00:00
00:00
00:01
Transcript
1/0
Vaya conmigo, por favor, a Mateo, capítulo 7, versículo 21 al 23. Mateo, capítulo 7, versículo 21 al 23. Mateo capítulo 7, versículos 21 al 23, leo la palabra del Señor. No todo el que me dice Señor, Señor entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día, señor, señor, no profetizamos en tu nombre y en tu nombre echamos fuera demonios y en tu nombre hicimos muchos milagros. Y entonces les declararé, jamás os conocí, apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad. Amén. El título del mensaje es Engañadores sirviendo sin conocer a Jesús. Engañadores sirviendo sin conocer a Jesús. Y la idea que se va a estar desarrollando, la idea exegética que vamos a desarrollar en este mensaje y que nos quiere transmitir el evangelista Mateo, Es que no solo los que expresan públicamente respeto a Jesús entrarán al reino, sino los que hacen la voluntad de Dios. Muchos expresan respeto, respetan a Jesús. Yo respeto las cosas de Dios. Yo no tongo las cosas de Dios de relajo. Pero eso no quiere decir que esa persona sea creyente. No quiere decir que esa persona va a entrar al reino de los cielos. Es importante tomarlo en cuenta. La gente puede respetar y no temer a Dios. Yo no me meto con las cosas de Dios, pero tampoco sirven a Dios ni obedecen a Dios. Esto lo vamos a estar viendo en dos puntos. Engañando al respetar a Jesús y no siendo siervos de Jesús, Y segundo, declarando Jesús la verdadera condición de los engañadores. Repito, en primer lugar, engañando al respetar a Jesús y no siendo siervos de Jesús. Y segundo, declarando Jesús la verdadera condición de los engañadores. Nosotros hemos visto la urgencia de entrar al reino de los cielos. Jesús ya lo ha dicho. Entrad por la puerta angosta. Entrad por la puerta estrecha. Hay varios peligros. Primer peligro. Ancha es la puerta que lleva a la condenación. Ancho es el camino que lleva a la condenación. Y ya muchos van por ahí. Pero hay un segundo peligro que hablamos también. Hay muchos falsos maestros que dicen ser guías espirituales, pero que en realidad están simplemente aprovechándose, aprovechándose de la iglesia del Señor, engañando a las almas perdidas. Esos peligros están delante de nosotros. Pero hoy veremos el engaño de los que públicamente muestran respeto y sirven a Cristo, pero sin conocerlo, sin ser verdaderos hijos de Dios. Y ese es otro gran peligro y error en la que muchos caen. Vamos a ver nuestro primer punto. engañando al respetar a Jesús y no siendo siervos de Jesús. Versículo 21, lea conmigo. No todo el que me dice Señor, Señor entrará en el reino de los cielos. Esa primera parte del versículo. Jesús llama la atención a los que están siendo líderes. a los que están pastoreando, a los que están enseñando la palabra de Dios. Cada hombre y mujer que viene a Dios debe realmente evaluarse con mucha humildad cuál es realmente su verdadero estado espiritual. No porque yo me pare aquí y hable la palabra y lea la palabra. Eso no quiere decir que yo, eso me hace cristiano. Claro, si el pastor está predicando es porque él es cristiano. No, hermanos, muchos se han parado a predicar la palabra sin conocer a Cristo. Sin conocer a Cristo han estado predicando el evangelio. intelectualmente saben que es la verdad, intelectualmente están convencidos, pero no han sido transformados por el poder de la palabra. No han sido transformados por el Evangelio. Eso acontece. Por eso Jesús dice, no es decir, Señor, Señor, lo que te hace ser cristiano. No es decir que tú ofrendas en la iglesia lo que te hace ser cristiano. No es decir que tú no le haces daño a nadie. Yo no mato, no robo. Eso no te hace cristiano. Aquí se utiliza la palabra señor, señor, como un simple título. Un título que la gente utiliza como profesor. Ay, la profesora María. El profesor José, el profesor Dante, el pastor Fulano, el maestro, son simples títulos. El doctor Miguel Almanza, son títulos. El título no te hace ser, no te capacita para ejercer una actividad. Hay otras cosas necesarias. Jesús dice, está dejando bastante claro que usar el título de Señor para hablar de Dios no te hace nacer de nuevo, no te hace cristiano y no entrarás en el reino de los cielos por llamar a Jesús Señor con gran celo, comúnmente para ser visto por los hombres, para ser oído por los hombres. Esta es la primera parte del versículo. En la segunda parte del versículo, dice el versículo 21, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. ¿Quién realmente entrará en el reino de los cielos? El que hace la voluntad de mi Padre. ¿Cuál es la voluntad de Dios? Juan capítulo 6, versículo 40, búsquelo en su Biblia, por favor, Juan 6, 40, nos dice la palabra de Dios, porque esta es la voluntad de mi Padre, que todo aquel que vea al Hijo y cree en Él, tenga vida eterna. Yo mismo lo resucitaré en el día final. Claramente, la voluntad del Padre es que creamos en el Hijo, es que tengamos fe en Jesucristo, es que nos arrepentamos de nuestro pecado. Miren lo que dice Filipenses capítulo 3, un poquito más adelante, después de Hechos, después de Romanos, después de Corinto, después de Gálatas, después de Efesios, Filipenses capítulo 3, versículo 9. y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia derivada de la ley, sino la que es por la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios sobre la base de la fe. El Señor Jesucristo dice, esta es la voluntad del Padre que crea en el Hijo. Pablo dice, Yo no busco a Dios en mi buena fe, en mis buenas obras, cumpliendo la ley, en mi propia justicia, sino que lo hago con la justicia de Dios. Yo busco a Dios a través de lo que Dios ha mandado, creer en Jesucristo. Ven el detalle. Lo importante no es buscar a Dios, es buscar a Dios como Él ha mandado. Es creer en Jesucristo como el Padre mandó. Es dejar de creerte que tú eres salvo por ser bueno. Tú no eres bueno, eres un pecador. Borra eso de tu mente de que eres bueno. Eres un pecador, acéptalo y humíllate delante de Dios Señor, perdona a este pecador, dame a Cristo, perdóname, lávame con la sangre de Cristo. Y Dios dirá, amén, te perdono. Dios dirá, así sea, ese es mi método. Por lo tanto, amados hermanos, hacer la voluntad de Dios es actuar según el método de Dios, por la fe. En la persona que Dios ha establecido, ¿cuál es la persona? Jesucristo. Usted dirá, ay, pero que el apóstol Pablo es un buen hombre. No es a través de Pablo. Usted dirá, ay, pero María, que es la madre de Jesús. No, es a través de María. Es a través de Jesús. Ese es el método de Dios. No lo podemos cambiar. Todo el que conoce al Padre ha dejado de lado su esfuerzo personal, lo que él cree, para creer lo que el Padre dice que hay que creer en Jesucristo. Este es el método de Dios, creer en el Hijo, en Jesucristo. Nacer de nuevo, ser hallado en Cristo, eso es hacer la voluntad del Padre, la voluntad de Dios, no un hablador, no un hablador, uno que habla, que habla, que habla y no hace nada. ¡Señor! ¡Jesucristo es mi Señor! ¡El Padre es mi Señor! ¡Yo sirvo al Señor! Pero tú no obedeces. ¿Tú eres un simple hablador? ¡Fulani, tú eres cristiana! Sí, yo voy a la iglesia. Pero yo no te voy a los cultos. ¿Un simple hablador? Yo le he preguntado a algunas personas, pero ven acá. ¿Y dónde es que tú te congregas? ¿O en la iglesia suya? No, no es ahí, porque yo soy el predictor, nunca te veo. Un hablador. Señor, señor. Y no son creyentes. Señor, señor. Y no obedecen. No han creído en Cristo. Hendrickson, un comentarista, dice, los habladores son los que dicen, señor, señor, sin poner en práctica la voluntad del padre. Los hacedores son los que dicen Señor y hacen lo que agrada al Señor. Son, miren, dos personas diferentes. Soy cristiano y no hago nada. Soy cristiano y obedezco. Entonces, hay dos grupos verdaderamente. Uno creyente y obedece y uno incrédulo. que no obedece, pero le llama Señor. Entonces, es un engañador. Está engañando. Este es un engañador, un mentiroso, porque llama a Jesucristo Señor, pero no lo obedece. no importando la posición, el liderazgo, el servicio que hagamos, ya sea que barramos la iglesia o que sirvamos las mesas ayudando a los pobres o que ayudemos de alguna manera en la iglesia, que demos dinero, que ofrendamos, no importa el servicio. Aquí no se está cuestionando eso. Aquí lo que se está cuestionando es que no hay una verdadera obediencia en el corazón. Eso es lo que aquí se cuestiona. que mucha gente se hace llamar algo que realmente ellos saben que no son. Son uno, son engañadores. No importa la posición, no importa si es líder o no, si sirve en alguna manera visible, una manera en que no lo vean. Ninguna de estas cosas te dará entrada al reino de los cielos. Nada da entrada al reino de los cielos que no sea la fe. Es la fe en Jesucristo lo que da entrada al reino de los cielos. Si usted se va a llevar algo a su casa, llévese esto. Es la fe en Jesucristo. Ay, que yo vengo y ayudo a los niños y yo doy un apoyo económico para los niños. Eso nos salva. Ese es nuestro deber de amar al propio. ¡Ay, que yo vengo y traigo siempre unos desayunos buenísimos! Ese es nuestro deber, servir a la iglesia. ¡Ay, que el pastor Dante siempre está afanado sirviendo! Ese es su deber. Ni uno se salva por eso, ni el otro se salva por eso. Hermanos amados, solamente la fe en Cristo salva al pecador. Solamente arrepintiendo nuestros pecados, Decimos perdón. Es así el camino de la fe. Y Jesús lo tiene claro. Jesús tiene como fin que los hombres entren al reino. ¿Por dónde? Por la puerta angosta. No por la puerta ancha. No por la puerta ancha de la religiosidad. Esa gente que no mata ni un boquito. Esa gente que andan así y parecen muy santos. Hermanos, seamos cuidadosos de no estar mostrando una apariencia que no debemos demostrar. Si yo soy piadoso, debo hacerlo para Dios en todo tiempo. Jesús señala que hay muchos líderes predicadores, pastores, guías, que en público llaman a Dios Señor, pero en privado no oran. En privado no leen la Biblia. En sus problemas económicos y matrimoniales y con los hijos, para nada quieren hacer la voluntad de Dios. No están obedeciendo a Dios. No entraréis en el reino de los cielos. ¿Qué aprendemos de este primer punto? Aprendemos que el obedecer la palabra es el medio para recibir la herencia en el reino. Pero quien oye y no obedece el evangelio, aunque lo predique, no entrará en el reino. Porque el Evangelio del Espíritu Santo es lo que da vida. Y desechar el Evangelio que el Espíritu Santo trae a nuestros corazones, hermanos, es desechar la salvación. Observe que Jesús está hablando a los que enseñan y predican la palabra. Pero esto mismo es para todos hermanos de la iglesia. Esto mismo es para todo el mundo. Veamos nuestro segundo punto. Declarando Jesús la verdadera condición de sus engañadores. Versículo 22, Mateo 7, 22. Muchos me dirán en aquel día, Señor, Señor, nos profetizamos en tu nombre y en tu nombre echamos fuera demonios y en tu nombre hicimos muchos milagros y nos fuimos de misiones y nos trabajamos entre los pobres y nos servimos las viudas y no fui pastor por 30 años, 40 años en el ministerio. En ese día, porque Jesús señala al gran día, el día del juicio final, donde todos los hombres comparecerán delante de él, y allí se revelará, se revelarán los corazones. Lo que hoy yo no confieso de mi pecado, serás revelado para mi humillación. Allí en ese día, dice Jesús, entonces les declararé, les declararé. En ese día, dice el versículo 22, no todo el que me dice Señor, Señor. Ellos me dirán, en aquel día, En aquel día cuando se vean del lado izquierdo de los cabritos y no con las ovejas, porque son los ángeles que van a poner a cada uno en su lugar correspondiente, no van a preguntar, levante la mano a los cristianos y pónganse de este lado. No. En Mateo 25, 31 adelante, vemos que Dios envía a sus ángeles y son reunidos todos, todas las naciones. Y Él, el Señor, se para. a las cabritas de las ovejas. El Señor las separa. Y cuando muchos se vean del lado de los cabritos y de los impíos, en ese día es del cual se está refiriendo Jesús. Él mira en el futuro, en el día en que los hombres darán cuenta por sus obras, en que todos irán delante de Él. En Mateo capítulo 25, por favor, Brad, vaya conmigo allí. Mateo capítulo 25, versículo 31. Capítulo 25, versículo 31. Pero cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones, y separará los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Observen ahí el día del juicio. Usted no tiene que esperar que aparezca una película. Que Hollywood explique cómo será el día del juicio. Lea su Biblia. Es aquí el día del juicio. Un juicio. Todos, ovejas y cabras, separadas por el Señor. En ese día, En ese gran día, muchos dirán, señor, profetizamos. Señor, echamos fuera demonios. Señor, hicimos milagro. ¿Qué sucedió? ¿Qué pasó? ¿Por qué tú nos pones con las cabritas? Estos argumentarán, usarán el nombre de Dios en vano una vez más. Aún el día del juicio. Pero se darán cuenta. que aunque engañaron a mucha gente, no pueden engañar al juez. No los pueden engañar. Y vemos ejemplos como el caso de Judas. Judas, si usted va conmigo a Juan capítulo 12, versículo 4 al 6. Juan capítulo 12, versículo 4 al 6. Pero dijo esto, está hablando de Judas Iscariote, el que le iba a entregar, que está criticando a una mujer que ungió a Jesús con un perfume. Él dice, ¿por qué eso no se vendió? Ese perfume no se vendió y se dio el dinero a los pobres, Judas. Y el versículo 6 dice, pero dijo esto, no porque se preocupara por los pobres, sino porque era un ladrón. Y como tenía la bolsa del dinero, sustraía de lo que se echaba en ella. Hermanos, Dios conocía el corazón de Judas. Y él decía, ay, no. ¿Y por qué le hicieron ese bien al Señor Jesús? Hubiéramos vendido ese perfume que le hemos regalado a los pobres. Él no lo decía por los pobres. Él era el ladrón del grupo. Era por eso que lo decía. Él prefería descuidar a Jesús, aún sabiendo que iba a morir más adelante, para poder robar. Hermanos, Dios conoce. y Dios sabe y descubre nuestro pecado. Pero el trigo y la cizaña crecen juntos hasta el día de la siega, el día del juicio final. Lo mismo ocurrió con Demas en 2 Timoteo 4, 10, no voy a leer el texto, pero allí se habla de Demas como uno que estaba junto a Pablo predicando el evangelio de un momento a otro. se vuelve al mundo a servir a sus pasiones y deseos. Amados hermanos, los hombres pueden llamar Señor, Señor a Jesús, pero en el día del juicio final, allí se va a descubrir la verdad de los corazones. Y esto es lo que nos enseña Jesús. muchos falsos maestros e inconversos, aunque ocupen los oficios de la iglesia y no han sido llamados por Dios, y aunque sus ministerios sean prósperos y tengan apariencia de ser piadosos, solamente engañan a la iglesia y no hacen ningún bien. Usted ve que he dicho dos cosas. Hay algunos que no son creyentes. Y hay otros que, siendo creyentes, no han sido llamados. Hermanos, las dos cosas suceden hoy en día en la iglesia local. Muchos son impíos, que tú ves que están inventando disparates y es para mantener el rating de los que le siguen. Él es un influencer y le está influenciando y le está ganando con eso. un impío encubierto, ok, pero hay otros también que son creyentes y que han tomado lugar que no le corresponde. Dios no lo ha llamado a eso. En ese día se revelará que sus ministerios, por más próperos que fueron, no hicieron ningún bien al reino, al verdadero reino de los a la verdadera iglesia del Señor. Y mire conmigo Jeremías capítulo 23 para que me entiendan. Jeremías capítulo 23. Versículo 32. Aquí el Señor está hablando de gente que eran parte del pueblo de Israel, pero estaban ejercitando ministerios que Dios no los había enviado. Jeremías 23, 32. He aquí. Voy a leer desde el versículo 31. He aquí estoy contra los profetas, declara el Señor, que usan sus lenguas y dicen, el Señor declara. Versículo 32. Aquí estoy contra los que profetizan sueños falsos, declara el Señor y los cuentan y hacen errar, tropezar, equivocarse a mi pueblo con sus mentiras y sus presunciones. Cuando yo no los cuando yo no los envié, ni les di órdenes, ni son de provecho alguno para este pueblo. declara el Señor. Declara el Señor, declara el Señor y tanto el tiempo declarando. Dios no los ha enviado. Serán creyentes, Dios lo sabe. Pero muchos que son creyentes y están declarando sueños, mentiras e invenciones, torciendo la palabra, para engañar a la gente y obviamente para apoyar su propio ministerio, no le hacen ningún bien al pueblo de Dios. Amados hermanos, amadas hermanas, esto nos está diciendo que muchos falsos maestros se han introducido a la iglesia. Muchos ocupan oficios que Dios no les ha dado. Y no hacen ningún bien a la iglesia. Ay, pero que todo el mundo los sigue. No hacen ningún bien a la iglesia. Sí, el mundo los sigue, porque son del mundo, son unos mundanos. Pero la iglesia de Cristo no hace ningún bien. Pueden ser muy feministas, muy machistas, muy liberales. No hace ningún bien a la iglesia. Cristo no los ha llamado. Queridos hermanos, esto es algo digno de examinar, algo digno de evaluar nuestro corazón. Volvamos a Mateo capítulo 7. Volvamos a Mateo capítulo 7, versículo 23. En ese día, en el día del juicio, Cristo va a proclamar abiertamente, nunca te conocí, nunca tuve ningún tipo de relación contigo. De esta manera se sabrá que nunca fueron enviados por Jesús y aunque usaron su nombre, Jesús mismo no los conocía. Hermano, qué triste el que una persona haga del evangelio su negocio, use el nombre de Jesús y él mismo no sea salvo. Eso es peligroso. Es un engañador. Como dice Judas, se han infiltrado engañadores a la iglesia. Como dice el apóstol Pedro en su segunda carta, se han infiltrado hombres que son nubes estériles. No dan lluvia. No hacen ningún bien al pueblo de Dios. Falsos maestros. En el día final, el Señor sacará la luz, que son unos impíos. Yo llamo la atención que habíamos estudiado previamente, en los versículos 17 en adelante, que el árbol se conoce por su fruto. No es que la iglesia no puede evaluar y no puede llegar a conclusiones. Porque si usted está viendo a un líder que está en adulterio, usted no tiene que esperar el día del juicio para quitar a ese hombre del ministerio. Si usted está viendo a un líder, a un pastor, o en muchas iglesias aparecen también pastoras que andan desordenadamente, que se quitan el marío y se ponen otro como si fuera una ropa, ¿eso es un desorden? ¿Eso es pecado? ¿Eso es adulterio? Mujeres que terminé con este marido porque no estaba a mi nivel espiritual y me busqué otro y ahora yo soy la pastora. ¿Qué es eso? Ni ha sido llamada al ministerio pastoral y tampoco su vida da testimonio de ese llamado. Queridos hermanos, esto es serio. Un verdadero creyente debería de preocuparse en gran manera. de que esté trabajando y solamente sea un tropiezo para el pueblo de Dios en toda parte del mundo. No solamente la iglesia local. No solamente la iglesia local, sino para todos. Esto es una llamada a atención. Hechos capítulo 15, versículo 24. Hechos 15, 24. nos dice la palabra, puesto que hemos oído que algunos de entre vosotros, a quienes no autorizamos, os han inquietado con sus palabras, perturbando vuestras almas. Hermanos, aún los apóstoles tuvieron que llamar su atención, porque había gente que se había metido en las iglesias de Galacia, en las iglesias de Éfeso, Y en el nombre de Pedro, en el nombre de Santiago, en el nombre de Juan, estaban diciendo que había que circuncidarse, había que cumplir la ley de Moisés, había que hacer muchas cosas. Y el apóstol Pedro dice aquí, no los autorizamos. No los autorizamos. Así hay mucha gente, hermano, que no han sido enviados por Dios, Porque Dios no ha llamado a mujeres a ser pastoras. Claramente dice el apóstol Pablo, no permito que la mujer ejerza autoridad. Porque la mujer fue creada después de Adán. Se le dio a Adán como cabeza. Él usa un argumento de creación. Y luego usa un segundo argumento. el argumento de la condición de la mujer, en el sentido de que Adán fue llamado como cabeza, pero al esta mujer sustituir a Abraham, a Adán, y pecar, ella fue un instrumento para que el pecado y la maldad entrara por causa de tomar el lugar de autoridad de su esposo que no le correspondía. Es el argumento de Pablo, un argumento de creación y un argumento del hecho por haber tomado el lugar que no le correspondía e introdujo el pecado a la humanidad. Fue Eva la que pecó al tomar el lugar que no le correspondía de autoridad sobre Adán. Hermanos, entonces Pablo usa este argumento. para llamar la atención. No permito eso en la iglesia. Esa es la razón. Es un argumento bíblico. No es que Pablo era machista, como muchos le dicen. Pablo está usando un argumento bíblico. Hermanos, entonces, si no tienen un argumento bíblico, si no hay una autoridad pastoral bíblica que apoye su ministerio, ¿qué hacen ejerciendo el ministerio pastoral? No hay un argumento bíblico. Yo no veo que Pablo salude a las pastoras que él estableció en las iglesias. No hay un ejemplo. Argumento bíblico no lo hay. Y ejemplo bíblico tampoco. No hay una elección de pastora en la iglesia del Señor. No la hay. Entonces, ¿por qué estás tomando un lugar que Cristo no te ha dado? ¿Qué bien está haciendo la Iglesia? El Señor dice, aquí, a través del apóstol Pedro, no lo hemos autorizado ese ministerio. Está tomando un lugar que no ha sido dado por Dios. Esto debe llamar nuestra atención. Porque aunque somos creyentes, hermanos, no podemos ser pragmáticos. El pragmatismo es una filosofía muy vieja en el mundo. Tan vieja, hermano, como la tentación del diablo a Eva. Porque Eva dijo, si esto me da sabiduría, esto es lo que funciona. Y si esto funciona, es bueno. Eso es lo que hace el pragmatismo. No hay hombres, ponemos una mujer. Y mira, Dios nos está bendiciendo. Eso es pragmatismo, hermano. La pregunta no es qué debemos de hacer. La pregunta es qué mandó Dios hacer. Entonces, vamos al consejo bíblico, evaluamos el consejo bíblico y clamamos, Señor, ayúdanos. Estamos solos. clamamos en ayuno y oración, nos humillamos delante del Señor y luego vamos a tocar a otros ministerios bíblicamente organizados para que ellos nos ayuden. No tomamos en nuestras manos el problema y lo resolvemos a nuestra manera. No es así. ¿Y si falta esto? ¿Y si pasa tal cosa? ¿Y si pasa aquello? Y comenzamos a argumentar como que Dios no está en su trono y ha permitido esto. Esta es su voluntad. Lo que muchas iglesias están viviendo que no tienen pastor es su voluntad. Por razones que Dios conoce y que muchas veces la iglesia conoce. ¿Por qué ese hombre andaba en pecado? ¿Por qué esa iglesia andaba en pecado? Y no lo queremos asumir. no queremos aceptar la disciplina del Señor. Amados hermanos, esto es digno de ser evaluado, examinado. Si sois creyentes, evalúate. Porque en el juicio final, en el día final, en ese día, se declarará que mucha gente dijo a Jesucristo, Señor, Señor, en tu nombre profetizamos, en tu nombre hicimos milagros, en tu nombre servimos como pastores, en tu nombre fuimos profetas. Y en ese día el Señor le dirá a esa gente que él no los envió, yo a ti no te envié. Yo a ti no te ordené para eso. Y algunos impíos que están metidos en el medio, haciéndose ricos con la iglesia y con los pobres hermanos, a eso les dirá, yo a ti no te conozco. ¿Quién tú eres? Versículo 23. Váyanse, apártense de mí. Esas son las mismas palabras en Mateo capítulo 25, 34 en adelante. Cuando le dice a los de la izquierda, apartado de mí, malditos, al fuego eterno. Jesucristo está diciéndoles en el día final al impío que ha tomado el lugar de alguien que no es, es un engañador, será apartado del Señor. Apártate de mí. Separándole públicamente esos engañadores impíos serán separados públicamente. No son hijos de Dios. No se arrepintieron de su pecado. No vivieron una vida piadosa delante de Dios. Se aprovecharon de su nombre. Usaron su nombre para comercializar. Para siempre serán apartados del Señor en el infierno eterno. Eso es lo que el Señor Jesucristo dice en Mateo capítulo 7, versículo 23. Así lo enseña en Mateo 25, 41. Todos los que se hacen llamar siervos, pero no obedecen a su padre, no se han arrepentido, no han creído en Jesucristo, no son conocidos por Jesús. Jesús no los conoce. Yo a ti no te conozco. Señor, pero yo nunca me casé para servirte a ti. Yo nunca te pedí que no te casases. Yo dije claramente, no es bueno que el hombre esté solo. le haré una ayuda idónea. Yo me santifiqué y me hice un sacerdote para ti. Yo no te llamé a que tú hicieras sacerdote para mí. Yo te mandé a casarte, a que tenga tu familia, tus hijos. No es bueno que el hombre esté solo. Mano, hay tantos sacrificios que la gente hace que Dios no se lo ha pedido. Y lo que están inventando ¿Para qué? Para creerse más santo que otros. No, aquí todo el mundo es pecador y todo el mundo tiene que arrepentirse de su pecado. Lo único bueno es el Señor. Y el Señor en su amor envió a Jesucristo para salvarnos de nuestro pecado. Estos no eran desconocedores de la palabra. Usaban el nombre de Jesús. Pero al mismo tiempo, actuaban perversamente. Y eso es lo que el Señor Jesucristo le dice, nunca os conocí, apartados de mí, hacedores, practicantes de la maldad. Aunque usaban el nombre de Jesús, practicaban el pecado, practicaba la impiedad, no se arrepentían, no se apartaban. Vosotros hacías, trabajabais haciendo iniquidad, violando la ley, actuaban malvadamente y así lo enseñaban. Actuaban impiamente. Y quiero que usted vea, hermanos, que eso puede suceder en una iglesia. local. Vaya conmigo a Apocalipsis, capítulo 2, versículo 14. El Señor Jesucristo, a través del apóstol Juan, escribe a varias iglesias. Y Apocalipsis, capítulo 2, versículo 14, a la iglesia que está en Pérgamo Jesús le dice, Apocalipsis 2.14, pero tengo unas pocas cosas contra ti, porque tienes ahí a los que mantienen la doctrina de Balaam, que enseñan, que enseñaba a Balaak, que enseñaba a Balaak a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer actos de inmoralidad. En la iglesia de Pérgamo, una iglesia cristiana, ahí había gente que enseñaba la doctrina en Pía de Balá, hermano. Y el Señor Jesucristo amonece a esta iglesia, pero no es la única. Vaya al capítulo, al versículo 20, Apocalipsis 2.20. Aquí está hablando la iglesia de Teatira. Pero tengo esto contra ti, que toleras a esa mujer Jezabel, que se dice ser profetiza, se dice ser, ella misma tiene el título, se puso el título de profetiza, que se dice ser profetiza y enseña y seduce a mis siervos a que cometan actos inmorales y comen cosas sacrificadas a los ídolos. Había mujeres dentro de la iglesia cristiana, también aquellos días, tomando una posición que Dios no le había dado. Y estaban allí profetizando, predicando la palabra. En la iglesia de Teatirman, una iglesia cristiana. Observen allí el mano y qué enseñaba. Enseñaba la inmoralidad. Enseñaba el pecado. Para que las demás mujeres y hombres las siguieran a ellos. Hermanos amados, estos dos ejemplos y muchos más, como la iglesia de Sardis, Apocalipsis capítulo 3, 1 y 9, nos habla de que había en la iglesia falsos maestros enseñando. En los días ya del apóstol Juan, no es muy diferente a lo que pasa hoy, hermano. Las iglesias están permitiendo que haya falsos maestros, que se metan falsos maestros, maestras que Dios no ha llamado al ministerio, violando la ley, actuando malvadamente, enseñando cosas contrarias al Señor. Usaban el nombre del Señor Jesús, pero Jesús descubre que su trabajo eran actos pecaminosos. aquí en Mateo capítulo 7, versículo 23, apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad. Vuestra práctica era la maldad, aunque usabais mi nombre. Amados hermanos, en estos días con tantas falsas iglesias y tantos falsos maestros y mujeres que están también pastoreando, este es un llamado de atención importante para nosotros. Porque la Biblia no aprueba, si la Biblia no aprueba tu ministerio, ¿qué haces en este lugar sirviendo de esa manera? Si Dios no te ha llamado al arrepentimiento, ¿qué haces predicando en nombre de Cristo? En un pulpo. Si tú sabes que tú no has tenido un encuentro personal con Cristo, ¿qué haces predicando a Cristo? Si tú sabes que aunque eres creyente, un verano hijo de Dios, Dios no te ha llamado porque no hay ningún ejemplo bíblico, ningún mandato bíblico para eso, ¿qué haces haciéndolo? Amados hermanos, deberíamos de atender más a lo que enseña la palabra de Dios, porque estamos poniendo en peligro nuestra alma y poniendo en peligro el alma de los hermanos de la iglesia local. Es lo que estamos haciendo. Estamos poniendo en peligro nuestra propia alma, porque si Dios no te ha mandado a hacer su obra, ¿por qué tomas ese lugar? No tienes temor de Dios. No temas a Dios. Que el juicio no te llegue por ignorancia. Que el juicio no te llegue por rebeldía. Porque los que no han sido llamados serán humillados por usurpar, robar un ministerio al que Dios no les ha llamado. Y esto es importante. Hay que estar muy seguro por las escrituras. de que Dios nos ha llamado y que ese es el lugar en que tenemos que estar. Y si tú no eres creyente, tú no tienes ni parte ni suerte con la iglesia del Señor, yo te llamo arrepentido. Con esto concluyo, hermano. Dios nos llama a una auto-evaluación. No importa el tiempo que tengas en el ministerio o en la iglesia. Tú eres un hijo de Dios. Eres un verdadero creyente. Has confesado tus pecados. Entregaste tu vida a Cristo y perseveras obedeciendo a Cristo. Déjame ver tu evidencia. Déjame ver tus obras. Es tu vida una vida de fe y se ve por tus obras. Tus testimonios, dice. Si yo le pregunto a tu padre, es tu hija creyente, ¿qué dirá tu padre o tu madre? Si yo le pregunto a tu esposo, es tu esposa creyente, ¿qué dirá tu esposo? Porque amados hermanos, por los frutos tenemos conocido. No puede ser que tú digas en tu corazón, yo soy cristiana, yo soy cristiano, y que tu mamá, o tus hijos, o tu esposo diga lo contrario, ahí es un problema. Hermanos, esto es importante porque tenemos que autoevaluarnos. Esto no es cuestión de que me están acusando. Si llegas al día del juicio en esa condición espiritual, vas a ser condenado, porque nadie puede engañar al juez. Cada uno recibirá lo que siempre. Dios nos ayude a aclamar a Él. Señor, ayúdame en mi incredulidad. Dios me dé la humildad para yo confesar cada pecado que se levante en mi corazón contra Dios. Dios me dé el corazón humilde para decir, mis queridos hermanos, ustedes me han llamado a servir en este ministerio, pero yo no veo en las Escrituras que Dios me haya llamado. Aunque ustedes me llamaron, perdónenme, pero yo no puedo seguir en esto. Porque mi conciencia es cautiva por la palabra de Dios. Es lo que tenemos que hacer. Porque es más importante temer a Dios antes que a los hombres. Es más importante temer a Dios. En el día final, es el que señala Jesús aquí, no habrá pero. que fue por tus hijos que tú lo hiciste, que fue por los hermanos, que fue por aquellos, que fue por los otros. Me dio pena, con toda mi pena, tirar al infierno. Hoy es el día para que nosotros tratemos con nuestro corazón. Y con humildad, Señor, examina mi corazón. Como decía David en el Salmo 51 y en el Salmo 32, si hay camino de maldad en mi corazón, Señor, ten misericordia de mí. Dios conceda que nuestras almas sean guardadas del engaño. Y si tú estás en el ministerio y no has sido llamado por Dios, sé humilde y no tomes un lugar que Dios no te ha dado. Y si tú eres pastor, si tú eres diácono, si tú andas como un impío, como un diablo en la calle, arrepiéntete de tu pecado y vuélvete al Señor. Arrepiéntete de tu pecado. Los títulos se quemarán junto contigo en el infierno. Esta es la realidad nuestra. Dios nos ayude y nos de un corazón sensible y humilde para volvernos de nuestros malos caminos hacia el Señor. Vamos a ser hermanos ahora. Bendito Dios y Padre, gracias te damos por tu palabra, porque en tu bondad y misericordia tú nos llamas a evaluar no solamente a los que están afuera sino también a nosotros que estamos dentro, para que temamos, para que nos arrepintamos, para que no haya duda en nuestra alma de que Tú eres nuestro Señor y temblemos a la simple idea de ser desechados por Cristo. Señor, vuelve nuestro corazón a Ti. Danos un corazón temeroso y piadoso para obedecer. En el nombre de Jesús te lo pedimos.
Engañadores sirviendo sin conocer a Jesús
Series Evangelio de Mateo
No son los que expresan públicamente su respeto a Jesús los que entran al reino sino los que hacen la voluntad de Dios.
Sermon ID | 221252132432665 |
Duration | 53:46 |
Date | |
Category | Sunday - AM |
Bible Text | Matthew 7:21-23 |
Language | Spanish |
Documents
Add a Comment
Comments
No Comments
© Copyright
2025 SermonAudio.