedeo, hermano de Juan, pescador de profesión. Dice Marcos 1.20 que cuando Jesús lo llamó, dejaron a su padre en la barca con los jornaleros. Dejaron a su padre en la barca con los jornaleros, o sea, que el barco que tenían. No se asume que sea algo grande. Tenían trabajadores adentro, jornaleros. ¿De quién? De Zebedeo. Zebedeo es el papá de Jacobo. Entonces, se asume que Zebedeo tenía más o menos, estaba acomodado económicamente. ¿Sí? De ahí se deduce de eso. Y parece que la mamá de Jacobo y Juan era Salomé y los apoyaba, apoyaba al Ministerio de Jesucristo financieramente. Hay otra escritura que muestra eso. No quiero meterme a todas esas escrituras, pero quiero darles un resumen de lo que podemos ver de la vida de Jacobo. Ella fue la que se postró a los pies de Señor Jesús y le dijo, ordena que uno de mis hijos se siente a tu izquierda y otro se siente a tu derecha. Salomé, la mamá de Jacobo. En Mateo 20, 20 al 21, ya lo vimos la semana pasada o la antepasada, si no estoy mal, la antepasada. Jacobo y Juan son mencionados juntos casi todo el tiempo. Y Jacobo es mencionado primero que Juan. Juan es el apóstol que escribió el evangelio de Juan. Entonces, se asume que Jacobo era el mayor, por razón de que es mencionado así, Jacobo y Juan. Yo quedo preguntando, ¿dónde está Jacobo? Pues si encuentras a Juan, encuentras a Jacobo. Y yo pienso, ¿dónde está Carlos? Pues si encuentras a Hugo, encuentras a Carlos. ¿Dónde está Hugo? Pues busca a Carlos y vas a encontrar a Hugo. Siempre andan juntos. Hay hermanos que son así, inseparables. Siempre andan juntos. Jesús llama a Jacobo y a Juan. Bien interesante. Antes de entrar allí, no sé si usted ha visto el cuadro de la última cena, que es una pintura famosa en el mundo. Y usted mira las caras de los apóstoles. En ese dibujo, usted mira la cara de Juan, por ejemplo. Usted ha estado escuchando al Ministerio Radial de Iglesia del Valle Central con el Pastor y Maestro Enrique Zaria, Pastor de Iglesia del Valle Central Ceres, California. Las enseñanzas del Pastor Enrique están disponibles en nuestra página de internet iglesiadelvalle.com. Para más información o para recursos gratis visite nuestro sitio web iglesiadelvalle.com o llame al teléfono 209-872-9792 de martes a viernes de 9 a.m. a 1 p.m. La versión completa de este mensaje fue predicado en la Iglesia del Valle Central en Ceres y lo puede encontrar en nuestra página de internet en iglesiadelvalle.com Porque el que amaba es bueno, para siempre su misericordia...
Andrés, Jacobo y Juan
Series Mateo
Andrés, Jacobo y Juan son los otros tres discípulos que forman parte del grupo uno, los más cercanos a Jesús.
Sermon ID | 22181216353 |
Duration | 25:06 |
Date | |
Category | Radio Broadcast |
Bible Text | Matthew 10; Matthew 10:2 |
Language | Spanish |
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