En esto hemos conocido el amor, en que Él puso su vida por nosotros. También nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Eso es 1ª de Juan, capítulo 3, versículo 16. El apóstol Juan, a través de su carta en 1ª de Juan, ha dejado claro que el amor es un distintivo de un creyente genuino. En 1 de Juan 3, versículo 14, dice, nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano permanece en muerte. Eso es 1 de Juan, capítulo 3, versículo 14. Y lo que hace ahora en el versículo 16, explica que la esencia del amor es sacrificio personal. Y usa el ejemplo de Jesucristo. Ahora en Juan 15, versículo 13, dice, nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos. Es que el apóstol Juan señala el criterio verdadero del amor. Es que el creyente entiende lo que es el amor verdadero porque conoce que Cristo murió en su lugar. En esto, Esas palabras en esto apuntan al autosacrificio de Cristo. Esas palabras, hemos conocido, indican un conocimiento adquirido al considerar la obra de Cristo en la cruz. Y es que el creyente ha conocido el amor de Cristo por el Evangelio. El autosacrificio de Cristo es la manifestación suprema del amor. Y lo que está haciendo el apóstol Juan es hablar del amor en su esencia. El amor de Cristo se conoce por su obra en la cruz. Es que Cristo reveló su amor al entregar su vida voluntariamente. En Juan 10, versículo 18, dice, nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Vemos que Él puso su vida y esas palabras, Él puso, indica un acto voluntario. expresa un amor que se entrega y se sacrifica por otros. Y es que Jesucristo se entregó por nosotros. Nos dice en Romanos 5, versículo 8, más Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Eso es en Romanos 5, versículo 8. Y es que el apóstolo Juan está recalcando que el sacrificio de Cristo mostró la expresión suprema del amor. Pero nosotros, como creyentes, debemos de copiar ese amor, debemos de reflejar su amor. Y es que el apóstolo Juan ahora aplica el ejemplo de Cristo a las vidas de los creyentes. Nuestro conocimiento del amor de Cristo nos obliga a practicar el amor, porque debemos de reflejar a nuestro Señor. Nos dice 1 Juan 2, versículo 6, el que dice que permanece en él debe andar como él anduvo. Y Jesucristo es el ejemplo a seguir. Entonces, debemos implica una obligación continua. Y poner implica que el creyente debe de estar dispuesto a autosacrificarse por sus hermanos en Cristo si fuera necesario. Debemos de reflejar el amor de Cristo. Y da a entender que el creyente debe estar dispuesto a entregar su vida por otros creyentes, si fuera necesario. Y es que el creyente debe mostrar amor, aunque lleve a perder su vida física. Hay que entender que el apóstol Juan no está exigiendo martirio, sino que está enfatizando el alcance del amor cristiano. Hay que recordar también en su contexto, había mucha persecución y muchos creyentes estaban sufriendo mucho. Entonces, el amor de Cristo debe motivarnos a amar a otros como Él nos amó a nosotros. Él entregó su vida por nosotros. Nosotros debemos estar dispuestos a entregar nuestra vida por nuestros hermanos en Cristo. O sea, el creyente debe estar dispuesto a sacrificarse por sus hermanos en Cristo. De tal manera debe de amar a sus hermanos en Cristo. Por ello, demuestra tu fe genuina con amor sacrificial.