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Esta mañana vamos a comenzar el capítulo nueve, Hebreos capítulo nueve. Y los sermones va a haber, no sé, por lo menos dos, yo creo que tres sermones del bosquejo que estamos viendo esta mañana. Estamos en los primeros 14 versículos esta mañana y no sé hasta dónde vamos a llegar, pero realmente deseo que sea de ayuda y de bendición para nosotros. El título es Redención Eterna por la Sangre de Cristo. Redención Eterna por la Sangre de Cristo. Y en este pasaje, el autor de Hebreos continúa los contrastes entre la imperfección del primer pacto para tratar el pecado y la manera definitiva y final de la obra de Cristo en el nuevo pacto. Si vamos a entregar este tiempo al Señor para que nos guíe, nos ayude para entender lo que Él dice aquí en este pasaje. Gracias, Señor, otra vez por esta mañana. Gracias por tu palabra. Gracias por Hebreos, que sí es un libro difícil para nosotros para entender. Pero ayúdenos esta mañana a continuar profundizando estas verdades. Sabiendo que esta carta fue escrita para la madurez de esos creyentes en ese tiempo y también nos ayuda también en este tiempo para madurar en nuestro conocimiento de ti, nuestro gran Dios y Salvador. Así que te pido, Señor, que tú nos ayudes a poder entender, que yo pueda explicar de una forma clara, Señor, lo que este pasaje está diciendo. En tu nombre. Amén. Bueno, debemos recordar que Hebreos capítulo ocho explica que el nuevo pacto es cualitativamente diferente e infinitamente superior al primer pacto. Porque el primer pacto todo está basado en la obra y el obra de Jesús y el poder de Dios. Y por lo cual todos los integrantes del nuevo pacto, como hemos visto, tienen sus pecados perdonados, la ley de Dios en su corazón y obviamente conocen a Dios de forma personal. Así que con eso es lo que hemos estado viendo en Hebreos capítulo 8. Y con esa base bien cuesta, el autor continúa mostrando cuánto mejor es lo que nosotros tenemos en la persona y la obra del Mesías Jesucristo. Y vamos a dar lectura a todo el capítulo 9 para el contexto. Es un poco largo, pero realmente vale la pena porque nos ayuda a entrar en el contexto y ver lo que Dios está diciendo en este pasaje. Hebreos capítulo nueve, a partir del versículo uno. Ahora bien, aún el primer pacto tenía ordenanzas para el culto y el santuario terrenal. Porque había un tabernáculo preparado en la parte interior en el cual estaba el candelabro, la mesa, los panes consagrados. Este se llama el lugar santo. Detrás del segundo velo había un tabernáculo llamado el Lugar Santísimo, el cual tenía el altar de oro del incienso y el arca del pacto cubierta todo de oro, en la cual había una urna de oro que contenía el maná, la vara de Arón que retoñó y las tablas del pacto. Sobre el arca estaban los querubines de gloria que daban sombra al propiciatorio. Pero de estas cosas no se puede hablar ahora en detalle. Así preparadas estas cosas, los sacerdotes entran continuamente al primer tabernáculo para oficiar en el culto. Pero en el segundo sólo entre el sumo sacerdote, una vez al año, no sin llevar sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados del pueblo cometidos en ignorancia. Queriendo al Espíritu Santo dar a entender esto, que el camino al Lugar Santísimo aún no había sido revelado en tanto que el primer tabernáculo permaneciera en pie. Esto es un símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas, sacrificios, que no pueden hacer perfecto en su conciencia al que practica ese culto. ya que tienen que ver solo con comidas, bebidas, diversos lavamientos, ordenanzas para el cuerpo impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas. Pero cuando Cristo apareció como sumo sacerdote de los bienes futuros, a través de un mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es decir, no de esta creación, entró al lugar santísimo una vez para siempre, no por medio de la sangre de machos cabríos, de becerros, sino por medio de su propia sangre, obteniendo redención eterna. Porque si la sangre de los machos cabríos, de los toros, la ceniza de la novia rociada sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo? quien por el Espíritu Eterno, el mismo se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo. Por eso, Cristo es el mediador de un nuevo pacto, a fin de que, habiendo tenido lugar una muerte para la redención de las transgresiones que se cometieron bajo el primer pacto, los que han sido llamados reciben la promesa de la herencia eterna. Porque donde hay un testamento, necesario es que ocurra la muerte del testador. Pues un testamento es válido sólo en caso de muerte, puesto que no se pone en vigor mientras vive el testador. Por tanto, ni aún el primer pacto se inauguró sin sangre, porque cuando Moisés terminó de promulgar todos los mandamientos a todo el pueblo, Conforme a la ley, tomó la sangre de los becerros, de los machos cabrillos, con agua y lana, escarlata y sopo, y roció el libro mismo y a todo el pueblo, diciendo, Esta es la sangre del pacto que Dios les ordenó a ustedes. De la misma manera roció con sangre el tabernáculo y todos los utensilios del ministerio. Según la ley, casi todo ha de ser purificado con sangre. Y sin derramamiento de sangre, no hay perdón. Por tanto, fue necesario que las representaciones de las cosas en los cielos fueran purificadas de esta manera, pero las cosas celestiales mismas con mejores sacrificios que estos. Porque Cristo no entró en un lugar santo hecho por manos, una representación del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora en la presencia de Dios por nosotros. y no para ofrecerse a sí mismo muchas veces, como el sumo sacerdote entra al lugar santísimo cada año con sangre ajena. De otra manera, a Cristo le hubiera sido necesario sufrir muchas veces desde la fundación del mundo, pero ahora, una sola vez. en la consumación de los siglos se ha manifestado para destruir el pecado por el sacrificio de sí mismo. Y así como está decretado, como está establecido, que los hombres mueren una sola vez y después de esto el juicio. Así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente lo esperan. Así dice la palabra de Dios. La verdad principal, por la sangre perfecta de Cristo que fue ofrecida a nuestro favor, tenemos redención eterna, entrada a la presencia de Dios y una conciencia purificada para poder servirle de corazón, servirle a Dios de corazón. Esta mañana voy a seguir usando la Nueva Biblia de las Américas. Estoy usando material también muchas veces de James White y de otros comentaristas. El primer punto, y no vamos a terminar el primer punto esta mañana, por si acaso. Vamos a estar, yo creo, por la mitad. Pero vamos a estar viendo hasta, no sé, el versículo 5, 6 o 7 esta mañana. Y hay algunas cosas, no voy a ir muy rápido. porque deseo tomar tiempo para meditar estas cosas y para ver verdades que a veces, bueno, muchas veces no meditamos. Los sacrificios del primer pacto no podían tratar definitivamente con el pecado, ni propiciar la redención eterna, ni purificar la conciencia. Hebreos 9 1. Ahora bien, aún el primer pacto tenía ordenanzas para el culto y el santuario terrenal. Podemos hacer una pregunta para comenzar. Dice había ordenanzas de culto. Cuando hay ordenanzas. Hay alguien quien ordena. ¿Lo cierto? Y la pregunta es, ¿Quién era el que ordenó lo que tenían que hacer los israelitas en el culto? Había ordenanzas, ¿Quién era el que ordenó? Y la respuesta es muy obvia, es Yahweh Dios. Hablando de la construcción del Tabernáculo, por ejemplo, Hebreos 8.5, la segunda parte, es una cita de Éxodo 25.40 que dice, Dios le manifestó a Moisés cómo tenía que construir el Tabernáculo. No solo fue que Yahweh ordenó cómo tenía que construirse el tabernáculo, sino que ordenó cómo ellos tenían que realizar todas las actividades del tabernáculo. Los sacrificios, el incienso, los candelabros, los panes de la proposición. En sí, podemos ir leyendo, no? Éxodo, Levítico, Número, Deuteronomio. Hay muchas instrucciones de Yahweh Dios Respecto al culto y el tabernáculo ahí. Recordemos lo que vimos cuando estudiamos el día de la expiación. Levítico, si quieren pasar ahí, Levítico 10, 1. Levítico, capítulo 10, versículo 1 hasta 3. Pero Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron sus respectivos incensarios. Después de poner fuego en ellos y echar incienso sobre él, ofrecieron delante de Yahweh fuego extraño, que él no les había ordenado. Y de la presencia de Yahweh salió fuego que los consumió, y murieron delante de Yahweh. Entonces Moisés dijo a Aarón, eso es lo que Yahweh dijo, como santo seré tratado por los que se acercan a mí. En presencia de todo el pueblo seré honrado. Ellos murieron por hacer las cosas a su manera. Si pasamos a Levítico 16, los primeros tres versículos ahí. Levitico 16, Yahweh habló a Moisés después de la muerte de los hijos de Aarón cuando se acercaron a la presencia de Yahweh y murieron. Yahweh dijo a Moisés, dile a tu hermano Aarón que no entre en cualquier tiempo en el lugar santo detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, no sea que muera. porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio. Y luego dice Aarón podrá entrar en el lugar santo con esto y luego da instrucciones. Y por eso yo creo que estos dos hijos de Aarón murieron por entrar al lugar santísimo pero no conforme las instrucciones de Dios. Yahweh, Dios, había establecido tanto el santuario terrenal como todo el culto y esto para estar, para que el pueblo, no los israelitas, pudieron estar en paz con él, para adorarle y servirle de corazón. Yahweh estableció el tabernáculo, los sacrificios, y todo lo que estableció, hay que entender, estaba apuntando al cumplimiento final y perfecto en el Mesías Jesucristo. Hebreos capítulo 2, perdón, Hebreos capítulo 9, versículo 2. porque había un tabernáculo preparado en la parte anterior en el cual estaban el candelabro, la mesa y los panes consagrados. Este se llama el lugar santo y versículo 6 Hebreos 9, 6, así preparadas estas cosas, los sacerdotes entran continuamente al primer tabernáculo para oficiar en el culto. Esos dos versículos hablan de la primera parte del tabernáculo. Y vamos a volver a poner la imagen que hemos puesto hace tiempo atrás, unos sermones atrás, cuando estuvimos viendo el día de la expiación Y lo que deseo en este momento, vamos a estar pensando en esto y lo que dice aquí en Hebreos capítulo nueve. Dice, había un tabernáculo preparado en la parte anterior en el cual estaba en el candelabro. Ustedes pueden ver el candelabro ahí. La mesa al otro lado. y los panes consagrados que estaban sobre la mesa. Y así que, vamos a dejarlo por un rato. Y aquí, en esta parte, en la primera parte del tabernáculo, dice el comentarista Kistemaker, Dejando atrás la descripción del tabernáculo del mobiliario del santuario, el escritor pasa una explicación de los deberes de los sacerdotes y del sumo sacerdote. Él hace notar, en versículos 6 a 9 y 6, que los sacerdotes entraban regularmente al compartimiento exterior para desempeñar su ministerio. El Antiguo Testamento enseña cuáles eran esos deberes, quemar incienso cada mañana, cada anochecer, atender las lámparas del candelabro. desde el atardecer hasta la mañana, y reemplazar los doce panes de la mesa cada sábado. Y eso se puede encontrar, varios de esos deberes en Éxodo, por ejemplo, 27, Éxodo 29, Levítico capítulo 24, no vamos a leer, pero se puede encontrar y leer de esos deberes en esa primera parte del Tabernáculo. Y en el Nuevo Testamento, sigue Kistemaker, enseña que según una costumbre de esa época, los sacerdotes eran escogidos por suertes para entrar en el templo y quemar incienso. Así que ellos hacían ese oficio en la primera parte del tabernáculo o diariamente, semanalmente, tenían diferentes deberes conforme a eso. Y todos esos ritos se hacían de forma regular. Como yo había dicho, conforme a las instrucciones que Dios les había dado. Y así entraban para oficiar en el culto. El altar, la fuente y el primer parte ahí. Continuando. con Hebreos 9, capítulo 9, versículo 3. Y quiero que ustedes presten mucha atención ahorita lo que voy a leer y lo que está aquí. Porque hay una discrepancia aquí que vamos a ver. Detrás del segundo velo había un tabernáculo llamado El Lugar Santísimo. el cual tenía el altar de oro de incienso y el arca del pacto cubierta toda de oro, en la cual había una urna de oro que contenía el maná, la vara de Arón que retoñó y las tablas del pacto. Sobre el arca estaban los querubines de la gloria que daban sombra al propiciatorio. Pero de estas cosas no se puede hablar ahora en Detalle. Y aquí en Hebreos nueve, versículo tres y cuatro dice detrás del segundo velo, es decir, entrando el lugar santísimo. Había en versículo cuatro el cual tenía el altar de oro del incienso y el arca del pacto. Ahora bien, qué está dentro de ese segundo velo? Sólo el arca, no está el oro, no el altar de oro de incienso, no está ahí. Y la pregunta es, el autor de la carta de Hebreos está confundido? No sabe lo que pasaba porque aún dicen los comentaristas y varios que aún los niños hebreos sabían exactamente cómo estaba ordenado el tabernáculo. Obviamente nos debe llamar la atención. Y a medida que vayamos avanzando en esta carta, a veces parece que el autor está haciendo un error. Pero no es un error. Está haciendo algo a propósito para llamarnos la atención a algo. Sabemos, y esto es correcto si uno lee el Antiguo Testamento, por ejemplo, Éxodo capítulo 30, esta imagen es correcta en cómo se armó el lugar o el tabernáculo. Voy a citar tanto a James White como a Kiss the Maker de eso y luego resumir. Había una tradición que reconocía un vínculo íntimo entre el altar de incienso y el hogar santísimo. Tenía su lugar delante de la cortina que ocultaba el arca del pacto y el lugar de expiación en el expiatorio. Donde se hacía expiación en el día de expiación. Por ende, aunque estaba físicamente en el lugar santo, estaba situado lo más cerca del arca. Por eso, en primera de Reyes 6.22, no vamos a leer, pero menciona esta relación con el lugar santísimo y también en Hebreos 9.4. Está en este versículo que estamos viendo ahorita, está reconocido como parte del mobiliario del lugar santísimo. Y les voy a explicar en un momento más también En esto debemos ver una idea importante teológico, que es la siguiente. En la realidad celestial, que es el argumento del autor aquí, lo terrenal, que lo terrenal representa lo celestial, el incienso, que es las oraciones de los santos, está ofrecido delante del trono, es decir, en la presencia de Dios. También James White dice, al pensar en los tres muebles para el día de la expiación, tenemos el altar de bronce, luego entrando directamente recto había el altar de incienso. y luego el arca del pacto. Esos fueron el mobiliario, los tres muebles más importantes en el día de la expiación, y eso hacía una línea recta a la presencia de Dios. La sangre del sacrificio fue aplicada al altar de bronce, donde hacían los sacrificios, y luego la sangre aplicada al altar de incienso, y luego al arca del pacto. Kistemaker también dice algo similar. En el día de la expiación, el sumo sastradote tenía que tomar un incensario lleno de brazas ardientes del altar que estaba ante el Señor y dos puñados de incienso fragrante, finamente molido, y llevarlos detrás del velo. En ese día especial, una vez al año, Esta es la parte importante. El incensario se transformaba en una extensión del altar de incienso. El humo, cuando entraba, ¿qué es lo que tenía que hacer? Tomar el humo del altar de incienso dentro del lugar santísimo para así velar la presencia de Dios. El humo tenía que hacer eso. para que el sumo sacerdote pudiera entrar y no morir. La función del altar no podía ser obstruida por una cortina que separara el lugar santísimo del lugar santo en ese día. En ese día, por decir, llegaba a llevar una función en el lugar santísimo. Es así que el incensario entraba momentáneamente en un sentido espiritual detrás de la cortina. como una extensión del altar del incienso. Así que, tanto la sangre, la sangre fue, el animal fue ofrecido en altar de bronce, pero tenía que ser rociado también en altar de incienso y el arca del pacto. Y el humo, del altar de incienso tenía que ser llevado dentro detrás de la cortina para tapar así la presencia de Dios. Y esto es exactamente lo que el autor aquí está. Está diciendo en este pasaje ya puede apagar. En unos versículos, no creo que hoy, pero Versículo 8. Queriendo el Espíritu Santo dar a entender esto, que el camino al lugar santísimo aún no había sido revelado, en tanto que el primer tabernáculo permaneciera en pie. ¿Quién podía entrar al lugar santísimo? Sólo el sumo sacerdote, sólo una vez al año, con sangre, y como ya hemos también meditado, con ese humo, para así tapar o velar la presencia de Dios. ¿Qué es lo que el sacrificio de Cristo ha hecho para nosotros? abierto el lugar santísimo para nosotros, es decir, la presencia misma de Dios. Y eso es lo que vamos a continuar viendo en estos versículos. Vamos a pensar a Ya hemos pensado en lo que dice ahí, en versículo cuatro, en la primera parte, en el cual tenía el altar de oro de incienso y el arco del pacto, cubierta toda de oro. ¿Qué estaba dentro del arco? Y vamos a tomar un tiempo pensando en esto. ¿Qué estaba dentro del arco, del arco? En la cual, versículo cuatro, había una urna de oro que contenía el maná. Una urna de oro que contenía el maná. Éxodo 16, 32 y 33. Éxodo 16, 32 y 33. Esto es lo que Yahweh ha mandado, dijo Moisés, que se guarden unos dos litros llenos de maná para sus generaciones, para que vean el pan que yo les di de comer en el desierto cuando los saqué de la tierra de Egipto. Entonces Moisés dijo a Aarón, toma una vasija y pon en ella unos dos litros de maná y colócalo delante de Yahweh a fin de guardarlo para las generaciones de ustedes. ¿Por qué tenía que guardar ese maná ahí? ¿Y por qué está mencionándolo aquí? No parece muy relevante a lo que el autor está diciendo aquí, pero yo creo que sí es relevante. En Deuteronomio 8, versículo 3, dice Dios te humilló. Te dejó tener hambre. Te alimentó con el maná que tú no conocías. Ni tus padres habían conocido, con una razón, para hacerte entender que el hombre no solo vive de pan, sino que vive de todo lo que procede de la boca de Yahweh. ¿Qué es lo más real y duradero? Todo este pasaje está hablando de lo terrenal, de lo celestial, las representaciones y el verdadero. El maná físico les alimentaba físicamente. Y no necesitamos para el cuerpo. ¿Pero qué es lo que necesitamos para realmente vivir es lo espiritual, es ser nutrido con la palabra de Dios, en comunión con Dios. Este maná en el arca apuntaba a la verdad que sólo Yahweh Dios es quien nos sostiene, tanto físicamente como espiritualmente. Ellos guardaron el maná exactamente para ese propósito. Cuando nos desvinculamos de Dios, ¿qué es lo que nos queda? La muerte, la destrucción, nada más. Así que Dios le dijo a Moisés que tenían que guardar ese maná por esa razón. para hacerles recordar a los israelitas que no solo por pan vive el hombre. Y una aplicación obvia para nosotros. ¿Cómo vivimos nosotros en la vida diaria? Vivimos como si las necesidades físicas son las más importantes de la vida. ¿Nos afanamos y nos preocupamos por el maná, por decir físico? ¿Estamos preocupados por nuestro sustento de mañana? ¿O entendemos que lo eterno se basa, lo eterno, es decir, lo más real Lo que dura para siempre se basa en nuestra relación con Dios y el Salvador Jesucristo. Hay muchos que han tenido mucho dinero en toda la historia del mundo, y cada uno ha muerto. Sus riquezas no los podían sostener. Hoy en día, Con la tecnología, hay muchos ricos que están intentando hacer la tecnología para darse vida eterna. Están haciendo eso hoy día con la tecnología, intentando, por decir, vivir para siempre. No van a poder. Esa posibilidad no está en sus manos. Van a morir. Porque no están confiando en el maná verdadero, lo que viene de Dios. Y para nosotros, nosotros tenemos confianza en el amor, el poder, la fidelidad de Dios para con nosotros en lo grande Y en lo pequeño, los israelitas en el desierto pasaron pruebas grandes y pruebas más pequeñas. Y de autonomía ese versículo que leí dice explícitamente para qué entendieron que no solo de pan vive el hombre. ¿Dónde está tu confianza cuando llega la prueba? El maná en el arca fue puesto para recordarles a los israelitas que debían confiar en Yahweh Dios. Volviendo a Hebreos 9,4, la segunda cosa que estaba dentro del arca, la segunda cosa ahí que dice La vara de Aarón que retoñó y las tablas del pacto. Entonces tenemos la vara y luego las tablas. Ahora la vara de Aarón. Esto hace referencia a lo que Yahweh Dios hizo después de la rebelión de Coré, Datán y Abiram. En Números capítulo 16 y vamos a leer algunos versículos ahí. Otra vez, esto fue puesto dentro de la arca para recordarles las consecuencias de algunas cosas. Números capítulo 16, versículo 1. Y se reveló Coré hijo de Isard, hijo de Coat, hijo de Leví, con Datán, Abiram, hijos de Eliab. y un hijo de Pelet, hijos de Rubén, se alzaron contra Moisés junto con algunos de los israelitas, 250 jefes de la congregación, escogidos en la asamblea, hombres de renombre, y se juntaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron, basta ya ustedes, porque toda la congregación, todos ellos son santos. Y Yahweh está en medio de ellos. ¿Por qué entonces ustedes se levantan por encima de la asamblea de Yahweh? ¿Quién había escogido? ¿Moisés? ¿Yarón? Dios. ¿Y estos hombres dijeron? No. Nosotros también. Ustedes no son especiales. Y si uno va leyendo la historia, puede ver la interacción entre ellos. Pasamos al versículo 25. Entonces se levantó Moisés y fue a Datán y Abraham y le seguían los ancianos de Israel. Y habló a la congregación, apartense ahora de las tiendas de estos malvados. Y hay que recordar, ¿qué es lo que dijeron Corea, Yatán y Abiram? Toda la congregación es santo a Yahweh. Ustedes no son especiales. Por decir, parecía que estaban hablando en nombre de Dios. Pero aquí el pasaje dice, de estos malvados. Uno puede levantar el nombre de Dios y ser un malvado. Dice ahí, apártense ahora de las tiendas de esos malvados y no toquen nada que les pertenezca, no sea que perezcan con todo su pecado. Se retiraron, pues, de los alrededores de las tiendas de Coré, Datán y Avirán. Y luego Moisés les dice, si ustedes ven algo sobrenatural respecto a la muerte de estos hombres, ya van a saber la verdad de quien me ha mandado. Y obviamente, si ustedes han leído, la tierra misma se abrió y tragó a esos hombres y todos los suyos. Pero en la segunda parte, después de eso, es increíble lo que pasa. Versículo cuarenta y uno, números dieciséis cuarenta y uno. Pero al día siguiente, toda la congregación de los israelitas murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo, Ustedes son los que han sido la causa de la muerte del pueblo de Yahweh. Sucedió, sin embargo, que cuando la congregación se había juntado contra Moisés y Aarón, se volvieron hacia la tienda de reunión y vieron que la nube la cubría. La gloria de Yahweh apareció. Entonces Moisés y Aarón fueron al frente de la tienda de reunión y Yahweh habló a Moisés y dijo, apártense del medio de esta congregación para que yo la destruya en un instante. Entonces ellos cayeron sobre sus rostros y Moisés le dijo a Aarón, toma tu incensario y pon en él fuego del altar. ¿No? El altar, incienso. Y echa incienso en él. Tráelo entonces pronto a la congregación y haz expiación por ellos porque la ira ha salido de parte de Yahweh. La plaga ha comenzado. Arón tomó el incensario, como Moisés le había dicho, corrió hacia el medio de la asamblea, pues vio que la plaga ya había comenzado entre el pueblo y echó el incenso e hizo expiación por el pueblo. Entonces se colocó entre los muertos y los vivos y la plaga se detuvo. Y los que murieron a causa de la plaga Fueron catorce mil setecientos, sin contar los que murieron por causa de Corea. Después, Aarón regresó a Moisés a la puerta de la tienda de reunión, pues la plaga había sido detenida. Y eso es lo que procede, procede lo que respecto a la vara de Aarón, porque el siguiente capítulo. Versículo 1, 17 y 1, entonces Yahweh dijo a Moisés, habla a los israelitas, toma de ellos una vara por cada una de los de las casas paternas, 12 varas de todos los jefes conforme sus casas paternas. y tenía que poner sus varas delante del Señor para manifestar a quien Dios había escogido. Y versículo ocho, después de haber puesto todas sus varas al día siguiente, cuando Moisés entró a la tienda del testimonio, vio que la vara de Aarón de la casa de Leví había retoñado y echado botones y había producido flores, almendras y almendras maduras. Y Moisés sacó todas las varas y las llevó a los israelitas y ellos miraron y cada uno tomó su vara. Dios estaba mostrando quién había escogido. Así que en esa historia, ¿por qué tenía que guardar la vara de Aarón que había retoñado? Había rebelión. Había rebelión contra Dios, contra lo que Dios había dicho, ¿dónde? En su palabra, por su palabra, por medio de su siervo Moisés. Había rebelión contra Dios. Luego había murmuraciones, quejas, de todo lo que había sucedido. Y es increíble pensar de las murmuraciones que es lo que dijeron el pueblo. Ustedes, Moisés y Aarón, son la causa de la muerte, como si ellos, por su propio poder, podían abrir la tierra y tragar a esos hombres. No entendían. Y sus murmuraciones en sí eran contra Dios. Cuando nos quejamos, cuando murmuramos, ¿contra quién estamos quejando y murmurando? Dios. En primera de Corintios, capítulo 10, versículo 9, Habla de muchas de las cosas que sucedieron en el desierto, dice versículo 9, 1 Corintios 19, ni provoquemos al Señor como algunos de ellos lo provocaron y fueron destruidos por las serpientes, ni murmuren como algunos de ellos murmuraron y fueron destruidos por el Destructor. Estas cosas les sucedieron como ejemplo y fueron escritas como enseñanza para nosotros, para quienes ha llegado el fin de los siglos. Y habla de, versículo 13, no les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres fieles Dios. que no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que pueden soportar. Dios es fiel. Y esas cosas fueron escritas para ellos. Y obviamente, volviendo a Hebreos capítulo 9 y el versículo que estamos viendo, versículo 4, Cuando esos creyentes habrían leído esos pasajes, ese versículo, ya les habría venido a la mente lo que les acabo de explicar. El maná, para que entendieran, para que nosotros entendamos que el hombre no vive solo de pan, de lo físico. La vara, que retoñó de la seriedad de la rebelión contra Dios y de la murmuración contra Dios. Volviendo a Hebreos 9.4, ¿qué dice al final del versículo? Dice que las tablas del pacto también estaban adentro del arco. Las tablas del pacto. Ellas contenían los diez mandamientos. Esas fueron la base del primer pacto que Yahweh había hecho con su pueblo. En Éxodo capítulo 20, Dice, yo soy su Dios, que lo saqué de la tierra de Egipto y así esto es lo que ustedes van a hacer. ¿Y qué es lo que manifestó el pueblo de Israel en todo ese peregrinaje, todo el Antiguo Testamento? Que no podían guardar su parte del pacto. Eso es lo que vimos en el capítulo 8. Dios había rescatado al pueblo de Egipto, les había dado sus mandamientos. Pero ellos no guardaron el pacto. Y a continuación, versículos cinco. Sobre el arca estaban los querubines, estaban los querubinos de la gloria que daban sombra al propiciatorio. Pero de estas cosas no se puede hablar ahora en detalle. El propiciatorio. Y en Éxodo capítulo 25, Éxodo capítulo 25, y eso se vincula el propiciatorio con las tablas del pacto. Dice Exodus 25 versículo 21, pondrás el propiciatorio encima del arca y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré. Ahí me encontraré contigo de sobre el propiciatorio. y de entre los querubines que están sobre el arca del testimonio. Te hablaré acerca de todo lo que he de darte por mandamiento para los israelitas. Pondrás el propiciatorio encima del arca y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré. Ahí me encontraré contigo sobre el propiciatorio. ¿Y qué estaba sobre el arco? Estaban los querubines de la gloria. Y God Questions dice, los querubines sirven el propósito de magnificar la santidad y el poder de Dios. Esta es una de sus principales responsabilidades en toda la Biblia. Ellos cantan alabanzas y sirven a Dios. Y ahí los kerevines, esos que habían esculpidos, ahí moraba dentro de ellos, moraba la presencia invisible y especial de Yahweh Dios. El propiciatorio era la tapa del arco sobre el cual tenían que hacer rociar la sangre en el día de la expiación. Primero, por el sacerdote, su familia y luego para por el pueblo. ¿Por qué? ¿Qué estaba dentro, debajo del propiciatorio? La ley de Dios. La ley de Dios que los israelitas habían quebrantado. Y así la sangre era para expiar ese pecado. A causa de las rebeliones del pueblo contra la ley de Dios que estaba dentro del arca tenía que hacer ese rito cada año. La ira de Dios tenía que ser aplacada. Y eso no pasó como dije en el día de la expiación. Y eso fue una manifestación de la seriedad del pecado. Todo eso, aquí en Hebreos 9, para recordar a sus oyentes todas las ceremonias que tenían que hacer, todos los recordatorios que Dios había dado a los israelitas para recordarles de él. Y muchas veces nosotros no tomamos muy en serio el pecado. No estamos viendo con nuestros propios ojos la sangre derramada de un animal, como en el Antiguo Testamento. Muchas veces no estamos entendiendo la seriedad de vivir en rebelión contra Dios. Muchas veces No estamos pensando en la seriedad de murmurar contra Dios, de pensar, de afanarnos, de preocuparnos por el día de mañana, del pan que necesitamos para mañana. Estos capítulos en hebreos, por un lado, están hablando, nos están manifestando Todo lo que los israelitas, recordando todo lo que los israelitas tenían que hacer para expiar su pecado, para estar en la presencia de Dios, pero ni siquiera para que todos pudieron entrar a la presencia de Dios. La sangre de un animal, como va a decir más adelante, no puede quitar pecado. Solo la sangre de Cristo. y la sangre de Cristo fue dada, sí, para purificarnos de nuestro pecado. Pero nosotros no debemos pensar, ya, entonces se ha hecho, no importa, yo puedo pecar cuanto quiera. Eso es despreciar la seriedad de pecado. Entonces, por un lado, Tenemos la seriedad del pecado, de quejas, chismes, murmuraciones, rebelión, impurezas y muchas otras cosas. Y por otro lado, ¿qué tenemos? Agradecimiento. Debemos tener agradecimiento por todo lo que Dios ha hecho en Jesucristo para purificarnos y para perdonar nuestros pecados. No hay nada que nosotros podemos hacer en eso. Y este pasaje va manifestando lo que había en el primer pacto que apuntaba, ¿quién? Al perfecto sacrificio, al perfecto sumo sacerdocio. al verdadero tabernáculo en el cielo. Y aún cuando pensamos en el maná otra vez, ¿cuál es más real? Lo que vamos a comer después del culto o el alimento espiritual que nos va a mantener para siempre. Vamos a continuar con versículos 7 en la próxima ocasión. Vamos a estar viendo también la perfección del sacrificio de Cristo. Esos son los versículos 11 y 12. Y el último punto, la perfección del sacrificio de Cristo purifica la conciencia. Los versículos 13 y 14. Pero nosotros debemos tener realmente inmensa gratitud a Dios. Porque aún en medio de nuestros pecados, en medio de nuestras desviaciones, Dios es fiel. Y la sangre, como dice primero de Juan, cuando confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados. Y es un perdón real. Es un perdón, como dice Hebreos 8, que jamás va a recordar nuestros pecados. Así que debemos tener suma gratitud a Dios por eso. Recordemos la verdad principal por la sangre perfecta de Cristo que fue ofrecida a nuestro favor. Tenemos redención eterna, entrada a la presencia de Dios y una conciencia purificada para poder servirle de corazón. Y vamos a leer algunos versículos de esta mañana para terminar esta mañana. Vamos a leer de Hebreos capítulo nueve. Y vamos a leer de versículo 4, de versículo 3, perdón. Detrás del segundo velo había un tabernáculo llamado El Lugar Santísimo, el cual tenía el altar de oro del incienso, el arca del pacto cubierta toda de oro, en la cual había una urna de oro que contenía el maná y la vara de Arón que retoñó, y las tablas del pacto. Sobre el arco estaban los querubines de gloria que daban sombra al proficiatorio. Pero de estas cosas no se puede hablar ahora en detalle. Así preparadas estas cosas, los sacerdotes entran continuamente al primer tabernáculo para oficiar en el culto. Pero en el segundo sólo entra el sumo sacerdote una vez al año, no sin llevar sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados del pueblo cometidos en ignorancia. Queriendo el Espíritu Santo dar a entender esto, que el camino al lugar santísimo aún no había sido revelado en tanto que el primer tabernáculo permaneciera en pie. Eso es un símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto en su conciencia al que practica ese culto, ya que tienen que ver solo con comidas, bebidas, diversos lavamientos, ordenanzas para el cuerpo impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas. Pero cuando Cristo apareció como sumo sacerdote de los bienes futuros, a través de un mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es decir, no de esta creación, entró al lugar santísimo, una vez para siempre, no por medio de la sangre de machos cabríos, de becerros, sino por medio de su propia sangre, obteniendo redención eterna. Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, la ceniza de la novia, rociada sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, quien por el Espíritu Eterno Él mismo se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo. Vamos a orar. Gracias, Señor, por esta mañana, por lo que hemos visto, Señor, por Tu palabra, Señor, estos versículos y muchas veces, bueno, aún si leemos hebreos, pasamos rápido sobre estos versículos sin pausar para meditar en cómo tú habías ordenado las cosas. La seriedad de que tú eres el que ordena y nosotros tenemos que seguir tus ordenanzas. Todo lo que tú tenías, tú habías ordenado en el primer pacto, apuntado al cumplimiento final y cumplimiento perfecto en la persona y la obra de nuestro Mesías Jesucristo. Gracias, Señor, por eso. Ayúdanos a no tomar por sentado esa gran obra maravillosa, perfecta. Ayúdanos a no minimizar nuestro pecado. Ayúdanos a ver como el maná que nosotros, el maná tenía que recordar a los israelitas, que nosotros tampoco vivimos solo por el pan físico, sino por todo lo que sale de tu boca. Ayúdenos a entender la seriedad de la rebelión, de las murmuraciones contra ti, Señor. Porque muchas veces nos quejamos y murmuramos, Señor. Ayúdenos, Señor, a ver también el perfecto sacrificio de Jesucristo. que cubre, que perdona todos nuestros pecados. Gracias, Señor, por eso. Y gracias por lo que vamos a continuar viendo en los próximos sermones también de este pasaje, tu gran obra que tú has hecho a favor nuestro. Gracias, Señor, en tu nombre. Amén.
Redención eterna por la sangre de Cristo #1
Series Hebreos
Verdad principal: Por la sangre perfecta de Cristo, que fue ofrecida a nuestro favor, tenemos redención eterna, entrada a la presencia de Dios y una consciencia purificada para poder servirle de corazón.
(grafico del tabernaculo de: ᐅ El Tabernáculo Estudio Bíblico | Partes y Significado. 7 de noviembre de 2017, https://recursoscristianosweb.com/estudio-biblico/el-tabernaculo/. )
Escrituras tomadas de la Nueva Biblia de las Américas Copyright 2005 por The Lockman Foundation; usadas con permiso; todos los derechos reservados. www.NuevaBiblia.com
Sermon ID | 218241850541497 |
Duration | 1:03:31 |
Date | |
Category | Sunday Service |
Bible Text | Hebrews 9:1-14 |
Language | Spanish |
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