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Apocalipsis capítulo 22, si Dios lo permite vamos a considerar desde el versículo 16 hasta el versículo 21. Apocalipsis 22 del 16 al 21. ¿Refleja tu vida que deseas la venida de Jesucristo? ¿Refleja tu vida que deseas la venida de Jesucristo? Aquí, al acabar el libro de Apocalipsis, vemos el énfasis en la venida de Cristo. Incluso, aquí mismo, en Apocalipsis 22, Jesús mismo, de su boca, dice en versículo 7, He aquí, vengo pronto. Mira el entusiasma que guarda las palabras de la profecía de este libro. Versículo 12, He aquí, yo vengo pronto. Y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. Y en versículo 20, la mitad del versículo dice, ciertamente vengo en breve. Y luego tenemos, en versículo 17 nos dice el Espíritu, o sea el Espíritu Santo, y la esposa, que son los creyentes, que dicen, ¡ven! Están pidiendo a Jesús que venga, que retorne. Y el que oye, no, el que atiende y presta atención a esta profecía, ¿qué es lo que dice? ¡Ven, Señor Jesús! Y ahora el apóstol Juan, al final del siglo XX, dice ¡Amén! ¡Sí! ¡Ven, Señor Jesús! Debemos de desear la venida de Jesús. debemos de desear su retorno. Y la pregunta que debemos de hacernos es ¿estamos preparados? Yo recuerdo hace años leer un poema, incluso llegué a memorizarlo, ya no lo recuerdo, pero tenía que ver con la idea de que ¿qué harías tú si Cristo viniera hoy? Pero lo enfatizaron en la idea de qué harías tú si de repente alguien llama a la puerta de tu casa y te das cuenta de que es Jesús. ¿Qué harías? ¿Le abrirías con gozo? ¿Le abrirías la puerta saltando con gozo, abrazándole e invitándole a entrar? ¿O mirarías alrededor tu casa y dirías, oh oh, Eh... ¿Debería esconder esto? ¡Oh, oh! Eh... ¡Tira esto por la ventana! ¿No? ¡Oh, no! Eh... Me ha pillado de sorpresa y no estoy preparado... Intentar correr de lado a parado, ¿no? Quizás os ha ocurrido eso... Cuando de repente llega un familiar y... Pues... No teníais planes de recibir a nadie y tenéis la casa un poquito desordenada y estáis corriendo de lado para lado intentando arreglar algo, intentando limpiar, intentando hacer, preparar para que por lo menos se vea más o menos decente. Entonces este poema tenía esa idea de que qué harías si Jesús de repente llamara a tu puerta. Cómo reaccionarías. Y el poema, obviamente era un poema, era ficticio, obviamente, era con el propósito de que considerásemos nuestra vida. ¿Realmente estamos preparados para la venida de Cristo? ¿Vivimos de esa manera? ¿Estamos deseosos de que venga? Me pongo a pensar en aquellos que durante la Segunda Guerra Mundial estaban en campos de concentración. Estaban sufriendo toda clase de opresión y de mal. Yo te aseguro que ellos estaban anhelando su liberación. Estaban anhelando el ver a, en ese caso, los aliados llegar y librarles. ¡Escuchaban rumores! Sabían que en un futuro podrían llegar, podrían verles, podrían ser liberados si tenían ese deseo. Seguro que ellos estarían diciendo, si ven pronto, ven ya. Esa es la actitud que debemos de tener. Estamos aquí siendo oprimidos por Satanás en este mundo tan malvado. ese mundo tan oscuro, oprimidos por las tinieblas, oprimidos por Satanás, oprimidos por el mal, nuestra carne, el pecado que mora dentro de nosotros. Y como nos dice Romanos 8, ¿no? Gemimos dentro de nosotros, deseando ser librados, incluso la creación misma gime dentro de sí, deseando liberación del pecado. Debemos de considerar cuánto anhelamos esa liberación. ¿Cuánto anhelamos la venida de Cristo? ¿Cuánto anhelamos pasar a la eternidad? O estamos viendo, como muchos viven, que tienen, en inglés lo dicen, the bucket list, que es como una lista de cosas que tengo que hacer antes de que muera. y tienen una lista de que quieren cumplir antes de que se mueran, ¿no? Entonces, es como que la venida de Cristo no puede ocurrir ahora. Obviamente las personas que viven de esa manera pues no creen en Jesús como Señor y Salvador, pero podríamos vivir de esa manera, pensando, ah, no, es que quiero lograr estas cosas, quiero llegar a estas metas, etcétera. No, tengo planes. Cristo, no vengas aún. Tengo planes. ¡Tengo mi vida por delante! ¿No? Y puedes pensar en todo lo que quieres hacer en esta vida. Cuando lo que resalta la escritura es que eso no es importante. Todo eso es temporal. Lo que debemos de hacer es vivir para Él. Vivir para Cristo. ¿No? Y cantamos la canción Prefiero a Cristo. ¿Debemos de considerar eso es cierto en nuestra vida? ¿Realmente es cierto? refleja tu vida que deseas, la venida de Jesucristo. Aquí el texto que vamos a considerar desde el versículo 16 hasta el versículo 21, vemos este, esta conclusión, ¿no?, del libro de Apocalipsis, donde vemos a Jesús hablando en el versículo 16, dice, yo, Jesús, He enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana. Y el Espíritu y la esposa dicen, ¡ven! Y el que oye diga, ¡ven! Y el que tiene sed, ¡venga! Y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente, Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro, si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santedad, y de las cosas que están escritas en este libro. El que da testimonio de estas cosas dice, ciertamente vengo en breve. ¡Amén! ¡Sí! ¡Ven, Señor Jesús! La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. ¡Amén! Ahora, aquí en el Siglo XVI, es que aquí Jesús está hablando. lleva hablando desde por lo menos el versículo 12, pero vemos aquí a Jesús que ahora cambia el tema para hablar de su función en la producción del libro de Apocalipsis. Él mismo dice, yo Jesús. Es interesante porque Esta es la única vez en el libro de Apocalipsis en que Cristo se llama a sí mismo como Jesús. O sea, es el nombre personal de Jesús. Y eso demuestra que este libro no es un producto imaginario. No es un producto de capricho personal. Sino que Jesús es quien ha estado revelando esto. Y él lo ha hecho por medio de su ángel. Él ha enviado, ahí mismo lo dice, he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Lo cual es como empezó Apocalipsis, porque en Apocalipsis 1.1 dice la revelación de Jesucristo que Dios le dio para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan. Eso es Apocalipsis 1.1. Entonces, el texto enfatiza de que Dios Padre le da la revelación a Jesucristo. Jesucristo, quien es Dios Hijo, le da la revelación al ángel para revelárselo al apóstol Juan. Juan lo revela a los siervos de Dios, inicialmente a las siete iglesias de Asia, pero ellos tienen el libro de Apocalipsis y lo comunican, ¿no? Lo continúan estudiando y hablando de esta profecía tan importante. Y aquí vemos, Jesús, está hablando de, de, del... Jesús histórico, ¿no? ¡Dios encarnado! ¡Él es el Cristo resucitado! ¡El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo! Y aquí vemos que dice, mi ángel, aquí en versículo 16, en versículo 6, habla de su ángel y se refiere al mismo ángel. Es el ángel que Dios ha enviado, el ángel que Jesús ha enviado, resaltando la unidad en la Trinidad, implica que lo que Dios Padre hace, también lo hace el Hijo, también lo hace Jesús, quien es Dios también. Y aquí dice, yo Jesús, esto es Apocalipsis 16, y si notáis ese énfasis, porque Él, Él es el yo soy, Él dice, yo, Jesús, he enviado mi ángel para daros. Y si notáis, eso está en plural. El daros está en plural porque el apóstol Juan no es el único destinatario de la revelación. Porque ahí mismo en Apocalipsis 1.1 dice, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. ¿Quiénes son sus siervos? Los creyentes. los que tienen fe para salvación. Y sí, el apóstol Juan daría la revelación inicialmente a los mensajeros de las siete iglesias, pero ellos lo llevarían a las iglesias de Asia, pero esas iglesias lo pasarían a otras iglesias y a otros creyentes de generación a generación. Y por ello nosotros tenemos acceso a este libro. Y nosotros debemos de comunicar y pasar esta profecía a la siguiente generación. Y en Apocalipsis 22, 8, nos menciona, dice, yo, Juan, soy el que oyó y vio estas cosas. Resaltando que no hay otros profetas que lo vieron. Sino, fue Juan, Dios la reveló al apóstol Juan. Y estas cosas se refiere a todo el contenido del libro. A todas las cosas que deben de suceder pronto. Es algo que ha estado resaltando desde el principio de Apocalipsis. Porque en Apocalipsis 1 a 1 dice, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. O aún aquí en Apocalipsis 22, 6, la última frase, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. Y entonces, por ello, aquí vemos que Jesús mismo da testimonio. Daros testimonio, aquí volviendo a Apoclipsis 22, 16, para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Ahora, no se debe delimitar ese término iglesias exclusivamente las siete iglesias de Asia. Sí, esas siete iglesias son representativas. representativas de otras iglesias. Pero puede que el apóstol Juan se esté refiriendo ahora a la iglesia universal en su totalidad, todas las iglesias, la iglesia universal que incluye a todos los creyentes, todos los que han puesto su fe y confianza en Jesús como Señor y Salvador. Sí, lo que el apóstol Juan escribió inicialmente fue enviado a las siete iglesias, como nos dice Apocalipsis 1.4. Y dice, Juan, a las siete iglesias que están en Asia. Sí, inicialmente, a ellas. Sin embargo, la revelación es para todas las iglesias, de todo el mundo. Entonces, en los tiempos del apóstol Juan y ahora, Y es que Jesús es el Mesías, por ello tiene autoridad para dar revelación. Él da su testimonio aquí, dice Apocalipsis 22, 16. Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Y aquí vemos estos títulos mesiánicos donde resalta el derecho de Jesús de reinar sobre el trono de David. Él es el Mesías, Él tiene autoridad para dar esta revelación. Hay que recordar que en 2 Samuel, 2 Samuel 7, del 12 al 16, Dios le promete al rey David un descendiente que reinaría eternamente. Y se refiere al Mesías. Es el segundo de Samuel 7, del 12 al 16. Y en versículo 16, dice, Y se afirmará tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente. ¿Y cómo puede hacer eso? Porque nos dice en versículo 12, Yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas y afirmaré su reino. Versículo 13. Él edificará casa a mi nombre y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. Eso es 2 Samuel 7, pero el texto completo es del versículo 12 al versículo 16. Dios promete un descendiente al rey David que reinará eternamente. ¿Quién es él? Mesías. Y aquí vemos estos títulos mesiánicos cuando dice yo soy, volviendo aquí a Apocalipsis 22, 16, yo soy la raíz. y el linaje de David. Ha mencionado la raíz de David anteriormente en Apocripsis 5, 5 y está haciendo referencia a la profecía de Isaías. Porque en Isaías capítulo 11, versículo 1 dice, saldrá una vara del tronco de Isaí y un vástago retoñará de sus raíces. Eso es Isaías 11, versículo 1, donde resalta que va a ser un descendiente del rey David en la carne. Va a ser heredero del trono de David. Pero aquí si notáis, aquí en Apocalipsis 22.16, o sea, esa profecía venía de Isaías, Isaías 11.1, pero aquí, en Apocalipsis 22.16, dice yo soy la raíz y el linaje de David. Entonces, resalta que Jesús es el antecesor O sea, viene antes y al mismo tiempo es descendiente de David. Es descendiente de David en la carne. Entonces, Jesús es el principio y el final del ámbito asociado con la familia de David. Lo que resalta es que Jesús cumple todas las promesas mesiánicas. Y luego, la última frase del versículo 16, de aquí de Apocalipsis 22, dice, la estrella resplandeciente de la mañana. Lo cual hace referencia a la profecía de Balaam. Porque Balaam nos menciona en Números 24, versículo 17, ¡saldrá estrella de Jacob! Y se levantará cetro de Israel. Eso es Números 24, versículo 17. Donde salta esta estrella que saldrá. Esta estrella resplandeciente de la mañana. Esos números 24, 17. Hay que recordar que Jesús mismo se identificó a sí mismo como la luz del mundo. En Juan 8, 12. Jesús mismo dice, yo soy la luz del mundo. Y aún en Juan 1, en Juan 1, versículo 9, nos menciona la luz verdadera que vino al mundo. iluminó la oscuridad. El mundo la rechazó, pero vemos como Jesús es la luz, es quien resplandece. Y aún, aquí en Apocalipsis, vemos que el vencedor de la iglesia de Tiatira recibe la estrella de la mañana. Eso es en Apocalipsis 2, 28. Apocalipsis 2.28. Y es que Jesús, quien es el Mesías, al ser la estrella de la mañana, él es la estrella más brillante de toda la galaxia. El retorno de Jesús quita la oscuridad antes del amanecer y provoca el día perfecto de Dios. Y por ello vemos aquí estos títulos mesiánicos que califican a Jesús para dar esta revelación. Y entonces en versículo 17 dice, y el espíritu y la esposa dicen ven, y el que oye diga ven, y el que tiene sed venga, y el que quiera tome del agua de la vida gratuitamente. Ahora, este versículo, versículo 17, podría ser la respuesta del apóstol Juan a las palabras de Cristo, que acabo de mencionar ahí en versículo 16. Pero el movimiento que se puede notar desde el versículo 16 al versículo 19, en su énfasis está sobre la autoridad del libro y la identificación del que da testimonio de estas cosas. Como nos dice el versículo 20, Dice, el que da testimonio de estas cosas dice, o sea, ¿de qué cosas está dando testimonio? ¿Quién es el que está dando testimonio? Nos dice en el versículo 16, yo Jesús he enviado a mi ángel para daros testimonio. Entonces, como Jesús es quien da testimonio de estas cosas, es más probable que estas palabras, aquí, incluso aquí en el versículo 17, sean palabras de Jesús. Que Jesús mismo continúe hablando. Y ahora Jesús se enfoca en el Espíritu, que se refiere al Espíritu Santo, y a la esposa, que se refiere a los creyentes, el pueblo de Dios. Y lo que hay que recordar es que el Espíritu, el Espíritu Santo, es quien habla directamente por medio de sus profetas. O sea, Él es el Espíritu de profecía, como nos dice Apocalipsis 19.10. Dice, porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía. Eso es Apocalipsis 19, 10. Entonces, los profetas, a quien Dios escoge para revelar su palabra, ellos tienen este espíritu de profecía. Y como os dice 2 Pedro 1, 21, Los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. Entonces, ninguno de ellos habló por su capricho, habló por su propia voluntad. La profecía nos dice ahí, la profecía Nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. Segunda de Pedro 1, 21. Entonces aquí menciona al Espíritu, realmente está identificando este Espíritu de profecía, a los profetas que comunican por medio del Espíritu de profecía este don espiritual que Dios les ha dado, Por ello, el Espíritu y la esposa, los creyentes, que se refiere al pueblo de Dios, entonces, ellos se unen para invitar el retorno del Rey Davídico. Ellos quieren que Cristo vuelva, por eso dicen, y el Espíritu y la esposa dicen, ¡ven! Porque los profetas y todos los santos desean el retorno del Mesías. Porque a través de Apocalipsis vemos varias veces que se derrama la sangre de los santos y los profetas. Como en Apocalipsis 16, 6. O en Apocalipsis 18, 24, ¿no? Se derrama la sangre de los profetas, se derrama la sangre de los santos. ¿Qué es lo que desean? El retorno del Mesías para dar justicia, para vindicarles, para que puedan disfrutar de las bendiciones futuras del reinado del Mesías. Ahora, lo interesante es que hasta este punto El término esposa se ha referido al pueblo de Dios triunfante del futuro, pero aquí está mencionando a la esposa como todos los creyentes de hoy. O sea, el apóstol Juan aplica el nombre a toda la iglesia que espera la redención. Si eres parte de la iglesia, si has puesto tu fe y confianza en Jesús como Señor y Salvador, eres parte de la iglesia y debes tener este deseo. de que Cristo VENGA. Es como en las cartas del apóstol Pablo, como en 2 Corintios 11, 2. Menciona a la iglesia como la esposa, ¿no? Y Cristo como el esposo. Dice pues... Dice, porque os celo de Dios, pues os he desposado con un solo esposo para presentaros como una virgen pura a Cristo. Eso es 2 Corintios 11, 2. O nefesios 5, versículo 32, dice, grande es este misterio, mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. Identificando a la iglesia y luego una apocalipsis a los creyentes como la esposa. Ahora, hay diferentes opiniones en cuanto a quien le están diciendo, ven, Hay algunos que piensan y están invitando a los creyentes a una mayor dedicación a Cristo. Otros piensan, que aquí cuando el espíritu y la esposa dicen ven, están invitando a los incrédulos a lavar sus ropas en la sangre del cordero, o a ser salvos. Pero como ya he mencionado antes, realmente están invitando a Cristo a retornar, a volver, están pidiendo que vuelva, lo cual es más probable aquí en este contexto, porque tiene más sentido en el contexto que se enfoque en el retorno de Cristo, porque como leído anteriormente, Cristo mismo está resaltando que Él viene pronto, como en versículo 7, he aquí vengo pronto, o en versículo 12, he aquí yo vengo pronto, o a un versículo 20. Ciertamente, vengo en breve. Entonces, el contexto está centrado en el retorno de Cristo. Entonces, tiene más sentido de que el Espíritu y la esposa le digan ¡Ven! ¡A Cristo! Y lo que... Y como mencioné antes, estas son palabras de Cristo. Entonces, Él está citando al Espíritu, al Espíritu Santo y a la esposa porque realmente el Espíritu revela, revela lo que vendrá y motiva a la Iglesia para desear el retorno de Cristo. Como nos dice Juan 16, 13, dice, cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad, porque no hablará de su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere y os hará saber las cosas que habrán de venir. Eso es Juan 16, 13, donde menciona que el Espíritu revela lo que vendrá y también es una motivación a la iglesia a desear el retorno de Cristo. Y entonces menciona aquí también, no solamente el Espíritu y la esposa dicen ven, sino también dice el que y el que oye diga ven. Entonces cualquiera que escuche la lectura de Apocalipsis, y hay que recordar que en los tiempos del apóstol Juan, comúnmente se leía en público, se leía el libro completo en las iglesias, ¿no? Cada persona no tenía su propia copia, se leía públicamente, entonces, había muchos oyentes. Pues, sea que lo leas o que lo oigas, debes de desear que Cristo venga, y por eso resalta el que OYE No cualquiera que escuche la lectura de Apocalipsis debe de repetir la invitación de la segunda venida de Cristo. Debe de invitar que Cristo vuelva. Cada individuo de cada iglesia debe de pedir el cumplimiento de la promesa del retorno de Cristo. Y aquí vemos que dicen ven ¿no? y el que oye Sí, podría referirse al contenido que acaba de ocurrir desde el siglo XII al siglo XV, o quizás a lo que el Espíritu y la Esposa acaban de decir, pero es más probable que sea más general, que incluya más que solamente eso, pero deseando la venida de Cristo, el que oye, el que ha escuchado el libro de Apocalipsis leído o alguna sección de ella que tenga este deseo de que Cristo vuelva y entonces termina el versículo 7 diciendo y el que tiene sed venga y el que quiera tome del agua de la vida gratuitamente podéis notar el cambio ¿no? porque el que tiene sed no tiene que que acoger a Cristo, sino debe de recibir la invitación de ser acogido por Cristo. Porque dice, el que tiene sed, ¡venga! Porque Jesús es el que presenta la invitación. ¿Quiénes son los que tienen sed? Los que no han puesto su fe y confianza en Jesús como Señor y Salvador. Se refiere a sed espiritual. Es como en Isaías 55, versículo 1. Dice, a todos los sedientos, venid a las aguas. Eso es Isaías 55, versículo 1. Jesús mismo dijo en Juan, en Juan 7, 37, si alguno tiene sed, venga a mí y beba. Eso es Juan 7, 37. Y en Juan 6,35, Jesús les dijo, yo soy el pan de vida, el que viene a mí, nunca tendrá hambre, y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. Eso es Juan 6,35. Entonces, volviendo aquí a Apocalipsis 22, versículo 17, vemos que Jesús ya ha presentado la invitación a que el sediento venga a él, y por ello dice, el que tiene sed, ¡venga! Y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente. Entonces, la sed es, la sed se refiere a la sed espiritual. Y la sed que se tiene es del agua de vida. Como nos dice Apocalipsis 21.6, al que tuvieres sed, Yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. Esa es la sed que se tiene. La sed del agua de la vida. Y Cristo la ofrece gratuitamente. El que tuviera sed, vendrá a tomar del agua de la vida. Lo que está resaltando es que hay muchos, aún dentro de las iglesias, que aún están sedientos, aún no han puesto su fe y confianza en Jesús como Señor y Salvador, aún no han tomado del agua de la vida. Lo que resalta es que, aún dentro de las iglesias, hay algunos que no son vencedores. Muchos no han aceptado a Jesús como Señor y Salvador. Cuando cada individuo necesita responder a la invitación de Jesús. La invitación es para tomar la decisión correcta y esta invitación aún sigue abierta. Por eso vemos aún aquí, a pesar de todo lo que ha ocurrido en Apocalipsis, aquí estamos en el epílogo, al final, Aún lo estamos leyendo, aún no hemos pasado la eternidad, aún estos eventos no han ocurrido, la segunda venida de Cristo aún queda en el futuro, aún hay tiempo. Pero llegará el día cuando será demasiado tarde. Y por ello aquí dice, el que quiera. Sos Apocalipsis 22, versículo 17. El que quiera. Se refiere al que tiene sed. Y el que quiere, Busca. El que quiere, el que realmente quiere, busca y halla. Incluso nos dice Jeremías 29, 13. Me buscaréis y me hallaréis. Porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Eso es Jeremías 29, 13. Jeremías 29, 13. Es que la búsqueda seria es equivalente a tener sed. Y por ello Jesús invita a todos a aprovechar este regalo gratuito. Hay que recordar, las palabras de la Escritura son fieles y verdaderas. Nos lo menciona allí en versículo 6. Apocalipsis 22, 6. Estas palabras son fieles y verdaderas. Y por ello, como nos dice versículo 10, no se deben de sellar. ¿Para qué? Para que las tengamos accesibles. Y es que los pecadores deben de recibir el llamado, de responder a las advertencias de la Palabra de Dios. Y si no responden adecuadamente, van a sufrir sus consecuencias. Y por ello, Jesús está ofreciendo este... este llamado. De que vengan, de que... tomen gratuitamente de la fuente del agua de la vida. Como nos dice ahí el versículo 6. Cada uno de nosotros debemos de responder. Y dependiendo de cómo respondamos, pues, así va a resultar nuestra eternidad, donde pasemos la eternidad. Si ponemos nuestra fe y confianza en Jesús como Señor y Salvador, disfrutaremos la eternidad con Él. Si no, si rehusamos creer, como nos dice Juan 3, 36, si rehusamos creer en el Hijo, entonces recibiremos la ira de Dios, la condenación. Y como nos dice Apocalipsis, nuestro fin será el lago de fuego. Y entonces aquí en versículos 18 y 19 vemos como Jesús testifica. Dice, yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro. Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitaré de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro. O sea, Jesús da testimonio de la autoridad y de la firmeza de la profecía de Apocalipsis. Y presenta una advertencia, una advertencia bastante severa, Y es para aquellos que quizás se sientan ofendidos ante esta profecía, ante el mensaje que nos comunica, las enseñanzas que nos comunica, el mensaje de esta profecía. Y quizás habrá algunos que la quieran distorsionar, que la quieran... dañar, quieran quitar algunas cosas o añadir algunas cosas para que se sientan un poquito más cómodas, se sientan un poquito más cómodos con esta profecía, ¿no? Para intentar distorsionar la profecía, distorsionar su enseñanza. Incluso aquí mismo en Apocalipsis nos menciona sobre Jezabel, ¿no? Esta profetisa, o dice, dice ser profetisa, ahí en Apocalipsis 2.20, O aún la... los Nicolaitas en Apocalipsis 2.6. O aún en Apocalipsis 2.24 menciona algunos que dicen conocer las profundidades de Satanás. O en Apocalipsis 3.9 nos menciona algunos judíos mentirosos, incluso Jesús mismo los llama sinagoga de Satanás. Hay personas que van a querer distorsionar este mensaje, esta profecía, y por ello vemos esta advertencia. Una advertencia seria, ¿no? Resalta la seriedad de manipular la palabra de Dios. Ahora, es interesante porque hay algunos que quieren desacreditar estos versículos. El versículo 18 y el versículo 19, diciendo que fueron insertados por un copista o por un editor posterior. Pero no hay ningún manuscrito que no los contenga. No hay ninguna prueba de que Apocalipsis haya circulado sin estos versículos. Ahora, hay algunos que piensan que estos versículos, versículos 18 y versículos 19, son palabras del apóstol Juan, pero es más probable que sean palabras de Jesús. Porque como he mencionado antes, vemos un yo enfático cuando cuando dice yo testifico lo cual lo vemos en el versículo 16 cuando Jesús dice yo Jesús ese yo enfático no tiene sentido si es Juan quien está hablando porque Juan nunca asume un tono tan autoritativo en Apocalipsis por ello es más probable que sean las palabras de Jesús porque sólo Jesús tiene esa clase de autoridad De todas formas, la primera parte del versículo 20, identifica a Jesús como quien da testimonio de estas cosas. Ahí mismo dice en el versículo 20, el que da testimonio de estas cosas, dice, ciertamente vengo en breve. Lo cual, versículo 16, dice, yo Jesús, he enviado a mi ángel para daros testimonio de estas cosas. En las iglesias. En versículo 18, yo testifico. Y entonces, en el siglo XX, el que da testimonio a estas cosas dice, ciertamente, vengo en breve. Entonces, ¿quién es el que está hablando? Es Jesús quien está hablando. Jesús es quien ha dado testimonio por medio de su ángel a través del libro. Y ahora da testimonio en persona. Por ello es apropiado. Es apropiado que Jesús hable estas palabras tan solemnes. nos dice en versículo 18 2 apocalipsis 22 18 yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro está haciendo eco al capítulo 1 de apocalipsis porque en apocalipsis 1 3 dice bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de esta profecía y guardan las cosas en ella escritas porque el tiempo está cerca Entonces aquí, todos los que oyen. Y aquí vemos este testimonio de Jesús. Aquí dice, yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro. O sea, Jesús mismo identifica a este libro como profecía. Y, al ser profético, proporciona la justificación de las amenazas que contiene. O sea, estas palabras vienen de Dios mismo. Y hablan del futuro. Lo cual, el contenido de estos dos versículos, si notáis, dice, si alguno añadiere a estas cosas, y luego dice versículo 19, si alguno quitare de las palabras de este libro. de esta profecía, vemos diferentes condenas, ¿no? Vemos castigos. Versículo 19 dice, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. O en versículo 19, Dios quitará su parte del libro de la vida y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro. Lo cual, el contenido de estos dos versículos es similar a lo que encontramos en Deuteronomio. Deuteronomio 4.2, no añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os ordene. Eso es Deuteronomio 4.2. Deuteronomio 12, versículo 32, cuidarás de hacer todo lo que yo te mando, no añadirás a ello, ni de ello quitarás. Eso es Deuteronomio 12.32. Ahora encontramos en Proverbios, Proverbios 36. Proverbios 36. No añadas a sus palabras para que no te reprenda y seas hallado mentiroso. Eso es Proverbios 30, versículo 6. Pues aquí menciona esta idea de añadir y quitar. Y hay diferentes opiniones a lo que se refiere. Algunos Dicen que es la aplicación, o sea, el añadir y quitar es la... se refiere a la aplicación y la recepción de las lecciones enseñadas en el libro. Pero si notáis, el contexto no está hablando de obediencia al libro, sino al contenido del libro. No debes de quitar ni añadir al contenido del libro. No está hablando de obediencia. Otros piensan que es una amenaza formal a aquellos que hacen una copia del libro. Pero aquí no se está... aquí no se dirige a los copistas, sino a todo el que oye. O sea, algunos lo intentan aplicar a aquellos que, porque antiguamente se hacían copias a mano, pues si tú lo copias a mano, no añades ni quites de ello. Cual obviamente sí lo incluye, pero no... principalmente esa no es la... La referencia, como dice, añadir y quitar. Sino que es una advertencia que se refiere a aquellos que... La advertencia tiene que referirse a los que enseñan la palabra de Dios en las iglesias. O sea, no se debe de añadir ni quitar del contenido. No se debe permitir alterarlo. Eso es lo más probable. Se refiere al contenido. No añadas y no quites al contenido. Ni a la enseñanza. Entonces, no se debe permitir que se altere de ninguna manera. Y aún Los creyentes deben de protestar contra las revelaciones falsas de los falsos profetas y de los falsos maestros. Como ya he mencionado en Apocalipsis 2.20, nos menciona Jezabel que se dice profetisa. Al parecer ella estaba intentando hacer esto. Añadir o quitar a la profecía de Dios diciendo que ella misma tenía palabra divina la cual deben de escuchar y por ello ella podía anular profecías divinas o podía añadir a ellas y entonces no se debe escuchar a estas personas incluso el apóstol Juan también en primera de Juan capítulo 4 versículo 1 dice amados no creáis a todo espíritu sino probad los espíritus y son de dios porque muchos falsos profetas han salido por el mundo sus primer Juan 4 versículo 1 Dando a entender, hay que tener mucho cuidado. Hay muchos falsos maestros, muchos falsos profetas. Asegúrate que lo que enseñan se conforman las escrituras. Entonces, se debe protestar contra las revelaciones falsas de los falsos profetas y falsos maestros. Lo interesante es que aquí menciona estos apocalipsis 22, 18, dice, yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro, si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida y de la santacidad y de las cosas que están escritas en este libro. Entonces se refiere al contenido, como he mencionado. No, no se debe añadir ni quitar del contenido y no se debe permitir alterarlo para nada. Lo interesante es que la profecía y el don de profecía del Nuevo Testamento cesó poco después de escribir este libro. Y posiblemente el apóstol Juan está prohibiendo la continuación del uso del don de profecía. Estas palabras realmente son apropiadas para cerrar el canon de la escritura. O sea, el libro de Apocalipsis fue el último libro que se escribió, y ahí se cierra el canon de la escritura. Entonces, lo que Jesús está dejando claro es que Él no quiere que se añade y se quite nada de su palabra. Sí, es cierto que la advertencia inicialmente aplica directamente al libro de Apocalipsis, pero no está limitado al libro de Apocalipsis, como he mencionado ya, textos donde repite la misma idea en Deuteronomio y en Proverbios de que no se deben de añadir a sus palabras. Entonces, eh... aplica específicamente al libro de Apocalipsis, pero al mismo tiempo implica el cese del don de la profecía. Entonces, cualquier persona que añada o quite de la escritura recibe justa condenación. Entonces, después de esto no puede haber un profeta que diga ah bueno yo este texto no vale porque yo tengo donde profecía y lo anuló no lo puede porque porque dios ha dicho no se puede quitar ha recibido revelación divina hay que añadir otro libro no lo puedes porque el que no está cerrado Porque Cristo ha dicho, hasta aquí. ¿No? Ya no hay más necesidad de más revelación. Lo que tenemos es suficiente. Y por ello, estas palabras son apropiadas para cerrar el canon de la Escritura. O sea, Jesús deja claro que no quiere que se añada o quite nada de su palabra. Y por ello aquí vemos esta... estos juicios severos. Porque nos dice Brasil en el siglo XVIII que el que El que añadiere, si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. ¿No? Identificando que van a sufrir por ser incrédulos. Porque los que sufren estas plagas del apocalipsis es porque no quieren creer en Jesús como Señor y Salvador. Y en versículo 19 dice, si alguno quitarle las palabras de este libro, de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro. Identificando la misma idea. O sea, estas personas que no respetan la palabra de Dios y que están dispuestas a quitar o añadir, demuestran que no son creyentes. Y que nunca tuvieron su parte en el libro de la vida y nunca tendrán acceso al Árbol de Vida ni a la Santa Ciudad. Aquí, si notáis, la Reina Valera lo traduce parte del Libro de la Vida. Ese término, libro, solo se encuentra en algunos manuscritos y son los manuscritos pocos y... y... más recientes de los que se han... de... entonces los... la mayoría de los manuscritos antiguos tiene árbol en vez del libro. Entonces, es como la traducción en la Biblia de las Américas, quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa descritas en el libro. Realmente tienen el mismo significado. No son creyentes. ¿No? Y... esta advertencia es igual de severa que la anterior del versículo 18 ahora lo que tenemos que entender es que no implica que se puede perder la salvación lo que está diciendo es que una persona que haga esto no es un creyente genuino y por eso nunca tendrá su acceso al árbol de la vida nunca tendrá su nombre escrito en el libro de la vida nunca entrará en la santa ciudad porque no es creyente y no disfrutará de estas bendiciones. Y aquí si notáis está resaltando el libro cuando dice y si alguno quitar de las palabras del libro. Hay que entender que el apóstol Juan está a punto de completar el libro. Está delante de él. Y cualquier intento de reducir sus contenidos tendrá condenación eterna. Y está resaltando que solamente un incrédulo podría violar esta advertencia. Un hijo de Dios genuino nunca manipularía la Escritura a propósito. O sea, eso no significa que no erremos. ¿No? No significa que un creyente no pueda errar en juicio o errar malinterpretando un texto de la Escritura. La advertencia aquí es contra aquellos que intencionalmente falsifican, intencionalmente malinterpretan, intencionalmente distorsionan la Escritura. O sea, quieren enseñar su propia doctrina, o quieren engañar a las personas, entonces añaden o quitan de la Escritura. La advertencia es contra ellos, que intencionalmente falsifican, malinterpretan y distorsionan la Escritura. como nos menciona 2 Corintios 2.17 dice pues no somos como muchos que medran falsificando la palabra de Dios sino que con sinceridad como de parte de Dios y delante de Dios hablamos en Cristo, eso es 2 Corintios 2.17 aún así el creyente que es lo que debe hacer el creyente debe esforzarse para usar bien la palabra de Dios Como nos dice II Timoteo II Timoteo 2.15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. Eso es II Timoteo 2.15 Si eres creyente, pues respeta la escritura y úsala bien. en 1 Corintios 4, 2. Ahora bien, se requiere a los administradores que cada uno sea hallado fiel, ¿no? Debemos de ser fiel en el uso de la Escritura, interpretarla correctamente, y si erramos rápidamente corregimos nuestros errores. Es que el acto de añadir o quitar de la Palabra de Dios está fuera de la voluntad de Dios. Una persona que sea tan rebelde contra Dios, nunca recibirá el Espíritu de Dios. Nunca será creyente, sino que persistirá en su rebeldía, en su rebelión. Y cualquiera que tenga acceso al Árbol de la Vida y a la Santa Ciudad, tendrá el libro de esta profecía con respeto, la tratará con respeto. Por ello nos dice Apocalipsis 22, 7. bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro. ¿Quiénes son los creyentes? Los que han puesto su fe y confianza en Jesús como Señor y Salvador van a respetar este libro y no van a añadir ni a quitar de esta profecía. Incluso debemos de tener la actitud de un comentarista que leí que después de escribir un comentario sobre el libro de Apocalipsis, dice, si en algo he errado, ¿no? Si he dicho algo de más, si he dicho algo de menos, si no he enseñado todo, ¿no? Estoy dispuesto a arrepentirme, ¿no? A cambiar. Y estoy dispuesto a buscar todos los libros que tengan ese error que ha salido de mi boca y quemarlos. Porque no quiero añadir ni quitar. ¿No? Tener ese deseo. Hacer todo lo posible para para enseñar correctamente la escritura. Ese debe ser nuestro anhelo. y aquí en versículo 20 dice el que da testimonio de estas cosas dice ciertamente vengo en breve amén si ven señor jesús aquí vemos como juan el apóstol juan responde las palabras profundas de jesús con la petición de que venga pronto aquí vemos como el apóstol juan ha citado las palabras de jesús y jesús quien acaba de acabar de terminar de hablar Es quien testifica, ¿no? Él da testimonio de estas cosas. Él da su autoridad de que son verdad. Y Jesús da testimonio, no sólo del contenido de esta sección, sino de todo el libro. Y por ello, Jesús está respondiendo al Espíritu, que vemos ahí en versículo 17, a la esposa, a los fieles, le responde diciendo, ciertamente, vengo en breve. O sea, Jesús enfatiza su venida en breve. Ya lo he mencionado varias veces, donde dice en el siglo VII, he aquí, vengo pronto. O en el siglo XII, he aquí, yo vengo pronto. Y aquí, Jesús lo enfatiza una vez más, diciendo, ciertamente, vengo en breve. Y él viene, para dar retribución a sus enemigos. Pero al mismo tiempo, a responder a las necesidades de los fieles. Por ello, Juan, el apóstol Juan, dice, ¡Amén! Es un término que significa verdaderamente. Es una afirmación de aprobación. Y por ello Juan añade amén, ¿no? Él aprueba de lo que Jesús ha dicho y también muestra confianza en las palabras y en las promesas de Jesús. Pero además, vemos que Juan añade su propia invitación. Cuando dice, ¡Sí! ¡Ven! ¡Señor Jesús! Él añade su propia invitación a la segunda venida de Cristo. Juan está reconociendo la deidad de Jesús, por eso le llama Señor. Él es Señor. Ahora, esta combinación, Ben, Señor, esta combinación es equivalente a la petición en arameo, que es Maranata. Maranata, no, Ben, Señor. ¡Oh, Ben, Señor! donde lo usa en 1 Corintios 16, versículo 22, la reina Valeria lo traduce, el Señor viene, pero es esa frase, ¿no?, en arameo, maranata, ¡ven, Señor! Y es una expresión que reconoce el derecho del Señor de venir y de juzgar. Y aquellos que son fieles no pueden esperar hasta que Cristo venga y juzgue. porque nos dice en Apocalipsis 22, 12, "...he aquí, yo vengo pronto, ¡y mi galardón conmigo!" Para recompensar a cada uno según sea su obra. O sea, Cristo vendrá a recompensar a cada uno según su obra. Y, dependiendo si la obra es buena o mala, eso determina la naturaleza de la recompensa. Si has puesto tu fe y confianza en Jesús como Señor y Salvador, vives para Él y por ello tu recompensa van a ser galardones bendiciones pero si no has puesto tu fe y confianza en Jesús como Señor y Salvador entonces vas a recibir retribución vas a recibir castigo y entonces por ello los creyentes desean el retorno de Cristo y por ello el El apóstolo Juan termina aquí el Apocalipsis diciendo, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén. Juan termina el Apocalipsis con una nota de gracia transformadora. Es exclusivamente por la gracia de Dios que podemos disfrutar de las bendiciones que nos menciona aquí en el libro de Apocalipsis. Que podemos disfrutar de la nueva creación, de la nueva Jerusalén, de una relación personal con Dios. Es por la gracia de Dios. Por eso empezó Apocalipsis en capítulo 1, versículo 4. Dice, gracia y paz a vosotros. Gracia y paz. Es apropiado terminar el libro con la descripción de la provisión de la gracia de Dios. Porque nosotros no merecemos su gracia. Y somos pecadores desde el nacimiento. Pero nos dice Romanos 5, 8. Mas Dios muestra su amor para con nosotros. En que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Eso es Romanos 5, 8. Y en Efesios 2, del 8 al 9. Porque por gracia sois salvos. Por medio de la fe. Y esto no de vosotros. Pues es don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe. O sea, la gracia es el favor de Dios. El favor que Dios muestra hacia el creyente. Y la paz que obtenemos por su gracia, por la fe, por la obra de Cristo en la cruz, esa paz con Dios es el resultado de la gracia de Dios. Por ello aquí el apóstol Juan termina con la gracia de nuestro señor Jesucristo sea con todos vosotros. porque hemos sido justificados por la fe. Nos dice Romanos 5 del 1 al 2. Justificados pues por la fe tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. O sea, la razón por la que tenemos acceso a esta gracia es exclusivamente por medio de nuestro Señor Jesucristo. Es por su obra en la cruz. Y eso es lo que resalta aquí Apocalipsis, es de que Cristo es central. Él es el Redentor. Él es Señor. Él es Salvador. Él es el único que tiene toda la autoridad, el que tiene la habilidad de abrir el rollo y de desatar estos eventos. Y por ello debemos de continuar nuestra fe en Él porque esta profecía se va a cumplir. Lo queramos o no, se va a cumplir. Lo creamos o no, se va a cumplir. Y por ello debemos de considerar nuestra vida. ¿Cómo estamos viviendo? Realmente refleja nuestra vida que deseamos la venida de Jesucristo. O sea, vivimos de esa manera. Vivimos deseando que Cristo retorne. Deseando que Cristo establezca justicia, establezca su reino. Refleja tu vida que deseas la venida de Jesucristo. Vamos a terminar en oración.
¿Refleja tu vida que deseas la venida de Jesucristo?
Series Apocalipsis
Sermon ID | 219231755127868 |
Duration | 1:01:37 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Revelation 22:16-21 |
Language | Spanish |
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