El título del sermón es Sacrificios vivos, un llamado a la devoción total, la escritura romano 12 del 1 al 2, la serie en la gracia salvadora de Dios. Por tanto, hermanos, les ruego por las misericordia de Dios que presten sus cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios que es el culto racional de ustedes Y no se adapten a este mundo, sino transformense mediante la renovación de su mente para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno y aceptable y perfecto. Amén. Padre, te damos gracias por estos versículos chicos, pero increíblemente poderosos. Pedimos, Padre, que lo apliques a nuestras vidas para tu gloria y tu honra. Padre, enséñanos lo que estos versículos nos llaman a hacer. sea el sacrificio vivos, santos y aceptables. ¿Qué significa todo esto para nosotros como cristianos? Pedimos que hagas este trabajo en el nombre de Jesús y para tu gloria. Amén y amén. Pueden tomar asientos, amados. Hermanos y hermanas, al llegar a Romanos, capítulo 12, versículo 1 al 2, el apóstol Pablo nos presenta algo impresionante. Nos encontramos en un momento crítico en la epístola de Pablo. Después de enseñar las verdades del Evangelio en los primeros 11 capítulos, Pablo ahora enseña cómo debemos responder a la doctrina que ha presentado. Él ha presentado el Evangelio del capítulo 1 al 11. Él ha representado la verdad que nadie nace bueno. Él ha presentado la verdad a ambos judíos como a gentiles que somos pecadores, que no hay nadie bueno, que no hay nadie que pueda merecerse el cielo, trabajar para el cielo, que no hay nadie que pueda mantener la ley. Él ha presentado la ley de Dios, ha presentado a Cristo hasta este punto como el único que ha cumplido la ley, que vino y murió como sacrificio para aquel que crea. Él ha presentado la verdad que el que pone su fe en Cristo, sus pecados son perdonados y son adoptados porque la justicia de Cristo, su cumplimiento de la ley se pone sobre ellos, que Cristo murió como un substituto. Él ha presentado la doctrina de la elección, de que no todo Israel es Israel, y que el Señor salvará el grupo predeterminado entre los gentiles e Israel para ser una nueva iglesia. Él ha presentado doctrinas basas, bastante inmensas, cosas increíbles, no todo Israel, es Israel. Él ha presentado la verdad de que Dios puede elegir a uno sobre el otro. ¿Qué podemos decir nosotros? ¿El vaso? ¿Cómo le puede decir al farero? ¿Por qué me hiciste de esta manera? Que Dios tiene misericordia del que él tenga misericordia y que quiera él endurece. Todas estas verdades Pablo ha enseñado del capítulo 1 hasta el 11. Específicamente la doctrina de la lección capítulos 9, 10 y 11. Y ahora el llega y dice ya que he presentado estas grandes doctrinas, ya que usted ha visto la grandeza, la maravillosa verdad de quien es Dios, ya que usted se ha quedado atónito delante de la grandeza de Dios y lo que han hecho por ustedes, ahora cómo deben ustedes vivir. Y eso es lo que representa Romanos del capítulo 12 hasta su conclusión. 11, del 1 al 11, la gran doctrina de quien es Dios, de lo que Dios ha hecho, como Él ha salvado. Endureza un grupo para dar el Evangelio al otro que no le pertenece, para que ese grupo regresa al grupo regional y los que están en Cristo, los que van a estar en Cristo, los elegidos de Cristo de este grupo, el remanente fiel va a venir a Cristo, van a ser salvos. Todas las maravillas, el misterio del Evangelio, Él ha presentado todo. Él dice ya ahora que ustedes saben lo que Dios ha hecho por ustedes. ¿Cómo deben ustedes vivir? Nuestro pasaje nos llama a vivir vidas que reflejan la misericordia de Dios, no como un acto ocasional de adoración, sino como una ofrenda diaria. Así que miremos el versículo 1, donde nos llama a presentarnos como sacrificios vivos. Presentarnos como sacrificios vivos. Pero, por tanto, dice él, Hermanos, les ruego por la misericordia de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es el culto racional de ustedes. En Romanos 12, versículo 1, Pablo comienza rogándole a los cristianos a vivir vidas transformadas. No haga error. Este es un mandamiento. Tenemos que vivir de esta manera. Pero el apóstol Pablo lo presenta también con un corazón amoroso y le dice a los romanos que están recibiendo esta epístola, les ruego, estoy en mis rodillas y les ruego que amen a Dios mediante a Jesucristo. Ese es el corazón apostólico. Y le empieza a rogar a los cristianos a vivir vidas transformadas. Con una urgencia crítica, Pablo marca un cambio en su epístola. Los primeros 11 capítulos se centran en enseñar la doctrina, mientras que los últimos capítulos, del 2 al 16, enfatizan la práctica de vivir esta doctrina que acaba de enseñar. Pablo escribe con autoridad, pero con amor. instando a los cristianos a tomar en serio su santificación y, por lo tanto, implora a los creyentes, les ruego, a presentar sus cuerpos a Dios de las siguientes tres maneras. Primera, como sacrificio vivo. Pero esas palabras son bien extrañas en nuestros oídos porque sabemos que un sacrificio Tiene que por lo regular ser algo que nosotros matamos, derramamos sangre. El sacrificio del Antiguo Testamento era algo que se mataba. Pero aquí Pablo dice, presenten sus vidas como sacrificios no muertos, sino sacrificios, ¿qué? Vivos. Como sacrificio vivo, nuestro sacrificio proviene de la nueva vida que hemos recibido en Cristo. Si Cristo no ha dado nueva vida, esa nueva vida debe ser dedicada a Él. Esta palabra, sacrificio vivo, nos recuerda el sistema de adoración del Antiguo Testamento. Un sacrificio en el Antiguo Testamento generalmente era un acto de adoración y obediencia a Dios en el que se mataba a un animal como sustituto por parte del ofensor. Pero ahora, bajo el Evangelio, Pablo nos llama a hacer sacrificio vivo. En otras palabras, no debemos ofrecer animales muertos, sino a nosotros mismos, nuestras nuestra persona por completa. Así como Cristo se entregó por nosotros, nosotros debemos entregarnos a Dios en respuesta adecuada, en respuesta agradecida. Y, por supuesto, nunca podremos entregarnos a Cristo de la misma manera de que Él se entregó por nosotros. Él se entrega para nuestra redención, pero nosotros nos tenemos que entregarnos a Él en agradecimiento y para su servicio. Por lo tanto, A diferencia del sistema sacrifical del Antiguo Testamento, ser un sacrificio vivo no es algo que hacemos solo en ocasiones especiales o solo en el Día del Señor. Usted recuerda que los israelitas tenían tres días festivos que tenían que venir, que tenían que ofrecer, mandados por el Señor. Y también venían cuando habían cometido ofensa o transgresión. Ellos traían su sacrificio. Y tenían que venir en ciertas ocasiones para sacrificar a Dios. Pero Pablo dice, no, ustedes no, no esperen a cierto, cada día usted debe presentarse al Señor como un sacrificio vivo. Algo increíble de considerar. Toda nuestra vida debe ser ofrecida a Dios, cuerpo, nuestra alma, cada momento, cada día, cada instante de nuestras vidas, presentada a Dios. ¿Por qué? Porque estamos agradecidos de lo que le han hecho. Inmediatamente nos enfrentamos con la severidad del mandato que Pablo aquí impone en nuestras vidas. La vida de un cristiano debe ser ofrecida por completo al Señor. Y esta realidad se mira en el Nuevo Testamento en Lucas 9, 23 al 24, donde dice el Señor algo similar. Y a todos le decía, si alguien quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. Aquí podemos ver el lenguaje de sacrificio, que es tomar la cruz, es el método de ejecución. ¿Para ir a dónde? Atrás de Cristo. ¿Dónde iba Cristo? Al Calvario. ¿Qué iba a hacer Cristo en el Calvario? Sacrificarse. ¿Qué nos pide Él que nosotros hagamos? Que lo sigamos y que moramos en sacrificio a Él cada minuto. de cada día. Es lo mismo que Pablo está aquí diciendo. Dice, porque el que quiera salvar su vida la perderá, pero el que la pierda su vida por causa de mí este la salvará. Aquí hay una verdad increíble que considera que si quiero ganarme este mundo, quiero ganarme las cosas del mundo, quiero ganarme el mundo como está, voy a perder mi vida espiritual, mi vida celestial, la pierdo. Pero si pierdo mi vida, si sacrifico este mundo y pierdo mi vida y vivo una vida completamente dedicada a Él, gano lo espiritual, gano lo eterno. Entonces, somos llamados a ser sacrificios vivos. Cada día, cada instante de tu vida ser vivirá para Él. Pero no solamente una vida sacrificia viva para Él, pero también una vida de sacrificio santo. Nuestro sacrificio está moldeado por la obra santificadora del Espíritu Santo y, por lo tanto, no basta con entregarnos a Dios en el altar de Dios. Sólo un sacrificio santo sería aceptable a Dios. Recuérdense que en el Antiguo Testamento, Dios no aceptaba un sacrificio si no era santo, incluso cuando ese sacrificio era traído por Israel. Por lo tanto, no basta con entregarnos a Dios. En el altar de Dios, solo un sacrificio santo sería aceptable. Y en el Antiguo Testamento, los sacrificios tenían que ser, sin defecto, lo primero y lo mejor del rebaño. Y, amados, porque Cristo ha perdonado nuestros pecados, estamos llamados a ofrecer nuestras vidas como un sacrificio santo, apartado para la gloria de Dios. Y esta ofrenda debe venir de corazones de humildad y arrepentimiento, no de hipocresía Si recuerdan, Dios rechazó los sacrificios que Él mismo pidió de Israel en varias ocasiones. Él le dijo, ustedes tienen que sacrificar en este día de esta manera y ustedes van a sacrificar estas cosas específicas. Y cuando Israel trajo esos sacrificios en esos días, en esos momentos, y aún trajo lo que Dios había ordenado que trajeran, si no lo trajeron de un corazón que era separado, el Señor le dijo, no me importa su sacrificio. Aunque yo te lo pedí, si no viene de un corazón que me ama, no importa. El Señor rechazó el mismo sacrificio que él pidió. Y podemos mirar eso en Amos capítulo 5, 21 al 24. Escuche a las palabras severas de Dios. aboresco, desprecio sus fiestas, tampoco me agradan sus asembleas solemnes. Aunque ustedes me ofrezcan holocaustos y ofrendas de grano, no los aceptaré, ni miraré a las ofrendas de paz de sus animales cebados. Aparten de mí el ruido de sus cánticos, pues no escucharé ni siquiera la música de sus arpas. pero corra al juicio como las aguas y la justicia como una corriente inagotable. En otras palabras, arrepiéntanse, ámeme y después traigan estos sacrificios. Pero si usted va a traer un sacrificio sin que sea de una vida santa, yo odio tu sacrificio. Escuche las palabras otra vez, escuche aboresco, desprecio, no me agradan, dice el Señor, no los acepto, aparten el ruido, cuando ustedes cantan para mí es un ruido, ni lo quiero oír, porque no me aman. Y tenemos algo de esto también otra vez en el libro de Jeremías. En el libro de Jeremías, si usted recuerda Jeremías el profeta estaba en el templo y miró lo que estaba haciendo Israel estaban cometiendo todo tipo de lascivia, todo tipo de pecado pero venían al templo con sus sacrificios y ofrecían los sacrificios como Dios le había dicho que sacrificaran y Dios estaba ofendido con el pueblo porque aunque presentaban sacrificios no eran sacrificios que santos Quiero que usted se plantee en la escena. Quiero que sean parte de la escena conmigo. Estamos en Israel, estamos en el templo. El rey viene y está sacrificando un animal. La gente está cantando con sus sacrificios. Están adorando. Ellos están diciendo, aquí nada malo va a pasar porque tenemos el templo, así que tenemos la presencia. Nada puede pasar porque somos el pueblo de Dios. Pero estaban viviendo vidas iniguales, vidas donde estaban matando, vidas donde estaba la inmoralidad, vida donde estaba el pecado. Estaban oponiéndose los unos a los otros. Y en el medio de esta celebración, de esta adoración, se levanta el profeta Jeremías y no se puede contener y empieza a gritar el mensaje de Dios. das hasta calofrío considerar lo que ocurrió. Escucha las palabras de Jeremías. Ustedes robarán, matarán, cometerán adulterio jurarán falsamente, ofrecerán sacrificios a Baal y andarán en pos de otros dioses que no habían conocido. Y luego vendrán y se pondrán delante de mí en esta casa que es llamada por mi nombre y dirán, ya estamos salvos para después seguir haciendo todas estas abominaciones. Se ha convertido esta casa que es llamada por mi nombre en cueva de ladrones delante de sus ojos. Yo mismo lo he visto, declara el Señor. Pueden ver lo que el Señor dice. Ustedes vivirán completamente vidas falsas, hipócritas, llenas de pecados, pero van a venir al templo y ofrecer. Y si somos salvos, somos salvos, solo para dejar el templo y regresar a estas vidas insolentes, creyendo que todo está bien, dice el Señor. No, jamás. Yo lo he visto y no me agrada. No acepto sus sacrificios. Así que debemos vivir unas vidas que santificadas, unas vidas santas al Señor. Traer nuestras vidas como un sacrificio vivo diariamente, pero un sacrificio vivo que es santificado. ¿Para qué? Para que sea aceptable a Dios. No sólo vivir, no sólo traer nuestras vidas, no sólo darle al Señor lo que es santo en nuestras vidas, pero lo hacemos porque queremos ser aceptables a Dios. Y una vida vivida de esta manera siempre es un deleite a los ojos del Señor. A Dios no le agrada la adoración falsa, ni los actos religiosos vacíos. Él desea una ofrenda pura y sincera, alabanza que sea un olor grato para Él. Y nuestras vidas son un olor grato cuando le damos a nuestras vidas al Señor un sacrificio vivo, un sacrificio santo, porque queremos ser aceptables al Señor. Es un olor grato para Él. Amados, mi oración para ustedes que sean como Ana, Lucas 2, 37, que adoraba noche y día con oración y ayuno. Todas nuestras vidas puede convertirse en una ofrenda agradable, aceptable para Dios, si la amamos. La verdadera oración es una vida para Dios, deleitándose en Él y buscando glorificarlo en todo lo que hacemos. Amén. Y es lo que el Señor requiere de nosotros. Pero tenga mucho cuidado en este instante de decir, pero amado pastor, Es difícil lo que usted está diciendo. ¿Cómo es que yo voy a hacer un sacrificio vivo cada día y cada momento de mi vida? ¿Cómo es que le voy a ofrecer a Dios solo lo santo, que mi vida va a ser santa para Él? Pastor, esto es difícil. Es algo que ninguno de nosotros podemos hacer. Es algo imposible vivir de esta manera. Nunca debemos acusar a Dios de exigir demasiado de nosotros. Si pensamos hacer en estas cosas en nuestras propias fuerzas, claramente se hace imposible. Claramente, ¿cómo yo voy a vivir siendo un sacrificio santo para el Señor? ¿Cómo es que yo voy a dar mi vida completamente a Él? ¿Cómo es que yo voy a ser aceptable a Dios? Lo voy a intentar, pero se me va a hacer completamente difícil. Sí, porque el hombre que trata de hacerlo por sus propias fuerzas siempre fracasa. Lo que Pablo está diciendo aquí, ponga atención, es tan importante, vivan de esta manera, no porque ustedes quieren hacer para aprobarse a sí mismo, sino porque ustedes aman a Dios, porque ustedes son agradecidos a Dios, porque ustedes no quieren ofender a este Dios que ha hecho tanto por ustedes. Amén. Es más importante que vivamos de esta manera porque amamos al Señor. Así que tengamos cuidados, no podemos acusar a Dios. Pablo llama el vivir de esta manera nuestro culto racional. Él no dice es un culto para probar su lealtad. Él dice es un culto que racional, lo menos que podemos hacer para el Dios que ha hecho tanto por nosotros. En otras palabras, vivir de esta manera proviene de agradecimiento. ¿Cuál agradecido está usted con Dios? El Señor metió su mano en un infierno, lo sacó a usted y lo puso en la piedra angular que es Cristo Jesús. Le dio una nueva mente, le dio un nuevo corazón, le dio una nueva destinación, le dio una nueva adopción, lo limpió, lo hizo hijo. Maravillas de maravillas, lo salvó de este mundo y lo salvó para el mundo que viene. Imagínense lo que Dios ha hecho para usted. Dice, ¿qué debemos hacer? ¿Cuál es nuestro culto racionable? ¿Cuál es lo mínimo que debe hacer un corazón que entiende lo que Dios ha hecho para él? ¿Qué es lo mínimo que debemos hacer nosotros? Los que hemos entendido en los Romanos capítulo 1 al Romanos capítulo 11, las grandes doctrinas. ¿Cómo debemos comportarnos? ¿Qué sería el culto racional para nosotros? Nada menos que ¿qué? Todas nuestras vidas. Amén. Todas nuestras vidas. Y es lo que él está diciendo aquí. A la luz de lo que Dios ha hecho, ofrecernos a Él es la única respuesta lógica y apropiada. Aquellos que han sido justificados por la fe, salvados por el sacrificio de Cristo, deben responder con gratitud dedicando sus vidas completamente a Dios. En otras palabras, es la única manera de vivir que tiene sentido si verdaderamente hemos sido salvados por el Evangelio. Así que, por lo tanto, la apatía y la indiferencia hacia Dios son completamente irracionales. Si una persona dice, soy de Cristo, Él me ha salvado, Él me ha libertado de la muerte, las llamas del infierno estaban en mis oídos, en mis narices, en mis bocas, en todo mi cuerpo, en mis ojos, me estaba quemando en el pecado, iba a ir para el infierno para siempre. El Señor me salvó, le estoy agradecido a Él, pero ¿sabes qué? No lo voy a servir con toda mi vida. ¿Pueden ver qué irracional es eso? Es imposible que una persona que sepa lo que Dios ha hecho para ellos, diga ¿sabes qué? Voy a vivir en apatía, voy a vivir en indiferencia. No se requiere tanto. Yo me maravillo, amados, cuando viene una persona de nuevo a Cristo. Cuando una persona viene por primera vez, perdón, a Cristo. Están tan llenos de agradecimiento. Mira el Señor, me salvó. Le quiero contar a todo el mundo. ¡Gloria a Dios! Mira lo que ha ocurrido. Tienen poca doctrina, pero mucho entusiasmo por Dios. Porque saben que el Señor los salvó. Pero algo ocurre con nosotros cuando maduramos. No sentimos ese agradecimiento. Creemos, no se requiere tanto. Cálmate un poquito. ¿Por qué? Es el culto racional entregar todas nuestras, mientras más conocemos a él, más debemos ser como esa persona lleno de agradecimiento, completamente abrumados. Por lo tanto, la apatía y la indiferencia hacia Dios son completamente irracionales. Nuestra adoración debe ser reflexiva y sincera, arraigada en la acción de gracia, con amor, con gratitud. Debe producir lágrimas en nuestros ojos, al contemplar a Cristo en la cruz por mis pecados. Es algo increíble. Y amado, Pablo nos enseña que la vida cristiana está arraigada en la doctrina cristiana. La misericordia de Dios mostrada en nuestra salvación exige una vida de dedicación en total. Es lo que él dice. Mira la doctrina en el versículo, en el capítulo 1 al 11. Mira quién es Dios. Mira la grandeza de Dios. ¿Lo ha visto? Sí. Ahora, ¿cómo debe de vivir en el capítulo 2 al 16? Y en este punto, considere por favor el Catecismo de Heidelberg. La pregunta dice lo siguiente, ¿qué debes saber para vivir y morir en el gozo de este consuelo, en la salvación? ¿Qué debemos saber? Y la respuesta dice tres cosas. Número uno, ¿cuán grande es mi pecado y mi miseria? Número dos, ¿cómo soy liberado de todos mis pecados y miseria por Jesucristo? Y número tres, ¿Cómo debo estar agradecido a Dios por tal liberación? ¿Pueden oírlo? Es un resumen del capítulo 12, versículo 1. ¿Qué terrible pecador eras? ¿Qué grande fue Dios en dar Cristo? ¿Cómo debo vivir una vida en agradecimiento por lo que ha hecho por mí? ¿Amén? ¿Es lo que estamos hablando? Dada la misericordia de Dios, la vida del creyente debe ser una de gozosa adoración y gratitud sincera. Esto es lo que significa vivir como un creyente. Amados, en este punto déjeme hacerle una pregunta para usted, cada uno de ustedes. Por favor ponga atención, tan importante. ¿Están presentando sus cuerpos como un sacrificio vivo, santo y aceptable a Dios como su culto racional? Solo Dios, el Espíritu Santo y usted pueden contestar esta pregunta. ¿Pero cómo está viviendo usted, hermano y usted, hermana? y cada uno de nosotros. ¿Tienes gozo? ¿Tienes ánimo? ¿Eres motivado? ¿Tienes agradecimiento? ¿Estás abrumado? ¿Lloras delante de la presencia de Dios? Mira lo que Él ha hecho para mí. Solo quiero vivir para ti por el medio del Espíritu Santo. No quiero nada del mundo, solo quiero a Cristo. Estás presentando tu cuerpo como sacrificio vivo a Dios, santo y aceptable, en tu culto racional. O vives para ti. Es una pregunta que se tiene que hacer. Y el versículo 2 continúa, dando un llamado a la inconformidad y la transformación. Dice el versículo 2, no se adapten a este mundo, sino transformense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno y aceptable y perfecto. Pablo muestra un contraste entre lo que no debemos hacer, adaptarnos a este mundo, y lo que debemos hacer, transformarnos en nuestra mente, nuestro pensar. Nos llama a rechazar la conformidad con el mundo y vivir como seguidores transformados de Cristo. Y pongamos una atención a la primera parte, el llamado a la inconformidad cristiana, a no conformarnos a este mundo. El mundo, sabemos, nos presenta con una presión increíble para que nos conformemos, nos adaptemos a él. Y este es uno de los mayores desafíos o dificultades o tentación para cada cristiano. El mundo te viene y te dice sea como nosotros, mira por qué estás siguiendo tanto a Cristo, mira que lo que dice la Biblia no es conforme como se vive en la sabiduría del mundo. Hay una gran presión en la televisión, en la música, en nuestras amistades, en el trabajo, hablar como ellos, vestirnos como ellos, conversar como ellos, pensar como ellos y no como Cristo. La Iglesia moderna a menudo se adapta al mundo mezclados con ellos en lugar de ser diferenciados a ellos. Y muchos cristianos temen ser vistos como tontos o necios, pero la Escritura nos llama a ser necios por Cristo. Es más, considere la reprensión de Pablo a los corintios sobre este mismo tema. Los corintios decían, nosotros hemos llegado, somos sabios, somos aceptados. El mundo nos mira a nosotros y dice que buenos son esos cristianos, esos cristianos si me caen bien. Pero dice Pablo, hablan de ustedes de esta manera, pero cuando nos miran a nosotros los apóstoles y la doctrina que predicamos, dices necios, cuerdos, no entienden nada, siempre hablando de Cristo, que enfadan estos hombres necios. Ay, que si se murieran todos de ellos, que alegre estuviéramos. Y dice Pablo, hay un gran problema entre ustedes y nosotros, porque ambos clamamos ser cristianos, pero ellos hablan bien de ustedes, pero nos odian a nosotros. Alguien está mal en cómo estamos viviendo. Y Pablo somete, y no creo que somos nosotros. Si el mundo los ama a ustedes, hay algo mal con ustedes. Escuchen lo que acabo de decir. Si el mundo te ama a ti, hay algo mal en tu pensar. en tu comportamiento, en tu vivir. Miren la represión de Pablo en 1 Corintios 4, 7 al 10. Porque quien te distingue, aquí Pablo dice no hay diferencia entre ustedes y el mundo, no hay distinción, es la primera acusación de Pablo contra ellos, porque quien te distingue, no hay distinción entre ustedes y ellos. ¿Qué tienes que no recibiste? Y si lo recibiste, ¿por qué te jactas como si no lo hubieras recibido? Ya ustedes están saciados, ya se han hecho ricos, ya han llegado a reinar sin necesidad de nosotros. Ojalá hubieran llegado a reinar para que nosotros reináramos también con ustedes. Han llegado a la etapa. Ustedes están al máximo. Todo el mundo los ama. No hay ningún problema. Nadie se distingue de ustedes. Nadie quiere diferencia. Ay, qué lindo es estar en el lugar que ustedes están, parece ser. Pablo aquí está hablando sarcásticamente. Porque pienso que Dios nos ha exhibido nosotros los apóstoles en último lugar como asentenciados a muerte porque hemos llegado a ser un espectáculo para el mundo cuando nos miran tanto para los ángeles como para los hombres nosotros somos necios por amor de cristo pero ustedes prudente en cristo nosotros somos débiles pero ustedes fuertes ustedes son distinguidos pero nosotros sin honra algo está mal dice pablo cuando el mundo dice ustedes Ustedes son honrosos y distinguidos y aceptables. Cómo me caen bien ustedes. Pero cuando nos mira a nosotros dicen, necios, terribles, que gordo nos cae Pablo y su doctrina. Hay algo mal, dice Pablo. Hay algo mal en cómo ustedes están viviendo. El mundo debe tener animosidad contra ustedes porque ustedes deben representar claramente a quién? A Cristo, que es ofensivo al mundo. Pueden ver lo que Pablo está diciendo aquí. Es lo que él está diciendo, no seamos conformados a este mundo. Parece que la iglesia de Corintios estaba conformando al mundo. Y podemos ver evidencia de eso en toda la epístola, en lo que Pablo habla con ellos, en la manera que vivían, en la manera que no adaptaban, en la manera que no predicaban el Evangelio, en el pecado que aceptaban. Se habían conformado al mundo. Y Pablo dice, esto es incorrecto para un cristiano. Amados, el enfoque del mundo es en el aquí y en el ahora. Es en el aquí y en el ahora. Y Pablo enseña repetidamente que los cristianos están llamados a ser inconformistas. Sin embargo, con demasiada frecuencia seguimos las costumbres del mundo y buscamos su aprobación, permitiendo que la cultura dicte cómo vivimos en lugar de dejar que la palabra de Dios nos guíe. Debería haber una clara diferencia entre el cristiano y el mundo que nos rodea. Hoy en día esa diferencia a menudo es difícil de ver. Yo tengo preocupación por ustedes. ¿Hay diferencia entre usted y el mundo? Es una gran preocupación de mi vida como pastor. ¿Qué dice su familia, sus tíos, sus tías, sus sobrinos, ustedes? ¿Qué dice su compañero del trabajo? Ay, qué bueno es ese. Hermano, mira, qué lindo es. Sí, a veces me fado un poquito con Cristo, pero no hablas suficiente de él. Por lo regular es una buena persona, dulce y amable. ¿Qué bien me cae? Cuidado, hay un problema. Nosotros, en nuestro comportamiento y nuestra hablar, debe haber tanto de Cristo que el mundo, aunque lo amamos, presentándole el Evangelio, una que otra vez debe ofenderse con nosotros. debe haber ofensa, porque el Evangelio es ofensivo. No eres una buena persona, eres un terrible pecador, eres un ciudadanos del infierno y sin Cristo te vas a quedar en ese infierno. Presentemos ese mensaje como quisiéramos, ese mensaje va a ser ofensivo al mundo que dice soy una buena persona. Más el enfoque del mundo es en el aquí y en el hoy. El secularismo niega la eternidad y se ve Y ve la vida, esta vida como que es todo lo que hay, pero como cristianos vivimos en este mundo sin ser parte del mundo. Tenemos que vivir con la eternidad de mente moldeados por la verdad de Dios, no por las tendencias pasajeras de este mundo. Y escuche como el Señor lo habla a nosotros, ustedes que son extranjeros, aislados de este mundo, embajadores, extraños. peregrinos. El Señor usa palabras específicas para decirte a ti, tú no eres parte de qué, de este mundo. Un peregrino no pertenece, un embajador no le parece, un extranjero no le pertenece a este mundo. Estamos visitando, estamos aquí por un tiempo corto. Ese es el pensar bíblico. Y si nosotros hacemos de este mundo nuestro hogar, nos conformamos a este mundo, estamos viviendo en la desobediencia a la palabra de Dios. Escuche el hombre más inconformista que hay en uno de ellos en toda la Biblia y es el hermano Moisés. El hermano Moisés se presenta como un hombre que no se conformó, que no se adaptó a este mundo. Escuche lo que la Palabra de Dios dice acerca de él. Por la fe Moisés, cuando era grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón. Usted sabe lo que significa este versículo? Él creció en la casa de quien? De Faraón. Faraón se hizo su familia. La hija de Faraón se hizo que? Su familia. Él creció como un que? Egipcio. El beneficio de Egipcio. La riqueza de Egipcios. Sus amigos egipcios. Su familia egipta. Él tenía mucho que perder, una vida llena de placeres y de riquezas para irse a hacer un esclavo con Israel. ¿Quién escogería algo así? Mejor confórtate, confórtate en Él, quédate en Él, quédate en este mundo, confórmate a Él, a esta vida, quédate en esta vida, goza de esta vida y trata de ayudar a los israelitas si puedes aquí y allá. Usa tu posición, pero no abandones tu posición. Muy fácil de hacer, ¿verdad que sí? Vivir la vida perfecta y linda. Dice, por fe, Moisés cuando era grande rozó ser llamado hijo de la hija de Faraón, escogiendo más bien ser maltratado con el pueblo de Dios que, gozal de los placeres temporales del pecado, consideró como mayores riqueza el oprobio de Cristo que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa, hablando de la recompensa por venir. Un hombre que miro las cosas, yo no soy de este mundo, no le pertenezco a este mundo, estoy mirando la recompensa que viene. Prefiero sufrir con los hijos de Dios que gozar de los deleites de Egipto y estar en el mundo. Y abandono una vida de facilidad, una vida de riqueza, una vida de honor, una vida de importancia, Una vida de poder político. No se conformó a este mundo, abandonó todo para seguir a Cristo amados. Esto es ser un sacrificio vivo. Amén. Es lo que la palabra nos llama a nosotros. A no ser adaptados a este mundo, a no ser conformados al mundo. Si no, dice la segunda parte del versículo, transformado por una mente renovada. Pablo llama al cristiano a ser transformado por medio de la renovación de su mente. Y la palabra griega aquí para transformado es la palabra traducida en nuestro idioma metamórfisis, que significa un cambio completo y radical. Esta transformación de pensamiento y de deseo solo puede ocurrir cuando dejamos de vivir según los valores del mundo, vivimos según el llamado superior de Dios. La vida cristiana comienza, si usted recuerda, con el arrepentimiento, que significa un cambio de mente. Y antes de venir a Cristo pensábamos y actuábamos como el mundo, ignorando nuestro pecado y viviendo para nosotros mismos, como dice Efesios, hijos de desobediencia, hijos de ira. Pero cuando el Espíritu Santo nos despertó a nuestra necesidad de un Salvador, nuestras mentes cambiaron y nos volvimos a Cristo. Pero no solamente cambió nuestra mente, sino el conocimiento de Dios que entró a nuestra mente por medio de la palabra también afectó nuestro corazón. y nuestras emociones. Y empezamos a amar a aquel que nos amó primero. Y empezamos a amar las cosas que él ama que antes despreciábamos. Y empezamos a despreciar las cosas que antes amábamos. Y hay un cambio radical, un cambio radical. La verdadera transformación ocurre cuando nuestra comprensión de la Escritura conduce a un cambio de corazón que luego transforma nuestras vidas. llamado la transformación. Ve a este mundo y a los incrédulos que hay en él, en este mundo, a través del lente de las escrituras. ¿Y cómo es que Dios mira este mundo? Por favor ponga tanta atención a un versículo tan buen conocido. No amen al mundo. ni las cosas que están en el mundo, las cosas creadas. En otras palabras, no amen al mundo ni nada que el Señor ha creado en el mundo, incluso a las personas de este mundo que no han venido a Cristo, al incrédulo. No amen a este mundo. Es un mandato. Así mira Dios las cosas. ¿Y qué hacemos nosotros? Queremos amar a este mundo. Y el Señor dice, no lo hagas. no ames a este mundo ni las cosas de este mundo si alguien ama al mundo el amor del padre no está en él grave es la situación dice la palabra de Dios porque todo lo que hay en el mundo la pasión de la carne la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida no proviene del padre sino del mundo el pecado que sale de este mundo el mundo pasa y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. Este es el pensamiento de Dios sobre este mundo. Y si usted piensa de este mundo en cualquier otra manera, usted está equivocado. Si usted dice, sí, sí, sí, pastor, sí sé lo que dice ahí, pero ¿sabes qué? Yo he tenido este amigo desde la niñez y la infancia, somos amigos, y él no ama a Cristo y somos mejores amigos, y Dios está equivocado aquí. Estás equivocado tú. Que Dios sea verdad y todo hombre mentiroso. Pueden ver lo que está diciendo este versículo. No amemos al mundo las cosas de este mundo. Nuestras relaciones no pueden ser mundadas. Nuestra pasión no puede ser mundada. Nuestro amor no puede ser para este mundo. Somos peregrinos, extranjeros, embajadores, aislados. no somos de este mundo. Pueden verlo, amados. Porque lo que está diciendo aquí es tan importante para usted. No ames a este mundo, ni las cosas de este mundo. No podemos amar. El mejor amigo mío, mis mejores personas no pueden ser el mundo. Tienen que ser que Cristo y su pueblo. Y cuidado, cuidado, que a veces queremos insultar el honor de Cristo, usando a Cristo como excusa para pecar. Lo he oído tantas veces. Pero, pastor, Cristo caminó y comió con pecadores. Sí, usted tiene razón, pero no los dejó en su pecado. Y no caminó y habló con ellos y comió con ellos por meses y años y años. sin hablarle de Cristo, sin hablarle del Evangelio, sin el arrepentimiento. Todo ejemplo que tenemos en la Biblia cuando Cristo está comiendo con pecadores era ¿qué? Trayéndoles el Evangelio. ¿Cuánto tiempo usted cree que se quedaron con Él si no se arrepentían? ¿Usted cree que iban a seguir caminando con Él día tras día escuchando el mismo sermón? No, este está loco, no queremos nada que ven con él. Así que tengan cuidado de usar a Cristo lo que hizo como excusa para usted vivir una manera diferente de lo que dice la Palabra de Dios. La mala compañía corrupte, bueno es que, escrúpulos, moralidad, dice la Palabra de Dios. Y si, Cristo comió con el pecador solo para presentarles que el Evangelio. Pero no se quedó con ellos como quisieron, vamos a ir, vamos a pasear, vamos a las películas juntos, vamos a tener compañerismo, vas a ser mi mejor amigo y vez en cuando te voy a hablar un poquito de Cristo pero no mucho para que no te ofendas. Eso no fue lo que ocurrió y los desafíos que encuentran eso en la Palabra de Dios. Segundo, mire con quien Cristo pasó la mayoría de su tiempo. ¿Con quien pasó la mayoría? ¿Con quien comió todos los días y caminó todos los días y durmieron en el mismo lugar todas las días y presentó el Evangelio todos los días? ¿Con quien? Con sus discípulos. ¿Quién eran los mejores amigos de Cristo? No el mundo. ¿Sus que? sus discípulos. Y sí, se metieron en el camino, sí. Comitieron graves errores, sí. A veces fueron un obstáculo a Cristo, pero Él dijo al final no perdí ninguno de lo que tú me distes, porque son tuyos. Tuyos eran, tú me los distes, yo los mantení ahora hasta los doy para atrás. ¿A quién? A ti. ¿Con quién hizo la vida Cristo? Con sus que, discípulos, no con el mundo. Así que no usemos el nombre de Cristo, las acciones de Cristo para deshonrarlo. Estoy al límite con personas que me dicen, pero si Cristo conmigo y con los pecadores, yo como con ellos, estoy con ellos porque Cristo así lo hizo, yo soy como Cristo. Cuidado, eso no es lo que ocurrió. Cristo le traía el Evangelio o venían a Cristo y se arrepentían o lo abandonaban. Pero no continuó con ellos, no hizo vida con ellos. Él hizo vida ¿con quién? Con sus discípulos, con la gente santa. ¿Quién es mi madre y quiénes son mis padres? ¿Quiénes son mis hermanos y quiénes son mis hijos? Estos que hacen ¿qué? La voluntad de Dios. Así que cuidado, porque lo ha ido tantas veces y está tan equivocado. usando a Cristo como una excusa para desobedecer la Palabra de Dios en otros lugares es realmente un grave pecado. Cuando pensamos bíblicamente entonces nuestro corazón cambia, nuestra vida cambia. Comenzamos a vivir de manera diferente buscando agradar a Dios en lugar de agradar el mundo o agradarnos a nosotros mismos. Y si llega una porción de escritura que me cae mal, una porción de escritura que choca contra lo que yo quiero creer, que Dios sea verdadero y todo hombre sea mentiroso y aceptamos lo que Dios dice. Es eso ser transformados, amados. y no conformados a este mundo. La pregunta entonces es ¿y por qué Dios insiste en vidas transformadas? Bueno, el versículo nos dice para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno y aceptable y perfecto. Muchos cristianos Se preguntan o me vienen y me preguntan a mí, Pastor, ¿cuál es la voluntad de Dios para mi vida? Quiero saber cuándo me voy a casar y con quién me voy a casar y si me voy a casar y qué voy a hacer para jubilarme y cuándo me voy a jubilar y tenemos estos planes y los otros. Y yo caigo en esta trampa también. ¿Cuál es la voluntad de Dios en mi vida? ¿Sabes lo que es la voluntad de Dios en tu vida? Que ames a Dios hoy. Usted no vive en el mañana y usted no vive en el ayer. Usted vive en el ¿qué? en el hoy. ¿Cuál es la voluntad de Dios? Que usted ame a Dios con toda su vida. ¿Quién? ¿Cuándo? Hoy. Si usted quiere saber la voluntad de Dios, ame a Dios hoy. Ámelo, sírvalo, dedique su vida a Él. Esa es la voluntad de Dios. Por lo tanto, la voluntad de Dios para nosotros es muy clara. Romanos 12, presenten sus cuerpos como sacrificio que, vivos, santos y aceptables, no se conformen a este mundo, sean transformado en su mente, vivan en santificación para Dios. Esta es la voluntad de Dios para usted hoy, y mañana, y el día por venir, y el día después de ese, y para el resto de nuestros días aquí en esta tierra. Es más, el libro de Tesalonicense nos dice algo de esto, porque esta es la voluntad de Dios, vean conmigo, su santificación. Y él continúa diciendo, abstenga de moralidad sexual y tira efectos de cosas, pero todo regresa a qué, a la qué, santificación. ¿Cuál es la voluntad de Dios? Su santificación. ¿Quiere saber usted la voluntad de Dios? Santifique su vida delante de él. ¿Y qué es la santificación? Es ser apartados de este mundo cada día más y más para el beneficio y el uso de él. Amados, ¿están ustedes apartados para Dios? Los cristianos deben crecer en santidad volviéndose más apartados para Dios y más como Cristo cada día, no menos. Y si no estamos creciendo en santificación, Estamos siendo conformados a este mundo. Si estamos conformados a este mundo, no somos de Dios. Recuerde lo que Pablo ya enseñó en Romano 8, 5. Porque los que viven conforme a la carne ponen la mente en las cosas de la carne. Pero los que viven conforme al espíritu, las cosas del espíritu. Porque la mente puesta en la carne es muerte. Pero la mente puesta en el espíritu es vida y paz. La mente puesta en la carne es enemiga de Dios porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo. Y los que están en la carne no pueden agradar a Dios. Amado, presenten sus vidas. ¿Sacrificios qué? Vivos, santos, aceptables. Amados, no se conformen, no se adapten a este mundo, sean transformados en su mente. Estudiar la palabra, vivir como dice la palabra. Así que los retos. Hay un reto para usted de vivir de esta manera. No usen a Cristo como excusa para vivir de una manera como que Él no aproba. O digan creemos lo que dice la Biblia y vamos a vivir porque esto es lo que Dios quiere. O digan, ¿sabes qué? La Biblia no aplica a mí en esta situación. ¿Por qué? Y hagan su excusa. Pero no le den, no punten sus dedos aquí a Cristo. Pues Cristo vivió de esta manera. No, no, no. Él vivió una vida santa y dedicada al Padre. Para el beneficio de los elegidos, Él hizo vida con sus discípulos y presentó el Evangelio al mundo perdido. Si lo hizo a veces en cena, gloria a Dios, pero siempre trayendo el Evangelio. Pero nunca que dice la palabra de Dios. Y Cristo no se entregó a ellos porque sabía lo que estaba en el corazón del hombre y no necesitaba testimonio de que alguien le dijera lo que estaba en el corazón de Dios. No se encomendó al pecador. Cristo nunca se encomendó al pecador. Y nunca aceptó el amor del mundo. Mira que si me adoras, te daré todos los reinos de este mundo. Apártate de mí, Satanás. Escrito está. Mira, ¿por qué no conviertes las piedras en pan? Apártate de mí, Satanás. Escrito está. Mira, arrójate del templo. Dice la palabra, apártate de mí, de Satanás. Pero la más severa tentación creo, si tú me adoras, te daré todo lo del mundo. La fama, la gloria, amigos, amistades, riquezas, seguridad. Apártate de mí, Satanás. Escrito está. ¿Solo servirás a quién? A Dios y al solamente. Amado, ¿es usted un sacrificio vivo? ¿Santo? ¿Aceptable? ¿Usted vive cada día diciendo, no seré conformado a este mundo, sino transformado en mi mente, en el corazón y vida por mediante la palabra de Dios? ¿Vive usted completamente agradecido por lo que Dios ha hecho? Es nuestro culto que, razonable, es lo único que podemos hacer si realmente lo conocemos y somos agradecidos. Amén. Padre, te damos gracias por tu palabra bendita y perfecta. Pedimos que la apliques a nuestros corazones. Oh, padre, mira este pueblo tuyo. Mi preocupación es por ellos, padre. Que no nos parezcamos al mundo, que no estemos en el mundo, que abandonemos a este mundo, que recordemos que somos peligrinos, extranjeros, embajadores. Padre, que recordemos, Padre, que este mundo no es nuestro hogar. Que le demos la espalda a la presión de este mundo a ser conformados como ellos y ser completamente diferente. Cuerdos, necios para Cristo, gloria a Dios por ello. Oh Padre, renueva nuestras mentes, transforma nuestros corazones. Y si hay cristianos aquí que aman este mundo presente un poco mucho, o las relaciones en este mundo mucho, pedimos Padre que hoy tú lo hayas reprendido, enseñarle el camino correcto y que ellos, Padre, acepten de ti, Padre, esta reprensión y se arrepientan y vengan a ti correctamente. Quita de nosotros el amor de este mundo. En el nombre de Jesús.